Pia Definitivo Admi
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Generalidades
El Sistema Penitenciario representa un componente de vital importancia dentro del
ámbito de la Seguridad Pública. Constituye la fase final en el proceso de justicia
penal, donde aquellos individuos que han sido hallados responsables de la
comisión de un delito y han sido sentenciados a cumplir una pena de prisión son
confinados. En este contexto, la función principal de las instituciones
penitenciarias es la Reinserción Social, la cual recae en manos de organismos y
funcionarios encargados de llevar a cabo este proceso.
Las directrices establecidas en las normativas penales se traducen en
reglamentos carcelarios que delinean las condiciones, elementos y factores
necesarios para la ejecución de la pena. Esto abarca desde una infraestructura
carcelaria adecuada para la readaptación social, hasta la preparación idónea del
personal penitenciario, la clasificación criminológica de los internos y la promoción
de un nivel de vida que aspire a ser equiparable, en la medida de lo posible, al de
la comunidad circundante.
En el marco de estas instituciones, se lleva a cabo un tratamiento individualizado
que busca modificar, atenuar o suprimir los factores causales que contribuyeron a
la desadaptación social del interno. Este enfoque terapéutico se orienta siempre
hacia el respeto y el reconocimiento de los derechos de las Personas Privadas de
la Libertad (PPL).
En este contexto, se hace necesario destacar que entre las responsabilidades
primordiales de las autoridades penitenciarias se encuentra la supervisión
constante de las condiciones de vida de los detenidos. Esto implica asegurar que
los espacios destinados a su alojamiento cuenten con los servicios esenciales y
necesarios para garantizar condiciones de vida dignas y adecuadas.
Antecedentes
Los centros penitenciarios, al ser instituciones dedicadas a la reclusión y
rehabilitación de individuos, asumen la responsabilidad primordial de proporcionar
un entorno propicio que fomente la reintegración social de los internos.
Este compromiso implica la provisión de condiciones básicas y necesarias que les
permitan a los PPL desarrollarse plenamente y adquirir las habilidades necesarias
para funcionar como miembros productivos de la sociedad una vez cumplida su
pena.
En consonancia con el objetivo de la reinserción social, los centros penitenciarios
tienen la obligación moral y legal de garantizar el acceso a programas y servicios
que promuevan el crecimiento personal, la educación, la capacitación laboral, la
atención médica y, fundamentalmente, el cuidado de la salud mental de los
internos.
Sin embargo, es importante destacar que diversos estudios realizados en los
centros de reinserción social del Estado de Nuevo León revelan resultados
desfavorables en relación con la infraestructura y los servicios disponibles para
atender a individuos que presentan alguna discapacidad psicosocial.
El Diagnóstico Estatal de Supervisión Penitenciaria (DESP) del año 2021,
elaborado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), detalla en
su sección sobre "Personas con Discapacidad Psicosocial" una atención
inadecuada e insuficiente hacia este grupo específico en los centros penitenciarios
de Nuevo León.
Se señala una carencia notable de personal especializado en psiquiatría para
brindar atención médica y cuidados necesarios a estos individuos, además de
destacar que las personas con discapacidades psicosociales experimentan crisis
con frecuencia durante su estancia en los centros, lo que limita su participación en
las actividades programadas diarias.
Por otro lado, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP) de
2022 revela ciertos avances en los centros penitenciarios a nivel nacional. Sin
embargo, persisten deficiencias significativas en los servicios de salud, como se
observa en el Centro de Reinserción Social No.1 Norte.
Planteamiento del Problema
Los centros penitenciarios del Estado de Nuevo León, enfrentan una serie de
deficiencias significativas que impactan negativamente en la calidad de vida y la
rehabilitación de los reclusos.
La problemática de la escasez de personal capacitado para atender las
necesidades de las personas con discapacidades psicosociales plantea un serio
problema tanto para las personas privadas de la libertad, así como para el sistema
penitenciario en su conjunto, ya que limita el acceso a servicios de salud mental
adecuados y dificulta la reintegración social de este grupo vulnerable.
Sin una intervención adecuada, estas personas enfrentan un mayor riesgo de
marginación, deterioro de su salud mental y reincidencia delictiva, lo que subraya
la urgencia de abordar esta situación con medidas efectivas y sostenibles.
Marco Teórico l
Discapacidad psicosocial
Atención psicológica
Carácter inimputable
Seguridad penitenciaria
Trastornos mentales
Normatividad
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
- Art 1. Derechos que el Estado se obliga a proveer
- Art. 4. Derecho a la protección de la salud
- Art 18, segundo párrafo
Metodología
Con la finalidad de integrar múltiples perspectivas y enfoques metodológicos, el
presente proyecto obtendrá como base un método mixto ya que nos permitirá una
amplia comprensión de las experiencias individuales, así como la identificación de
tendencias y patrones.
Propuestas
Referencias
https://www.corteidh.or.cr/tablas/r38051.pdf
https://www.cndh.org.mx/sites/default/files/doc/OtrosDocumentos/
Doc_2016_010.pdf