Marxismo
Marxismo
Marxismo
Contenidos:
Antecedentes
Dialéctica
Dialéctica en Hegel
Dialéctica Marxista
Antecedentes:
Dialéctica en Hegel: Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto
inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en
contraposición siempre con algo. Este esquema es el que permite explicar el cambio manteniendo
la identidad de cada elemento, a pesar de que el conjunto haya cambiado (dialéctica).
La humanidad avanza y progresa gracias a los conflictos, guerras y revoluciones, es decir, a la
lucha entre los seres humanos que oprimen y entre los oprimidos, la paz y la armonía –decía- no
producen avances, Hegel no hablaba de luchas sociales, sino de tipo religioso
Dialéctica marxista: Con el mismo proceder Karl Marx analizará la realidad social y, claramente en
sus escritos a partir de 1842, la entenderá como una realidad conflictiva debido a la contraposición
de intereses materiales incompatibles. Así dirá, en el Manifiesto comunista (1848), que "toda la
historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases"; esto es: la confrontación entre clases
sociales es el motor del cambio histórico.
Materialismo histórico: ...en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas
relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden
a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas
relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se
levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de
conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social
política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el
contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
Marx y Engels aplicaron esta nueva concepción de la historia al análisis de los hechos políticos y
sociales del pasado y de su época y a la creación de una nueva corriente del socialismo, que a la
toma de partido por el comunismo y la lucha de clases proletaria sumaba el estudio científico de la
sociedad burguesa y de la transición de ésta a la sociedad comunista. Al explicar las revoluciones
políticas y sociales por la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción
y por la lucha de clases, Marx y Engels combatieron tanto la visión burguesa de la historia basada
en la historia de las ideas y de los "grandes hombres" como las corrientes socialistas que deducían
la lucha por el socialismo de los ideales abstractos de Justicia, Libertad e Igualdad. El desarrollo
revolucionario de las fuerzas productivas bajo el capitalismo hacía posible que todas las
necesidades humanas fueran satisfechas, y que el desarrollo de la producción prescindiera de la
división de la sociedad entre clases explotadoras (poseedoras de los medios de producción
sociales) y clases explotadas (obligadas a mantener a las clases explotadoras mediante el
plustrabajo). Con este planteo, el comunismo podía concebirse como necesidad histórica en vez de
como aspiración utópica, ya que las mismas contradicciones internas del capitalismo generaban la
necesidad de revolucionar las relaciones de producción burguesas y creaban al sujeto histórico
capacitado para tal misión: el proletariado.
De esta manera, el materialismo histórico tal como lo formuló Marx se encuentra
indisolublemente vinculado a la lucha de la clase proletaria por el comunismo.[11] Esto no significa
que sus conclusiones (sobre todo en el campo económico) no sean científicas, sino que no están
dirigidas a constituir una ciencia positiva "neutral", sino un conocimiento científico útil para la
emancipación proletaria.[12
Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad
entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la
expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto
hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en
trabas suyas, y se abre así una época de revolución social.
Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas
que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes
de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad
antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar,
porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan
o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes
rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la
sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués.
Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de
producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo
que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas
que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales
para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la
prehistoria de la sociedad humana.
Ideología: Para Karl Marx la ideología es el conjunto de las ideas que explican el mundo en cada
sociedad en función de sus modos de producción, relacionando los conocimientos prácticos
necesarios para la vida con el sistema de relaciones sociales; la relación con la realidad es tan
importante como mantener esas relaciones sociales, y en los sistemas sociales en los que se da
alguna clase de explotación, evitar que los oprimidos perciban su estado de opresión.