Libro de Hechos
Libro de Hechos
Libro de Hechos
TEMAS:
1. El Espíritu Santo otorga poder de testimonio. El tema central en
Hechos es el poder y el testimonio del Espíritu, Pedro y Juan
afirmaron, “no podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y
oído” (4:20).
2. Comunidad. Hechos revela una comunidad de creyentes unida
y solidaria, que disfrutaba no de solo de una creencia y una
adoración en común, sino también de una experiencia en común al
compartir sus posesiones y a sí mismos uno con el otro (2:42-47;
4:32-37).
3. Reconciliación. A pesar de la singularidad de la comunidad fiel,
surgieron los conflictos. No obstante, la iglesia tiene la intención de
ser inclusiva: judíos y gentiles (10:2-48), hasta samaritanos (8:4-
24), eran miembros del cuerpo de Cristo. Solamente las obras
internas del Espíritu de Cristo engendran armonía y
reconciliación.
4. Persecución. El Espíritu Santo no solo le da fuerza a los
creyentes para soportar la oposición y el sufrimiento (6:10) sino
que también permite la difusión del evangelio, a pesar de la
persecución (8:1-4; 11:19-21). El maltrato por el bien de la fe en
realidad difunde el evangelio y fortalece la fe de aquellos que
sufren, confirmandolos como discípulos de Cristo (15:18-16:4).
Estructura de Hechos
Titulo: “Poder para Testificar”
Versículo Clave: 1:8 “Pero recibiréis poder cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén
en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra”.
Autor y fecha
Debido a que el Evangelio de Lucas fue el primer libros dirigido a Teófilo
(Lc 1:3), es lógico concluir que Lucas también es el autor de Hechos, aunque
no es nombrado en ninguno de los dos libros. Los escritores de los primeros
Padres de la iglesia tales como Ireneo, Clemente de Alejandría, Tertuliano,
Orígenes, Eusebio, y Jerónimo afirman que Lucas fue el autor, como también
lo hace el canon muratorio (alrededor del 170 d.C.). Debido a que él es una
figura relativamente oscura, mencionado únicamente tres veces en el NT
(Col 4:14; 1Ti 4:11; Flm 24), es poco probable que alguien hubiera
falsificado una obra para hacerla aparecer como si fuera de Lucas. Un
farsante seguramente habría atribuido su obra a una persona más
prominente.
Lucas fue el amigo cercano de Pablo, compañero de viaje, y médico
personal (Col 4:14). Él fue un investigador cuidadoso (Lc 1:1-4) y un
historiador preciso, desplegando un conocimiento íntimo de leyes y
costumbres romanas, como también la geografía de Palestina, Asia Menor e
Italia. Al escribir Hechos, Lucas se apoyó en fuentes escritas (15:23-29;
23:26-30), y sin duda alguna también entrevistó a personas clave, tales
como Pedro, Juan, y otros en la iglesia en Jerusalén. El encarcelamiento de
Pablo de dos años en Cesarea (24:27) le dio a Lucas una gran oportunidad
de entrevistar a Felipe y a sus hijas (quienes fueron consideradas fuentes
importantes de información en los primeros días de la iglesia). Finalmente,
el uso frecuente de Lucas del pronombre "nosotros" en primera persona
plural (16:10-17; 20:5:21:18; 27:1-28:16) revela que él fue un testigo ocular
de muchos de los acontecimientos registrados en Hechos.
Algunos creen que Lucas escribió Hechos después de la caída de
Jerusalén (70 d.C. Su muerte fue probablemente a mediados de los
ochentas). No obstante, es más probable que él escribió antes, antes del
final del primer encarcelamiento romano de Pablo (alrededor del 60-62
d.C.). Esa fecha es la explicación más natural para el término abrupto de
Hechos, el cual deja a Pablo esperando juicio delante de César. Claro que
Lucas, quien enfocó más de la mitad de Hechos al ministerio de Pablo, había
dado el resultado de ese juicio, y descrito el ministerio subsiguiente de
Pablo, el segundo encarcelamiento (2 Ti 4:11), y muerte, si esos
acontecimientos hubieran sucedido antes de que escribiera Hechos. El
silencio de Lucas acerca de acontecimientos tan notables tales como el
martirio de Santiago, cabeza de la iglesia de Jerusalén (62 d.C. de acuerdo
al historiador judío Josefo), la persecución de Nerón (64 d.C.), y la caída de
Jerusalén (70 d.C.), también sugiere que escribió Hechos antes de que esos
acontecimientos transpiraran.
Características de Hechos
1. Detalles históricos fieles. Cada página de
Hechos abunda en detalles precisos y específicos que
deleitan al historiador. El relato abarca un periodo de
aproximadamente treinta años y se extiende por toda la
tierra desde Jerusalén hasta Roma. La descripción que
Lucas hace de estos tiempos y lugares está llena de toda
clase de gentes y cultura, una gran variedad de
administraciones gubernamentales, escenas de la corte
en Cesárea, y dramáticos acontecimientos que involucran
ciudades tales como Antioquía, Éfeso, Atenas, Corinto y
Roma. También están incluidos distritos de países
bárbaros y centros judíos. Sin embargo, en cada ejemplo,
los hallazgos arqueológicos revelan que Lucas emplea los
términos apropiados para cada tiempo y lugar que
describe. La crítica negativa no ha podido refutar la
veracidad de las designaciones políticas y geográficas
que usa Lucas.
2. Excelencia literaria. Lucas tiene un amplio
vocabulario comparado con el de otros escritos del N.T;
además, lo emplea con un estilo literario tal que se ajusta
al marco cultural de los incidentes que está registrando.
A veces emplea un estilo griego muy castizo, otra veces
usa expresiones que reflejan el trasfondo semítico de la
Palestina en el primer siglo. Esto es una indicación de la
práctica cuidadosa de Lucas en usar el lenguaje
apropiado para el tiempo y lugar que describe. Usa
semitismos cuando está describiendo sucesos que
tomaron lugar en la Palestina (caps 1-12). Sin embargo,
cuando relata los viajes de Pablo a tierras helenísticas,
fuera de los territorios donde se hablaba al arameo,
desaparecen los semitismos.
3. Descripción dramática. El uso hábil de discursos
constituye el efecto dramático de la narración. Los de
Pedro y Pablo están cuidadosamente distanciados y
equilibrados, mientras que otros discursos por varios
personajes contribuyen variedad e intensidad. Los
detalles le dan vida a la acción. En ninguna otra literatura
antigua hay un relato de naufragio superior al de Lucas,
con todos sus detalles náuticos (cap 27). La narración en
su totalidad es animada y se mueve con rapidez.
4. Relato objetivo. El manejo cuidadoso y artístico
de Lucas no le resta calor a la fidelidad de su relato. Él
demuestra su objetividad al registrar tanto los fallos como
los triunfos, tanto lo malo como lo bueno en la iglesia
primitiva. Incluye en su relato no solo el descontento
entre los judíos de habla griega y los de habla aramea
(6:1), sino también el descontento entre Pablo y Bernabé
(15:39). Reconoce el hecho de que existían diferencias
profundas (15:2; 21:20-21)
(Biblia de Estudio NVI. p 1725, 1726)
Retos de Interpretación
Debido a que Hechos es primordialmente una
narración histórica, no un tratado teológico como
Romanos o Hebreos, contiene relativamente pocos retos
de interpretación. Aquellos que existen principalmente
tienen que ver con la naturaleza de transición del libro e
incluyen el papel de las señales y milagros.
Temas históricos y teológicos
Como la primera obra de historia de la iglesia que
jamás se escribió, Hechos registra la respuesta inicial a la
Gran Comisión (Mt. 28:19, 20). Provee información de las
primeras tres décadas de la existencia de la iglesia,
material que no se encuentra en ningún otro lugar en el
NT. Aunque no es primordialmente una obra doctrinal,
Hechos enfatiza que Jesús de Nazaret era el Mesías
esperado por mucho tiempo por Israel, muestra que el
evangelio es ofrecido a todos los hombres (no solamente
al pueblo Judío), y enfatiza la obra del Espíritu Santo
(mencionado más de 50 veces). Hechos también hace uso
frecuente del AT: 2:17-21 (Joel 2:28-32); 2:25-28 (Sal
16:8-11); 2:35 (Sal 110:1); 4:11 (Sal 118:22); 4:25, 26
(Sal 2:1, 2); 7:49, 50 (Is. 66:1, 2); 8:32, 33 (Is. 53:7, 8);
28:26, 27 (Is. 6:9, 10).
Hechos abunda en transiciones: del ministerio de
Jesús al de los apóstoles; del antiguo pacto al nuevo
pacto; de Israel como la nación testigo de Dios a la iglesia
(compuesta tanto por Judíos como gentiles) como el
pueblo de Dios. El libro de Hebreos establece la teología
de la transición del antiguo pacto al nuevo; Hechos
muestra la manifestación práctica del nuevo pacto en la
vida de la iglesia.
Conexiones
El libro de Hechos actúa como una transición entre el Antiguo Pacto de la
observancia de la ley y el Nuevo Pacto de gracia y fe. Esta transición es
apreciada en muchos eventos claves del libro de Hechos. Primero, hubo un
cambio en el ministerio del Espíritu Santo, cuya función principal en el
Antiguo Testamento era el “ungimiento” externo del pueblo de Dios, entre
ellos Moisés (Números 11:17), Otoniel (Jueces 3:8-10), Gedeón (Jueces
6:34), y Saúl (1 Samuel 10:6-10). Después de la resurrección de Jesús, el
Espíritu vino a vivir en el corazón de los creyentes (Romanos 8:9-11; 1
Corintios 3:16), guiándolos y llenándolos de poder desde dentro. El Espíritu
que mora en el hombre, es un don de Dios para aquellos que vienen a Él en
fe.
La conversión de Pablo fue un ejemplo dramático de la transición del
Antiguo al Nuevo Pacto. Pablo admitió que, antes de conocer al Salvador
resucitado, él era el más celoso de los israelitas, siendo irreprensible “en
cuanto a la justicia de la ley” (Filipenses 3:6), llegando a ser tan extremista
como para perseguir a aquellos que enseñaban la salvación por gracia a
través de la fe en Cristo. Pero después de su conversión, él se dio cuenta de
que todos sus esfuerzos legalistas eran inútiles, diciendo que él los tenía
“por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en Él, no teniendo mi propia
justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es
de Dios por la fe.” (Filipenses 3:8b-9). Ahora nosotros también vivimos por
fe, no por las obras de la ley, para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
La visión de Pedro del lienzo en Hechos 10:9-15, es otra señal de la
transición del Antiguo Pacto –en este caso, de las exclusivas leyes dietéticas
de los judíos –a la unidad del Nuevo Pacto de judíos y gentiles en una sola
iglesia universal. Los animales “limpios” simbolizando a los judíos, y los
animales “inmundos” simbolizando a los gentiles, fueron declarados ambos
“limpios” por Dios a través de la muerte sacrificial de Cristo. Dejando de
estar bajo el Antiguo Pacto de la ley, ahora ambos están unidos en el Nuevo
Pacto de la gracia, a través de la fe en la sangre derramada de Cristo en la
cruz.
Importancia en la Biblia
Además de ser hábil historiador y literato, Lucas ha producido una obra
eminentemente teológica. A diferencia de Pablo y Marcos, cuya expectativa
frente a la pronta venida de Jesucristo deja huellas profundas en el Nuevo
Testamento, Lucas prevé un período nada corto de misión universal de la
iglesia antes de la parusía. El acontecimiento salvífico, pues, abarca no solo
la carrera terrestre de Jesús, sino la historia de la iglesia guiada por el
mismo → ESPÍRITU.
La expansión de la iglesia está siempre bajo el signo de este Espíritu de la
profecía, que toma la iniciativa en encrucijadas importantes (por ejemplo,
8.29; 10.44; 11.16; 13.2), sea para inhibir un plan de acción (16.6), sea para
fomentar otro. Hechos presenta a la primerísima iglesia (1–7) como un →
ISRAEL restaurado. Tanto es así que la venida del → ESPÍRITU tiene que
aguardar la elección de un nuevo → APÓSTOL, para que haya doce líderes
exactamente (1.12–26). Las promesas hechas a Abraham tienen que
cumplirse, pero esto sucede precisamente en Jesús (al decir de Pedro, 2.14–
36). Más tarde, en su misión que por definición se dirige a los gentiles, Pablo
también buscó comenzar su predicación en la → SINAGOGA de cada ciudad
de la diáspora (Lucas repite esta pauta siete veces), a pesar del rechazo que
sufre a manos de la vasta mayoría de los judíos (por ejemplo, 13.45s).
La iglesia producto de esta misión procura mantener el contacto con la
iglesia madre en Jerusalén, más apegada a las demandas de la Ley; pero la
relación se hace tensa. La → OFRENDA, por ejemplo, ideada por Pablo como
pieza central en su plan de misión entre los que no son judíos, es destinada
a esta iglesia madre y no al → TEMPLO.
Los últimos versículos del libro (28.28–31) sugieren que el futuro de la fe
cristiana no se halla en el conservadurismo de Jerusalén, sino en el
evangelio de la salvación gratuita abrazado por los gentiles.
En el libro nos encontramos con no menos de veinticuatro discursos (que
constituyen un tercio del texto), usados como apología en pro de los temas
predilectos de Lucas: la afirmación del mundo, la «visitación» por Dios que
invierte los papeles de pobres/ricos, dignos/indignos, enfermos/sanos, la
salvación de los «insalvables», el progreso del evangelio como Palabra de
Dios, la importancia de la conversión y la respuesta de la fe.