Trabajo Grupal Los Contratos
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FACULTAD DE DERECHO
TEMA:
INTEGRANTES:
El contrato es una de las figuras jurídicas más relevantes del derecho privado,
constituyendo el instrumento mediante el cual las personas expresan su voluntad de
obligarse a través de acuerdos. A lo largo de la historia, los contratos han
experimentado una evolución significativa para adaptarse a las necesidades
sociales, económicas y tecnológicas de cada época, reflejando en cada sociedad su
propio desarrollo normativo. En el contexto peruano, esta evolución ha quedado
plasmada en los distintos Códigos Civiles que han regido en el país, siendo hitos
normativos clave los de 1936, 1954 y el vigente desde 1984.
El Código Civil de 1936 fue pionero en el Perú al plasmar principios esenciales del
derecho privado, aunque con un enfoque conservador propio de la época.
Posteriormente, el Código Civil de 1954 introdujo reformas sustanciales en la
regulación de los contratos, adaptándose a un contexto de creciente
industrialización y expansión comercial en el país. Finalmente, el Código Civil de
1984, actualmente vigente, incorporó cambios profundos que reflejan una mayor
modernización del derecho contractual, respondiendo a los desafíos del comercio
global y la influencia de nuevas corrientes jurídicas como la autonomía de la
voluntad, la buena fe contractual y la protección del consumidor.
Este trabajo tiene como objetivo analizar los elementos esenciales de los contratos,
su evolución histórica en el derecho peruano y las principales teorías que sustentan
su función dentro del derecho moderno. A través de una revisión doctrinal y
jurisprudencial, se ofrecerá una visión integral del contrato como una figura jurídica
indispensable, destacando su desarrollo dentro de la normativa peruana. Además,
se identificarán los retos actuales que enfrenta el derecho contractual,
especialmente en un contexto de globalización y transformación digital.
MARCO REFERENCIAL
Durante la Edad Media, con el incremento del comercio internacional, los contratos
empezaron a adquirir mayor relevancia en las transacciones comerciales. En este
contexto, las ferias y mercados impulsaron el desarrollo de acuerdos comerciales
más formales. La Iglesia también tuvo un rol importante en la regulación de los
contratos, limitando aquellos que contravenían la doctrina, como los que
involucraban prácticas usurarias.
En el código de 1936 establecía como base que por el solo hecho de que alguien se
obligue a dar un bien inmueble, el acreedor se convertía en propietario de dicho
bien, a menos que haya un acuerdo diferente que indique lo contrario. Es un
principio que busca proteger al acreedor, asegurando que tenga derechos sobre lo
que se le debe, pero también permite flexibilidad a través de pactos entre las partes.
Se encuentra establecido el artículo 1172 del Código de 1936, que señalaba: "La
sola obligación de dar una cosa inmueble determinada, hace al acreedor propietario
de ella, salvo pacto en contrario".
La teoría del contrato es aplicable en todas las áreas del derecho, ya que la
regulación legal del contrato es permanente y se ha ido perfeccionando con los
años, la mayoría de los autores reconocen la importancia de la teoría, pues conoce
los principios e instituciones comunes a aplicar a los contratos y las reglas propias
de cada contrato.
El estudio de las Obligaciones afirma que el contrato es una fuente de las más
frecuentes de Derechos y Obligaciones, ya que es muy importante porque los
mismos contratantes lo estructuran mediante un acuerdo de voluntades de ambos y
a esta unión se le llama consentimiento. Los efectos del contrato suelen prever y
son queridos por las partes.
Según el Art. 1402 del código civil peruano, el objeto del contrato consiste en crear,
modificar, regular o extinguir obligaciones. En suma, el objeto del contrato es en
esencia, una fuente creadora de obligaciones de dar, hacer y no hacer, adicional a
esto en el Art. 1403 del código civil peruano establece que “la obligación objeto del
contrato debe ser licita, así como la prestación u obligación y el bien del que es
objeto debe ser posible”.
Extinción de una relación jurídica: Esto ocurre cuando las partes deciden
Poner término al contrato antes de su vencimiento. Esta figura jurídica se le
conoce con el nombre de “distracto”, que es el contrato cuyo objeto es
resolver una relación jurídica patrimonial existente entre las partes.
Es de advertir que el distracto sólo puede tener lugar para poner fin a una relación
jurídica cuyas prestaciones aún no han sido ejecutadas o cuya ejecución sea
continua o periódica como una especie de distracto existe el mutuo disenso, que es
la resolución convencional de una relación jurídica patrimonial nacida de un
contrato, sobre esto LEÓN BARANDIARÁN sostiene que el mutuo disenso sólo
puede operar en los contratos bilaterales (prestaciones recíprocas) y no en uno
unilateral, porque entonces se confundiría con la remisión.
Además, el distracto y el mutuo disenso son ejemplos que ilustran cómo las partes
pueden finalizar un contrato de manera consensuada. Esto enfatiza el principio de
autonomía privada, permitiendo que las partes gestionen sus relaciones de manera
adaptable. Por lo que consideramos que el objeto del contrato no solo abarca la
creación y modificación de obligaciones, sino que también opera dentro de límites
legales que garantizan su validez y licitud. Esto es fundamental para proteger tanto
a las partes como a la sociedad en general.
CAPITULO II
MARCO CONCEPTUAL
Por lo tanto, se manifiesta como un acuerdo voluntario entre las partes que crea
obligaciones legales vinculantes entre ellas. Donde estas obligaciones se vinculan
con el intercambio de bienes, servicios, dinero, entre otros.
Además, hay que destacar que el contrato presenta una estructura plurilateral. Es
decir, que involucra dos o más partes que obtienen derechos y obligaciones entre sí
conforme el acuerdo.
El contrato tiene todos los elementos y requisitos propios de un acto jurídico que son
los elementos personales, elementos reales y elementos formales.
Elementos personales: Los sujetos del contrato pueden ser personas naturales
(físicas) o jurídicas, con la capacidad de obrar en derecho, necesaria para obligarse.
En este sentido pues, la capacidad en derecho se subdivide en capacidad de goce
(la aptitud jurídica para ser titular de derechos subjetivos, comúnmente denominada
también como capacidad jurídica) y capacidad de ejercicio o de obrar activa o
pasiva (aptitud jurídica para ejercer derechos y contraer obligaciones sin asistencia
ni representación de terceros, denominada también como capacidad de actuar).
Capacidad
Es la aptitud que la ley reconoce para ser sujeto titular de derechos y poder
contraer obligaciones, es decir, requisitos mínimos como la edad, capacidad
mental, etc.
Capacidad de goce
Capacidad de ejercicio
Elementos esenciales
Básicamente son tres, aquellos requisitos que, en casi todos los sistemas jurídicos,
exigen las leyes, para alcanzar la eficacia del contrato. Según el Artículo 1261 del
Código Civil Peruano, los elementos esenciales de un contrato son el
consentimiento, objeto y causa. (Códigpo Civil Peruano , 2024)
El Consentimiento
La declaración de voluntad contractual es el consentimiento de las partes (artículos
1254 y 1261-1º del Código Civil).
(a) El error: Cuando versa el error, existe una equivocación sobre el objeto
del contrato, o sobre alguno de sus aspectos esenciales. El error es motivo
de nulidad del contrato cuando recae sobre la naturaleza del contrato (quería
hacer un arrendamiento e hizo una compraventa), sobre la identidad del
objeto, o sobre las cualidades específicas de la cosa.
El objeto: como la materia sobre la cual versa el acto jurídico o sea los
hechos, las cosas (cosas comercializables, servicios a ser prestados,
actuales o futuros: con lo que se va a hacer)
Teoría de la Causa
Dificultad de la materia.
El Objeto
El Objeto cierto que sea materia del contrato (artículo 1261 del Código Civil) pueden
serlo tanto cosas como servicios que no estén fuera del comercio de los hombres
(artículo 1271.I y III del Código Civil). En verdad esas cosas y servicios son objeto
de las prestaciones u obligaciones pactadas por las partes.
Las cosas pueden ser tanto presentes como futuras. No existe dificultad en aceptar
como objeto del contrato algo inexistente, pero que se espera que pueda existir en
el momento del cumplimiento de aquél (una cosecha futura, una máquina pendiente
de fabricación, un edificio en construcción o meramente proyecto, etc.).
El objeto habrá de ser cierto o determinado (artículos 1261.2º y 1273 del Código
Civil). Basta que la determinación de una cosa exista en cuanto a su especie o
género. Si su calidad y circunstancias no se han expresado, deberá cumplirse
entregando una cosa de calidad media (artículo 1167 del Código Civil).
El objeto del contrato ha de ser posible (artículo 1272 del Código Civil). La
imposibilidad de este puede proceder tanto de causas legales como de causas
materiales.
ARTICULO 1003.- Disposiciones generales.
PRESTACIONES
CARACTERES
OBJETO POSIBLE
La imposibilidad que anula el contrato debe ser absoluta. No basta que lo sea sólo
para un deudor determinado, por falta de aptitudes o capacidad personales o por
otras razones circunstanciales. Es necesaria una total imposibilidad, física (por ej.,
tocar el cielo con la mano) o jurídica (por ej., prendar una cosa inmueble).
OBJETO LÍCITO
No pueden ser objeto de los contratos los hechos que son imposibles o están
prohibidos por las leyes, son contrarios a la moral, al orden público, a la dignidad de
la persona humana, o lesivos de los derechos ajenos; ni los bienes que por un
motivo especial se prohíbe que lo sean. Cuando tengan por objeto derechos sobre
el cuerpo humano se aplican los artículos 17 y 56.
El objeto debe ser lícito y conforme al orden público. Todo objeto contrario a la ley
anula la obligación. La ilicitud puede nacer de que el hecho previsto esté prohibido o
que se trate de un bien que, por un motivo especial, la ley también lo prohíbe.
Ejemplos de ellos son, respectivamente, el contrato celebrado entre padres e hijo
menor de edad, y la constitución de una hipoteca sobre una cosa mueble.
Todo interés es digno de protección jurídica, sin importar que tenga o no contenido
patrimonial. La educación de los hijos, el sostenimiento de hospitales, escuelas,
bibliotecas, etcétera, constituyen el fundamento de contratos frecuentísimos. No se
exige, pues, que el acreedor tenga un interés pecuniario. Pero ello no quiere decir
que las obligaciones puedan ser ajenas al patrimonio. La cuestión se aclara
distinguiendo entre la prestación u objeto de la obligación, que siempre debe tener
contenido patrimonial, y el interés protegido, que puede ser humano, cultural,
científico, moral; basta que sea digno de tutela. Pero la prestación en sí misma debe
ser siempre susceptible de valoración económica porque de lo contrario no sería
posible la ejecución del patrimonio del deudor.
BIENES ESPECIALES
Las disposiciones referentes a las cosas son aplicables a la energía y a las fuerzas
naturales susceptibles de apropiación. Tales energías pueden ser objeto de los
contratos, lo que es natural, porque ellas tienen un contenido económico que las
asimila a las cosas.
BIENES FUTUROS
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Los bienes futuros pueden ser objeto de los contratos. La promesa de transmitirlos
está subordinada a la condición de que lleguen a existir, excepto que se trate de
contratos aleatorios.
1. Se contrata sobre una cosa que no existe, pero se espera que existirá
(ejemplo, la compra de una cosecha antes de que esté en estado de
recogerse). Si más tarde la cosa no llega a existir el contrato es nulo.
BIENES LITIGIOSOS
Los bienes litigiosos, gravados, o sujetos a medidas cautelares, pueden ser objeto
de los contratos, sin perjuicio de los derechos de terceros.
Quien de mala fe contrata sobre esos bienes como si estuviesen libres debe reparar
los daños causados a la otra parte si ésta ha obrado de buena fe.
BIENES AJENOS
Los bienes ajenos pueden ser objeto de los contratos. Si el que promete
transmitirlos no ha garantizado el éxito de la promesa, sólo está obligado a emplear
los medios necesarios para que la prestación se realice y, si por su culpa, el bien no
se transmite, debe reparar los daños causados. Debe también indemnizarlos
cuando ha garantizado la promesa y ésta no se cumple.
Cuando el contrato sobre bien ajeno envuelve una promesa de entregarlo, incluso
transmitiendo la propiedad, hay que distinguir varios supuestos:
HERENCIA FUTURA
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La herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni tampoco pueden serlo los
derechos hereditarios eventuales sobre objetos particulares, excepto lo dispuesto
en el párrafo siguiente u otra disposición legal expresa.
La regla general es que la herencia futura no puede ser objeto de los contratos ni
tampoco pueden serlo los derechos hereditarios eventuales sobre objetos
particulares.
La prohibición de realizar contratos que tengan en mira una herencia futura, sin
embargo, no es absoluta; el Código admite algunas excepciones:
1. Son válidas las donaciones hechas con la condición de que las cosas
donadas se restituyan al donante si éste sobrevive al donatario o al donatario,
su cónyuge y sus descendientes.
3. Son válidos los contratos de seguro con cláusula de que a la muerte del
asegurado se pagará la indemnización a la persona designada en el contrato.
Las partes deben ejercitar sus derechos conforme con un deber de colaboración,
respetando la reciprocidad de las obligaciones del contrato, considerada en relación
a la duración total.
Unilaterales y bilaterales
Los unilaterales sólo, por una parte. Y los bilaterales generan obligaciones
por ambas partes.
Onerosos y gratuitos
Principales y accesorios
Contrato principal es aquel que existe por sí mismo, en tanto que los
accesorios son los que dependen de un contrato principal.
Instantáneos y sucesivos
Consensuales y reales
Públicos y privados
1.- En general, tanto los tratadistas como las legislaciones al referirse a los
elementos constitutivos del contrato mencionan a los siguientes:
1) El consentimiento;
3) el objeto;
4) la forma; y
5) la causa.
Aunque, a decir verdad, no lo hacen coincidentemente. Lo que resulta válido para
algunos no es válido para otros. Es que, de todos ellos, algunos resultan
indispensables, de tal suerte que su ausencia hace inexistente el contrato, mientras
que otros pueden faltar sin afectar la formación ni la vigencia del vínculo contractual.
A la de nuestro Derecho vamos a evaluar la importancia de los cinco elementos
aludidos.
Al comentar este artículo 1352 del código civil manifiesta que este código considera
que el consentimiento, siendo uno solo, hay que entenderlo de dos maneras
distintas que, en la realidad, son el fondo y la forma de un mismo fenómeno.
Tal como lo expresa al comentar el artículo 1352 del Código civil, la indicada
secuencia tiene su explicación en que la formación del contrato es, en realidad, un
procedimiento, entendido en el sentido que se llega al resultado (la conclusión del
contrato) mediante una serie ordenada de pasos, cada uno de los cuales cumple
una función propia, que se van dando sucesivamente hasta terminar el proceso, lo
cual se realiza, en nuestro sistema civil, con la llegada de la aceptación al
conocimiento real o presunto del oferente.
Al comentar el artículo 1352 del Código civil destaca que este artículo y el artículo
1373 emplean una misma expresión, el perfeccionamiento, para referirse al efecto
del consentimiento (acuerdo de voluntades declaradas) y de la conjunción de la
oferta con la aceptación, lo que evidencia que uno y otra son dos aspectos de un
mismo acontecimiento: la formación del contrato.
2. La oferta.
3. La aceptación
Forma de la oferta
Oferta condicionada
Manifestación de la oferta
Cesión de la oferta
LA ACEPTACIÓN
CAPITULO III
MARCO TEORICO
LA TEORÍA DE LA PRESUPOSICIÓN
"La presuposición, dice su autor (Windshied, 1875 citado por puente, 2017, p.243),
es una condición no desarrollada; una limitación de voluntad que no se desenvuelve
hasta el punto de transformarse en una condición. Quien manifiesta su voluntad
mediante una presuposición, igual que quien emite una declaración condicionada,
sólo quiere el efecto jurídico para el caso de que exista o se produzca cierto
supuesto de hecho; pero no llega a hacer depender de él la eficacia del negocio.
Esta teoría fue consagrada por el Consejo de Estado de Francia al resolver un juicio
administrativo seguido entre la Municipalidad de Burdeos y la Compañía de Gas de
la misma ciudad. Se basa en que un contrato puede ser modificado cuando las
circunstancias varían con posterioridad a la celebración del mismo por
acontecimientos imposibles de prever.
Para sustraer al deudor de la ley del contrato se ha imaginado, según Ripbrt13, una
situación extracontractual, imprevista e imprevisible, que sucede a la situación
contractual. Practicamente esto quiere decir que se basa en la idea de que las
partes toman en cuenta las condiciones existentes al momento de firmar el contrato.
Si después ocurren eventos inesperados que cambian esas condiciones, el contrato
ya no refleja la nueva realidad, lo que justifica la intervención de un juez para
determinar cómo manejar el riesgo de esta modificación.
Larenz define la base del negocio objetiva como el conjunto de circunstancias y el estado
general que son necesarios para que el contrato tenga sentido y funcione según las
intenciones de ambas partes. Esta perspectiva considera no solo cómo perciben las partes
la situación, sino también si esas circunstancias son fundamentales para la existencia del
contrato. (Larenz citado por puente, 2017, p.245-246)
Según Larenz, para que la transformación de las circunstancias se considere como una
desaparición de la base del negocio, se deben cumplir dos condiciones:
a) Base del negocio subjetiva: Ambas partes deben haber celebrado el contrato con la
expectativa de que ciertas circunstancias específicas continuarían existiendo. Es decir, las
partes tenían en mente ciertas condiciones al hacer el acuerdo.
b) Base del negocio objetiva: La existencia de estas circunstancias debe ser necesaria para
que el contrato mantenga su significado y funcionalidad. Si estas condiciones cambian de
manera significativa, la base del negocio se considera desaparecida.
Teoría de la Voluntad
para exteriorizarse, para que los demás sepan cuál es esa voluntad interna. Si la
CAPITULO IV
DERECHO COMPARADO
Comparación General
En América Latina, la mayoría de los países sigue el modelo del Código Civil Napoleónico,
que destaca la importancia de los tres elementos esenciales: consentimiento, objeto y
causa. Sin embargo, hay diferencias de énfasis y detalle, como es el caso del Código Civil
Peruano que no lista explícitamente estos elementos.
En Europa, tanto el Código Civil Español como el Código Civil Francés (pre-reforma) y el
BGB alemán coinciden en la importancia de estos tres elementos, aunque el derecho
francés ha flexibilizado su enfoque con la eliminación formal de la "causa" tras la reforma de
2016.
En los países de common law, la noción de consideration es clave y sustituye el concepto
de "causa" en los contratos, lo cual constituye una diferencia notable frente a las
legislaciones basadas en el derecho civil.
Comparaciones con otros países entre legislaciones sobre el contrato, que incluye
algunos de los sistemas jurídicos más influyentes:
El Código Civil Peruano no contiene una disposición que enumere expresamente los
elementos esenciales del contrato, Sin embargo, estos elementos, como el consentimiento,
el objeto y la causa, son reconocidos a través de su doctrina y jurisprudencia. Romero
Zavala (1999)
Objeto: El objeto del contrato debe ser lícito, posible y determinado o determinable.
Objeto: Es el bien o derecho que una de las partes se compromete a dar o hacer.
Debe ser lícito, posible y determinado.
Causa: Se refiere a la finalidad o motivo objetivo que lleva a las partes a celebrar el
contrato. La causa ilícita puede dar lugar a la nulidad del contrato.
El C.C. español es más claro y detallado al especificar los elementos contractuales, lo que
otorga mayor seguridad jurídica respecto a los requisitos para la validez de un contrato.
El Código Civil francés también establece de manera clara los elementos esenciales de los
contratos, pero presenta algunas diferencias interesantes:
Consentimiento: Como en otros sistemas, el consentimiento debe ser libre y no
viciado. El Código Civil francés es particularmente riguroso con los vicios del
consentimiento, especialmente en cuanto a la protección del consumidor.
Objeto: El objeto del contrato debe ser determinado o determinable, lícito y posible.
Causa: La causa ha sido un tema central en el derecho francés. Sin embargo, con la
reforma del derecho de contratos en 2016, se eliminó formalmente el requisito de la
causa como elemento necesario para la validez del contrato, aunque sigue siendo
importante en la interpretación de las obligaciones contractuales.
En sistemas de common law, como los de Reino Unido o Estados Unidos, los principios que
rigen los contratos son algo diferentes, ya que no utilizan el concepto de "causa" como lo
hace el derecho civil romano-germánico. En cambio, se enfoca en el "consideration".
El Código Civil Alemán o BGB también regula los contratos con principios similares a los
códigos civiles de otras tradiciones romano-germánicas:
Objeto: El objeto del contrato debe ser posible, lícito y determinado o determinable.
Romero Zavala, L. (s.f.). Elementos constitutivos del contrato. LP | Pasión por el Derecho.
https://lpderecho.pe/elementos-constitutivos-contrato-luis-romero-zavala/
LP. (s.f.). Contrato y acto jurídico en el Código Civil peruano: Una interconexión jurídica. LP
| Pasión por el Derecho. https://lpderecho.pe/contrato-acto-juridico-codigo-civil-peruano-
interconexion-juridica/
ARIAS SCHREIBER PEZET, Max (2011). Exégesis del Código Civil peruano de 1984. Tomo
I. Contratos-Parte General. Lima: Normas Legales.
TORRES VÁSQUEZ, Aníbal (2012). Teoría general del contrato. Tomo I. Lima: Pacífico
Editores.
ZAMORA Y VALENCIA, Miguel Ángel (2012). Contratos civiles. México, DF: Editorial
Porrúa.
GUTIERREZ:
Bibliografía
Diario Oficial El Peruano. (8 de Octubre de 2024). Codígo civil: artículo 1359. Obtenido de Diario
Oficial El Peruano: https://diariooficial.elperuano.pe/Normas/obtenerDocumento?
idNorma=60#:~:text=Cdigo%20Civil%20Cdigo%20Civil%20Tabla%20de%20Contenido%20C
%C3%93DIGO
Reuters, T. (2014). La cláusula “rebus sic stantibus” y otras fórmulas alternativas utilizadas en la
jurisprudencia. Editorial Aranzadi, 1-2.
Saul, G. (16 de Abril de 2020). Pasion por el derecho. Obtenido de LP: https://lpderecho.pe/excesiva-
onerosidad-prestacion-codigo-civil/