El Manzano

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EL

MANZANO
Sofía Victoria.
Ser feliz de alguna manera…
AGRADECIMIENTOS

A toda mi familia por el simple hecho de existir, Jaime por amarlo y ser
real, a mis amigos por tenerlos...
Sola y feliz, pero así no se puede estar por siempre…
CAPITULO I: YO

Cabello ondulado, rojo, largo que llega siempre, sin excepción arriba de
mis glúteos, brazos delgados demasiado blancos para mi gusto, ojos cafés tan
claros que cualquiera podría decir que son marrones, una nariz pequeña,
alargada la cual hace buena simetría con mi cara y unos labios que para mí
son muy gruesos y pálidos, observo en el reflejo del vidrio de mi ventana.
Como suele decir la ridícula y egocéntrica de mi madre una bella un poco
estúpida, ya que según ella mi cerebro no es suficientemente bueno y con
tanta belleza no hare nada. Tal vez un marido rico, ella habla mucho aunque
nadie le pregunte nada.
Pienso que hablar en las mayorías de la veces esta de mas, prefiero
callarme y escuchar,después de todos a nadie le interesa escucharte, ellos solo
quieren hablar de sí mismo y sentirse importantes, novas a solucionar ningún
problema, así que mejor cállate.
Aunque no tenga conflictos con nadie, prefiero no tener amigos. He
tenido en toda mi vida una amiga como a los 8años con la que salía todo el
tiempo y ella dormía en mi casa casi que a diario, a la cual mi madre nunca le
prestaba atención, ni siquiera la veía, cosa que es muy normal en ella. Se
llamaba Cecilia, un día simplemente se fue, no sé donde pues no me dijo
nada, solo se fue,cuando ambas teníamos quince años yde ahí no he vuelto a
salir con nadie. Me siento mejor sola, nadie me molesta, y parece no
importarle nadie. Después de todo solo soy una chica de dieciocho años un
poco rara nada más.
Las personas en la calle caminan, parecen desorientados por el calor,
desde mi cuarto en el segundo piso de mi casa, los veo por la ventana casi
todos los días por al menos una hora, jamás jamás pasa nada emocionante
aquí. Me gustaría hacer a veces que las cosas cambien un poco.
Es realmente una pequeña ciudad con no más de treinta mil habitantes.
Liderada por un gordo idiota que solo se viste de azul marino,fuma todo el
día y aunque nadie lo diga tiene como veinte mujeres a su disposición,pues
vivimos casi bajo un régimen. Todo lo queél dice se hace y más vale que no
le lleves la contraria. Desde que soy conscienteél ha sido el que maneja las
cosas.
Si sigues las reglas la vida aquí es bastante sencilla:
1. —No saldrás de la cuidad sin permiso. El cual se lo dan a todos así que
no entiendo este punto
2. —No crearas disturbios, Ni problemas.
3. —No afectaras a tus vecinos.
4.-La educación es obligatoria.
Parece bastante sencillo y tranquilo, aunque he escuchado rumores que a
bastante gente le ha ido mal, pues muchos no les gusta tener reglas, según
piensa mi padre, a mi me parece simple curiosidad, yo quieroun día
largarmede aquí y nunca más volver, pues no solo por lo aburrido de la vida
si no también porque nadie de aquí realmente me agrada.
No me importaría muchodejar a mis padres puesto que nunca he tenido
una buena relación con ellos, y el cariño aquí es escaso, no tengo hermanos
pues aunque no esté en las reglas solo se permiten dos hijos por familia y mis
padres me tuvieron a mí por tener uno, más no porque me desearan
desesperadamente, aunque me amen o eso aparenta.
Me exalto cuando suena la puerta de mi cuarto, me doy la vuelta veo a mi
alrededorun cuarto melón mal pintado, pues yo lo pinte, iluminado, espacioso
y no con muchas cosas, solo una cama amplia la cual solo usa sabanas
blancas, una cómoda café oscuro donde coloco mis cosas, un espejo cuerpo
entero a lado derecho de la cama y al otro extremo del cuarto un ropero del
mismo color de la cómoda. Y como siempre cuando tocan la puerta tengo
dos opciones o salgo por la gran ventana en la cual me siento en la orilla para
ver a la gente o dejo que pasen.
Y pese a que para variar no quiero ver a nadie, dejo que pasen. Por la
puerta pasa Laura, la señora que trabaja en nuestra casa hace casi quinceaños,
ella tiene como cuarenta añoso más. Y si creen que yo no hablo,ella mucho
menos, pero a ella nadie la crítica. Lleva una cesta con ropa la cual deja sobre
mi cama para que yo la guarde.
—¿Vas a ir a comer Lucia?— Su voz como siempre fría, pero es laúnica
que me habla más seguido en esta casa. —En un momento bajo— sin más me
doy la vuelta y sigo viendo en por la ventana, aunque en verdad no veo nada.
Veo a mi padre sentado para variar en la cabecera a mi derecha y mi
madre ha salido con sus amigas, preferiría comer sola. Aunque con el no
hablo casi nunca, agradezco que no esté mi madre pues me pasaría criticando
el poco tiempo que me ve. Para variar la comida no me gusta así que me
limito a probarla y jugar con ella, después de un rato agradezco, me levanto y
me retiro.
Salgo al patio delantero es realmente corto la puerta a la calle está a dos
metros llenos de plantas y flores y todo lo necesario para tener una buena
apariencia. Salgo de la casa la calle llena de personas todos vestidos
semiformal como es aquí, yo con mi vestido negro estilo princesaestampado
de ridículas mariposas que compro mi madre.
Siempre hay un gran número de personas fuere de mi casa debido a que
mi casa está justo al frente de unas oficinas de la cuidad que se encargan
según he escuchado de la seguridad de los ciudadanos.
No es una buena ubicación para una oficina, pues es un lugar residencial,
vivo en Las Bayas, es el nombre de mi sector,aquí casi todo tiene nombre
frutal, el nombre de esta estúpida cuidad es Durián, creo que le pusieron este
nombre hace ya muchísimo tiempo en honor a una fruta que había en
abundancia, la cual ya no se ve.
Desde la puerta de mi casa a aproximadamente veinte metros de la
derecha hay un camino irregular y de tierra por el cual no cruza ningún carro,
suelo ir porque nadie va y por ende nadie me ve. Al meterme por el camino
de tierra avanzo como veinte minutos por debajo las ramas de los arboles,
me llegan pocos rayos de luz solar, escucho el ruido de cierto animales,
aunque casi nunca los vea, hasta llegar a un punto del bosque.
Y me detengo justo a lado de unárbol de manzanas. Alque solía venir
cuando era niña con Cecilia, antes era mucho más grande, lo mas probable es
que sea yo quien crecido. Pero sigue siendo perfecto, jamás he comido ni una
manzana puesto que no me gustan,pero amo el olor de esoárbol, es elúnico
que hay no sé como llego aquí, pero aquí esta.
Después de diezminutos cuando pienso en volver, pues esta vez no traje
nada para leer y me empiezo a aburrir. Escucho a alguien atrás de mi, pisadas
me asusta un poco debido a que jamás viene nadie a este lugar. Al darme
media vuelta lo veo, no sé si es por el poco contacto que tengo con el mundo
exterior y con las personas o es el hombre más raro que he visto en mi vida,
pues va todo sucio, lleno de lodo.
—Hola— digo, lo cual suena muy estúpido cuando sale de mi boca.
—Ah hola— responde — ¿Sabes cómo carajo salir de aquí?, soy nuevo y
me creí explorador, ya van dos horas perdido—. termina de decir apoyando
sus manos en las caderas, mientras me ve.
Me limito a afirmar con la cabeza y camino hacia la salida. Durante el
camino ninguno pronuncio ni una sola palabra,el va detrás mío, llegamos al
final del camino de tierra, hemos llegado, doy vuelta para verlo y está
limpiando sus zapatos, —bueno adiós— le digo esperando poder irme, —No,
espera— diceél y por primera vez me fijo en su rostro tiene cabello negro
corto un poco despeinado, ojos cafés claro almendrados, labios fino, rosa
pálido y una delgada muy respingada nariz, tés bronceada no exagerada.
Sudor en toda su frente cosa que no entiendo si yo no estoy sudando, una
cicatriz en la frente de medio centímetro justo de lado derecho, y parece que
recién le está saliendo la barba pues tiene bastantes lugares en los que no hay
nada.
Al levantarse y terminar de mal limpiar sus zapatos aun llenos de lodo,
me ve, es bastante alto me gana por lo menos con mas de una cabeza, aunque
siempre he creído que soy yo demasiado baja puesto que mido poco más de
metro y medio, es delgado. Lleva una camisa a rayas bastante fea, un par de
jeans suficientemente sucios para pasar por un vagabundo.
—¿Tú que hacías ahí?, en la mitad del bosque— me pregunta, espero
que no crea que en verdad le voy a responder. —Eso, no te importa realmente
— respondo, tiendo a ser agresiva cuando me cuestionan, pues lo odio.
—Perdón, pues trataba de ser agradable—
Me limito a mirarlo nada más. Después de unos segundos incómodos. Lo
veo y le digo —Bueno me voy— el me ve y no dice nada más. Después de
un rato estoy frente a una casa de dos pisos, color banco y ventanas cafés, mi
casa. Al entrar escucho sonidos en la sala y reconozco la voz de mi madre e
intento subir por las escaleras sin que me vea. Pero no sirve de nada escucha
mis pasos y me llama.
—Lucia— dice.
—Madre— respondo.
—Dónde estabas te esperábamos, vamos a salir hoy de noche así que
tienes que estar lista en dos horas. Tiene que notar mi falta de emoción por
que sigue hablando —Y no te estoy preguntando—. Solo asiento con la
cabeza y voy a mi dormitorio.
Dos horas después como era de esperarse no estoy lista, ilusionada con
que me dejen en casa con tal de no llegar tarde a una de sus importantes
reuniones, pero no, me apuran y tengo que medio arreglarme. Me cojo una
cola de caballo, y mi madre me obliga a ponerme algo de rímel, delineador y
brillo en mis paliduchos labios.
Salimos de la casa nos subimos al coche y mi madre maneja, odio tanto
este coche negro. Pues no me dejan subir sin antes limpiarme los pies.
Durante el camino solo me limito a ver por la ventana y escuchar a mi madre
decir que la reunión es de familias y que por eso me llevaban, que tenía que
aprender a ser más social, como si me interesara.
Una gran casa blanca con entrada para coches y personas que te ayudan a
parquear los carros, al entrar en ella hay gente por todos lados, la mayoría
mejor vestidos que yo, por lo que más tarde me reprocharan, por lo menos
traigo un vestido blanco bastante sencillo, pues todo lo que hay en mi armario
son vestidosa excepción de ciertas prendas.
Mas adelante cuando llegamos a lado de una mesa llena de bocaditos nos
encontramos con el jefe de mi padre, un hombre alto, delgado y siempre
amable y sonriendo, su nombre es Miguel y tiene una muy atractiva esposa y
dos hijas menores de aproximadamente diez años.
Entonces me saluda —Hola Lucia, que linda estas—.
—Gracias Miguel— respondo.—Eres muy parecida a tu madre— dice
tratando de alagarme o algo así. Después de todo mi madre es una mujer que
todo el mundo se da vuelta para observar, tiene un cuerpo envidiable, lleno de
curvas. Pelo rojo corto a nivel de los hombros y ojos azules intensos una cara
perfectamente simétrica, muy vanidosa, lastimosamente es una mujer tan
insoportable que solo la aguanta mi padre, debido a queél nunca escucha a
nadie.
Por otro lado mi padre un hombre no tan alto, bastante peludo, ojos
negros, cabello un color parecido a la miel, no atractivo y nada que llame la
atención, bastante simple en verdad, no sé que le vio mi madre a mi padre,
supongo que es elúnico hombre que puede vivir con ella.
Mientas mis madre y miguel hablan, yo como es normal busco una silla
pues me harte de estar aquí, busca de forma desesperada donde escapar, tanto
así que creo que la gente de este lugar ya se dio cuenta. Veo una puerta en la
parte posterior de la casa abierta la cual da al patio, y salgo por ella.
Puede que este patio sea uno de los más simples que haya visto, solo hay
dos pequeños arboles en los extremos del patio, una pequeña resbaladera y
dos columpios, camino escuchando el césped bajo mis pies, me siento en un
columpio y me meso levemente, veo de lejos una gran ventana,atreves de la
cual se ve a la mayoría de la gente de la reunión, de repente alguien se asoma
por la ventana, ve hacia afuera, me ve a mi por varios segundos.
CAPITULO II: LA PRIMERA CONVERSACION

Desaparece de la ventana,camina en dirección a mí, a medida de que se


acerca se va iluminando su rostro gracias a la luz tenue de la luna, y lo
reconozco, es el otra vez y no me alegra nada, aunque deba admitir que se lo
ve mucho mejor que hoy en la tarde, se para justo al frente de mi.
—Hola, amargada. Y gracias por lo de hoy, no me diste la oportunidad de
decírtelo— dice. Y me cae como un puñete en el estomago la parte
de¡“amargada”! que se cree. —No tienes que agradecer nada, después de
todo, estaba saliendo del bosque—. Respondo —¿Puedo sentarme? —
pregunta. —Puedes hacer lo que quieras— respondo tratando de no ser
grosera, pero al parecer no me sale nada bien, no le importa mi respuesta ya
que se sienta en el columpio de a lado sin más.
Durante un minuto nadie dice absolutamente nada y yo no pretendo
hablar, lo que el parecer captar por lo que rompe el silencio —No hablas
mucho verdad—.—No —respondo.—Bueno mi nombre es Thomas, soy
nuevo aquí, pero no creo que por mucho tiempo—.
—¿No por mucho tiempo?¿Porque lo dices?— pregunto, pero no estoy
segura de saber si realmente me importa su respuesta. —Pues mira,¿Tu
nombre es?— pregunta —Lucia— contesto. —Pues mira Lucia,
tengo un mes viviendo aquí y entre a trabajar con Miguel, es todo realmente
aburrido, se podría decir que lo más interesante que me ha pasado, fue
conocerte— me dice, así sin más como si no hubiera dicho nada de gran
importancia.
—Entonces no te ha pasado absolutamente nada interesante, es así todo
siempre aquí nada entretenido— respondo intentando hacer todo lo posible
para no pensar en lo que me dijo anteriormente, pues no estoy segura que
haya sido un alabo o un insulto a la ciudad. —¿Qué edad
tienes?— pregunto y no sé por qué lo hago de nuevo.
—veinte y ocho,¿tu? —pregunta —Dieciocho, en unos meses diecinueve—
tratando de parecer algo mayor.
—Wow, que adulta eres— se ríe, cosa que no me hace gracia alguna.
—Lucia, juraba que eras mayor, tal vez por lo que eres amargada, pero
realmente aun eres pequeña — dice sonriendo. —Lo dice un viejo de
cincuenta años, pues al parecer diezaños es una eternidad para tiy si te vas a
burlar de mí, no estoy de humor, te cuento— respondo mientras veo el
camino del jardín para alejarme lo más rápido posible deél y de su estúpido
sarcasmo, odio que las personas traten de ser agradables atreves de bromas o
cosas por el estilo.
Cuando estaba a punto de pararme el dice —Lo siento, no quiero ser un
idiota, pero es más fácil hacer reír a mi madre que a ti— y no sé por qué el
comentario me hizo recordar a mi madre y de alguien tratando de hacerla reír,
eso jamás pasaría, en mis labios se dibuja una sonrisa que intento evitarla la
cual termina transformándose en una mueca.
Miro al piso para que el no la vea, pero mi intento es inútil, —Mira, lo
logre— dice en medio de lo que parece una risa incomoda. —Bueno cumplí
con lo que vine a hacer ya me puedo ir— Se levanta. Y antes de que empiece
a caminar le digo. —No soy amargada— para lo queél contesta —Bueno, te
creo— y se aleja, lo veo entrar a la reunión y desaparecer en medio de las
personas.
Me doy la vuelta veo la luna, esta tan lejos, tan sola, en medio de tanta
oscuridad;A veces me siento como debería sentirse ella si tuviera
sentimientos, pero no es algo que me deprima, a lo contrario. Escucho la voz
de mi madre diciendo mi nombre y la veo en la puerta llamándome, al
parecer es la hora de la cena, así que me dirijo al comedor.
Me siento a la izquierda de mi padre, el cual está sentado en laúltima silla
de la mesa, mi madre se ha sentado con la esposa de Miguel al otro extremo y
están conversando, Mientras personas vestidas todas de negro sirven la
comida, yo lo busco entre las personas sentadasque hay a mí alrededor, pero
no está, se ha ido y no sé por qué eso hace que pierda todo interés en la
comida.
Cuando ponen un plato lleno de comida al frente demí solo lo observo y
por un buen rato me limito a eso, hasta que escucho a mi padre rascarsela
garganta y sé que eso significa: COME!.
Al final del postre el cual me comí todo de forma obligatoria, La gente
empieza a conversar en la mesa, y yo solo quiero irme. Le digo a mi padre en
voz baja —Padre, estoy muy cansada, podemos irnos, por favor— lo queél
responde. —bueno Lucia, dentro de poco—. Y la mujer que está sentada a mi
izquierda, me mira de forma extraña, algo parecido a lastima, tal vez porque
ya me quiero ir.
Sale el sol y me da en la cara, me tapo con la almohada y recuerdo que
aún faltan dos meses para regresara a miúltimo año del colegio, sonrió, odio
el colegio. Me levanto, me coloco esta mañana un vestido mostaza, voy ala
cocina de mi casa, la cual es pequeña y toda blanca recojo ahí una funda de
pequeñas donas dulces, agarro el libro que deje a lado de la puerta de salida y
me voy.
Camino hasta la entrada del bosque, voy por el camino de tierra, llego
hasta el manzano me siento bajo la poca sombra que day leo sobre ficción.
Deben de pasar por lo menos un par de horas tal vez un poco más, dejo el
libro un rato y me quedo viendo el bosque, hay tantas plantas todo es verde,
muy escaso de flores y otros colores.
Me levanto y me voy, al llegar al final de camino de tierra, lo veo parado
viendo hacia el bosque, hacia a mí, y me asusta, acaso me está siguiendo,
¿Que hace el aquí?, al parecer lleva ropa del trabajo, pantalón negro y camisa
blanca. —Hola, Lucia— baja los ojos y ve que llevo un libro entre mis dedos,
—¿Que tal el libro? —me pregunta. —Está bien, entretenido—
respondo tratando de averiguar en sus ojos el motivo por el cual estaba
parado ahí, acaso no debería estar en el trabajo.
—¿Qué haces aquí?¿Me estas siguiendo?— pregunto, aunque me da
miedo su respuesta, —Así es Lucia, como sabes no me voy a quedar mucho
tiempo y quiero conocerte mientras esté aquí, ya que como te dije me pareces
interesante— responde. Lo quedo viendo con cara de incrédula.—Bueno
Thomas, realmente no se a que te refieres con interesante, pues si tu supones
que algo puede pasar mientras estés aquí entre nosotros, créeme que eso no es
nada probable, debido a que tú me resultas pobremente interesante— trato de
pasar por un lado para ir a mi casa yél me sigue.
—Es en serio, acaso piensas seguirme— digo frustrada, el me está
quitando mi soledad y eso no me agrada —Acaso no deberías estar
trabajando —a lo queél responde —No, no debería, mi horario es muy
flexible, puedo salir y entrar y si, si te pienso seguí debido a que tu no
colaboras, no quiero que pienses que te acoso o algo así, solo que en toda esta
cuidad aunque te parezca ridículo, eres laúnica persona con la que hablado
más de lo necesario—.
Y lo quedo viendo de nuevo, me doy cuenta de que es realmente muy
guapo, me llama la atención, camino y el camino a mi lado —Tu eres
realmente terca y fastidiosa, creo que nunca podría salir con una persona
como tú, no te aguantaría “amargada”— dice de forma burlona, a lo que
respondo —Tranquilo no tienes que hacerlo, te libero de ese mal—.
Mi casa está realmente cerca, me acompaña a la puerta —Lucia te dejo
aquí, tal vez mañana te persiga de nuevo y te acose, por hoy esto es todo—
entonces veo a mi madre atreves de la ventana que está ubicada a lado de la
puerta y rezo para que no lo vea y no empiece con una clase de
interrogatorio policiaco. —Bueno adiós— digo y entro rápidamente a mi
casa. Pienso, dije bueno, acaso le permití seguirme y acosarme, si así es fui
muy idiota.
Camino hacia el comedor, mi madre me dice —Te vi por la ventana,
parecía que estabas hablando con alguien—. Me algo pongo nerviosa —
¿Con alguien?— pregunto. —Si Lucia, con alguien, pero no alcance a ver
a nadie— me dice como si mi pregunta fuera algo estúpida. —Pues no, estaba
sola,¿Esta la comido? Muero de hambre— y cambio el tema de
conversación.
Me levanto hoy dormí placenteramente, hasta más tarde que de
costumbre, como nunca busco un vestido que me ayude a ver mejor y no
estoy segura porque, escojo uno rojo supongo que es mi color favorito, me lo
coloco, busco unos zapatos negros bajos, cerrados y cómodos. Me recojo
como nunca una cola de caballo alta, me coloco delineador.
Me observo al espejo y realmente me veo bien, diferente, parezco alegre.
Bajo rápidamente las escaleras, encuentro a Laura en la cocina la cual me
dice —Lucia, ¿A qué se debe tanta prisa y felicidad?¿Ocurre algo?—
respondo de manera indiferente —No nada, solo… solo que mi madre me
pidió que me vistiera mejor antes de salir—.
Cojo para varia una pequeña funda de donas dulces, mi libro y salgo de la
casa me dirijo a la entrada del bosque y no sé porque, espero encontrarlo ahí
parado, pero no. Llego al manzano, me siento y me pongo a leer, acabo de
dos horas, me levanto salgo del bosque, llego al final del camino de tierra, no
hay nadie esperándome. Corro a casa y entro. Muero del hambre así que
acompaño a mis padres a comer.
Me siento en la mesa, en el mismo lugar de siempre y como
apresuradamente. —Está comiendo másúltimamente Lucia, cuidado engordas
— dice mi madre sin verme. –Déjala en paz Rebecca— Le dice mi padre,
sinmás. Agradezco me levanto de la mesa y subo a mi cuarto, me asomo por
la ventana me siento y me quedo observando afuera.
Veocomo empieza a bajar el sol, recojo mis cosas para tomar una ducha.
Y escucho ruidos sobre el cristal de la ventana. Me asomo y lo veo, ha
lanzado una pequeña roca hacia mi ventana, me sonríe, micorazónsalta y no
de emoción precisamente, pues mi madre a mi padre puede que lo vean, me
hace señales para que salga de casa, boto todo lo que recogí encima de mi
cama y salgo corriendo.
Estamos frente uno del otro, al parecer se dio cuenta que Salí corriendo
— ¿Acaso causo emoción en ti?— dice levantando una ceja, y se lo ve
bastante atractivo cosa que trato de no notar. —No, en absoluto, solo no
quiero que mi padres te vean— digo de forma indiferente, pero realmente no
sé si dije la verdad. Camino sin saber a dónde me dirijo yél me sigue. —
¿Quieres ir a comer algo?— me pregunta, realmente no tengo hambre pero
asiento con la cabeza.
Empezamos a caminar, el lleva un pantalón negro, los típicos de trajes
para el trabajo, camisa blanca con las mangas recogida hasta los codos, va
levemente despeinado, en su mano izquierda lleva un reloj negro bastante
sencillo y sus zapatos negros brillan de más; llevamos un buen rato, cuando
pasamos a lado de una heladería. El se detiene y me queda viendo, me doy
cuenta de que me ve de pies a cabeza, esta aproximadamente a medio metro
de distancia. —¿Qué?¿Se te perdió algo?— a lo queél responde —No, solo
te queda muy bien el rojo— hago lo posible para no sonrojarme, pero no
creo que funcione.
Entramos a la heladería, me quedo viendo la barra de helados, pido uno,
lo pago —¿Acaso no vas a pedir ninguno?— le pregunto. Yél niega con la
cabeza, me doy cuenta que el dueño de la heladería el cual me sirvió mi
helado, me queda viendo de forma muy extraña, como si quisiera que me
vaya por que ya no pensamos pedir nada mas, que poco gentil es, por lo cual,
loúnico que hago es salir, caminar hacia el parque que esta a una cuadra, me
siento en una banca yél se sienta a mi lado.
CAPITULO III: ME ENAMORO DE EL

Me queda viendo mientras como, sin decir nada, —¿Piensas verme


comer? Porque es realmente molesto— digo tratando de no sonar mal
humorada o grosero. El me ve pero esta vez a los ojos y responde
—No, no pienso verte comer, solo estoy viendo que tienes toda la narizota
embarrada— suena enojado, lo cual me preocupa, puesél nunca se enoja.
—Lo siento, no quise….— y no sé qué decir, que estoy haciendo, yo
nunca me disculpo, ni me importa lo que los demás piensen,¿Qué hago? —
No creo que realmente quieras disculparte, no lo hagas, pues realmente no
estoy enojado— me dice y forma en su cara algo parecido a un intento de
sonrisa, la cual se ve muy falsa y me obligo a devolverla.
Al verme sonreír, su sonrisa falsa se transforma en una real, y eso hace
que me emocione y me sonrojo. Me quedo viendo el helado… Se acaba el
helado —¿Quieres ir a caminar por el parque?— me pregunta de manera
muy desinteresada. Y eso me molesta, así que solo afirmo con la cabeza.
Pasamos por debajo de unárbol realmente grande, que está en la mitad del
parque y debajo del cual las personas se sientan, en el césped a hacer
diferente tipos de actividades, es elárbol más grande que he visto, aunque no
he visto muchos, nunca he salido de aquí.
Caminamos hasta el final de parque donde me encuentro por desgracia a
un compañero del colegio, Mario, el cual no me desagrada, pero prefiero no
encontrarme con nadie. —Lucia, como estas— me dice dibujando una gran
sonrisa en la cara, veo a Thomas que está parado a mi derecha y me doy
cuenta que ve fijamente a Mario sin sonreír.
—Lucia— repite Mario al ver que no le prestó atención. —Bien, todo
bien,¿Que tal estas tu? —le pregunto sin ningún interés en su respuesta.
—Bien, nada nuevo, ya sabes aquí todo es aburrido— me dice sin dejar de
sonreír. —Bueno Mario, me tengo que ir, como podrás ver estoy ocupada, tal
vez en otra ocasión podamos conversar o algo por el estilo— le digo
deseando que no haya otra ocasión y no responda nada.
—AH? AH. Lo siento no me di cuenta que estabas ocupada, es difícil
darse cuenta— dice riéndose. Y sigue hablando —Bueno, chao Lucia,
realmente espero, verte pronto y que todo te vaya bien—. Y sin que yo diga
nada se va, continúa su camino hacia algún lugar. Me doy la vuelta y veo a
Thomas, el cual tiene cara de no estar en su mejor momento.
—¿Porqué no me has presentado? Tú sabes cómo hacer sentir a las
personas como un fantasma— me dice sin verme, ve el suelo y da un paso
atrás, no entiendo a que se debe su reclamo —¿Que quieres que le diga?
¡¿Mario mira te presento a un desconocido?!¡¿Eso querías que dijera?!—
pregunto exaltada,por suerte no hay nadie aquí para poder oírnos, no entiendo
su reacción, estoy realmente enojada, no aguanto que me reten o critiquen, no
estoy para esa clase de idioteces. El se queda pensando por un rato, que
parece una hora entera y dice —No, no eso…, pero tal vez, no sé, creo que,
olvídalo…, realmente no importa. Supongo que tienes razón—.
Y empieza a caminar, no sé si caminar conél o quedarme aquí, pero no
quiero que se vaya, no quiero.¿Qué diablos me pasa?, eso tipo de cosas no me
suceden a mí, y lo odio, odio sentir estoyél, el lo provoca. Estamos como a
metro y medio de distancia, se detiene, se da la vuelta me ve sin verme y
agrega —Además tu amigo Mario, parece un idiota, no me perdí de nada—
haciendo una voz burlona al pronunciar Mario.
El continua alejándoseasí que me doy la vuelta y regreso a mi casa, estoy
enojada, no quiero pensar en el, ya no quiero. Llega la hora de la cena estoy
en mi cuarto, esta vez leyendo un libro nuevo, pues ya termine el anterior,no
puedo concentrarme, aun no estoy ni segura de que se trata el libro que tengo
entre mis manos, escucho la voz de mi madre llamándome a comer.
Dejo el libro a un lado de mi cama, me quedo acostada, veo el techo, no
sé por qué mi cabeza evita pensar en su rostro y mi estúpido corazón espera
escuchar algún ruido en mi ventana.
Bajo las escaleras, muy lentamente, me asomo en el comedor, veo a mis
padres sentados, mi padre esta bebiendo agua, no me quiero sentar con ellos,
pero no tengo opción. Durante la comida mi madre empieza una horrible
conversación con ella misma, ya que nadie responde o comenta nada de lo
que dice, critica todo lo que puede la cena que hubo en la casa de Miguel.
Cuando por fin se calla, se levanta de la mesa y se dirige a la cocina y
aprovecho para preguntar a mi padre, —¿Padre, conoces a Thomas? trabaja
con miguel también— el deja sus cubiertos a un lado para respondermey rezo
para que no crea que salgo conél o algo por el estilo.
—¿Thomas?¿Acaso es nuevo?— pregunta mi padre arqueando las cejas,
sin verme, ve el plato de comida que tiene al frente deél y continua — ¿Y a
que se debe tu pregunta?¿Porque tanto interés en eso Lucia? — Empiezan a
sudarme las manos, dejo el tenedor a un lado y me las seco con la servilleta,
no puede ser me he puesto nerviosa. —No, no estoy interesada, si es nuevo,
solo que en la fiesta me tropecé y me ayudo a levantarme, quería agradecerle
nada mas— le digo y me asombra mi capacidad para mentir y sonar
totalmente desinteresada.
—No, no conozco a ningún Thomas, jamás he escuchado deél, aunque
han entrado bastantes jóvenes nuevosúltimamente, así que puede que si
trabaje en la empresa, es extraño que haya sido invitando a la cena siendo
nuevo, le ha de agradar mucho a Miguel— responde mi padre sin ningún
interés, y prosigue, —Preguntare porél a Miguel—.
Hoy amanece, y me queda acostada en la cama, no quiero salir, no sé si es
porque no quiero encontrármelo, no quiero sentir nada porél, por lo enojado
que estaba ayer, así que me limito desde mi cama a ver a la ventana, no veo
más que techos de las otras casas y de las oficinas de al frente.
Después de algunas horas, entre leer asomarme a la ventana y comer,
decido bajar para sentarme en el patio, justo antes de salir por la puerta
trasera de la casa escucho la voz de Laura diciéndome —Lucia, niña ¿Se
puede saber que te ha pasado?¡Has pasado todo el día encerrada!, ya esta
anocheciendo, no has salido, eso no suele pasar— con una cara muy similar a
la de alguien preocupada.
—Nada Laura, simplemente me he sentido muy cansado hoy, tal vez este
enferma o algo así— le digo tratando de sonar agradecida por su
preocupación, —Ven, te hare un té caliente y tal vez si te comportas,
agregare galletitas, solo unas pocas— dice sonriendo. Camino detrás de ella
hacia la cocina, ella abre y cierra anaqueles buscando las cosas necesarias
para poder preparar el té, yo solo me siento y la observo.
Una vez listo el té y puestas solo tres pequeñas galletitas sobre las mesa,
me queda viendo y me dice. —Se que a veces te has de sentir sola o algo
similar, recuerda que si necesitas hablar con alguien o algo parecido, yo estoy
aquí, aunque nadie note mucho mi presencia, aquí estoy, bueno para ti, si tu
madre pregunta por mí, dile que no existo— me dice y deja salir una
carcajada y yo no puedo evitarlo, hago lo mismo, ya ni recuerdo laúltima vez
que me reí con tantas ganas.
Se acabo el día y no supe nada deél, acostada en mi cama esperando que
el sueño me venza, y lo hizo. Sale el sol, me levanto cojo un vestido,
cualquiera el primero que veo, uno lavanda hasta las rodillas y los mismos
zapatos bajos crema de ayer, y regreso, regreso a la rutina aburrida de
siempre.
Se acabo, se acabo lo poco emocionante que hubo en mi vida, tal vez
también debí decirle que eraél loúnico interesante que había encontrado en
este lugar, y no lo hice y no podre hacerlo, puesto a que no sé nada deél, ni
donde está. Soloél sabe cosas de mí.
Ya se está ocultando el sol, creo que mejor salgo de mi ventana y me voy
a dormir temprano hoy, mañana saldré e iré al manzano y caminare por todo
el bosque varias horas. Acostada esperando otra vez el sueño, cuando lo
escucho otra vez, no puede ser, ya es tarde, una piedra en la ventana,¿Esél?
Tiene que serél…
Me emociono, nunca me había emocionado tanto por algo o al menos no
lo recuerdo, me asomo al espejo arreglo un poco mi cabello, aunque igual
queda bastante despeinado, escucho otra piedra, y corro a asomarme a la
ventana.
Esta ahí en medio de la oscuridad viendo hacíami ventana, no hace más
que verme, no se mueve, solo me ven. Y no lo puedo evitar y sonrió, le
sonrío, no puede ser, lo estoy haciendo, pero no me importa, no me importa
parecer una pendeja, solo no quiero que se vaya más, creo que estoy jodida,
creo que me estoy enamorando deél, de alguien que nisiquiera conozco,¿Que
estoy haciendo?.
CAPITULO IV: EL…

El me devuelve la sonrisa, pero sin hacer absolutamente nada más, me


hace señas para que salga, y lo quedo viendo y de forma estúpida trato de
decirle con los ojos, no puedo. Ya que mis padres no me van a dejar salir así
que lo hare por la ventana, al abrirla y ver que saldré por la ventana es dice
entre susurros —No Lucia, ten cuidado— pero no le prestó atención y bajo,
después de todo soy experta haciéndolo. Doy un pequeño salto y llego a tierra
firme.
—¿Acaso estás loca? Podías haberte lastimado— me dice algo molesto,
pero sé que no me importa que lo esté. —¿Ahora o las mil veces que lo he
hecho? — preguntode forma sarcásticay no puedo dejar de sonreír como
pendeja. Me ve alza una ceja, esta vestido de pantalón café bastante
anticuado, camisa blanco de mangas cortas, peinado, arreglado, me pregunto
si hizo todo esto por mí —Y señorita en que pensabas al escaparte de tu casa
con un hombre que te gana en edad a estas altas horas de la noche — dice en
tono burlón. —Nada, si deseas me regreso— le digo de forma seria,
aunque por dentro lo estoy disfrutando.
—No, no creo que te vaya a lastimar hoy, tal vez otro día, vamos, vamos
a caminar,¿Donde quieres ir?— me dice viéndome a los ojos, esta tal vez a
medio metro mío y puedo olerlo, no estoy segura a que huele, es un olor
suave y me gusta, me atrae, simplemente huele aél.
—Vamos al manzano— respondo, —no crees que es muy tarde y está
muy oscuro— me dice, con cara de incrédulo, y si tiene razón mi idea no fue
de lo más genial. –Sí, es verdad no se que estaba pensando— le digo con
poco entusiasmo, pues no sé donde más ir. —Tengo una idea que tal si
vamos a mi casa, después de todo vivo solo— lo veo a los ojos y me
encantan me encantan sus ojos, como es que no pude haber notado la primera
vez que lo vi, todo lo que empiezo a notar ahora en el. Me esta desesperando.
Su propuesta, de ir a su casa sola conél me asusta y al parecer se da
cuenta. —Tranquila,igual solo pensé en estar en el patio, pues me he dado
cuenta que te gusta estar rodeada de plantas, por poco y vives en el bosque,
no creas que algo va a pasar— dice con una voz tranquilizadora, al parecer no
se ha dado cuenta que no voy al bosque por sus plantas, realmente no me
interesan las platas, solo voy por el manzano, su olor y la soledad que
encuentro ahí.
—Bueno, vamos— caminamos un buen rato algo, como treinta minutos,
estábamos muy cerca de mi colegio cuando nosparamos frente a una pequeña
casa marrón con ventanas blancas de una sola planta.
—Siempre creí que en esta casa no vivía nadie— le digo —Así es, no vivía
nadie hasta que yo vine aquí, ahora vivo yo— me dice mientras me abre la
puerta principal de entrada al patio delantero.
Caminamos por un costado de la casa, sin entrar en ella, hasta el patio
trasero, y veo que aquí hay unas plantas secas, hierva creciendo en todos
lados y un banco blanco,ya perdiendo la pintura, el cual está casi en medio de
este patio de gran tamaño, y no hay nada más, está realmente vacio.
Si mi madre lo viera tal vez se infartara, —Lo siento no he tenido tiempo
para arreglar, es lo mas similar a un bosque que tengo— Yempieza a reír y
yo lo acompaño. —Señorita, desea sentase en este banco— me dice
inclinándose para que yo pase, no respondo solo avanzo hasta el banco y me
siento, él se sienta a mi lado, nadie dice nada simplemente nos quedamos
viendo la luna.
Pasa un buen rato, se da le vuelta, apoya la espalda en el reposamano y
sube ambas piernas, me queda viendo, esta justo de frente. —Buena
cuéntame de ti, quiero saberlo todo— me dice sin sonreír, viéndome
fijamente, como si tratara de entrar en mi cabeza atreves de mis ojos y
aunque me ruborizo, no quiero dejar de verlo a los ojos.
—No, no hay nada que contar, soy lo que ves, no hay misterio, no hay
nada interésate, no hay mas, solo esto, solo yo— le digo mientras bajo la
mirada y veo la hierba que hay a un lado de mis pies; subo la mirada, lo
vuelvo a ver a los ojos y continuo —Además no quiero hablar sobre de mí,
no me gusta hablar sobre mí misma, me parece algo estúpido— digo y
siento que he hablado de mas.
—Además soy yo la que no sé nada de ti, háblame de ti, quiero saber…—
le digo, a lo queél responde, —Pero si hablo de mi voy a parecerte idiota—
me dice mientras me sonríe, —No, tu no— le digo, sin dejarlo de verlo a
los ojos, no hemos dejado de vernos ni un solo instante mi corazón late tan
fuerte que duele. —Pregunta— me dice.
Y yo empiezo a preguntar —¿Quién eres?— y noto que sus ojos brillan
levemente, sus pupilas estas aumentadas de tamaño y arruga sus finos labios.
—Mmm...¿Quién soy? Soy una persona poco complicada, no espero mucho
de la vida, solo vivir tranquilo y bien nada más, no suelo enojarme me parece
una pérdida de tiempo, me gusta ser libre e ir a donde me plazca—.
Y cuando el termina me preocupa que pensara el de mi, pues yo paso
enojada la mayoría del tiempo, —¿Tus padres, tu familia?— continuo con el
interrogatorio, a lo queél responde —Mi padre murió, hace mucho,cuando
tenía como seis o algo así apenas lo conocí, se que fue un gran hombre, por lo
que me ha contado mi madre, la cual es una persona muy tranquila y a veces
demasiado cariñosa, no tengo hermanos soy hijoúnico — de repente baja la
mirada y continua —He tenido una gran vida, y¿tus padres? Sé que también
eres hijaúnica—.
Como me hubiera gustado que no me pregunte nada acerca de mis padres
pues tengo menos que decir de ellos que de mí misma. Bajo la mirada y
respondo su pregunta —No tengo unarelación muy abierta con mis
padres, no hablamos mucho y nunca lo hemos hecho más que lo necesario, la
persona que más cariño me ha dado es Laura, ella trabaja en mi casa desde
hace varios años, no tengo mucho que decir, ya te dije no hay nada
interesante en mi vida— cuando termino de hablar me agarra el mentón y lo
sube hasta quedar frente a frente.
Me ha tocado, nunca antes me había tocado, me estremezco toda, mi
primer pensamiento es apartar su mano de mi, pero no quiero me gusta, me
gusta lo que siento, estamos muy cerca, demasiado según yo, siento su
aliento, lo veo a los ojos, que están a unos centímetro más arriba que los
míos. Y me dice —Tú eres lo más emocionante que me ha pasado en la vida
— y realmente no me lo creo.
—Se que no me crees— me dice mientras saca su mano de mi mentón y
yo me alejo unos cuantos centímetro. —¿Me vas a decir que nunca has
estado con nadie?— le pregunto de forma sarcástica.
—No claro que no, he estado con muchas— me responde de forma
creída y de repente siento una punzada de odio en el estomago y continua
hablando —Pero ninguna me ha llamado la atención como tú, ni gustado
como lo haces tú lo haces ahora, pues me atraes de gran manera, Lucia, desde
que te vi en el bosque, sola.— deja de verme y mira otra vez al cielo.
No sé si sentirme alagada o sentirme como un pedazo de carne, solo trato
de no pensar en eso, —Bueno Lucia, vamos a dejarte a casa— se levanta y
yo lo sigo. Estamos como a dos metros de mi casa y le digo —Déjame aquí
yo avanzo sola— digo, para evitar que mis padres vean que me he escapado.
El asienta con la cabeza y responde —He cumplido con mi palabra, no te
he hecho nada, aunque me habría gustado hacerlo—.
Se da la vuelta, se aleja y micabeza se llena de preguntas,¿Que quería
hacerme? ¿Acaso besarme? Yo no sé besar quedaría como una niño boba,
o¿A qué se refiere?. Acostada en la cama trato de dormir, no lo consigo, no
puedo sacármelo de la cabeza, solo pienso enél y lo que dijo, dan vuelta sus
palabras una y otra vez en mi cabeza:“eres lo más interesante que me ha
pasado en mi vida, me habría gustado hacerlo”.
Después de varias horas el sueño me vence. Me levanto porque alguien
toca a mi puerta, parece que hoy me he quedado dormida, y con gran
esfuerzo digo —Pasa— la puerta se abre y entra Laura —Lucia, ya
levántate, necesito arreglar tu cuarto— me dice algo molesta. Me levanto
doy pequeños saltitos al armario lo abro empiezo a buscar que ponerme y esta
vez escojo algo diferente, una falda azul intenso a nivel de la cintura y una
blusa corta, cojo unos zapatos bajas negros.
A lo que me asomo al espejo y empiezo hacerme una trenza en el cabello
que empieza desde la parte superior derecha de mi cabeza y termina en la
parte baja izquierda y observo por el espejo que Laura me queda viendo con
gran intriga por lo que le digo —Si vas a decir algo,mejor suéltalo ahora—
se acerca a mi por detrás, la veo desde el espejo. Se queda parada atrás mío y
dice —¿Vas a salir con el mismo chico con el que saliste anoche?—.
Me quedo quieta, helada no se que responder, —Tranquila Lucia,que no
le pienso decir a nadie, deberías saber que me cuesta mucho dormir, me
quedo dormida muy tarde— me doy la vuelta quedamos frente a frente y
loúnico que le respondo es —Gracias Laura, igual no tenemos nada, apenas
lo estoy conociendo— ella sonríe —Tranquila Lucia me alegra verte con
alguien, siempre pasas muy sola—.
Me coloco algo de delineador yblush, desayuno lo primero que veo,
aunque creo que es hora de almorzar y salgo de la casa, sin nada, no me
interesa llevar nada solo verlo de nuevo. Camino no sé porque siento que lo
encontrare en la entrada del camino de tierra.
CAPITULO V: ME DEJO LLEVAR

Al llegar al camino lo encuentro y sonrió desde lejos, está parado con


unos pantalones de bluejeans y una camiseta simple banca que deja ver sus
brazos, veo que es bastante lampiño, sus brazos están marcados, en algún
momento tiene que realizar ejercicios o alguna vez tuvo que haberlo hecho.
Supongo que hoy no trabaja por ser fin de semana.
—Lucia, no sé por qué sabía que ibas a estar aquí— dice y dibuja una
gran sonrisa en su cara. —Tal vez, porque siempre vengo, vamos al manzano,
hoy si podemos— le digo y empiezo a caminar de forma rápida, como si
estuviera desesperada por llegar. Cuando llegamos me doy la vuelta, esta
atrás mío, lo veo esta otra vez limpiando el lodo de sus zapatos y no puedo
evita reírme.
El alza la cabeza y me ve —Es extraño que aquí haya un manzano—
dice mientras empieza a observa elárbol —Si, pero me encanta este manzano
— le digo dirigiendo la mirada alárbol también.
—Wow, Lucia, por fin algo que te encanta— y cuando lo dice me muero
ganas de decir si, pero también me encantas tu, pero por obvias razones me lo
trago. —Sabes ayer fue muy agradable pasar contigo la noche— dice y
vuelve a dirigir sumirada a mí, a lo que respondo viéndolo nuevamente —
Pienso lo mismo—.
Cojo fuerzas, me trago todo y le pregunto, pues no aguanto más seguir
con las preguntas de anoche. —¿Que querías hacer anoche?— el responde
con otra pregunta —¿Quieres que lo diga o quieres que lo haga?— no puede
ser, no sé que responder,¿Que digo?,¿Que quiero realmente? No sé cuánto
tiempo pasa, me lo quedo viendo sin decir nada por lo queél dice —
Responde Lucia —y digo —Hazlo—.
Da cinco pasos, se acerca a mí, ya no hay distancia que nos separe, con su
mano derecha me agarra la cintura y debido a mi corta blusa su mano toca mi
piel, eso hace que tiemble,ruego que no se dé cuenta, con la izquierda agarra
la parte de atrás de mi cabeza y la empuja haciaél, es más alto así que elevo
un poco mi cabeza y me coloco en punta.
Me besa, por dentro me desespero, yo no sé besar, pues nunca lo he
hecho, y hago mi mayor esfuerzo por no hacerlo mal, es tan cálido, tiene
aroma aél, no quiero dejar de besarlo nunca, y al mismo tiempo siento que
muero por dentro, me derrito, me emociono, cuando empiezo a besarlo de
forma mas apasionada, el pega mas su boca a la mía y me agarra con fuerza
la cintura, tanto que me causa dolor.
No sé cuánto tiempo pasa, el deja de besarme y yo me detengo, da un
paso a atrás y loúnico que hacemos por algunos segundo es vernos. —
¿Alguna vez has besado Lucia?— me pregunta algo asombrado. Y me
pregunto, si tan mal lo he hecho para que se diera cuenta.
No puede ser, siento como se me calienta la cara, debo estar rojo como un
tomate, le doy la espalda me quedo viendo a la base elárboly mi parte
defensiva y prepotente regresa a mí de nuevo —No, yo no ando besando por
ahí a cualquiera o a muchos, me parece desagradable ese tipo de costumbre
—, me quedo callada, entonces me doy la vuelta y lo veo algo enojada, el no
tarda en responderme.
—No lo pregunto por que lo hayas hecho mal, solo lo pregunto por
curiosidad. Me encantan tus labios Lucia, solo lo digo para que lo sepas— me
queda viendo de una forma tan provocativa que provoca quealgo dentro de
mi arda. No sé qué decir y creo que en este momento quedarme callada es mi
mejor opción, me doy cuenta que cada vez estoy más jodidamente
enamorada.
—No te besare de nuevo, al menos que tú quieras— me dice y da un
paso hacia mí, y me doy cuenta que si el espera que yo lo bese o se lo pida es
muy probable que nunca más vuelva a pasar, por lo que respondo. —No es
algo que debería necesitar aprobación si no me he opuesto—, el sonríe de
oreja a oreja —¿Osea, que te ha gustado Lucia?— me pregunta,y quiero
gritarle:¡¡ME HA ENCANTANDO!!.
Al parecer mis ojos dicen lo que siento, por que el no para de sonreír, se
vuelva a acercar, no hay ni aire que nos separe, me da un pequeño beso en los
labios y otro en la frente, —Vámonos de aquí, porque no se que pueda pasar
— dice dando la vuelta y empieza a caminar.
Durante todo el camino otra vez mi cabeza se vuelvea llenarse de
preguntas,¡odio!¡Odio! Sus frases a medio terminar, ahora no podre dejar de
pensar en eso. Llegamos al final del camino de tierra, me dice – Vamos te
dejo en tu casa —aun es temprano no quiero pasar todo el día en mi casa. —
Bueno— respondo sin ganas esperando que se dé cuenta que realmente
quiero quedarmeél, no sé si lo capta, pero si lo hace no le presta atención.
Cuando estamos cerca de mi casa le digo —Déjame aquí, no quiero que
mis padres te vean,después me molesten—. —Esta bien Lucia— me sonríe
levemente cruza la calle y sigue de largo y me quedo parada viendo mientras
se aleja, más adelante se da la vuelta para observarme aun con la sonrisa
dibujada en su cara, da la vuelta en la esquina y desaparece.
Entro a la casa y veo a mi madre sentada en un sillón de la sala leyendo
un libro, al escucharme baja un poco el libro y por encima de el veo solo sus
ojos, y dice —Lucia, ven un momento— y lo primero que pienso es: me vio
con Thomas…
Me siento justo en el mueble que esta frente a ella,coloca el libro en la
una pequeña mesa café claro que esta a su derecha y empieza a decir. —Se
que siempre has sido una persona muy solitario, hija, pero me gustaría que
salgas con alguien o que tuvieras amigos, siento que puedes estar muy
deprimida y eso me empieza a preocupar mucho—.
No sé si contarle de Thomas para que me deje en paz, no sé por qué la
preocupación ahora, o que es lo que realmente quiere. —Madre, no te
preocupes,últimamente estoy saliendo con un amiga de colegio, es más me ha
preguntado si unos de estos días puedo ir a dormir a su casa— miento —
¡Que bueno Lucia!, deberías ir y traerla a comer,¡Me alegra mucho!, por
cierto tu almuerzo está guardado en la cocina— al terminardibuja una sonrisa
algo incrédula en su cara.
Después de pasar por la cocina y almorzar sola subo a mi dormitorio, me
siento en la cama, la puerta se abre, entra mi padre y se sienta a mi lado, —
Lucia, creo que tu madre acaba de hablar contigo acerca de que pasas mucho
tiempo sola, dijo que lo haría apenas llegaras—. lo veo y afirmo con la
cabeza, el no es muy bueno con las palabras, habla poco y solo lo necesario,
le gusta guardar sus comentarios para el mismo, veo ensu cabeza como en
algunas aéreas el cabello empieza a faltar.
Cuando era niña, a los seis años y lo veía pensaba que era el hombre más
peludo del mundo y solíamos jugar a menudo, pero nunca mucho. —Bueno
hija, espero que la escuches, y seas un poco mas social, no quiero que pienses
que te estamos presionando— termina de decir sin ningún tipo de gesto en su
cara, se acerca un poco y me da un abrazo, un abrazo muy sencillo sin tanto
contacto e incomodo.
Se aleja me ve, se levanta y sale de mi dormitorio cerrando suavemente
la puerta atrás de el, me siento en la cama y deseo que ellos no se preocupen
por mí, yo estoy bien, no le veo nada de malo a no ser social, como dicen
ellos, las persona no suelen sermi pasatiempo favorito y muchas veces salir a
conversar me parece una pérdida de tiempo, hay más libros interesantes que
personas.
Cojo un libro que empecé a leer ayer de noche, el cual está sobre mi
almohada, es un libro corto, como cien hojas. He perdido la cuenta de los
libros que voy leyendo solo sé que quiero terminar todos los libros que
tenemos en nuestra pequeña biblioteca, que se ha llenado de libros de mis
antepasados y mis padres suelen comprar al menos uno cada semana.
Me quedo viendo la portada es un libro amarillo casi mostaza,esta vieja
algo partida en ciertos sitios y en medio del libro dice: EL CAMINO, puede
ser uno de los títulos más aburrido, pero es un libro lo suficientemente
interesante como para ser leído por completo. Debajo del nombre de color
negro como si estuviera mal hecho esta la imagen de una camino lleno de
piedras.
Me quedo mirando la portada un rato lo abro voy a la pagina cincuenta y
uno que es donde me quede, continuo con mi lectura diaria. Me he quedado
dormida leyendo, ya es de noche, cojo el libro el cual he dejado encima de mi
pecho y lo pongo a un lado en la cama, mi cabeza vuelve a pensar enél y mi
corazón late más rápido, creo que lo extraño.
Han pasado varias horas y no puedo dormir así que tomo un baño, me
coloco la pijamay sin darme cuenta vuelvo a caer en mis sueños. El me besa,
se detiene,me ve y dice que se tiene que ir, que se va fuera de la cuidad y que
ya no volverá, se aleja, corro trasél,no puedo alcanzarlo, lloro le pido que no
se vaya, ya se fue Cecilia y nunca regreso, no puedo perderlo aél también.
Me levanto de mi sueño exaltada, ha sido solo un sueño, ¿Es eso
realmente lo que yo siento porél?,¿Qué no puedo estar sinél?, No hace mucho
lo conozco, como puede ser posible, ya amaneció, como nunca bajo en
pijamas entro a la cocina, no hay nadie en mi casa, al parecer todos han
salido, hoy tengo hambre así que me preparo un emparedado realmente
grande.
Subo corriendo me asomo en la ventana y me doy cuenta que no sé cómo,
ni en donde nos veremos, es mas no sé si nos veremos, si el realmente quiere
verme. Me quedo sentada en la ventana y veo afuera, hoy no hay nadie, de
ahí empiezo a leer, término el libro de anoche voy a la biblioteca y cojo otro.
Anochece, no sé nada deél, hoy he almorzado con mis padres y cenado
solo con Laura, mi madre casi nunca cena, creo que cuida la línea o algo así.
Alrededor de la media noche, cuando estaba profundamente dormida, me
levanto,¡Es el!¡Es el! Es elúnico, nadie más lanza piedras en mi ventana,¿Por
qué demoro tanto?,¿Porque me hizo esperar?, ya no me importa, ya está aquí.
CAPITULO VI: SOMOS UNO

Me asomo al espejo, me arreglo el cabello, recojo una cola de caballo,


lanza dos piedras mas, corro a asomarme a la ventana con miedo, que lance
otra y mis padres se levanten. Esta ahí parado en medio de la oscuridad de
nuevo, agachado, buscando otra piedrita y cuando se levanta para lanzarla me
ve, y veo como al verme sus ojos brillan.
Lo veo y no puedo evitarlo por más que lo intento, sonrío, me emociono,
me doy la vuelta, abro mi armario, cojo lo primero que veo, un vestido blanco
con rayas verticales rojas, me pongo otra vez mis zapatos negros bajos, voy al
baño en silencio, para no levantar a nadie, el baño está a seis pasos desde la
puerta de mi dormitorio a la derecha, me lavo la cara y regreso.
Como todos en casa deberían estar dormidos, pienso salir por la puerta
principal, pero recuerdo que Laura me dijo que no solía dormir mucho. Mejor
saldré por la ventana, empiezo a salir antes de que pegue el salto para
alcanzar el suelo siento que alguien me sujeta de la cintura.
El me está sujetando de la cintura para que no salte, me muero, me
estremezco y tiene que darse cuenta, porque lo escucha reír levemente, me
ayuda a bajar, de forma delicada. Una vez toco el piso me doy la vuelta para
verlo, quedamos frente a frente,lleva una bermuda negra, una camiseta de
mangas cortas café oscura y zapatos deportivo, va muy despeinado y se ve
increíblemente atractivo o por lo menos es mi forma de percibirlo, aunqueél
sea más alto que yo, se acerca como para besarme, pero lo interrumpo.
—Mejor salgamos de mi patio, mis padres pueden levantarse— le digo
de forma insistente. Es muy fácil entrar al patio de mi casa, como en todas las
casa aquí, —Vámonos— responde el con gran entusiasmo,voy justo atrás de
el, como nunca, cogidos de la mano.
—¿Donde vamos?— pregunto intentando no sonar muy emocionada.
—A donde quieras— responde mientas se detiene y da la vuelta para
verme, es de noche estamos parados en la oscuridad, debajo la luz tenue de
una farola en la calle, alrededor hay casa con personas durmiendo en ellas, no
hay señales de nada y de nadie.
No sé en qué pienso cuando respondo puede ser que solo y simplemente
quiero estar a sola con el —A tu casa— digo sin pensarlo. —Vamos— dice
y dibuja una sonrisa algo perversa en su cara, no me importa.
Estamos parados afuera de la puerta de entrada a su casa, —¿Segura
quieres entrar?— pregunta y suena inseguro, lo pienso, no se porque,
realmente quiera entrar y estar con el, no quiero sonar desesperada, así que
me limito a afirmar con la cabeza.
Me abre la puerta, al pasar por ella lo primero que veo es oscuridad
alrededor hasta que entra el y enciende la luz, pierdo la visión por un
segundo, cierro los ojos y al abrirlos observo a mi alrededor.
Su sala es la mitad de la mía, pero supongo que no necesita mas, tiene
mubles muy extraños al parecer son de terciopelo negro, escucho como cierra
la puerta, paso mi mano por encima de uno de sus sillones, son realmente
suave. —No son mios, vinieron con la casa— me dice al verme tocarlos, está
parado atrás mío y me ve mientras yo examino su sala.
En medio se la sala, una mesa toda de cristal, me encanta es hermosa,
encima de ella un florero largo y delgado con poca agua, dentro de el un
largo tallo verde que termina en una gran rosa roja. —Esa rosa la había
comprado para ti, pero no te la di, es roja, por que me encanta verte de ese
color—. Me doy la vuelta y me quedo viéndolo a los ojos.
No lo puedo evitar y tampoco quiero, me acerco rápidamente y lo beso.
Siento sus cálidos labios, el sabor de su boca se ha vuelto mi adicción y su
olor mi necesidad, me agarra con su mano derecha mi cintura, su mano
izquierda la parte posterior de mi cabeza para pegarme másaél, siento que si
me pego más nos fusionaremoso algo así. Su mano izquierda baja de mi
cabeza a mi espalda baja y eso me asusta.
No se que va a pasar o a donde llegue esto, yo no tengo experiencia, ¿Qué
hago?, no soy mas que una virgen anticuada. Entre este beso intenso, sus
manos explorando mi delgada cintura y mi espalda baja, el se vuelve a
detener, da dos pasos para atrás, aunque estoy asustada odio que lo haga.
—Creo que mejor nos detenemos, no se si es adecuado, no quiero que
pienses mal o alguna estupidez, se que no tienes experiencia y no quiero
obligarte a nada— dice, esta sudando demasiado y en ciertas palabras
tartamudea; ¡no puede ser! esta nervioso, pero no creo que lo este más de lo
que yo estoy, pero si quiero, no quiero esperar mas.
—¿Que te hace pensar que yo no quiero?¿Y como sabes que no tengo
experiencia?— le pregunto, bueno es lógico, si no he besado, peor esto… y a
mi cabeza vienen todas las partes de mi cuerpo que me harían quedar mal,
mis pequeños senos, mi piel pálida, la seña de mis costillas, no soy
demasiado delgada, pero o suficiente para que se dibujen en mi piel.
En la lista de atributos solo esta mi cara y mis nalgas, las cuales herede de
mi madre y al parecer los pechos de mi padre, —Bueno, lo de la experiencia
es obvia, puedo jurar que sería tu primera vez— dice con una sonrisa burlona
la cual odio y continua hablando —Creo que mejor lo piensas—. —¡No!—
respondo y empiezo a enojarme,¡¿Quiénesél para decirme que tengo que
pensarlo?!
Mejor me voy, estoy muy enojada para seguir aquí, camino a la puerta
paso a su lado, justo a dos pasos de la puerta, siento su mano agarrando con
fuerza mi codo izquierdo para detenerme, —No he dicho que te podías ir—
me dice con voz dominante, me doy la vuelta para verlo y nos volvemos a
besar.
Sus manos empiezan una nueva exporancion por mi cuerpo, y como yo
no se que hacer hago lo mismo, empiezo en su espalda, el baja demasiado las
manos, una de ellas llega a mi nalga y me dejo llevar, esto realmente se siente
bien. Se eriza mi espalda, el se agacha, carga todo mi cuerpo en su hombro
derecho, me lanza suavemente e su sillón que es suficientemente grande para
acostarme en el.
Se acuesta encima mio, sostiende su peso con sus brazos, su corto cabello
cae para adelante. Yo solo lo veo, agarra el borde inferior de mi vestido y lo
alzarápidamentehasta quitármelo, yo quedo en ropa interior y para mi suerte,
una no muy agradable, un brasier que me queda grande, palo de rosa y un
panti de abuela, el cual abarca toda mi nalga.
Y dejo de respirar, no puedo entre la vergüenza y mi excitación, me ve de
pies a cabeza, el se saca la camiseta y me siento minúscula al ver su cuerpo
bien definido en comparación al mío que parece recién entrando a la
pubertad, se acerca, con una mirada devoradora y me besa…
No huboárea de mi cuerpo que no hubiera estado en sus labios, pudo ser
lo más perfecto que ha pasado en mi vida, ame todo lo que paso. No fue
demasiado delicado ni muy brusco, fue perfecto. ¡ME ENCANTO! Estoy
acostada encina deél, en cualquier momento va a amanecer, es hora de ir a mi
casa.
—Thomas— lo levanto —Tengo que irme— le digo deseando quedarme
aquí con el y vivir lo de anoche una y otra vez, —Claro preciosa, vamos te
acompaño— me dice sin abrir los ojos, ni moverse y yo solo me fijo en la
palabra preciosa y no creo que me guste, no va conmigo, —Prefiero ir sola,
para evitar cualquier cosa— le digo, el se ríe en voz alta, y agrega —No, eso
no va a pasar— se sienta me ve y me besa la frente.
Me acompaña hasta mi casa, como siempre, le pido que se vaya antes de
llegar a la puerta. Veo como se va hasta que dobla y lo pierdo de vista unas
esquinas más haya, entro por a puerta principal, rezo para que mis padres no
se levanten, subo corriendo y sin hacer ruido a mi cuarto, me coloco la
pijamas y sin darme cuenta me quedo dormida, justo cuando el sol emite sus
primeros rayos.
Me levantó solo por que Laura insiste tocando la puerta, muero de
cansancio, dejo que pase y me reclama —¡Lucia acaso piensas dormir todo
el día!, muchacha ya la hora de almuerzo paso hace rato,¡levántate!— la veo
le sonrió y ella me queda viendo como si no acabara de creer lo que ha visto,
a de ser lo sincero de mi sonrisa.
No digo nada ella me ve incrédula, se da la vuelte y sigue arreglando el
dormitorio. La observocolocar una que otra cosa en lugares que no van, ya
que todo esta en orden con excepción de la cama, salgo dejando sola a Laura
y me dirigo al baño, tomo una ducha, al regresar a mi dormitorio ya Laura se
ha ido.
Voy al armario y pienso en colocarme de nuevo el vestido rojo del otro
día, pero sabría que es solo por el, así que escojo una falda negra, que me da
arriba de la rodillas y una blusa con mangas, simple, amarilla la cual meto por
dentro de la falda.
Me hago una trenza que empieza desde lo más arriba de mi cabeza, justo
en medio, tipo romana me coloco delineador, blush y como nunca brillo
labial. Y me doy cuenta que no se si no veré así que decido ir a su casa, hoy
es un día perfecto para mi, el cielo esta nublado hoy como nunca no hace
calor, cojo una chompa negra por que parece que mas tarde hará frío.
Bajo despacio las escaleras, veo a mi madre comiendo, al parecer
tampoco ha almorzado como yo y al verme me llama a comer, mierda, ahora
tendre que hacerlo. Me siento justo al frente de ella, mi plato ya esta en la
mesa, es una sopa verde con pedazos de pollo, cojo la cuchara y empieza a
comer esperando el segundo plato. Después de un rato de silencio mi madre
me ve y dice —Te vez hermosa— me la quedo viendo algo incrédula, ella
no suele hacer ese tipo de comentario, tal vez sea por el maquillaje.
—Gracias— respondo, —¿A dónde vas?— me pregunta, Yo regreso mi
mirada a el plato meto la cuchara a la sopa y respondo —A ver a mi amiga,
de la que ya te hable, ¿Recuerdas?— me meto una cucharada de sopa a la
boca tratando de no llamar la atención, —Ah, que bien Lucia, no me has
dicho como se llama— y justo cuando dice eso como si fuera magia no me
viene ni un solo nombre a la cabeza.
—Julia— le digo cuando por fin se me ocurre algo, recordando el
nombre de mi compañera de salón, la que se sienta justo a lado mio y con la
que casi nunca hablo al menos que sea justamente necesario, —¿Julia?¿La
conozco?¿Es de tu salón?¿Conozco a sus padres?— me dice viéndome
como si fuera el interrogatorio de algún crimen. Y pongo cara de enojo y eso
a ella no le agrada, por que la escucha gruñir.
—Si es de mi salón, es de piel morona, ojos cafés claro, de mi altura, muy
simpáticas facciones, no se si conoces a sus padres o a ella, no le he
preguntado— y yo sigo concentrada en mi plato de sopa, meto otra
cucharada a mi boca. —Deberías invitarla a comer algún día— me dice de
forma insistente.
Sin decir mas levanta su plato y lo lleva a la cocina, cuando ella atraviesa
la puerta, alzo la cabeza, me levanto dejando mi plato en la mesa y me voy.
Al salir, cojo el camino que me lleva a la casa de el, entonces me detengo en
seco, mierda, el debe se estar trabajando, pero tal vez.... Tal vez no... Y
continúo con mi camino.
Me encuentro con Mario, que suerte la mía, —Lucia— me llama,
elevando la voz, —Mario— digo tratando de sonar tan idiotaconél,
pero no creo que funcione, —¿Cómo has estado? Es imposible saber algo de
ti— me dice con la misma sonrisa de siempre, esta vistiendo unos pantalones
negros se tela jean, le quedan bien y una camisa de mangas cortas azul claro.
—Si, he estado ocupadaúltimamente ayudando a mi madre en ciertas
cosas— le miento, lo veo a la cara tiene cabello café claro, casi rubio cenizo,
una cara masculina, con una barba a medio crecer perfecta, ojos azules muy
penetrantes y es como siempre he escuchado en el colegio, demasiado
atractivo para existir.
Borra la sonrisa de se cara, al parecer nota que no me importa hablar
conél, —Ah entiendo, avísame cuando te desocupes, para hacer algo— y
justo cuando esta apunto de irse, se acerca otro compañero nuestro del
colegio, saluda a Mario, yo aprovecho y me voy, mientras camino me doy la
vuelta para verlo y me fijo que me esta viendo, giro rápidamente la cabeza,
por fin me aleje.
Al llegar a la casa de Thomas, avanzo a la puerta de entrada y toco nadie
responde,vuelvo a tocar y continúo sin respuestas alguna, pero eso no me
detiene, así que toco como diez veces más,al ver que mi intento era inútil y
algo estúpido, pues ya me hubiera escuchado de haber estado en casa, agarro
la manigueta de la puerta y la giro.
La casa estaba completamente abierta, no puedo creer que la deje así, sin
mas, empujo la puerta, entro a la casa, cierro la puerta atrás mio, me siento en
el sillón que jamas podre olvidar y empiezo a revivir todo en mi cabeza, mi
cuerpo me eriza una y otra vez. Me da ganas de explorar la casa, pero si llega
y me ve quedare como una loca, así que me quedo donde estoy y espero.
Ya estoy harta de esperar, no se por que no traje algo para leer, empezó a
bostezar, escucho la puerta, me doy la vuelta y lo veo entrar, me levantoel
me ve con cara de asombro, por un momento creí que me iba a reclamar, pero
sonríe levemente, cierra la puerta avanza a mi, me abraza, como si quisiera
quitarme el aire y se siente maravilloso.
Me suelta, quedamos frente a frenteme besa, otra vez y quiero… Todo
empieza otra vez, mi ropa no dura nada en mi cuerpo siento su piel, me
encanta, todo en el es perfecto y entre todo solo escucho —Me vuelves loco
— me sigue besando, todas y cada una de las partes de mi cuerpo.
CAPITULO VII: ELLA

Cae la noche, solo nos vemos, seguimos acostados en el sillon, nadie dice
nada, no me siento incomoda, siento que siempre lo he conocido, pero ya es
hora de irme, algún día lo llevaré a casa. Me levanto sin decir nada y me
coloco la ropa, el me queda viendo mientras lo hago, con una mirada
tranquila, feliz.
Como siempre me acompaña a casa, me deja antes de llegar y esta vez
nos despedimos con un beso, uno largo y cálido, adictivo para mi. Entro a
casa y escucho a mi padre llamándome desde su dormitorio, subo corriendo,
evitandosonreír y crear una mueca en mi cara.
Llego a la puerta de la habitación de mis padres —Padre,¿Me has
llamado?— pregunto mientras entro, el dormitorio de mis padres, es blanco,
con varias mesitas donde hay flores, adornos por donde quiera, tiene un gran
armario de madera negra que combina con lo demás. Una cama muy amplia
podrían perderme en ella y como toda la casa el piso de madera oscuro, el
está parado en medio de la habitación.
—Claro hija, me estaba preocupando por que hoy no te vimosaquí,
queríamos que salieras, pero también saber como estas, era solo para eso—
me dice pero no suena preocupado, me ve de forma tranquila, —Bueno
padre,¿Dónde está mi mamá?— Pregunto con poco interés. —Salió, con la
esposa de Miguel, no se exactamente a que, me dijo que este atento a que
llegues—.
—¿Me dirás algo mas?¿Me puedo retirar?— pregunto esperando que ya
pueda irme. —Claro anda— se da la vuelta y recoge en periódico que
esta en una de las mesas a unos tres pasos detrás deél, es loúltimo que
alcanzo a ver.
Bajo a la cocina, no veo a Laura, me preparo un emparedado, sirvo un
vaso de limonada y como sentada en la cocina, despues de un rato voy a mi
cuarto, me acuesto en mi cama y empieza una vez más mi cabeza a volar,
recordar; sin darme cuenta me quedo dormida.
Hoyme dedico solo a leer, pues se que no esta en su casa, si no
trabajando, además le toca venir aél;no llega, esta apuntó de anochecer,
¿Acaso no piensa venir?, pues yo no iré hoy. Anochece y no viene, me
empiezo a desesperar, lo quiero ver, lo quiero ver, no aguanto estar sin el,
hoy estoy como nunca estoy en pantaloncillos bombachos cortos color
marron, una blusa muy elegante negra, zapatillas romanas café claro, me cojo
una cola de caballo alta y me voy.
Por suerte nadie en mi casa me ve salir, pues ya paso la cena y comimos.
Camino tranquila hasta la casa de el, una vez en la puerta llamo tres veces,
escuchó pasos que se acercan, doy unpaso atrás, la puerta se abre al verlo
sonrío, se ha rasurado toda la barba, esta con una camisa blanca y unos
pantalones negros, se lo ve bien.
El me ve con cara de asombro pero no de ilusión, —Lucia, pasa— dice
el sin mucha ilusión, con expresión de asombro, al entrar veo que no esta
solo, hay alguien mas con el… en nuestro sillón o como yo así lo llamo, está
sentada una mujer más o menos de su edad, alta tal vez diez centimetro mas
que yo, cabello negro no tan largo, un poco mas abajo de los hombros, ella
me queda viendo y dibuja en sus labios que no son muy gruesos, una sonrisa
fingida…
Sus ojos están delineados son amplios algo felinos, marrones, sus nariz
respingona, pómulos normales y cachetes hundidos, el color de su piel es
bronceada y en cuanto su atractivo, si llama bastante la atencion, pero nada
de otro mundo y eso es suficiente para hacerme hervir, sufrir y odiarla, por
estar hay con el.
Me doy la vuelto y digo en voz baja —No sabía que estabas ocupado—
cierra la puerta, me ve, sonríe y dice en voz baja como yo —Para ti jamás
—. Me quedo parada, no se si voltear y avanzar o mejor irme y regresar
luego, pero no quiero que se queden solos, Thomas tiene que ver mi cara de
incertidumbre, —Ven Lucia, acompañamos— odio que me trate como una
amiga o algo similar, me limito a dar la vuelta y avanzar a la sala.
Me siento en el mueble de al frente, no esta a mas de metro y medio de
distancia o tal vez menos, trato de no verla, pero es casi imposible, busco
cosas en ella que sean imperfectas oestén mal, para sentirme mejor, veo que
tiene unas pocas arrugas en los ojos, nada inusual, pero eso no es suficiente,
algún día yo también, mientras tanto ella se limita a ver un folleto o algo así
que sostiene en sus manos y puedo observar que es de la la empresa de
Miguel.
Ni siquiera me he fijado en Thomas,toda mi atenciónesta sobre ella, así
que lo busco, veo que no esta en la sala pienso en levantarme,pero observo
que entra así que me detengo, —Bueno… Lucia te presento a Camila, es
una amiga, de donde vengo, le escribí hace un tiempo para ver si quería venir
a trabajar para Miguel— me dice con poco interés y ella deja de ver el
folleto, me ve, vuelve a sonreír, no me agrada su sonrisa.
No entiendo, el decía que este era un lugar aburrido, por que invita a
alguien ¿Y ahora se supone que tengo que decir algo?no quiero decir nada,
odio esto, nunca en mi vida había sentido celos, —Mucho gusto Lucía,
Thomas me ha hablado de ti— dice ella, tengo que responder y no sé qué
mierda decir —Ah…— es todo lo que logra escapar de mi boca en vez de:
Yo nunca he oído nada acerca de ti.
—Bueno, dime Camila,¿Qué piensas?— le pregunta Thomas viéndola y
con una pequeña sonrisa debujada en su cara, realmente me quiero largar de
aquí, evitar ver su sonrisa estúpida, —Me quedo— contesta ella, para mi
escomo un puñete en el estómago, me limito a observarlosy continúa
hablando —Pero tendrás que ayudarme a buscar un lugar donde vivir—. Le
dice a Thomas con una mirada que no es de mi agrado.
Acasoque no tiene donde vivir,¡¿Donde se supone que se está quedando?!
—Te puedes quedar en el hotel, encontraremos rápido algún lugar para ti,
además Lucia nos puede ayudar, ella conoce mejor el lugar— dice Thomas y
me regresa el alma al cuerpo, ella no duerme aquí, Thomas desvía su mirada
a mí, nos quedamos viendo sin decir nada y no puede evitar sonreirle pues
sus ojos tiene algo.
El sigue parado, relamemte no creo que mi ayuda cuente, el sabe que no
conozco nada aquí, aunque toda mi vida esta en esta cuidad, sin salir, ella se
levanta camina hacia Thomas, se acerca demasiado aél, demasiado para mi
gusto.
Esta con un vestido negro que a diferencia de los míosque son de niña, el
de ella se adjusta a su silueta y tiene un cuerpo de envidia, unos senos
promimentes, una cintura estrecha, piernas largas y buenas nalgas, la odio, la
odio, me quiero morir.
Y le dice a Thomas —¿Quieres ir a comer algo?— ¡¿Y yo?! ¡¿Acaso
no existo?! ¡¿Por qué solo le pregunta a el?! Thomas se da media vuelta,
empieza a caminar hacia a mí, me calmo un poco, se sienta a mi lado, apolla
sus brazos en sus rodillas, enlaza sus dedos, me queda viendo y dice —¿Si
Lucía quiere?—.
Lo veo, su cara esta a unos centímetro de mi, trato de no hacer ninguna
cara que refleje lo que pienso o siento, —Prefiero no salir, quedarme aquí
— digo en voz baja tratando de que ella no escuche, y al parecer no lo hace
—Bueno hermosa— responde Thomas, se levanta la ve y le dice —No,
tengo cosas que hacer con Lucia, para otro día será—.
Al parecer a ella le callo como una piedra, nos queda viendo, su mirada es
fría, la sonrisa a desaparecido de su cara y solo se limita a decir —Otro día
será, me voy Thomas, nos vemos mañana— ycon voz seria continúa
hablando —Un gusto Lucia— yo solo la veo no respondo nada, no creo
que sea necesario, —Cuídate Camila— dice Thomas, ella se da la vuelta y
la veo salir de la casa.
Thomas se vuelve a sentar a mi lado, sin darme cuenta me agarra del
cabello en la parte posterior de mi cabeza gira mi cara y me besa, con su otra
mano coge mi pierna empieza por la rodilla hasta llegar mi cintura, me sujeta,
me carga entre sus brazos y vamos a su cuarto por primera vez.
Es realmente grande de paredes blanco ceniza, una lámpara de vidrio de
mediano tamaño en la mitad del techo, un escritorio lleno de todo lo que uno
necesita para el trabajo muy desordenando, el resto del cuarto esta en orden
absoluto, su cama es gigantecon sabanas cafés oscuro, el armario esta justo a
la derecha de la cama, ambas puertas tienen espejo las cuales reflejan la
cama.
Una mesa pequeña del otro lado de la cama donde hay un reloj, no
alcanzo a ver nada mas, pues me lanza a la cama, me quita la ropa a mi y
luego se quita la de el, todo empieza de nuevo, esta vez es mejor, esta vez
llego mas alto, hoy todo es mas brusco, mas físico y lo podemos observarlo
en el espejo.
Sus ojos claros brilla están tan cercaa los míosque siento sus pestañas
cuando parpadea, se enlazan, lo amo, pero como puedo amarlo, si aun siento
que no lo conozco y por obvias razones no se lo dire, no tengo idea lo que el
siente por mi, tal vez para el no sea nada mas que algo pasajero, así que no se
lo diré, si algún día se va supongo que simplemente tendré que continuar,
pero no, no quiero, no se ira.
—¿Acaso piensas amanecer aquí? Eso me encantaría, pero no quiere que
estés en problemas— me dice alejándose nos centímetros de mi, su cama es
realmente muy cómoda y sus sabanas suaves. —Sí, sabes que no puedo
quedarme, tal vez podamos vernos mañana— respondosinénfasis —Tal vez
nada, nos veremos, hoy te iba a ir a buscar, pero te adelantaste, por esa mi
sorpresa— me responde y hago lo posible por no pensar en ella.
Sentada aquí cuando llegué, como odio esa imagen y el ve mi cara de
disgusto, —Lucia, si esa cara es por Camilla es una ridiculez, es una amiga,
jamás será más que eso— me dice algo enojado, si claro una amiga con un
cuerpo de envidia, con la cual estas sólo en tu casa, —Si, no importa—
respondo, me levanto y me coloco la ropa.
Amanece, estoy en mi cuarto, el sol me da en la cara y me fastidia, ya no
recuerdo la ultima vez que me senté en la ventana a ver a las personas pasar,
hace mucho que no voy al manzano de visita o a leer algo, debería ir, no
estoy de buen humor me he levantando pensando en ella donde esta y si
acaso esta con Thomas.
Cojo un vestido corto, amplio abajo color rojo vino, me coloco unos
zapatos negros cerrados, me maquilló ligeramente y coloco en mis labios un
color rosa intenso, me veo bien, en cuanto a mi cuerpo, no se puede hacer
mucho, Thomasdijo que nos veríamos después del desayuno fuera de mi casa,
bajo a la cocina cojo un cupcake y un vaso de leche pura helada, y lo subo a
mi dormitorio para comer.
Me siento en la ventana y espero a que llegue, a cabo de un rato, lo veo
acercarse con una camiseta negro de cuello en v y blues jeans, sin hacer
mucho ruido bajo corriendo, mis padres no me ven desde ayer, salgo de
casa;el sonríe al verme y le digo —Hola, ¿Donde vamos?— su repuesta
me desagrada —Con Camila, recuerda, prometí ayudarla a encontrar casa y
tu me acompañaras—.
Claro yo los acompañare,¡idiotas! —Vamos— es loúnico que
respondo, me agarra la mano y yo ruego que nadie nos vea, que nadie se
entere, que nadie pregunte, pues no salimos mucho de la mano con el sol en
lo alto —¿Donde está ella?— pregunto sin ganas de saber —Va a
esperarnos fuera de mi casa— me dice sin mas, que genial, otra vez metida
en la casa de Thomas, no repondo, solo camino.
Al llegar ahí esta con unos pantalones de blue Jean ajustados, una blusa
blanca holgada que la hace lucir bien y zapatos para caminar, tieneuna gran
sonrisa saluda con un beso en la mejilla a Thomas y a mi solo me dice“hola”
desde lejos,¡la odio!. —Bueno vamos, ya tengo unasopciones para ver, creó
que convendría algo pequeño— dice Thomas sin mucho interés.
—Realmente me gustaría una casa o departamento como la tuya, me
parece perfecto para una o dos personas…— dice ella con emoción y no deja
de verlo desde que lo saludó, no se si es mi cabeza que me juega sucio o
simplemente así son las cosas —Si algo así, hay una muy cerca de aqui
como a dos cuadras— dice Thomas y empieza a caminar yo lo sigo, voy a
su lado derecho y ella del otro.
No me agrada la idea de que viva tan cerca, tengo que hacer algo para que
encuentre un lugar más lejano, fuera de su vecindario. Mi padre siempre ha
hablado de un lugar casi en los extremos para salir de la cuidad, que es
realmente barato, por la distancia. ¡Mierda, mi papá!, no puede ser, hoy es el
cumpleaños de mi padre, tengo que regresar a casa, no puedo ir con Thomas,
mis padres se enfadarían conmigo si no estoy hoy en casa y no podría salir
mas, no quiero que vayan solos, pero no tengo mas opcion.
Me detengo, lo agarró del brazo a Thomas por lo quese detiene también,
ella se da cuenta unos pasos más adelante, hace lo mismo, Thomas queda
viendo, no con una cara muy tierna y de incertidumbre, pues no sabe que
quiero, —Thomas me tengo que ir a casa, es el cumpleaños de mi padre, lo
siento, me había olvidado— le digo y en su cara cambia adesilusión; ella
sonríe, al escuchar lo que digo.
—Que pena Lucia, sera para otra ocasión, vamos Thomas— dice ella
feliz, la odio, la odio y la quiero lejos de aquí, solo hago esto para poder ver
a Thomas mañana, para que no me molesten mis padres, —Tranquila
Lucía anda, después nos vemos— me dice con un tono de voz suave, me
da un beso en la frente. No quiero dejarlo con ella, no confió en ella, ni en
nadie.
Apretó mis dientes tanto que me duele, pues hiervo de rabia, solo quiero
pegarle, por aprovecharse de eso o eso creo yo que hace,¿Quien es ella?
¿Quién carajo se cree? Me doy cuenta que no se absolutamente nada sobre
ella —Nos vemos— le digo a Thomas, me doy la vuelta y me voy, hago
todo no posible para no ver atrás.
CAPITULO VIII: ELLA SE VA...

Llego a mi casa, encuentro a mi padre y Laura sentados en el comedor,


Laura coloca un pequeñopastel frente a mi padre, al parecer de chocolate con
frutillas, lo típico —Lucia, creímos que no ibas a venir— dice Laura
sonriendo al verme —Feliz cumpleaños padre.¿Dónde está mi madre?—
preguntó a ambos —Gracias amor, fue al cementerio, alguien que ella
quiere mucho falleció— me responde.
No preguntó mas sobre el tema, es mejor seguir, creo recordar que el año
pasado tampoco paso con nosotros, siempre se ven soloal dormir para el
cumpleaños de mi padre y viceversa, me siento, el sopla laúnica vela sobre el
pastel, nos reímos un rato con las ocurrencias de Laura, ellos comen pastel y
yo unas galletas, pues no me gusta las cosas exageradamemte dulces.
Terminamos de comer, subo a tomar una ducha, no sé nada de Thomas, ni
que paso, solo se que esta con ella y eso duele, duele mucho. Voy a mi
dormitorio, espero que esta noche el me venga a buscar, que la deje a ella y
venga a verme, no estoy segura que lo haga aunque lo haya prometido, por lo
que me coloco una pijama de tela suave, cremade pantalón y blusa con
mangas.
Bajo las escaleras voy a la biblioteca y empiezo a Pasar miíndice derecho,
sobre la pasta lateral donde están los nombresde los libros para escoger uno,
quiero algo intenso, algo nuevo, algo extraño. Me detengo en uno color
marrón que se titula muertes silenciosas, lo agarro.
Las primeras páginas son realmente muy aburridas solo habla de un grupo
de jóvenes que tienen ideas raras sobre el estilo de vida de las personas y que
quisieran acabar con eso, pero después empieza una ola de asesinatos y eso
me atrae, dejo el libro a un lado es realmente tarde, el no llega.
Amanece, no puede ser,ha amanecido, el nunca vino, no vino a verme, es
realmente temprano nadie en mi casa a despertado aun, muero del hambre y
siento dentro de mí un vacio enorme el cual duele al no saber nada deél y a
ella la odio aunmás. Ella se quedo con Thomas, yéles mío,¡es mío!
Bajo a la cocina me preparo para variar un emparedado, me sirvo un vaso
grande de jugo de naranja y como tan rápido que tengo miedo de
atragantarme, dejo todo sucio sobre el lavadero, subo corriendo a mi
dormitorio e intento no hacer ruido, al llegar voy directo al armario y lo abro.
Me coloco encima de mi pálida piel hoy algo diferente, unos pantalones
de tela fina negros, que me dan a tres cuartos de la pierna y una blusa azul,
muy llamativa y unas zapatillas cerradas del mismo color. En mi cara no
coloco nada, la dejo limpia, mi cabello, odio mi cabello largo, ya no lo quiero
más, me cojo un moño alto y salgo de la casa.
Voy donde mi madre se arregla el cabello, al entrar veo que recién están
abriendo, aquí también suelo cortármelo yo, pero como casi nunca lo hago es
raro verme aquí, por lo que no me sorprende la reacción del dueño, Luis. —
Válgame, pero si es Lucia, y parece que ha madrugado hoy, quieresser la
primera, dime Lucia¿Qué puedo hacer por ti?—.
El es alto, un metro noventa centímetros aproximadamente, no tiene
cabello sobre su cabeza, delgado con una nariz judía, porque es realmente
grande, ojos grandes y verdes, sus dientes todos simétricos, siempre tiene una
gran sonrisa, y atrás de el esta su esposa, ella es baja, tal vez de mi estatura,
cabello negro corto como hombre, el cual le queda muy bien,una nariz
pequeña labios carnudos y muy rojos, ojos cafés, es muy atractiva, ambos
tienen tez bronceada y alrededor de los 45 años.
Marcela la esposa, se encarga de atender a las mujeres, suelen tener dos
empleadas que ayudan a otras actividades, pero al parecer aun no llegan.El
local es todo blanco con café oscuro, tiene tres asientos para cortarse el pelo
con espejos casi de cuerpo entero delante de cada uno. —Luis, buenos días,
vengo a cortarme el cabello— le respondo.
—Claro Lucia, Marcela te ayudara, mándale saludos a tu madre— me
dice y continua arreglando el lugar, ellos son buenos amigos de mis padres,
solían tener reuniones cuando yo era pequeña, ahora solo mi madre los visita
y casi siempre solo para cortar su cabello. Me siento en la silla más cercana,
me veo en el espejo estoy al parecer hoy mas pálida de costumbre, debería
coger algo de sol, ir al manzano.
Suelto mi cabello y veo que es largo, demasiado, —Dime querida,¿Como
deseas el cabello?— Me pregunta Marcela con cariño —Corto, a nivel de
mis hombros, por favor— le digo decidida — ¿Estás segura? recuerda que
demora para volver a crecer— me pregunta. Yo asiento con la cabeza y ella
empieza, me moja el cabello de ahí lo peina, escucho el suave sonido de la
tijera, cortando y eso me arrulla.
Veo que me ha sacado una cola de caballo y la dejo sobre una mesa a
lado mío, me veo al espejo y me encanta lo que veo, parezco otra, Marcela
pone en mis manos dos diademas una negra y otra plateada la cual brilla
mucho y dice —Ahora las vas a necesitar, llévalas, Que hago con tu cabello,
¿Te lo quieres llevar?— niego con la cabeza, tal vez debería hablar más. —
Bueno, me lo quedare y hare una peluca— dice ella y la verdad no me
interesa.
Me levanto y digo —Luis, por favor, ponlo en la cuenta de mi madre,
Marcela me encanta muchas gracias.— al decirlo ni siquiera sonrió, aunque
ella sí, espero que sepa que realmente me gusta, pero dudo que yo lo
demuestre. —Tranquila Lucia, anda y cuídate mucho.— cuando termina
Luis de decir esto salgo directo a mi casa.
Estoy parada frente al espejo de mi dormitorio, cojo el delineador y lo
coloco de forma lenta, de ahí una labial roja, paso un poco de blush rosa en
mis mejillas, quedo viendo mi nueva yo, esta frente mío, reflejada en el
espejo, me gusta. Me doy la vuelta me dirijo a mi cama y recojo el libro que
reposa en mi almohada, paso por la cocina, agarro una funda de roscas
saladas, una botella de agua y salgo hacia el manzano. Espero encontrarme
con Thomas.
Ya debe ser medio día tal vez, voy por la mitad del camino de tierra, llego
al manzano, me siento y leo por horas, acabo el libro alzo la mirada, el no
llego nunca,¡Es un idiota!,¡Si esta con ella lo mato!,¡No me los puedo sacar
de la cabeza!, no sé qué hora es ya esta anocheciendo, hace horas me comí las
roscas y el agua ya se terminó, tengo hambre de nuevo.
Escucho pisadas, es el, es Thomas mi corazón salta de la emoción, veo de
lejos la sombra de un cuerpo, la escasa luz que queda del día no me ayuda
para nada, pero sé que no es la de Thomas, me levanto, miro fijamente y unos
leve rayos de sol la dejan al descubierto,¡que diablos hace ella aquí! Como
sabe del manzano,¡como se atreve!... ¿Donde está él?....
La tengo frente mío, a tal vez un metro y medio, lleva una cola de caballo,
viene muy maquillada, lleva unos pantalones blue jeans otra vez y una blusa
de tiras muy seductora rosa pálida, —¿Qué haces tú aquí? Y¿Dónde está
Thomas?— le pregunto de una forma muy arrogante, sin querer tener una
conversación con ella.
Sonríe y me responde —Tranquila Lucia, bonito corte de cabello,vine
porque el día de ayer después de que te fuiste Thomas me trajo a conocer este
lugar y me pareció encantador, me dijo que tu venias muy a menudo, una
parte de mi supuso que te encontraría aquí, aunque no vine a verte a ti—
deja de hablar, si no vino a verme a mí ¡¿Qué vino a hacer?! ¡¿A pasar
aquí?!,este lugar es mío no de ella, ha venido a adueñarse de mis cosas.
¿Por qué Thomas le ha enseñado mi lugar?... Nos quedamos viendo de
forma desafiante por algunos segundos y ella continua —¿No crees que
Thomas sea algo mayor para ti?¿Qué opinan tus padres de que salgas conél?
— ¡Que mierda el importa a ella por que se mete en nuestra relación!,¡¿que
vino a hacer aquí, provocarme?! —Eso no es asunto tuyo, creo que no
deberías meterte en lo que no te incumbe— respondo sin dejar de verla a los
ojos, con rabia, con desprecio, esmucho más alta que yo.
—Bueno, como se que eres algo inteligente, te podrás haber dado cuenta
que no vine a la cuidad solo por el trabajo, se que Thomas te ve muy
atractiva, pues si, si lo eres, y por el momento quiere estar contigo, pero te
dejará, no eres más que una chiquilla de mamá, nada independiente y que no
sirve para mucho— dice sin dejar de sonreír, quiero borrar esa estúpida
sonrisa de su cara¡la odio!.
—¡¿Qué pretendes?! ¿Quieres que Thomas me deje? Eso lo veo
realmente difícil— no sé si es cierto lo que dije,no sé si el algún día me
dejará, no quiero que eso pase jamás,no quiero que me vea como una inútil,
no lo soy, no soy independiente, pero algún día lo seré, me muerdo la lengua
tanto que sangra para no llorar. No puede ella verme llorar, me tengo que ir
—Adiós, Camila—.
Cuando intento caminar ella empieza de nuevo a hablar —El tal vez no
te deje pero sería interesante que tus padres se enteraran,¡El te gana con casi
diez años Lucia!— me dice y no deja de sonreír,alzando la voz en laúltima
parte, sin gritar, ¡Es una perra! —¡Le diré a Thomas lo que piensas decirle a
mis padres!— le digo tan alto que casi es un grito en el gran silencio del
bosque. —¿Quiéndice que yo se los diré?, ¿Acaso me crees estúpida?... ellos
tiene amigos, yo sé hacer bien las cosas, puedes ir chillando donde Thomas,
yo me encargare queél no crea en nada de lo que dices, a mi me conoce hace
mucho y me estima mucho… — dice ella riendo, y al final agrega —Adiós,
Lucia—.
Seda la vuelta para irse,¡No puedo dejar que se vaya!,¡No puedo dejar
que arruine mi relación con Thomas!,¡No puedo estar sinél!,¡Yno se lo
permitiré!,¡no sé qué hacer!, estoy desesperada y la odio a más no poder, ,mis
ojos empiezan a humedecer,¡No aguanto más!, ¡Suelto el libro! que llevo en
las manos y estecae provocando un ruido de golpe seco sobre las hojas del
piso, me doy la vuelta y¡Lo primero que veo atrás mío es una roca de gran
tamaño!, gris oscura con algo de lodo, la agarro, ella se aleja ¡Casi desaparece
en la oscuridad!, no la alcanzoa ver bien,¡Me acercorápidamente a su
espalda! y pasa....
Sin pensarlo lo he hecho, no tenia mas opción… el golpe que le di es la
parte posterior de su cráneo, provoco un sonido de fractura bastante fuerte, le
pegue con todas mis fuerza, ella cae de un solo golpe al piso, sobre su cara…
La piedra cae de mis manos… estoy tan perdida que ni escucho el ruido que
hace,en este momento no escucho nada, me la quedo viendo, está en el piso
no se mueve,todo esta tan tranquilo… ¿Qué he hecho?.
No sé cuánto tiempo llevoparada viéndola, esta todo oscuro a mi
alrededor, tengo que hacer algo, me agacho a el lado derecho del cuerpo y lo
empujo hasta que queda boca arriba, toco donde di el golpe, y siento algo
cálido que rueda sobre mi mano, es su sangre. Busco rápidamente su pulso en
el cuello y no encuentro nada, trato de escuchar su respiración, me agacho y
pego mi oreja a su pecho… no se escucha nada,nada, está muerta, como
puedo ser posible que muera de un solo golpe.
He escuchado que en los hospitales llegan personas que se caen de
grandes alturas, que los atropellan grandes carros, que los apuñalan un gran
númerode veces y no mueren… ella de un golpe se va, ella se va para no
regresar jamás y una parte en mi interior se alegra, está tranquila.
CAPITULO IX: LA NUEVA YO

¿Que se supone que deba hacer ahora?, no hay luz, todo está oscuro,¿Qué
debo hacer con ella? ¡Nadie jamás viene aquí!, será mejor esconderla y
regresar mañana. La agarro de los pies y empiezo a arrastrarla, es realmente
pesada, no pareciera, la coloco detrás del manzano, creo que debería
asegúrame, solo por precaución…
Camino al lugar donde deje caer la roca con la que la golpeé, me agacho
y la sostengo, me la quedo viendo algunos segundo, me levanto y me dirijo
nuevamente a Camila, si es que aun se la puede llamar así, me acerco a ella y
sin verla, golpeo con la roca la parte lateral derecha de su cabeza, con
fuerza… y lo repito… creo que dos veces es más que suficiente, después de
todo se supone que ya esta muerta; ruego que nadie,¡Nadie!, se fije en su
ausencia, nosé que pensaría Thomas de esto.
Esto es algo que tal vez no deba contárselo, claro que no, quedare como
una¡Loca!, ahora soy una asesina, una asesina… he matado a alguien, pero lo
que realmente me asusta es… que no me importa… ¿Donde esta el
sentimiento de culpa que debería experimentar?¿Dónde está el miedo?,
¿Dónde está el llanto?,¿Por qué me siento tan tranquila?,¿Quién soy?...
No tengo donde limpiar mis manos, mi ropa debe estar manchada de
sangre,camino a casa, tan rápido que no veo la diferencia entre correr,
necesito quitarme la sangre de mis manos, estoy parada afuera de mi casa,
veo atreves de la ventana que mis padres están en el comedor,mierda tengo
que entrar y espero que ellos no me presten atención, atraviesola puerta
principal y escucho a mi madre llamándome, mierda madre ahora no —
Lucia ven, acompáñame a comer—.
Me limito a no verla y subir las escaleras corriendo — ¡Lucia, te he
dicho que vengas!— me dice gritando al ver que le he hecho caso omiso —
Madre ya voy, deja que tome una ducha, me he caído y estoy llena de lodo—
respondo en voz demasiado altamientras entro al baño y cierro la puerta con
seguro.
Me veo en el espejo que esta sobre el lavabo, mi ropa no tiene mancha
alguna de sangre, solo mis manos, abro la llave, me lavo las manos y veo
como el lavabo de blanco se mancha de rojo, un rojo intenso, un rojo vino,
muy hermoso es algo que me hipnotiza, termino de limpiarme,y limpio todo
para evitar dejar cualquier pista de que algo ocurrió, me saco la ropa y tomo
una ducha.
Me coloco la pijama, ruego que hoy no venga Thomas por mí, no podría
con mas emociones el día de hoy, solo quiero dormir, veo que mi madre ya
está en su dormitorio con mi padre,así que no iré a verlos, bajo para comer mi
merienda que de seguro la han guardado en la cocina. Al regresar a mi
dormitorio me limito a acostarme en mi cama y ver el techo.
En mi cabeza aparecen una y otra vez las palabras de ella,eso hace que
cada vez disfrute más lo que he hecho, y de alguna forma me asusta, ¿Que
sucede conmigo? no conocía esa parte poco humana que estaba dentro de mí,
no sé si hice lo correcto, sé que no lo es para la sociedad, pero ella me
provoco, ella me fue a buscar y me dio donde más me dolía, me dio motivos,
ella así lo quiso, ella quería eso, ella se lo busco, realmente no me afecta.
En la noche Thomas no va a buscarme, amanece y me levanto de nuevo
antes que todos en la casa, muero literalmente del hambre, voy a mi armario
cojo ropaágil y cómoda, pues hoy tengo algo que hacer y no puedo perder el
tiempo, como nunca me coloco un pantalón licra negro, una blusa ploma
mangas cortas y unos zapatos deportivos bajos, rosado muy chillón horribles,
que me compro mi madre, pero son cómodos.
¿Acaso tengo que hacer como en los libros o en el cinema?y llevar una
pala, bolsas de basura, piola o cinta, no lo sé. Creo que no, creo que ya se que
hare con ella; voy a la cocina y al entra veo Laura y pongo cara de
preocupación, pues se que me va a invadir de preguntas. —¿A dónde vas con
tanto apura?— me pregunta —Escuche que te levantaste, no iras a ningún
lado sin desayunar como se debe,últimamente solo comes porquerías, si es
que comes,¡si es que vienes!— me dice.
Coloca en mis manos un par de huevos —Y te lo harás tu misma mientras
yo observare— termina de decir y sé que no podre salir de la casa si no hago
lo que ella me ordena, así que empiezo.
Cojo un par de sartenes donde cocino huevos revueltos, tocino,
salchichas, pan tostado y un vaso grande de jugo de manzana, pues no hay
naranjas. Lo coloco sobre la mesa que hay en la cocina y empiezo a comer,
trato de comer rápido sin que Laura se dé cuenta. Al terminar estoy tan llena
que siento que voy a vomitar, lavo mis platos para evitar que me vuelva a
llamar la atención y salgo de la casa.
En el camino me doy cuenta de que algún día mis padres se enteraran que
estoy con Thomas, alguien algún día se los van a contar y lo mejor sería que
yo fuera quien se los diga,¿Que pueden hacerme?, no me van a encerrar por
el resto de mi vida, no les quedara más que aceptarlo,así que tarde o mejor
dicho temprano lo hare… ¡Pero lo hare yo!,¡A mi manera!... ¡nadie más!
Llego al manzano, ahí esta ella, se la ve ¡terrible!, llena de lodo y sangre
en la cara, aunque no apeste, no huele precisamente a rosas, y al parecer está
empezando a hincharse, realmente ya no la quiere ver más ¡Nunca!, así que
rápidamente y con asco la agarro de las piernas y empiezo a arrastrarla, he
decidido botarla en el rio que pasa por aquí, que no está lejos, solo lo
suficiente para evitarme problemas; el rio carece de corriente, así que no
tendré que preocuparme de que vaya lejos. La arrastro tal vez 2 kilómetros…
no se cuanto tiempo me ha pasado entre arrastrarla y tomar pequeños
descansos, es realmente agotador, pensé en enterrarla por aquí, pero
cogeríamal olor y no podría leer en paz.
Al llegar al borde del rio, dejo caer sus piernas al suelo y la observo por
unos segundos con total indiferencia, —Lo siento, no es algo que quería
hacer o eso creo, pero tú me provocaste, lo pediste a gritosy te sigo
odiando…— jamás responderá y parece un poco injusto. Me agacho a un
lado de ella, la empujo y la veo caer aproximadamente unos dos metro hacia
el rio.
Al impactar con el agua salpican,unas pequeñas gotas llegan hasta mí,
veo como se hunde de forma lenta hasta que desaparece y me inunda una ola
de tranquilidad, a mi cabeza viene una seria de dudas, que pasaría si la
buscan, creo que iría a la cárcel, aunque aquí nadie además de Thomas la
conoce realmente, no debería preocuparme mucho, me quedo parada un rato
me doy la vuelta y decido ir a buscar a Thomas, ojala este en casa,
porquerealmente lo extraño.
Para evitar problemas en casa decido ir a almorzar, igual la probabilidad
de encontrar a Thomas en casa en muy baja; al pasar por la puerta de entrada,
subo las escaleras para cambiarme de ropa, mis zapatos están llenos de lodo,
entro a mi dormitorio, me saco los zapatos y los coloco dentro del armario,al
fondo para que nadie los encuentre, ojala, me saco lo que llevo puesto lo
arrojo al piso y busco ropa interior, algo que llame la atención.
Encima coloco un vestido rojo, rojo fuerte, zapatillas cafés, coloco
maquillaje en mi cara, muy poco. Bajo las escaleras, escucho ruidos en la
cocina y decido ir para encontrarme con Laura, al entrar veo que no es Laura
la que está ahí, si no mi madre cocinando, tal vez Laura tomo el día libre o
algo por el estilo, prefiero no preguntar...
Al verme mi madre no dice nada, solo me ve con una mirada asesina, solo
espero que ella no tenga una roca, al pensar esto me causa risa y no puedo
evitar reír levemente —¿Qué causa tanta¡gracia!Lucia?¿Y a que se debe el
milagro de tu visita el día de hoy?— dice sin verme, mi madre, a veces
siento que la quiero, tal vez sea así, veo a Rebecca mientras cocina, saca cosa,
guarda otras, lava, pica, termina.
Me siento poco culpable de no ofrecerme a ayudarla —Lucia pon la
mesa— me dice sin verme y con voz firme —¿Para dos?— pregunto al
aire —¡Claro Lucia!,¿Quién mas vendría a comer?— me pregunta algo
enojada sin esperar respuesta, me limito a levantarme y a colocar solo dos
puestos en nuestra mesa para seis. Ella coloca un par de platos que al parecer
están llenos deespaguetis con albóndigas, esta comida si me gusta…
Me siento justo al frente de ella en los laterales de la mesa y como
despacio, para evitar que me reproche algo mas, ninguna de las dos dice
nada, pero puedo ver el resentimiento en sus ojos. Al terminar mi
comidaespero que termine ella también, y cuando lo hace recojo el plato de
ambas, me dirijo a la cocina a lavarlos. Al salir de la cocina mi madre sigue
sentada en la mesa y solo mira al frente atreves de la ventana del comedor.
Es grande, de ella caen cortinas cafés y marrón, la veo y puedo notar sus
arrugas en los ojos,y el cansancio en su expresión, No digo nada. —Gracias
por lavar los platos Lucia, voy a subir a dormir un rato, si alguna vez
necesitas algo o quieres hablar conmigo, ya sabes dónde estoy, recuérdalo.
Por cierto me encanta tu corte de cabello, te vez diferente— me dice sin
dejar de ver la ventana, pero lo dice en serio, y yo no me muevo de donde
estoy parada en el portal de la puerta de la cocina.
Después de unos segundos que parecían minutos se para y sube las
escaleras de la casa, cuando la pierdo de vista, salgo en dirección a la casa de
Thomas...
Estoy parada en su puerta, esta vez no la toco solo me limito a entrar y
una vez mas esta se encuentra abierta, entro y cierro la puerta detrás de mi —
¿Thomas?— digo en voz alta y al no escuchar respuesta repito su nombre
dos veces más y nada cambia.
Sigo para en la entrada de la casa, decido ir a su cuarto y esperarlo ahí.
Veo su cama la cual no ha ordenado y me acuesto en ella, es tan cómodo, me
vuelvo adicta a ella pues tiene su olor, no quiero dejar de olerlo; me quedo
dormida.
No sé cuánto tiempo he dormido, al levantarme veo atreves de la ventana
del cuarto, es tarde, probablemente anochezca dentro de un par de horas.¡¿A
qué hora va a llegar?! De repente escucho ruidosy al parecer viene del baño
que está a mi derecha dentro del dormitorio, a aproximadamente ocho pasos,
me quedo helada, pero… ¿Quien más puede ser, aparte de Thomas?, aunque
no recuerdo haber cerrado la puerta de entrada con seguro.
Alguien sale del baño, con una toalla amarrada las caderas, al parecer
después de tomar una ducha, me siento y lo veo es el, es perfecto, me encanta
y ahora no hay nada que se atraviese en medio de nosotros —Lucia has
despertado, me encanto verte dormir, tienes realmente el sueño muy pesado
— me dice al verme despierta,y sonríe.
—¿Hace cuanto tiempo llegaste?— le pregunto riendo —Lo
suficiente para verte dormir dos horas, ver como se subía tu vestido y
apreciar lo hermosa que es tu ropa interior— cuando dice esto no puedo
evitar sonrojarme y¡Hervir por dentro!.
El se sienta en el borde derecho de la cama, al extremo contrario al que yo
estoy y no puedo evitarlo, me lanzo encima deél,lo beso, por primera vez la
que inicia con todo soy yo. No me avergüenzo me desinhibo, se vuelve algo
salvaje y eso me encanta.
CAPITULO X: MENTIRAS

Señorita Patrick, tiene usted una hermosa mirada, me encanta, dice riendo
mientras mi mentón reposa en su pecho, mi mirada descansa en sus ojos, y mi
cuerpo desnudo se encuentra boca abajo, no tengo idea como sabe mi
apellido, supongo que ya debe haber conocido a mi padre o algo por el estilo,
¿Quien sabe tal vez hurgo en mi correo?.
Me doy cuenta que no sé su apellido, como puedo sentirme tan aferrada a
alguien que aun no termino de conocer,¡nunca!si quiera me importo
preguntarle, es algo que ni pensé y realmente sigue sin importarme,¡Cual sea
no va a afectar el rumbo de mi vida en este momento!.
Su sabana nos tapa dejando libres los pies y nuestros pechos, para variar
no hacemos más que vernos, Thomas interrumpe el silencio.
—Ayer te fui a buscar al anochecer a tu casa¿dónde estabas? ¿Y por qué no
me dijiste que te cortarías el cabello? No sabía que podías verte más hermosa
— me dice alzando una ceja,me había olvidado completamente del corte de
cabello.
No sé qué decir, yo no voy a ningún lado nunca, es mejor no decir que
estaba en el manzano Para evita cualquier inconveniente, y obviono es buena
idea que sepa que paso, podría dejarme y eso no es algo con lo que me lleve
bien.
Lo necesito,¡No puedo estar sinél!y¡No diré nada que pueda acabar con
esto!, a mi estúpida cabeza no se le ocurre nada, tampoco podre decir que
estabaen casa, aunqueélsolo lanza piedras y probablemente no se de cuanta
cuando no estoy ahí, entonces respondo.
—Sabes… no se tu apellido, no debería darle información personal a
alguien que no conozco— respondo mientras sonrío y continuo
—Además, eres muy mal detective, estaba en casa, solo que
no en mi habitación, acompañaba a mi madre en la cocina, la ayudaba—
miento pues al anochecer, estaba acabando con la vida de alguien y
escuchando su ultimo respiro, ni siquiera dejo de verlo mientras respondo, no
parpadeo; miento muy bien.
—Bueno amargada,¿Quieres quedarte a dormir esta noche?— me dice
viéndome con algo parecido a una cara de suplica o es lo que aparenta, sé que
no puedo mi madre se daría cuenta y serio el fin de mis días. –Sí, sí quiero,
pero no, no lo hare, creo que necesitas más puntos para ganar algo así— le
digo sonriendo mientras me siento y le doy la espalda.
—Bueno entonces mañana comprare flores, vamos te acompaño a casa—
responde el mientras se levanta y coloca su ropa, al verlo lo imito.
Caminamos de la mano, ¡No me importa si me ven!,estoy feliz,
¡Realmente feliz!, se lodiré a mis padres pronto y tendrán que aceptarlo —
Thomas, sabes que mis padres tendrán que enterarse de esto,¿Verdad?— le
pregunto mientras caminamos en la oscuridad alumbrados por unos cuantos
faroles.
—Claro, pero prefiero que sepancuando tú quieras, después de todo, no
creo que esto les agrade, pero de todos modos, les gusto o no me quedare
contigo, fue muy difícil encontrarte y adueñarme de ti, no te dejare ir tan
fácilmente— se detiene,se inclina y me besa, una gran beso que quisiera que
no terminara jamás.
Nadie dice nada mas, llegamos a mi casa, es tarde no creo que nadie nos
vea, me acompaña a la puerta, nos quedamos parado frente al umbral y me
pregunta —¿Puedo quedarme esta noche aquí?— sin pensarlo afirmo con
la cabeza y la idea me encanta. —Pero entraras por la ventana, es fácil— le
digo con una sonrisa de complicidad, después de todo solo Laura entra a mi
cuarto y puedo cerrarlo con llave.
—Nos vemos en la ventana amargada— dice el, se da la vuelta y camina
hacia mi ventana, yo me limito a entrara a casa. Cuando toca mi pie el primer
escalón para ir a mi dormitorio, escucho la voz de Laura,está saliendo del
comedor. —Lucia, que guapo esta— me dice entre sonrisas —Tienes
buenos gustos muchacha, yo lo apruebo, tráelo a comer— y al terminar de
hablar se da la vuelta y se va, agradezco mucho que no me haya retenido, y
llenado de preguntas.
Al llegar a mi cuarto, me asomo por mi ventana y lo veo viendo hacia
arriba, esperándome, sonrío, abro la ventana y lo dejo entrar. Regreso a la
puerta la cierro bajo llave, el me abraza por detrás, me besa el cuello, me
lleva a la cama, nos acostamos, le doy la espalda, me abraza por detrás,
siento su respiración en mi nuca y eso me estremece, loúnico que hacemos es
dormir…
Escuchoque alguien llama a mi puerta, me levanto exaltada, no puede ser
la noche paso demasiado rápido, no quiero que Thomas se vaya aun, me doy
la vuelta y lo veo sentado aun confundido, viéndome. —
¿Quién?— pregunto. —Yo— reconozco la voz de Laura. —Ven más tarde
Laura, tengo sueño— respondo. —Más tarde nada, ordena tu cuarto,¡Tu
sola!— responde y la escucho alejarse.
Thomas me ve y mientras se limpia los ojos me dice —Lucia, tengo que
ir a casa a tomar una ducha e ir a trabajar, hoy es el primer día de Camila, ya
como psicóloga laboraly quiere que le enseñe algunas cosas— cuando
termina de hablar, me pregunto que pasara hoy en la tarde, pero bueno tengo
todo el día para pensarlo, después de todo yo no tengo ni idea donde esta, ni
que le paso a Camila o eso tiene que creer Thomas…
Lo ayudo a salir por la ventana y justo antes de bajar me ve y me besa la
frente, cuando toca el suelo, desde abajo me dice, como un susurro lo
suficientemente alto para que yo escuche, —No te bese en la boca, pues no sé
como amaneció hoy mi aliento— hace una mueca con la cara, sonríe, se da
la vuelta y veo como se aleja.
Yo regreso a la cama a dormir y me doy cuenta que falta realmente poco
para entrar a clases y lo odio. Escucho la puerta de nuevo —
Lucia, si ya terminaste de invernar, haz el favor y baja a comer— esta vez
es la voz de mi madre. Me levanto voy al baño, tomo una ducha, cepillo mis
dientes y frente al armario el dilema de todos los días, deberíamos todos usar
uniforme a diario.
Cojo un pantalón jean negro, una blusa blancas holgada y coloco en mis
pies las mismas zapatillas de ayer. Con la cara limpia bajo a almorzar. Esta la
comida sobre la mesa, al parecer mi madre a terminado de comer, está
sentada en la mesa, pero lee el diario, me siento en silencio y empiezo a
comer. —¿Donde iras hoy Lucia?— me pregunta sin dejar de leer el
periódico. —Voy a leer, nada más— respondo.
—Si vas a el bosque a leer por favor no te quedes hasta tarde, es
peligrosos estar ahí de noche— me dice sin verme aun —Tranquila, nunca
me quedo de noche —digo viéndola. Ella no respondo, así que dirijo mi
mirada de nuevo a la comida y me meto un bocado tras otro a la boca, veo a
Laura salir de la cocina —Lucia, espero hayas arreglado tu cuarto— me
dice,¡¿Hoy todo el mundo conspira en mi contra?! y no, no lo he hecho, pero
es más fácil mentir —Ya, arregle mi cuarto—.
Laura no contesta, solo sube las escaleras y mi madre me ve de forma
extraña y dice —Ah bueno, me parece bien que colabores un poco de vez
en cuando.— no sé por qué responde ella,pero está bien, realmente no me
importa... Termino de comer, cojo mis platos los llevo a la cocina los lavo y
demoro haciéndolo, al salir de la cocina mi madre no está, al parecer subió al
dormitorio, yo hago los mismo y me dirijo al mío.
Antes de cerrar la puerta, escucho de nuevo la voz de mi madre
— ¡Lucia!voy a salir regreso más tarde— Me dice en voz
alta y después de eso escucho la puerta de principal de la casa cerrarse.
Espero unos minutos y bajo paso por la biblioteca, esta vez cojo un libro
al azar, y salgo directo al manzano. Camino varios minutos al llegar respiro
profundamente el aire no huele a nada más que naturaleza, me siento a la
sombra delárbol y apoyo mi espalda en su tronco, esperando que no me
muerda para variar alguna hormiga, empiezo a leer...
A cabo de un rato de leer el libro veo que fue muy mala decisión coger al
azar,¡Pues es poesía!, ¡y esto no me agrada!, de todos modos no tengo más
opción y continúo con la lectura.
Al cabo de unas hora me levanto y decido ir a visitar a Camila a ver cómo
anda todo, avanzo hasta el rio al lugar donde la arroje, me asomo, no veo
nada, esta suficientemente profunda para no observar nada, he leído que los
muertos cuando se edematisan flotan, espero se haya atorado con alguna de
las miles de roca del rio, pues si flota podría ser una gran molestia para mi,
mientras más profunda se encuentre mejor, así no molestara mas.
Me doy la vuelta y me dirijo a casa de Thomas, al llegar al final del
camino de tierra lo veo, caminando hacia el manzano. —Lucia, iba a
buscarte, supuse que no estabas en casa,te extrañaba, ¿Cómo has estado?—
al terminar de hablar me besa en la frente. —Bien, estaba leyendo un poco
— respondo, ve el libro que llevo en la mano y yo trato de esconderlo —¿Los
mejores años de la poesía? Ok—. dice burlándose. —¡Me confundí de libro!
— digo y empiezo a enojarme, me limito a ver el camino hacia su casa y no
aél.
Caminamos de la mano sin hablar en absoluto, al llegar entramos el se
dirige a su cocina a buscar un vaso de agua y yo lo acompaño, nunca antes
había entrado a la cocina en esta casa, al entrar veo que es pequeña, e su gran
mayoría de madera, muy rustica, llama miatención.
Después de eso vamos al dormitorio, me siento en la cama,él se cambia
de ropa y se coloca algo más cómodo, trato de no verlo mientras se desviste,
pero es algo muy difícil, su cuerpo me atrae, mucho. Se saca el pantalón de
tela negro, se coloca unos pantaloncillos, después la camiseta y se coloca una
camisa blanca no ajustada.
Se acerca y se sienta a mi lado en la orilla de la cama —¿Me acompañas?
iré a buscar a la casa a Camila, hoy no fue a el trabajo, ella no es así, nunca
falta, es extraño,¿Tu no la has visto?— dice viéndome a los ojos.¡¿Por qué la
estúpida preocupación?! ¡No quiero gastar nuestro tiempo buscando a alguien
que está muerta! ¡Yno entiendo porqueél tiene que andar pendiente de ella!,
¡No puedo evitar enojarme!,¡Me hierve la sangre!.
Lo veo mi mirada cambia de tranquila a enojada,¡Tengo ganas de gritarle!
—¡Yo creo que ella es adulta y si no fue a trabajar es su responsabilidad!.
¡No, no la he visto desde laúltima vez que laíbamos a acompañar a buscar su
estúpido departamento!— empiezo a responder con un mal tono de voz y
cada vez aumento este —¡Además, si estas preocupado
anda a buscarla tu!,¡Yo no voy a ir!,¡Mejor me voy a mi casa!— el me ve,
responde, su cara se pone roja, arruga su frente y se juntan mas sus cejas, está
enojado.
—No entiendo tu respuesta Lucia, ni tu mal humor, solo te formule una
pregunta, si son celos, no entiendo sus bases, pues no te he dado motivos para
que los tengas— cuando termina de hablar me levanto, giro lo veo a los ojos
y digo —¡¿Vas a ir?! —pregunto cruzando los brazos y alzando una ceja. —
¡Sí, lucia, ya te dije que voy a ir, solo voy a preguntarle por qué no fue y me
gustaría que me acompañaras!— me respondo con un tono de voz duro y
frio que me deprime, pero yo continúo enojada.
—¡Bueno!...¡Que te vaya bien!— le grito, he gritado no pude
evitarlo¡Estoy tan enojada!¡Muero de ganas de darle un puñete ensu estúpida
cara!, así que después de gritarle, me doy la vuelta y me voy, antes de salir de
la casa ruego, que me llame y no vaya a ningún lado, pero no lo hace. Cruzo
la puerta y no me queda más que ir a mi casa.
CAPITULO XI: NUNCA MÁS

En el camino a mi casa me encuentro con Mario,¡Mierda no estoy de


humor para escucharlo!. —Lucia,¿Cómo estás?¿Acabas de salir de la casa
que está abandonado?— ¡idiota!, ¡¿Acaso no sabe que ya la alquilaron?!
Tratode no ser grosera, pues siempre lo soy y además el no me ha hecho
nada.
—No, ya no la está deshabitada, esta alquilada, a un amigo.— respondo
sin nada más. —Ah, no lo sabía,¿Cómo has estado?— sigue con su inútil
interrogatorio, yo solo quiero largarme de aquí.
—Bien, nada nuevo— sigo respondiendo sin ganas y tratando de no ser
una idiota. —Ah… bueno... este… me preguntaba si… no se… ¿Tal vez
quieras salir a algún lado? Si no tienes algo que hacer claro —me dicede
forma tímida y viéndome a los ojos, continua hablando —He trato de decirlo
antes, pero no me has dejando…. Y a veces… eres poco accesible.—
termina de hablar.
—Sabes Mario, no creo que eso sea posible ahora, estoy saliendo con
alguien en este momento, tal vez si hubiera sido antes— ni antes ni nunca,
pero algo tengo que decir, es mas no sé como este en este momento mi
relación con Thomas, no creo que tenga nada de malo acompañarlo aalgún
lado a Mario,“¡Después de todo Thomas está ocupado!”, preocupándose por
alguien que“ya no respira”.
Mira al piso y me responde —Lo siento Lucia no lo sabía— y yo digo
antes que se despida —Pero podríamos caminar y conversar, eso no tiene
nada de malo— y me siento estúpida, pues no es algo que quiero hacer, tal
vez me ayude a no pensar en Thomas y estar encerrada enojada en mi casa,
sola.
Empezamos a caminar en dirección al parque en el cual nos topamos la
vez anterior, con elárbol gigante —Me gusta el corte de tu cabello, te ves
diferente— dice viendo al frente, —Gracias— es todo lo que respondo.
—Cuéntame,¿Con quién estas saliendo?— y no sé que responderle, supongo
que la verdad, igual planeo decirle a mis padres, aunque estemos de malas, el
es mío.
—Se llama Thomas, no lo conoces, es nuevo aquí— digo y dirijo la
mirada haciaél. —Thomas, conozco a uno en el colegio, pero no es nuevo,
¿Va a ir al cole?¿Qué edad tiene?— empieza el interrogatorio,¡Odio que me
invadan de preguntas!, odio que pregunten sobre mí,¡Es mi vida!,¿Cual es su
interés?
—Tiene veinte y ochoaños, trabaja en la misma empresa de mi padre—
respondo y vuelvo a dirigir mi mirada al frente. Me queda viendo y de reojo
veo que pone una cara de asombro y de no entender la situación —¡¿Qué?!
Veinte y ocho, es muy mayor para ti Lucia,¿No crees? Digo… ¿Tu mama
está de acuerdo? —y pienso en mentir —Si, si esta— aél no le interesa
así que será mejor que no pregunte más.
—Bueno, espero que todo les vaya bien— dice por ultimo ysolo nos
dedicamos a caminar,¡Que aburrido es estar con Mario!, realmente no podría
estar conél, no se parece nada a Thomas, el no despierta en mi, ni el sueño.
Al llegar a el parque,como no tengo nada más que hablar conél y me he
aburrido, decido que es mejor leer un buen libro, ya no poesía.
—Mario, me tengo que ir mi madre me pidió que la ayude en la
cocina, disculpa acabo de acordarme— le digo, el se inclina hacia mí, no sé si
alejarme o quedarme donde estoy, así que me quedo donde estoy, me da un
beso en la mejilla, muy intimo y lento, se acerca demasiado a mi cara, me
asusta que haga algo estúpido o inadecuado, pero solo dice en un susurro, sin
dejarme de ver a los ojos —Cuídate mucho, Lucia—.
Veo como se aleja en dirección alárbol, con su camiseta deportiva roja y
sus pantaloncillos de trotar negros que le dan hasta arriba de las rodillas. Me
doy media vuelta y cojo el camino en dirección a mi casa. Al llegar ya es de
noche y no puedo más muero de hambre. Al entrar mi madre está en la sala y
dice —Lucia, tu plato está servido en la mesa—.
—Bueno, gracias— respondo camino al comedor y empiezo a comer.
Laura sale de la cocina y se sienta a mi lado —Lucia, querida, come más
despacio hay mas comida, si te quedas con hambre— me dice viéndome con
asombro, yo solo asiento con la cabeza y empiezo a comer más despacio.
Laura se queda en la mesa, yo me levanto de la mesa llevo mis platos a la
cocina y los lavo.
Salgo de la cocina, veo a Laura que sigue sentada en el mismo sitio y
digo —Gracias— Laura asienta con la cabeza y responde —Bueno
muchacha — y mi madre responde —De nada, hija—. Avanzo a la
biblioteca, devuelvo el libro de poesía y busco uno, me topo con uno que en
el titulo dice: MIL Y UNA AVENTURAS PELIGROSAS, escrito por un tal
Jhon Moses, lo cojo y subo las escalaras a mi dormitorio a toda prisa.
Llego me siento en la cama miro a la ventana y recuerdo mi discusión con
Thomas, ¡La odio más!,¡El debería estar conmigo o yo ahí conél!, no le
permitiré que se aleje... Se enciende en mi un sentimiento de miedo por
perderlo y de ira porque¡no está conmigo, no me escogió a mí!.
No quiero seguir pensando en eso, así que cojo el libro y empiezo a leer.
Es un muy buen texto, realmente me hundo en las palabras, no hay nada más
placentero que olvidarte de lo que existe a tu alrededor y sumergirte en una
increíble historia que pasa al frente de tus ojos, sea real o no, no existe mejor
compañía para la soledad que un buen libro.
Llega un nuevo día, escucho de nuevo que llama a mi puerta.¡Mierda
Laura! —Pasa— digo de mala gana y la veo entrar, me levanto, voy a
tomar una ducha. Cuando regreso al dormitorio, ya Laura se ha ido, y
solopienso enél, no estamos bien, estamos paliados ¿Vendrá a buscarme?, es
fin de semana, hoy no debería trabajar, me duele siento una punzada en el
pecho al pensar que no vendrá hoy, que tal vez no me quiere ver, que sigue
enojado conmigo.
Del armario cojo un estúpido vestido rosa pálido, unas zapatillas blancas
y me siento en la ventana a esperarlo, no sé cuánto tiempo tengo viendo por
la ventana, el no va a llegar, escucho la voz de Laura, llamándome para
almorzar, pero no quiero comer, aunque el estomaga me duela, arda y gruña,
no tengo ganas de comer, solo deseo verlo asomado viendo hacia mi ventana,
pero no, el no está aquí.
—¡Lucia!,¡Esta es la tercera vez que te llamo!, tu madre no esta ha salido,
haz el favor de bajar a comer,¡ahora te sirves tu sola la comida!¡Apúrate!—
dice Laura enojada. —Voy— es loúnico que le contesto; debido a que
insiste tanto y al parecer no piensa dejarme en paz mejor voy a comer.
Bajo las escaleras voy a la cocina cojo un plato, coloco comida de las
ollas en el plato, me siento en la mesa de la cocinay empiezo a comer, creo
que doy solo 5 bocados, cuando por detrás de mi entra Laura
— ¡Más te vale que te comas todo!, o no vas a salir a ningún lado— dice y
yo quedo sin opciones como todo con tanto desagrado que siento náuseas.
Dejo los platos en la mesa y subo de vuelta a mi dormitorio, cojo el libro
que deje sobre la mesa que esta junto a mi cama, me siento en la ventana y
leo, leo sin poder entender ninguna de las palabras, leo sin leer, pues mi
mente solo piensa en el, en la pelea, en cuanto lo necesito, en que lo amo, y
no puedo respirar sin que duela… al estar sinél.
Pasa el tiempo y me obligo al leer,¡Lee Lucia!,¡lee!¡Ya no pienses en el!,
como si pudiera hacerlo u obligarme,¡No puedo más!,¡Tengo que ir a
buscarlo!. Agarro una diadema me la coloco, tambiénalgo de maquillaje en
mi rostro y un labial algo morado, salgo de la casa en dirección haciaél, hacia
Thomas.
Estoy parada frente a su puerta, no sé qué hacer, escucho ruidos dentro,
así que se que está en la casa,¿Tocare la puerta o solo entrare?, ¿Ysiél no
quiere verme o sigue molesto?,¡Realmente eso no importa!,¡Entrare!, agarro
el cerrojo lo giro lentamente, abro la puerta paso el portal, la cierro atrás mío,
lo busco con la mirada, comino unos cuantos pasos y escucho algunos ruidos
que provienen del el comedor.
Avanzo, me paro en la entrado del comedor, y lo veo ahí sentado,
comiendo algo, al verme, se detiene, se apoya en el respaldar de la silla, deja
los cubiertos a un lado; estamos de frente, esta sin camiseta solo con blue
jeans, me ve, sin sonreír, sin nada, no sé que come, ni me interesa, solo me
quedo parada, sinhacer nada…
—Lucia…— dice con asombro, elevando una ceja, esta serio, recoge de
nuevo los cubiertos —¿Se te paso el berrinche?— ¡El¿Berrinche?! ¡Qué
mierda piensa que soy una niña o una idiota!,¡Acaso fue un error venir!,¡Es
un idiota!, —¡Yo no he tenido ningún pendejo Berrinche! ¡¿Qué te crees,
¿Mi padre?!— respondo a la defensiva, con un tono de voz más alto del
usual, sin moverme de donde estoy parada solo he movido los brazos en
reclamo.
—¡Disculpa!, pero si te enojas y empiezas a gritarme, por razones
innecesarias, yo lo veo así— dice, deja otra vez los cubierto, me ve enojado
y aparta su silla de la mesa, se para; yo doy un paso adelante —¡Bueno!, si
crees que esto es así, tal vez no deberías estar con alguien de mi edad, búscate
a alguien más, esto podría ser para ti nada más que una pérdida de tiempo—.
Creo que Camila al fin y al cabo tenía razón, decir esto, duele, pero al
parecer somos muy opuestos y no daré mi brazo a torcer. Repitoen mi
interior si, si puedo estar sinél, no es tan importante, tratando de
convencerme, —¡Bueno!, al parecer tu ya te adelantaste— me dice viéndome
a los ojos y se empieza a poner rojo, empieza a alzarme la voz, es algo que
me asusta un poco. No sé a qué se refiere, aunque no estamos cerca, con
susurros nos escucharíamos muy bien.
—¡¿De qué hablas?!— le pregunto con algo de desprecio, el apoya los
puños en la mesa del comedor, el color de la piel de sus manos cambia a roja,
al parecer losaprieta con fuerza, no deja de verme a los ojos —¡Mario,
ayer te vi conél!,¡Me crees idiota!,¡Te vas de aquí y decides tomar un paseo!
¡¿Acaso Te gusto el beso que te dio?! ¡Preferiste eso a acompañarmea mí!—
deja de verme para ver el piso.
Solo veo sucabello, estoy atónita no sé qué decir después de todo
absolutamente nada paso ayer, nada,¡Pero me encanta verlo reclamarme!,
siento que le importo. —Yo… no… no seas idiota, no paso nada solo me
acompaño un rato y se fue, yo no sabía me me iba a dar un beso, además fue
en la mejilla, no pasonada…— digo viéndolo, con una tono bajo de voz, sin
reclamo, sin nada. —Ok— es todo lo que dice mientras alza la mirada y me
ve de nuevo fijamente, en sus ojos, veo lo enojado que sigue.
Ninguno habla, nos quedamos en la misma posición, viéndonos con rabia
y deseo. El se enderece, saca sus puños de la mesa, pero sus manos siguen
rojas, el silencio empieza a volverse incomodo. —Bueno creo que mejor me
voy, nos vemos después— digo tratando de suavizar el momento, aunque no
quiero irme, no quiero seguir peleando, no quiero empeorar todo.
—No… no te vayas quédate— responde con su voz cambia, sigue seria.
Y yo loúnico que hago es seguir parada justo donde he estado todo este
tiempo. Avanza se pone frente de mi,tengo su pecho frente mío, me llega el
olor de su piel, me agarra el mentón y eleva mi rostro, nos vemos a los ojos,
se que sigue enojado, se agacha y me besa, aleja su boca tal vez menos de un
centímetro y dice —Eres mía—.
¡No quiero que esto pase nunca más!,¡No quiero alejarme deél nunca!,
¡No dejare que nada se interponga entre nosotros nunca!.
No dejamos de besarnos por un buen rato, esta vez soy yo la que se aleja
lo suficiente para verlo. Hago todo lo posible para sonreír y le pregunto —
¿Encontraste a Camila?— aunque ya se cual va a ser su respuesta —¡No!,
no tengo idea donde esta— me dice, sin nada mas —Tal vez, regreso a su
casa, no se acostumbro o algo por el estilo— digo tratando de que se lo
crea, solo quiero que se olvide de ella.
—No sé, no lo creo, ella no es así— me dice, —Uno jamás conoce a
nadie — respondo, quiero ya cambiar el tema de conversación
—Puede ser, igual voy a tratar de comunicarme con ella— es loúltimo que
dice Thomas y vamos a su dormitorio.
CAPITULO XII: PERFECTO

No quiero irme, me quiero quedar… pienso mientras me quedo


dormida… me levanto en la madrugada, mierda es tarde, mis padres me van a
matar,¡Me van a matar!. —¡Thomas!¡Thomas!— lo llamo de forma
desesperada y lo empujo tratando de que se levante. —Lucia,¿Qué
pasa?— me respondo sin abrir los ojos —Es tarde, debería estar en casa—
le digo.
—Mierda— dice con voz apagada y se sienta de golpe, se rasca la
cabeza y continua hablando —Realmente tienes que irte ¿No te puedes
quedar a dormir?— no sé si lo dice porque realmente quiere quedarse
conmigo o porque tiene sueño y no quiere levantarse, así que para evitar
alguna discusión imaginoque es la primera opción.
—Vamos amargada— me dice, realmente odiaba cuando me decía
amargada, pero actualmente ni me importa, se inclina hacia mí me besa en la
nariz, estamos sentado uno junto al otro, me doy la vuelta para colocarme la
ropa yélme agarra las nalgas, me agarra, nunca antes lo había hecho por
jugar, pero me gusta.
El se ríe, se levanta, se coloca unos pantalones blue jean, una camiseta
negra, zapatos y me dice aun somnoliento —Vamos preciosa— se para a
mi lado, me agarra la mano y salimos hacia mi casa. No hay nadie en la calle
todo esta vacio, me encanta tanta soledad, soloél y yo. Mientras caminamos
el rompe el silencio inmenso que hay —Dime Lucia,¿Cuándo le dirás a tus
padres? Ojala me quieran y me adopten como el hijo más amado que nunca
tuvieron— me dice y empieza a reírse.
—Claro, que te amaran— le respondo de forma sarcástica y miro hacia
arriba —Lo que pasa es que estas celosa, de que me quieran mas a mí que a
ti, lo cual puede que sea los más probable, pues como sabes yo soy un amor,
mira tú, en toda tu amargura, me amas— me dice y me queda viendo,
mientras caminamos, a lo que yo respondo, alzando una ceja y viendo el
camino —¿A ti quien te ha dicho que yo te amo?—.
Se ríe se detiene, me ala de la mano, me lleva haciaél, me suelta la mano
para agárrame con ambas de la cadera, me acerca aél, nuestro cuerpos quedan
juntos, frente a frente, me besa de forma intensa, una de sus manos sube a mi
mentón y lo sujeta con fuerza, se aleja, menos de un centímetro y me dice en
forma de susurro,viéndome de forma devoradora a los ojos, — ¿Acaso no
es así Lucia?—.
Yo no respondo, no sé qué decir solo lo veo, me hundo en sus ojos, en su
olor, en el sonido de su respiración, siento el pulso de sus dedos en mi
mentón y esto me vuelve loca —¿Tu lo haces?— le pregunto.
—¡Claro que lo hago!, ¡¿No se nota?! me desesperas, cada vez
que te veo, tengo ganas de besarte, devorarte, me encantas—.
Aunque no sé si eso es amor, me gusta como suena, no nos movemos de
donde estamos, seguimos en la misma posición, —¿Me vas responder?— me
vuelve a preguntar, una parte de mi le da vergüenza responder, siento que
esto puede hacer verme débil o frágil —Si— es loúnico que respondo y
bajo la mirada.
Elda un paso atrás, sonríe y dice —¿Acaso no te gusta amarme?—.
Pregunta —Sí, si me gusta— respondo subiendo la mirada, se acerca me
agarra la cintura y me eleva en el aire, mis pies no tocan el suele, me besa.
Seguimos caminando, llegamos a mi casa me deja, voy a la ventana y entro
por ella.
Al parecer mi madre está dormida…
Amanece, estoy en mi cuarto, lo cual odio, quiero quedarme conél, sigue
siendo fin de semana, así que pasare hoy todo el día con Thomas, le gusto o
no. Mi madre abre la puerta —Se puede saber,¡¿Dónde carajo estabas
anoche?!— me dice y esta roja, está realmente enojada, y la mejor forma de
evitar un castigo, es darle la razón en un cien por ciento.
—Madre, disculpauna amiga, la que te conté que salgoestaba muy mal,
tenía un fuerte dolor de estomago y vomito, solo quería acompañarla sus
padres me trajeron anoche a casa— le digotratando de sonar lo más sincera
y angustiada posible. No creo que me crea realmente todo —¡Espero que
sea así…!deberías invitarla a la casa— es todo lo que dice se da la vuelta y
se va.
Sé que no le importa con tal de que no pase tanto tiempo solo, que tenga
amigos, después de comer, salgo corriendo de casa, voy donde Thomas.
Llego ni se me ocurre tocar la puerta, solo entro, no lo veo en la sala así que
voy al cuarto y ahí está dormido, ya es más de medio día y el sigue dormido.
Es hora de levantarlo.
Lo beso en la mejilla, no se levanta, me acerco a su boca y lo vuelvo a
besar, abre los ojos y me ve. Me agarra me lanza con fuerza en la cama a su
lado, me ve y me dice —¿Qué haremos hoy? Yo realmente quiero salir, así
sea a caminar—. Así que se levanta se coloca la misma ropa que uso para ir
a dejarme a casa y salimos.
Vamos caminando juntos, de la mano a plena luz del día, no me importan
si me ven, me da igual, vamos sin rumbo sin camino alguno, cuando por la
cera del frente cruza un grupo de chicas que asiste a mi escuela, son en total
cinco me quedan viendo de forma extraña, siempre me ven de la misma
forma.
No es algo a lo que no este acostumbrada oque me interese, en algunas
ocasiones cuando paso escucho como murmuran de mí, por ahí he escuchado
que dicen que no soy normal o me llaman loca. Siguen caminando, hasta
donde las alcanzo a ver no dejan de verme y murmurar yo sigo adelante,
idiotas...

—¿Las conoces?— Pregunta Thomas —No, asisten a mi colegio, pero


no las conozco— lo cual es verdad cada palabra, nunca he hablado con
ninguna de ellas, no sé nada acerca de ella, solo su gran popularidad, la
verdad en el colegio solo intercambio palabras cuando es necesario o en
actividades grupales,¡Ah cierto! y Mario cuando se acerca, lo cual puede
producir envidia.
—Bueno si todas son así, tus ganas— lo cual me saca una sonrisa y
seguimos caminando, mientras lo hacemos veo a muchas personas que
conozco y otras que he visto pasar; aunque ninguno de los dosdiga nada, me
encanta estar haciendo esto, el simple hecho de estar conél me divierte, puede
que sea mi rutina preferida.
Ya hemos llegado lejos caminando —Es hora de regresar a casa— dice
Thomas sonriendo loveo y afirmo con la cabeza, sin nada más que decir,
simplemente retornamos, cuando llegamos a su casa los dos tenemos hambre,
—Te voy a cocinar Lucia, y te va a gustar tanto que querrás casarte conmigo
— al decir esto yo no puedo evitar sonreír, avanzamos a la cocina yo me
dirijo hacia su refrigeradora, al abrir esta vacía, no hay nada.
Nada, ni siquiera hielo —¿Como se supone que cocinaras, sin nada?—
pregunto, realmente esperando una respuesta. El solo sonríe, abro los
anaqueles de la cocina, uno por uno y todosestán en las mismas condiciones
de la refrigeradora.Me parece algo extraño para alguien que vive en una casa,
pero supongo que el comprara día a día su comida, además es hombre y vive
solo —Bueno, es verdad hay que ir a comprar por un par de cosas— me
dice sin dejar de sonreír y continua hablando —Ya vengo voy a compara—
antes de que dé el primer paso lo detengo.
—No, déjame ir a mí si tú vas a cocinar, yo comprare las cosas— le
digo dando un paso adelante y me alejo de los anaqueles, el continua a un
lado de la refrigeradora. —¿Segura? Yo no tengo problema con ir… —no lo
dejo terminar de hablar y lo interrumpo —Si segura, dime¿Qué necesitas? —
pregunto —Mmm… trae lo que quieras y veo que hago con lo que traes—
dice, a lo que solo respondo —Ok—. Sin preguntar nada más salgo de la
casa.
Voy a mercado que van mis padres; paso por los anaqueles, cojo cosas
que me gustan como: pasta, carne de chanco, tomates, perejil, ajo, cebollas,
entre otras cosas, antes de ir a pagar todo lo que llevo en el carrito de
compras, agarro un frasco de vidrio transparente con jugo de manzana. En la
caja esta una chica joven, laúnica de todas que no sonríe, callada.
Cuando llega turno de pagar, me ve y dice —Nunca te he visto por aquí—
y yo respondo, no sé realmente porque lo hago, no suelo responder a este
estilo de preguntas —No suelo venir— ella finge una sonrisa y pasa las
cosas, cuando me cobra vuelve a hablarme —Bueno, mucho gusto, que
tengas un buen día y buen provecho— yo solo salgo.
Aunque sea algo extraña, me ha agradado, voyrápidamente hacia la casa
de Thomas Llego, el está sentado en la cocina coloco las bolsas la comida
sobre la mesa y el empieza a cocinar y al verlo hacer todo esto, quiero
ayudarlo, cosa que nunca hago en casa.
Picamos juntos o bueno el se coloca atrás mío y me abraza mientras yo
hago lo másparecido a picar, ponemos a cocinar la carne, empieza a subir el
aroma de carne, ajo y cebollas en la cocina y me encanta esa combinación,
nos besamos nos abrazamos, nos tocamos, no sabía que cocinar podía llegar a
ser tan divertido.
Al final cuando ya terminamos de organizar, ponemos los platos vasos y
todo lo necesario sobre la mesa, esta sería la primera vez que comemos
juntos, es la primera pero no será laúltima, nos sentamos y empezamos a
comer. Después de el primer bocado, ninguno de los dos se puede aguantar
una carcajada, —Aunque huela bien y se veo espectacular, el sabor no es
muy agradable,¡esta salado!— digo entre risas —Si,pero es tragable, así que
más te vale que comastodo, además con el jugo de manzana será más fácil—
responde riendoy así lo hacemos, pues nada queda al final en nuestros
platos.
Después de arreglar todo, viene mi parte favorita, esta vez sobre la mesa
de su comedor; antes de que caiga la noche, decido ir a mi casa pues mi
madre no está del todo feliz conmigo, Thomas me acompaña una vez más,
quiero que hoy se quede de nuevo a dormir conmigo, no sé como pedírselo,
no quiero pasar de rogona, ni asfixiarlo pasando todo el día conél,¡Pero es
realmente eso lo que deseo!, pasar todo el día conél.
—¿Quieres hoy dormir en mi casa?— pregunto casi apretando los
dientes esperando una respuesta afirmativa,y que sea realmente lo queél
desea. —Esperaba que me invitaras, por supuesto que quiero — responde
sonriendo y mi corazón da un salto de emoción. Al llegar me dice —Nos
vemos en la ventana— y se aleja.
Entro a casa mi padre está sentado en la sala leyendo un libro, —
Lucia querida¿Como estas? Ven siéntate un rato conmigo— me dice, voy y
me siento a su lado, solo pienso en Thomas esperándome. —Bien padre,
¿tu?¿Dónde está mamá? — pregunto —Tu madre está en el dormitorio, por
favor pasa saludándola antes de dirigirte al tuyo, pues está molesta contigo,
deberías compartir más tiempo con ella— me dice casi que en suplica —
Tienes razón, lo hare— le digo y me levanto.
Antes de pasar por el dormitorio de mi padre paso por la cocina cogiendo
dos paquetes de galletas y dos frascos de leche, no veo a Laura por ninguna
parte, voy a mi dormitorio dejo todo encima de la cama, no me asomo por la
ventana y voy donde esta mi madre.
Al enterar la veo asomada por la ventana, y ruego en mi interior que no
vea a Thomas, pues desde su ventana si podría verlo, por favor que no lo vea,
tengo que alejarla de la ventana —¡Madre!— digo en voz demasiado alta.
—Lucia, por fin llegas— no está molesta, está muy serena se da la vuelta y
me queda viendo, esta con un vestido crema —Tu comida esta abajo por si
deseas comer, guardada ¿Quieres decirme algo o algo que contarme?— me
pregunta.
—No nada madre, venía a saludarte, a ver como estabas— respondo y
pienso en Thomas, lógicamente no lo ha visto, si lo hubierahecho estaría
gritándomey posiblemente dándole las quejas a mi padre; pienso que ya debo
presentárselo, pero no hoy —Madre la semana que viene te presentare a
alguien que quiero que conozcas, es nuevo aquí y nos llevamos muy bien—
le digo decidida.
—¡Qué alivio hija!,¡Creí que me mentías y realmente salíassola todos los
días!— dibuja una sonrisa en su cara —¡Por fin tienes amigos!, avísame
que díapara preparar algo bueno que comer,¿Almuerzo o cena?— pregunta
—Creo que almuerzo, podría ser… el jueves,¿Te parece bien? — digo. —
¡Claro!, estaré atenta y esperando — dice, no deja de sonreír. —Bueno voy
a leer y a dormir, te veo mañana— le digo me doy la vuelta y escucho
loúltimo que dice —Nos vemos mañana—.
Entro y cierro la puerta con seguro, abro la ventana para queél entre,
cuando me asomo lo encuentro sentado abrazando sus piernas y viendo hacia
arriba, al verme abrir la ventana sonríe. Entra al cuarto y respiro
tranquilidad, felicidad, amor...
Es perfecto, todo es perfecto, durante le semana, no hacemos más que
besarnos, abrazarnos, entrar y salir por la ventana, pero todas las noches
dormimos juntos, amo dormir a su lado, escuchar como respira, latir su
corazóny cada vez que sus labios pronuncian mi nombre, solo nos separamos
cuando trabaja, quiero que sea así el resto de mi vida y espero queél quiera
exactamente lo mismo, no hay nada que cambiaria hasta ahora, nada…
Thomas…
CAPITULO XIII: LO CONOCEN

Llega el miércoles, bajo el manzano, mientras leo, me acuerdo que


mañana presentare a Thomas a mis padres,¡Tienen que aceptarlo!, sobre
todo, mi padre por que trabajan en la misma empresa y como mi papá es muy
amigo de Miguel no quiero que esto perjudique a Thomas, aunque dudo
mucho que mi padre haga algo malo contraél.
Hoy mi madre me obligara a ir a una reunión con sus amigas, algo de un
estúpido té y galletas, le dije que no quería asistir pero dijo que era necesario
de que vaya y que además nunca pasamos juntas y tal vez algunas hijas de
sus amigas vaya y así podre conversar con alguien, como si no me
conociera… tendré que salir temprano a casa y tal vez no veaa Thomas,
aunque podríamos como se nos ha hecho rutina, dormir juntos.
Esta vez al llegar a casa, mi madre ha puesto sobre mi cama la ropa que
quiere que vista ese día, bueno… estamos empezando mal, pero para evitar
problemas me la pondré. Es un vestido crema, casi blanco el cual ayudara
mucho a resaltar mi palidez,¡Mierda! yplataforma color rosado chillón,¡Si!
realmente mi madre escogió esto.
—Lucia, querida, por favor colócate un poco de maquillaje,últimamente
lo estas usando— grita gentilmente desde debajo de las escaleras y continua
—Mañana cocinare algo agradable, no me olvidado de tu visita—. Al decir
esto me doy cuenta que es demasiado tarde para arrepentirme de haberle
contado de Thomas, aunque no le he dicho que es el.
Me coloco la ropa, zapatos, nunca entendí por que la gran mayoría de los
vestidos que me compra mi madre son estilo princesa. Avanzo al espejo para
maquillarme, esta vez coloco algo de sombras en mis ojos color bronce y lo
que rutinariamente me pongo, busco un labial según miánimo, pero no tengo
negro… esto me causa gracia y rio sola… coloco uno café, casi como el
bronce de mis sombras en mis labios.
Cuando termino me veo al espejo, me veo estúpida me limpio las
sombras, y coloco sombra blanca brillante, así está mejor, mi cabello, bueno
ya que lo tengo corto no podre hacer nada, me hago la raya a un lado, el
derecho, caen las ondas, estoy lista.
Salgo de mi dormitorio, solo estamos mi madre, Laura y yo en casa, bajo
las escaleras y digo en voz alta, —Estoy lista— escucho a mi madre mientras
se acerca desde la sala —Entonces vamos— ella está con un vestido
negro ajustado, zapatos de taco altos, un collar de perlas casi blancas en su
cuello no son redondas cada una tiene una forma y tamaño diferente, huele a
ella, un aroma de hiervas secas o algo así, realmente es atractiva, pero yo no
saque su cuerpo.
Salimos hay un coche rojo vino afuera esperándonos, nos vamos, después
de cómo veinte minutos llegamos a una gran casa, nunca he venido es
sencilla, pero grande,toda blanco con ventanales hechos solo de vidrio, tiene
tres piso y estoy casi segura que subterráneo, mis madres y sus amigas, esto
puede ser aburrido.
Nos bajamos, fuera del patio delantero el cual es corto con rejas altas,
negras, entramos caminando, ninguna dice nada, pasamos la puerta principal,
¡ Mierda!, esta casa está llena de personas, mujeres, esperaban que
sean pocas —Es un té para la caridad, va a ver una subasta al final, tu solo
quédate a mi lado— dice mi mama acercándose a mi casi como susurro.
Y hago exactamente todo lo que ella hace, dentro de la casa pasando una
gran puerta a la derecha hay un salón gigante todo blanco, el techo es alto,
está lleno de mesas y en el centro hay un pequeño de flores blancas, sillas
plateadas, elegantes, en las mesas manteles blancas con plata, al fondo del
salón un pequeño escenario, parece de madera oscura.
Mi madre escoge un mesa y se sienta, yo me siento a lado de ella, esta
mesa está llena de personas en total debemos ser como diez, parece que le
estaban guardando el puesto a mi madre. Y ellas empiezan a hablar.
Por suerte hasta ahora ninguna habla conmigo, estoy como me gusta estar
en la multitud, como un fantasma, a un lado mío esta una de las hijas de una
amiga de mi mamá, creo que se llama Charlotte o algo así, alguna vez
escuche que el padre era francés, tiene cabello negro, lacio, largo, es delgada,
alta, blanca, con facciones muy finas. Lleva un pantalón negro y una blusa
lila, tal vez tengo veinte años.
Veo que la mamá la cual está sentada al otro lado de ella le hace muecas,
y ella pone cara de negatividad, no sé qué quiere la mamá… ¡Mierda no
puedo ser!, me doy cuenta que la está obligando a hablar conmigo,¡Por favor
que se niega!, y si ella se niega, pero es la madre de ella quien empieza hablar
conmigo diciéndome —Lucia, realmente has crecido mucho, hace tiempo
que no podía hablar contigo, suelo a veces verte caminar en la calle, ¡Cada
día que pasa te parecesmas a tu mamá!— sonríe y agrega —Pero al parecer
el carácter que tenia tu padre, cuando era joven lo has heredado—.
Y parece que no piensa dejar de hablar —Me acuerdo cuandoéramos
jóvenes, sacarle una sonrisa a tu padre era realmente difícil, teníamos por
poco que obligarlo a salir con nosotros— dice y ríe. Realmente no me
importa, aunque no sabía que me parecía tanto a mi padre, el nunca me ha
dicho como era cuando era joven, tal vez algún día me cuente…

En estos momentos solo espero que papá acepte a Thomas,¡Es loúnico


que me importa! y continua hablando,¡¿Es que acaso ni piensa callarse?!
—Pero dime… ¿Cómo estas tu? Deberías salir algún día con Charlotte ella
tiene un gran grupo de amigos,¡Que por poco viven en casa!— vuelve a
reírse, Charlotte le lanza una mirada asesina, y cojo la oportunidad para
contestar —Realmente me gustaría, pero también estoy saliendo con unas
personas que estoy conociendo, tal vez podría ser en otra ocasión— termino
de hablar.
—Claro, cuando gustes— dice Charlotte, pero fue como si me escupiera
las palabras en la cara, no sé porque le desagrado tanto, pero se está haciendo
mutuo. Como si fuera poco ahora mi madre empieza a hablar. — ¡Eso sería
estupendo!, aunque mañana estaremos ocupada, Lucia llevara a una amistad a
la casa— dice mi madre, parece que lo hiciera con orgullo.
Sirven el té con pastel,¡Gracias!,¡Gracias!, eso hace que todos se callen de
una vez, a mi me sirven leche chocolatada y no me quejo prefiero esto, nos
dan pastel, no me gusta alabar, ¡Pero esta delicioso!,¡Realmente
espectacular!. Al terminar empieza la subasta, solo se dedican a sacar
artículos, la gente los compra y así por un largo rato.
De repente sacan un artículo que yo quiero,¡Lo quiero!,¡Lo tengo que
tenerlo!, es una pulsera de oro amarillo, en la que cuelgan manzanas, unas
diez manzanas, me gusta,¡Realmente me gusta!, veo a mi madre como
observa la subasta y como hasta ahora no ha comprado nada le digo en voz
baja —¡La quiero!, cómpramela,¡Por favor!— ella mueve la cabeza para
verme y me dice —¿En serio?—.
—Sí, claro,¿Puedes hacerlo?— pregunto, casi en suplica, tratando de no
ser insistente —Depende de cuánto cueste Lucia— me dice y finge una
sonrisa. Cuando dicen el valor, El cual es algo alto, pienso que nunca será
mía… Al final de la subasta tengo mi pulsera y¡Soy feliz!, mi madre me la
compro, es mía, no pienso sacármela.
Me levanto junto a mi madre para retirarnos, las amigas de ella se
despiden de mí, yo imito todo lo que hacen y nos vamos; estoy en mi
dormitorio. Espero en pijamas a Thomas, aun no le he dicho nada del
almuerzo de mañana, hoy tendré que decirle, lo veo acercarse abro la ventana
y el entra por ella, —Hermosa¿Cómo estás?— dice mientras se sacude el
pantalón el cual parece de tela deportiva o algo así, no sé de estas cosas y una
camiseta de algún equipo de algo es roja con negro, la cual dice MSN
FUTBOL.
Me ve, me besa, nos dormimos. Amanece —Thomas, Thomas— lo
levanto, es hora de decirle del almuerzo —Dime— responde alzando la
mirada y me observa —Hoy te presentare a mis padres a la hora de
almuerzo, espero que vengas— al escucharme decir eso, se sienta de un
brinco, no lleva camiseta, solo está en ropa interior.

—¡¿Por qué me avisas recién ahora?!, te voy a matar— me dice y no


puede abrir más los ojos, yo no puedo evitar reírme de el —Bueno, tienes que
venir a las 2:00 pm— le digo, se rasca los ojos y responde —Bueno, pero
estoy increíblemente nervioso— me queda viendo con una cara de
preocupación que me causa gracia, —Que pena— respondo, nos besamos y
se alista para irse, se despide, sale por la ventana en la que entro.
Es hora del almuerzo creo que falta media hora para que llegue,mi
corazón late a mil por hora, me he puesto unos pantalones negros anchos a la
cintura y por dentro una blusa blanca estrecha, mi mamá alista la mesa creo
que Laura la ayuda, mi padre llegara en cualquier momentoy Thomas
también, yo no hago más que estar parada en medio de la sala viendo por la
ventana en espera deél.
Siento el alma en el piso, estoy preocupada,¿Y si no lo aceptan?¿Y si esto
termina en una pelea?¿Y si me meto en problemas?¿O me prohíben verlo?,
eso no puede pasar… Late tan fuerte mi corazón que duele,¡Estoy tan
nerviosa que tengo nauseas!,¡Sudo!,¡No puedo parar de sudar!,¡Ya no falta
nada para que llegue!, nada...
Lo veo, acercarse caminando, está muy bien vestido, peinado y trae unas
anticuadas flores blancas. Antes de que el toque la puerta yo alcanzo a
abrirla, el me ve y trata de sonreír pero le sale mal, el también está nervioso,
tal vez igual que yo, entra y cierro la puerta detrás de el, nos paramos en la
entrada del comedor, esperando que mi mamá salga de la cocina, ninguno de
los dos dice nada, pues no es necesario.
Cuando mi madre sale, me queda viendo y pregunta —¿Lucia?¿Quién
llego? Escuche que la puerta cerrarse— a lo que respondo —Madreél es
Thomas, con el he estado saliendo—. Ella abre los ojos, como expresión de
asombro y vuelve a preguntar —¿Quién?—.
CAPITULO XIV: NO EXISTE

—¡El, madre!— respondo señalándolo —Lo conocí, hace un tiempo,


no tiene mucho viviendo en la cuidad —Termino de decir— viéndola directo
a los ojos, ella no hace nada más que verme con expresión de asombro.
Después de varios segundos empieza a caminar hacia mí de forma muy lenta
—Lucia, amor, querida,¿Qué te pasa?¿Estás bien?— ¡Me enojo! ¡Que
mierda le pasa!.
—¡Claro que estoy bien!— digo, con un tono de voz más alto de lo
normal y fastidio —¡¿Qué te pasa a ti?! ¡Te estoy presentando a alguien!—
termino de hablar, no le hemos prestado atención a Thomas en absoluto —
Lucia, a lado tuyo no hay nadie, solo estamos las dos en casa…— me dice
preocupada, su expresión es de angustia,¡¿A qué se refiere?! ¡¿Solo las dos?!
¡Aquí estamos con Thomas!
Me doy la vuelta para verlo,¡Llena de vergüenza por todo esto…! ¡No
hay nadie a mi lado…! ¡Nohay nadie…!, ¡¿DONDE ESTA EL?!, ¡¿DONDE
ESTA?!, ¡ESTABA AQUÍ A MI LADO!,¡NO!, ¡¿THOMAS DONDE
ESTAS?!, ¡SE ME DIFICULTA RESPIRAR!,¡¡THOMAS!!,¡¡MI
THOMAS!!, ¡No puede ser!,¡Cálmate Lucia!,¡Cálmate!, tiene que haber una
explicación llena de estúpida lógica, todo está bien,¡El debe estar por ahí!.
¡¡NO HAY NADIE AQUÍ!!, solo mi madre y yo, pero el si existe,¡El si
existe!.
Dejo de buscarlo desesperadamente, y giro para observar a mi madre, esta
parada sin moverse en medio camino del comedor, con la boca ligeramente
abierta, con las manos en signo de pregunta, ojos algo desorbitados,¡Con un
estúpido vestido color vino y tacos negros!, trata de hablarme pero no puede
pronunciar palabra alguna.¡Ya se! — ¡Pregúntale a mi padre…! ¡EL
TRABAJA CON MI PADRE!, ¡O A LAURA ELLA LO HA VISTO
LAURA LO HA VISTO CUANDO ME EL ACOMPAÑA, ELLA SABE!—
¡NO PUEDO EVITAR ALZAR LA VOZ Y HABLAR DE FORMA
DESESPERADA!, ¡QUIERO A THOMAS!,¡LO NECESITO!, ¡Cálmate
Lucia!,¡Cálmate…!mi madre empieza a llorar cuando termino de hablar,¡¿Por
qué mierda llora?!, ¡¿POR QUE LLORA?! Veo como se tapa los ojos…
¡Esto es un desastre, quiero desaparecer…!
Ninguna se ha movido del lugar donde esta, ella sigue llorando, y yo no
hago nada más que verla,no puedo moverme, ni siquiera pensar, ¡Me va a
explotar de dolor la cabeza!, deben haber pasado dos minutos… cuando me
ve y dice —Lucia hija— entre sollozos —Aquí no hay nadie, solo estamos
tu y yo, tu sabes querida que tu padre murió cuando tenias seis años y Laura
se fue por que ya no podíamos pagarle— me ve con cara de pena y mi
mundo se cae...
Me duele el pecho y me pierdo, me pierdo,¿Dónde mierda estoy?¿Por qué
no puedo moverme? Todo se nubla a mi alrededor,¿Mi padre está muerto? lo
extraño tanto,¿Laura no está? No, ella se fue hace mucho. Solo estamos y
hemos estado mi madre y yo habitando esta casa,¿Thomas?¿El jamás existió?
Nada de esto puede ser real, algo está mal ellos, si están, yo los he visto a
diario… mi madre se acerca para abrazarme, sin darme cuenta, sin pensarlo,
la aparto, ella me queda viendo y empieza hablar —Lucia, tranquila— no
sé cómo esta mi cara, ni que expresión tengo —Tenemos que hablar—.
—¡HABLAR YO NO QUIERO HABLAR CON NADIE!— grito —
¡LUCIA TRANQUILA!, tu padre no está, eso ya lo sabías, fuimos al funeral,
recuerda,¡RECUERDA!—. responde ella tratando de calmarse y hacer lo
mismo conmigo, —¡Miguel nos invito a la cena del trabajo, y fuimos con
papá,¿recuerdas?! — yo insisto tratando de que se acuerde. —No, no Lucia
solo fuimos las dos, vamos todos los años hija—.
—¡NO!— grito y empiezo a llorar, un llanto incontrolable,¡Necesito a
Thomas!, no es real,¡No es posible!, no aguanto más mi propio peso… y
caigo al suelo, apoyándome con las manos —Lucia cálmate, por favor, trata
de recordar, creí que era normal cuando eras pequeña tuvieras amigo que
imaginarios, te acuerdas de Cecilia, me hablaste de ella hasta los ocho o
nueveaños—.
Me acuerdo de Cecilia, me acuerdo que estuvo hasta los quince años
conmigo de ahí se fue… deje de hablar de ella porque mi madre no le
prestaba atención, no respondía y se fastidiaba, no porque haya desparecido,
me duele la cabeza, mi madre no deja de verme como bicho raro.
Recuerdo… y recuerdoTODO,¡TODO!, recuerdo el funeral de mi padre a
los seis años, como yo lloraba, recuerdo cuando Laura se marcho de casa,
empiezo a recordar nadie saluda nunca a Thomas cuando estoy conél… o la
forma extraña como me ven las personas… no puedo más, es
demasiado… me recuesto en el suelo y veo al vacio frente de mi, que
estúpida que soy…
Mi madre se sienta junto a mí, me abraza y yo no le prestó atención, no sé
qué decir, no quiero pensar, todo se viene abajo, toda mi vida.¿Cuando fue
que empecé a ver a mi padre de nuevo?, no recuerdo, vamos Lucia, recuerda,
fue cuando se fue Cecilia a los quince años, volví a ver a mi padre o eso creía
yo, también regreso Laura.
Aunque Cecilia tampoco existió,¿Cuando empecé a ver a Cecilia?,
cuando murió mi padre, cuando alguien se va regresaotro, mi vida es una
mierda, si es que es vida¿Que mas no ha existido?¿Que mas es producto de
mi cabeza?. Mi madre se aparta un poco y me dice —Lucia tranquila todo
estará bien, todo tiene arreglo, llamare a algún doctor para que te vea, sacare
una cita de emergencia y todo se arreglara, hija, te amo—.
Yo sigo sin responder, sin saber que hacer, solo la veo y la escucho, no
hay expresión alguna en mi cara, mi madre se levanta y me ayuda a levantar,
me sienta en una de las sillas del comedor, trata de limpiarse las lagrimas de
la cara, pero le tiemblan levemente las manos, veo que entra a la cocina, y
después de un rato sale con un plato de sopa, no sé que es parece una crema
de algo, no me importa un carajo.
Veo el plato sin saber realmente que debo hacer conél —Come Lucia—
me dice mi madre casi que una súplica, yo no hago más que ver el plato,
entonces ella intenta darme de comer, me niego, tan estúpida e inútil no
puedo ser, cojo la cuchara como puedo y hago mi mayor esfuerzo. No como
más de la mitad del plato, no puedo comer más...
De mis ojos no sale nada, no puedo expresar nada, estoy perdida… mi
madre retira el plato, me ayuda a levantarme me lleva a mi dormitorio, me
acuesta en la cama, me saca los zapatos, se acuesta a mi lado, me acaricia la
cabeza y hago mi mayor esfuerzo por dormir, hasta que lo consigo necesito
poder olvidar todo, extraño a Thomas, extraño a mi padre.
Es de noche,estoy sola en mi cuarto, así que aprovecho, salgo de la
ventana para que mi madre no me vea, no estoy segura de lo que hago, mi
cerebro está dormido, mi cuerpo camina por impulso, inercia, me dirijo sin
saber porque a la casa de Thomas, cada vez camino más rápido, a dos cuadras
de distancia, corro, empiezo a correr,¡Thomas!,¡¿Dónde estás?!,¡Tienes que
estar en casa!.
Al llegar entro sin pensar, todo está oscuro, corro al dormitorio no hay
nada esta vacio, —¡THOMAS!¡THOMAS!—¡Grito desesperadamente!, tan
alto que me quedo sin voz al segundo grito. No hay respuesta alguna, la casa
esta oscura ni siquiera he prendido las luces, aquí no vive nadie y nunca lo
han hecho.
El piso esta tan sucio, que casi no se ve, lleno de polvo, aunque los
muebles están en sus lugares, ninguno tiene rastro de que alguien los use a
menudo, más que yo en mi locura, aunque este oscuro, puedo ver a ligera luz
las cosas,¿Como puede ser posible?, no entiendo, es tan deprimente..¿Cómo
puede que aquí no haya nadie?,¿Que nunca hubo nadie?,¿Que paso con lo
que he vivido?, solo me limito a ver a mi alrededor, doy vueltas como una
gran idiota, sin tocar nada.
Tengo que irme de aquí, el dolor en el pecho es tan grande, he perdido a
lo que más me he aferrado en la vida, y no precisamente como las personas
normalmente pierden a sus seres queridos, es tan inexplicable, puede que sea
más doloroso, pues lo que más he amado no existió nunca… ¡Como carajos
le explico eso a mis sentimientos!, como¡Carajos le explico eso a mi vida!
Al llegar a casa y entrar por la ventana, salgo de mi cuarto hasta el
pasillo, escucho la voz de ella desde su dormitorio, no quiero pensar en nada,
quiero vaciar mi cabeza de todo pensamiento, me asomo por la puerta, sin
que me vea, para poder escuchar a mi madre —Necesito de forma urgente
una cita con el doctor por favor ¿Cuándo es la cita más cercana?— está
hablando por teléfono.
—Sí, está bien, entonces pasado mañana, si esa hora esta perfecta, ahí
estaremos, muchísimas gracias— escucho como cuelga el teléfono y la duda
me abarca, entro a su dormitorio, —¿Con quién hablabas?— Le pregunto.
—¡Ah me asustaste!, con el doctor— me responde y vuelvo a preguntar —
¿Qué doctor?—.
—Con el…— hace una pausa, ve al piso, me vuelve a verme, lo está
pensando antes de decírmelo. —Con el psiquíatra querida, pero tú no te
preocupes por nada— ¡Como se supone que yo no me preocupe!, ¡Si soy yo
la maldita loca en esta casa!, me enojo, pero hago todo por no expresarlo,
pues no estoy en posición de expresar nada en este momento.
Amanece, no he pasado más que durmiendo, y comiendo lo poco que mi
madre me obliga, he pasada en cama o asomada en la ventana, no he salido
para nada de la casa y aunque trato de no pensar en nada, el recuerdo de
Thomas llena e invade mis pensamientos,¡Como no puede existir!, ¡Lo
toque!,¡Lo sentí!,¡Lo olí!, lo ame… ¿Cómo puede ser posible que no exista?
¿Cómo puede esto estar pasando? no lo entiendo.
Habrá existido Camila, abre matado a alguien o también fue mi
imaginación, solo falta que eso si sea real y me joda aun mas, probablemente
no sea real, eso espero. Solo veo el techo desde mi cama ni siquiera he leído
y en este momento no me importa.
¿Desde cuándo estoy así?¿Cuando seré feliz, realmente, feliz? Nunca,
nuca pasara algo así. Hoy tengo cita con el psiquiatra, no estoy de humor para
que me digan que estoy loca, he vivido en pijamasúltimamente y para ser
sincera no me he bañado, sé que mi olor no es agradable, tampoco me
interesa que la agrade a nadie.
Mi madre insiste que me bañe y cambie de ropa para ir al médico, no
tengo más opciones, me vestiría de negro pero después ella me obligaría a
cambiarme de ropa, tomo un baño, voy de ahí directo al armario, cojo la
primera prenda que veo, uso pantalones de blue jeans, una camiseta blanca y
zapatillas cerradas negras, mi pelo es un desastre y así se va a quedar...
Salimos de la casa mi madre conduce hasta el medico, yo solo apoyo mi
frente en el vidrio de la ventana, veo al calle, espero que el viaje sea eterno
pues no quiero llegar nunca. Como mis deseos no se hacen realidad, al
parecer la vida me odia, llegamos, al bajarme, entro a una especie de casa con
techo rojo paredes blancas y pequeñas ventanas, solo un gato podría pasar por
ellas.
Es de dos pisos, no muy grande, no hay patios, al entrar hay una
secretaria, en medio de la sala, la cual no es muy grande, solo está el
escritorio de ella nada más, —Buenos días¿Con que doctor tiene cita hoy?
— mientras ella le pregunta a mi madre veo que hay como cuatro o cinco
puertas de madera, arriba de cada puerta hay un pequeño letrero, la puerta de
la pared de adelante dice:Área Psicología, la de mi izquierda:Área de
Nutrición, hay dos puertas a mi derecha:Área de Psiquiatría, es ahí donde
voy, por ultimoÁrea de Hospitalización.
Donde realmente no espero ir. —Tenemos una cita— dice mi madre y
baja un poco el tono de voz —Con el Psiquiatra— como para que nadie
escuche,¡Al parecer no se ha dado cuenta que en toda la sala solo estamos
ella, la secretaria y yo!. Y dicen quesoy yo la que imagina personas…
válgame.
—A muy bien, por favor el doctor la espera, puede ingresar— sonríe, sin
decir nada mas, al parecer a ella no le importa un comino a donde vayamos
nosotras; pasamos la puerta delárea de Psiquiatría, hay dos puertas más
adentro, mi madre se dirige a una que tiene escrito: Dr. En Psiquiatría Tobías
Mitch, al entrar por esta hay un señor como de unos cincuenta años, sentado
detrás de un escritorio pelo corto grisáceo, bien vestido con pantalones y
camisa llana celeste, sin corbata, ojos azules, con una cara amigable, el cual
sonríe al vernos, lastimosamente yo no estoy feliz de verloaél.
El consultorio es bastante grande, en medio hay un mueble cómodo, café,
normal y a lado de ese la silla o cama del mismo tono para que los locos
cuentes sus sueños, como tiene una vida de mierda, de ahí unos estantes con
libros una alfombra café y eso es todo —Hola tú debes ser Lucia, tomen
asiento— mi madre y yo nos sentamos del otro lado de escritorio y ellos
empiezan a hablar yo hago de todo para no escucharlos.
Escucho partes de cómo mi madre cuenta todo lo que sucedió, cuando
disque yo lleve para que conozca a Thomas, la muerte de mi padre, de
Cecilia, Laura, lo sola que paso y como suele ser mi rutina diaria. Cuando
terminan de hablar lo básico y necesario,él le pide a mi madre que se retire,
cuando solo quedamos los dos en el consultorio y yo no hago nada más que
verme las uñas, de las manos las cuales descansan en mis muslos,el me pide
que por favor me ponga cómoda en la silla cama o como mierda se llame.
Empieza todo… —Lucia ya sabes cómoes esto, cuéntamelo todo, todo
lo que has visto, sentido, pensado, todo lo que hayas vivido, recuerda que no
se lo voy a contar a nadie, lo que me digas hoy muere aquí, loúnico que le
daré a tu madre es tu diagnostico dependiendo el cuadro que hayas tenido,
queremos ayudarte, no perjudicarte para eso estamos aquí el díade hoy, no
tengas miedo ni vergüenza, vamos.. ¿Qué dices— yo no abro la boca solo
afirmo con la cabeza.
Y pienso que hacerle caso es lo mejor, ya no tengo absolutamente nada
que perder, empieza mi historia, cuento todo, bueno todo lo que yo creía que
era real, mi historia, solo mía, la que para nadie más nunca existió. Loúnico
que omito es la muerte de Camila la cual realmente no tiene nada de
importancia para mi, haya existido o no me da igual, después de todo ya está
muerta de una forma u otra, para el Psicólogosimplemente nunca existió.
Al terminar el se levanta me despide con la mano y me informa que
nuestra próxima cita será en dos días, que mas tarde hablara con mi madre,
pero no le dirá nada de lo que le he dicho, yo me limito a afirmar de nuevo
con la cabeza, sin expresión alguna en mi cara y salir.
Mi madre está sentada afuera leyendo una revista al verme se levanta y
salimos juntas, vamos a casa…
Al llegar realmente no quiero hablar más —Lucia cuéntame¿Qué tal te
fue?— me pregunta ella, no quiero ser grosera, pero no es momento, estoy
deprimida, recordar todo solo dolió y ayudo a no querer contarlo de nuevo a
nadie más, peor decir que tal me fue, sentir que nada en mi vida tiene sentido,
no sé si algún día lo tenga —Madre ahora no por favor, por hoy
fue suficiente — la veo y ella asiente —Vamos a comer— al decirme eso
yo solo la sigo.
Se supone que hoy hablara el Psicólogo con mi madre, no sé a qué hora
ella lo ira a ver, supongo que en cualquier momento, ya hemos almorzado y
todo. Escucho la puerta, quien viene a vernos, espero que sea alguien que si
existe así que mejor espero que mi madre salga de la sala y abra la puerta, al
hacerlo desde la parte superior de la escalera, veo que esél, el doctor vino a la
casa,¡¿El vino?! No sabía que supiera donde vivimos, me escondo para que
no me vean y de manera que pueda escucharlos, si el vino hasta acá ¡Es por
qué yo debo estar demente!
CAPITULO XV: REALIDAD

Se sientan en la sala y escucho que el empieza a hablar —Rebecca vine a


darte el diagnostico presuntivo de tu hija, pues necesito más de una sesión
para llegar a un diagnostico final, pero creo que este se acerca en un noventa
porciento tal vez.—¡Mierda realmente no estoy segura de querer escuchar
esto!, no lo sé, pero igual mi cuerpo no me permite moverme del sitio en
donde estoy —Dime Mitch— responde mi madre.
—Bueno veras— al escuchar que empieza a hablar de nuevo, no puedo
evitar ponerme nerviosa, empiezo a sudar, me duele el pecho, me cuesta
respirar y sigue hablando —Al parecer y como se ve lógicamente, estamos
frente a un cuadro de esquizofrenia, psicosismuy compleja, debido a que
abarca tanto visual, auditiva y otros sentidos como el olfatorio, etc. No es
algo reciente, aunque se ve normalmente en edades de quince a treinta, ella
empezó mucho antes, desde la muerte de su padre, y te ha visto a ti como una
especie mala madre o algo similar, al parecer cuando era pequeña de alguna
forma te culpo, y toda su vida la reflejo en Thomas—
No deja de hablar —Pues me conto su historia, como si fuera la deél,
cuando alguien se va de su vida aparece otra persona, normalmente esto no
suele durar mucho pero en ella ha durado más de lo usual, es usual aquí que
haya aislamiento, depresión a veces puede ser difícil. Ella presenta falta de
interés,y realmente tiene una sintomatología muy florida y larga, hasta en
cada detalle que realmente no parece importante, lo es, pues es un signo.Tal
vez podría también haber algún trastorno obsesivo o compulsivo, pero de eso
no estoy seguro aun.—
—¿Qué pretende hacer Mitch?— pregunta mi madre, cada vez mi
mundo está peor. —Yo creo que lo mejor en este caso seria internarla unos
días, tal vez un mes para el tratamiento, como te he dicho el caso de ella es
bastante complejo— dice el doctor y no, ¡No quiero por favor no!,¡Quiero
llorar!,¡No quiero que me encierren como una loca!.
—¡No!, no Mitch ,no la voy a encerrar es mi hija, no puedo hacerle eso,
realmente no creo que eso la ayude a mejorar, será mejor un tratamiento en
casa, las consultas y todo lo que haya que hacer,¡Pero no encerrada!— dice
mi madre y me regresa el alma al cuerpo, gracias madre, gracias. —Bueno tu
eres la representante legal, es tu decisión, entonces así se hará, ya me tengo
que retirar Rebecca solo venia a eso.—
—Gracias Mitch, te acompaño a la puerta, nos vemos mañana en la cita—
es loúltimo que se dicen yél se va. Escucho como mi mamá se sienta en la
sala y empieza a llorar, no puedo seguir escuchando esto, así que mejor me
voy a mi cuarto e intento dormir para no pensar en nada, para sentir que nada
de esto pasa, que nada de esto existe, dormir es laúnica manera de escapar de
mi realidad, evitar estar conmigo misma…
Mi madre a comenzado a querer que me asocie con personas reales que
salga, en otras palabras que cambie mi estilo de vida, entre las citas en el
loquero, mi madre sacándome con sus amigas y yo odiando todo esto, casi no
me queda tiempo para pensar en Thomas, pero cuando lo hago,duele y lo
extraño, daría todo porque sea real.
No falta nada para iniciar claseshan organizado las personas el colegio
una estúpida convivenciay como es lógico me van a obligan a ir, yo nunca he
hablado con ninguno de ellos mas allá de lo necesario, no quiero ir, no son
amigos míos. La convivencia es hoy, me limito a ir a mi dormitorio coger un
vestido que ya me había puesto para Thomas, uno rojo y zapatos de
plataforma negros, los cuales los escogió mi madre.
Ella viene me maquilla, mi cabello debido a que es corto, me lo cepilla
despacio, se coloca frente de mi, sujeta mis hombros, me ve a los ojos —
Lucia, estas hermosa, vamos a dejarte— me dice y al terminar, vamos al
coche y nos alejamos de casa.
Llegamos al salón del colegio, ella me deja en la entrada, se aleja de
nuevo, dijo que me pasaría viendo pronto, al entrar todo el salón está repleto
de profesores y alumnos de secundaria, me limito a buscar una silla en una
mesa solitariapara quedarme en ella hasta que vengan por mí.
Solo veo como la gente habla, algunos bailan, hay música pero baja, otros
comen, de repente alguien se sienta en la mesa a mi lado derecho, no lo veo
pues mi mirada está del lado opuesto, no es necesario verlo para saber quien,
pues laúnica persona que se sentaría a mi lado es Mario, nadie más, por lo
menos el si existe, no entiendo cómo le puedo gustar, bueno tal vez si se
entera lo loca que estoy se aleje de mi.
—Lucia, te ves muy bien— cuando el empieza hablar, noto que muchas
personas me quedan viendo, pues a muchas mujeres eso no les agrada nada,
doy vuelta y lo veo —Hola Mario, tu también— le digo, aunque ni me he
fijado como va vestido, lleva un terno gris claro —Es bueno verte por aquí,
tu no sueles acudir a este tipo de cosas,¿Cómo está tu… Thomas?— Me
pregunta, a lo que respondo de la forma más sincera posible.
—No está, se acabo, al parecerélno era quien yo creía, el realmente no
existía, tu sabes…— no el no sabe —¡Ah!,¡Me alegra que te dieras cuenta
que no era quien pretendía ser!, a veces las personas son así — me dice en
forma de consuelo al parecer no entendió el no existía, bueno yo sabía que no
lo iba a entender. –Sí, supongo que así es la vida— digo sin importancia
alguna y aparto la mirada deél, para seguir viendo a las personas que están a
mí alrededor como conviven.
El no dice nada por un rato, veo como muchas mujeres me ven con cara
de fastidio, como si yo fuera culpable de el acoso constante de Mario, el
realmente no me importa, por mi pueden devorarlo —Lucia, recuerda que si
algún díanecesitas algo, aquí voy a estar— al decirme eso pienso en mi
madre y el Psicólogo,¡No quiero que anden preocupados por mí!.
Me doy la vuelta lo quedo viendo de nuevo y respondo —Ok, Mario, lo
tendré en cuenta— cuando termino de hablar el pone su mano en mi hombro.
Solo lo veo; cuando un grupo de idiotas de mi colegio se sientan en la mesa,
su grupo suele ser normalmente de cinco, pero se han sentado solo tres, creo
que es hora de pararme y cambiarme de mesa.
—Lucia— dice una de ellas la más alta, cabello castaño claro, ojos
oscuros, bastante atractiva. —¿Cómo estás?— Dice otra, al parecer se han
puesto de acuerdo para terminar una la frase de la otra, se ven estúpidas, esta
si es fea, no sé cómo dejaron que entre al grupo de ridículas, tiene un cuerpo
estúpido sin forma alguna, un rostro tosco, cabello oscuro, casi negro igual
que sus ojos, tan pálida su piel como la mía y como si fuera poco una voz
muy masculina, se ve increíblemente ridícula en vestido. Al escucharlas solo
me limito a ver Mario que al parecer está molesto, mientras para variar a mí
me importa un carajo.
—¿Qué quieres Martha?— Dice el, dirigiéndose a la que me hablo
primero —Nada Mario, solo saludar a Lucia, tranquilo— dice dibujando en
su cara una sonrisa falsa, de esas que cuando las vez sabes que lo que viene
no es bueno, y continua hablando —Escuche por ahí que estas yendoal
Psiquiatra,óseaque estas… LOCA— acentuando la palabra loca, y lo dice
lentamente,¡Yo sé que soy una maldita demente!,¡Pero solo yo puedo decir la
mierda que se me dé la gana de mi!.
Cuando termina de hablar algo en mi se enciende,¡La odio! ¡¿Que mierda
le pasa?! ¡¿Quién mierda se cree?! Me levanto suavemente sin dejar de verla
a los ojos, con una mirada asesina, apoyo mis dedos en la mesa, mi cuerpo se
inclina endirección a ella, en mi rostro hay una sonrisa, aunque no la vea, se
que hasta a mi me asustaría.
Se me sale una carcajada, corta, me causa gracia ver su cara de asustada,
tratando de disimular, una carcajada no muy amistosa, no muy agradable, la
sonrisa en mi cada vez se hace más grande y digo casi en susurro, pero para
que todos en la mesa me puedan escuchar —¿Tu sabes… lo que una loca es
capaz de hacer?— y suena espeluznante, ella se apoya en el respaldar de su
silla y su sonrisa se borra de su estúpida cara.
No me muevo de donde estoy, la quedo viendo, sonriendoy con ganas de
lanzármele encima, como un tigre, ya mate a alguien una vez real o no lo
hice… podría hacerlo de nuevo, solo hace falta que me estimulen lo
suficiente; me pongo recta, con el rabo del ojo veo que Mario tiene cara de
sorpresa, no deja de verme, me limito a empezar a caminar, alejarme de ellos,
sin ver atrás. Mejor iré caminando a casa.
No sé si realmente caminar a casa fue buena idea, al pasar por la casa de
Thomas no puedo evitar parame en la puerta, sostengo el cerrojo con mi
mano derecha y me la quedo viendo como un minuto, pensando,
peleandoconmigo misma, una parte de mi dice¡¿Qué haces?! ¡Aquí no hay
nadie!,¡Lo sabes!, y la otra se imagina entrar, verlo ahí parado esperando a
que yo llegue, para volver a vivir como antes. Pero no, no puedo girar el
cerrojo, no puedo, iré no mas a casa, después de todo esto no es más que una
casa abandonada.
Al cruzar la puerta mi madre me ve y me invade de preguntas, solo me
limite a decirle que me empezó a dolor el estomago, cosa que dudo
muchísimo me crea, después de todo no es boba, sabe lo que está pasando…
Parece que esta va a ser mi vida de ahora en adelante, si no me voy de
este lugar voy a tener que casarme con una biblioteca, pasando el resto de mi
vida pensando si lo que vivo día a día es real o solo producto de lo que quiero
que sea mi vida, en estos momento no quiero amigos, no quiero tener cosas,
solo quiero no imaginármelas, aunque sea loúnico que me haya hecho feliz
alguna vez.
Solo falta un año para acabar el colegio, hasta tanto tendré que aguantar,
la ventana es loúnico que me queda, pues no quiero salir de casa al manzano,
no quiero encontrarme con nadie en ningún lado.
Odio mi vida,¡Odio la vida que tengo!,¡Odio la Realidad!
CAPITULO XVI: MI MUNDO

Entre ir a clases, el psicólogo, mi madre, creo que ya no puedo más, se


me está haciendo muy difícil vivir, loúnico bueno es que parece que ahora la
gente me teme por lo que le dije a Martha, así que nadie se me acerca, Mario
me ve y solo se limita a saludarme nada mas, así que nadie tiene por qué
odiarme.
¡Estoy harta de extrañar a Thomas!,¡Harta lo necesito aquí conmigo!, para
superara este año, el Psicólogo ha querido darme fármacos, pero lógicamente
no los tomo, solo al comienzo me toco tomarlos, me sentía bruta, dormida,
ida, no podía pensar por mí misma, cuando ellos confiaron que me los
tomaría, empecé a botarlos.
No puedo vivir drogada,¡No puedo vivir así!, realmente extraño a papá y
Laura,nunca creí que podría extrañarlostodo era mejor cuando vivía como yo
quería, como yo creía que era lo mejor para mí, porque tiene que venir otra
persona a decirte como tienes que vivir tu vida, a decirte que estás loca, y que
eso no es normal, tal vez así tenían que ser las cosas.
Tal vez los que están mal son ellos, no yo,¡Deberían ellos tomar sus
estúpidas pastillas!, tal vez… tal vez, realmente no se qué hacer, pero algo
tengo que hacer, hace tiempo que no hablo con nadie más que los de siempre,
por lo menos antes hacia mas actividades que ahora, loúnico que hago
diferente es a veces escuchar llorara a mi madre.
Es hora de ir al manzano, de salir de nuevo de vivir MI vida. —¿Lucia
dónde vas?— Dice mi madre cuando me ve en la puerta, lista para salir
—Voy a caminar un rato— respondo y giro a verla, ella está saliendo justo de
la cocina, mierda no tengo idea qué hora es pero parece es hora del almuerzo
—Lucia. Pero, estas en pijamas y es hora de comer— dice algo preocupada
e insegura, al verme me doy cuenta de que tiene razón.
—¡Ah que bruta!, cierto— avanzo al comedor en pijamas y la ayudo a
colocar las cosas en la mesa, comemos, durante la comida ella me cuenta de
una reunión que tuvo con sus amigas de la cual me pude escapar, con la
escusa de las tareas para el colegio, yo solo la escucho y lanzo comentarios
cortos, lo más coherentes posibles para evitar que ella se preocupe.
Al acabar subo a mi dormitorio, me alisto para salir. Bajo el manzano, sin
ningún libro, sin nada, me siento, pues no he venido a, leer vine a realizar mi
nuevo pasatiempo, pensar, por ende sufrir, cuando empieza a dolerme la
cabeza me asomo al rio, no veo nada, por lo menos tenia le ilusión de que
algo sea cierto, pero no...
Creo que hoy iré a casa de Thomas a pasar un rato, se que suena mal,
pero solo iré a recordar, nada más. Al llegar espero que la puerta siga abierta
para variar, entro, aquí realmente está un poco sucio, con luz puedo ver
mejor, en la cocina por dentro esta todo vacio, como la primera vez que los
abrí.
Nadie está aquí, me siento sola, es muy agradable, la cama esta donde
siempre, los recuerdos invaden mi cabeza, al recordar sus besos, sus manos,
su olor, mi cuerpo se eriza, me estremezco.
Me acuestoesperando encontrar algo deél, sabiendo que es inútil y me
quedo dormida en el intento. Tiene que haber pasado por lo menos un par de
horasme levanto, he soñado conél, en este lugar; cuando escucho un ruido,
alguien se acerca al dormitorio… ¡Mierda!si alguien me ve aquí voy a estar
en problemas,¡Si es mi madre me van a encerrar en el loquero!, si es otra
persona no se que podría pasar.
No hay donde esconderse en este lugar, empiezo a ponerme nerviosa,
cuando veo, justo en la entrada de la puerta a Thomas…
Alverlo tiemblo, de mis ojos escapan lagrimas,¡Lo amo!, hace meses que
no lo veo,¡No quiero perderlo nunca más!,¡Nunca más!, ¡No puedo vivir
sinél!, ¡¿Cómo es posible que este aquí?!¡¿Acaso a regresado a mi?! Nocreo
que este bien decirle queél no existe para los demás, ¡Pero para mí es lo más
real que me ha pasado en la vida!.
No puedo moverme de donde estoy, el se acerca y se lanza sobreél, me
abraza, lo huelo —¡Realmente te extrañaba!— le digo y veo como su
hombro se le empieza a mojar de mis lagrimas. —Te dije que no te dejaría ir
tan fácilmente— responde el, se aleja para verme a los ojos y me besa, ¡En
este momento no puedo ser más feliz!.
Ni siquiera sé que ropa tiene, creo que una camiseta celeste o algo así,
solo me importa no alejarme deél,¡No puedo dejar de besarlo y abrazarlo!,
¡Temo que si lo suelto se vuelva a ir!y podría no regresar jamás… esto es
algo a lo que no me puedo arriesgar, hacemos revivir de nuevo todo lo que
pasaba esas noches en su cama.
Mi madre debe estar realmente preocupada, ya va a anochecer y no he ido
en todo el día casa, Thomas se acueste a mi lado, no hace nada más que
verme —Thomas, vamos a mi casa, duerme conmigo— le digo sin
preguntar, solo le digo —Claro hermosa, vamos—.
Caminamos juntos como antes de la mano, al llegar, el sabe que debe
entrar por la ventana, Al entrar mi madre me espera sentada en la sala esta
con el Psiquiatra, que suerte la mía. —Laura, el doctor Mitch quería hablar
contigo— dice mi madre y no me queda más que sentarme en la sala con
ellos. —Es como siempre una visita corta, solo quería venir a felicitarte por
la mejoría y tu esfuerzo querida, todo al final saldrá bien y serás una mujer
feliz, con esposo e hijos, ya lo veras— al escucharlo por dentro me rio de la
estupidez que está hablando,¡Si claro cómo no!.
—Muchas gracias doctor, en serio— que buena mentira que le digo,
acudiré a sus visitas hasta que sea necesario, ojala no por siempre.
—Bueno, dicho esto me retiro— sonríe con una cara un poco paternal, se
levanta mi madre lo imita paraacompañarlo a la puerta, se va, yo
aprovechosubo rápidamentea mi cuarto, abro la ventana,¡Lo busco
desesperadamente!, no lo veo,¡¿Dónde estas Thomas?! Empiezo a
preocuparme,¡No otra vez por favor!,¡Tiene que estar aquí!, cuando estoy a
punto de bajar a buscarlo, Se asoma y regresa la tranquilidad a mi cuerpo...
Entra por la ventana y dice —Lucia, vi a alguien salir de tu casa, un
hombre mayor— a lo que solo respondo —Es amigo de la familia, nadie que
realmente importe, al parecer vendrá de vez en cuando.— y vuelvo a pasar
una noche más a su lado. Todo en mi mundo regresa a su orden.
Al levantarmeen la mañana, mi puerta suena. Sin esperar a que yo
responda entra Laura, solo me limito a verla. Ella recoge la ropa sucia del
dormitorio,no le presta atención a Thomas, me ve,sonríe y sale sin decir nada,
salgo corriendo y la veo bajar por las escaleras. Cuando regreso levanto a
Thomas con un beso en la boca, me alejo y le digo —¡Vamos!, salgamosde
aquí, es un hermoso día, vamos a leer juntos al manzano¿Qué dices?— es fin
de semana quiero salir conél.
—Claro hermosa, vamos— con los ojos entrecerrados. Sale por la
ventana, yo mebaño, cambio de ropa, me coloco lo primero que veo ya que
no quiero hacerlo esperar y bajo corriendo a buscar algo para comer juntos.
Nos vamos a encontrar en el manzano. Mi padre es al único que aún no veo,
pero sé que en cualquier momento aparecerá. —Muchacha no regreses tarde
— dice Laura al verme en la puerta de la cocina, yo solo la veo y sonrío.
Camino al manzano, hago todo mi esfuerzo para no correr, pero es casi
imposible. Cuando estoy cerca lo puedo ver de espaldas viendo alárbol
ysonrío,¡Esto es lo que yo realmente quiero!, ¡Esto es lo que me hace feliz!,
nadie ni siquierayo debería tratar de cambiarlo... Aquí no queda nada más,
solo yo con mi maldito mundo imaginario.
Y me encanta…

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