Resumen Lobulo Frontal y Funciones Ejecutivas, Profe

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Introducción

Este artículo ofrece una visión completa sobre las propiedades neuropsicológicas de los
lóbulos frontales, sus funciones ejecutivas y su impacto en la conducta humana. Los
lóbulos frontales, de desarrollo reciente en el cerebro humano, coordinan y controlan
procesos cognitivos y conductuales complejos. Son clave para la planeación, regulación y
supervisión de comportamientos orientados a metas. Daños en estas áreas pueden afectar la
regulación emocional, la conducta social y el pensamiento abstracto.

Neuroanatomía funcional de los lóbulos frontales


Los lóbulos frontales están ubicados delante de la cisura central y encima de la cisura
lateral. Se dividen en tres regiones principales: orbital, medial y dorsolateral.

Corteza frontal dorsolateral


Esta es la región más extensa y evolucionada de la corteza frontal. Se divide en áreas
motoras, premotoras y dorsolaterales.

Corteza motora y premotora


La corteza motora controla el movimiento específico de los músculos, mientras que la
premotora organiza y ejecuta movimientos complejos. Tres áreas motoras suplementarias
están muy desarrolladas en los humanos: el campo oculomotor, el área de Broca (lenguaje)
y el área de control de manos y dedos.

Corteza prefrontal dorsolateral (CPFDL)


La CPFDL, situada delante de las áreas motoras y premotoras, es una estructura altamente
desarrollada en los humanos. Está vinculada a funciones ejecutivas clave como la
planeación, la memoria de trabajo, la resolución de problemas y la flexibilidad mental. Esta
región se divide en porciones dorsolaterales y anteriores, las cuales también participan en la
metacognición, permitiendo a los individuos monitorear y ajustar su comportamiento de
acuerdo con su desempeño. La región polar anterior (AB 10) está relacionada con procesos
cognitivos de alto nivel como la cognición social y el autoconocimiento, integrando
experiencias emocionales y cognitivas.

Corteza órbitofrontal (COF)


La corteza órbitofrontal, relacionada con el sistema límbico, se encarga del procesamiento y
regulación de emociones. Su función principal es controlar la conducta mediante la
evaluación de riesgos y beneficios en la toma de decisiones. Además, la COF permite
ajustes rápidos en los patrones de comportamiento según cambios en el ambiente, ayudando
a los individuos a adaptarse de manera efectiva a situaciones nuevas o cambiantes.

NOTITAS DE AYUDA

 Lóbulos frontales:
Son el "centro ejecutivo" del cerebro, responsables de la planeación, regulación y control
de procesos psicológicos complejos, como la conducta, las emociones y la toma de
decisiones.
 Funciones ejecutivas:
Procesos cognitivos que incluyen la planeación, resolución de problemas, memoria de
trabajo, flexibilidad mental, y la regulación de la conducta para alcanzar metas.

 Corteza frontal dorsolateral (CPFDL):


Controla funciones ejecutivas, como la planeación y la metacognición. Se divide en
dorsolateral y anterior, esta última relacionada con el autoconocimiento y la integración
emocional-cognitiva.

 Corteza motora:
Responsable del control de movimientos específicos de los músculos del cuerpo,
principalmente en la coordinación motora.

 Corteza premotora:
Planifica y organiza movimientos secuenciales complejos, trabajando junto con la corteza
motora para la ejecución de acciones.

 Campo oculomotor (AB 8):


Región de la corteza premotora que participa en la percepción y síntesis de información
visual.

 Área de Broca (AB 44 y 45):


Responsable del lenguaje, específicamente en la producción y organización de la sintaxis.

 Corteza órbitofrontal (COF):


Regula las emociones y toma decisiones basadas en riesgos y beneficios. Se relaciona con
el sistema límbico y permite ajustes rápidos en la conducta ante cambios del entorno.

 Metacognición:
Capacidad de autoevaluación y ajuste de la actividad cognitiva, monitoreando el
desempeño para mejorar el control del comportamiento.

Los lóbulos frontales, específicamente la corteza prefrontal (CPF), son responsables de las
funciones ejecutivas (FE), que permiten controlar, regular y planificar la conducta humana
de forma eficiente. Las FE ayudan a las personas a adaptarse a situaciones nuevas y
modulan habilidades cognitivas básicas como la lectura, memoria o lenguaje. Estas
funciones son esenciales cuando se deben formular nuevos planes de acción o cambiar
secuencias de respuestas, sobre todo cuando se enfrentan problemas no habituales.

Entre las principales FE se encuentran la planeación, el control conductual, la


flexibilidad mental, la memoria de trabajo y la fluidez:

 Planeación: es la capacidad de diseñar pasos para alcanzar metas a corto, mediano


o largo plazo. Esto involucra integrar y secuenciar acciones, incluso en sentido
inverso si es necesario.
 Control conductual: implica la capacidad de la CPF para inhibir respuestas
impulsivas originadas en otras áreas del cerebro, permitiendo la regulación de la
conducta y la atención.
 Flexibilidad mental: es la habilidad para cambiar de estrategia cuando una no es
eficiente o las condiciones cambian. Es crucial para adaptarse a los entornos
dinámicos y evitar la fijación en un solo criterio.
 Memoria de trabajo: permite mantener información activa a corto plazo para
realizar una tarea o resolver problemas, dependiendo de diversas áreas de la CPF.
 Fluidez: es la rapidez y precisión en la producción y actualización de información,
y está vinculada a la CPF, especialmente en la fluidez verbal y de diseño.

Además de las funciones ejecutivas mencionadas, existen capacidades cognitivas de mayor


jerarquía que también están asociadas a los lóbulos frontales:

 Metacognición: Es la habilidad de monitorear y controlar los propios procesos


cognitivos, lo que permite reflexionar sobre los pensamientos y conductas. No es
considerada una función ejecutiva, sino un proceso superior.
 Mentalización: Es la capacidad de pensar lo que otra persona está pensando o
cómo reaccionará en una situación particular. Esta función es clave en las relaciones
sociales e interpersonales. En personas con autismo, la capacidad de mentalización
está afectada, lo que dificulta entender el pensamiento y las emociones de los
demás.
 Conducta social: Durante el desarrollo infantil, los niños aprenden reglas
cognitivas y sociales para interactuar con su entorno. El daño en la corteza frontal
orbitaria (COF) y la corteza frontal medial (CFM) durante el desarrollo puede
afectar la conducta social, llevando a problemas como la conducta antisocial en la
adolescencia.
 Cognición social: Se refiere a los procesos cognitivos que implican tomar
decisiones en un contexto social, donde se evalúan las motivaciones y valores
personales. Para tener éxito en este ámbito, es fundamental tener un modelo mental
propio y ser capaz de identificar el rol personal en diferentes contextos sociales. La
corteza prefrontal derecha, en particular el polo frontal, desempeña un papel clave
en estas funciones, como la interpretación del humor y de mensajes no literales, por
ejemplo, refranes o ironías.

Con estas capacidades, el cerebro frontal permite a los individuos adaptarse a situaciones
sociales y cognitivas complejas, regulando el comportamiento en función del entorno y de
las metas personales.

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