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DAÑO

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1.

Principios generales del derecho:

El derecho se asienta sobre principios que guían su estructura y finalidad.


Estos principios son valores inherentes en la sociedad y regulan la conducta
humana

: La filosofía del derecho busca la verdad, que es el bien supremo, y su


objetivo final es la felicidad del ser humano.

2. Sistema jurídico de daños:

: El sistema de derecho de daños se basa en tres principios :

1. Alterum non laedere: No dañar a otro. Este es el principio madre del


sistema.
2. Prevención: Se refiere a evitar que el daño ocurra antes de que suceda
3. Reparación plena o integral: Si el daño se produce, debe ser reparado
de manera completa, tomando en cuenta todas las consecuencias que
dicho daño pueda haber causado (económicas, personales, etc.).
4. Función de los principios:

Los principios en el derecho sirven para:

Entender y explicar el sistema jurídico.

5. Reparación plena

Cuantificación del daño: La reparación del daño debe ser completa y


adecuada al daño sufrido. Esto incluye tanto daños materiales (por ejemplo,
si alguien rompe el parabrisas de un auto) como daños personales (como la
pérdida de una extremidad o la vida).

Dificultad de cuantificar ciertos daños: Algunos daños, como la pérdida de la


vida o la capacidad de trabajo, son difíciles de cuantificar. No obstante, el
sistema busca proporcionar una indemnización que sea lo más cercana
posible a la reparación total.

Reparación plena o integral: Si el daño no puede evitarse, el derecho se


encarga de repararlo de forma plena. Esta reparación debe adecuarse lo más
posible al daño causado, tanto en términos patrimoniales como personales.
La indemnización no solo cubre los daños directos, sino también las
consecuencias futuras del daño, como la pérdida de ingresos o la alteración
de la calidad de vida.
6. El principio de buena fe:

La prevención está ligada al principio de buena fe, que establece que las
personas deben comportarse de manera correcta y honesta en todas sus
relaciones. La buena fe guía no solo la prevención, sino también cómo se
establece la reparación.

7. Principios cardinales del Derecho de Daños:

Vivir honestamente, dar a cada uno lo suyo, y no dañar al otro: Estos tres
principios fundamentales estructuran el sistema de derecho de daños. No
solo son aplicables en la ley, sino que también reflejan las expectativas de
conducta dentro de la sociedad.

1. Concepto de función preventiva:

La función preventiva tiene como objetivo evitar que se produzca un daño.


Esta función se centra en situaciones en las que el daño aún no ha ocurrido o
se busca impedir un daño futuro.

Se distingue de la función resarcitoria, que busca reparar un daño ya


causado.

La solidaridad está presente en la prevención del daño, ya que varias partes


pueden estar involucradas en la acción preventiva para evitar el daño.

En la función preventiva, no se requieren los factores de atribución


tradicionales (como la culpa o el dolo) para que se inicie la acción.

1. Artículo 1710 – Deber de prevención del daño: Las personas deben


evitar causar daños y tomar medidas razonables para prevenirlos o
reducir su impacto. Si alguien gasta dinero para evitar un daño que
otra persona podría haber causado, tiene derecho a que esa persona le
reembolse esos gastos.
2. Artículo 1711 – Acción preventiva: Si una acción u omisión ilegal puede
causar o agravar un daño, se puede pedir una acción preventiva para
evitar que ocurra. No hace falta probar quién tiene la culpa.
3. Artículo 1712 – Legitimación: Cualquier persona que tenga un interés
legítimo en evitar un daño puede reclamar la prevención de ese daño.

Función Resarcitoria: Presupuestos Objetivos y Subjetivos

1. Presupuestos Objetivos:
Los presupuestos objetivos se refieren a los elementos que deben estar
presentes de manera concreta y comprobable para que proceda la acción
resarcitoria. Entre estos presupuestos se destacan:

La existencia de un daño: El daño debe ser real y concreto. No es suficiente


con la amenaza de un daño, como ocurre en la función preventiva.

El nexo causal entre el hecho y el daño: Debe demostrarse que el daño es


consecuencia directa de una acción u omisión imputable a una persona o
entidad.

2. Presupuestos Subjetivos:

Los presupuestos subjetivos implican el análisis de la culpabilidad o


responsabilidad de la persona que causó el daño. Para que proceda la
reparación, es necesario establecer la culpa o, en su caso, la intencionalidad
del sujeto en la generación del daño.

Culpa o dolo

Riesgo creado:

Mientras que la función preventiva busca evitar la producción de un daño


antes de que ocurra, la función resarcitoria se enfoca en reparar los daños
que ya se han materializado.

El nuevo Código Civil y Comercial (2015) tiene una impronta distinta al


código de Vélez Sarsfield. Mientras que el Código de Vélez estaba centrado
principalmente en la parte patrimonial y tenía una visión individualista, el
nuevo código pone como foco principal la dignidad humana. Esto marca una
diferencia significativa en la forma en que se aborda el derecho civil y, en
particular, el derecho de daños.

En el código de Vélez, se daba mayor importancia al autor del hecho ilícito,


con énfasis en si el hecho se cometía con culpa o dolo, lo que influía en el
castigo. En contraste, en el nuevo código, el foco está en la víctima y en el
daño injusto, sin importar si la intención fue menor o mayor. Antes, la víctima
podía pasar desapercibida, pero ahora se la coloca en el centro de la
discusión.
Este nuevo código no solo se enfoca en la reparación del daño, sino también
en su prevención. Introduce una nueva función preventiva en el derecho de
daños, que busca anticiparse a que el daño ocurra. El objetivo es que el
derecho actúe antes de que se produzca el hecho ilícito. Para iniciar una
acción preventiva, no se requiere un criterio de atribución, y el juez puede
actuar de oficio o a pedido de parte, dictando medidas provisorias o
permanentes, ordenando obligaciones de dar, hacer o no hacer.

No obstante, hay limitaciones en cuanto a las medidas preventivas. Un


ejemplo es que no se podría pedir que se prohíba el uso de autos porque
podrían generar accidentes, ya que afectaría la libertad de las personas. El
juez debe utilizar los medios de restricción mínimos posibles para lograr el
objetivo.

Otra innovación es la “tácita obligación de seguridad”. Esta se refiere


al deber de proteger al acreedor, más allá de la obligación nuclear de
una prestación. Un ejemplo es un servicio de transporte, donde no solo
se debe trasladar a una persona a su destino, sino garantizar que lo
haga sana y salva. Esta obligación de seguridad es fundamental para
el cumplimiento total de la obligación. Se discute si es una obligación
accesoria, ya que apunta a satisfacer el interés del acreedor de
manera esencial. El artículo 856 del código la clasifica como accesoria
cuando depende de la principal o cuando es esencial para satisfacer el
interés del acreedor.

Aunque los contratos no establecen explícitamente esta obligación de


seguridad, el código reformula lo que ya estaba en el antiguo código,
estableciendo que los contratos no solo obligan a lo expresamente
pactado, sino también a lo que corresponde a la buena fe y el cuidado.
El artículo 729 y el 961 del nuevo código refuerzan este concepto,
aclarando que los contratos obligan no solo a lo que está formalmente
escrito.
Finalmente, se discute si la obligación de seguridad es de medio o de
resultado. El nuevo código considera que es una obligación de
resultado, es decir, el deudor debe garantizar que el acreedor obtenga
aquello a lo que tiene derecho, incluyendo la seguridad en la
prestación.

En resumen, el nuevo Código Civil y Comercial tiene un enfoque más


humanista y preventivo, priorizando la dignidad humana y el derecho
de daños con una visión de prevención y protección.

La función resarcitoria en el derecho de daños tiene como objetivo


indemnizar a quien ha sufrido un perjuicio, ya sea una lesión personal
o un deterioro patrimonial. La indemnización puede darse de dos
maneras: en dinero o en especie, siendo el acreedor quien elige en el
caso de obligaciones contractuales. En cambio, en las obligaciones
extracontractuales, la indemnización siempre es en dinero.

Características de la indemnización:

1. Patrimonial: Se refiere a un valor económico que compensa el


perjuicio sufrido
2. Resarcitoria: Tiene como fin reparar o compensar el daño
causado.
4. Subsidiaria en el ámbito contractual: En las obligaciones contractuales,
el acreedor puede elegir entre recibir la indemnización en especie o en
dinero.
5. En las obligaciones extracontractuales, la indemnización es siempre en
dinero

Indemnización como obligación de valor:

La indemnización es una obligación de valor, lo que significa que, al


momento de calcularla, se toma en cuenta el valor real más cercano al
momento en que se debe cumplir.

Componentes de la indemnización:

Capital: Incluye distintos conceptos, como el daño psicológico, daño


estético, incapacidad sobrevenida, daño patrimonial, y otros como la
privación de uso o la pérdida del valor venal en el caso de bienes,
como un automóvil.

Intereses: Comienzan a correr desde el momento en que ocurre cada


perjuicio. Por ejemplo, si hoy se sufre un accidente y se gastan 10
pesos en medicamentos, los intereses sobre ese gasto comienzan a
acumularse desde el día en que el perjuicio ocurrió

Costas: Incluyen los gastos procesales ocasionados durante el juicio.


Estos también son reclamados como parte de la indemnización.

En el Código de Vélez, existían dos órbitas diferenciadas: la contractual


y la extracontractual. Había un mayor castigo o indemnización cuando
el hecho provenía de la violación del deber de no dañar
(extracontractual) o del incumplimiento de una obligación
(contractual). Se entendía que ambas órbitas no podían regularse de la
misma manera, ya que el incumplimiento de una obligación no era
considerado tan grave como la violación del deber de no dañar.

Diferencias entre ambas órbitas en el Código de Vélez:

1. Prescripción

En la órbita contractual, la prescripción era de 10 años.

En la órbita extracontractual, la prescripción era de 2 años.

2. Extensión del resarcimiento:

En la órbita contractual, si el incumplimiento era con culpa, se


respondía por las consecuencias inmediatas. Si era con dolo, se
respondía por las consecuencias mediatas previsibles.

En la órbita extracontractual, cuando se violaba el deber de no dañar,


se respondía por las consecuencias inmediatas y mediatas previsibles.
Si había dolo en la violación del deber de no dañar, se respondía
incluso por las consecuencias casuales.

Artículos clave:

Artículo 1707 del Código de Vélez: Permitía que cuando una obligación
generaba un delito, como por ejemplo un médico que causaba la
muerte de un paciente por mala praxis (delito de homicidio), los
herederos podían reclamar en el ámbito extracontractual, no en el
contractual.
Artículo 1716: En el nuevo Código Civil y Comercial, se elimina la
distinción entre ambas órbitas. Ahora hay una unidad de órbitas,
eliminando la diferenciación entre contractual y extracontractual, ya
que el deber de no dañar es considerado de orden público. Esto implica
que no debe haber mayor rigidez en el ámbito contractual en
comparación con el extracontractual.

Responsabilidad en el nuevo Código:

En el ámbito contractual, si hay culpa, se responde por lo que las


partes previeron o pudieron prever al momento de celebrar el contrato.

Si hay dolo, se responde por las consecuencias al momento del


cumplimiento del contrato.

En el Derecho de Daños, el foco está en el daño injusto, y para que una


persona tenga la obligación de responder por un hecho ilícito, deben
cumplirse cuatro presupuestos:

1. Daño: Es lo más importante, ya que si no hay daño, no hay nada


que indemnizar. El daño es la lesión a un derecho o a un interés
no reprobado por el ordenamiento jurídico, y puede afectar a la
persona, el patrimonio o incluso derechos de incidencia
colectiva.
3. Relación de causalidad: Debe existir un vínculo entre el hecho que
produjo el ilícito y el resultado, que es el daño.
4. Criterio o factor de atribución: Es el que permite determinar si la
persona debe o no responder por el hecho ilícito. Aunque se le
denomina “factor”, no es algo puramente matemático
5. Antijuridicidad: Se refiere a que, tradicionalmente, para responder por
un daño, se requería haber violado una ley o una obligación. Sin
embargo, este criterio está en crisis, ya que hay casos donde, sin
haber un acto antijurídico, puede haber perjuicio y una persona puede
tener derecho a ser indemnizada. Ejemplos incluyen:

Cierre de una calle por parte del municipio, que puede perjudicar a una
persona con un negocio en esa calle.

Expropiación de un bien por el Estado, donde se genera un perjuicio


pero no hay un acto antijurídico

Características del daño:


Cierto: El daño debe ser real y verificable. Puede ser:

Actual: Ya existe.

Futuro: Aunque no ha ocurrido, es seguro que sucederá (por ejemplo,


la necesidad de una prótesis tras una operación).

Eventual: Es un daño posible pero incierto, y por lo tanto no se


indemniza.

Personal: El daño debe ser sufrido por la persona que lo reclama, ya


sea de forma directa (cuando la persona misma sufre el perjuicio) o
indirecta (cuando el daño afecta a alguien cercano, como los padres
sufriendo por un hijo).

Subsistente: El daño debe existir al momento de ser reclamado. Si ya


ha sido reparado por el responsible, no se puede reclamar. Sin
embargo, si la propia víctima lo reparó, el daño subsiste jurídicamente
aunque haya desaparecido físicamente.

Clasificación de los daños:

1. Evitable: Es el que se intenta prevenir para que no ocurra


2. Resarcible: Es el daño que ya ha ocurrido y debe ser indemnizado.
3. Punible: Es el daño que, además de ser resarcido, conlleva una
sanción para el autor del hecho. Esto se aplica, por ejemplo, en la
ley de defensa del consumidor.

Esta estructura busca hacer énfasis en la certeza, la personalidad y la


subsistencia del daño, mientras que también se abren nuevas
perspectivas en cuanto a la antijuridicidad, ya que no siempre es
necesaria para reclamar un perjuicio.

Existen diversas clasificaciones del daño dentro del Derecho de Daños,


cada una con características y consecuencias específicas. A
continuación, se detallan las principales:

Clasificación de los daños:

1. Daño común y daño propio

Daño común: Es aquel que sufre cualquier persona ante un mismo


hecho. Por ejemplo, un accidente de tránsito que afecta a varias
personas.
Daño propio: Es un daño que afecta de manera particular a un
acreedor en razón de su situación específica. Un ejemplo es un remis
que es dañado, lo cual genera mayores consecuencias para su dueño,
ya que pierde ingresos por no poder trabajar. El daño propio no se
indemniza, salvo que el deudor conozca la situación o haya actuado
con dolo

2. Daño patrimonial y extra patrimonial:

Daño patrimonial: Afecta directamente al patrimonio de la persona. Se


subdivide en:

Daño emergente: Es la pérdida efectiva en el patrimonio. Por ejemplo,


el valor que pierde un auto dañado en un accidente.

Lucro cesante: Se refiere a las ganancias frustradas debido al daño. Si


un auto que trabaja como remis no puede operar, el dueño pierde
ingresos.

Pérdida de chance: Es la posibilidad de obtener un resultado favorable


que se ve frustrada. Por ejemplo, si un corredor habitual de carreras
sufre un accidente que le impide competir, habiendo una alta
probabilidad de que ganara, puede reclamar por la pérdida de esa
chance.

Daño extra patrimonial: También conocido como daño a la persona,


incluye:

Daño espiritual: Se refiere a las afecciones emocionales y psicológicas


sufridas.

Interferencia en el proyecto de vida: Afecta las metas y expectativas


de vida de la persona debido al daño sufrido.

3. Interés positivo e interés negativo:

Interés positivo: Surge cuando el contrato ya ha sido firmado, pero el


deudor no cumple con su obligación, generando un daño a la
expectativa del acreedor de obtener lo pactado.

Interés negativo: Se produce cuando el contrato aún no ha sido


firmado, pero las tratativas preliminares eran serias. Si una de las
partes rompe inesperadamente las negociaciones, el perjudicado
puede reclamar por el daño causado en estas tratativas. Un ejemplo
sería si alguien está a punto de comprar un campo, lleva a un
ingeniero agrónomo para evaluar el terreno, y luego la otra parte
decide no vender sin justificación

Prueba del daño:

La carga de la prueba del daño recae en quien lo alega, salvo que la


ley impute el daño o que este sea notorio (por ejemplo, la falta de un
brazo debido a un accidente).

Daño moratorio y daño compensatorio:

Daño moratorio: Ocurre cuando hay un retraso en el cumplimiento de


la obligación.

Daño compensatorio: Se da cuando el incumplimiento es definitivo, y


el deudor no cumple con la obligación de manera total y permanente.

Esta clasificación busca dar un marco amplio para entender las


diferentes formas en que el daño puede presentarse y cómo puede ser
reclamado e indemnizado, dependiendo de las características y
circunstancias del caso.

La relación de causalidad en el derecho tiene una importancia


fundamental, ya que establece el nexo entre un hecho y el daño que
se produce como consecuencia de este. En el ámbito jurídico, esta
relación es diferente de la causalidad física, pues debe ser evaluada
bajo el prisma de la justicia.

Causalidad física vs. causalidad jurídica:

Causalidad física: Es la relación directa entre un antecedente y un


consecuente. Por ejemplo, si empujo a alguien y esa persona se cae,
hay una causalidad física.

Causalidad jurídica: Surge cuando se analiza la causalidad física desde


la perspectiva del derecho, lo que permite modificar, ampliar o excluir
esa relación de causalidad física.

Modificaciones de la causalidad jurídica:


Contracción de la causalidad: Se da, por ejemplo, cuando hay legítima
defensa o estado de necesidad. Aunque una persona comete un hecho
que causa daño (como matar a alguien en legítima defensa),
jurídicamente no se le considera responsible.

Dilación de la causalidad: Ocurre en casos de responsabilidad refleja,


donde un principal responde por los actos de su dependiente, aun
cuando no haya participado directamente en el hecho.

Prescindir de la causalidad física: Sucede cuando el hecho es cometido


por un grupo, pero no se puede identificar individualmente a quien
causó el daño.

Causalidad por acción u omisión:

Acción: Cuando el daño se produce por un hecho directo, como golpear


a alguien.

Omisión: Puede ser:

Omisión pura: No realizar una acción que podría evitar el daño sin
riesgo personal. Ejemplo: no salvar a alguien que se está ahogando
cuando es posible hacerlo.

Comisión por omisión: Se refiere a una obligación previa de actuar.


Ejemplo: una madre que no alimenta a su hijo, o un médico que deja
de suturar una arteria.

Tipos de co-causalidad:

Co-causalidad conjunta: Varias personas intervienen simultáneamente


para causar un daño. Ejemplo: dos personas golpean a una tercera.

Co-causalidad acumulativa: Aunque varias personas realizan el mismo


acto, basta con que una sola cause el daño. Ejemplo: uno de muchos
contaminadores de un río.

Co-causalidad disyunta o alternativa: Varias personas pueden haber


causado el daño, pero no se sabe cuál fue el responsible directo.

Con-causalidad:
Se da cuando una causa externa interrumpe o fractura la relación de
causalidad original. Existen tres tipos:

1. Hechos del damnificado: El propio damnificado provoca el daño.


Ejemplo: una persona que viaja sobre el techo de un tren y sufre un
accidente.
2. Hecho de un tercero por el cual no se debe responder: Ejemplo, un
hijo mayor de edad comete un delito, y los padres no son
responsables por sus actos.
3. Caso fortuito o fuerza mayor: Eventos imprevisibles que
interrumpen la relación de causalidad. Ejemplo: un bombardeo que
destruye un cuadro que debía ser entregado.

Teorías sobre la causalidad:

1. Teoría de la equivalencia de las condiciones: Todas las condiciones


que llevan al daño son igualmente importantes. Ejemplo: un sastre
que entrega tarde un traje, provocando que el cliente pierda un
viaje y sufra un accidente; esta teoría lo responsabilizaría por el
daño.
2. Teoría de la causa próxima: Se responsabiliza a la causa más
cercana al hecho. Sin embargo, es criticada porque no siempre la
causa más cercana es la responsible. Ejemplo: una enfermera que
aplica una inyección venenosa sin saberlo, no es responsible si el
veneno proviene de una fuente externa.
3. Teoría de la causa preponderante o eficiente: Se enfoca en la causa
que genera el daño de manera más directa. Ejemplo: encerrar a una
persona en una jaula con un león, donde el ataque del león sería la
causa directa del daño.
4. Teoría de la causalidad adecuada (la más aceptada): Solo se
responde por las consecuencias que son previsibles y que se
derivan de forma natural del hecho. Las consecuencias pueden ser:

Inmediatas: Las que ocurren de manera directa y natural. Ejemplo: una


transfusión de sangre con HIV genera el contagio.

Mediatas previsibles: Consecuencias que, aunque no son inmediatas,


son previsibles a partir del hecho. Ejemplo: la persona contagiada
transmite la enfermedad a su pareja.

Casuales: Consecuencias que no tienen una relación directa con el


hecho y no se consideran para la responsabilidad. Ejemplo: el hijo del
contagiado se suicida por la situación; este es un hecho casual y no
genera responsabilidad a menos que haya intención de provocarlo.

La relación de causalidad:

Para determinar la responsabilidad en un hecho ilícito, es necesario


realizar un análisis jerarquizado de las condiciones que permiten
imputar el antecedente como causa del consecuente.
.

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