Ensayo Modelos Pedagógicos

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CENTRO REGIONAL DE EDUCACIÓN NORMAL

“DR. GONZALO AGUIRRE BELTRÁN”

LICENCIATURA EN EDUACIÓN PRIMARIA

ALUMNO:
Hernández Velázquez José Luís #08
GRADO Y GRUPO:
4to “B”

CURSO:
Modelos Pedagógicos

DOCENTE:
Mtra. Adriana Patricia Martínez Ferral

Sábado 24 de junio de 2023


El enfoque constructivista del aprendizaje se basa en una idea muy simple: el niño
debe construir su conocimiento del mundo donde vive. El conocimiento no es algo
que el profesor pueda transmitir directamente a los estudiantes. Es necesario
operar sobre la información, manipularla y transformarla si queremos que tenga
significado para ellos. Con lo anterior mencionado traigo a colación la siguiente
frase: “El cerebro no es un vaso por llenar, sino una lámpara por encender”.

Lo anterior dicho debido a que uno como docente muchas veces considera que
por el hecho de dar la clase ya está cumpliendo con su función, sin embargo uno
debe tomar en cuenta si realmente lo que mencionó generó un aprendizaje o si
quiera una reacción en el niño, porque en la mayoría de los casos solemos decir
que impartimos la clase de una manera correcta, sin embargo no consideramos si
causamos realmente un impacto en el alumno, nuestra labor como maestros
debería dirigirse directamente a generar ese interés en el estudiante por aprender.

Respecto a la teoría del desarrollo cognoscitivo Piaget lo dividió en cuatro etapas,


cada una de las cuales representa la transición a una forma más compleja y
abstracta de conocer. Piaget fue un teórico de fases que dividió el desarrollo
cognoscitivo en cuatro grandes etapas: etapa sensoriomotora, etapa
preoperacional, etapa de las operaciones concretas y etapa de las operaciones
formales. Sus principales características se resumen en lo siguiente:
Sensoriomotora El niño activo, edad comprendida del nacimiento a los 2 años, en
esta etapa los niños aprenden a la conducta propositiva, el pensamiento orientado
a medios y fines, la permanencia de los objetos.

En este estadio, el niño desarrolla una comprensión del mundo a través de la


prueba y error, utilizando sus sentidos y acciones. Mediante los procesos
cognitivos de asimilación y acomodación, las acciones se van adaptando
progresivamente al mundo. Los infantes se caracterizan por un egocentrismo
extremo, donde el niño no tiene comprensión del mundo más allá de su propio
punto de vista actual. El logro principal durante esta etapa es la comprensión de
que los objetos existen y los eventos ocurren en el mundo independientemente de
las propias acciones (el concepto de objeto o permanencia del objeto.
La permanencia del objeto implica saber que un objeto sigue existiendo, aunque
esté oculto. Esto requiere la capacidad de formar una representación mental o
esquema del objeto.

Etapa Preoperacional, el niño intuitivo, comprende la edad de los 2 a 7 años, el


niño puede usar símbolos y palabras para. Solución intuitiva de los problemas,
pero el pensamiento está limitado por la rigidez, centralización y el egocentrismo.

Etapa de las operaciones concretas, el niño práctico, de los 7 a 11 años de edad,


el niño aprende las operaciones lógicas de seriación, de clasificación y de
conservación. El pensamiento está ligado a los fenómenos y objetos del mundo
real.

Etapa de las operaciones formales, el niño reflexivo, de los 11 a 12 años y en


adelante, el niño aprende sistemas abstractos del pensamiento que le permiten
usar la lógica proposicional, el razonamiento científico y el razonamiento
proporcional.

Para Piaget todos los niños pasan por las cuatro etapas en el mismo orden, no se
puede omitir ninguna.

Piaget pensaba que todos, incluso los niños, comienzan a organizar el


conocimiento del mundo en lo que llamó esquemas. Los esquemas son conjuntos
de acciones físicas, de operaciones mentales, de conceptos o teorías con los
cuales organizamos y adquirimos información sobre el mundo. El niño de corta
edad conoce su mundo a través de las acciones físicas que realiza, mientras que
los de mayor edad pueden realizar operaciones mentales y usar sistemas de
símbolos (el lenguaje, por ejemplo). A medida que el niño va pasando por las
etapas, mejora su capacidad de emplear esquemas complejos y abstractos que le
permiten organizar su conocimiento.

Esto nos quiere decir que a medida que el niño madura los procesos mentales que
realiza resultan ser más complejos, se hace cuestionamientos y reflexiona sobre el
mundo que lo rodea, organiza sus ideas y sabe relacionar los nuevos
conocimientos con los ya existentes.
Los principios básicos que Piaget llama funciones invariables, rigen el desarrollo
intelectual del niño. El primero es la organización que, de acuerdo con Piaget, es
una predisposición innata en todas las especies. Conforme el niño va madurando,
integra los patones físicos simples o esquemas mentales a sistemas más
complejos. El segundo principio es la adaptación. Para Piaget, todos los
organismos naces con la capacidad de ajustar sus estructuras mentales o
conducta a las exigencias del ambiente. Esto nos quiere decir que el niño
aprenderá a organizar sus ideas y está predispuesto a adaptarse a las exigencias
del contexto.

Piaget utilizó los términos asimilación y acomodación para describir cómo se


adapta el niño al entorno. Mediante el proceso de la asimilación moldea la
información nueva para que encaje en sus esquemas actuales. El proceso de
modificar los esquemas actuales se llama acomodación.

Durante el periodo sensoriomotor, el niño aprende los esquemas de dos


competencias básica: la conducta orientada a metas y la permanencia de los
objetos. Piaget los consideraba las estructuras básicas del pensamiento simbólico
y de la inteligencia humana.

Desarrollo de la permanencia de los objetos. Es el conocimiento de que las cosas


siguen existiendo aun cuando ya no las veamos ni las manipulemos.

Etapa preoperacional (de 2 a 7 años)

El niño demuestra una mayor habilidad para emplear símbolos – gestos, palabras,
números e imágenes- con los cuales representas las cosas reales del entorno.
Ahora puede pensar y comportarse en formas que antes no eran posibles. Puede
servirse de las palabras para comunicarse, utilizar números para contar objetos,
participar en juegos de fingimientos y expresar sus ideas sobre el mundo por
medio de dibujos. El pensamiento preoperacional tiene varias limitaciones a pesar
de la capacidad de representar con símbolos las cosas y los acontecimientos.
Piaget lo designó así porque los preescolares carecen de la capacidad de efectuar
algunas de las operaciones lógicas que observó en niños de mayor edad.

El pensamiento semiótico o representacional es la capacidad de utilizar las


palabras para simbolizar un objeto que no está presente o fenómenos no
experimentados directamente.

Se da el nombre de imitación diferida a la capacidad de repetir una secuencia de


acciones o de sonidos horas o días después de ser emitidos. Según Piaget, el
desarrollo del pensamiento representacional permite al niño adquirir el lenguaje.

Durante la etapa preoperacional, el niño comienza a representarse el mundo a


través de pinturas o imágenes mentales, lo cual ha hecho que algunos expertos
califiquen de “lenguaje silencioso” el arte infantil. Esto nos quiere decir que el niño
utilizará los dibujos como medio de comunicación y posteriormente las imágenes
que plasme adquirirán diversos significados e incluso pueden representar ideas.

La centralización significa que los niños pequeños tienden a fijar la atención en un


solo aspecto del estímulo. Ignoran el de resto de las características.

Etapa de las operaciones concretas (de 7 a 11 años)

Durante los años de primaria, el niño empieza a utilizar las operaciones mentales y
la lógica para reflexionar sobre los hechos y los objetos de su ambiente. Su
pensamiento muestra menos rigidez y mayor flexibilidad.

La seriación es la capacidad de ordenar los objetos en progresión lógica; por


ejemplo, del más pequeño al más alto. Es importante para comprender los
conceptos de número, de tiempo y medición.

Etapa de las operaciones formales (11 a 12 y en adelante)

Una vez lograda la capacidad de resolver problemas como los de seriación,


clasificación y conservación, el niño de 11 a 12 años comienza a formarse un
sistema coherente de lógica formal. Al finalizar el periodo de las operaciones
concretas, ya cuenta con las herramientas cognoscitivas que le permiten
solucionar muchos tipos de problemas de lógicas, comprender las relaciones
conceptuales entre operaciones matemáticas, ordenar y clasificar los conjuntos de
conocimientos.

El cambio más importante en la etapa de las operaciones formales es que el


pensamiento hace la transición de lo real a lo posible. Los niños de primaria
razonan lógicamente, pero sólo en lo tocante a personas, lugares y cosas
tangibles y concretas. Aquí, los niños son capaces de utilizar la lógica para llegar a
conclusiones abstractas, no ligadas con un caso concreto, desarrollar la capacidad
de hipótesis y resolver problemas más complejos.

La Teoría Sociocultural de Vygotsky pone el acento en la participación proactiva


de los menores con el ambiente que les rodea, siendo el desarrollo cognoscitivo
fruto de un proceso colaborativo. Lev Vygotsky (Rusia, 1896-1934) sostenía que
los niños desarrollan su aprendizaje mediante la interacción social: van
adquiriendo nuevas y mejores habilidades cognoscitivas como proceso lógico de
su inmersión a un modo de vida.

Según la Teoría Sociocultural de Vygotsky, el papel de los adultos o de los


compañeros más avanzados es el de apoyo, dirección y organización del
aprendizaje del menor, en el paso previo a que él pueda ser capaz de dominar
esas facetas, habiendo interiorizado las estructuras conductuales y cognoscitivas
que la actividad exige. Esta orientación resulta más efectiva para ofrecer una
ayuda a los pequeños para que crucen la zona de desarrollo proximal (ZDP), que
podríamos entender como la brecha entre lo que ya son capaces de hacer y lo que
todavía no pueden conseguir por sí solos.

“Es la brecha entre lo que el niño sabe y lo que aprende de un mayor”. Este es el
punto en entre el estado actual del niño y su desarrollo potencial.

Los niños que se encuentran en la ZDP para una tarea en concreto está cerca de
lograr poder realizarla de forma autónoma, pero aún les falta integrar alguna clave
de pensamiento. No obstante, con el soporte y la orientación adecuada, sí son
capaces de realizar la tarea exitosamente. En la medida en que la colaboración, la
supervisión y la responsabilidad del aprendizaje están cubiertas, el niño progresa
adecuadamente en la formación y consolidación de sus nuevos conocimientos y
aprendizajes.

Propone que la base fundamental de todo proceso de enseñanza-aprendizaje se


halla representada por un reflejo condicionado, es decir, por la relación asociada
que existe entre la respuesta y el estímulo que la provoca. En general se
considera el conductismo como una orientación clínica que se enriquece con otras
concepciones. La teoría conductista se basa en las teorías de Ivan P. Pavlov
(1849-1936). Se centra en el estudio de la conducta observable para controlarla y
predecirla. Su objetivo es conseguir una conducta determinada.

De esta teoría se plantearon dos variantes: el condicionamiento clásico y el


condicionamiento instrumental y operante.

El primero describe una asociación entre estímulo y respuesta contigua, de forma


que, si sabemos plantear los estímulos adecuados, obtendremos la respuesta
deseada. Esta variante explica tan sólo comportamientos muy elementales. La
segunda variante, el condicionamiento instrumental y operante, persigue la
consolidación de la respuesta según el estímulo, buscando los reforzadores
necesarios para implantar esta relación en el individuo.

Los conductistas definen el aprendizaje como la adquisición de nuevas conductas


o comportamientos. La teoría del refuerzo consiste en describir el proceso por el
que se incrementa la asociación continuada de una cierta respuesta ante un cierto
estímulo, al obtener el sujeto un premio o recompensa (refuerzo positivo). El
condicionamiento operante, desarrollado a partir de los aportes de Skinner, es la
aplicación de la teoría del refuerzo. Al emplear estos principios de forma positiva
para estimular un comportamiento optimizado en el aprendizaje. Si se aplica
desde sus aspectos negativos, es decir, cuando se aplica un castigo como
refuerzo negativo para extinguir o disminuir la frecuencia de una respuesta, los
resultados son poco claros porque se producen comportamientos reactivos
emocionales, que perturban el aprendizaje e invalidan a la persona.
El conductismo se basa en el análisis de los comportamientos humanos a partir de
los estímulos y respuestas que conforman el ambiente físico, biológico, y social del
organismo. El comportamiento humano se rige por los refuerzos y castigos. El
conductismo en psicología comenzó a desarrollarse a principios del siglo XX.

Una de las características más importantes de este tipo de aprendizaje es que


implica respuestas automáticas o reflejas, no conductas voluntarias (a diferencia
del Condicionamiento operante o instrumental). Se denominó "condicionamiento
clásico" a la creación de una conexión entre un estímulo nuevo y un reflejo ya
existente, por tanto, es un tipo de aprendizaje según el cual un estímulo
originalmente neutro, que no provoca una respuesta, llega a poder provocarla
gracias a la conexión asociativa de este estímulo con el estímulo que normalmente
provoca dicha respuesta. El condicionamiento operante se basa en la idea de que
el comportamiento de una persona es moldeado por las consecuencias que le
siguen. Skinner sostiene que las consecuencias del comportamiento, ya sean
positivas o negativas, influyen en la probabilidad de que ese comportamiento se
repita o se extinga en el futuro.

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