Las Ofrendas Una Expresión de Amor

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El sitio de Samaria

Cap. 6:24
Lo que se menciona antes de este episodio tiene que ver con la captura de los soldados
sirios por parte del rey de Samaria, a quienes por mandato de Eliseo se les hizo un gran
banquete y regresaron a su tierra, la Biblia registra que nunca mas volvieron a invadir a
Samaria, hasta que mas adelante Benadad volvió a sitiarla.
Por lo general las ciudades antiguas estaban amuralladas. Recordamos que los
Israelistas rodearon a Jericó por siete días (Josué Cap. 6), la cabeza de Seba enemigo
de
David fue lanzada por encima del muro de la ciudad (1Samuel 20:22). Así que cuando
el enemigo trataba de asaltar una ciudad amurallada, se aseguraban las puertas y
colocaban centinelas sobre el muro para que notificaran cualquier movimiento. El
éxito del sitio consistía en cual de los dos bandos tenía mayor capacidad de
sobreviviencia. La provisión de comida era determinate en un asedio enemigo, por eso,
cuando se agotaba la provisión de comida venía la desesperación y si se trataba de los
de dentro del muro, abrían la puerta y entonces el enemigo aprovechaba para atacar.

Hubo gran hambre;


El hambre por lo general estaba asociada con la sequía. En el tiempo del profAeta Elías
hubo tres años y medio sin llover. El año pasado en el norte de México pasaron por
una sequía tan fuerte, que se reportó de personas robando el agua de los tinacos de
sus vecinos, en varias ocasiones se vieron obligados a bombardear las nubes para
hacer que lloviera. En china para la misma época se reportaba de grandes pérdidas en
los sembrados de arroz por la misma causa.
En la Biblia la sequía estaba relacionada con la apostasía del pueblo de Dios. En el libro
de Deuteronio 28:1-14 se le había prometido a los judíos abundantes bendiciones
como fruto de su fidelidad, pero a partir de los versos 15 en adelante se enumaran
todas las maldiciones que sufrirían si no cumplían con el pacto. Veamos por ejemplo
algunas de estas maldiciones: ver 15-19,23,24,30,38,43,44,52,53
El hambre había llegado a tal extremo que lo mas insignificante tenía mucho valor en
Samaria. Cuando era un niño en mi campo las naranjas no se vendían, todo el mundo
tenía una mata de limón en casa, pero hoy todo cuesta y necesitamos dinero para
comprarlos.
La cabeza de un asno se vendía por ochenta piezas de plata (900 dólares).
El asno era un animal inmundo para los hebreos, pero solían comerlo en tiempos de
extrema necesidad. La cabeza de un asno es la parte de menos valor y sobre la que
nadie se interesaría, pero el hambre puede llevar a una persona a comer lo
impensable. El historiador Romano Plinio registra que durante el sitio de Casalino un
ratón podía costar 200 denarios.
El cab de estiercol de paloma. El cab era una medida de un poco más de un litro (1.65,
11.25 dólares). No podemos imaginar que los seres humanos lleguen a consumir como
alimento algo impensable, pero durante el sitio de Jerusalén Josefo narra que los
sobrevivientes se vieron obligados a entrar a las cloacas y los muladares y comer
estiercol para poder sobrevivir.
Ver 26,27 el rey pasó por el muro
El muro era el lugar donde se colocaban las mejores defensas, por lo general desde allí
lanzaban flechas y otros objetos al enemigo para hacerlos retroceder. Es probable que
el rey subió para inspeccionar por si mismo de cómo iban las cosas. Es así como una
mujer que lo vio le pidió ayuda, pero él se declaró impotente de poder ayudarla. Jorán
le recuerda a esta mujer que dentro de la ciudad se había agotado todo el alimento
que le quedaba.

Ver 28,29
Es probable que Jorán pensara que la mujer al igual que muchos le estaba pidiendo
que le ayudara con comida, pero su solicitud era más aterradora y ante su pregunta, la
mujer le reveló la verdadera causa de su angustia.
Mucho tiempo antes Dios había advertido que si se apartaban de él, sufrirían por sus
pecados y serían víctimas de las circunstancias más amargas, al punto que los padres
comerían la carne de sus hijos (Levítico 26:19, Deut. 28:53). Esta profecía se estaba
cumpliendo en el reinado de Jorán, cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén
(Lamentaciones 4:10) y mas tarde durante el sitio de Tito en el año 70. El pueblo
estaba comiendo carne humana para sobrevivir al hambre provocada por el sitio
enemigo, para lo cual el rey no tenía una solución.
Ver 30
El rey rasgó su vestido por consternación, no por arrepentimiento delante de Dios.
Además estaba irritado contra el profeta porque había predicho lo que estaba pasando
y ahora lo hacía culpable de la desgracia de la nación.
La práctica de decapitar a una persona, era comun entre las naciones paganas, pero no
entre los judíos y mucho menos a un profeta, pero en su desesperación el rey quiso
culpar a Eliseo de la situación por la que estaban atravesando y mandó un siervo a
arrancarle la cabeza.
Ver 32
En esta hora de emergencia nacional los hombres más respetados de la ciudad
reconocieron que solo el poder de Dios podía librarlos, por esa causa fueron a la casa
del profeta Eliseo probablemente a perdir orientación ante la emergencia, mientras
tanto, el rey obraba por caminos equivocados. El pecado nubla la mente de las
personas y lo llevan a cometer un pecado tras otro.
Dios había avisado al profeta de las intenciones malévolas del rey contra él para que
los dirigentes se enteraran de todo lo que estaba ocurriendo. A menudo el Señor
desenmascara a aquellos que tratan de dañar a uno de sus hijos.

Hijo de homicida
Acab era culpable de la sangre de Nabod cuando deseó su viña y Jesabel se la quitó por
la fuerza matándolo, también fue responsable de la muerte de los profetas por parte
de su misma esposa. Ahora Jorán su hijo estaba siguiendo los mismos pasos de su
padre.
El verdugo estaba en camino, mientras tanto Eliseo se sentía seguro, confiado en las
manos del Dios Todopoderoso. De igual manera nosotros podemos contar con su
ayuda en los momentos mas amargos de la historia humana. El rey quiso asegurarse
que sus órdenes se cumplirían, por eso también se dirigió a casa de Eliseo. Para Jorán,
Dios era el culpable por lo que estaba sufriendo el país y como Eliseo era su mensajero,
lo mandó a matar. Había decidido rebelarse abiertamente contra Dios, por lo tanto, no
debía esperar más en él. Grave error, son muchos hoy los que al igual que el rey de
Israel, culpan a Dios por sus desgracias y se apartan del camino, eso les acarrea más
dolor y sufrimiento.
La accion del rey contra el profeta fue la respuesta a la solicitud de la mujer que había
acudido a él. Decidió volverse contra Dios y tomar decisiones por su propia cuenta.
Cuando nuestras acciones son mas relevantes que las de Dios, Dios nos abandona a
nuestra propia suerte.

Cap. 7:1,2.
El rey había expresado su opinión, ahora Eliseo se disponía a revelar palabra de Dios. El
profeta le iba a mostrar al rey que él no tenía la capacidad de resolver el problema, el
alivio y la liberación vendría de Dios.
La puerta de Samaria
En las ciudades antiguas la entrada a la ciudad se convertía en un mercado próspero,
ya que toda la mercancía era llevada allí.
El Seah era una medida hebrea que contenía más o menos 7.33 litros. Ahora bien,
como era posible que un día después se acabaría el hambre en Samaria, eso parecía
muy bueno para ser cierto. Recordemos que el enemigo estaba afuera y un pueblo
ambriento y con miedo no va para ninguna parte. La diferencia estaba en que lo que el
profeta había hablado era palabra de Dios. El Señor siempre cumple sus promesas,
aunque tarde espérala.
Que bueno es saber que el ve nuestros sufrimientos, nuestro dolor, nuestras lágrimas y
nos dice: “no temas porque yo estoy contido, no desmayes porque yo soy tu Dios”
(Isaias 41:10). Aunque los demás no crean, nosotros debemos creer que vendrá respiro
y liberación de parte de Jehová.
Dios es capaz de producir abundancia en medio de la escasez, es capaz de sanar
cuando los médicos dicen, no hay nada que hacer, es capaz de abrir puertas cuando
todas se han cerrado, porque mi Dios es el Dios de lo imposible. El día mas nublado de
nuestro vida, el sol de justicia puede brillar en nuestros corazones.
Pero tristemente muchos hoy no quieren creer. Aunque el Señor abriera ventanas en
el cielo, ¿será esto así?, en otras palabras, lo que Dios dijo no se cumplirá.
Ver 2
Un príncipe, este personaje era un funcionario de la corte real. Probablemente alguien
muy cercano al rey a quien se le asignaban funciones importantes. Este hombre quiso
demostrar que las palabras de Eliseo no tenían importancia y tampoco se cumplían,
quiso confabularse con el rey y poner en ridículo al profeta. Esta actitud es comun en
personas que buscan congraciarse con el otro.
Este hombre al siguiente día sería testigo del cumplimiento de las palabras de Eliseo,
pero tristemente no sería beneficiario de las bendiones.
¿Será que hoy día tenemos cristianos incrédulos? ¿Será que se nos hace muy dificil
creer que Dios tiene el poder para bendecirnos? ¿será que pensamos que es muy
grande para que sea verdad? Elena de White habla de un grupo de cristianos que son
enanos espirituales, nunca llegan a depender totalmente de Dios y viven de acuerdo a
su razonamiento. Los antediluvianos no creían que iba a llover, y solo se salvaron
aquellos que creyeron. Son muchos a los que les cuesta ser fieles a Dios con la
mayordomía, porque en su razonamiento humano calculan que al entregar a Dios su
parte se quedarían con menos, pero olvidan que de él proceden todas las bendiciones.
Dudar de Dios es peligroso, para este hombre era imposible que lo dicho por el profeta
sucediera. Pero no hay nada imposible para Dios.
Tu lo verás con tus ojos
Sería testigo de las vendiciones, pero por si incredulidad, no se le permitiría disfrutarla.

Ver. 3
Como leprosos al fin, se le tenía prohibido entrar a la ciudad, estaban fuera de las
murallas y decidieron arriesgarse a buscar comida, en el entendido que como quiera
estaban perdidos.
Al hallar el campamento enemigo comieron hasta saciarse y escondieron la plata y el
oro. Así es el pensamiento humano, solo piensa en su propio beneficio, pero que
bueno que reaccionaron. Cuando la noticia llegó la turba hambrienta salió a buscar
comida, y atropelló aquel hombre incrédulo.

Conclusión
El Dios que alimentó una multitud habrienta en el desierto, que resucitó a Lázaro, que
con cinco panes y dos peces alimentó a más de cinco mil, es el que ha prometido
premiar a fidelidad y la fe de sus hijos en este tiempo.
Hoy es tiempo para creer que las promesas de Dios son fieles y verdaderas y que los
almacenes de los cielos tienen suficiente provision para cada uno de nosotros.
Ejerzamos mas confianza en Dios, creamos que los almacenes de los cielos son
inagotables y tienen provision suficiente para cada uno de sus hijos. Reclamemos sus
promesas, seamos fueles a él y él se encargará de suplir todo cuanto nos haga falta.

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