Citlb Josue
Citlb Josue
Citlb Josue
Prensa Acacia
Emiliano Zapata Campeche, México
www.graciamasgracia.com
CRISTO EN TODA LA
BIBLIA:
JOSUÉ
David Alves, hijo
PREFACIO
29 de Diciembre de 2022
EL SIERVO Y LA LEY DE DIOS
Josué 1:1-18
– Horatius Bonar
Los tres días que debían esperar los israelitas para poder
cruzar, uno de los propósitos que tenía, era poder permitir
que meditaran en lo que iba a suceder y en jar sus miradas
en el arca del pacto que iría por delante de ellos.
fi
fi
fi
Esto debe recordarnos sobre la necesidad que tenemos de
prepararnos antes de llegar al partimiento del pan. Dios
quiere que nos preparemos espiritual y moralmente.
Nosotros también tenemos que jar nuestra mirada en el
Señor para poder llegar preparados con una alabanza, una
oración o una lectura. ¿Cuántos de nosotros no participamos,
simplemente porque no nos hemos preparado? ¿Cuántos de
nosotros participamos, pero lo hacemos sin realmente
habernos preparado? Por eso es que repetimos lo mismo en
nuestras oraciones, hacemos las mismas lecturas de siempre
y pedimos los mismos himnos.
Israel tuvo que santi carse para poder pasar por el río.
Tuvieron que prepararse moralmente también. La misma
encomienda tenemos nosotros. Todos nos empeñamos en
hacer memoria de Jesús, pero seamos honestos, ¿cuántos de
nosotros nos examinamos antes de llegar a dicha reunión?
Nos llama mucho la atención la parte que dice: “Hagan esto
en memoria de mí”, pero la realidad es que no nos gusta
tanto la parte que dice: “Examínese cada uno a sí mismo”.
Llegamos con pecado no confesado al Señor y comemos del
pan y bebemos de la copa de manera indigna. En un sentido
fi
fi
gurativo, aprovechemos los “tres días” que tenemos, y
hagamos los preparativos para participar del partimiento del
pan de una manera que sea satisfactoria para el Señor.
Esta herencia que hemos recibido por gracia por medió del
que nos compró a precio de sangre es incomparable. Leemos
sobre cómo es nuestra herencia en 1 Pedro 1:4,“una herencia
incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en
los cielos para ustedes”. Lo que ya es una realidad ahora al
ya gozar de todas las bendiciones espirituales en Cristo
Jesús, un día será una eterna realidad. Experimentaremos en
toda su plenitud lo que Jesús nos ha heredado. No tendrá n
esta maravillosa condición que disfrutaremos por siempre.
8. Es nuestro Reposo el
Josué les recordó que Yahweh era el que había peleado por
ellos para que pudieran conquistar la tierra que uía con
leche y miel. Les habló sobre cómo la tierra había sido
repartida como heredad a cada una de las tribus. Josué les
suplicó que se esforzaran a guardar el libro de la ley de
Moisés, así como se le animó hacer a él en el primer capítulo
de este libro. Les prometió que Dios les ayudaría a derrotar a
todos sus enemigos para poder habitar la tierra que habían
recibido. Les imploró a que no se mezclaran con ellos para
que así no fuesen inducidos a también pecar contra el Dios
fi
fi
fl
que los había redimido de Egipto. Josué consoló sus
corazones al recordarles que Dios no había fallado en
ninguna de las promesas, a pesar de que habían sufrido en el
desierto por tanto tiempo. También les advirtió
solemnemente que sufrirían grandemente si traspasaban el
pacto de Yahweh.