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Primera Guerra Mundial

Integrantes:Kevin Pared, Santiago Cuellar

Profesora: Silvana Pucheta


INDICE: PRIMERA GUERRA MUNDIAL

1. INTRODUCCIÓN

2. LAS CAUSAS DE LA GUERRA

2.1 EL NACIONALISMO 2.2 EL IMPERIALISMO 2.3 LA EXPANSIÓN


MILITAR

2.4 LAS CRISIS ANTERIORES A LA GUERRA (1905-1914)

3. LAS OPERACIONES MILITARES

3.1 LAS GESTIONES DIPLOMATICAS 3.2 LAS DECLARACIONES DE


GUERRA 3.3 1914-1915 LA GUERRA DE TRINCHERAS

3.3.1 EL FRENTE OCCIDENTAL 3.3.2 EL FRENTE ORIENTAL


3.3.3 LA GUERRA EN SERBIA 3.3.4 EL FRENTE OTOMANO 3.3.5
EL FRENTE ITALIANO

3.4 1916 CONTINUACIÓN DEL ESTANCAMIENTO

3.4.1 VERDÚN Y EL SOMME 3.4.2 LAS BAJAS DE LOS RUSOS Y LA


DERROTA DE LOS RUMANOS 3.4.3 ITALIA Y LOS BALCANES 3.4.4
LOS DOMINIOS OTOMANOS 3.4.5 LOS INTENTOS DE NEGOCIACIÓN

3.5 1917 LA ENTRADA DE ESTADOS UNIDOS Y LA RETIRADA DE RUSIA

3.5.1 BATALLA DE ARRAS E YPRES 3.5.2 EMPLEO DE LOS CARROS


EN COMBATE 3.5.3 LA GUERRA SUBMARINA 3.5.4 RETIRADA DE
RUSIA 3.5.5 DERROTAS ITALIANAS 3.5.6 ENTRADA DE GRECIA EN
LA GUERRA 3.5.7 ORIENTE PROXIMO

3.6 1918: EL AÑO FINAL

3.6.1 RETIRADA DE BULGARIA Y AUSTRIA-HUNGRIA 3.6.2 LA


RETIRADA DE TURQUIA 3.6.3 EL ÚLTIMO ESFUERZO DE LOS ALEMANES
3.6.4 EL FINAL DE LA GUERRA EN EUROPA

3.7 LA GUERRA EN LAS COLONIAS


3.7.1 ÁFRICA 3.7.2 EL PACIFICO

3.8 LA GUERRA MARÍTIMA

3.8.1 LAS PRIMERAS OPERACIONES 3.8.2 1916 Y LOS AÑOS


SIGUIENTES 3.8.3 EL HUNDIMIENTO DE LA FLOTA ALEMANA

3.9 LA GUERRA AÉREA

4. RESUMEN DE LA GUERRA

5. Biografía

Primera Guerra MUNDIAL

1. INTRODUCCIÓN

Primera Guerra Mundial, conflicto militar que comenzó el 28 de julio de


1914 como un enfrentamiento localizado en el Imperio Austro-Húngaro y
Serbia; se transformó en un enfrentamiento armado a escala europea
cuando la declaración de guerra austro-húngara se extendió a Rusia el 1
de agosto de 1914; y finalmente pasó a ser una guerra mundial, en la
que participaron 32 naciones, finalizada en 1918. Veintiocho de ellas,
denominadas ‘aliadas’ o ‘potencias asociadas’ y entre las que se
encontraban Gran Bretaña, Francia,
Rusia, Italia y Estados Unidos, lucharon contra la coalición de los
llamados Imperios Centrales, integrada por Alemania, Austria-Hungría, el
Imperio otomano y Bulgaria. La causa inmediata del inicio de las
hostilidades entre Austria-Hungría y Serbia fue el asesinato del
archiduque Francisco Fernando de Habsburgo, heredero del trono austro-
húngaro, cometido en Sarajevo (Bosnia, entonces parte del Imperio
Austro-Húngaro; en la actualidad BosniaHerzegovina) el 28 de junio de
1914 por el nacionalista serbio Gavrilo Princip. No obstante, las causas
profundas del conflicto remiten a la historia europea del siglo XIX,
concretamente a las tendencias económicas y políticas que imperaron en
Europa desde 1871, año en el fue fundado y emergió como gran
potencia el II Imperio Alemán.

2. LAS CAUSAS DE LA GUERRA

Los verdaderos factores que desencadenaron la I Guerra Mundial fueron


el intenso espíritu nacionalista que se extendió por Europa a lo largo del
siglo XIX y comienzos del XX, la rivalidad económica y política entre las
distintas naciones y el proceso de militarización y de vertiginosa carrera
armamentística que caracterizó a la sociedad internacional durante el
último tercio del siglo XIX, a partir de la creación de dos sistemas de
alianzas enfrentadas.

2.1 EL NACIONALISMO

La Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas habían difundido por


la mayor parte del continente europeo el concepto de democracia,
extendiéndose así la idea de que las poblaciones que compartían un
origen étnico, una lengua y unos mismos ideales políticos tenían derecho
a formar estados independientes. Sin embargo, el principio de la
autodeterminación nacional fue totalmente ignorado por las fuerzas
dinásticas y reaccionarias que decidieron el destino de los asuntos
europeos en el Congreso de Viena (1815). Muchos de los pueblos que
deseaban su autonomía quedaron sometidos a dinastías locales o a otras
naciones. Por ejemplo, los estados alemanes, integrados en la
Confederación Germánica, quedaron divididos en numerosos ducados,
principados y reinos de acuerdo con los términos del Congreso de Viena;
Italia también fue repartida en varias unidades políticas, algunas de las
cuales estaban bajo control extranjero; los belgas flamencos y franceses
de los Países Bajos austriacos quedaron supeditados al dominio holandés
por decisión del Congreso. Las revoluciones y los fuertes movimientos
nacionalistas del siglo XIX consiguieron anular gran parte de las
imposiciones reaccionarias acordadas en Viena. Bélgica obtuvo la
independencia de los Países Bajos en 1830; la unificación de Italia fue
culminada en 1861, y la de Alemania en 1871. Sin embargo, los
conflictos nacionalistas seguían sin resolverse en otras áreas de Europa
a comienzos del siglo XX, lo que provocó tensiones en las regiones
implicadas y entre diversas naciones europeas. Una de las más
importantes corrientes nacionalistas, el paneslavismo, desempeñó un
papel fundamental en los acontecimientos que precedieron a la guerra.

2.2 EL IMPERIALISMO

El espíritu nacionalista también se puso de manifiesto en el terreno


económico.
La Revolución Industrial, iniciada en Gran Bretaña a finales del siglo
XVIII, en Francia a comienzos del XIX y en Alemania a partir de 1870,
provocó un gran incremento de productos manufacturados, por lo que
estos países se vieron obligados a buscar nuevos mercados en el
exterior. El área en la que se desarrolló principalmente la política
europea de expansión económica fue África, donde los respectivos
intereses coloniales entraron en conflicto con cierta frecuencia. La
rivalidad económica por el dominio del territorio africano entre Francia,
Alemania y Gran Bretaña estuvo a punto, desde 1898 hasta 1914, de
provocar una guerra en Europa en varias ocasiones.
2.3 LA EXPANSIÓN MILITAR

Como consecuencia de estas tensiones, las naciones europeas


adoptaron medidas tanto en política interior como exterior entre 1871 y
1914 que, a su vez, aumentaron el peligro de un conflicto; mantuvieron
numerosos ejércitos permanentes, que ampliaban constantemente
mediante reclutamientos realizados en tiempo de paz, y construyeron
naves de guerra de mayor tamaño. Gran Bretaña, influida por el
desarrollo de la Armada alemana, que se inició en 1900, y por el curso
de la Guerra Ruso-japonesa, modernizó su flota bajo la dirección del
almirante sir John Fisher. El conflicto bélico que tuvo lugar entre Rusia y
Japón había demostrado la eficacia del armamento naval de largo
alcance. Los avances en otras áreas de la tecnología y organización
militar estimularon la constitución de estados mayores capaces de
elaborar planes de movilización y ataque muy precisos, integrados a
menudo en programas que no podían anularse una vez iniciados.

Los dirigentes de todos los países tomaron conciencia de que los


crecientes gastos de armamento desembocarían con el tiempo en
quiebras nacionales o en una guerra; por este motivo se intentó
favorecer el desarme mundial en varias ocasiones, especialmente en las
Conferencias de La Haya de 1899 y 1907. Sin embargo, la rivalidad
internacional había llegado a tal punto que no fue posible alcanzar
ningún acuerdo efectivo para decidir el desarme internacional.

De forma paralela al proceso armamentístico, los estados europeos


establecieron alianzas con otras potencias para no quedar aisladas en el
caso de que estallara una guerra. Esta actitud generó un fenómeno que,
en sí mismo, incrementó enormemente las posibilidades de un conflicto
generalizado: el alineamiento de las grandes potencias europeas en dos
alianzas militares hostiles, la Triple Alianza, formada por Alemania,
Austria-Hungría e Italia, y la Triple Entente, integrada por Gran Bretaña,
Francia y Rusia. Los propios cambios que se produjeron en el seno de
estas asociaciones contribuyeron a crear una atmósfera de crisis latente
por la cual el periodo fue denominado de la ‘paz armada’.

2.4 LAS CRISIS ANTERIORES A LA GUERRA (1905-1914)

Al encontrarse Europa dividida en dos sistemas de alianzas hostiles,


cualquier alteración de la situación política o militar en Europa, África o
en cualquier otro lugar provocaría un incidente internacional. Desde
1905 hasta 1914 tuvieron lugar varias crisis internacionales y dos
guerras locales, y todos ellas estuvieron a punto de desencadenar una
guerra general en Europa. El primer conflicto se produjo en Marruecos,
donde Alemania combatió en 1905 y 1906 para apoyar al país en su
lucha por la independencia y para evitar el dominio del área por Francia
y España. Francia amenazó a Alemania con declararle la guerra, pero el
incidente se solucionó finalmente en una conferencia internacional
celebrada en Algeciras (España) en 1906. Los Balcanes fueron el
escenario de un nuevo enfrentamiento en 1908, motivado por la anexión
de Bosnia-Herzegovina por parte de Austria-Hungría. Entre los distintos
tipos de paneslavismo se encontraba el panserbianismo o
movimiento para la creación de una Gran Serbia, uno de cuyos
objetivos era que esta región adquiriera la zona meridional de
Bosnia, por lo que los serbios amenazaron a Austria con declararle
la guerra. No se inició ninguna campaña debido a que los serbios no
podían emprender la lucha sin el apoyo de Rusia, y ésta no se
encontraba en condiciones de intervenir en la contienda. En 1911 estalló
una nueva crisis en Marruecos, cuando el gobierno alemán envió un
buque de guerra a Agadir en protesta por los intentos franceses para
conseguir la supremacía en esta zona. Hubo amenazas de guerra por
ambas partes, pero el conflicto se solventó en la Conferencia de Agadir.
Italia, aprovechando la preocupación de las grandes potencias por la
cuestión marroquí, declaró la guerra al Imperio otomano en 1911, con la
esperanza de poder anexionarse la región de Tripolitania, situada al
norte de África. Dado que Alemania se había visto obligada a entablar
relaciones amistosas con el Imperio otomano a causa de su política de
Drang nach Osten (‘Expansión hacia el Este’), el ataque de Italia debilitó
a la Triple Alianza y alentó a sus enemigos. Las Guerras Balcánicas de
1912-1913 aumentaron el interés de Serbia por obtener el control de las
áreas del Imperio Austro-Húngaro habitadas por pueblos eslavos,
agudizó el recelo del Imperio Austro-Húngaro hacia los serbios y generó
en Bulgaria y el Imperio otomano un deseo de revancha tras su derrota
en dichos conflictos. Alemania, irritada por el hecho de que el Imperio
otomano
hubiera perdido sus territorios en Europa como consecuencia del
conflicto balcánico, formó un Ejército más numeroso. Francia respondió
con la ampliación del servicio militar obligatorio de dos a tres años en
tiempo de paz. Las demás naciones europeas siguieron el ejemplo de
estas potencias y asignaron en 1913 y 1914 enormes cantidades al
presupuesto destinado a gastos militares.

3. LAS OPERACIONES MILITARES

El asesinato del archiduque austriaco tuvo una repercusión catastrófica


en una
Europa armada y desgarrada por las rivalidades nacionales. El 28 de
junio de 1914, tuvo lugar en Sarajevo (la actual capital de Bosnia-
Herzegovina) el asesinato del archiduque de Austria Francisco Fernando
de Habsburgo y de su esposa. El atentado mortal contra el heredero de
la corona austro-húngara, a manos de un nacionalista serbio, terminó por
desencadenar la I Guerra Mundial, aunque no fue sino la acción de un
fanático. La imagen muestra el instante en que resultó detenido el autor
del asesinato, el joven serbio.
3.1 LAS GUESTIONES DIPLOMATICAS

El gobierno austro-húngaro, que consideraba que el asesinato había sido


obra del movimiento de la Gran Serbia, decidió suprimir esta agrupación
enviando una expedición militar a Serbia. El 23 de julio, Austria-Hungría
envió un ultimátum a Serbia que contenía diez condiciones concretas, la
mayoría de las cuales estaban relacionadas con la eliminación de la
propaganda antiaustriaca en Serbia. Ésta, alentada por Gran Bretaña y
Rusia, aceptó las exigencias austrohúngaras salvo dos de ellas el 25 de
julio, pero Austria replicó que la respuesta serbia no era satisfactoria. Los
rusos intentaron convencer a Austria para que modificara los términos
exigidos, y declararon que si los austriacos atacaban Serbia, ellos se
movilizarían contra Austria. El ministro de Asuntos Exteriores británico,
sir Edward Grey, primer vizconde Grey de Fallodon, propuso el 26 de julio
que Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia se reunieran en una
conferencia para arbitrar en la disputa austro-serbia, pero Alemania
declinó dicha oferta.

3.2 LAS DECLARACIONES DE LA GUERRA

Austria declaró la guerra a Serbia el 28 de julio, ya fuera porque creía


que Rusia no llegaría a unirse a Serbia o porque estaba dispuesta a
correr el riesgo de un conflicto europeo general con tal de poner fin al
movimiento nacionalista serbio. Rusia respondió movilizándose contra
Austria. Alemania advirtió a Rusia de que si persistía en su actitud le
declararía la guerra, y consiguió que Austria accediera a discutir con
Rusia una posible modificación del ultimátum enviado a los serbios. No
obstante, Alemania insistió en que los rusos retiraran sus tropas
inmediatamente. Rusia se negó a hacerlo y Alemania le declaró la guerra
el 1 de agosto.

Los franceses comenzaron la movilización de sus fuerzas ese mismo día;


las tropas alemanas cruzaron la frontera de Luxemburgo el 2 de agosto y
Alemania declaró la guerra a Francia al día siguiente. El día anterior, el
gobierno alemán había informado al gobierno belga de su intención de
marchar sobre Francia cruzando Bélgica, a fin de evitar que los franceses
utilizaran esta ruta para atacar Alemania. Las autoridades belgas se
negaron a permitir el paso por su territorio de las tropas alemanas y
recurrieron a los países firmantes del Tratado de 1839 —en el que se
garantizaba la neutralidad de Bélgica en el caso de un conflicto en el que
estuvieran implicados Gran Bretaña, Francia y Alemania— para que se
cumpliera lo establecido en dicho acuerdo. Gran Bretaña, uno de los
países signatarios del Tratado de 1839, envió un ultimátum a Alemania
el 4 de agosto en el que se exigía que se respetara la neutralidad de
Bélgica; Alemania rechazó la petición y el gobierno británico le declaró la
guerra ese mismo día. Italia permaneció neutral hasta el 23 de mayo de
1915, cuando rompió su pacto con la Triple Alianza para satisfacer sus
aspiraciones territoriales y declaró la guerra a Austria-Hungría. La unidad
de los aliados se fortaleció en septiembre de 1914 a través del Pacto de
Londres, firmado por Francia, Gran Bretaña y Rusia. A medida que
avanzaba la contienda, fueron sumándose al conflicto países como el
Imperio otomano, Japón, Estados Unidos y otras naciones del continente
americano. Japón, que había firmado una alianza con Gran Bretaña en
1902, declaró la guerra a Alemania el 23 de agosto de 1914, y el 6 de
abril de 1917 lo hizo Estados Unidos.

Alberto I, rey de los belgas entre 1909 y 1934, quien permaneció junto a
sus tropas durante toda la I Guerra Mundial (1914-1918), en el territorio
de su país que los

Alemanes no habían logrado ocupar. -Alberto I de Bélgica-

3.3 1914-1915 LA GUERRA DE LAS TRINCHERAS

Las operaciones militares comenzaron a desarrollarse en Europa en tres


frentes: el occidental o franco-belga, el oriental o ruso y el meridional o
serbio. El Imperio otomano intervino en noviembre de 1914 como aliado de
los Imperios Centrales, por lo que la lucha se extendió al estrecho de los
Dardanelos y a Mesopotamia. A finales de 1915 se habían abierto dos
nuevos frentes: el austro-italiano, después de que Italia entrase en la guerra
en apoyo del bando aliado (es decir, el bando enfrentado a los denominados
Imperios Centrales) en mayo de 1915, y el de la frontera griega situada al
norte de Salónica, tras adherirse en octubre de 1915 Bulgaria a la causa de
los Imperios Centrales.

3.3.1 EL FRENTE OCCIDENTAL

El plan inicial de la estrategia alemana era derrotar a Francia en el oeste


en poco tiempo, mientras una pequeña parte del Ejército alemán y todas las
fuerzas austro-húngaras contenían la invasión rusa que se esperaba por el
este. Se confiaba en vencer a Francia rápidamente gracias a la estrategia de
la ‘guerra relámpago’ contenida en el Plan Schlieffen, elaborado por el
conde Alfred von Schlieffen, jefe del Estado Mayor alemán desde 1891 hasta
1907. El proyecto previsto era el siguiente: las tropas alemanas debían
conquistar Bélgica, rodear a los franceses mediante movimientos veloces y,
a continuación, cambiar de frente y derrotarlos de forma rápida y
contundente. Cuando se aplicó este plan en el otoño de 1914 parecía haber
sido un éxito. La veloz incursión de los alemanes a comienzos de agosto
aniquiló al Ejército belga, que abandonó las plazas fuertes de Lieja y Namur
y se refugió en la fortaleza de Amberes. Las tropas alemanas, que
avanzaban a gran velocidad, derrotaron a los franceses en Charleroi y a la
Fuerza Expedicionaria británica en Mons, lo que provocó la retirada de
Bélgica de toda la línea aliada. Al mismo tiempo, los alemanes expulsaron a
los franceses de Lorena, que había sido invadida, y les obligaron a retirarse
de la frontera de Luxemburgo. Los contingentes británicos y franceses no
tardaron en retroceder hasta el río Marne, pero tres ejércitos alemanes se
dirigieron rápidamente hacia su posición, por lo que tuvieron que cruzarlo.
La caída de la capital francesa parecía tan inminente que el gobierno galo se
trasladó a Burdeos. Sin embargo, una vez que los alemanes habían
atravesado el Marne, los franceses, dirigidos por el general Joseph Joffre,
rodearon París y atacaron al I Ejército alemán, mandado por el general
Alexander von Kluck, situado a la derecha de los tres ejércitos que
avanzaban hacia la capital francesa.

En la primera batalla del Marne, que se desarrolló desde el 6 hasta el 9


de septiembre, los franceses consiguieron detener al ejército de Kluck, que
se había distanciado de las otras dos fuerzas alemanas y no pudo recibir
refuerzos. Además, los alemanes habían perdido una parte de sus tropas el
25 de agosto, cuando el general Helmuth Johan von Moltke, jefe del Estado
Mayor alemán, pensando que ya se había alcanzado la victoria en el frente
occidental, envió seis de estas unidades al oriental. La presión francesa
sobre el flanco derecho alemán obligó al ejército de Kluck a retirarse, y
posteriormente todas las fuerzas alemanas retrocedieron hasta el río Aisne.
Los franceses avanzaron e intentaron expulsar a los alemanes del territorio
próximo a dicho río, lo que provocó las batallas del Aisne, del Somme y la de
Arras. Sin embargo, no les fue posible desalojar a los alemanes de esta
posición y éstos extendieron sus líneas por el este hacia el Mosa, al norte de
Verdún. Ambos contendientes intentaron entonces alcanzar el mar del
Norte, donde se encontraban los puertos del canal. Los alemanes no
pudieron alcanzarlo debido a que los belgas habían inundado la región del
río Yser. La parte occidental de las líneas aliadas estaba ocupada por los
británicos, que se hallaban ya en Ypres (situado en el extremo suroccidental
de Bélgica) en la carrera hacia el Canal. Los alemanes, después de tomar
Amberes el 10 de octubre, intentaron atravesar las posiciones de los
británicos en Bélgica, pero no pudieron cumplir su objetivo tras las
denominadas batallas de Flandes. En diciembre, los aliados lanzaron una
serie de ofensivas a lo largo de todo el frente, desde Niewpoort por el oeste
hasta Verdún en el este, pero no consiguieron conquistas territoriales
significativas.

A finales de 1914, ambos bandos se encontraban atrincherados en


sendas líneas que se extendían a lo largo de 800 kilómetros, desde Suiza
hasta el mar del Norte. Apenas se produjeron cambios en este frente
durante casi tres años.

Las batallas de Flandes representaron el final de la guerra de


movimientos en el frente occidental. Desde finales de 1914 hasta casi el
final de la contienda, ésta se convirtió en una guerra de trincheras o de
‘desgaste’. El frente estaba formado por numerosas líneas paralelas de
trincheras comunicadas y protegidas por alambres de púas y cada bando
intentaba atravesar las líneas enemigas esporádicamente. Los británicos
intentaron romper el frente enemigo en marzo de 1915, pero sólo
capturaron la línea delantera de los alemanes. Éstos lanzaron un asalto
fallido sobre Ypres en el mes de abril empleando gas de cloro; ésta fue la
primera vez que la guerra química se practicaba a gran escala. La ofensiva
conjunta lanzada por los británicos y franceses a lo largo del frente situado
entre Neuve Chapelle y Arras en mayo y junio permitió que sus tropas
avanzaran 4 Km. en el sistema de trincheras alemán, pero no se consiguió
atravesarlo. Los británicos asediaron en varias ocasiones la ciudad de Lens
durante el mes de septiembre, mientras los franceses atacaban la cresta de
Vimy. Ese mismo mes, los franceses lanzaron un asalto a gran escala sobre
un frente que se extendía desde Reims hasta la región boscosa de Argonne
y consiguieron tomar la primera línea de trincheras alemanas, pero no
pudieron avanzar hasta la segunda. En términos generales, puede decirse
que durante 1915 no se produjo ninguna modificación en las posiciones
establecidas a finales de 1914.

3.3.2. EL FRENTE ORIENTAL

Los rusos asumieron la ofensiva en el frente oriental desde el comienzo


de la guerra, de acuerdo con los planes de los aliados. En agosto de 1914,
dos ejércitos rusos se adentraron en Prusia oriental y otros cuatro ejércitos
invadieron la provincia austriaca de Galitzia. Tras una serie de victorias
rusas, la evacuación de Prusia oriental parecía inminente; sin embargo, las
tropas de refuerzo alemanas, dirigidas por el general Paul von Hindenburg,
derrotaron definitivamente a los rusos en la batalla de Tannenberg, librada
del 26 al 30 de agosto de 1914. Los cuatro ejércitos rusos que habían
invadido territorio austriaco avanzaron incesantemente a través de Galitzia;
conquistaron Przemysl y Bucovina, y se encontraban en situación de
adentrarse en Hungría a finales de marzo de 1915. No obstante, una fuerza
conjunta austro-alemana les hizo retirarse de la cordillera de los Cárpatos.
En mayo, los ejércitos austro-alemanes iniciaron una gran ofensiva en la
zona central de Polonia; hacia septiembre de 1915, habían conseguido
expulsar a los rusos de Polonia y Lituania y tomado todas las fortalezas
fronterizas de Rusia. Los rusos abandonaron Galitzia para hacer frente a la
ofensiva; cuando ésta cesó, las líneas rusas se encontraban detrás del río
Dvina Occidental, entre Riga y Daugavpils, y los alemanes se dirigieron
hacia el río Dniéster. Aunque los Imperios Centrales no realizaron ninguna
operación decisiva en el frente oriental entre 1914 y 1915, Rusia había
perdido tantos hombres y tal cantidad de suministros que a partir de ese
momento no pudo emprender acciones importantes. Este frente fue el
escenario de notables combates durante 1914 y 1915, librados
concretamente en la región de Masuria, entre los que destacan la primera
(del 7 al 14 de septiembre de 1914) y la segunda (del 7 al 21 de febrero de
1915) batallas de los Lagos Masurios; ambas concluyeron con la victoria de
los alemanes.

Soldados alemanes atrincherados en un puesto de ametralladoras


durante la batalla de Tannenberg. Las tropas alemanas derrotaron a las
rusas en este decisivo combate de la I Guerra Mundial librado en el mes de
agosto de 1914.

3.3.3 LA GUERRA EN SERBIA

Los austriacos invadieron Serbia en tres ocasiones a lo largo de 1914 y


fueron rechazados en todas ellas. El frente permaneció estabilizado hasta
octubre de 1915, fecha en la que tropas británicas y francesas llegaron a
Salónica gracias a un acuerdo establecido con el gobierno de Grecia, que se
mantenía neutral; los aliados se anticiparon así a la entrada en el conflicto
de Bulgaria en apoyo de los Imperios Centrales; su propósito era ayudar a
Serbia, que sería el objetivo del ataque búlgaro. Cuando Bulgaria declaró la
guerra a Serbia el 14 de octubre de 1915, las fuerzas aliadas se internaron
en Serbia. Los búlgaros derrotaron al Ejército serbio y también a los
británicos y franceses procedentes de Salónica. Asimismo, el 6 de octubre,
las tropas austro-alemanas, dirigidas por el general August von Mackensen,
lanzaron un fuerte ataque sobre Serbia desde Austria-Hungría. A finales de
1915, los Imperios Centrales habían conquistado toda Serbia; las tropas
serbias supervivientes se refugiaron en Montenegro, Albania y en la isla
griega de
Corfú, ocupada por los franceses en enero de 1916. Las tropas británicas
y francesas que se encontraban en Serbia se retiraron a Salónica, posición
en la que permanecieron preparados para nuevas acciones.

3.3.4 EL FRENTE OTOMANO

-Tropas Otomanas de la I Guerra Mundial-El Imperio otomano entró en la


guerra el 29 de octubre de 1914, fecha en la que sus naves colaboraron con
las alemanas en el bombardeo naval de los puertos rusos del mar Negro;
Rusia le declaró la guerra oficialmente el 2 de noviembre, y Gran Bretaña y
Francia lo hicieron a su vez el 5 de noviembre. Los turcos (otomanos)
comenzaron la invasión de la zona rusa de la cordillera del Cáucaso en
diciembre, pero el escaso territorio que conquistaron se vio reducido
considerablemente en agosto de 1915. No obstante, la presión turca en esta
región había obligado al gobierno ruso a solicitar a comienzos de 1915 que
los británicos llevaran a cabo una maniobra de distracción en el estrecho de
los Dardanelos. En respuesta, la fuerza naval británica, capitaneada por el
general sir Ian Hamilton bombardeó los fuertes turcos de los Estrechos en
febrero de ese año, y entre abril y agosto se produjeron dos desembarcos
de tropas aliadas en la península de Gallípoli; el primero, efectuado en abril,
fue llevado a cabo por tropas británicas, australianas y francesas; en agosto
acudieron más divisiones británicas. El objetivo de los aliados era conquistar
los Dardanelos; sin embargo, la campaña de Gallípoli resultó un completo
fracaso para las tropas aliadas, que en diciembre de 1915 y enero de 1916
se retiraron.

Mientras tanto, las fuerzas británicas de la India derrotaron a los turcos


en varias batallas libradas en el valle de Mesopotamia durante 1914 y 1915,
especialmente en la de Kutal-’Amara; pero los turcos frenaron el avance de
los británicos hacia Bagdad con la batalla de Ctesifonte y les obligaron a
retirarse a Kutal-’Amara en noviembre de 1915. Las tropas otomanas
sitiaron esta ciudad el 7 de diciembre.

3.3.5 EL FRENTE ITALIANO

Italia declaró la guerra a Austria-Hungría el 23 de mayo de 1915. Los


principales enfrentamientos militares que tuvieron lugar en el frente austro-
italiano durante ese año fueron cuatro batallas libradas entre sus
respectivos ejércitos en el río Isonzo. El objetivo de los ataques italianos era
romper las líneas austriacas y conquistar Trieste.

El triunfo obtenido por los alemanes en 1915 al conseguir que los rusos
retrocedieran en Prusia oriental, Galitzia y Polonia les permitió centrar sus
operaciones en el frente occidental para intentar concluir en 1916 la
campaña en esta zona.
3.4 1916: CONTINUACIÓN DEL ESTANCAMIENTO

El triunfo obtenido por los alemanes en 1915 al conseguir que


los rusos retrocedieran en Prusia oriental, Galitzia y Polonia les permitió
centrar sus operaciones en el frente occidental para intentar concluir en
1916 la campaña en esta zona.

3.4.1 VERDÚN Y EL SOMME

El plan de los alemanes, concebido por Erich von Falkenhayn, jefe del
Estado Mayor del Ejército alemán, era lanzar un ataque sobre Verdún para
conseguir debilitar a las derrotadas fuerzas de los franceses causando el
mayor número de bajas posible. El plan de los aliados en 1916, establecido
por el mariscal del Ejército francés, Joseph Joffre, y el general del Ejército
británico sir Douglas Haig, consistía en intentar romper las líneas de los
alemanes en el oeste mediante una ofensiva masiva en la región del río
Somme. Los alemanes iniciaron la batalla de Verdún el 21 de febrero; tras
una lucha encarnizada, tomaron los fuertes de Douaumont (25 de febrero),
Vaux (2 de junio) y Thiaumont (23 de junio), pero no lograron conquistar
Verdún gracias a la defensa que de esta ciudad hizo el general Henri
Philippe Pétain. Debido a las numerosas bajas sufridas en la batalla, los
franceses redujeron su aportación a la ofensiva aliada del Somme, que
comenzó el 1 de julio y se prolongó hasta mediados de noviembre, y cuya
responsabilidad recayó sobre los británicos. En la batalla del Somme, los
británicos utilizaron por primera vez carros de combate modernos en el
ataque lanzado sobre Courcelette el 15 de septiembre. Los franceses
emprendieron un contraataque sobre Verdún en octubre y reconquistaron
los fuertes de Douaumont y Vaux (2 de noviembre), restableciendo la
situación existente antes de febrero. Hindenburg destituyó a Falkenhayn
como jefe del Estado Mayor alemán y nombró a Erich Ludendorff en agosto.
El general Robert Georges Nivelle reemplazó a Joffre como comandante
general de los ejércitos franceses del Norte y del Noreste en el mes de
diciembre.

3.4.2 LA BAJA DE LOS RUSOS Y LA DERROTA DE LOS ROMANOS

Por lo que respecta a la situación del frente oriental en 1916, los rusos
lanzaron una ofensiva sobre la región del lago Narocz, al Noreste de Vilna.
Esta acción, cuyo propósito era obligar a los alemanes a trasladar sus tropas
de Verdún a la región del lago Narocz, fracasó estrepitosamente. La
operación que emprendieron en junio resultó más satisfactoria. Los italianos
solicitaron que se llevara a cabo alguna acción para aliviar la presión de la
ofensiva austriaca en la región de Trentino-Alto Adigio; los rusos, en
respuesta a su petición, atacaron a los austriacos en un frente que se
extendía desde el sur de Pinsk hasta Chernovtsi. Hacia el mes de
septiembre, cuando los numerosos refuerzos alemanes procedentes del
frente occidental detuvieron el avance de los rusos, éstos habían hecho
retroceder unos 65 Km. A las tropas austro-alemanas a lo largo de todo el
frente y habían capturado alrededor de 500.000 prisioneros. Pese a no
conseguir tomar sus principales objetivos, las ciudades de Kovel y Lvov, el
ataque ruso persuadió a Rumania para intervenir en la guerra en apoyo del
bando aliado (27 de agosto de
1916). Rumania lanzó inmediatamente una invasión sobre la provincia
austro-

húngara de Transilvania (agosto y septiembre), pero las fuerzas austro-


alemanas expulsaron a los rumanos de la región. Estas tropas, junto con
soldados búlgaros y turcos, invadieron Rumania (noviembre y diciembre),
que a mediados de enero de 1917 había sido completamente conquistada,
con lo que los Imperios Centrales se habían asegurado importantes reservas
de trigo y petróleo.

3.4.3 ITALIA Y LOS BALCANES

La actividad en el frente italiano durante 1916 se centró en la quinta


batalla del río Isonzo y en la ofensiva austriaca en el Trentino, cuyo objetivo
era llegar hasta la retaguardia de la posición italiana en el Isonzo. Los
austriacos conquistaron un territorio considerable en el Trentino, pero la
contraofensiva de los italianos les permitió recuperar la mayor parte del
terreno cedido. Desde agosto a noviembre tuvieron lugar cuatro nuevas
batallas en el Isonzo, de las que sólo cabe destacar la conquista de Gorizia
por parte de los italianos el 9 de agosto.

En los Balcanes, las potencias aliadas interfirieron en la vida política de


Grecia durante 1916 alegando que el gobierno griego, dirigido por el rey
Constantino I, favorecía a los Imperios Centrales a pesar de su declarada
neutralidad. La intervención de los aliados provocó el establecimiento de un
gobierno provisional en Salónica (29 de septiembre), presidido por
Eleuterios Venizelos, que declaró la guerra a Alemania y Bulgaria el 3 de
noviembre. El rey Constantino seguía ejerciendo el poder en Atenas y gran
parte de Grecia, lo que generó conflictos con los aliados, que recurrieron al
bloqueo de Grecia. Gran Bretaña reconoció oficialmente al gobierno
provisional griego el 19 de diciembre.

Se produjeron dos contiendas en los Balcanes durante 1916. En agosto


el Ejército serbio, reorganizado en Corfú, se trasladó a Salónica, donde se
unió a las tropas rusas e italianas para lanzar una ofensiva conjunta contra
las fuerzas búlgaras y alemanas. Tras las primeras victorias, se vieron
obligados a retroceder debido a un fuerte contraataque. Los aliados
lanzaron una ofensiva a gran escala sobre Macedonia a principios de
octubre; sus tropas capturaron Monastir (en la actualidad Bitola) el 19 de
noviembre y llegaron hasta el lago Ohrid (situado en la frontera entre
Albania y Macedonia) a mediados de diciembre.

3.4.4 LOS DOMINIOS OTOMANOS

Durante 1916 se desplegó una considerable actividad militar en tres


zonas del Imperio otomano: Mesopotamia, Arabia y Palestina. En
Mesopotamia, la ciudad sitiada de Kutal-’Amara fue tomada por los turcos el
29 de abril de 1916 y en febrero de 1917 los británicos la reconquistaron. En
Arabia, Husayn ibn Alí, jerife de La Meca, dirigió junto con su hijo, Abdullah
ibn Husayn, la rebelión del Hiyaz (en la actualidad Arabia Saudí) contra el
dominio otomano en junio de 1916. Husayn ibn Alí contó con la ayuda de los
británicos, que le reconocieron como rey del Hiyaz en diciembre de 1916. A
fin de favorecer la revuelta árabe, los ingleses destacados en Egipto
comenzaron a avanzar hacia la península del Sinaí y Palestina, y a principios
de enero de 1917 habían conquistado varias fortificaciones.

3.4.5 LOS INTENTOS DE NEGOCIACIÓN

En 1916, Thomas Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos, país


que en esos momentos era una potencia neutral, intentó que las naciones
beligerantes entablaran negociaciones que condujeran a la paz. Como
resultado de sus esfuerzos, el gobierno alemán comunicó a Estados Unidos
en el mes de diciembre que los Imperios Centrales estaban dispuestos a
iniciar las negociaciones de paz. Cuando Estados Unidos informó de esta
noticia a los aliados, Gran Bretaña rechazó la oferta: Alemania no había
establecido cláusulas concretas para la paz y en esos momentos Rumania
acababa de ser conquistada por los Imperios Centrales, por lo que no era de
esperar que éstos aceptaran unos términos razonables. Finalmente, Wilson
consiguió que cada uno de los bandos comunicara sus peticiones concretas,
pero éstas resultaron ser irreconciliables.

3.5 1917 LA ENTRADA DE ESTADOS UNIDOS Y LA RETIRADA DE RUSIA

La política de neutralidad estadounidense quedó modificada cuando


Alemania anunció en enero de 1917 que a partir del 1 de febrero recurriría a
la guerra submarina sin restricciones contra la flota británica y todas las
embarcaciones que se dirigieran a esta nación. Los expertos civiles y
militares alemanes habían calculado que esta estrategia provocaría la
derrota de Gran Bretaña en seis meses. Estados Unidos ya había expresado
su fuerte oposición a la guerra submarina sin restricciones porque violaba
sus derechos como potencia neutral, e incluso había amenazado a Alemania
con la ruptura de relaciones diplomáticas si se llegaba a aplicar esta
estrategia, de manera que interrumpió sus gestiones en favor de la paz. El 3
de febrero, Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con Alemania;
varias naciones latinoamericanas, entre ellas Perú, Bolivia y Brasil,
secundaron esta acción. Estados Unidos declaró la guerra a Alemania el 6 de
abril.

3.5.1 LA BATALLA DE ARRAS E YPRES

En 1917 los aliados lanzaron dos ofensivas a gran escala para romper las
líneas alemanas en el frente occidental. El primer intento tuvo lugar cerca
de Arras entre el 9 de abril y el 21 de mayo. Mientras los altos mandos
británico y francés planeaban la estrategia, los alemanes se retiraron de la
línea del Aisne y se trasladaron a la denominada Línea Hindenburg, contra la
que los aliados dirigieron su ataque. En esta operación se libraron la tercera
batalla de Arras y fuertes enfrentamientos en el Aisne y en la región de
Champaña, que concluyeron con pequeñas conquistas por parte de los
franceses, pero a costa de tal número de bajas que provocó el
amotinamiento de las tropas. Tras el fracaso de esta acción, el general
Nivelle fue reemplazado por el general Henri Philippe Pétain el 15 de mayo.

La segunda gran ofensiva comenzó en junio, cuando la Fuerza


Expedicionaria británica mandada por Haig intentó atravesar el flanco
derecho de las posiciones alemanas en
Flandes. La batalla de Messines y la
tercera batalla de Ypres concluyeron sin
ningún progreso para los aliados.

3.5.2 EL EMPLEO DE LOS CARROS DE COMBATE

Entre los ataques que emprendieron los aliados en el frente occidental


durante 1917 destaca una batalla en Verdún, en la que los franceses
consiguieron recuperar los territorios que habían perdido en los años
anteriores, y la batalla de Cambrai (del 20 de noviembre al 3 de diciembre),
en la que los británicos atacaron con 400 tanques. Ésta fue la primera
acción de la historia militar en la que se utilizaron carros de combate a gran
escala, y pudo haber concluido con la ruptura de las líneas enemigas de no
ser por la falta de reservas de los atacantes, lo que provocó que los
alemanes terminaran reconquistando el territorio cedido a los británicos.

Tras su entrada en la guerra el 17 de abril, Estados Unidos trasladó a


Europa la denominada Fuerza Expedicionaria Estadounidense (AEF), al
frente de la cual se encontraba el general John Pershing. Hacia junio de
1917, más de 175.000 soldados estadounidenses estaban adiestrándose en
Francia, y una división se encontraba ya en las líneas del sector aliado
próximo a Belfort; las tropas de la AEF contaban en noviembre de 1918 casi
con dos millones de hombres.

3.5.3 LA BATALLA SUBMARINA

Submarino alemánLos submarinos alemanes iniciaron un bloqueo


sobre las islas Británicas en febrero de 1915. El hundimiento de las naves
aliadas causó un gran número de bajas, al abandonarse el principio por el
cual se permitía la evacuación de las naves civiles antes de su hundimiento.
En mayo, un submarino alemán torpedeó al Lusitania, un vapor de pasajeros
británico. Éste se hundió en menos de 20 minutos frente a la costa
meridional de Irlanda, y fallecieron 1.198 civiles, entre los que se
encontraban 128 estadounidenses. El incidente estuvo a punto de anticipar
la intervención de Estados Unidos en el conflicto mundial, que se produjo en
1917.

Durante 1917 la guerra submarina alemana fracasó en su intento de


provocar la rendición de Gran Bretaña mediante la destrucción de la flota
aliada, de la que los británicos dependían para la obtención de alimentos y
suministros. La campaña submarina alemana parecía eficaz en sus
comienzos; hacia finales de 1916 los alemanes hundían mensualmente
alrededor de 300 toneladas de embarcaciones británicas y aliadas en el
Atlántico norte; la cifra ascendió a 875.000 toneladas en el mes de abril, por
lo que los alemanes estaban seguros de conseguir la victoria en breve. Sin
embargo, Gran Bretaña consiguió, desde el verano, restar eficacia a la
estrategia alemana siguiendo varios métodos: adoptó un sistema de
convoyes en el que las flotas mercantes eran protegidas por destructores y
cazasubmarinos, utilizó hidroaviones para detectar a los submarinos y
empleó cargas de profundidad para destruirlos. Al llegar el otoño, los
alemanes comenzaron a perder numerosos submarinos, a pesar de que
seguían hundiéndose una gran cantidad de barcos aliados. A su vez, las
naciones aliadas, especialmente Estados Unidos, construían rápidamente
nuevas embarcaciones. El intento alemán de poner fin al conflicto a través
de la guerra submarina había fracasado.

3.5.4 LA RETIRADA DE RUSIA

En marzo de 1917 la primera fase de la Revolución Rusa culminó con el


establecimiento de un gobierno provisional y la abdicación del zar Nicolás II.
El nuevo régimen prosiguió con la guerra; en julio las tropas rusas, al frente
de las cuales se encontraba el general Alexéi Alexéievich Brusílov,
avanzaron con cierto éxito en el frente de Galitzia, pero posteriormente
perdieron gran parte del territorio conquistado. En septiembre los alemanes
tomaron Riga, defendida por las fuerzas rusas del general Lavr
Gueórguievich Kornílov, y un mes más tarde ocuparon la mayor parte de
Letonia y un gran número de islas rusas del mar Báltico. Uno de los puntos
programáticos del partido bolchevique, que tomó el poder el 7 de
noviembre, era la retirada de Rusia del conflicto; el 20 de noviembre el
nuevo gobierno ofreció a Alemania la suspensión de las hostilidades. Los
representantes de Rusia, Austria y Alemania firmaron el armisticio el 15 de
diciembre, con lo que cesó la lucha en el frente oriental.

3.5.5 LAS DERROTAS ITALIANAS

Los aliados sufrieron varios reveses en el frente italiano en 1917.


Durante los ocho primeros meses del año, las fuerzas italianas dirigidas por
el general Luigi Cadorna siguieron intentando franquear las líneas austriacas
establecidas en el río Isonzo para llegar a Trieste, pero sus esfuerzos, tras la
décima y la undécima batalla de Isonzo, fracasaron. Lo más destacable de
los últimos meses del año fue la firme ofensiva austro-alemana iniciada en
el curso alto del Isonzo, cerca de la ciudad de Caporetto, por la que las
fuerzas italianas se vieron obligadas a retirarse a sus posiciones del río
Piave. La batalla de Caporetto resultó trágica para las tropas italianas;
refuerzos británicos y franceses llegaron en su auxilio en el mes de
noviembre y el nuevo comandante general italiano, el general Armando
Díaz, reemplazó al general Cadorna.

3.5.6 LA ENTRADA DE GRECIA EN LA GUERRA

Por lo que respecta a la actividad en el frente de los Balcanes durante


1917, los aliados libraron diversos enfrentamientos en Monastir, en el lago
Presba y en el río Vardar que concluyeron sin la victoria de ningún bando;
intentaron expulsar al rey griego Constantino I, alegando que su
colaboración con los Imperios Centrales impedía a los aliados culminar con
éxito las operaciones de la región de los Balcanes. Los aliados comenzaron
la invasión de Grecia en el mes de junio y presionaron al monarca griego por
medios diplomáticos para conseguir su abdicación. Éste renunció a la corona
el 12 de junio; Venizelos se convirtió en presidente del gobierno formado
bajo la autoridad de Alejandro, hijo de Constantino. Tras estas
transformaciones internas, Grecia declaró la guerra a los Imperios Centrales
el 27 de junio.
3.5.7 ORIENTE PROXIMO

Los británicos intentaron conquistar Gaza (Palestina) en dos ocasiones


(marzo y abril) durante 1917. Dirigidos por el general Edmund Allenby, los
británicos atravesaron las líneas turcas en Beersheva (noviembre),
obligándoles a evacuar Gaza; el 9 de diciembre las tropas de Allenby
tomaron Jerusalén. Fue también en ese año cuando el coronel británico
Thomas Edward Lawrence (más conocido como Lawrence de Arabia), dirigió
la rebelión árabe contra los turcos; tras tomar la ciudad turca de al-Aqaba
en julio, sus tropas llevaron a cabo numerosos asaltos en la red ferroviaria
del Hiyaz durante el resto del año. También vencieron los británicos en
Mesopotamia; conquistaron Bagdad en marzo, y hacia septiembre habían
avanzado hasta Ramadi, a orillas del río Éufrates, y Tikrīt, a orillas del Tigris.

3.6 1918 EL AÑO FINAL

Los primeros meses de 1918 no resultaron favorables para las potencias


aliadas. Rusia firmó el 3 de marzo la Paz de Brest-Litovsk, por la que se
ponía fin oficialmente a la guerra entre esta nación y los Imperios Centrales;
el 7 de mayo Rumania firmó el Tratado de Bucarest, según el cual debía
ceder la región de Dobrudja a Bulgaria, los pasos de la cordillera de los
Cárpatos a Austria-Hungría y conceder a Alemania un arrendamiento a largo
plazo de los pozos de petróleo rumanos.

3.6.1 LA RETIRADA DE BULGARIA Y AUSTRIA-HUNGRIA

Sin embargo, el resultado de la lucha en el frente de los Balcanes


durante 1918 fue catastrófico para los Imperios Centrales. Una fuerza de
unos 700.000 soldados aliados, compuesta por franceses, británicos,
griegos, serbios e italianos, comenzó una ofensiva a gran escala contra las
tropas alemanas, austriacas y búlgaras en Serbia. El éxito del ataque fue tal
que a finales de mes los búlgaros estaban completamente derrotados y
firmaron un armisticio con los aliados. Rumania volvió a intervenir en el
conflicto en noviembre en favor de la causa aliada, apoyada por las tropas
aliadas que habían entrado en el país tras la capitulación de Bulgaria. Los
soldados serbios del Ejército aliado continuaron avanzando después de que
se firmara la tregua con los búlgaros y ocuparon Belgrado el 1 de
noviembre; el Ejército italiano invadió y ocupó Albania.

Tras una fallida ofensiva austriaca sobre el Piave, los aliados obtuvieron
la victoria definitiva en el frente italiano durante octubre y noviembre,
cuando derrotaron a los austriacos en la batalla de Vittorio Veneto (del 24
de octubre al 4 de noviembre). Los italianos tomaron finalmente Trieste el 3
de noviembre y ocuparon Fiume (actual Rijeka) el 5 de noviembre. La
conmoción de la derrota provocó alzamientos revolucionarios en el Imperio
Austro-Húngaro. Los checos y los eslovacos ya habían constituido en
octubre un Estado independiente, Checoslovaquia; los eslavos del Sur
proclamaron su independencia en octubre y fundaron en diciembre el Reino
de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que más tarde pasaría a denominarse
Yugoslavia (en la actualidad Croacia, Eslovenia, BosniaHerzegovina, Ex-
República Yugoslava de Macedonia y República Federal de
Yugoslavia). Los húngaros establecieron un gobierno independiente en
noviembre. Las autoridades austro-húngaras establecidas en Viena firmaron
un armisticio con los aliados el 3 de noviembre y Carlos I, el último
emperador de los Habsburgo, abdicó días después; al día siguiente se
proclamó la República de Austria.

3.6.2 LA RETIRADA DE TURQUIA

Los aliados también pusieron fin a la guerra en el frente turco de forma


satisfactoria en 1918. Las fuerzas británicas rompieron las líneas turcas en
Meguido y derrotaron a los destacamentos alemanes que las apoyaban en el
mes de septiembre; los británicos, después de unirse a las tropas árabes
lideradas por Lawrence, tomaron Líbano y Siria. En octubre conquistaron
Damasco, Alepo y otros puntos estratégicos; a su vez, la Marina francesa
ocupó Beirut y el gobierno otomano solicitó un armisticio que se firmó el 30
de octubre. Según las condiciones establecidas, el Imperio otomano debía
retirar sus ejércitos, romper relaciones con los Imperios Centrales y permitir
a los buques de guerra aliados cruzar el estrecho de los Dardanelos.

3.6.3 EL ÚLTIMO ESFURZO DE LOS ALEMANES

A pesar de las victorias de los alemanes sobre los rusos y los rumanos en
1917, los aliados formularon unos objetivos de guerra a comienzos de 1918
radicalmente opuestos a los expresados por los Imperios Centrales. La
política de pacificación del presidente estadounidense Wilson comprendía
catorce puntos cuyo objetivo era alcanzar una paz justa e indujo a los
Imperios Centrales a cesar las hostilidades algunos meses después. A
comienzos de 1918, los alemanes decidieron llevar a cabo un esfuerzo
supremo en la primavera de ese año para romper las líneas aliadas en el
frente occidental y llegar así hasta París. Esta poderosa ofensiva, que
comenzó el 21 de marzo, fue dirigida contra el frente británico situado al sur
de Arras. El temor a que los alemanes consiguieran atravesar las líneas
aliadas se fue extendiendo debido al éxito de la ofensiva durante la primera
semana; por este motivo, los aliados encargaron al general Ferdinand Foch
la coordinación de las operaciones aliadas, nombrándole comandante
general de los ejércitos aliados en Francia —formados por franceses, belgas,
británicos y estadounidenses— al mes siguiente. De abril a junio los
alemanes emprendieron un segundo avance, lo que les permitió llegar hasta
un punto del Marne que se hallaba tan sólo a 60 Km. De París, pero las
tropas francesas y la II División estadounidense detuvieron el avance
alemán en la batalla de Château-Thierry
(4 de junio) y la fuerza de la ofensiva alemana decayó enormemente a
mediados de julio. Pese al avance logrado en la segunda batalla del Marne,
sus progresos se vieron frenados inmediatamente por las tropas francesas y
estadounidenses. El general Foch, que advirtió que la ofensiva alemana
carecía de fuerza, ordenó un contraataque el 18 de julio. Los alemanes se
vieron obligados a replegarse sobre el Marne y los aliados tomaron la
iniciativa en el frente occidental y siguieron en esta línea hasta que
concluyó el conflicto.

3.6.4 EL FINAL DE LA GUERRA EN EUROPA

Firma del armisticio de la I Guerra Mundial El 11 de noviembre de 1918,


representantes de los gobiernos de Francia, Alemania y Gran Bretaña se
reunieron en un vagón de un tren, en los alrededores de la ciudad francesa
de Rethondes, y firmaron el armisticio que puso fin a la I Guerra
Mundial. Con la rendición incondicional alemana concluyó una de los
conflictos bélicos más cruentos de la historia de la humanidad.
Precisamente en ese mismo vagón, 22 años más tarde, tuvo lugar la
rendición francesa a la Alemania nacionalsocialista de Adolf Hitler en el
transcurso de la II Guerra Mundial.Corbis-Firma del armisticio de la I Guerra
Mundial-

Los aliados emprendieron una ofensiva sobre las líneas alemanas


establecidas en Amiens (del 8 al 11 de agosto); los alemanes se rindieron
tres meses después. Las fuerzas británicas y francesas ganaron la segunda
batalla del Somme y la quinta batalla de Arras durante la última semana de
agosto y los primeros días de septiembre, e hicieron retroceder a los
alemanes hasta la Línea Hindenburg. El resto de las tropas alemanas fue
reducido por los estadounidenses en la batalla de Saint-Mihiel (12 y 13 de
septiembre). Los británicos avanzaron hacia Cambrai en octubre y principios
de noviembre, y los estadounidenses atravesaron la boscosa región de
Argonne. El último ataque logró romper las líneas alemanas establecidas
entre Metz y Sedan. Como resultado de estas ofensivas, Ludendorff pidió al
gobierno alemán que solicitara un armisticio al enemigo. El gobierno alemán
inició las conversaciones con los aliados en octubre, pero éstas fracasaron
cuando el presidente Wilson insistió en negociar únicamente con regímenes
democráticos. Mientras tanto, los británicos realizaban importantes
progresos en el norte de Francia y a lo largo de la costa belga, y las tropas
francesas y estadounidenses llegaron a Sedan el 10 de noviembre. La Línea
Hindenburg había sido
completamente aniquilada a comienzos de este mes, y los alemanes se
retiraban con rapidez de todo el frente occidental. La derrota del Ejército
alemán tuvo repercusiones en el interior del país que afectaron de forma
muy negativa al gobierno establecido. La flota alemana se amotinó, el rey
de Baviera fue destronado por un levantamiento y el emperador Guillermo II
abdicó en noviembre y huyó a los Países Bajos. El día 9 de ese mismo mes
se proclamó la República de Weimar en Alemania, cuyo gobierno envió una
comisión para negociar con los

aliados. A las cinco de la mañana del 11 de noviembre tuvo lugar en el


bosque de Compiègne la firma del armisticio entre Alemania y los aliados;
este documento estaba basado en las condiciones establecidas por los
vencedores; esa misma mañana cesaron las hostilidades en el frente
occidental.

3.7 LA GUERRA DE LAS COLONIAS

Las fuerzas destacadas en las colonias alemanas de África y el océano


Pacífico, a excepción de las que se encontraban en África oriental a finales
de 1917 y durante 1918, lucharon a la defensiva la mayor parte del tiempo.
Fueron derrotadas con rapidez en unos casos y gradualmente en otros, pero
prácticamente todas se habían rendido a los aliados hacia el final de la
guerra.
3.7.1 ÁFRICA

Los territorios africanos colonizados por los alemanes en 1914 eran


Togo, Camerún, el África Suroccidental Alemana (actual Namibia) y el África
Oriental Alemana. Una fuerza anglo-francesa tomó posesión de Togo en
agosto de 1914. En septiembre de ese año los británicos invadieron
Camerún desde Nigeria, y los franceses se internaron en el este y el sur de
esta región desde el África Ecuatorial Francesa. Después de muchas
campañas, la resistencia alemana fue superada definitivamente en febrero
de 1916. El África Suroccidental Alemana fue conquistada entre septiembre
de 1914 y julio de 1915 por tropas de la Unión Surafricana (actual República
de Suráfrica). La más importante de las posesiones alemanas, el África
Oriental Alemana, fue la que ofreció más oposición a los aliados. Los
primeros ataques emprendidos por las tropas británicas e indias (noviembre
de 1914) fueron repelidos por las fuerzas alemanas dirigidas por el general
Paul von Lettow-Vorbeck. En noviembre de 1915 las unidades navales de los
británicos se apoderaron del lago Tanganica, y el general Jan Christiaan
Smuts recibió el mando de las fuerzas aliadas (formadas por británicos,
surafricanos y portugueses) que se encargarían de la invasión del África
Oriental Alemana al año siguiente. Los aliados tomaron en 1916 sus
principales ciudades: Tanga, Bagamoyo, Dar es-Salaam y Tabora, por lo que
las tropas de Lettow-Vorbeck se retiraron hacia el sureste de esta región.
Sin embargo, las fuerzas alemanas iniciaron una ofensiva a finales de 1917
e invadieron el África Portuguesa. Cuando se firmó el armisticio en Europa
en 1918, las tropas alemanas del África Occidental Alemana seguían aún
luchando, a pesar de que la mayor parte de la colonia se encontraba en
poder de los aliados. Lettow-Vorbeck se rindió tres días después de que se
terminara la guerra en Europa.

3.7.2 EL PACIFICO

En el Pacífico, una fuerza neozelandesa conquistó la zona alemana de


Samoa en agosto de 1914, y los archipiélagos alemanes de Bismarck y
Nueva Guinea fueron ocupados por tropas australianas en septiembre. Las
fuerzas japonesas tomaron la fortaleza de Qingdao, un puerto alemán
situado en la provincia china de Shandong, en noviembre de 1914, y las
islas Marshall, las islas Marianas, el archipiélago de Palau y las islas
Carolinas entre agosto y noviembre de ese año. Cuando la guerra terminó,
Japón conservó Qingdao hasta 1922 y consiguió un mandato sobre las islas
Marshall, Marianas, Palau y Carolinas.

3.8 LA GUERRA MARÍTIMA

A comienzos de la guerra, el grueso de la flota británica, la Gran Flota,


contaba con veinte acorazados y numerosos cruceros y destructores; estaba
ubicada en la base de Scapa Flow, situada en las islas Orcadas, mientras
que una segunda flota protegía el canal de la Mancha. La Flota de Altamar
alemana estaba compuesta por trece acorazados y tenía sus bases en los
puertos alemanes de mar del Norte.
3.8.1 PRIMERAS OPERACIONES

En la batalla que tuvo lugar en la ensenada de Helgoland (1914) los


británicos atacaron la base naval alemana de la isla de Helgoland y
hundieron tres naves enemigas; los submarinos alemanes hundieron el
superacorazado Audacious (27 de octubre) e intentaron atacar Scapa Flow,
por lo que las naves británicas allí fondeadas hubieron de zarpar en busca
de refugio a la costa occidental de Escocia.

Una escuadra de cruceros alemanes destacada en el Pacífico sur, al


mando de la cual se hallaba el almirante Maximilian Spee, causó
importantes daños en las instalaciones francesas de Papeete y en las islas
Fanning (de posesión británica) en septiembre y octubre de 1914; el 1 de
noviembre derrotó a una escuadra británica en la batalla de Coronel, pero
fue vencida el 8 de diciembre por una escuadra británica a las órdenes del
almirante Frederick Sturdee en la batalla de las islas Malvinas, en la que
perdió cuatro de sus cinco naves. Durante 1914 y los primeros meses de
1915, los cruceros alemanes produjeron graves daños a los buques
británicos del océano Índico y otras zonas.

La acción más destacable de 1915 fue el bloqueo submarino impuesto


por Alemania a Gran Bretaña. El hundimiento del transatlántico de pasajeros
Lusitania a manos de un submarino alemán el 7 de mayo costó la vida a
muchos súbditos estadounidenses, lo que originó una polémica que estuvo a
punto de provocar la guerra entre Estados Unidos y Alemania, modificando
ésta última sus métodos de guerra submarina para satisfacer al gobierno
estadounidense. Sin embargo, en marzo de 1916, el hundimiento por un
submarino alemán del buque de vapor francés Sussex en el canal de la
Mancha y la existencia de víctimas estadounidenses hizo estallar un nuevo
conflicto diplomático entre estos países.

3.8.2 1916 Y LOS AÑOS SIGUIENTES

El enfrentamiento naval más importante de la guerra fue la batalla de


Jutlandia, librada el 31 de mayo y el 1 de junio de 1916 entre la Gran Flota
británica y la Flota de Altamar alemana, y tras la cual Gran Bretaña pudo
conservar su supremacía naval. No obstante, los alemanes consiguieron
romper el bloqueo británico y reanudaron la guerra submarina sin
restricciones en 1917, persuadidos de que éste era el único método con el
que podrían derrotar a Gran Bretaña; esta estrategia no condujo a la
rendición de los británicos, sino que motivó que Estados Unidos declarara la
guerra a Alemania. Los ataques de los submarinos alemanes a los convoyes
británicos en el océano Atlántico y en el mar del Norte ocasionaron la
destrucción de numerosas embarcaciones. Por este motivo, los británicos
intentaron bloquear, con escaso éxito, las bases submarinas alemanas de
Ostende y Zeebrugge (ambas en Bélgica) en abril de 1918; finalmente, las
fuerzas terrestres británicas marcharon sobre Bélgica en octubre y tomaron
ambas bases y otros puertos belgas.
3.8.3 EL HUNDIMIENTO DE LA FLOTA ALEMANA

De acuerdo con los términos del armisticio, los alemanes debían


entregar a los aliados la mayor parte de su flota, compuesta por 10
acorazados, 17 cruceros, 50 lanchas torpederas y más de 100 submarinos.
Salvo estos últimos, toda la flota, incluidos capitanes y tripulaciones, estaba
retenida en Scapa Flow en noviembre de 1918. El Tratado de Versalles
(1919), que puso fin a la guerra, estipulaba que todas las naves retenidas
pasaban a ser propiedad de los aliados; los alemanes habían de entregar los
restantes buques de guerra que se encontraran en su poder; además, el
tamaño de la futura flota alemana quedaba drásticamente reducido. Como
represalia ante estas condiciones, los alemanes hundieron el 21 de junio de
1919 sus propias naves de Scapa Flow.

El tonelaje total de naves aliadas hundidas por los submarinos,


embarcaciones y minas alemanas fue de casi 13 millones; el mayor tonelaje
hundido en un solo año (1917) alcanzó los 6 millones.

3.9 GUERRA AÉREA

La I Guerra Mundial estimuló enormemente la fabricación de aeronaves,


su uso con fines militares y el desarrollo de la guerra aérea; se construyeron
dirigibles, globos y aviones. Éstos últimos se utilizaban principalmente para
dos tipos de misiones: la observación y el bombardeo. La exploración de los
frentes de batalla fijos se llevaba a cabo mediante pequeños globos con
cuerdas; los dirigibles servían para realizar reconocimientos en el mar, y los
aeroplanos para sobrevolar las zonas costeras. Con respecto a las
operaciones militares terrestres, los aeroplanos se empleaban para observar
la disposición de las tropas y defensas del enemigo y bombardear sus líneas
o a sus fuerzas cuando entraban en combate.

Los alemanes bombardearon por primera vez París desde el aire el 30 de


agosto de 1914 y Dover (Gran Bretaña) el 21 de diciembre de 1914. Durante
1915 y 1916, los dirigibles alemanes, conocidos como zepelines, atacaron el
este de Inglaterra y Londres en sesenta ocasiones. El primer ataque con
aviones se produjo el 28 noviembre de 1916, y estas acciones se repitieron
con frecuencia durante el resto de la guerra.

Desde mediados de 1915 se hicieron frecuentes los combates aéreos


entre aviones o escuadrones enemigos. Los alemanes disfrutaron de la
supremacía aérea en el frente occidental desde octubre de 1915 hasta julio
de 1916, año en el que los británicos demostraron su superioridad. Entre los
más importantes aviadores, cabe destacar al estadounidense Eddie
Rickenbacker, al canadiense William Avery Bishop y al barón alemán
Manfred von Richthofen.

4. RESUMEN DE LA GUERRA

La I Guerra Mundial duró cuatro años, tres meses y catorce días. El


conflicto representó un coste de 186.000 millones de dólares para los países
beligerantes. Las bajas en los combates terrestres ascendieron a 37
millones, y casi diez millones de personas pertenecientes a la población civil
fallecieron indirectamente a causa de la contienda. A pesar de que todas las
naciones confiaban en que los acuerdos alcanzados después del conflicto
restablecerían la paz mundial sobre unas bases estables, las condiciones
impuestas promovieron un conflicto aún más destructivo (que se inició en
1939 y que, no en vano, fue denominado II Guerra Mundial). Los Imperios
Centrales aceptaron los catorce puntos elaborados por el presidente Wilson
como fundamento del armisticio, esperando que los aliados los adoptaran
como referencia básica en los tratados de paz. Sin embargo, la mayor parte
de las potencias aliadas acudieron a la Conferencia de Paz de París
(celebrada en Versalles) con la determinación de obtener indemnizaciones
en concepto de reparaciones de guerra equivalentes al coste total de la
misma y de repartirse los territorios y posesiones de las naciones derrotadas
según acuerdos secretos. Durante las negociaciones de paz, el presidente
estadounidense Wilson insistió en que la Conferencia de Paz de París
aceptara su programa completo organizado en catorce puntos, pero
finalmente desistió de su propósito inicial y se centró en conseguir el apoyo
de los aliados para la formación de la Sociedad de Naciones.

Las potencias vencedoras permitieron que se incumplieran ciertos


términos establecidos en los tratados de paz de Versalles, Saint-Germain-en-
Laye, Trianón, Neuilly-sur-Seine y Sèvres, lo que provocó el resurgimiento
del militarismo y de un nacionalismo agresivo en Alemania y desórdenes
sociales en gran parte de Europa.

5. Biografía: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Primera_Guerra_Mundial

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