Doctrina: El Apremio en La Provincia de Buenos Aires

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El apremio en la Provincia de Buenos

Aires: Excepción de prescripción. A


diez años del fallo "Filcrosa"

por MAURO ALFREDO TULIA


23 de Octubre de 2013
www.infojus.gov.ar
Id SAIJ: DACF130321

TEMA
Juicio de apremio, ejecución fiscal, Provincia de Buenos Aires

TEXTO

1. INTRODUCCIÓN A diez años del fallo "Filcrosa" de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, resulta oportuno formular una pequeña
reseña de cómo fue receptado dicho precedente en el ámbito bonaerense, y cómo ha evolucionado en el tiempo el apego a la doctrina
emanada del Tribunal cimero, y para ello hare unas breves referencias a la excepción de prescripción en el proceso de apremio,
constituyendo el presente una breve adaptación de una obra general del suscripto sobre el proceso de apremio en la Provincia de Buenos
Aires, la que se encuentra en revisión.

El proceso de apremio en la Provincia de Buenos Aires tiene un doble carril procesal por el cual puede transitar, el cual está dado según el
origen del crédito que se reclame.

Así se encuentran vigentes dos normas procesales distintas, que son la ley 13.406 (1) y el decreto ley 9.122/78 (2).

Pues, la ley 13.406 no hubo de derogar al decreto ley 9.122/78, también regulatorio del proceso de apremio, y más allá de algunos fallos en
los que se hace referencia a la supuesta derogación del citado en segundo término, ello no resulta acertado, por cuanto en primer lugar
corresponde distinguir el ámbito de aplicación material del proceso en cada norma, además de la falta de derogación expresa, las
posteriores reformas al decreto ley 9.122/78, y la aplicación supletoria que sobre éste ejerce la ley 13.406.

De la comparación de los artículos 1º de ambas normas, resulta claro que, aunque si bien ambas disponen que rigen el proceso judicial de
apremio para los créditos fiscales de la Provincia y los municipios, la ley 13.406 es de aplicación cuando se promueven ejecuciones por
créditos de origen tributario, sus accesorios y sus multas, mientras que el decreto ley 9.122/78 será entonces de aplicación para todos los
otros créditos fiscales de la Provincia y municipios de origen no tributario, tales como los provenientes de regímenes contravencionales, las
multas y cargos impuestas por el Honorable Tribunal de Cuentas de la Provincia de Buenos Aires, las multas impuestas por el Ministerio de
Trabajo provincial, los créditos por cánones impagos, los provenientes del recupero de tareas u obras, los créditos por sanciones impuestas
por los departamentos deliberativos a sus miembros, los créditos de los colegios y cajas profesionales, los del Instituto de Previsión Social
de la Provincia de Buenos Aires, y los de cuotas y contribuciones de la ley de Riesgos del Trabajo.

Pues, la ley 13.406 está destinada a regir el proceso de apremio por créditos fiscales de origen tributario, y para el resto de los créditos
fiscales ha de seguir rigiendo el decreto ley 9.122/78, lo que impone que la distinción de la norma aplicable ha de hacerse por el carácter
residual de la última de las citadas leyes (3).

Sentada la aclaración precedente, y ello con el sólo objeto de establecer que entre ambos cuerpos normativos existe una diferencia
trascendente, como es el plazo para el ejercicio de la defensa a través de la oposición de excepciones, que en la ley 13.406 es de cinco días
y en el decreto ley 9.122/78 es de tres días.

Ahora bien, las excepciones en el proceso de apremio provincial están reguladas en los artículos 9 de la ley 13.406 y 6 del decreto ley
9.122/78, a las cuales la norma clasifica como las únicas deducibles.

Así de entre las excepciones admitidas encontramos la de prescripción, contemplada en el inciso e) del artículo 9 de la ley 13.406, y el
inciso d) del artículo 6 del decreto ley 9.122/78.

2. ALGUNAS CUESTIONES GENERALES SOBRE PRESCRIPCIÓN A)- Concepto:

Para ingresar en el análisis de la excepción del inciso e) de la ley 13.406 y d) del decreto ley 9.122/78, y de manera preliminar, resulta
oportuno resumir algunas consideraciones generales sobre el instituto de la prescripción.
El Código Civil regula el tema iniciando por preceptuar que los derechos reales y personales se adquieren y se pierden por la prescripción,
que es un medio de adquirir un derecho o de liberarse de una obligación por el transcurso del tiempo (4).

Como bien señalara el maestro LLAMBÍAS (5), la definición proporcionada por el codificador no es exacta, ya que la prescripción es útil
para adquirir ciertos derechos reales, no todos, y que respecto de los derechos personales no sólo opera sobre las obligaciones sino sobre
toda clase de derechos en general.

Pero en particular respecto de las obligaciones, que es lo nos interesa a los fines de este análisis, tampoco es exacto que la prescripción
extinga los derechos creditorios, sino que sólo extingue la acción judicial correspondiente a tal derecho, y operada, el derecho, que no se
extingue, sino que subsiste como obligación natural (6).

Por su parte, el artículo 3.949 del Código Civil, define a la prescripción liberatoria o extintiva como una excepción para repeler una acción
por el sólo hecho de que el que la entabla ha dejado durante un lapso de tiempo de intentarla, o de ejercer el derecho al cual ella se refiere.

No obstante podemos decir que la prescripción liberatoria es el modo por el cual se extingue la acción, entendida ésta última como la
facultad de demandar, de la que se haya munida la obligación, por el transcurso del tiempo establecido en la ley y la inacción del acreedor
durante dicho lapso de tiempo.

De ello extraemos que la prescripción extingue la acción, o sea, la posibilidad de reclamar judicialmente el cumplimiento de la obligación,
pero no la obligación, la que subsistirá como obligación natural (7), y sus elementos son el transcurso del tiempo y la inactividad del
acreedor.

El transcurso del tiempo fijado por la ley, sumado a la inacción del acreedor, impide a éste, una vez operada la prescripción, ejercer
coactivamente la acción correspondiente, la que ejercitada puede ser repelida por vía de excepción de prescripción.

B)- Cómputo del plazo:

El plazo establecido en la ley correspondiente a la prescripción de las acciones, tiene su punto de inicio con la exigibilidad de la obligación,
es decir, desde el nacimiento de la acción respectiva, y mientras esta última no es ejercitable no corre.

Así, la prescripción de las acciones personales comienza a correr desde la fecha del título de la obligación (8), pero cuando el derecho
estuviere subordinado al cumplimiento de un plazo, la prescripción sólo comenzaría a correr desde que el derecho pudiera ser ejercido (9).

El curso de la prescripción es susceptible de ser alterado por dos fenómenos distintos denominados interrupción y suspensión de la
prescripción.

La interrupción del curso de la prescripción es la inutilización del lapso de tiempo transcurrido al momento en que acontece la causa
designada en la ley como hábil para producir tal interrupción; por lo que acaecido el hecho interruptivo de la prescripción, se requiere,
ineludiblemente, el transcurso de un nuevo período completo del tiempo que la ley fija, sin que el tiempo transcurrido antes del hecho
interruptivo pueda ser acumulado.

Las causas de interrupción de la prescripción son la promoción de la demanda judicial, el reconocimiento y el compromiso arbitral.

El artículo 3.986 del Código Civil establece que la prescripción se interrumpe por demanda contra el poseedor o deudor, aunque sea
interpuesta ante juez incompetente o fuere defectuosa y aunque el demandante no haya tenido capacidad legal para presentarse en juicio.

No obstante ello, la interrupción de la prescripción por la demanda judicial se tendrá por no sucedida cuando el proceso judicial se extinga
por desistimiento o por caducidad de la instancia, o si el demandado es absuelto (10).

El artículo 3.989 del Código de fondo dispone que la prescripción es interrumpida por el reconocimiento, expreso o tácito, que el deudor o
el poseedor hace del derecho de aquel contra quien prescribía. Y el 3.988 que el compromiso hecho en escritura pública, sujetando la
cuestión de la posesión o propiedad a juicio de árbitros, interrumpe la prescripción.

Dicho ello, cabe exponer que la interrupción del curso de la prescripción sólo ha de producir efectos con relación a las personas vinculadas
con la causa interruptiva, por lo que la demanda judicial interrumpe la prescripción respecto del demandado (11), por lo que si se trata de
dos o más deudores respecto de la misma obligación, la demanda judicial entablada contra uno o alguno de ellos interrumpe la prescripción
respecto de ellos, pero no de quienes no han sido demandados, lo que tiene como consecuencia que luego de transcurrido el plazo de
prescripción respecto de aquel sujeto no demandado, la acción en relación a éste ha quedado extinguida.

La suspensión del curso de la prescripción consiste en la paralización de dicho curso por el acontecimiento de una causal contemporánea o
sobreviniente a su comienzo, establecida por la ley como hábil para producir tal suspensión; por lo que, acontecida la causa suspensiva, el
plazo de prescripción se paraliza durante todo el tiempo que la ley designe, y finiquitada tal paralización, el cómputo del plazo prescriptivo
se reanuda. En síntesis, el efecto de la suspensión es la paralización transitoria del cómputo del plazo, el que se reanuda una vez que cesa el
motivo de suspensión, y se contabiliza el tiempo anterior a la suspensión -el que resulta útil a los fines del cómputo-.
Las causas de suspensión del curso de la prescripción, según lo normado por el Código Civil (12), son el matrimonio, la aceptación de
herencia con beneficio de inventario, la tutela y curatela, la querella criminal, y la interpelación fehaciente, siendo esta última la que nos
interesa en este estudio.

El artículo 3.986, párrafo segundo, del Código Civil determina que la prescripción liberatoria se suspende, por una sola vez, por la
constitución en mora del deudor, efectuada en forma auténtica; y que esta suspensión sólo tendrá efecto durante un año o el menor término
que pudiere corresponder a la prescripción de la acción.

En rigor no se trata de la constitución en mora del deudor, sino de la interpelación o intimación fehaciente, ya que la constitución en mora
mediante interpelación fehaciente resulta excepcional, por cuanto en las obligaciones a plazo por ejemplo, la mora es automática.

Sobre la norma señalamos que la suspensión del curso de la prescripción se produce por el lapso de un año, y tiene efecto sólo la primera
intimación, por cuanto el artículo le establece efecto por una sola vez.

Por su lado, las normas locales, como el Código Fiscal (13), la Ley Orgánica de las Municipalidades (14), además de establecer plazos de
prescripción, determinan causas de interrupción y suspensión de su curso, los que a mi entender resultan de aplicación relativa en virtud de
las disposiciones del Código Civil, lo que se analizará en el punto 6.6, y se hará constar con los precedentes jurisprudenciales que se citan,
lugares a los que me remito.

3. A MODO DE DEFINICIÓN Con lo dicho podemos definir a la excepción de prescripción como aquella defensa perentoria por la cual el
accionado señala que la acción judicial se encontraba ya extinguida por los efectos de la prescripción al momento en que fue ejercitada, y
la obligación, por ende, se tornó inexigible coactivamente.

Por ello la excepción de prescripción tiene por finalidad repeler la acción judicial, con fundamento en que el acreedor dejó de ejercitarla
por el plazo señalado por la ley.

Pero la prescripción -que se rige por disposiciones de orden público, lo que implica la prohibición e ineficacia de renuncia a la prescripción
futura y de pactos entre las partes- debe ser opuesta por el ejecutado, ya que como la obligación subsiste como natural en los términos
del artículo 515 del Código Civil, no es declarable de oficio.

4. LAS REGULACIONES LOCALES Se hará referencia a las distintas regulaciones locales sobre la materia de la prescripción de las
acciones, difiriendo para el punto siguiente la doctrina emanada de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la causa "Filcrosa".

A)- Tributos provinciales:

En lo tocante a los plazos de prescripción, el Código Fiscal en su artículo 157 dispone que prescriben por el transcurso de cinco años las
acciones y poderes de la autoridad de aplicación para determinar y exigir el pago de las obligaciones fiscales regidas por este Código y
para aplicar y hacer efectivas las sanciones en él previstas; que prescribe por el transcurso de cinco años la acción de repetición de
gravámenes y sus accesorios a que se refiere el artículo 133 (15).

Respecto del inicio del cómputo del plazo, el artículo 159 determina que los términos de prescripción de las acciones y poderes de la
autoridad de aplicación, para determinar y exigir el pago de las obligaciones fiscales regidas por el Código, comenzarán a correr desde el
primero de enero siguiente al año al cual se refieren las obligaciones fiscales, excepto para las obligaciones cuya determinación se
produzca sobre la base de declaraciones juradas de período fiscal anual, en cuyo caso tales términos de prescripción comenzarán a correr
desde el primero de enero siguiente al año que se produzca el vencimiento de los plazos generales para la presentación de declaraciones
juradas e ingreso del gravamen. El término de prescripción de la acción para aplicar y hacer efectivas las sanciones legisladas en el propio
Código comenzará a correr desde el primero de enero siguiente al año en que haya tenido lugar la violación de los deberes formales o
materiales. El término de prescripción de la acción de repetición comenzará a correr desde la fecha de pago. Los términos de prescripción
establecidos en los artículos 157 y 158, no correrán mientras los hechos imponibles no hayan podido ser conocidos por la autoridad de
aplicación por algún acto o hecho que los exteriorice en la Provincia. Esta norma será de aplicación para las obligaciones de carácter
instantáneo y para los tributos de base patrimonial en cuanto infrinjan normas de índole registral. Sin perjuicio de lo establecido en el
párrafo anterior, el impuesto no resultará exigible, cuando al momento de la exteriorización hubieran transcurrido más de diez años
contados a partir del primero de enero del año siguiente a la realización de los hechos imponibles.

Asimismo regula causales interruptivas propias, y las mismas se halla en el artículo 160 que dice que la prescripción de las acciones y
poderes de la autoridad de aplicación para determinar las obligaciones fiscales y exigir el pago de las mismas se interrumpirá: 1) por el
reconocimiento expreso o tácito de la obligación impositiva por parte del contribuyente o responsable; 2) por renuncia al término corrido
de la prescripción en curso; 3) por el inicio del juicio de apremio contra el contribuyente o responsable en los únicos casos de tratarse de
impuestos determinados en una sentencia del Tribunal Fiscal de Apelación debidamente notificada, o en una intimación o resolución
administrativa debidamente notificada y no recurrida por el contribuyente o, en casos de otra índole, por cualquier acto judicial tendiente a
obtener el cobro de lo adeudado. En los casos previstos en los incisos 1) y 2) del artículo, el nuevo término de prescripción comenzará a
correr a partir del primero de enero siguiente al año en que las circunstancias mencionadas ocurran. La prescripción de la acción para
aplicar y hacer efectivas las sanciones se interrumpirá: a) por la comisión de nuevas infracciones, en cuyo caso el nuevo término de la
prescripción comenzará a correr el primero de enero siguiente al año en que tuvo lugar el hecho o la omisión punible; b) por el inicio del
juicio de apremio o por cualquier acto judicial tendiente a obtener su cobro, de corresponder. Y que la prescripción de la acción de
repetición del contribuyente o responsable, se interrumpirá por la deducción de la demanda respectiva, el nuevo término de la prescripción
comenzará a correr a partir del primero de enero siguiente al año en que se cumplan los ciento ochenta días de presentado el reclamo.

También establece, en su artículo 161, las causales de suspensión del curso de la prescripción en los siguientes términos: se suspenderá por
un año el curso de la prescripción de las acciones y poderes de la autoridad de aplicación en los supuestos que siguen:

a) Desde la fecha de intimación administrativa de pago de tributos determinados, cierta o presuntivamente, con relación a la acciones y
poderes fiscales para exigir el pago intimado. Cuando mediare recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal de Apelación la suspensión,
hasta el importe del tributo liquidado, se prolongará hasta los noventa días posteriores a que la autoridad de aplicación reciba las
actuaciones en el marco de las cuales el Tribunal Fiscal hubiere dictado sentencia declarando su incompetencia, determinando el tributo,
aprobando la liquidación practicada en su consecuencia o, en su caso, rechazando el recurso presentado contra la determinación de oficio.
Cuando se hubiere interpuesto recurso de reconsideración ante el director ejecutivo de la Agencia de Recaudación de la Provincia de
Buenos Aires, la suspensión se prolongará hasta los noventa días posteriores a la notificación de la resolución respectiva.

b) Desde la fecha de la resolución sancionatoria. Si mediare recurso de reconsideración ante el director ejecutivo de la Agencia de
Recaudación de la Provincia de Buenos Aires, el término de la suspensión perdurará hasta los noventa días posteriores a que la resolución
de dicho recurso haya quedado firme o consentida. Si mediare recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal de Apelación, o recurso o acción
judicial, el término de la suspensión perdurará hasta los noventa días posteriores a que la autoridad de aplicación reciba las actuaciones en
el marco de las cuales se hubiere dictado la sentencia firme que confirme total o parcialmente la sanción.

c) Desde la fecha de la interposición por el contribuyente o responsable del recurso previsto en el artículo 24 inciso b) del Convenio
Multilateral, sin haber hecho uso de los remedios establecidos en el artículo 115 del Código Fiscal. En este caso, la suspensión, hasta el
importe del tributo reclamado se prolongará hasta noventa días después de haber adquirido firmeza la resolución dictada por la Comisión
Arbitral o Plenaria, según corresponda.

Dicho artículo dispone que en todos los casos previstos precedentemente, el efecto de la suspensión opera sobre la prescripción de las
acciones y poderes de la autoridad de aplicación respecto de los deudores solidarios, si los hubiere. En caso de producirse denuncia penal,
la suspensión de la prescripción se extenderá desde la fecha en que ocurra dicha circunstancia hasta el día en que quede firme la sentencia
judicial dictada en la causa penal respectiva Se suspenderá por ciento veinte días el curso de la prescripción de las acciones y poderes del
fisco para determinar y exigir el pago de los impuestos regidos por el presente Código, y para aplicar y hacer efectivas las multas, desde la
fecha de notificación de la resolución de inicio del procedimiento de determinación de oficio o de la instrucción del sumario
correspondiente, cuando se tratare del o los períodos fiscales próximos a prescribir y dichos actos se notifiquen dentro de los ciento
ochenta días corridos inmediatos anteriores a la fecha en que se produzca la correspondiente prescripción.

B)- Sanciones impuestas por el Ministerio de Trabajo:

La ley 10.149 (16), en su artículo 50 establece que la acción para hacer efectiva las sanciones aplicadas, prescribe a los dos años de
notificada la resolución respectiva; y que la prescripción se interrumpe por la comisión de una nueva infracción o por la secuela del juicio.

C)- Regímenes contravencionales-sancionatorios:

El decreto ley 8.031/73 (17) dispone, en su artículo 32, que la pena se extingue por prescripción, y en su artículo 33 determina que la pena
prescribe al año desde la fecha en que quedó firme la sentencia o desde el quebrantamiento de la condena.

Y en su artículo 34 que la prescripción de la pena se interrumpe por la comisión de una nueva infracción, por la secuela de juicio o por la
ejecución por vía de apremio respecto de la pena de multa.

El decreto ley 8.785/77 (18) expresa en su artículo 10 que las penas prescriben a los tres años, contados a partir de la fecha en que quedó
firme la resolución condenatoria. Y el curso de la prescripción se interrumpe por la ejecución judicial de la multa.

Por su parte, el decreto 6.864/58 (19), reglamentario del decreto ley 16.378/57 (20) dispone que cuando se tratare de faltas de las que
resulten responsables directos las personas de existencia visible, la acción y la pena se extinguen por la muerte del infractor o condenado y
por la prescripción. Y que la sanción, excepto la de inhabilitación, se prescribe al año de dictada la resolución definitiva, siendo causales de
interrupción de la sanción la comisión de una nueva falta o la secuela del proceso.

D)- Tributos municipales:

La Ley Orgánica de las Municipalidades, decreto ley 6.769/58, en su artículo 278 (21), establece que las deudas de los contribuyentes que
hubieren incurrido en mora en el pago de impuestos, tasas y cualquier otra especie de contribuciones adeudadas a la municipalidad,
prescriben a los cinco años de la fecha en que debieron pagarse (22).

Dicho plazo quinquenal de prescripción de las acciones será aplicable a las obligaciones que se devenguen a partir del primero de enero del
año 1.996.
Y en concordancia con esto último, el artículo 278 bis (23) estableció un sistema de morigeración o graduación del plazo quinquenal de
prescripción, por cuanto el plazo del artículo 278 anterior a la reforma de la ley 12.076 eras de diez años, y a los fines de adecuarse al plazo
de cinco años dispuso que la prescripción de las acciones y poderes de la municipalidad para determinar y exigir el pago de los impuestos,
tasas y cualquier otra especie de contribución adeudadas a la misma, y sus accesorios, así como para aplicar y cobrar multas por
infracciones por obligaciones de lo antes citado, comenzadas a correr antes de la vigencia del artículo anterior, al igual que la de la acción
de repetición de gravámenes y accesorios se producirá de acuerdo al siguiente cuadro: las acciones nacidas durante el ejercicio fiscal 1.986,
prescribirán el primero de enero de 1.997; las acciones nacidas durante los ejercicios fiscales 1.987 y 1.988, prescribirán el primero de
enero de 1.998; las acciones nacidas durante los ejercicios fiscales 1.989, 1.990 y 1.991, prescribirán el primero de enero de 1.999; las
acciones nacidas durante los ejercicios fiscales 1.992, 1.993 y 1.994, prescribirán el primero de enero del 2.000; y las acciones nacidas
durante el ejercicio fiscal 1.995, prescribirán el primero de enero del 2.001.

Asimismo establece que en todos los casos el término de la prescripción se interrumpirá por el reconocimiento expreso que el deudor
hiciere de sus obligaciones y por los actos judiciales o administrativos que la municipalidad ejecutare en procuración del pago.

E)- Régimen de faltas municipales:

El decreto ley 8.751/77 (24), en su artículo 16 determina que la pena se extingue por prescripción (entre otras causales); y en su artículo 17
que la pena prescribe al año de dictada la sentencia.

Asimismo establece que la prescripción de la pena se interrumpe por la comisión de una nueva falta; y que los efectos de la suspensión o
interrupción del curso de la prescripción tiene efectos separadamente para cada uno de los partícipes de la infracción.

Por su parte la ley 24.449 (25), en su artículo 88 determina que la pena se extingue por prescripción. Y el artículo 89 del mismo cuerpo
legal dice que la prescripción opera a los cinco años para las sanciones, y remite a la aplicación supletoria del Código Penal.

F)- Sanciones de los Departamentos Deliberativos a sus miembros:

El artículo 259 del decreto ley 6.769/58, respecto de las multas aplicadas a sus miembros, determina que tales sanciones disciplinarias
prescriben al año de producida la transgresión, y que el ejercicio de la acción (judicial) interrumpe el curso de la prescripción.

G)- Créditos de la ley de riegos del trabajo:

El artículo 44, inciso 2, de la ley 24.557 (26), de riesgos del trabajo, dispone que prescriben a los diez años a contar desde la fecha en que
debió efectuarse el pago, las acciones de los entes gestores y de los de la regulación y supervisión de esta ley, para reclamar el pago de sus
acreencias.

5. INCONSTITUCIONALIDAD DE LAS NORMAS LOCALES. EL FALLO "FILCROSA" La Corte Suprema de Justicia de la Nación,
en el fallo emitido en la causa "Filcrosa S.A. s/ quiebra s/ incidente de verificación de Municipalidad de Avellaneda", del 30 de septiembre
de 2.003, vino a poner fin a una antigua discusión doctrinaria, y a la poco pacífica jurisprudencia sobre la constitucionalidad de las normas
locales regulatorias del instituto de la prescripción.

El fallo dictado en la causa "Filcrosa", y la doctrina de él emergente, por cierto trascendente, no resulta un pronunciamiento aislado del
Máximo Tribunal, sino que es conteste y coherente con los precedentes del órgano.

Tal como lo ha expresado el Procurador General de la Nación, en su dictamen en la mencionada causa "Filcrosa", la Corte ha sostenido que
las normas de índole local no pueden alterar las normas comunes nacionales que regulan la prescripción de las acciones (Fallos: 293:427),
y que las actuaciones administrativas no suspenden ni interrumpen la prescripción, aunque se trate de las que debieron preceder a la
demanda judicial (Fallos: 182:360; 187:216; 189:256; 224:39; 277:373).

Y que el plazo de prescripción aplicable es el del Código Civil (Fallos: 180:96); y que una ley local no puede derogar las leyes sustantivas
dictadas por el Congreso de la Nación porque ello importa un avance sobre las facultades exclusivas de la Nación (Fallos: 176:115,
considerando quinto), doctrina reiterada en otros antecedentes (Fallos: 183:143; 200:444; 202:516; 203:274; entre otros).

Pues, así la Corte Federal fue sentando una postura invariable sobre la invalidez de las normas locales, y la aplicación del Código Civil en
materia de prescripción.

El fallo "Filcrosa", en síntesis, expresa los siguientes fundamentos:

Que, con relación a la aplicación del instituto de la prescripción liberatoria de las obligaciones originadas en los gravámenes locales,
expresó la vigencia de las normas de la legislación común dictada por el Congreso de la Nación, y que las leyes y ordenanzas locales no
pueden apartarse o alterar tales normas, ya que es materia delegada por las provincias a la Nación dictar los códigos de fondo, y que en tal
orden de cosas la regulación de los aspectos sustanciales de las relaciones entre acreedores y deudores corresponde a la legislación
nacional, por lo que no cabe a las provincias dictar leyes incompatibles con lo que los códigos de fondo establecen al respoecto, incluso
cuando se trata de cuestiones concernientes a materias de derecho público local.
Asimismo, se expuso que la prescripción es un instituto propio del derecho general, y no del derecho público local, ya que se trata de un
modo de extinguir las acciones, lo que involucra aspectos típicamente vinculados al derecho de propiedad cuya inclusión dentro de la
delegación legislativa a la Nación no se discute.

Que, el texto expreso del artículo 75, inciso 12, de la Constitución Nacional, deriva la implícita pero inequívoca limitación provincial de
regular la prescripción y los demás aspectos vinculados con la extinción de las acciones destinadas a hacer efectivos los derechos
generados por las obligaciones de cualquier naturaleza, siendo, el de la extinción de las obligaciones, un régimen único.

Pero la Corte no ha expuesto la inconstitucionalidad de todas las normas locales regulatorias del instituto de la prescripción, sino de
aquellas que se aparten de lo regulado por el Código Civil.

6. RECEPCIÓN PROVINCIAL DEL FALLO "FILCROSA" Con posterioridad al fallo "Filcrosa", de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, ha receptado la doctrina emanada del Máximo Tribunal Federal, con
lo cual ha variado su postura contraria sobre la materia (aunque la mayoría los ministros de la Corte local, manteniendo la antigua postura,
dejan a salvo su opinión en contrario al fallo del Tribunal Federal).

Así ha expuesto que, toda vez que el instituto de la prescripción liberatoria determina la modificación sustancial de un derecho por el
transcurso del tiempo y la inacción del titular, éste posee clara inserción en el marco jurídico obligacional, y por tratarse de un aspecto
sustancial de la relación entre acreedores y deudores, le compete al legislador nacional su regulación con exclusión de otra norma
provincial que se oponga a su contenido -artículos 31 y 75, inciso 12, Constitución Nacional-, y en este marco, resulta correcta la sentencia
de Cámara que aplicó el artículo 4027, inciso 3, del Código Civil que prevé una prescripción abreviada para todo lo que debe pagarse por
años o por plazos periódicos más breves, tal como el caso del impuesto a los ingresos brutos que el deudor debe afrontar con sus recursos
ordinarios, siendo que la abreviación tiende a evitar que la inactividad del acreedor ocasione trastornos económicos al deudor como
consecuencia de la acumulación de un número crecido de cuotas (27).

Que, debe rechazarse el recurso de inaplicabilidad de ley incoado contra la sentencia de la Cámara que hizo lugar a la excepción de
prescripción, declarando la inconstitucionalidad del artículo 134 del Código Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, en cuanto prevé
supuestos de interrupción del transcurso de la prescripción distintos a los de la norma de fondo, pues, la alzada resolvió la cuestión en
concordancia con la doctrina de la Suprema Corte provincial que, receptó lo resuelto por el alto tribunal federal en la causa Filcrosa
-30/09/2003-, donde se estableció que las normas provinciales que reglamentaban la prescripción en forma contraria a lo dispuesto en el
Código Civil eran inválidas, afirmando que el mentado instituto no es propio del derecho público local y encuadra en la cláusula del
artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional, de allí que el poder de instaurar un régimen destinado a comprender la generalidad de las
acciones susceptibles de extinguirse por esa vía sea materia confiada al legislador nacional (28).

Que las normas provinciales que reglamentaban la prescripción en forma contraria a lo dispuesto en el Código Civil son inválidas, el
mentado instituto no es propio del derecho público local y encuadra en la cláusula del artículo 75 inciso 12 de la Constitución Nacional.
De allí que el poder de instaurar un régimen destinado a comprender la generalidad de las acciones susceptibles de extinguirse por esa vía
sea materia confiada al legislador nacional (29).

Sin embargo ser esa la doctrina legal sentada por la Suprema Corte provincial en las causas "Fadra" y "Escudero", ambas falladas el 14-7-
2010, los ministros del Máximo Tribunal local han expresado que sus respectivos votos responden al criterio de adecuarse al precedente de
la Corte Federal sentado en la causa "Filcrosa", pero, como se dijo, dejando algunos de ellos a salvo su opinión.

Pues en este último sentido han dicho que "[...] la indicación de los plazos de prescripción de impuestos locales por intermedio de las
autoridades legislativas provinciales, no se opone -atento la naturaleza de la obligación- a la supremacía que el art. 31 de la Constitución
nacional confiere a las leyes de la nación, ni vulnera ninguna de las garantías que reconoce la Carta Magna. Por el contrario, es una
facultad ejercida por la Provincia en la parte de poder que se ha reservado (arts. 121 y 122, Const. nac.), lo que además resulta una
preferencia razonable por el interés público comprendido en la percepción de los recursos fiscales [...]" (30); y que "[...] no puede
entenderse que al reservarse las provincias la facultad de determinar hechos imponibles y establecer tributos sobre esa base, se haya
reservado también la potestad de regular otros aspectos que hacen a la obligación fiscal y que pertenecen a la regulación general de las
obligaciones como es el instituto de la prescripción liberatoria [...]" (31); y que "[...] las provincias, desde que conservan todas las
facultades no delegadas (art. 104 de la Constitución nacional), pueden libremente establecer impuestos y determinar los medios de
distribuirlos en el modo y alcance que le parezca mejor, sin otras limitaciones que las que resultan de la Constitución nacional, sus
facultades, dentro de estos límites, son amplias y discrecionales [...]" (32).

7. RECEPCIÓN PROVINCIAL DEL FALLO "FILCROSA" EN EL FUERO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO Como derivación del
fallo "Filcrosa", de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y su recepción por la Suprema Corte bonaerense, los tribunales inferiores
pacíficamente han acogido a la doctrina de aquél emanada.

En cuanto a la regulación por las normas locales, sin excepciones, han adherido a los términos del citado fallo del Tribunal cimero, asunto
sobre el que no hay posiciones jurisdiccionales encontradas. No así en cuanto al cómputo del plazo de prescripción desde la perspectiva de
su inicio, como de las alteraciones del curso de la prescripción (interrupción y suspensión).

Así, desplazando la aplicación de las normas del Código Fiscal, y encuadrando el supuesto en el Código Civil, se ha interpretado que el
vigor de la disposición contenida en el artículo 4.023 del Código Civil, para un cómputo de liberación que es relativo a un tributo que
expone una obligación derivada instantánea, también concuerda con la exégesis que vengo sosteniendo en precedentes de este tribunal y es
hábil para desplazar todo cálculo menor, previsto sólo para obligaciones de sufragio periódico (33). Y tal interpretación ha sido formulada
sobre la base de que la premisa de aplicación de las normas del Código Civil, para regular el instituto de la prescripción liberatoria, no
admite la segmentación en la que funda su criterio la juez de la causa, pues, ciertamente, el régimen de fondo es aplicable en su totalidad,
vale decir no sólo respecto de plazo y causales de interrupción o suspensión, sino también en materia de cómputo como de cualquier otro
suceso ligado a una mecánica siempre concerniente al derecho de propiedad (34).

No obstante, sobre el inicio del cómputo de la prescripción, y relacionado ello con la exigibilidad de la acreencia se ha expresado que las
circunstancias relativas a las posibilidades de acción por parte del fisco, en relación con la exigibilidad de la obligación fiscal que ventila el
caso, ofrecen al plazo de gracia previsto en el artículo 3.980 del Código Civil, pues lo cierto es que el estado cuenta con una real
imposibilidad de ejercer la acción ejecutiva durante la sustanciación del trámite ante el Tribunal Fiscal de Apelación, y que así cesado el
impedimento para obrar con el dictado de la resolución definitiva emanada del Tribunal Fiscal de Apelación, con ella comenzó el
transcurso del plazo de tres meses al que sujeta el dispositivo legal la dispensa de exigibilidad para una obligación prescripta (35).

Sobre el inicio del cómputo de la prescripción se ha dicho que en las obligaciones cuya determinación se produce sobre la base de
declaraciones juradas de período fiscal anual, el término de prescripción quinquenal comienza a correr desde el 1º de enero siguiente al año
en que se produce el vencimiento de los plazos generales para la presentación de declaración jurada e ingresos de gravamen. En
consecuencia, persiguiéndose en el sub júdice el cobro de una deuda en concepto de Impuesto sobre los Ingresos Brutos, el que debe ser
determinado por el contribuyente en sus declaraciones juradas anuales, el término de prescripción comienza a correr a partir del 1º de enero
siguiente al año en que se produjo el vencimiento de los plazos generales para aquella presentación (36).

Por su parte otro tribunal sostuvo que no es sino el Estado Nacional quien ostenta la potestad de regular los aspectos sustanciales del
régimen general de las obligaciones -entre ellos, la fijación del plazo de prescripción, el modo de computarlo y las causales de suspensión e
interrupción, etc.- y, consecuentemente, sus modos de extinción, estando vedado a las jurisdicciones locales dictar reglas incompatibles con
las consagradas en aquellos códigos. Y que a partir de tales premisas, corresponde analizar si el art. 159 del Código Fiscal, en la parcela
que regula la prescripción de los créditos que por el Impuesto sobre los Ingresos Brutos reclama el Fisco, resultan -o no- compatibles con
las directrices que emanan de la legislación fondal. En tal camino observo que, mientras el art. 3956 del Código Civil dispone que la
prescripción de las acciones personales -lleven o no intereses- comienza a correr desde la fecha del título de la obligación, el art. 159 del
Código Fiscal establece -para el caso de las obligaciones cuya determinación se produce en base a declaraciones juradas de período fiscal
anual, como lo es sin dudas el Impuesto sobre los Ingresos Brutos- como dies a quo el 1° de enero del año siguiente al que se produzca el
vencimiento de los plazos generales para la presentación de declaraciones juradas e ingresos del gravamen. De tal modo, queda a la vista
que el legislador provincial amplió indebidamente -a través de la fijación del punto de inicio del cómputo- el período prescriptivo de cada
ejercicio fiscal al menos un año, si consideramos exclusivamente que las declaraciones juradas anuales se realizan en el año calendario
siguiente al del ejercicio gravado (37).

Pues dicha solución última se encuentra asentada sobre la base de que la inconstitucionalidad de las normas del código fiscal reguladoras
del inicio del cómputo de la prescripción, cuya declaración efectuó el a quo, no puede ser sostenida, ello, toda vez que en virtud de la
normativa reseñada -en una interpretación integradora- en atención a lo que surge de las constancias de la causa, no puede sostenerse la
inconstitucionalidad del art. 159 del Código Fiscal, entendiendo que ella es la postura que mejor armoniza con las particularidades del
crédito tributario en cuestión (38).

A contrario se ha sostenido que no obstante lo dispuesto por el Código Fiscal sobre el inicio del cómputo del plazo de prescripción, este
empieza a correr a partir de que cada obligación es exigible, y que la extensión del plazo por las normas locales no se corresponde con
ninguna de las circunstancias suspensivas previstas en el Código Civil, pero no por ello resulta incompatible con su articulado. Entiendo,
no obstante la consagración de una causal que otorgue efectos suspensivos a la necesaria tramitación administrativa -como paso previo a la
posibilidad de acudir a la instancia judicial- debe ser confrontada con la interpretación realizada por la SCBA respecto del efecto que
corresponde otorgar al trámite administrativo previo, de recorrido obligatorio (39).

Pues son esos algunos de los criterios sustentados por el fuero contencioso administrativo bonaerense, el cual necesariamente deberá
encontrar una línea unificadora en la Suprema Corte de Justicia provincial a fin de impedir que siga imperando la anárquica interpretación
y aplicación del referido fallo "Filcrosa".

8. LA PRUEBA DE LA EXCEPCIÓN Y SUS EFECTOS La prescripción, en el proceso de apremio, fundamentalmente debe probarse por
las constancias de la causa, por el vencimiento de la obligación consignado en el título ejecutivo y la fecha de promoción de la demanda,
aunque nada obsta la producción de prueba complementaria, como pueden ser los expedientes administrativos, u otras constancias de la
actividad fiscalizadora de la administración.

La admisión de la excepción de prescripción importará el rechazo de la pretensión de manera definitiva. Sin perjuicio de que ello sea así, es
oportuno advertir que cuando se ejecutan en un mismo proceso distintos conceptos o tributos, o más de un período de la misma obligación,
indiferentemente de que los mismos estén expresados en un único o en distintos certificados de deuda, habrá que aplicar el instituto
individualmente en relación con cada concepto o con cada período de la misma obligación, por lo que en la integridad del proceso, es decir,
en el proceso como una unidad, podrá suceder que la prescripción alcance con sus efectos extintivos a las acciones de alguno de los
conceptos reclamados o algunos de los períodos individuales de la misma obligación, y no respecto de otros, por lo que la excepción será
favorablemente acogida en relación a aquellos, y la ejecución rechazada dentro de tal límte, y procederá con relación a los restantes
conceptos o períodos cuyas acciones no se encuentren extintas por prescripción.

Por ello, el efecto de la admisión de la excepción en trato será el rechazo definitivo de la pretensión en la medida en que las acciones se
encuentren extinguidas, por lo que respeto de la demanda que contiene obligaciones alcanzadas por el instituto y otras que no lo están, el
efecto considerando al proceso como unidad será el del rechazo parcial de la ejecución.
En cuanto al efecto de la sentencia que resuelve la prescripción, ella resulta definitiva, ya que se trata de un pronunciamiento que no dejará
abierta la vía de reedición del apremio, ni la de su debate en el eventual proceso ordinario posterior.

Notas al pie:

1) Ley 13.406, promulgada por Decreto Nº 3.343/05 del 28-12-05, B.O. del 30-12-05 Nº 25.321.

2) Decreto ley 9.122/78, del 14-08-78, B.O. DEL 31-08-78 Nº 18.850.

3) La coexistencia de ambos regímenes no sólo reside en la falta de derogación expresa; si bien, por regla, la ley posterior deroga a la
anterior, tal derogación tácita no tiene lugar en este supuesto ya que la delimitación de los créditos por su origen, formulada en el artículo
1º de la ley 13.406, no puede implicar la derogación del decreto ley 9.122/78 que posé un ámbito de aplicación más extenso o abarcativo, o
sea, de todos los créditos fiscales de la Provincia y los municipios. Criterio de coexistencia que es reafirmado por el propio legislador
provincial, el que con posterioridad a la entrada en vigencia de la ley 13.406, introduce una reforma en los textos de los artículos 18 y 21, y
la incorporación del artículo 17 bis del decreto ley 9.122/78, mediante la ley 14.331 (promulgada por Decreto Nº 41/11 del 12-12-2011,
B.O. del 30-12-11 Nº 26.746), lo que no hace más que despejar toda duda sobre la coexistencia de ambos regímenes procesales.

4) Cfr. artículo 3.947 del Código Civil.

5) LLAMBÍAS, Jorge Joaquín, Tratado de derecho civil, parte general, t. II, actualizado por RAFFO BENEGAS, Patricio J. y SASSOT,
Rafael A., Bs. As., 1999, Abeledo-Perrot, p. 591.

6) Cfr. artículos 515, 516 y 518 del Código Civil.

7) El artículo 515 del Código Civil expresa que: "Las obligaciones son civiles o meramente naturales. Civiles son aquellas que dan derecho
a exigir su cumplimiento. Naturales son las que, fundadas sólo en el derecho natural y en la equidad, no confieren acción para exigir su
cumplimiento, pero que cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que se ha dado por razón de ellas, tales son: 1º.- Derogado por la
ley 17711; 2º.- Las obligaciones que principian por ser obligaciones civiles, y que se hallan extinguidas por la prescripción; 3º.- Las que
proceden de actos jurídicos, a los cuales faltan las solemnidades que la ley exige para que produzcan efectos civiles; como es la obligación
de pagar un legado dejado en un testamento, al cual faltan formas sustanciales; 4º.- Las que no han sido reconocidas en juicio por falta de
prueba, o cuando el pleito se ha perdido, por error o malicia del juez; 5º.- Las que se derivan de una convención que reúne las condiciones
generales requeridas en materia de contratos; pero a las cuales la ley, por razones de utilidad social, les ha denegado toda acción; tales son
las deudas de juego"; y el 516 que: "El efecto de las obligaciones naturales es que no puede reclamarse lo pagado, cuando el pago de ellas
se ha hecho voluntariamente por el que tenía capacidad legal para hacerlo" 8) Cfr. artículo 3.956 del Código Civil.

9) Cfr. ALTERINI, Atilio A., AMEAL, Oscar, LÓPEZ CABANA, Roberto, Derecho de las obligaciones, Bs. As., 1993, Abeledo-Perrot, t.
I, p. 636.

10) El atículo 3.987 del Código Civil dispone que: "La interrupción de la prescripción, causada por la demanda, se tendrá por no sucedida,
si el demandante desiste de ella, o si ha tenido lugar la deserción de la instancia, según las disposiciones del Código de procedimientos, o si
el demandado es absuelto definitivamente".

11) Cfr. artículo 3.991 del Código Civil.

12) Artículos 3.970, 3.972, 3.973, 3.982, 3.986 párrafo segundo.

13) Ley 10.397, promulgada por Decreto Nº 3027/86, B.O. 3-7-86, Nº 20.785.

14) Decreto Ley 6.769/58, promulgado por Decreto Nº 44.346 del 15-11-47, B.O.: 30-04-58 Nº 13.676.

15) Por su parte el artículo 158 determina que la prescripción de las acciones y poderes de la autoridad de aplicación para determinar y
exigir los tributos y sus accesorios, así como para aplicar y cobrar multas por infracciones fiscales, comenzadas a correr antes de la
vigencia del artículo anterior, al igual que la de la acción de repetición de gravámenes y accesorios, se producirá de acuerdo al siguiente
cuadro: Las acciones nacidas durante el ejercicio fiscal 1986, prescribirán el 1° de enero de 1997. Las acciones nacidas durante los
ejercicios fiscales 1987 y 1988, prescribirán el 1° de enero de 1998. Las acciones nacidas durante los ejercicios fiscales 1989, 1990 y 1991,
prescribirán el 1° de enero de 1999. Las acciones nacidas durante los ejercicios fiscales 1992, 1993 y 1994, prescribirán el 1° de enero del
2000. Las acciones nacidas durante el ejercicio fiscal 1995, prescribirán el 1° de enero del 2001.

16) Ley 10.149, promulgada por Decreto Nº 2.058/84, B.O. del 3-5-84, Nº 20.256.

17) Decreto Ley 8.031/73, promulgado por Decreto Nº 22/73, B.O. del 18-4-73, Nº 12.551.

18) Decreto Ley 8.785/77, promulgación del 11-5-77, B.O. del 18-5-77, Nº 18.525.
19) Decreto Nº 6.864/58, promulgación del 29-4-58, publicación del 9-6-58.

20) Decreto Ley 16.378, promulgación del 11-9-57.

21) Artículo 278, texto según reforma introducida por la ley 12.076.

22) Igual plazo establece para las acciones de repetición.

23) Artículo 278 bis, incorporado por ley 12.076.

24) Decreto Ley 8.751/77, promulgación del 3-12-76, B.O. del 11-4-77, Nº 18.498.

25) Ley 24.449, B.O. del 10-2-95, Nº 28.080.

26) Ley Nº 24.557, B.O. del 4-10-95, Nº 28.242.

27) SCBA, 14-7-2010, causa 102.213, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Escudero, Jorge Roberto s/ apremio", del voto del
Dr. Negri.

28) SCBA, 14-7-2010, causa 99.094, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Fadra S.R.L., López Osvaldo y Lobato Emilio Tomás
s/ apremio", del voto del Dr. de Lázzari, al que adhieren Genuod, Kogan, Pettigiani y Negri.

29) SCBA, 14-7-2010, causa 102.213, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Escudero, Jorge Roberto s/ apremio", del voto de la
Dra. Kogan.

30) SCBA, causa "Escudero", citada, del voto del Dr. de Lázzari.

31) SCBA, causa "Escudero", citada, del voto del Dr. Negri.

32) SCBA, causa "Escudero", citada, del voto del Dr. Pettigiani.

33) Cám. Contencioso administrativa, La Plata, causa Nº 22.845, sentencia del 11-12-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/
AEC S.A. y otros s/ Apremio provincial", del voto del Dr. De Santis, Mag. Votantes: De Santis, Spacarotel, Milanta.

34) Cám. Contencioso administrativa, La Plata, causa Nº 22.845, sentencia del 11-12-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/
AEC S.A. y otros s/ Apremio provincial", del voto del Dr. De Santis, Mag. Votantes: De Santis, Spacarotel, Milanta.

35) Cám. Contencioso administrativa, La Plata, causa Nº 22.845, sentencia del 11-12-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/
AEC S.A. y otros s/ Apremio provincial", del voto del Dr. De Santis, Mag. Votantes: De Santis, Spacarotel, Milanta 36) Cám. Contencioso
administrativa, La Plata, causa Nº 10.158, sentencia del 21-12-2010, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ San Pedro Cereales
S.A. y otros s/ Apremio provincial", del voto del Dr. Milanta, Mag. Votantes: Milanta, Spacarotel, De Santis. En similar sentido: Cám.
Contencioso administrativa, La Plata, causa Nº 12.961, sentencia del 9-8-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Andreani
Logística S.A. s/ Apremio provincial", del voto del Dr. Spacarotel, Mag. Votantes: Spacarotel, Milanta, De Santis.

37) Cám. Contencioso administrativa, Mar del Plata, causa Nº 3.550, sentencia del 23-11-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos
Aires c/ A.T. Alquiler de Autos S.R.L. y otros s/ Apremio provincial", del voto del Dr. Mora, Mag. Votantes: Mora, Riccitelli, Sardo. Igual
sentido Cám. Contencioso administrativa, Mar del Plata, causa Nº 3.309, sentencia del 20-12-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos
Aires c/ Compañía Productora de Alimentos del Sur y otro s/ Apremio provincial", del voto del Dr. Sardo, Mag. Votantes: Sardo, Mora,
Riccitelli.

38) Cám. Contencioso administrativa, San Martín, causa Nº 2.928, sentencia del 23-02-2012, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires
c/ Adolfo H. Lagomarsino y Cía. S.A. s/ Apremio provincial", del voto del Dra. Bezzi, Mag. Votantes: Bezzi, Echarri, Saulquín. Similar
sentido Cám. Contencioso administrativa, San Martín, causa Nº 3.515, sentencia del 11-04-2013, autos "Fisco de la Provincia de Buenos
Aires c/ Aserradero Las Heras S.R.L. s/ Apremio provincial", del voto del Dra. Saulquín, Mag. Votantes: Saulquín, Echarri.

39) Cám. Contencioso administrativa, San Nicolás, causa Nº 1.280, sentencia del 13-03-2013, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires
c/ Riolfo Omar Gualberto s/ Apremio provincial", del voto del Dra. Schreginger, Mag. Votantes: Schreginger, Cebey. Similar sentido Cám.
Contencioso administrativa, San Nicolás, causa Nº 1.534, sentencia del 16-04-2013, autos "Fisco de la Provincia de Buenos Aires c/ Papini
Horacio Roberto s/ Apremio provincial", del voto del Dra. Cebey, Mag. Votantes: Cebey, Schreginger, Valdez.

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