Prevista Corazon de Cristo en El Cielo

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El Corazón de Cristo en el Cielo hacia los Pecadores en la Tierra se

publicó por primera vez en 1651, y pronto se convirtió en la obra más


popular de Thomas Goodwin. Es un buen ejemplo de su
cristocentrismo y de su mezcla de rigor teológico y preocupación
pastoral. En ella trata de mostrar a partir de las Escrituras que, en
toda su majestad celestial, Cristo no está ahora alejado de los
creyentes y despreocupado, sino que siente por ellos el mayor afecto.
¿Cómo es posible que Thomas Goodwin esté tan olvidado? Antaño
considerado teólogo junto a Agustín y Atanasio, e incluso aclamado
como “el mayor exégeta de Pablo desde el púlpito que jamás haya
existido”, debería ser un nombre muy conocido. Sus escritos, aunque
no son fáciles, siempre recompensan al lector, pues en Goodwin un
intelecto teológico sencillamente impresionante era esgrimido por el
tierno corazón de un pastor.
Michael Reeves
Presidente y Profesor de Teología en el Union Theological Seminary,
Gales.

Goodwin es siempre un intérprete de la Escritura, y uno de mil...


Goodwin está siempre lleno de la más madura erudición bíblica y de la
Reforma, repleto, como siempre lo está, de los mejores conocimientos
teológicos y filosóficos de su tiempo y de todos los días anteriores;
rebosante, también, como siempre lo está, de la más profunda
experiencia espiritual... Sin embargo, también es muy claro, directo,
sin tecnicismos, personal y pastoral.
Alexander Whyte
Teólogo escocés. Fue Moderador de la Asamblea General de la Iglesia
Libre de Escocia en 1898.

Si las majestuosas, exactas y exhaustivas exposiciones de Owen sobre


el trabajo en equipo trinitario por el que los pecadores somos
salvados, y específicamente sobre la persona, el lugar y la actuación
del Hijo y del Espíritu dentro del equipo, se consideran
incomparables, hay que señalar de inmediato que las declaraciones
devocionales y doxológicas más pausadas de Goodwin sobre las
mismas verdades igualan de hecho a Owen en todo. El gozo de
Goodwin era escribir sobre Cristo, con quien comulgaba
ii UN ALIENTO PARA LA FE

constantemente, y El Corazón de Cristo en el Cielo hacia los Pecadores


en la Tierra se encuentra entre sus mejores tratamientos del amor y el
servicio del Salvador hacia nosotros.
J.I. Packer

Al leer a Thomas Goodwin, empecé con su obra El corazón de Cristo en


el cielo hacia los pecadores en la tierra. Habiendo leído desde entonces
casi todo lo que Goodwin ha escrito, así como muchas más obras de
sus contemporáneos, incluido John Owen, no dudo en sugerir que El
corazón de Cristo en el cielo puede ser la mejor obra puritana sobre
cristología producida en el siglo XVII. Junto con las Instituciones de
Calvino, esta obra de Goodwin me ha influido más que ningún otro
libro.
Mark Jones

La brillantez de la Cristología de Goodwin no es sólo que viera en el


corazón de Pablo, sino que fuera capaz de ver tan penetrantemente en
la actitud de El corazón de Cristo en el cielo hacia los pecadores en la
tierra. La obra de Goodwin sobre este tema puede ser el mejor trabajo
práctico sobre cristología en la tradición puritana, y por lo tanto
merece atención si queremos entender por qué la mejor teología es la
teología más útil.
Joel Beeke
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS iii
PECADORES EN LA TIERRA

EL CORAZÓN DE CRISTO
EN EL CIELO HACIA LOS
PECADORES EN LA
TIERRA

Un aliento para la fe

THOMAS GOODWIN
IMPRESO EN LIMA, PERÚ
iv UN ALIENTO PARA LA FE

EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS


PECADORES EN LA TIERRA

Autor: ©Thomas Goodwin


Traducción: Juan M. Londoño
Revisión de traducción: Juan M. Londoño.
Diseño de cubierta: Angela García-Naranjo
Revisión de estilo y lenguaje: Jaime D. Caballero
Editor: Jaime D. Caballero
Título original:
Thomas Goodwin, “The heart of Christ in heaven, towards sinners on
earth”, en The Works of Thomas Goodwin, vol. 4 (Edinburgh: James
Nichol, 1862), 93-151.
Thomas Goodwin, “Encouragements to faith”, en The Works of Thomas
Goodwin, vol. 4 (Edinburgh: James Nichol, 1862), 205-225.

Editado por:
©TEOLOGIAPARAVIVIR.S.A.C
José de Rivadeneyra 610. Urb. Santa Catalina, La Victoria.
Lima, Perú.
ventas@teologiaparavivir.com
https://www.facebook.com/teologiaparavivir/
www.teologiaparavivir.com
Primera edición: Junio del 2023
Tiraje: 1000 ejemplares

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú, N°: 2023-04601


ISBN Tapa Blanda: 978-612-xxxx-xx-x

Se terminó de imprimir en junio del 2023 en:


ALEPH IMPRESIONES S.R.L.
Jr. Risso 580, Lince
Lima, Perú.

Prohibida su reproducción o transmisión total o parcial, por cualquier medio,


sin permiso escrito de la editorial. Las citas bíblicas fueron tomadas de las
versiones Reina Valera de 1960, y de la Nueva Biblia de los Hispanos, salvo
indique lo contrario en alguna de ellas.
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS v
PECADORES EN LA TIERRA

TABLA DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN ............................................................................. 1
INTRODUCCIÓN BIOGRÁFICA A THOMAS GOODWIN, POR JOEL
BEEKE ................................................................................................ 3
PREFACIO POR MICHAEL REEVES .................................................. 15
SOBRE ESTA OBRA ........................................................................... 19
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS
PECADORES EN LA TIERRA ...................................................... 21
§1. DEMOSTRACIONES EXTERNAS DEL TIERNO
CORAZÓN DE CRISTO HACIA LOS PECADORES ............. 25
1. DEMOSTRACIONES DEL AMOR DE CRISTO EN SU DISCURSO DE
DESPEDIDA ...................................................................................... 27
a. Como los había amado, los amó hasta el fin ............................ 28
b. Una despedida segura ............................................................. 33
2. DEMOSTRACIONES DEL AMOR DE CRISTO DESPUÉS DE SU
RESURRECCIÓN ............................................................................... 44
3. DEMOSTRACIONES DEL AMOR DE CRISTO EN Y DESPUÉS DE SU
ASCENSIÓN AL CIELO ...................................................................... 51
a. En su ascensión al cielo........................................................... 51
b. Después de su ascensión al cielo ............................................. 52
§2. DEMOSTRACIONES INTERNAS DEL TIERNO
CORAZÓN DE CRISTO HACIA LOS PECADORES ............. 61
1. LA EMPATÍA DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LA DEBILIDAD
HUMANA ......................................................................................... 61
a. El sumo sacerdote y su compasión por las debilidades humanas
.................................................................................................... 62
b. La compasión de nuestro sumo sacerdote hacia nuestras
debilidades................................................................................... 64
c. Cómo Cristo simpatiza con nosotros a pesar de ser tentado
como nosotros ............................................................................. 66
2. LA INFLUENCIA DEL PADRE EN EL CORAZÓN DE CRISTO ......... 67
a. El amor perpetuo de Cristo ..................................................... 67
vi UN ALIENTO PARA LA FE

b. El amor de Cristo no es un amor forzado................................ 72


c. La influencia del Espíritu Santo en el corazón de Cristo ........ 78
3. LOS CONTINUOS COMPROMISOS DE CRISTO .............................. 86
a. Relaciones................................................................................ 87
b. Su sufrimiento en la Tierra aumenta su amor por nosotros
ahora ........................................................................................... 94
c. El oficio de su sacerdocio ......................................................... 99
d. Su propio interés ................................................................... 110
e. Él todavía lleva nuestra naturaleza ...................................... 118
§3. CRISTO Y NUESTRAS DEBILIDADES ............................ 123
1. DE CÓMO SE COMPADECE CRISTO DE NOSOTROS .................... 123
a. No solo en sentido metafórico ............................................... 124
b. No como un ángel, sino como un hombre ............................. 127
c. Como un hombre que conoce la pena .................................... 128
2. ÉL SUFRE CON NOSOTROS ......................................................... 134
a. De manera negativa .............................................................. 135
b. De manera positiva ............................................................... 136
c. De manera privativa ............................................................. 144
3. DE CÓMO SE COMPADECE DE NOSOTROS COMO PECADORES.. 147
a. Enfrentando Tentaciones: La Experiencia de Cristo y Nuestro
Dolor ......................................................................................... 147
b. Aplicación práctica ............................................................... 151
UN ALIENTO PARA LA FE ........................................................ 155
PREFACIO ...................................................................................... 161
§1. INTERPRETACIÓN DEL TEXTO (JUAN 6:37-38) ........... 165
1. EL CORAZÓN ABIERTO DE CRISTO ............................................ 165
a. La misión redentora del Hijo de Dios ................................... 167
b. La fidelidad del Hijo .............................................................. 167
2. EL CUMPLIMIENTO DE LA VOLUNTAD DEL PADRE A TRAVÉS DE
CRISTO .......................................................................................... 168
a. La responsabilidad de Cristo de rescatar y preservar a aquellos
confiados por el Padre ............................................................... 168
b. La entrega total del Padre y la misión de Cristo para
complacerlo ............................................................................... 169
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS vii
PECADORES EN LA TIERRA

§2. DEMOSTRACIONES A PARTIR DEL AMOR DEL


PADRE Y LA MUERTE DE CRISTO ........................................ 171
1. DEMOSTRACIONES CON RESPECTO A DIOS PADRE .................. 171
a. El compromiso eterno de Dios con la salvación de los pecadores
.................................................................................................. 173
b. La inquebrantable promesa de Dios ...................................... 174
c. El pacto de redención ............................................................ 176
2. DEMOSTRACIONES A PARTIR DE LA MUERTE DE CRISTO ......... 177
a. La recompensa que satisfizo a Cristo .................................... 177
b. La voluntad de Dios en la muerte de Cristo ......................... 178
c. La inquebrantable decisión de perdonar ................................ 179
d. La fidelidad de Cristo y la inclinación de Dios al perdón ..... 180
e. El deber de Dios de perdonar los pecados .............................. 181
f. La gloriosa manifestación de la justicia divina ...................... 184
§3. DEMOSTRACIONES A PARTIR DE LA DISPOSICIÓN
DE CRISTO .................................................................................... 187
1. EL AMOR DE CRISTO POR EL HOMBRE ANTES DE LA CREACIÓN
....................................................................................................... 191
2. MANIFESTACIONES DE LA MISERICORDIA Y SALVACIÓN DE
CRISTO DURANTE SU VIDA TERRENAL ......................................... 193
3. EL PROPÓSITO ETERNO DEL SACRIFICIO DE CRISTO ................. 196
a. El propósito redentor ............................................................ 196
b. La gloria futura asegurada.................................................... 197
§4. DEMOSTRACIONES CON RESPECTO A LA
VOLUNTAD DE DIOS PARA PERDONAR A LOS
PECADORES .................................................................................. 199
1. EL TESTIMONIO TRINO .............................................................. 199
2. LA PALABRA ESCRITA, LOS SACRAMENTOS Y LOS JURAMENTOS
DIVINOS EN LA OBRA DE RECONCILIACIÓN ................................. 200
3. APLICACIONES .......................................................................... 203
viii UN ALIENTO PARA LA FE
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS ix
PECADORES EN LA TIERRA

DEDICATORIA DEL EDITOR

Para Andrew A. Woolsey,


por su amistad,
y valioso ejemplo como pastor, y estudioso de las
Escrituras y la tradición reformada
x UN ALIENTO PARA LA FE

THOMAS GOODWIN (1600-1680)

por Robert White (1645-1703)


INTRODUCCIÓN
JAIME D. CABALLERO

El Corazón de Cristo en el Cielo hacia los Pecadores en la


Tierra (1651) por Thomas Goodwin es una obra que no necesita
presentación. Es una obra que ha resistido la prueba del tiempo,
y se ha convertido en una de las más icónicas de la era puritana.
En esta introducción presentare brevemente el contexto histórico
de la obra, así como un pequeño prefacio escrito por Michael
Reeves, y una reseña biográfica escrita por Joel Beeke.
Finalmente concluiremos con algunas características esenciales
de esta edición.
El contexto histórico es sumamente importante para
comprender algunos de los temas principales de la obra. La
Inglaterra del siglo XVII estaba marcada por la inestabilidad
política y religiosa. El país estaba en medio de la Guerra Civil
Inglesa (1642-1651), un conflicto sangriento que vio la
confrontación entre los monárquicos (Cavaliers) y los
parlamentaristas (Roundheads). El conflicto finalmente resultó
en la ejecución del rey Carlos I y el establecimiento del
Interregno inglés, un período en el que Inglaterra se convirtió en
una república y Oliver Cromwell gobernó como Lord Protector.
El puritanismo, movimiento del cual Goodwin era una
figura destacada, jugó un papel central en estos eventos. Los
puritanos, con su ferviente deseo de purificar la Iglesia de
2 UN ALIENTO PARA LA FE

Inglaterra de elementos considerados demasiado católicos,


fueron una de las principales fuerzas detrás de la Guerra Civil.
Goodwin, líder de los Independientes, una facción puritana que
favorecía la tolerancia religiosa y un sistema de gobierno
eclesiástico congregacionalista, estaba profundamente
involucrado en estos eventos.
Podemos ver el impacto de estos eventos en algunos de los
puntos centrales de El Corazón de Cristo en el Cielo hacia los
Pecadores en la Tierra. Goodwin presenta a Cristo como un
modelo de amor incondicional, que continúa cuidando a su
pueblo en la Tierra incluso después de su ascensión al cielo.
Este retrato de Cristo puede verse como un reflejo del anhelo
puritano de una iglesia y una sociedad que, al igual que Cristo,
mostrara compasión y amor hacia todos los creyentes, dado que
todos son el pueblo de Cristo. La obra debe de verse bajo el
lente de los constantes esfuerzos del partido independiente
congregacionalista, al que Thomas Goodwin y John Owen
pertenecían, de lograr un estado e iglesia nacional con una
mayor tolerancia religiosa.
La idea de un Cristo compasivo también puede verse como
una respuesta a la violencia y la intolerancia de la época.
Goodwin y los Independientes se oponían a la imposición de
una única forma de adoración por parte del Estado, ya sea en su
forma episcopal o presbiteriana, defendiendo en cambio la
tolerancia religiosa y la autonomía de las iglesias locales. Esta
visión se refleja en la presentación de un Cristo que ama a todos
los pecadores arrepentidos, independientemente de sus
transgresiones. En un tiempo de intransigencia religiosa y
política, esta fue una declaración importante y valiente.
Además, la obra de Goodwin puede interpretarse como una
respuesta a la ascensión de Cromwell al poder. Aunque los
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 3
PECADORES EN LA TIERRA

puritanos habían jugado un papel crucial en el derrocamiento de


Carlos I, muchos se sintieron incómodos con el régimen de
Cromwell, que algunos percibían como demasiado autocrático.
Al enfatizar la humanidad y la compasión de Cristo, Goodwin
puede estar proporcionando una crítica implícita del gobierno de
Cromwell, sugiriendo que los líderes deben gobernar con amor y
compasión, en lugar de con dureza y autoridad.
Muchos de los puritanos habían luchador en las tres guerras
que habían tenido recientemente lugar; y la guerra entre
puritanos ingleses y pactistas escoceses aún se estaba
desarrollando. El énfasis de Goodwin en el amor de Cristo por
su pueblo, a pesar de sus pecados, fue como un bálsamo para la
herida Inglaterra de mediados del siglo XVII, sacudida por los
pecados de la guerra. Saber que Cristo, a pesar de todo lo que se
había hecho, aun amaba a su pueblo era un tremendo consuelo.

Introducción biográfica a Thomas Goodwin,


por Joel Beeke

Thomas Goodwin (1600-1680), uno de los más destacados


puritanos de la historia, nació el 5 de octubre de 1600 en
Rollesby, cerca de Yarmouth en Norfolk, una región reconocida
por su resistencia puritana ante la persecución gubernamental.1
Esta atmósfera forjó el carácter y las creencias de sus devotos
padres, Richard y Catherine Goodwin, quienes se esforzaron por
educar a su hijo con el fin de que se convirtiera en ministro,
proporcionándole tanto un ejemplo de vida como la mejor
formación clásica disponible en las escuelas de la zona.

1 Esta sección biográfica es una adaptación de: Joel R. Beeke and

Randall J. Pederson, Meet the Puritans: With a Guide to Modern Reprints


(Grand Rapids, MI: Reformation Heritage Books, 2006), 265–279.
4 UN ALIENTO PARA LA FE

Desde su temprana infancia, Goodwin demostró una


conciencia espiritual profunda. A la temprana edad de seis años,
experimentó impresiones tan profundas del Espíritu Santo que
lloraba por su pecado y sentía “destellos de alegría al meditar en
las cosas de Dios”. A los trece años, Goodwin fue admitido en
Christ’s College en Cambridge, conocido como un “nido de
puritanos”. En ese lugar, el legado de William Perkins aún era
palpable, y Richard Sibbes, apodado el “dulce gota de Israel”,
fue una gran influencia. Sibbes solía predicar con regularidad en
la Iglesia Trinity de Cambridge, atrayendo a aquellos que
buscaban edificación espiritual en lugar de retórica refinada.
Cuando Goodwin cumplió catorce años, estaba ansioso por
la Pascua, ya que esperaba participar en la Cena del Señor. Sin
embargo, cuando llegó el día, su mentor, William Power, con
cariño pero firmemente, le impidió recibir la Comunión debido a
su juventud y falta de madurez espiritual. Este rechazo hizo que
Goodwin dejara de asistir a los sermones y conferencias de
Sibbes, de orar, y de leer la Biblia y la literatura puritana,
decidiendo, en cambio, convertirse en un predicador popular.
Así, se dedicó a estudiar la retórica de aquellos predicadores que
parecían dar más importancia al estilo que al contenido, y se
sintió atraído por el arminianismo proveniente de los Países
Bajos.
Goodwin culminó sus estudios en Christ’s College y
obtuvo su licenciatura en 1616. Posteriormente, en 1619,
continuó su formación en St. Catherine’s Hall en Cambridge,
probablemente con la intención de avanzar rápidamente en su
carrera. Obtuvo su maestría en 1620 y pasó a ser miembro y
profesor de la institución. Entre los colegas que sirvieron allí se
encontraban John Arrowsmith, William Spurstowe y William
Strong, quienes en el futuro colaborarían con Goodwin en la
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 5
PECADORES EN LA TIERRA

Asamblea de Westminster. Muchos de estos puritanos intentaron


persuadir a Goodwin de que la retórica y el arminianismo no
eran constructivos ni servían a la verdad. Sin embargo, Goodwin
no lograba escapar de la influencia de las predicaciones de
Sibbes y de los sermones de John Preston en la capilla del
colegio. Su interés en el puritanismo fluctuaba, a menudo
intensificándose justo antes de la Cena del Señor.
Finalmente, Dios llevó a Goodwin a una profunda
convicción de sus pecados. Se convirtió el 2 de octubre de 1620,
poco después de su vigésimo cumpleaños. Aquella tarde, estaba
pasando un buen rato con amigos cuando uno de ellos persuadió
al grupo de asistir a un funeral. En esa ceremonia, Thomas
Bainbridge predicó sobre Lucas 19:41–42, enfatizando la
necesidad de arrepentimiento personal. A través de este
mensaje, Dios le reveló a Goodwin la magnitud de sus pecados,
la corrupción inherente de su corazón, su repulsión hacia todo lo
espiritualmente bueno, y su lamentable situación que lo exponía
a la ira de Dios. Pocas horas después, “frente a Dios, quien
después de que somos regenerados es tan fiel y consciente de su
palabra”, Goodwin recibió una “palabra rápida” de exhortación
de Ezequiel 16. En sus propias palabras, Goodwin explica que
se le dijo:

'Vive, sí, te dije, Vive' — Dios cambió repentinamente y como


en un instante su actitud previa hacia mí, y dijo de y para mi
alma, 'Sí, vive; sí, vive', dijo Dios: y así como creó el mundo y
la materia de todas las cosas con una palabra, así creó e
infundió una nueva vida y espíritu en mi alma, y esta gran
transformación me resultó extraña... Dios [entonces] me llevó
a un lado y, como en privado, me dijo: 'Vuélvete ahora a mí, y
perdonaré todos tus pecados por muchos que sean, como
6 UN ALIENTO PARA LA FE

perdoné a mi siervo Paul; a ti también te convertiré a mí'


(Works, 2:lxi–lxii).

Tras su conversión, Goodwin decidió seguir la corriente


teológica de Perkins, Baynes, Sibbes y Preston. Optó por no
perseguir la fama personal, sino “sacrificar todo por Cristo y
hacer que la gloria de Dios sea el patrón de todos los tiempos
venideros”. Se apartó del estilo de predicación elegante
favorecido por los clérigos anglicanos, que solamente atraía la
atención hacia el predicador. En su lugar, adoptó el “estilo de
predicación sencillo” puritano, que buscaba dar toda la gloria a
Dios. Su sermón se volvió solemne, experiencial y pastoral.
Entre 1620 y 1627, Goodwin buscó su propia seguridad en
la fe. A través de correspondencia y diálogos con un devoto
ministro, el reverendo Price de King's Lynn (a quien Goodwin
describió como “el hombre más grande en el conocimiento
experimental de Cristo que jamás había conocido”), Goodwin
reconoció su necesidad de “vivir por fe en Cristo, y obtener de
él vida y fuerza para la santificación, y todo consuelo y alegría a
través de la fe”. Más tarde, habló de este período de lucha
espiritual y dijo: “Me alejé de Cristo durante varios años,
buscando solo en los signos de gracia en mí. Casi siete años
pasaron antes de que comenzara a vivir por la fe en Cristo, y el
libre amor de Dios, ambos igualmente objeto de la fe”.
Goodwin encontró descanso solo en Cristo. Su predicación
se centró más en Cristo. Estaba de acuerdo con el consejo de
Sibbes: “Joven, si alguna vez quieres hacer el bien, debes
predicar el evangelio y la gracia libre de Dios en Cristo Jesús”.
Poco antes de este período, en 1625, Goodwin fue autorizado
como predicador. Al año siguiente, contribuyó a traer a Sibbes a
St. Catherine’s Hall como maestro. En 1628, Goodwin fue
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 7
PECADORES EN LA TIERRA

designado predicador en la Iglesia Trinity, sucediendo a Sibbes


y Preston a la temprana edad de veintisiete años. De 1632 a
1634, fungió como vicario de la iglesia. Pero después, debido a
que se resistió a los artículos de conformidad del arzobispo
William Laud, fue forzado a renunciar a sus cargos. Abandonó
Cambridge, aunque su predicación y conferencias allí
condujeron a muchas conversiones, incluyendo a varias
personas que luego se convertirían en influyentes pastores
puritanos.
A mediados de la década de 1630, en gran medida bajo la
influencia de John Cotton, Goodwin adoptó los principios
congregacionalistas de gobierno eclesiástico. De 1634 a 1639, se
desempeñó como predicador congregacionalista en Londres. En
1639, debido al aumento de las restricciones contra la
predicación con amenazas de multas y encarcelamiento,
Goodwin buscó refugio en los Países Bajos. Allí trabajó en
Arnhem con otros reconocidos ministros independientes,
sirviendo a más de cien personas que habían huido de la
persecución de Laud.
Durante dos años, intercambió ideas con sus colegas
holandeses. Pronto se dio cuenta de que los teólogos de la
Reforma Holandesa (Nadere Reformatie) enfatizaban las
mismas verdades en su predicación y pastorado que los
puritanos ingleses, recibiendo similares respuestas de sus pares.
De la misma forma en que algunos calvinistas holandeses
ortodoxos miraban con recelo la piedad de Gisbertus Voetius,
algunos clérigos calvinistas en Inglaterra miraban con sospecha
a los puritanos. Sin embargo, en Holanda, había mayor libertad
para experimentar con el gobierno de la iglesia entre las
congregaciones de refugiados. Goodwin entonces exploró el
“Camino Congregacional”, sabiendo que la Independencia era
8 UN ALIENTO PARA LA FE

una visión minoritaria entre los puritanos en Inglaterra, así como


entre los reformados en los Países Bajos.
En 1641, tras el procesamiento de Laud, Goodwin aceptó la
invitación del Parlamento para que los disidentes regresaran a
Inglaterra. Predicó frente al Parlamento el 27 de abril de 1642 y,
posteriormente, fue designado miembro de la Asamblea de
Westminster. En esa asamblea, se afirmó que fue “la figura más
influyente y el gran agitador”, debido a su constante defensa del
gobierno congregacional de la iglesia. Los registros de las 243
sesiones de la asamblea muestran que Goodwin pronunció más
discursos que cualquier otro teólogo: un total de 357
conferencias. Goodwin, junto con Philip Nye, Sidrach Simpson,
William Bridge y Jeremiah Burroughs, fueron conocidos como
los cinco “Hermanos Disidentes”. Expusieron sus perspectivas
sobre la independencia ante la Asamblea de Westminster en su
Apologetical Narration (1644).
A pesar del persistente debate de Goodwin sobre el
gobierno de la iglesia, mantuvo el respeto de la mayoría
presbiteriana como un puritano competente y pacífico. Fue
seleccionado para orar en la reunión solemne de siete horas que
precedió al debate de la asamblea sobre la disciplina de la
iglesia. Además, en 1644, se le solicitó que presentara el
Directorio para el Culto Público de Dios al Parlamento. Esta fue
una de las varias ocasiones en que Goodwin predicó ante el
Parlamento. Tanto a Goodwin como a Jeremiah Whitaker, la
Cámara de los Lores les pidió supervisar los documentos que se
imprimirían para la asamblea.
Después de que la asamblea concluyó, Goodwin recibió
nombramientos adicionales. En 1649, él, junto con Joseph Caryl
y Edward Reynolds, fueron designados conferenciantes en
Oxford. El 7 de junio de 1649, tanto Goodwin como John Owen
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 9
PECADORES EN LA TIERRA

predicaron ante la Cámara de los Comunes en un día especial de


acción de gracias pública. Al día siguiente, la Cámara propuso
sus nombres para su promoción a la presidencia de dos colegios
de Oxford. En 1650, Goodwin se convirtió en presidente del
Magdalen College, de la Universidad de Oxford, y Owen se
convirtió en decano de Christ Church de la misma Universidad.
Juntos deben haber tenido una considerable influencia, ya que
Cromwell pronto cedió su poder como canciller a una comisión
liderada por Owen. Goodwin fue nombrado asesor cercano de
Cromwell y comisionado de Oxford del Lord Protector
Cromwell.
Goodwin contribuyó a formar el Magdalen College en una
institución que se adhería a la verdad bíblica y a la doctrina
calvinista experimental. Exigía tal excelencia académica y se
ocupaba con tanta claridad de las vidas espirituales de los
estudiantes que fue acusado de operar una “tienda de
escrúpulos” por aquellos que no apreciaban su énfasis puritano.
Sin embargo, fue durante esos años que, como afirmó más tarde
el Lord Clarendon, “La Universidad de Oxford produjo una
cosecha extraordinariamente buena y sólida de conocimiento en
todas las ramas del aprendizaje”.
Al inicio de su presidencia universitaria, Goodwin contrajo
matrimonio por segunda vez. En 1638, se había casado con
Elizabeth Prescott, la piadosa hija de un alcalde de Londres,
pero ella murió en la década de 1640, dejándolo con una hija. En
1649, se casó con Mary Hammond, “de una antigua y honorable
familia de Shropshire”. Los Goodwins tuvieron dos hijos,
Thomas y Richard, y dos hijas, ambas fallecieron en la infancia.
Richard murió siendo joven en un viaje a las Indias Orientales.
Thomas siguió los pasos de su padre como pastor independiente
10 UN ALIENTO PARA LA FE

y más tarde estableció una academia privada para la formación


de ministros.
La época de Goodwin en Oxford fue provechosa. Junto a
John Owen, daban conferencias a los estudiantes los domingos
por la tarde y ambos fungían como capellanes de Cromwell. El
fervor espiritual crecía entre los estudiantes. Philip Henry, padre
del famoso comentarista bíblico Matthew Henry (1662-1714),
estudió en Oxford durante este tiempo bajo Goodwin y Owen.
Comentó: “La piedad seria estaba en alta estima y, además de
las oportunidades públicas que tenían, muchos de los estudiantes
se reunían regularmente para orar y tener conversaciones
cristianas, lo que aportaba mucho consuelo a los corazones de
los demás en el temor y amor a Dios, y la preparación para el
servicio de la iglesia” (J.B. Williams, The Lives of Philip and
Matthew Henry, p. 19).
Goodwin también fundó una iglesia congregacional,
predicando a una congregación singular que incluía a Stephen
Charnock, miembro del New College, y a Thankful Owen,
presidente de St. John’s; no confundir a Thankful Owen con
John Owen. En 1653, Goodwin recibió un doctorado en teología
de la Universidad de Oxford. Al año siguiente, Cromwell lo
seleccionó para ser parte del consejo de visitantes de la
Universidad de Oxford, así como uno de los examinadores en el
consejo de aprobación de predicadores públicos, que evaluaba a
los hombres para la predicación y la enseñanza pública.
Posteriormente, Goodwin fue nombrado para la comisión de
Oxfordshire para la expulsión de ministros en pecados
escandalosos. Durante esta década, es probable que Goodwin
estuviera más cerca de Cromwell que cualquier otro teólogo
independiente. Acompañó al Lord Protector en su lecho de
muerte.
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 11
PECADORES EN LA TIERRA

Antes de que Cromwell muriera el 3 de septiembre de


1658, Goodwin obtuvo su consentimiento para celebrar un
sínodo de ministros independientes y redactar una confesión de
fe. El 29 de septiembre de 1658, Goodwin, junto con Owen,
Philip Nye, William Bridge, Joseph Caryl y William Greenhill,
redactaron la Declaración de Fe y Orden de Savoy, una versión
editada de la Confesión de Fe de Westminster, para unas 120
iglesias independientes. Aunque es muy probable que Owen
escribiera la extensa introducción, es probable que Goodwin
haya sido el principal redactor del primer borrador. El
documento fue presentado para su aprobación a los
representantes de las iglesias independientes y fue aceptado de
forma unánime el 12 de octubre de 1658. El 14 de octubre,
Goodwin lideró una delegación para presentar la declaración a
Richard Cromwell, hijo de Oliver Cromwell; el documento se
convirtió en el estándar confesional para el congregacionalismo
británico. Con ligeros cambios, fue adoptado por las iglesias
congregacionales americanas en Boston, el 12 de mayo de 1680.
Con la ascensión al trono de Carlos II en 1660 y la
consiguiente pérdida de influencia puritana, Goodwin se sintió
forzado a abandonar Oxford. Él y la mayoría de su congregación
independiente se mudaron a Londres, donde fundaron otra
iglesia. A pesar de las garantías en contrario, el nuevo rey
promulgó estrictos actos de conformidad. En 1662, dos mil
ministros piadosos fueron expulsados de la iglesia nacional.
Como Goodwin pertenecía a una iglesia independiente y no
ocupaba ningún cargo gubernamental, no fue afectado por la
expulsión. Continuó predicando a lo largo de muchos años de
persecución bajo Carlos II. Permaneció también con su
congregación en Londres durante la temida plaga, cuando la
mayoría del clero de la iglesia establecida abandonó la ciudad.
12 UN ALIENTO PARA LA FE

Dedicó sus últimos años a la predicación, el trabajo pastoral y la


escritura.
Goodwin falleció en Londres a la edad de ochenta años. Su
hijo redactó el siguiente testimonio sobre su padre piadoso:

Durante el clímax de su fiebre, argumentaba con tal fuerza de


fe y seguridad en el amor de Cristo, con tan santa admiración
por la gracia libre, con tal júbilo en su creencia y tal gratitud y
alabanza, que afectaba profundamente a todos los que lo
escuchaban... Se alegraba con la idea de que estaba muriendo,
avanzando hacia una comunión completa e ininterrumpida con
Dios. 'Voy,' decía, 'a las tres Personas, con quienes he tenido
comunión: ellos me han escogido; yo no los escogí... Nunca
podría haber imaginado que tendría tal grado de fe en esta
hora... Cristo no puede amarme más de lo que ya lo hace; creo
que no puedo amar a Cristo más de lo que ya lo amo; estoy
absorto en Dios...' Con esta seguridad de fe y plenitud de
gozo, su alma dejó este mundo (Works, 2: lxxiv-lxxv).

Goodwin fue reconocido como líder de la Independencia


durante la Guerra Civil y el período del Interregno, y entre los
teólogos puritanos del siglo XVII, se destacó como un creyente
preeminente, un habilidoso predicador, un pastor atento y un
escritor de gran espiritualidad. Fue sepultado en Bunhill Fields y
su epitafio, redactado en latín, resulta especialmente
conmovedor cuando se lee por completo. Resume bien sus
dones más significativos, afirmando que estaba versado en las
Escrituras, era sólido en su juicio, e iluminado por el Espíritu
para descubrir los misterios del evangelio; era pacificador de las
conciencias perturbadas, dispersador de errores y un verdadero
pastor cristiano; edificó a muchas almas que había ganado
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 13
PECADORES EN LA TIERRA

primero para Cristo. De hecho, la sección final de su epitafio se


cumple hoy con la reedición de sus obras:

Sus escritos..., el monumento más noble al elogio de este gran


hombre, difundirán su nombre con un aroma más fragante que
el del perfume más rico, floreciendo en esas épocas distantes,
cuando este mármol, inscrito con su justa honra, se haya
convertido en polvo.

Goodwin fue un autor y editor muy productivo. Durante la


década de 1630, él y John Ball editaron las obras de John
Preston y Richard Sibbes. Goodwin comenzó a publicar sus
propios sermones en 1636. Al momento de su muerte, había
publicado al menos doce volúmenes devocionales, en su
mayoría colecciones de sermones, que fueron reeditadas
cuarenta y siete veces, lo que indica una gran demanda de sus
escritos.
La mayoría de los textos teológicos de Goodwin se
escribieron en su vejez y se publicaron después de su muerte. Su
vasto corpus revela un celo pastoral y académico que es
rivalizado por pocos puritanos. La primera recopilación de las
obras de Goodwin se publicó en cinco volúmenes en formato
folio en Londres desde 1681 hasta 1704, editada por Thankful
Owen, Thomas Baron y Thomas Goodwin, Jr. Una versión
resumida de estas obras fue impresa posteriormente en cuatro
gruesos volúmenes (Londres, 1847-50). Esta reedición de doce
volúmenes fue impresa por James Nichol (Edimburgo, 1861-66)
en la Serie de Teológos Estándar de Nichol, y es muy superior a
los originales cinco volúmenes en folio.
La exégesis de Goodwin es exhaustiva; no deja piedra sin
mover. Sus primeros editores (1681) dijeron de su trabajo:
“Tenía un talento para profundizar en los temas, para
14 UN ALIENTO PARA LA FE

'estudiarlos hasta el final', como solía decir, sin conformarse con


el conocimiento superficial, sino adentrándose en las
profundidades de las cosas.” Edmund Calamy lo expresó de esta
manera: “Es evidente por sus escritos que estudiaba no las
palabras, sino las cosas. Su estilo es sencillo y familiar; pero
muy extenso, hogareño y tedioso.” Se requiere paciencia para
leer a Goodwin; sin embargo, junto con la profundidad y la
meticulosidad, proporciona un maravilloso sentido de calidez y
experiencia. La paciencia del lector será ampliamente
recompensada.
Los escritos de Goodwin representan lo mejor del
puritanismo, dirigidos al intelecto, la voluntad y el corazón.
Revelan la vitalidad de los puritanos tempranos como William
Perkins y Richard Sibbes, y el pensamiento maduro de los
teólogos puritanos posteriores, supremamente representado por
John Owen.
Autores posteriores influenciados por Goodwin incluyen a
John Cotton, Jonathan Edwards, George Whitefield y John Gill.
Alexander Whyte confesó: “No he leído a ningún otro autor
tanto y tan a menudo. Y sigo leyéndolo hasta el día de hoy,
como si nunca lo hubiera leído antes”. Whyte afirmó que el
sermón de Goodwin “Cristo Morando en Nuestros Corazones
por Fe” es uno de los “dos sermones más grandes en el idioma
inglés”.
Whyte elogió a Goodwin como un intérprete inigualable,
cuyo trabajo a lo largo de sus doce volúmenes es una extensa
exposición y aplicación de la Palabra de Dios desde el púlpito.
Según Whyte, aunque Goodwin está siempre lleno de
conocimientos bíblicos maduros, teología de la Reforma,
aprendizaje filosófico y experiencia espiritual profunda,
mantiene un estilo claro, directo, personal y pastoral.
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 15
PECADORES EN LA TIERRA

J. I. Packer respalda esta evaluación. Afirma que Goodwin


es “el mayor exégeta de Pablo desde el púlpito que haya
existido” y que sus exposiciones bíblicas son únicas, incluso
entre los puritanos, por la forma en que combinan la amplitud
teológica con la profundidad experimental. En su opinión, John
Owen pudo haber visto con tanta claridad en la mente de Pablo
como Goodwin, pero “ni siquiera Owen vio tan profundo en el
corazón de Pablo”.

Prefacio por Michael Reeves

El Corazón de Cristo en el Cielo hacia los Pecadores en la


Tierra se convirtió rápidamente en la obra más célebre de
Goodwin.2 Este libro ilustra su enfoque centrado en Cristo, su
meticulosidad teológica y su sensibilidad pastoral. Publicado en
1651 junto con Una presentación de Cristo, ambos fueron
escritos por Goodwin debido a su creencia de que muchos
cristianos, incluyéndose a sí mismo, se enfocaban demasiado en
los rudimentos de Cristo en sus propios corazones, en lugar de
Cristo mismo. De hecho, afirmó que “muchos están tan
ocupados con sus propios corazones, que (como dice el Salmista
de Dios) Cristo apenas está en todos sus pensamientos.”3
Goodwin deseaba que nosotros “primero mirásemos
completamente fuera de nosotros mismos hacia Cristo”, y
argumentaba que no lo hacíamos debido a la “esterilidad” de

2 Esta sección ha sido tomada de: “Foreword to Thomas Goodwin’s

'The Heart of Christ in Heaven'“. Primero en:


https://www.uniontheology.org/resources/doctrine/jesus/foreword-to-
thomas-goodwins-the-heart-of-christ-in-heaven#_ftn12
3 Works, 4.3
16 UN ALIENTO PARA LA FE

nuestro conocimiento de él.4 Con este fin, Goodwin presentaría


a Cristo para centrar nuestra atención en él.
De las dos obras, Goodwin consideraba El Corazón de
Cristo en el Cielo hacia los Pecadores en la Tierra como la más
valiosa, ya que a través de ella expondría a la iglesia el corazón
de su gran Esposo, cortejándola de nuevo. El propósito principal
de este ensayo es demostrar, mediante las Escrituras, que
incluso en toda su majestuosidad celestial, Cristo no está
distante ni indiferente hacia los creyentes, sino que siente un
profundo afecto por ellos. Conocer esto, según él, podría
“alentar y animar a los creyentes a acercarse con más valentía al
trono de la gracia, a tal Salvador y Sumo Sacerdote, cuando
sepan cuán dulce y tiernamente su corazón, aunque él ahora esté
en su gloria, está inclinado hacia ellos.”5
Goodwin inicia su obra describiendo a Cristo en la tierra y
las bellas garantías que ofreció a sus discípulos. Por ejemplo, en
Juan 13, Jesús, sabiendo que pronto regresaría a su Padre, lavó
los pies de sus discípulos como un símbolo de su eterno
compromiso con ellos; les habló de su partida como la de un
novio amoroso que prepara un lugar para su novia; tras la
resurrección, los llamó 'mis hermanos'; y en su ascensión, les
dejó la última visión de sus manos levantadas en bendición.
Se podría interpretar como si Cristo hubiera dicho:

La verdad es que no puedo vivir sin ti, nunca estaré tranquilo


hasta que te tenga donde estoy yo, para que nunca más nos
separemos. Ni el cielo, ni la compañía de mi Padre me
retendrán, si no te tengo a ti conmigo, mi corazón está tan
puesto en ti. Y si tengo alguna gloria, tú serás partícipe de

4 Works, 4.4
5 Works, 4.95
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 17
PECADORES EN LA TIERRA

ella... Pobres pecadores, que están llenos de pensamientos de


sus propios pecados, no saben cómo podrán enfrentar a Cristo
en el último día cuando se encuentren con él por primera vez.
Pero pueden aliviar sus espíritus contra sus temores,
observando el trato de Cristo ahora hacia sus discípulos, que
habían pecado tanto contra él. No tengas miedo, 'tus pecados
él no los recordará más.' ... ¿Y él habla de nosotros con tanto
amor? ¿Qué corazón no se derretiría ante esto?6

Es una narración emocionalmente poderosa. De hecho,


Goodwin describe la bondad y compasión de Cristo de manera
tan sorprendente que a menudo me encuentro preguntándome:
'¿Está Goodwin hablando en serio? ¿Puede esto ser realmente
cierto?' Arguye, por ejemplo, que tras la resurrección de Cristo,
dado que ya había lidiado con el pecado de sus discípulos en la
cruz, “ningún pecado de ellos le preocupaba, excepto su
incredulidad.”7 Sin embargo, Goodwin se apega tan
cuidadosamente a las Escrituras que uno se ve obligado a
concluir que Cristo es realmente más tierno y amoroso de lo que
nos atreveríamos a imaginar.
A continuación, Goodwin nos lleva al núcleo de su
argumento: su interpretación de Hebreos 4:15. Esta cita “nos
hace tomar nuestras manos, y las coloca sobre el pecho de
Cristo, permitiéndonos sentir cómo su corazón late y sus
entrañas se conmueven hacia nosotros, incluso ahora que está en
la gloria - el propósito muy claro de estas palabras es alentar a
los creyentes contra todo lo que pueda desanimarlos, desde la
consideración del corazón de Cristo hacia ellos ahora en el
cielo.”8

6 Works, 4.100, 105


7 Works,, 4.106
8 Works, 4.111
18 UN ALIENTO PARA LA FE

Goodwin muestra que, a pesar de su gloriosa santidad en el


cielo, Cristo no alberga resentimiento hacia su pueblo. Al
contrario, su gran corazón late aún más fuerte con un amor
tierno por ellos. En particular, dos aspectos suscitan su
compasión: nuestras aflicciones y, de manera casi increíble,
nuestros pecados.
Habiendo experimentado en la tierra la carga más pesada
de dolor, rechazo y tristeza, “siendo tentado en todo de la
manera que nosotros”, Cristo en el cielo se identifica con
nuestros sufrimientos más plenamente que el amigo más
amoroso. Y aún más: siente compasión por aquellos que están
'fuera del camino' (es decir, pecando; Hebreos 5:2). De hecho,
según Goodwin, “tus propios pecados le mueven a la compasión
más que a la ira... sí, su compasión aumenta más hacia ti,
incluso como el corazón de un padre hacia un hijo que tiene
alguna enfermedad repugnante... su odio caerá todo, y solo
sobre el pecado, para liberarte de él por su ruina y destrucción,
pero sus entrañas serán más desplegadas hacia ti; y esto tanto
cuando yaces bajo el pecado como bajo cualquier otra aflicción.
Por tanto, no temas, '¿Qué nos separará del amor de Cristo?'“9
El enfoque está en Cristo, pero Goodwin, ardiente
trinitario, no podía soportar la idea de que sus lectores
imaginaran a un Cristo compasivo apaciguando a un Padre sin
corazón. No, dijo, “Cristo no añade ni una gota de amor al
corazón de Dios”.10 Toda la ternura de Cristo proviene de hecho
del Espíritu, que lo conmueve con el mismo amor del Padre. El
corazón de Cristo en el cielo es la imagen exacta del corazón de
su Padre.

9 Works, 4.149
10 Works, 4.87
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 19
PECADORES EN LA TIERRA

¡Cuánto necesitamos hoy a Goodwin y su mensaje! Si


queremos resistir los pensamientos de agotamiento y ansiedad
hacia Dios y el amor por el pecado, necesitamos tal
conocimiento de Cristo. Si los predicadores de hoy pudieran
cambiar como Goodwin para predicar como Goodwin, ¿quién
sabe qué podría suceder? Seguramente muchos más dirían
entonces como él decía 'Cristo no puede amarme mejor de lo
que lo hace. Creo que no puedo amar a Cristo mejor de lo que lo
hago'.11

Sobre esta obra

Esta obra corresponde a la obra original, sin abreviar, cortar,


resumir, o reducir de ninguna manera, con todas las notas
originales del autor, tal y como originalmente fue publicada. El
compromiso de la editorial Teología para Vivir es publicar
siempre las obras originales tal y como fueron publicadas
originalmente. Esto es poco común en el contexto hispano,
donde la vasta mayoría de obras clásicos son resúmenes, o han
sido cortadas en partes.
Las obras El corazón de Cristo en el cielo hacia los
pecadores en la tierra,12 y Una presentación de Cristo fueron
publicados originalmente en dos volúmenes separados con la
intención de que se leyeran juntos. Hemos respetado la
composición original de la obra, y deseo de Goodwin. Este
volumen contiene la obra El corazón de Cristo en el cielo hacia
los pecadores en la tierra. Esperamos publicar a la brevedad
posible la obra Una presentación de Cristo.
11 Works, 2.lxxiv-lxxv
12 Thomas Goodwin, “The heart of Christ in heaven, towards sinners
on earth”, en The Works of Thomas Goodwin, vol. 4 (Edinburgh: James
Nichol, 1862), 93-151.
20 UN ALIENTO PARA LA FE

Este volumen contiene también una pequeña obra titulada


Un aliento para la fe.13 Esta obra fue publicada por la edición de
James Nichol de 1862 junto con El corazón de Cristo en el cielo
hacia los pecadores en la tierra dados los temas similares que
comparten. Hemos decidido seguir la decisión de Nichols e
incluir esta pequeña obra en este volumen.
Los títulos y subtítulos de esta edición han sido añadidos
por el editor para facilitar la lectura del texto. Se ha provisto
también con traducciones del latín y griego al español en casos
donde estos idiomas aparecen, a fin de poder seguir con mayor
claridad las ideas de Goodwin.

13 Thomas Goodwin, “Encouragements to faith”, en The Works of

Thomas Goodwin, vol. 4 (Edinburgh: James Nichol, 1862), 205-225.


EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 21
PECADORES EN LA TIERRA

EL CORAZÓN DE CRISTO
EN EL CIELO
HACIA LOS PECADORES EN
LA TIERRA
22 UN ALIENTO PARA LA FE
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 23
PECADORES EN LA TIERRA

EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL
CIELO,
HACIA LOS PECADORES EN LA
TIERRA

O,

UN TRATADO
DEMOSTRANDO

La Graciosa Disposición y el tierno


Afecto de Cristo en su Naturaleza Humana ahora en
Gloria, hacia sus Miembros bajo toda clase de
Enfermedades, ya sean de Pecado o Miseria.

Por
THOMAS GOODWIN, B. D.

LONDRES,
24 UN ALIENTO PARA LA FE
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 25
PECADORES EN LA TIERRA

§1. DEMOSTRACIONES
EXTERNAS DEL TIERNO
CORAZÓN DE CRISTO
HACIA LOS PECADORES

Luego de haber presentado a nuestro Señor y Salvador


Jesucristo en todas sus más grandes y solemnes acciones —su
obediencia hasta la muerte, su resurrección, su ascensión al
cielo, el estar sentado a la diestra de Dios y su intercesión por
nosotros, todo lo cual se ha insistido más que todo lo demás—,
consideraré, en lo sucesivo, disertar acerca de lo siguiente:
presentaré el corazón de Cristo, tal como está ahora en el cielo,
sentado a la diestra de Dios e intercediendo por nosotros, en
cómo se dispone y está benévolamente afectuoso hacia los
pecadores de la tierra que acuden a él; cuán dispuesto está a
recibirlos; cuán presto a hospedarlos; cuán tierno a
compadecerse de ellos en todas sus dolencias, tanto pecados
como miserias.
El objetivo y el propósito de lo anterior es el de animar y
alentar a los creyentes a que puedan acercarse de manera más
audaz ante el trono de la gracia, ante tal Salvador y Sumo
Sacerdote, cuando sepan cuán dulce y tiernamente está su
corazón inclinado a ellos, aunque ahora esté en su gloria. Y así
se quita aquella gran piedra de tropiezo en el camino de la fe
26 UN ALIENTO PARA LA FE

que se encuentra en el pensamiento de los hombres; a saber, que


debido a que Cristo está ahora ausente y, con todo, exaltado a
tan alta e infinita distancia de gloria estando “sentado a la
diestra de Dios”, no es posible saber cómo llegar a tratar con él
acerca de su salvación de forma libre y con la esperanza de
obtenerla, así como lo obtuvieron aquellos pobres pecadores que
estuvieron aquí en la tierra con él.
Ellos piensan que, si nuestra suerte hubiera sido tan solo el
tener la oportunidad de haber conversado con él en los días de
su carne, como lo hicieron Marcos, Pedro y sus otros discípulos
aquí abajo, podríamos haber sido audaces con él y haber
obtenido algo de sus manos, pues le vieron delante de ellos
como un hombre semejante a ellos, y estaba lleno de
mansedumbre y dulzura, siendo entonces él mismo hecho
pecado y sensible a toda clase de miserias. Pero ahora se ha ido
a un país lejano y se ha revestido de gloria e inmortalidad.
¿Habrá cambiado su corazón debido a esto?, no lo
sabemos. El sentido de esta disertación es, por tanto, asegurarles
a las pobres almas que el corazón del Señor, en lo que respecta a
su piedad y compasión, sigue siendo el mismo que tenía en la
tierra; que él intercede allí con el mismo corazón que tenía aquí
abajo, y que es muy manso, muy amable, muy abierto a recibir
las súplicas, y muy tierno en sus entrañas. De esta manera ellos
pueden ser honestos al tratar con él acerca del gran asunto de su
salvación, y con la misma esperanza y facilidad para obtenerla
de él como lo harían si hubieran estado en la tierra con él, y
estar muy familiarizados con él en todas sus necesidades; lo que
nada puede ser mejor para el consuelo y el estímulo de aquellos
que han renunciado a todos los otros estilos de vida, excepto el
de la fe, y cuyas almas persiguen una fuerte y completa
comunión con su Salvador Cristo.
EL CORAZÓN DE CRISTO EN EL CIELO HACIA LOS 27
PECADORES EN LA TIERRA

Ahora bien, las demostraciones que pueden ayudar a


nuestra fe a este respecto las resumo en dos apartados: el
primero, más extrínseco y externo; el segundo, más intrínseco e
interno; el uno muestra lo que es; el otro, las razones y motivos
por los que debe ser así.

1. Demostraciones del amor de Cristo en su


discurso de despedida

En primer lugar, para esas demostraciones extrínsecas (como las


llamo), se toman de varios pasajes y dichos de él en todas las
condiciones en las que estuvo; a saber, en su último adiós antes
de su muerte, su resurrección, ascensión, y cómo está sentado a
la diestra de Dios. Los llevaré a través de todos los mismos
apartados que he abordado en el tratado anterior (aunque con un
propósito diferente), y tomaré tales observaciones de sus
discursos y dichos, en todos esos estados por los que pasó, que
tenderán directamente a persuadir nuestros corazones del asunto
que se está tratando; es decir, que ahora que está en el cielo, su
corazón permanece tan gentilmente inclinado hacia los
pecadores que vienen a él, como lo estuvo siempre en la tierra.
Y para establecer un fundamento o introducción a esta primera
clase de demostraciones, tomaré la Escritura a continuación; y,
en cuanto a las otras, otra Escritura, como propia de esa parte de
esta disertación.

Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora


había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como
había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó
hasta el fin. (Juan 13:1)
28 UN ALIENTO PARA LA FE

Por mucho tiempo, Cristo escondió de sus discípulos el hecho


de que los iba a dejar para irse al cielo, pues, según dice, se
había abstenido de “decírselo desde el principio” (Jn. 16:4).
Pero cuando decidió comunicárselo, les dejó de inmediato una
muestra de su corazón, pero no solo en ese momento presente
mientras estuvo con ellos, sino de lo que sería cuando estuviera
en su gloria. Para ello, examinemos brevemente su forma de
obrar y el sermón que pronunció en la última cena que tomó con
ellos, tal como lo escribió y registró el evangelista Juan, y
encontraremos que este es el sentido de esos largos discursos de
Cristo, desde el capítulo 13 hasta el 18. No haré ningún
comentario sobre ellos, sino que solo retomaré sucintamente las
breves observaciones que hacen más especial el tema que nos
ocupa.

a. Como los había amado, los amó hasta el fin

Las palabras que he antepuesto como texto son el prefacio a


todo el discurso que él va a hablar (es decir, al lavatorio de los
pies de sus discípulos, y a su sermón subsiguiente), que en
consecuencia muestran el argumento y la suma de todo. El
prefacio es el siguiente: “Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este
mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin. Y terminada la cena, sabiendo
Jesús que el Padre había entregado todas las cosas en sus manos,
y que había venido de Dios, y que iba a Dios, lavó entonces los
pies a sus discípulos”.
Ahora bien, este prefacio fue prefijado por el evangelista
con el propósito de tener una apertura al corazón de Cristo para

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