Desarrollo Humano y Profesional

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 9

Desarrollo Humano y Profesional

Maryi Aguilar Osorio

PSV6-C2

Docente del Curso Académico

Ps. Mg. Gladys Martinez Silva

Universidad de Investigación y Desarrollo (UDI)

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

Programa de Psicología virtual

2024
Introducción

La adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo humano, caracterizada por

cambios significativos tanto a nivel físico como emocional. Durante este periodo, los

jóvenes enfrentan diversas experiencias que influyen en su percepción de sí mismos, siendo

la autoestima uno de los aspectos más relevantes en su formación personal. La autoestima,

entendida como la valoración que un individuo tiene sobre su propio valor, juega un papel

fundamental en la manera en que los adolescentes se relacionan con su entorno y con los

demás.

A lo largo de la adolescencia, se ha observado que la autoestima no solo tiende a

fluctuar, sino que también presenta diferencias notables según el género. Mientras que en la

infancia los niveles de autoestima son relativamente altos y similares entre niños y niñas,

durante la adolescencia comienzan a emerger disparidades que pueden afectar el bienestar

emocional de los jóvenes. Estos cambios son producto de una combinación de factores

sociales, culturales y personales que modelan la identidad y la autoevaluación de cada

individuo.

Comprender las dinámicas de la autoestima en esta etapa de desarrollo es

fundamental para identificar los desafíos que enfrentan los adolescentes y para diseñar

estrategias de intervención que promuevan una autoimagen saludable. Este marco teórico se

propone explorar las trayectorias de la autoestima en la adolescencia, analizando los

factores que influyen en su desarrollo y destacando la importancia de un entorno de apoyo

que permita a los jóvenes construir una identidad positiva.


Tema: Autoestima

Título: Autoestima en la adolescencia


Marco teórico

La autoestima se define como la percepción que un individuo tiene de su propio valor y se

ha considerado como un rasgo relativamente estable a lo largo del tiempo. Sin embargo, se

ha demostrado que la experiencia momentánea de la autoestima puede fluctuar en torno a

este nivel (Savin-Williams y Jaquish, 1981; Kernis, Cornell, Sun, Berry y Harlow, 1993).

En la infancia, los niveles de autoestima son generalmente altos y similares entre ambos

sexos, pero al inicio de la adolescencia, se observa una disminución de estos niveles, que

puede continuar a lo largo de esta etapa (Robins y Trzesniewski, 2005).

Los estudios han documentado que, durante la adolescencia, existe un "vacío" en la

autoestima entre hombres y mujeres. Aunque en la infancia no se evidencian diferencias

significativas, en la adolescencia, los varones tienden a mostrar niveles de autoestima más

elevados que las mujeres (Kling, Hyde, Showers y Buswell, 1999; Robins et al., 2002).

Garaigordobil, Pérez y Mozaz (2008) han encontrado que estas diferencias se manifiestan

en la autoestima y no en el autoconcepto, especialmente en adolescentes de 16-17 años.

Además, investigaciones longitudinales indican que más mujeres adolescentes

experimentan pérdidas de autoestima en comparación con los varones, quienes, por el

contrario, tienden a aumentar su autoestima durante este periodo (Zimmerman et al., 1997;

Block y Robins, 1993).

Las diferencias de género en la autoestima pueden atribuirse a distintos factores.

Mientras que la autoestima de los varones adolescentes depende en mayor medida de sus
logros personales, las mujeres tienden a evaluarse en función de la aprobación de sus pares

y figuras significativas (Block y Robins, 1993; Thorne y Michalieu, 1996). Este contexto

sugiere que la adolescencia temprana es un periodo crucial para la formación de la

autoestima, durante el cual los individuos son especialmente vulnerables a experimentar

una disminución en la misma (Twenge y Campbell, 2001).

La adolescencia se caracteriza por la experiencia de acontecimientos novedosos y a

menudo estresantes que desafían la visión que los jóvenes tienen de sí mismos y su

estabilidad emocional (Steinberg y Morris, 2001; Larson, Moneta, Richards y Wilson,

2001). En este sentido, los adolescentes suelen mostrar no solo una disminución en sus

niveles de autoestima, sino también fluctuaciones significativas a lo largo del tiempo

(Block y Robins, 1993). Hirsch y Dubois (1991) han demostrado que tanto la disminución

como las fluctuaciones en la autoestima global están conectadas con experiencias negativas

significativas, tales como dificultades académicas o pérdida de apoyo por parte de sus

iguales. Aquellos adolescentes que presentan una autoestima inferior son más vulnerables al

impacto de los acontecimientos cotidianos en comparación con aquellos que cuentan con

niveles más altos de autoestima (Campbell, Chew y Scratchley, 1991).

Es importante destacar que los adolescentes que experimentan fluctuaciones breves

y rápidas en su autoestima pueden enfrentar más dificultades en su conducta futura,

independientemente de su nivel medio de autoestima a lo largo del tiempo (Crocker et al.,

2006; Kernis, Grannemann y Barclay, 1992). Por tanto, es esencial comprender la dinámica
de la autoestima en la adolescencia para implementar intervenciones que apoyen a los

jóvenes en su desarrollo emocional.

La autoestima no solo influye en la percepción que los adolescentes tienen de sí

mismos, sino que también afecta su comportamiento y relaciones interpersonales. Los

adolescentes con autoestima más estable tienden a disfrutar de relaciones más saludables y

una mejor regulación emocional, mientras que aquellos que experimentan fluctuaciones

significativas pueden tener dificultades en estos ámbitos (Campbell et al., 1991; Crocker et

al., 2006). Por lo tanto, promover un entorno que apoye la autoestima y la autoaceptación

se vuelve fundamental para el bienestar emocional de los jóvenes.


Conclusiones

La autoestima en la adolescencia es un tema de vital importancia, ya que este

periodo es fundamental en la construcción de la identidad y el autoconcepto de los jóvenes.

A lo largo de la adolescencia, muchos enfrentan una disminución en su autoestima,

influenciada por diversos factores como el desarrollo emocional, las expectativas sociales y

las comparaciones con sus pares. Es evidente que esta etapa de la vida está marcada por

transiciones significativas que pueden generar inseguridades y dudas sobre el propio valor.

Las diferencias de género observadas en la autoestima resaltan la necesidad de

entender cómo los varones y las mujeres jóvenes perciben y evalúan su valía personal de

manera distinta. Mientras que los varones tienden a valorarse más en función de sus logros

personales, las mujeres a menudo buscan la aprobación de los demás, lo que puede

contribuir a una autoevaluación más crítica y, en ocasiones, más negativa. Esta dinámica

sugiere que las intervenciones dirigidas a mejorar la autoestima deben considerar estas

diferencias y adaptarse a las necesidades específicas de cada grupo.

Además, las fluctuaciones en la autoestima son una realidad para muchos

adolescentes, y estas pueden tener repercusiones profundas en su comportamiento y

bienestar emocional. Las experiencias negativas, como las dificultades académicas o la

falta de apoyo social, pueden agravar estos cambios en la autoestima, convirtiendo a los

jóvenes más vulnerables en blancos de un ciclo de autoevaluación negativa. Por lo tanto, es


esencial promover un entorno de apoyo y comprensión que fomente la autoaceptación y la

resiliencia.

Finalmente, la adolescencia debe ser vista como una oportunidad para fortalecer la

autoestima a través de la educación emocional, el acompañamiento familiar y la creación de

espacios donde los jóvenes se sientan valorados y comprendidos. Al abordar las

complejidades de la autoestima durante este periodo, no solo se contribuye a un desarrollo

más saludable de los adolescentes, sino que también se sientan las bases para una vida

adulta más equilibrada y satisfactoria.


Referencias:

Rodríguez-Naranjo, M. C., & Caño-González, A. (2012). Autoestima en la

adolescencia: análisis y estrategias de intervención.

También podría gustarte