Linea Del Tiempo Historia Del Cine 2024
Linea Del Tiempo Historia Del Cine 2024
Linea Del Tiempo Historia Del Cine 2024
PRODUCCIÓN AUDIOVISUAL
MATERIA:
HISTORIA DEL CINE I
ALUMNOS:
AÑO 2024
Una de las contribuciones más importantes fue la demostración del cine como medio
documental, aunque la película no tenía una narrativa compleja, su capacidad para capturar
y reproducir la realidad cotidiana abrió la puerta al cine como una forma de documentar
eventos, paisajes, y la vida en general. Esto inspiró la creación de géneros como el
documental, el cine social, y el realismo cinematográfico. El impacto de esta película fue
inmediato, ya que mostró el potencial del cine para capturar la vida cotidiana, lo que inspiró
a muchos otros cineastas a experimentar con el nuevo medio. Así, la película de los
Lumière marcó el punto de partida para el desarrollo del cine, tanto como arte como
entretenimiento masivo.
“(…) El rasgo básico del cine de los Lumière, quienes no tenían preocupaciones de orden
estético sino más bien una curiosidad muy desarrollada para trabajar en ese campo de la
física experimental que se les había abierto. Ni siquiera creían demasiado en las
posibilidades de expansión comercial del cine, vinculadas a los desarrollos de carácter
narrativo que en un principio no valorizaron y para los cuales, después, se reconocieron
modestamente como carentes de preparación. Su cine, y el de los operadores y
realizadores que los acompañaron entre 1895 y los primeros años del siglo 20, época en la
cual los Lumiére Se retiraron del negocio para dedicarse exclusivamente a la producción de
aparatos, es un manojo de documentales ingenuos, centrados especialmente en la vida de
familia, y luego en el descubrimiento de horizontes exóticos o en la captación o
reconstrucción de hechos relevantes de la crónica diaria. Desde el desayuno del bebé hasta
las vacaciones ’en el mar; desde la llegada del tren a la estación hasta la salida de las
obreras de la fábrica; desde el caso Dreyfus hasta la coronación de Eduardo VI de
Inglaterra; desde la filmación de los esplendores de la corte rusa hasta el registro de los
desfiles militares. En una palabra, poco más que un álbum de familia, donde, como se sabe,
se vive en la intimidad pero se está ingenuamente atento a lo que pasa en el gran mundo y
donde, sobre todo, el capítulo de los viajes es uno de los más apreciados” (Lacolla, 2008, p.
22).
2
“El nacimiento de una nación” - D.W. Griffith ( 1915 )
“(…) Griffith no parece haberse sentido trabado por ninguna de las consideraciones al
respeto humano que siguieron a la polémica que despertó este filme, y también por el hecho
de qué por primera vez plasmaba en el cine, con un lenguaje específicamente fílmico, una
historia abarcadora como una novela, que imbrican los elementos de una saga familiar con
el tramado de la historia contemporánea de los Estados Unidos.
El argumento, inspirado en la novela del reverendo Thomas Dixon The clansman, describe
la compleja vastedad de la historia norteamericana en su momento decisivo, la guerra entre
los estados. Como apunta Lewis Jacobs en su historia del cine norteamericano, El
nacimiento,.. pone en escena, “amén de una intriga romántica, el tema de la guerra civil, del
saqueo del Sur y del resurgimiento del honor sudista gracias a la labor del Ku-Klux-Klan”.
Este argumento resulta explosivo aún hoy y la tendencia predominante en el sentido
de rescatar a la película por sus valores formales antes que por su contenido, no hace
justicia a la capacidad de verdad historiográfica que aporta la obra.
Los puntos de vista de Griffith son reaccionarios, expresamente racistas e imbuidos de un
virtuoso horror ante la posibilidad del mestizaje, pero la exteriorización de estos
sentimientos y la descripción de los acontecimientos en sí mismos dan la pauta de un
realismo que gracias justamente a su deformación subjetiva, supera a mucho cine
norteamericano contemporáneo, preocupado por obtener el sello de marca “políticamente
correcto” que viabiliza el acceso de un filme al mercado” (Lacolla, 2008, p.40-41)
3
“El Gabinete del doctor Caligari” - Robert Wiene ( 1920 )
La estética gótica, común en las ciudades alemanas de la época pero exagerada por el
vanguardismo, sirve como metáfora de las secuelas de la Primera Guerra Mundial. La
película refleja una Alemania derrotada y sumida en crisis, enfrentando problemas
económicos, territoriales y militares. Este contexto social se refleja a través de una historia
fantástica que, a pesar de su aparente banalidad, resonó profundamente en el público de la
época. La película también destaca por su estructura narrativa compleja, utilizando
flashbacks y oscureciendo partes de la imagen en ciertos planos para focalizar acciones
específicas, lo que añade una capa innovadora a su lenguaje visual.
“Esta transparente requisitoria contra la autoridad fue objetada por los productores, que
temían la reacción contra el no disimulado ataque a la omnipotencia del poder estatal que
los guionistas habían planteado en la película. En palabras de Janowitz, el gobierno alemán
había personificado esa voraz autoridad que implantaba el servicio militar obligatorio y
declaraba la guerra; el gobierno alemán era Caligari, que obligaba a millones de jóvenes a
representar el papel de Cesare: el de asesinos inocentes, condenados a matar y a ser
muertos. Los autores de la historia recomendaban invertir los términos de la ecuación:
cuando el poder racional del Estado se revela como irracional, se hace necesario abolirlo o
ponerlo bajo custodia” (Lacolla, 2008, p. 66).
“La incorporación de la figura humana y de sus movimientos reales no era cosa fácil en
aquel mundo de formas dislocadas y extravagantes. Con una interpretación estilizada y con
la ayuda de unos maquillajes sorprendentes, Caligari (Werner Krauss) y Cesare (Conrad
Veidt) consiguieron integrarse eficazmente en el conjunto plástico, que admitía mucho peor
a los restantes personajes de inspiración realista. También el movimiento, que es una
dimensión real, despojará a muchas películas de esta escuela de la irreal fascinación
plástica que emana de sus fotogramas estáticos” (Gubern, 1969, p. 125).
4
“La Femme de nulle” - Louis Delluc ( 1922 )
En “La femme de nulle”, dirigida por Louis Delluc, observamos la relación con el teatro y la
literatura francesa, además destacamos sus diversos recursos utilizados con los flashbacks;
Consiguio generar un contenido estilístico con sus bases en la iluminación, el decorado, la
cadencia y la máscara, aspectos que lo distinguiría del resto de autores del impresionismo
francés. Es importante destacar que el hecho de que sea un director distinguido, no quiere
decir que sea más importante, si no que generó un cambio que es prudente mencionar.
Louis Delluc tenía una estética sensible y poética reflejada en su propuesta cinematográfica
y este film evidencia el trabajo de pequeños detalles que transmiten un estado de ánimo
específico, reflejando a su vez el desarrollo minucioso del director.
“La Femme de nulle part fue, en cambio, uno de los primeros intentos de cine psicológico,
que influido por los realizadores suecos describía con minuciosidad, através de pequeños
detalles, un estado de ánimo: una mujer que abandonó hace veinteaños su vida burguesa
para seguir a su amante, regresa a la suntuosa villa de sufamilia, evoca un pasado
feliz que ya le es imposible reanudar y se encuentra con otra mujer, más joven, que
proyecta fugarse con su amante como hizo ella en otro tiempo.La historia, mundana y banal,
está emparentada con la temática del teatro francés de la época, pero relatada con gran
finura psicológica y en donde la técnica literaria del monólogo se halla inteligentemente
reemplazada por el flash-back visual, que ya Delluc había utilizado sistemáticamente en
Le silence (1920), pues el tema del pasadoes para Delluc (como lo será para Resnais) uno
de los ejes de su narrativa. Con estas obras se ve claro que Delluc trataba de orientar al
cine francés hacia un sendero intelectualmente noble, como años antes hiciera el film d’art
en rebeldía ante el cine populachero de Méliès y de Zecca, aunque por fortuna los tiempos
no son los mismos y el cine comienza a dominar ya su lenguaje. A través de Delluc una
nueva categoría de personas, con preparación cultural e inquietud artística, irrumpen en lo
que venía siendo coto de mercaderes y autodidactas”(Gubern, 1969, p. 117-118).
5
“El cantor de Jazz” - Alan Crosland ( 1927 )
Con el tiempo, las tensiones fueron disipando y comenzaron a apreciarse las ventajas del
sonido en el cine, la incorporación de este elemento permitió la expansión de géneros como
el musical y el cine de gangsters, que se caracterizan por sus distintivos efectos sonoros.
Además, textos influyentes como “El manifiesto del Contrapunto Sonoro” promovieron un
uso creativo del sonido, reconociendo su capacidad para enriquecer el arte del montaje y
ampliar la expresión cinematográfica, convirtiendo al cine en un medio más completo y
dinámico.
“(...) incorporaba por vez primera los ruidos y efectos sonoros, finalmente con y el fortismo
de El cantante de jazz (The jazz singer, 1927), en el que, tras una canción, Al Johnson se
dirigía al público estupefacto y le decía: “Esperen un momento, pues todavía no han oído
nada. Escuchen ahora”. La platea del teatro Warner se conmovió como sacudida por un
terremoto la noche histórica del 6 de octubre de 1927 en que por vez primera la pronunció la
imagen de Jolson está frase premonitoria ante las masas, gracias a la magia blanca del
Vitaphone… Ya veremos el chaparrón de películas musicales que se nos vendrá encima a
partir del éxito de El cantante de jazz, obra mediocre del muy mediocre Alan Crosland,que
costó medio millón de dólares y reportó cinco veces más. Pero, entre tanto, los hombres de
negocios afilan sus espadas y toman posiciones para la batalla que se avecina.” (Gubern,
1969, p. 175-176)
6
“Lo que el viento se llevó” - Victor Fleming ( 1939 )
Además, fue pionera en la producción a gran escala, con un presupuesto nunca antes visto
para la época y un rodaje que abarcó varios directores y complejos efectos especiales,
como la quema de Atlanta, la película demostró la capacidad del cine para contar historias
épicas y emocionales con una ambición sin precedentes.
“‘Lo que el viento se llevó’” estaba ya en una sintonía afín a la que tendrían los filmes
posteriores. El melodrama histórico de Margaret Mitchell, (...), representaba una inversión
monstruosa que en buena medida había sido previamente garantizada” (Lacolla, 2008, p.
277).
“Lo que el viento se llevó" (Gone With the Wind, 1939), iniciada por George Cukor y
concluida por Victor Fleming, que impone definitivamente el procedimiento Technicolor y con
sus recaudaciones se coloca a la zaga de El nacimiento de una nación. Decididamente, el
espíritu de la guerra de Secesión no ha muerto en la conciencia del pueblo americano”
(Gubern, 1969, p. 201).
“En las películas de aventuras de la Triangle (...) se gestó este estilo invisible, que los
historiadores llaman «estilo Triangle» y que es patrimonio del clasicismo cinematográfico
norteamericano, prodigio de continuity narrativa: lenguaje visual conciso, la cámara a la
altura de los ojos, movimientos de cámara tan sólo para seguir a los personajes, montaje
preciso, economía narrativa, empleo del plano americano o (que ilustra la prioridad del
funcionalismo sobre la estética) y repudio de los efectismos formales, que sólo aparecen
excepcionalmente en algunos depositarios de la tradición culta europea, como ocurrió con el
francés Maurice Tourneur, instalado en Hollywood desde 1914. Este lenguaje sencillo y
antirretórico, directo y eficaz, producto de las exigencias narrativas de los westerns y de las
películas de acción, creó una reputación de habilidad técnica que el cine norteamericano
todavía no ha perdido” (Gubern, 1969, p. 100).
7
“Ciudadano Kane” - Orson Welles ( 1941 )
“(...) George Orson Welles, brillante actor y director teatral considerado como el sucesor
americano de Max Reinhardt, había conseguido, a sus veintitrés años, provocar un pánico a
escala nacional con su emisión radiofónica de La guerra de los mundos, de H. G. Wells,
radiada a través de los micrófonos de la CBS, en la noche del 30 de octubre de 1938”
(Gubern, 1969, p. 239).
“El filme dibujaba la vida de Charles Foster Kane, una transposición cinematográfica del
potentado de la prensa William Randolph Hearst, quien, al sentirse aludido, fue el primero
en encabezar una demoledora campaña de críticas contra la película. Esta no fue
precisamente un éxito comercial, pero su influencia sobre las generaciones de realizadores
que vendrían después resultó imborrable. El tratamiento absolutamente libre del tiempo y
del espacio, el uso del flashback para moverse sobre una serie de planos temporales sin
caer jamás en la confusión, un montaje impecable y una fotografía de Gregg Toland que
explotaba los claroscuros, los encuadres expresionistas, usaba el gran angular e inventaba
la “profundidad de campo” como expediente para crear atmósferas más realistas; así como
una riqueza cultural que permitía fundir las vertientes del cine, el teatro y la tragedia
isabelina en un decorado rigurosamente moderno, se fusionaron para lograr una pieza
magistral” (Lacolla, 2008, p. 173).
8
“Casablanca” - Michael Curtiz ( 1942 )
Aunque se basa en una obra de teatro que no se estrenó hasta cinco décadas después, el
filme tiene la esencia del título original, “Everybody Comes to Rick's”, sugiriendo que todos
buscan consuelo en el medio del caos. La importancia de “Casablanca” en el cine es
gracias no solo a su narrativa, si no también a su impacto cultural y emocional. Se ha
convertido en un símbolo de resistencia y esperanza, estableciendo un estándar para el
cine romántico y de guerra.
“(...) Casablanca (1942), de Michael Curtiz, una especie de' Potemkin Del filme romántico de
consumo masivo, apoteosis del cine comercial norteamericano, que conjura mágicamente
la resistencia al nazismo, el amor imposible y la guerra en contexto exótico
reconstruido en estudios. Casablanca es un misterio en el que se refracta lo mejor de la
magia de Hollywood, pero también la naturaleza del engaño mutuamente consentido que se
plantea entre el público y el cine”(Lacolla, 2008, p. 183).
“(...) Casablanca vale como ejemplo de todo un cine norteamericano que por esos años
estaba tocando la cima de la perfección como producto degustable, y en el cual el valor del
filme consistía en configurar una narración tersa, que se transportaba a hombros de un
montaje fluido hasta resultar inaparente y de una fotografía en blanco y negro de
extraordinario refinamiento.Todo ese cine era rotundamente conformista, pero resultaba
mucho más verosímil que el involuntario surrealismo de la masa de la actual producción
comercial norteamericana, de carácter bélico o no, enferma de histeria efectista, tanto o
más políticamente correcta que su predecesora e incapaz de presentar un personaje
medianamente creíble y dotado de sensibilidad humana”(Lacolla, 2008, p. 184).
9
Bibliografía:
10