Contratos, Definición, Críticas, Efectos. Categorías Contractuales
Contratos, Definición, Críticas, Efectos. Categorías Contractuales
Contratos, Definición, Críticas, Efectos. Categorías Contractuales
CATEGORÍAS
CONTRACTUALES.
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en el caso de los contratos) y, a su vez, el objeto de estos
derechos y obligaciones es la prestación que puede consistir en
un dar, hacer o no hacer. Así cuando el art. 1438 señala que en el
contrato una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer
omite una etapa del proceso pues hace referencia a la obligación
como objeto del contrato cuando es en realidad el objeto de la
obligación.
Los contratos por lo tanto tienen dos funciones principales: una función
económica y una función social. Diremos que tienen una función
económica en cuanto es el principal vehículo de las relaciones
económicas de las personas, sin los contratos el mundo de los negocios
sería imposible; y tienen además una función social en cuanto los
contratos son un medio de cooperación entre las mujeres y los hombres.
[Categorías contractuales]
El contrato dirigido es aquel en que las normas legales asumen un
carácter imperativo, a diferencia de lo usual donde estas son supletorias
a la voluntad de las partes. Por imperativas nos referimos a que las
partes no pueden alterarlas, sea en materia de contenidos o efectos o
sea en materia de personas con las cuales debe celebrarse el contrato. El
fenómeno del contrato dirigido se inicia a comienzos del siglo pasado,
principalmente en el Derecho Laboral donde van introduciéndose por el
legislador una serie de derechos irrenunciables por el trabajador, por
ende no excluibles del contrato individual de trabajo.
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existe una pérdida total de la libertad contractual, el legislador constituye
el contrato “de un solo golpe”; tanto el vínculo jurídico como las partes y
el contenido del negocio se determinan por un único acto de poder
público.
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acreedora de la otra. Ejemplos: compraventa, permuta, transacción,
arrendamiento, sociedad y mandato.
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3. CONTRATOS GRATUITOS Y ONEROSOS. PRINCIPALES Y
ACCESORIOS. IMPORTANCIAS Y EJEMPLOS.
[Gratuito y oneroso]
Hay autores que señalan que los contratos bilaterales serían siempre
onerosos: al obligarse ambas partes reportan un beneficio y soportan un
gravamen, propio de las obligaciones recíprocas. Otros autores señalan,
con toda razón, que en realidad cuando lo habitual es que este tipo de
contratos sean onerosos existen figuras concretas que rompen la
supuesta regla:
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a. El mutuo. Cuando se refiere a dinero el mutuario debe devolver
la suma recibida (el capital) más los intereses devengados (la
gratuidad no se presume), salvo que una estipulación de las
partes en contrario lo libere del pago de estos últimos
(transformando el muto entonces en gratuito).
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[Principales y accesorios]
El art. 1443 establece “El contrato es real cuando, para que sea
perfecto, es necesaria la tradición de la cosa a que se refiere; es
solemne, cuando está sujeto a la observancia de ciertas formalidades
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especiales, de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil; y es
consensual, cuando se perfecciona por el solo consentimiento”.
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partes. En cuanto a la sanción por incumplir una solemnidad esta será
inexistencia (de faltar solemnidades de existencia) o nulidad absoluta (en
caso de solemnidades de validez).
Los contratos reales son aquellos que necesitan para nacer, además
del consentimiento de las partes, la tradición o entrega de la cosa objeto
del contrato. No debemos, en todo caso, confundir la entrega como fase
de nacimiento con la entrega como fase de ejecución del contrato. Más
aún el art. 1443 usa de manera impropia los términos, pues la tradición
modo de adquirir no ocurre en todos los contratos reales, siendo la
simple entrega la regla general del depositario, comodatario y acreedor
prendario; donde todos ellos reconocen el dominio ajeno, siendo meros
tenedores. Por excepción encontraremos al mutuario quien se hace
dueño de las cosas recibidas en mutuo, con cargo de restituir otras de
igual género, cantidad y calidad.
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b. Contratos de ejecución instantánea, de ejecución diferida y de
tracto sucesivo.
Esta clasificación atiende a la permanencia en el tiempo de los
contratos.
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3. En cuanto a la “cláusula de aceleración”. Esta solo procede en
contratos de ejecución sucesiva o diferida.
[Autonomía de la voluntad]
El principio de la autonomía de la voluntad se enmarca en la doctrina
según la cual toda obligación reposa esencialmente sobre la voluntad de
las partes. La voluntad es fuente y además medida de alcance de las
obligaciones que el contrato produce. Decir que la voluntad es autónoma,
por tanto, significa que ella es libre para crear los derechos y obligaciones
que le plazcan. Esta doctrina sirve de fondo a la mayoría de los principios
fundamentales de la contratación (el art. 1545 pone en el mismo plano
para las partes a la voluntad y a la ley).
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[Consensualismo]
Este principio consiste en determinar si los contratos surgen a la vida
jurídica como simples pactos “desnudos” (por la sola manifestación de la
voluntad) o si por el contrario es necesario cumplir con ritualidades
externas para que los contratos tengan existencia y produzcan efectos. El
principio de la autonomía de la voluntad en esta materia deviene en
afirmar que los contratos quedarían perfectos por la sola manifestación de
las voluntades internas de las partes, sin que exigencias externas sean
oponibles; la voluntad es autosuficiente, fuente y medida de los derechos
y obligaciones contractuales. El consensualismo propiamente tal nace con
los tiempos modernos.
[Efecto Absoluto]
Al margen de la voluntad de las partes a veces un contrato puede ser
invocado por un tercero a su favor o también oponerse a un tercero en su
detrimento. En alguna medida el contrato en cuanto hecho existe para
todos y en sus efectos reflejos puede alcanzar a terceros. Algunas
manifestaciones de este efecto son:
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estrictamente) y está además consagrado en el art. 1545 que dispone
“todo contrato legalmente celebrado es una ley para los contratantes, y
no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas
legales”. Para subrayar esta obligatoriedad se alude tradicionalmente de
manera metafórica a la comparación con la ley, comparación que en todo
caso guarda una serie de diferencias:
[Buena fe]
Hablar de buena fe es hablar de la idea de rectitud, de corrección, de
lealtad. En términos generales alude a una persuasión subjetiva, interna,
de carácter ético, de estar actuando o haber actuado correctamente. En
el caso del Derecho Civil asume dos facetas: la buena fe subjetiva (que
conserva esta mirada psicológica) y la buena fe objetiva (la que
mayormente nos interesa en materia contractual).
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buena fe es el de la posesión de buena fe de una cosa ajena del art. 706,
1º: el ordenamiento jurídico ampara al poseedor de buena fe que
erróneamente creyó adquirir el dominio de su antecesor, se le permite en
definitiva llegar a ser dueño mediante prescripción adquisitiva ordinaria.
En materia de contratos propiamente tal los art. 1842 y 1859 en los
cuales los pactos de irresponsabilidad en casos de evicción o vicios
ocultos de la cosa vendida son ineficaces si el vendedor sabía que existía
la causa de evicción o vicio oculto.
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buena fe también impone redactar la convención con la claridad
necesaria.
[Efecto relativo]
Los contratos solo generan derechos y obligaciones para las partes
contratantes que concurren a su celebración, sin beneficiar ni perjudicar
a los terceros. Este principio se conecta directamente con el principio de
autonomía de la voluntad: si decimos que la voluntad es fuente y medida
de los derechos y obligaciones contractuales, en caso de que haya
voluntad; por tanto, quienes nada dicen no pueden verse afectados por
contratos ajenos. Este principio de absoluta soberanía de la lex privata
del contrato se ha visto decantado en la actualidad con el llamado efecto
expansivo o absoluto de los contratos, conforme al cual, indirectamente,
los contratos pueden beneficiar o perjudicar a muchas personas que no
revisten el carácter de partes.
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o tácita, es revocable el contrato por la sola voluntad de las partes que
concurrieron a él.” Ejemplo: una persona que solicita a u Banco la
emisión de un vale a la vista a nombre de un tercero.
[Definición]
En términos generales el contrato de promesa es aquel por el cual las
partes se obligan a celebrar un contrato determinado en cierto plazo o
evento de cierta condición. En términos más estrictos, y aludiendo a sus
requisitos, es la convención escrita en virtud de la cual las partes se
obligan a celebrar un contrato de los que la ley no declara ineficaces
dentro de un plazo o condición que fije la época de su celebración y
debiendo especificarse en ella todas las bases que constituyan el
contrato prometido, de modo que sólo falte la tradición de la cosa o las
solemnidades que las leyes prescriben.
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Del tenor del art. 1554 se desprenden las siguientes características:
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En consecuencia, puede el acreedor (habiéndose establecido la
existencia de la promesa) solicitar al juez que se apremie al contratante
renuente para que celebre el contrato, y de este negarse dentro del plazo
señalado por el tribunal, podrá solicitarse al juez que subscriba dicho
contrato por la parte rebelde o que resuelva el contrato y ordene pago de
indemnización de perjuicios. De constar el contrato de promesa en EP
podrá solicitarse su cumplimiento según las reglas del juicio ejecutivo de
obligaciones de hacer; en caso contrario deberá preparase la vía
ejecutiva o promoverse una acción ordinaria destinada a declarar la
existencia de la obligación.
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3. Que la promesa contenga un plazo o condición que señale
la época de la celebración del contrato prometido. La
promesa supone que las partes no pueden o no quieren celebrar
de inmediato el contrato que proyectan y que postergan su
realización para un tiempo futuro. Las obligaciones del contrato
de promesa siempre quedarán diferidas para después de su
celebración. El tiempo en que debe celebrarse el contrato
prometido puede señalarse mediante la fijación de un plazo o la
estipulación de una condición. No existe en nuestra legislación
promesa pura y simple. Nada impide además fijar conjuntamente
un plazo y una condición, o primero una y para el caso que esta
falle la otra. No es necesario además que se fije el plazo exacto
sino que basta con que sea la época (antes que termine el
invierno).
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10. CONTRATO DE COMPRAVENTA. DEFINICIÓN,
CARACTERÍSTICAS, REQUISITOS (COSA Y PRECIO). ARRAS.
[Definición]
Define el art. 1793 el contrato de compraventa en los siguientes
términos: “La compraventa es un contrato en que una de las partes se
obliga a dar una cosa y la otra a pagarla en dinero. Aquella se dice
vender y esta comprar. El dinero que el comprador da por la cosa
vendida se llama precio.” A partir de la definición se evidencia que la
compraventa permite un cambio de una cosa por dinero. Las partes solo
se obligan a efectuar el cambio (reforzando la idea que la compraventa
es un contrato consensual).
[Características]
1. Es un contrato bilateral, en cuanto las partes contratantes se
obligan recíprocamente desde su origen; se trata de un contrato
sinalagmático perfecto donde vendedor se obliga a dar o
entregar la cosa y comprador a pagar el precio. Dichas
obligaciones recíprocas son esenciales al contrato de
compraventa. Así si el vendedor se obliga a dar una cosa y el
comprador no contrae la obligación recíproca de pagarle un
precio (o viceversa) estaríamos frente a una posible donación de
cosa o precio, no frente a una compraventa. Existen también las
obligaciones del vendedor de sanear los vicios redhibitorios y la
evicción; y las de recibir la cosa del comprador, pero estas son de
la naturaleza del contrato de compraventa y pueden suprimirse
expresamente.
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5. Es ordinariamente consensual, salvo las excepciones
legales. Salvo excepciones legales el contrato de compraventa
es consensual y se perfecciona con el solo consentimiento de las
partes (art. 1443). Por excepción la compraventa es solemne, por
lo común el otorgamiento de EP
[Requisitos – Cosa]
Como requisito esencial de la compraventa no puede faltar la cosa
vendida, pues de otra manera faltaría el objeto de la obligación del
vendedor y carecería de causa la obligación del comprador (no habiendo
objeto ni causa hay entonces nulidad aboluta). La cosa vendida a su vez
debe cumplir los requisitos propios de toda declaración de voluntad: ser
lícita, determinada y existir o esperarse que exista; además de cuatro
requisitos propios de la compraventa: ser comerciable y enajenable;
singular y determinada o determinable; existir o esperarse que exista; no
debe pertenecer al comprador.
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cuanto género debe igualmente determinarse la
cantidad. Puede no determinarse la cantidad
inicialmente, siempre y cuando pueda posteriormente
hacerse de acuerdo con normas contenidas en el
contrato mismo.
[Requisitos - Precio]
El precio como otro elemento esencial del contrato de compraventa
debe reunir los siguientes requisitos: debe consistir en dinero; debe ser
real y serio; debe ser determinado.
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1. El precio debe consistir en dinero: Es esencial de la
compraventa que el precio consista en dinero, pero no esencial
que se pague en dinero, porque después de constituida la
obligación del comprador de pagar el precio, puede ser novada o
dación en pago. Lo esencial es que, al momento de celebrarse el
contrato, el precio se fije en dinero. De constar el precio parte en
dinero y parte en otra cosa.
[Arras]
Se le llama “arras” a la cantidad de dinero o cosas muebles que una de
las partes entrega a la otra en prenda de la celebración o ejecución del
contrato, o como parte del precio o en señal de quedar convenidas.
Existen dos clases de arras: las que sirven como garantía de la
celebración o ejecución del contrato; y las que se dan como parte del
precio o en señal de quedar las partes convenidas.
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b. Arras en señal de quedar convenidos o como parte del
precio. Esta clase de arras constituyen un testimonio de la
celebración definitiva del contrato, una suerte de medio de
prueba de su celebración. Para que se entiendan dadas en señal
de quedar convenidos o como parte del precio deben haberse
convenido explícitamente por las partes en que así sea y este
convenio debe contar por escrito; de no ser así se entenderán las
arras dadas según el punto anterior.
[Definición]
Si por una parte la ley exige que la cosa vendida no sea del
comprador, nada dice en cuando debe pertenecer al vendedor. Así el art.
1815 dispone “La venta de cosa ajena vale, sin perjuicio de los derechos
del dueño de la cosa vendida, mientras no se extingan por el lapso del
tiempo”.
[Efectos]
Los efectos que produce la compraventa de cosa ajena se deben
analizar desde dos puntos de vista: desde la perspectiva del dueño de la
cosa y desde el punto de vista de las relaciones entre vendedor y
comprador. En el intertanto nacen para las partes las obligaciones
correspondientes: el vendedor se obliga a entregar la cosa y el
comprador a para el precio.
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dueño: si la cosa ha sido o no entregada al comprador. De no
haber sido entregada y no encontrarse en el poder del vendedor
se le hace imposible a este último cumplir su obligación; si el
vendedor entregó la cosa ajena al comprador el dueño tiene a
salvo su derecho para reivindicar la cosa de manos del
comprador antes del plazo correspondiente de prescripción
adquisitiva.
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a transferir el dominio sino proporcionar el goce tranquilo y
pacífico de la cosa vendida.
[¿Qué?]
La entrega de la cosa ha de ser de “lo que reza el contrato” según
el art. 1828, es decir, la cosa misma que es objeto de la compraventa y si
se trata de un inmueble con todos sus accesorios (inmuebles por
destinación).
[¿Cómo?]
La entrega de la cosa vendida se hace de acuerdo con las
disposiciones que rigen la tradición. De bienes muebles según el art. 684;
de bienes raíces por la inscripción del contrato de compraventa en el
Registro de Propiedades del Conservador de Bienes Raíces (existe una
excepción en la tradición del derecho real de servidumbre que se verifica
por EP). El vendedor de bienes inmuebles cumple su obligación haciendo
tanto entrega material como jurídica (según corresponda).
[¿Cuándo?]
La entrega de la cosa vendida debe efectuarse en la época
estipulada y a falta de estipulación la entrega es exigible
inmediatamente de celebrado el contrato. Así el art. 1836, inc. 1º
establece: “El vendedor es obligado a entregar la cosa vendida
inmediatamente después del contrato, o a la época prefijada en él”. La
época de entrega que no existe de forma expresa puede resultar de las
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circunstancias del contrato (después de la cosecha). El vendedor tiene
sin embargo derecho a retener la cosa vendida en ciertas circunstancias
como cuando el comprador no ha pagado o no está dispuesto a pagar el
precio; cuando no obstante convenido un plazo para el pago del precio
existe un peligro de perder la cosa como consecuencia de una
disminución considerable de la fortuna del comprador.
[¿Dónde?]
La entrega de la cosa vendida debe hacerse en el lugar
convenido; si la cosa vendida es una especie o cuerpo cierto, la entrega
se hará en el lugar donde se encuentre al tiempo del contrato; de ser
cosas genéricas se hará en el domicilio del deudor al tiempo de la venta
salvo estipulación en contrario.
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13. COMPRAVENTA, OBLIGACIÓN DE SANEAMIENTO POR
EVICCIÓN.
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apersonarse al juicio con tal objeto; violará su obligación si no
comparece.
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14. COMPRAVENTA. SANEAMIENTO POR VICIOS REDHIBITORIOS.
Sean los vicios ocultos por disposición de la ley o por voluntad de las
partes, ellos dan al comprador el derecho alternativo de ejercitar la
acción redhibitoria establecida en los art. 1857 y 1860. El art. 1857
dispone “Se llama acción redhibitoria la que tiene el comprador para
que se rescinda la venta o se rebaje proporcionalmente el precio por los
vicios ocultos de la cosa vendida, raíz o mueble, llamados redhibitorios” y
el art. 1860 “Los vicios redhibitorios dan derecho al comprador para
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exigir o la rescisión de la venta o la rebaja del precio, según mejor le
pareciere”.
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15. COMPRAVENTA, PACTOS ACCESORIOS, LESIÓN ENORME
[Pactos Accesorios]
Las partes pueden agregar al contrato de compraventa diversos pactos
accesorios, siempre que sean lícitos. El código reglamenta tres de estos
pactos accesorios en el título de la compraventa: pacto comisorio, pacto
de retroventa y pacto de retracto.
1. Pacto de retroventa
El art. 1881 dispone: “Por el pacto de retroventa el vendedor
se reserva la facultad de recobrar la cosa vendida, reembolsando al
comprador la cantidad determinada que se estipulare, o en defecto
de esta estipulación lo que le haya costado la compra”. Se trata de
una condición resolutoria ordinaria puramente potestativa, porque
no supone el incumplimiento de una obligación y porque depende
exclusivamente de la voluntad del acreedor, en este caso el primer
vendedor.
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2. Pacto de Retracto
Se llama pacto de retracto a aquel en que las partes
convienen que se resolverá la venta si, en un plazo determinado, se
presenta un nuevo comprador que ofrezca al vendedor condiciones
más ventajosas que el comprador primitivo. Se trata de una
compraventa pendiente de una condición resolutoria ordinaria, pero
a diferencia del pacto anterior la condición es causal pues no implica
incumplimiento y depende de un tercero.
[Definición]
El código define al arrendamiento en el art. 1915 como “[…]un
contrato en que las dos partes se obligan recíprocamente, la una a conceder
el goce de una cosa, o a ejecutar una obra o prestar un servicio, y la otra a
pagar por este goce, obra o servicio un precio determinado.” El
arrendamiento por tanto puede ser de tres clases: de cosas, de obras y de
servicios.
[Requisitos]
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1. Una cosa, cuyo goce temporal ha de concederse por una de las
partes a la otra; o un hecho que una de las partes debe ejecutar y que a su
vez puede consistir en la ejecución de una obra o la prestación de un
servicio. Respecto a las cosas estas tienen que ser reales, comerciables,
determinadas y susceptibles de darse en arrendamiento (cosas corporales e
incorporales, muebles e inmuebles, propias o ajenas).
[Características]
Es un contrato bilateral pues genera obligaciones tanto para
arrendador como para arrendatario. Es además un contrato oneroso porque
reporta utilidad para ambos contratantes, gravándose recíprocamente. Es un
contrato conmutativo porque las prestaciones se miran como equivalentes.
Es principal porque subsiste por si solo, sin necesidad de otra convención.
Por regla general es consensual. El arrendamiento además es un título de
mera tenencia, por regla general de duración limitada y de tracto sucesivo.
Es generalmente un contrato de administración no de disposición.
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2) Mantenerla en estado de servir para el fin que ha sido
arrendada. Distinguiremos aquí una serie de reparaciones. Las
reparaciones necesarias son por regla general a cargo del
arrendador y nos referimos a aquellas indispensables para la
subsistencia misma de la cosa. Encontramos aquí una excepción,
aquellas reparaciones locativas, es decir, aquellas que se producen
por el goce normal de la cosa. Estas últimas son a cargo del
arrendatario.
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De acuerdo con el art. 1950 el arrendamiento de cosas expira por los
mimos modos que los otros contratos, y especialmente:
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