Sesión Unidad

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¿Moral o ética?

VALORES O PRINCIPIOS.-La reflexión ética nos obliga a


buscar fundamentos para justificar nuestros actos
procurando tomar las mejores decisiones. Si nos
La sociedad, la institución educativa y las familias comprometemos con dicha actitud reflexiva
promueven valores morales que pueden enriquecer reconoceremos que hay valores de especial importancia:
nuestra forma de relacionarnos con las y los demás. unos valores que deberían permanecer siempre con
nosotras o nosotros pues fortalecen nuestra autonomía.
Estos valores tienen el nombre de principios.

Estos principios pueden ser el respeto, la tolerancia y el


diálogo. Nuestra autonomía se fortalece el respeto, la
tolerancia y el diálogo como principios éticos, es decir,
cuando asumimos esos valores como propios y los
aplicamos con firme convicción. Esto no es una tarea fácil,
por muchas razones, una de ellas tiene que ver con que
tenemos que aprender a tolerar diferentes formas de
pensar.

PRINCIPIOS ÉTICOS.-Son reglas o normas que orientan la


acción de un ser humano y, a diferencia de otros valores,
son de carácter general y universal

¿ES POSIBLE SER AUTÉNTICOS?


Nuestra sociedad suele promover desde diversos frentes,
como los medios de comunicación, el valor del consumo y
el valor de la eficiencia para ganar dinero. Estos valores son
importantes económicamente, pero muchas veces nos
llevan a perder perspectiva de aquello que realmente
somos y queremos ser.
Estos valores orientan nuestras decisiones y se convierten Cuando vamos construyendo nuestra identidad solo
en referentes para poder diferenciar lo adecuado de lo no copiando o imitando formas de vida transmitidos por
adecuado. Siempre es importante considerarlos. El nuestro entorno, medios de comunicación, amistades o
conjunto de estos valores morales incluye ideales y normas familiares, podríamos convertirnos en personas alienadas.
que permiten que contemos con un código moral. Muchas veces, nuestra vida se organiza en función de
Pero asumir un código moral (los valores, normas morales e deseos superficiales por adoptar ciertas formas de vida y no
ideales) sin reflexionar críticamente expresa un por haber tomado decisiones libres, críticas y reflexivas. Por
comportamiento sumiso o heterónomo. ello, la alienación se contrapone a la autenticidad.
En cambio, si analizamos qué comportamiento es adecuado
y por qué, entonces, asumimos un código moral de manera LA AUTENTICIDAD
reflexiva y autónoma. Es decir, el conducir nuestra vida siendo conscientes de lo
Pero asumir un código moral (los valores, normas morales e que queremos siempre está construyéndose. A veces,
ideales) sin reflexionar críticamente expresa un adoptamos maneras de hablar o pensar, o asumimos
comportamiento sumiso o heterónomo. posiciones determinadas, sin darnos cuenta. No obstante,
En cambio, si analizamos qué comportamiento es adecuado un gran paso para trabajar nuestra autenticidad es actuar
y por qué, entonces, asumimos un código moral de manera con verdadera libertad, reflexiva y crítica, para reconocer
reflexiva y autónoma. todo nuestro potencial como personas predispuestas a
Dado que a veces los valores morales entran en conflicto, la querer escuchar a otras personas, comprenderlas y
reflexión ética es una oportunidad para ayudarnos a tomar aprender de ellas. Nuestra vida —lo que somos y
una buena decisión o asumir una postura. queremos— es un texto que estamos continuamente
escribiendo y reescribiendo
VALORES MORALES.-Son principios que nos permiten
evaluar y regular nuestras actitudes y comportamientos, ALIENACIÓN.- Este concepto expresa que u na persona se
atribuidos como correctos o incorrectos, apropiados o vuelve menos dueña de sí misma y de sus decisiones
inapropiados, muchas veces influenciados por el entorno cuando la finalidad de su vida gira alrededor de valores,
familiar cultural y social normas e ideales sobre los cuales no ha reflexionado, por
ejemplo, el consumo de tecnología, de entretenimiento, de
HETERONOMÍA.-Expresa una actitud de sumisión, pues horas dedicadas a trabajar, entre otros.
cede a las demás personas nuestra capacidad de decidir.
Esto las convierte en guías que seguimos sin mayor
reflexión o con indiferencia moral. Así, se asumen las reglas
y lo que se considera bueno o mal comportamiento sin
preocuparse por las razones que los justificarían.

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