Guion Teatral
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Don Quijote y Sancho panza salieron en busca de la señora dulcinea del toboso. Y mientras cabalgaban hablaban de
dicha Señora
-Don Quijote y Sancho panza salieron en busca de la señora dulcinea del toboso. Y mientras cabalgaban hablaban de
dicha Señora
-Sancho amigo la noche se nos va entrando de prisa, pero no Quisiera que su oscuridad nos impida llegar al toboso al
clarear el día pues necesito la bendición de la sin par dulcinea para Dar felice cima a las peligrosas aventuras que me
esperan
-No sé si vuestra merced Podrá verla y hablarle respondió Sancho, pero al menos podrá recibir su bendición por
encima de la Tapia del corral Por donde la vi por primera vez cuando le llevé la carta
-Tapias de corral Sancho dijo Don Quijote serían galería de ricos palacios
-Vamos allá Sancho qué tanto me da que sean tapias ventanas o verjas de jardines pues cualquier rayo del sol de su
belleza iluminará mi entendimiento y fortalecerá mi corazón
-Pues señor yo no vi ese sol de la señora dulcinea porque la nube del polvo que levantaba cuando crivaba el trigo le
tapaba la cara
-Todavía piensas eso Sancho cribar trigo no es un trabajo ni ejercicio de reinas princesas ni damas principales la
envidia de algún mal encantador cambia las cosas que me dan gusto y tal vez el autor de aquel libro que cuenta mis
hazañas era enemigo mío y por eso mezcla una verdad con 1000 mentiras o envidia raíz de infinitos madres y
carcoma de las virtudes todos los vicios Sancho traen algún deleite consigo pero la envidia no traes sino disgustos
rencores y rabias
Mientras caminaban llegaron A toboso Y Quijote se dio cuenta que el edificio que hacía la sombra era la iglesia del
pueblo con su torre y le dijo a Sancho
-Ya lo veo y quiera Dios que no demos con nuestra sepultura yo ya le he dicho a vuestra merced que la casa de su
señora estaba en la callejuela Sin Salida
-Por Dios Sancho dónde has visto un palacio real en una callejuela Sin Salida
-Señor quizás en el toboso acostumbran a edificar los palacios en callejuelas déjame buscar por estas calles que
podrías ser que en contrase el altar en un rincón y ojalá me lo encuentre comido por los perros que ya me tiene
cansado tanto alcazar
-Acaso no te he dicho que no la he visto a la sin par dulcineo toda mi vida ni jamás atravesé los umbrales de su
palacio y que estoy enamorado de oídas
-Ahora me entero respondió Sancho y confieso que si vuestra merced no la ha visto yo tampoco
Estando los 2 en esas pláticas vieron a un hombre que venía cantando y guiando 2 mulas que arrastraban con gran
ruido un arado y cuando pasó a su lado Don Quijote le preguntó
-Buen amigo sabrías decirme dónde están los palacios de la Sin par princesa dulcinea del toboso
-Señor contestó el mozo yo soy forastero y llegué a este pueblo hace poco para servir a un labrador rico en la
labranza del campo en esa casa de ahí viven el cura y el sacristán que sabrán darle razón a esa señora aunque para
mí tengo que aquí no hay princesas y adiós que ya amanece
Sancho estaba colérico por sacar a su amo el pueblo para que no averiguase su mentira y como además vio a su
señor suspenso y descontento le dijo
-Señor no sería acertado que el sol no se encuentre aquí mejor será que salgamos fuera de la ciudad y que Vuestra
merced en bosque en algún encimar y yo volveré de día a buscar la casa alcanzar el palacio de mi señora y hablaré
con ella y le diré que vuestra merced queda esperando la orden de venir a verla
-Anda hijo le dijo Don Quijote antes de partir ve a verla y dile que soy preso de su amor y no te turbes ante la luz de
su hermosura dichoso tú entre todos los escuderos del mundo tu memoria Sancho y fíjate si se inquieta y desaión
niega al oír mi nombre y si mudan los colores de la cara cuando le hablas de mí le da unos pasos de aquí para allá y si
levanta la mano al cabello para ordenárselo porque esas acciones y movimientos son para los amantes o cierto de
los que en sus armas pasa Ve amigo y vuelve que yo te espero en esta amarga Soledad
Mientras Don Quijote se quedó En aquel lugar Sancho Arriaba el ruido de la Vara y salía del bosque a trotecillo vivo
ya en el camino volvió la cabeza y al comprobar que había perdido de vista Don Quijote sea apeo del jumento se
sentó al pie de un árbol y comenzó a hablar consigo mismo
-Vamos a ver Sancho hermano a dónde vas voy A buscar a una princesa y donde piensas encontrarla Sancho en una
gran ciudad del toboso bien y de qué parte de quién la buscas de parte del famoso caballero Don Quijote de la
mancha Pero Sancho amigo tú no crees que si los del toboso se enteran que vienes a buscar a su princesa te
molerían con los palos Pues supongo que sí y tendría mucha razón amigo Sancho tú no eres más que un mensajero
no te fíes porque la gente manchega es tan colérica como honrada y si no consiste cosquillas de nadie entonces Qué
hago yo buscando
-Mi amo es un loco y yo No le voy a la saga pues le sigo las locuras y ya dice el refrán dime con quién andas y te diré
quién eres qué mi amo es un loco de atar eso es bien cierto porque toma lo blanco por negro y lo negro por blanco Y
los molinos de viento por gigantes y las mulas por dromedarios así que no será difícil hacerle creer que la primera
labradora que encuentre es la señora dulcinea
Con esto Sancho Fue en busca de cualquier labradora y cuando encontró A 3 campesinas en sus mulas Decidió hacer
creer a su amo que una De ellas era la señora dulcinea. Sancho le comentó Qué encontró a la señora dulcinea y a
sus doncellas Y tenían que ir rápido a toboso para verla. Don Quijote extendió la vista hacia el toboso pero no vio en
El camino más que a 3 aldeanas que se acercaban.
-Dios me libre del diablo respondió Sancho le parece burras Esas 3 jacas blancas como copo de nieve
Sancho Si adelantó a recibir a las 3 aldeanas y sujetó La falda de una de ellas se arrodillo y dijo
-Reina y princesa de la hermosura reciba vuestra grandeza al cautivo caballero vuestro que ahí se ha quedado de
piedra mármol y sin pulsos de verse con vuestra magnífica presencia yo soy el escudero Sancho panza y él es Don
Quijote de la mancha también llamado el caballero de la triste figura
A todo esto Don Quijote se puso de rodillas junto a Sancho y miraba con ojos desencajados a la que Sancho llamaba
reina y como veía una moza aldiana chata estaba suspenso sin osar despegarlos labios las labradoras estaban
también atónitas viendo aquella escena. Al final la labradora que iba en burro que Sancho sujetaba de vestido dijo
-Oh princesa y señora universal del toboso le respondió Sancho Cómo no se estremece vuestro corazón viendo
arrodillado ante su presencia a la columna de la andante caballería
-A mí con esas burras de mi suegro dijo la moza así que a hora vienen los señoritos a Burlarse de nosotras Sigan su
camino y les irá bien
-Levántate Sancho dijo Don Quijote que el maligno encantador Apuesto nubes en mis ojos para transformar a mi
dame en una labradora pobre y tú señora de mi Alma mírame Blanda y amorosamente
-Anda mi aguelo respondió La aldeana amiguita soy yo de oír Rasquebrajos de amor apártense y déjenos ir respondió
la otra aldeana
La labradora picó en el aujón de un palo a la burra que salió al trote por el Prado adelante dando corcobos hasta que
tiro a la tierra a la señora dulcinea entonces acudió Don Quijote a levantarla Pero esta dio un salto Con su cuerpo
más ligero que un alcón sobre la albarda Y se fue a carcajadas como si fuera hombre
-Sancho qué mal querido soy de encantadores ellos me han privado del contento de ver a mi señora dulcinea la han
transformado en la aldeana fea
Sancho escuchando aquellas palabras Intentó aguantarse la risa porque había engañado a su amo con tanta
delicadeza finalmente ambos decidieron montar sus bestias y siguieron el camino de Zaragoza al que esperaban
llegar a tiempo para participar en la solemnes Justa de San Jorge