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TEMA 4: LOS RECURSOS CONTRA LAS RESOLUCIONES JUDICIALES

• Concepto de recurso: contra las resoluciones procesales del orden contencioso-administrativo caben diversos
recursos. Todos ellos tienen en común ser actos de parte que persiguen que se revoque o anule una resolución
procesal anterior y que se dicte otra con contenido diferente.

Hablamos de “resoluciones procesales” y no solo de resoluciones judiciales porque son también recurribles las de los
Letrados de la Administración de Justicia conforme a lo establecido en el 102 bis LJCA.

El sistema de recursos contra resoluciones contencioso-administrativas, sometido a numerosas modificaciones legales,


es complejo, basado en distintos criterios (cuantía, materia recurrida, tipo de órgano administrativo autor de la actividad
recurrida, etc), con excepciones y contra excepciones. Lo expondremos a continuación.

I. RECURSOS CONTRA RESOLUCIONES DEL LAJ (art. 102 bis LJCA)

1. Recurso de reposición.

Contra las diligencias de ordenación y decretos no definitivos del LAJ cabrá recurso de reposición ante el
Secretario que dictó la resolución recurrida, excepto en los casos en que la Ley prevea recurso directo de revisión.

El recurso de reposición se interpondrá en el plazo de cinco días a contar desde el siguiente al de la notificación de la
resolución impugnada.

Si no se interpone en el plazo de 5 días, se inadmitirá mediante decreto directamente recurrible en revisión.

Interpuesto el recurso en tiempo y forma, el LAJ dará traslado de las copias del escrito a las demás partes, por
término común de tres días, a fin de que puedan impugnarlo si lo estiman conveniente. Transcurrido dicho plazo, el
LAJ resolverá mediante decreto dentro del tercer día.

Contra el decreto resolutivo de la reposición no se dará recurso alguno, sin perjuicio de reproducir la cuestión al
recurrir, si fuere procedente, la resolución definitiva.

2. Recurso de revisión.

Cabrá recurso de revisión contra los decretos por los que se ponga fin al procedimiento o impidan su continuación.
Cabrá interponer igualmente recurso directo de revisión contra los decretos en aquellos casos en que expresamente
se prevea.

Este recurso carecerá de efectos suspensivos sin que, en ningún caso, proceda actuar en sentido contrario a lo que se
hubiese resuelto.

Este recurso, a diferencia del recurso de reposición, es conocido por el JUEZ, no por el LAJ.

El recurso de revisión deberá interponerse en el plazo de cinco días mediante escrito en el que deberá citarse la
infracción en que la resolución hubiera incurrido.

Cumplidos los anteriores requisitos, el LAJ, mediante diligencia de ordenación, admitirá el recurso, concediendo a las
demás partes personadas un plazo común de cinco días para impugnarlo, si lo estiman conveniente.

Si no se interpone en el plazo o no se realiza mediante escrito (no se cumplen los requisitos legales), el Juzgado o
Tribunal lo inadmitirá mediante providencia.
Transcurrido el plazo para impugnación, háyanse presentado o no escritos, el Juzgado o Tribunal resolverá sin más
trámites, mediante auto, en un plazo de cinco días.

Contra las resoluciones sobre admisión o inadmisión no cabrá recurso alguno.

Contra el auto dictado resolviendo el recurso de revisión únicamente cabrá recurso de apelación y de casación en los
supuestos previstos en los artículos 80 y 87 de esta Ley.

1. RECURSOS CONTRA PROVIDENCIAS Y AUTOS DE JUECES.

La LJCA permite que se interpongan contra providencias y autos dos tipos de recursos: el recurso de súplica (art. 79
LJCA) y el recurso de apelación (art. 80 LJCA):

• El recurso de súplica

Es un recurso NO devolutivo que resuelve el mismo órgano que dictó la resolución recurrida y que se sustituye
ahora por el recurso de reposición- se interpone contra las providencias y los autos no susceptibles de apelación o
casación, sin perjuicio del cual se llevará a efecto la resolución impugnada, salvo que el órgano jurisdiccional acuerde
lo contrario.

El recurso de súplica se interpondrá en el plazo de cinco días a contar desde el siguiente al de la notificación de la
resolución impugnada.

Interpuesto el recurso en tiempo y forma, el LAJ dará traslado de las copias del escrito a las demás partes, por término
común de cinco días, a fin de que puedan impugnarlo si lo estiman conveniente. Transcurrido dicho plazo, el órgano
jurisdiccional resolverá por auto dentro del tercer día.

• El recurso de apelación

El recurso de apelación- que resuelve un Tribunal Superior (o la Audiencia Nacional)- se puede interponer contra los
autos de los Juzgados de lo Contencioso-administrativo y los Juzgados Centrales de lo Contencioso-
Administrativo en procesos de los que conozcan en primera instancia, en los siguientes casos:

a) Los que pongan término a la pieza separada de medidas cautelares.


b) Los recaídos en ejecución de sentencia.
c) Los que declaren la inadmisión del recurso contencioso-administrativo o hagan imposible su continuación.
d) Los recaídos sobre las autorizaciones previstas en el artículo 8.6 y en los artículos 9.2 y 122 bis.
e) Los recaídos en aplicación de los artículos 83 y 84.

• Recurso de queja (contra autos)

Es similar a la apelación, pero con un objeto más limitado.

Cabe solamente contra:


- autos que inadmitan el recurso de apelación contra sentencias de los juzgados
- contra autos que inadmitan el recurso de casación o acuerden no tenerlo por preparado.

Se presenta ante el órgano judicial que dictó la resolución que se va a recurrir.


2. RECURSO DE APELACIÓN

A) CARACTERES.

El recurso de apelación en el contencioso-administrativo responde a los mismos caracteres que tiene en el orden civil:

• Es un recurso ordinario; esto es, permite alegar cualquier infracción de la sentencia recurrida o de la tramitación de
la primera instancia ( no hay motivos de impugnación tasados). Por tanto, se pueden discutir en él no solo cuestiones
jurídicas, sino de hecho (normalmente debatiendo sobre la valoración de la prueba ya practicada antes pero, a veces,
también practicando nueva prueba).

• Compete a un tribunal distinto y superior del que juzgó inicialmente (a esto se suele aludir como efecto
devolutivo). Hay, pues, un juez de primera instancia (juez a quo) y un juez de apelación o de segunda instancia (juez
ad quem).

• El recurso de apelación abre una segunda instancia, de modo que el juicio que corresponde al tribunal de
apelación lo realiza con la misma amplitud de conocimiento que el de la primera instancia para conocer de las
pretensiones de las partes (aunque con prohibición de reformatio in peius).

• Lo refleja el art. 456.1 LEC:

“ En virtud del recurso de apelación podrá perseguirse, con arreglo a los fundamentos de hecho y de derecho de las
pretensiones formuladas ante el tribunal de primera instancia, que se revoque un auto o sentencia y que, en su lugar,
se dicte otro u otra favorable al recurrente, mediante nuevo examen de las actuaciones llevadas a cabo ante aquel
tribunal y conforme a la prueba que, en los casos previstos en esta Ley, se practique ante el tribunal de
apelación.”.

En esta línea, decía la doctrina que lo que caracteriza al recurso de apelación es que “el juez de segunda instancia se
encuentra frente a la demanda en la misma situación que el juez de primera instancia en el momento de ir a
fallar”. Y que, la apelación “no es revisión de lo hecho por el juez anterior, y menos fiscalización o censura de su
operación de juzgar. Es juzgar de nuevo.

El juez de segunda instancia no comprueba un resultado como se comprueba una operación matemática, sino que la
hace otra vez...”. Esto, que sigue siendo en esencia cierto, vale para la apelación contenciosa-administrativa. De ahí
que, entre otras consecuencias, el juez de apelación deba dictar sentencia en que resuelva el objeto del proceso (que
siguen siendo el mismo de la primera instancia) sin tener que reenviarlo al juez a quo para que juzgue otra vez.

Lo plasma con una mínima excepción el art. 465 LEC y lo refleja para uno de los supuestos posibles el artículo 85.1
LJCA, cuando se revoque en apelación la sentencia impugnada que hubiere declarado la inadmisibilidad del
recurso contencioso-administrativo, la sentencia no puede limitarse a declarar la admisibilidad y devolver los
autos al Juez de la primera instancia, sino que debe RESOLVER SOBRE EL FONDO del asunto.

B) LIMITACIONES AL CONOCIMIENTO POR EL JUEZ AD QUEM.

Esta amplitud de conocimiento del juez ad quem tiene una matización notable que se plasma en el artículo 465 LEC y
que es extensible a la apelación contencioso-administrativa: la resolución de la apelación “deberá pronunciarse
exclusivamente sobre los puntos y cuestiones planteadas en el recurso y, en su caso, en los escritos de
oposición...”.
Súmese a ello una jurisprudencia que también modera la amplitud de la segunda instancia. Sinteticémosla en los
siguientes puntos:

• El escrito de alegaciones del apelante no debe ser una simple reiteración de los argumentos vertidos antes, sino
que debe contener una crítica razonada de la resolución apelada, que es lo que ha de servir de base a la
pretensión de sustitución del pronunciamiento recaído en primera instancia.

• El tribunal ad quem goza de competencia para revisar y decidir todas las cuestiones planteadas, pero no debe
revisar de oficio los razonamientos de la sentencia o auto apelados al margen de los motivos esgrimidos por la
parte apelante: solo puede revisar y pronunciarse sobre aquellos motivos que ha alegado la parte
recurrente.

• El recurso de apelación autoriza al tribunal ad quem a revisar la valoración de la prueba del juez a quo,
pero el hecho de que la apreciación por éste lo sea de pruebas practicadas a su presencia y con respecto a los
principios de inmediación, oralidad y contradicción, determina por regla general que su valoración se
respete salvo que sea notoriamente errónea o se base en pruebas practicadas con infracción de normas
que las regulan.

C) OBJETO.

En el orden contencioso- administrativo son, como regla general, recurribles en apelación las sentencias de los órganos
unipersonales (Juzgados Provinciales y Centrales de lo Contencioso- Administrativo) ante, respectivamente, los TSJ y
la Audiencia Nacional. Es decir:

- TSJ, respecto de las sentencias y autos de los Juzgados unipersonales (art. 10.2 LJCA).
- Audiencia Nacional, respeto de las sentencias del Juzgado Central (art. 11.2 LJCA).

Pero la apelación NO procede contra todas las sentencias de los órganos unipersonales contencioso- administrativos:

- Solamente sentencias cuantía superior 30.000 euros y las relativas a materia electoral (art. 81.1 LJCA).

- Sentencias que declaren la inadmisibilidad del recurso y sean de cuantía inferior a 30.000 euros.

- Dictadas en procedimiento para protección derechos fundamentales de la persona

- Resuelvan litigios entre AAPP y las que resuelvan impugnaciones indirectas de disposiciones generales (art. 81.2).

- No es pues un sistema de doble instancia universal. Hay, por tanto, procesos de única instancia.

D) LEGITIMACIÓN: La apelación puede interponerse por quienes estén legitimados como demandante o demandado
(art. 82) y es posible que varios sujetos interpongan apelación con distintas o iguales pretensiones.

E) EFECTOS:

• Regla general: efectos suspensivos: el proceso se suspende y la sentencia no puede ser ejecutada hasta tanto haya
un pronunciamiento definitivo del juez de apelación

• Debido al efecto suspensivo, el juez puede acordar medidas cautelares que estime pertinentes para asegurar la
ejecución de la sentencia, en cualquier momento, a instancia de parte.
• Además, se permite la ejecución provisional, siempre respetando los límites del art. 84 y los de la LEC:

-La interposición de un recurso de apelación no impedirá la ejecución provisional de la sentencia recurrida.

-Las partes favorecidas por la sentencia podrán instar su ejecución provisional. Cuando de ésta pudieran derivarse
perjuicios de cualquier naturaleza, podrán acordarse las medidas que sean adecuadas para evitar o paliar dichos
perjuicios. Igualmente podrá exigirse la prestación de caución o garantía para responder de aquéllos. En este caso no
podrá llevarse a cabo la ejecución provisional hasta que la caución o la medida acordada esté constituida y acreditada en
autos.

F) PROCEDIMIENTO.

La tramitación del recurso de apelación tiene dos fases:

1. Ante el Juzgado de los Contencioso-Administrativo que haya dictado la resolución apelada.

-Se debe interponer recurso dentro de los 15 días siguientes a su notificación, mediante escrito razonado con las
alegaciones en que se fundamente el recurso.

-Transcurrido el plazo sin haberse interpuesto, el LAJ declara la firmeza de la sentencia.

-Una vez interpuesto el recurso , el LAJ eleva el recurso al tribunal jerárquicamente superior.

- También da traslado a las demás partes para que formalicen escrito de oposición en un plazo igual de 15 días.

-Las partes pueden pedir recibimiento a prueba para la práctica de las que hubiesen sido denegadas o no debidamente
practicadas en 1º instancia.

-El apelado puede en escrito de oposición “adherirse a la apelación” (art. 85.4), pidiendo revocación y sustitución en
sentido distinto al apelante. (se convierte en apelante)

2. Después, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal competente para resolver: admisión y
recibimiento a prueba (art. 85.5)

• El Juzgado eleva los autos al tribunal que va a conocer del recurso, ordenando el emplazamiento de las partes
del proceso.

• El LAJ acordará la celebración de la vista o presentación conclusiones, si lo piden las partes o se hubiera
practicado prueba. Las partes también pueden pedir que se dicte sentencia sin que se celebre vista/
conclusiones.

• Celebrada vista/conclusiones, el LAJ declara pleito concluso para sentencia (art. 85.8)

• Finalmente, la Sala debe dictar Sentencia en un plazo de 10 días máximo.


3. RECURSO DE CASACIÓN

3.1. Caracteres.

-La casación se introdujo en el orden contencioso-administrativo con la Ley 10/1992, de 30 de abril, de Medidas
Urgentes de Reforma Procesal.

- La consolidó la LJCA 1998 (arts. 86-101) que estableció, junto al recurso genérico casación, el de casación para la
unificación de doctrina y el de casación en interés de la ley.

- Caracteres clásicos de otros órdenes jurisdiccionales:

• Recurso extraordinario, esto es, solo cabe por ciertos motivos taxativamente fijados en la ley. En la
actualidad los motivos no son tasados, pero ha sobrevenido una valoración del tribunal de casación que realiza
un filtro para poder interponer el recurso: interés casacional objetivo.

• De ninguna forma abre una nueva instancia (no es una tercera instancia, allí donde hubo apelación; ni una
segunda instancia donde no la hubo).

• Solo permite al tribunal de casación un conocimiento limitado, mucho más restringido que el de los
tribunales de instancia: Lo que se discute y enjuicia es la sentencia, no directamente las pretensiones de las
partes en el proceso originario, y además, contra esa sentencia solo se pueden invocar algunos concretos
vicios.

• El tribuna se debe centrar en cuestiones jurídicas, nunca de las fácticas (salvo mínimas excepciones).

• Correspondía a un Tribunal único en toda la Nación y superior a todos los demás, el Tribunal Supremo;
de modo que la casación servía para unificar las soluciones discrepantes de los restantes órganos judiciales y
formar jurisprudencia uniforme.

3.2. LOPJ 7/2015, Reforma sustancial Recurso CASACIÓN:

La Ley Orgánica 7/2015, de 21 de julio, ha dado nueva redacción a los artículos de la LJCA dedicados al recurso de
casación e introducido una reforma sustancial en la que, para empezar, ya no hay nada más que una única clase de
recursos de casación.

Lo esencial del nuevo recurso de casación en lo contencioso- administrativo queda bien reflejado en la Exposición de
Motivos de la LO 7/2015:

“(...) En este ámbito, y con la finalidad de intensificar las garantías en la protección de los derechos de los ciudadanos,
la ley opta por reforzar el recurso de casación como instrumento por excelencia para asegurar la uniformidad en la
aplicación judicial del derecho. De esta forma, el recurso de casación podrá ser admitido a trámite cuando,
invocada una concreta infracción del ordenamiento jurídico, tanto procesal como sustantiva, o de la
jurisprudencia, la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo estime que el recurso presenta
interés casacional objetivo para la formación de jurisprudencia. Con la finalidad de que la casación no se convierta en
una tercera instancia, sino que cumpla estrictamente su función nomofiláctica (...)”.
3.3. Motivos de casación (INTERÉS CASACIONAL OBJETIVO) :

Con la nueva regulación, el recurso de casación “se limitará a la cuestiones de derecho, con exclusión de las
cuestiones de hecho”.

Pero, dentro de las cuestiones de derecho, el recurso no queda circunscrito a determinados tipos de vulneración o vicios:
cabe invocar cualquier infracción del ordenamiento jurídico tanto sustantiva como procesal y tanto de ley como
de jurisprudencia.

La infracción del ordenamiento puede ser de cualquier norma, principio, jurisprudencia... Pero, a cambio de esta
amplitud en cuanto a las infracciones alegables, el recurso sólo se admitirá si presenta “interés casacional objetivo
para la formación de jurisprudencia”, y cuando la cuantía del proceso sea superior a 600.000 euros.

El que haya o no un interés casacional objetivo es, en realidad, algo subjetivo que dependerá de lo que los jueces del
TS consideren relevante, atractivo o les de oportunidad para fijar jurisprudencia. Difícilmente las partes sabrán de
antemano cuando hay tal interés casacional.

Existen 2 pautas orientativas :

Según el art. 88 LJCA:

• “El Tribunal de casación podrá apreciar que existe interés casacional objetivo, motivándolo expresamente en el auto
de admisión, cuando, entre otras circunstancias, la resolución que se impugna (...) “:

a) Fije, ante cuestiones sustancialmente iguales, una interpretación de las normas de Derecho estatal o de la Unión
Europea en las que se fundamenta el fallo contradictorio con la que otros órganos jurisdiccionales hayan
establecido.

b) Siente una doctrina sobre dichas normas que pueda ser gravemente dañosa para los intereses generales.

c) Afecte a un gran número de situaciones, bien en sí misma o por trascender del caso objeto del proceso.

d) Resuelva un debate que haya versado sobre la validez constitucional de una norma con rango de ley, sin que la
improcedencia de plantear la pertinente cuestión de inconstitucionalidad aparezca suficientemente esclarecida.

e) Interprete y aplique aparentemente con error y como fundamento de su decisión una doctrina constitucional.

f) Interprete y aplique el Derecho de la Unión Europea en contradicción aparente con la jurisprudencia del Tribunal de
Justicia o en supuestos en que aún pueda ser exigible la intervención de éste a título prejudicial.

g) Resuelva un proceso en que se impugnó, directa o indirectamente, una disposición de carácter general.

h) Resuelva un proceso en que lo impugnado fue un convenio celebrado entre Administraciones públicas.

i) Haya sido dictada en el procedimiento especial de protección de derechos fundamentales.

Pero lo dicho es bien poco: se trata de unas circunstancias “entre otras”, luego no es una lista exhaustiva; cuando se
den, simplemente “podrá” verse (pero no obligatoriamente) el interés casacional que, no obstante, habrá que motivar.
Por tanto, es una lista sólo orientativa de casos en los que cabe sospechar en principio que se dará tan huidizo y
enigmático interés casacional.
Y; así visto, en poco se diferencia del art. 88.3 según el cual “se presumirá que existe interés casacional objetivo”:

a) Cuando en la resolución impugnada se hayan aplicado normas en las que se sustente la razón de decidir sobre
las que NO exista jurisprudencia.

b) Cuando dicha resolución se aparte deliberadamente de la jurisprudencia existente al considerarla errónea.

c) Cuando la sentencia recurrida declare nula una disposición de carácter general, salvo que esta, con toda
evidencia, carezca de trascendencia suficiente.

d) Cuando resuelva recursos contra actos o disposiciones de los organismos reguladores o de supervisión o
agencias estatales cuyo enjuiciamiento corresponde a la Sala de lo Contencioso- administrativo de la Audiencia
Nacional.

e) Cuando resuelva recursos contra actos o disposiciones de los Gobiernos o Consejos de Gobierno de las Comunidades
Autónomas.

No obstante, en los supuestos referidos en las letras a), d) y e) el recurso podrá inadmitirse por auto motivado
cuando el Tribunal aprecie que el asunto carece manifiestamente de interés casacional objetivo para la formación
de jurisprudencia.

En el b) y c) el TS no puede apartarse de su conocimiento.

CONCLUSIÓN: el TS decide con gran libertad cuando hay o no interés casacional objetivo.

3.4. Resoluciones recurribles

La regla general es que sólo se puede recurrir en casación las resoluciones contra las que no quepa desde el
principio ningún otro recurso (si es posible apelación, habrá que interponer ese recurso, no el de casación; si se dejó
pasar el plazo de apelación, tampoco cabrá casación). Pero, aun así, no todas las resoluciones contra las que no quepa
otro recurso son recurribles en casación:

Es esencial conocer el art. 86 LJCA:

1. Las sentencias dictadas en única instancia por:

- Los Juzgados de lo Contencioso-administrativo


- Las sentencias dictadas en única instancia o en apelación por la Sala de lo Contencioso-administrativo de la
Audiencia Nacional
- Las sentencias dictadas por las Salas de lo C-A de los Tribunales Superiores de Justicia serán susceptibles de recurso
de casación ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo.

En el caso de las sentencias dictadas en única instancia por los Juzgados de lo Contencioso-administrativo,
únicamente serán susceptibles de recurso las sentencias que contengan doctrina que se reputa gravemente dañosa
para los intereses generales y sean susceptibles de extensión de efectos.

Se exceptúan las sentencias dictadas en el procedimiento para la protección del derecho fundamental de reunión y en
los procesos contencioso-electorales.

Las sentencias que, siendo susceptibles de casación, hayan sido dictadas por las Salas de lo C-A de los Tribunales
Superiores de Justicia sólo serán recurribles ante la Sala de lo C-A del Tribunal Supremo si el recurso pretende fundarse
en infracción de normas de Derecho estatal o de la Unión Europea que sea relevante y determinante del fallo
impugnado, siempre que hubieran sido invocadas oportunamente en el proceso o consideradas por la Sala
sentenciadora.
Cuando el recurso se fundare en infracción de normas emanadas de la Comunidad Autónoma será competente una
Sección de la Sala de lo Contencioso-administrativo que tenga su sede en el Tribunal Superior de Justicia compuesta
por el Presidente de dicha Sala, que la presidirá, por el Presidente o Presidentes de las demás Salas de lo Contencioso-
administrativo y, en su caso, de las Secciones de las mismas, en número no superior a dos, y por los Magistrados de la
referida Sala o Salas que fueran necesarios para completar un total de cinco miembros.

Si la Sala o Salas de lo Contencioso-administrativo tuviesen más de una Sección, la Sala de Gobierno del Tribunal
Superior de Justicia establecerá para cada año judicial el turno con arreglo al cual los Presidentes de Sección ocuparán
los puestos de la regulada en este apartado. También lo establecerá entre todos los Magistrados que presten servicio en
la Sala o Salas.

Las resoluciones del Tribunal de Cuentas en materia de responsabilidad contable serán susceptibles de recurso de
casación en los casos establecidos en su Ley de Funcionamiento.

3.6. Legitimación

Están legitimados todos los que hayan sido parte en el proceso o debieran haberlo sido (art. 89.1 LJCA).

3. 7. Pretensiones

Las pretensiones del recurrente deberán tener por objeto la anulación, total o parcial, de la sentencia o auto
impugnado, y en su caso, la devolución de los autos al Tribunal de instancia o la resolución del litigio por la Sala
de los C-A del Tribunal Supremo dentro de los términos en que apareciese planteado el debate (art. 87.bis.2 LJCA)

Así pues, lo que primeramente se pide al Tribunal de casación es que anule la resolución recurrida. Además, para el caso
de que se estime esa primera y fundamental pretensión se pide o bien que el mismo TS resuelva el pleito originario
estimando las mismas pretensiones que se ejercieron en la instancia o bien que el TS devuelva los autos al Tribunal de
instancia para dar a este nueva oportunidad de pronunciarse sobre ellas. Lo primero debe ser la regla general, como se
comprendería al estudiar el art. 93 LJCA al que después nos referimos.

3. 8. Tramitación

• Escrito de preparación (art.89).

El recurso de casación se preparará ante la Sala de instancia en el plazo de treinta días contados desde el siguiente al de
la notificación de la resolución que se recurre. Este escrito se somete a estrictos requisitos formales y en él debe ya
señalarse la infracción que se imputa a la sentencia y fundamentar el interés casacional objetivo. Si el escrito de
preparación no se presenta en plazo de treinta días, la sentencia o auto quedará firme.

• Auto de la Sala de instancia declarando preparado, o no, el recurso (art. 89.4 y 5).

Si se cumplen los requisitos del escrito de preparación, la sala de instancia, mediante auto motivado, tendrá por
preparado el recurso de casación ordenando el emplazamiento de las partes para su comparecencia dentro el plazo de
treinta días ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS; así como la remisión a ésta de los autos y del
expediente administrativo. Se permite además que este auto contenga “opinión sucinta y fundada” sobre el interés
casacional. Si el escrito de preparación no reúne los requisitos se dictará auto declarando “no tener por
preparado el recurso”.

• Resolución del TS (auto o providencia) sobre admisión o inadmisión del recurso (art. 90).

Normalmente sin dar audiencia a las partes, se declarará la admisión o inadmisión por una Sección específica de la Sala
de lo Contencioso-Administrativo del TS atendiendo especial, aunque no exclusivamente, a la existencia de interés
casacional. Si lo aprecia precisará “la cuestión o cuestiones, en las que se entiende que existe” tal interés.

Además, identificará “la norma o normas jurídicas, que en principio serán objeto de interpretación”.
Ni la admisión ni la inadmisión son recurribles de ninguna forma. (si hay inadmisión: se condena en costas al
recurrente)

De cualquier manera, el LAJ deberá comunicar la decisión (tanto la inadmisión como la admisión) al tribunal de
instancia.

• Escritos de interposición del recurso y de oposición al recurso (art. 92) y vista .

En el escrito de interposición el recurrente desarrollará sus argumentos (infracción en que incurre la sentencia,
concreta norma o jurisprudencia vulnerada...) y precisará sus pretensiones.

Se mantienen, pues, las fases de preparación e interposición del recurso, en vez de unificarlas como se hizo en el orden
jurisdiccional civil.

Además, debe llamarse la atención del formalismo que se exige al escrito de interposición cuyos defectos permiten
dictar sentencia de inadmisión tras audiencia a las partes.

Del escrito de interposición se da traslado a las demás partes personadas para que formulen su oposición en plazo de
treinta días. Tras ello, puede haber vista o procederse sin más a dictar sentencia.

3.9. Sentencia.

Art. 93 LJCA.

La sentencia sobre todo declara la interpretación de aquellas normas, en suma, FIJA JURISPRUDENCIA.

- Si desestima el recurso, confirma la resolución impugnada, la cual, dará respuesta a las pretensiones originarias. El
asunto queda definitivamente resuelto por la resolución impugnada no por la sentencia de casación.

-Si la sentencia estima el recurso: anula la resolución impugnada y será necesaria una nueva que resuelva el pleito
originario. Dos posibilidades:

• TS resuelve todo por sí mismo.

• TS reenvía el asunto al Tribunal de instancia.

La regla general es que el TS resuelva sobre todas las pretensiones originarias mediante una sentencia que, por
tanto, siendo innecesaria una nueva sentencia del Tribunal de instancia (casación sin reenvío).

En este caso, el TS puede “integrar en los hechos admitidos como aprobados por la Sala de Instancia aquellos que,
habiendo sido omitidos por ésta, estén suficientemente justificados según las actuaciones...”.

En cuanto el TS resuelve sobre el pleito originario sin reenvío no actúa propiamente como tribunal de casación, sino
como un tribunal ordinario. Aun así, es la solución preferible para no demorar más el desenlace definitivo del pleito.

Pero cabe también que el TS devuelva el asunto al Tribunal de instancia y le ordene “la retroacción de actuaciones a un
momento determinado del procedimiento de instancia para que siga el curso ordenado por la ley hasta su culminación”.

Esta casación con reenvío es una opción que la ley configura como excepcional; de hecho, exige que el TS “justifique
su necesidad”, es decir, que solo procede cuando por cualquier causa (por ej. defectos formales en el proceso que le
impiden tener el conocimiento necesario) no pueda resolver todos los extremos. También debe proceder el reenvío si el
TS anula la resolución recurrida por entender que la jurisdicción contencioso-administrativa no tiene
competencia o que no la tenía el concreto Tribunal que conoció en instancia.
3.10. Costas

En cuanto a las costas del recurso de casación, la sentencia dispondrá que cada parte abone las causadas a su
instancia y las comunes por mitad.

No obstante, podrá imponerlas a una sola de ellas cuando la sentencia aprecie y así lo motive, que ha actuado con
mala fe o temeridad; imposición que podrá limitar a una parte de ellas o hasta una cifra máxima.

4. RECURSO DE REVISIÓN

El sistema de recursos contras las resoluciones judiciales se cierra con el recurso extraordinario de revisión que ha
sido modificado por la LO 7/2015. Se trata de una modalidad clásica, cuya regulación se remite a la LEC en materia de
legitimación, plazos, procedimiento y efectos de las sentencias con algunas especialidades fijadas por la LJCA.

• La REVISIÓN DE UNA SENTENCIA será estimada en los siguientes casos (art. 102.1 LJCA):

• cuando, después de pronunciada, se recobran documentos decisivos, no aportados, por fuerza mayor o por
obra de la parte en cuyo favor se hubieren dictado.

• Si hubiere recaído en virtud documentos, que al tiempo de dictarse aquélla, que ignoraba una de las partes
haber sido reconocidos y declarados falsos.

• Si habiéndose dictado en virtud de prueba testifical, los testigos hubieren sido condenados por falso
testimonio.

• Se hubiere dictado sentencia en virtud de cohecho, prevaricación, violencia u otra maquinación


fraudulenta.

• Asimismo se podrá interponer recurso de revisión contra una resolución judicial firme cuando el Tribunal
Europeo de Derechos Humanos haya declarado que dicha resolución ha sido dictada en violación de
alguno de los derechos reconocidos en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos
y Libertades Fundamentales y sus Protocolos, siempre que la violación, por su naturaleza y gravedad,
entrañe efectos que persistan y no puedan cesar de ningún otro modo que no sea mediante esta revisión, sin que
la misma pueda perjudicar los derechos adquiridos de buena fe por terceras personas (art. 5 bis LOPJ y 102.2
LJCA)

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