Quiroz CL
Quiroz CL
Quiroz CL
TESIS
Para optar el Título Profesional de Licenciado en Historia
AUTOR
Lleisen Homero QUIROZ CABAÑAS
ASESOR
Lima, Perú
2016
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tecnológicas que restrinjan legalmente a otros a hacer cualquier cosa que permita esta licencia.
Referencia bibliográfica
2
Enfermedades, muertos y cementerios. .............................................................................153
Higiene social. ..............................................................................................................................157
CAPÍTULO III
REVOLUCIÓN Y RELIGIÓN: EL IMPACTO DE LA REVOLUCIÓN FRANCESA .161
En defensa de la Religión y la Iglesia Católica .............................................................162
El miedo a la Revolución francesa .....................................................................................171
CAPÍTULO IV
CIENCIAS NATURALES: ILUSTRACIÓN Y REFORMAS .............................................187
La ciencia y la técnica ..............................................................................................................189
La Física aristotélica-ptolemaica vs. La Física moderna .........................................191
La física moderna llega al Convictorio San Carlos .......................................................195
En contra del sistema copernicano .....................................................................................200
La Química: una ciencia predilecta. ..................................................................................207
La química genera disgustos .................................................................................................213
Botánica y expediciones científicas. .................................................................................215
El por qué de la técnica: un ejemplo de su difícil camino. .....................................220
CAPÍTULO V
LECTURAS PROHIBIDAS Y FORMACIÓN DE LA CONCIENCIA NACIONAL ....239
Autores ilustrados y prohibidos en las páginas del Mercurio Peruano ...........241
Rossi y Rubí....................................................................................................................................242
Hipólito Unanue ..........................................................................................................................245
Baquíjano y Carrillo ..................................................................................................................249
Otros autores. ...............................................................................................................................251
Un ejemplo de lector ilustrado. .............................................................................................255
Patria y Naciones monárquicas ..........................................................................................260
El Mercurio y el nacionalismo ..............................................................................................264
CONCLUSIONES ..........................................................................................................................269
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA ...................................................................................................273
3
A Valeria
4
AGRADECIMIENTOS
5
PRESENTACIÓN
6
la sociedad? ¿Por qué el desarrollo científico de los mercuristas,
aparentemente adelantado en el campo de las ciencias naturales, convivió
con concepciones tradicionales sobre la estructuración de la sociedad?
Las respuestas a estas preguntas nos permiten explicar las semejanzas y las
diferencias entre la ilustración peruana y la Ilustración europea que el
Mercurio Peruano adopta, adapta, desarrolla y, no pocas veces, combate
evidenciando los intereses que defiende. Asimismo, ayudan a precisar las
características de la Ilustración y los ilustrados en el Perú y los límites de su
pensamiento de cara a las luchas separatistas del siglo XIX.
7
INTRODUCCIÓN
1 Entre los primeros periódicos diarios figuran La Gazette (1631) de Francia, publicaba con
8
vez más importante que ella es su papel como difusor por antonomasia de la
vida cultural del mundo moderno.
9
periódicas. Para ello, toma como objeto de estudio al Mercurio Peruano, uno
de los periódicos más importantes de la Hispanoamérica tardocolonial.
10
Cádiz (1810-1812), donde se revela un nuevo lenguaje político forjado en
medio de la crisis política española (Velásquez, 2010; Peralta, 2010).
11
la defensa de la religión católica y el impacto de la Revolución francesa. El
cuarto capítulo se ocupa de las ciencias naturales (la física, la química, la
botánica, etc.), así como de los proyectos científicos y técnicos. El quinto y
último capítulo hace énfasis en las lecturas tanto permitidas como prohibidas
que alimentaron las propuestas de los mercuristas. El objetivo de este
capítulo es apreciar en su verdadera dimensión los alcances y los límites de la
Ilustración en el Perú, así como la supuesta actitud sediciosa que les llevó a
desarrollar una conciencia nacional e imaginar una patria independiente.
Marco Referencial
12
que estaban involucrados tanto los ilustrados como los masones; incluso
déspotas gobernantes como Federico II de Prusia.
El análisis de Cassirer tenía por objetivo una mirada transversal, algo que una
monografía de la Ilustración estaría lejos de hacer en tanto que recorrería
cada una de las etapas del siglo ilustrado. Su enfoque pretende ofrecer en el
desarrollo de las doctrinas y los sistemas una fenomenología del espíritu
filosófico : , esto es, tratar de comprender la esencia de la filosofía
ilustrada. Pero, justamente en su fortaleza radica su debilidad. En su afán por
encontrar el ser filosófico de las luces, ve en ella un movimiento compacto
13
con características universales cuestionadas por toda la vertiente revisionista
de la Ilustración.
[…] si no la mayoría, al menos una muy amplia minoría, más o menos ilustrada,
concibe los defectos de un régimen político, las reformas profundas que anhela,
luego arrastra poco a poco a la opinión pública y llega al poder mas o menos
legalmente; las masas siguen porque al menos de una manera vaga, están
preparadas para comprender y preferir las ideas en cuyo nombre se realiza la
revolución (Mornet, 1969: 19).
14
prohibidos, capaces de criticar la vida cortesana y desacralizar el
absolutismo, al tiempo que generan una corriente de opinión contraria al
antiguo régimen, a través de una radicalizada postura y vivas denuncias.
15
Iglesia católica y la religión revelada. Heredera del spinozismo, esta
)lustración radical , como demuestra )srael, está ampliamente difundida en
los círculos más elevados de la intelectualidad y tiene un alcance paneuropeo
(Israel, 2012).
Sería muy extenso dedicar este espacio para hacer un balance completo de
los estudios herederos de los ya mencionados autores clásicos, que han dado
lugar tanto a la historia cultural como a la historia intelectual. En este acápite
solo pretendo poner en escena el marco referencial en el que se fija esta tesis.
Al respecto existen dos vertientes claramente manifiestas. La primera se
centra en las ideas y el desarrollo intelectual de la Ilustración, mientras que la
segunda se aboca a la opinión pública y los espacios de socialización como los
cafés y los salones. Esta última línea investigativa es heredera de Habermas
cuyas propuestas han tenido gran aceptación en las tres últimas décadas,
sumando seguidores en Europa y en América. Por ejemplo, en el caso
peruano tenemos las investigaciones de Jean Pierre Clément, Claudia Rosas
Lauro, Víctor Peralta, Oswaldo Holguín, Margarita Rodríguez, Juan Carlos
Estenssoro, Catherine Poupeney-Harth, María del Rosario Solís, Daniel
Morán, entre otros.
3No es novedad que los filósofos hayan marcado sendas seguidas por otras disciplinas tanto
sociales como humanas. El caso más emblemático en las últimas décadas, para la historiografía
específicamente, han sido las investigaciones del filósofo francés Michel Foucault, cuyos trabajos
como Vigilar y castigar (1975), El nacimiento de la clínica (1964), entre otros, gozan ahora de un
extendido número de seguidores.
16
Los principales autores con los que esta investigación conviene se refieren a
un enfoque de la Ilustración como fenómeno radical, entre los que destaca el
reciente de Jonathan Israel, La Ilustración radical (2012). Para la ilustración
hispánica y su relación con el despotismo ilustrado se sigue la línea que ha
desarrollado notablemente el filósofo español Francisco Sánchez-Blanco,
sobre todo en El absolutismo y las luces en el reinado de Carlos III (2002) y La
ilustración Goyesca (2007). Mientras que para el caso específico del Mercurio
Peruano, nos identificamos con las hipótesis que viene sosteniendo el filósofo
peruano Octavio Obando (2012 y 2013), con el que —grata sorpresa—, desde
disciplinas distintas, arribo a conclusiones semejantes.
Objetivos
Con las preguntas planteadas, los objetivos a alcanzar son los siguientes:
17
1. Conocer la postura de los mercuristas frente a las ideas y proyectos
difundidos por la Ilustración. Las diferencias frente a las ciencias
naturales y frente al orden social (estructura de la sociedad y
relaciones de poder).
Hipótesis principal
18
el Perú, la situación está teñida por la reciente rebeldía en los Andes (1780-
1783) y el miedo generado por el desborde popular. De ahí que las posturas
sociales y políticas de los mercuristas sean no solo moderadas, sino
colaboracionistas con el absolutismo colonial.
Hipótesis especificas
19
actitud reacia, llegando a denunciar sus propuestas sobre todo
políticas y religiosas. Esto dice mucho acerca del proyecto político que
tenían en el contexto del reformismo borbónico y, en particular, en
tiempos en que el imperio español enfrenta los retos de la Revolución
en la Francia de sus parientes borbónicos.
5. Resulta muy difícil que los mercuristas hayan sido los precursores de
la independencia peruana que la historiografía nacionalista posterior
ha postulado. En ningún momento su idea tradicional de patria fue
cambiada por una idea de nación moderna. Para los mercuristas, el
Perú era una patria en la que coexistían compatriotas de diferentes
calidades y condiciones culturales y, por consiguiente, el país que
buscan conocer y amar no es el espacio geográfico de una nación de
iguales que eventualmente buscará su separación cuando maduren las
condiciones políticas y militares. Por ello, resulta erróneo el título de
precursores que les ha dado la historiografía nacionalista.
Variables
20
Variable Dependiente: Adaptación y desarrollo de los planteamientos
ilustrados. Las ideas que arriban a Hispanoamérica y, específicamente al
Perú, son manejadas por las élites intelectuales y políticas locales de una
manera dinámica a fin de adecuarlas y aplicarlas a la realidad local.
Variable Macro: Contexto histórico del Perú a fines del siglo XVIII. Esto
incluye tanto los aspectos políticos y científicos del reformismo borbónico
como las características sociales del Perú tardocolonial. Esta variable permite
poner en contexto el fenómeno estudiado gracias a las variables
anteriormente señaladas.
Justificaciones
21
Estudiar las concepciones de los mercuristas en torno a la naturaleza y la
sociedad permite conocer mejor el pensamiento y la praxis de quienes trazan
las pautas de una discusión que tendrá vigencia en el pensamiento político
peruano durante la República decimonónica.
Marco teórico
22
Hacia finales del siglo XX, se había abandonado casi toda ideología de cambio
social. Con ello también se declaró la muerte del marxismo en los distintos
campos del saber. Muchos estudiosos, desde inicios de la década del noventa,
han querido borrar la herencia del modelo metodológico marxista. Además,
se acusaba que, el marxismo, centrado en la economía y las luchas sociales,
soslayaba las ideas, los conceptos y la cultura. Es decir, lo que comúnmente se
conoce como superestructura.
23
Es verdad que el marxismo ha perdido terreno en el mundo académico
aunque menos que en el proceso político. Sin embargo, nadar contra la
corriente siempre ha fortalecido al marxismo. En nuestro tiempo, cuando una
crisis que desde el 2008 no ha dejado de expandirse a nivel planetario,
sumergiendo al sistema capitalista en una profunda inestabilidad, las
propuestas de interpretación de la sociedad que propusiera Marx toman un
nuevo impulso (Hobsbawm, 2011).
4Esta falsa coherencia , sobre todo ha sido resaltada por Quentin Skinner. Seg’n este
historiador británico, la interpretación de Cassirer, en ocasiones, parece sugerir la idea de que
toda la )lustración se empeñaba por hacer posible a Kant : .
24
Ilustración española, despojándola de la historiografía tradicional-romántica
que relacionaba la época de mayor esplendor ilustrado con el gobierno del
déspota Carlos III.
25
El Mercurio ha sido analizado desde diversos enfoques pero aún no desde el
materialismo histórico, a pesar que, académicamente hablando, se trata de un
marco sólido para interpretar la sociedad, en tanto trasciende los datos, el
personaje, los héroes, las instituciones y evita caer en el fetichismo de las
fuentes. Tal vez la causa sea el estigma que identifica el marxismo con temas
económicos y no con aspectos relacionados a las ideas y la cultura
(insuficientemente desarrolladas por la literatura marxista).
Si bien, tal como lo entendía Marx, las ideas jamás se encuentran separadas
de una base material, esto es, las condiciones de existencia, que incluye la
lucha de clases (de ahí que el ser social determine la conciencia social), no
significa que las ideas estén ausentes en el análisis marxista. Al contrario,
muchos estudios marxistas se han dedicado a las ideas, aunque, obviamente,
teniendo siempre presente que las ideas no se alzan como resultado de la
razón pura, sino como un sistema que busca explicar el mundo real. Sólo así
se llega a comprender que detrás de una idea hay toda una concepción del
mundo, del pasado, del presente y del futuro. De ahí que no debemos buscar
el simple y vacuo análisis de los discursos que una época, un medio, un
hombre o mujer transmiten, sino una interacción dialéctica entre el ser y el
pensar históricos. Ello no significa, por otro lado, caer en el determinismo
contextual-social porque, partiendo de las sugerencias de la escuela de
Cambridge , también contextualizamos el lenguaje, pues, como dice Quentin
Skinner, a’n cuando el estudio del contexto social de los textos pudiera
servir para explicarlos, esto no equivaldría a proporcionar los medios de
comprenderlos : .
Metodología
26
investigaciones. Este ejercicio reveló además que el trabajo más completo
sobre el Mercurio Peruano (Clément, 1997) presentaba a los mercuristas
injustificadamente con un discurso sólidamente coherente y uniforme.
27
embargo, bajo este manto, se evita cuestionar los límites de la Ilustración en
nuestro país, dejando sentado que sí existió ilustración y fue de tipo católica 5.
Un criterio final fue relacionar el lenguaje utilizado por los mercuristas con el
discurso ilustrado en general y el filosófico-político en particular, sin
pretender caer en la filosofía analítica ni en la hermenéutica propiamente
dicha, sino buscando relacionar el vocabulario conceptual con el contexto,
esto es, con lo que Pocock ha llamado momento histórico , el momento en
que un concepto o pensamiento irrumpe en la historia (Pocock 2002: 77-78).
Claro está que el contexto no lo resuelve todo; sin embargo, cuando un
estudio está acompañado de las diversas situaciones (realidad contextual), en
las que se desenvuelve el fenómeno estudiado, las ideas se vuelven más
comprensibles. Todo ello está dirigido por una vértebra teórica marxista que
ayuda a apreciar el contexto social, no para comprender los textos en sí
mismos, sino para entender los intereses concretos de los mercuristas y el
accionar político del Estado colonial a fines del siglo XVIII.
Balance Historiográfico
5 El análisis de este punto es desarrollado tomando como base las críticas de Francisco Sánchez-
Blanco a la historiografía española, que también da por sentado el desarrollo de una ilustración
católica que, supuestamente, es lo único que conoció España en el siglo XVIII. Como se verá a lo
largo de este trabajo, en nuestro país sucede algo semejante.
28
Pacheco Vélez, Núñez, Nieto Vélez, entre otros, son representativos de esta
postura que aún mantiene su brío, resistiendo al paso del tiempo, fortalecida
en tanto representan la postura oficial de la historia.
Inventando la tradición
La historiografía peruana del siglo XX buscará fervorosamente olvidar el
disminuido calificativo que había dado el historiador chileno Vicuña
Mackenna a los mercuristas en su Revolución de la independencia del Perú
(1860). El Mercurio no era para él un esquema de principios, ni mucho menos
traía implícito un programa de libertad. En vano, dice, exhumaríamos sus
páginas buscando los secretos amargos del trastorno innovador:
Órgano de una sociedad de literatos y sabios, no pasaba por tanto más allá del
rol de un boletín científico, y de una revista literaria, de mérito sobresaliente,
es verdad, […] pero sin vuelos atrevidos, sin acción en lo futuro, sin programa
social ni político (1860: 141-142).
29
aquel ardiente amor por el Per’ , estaba potencialmente contenida la idea
de patria y otros principios, por lo que, según él, el virrey mandó vigilarlo en
vista que tomaba un tinte americanista. Así, Gil de Taboada y Lemus,
progresista avanzado, favorecedor decidido de las letras , tras haber
apoyado en un principio el nacimiento del Mercurio, después contribuyó a su
extinción al quitarle el auxilio económico que exigía.
Riva Agüero muestra un Mercurio muy politizado, tanto como las Sociedades
Económicas, a las que da un carácter subversivo, porque representaban
sordos y subterráneos conductos del espíritu enciclopedista en España. En
el Perú, harían lo propio los redactores del Mercurio, empapados con el
enciclopedismo que, a futuro, produjo la revolución , V)): . Con
estas palabras, Riva Agüero dejaba trazada la senda por la que han transitado
acríticamente las propuestas posteriores por más de medio siglo.
30
Periódico de Caldas de Bogotá, sólo se salva por el celo regionalista que lo
inspira y enaltece , V)): . Además, identifica como precursores del
bando conservador en el Perú a Baquíjano, Unanue, Calatayud, Morales
Duárez, y a los Amantes del País. Riva Agüero rompe con la herencia de
Manuel de Mendiburu (1874), con quien había compartido el calificativo de
inclinación por la independencia , que éste ’ltimo daba a Baquíjano, pues,
si por un lado rehusaba tomar parte en acuerdos y tentativas
revolucionarias, por otro se negó siempre a sostener con su pluma la
dominación española por más invitaciones que se le hicieron Mendiburu,
1932: 352).
6 Los trabajos de Macera, sobre todo los posteriores a Tres etapas en el desarrollo de la
conciencia nacional (1955), deben ser considerados en un punto intermedio entre la visión
nacionalista y la visión critica, una especie de pensador bisagra.
31
pero es Pacheco Vélez el que más insiste en el supuesto carácter separatista
que tuvieron los ilustrados como precursores de la independencia.
Como menciona José Carlos Ballón (2005), Salazar Bondy examina las obras
de Unanue y la atmósfera intelectual en la que se forma el médico peruano,
de donde recibió sus estímulos teóricos decisivos. Sus conclusiones
establecen la presencia del siguiente horizonte: 1) Ideas afines al
32
cartesianismo, 2) Una filosofía natural afín a Copérnico, Galileo y Newton, 3)
Adhesión al empirismo de Locke y el sensualismo de Condillac, 4) Cercanía
con la filosofía política y jurídica de Montesquieu y Rousseau, así como al
liberalismo de Bentham y Smith. Es decir, estamos ante un pensamiento
ecléctico con el que Salazar Bondy identificaba a la Ilustración (Ballón, 2005:
329).
33
Después de estos estudios pioneros llega un periodo prolífico, como
preámbulo al sesquicentenario de la Independencia. En 1960, se celebró el
simposio organizado por el Seminario de Historia del Instituto Riva-Agüero.
El conjunto de estos trabajos se ha publicado bajo el título La causa de la
emancipación en el Perú, dirigido por José Agustín de la Puente Candamo. Los
diversos autores coincidían en el carácter ilustrado de los mercuristas, en su
papel de formadores de la nación peruana, etc., haciendo propios tanto las
antiguas líneas de Riva Agüero y Porras como los nuevos aportes de Macera y
Salazar Bondy.
Todo quedaba listo para el sesquicentenario que buscaba sentar una postura
clara frente a la Independencia, los próceres y la Ilustración. Pero antes, la
Biblioteca Nacional publica la edición facsimilar del Mercurio Peruano (1964-
1966) haciendo posible su estudio sistemático y la ampliación del espectro de
estudiosos pertenecientes a los diversos campos del saber.
34
Este acontecimiento resulta fundamental, además, por la publicación de la
Colección Documental de la Independencia del Perú, y por haber generado un
debate que condujo a la renovación de la historiografía nacional. En medio
del júbilo, la historiografía nacionalista sufre por primera vez una crítica
frontal en un artículo publicado por Heraclio Bonilla y Karen Spalding: La
Independencia en el Per’: las palabras y los hechos . Se trataba de un
ensayo crítico de la tradición historiográfica sobre la independencia que —al
entender de los autores— había desvinculado las palabras de los hechos con
el fin de justificar el presente. La tesis central que propugnaron fue la de una
Independencia concedida más que obtenida. Además, criticaba la formación
de la nación antes de la independencia.
Renovación historiográfica
Tras la polémica de 1972 hay un periodo intermedio en el que se estudia
poco al Mercurio, hasta que al celebrarse el bicentenario, tanto de la
Revolución francesa como del periódico peruano, verán la luz una serie de
investigaciones nuevas. Lo nuevo, sin embargo, no significaba que la vieja
35
visión nacionalista haya llegado a su fin, al contrario, tomará un nuevo
impulso.
36
El trabajo de Clément tiene como base su tesis doctoral, escrita en un
contexto donde los estudios de la prensa y la opinión pública se extienden en
el mundo occidental luego que Habermas propusiera una nueva e interesante
metodología para su interpretación. Clément se verá alimentado por
novedosos e importantes trabajos centrados en la prensa, como los de
Guinard y Martínez Riaza para el espacio hispanoamericano; y las novedosas
ideas de Chartier sobre la lectura en el mundo moderno, además de toda una
literatura revisionista de la Revolución francesa.
37
Gaceta de Lima, llegando a confirmar la protección real al Mercurio, aprobado
tanto por el Rey como por el Virrey : . Sin embargo, se esfuerza
por demostrar que, tras el periodo del terror, el Mercurio se vuelve
conservador, marcando una diferencia entre sus inicios y el final. Si bien se ve
un lenguaje más agresivo en tiempos de la Revolución, ello no significaba un
vuelco importante en el pensamiento. Los mercuristas nunca buscaron
atentar contra el viejo orden social.
38
Finalmente, la relación entre la universidad de San Marcos y la Sociedad
Amantes del País ha sido estudiada tanto por Rodríguez (2001) como por
Cristina Flórez (2002).
Atrás sí, atrás queda la visión tradicional, pero aún con fuerzas como para
impedir que su propuesta sea superada. No es, ni será así, no porque seamos
historiadores y no jueces, sino porque la historia tiene mucho de posición de
clase y quienes defienden a la clase dominante siempre buscarán legitimar su
dominio, lo cual es absolutamente comprensible, pues, la historia es de
valiosa utilidad como herramienta de la política.
39
frase de los mercuristas como ilustrados a la peruana— como de Salazar
Bondy, López Soria y Clément.
40
Mercurio que lee a franceses e ingleses con ojos hispano-coloniales y un filtro
aristotélico-tomista.
41
CAPÍTULO I
A lo largo del proceso histórico los seres humanos siempre han vuelto la
mirada sobre los pasos que han dado en su devenir, buscando en sus rastros
las respuestas a su presente y nuevos proyectos para el futuro. Sin embargo,
han existido momentos cumbres y agitados, momentos de cuestionamientos,
de una búsqueda incesante por romper con el pasado, con los regímenes
imperantes y con la propia vida cotidiana. El siglo XVIII fue uno de aquellos
momentos donde los cerebros más lúcidos buscaban inaugurar una nueva
época, esta vez bajo el imperio de la razón, rompiendo con los cánones de una
sociedad todavía dominada por el poder político de la iglesia y la moral
religiosa. Por ello lo llamaron Siglo de las Luces , en oposición al pasado
dominado por la superstición y la fe.
42
Ilustrado y violento, así fue el siglo XVIII. Junto al desarrollo de las ideas se
desenvuelven revueltas, tumultos, rebeliones y revoluciones. El Perú no fue la
excepción. Aquí coinciden el absolutismo, las reformas, las rebeliones y el
desarrollo de las ideas modernas aunque atenuadas en varios aspectos.
Modernidad e ilustración
8 La palabra moderno en su forma latina modernus , seg’n (abermas, fue utilizada en el siglo V
a fin de distinguir el presente que se había vuelto oficialmente cristiano, del pasado romano y
pagano. Pero, en este sentido, es decir, de relación con el pasado, también fue utilizado por los
renacentistas y los primeros hombres de conciencia ilustrada, en plena crisis de la conciencia
europea del siglo XVII y otros periodos de la historia (Habermas 1986: 21). En cambio el
término Ilustración tiene tanto un carácter político como identidad dieciochesca, donde sus
protagonistas recurrían a esta metáfora tomada del Antiguo Testamento, para referirse a una
época nueva, de lucha de la luz y la razón contra las tinieblas (Ferrone Vicencio y Daniel Roche
1998: 415).
43
En las últimas décadas, la historia cultural está imponiendo sus
interpretaciones y ha identificado el surgimiento de la Modernidad con el
nacimiento de los espacios públicos, una herencia que han dejado las
propuestas de Habermas sobre la opinión pública, desarrolladas entre otros
por Chartier en Europa y por F. X. Guerra9 para el mundo iberoamericano.
Pero la discusión sobre este fenómeno no es reciente, lleva ya por lo menos
un par de siglos.
La Modernidad
La Modernidad ha sido interpretada y defendida desde diferentes ángulos y
perspectivas. Max Weber12, por ejemplo, la comprendía como un proceso de
9 F. X. Guerra, siguiendo a Louis Dumont y Agustín Cochin, sostiene que la Modernidad es ante
todo la invención del individuo. El individuo existente en toda sociedad pasa ahora a ser un
sujeto normativo de las instituciones y de los valores. El medio que hace realidad ese ejercicio es
la opinión pública y la política moderna (2001: 85-86).
10Las posturas sobre la modernidad enfrentan a los seguidores de la filosofía crítica, esto es, la
filosofía analítica ligada a la hermenéutica que pretende una filosofía analítica de la verdad y un
pensamiento crítico que toma la forma de una ontología de nosotros mismos, lo que somos y lo
que defendemos.
11 Para (abermas, la modernidad se rebela contra las funciones normalizadoras de la tradición;
capitalismo moderno. Sin embargo, plantea que han existido varios tipos de capitalismo desde
periodos muy antiguos, como son: capitalismo de tipo aventurero, comercial, orientado a la
guerra, a la política, a la administración y sus posibilidades de ganancias y capitalismo de
empresa burgués (moderno). Justamente, el capitalismo moderno es una herencia exclusiva del
mundo occidental y de la ciencia moderna, hecho a la imagen y semejanza de la cultura
occidental. La ciencia, el experimento racional —laboratorio del mundo moderno— son aportes
44
desencantamiento del mundo donde el hombre, alejándose de los mitos,
racionaliza su entorno y su vida. Desencantarse significaba explicarlo todo
bajo los parámetros de la razón. A diferencia de Weber, Sombart, su
contemporáneo, concibe la modernidad como el desenvolvimiento del
burgués. Este burgués, dice Sombart, no debe ser identificado como una clase
social, sino como un individuo llevado por una psicología particular, especial,
ligada al comercio y la empresa, que había abandonado su conducta
económica consumista13.
del mundo europeo que devenían desde el renacimiento. Esto significa la singularidad de la
ciencia occidental, en particular de las ciencias de la naturaleza, fundamentadas de forma exacta
y racional por la matemática y la experimentación. […] sólo en occidente se puso la ciencia al
servicio del capitalismo en desarrollo Weber : .
13 Cuando Sombart utiliza el término burgués no se refiere a todo habitante de una ciudad o a
todo comerciante o artesano, sino a una figura especial que se desarrolla precisamente a partir
de estos grupos aparentemente burgueses, a una persona de muy peculiar conformación
psíquica […], con lo cual no pretendemos designar una clase social, sino un determinado grupo
de personas : .
45
enormes contradicciones y la proliferación de un lenguaje radical que rompía
en pedazos tanto el hálito divino del que habían gozado los reyes como el
determinismo bíblico que condenaba a los más pobres a un sufrimiento en la
tierra.
La Ilustración
Obviamente no es la única interpretación. Como señala Jonathan Israel, una
tradición generalizada básicamente decimonónica, la relacionaba con una
perspectiva predominantemente francesa, y por tanto, consideraba el
fenómeno europeo como herencia y proyección de las ideas de intelectuales
franceses como Montesquieu, Voltaire, Diderot, D Alambert, d (olbach,
Rousseau, etc. Otro enfoque, que revalora fundamentalmente la ciencia,
relaciona la Ilustración con la orientación intelectual inglesa, en particular
Newton y Locke (Israel, 2012: 9). Una tendencia más reciente, heredera del
posmodernismo, declara que no hubo una Ilustración, sino toda una familia
de ilustraciones , definidas por el contexto de cada nación, pero
relacionadas entre sí, a pesar de las diferencias. También se debe mencionar
la visión de Robert Darnton [1996] que distingue entre una Ilustración
dominante (alta Ilustración) y una Ilustración clandestina (baja Ilustración),
más radical, pero marginal y menos influyente (Darnton, 2008).
46
No solo atacó y fragmentó las bases de la cultura tradicional europea en lo
sagrado, lo mágico, la monarquía y la jerarquía, secularizando todas las
instituciones y las ideas sino que (intelectualmente y hasta cierto grado en la
práctica) echó por tierra efectivamente toda la legislación de la monarquía, la
aristocracia, la subordinación de la mujer al hombre, la autoridad eclesiástica y
la esclavitud, reemplazándola con principios de la universalidad, la igualdad y la
democracia )srael, :
contra ella en casi todo el siglo XVIII, por ello le acusa de ser artífice de un mundo sin moral e
incluso de ser el embrión del comunismo y del fascismo. Juan Pablo II hablaba del programa
ilustrado y de su alternativa radical al cristianismo, un programa racional que se remontaba a
las raíces racionales del cartesianismo. Allí se inicia el dramático proceso de alejamiento del
Dios de los Padres, del Dios de Jesucristo, del Evangelio que en Occidente había acertado en el
corazón de la soteriología cristiana, es decir en la reflexión filosófica sobre la salvación soteria,
en griego de la doctrina evangélica sobre la redención cit. en Ferrone Vicencio y Daniel Roche
1998: 480). Lo más peligroso al entender del Juan Pablo II, no era el ateísmo difundido por
algunos ilustrados, poco atractivo para un mundo creyente, sino el Deísmo, defendido por
personas como Newton, Rousseau y Voltaire. Es decir, el hecho de concebir un Dios ausente,
fuera del mundo Ferrone Vicencio y Daniel Roche 1998).
47
hubiese comportado como un usurpador o un tirano y abusado del poder
(1967: 47).
Por otro lado, es necesario distinguir entre Ilustración y erudición, esto es,
conocimiento de diversos campos, incluso de las teorías filosóficas de
vanguardia. Muchos de los llamados ilustrados por la historiografía
peruana leían a autores ilustrados, pero para criticarlos, escandalizados de
sus propuestas, como Cosme Bueno o Llano Zapata en el Perú, incluso los
propios mercuristas. También hay que cuidarse de llamar gratuitamente
ilustrado católico a clérigos y sacerdotes informados sobre la producción de
libros dieciochistas, pues, desde esta perspectiva, la Ilustración se
desvanecería hasta su eliminación.
[…] una cosa es el despotismo ilustrado con una serie de intereses políticos
evidentes y otra, muy distinta, el planteamiento reformista de los ilustrados. En
determinado momento, los puntos de vista y los criterios de acción
coincidieron. El equipo apoyó entonces las reformas propagadas por los
ilustrados. Pero, cuando sus puntos de vista discrepan —lo que ocurrió con
48
relativa frecuencia— los gobiernos […] rechazan los proyectos más urgentes o
los programas más lúcidos (cit. en Sánchez-Blanco, 2002: 10).
16 Sobre este punto es válida la aclaración que hizo Foucault. La ilustración, según él, es un
49
por ejemplo, buscan rescatar la tradición kantiana, aunque ocultan el carácter
conservador de la definición de Kant. Bajo clave kantiana la Ilustración era
una invitación al coraje, a la audacia, a la toma de conciencia y el
razonamiento propio y público (Kant, 2006: 25-28). Pero al mismo tiempo es
conservadora, limitante y contraria a todo cambio significativo en el ámbito
político y social. Era el prototipo de mensaje que transmitía y elogiaba
Federico II, una sociedad donde todos razonen sobre lo que quisieran, pero,
por encima de todo, obedezcan sin cuestionar el régimen absolutista18.
Para Kant, se hace pública la razón solo en la República de las Letras, donde
eran lícitas todas las batallas de ideas contra ideas, frases contra frases y
verdaderas cruzadas teóricas. Esto era una práctica común de los ilustrados
alemanes que estaban más cercanos al despotismo con rey ilustrado . (egel
también inserta su concepción de la Ilustración en esta línea e incluso
diferencia entre Aufklärung y Lumières19. Sin embargo, el conservadurismo
de la Ilustración alemana está relacionado con los profundos cambios que
significó la reforma de Lutero, que ya había llevado a cabo la crítica frontal a
la Iglesia y su poder político 20. Algo semejante ocurre en Inglaterra. Tras la
Revolución Gloriosa (1688), finalmente se impuso el anglicanismo. El poder
político de la Iglesia era algo contra el que no tenían que luchar los filósofos
de estos países. Por el contrario, era orgullo del libre culto. Inglaterra fue
18 Según Foucault, Kant le propone a Federico )), en términos apenas velados, una suerte de
contrato. Lo que se podría llamar el contrato del despotismo racional con la libre razón: el uso
público de la razón autónoma será la mejor garantía de la obediencia, con la condición sin
embargo de que el principio político al cual se hace obedecer sea también conforme a la razón
universal : -92). El filósofo no logró convencer al déspota y él mismo terminará siendo
vigilado por sus propuestas racionalistas.
19 El término Aufklärung hace referencia a la ilustración alemana, que en la definición kantiana
hacía un llamado a hacer uso público de la razón. Lumières, en cambio, se identifica con la
postura crítica del absolutismo y del dogma cristiano. Hegel, es crítico de la ilustración francesa
Lumiéres , sobre todo en lo que se refiere a la fe hacia la razón como forma de unir lo infinito
con lo finito. En su Fenomenología del espíritu refiere: La ilustración desentrañó muchos errores
por el uso de la razón, desterrando prejuicios y supersticiones, sin embargo, su carácter
meramente intelectivo imposibilita unir los sujetos con los predicados en búsqueda de la
esencia, debido a que sería considerado por los ilustrados como un regreso monstruoso a las
supersticiones : ).
20Si la ilustración kantiana era conservadora, Hegel tenía los mismos afanes de defender el
antiguo régimen y proclamaba el fin de la historia en la Prusia de Federico III, todo ello mientras
en Francia parecía renacer la historia.
50
admirada por los franceses por este motivo; pero además por la imposición
del constitucionalismo21.
En cambio España, sin ser un caso aislado, tiene una tradición con matices
particulares, ligada al absolutismo, desconfiando incluso de la propia Roma,
de los jesuitas y los jansenistas. En España, además, la Inquisición tuvo un
papel político fundamental en la persecución de los libros prohibidos. Gran
parte de esta literatura es puesta en el Index por ilustrada y sediciosa, ya no
solo por protestante como era en los siglos XVI-XVII; es decir, abarcan temas
ideológicos-políticos, ya no solo religiosos. En el siglo XVIII, como ha
demostrado Guíbovich (2013) para el caso peruano, la inquisición trabaja en
coordinación con el gobierno en la persecución de esta literatura ilustrada.
21Los ilustrados franceses que más admiraban a Inglaterra por la división de los poderes y la
imposición de las ideas de Locke fueron Voltaire, quien escribe en más de una oportunidad
palabras de elogio en su Diccionario filosófico y Montesquieu. Este último presenta a Inglaterra
en su Espíritu de las Leyes, como el prototipo de Estado.
22 No obstante, hacia fines del siglo XVIII —como ha demostrado Sánchez-Blanco— la
Ilustración pudo florecer en España, alejada de los ministros y las ideas a sueldo, así como
radicalizar sus propuestas. Pero esta radicalización no se vivirá en sus colonias como el Perú
hasta las primeras décadas del siglo XIX.
51
que influenciaron Europa en el periodo de la Ilustración fueron Federico II en
Prusia, José II en Austria y Catalina II en Rusia. El modelo conoció gran
difusión (Tulard, Fayar y Fierro, 1989: 451) 23. A ellos podemos sumar,
salvando las diferencias, a Carlos III, aunque, como menciona Sánchez-
Blanco, en España el absolutismo tuvo una eficacia limitada y no crea un
aparato administrativo comparable al de Prusia, que cubra toda la extensión
territorial del país e imponga la autoridad del monarca en todos sus dominios
(2007: 13).
23Es sabido que Catalina II de Rusia, ofreció a Diderot la publicación de la Enciclopedia en ese
país, e igualmente invitó a D Alambert a Rusia para convertirse en preceptor del príncipe, algo
que el filósofo francés no aceptó.
52
dioses, se justifica la religión. Como mencionan Horkheimer y Adorno,
inmediatamente después de la Revolución francesa, la Ilustración deviene en
mito (1998: 56).
53
ilustración en mito, al contrario, la mitificación de los ilustrados peruanos
nació con la historiografía más de un siglo después.
Tal como demuestra Jean-Philippe Genet, algo sin precedentes sucede hacia
fines del siglo XIII, esto es, la imposición de los impuestos generales y, el
impuesto, remite justamente al Estado. El rey deja de recurrir a los favores de
los vasallos y ahora establece impuestos a los súbditos; con ello, cambia la
percepción sobre la población que gobierna: El Estado sustituye la noción de
vasallo por aquella de súbdito, la noción de fidelidad personal por aquella de
fidelidad a una entidad abstracta, el regnum (Genet, 1984). Junto con ello se
crean las asambleas representativas, que toman diversos nombres como
Parlamento (Inglaterra), Cortes (España) y Estados (Francia).
54
siguiente paso es la inevitable y necesaria separación de los poderes. La neta
separación de las esferas de acción del laico y del religioso. Es decir, el
monopolio ideológico de facto de la iglesia estalla así en pedazos (Genet,
1984). Acto seguido, como es natural, la discusión de la institucionalidad de
la Iglesia.
Llegado a este punto ya estamos en medio de las clásicas teorías del Estado
de Maquiavelo y Hobbes, donde el Estado pasa de moderno a absolutista. El
momento maquiavélico, como llama Pocock al modelo de república defendida
por el florentino, es herencia de una serie de pensadores, entre los que
Maquiavelo no es el primero, sino el más representativo. Este maquiavelismo,
que tiene su punto de inicio en Florencia y Venecia, se diversifica por el orbe
europeo.
55
Observaciones de Henry Parker defensor del contrato social y crítico de la
soberanía absoluta del monarca, etc.
Bajo estos cánones, se acaba la teoría de las dos espadas. La espada terrenal
desplaza a la espiritual y el poder del rey se alza por encima de todas las
autoridades eclesiásticas. Desde entonces, la Iglesia ve menguada su
legitimidad sobre la tierra y el cielo. El Estado absolutista se encumbra como
un monstruoso Leviatán que no solo controla todo, sino, además, separa los
poderes y somete a la Iglesia bajo su dominio.
56
pueblo. El rey no debe ser dios en la tierra. […] los monarcas absolutos no
son más que hombres Locke, : .
24Para
Locke, el poder del gobernante nunca debe ser ni absoluto ni tirano. Caso contrario, todo
hombre tiene derecho a castigar al que transgrede la ley (2005: 22).
57
El absolutismo español
El absolutismo en España —a diferencia de Inglaterra que derrumba gran
parte de la teoría hobbesiana, tras la Revolución Gloriosa— se consolida bajo
el gobierno de los Borbones quienes condujeron con eficacia el imperio. Con
los Borbones el poder se centraliza en la misma medida que se ven
disminuidas las cortes, mientras que el poder de los funcionarios (ministros y
consejeros reales que forman parte del espectro de control y dominio), se
fortalece sobremanera.
Por otro lado, los Borbones buscan centralizar el poder real en América, dado
que los criollos, hábilmente, y por la facilidad que les dio la venta de cargos,
habían ganado poder. El objetivo de la corona era homogenizar el vasallaje
colonial. Entre muchas otras, esta era también una sólida razón para que el
siglo XVIII, a diferencia del anterior, sea el periodo de los más notables
cuestionamientos contra ese absolutismo.
58
Como es comprensible, el absolutismo había evolucionado y adaptó, como
parte de su programa político, el desarrollo científico y filosófico.
Principalmente el racionalismo. A este impulso que reciben las ciencias bajo
el despotismo se conoce con el nombre de Despotismo Ilustrado. La
historiografía reciente prefiere llamarlo Absolutismo Ilustrado o absolutismo
en tiempos de ilustración25. Pero, el amparo y protección de la ciencia ya
devenía desde el siglo XVII. Inglaterra es el mejor ejemplo de ello. Sin
embargo, en países en los que la aristocracia seguía manteniendo intacto el
poder político, los déspotas ilustrados no eran sino nobles aristócratas que,
tomando nuevas ideas, buscan mantener el control absoluto hasta el final de
sus días.
De ahora en adelante, las dos áreas políticas del siglo XVIII están claramente
determinadas: la primera, la inglesa, en la que las instituciones
representativas del reino han triunfado sobre el poder del rey; la segunda
constituida por Francia, España y Portugal, en la que tiende a imponerse el
absolutismo real (Guerra, 2001: 22-23).
25Para una mejor comprensión de este nuevo enfoque sobre el absolutismo ver el texto de
Sánchez-Blanco (2002), sobre todo las pp. 9-13.
59
los jesuitas. El nuevo sistema jurídico permitía el derecho absoluto sobre las
propiedades y, al mismo tiempo, daba poder de ley a la voluntad del príncipe,
quien se rodeó de juristas y burócratas defensores del centralismo real.
60
La irreverencia contra la Monarquía es perversa, sin importar los motivos. No
existe razón que justifique reclamos contra el príncipe, así se comporte
tiránicamente con sus súbditos. El encargado de ponerle límites no son los
hombres, sino Dios, quien, al ser todopoderoso y bondadoso, no busca otra
cosa que no sea la buena providencia. Todo el orden viene de Dios, por tanto
los súbditos no tienen otra misión que obedecer los designios divinos,
amando lo que él ordena, sufriendo lo que él permite y tolerando lo que él
tolera Villanueva, : .
61
en el siglo anterior. Al acceder a la administración colonial en sus diferentes
instancias, los propietarios lograron imponer sus condiciones en el manejo
de los recursos de la colonia, incluyendo aspectos tan sensibles como el cobro
de impuestos. En realidad, el único cargo colonial al que no pudieron acceder
fue al de virrey. En estas condiciones, el provecho que podía reportar la
metrópoli de una colonia tan rica como el Perú era muy escaso, insuficiente y
hasta irrisorio. En efecto, en el cambio del siglo XVII al siguiente, las remesas
a favor de la corona, provenientes del Perú, alcanzaban un escaso 20 por
ciento.
Los Borbones, ante esta situación (muy similar a la que ellos tenían en
Francia), deciden cambiar el juego político y fortalecer su poder en todo el
imperio. Las reformas son muy diversas y amplias, pero no se dan en un
tiempo preciso. En realidad, los Borbones seguirán conviviendo durante
medio siglo con la situación descrita y hasta profundizándola al mantener la
venta de cargos coloniales y el patrimonialismo de Antiguo Régimen.
62
(1776). Asimismo, se dio autonomía a Chile como capitanía general. Esta
medida afectó directamente a los intereses de las élites económicas, sociales
y políticas peruanas y, en particular, limeñas. De controlar toda América del
Sur (menos Brasil y Venezuela), el Perú se había reducido a un territorio
incluso menor al actual, pues, el Alto Perú estaba ahora en el virreinato del
Río de la Plata y el extremo norte en el de Nueva Granada.
La pérdida de poder de las élites peruanas se dará también con las medidas
económico-comerciales y fiscales. Estas fueron tan importantes que la
historiografía conservadora las considera como la verdadera instalación de
un sistema colonial en América en el entendido de que antes no era una
relación colonial, sino de reinos autónomos.
63
corregidores y que entonces se veían desplazados por grandes comerciantes
foráneos.
Otra medida que afectará directamente los intereses de las élites criollas e
indígenas fue la expulsión de los jesuitas en 1767. Con su doctrina del
regicidio y tiranicidio, los jesuitas representaban un freno a las aspiraciones
64
de la monarquía para controlar más eficiente y ampliamente en el imperio.
Enemigos acérrimos del regalismo, los jesuitas ejercían una importante
influencia en la población criolla y las élites curacales, gracias a su extensa y
bien organizada red de colegios en los que estudiaban los hijos de esos
sectores étnico-culturales de influencia en la colonia. En la práctica, los
futuros propietarios y administradores estudiaban con los jesuitas y
aprendían a respetar antes al papa de Roma que al rey de Madrid.
Luego de casi dos siglos sin manifestaciones rebeldes, a mediados del siglo
XVIII se presenta una situación conflictiva derivada, precisamente, de la
65
aplicación de las reformas borbónicas. Tal como se ha señalado, las medidas
que establecen los Borbones en el Perú afectan directa o indirectamente a
todos los sectores sociales y étnico-culturales generando la protesta pasiva y
legal en sus inicios, pero muy activa conforme avanzaron los años. De las
manifestaciones locales y limitadas en sus dimensiones espaciales y sociales,
se va pasando a otras más amplias que sí llegaron a afectar a la colonia en su
conjunto.
Hacia 1742 estalla una rebelión en la sierra y selva centrales, liderada por
Juan Santos Atahualpa. Se trata de un personaje mesiánico, con una ideología
milenarista basada en una supuesta vinculación con los incas. La rebelión
tiene mucho de oposición a la labor de evangelización (y aculturación) de los
sacerdotes franciscanos en medio de una alta tasa de mortalidad de la
población del Cerro de la Sal y el trastocamiento de las condiciones de vida de
los naturales (Flores, 2008: 105).
66
Las décadas que siguen a 1770 evidenciarán una situación cada vez más
convulsa y abarcará a diferentes sectores de la sociedad. Lejos de alcanzar un
consenso, cada sector social y étnico-cultural tenía sus motivos para estar
disconforme y hasta para rebelarse. Propietarios y trabajadores rurales y
urbanos, indígenas, mestizos, negros, zambos, mulatos, blancos peninsulares
y criollos, nobles y plebeyos, todos podían compartir razones para protestar,
pero no coincidían en fines ni en medios para reivindicarse. A las diferencias
en objetivos y tácticas, se sumaba la desconfianza mutua producto del largo
coloniaje y los intereses que subyacían en cada propuesta.
67
borbónico hasta la radicalidad que manifiestan sectores indígenas que se
enfrentan a criollos propietarios y que no distinguen entre quienes están de
su lado en la rebelión y los que se le oponen.
Tras la rebelión se pone en marcha una pedagogía del miedo (Lorandi &
Bunster, 2014). Los juicios contra los criollos del Cusco demuestran que, tras
un apoyo inicial, estos buscan deslindar del movimiento cuando este fue
incapaz de manejar y controlar a sectores populares desbordados desde el
encuentro en Sangarará (noviembre de 1780). Tal vez por eso Túpac Amaru
se negó a tomar el Cusco, pensando en la masacre que se produciría, de
criollos y mestizos propietarios.
68
No hay manifestaciones rebeldes durante más de tres décadas, pero lo que sí
hay es un permanente temor a que se produzcan rebeliones. El miedo era
entendible dada la violencia desplegada por las partes durante la gran
rebelión. El miedo se incrementará con el estallido de la Revolución francesa
(1789) y de la Revolución haitiana (1791).
Las élites indígenas reciben golpes muy duros tanto en sus posiciones
políticas como culturales. A la prohibición de manifestaciones culturales
(fiestas, vestidos, insignias, honores, etc.) y de la lectura de los Comentarios
reales del Inca Garcilaso de la Vega, se suma la destitución de buena parte de
los curacas del sur andino. De esta manera, se buscaba eliminar a ese sector
de la población que históricamente había tenido ascendencia sobre una vasta
69
población indígena y mestiza. Si bien los curacas habían sido capaces de
mantener la colonia sin rebeliones por dos siglos, en 1780 se habían
levantado considerando que el pacto colonial había sido roto por los
Borbones. En lugar de los curacas, los pueblos son gobernados por
personajes designados por el poder político colonial (alcaldes de indios) y,
por lo tanto, con una limitada capacidad de convocatoria.
El Perú, después de Túpac Amaru, era un país lleno de temores. Por ello, la
militarización abarca ya no solo la zona central del país (desde Tarma hasta
el Callao), sino todo el sur andino (Alto y Bajo Perú).
70
Las reformas borbónicas habían cambiado el país. Se habían recompuesto las
élites económicas y sociales. Los grandes comerciantes del Consulado limeño
ya no eran criollos, sino preponderantemente peninsulares. Lo mismo pasaba
con el empresariado minero. No es que los grandes comerciantes limeños
hubiesen desaparecido, pero sí se debilitan mucho. Sobre todo aquellos que
no pudieron adecuarse a las nuevas circunstancias haciéndose socios de los
peninsulares y/o cambiando de giro hacia productos diferentes, tal como fue
el caso de la familia Lavalle que estudiara Cristina Mazzeo (1993).
Las publicaciones periódicas […] de la primera fase […], tienen por afán hacer
extensiva la información administrativa, las disposiciones reales y, en menor
proporción, comunicar acontecimientos naturales y noticias humanísticas y
científicas; las de la segunda fase, son las que se editaron durante la segunda
71
mitad de dicho siglo, que corresponden al periodo denominado clásico de la
Ilustración, sus contenidos son diversos y las informaciones científicas y
técnicas son dominantes, aparece la prensa especializada, es la época del origen
de la divulgación científica; las de la tercera fase, que abarcan la primera década
del siglo XIX, siendo producto del ambiente ilustrado, tienen como peculiaridad
su compromiso social aunque hay disminución de información científica y
técnica con incremento de contenidos sociopolíticos y económicos (cit. en
Poupeney-Hart, 2010: 16).
26La prensa proporcionaba ingentes cantidades de dinero, era un excelente negocio no sólo en
Francia sino en gran parte de Europa, incluida España. El Espíritu de los mejores diarios, por
ejemplo, hizo rico a su editor (más de 100 000 reales al año); por su parte la Gaceta de Madrid
generó una ganancia superior 120%, con 380 000 reales de utilidad, por un coste ligeramente
superior a 176 000 (Clément, 1997: 43).
72
sigue manteniéndose firme dado que las publicaciones son vigiladas
permanentemente y no existe libertad de opinión. Si un periódico quería
tener una publicación regular, y sus editores querían estar lejos de las
cárceles y cercanos al poder, debían tener autorización y patrocinio estatal.
73
pueblos. El nombre tampoco es auténtico, existían ya Mercurios en Alemania,
Francia y España. Todos ellos tenían un tinte semejante en cuanto al discurso.
27 La Sociedad Vascongada de Amigos del País es la primera que se crea en España y obtiene el
título de Real Sociedad en 1771.
74
a fines del siglo XVII y en todo el XVIII, cambia el carácter de las tertulias. Las
discusiones políticas y científicas se hacen más constantes.
Desde mediados del siglo XVIII, los ilustrados, por lo general, estaban lejos
del beneplácito de los que tienen el poder. Esto también es aplicable a
Hispanoamérica. Por ejemplo, en Nueva Granada existían sociedades de
lecturas y una de ellas, en Santa Fe de Bogotá, era dirigida por Antonio
Nariño, reconocido comerciante y hombre de letras que contaba entre sus
amistades a universitarios y autoridades a los que prestaba libros 28. Nariño
no solo fue acusado de sedicioso, sino encarcelado.
28Nariño reunía en su casa a una sociedad de literatos , era privada y conocida como el
santuario, adornada con frases de autores clásicos e ilustrados como Cicerón, William Pitt,
Jenofonte, Washington, Tácito, Raynal, Sócrates, Rousseau, Plino, Buffón, Solón, Montesquieu,
Platón, Quintiliano, Franklin y Newton. Varios de estos autores, eran prohibidos por la
inquisición, por lo que la sociedad era mal vista por las autoridades, quienes perseguían todo
atisbo sedicioso. Nariño, arriesgando su integridad, se atreve a publicar Los derechos del hombre
en su imprenta. La represión no se hace esperar. A pesar de sus influencias y poder económico,
es procesado y encarcelado. Las autoridades españolas buscan cortar de raíz cualquier
propuesta contra el absolutismo. No era para menos, Nariño había trazado toda una red de
lectores en la ciudad de Santa Fe y fuera de ella, incluso contaba con amigos franceses. Antes del
juicio se le confiscaron los libros y cartas que revelaban su accionar político. Así se puso fin a las
reuniones privadas en el santuario, las que venían llevándose a cabo por lo menos desde 1788
(Silva, 1998: 90-93).
75
La renovación incluye la imposición de un reglamento preciso (horario de
reuniones: 8-11pm), prohibieron las conversaciones fútiles, los juegos, etc., y
establecieron una directiva con Egaña como presidente y Unanue como
secretario. También permitieron asistir a sus reuniones a tres mujeres, hasta
hoy desconocidas, cuyos seudónimos eran Dorálice, Florida y Egeria. Todo
auguraba un futuro prometedor hasta que en todo se hundió
(Clément, 1997: 23), pues había fallecido la esposa de Rossi y este viaja a la
sierra; Unanue cayó enfermo y Demetrio Guasque viajó a España. Así
desapareció la Academia Filarmónica.
76
Tras su llegada a Lima, Bausate sueña con levantar una próspera empresa
con la publicación del primer diario en Hispanoamérica, cuyo nombre, Diario
de Lima. Curioso, Erudito, Económico y Comercial (1790-1793), emula al
diario madrileño que él editó por quince meses. La acogida que tuvo el Diario
de Lima y los vacíos que dejaba dan el impulso necesario a los miembros de la
Sociedad para publicar El Mercurio Peruano de historia, literatura y noticias
públicas (1791-1795), que sale a la luz con superior permiso en 1791.
29En México, José Antonio de Alzate y Ramírez desde hacía más de una década daba a luz este
tipo de periódico, inspirado en el Journal des Sçavans francés, aparecido por primera vez en
1665. Bajo la dirección de Alzate habían visto la luz varios periódicos como el Diario Literario de
México [1768], Asuntos varios sobre ciencias y artes [1772-1773], Observaciones sobre la física,
historia natural y artes útiles [1787-1788] y la Gaceta de literatura de México [1788-1795]
(Hébert, 2010: 139).
77
educados equivale a respetar las reglas de juego que rigen a una sociedad por
más violenta y desigual que sea. Mientras que, el patriotismo, es decir, el
amor a la patria que pregonan, no debe ser entendido sino como amor a la
madre patria .
La leyenda negra, también conocida por Gerbi (1960) como la disputa del
nuevo mundo, es el aliciente que induce a los miembros de La Sociedad para
sacar a la luz un periódico en el que puedan defenderse de los ataques de los
ilustrados europeos que, aplicando un determinismo geográfico,
ridiculizaban a los nacidos en América, como hombres de poco ingenio.
Pensadores como Raynal, De Paw y otros denigraban a América y a lo
americano dentro de sus ataques a España y a lo católico.
Los criollos buscan destacar sus méritos. En ese trajín intelectual descubren
un camino múltiple, uno que les permite responder científicamente a los
ataques, y, al mismo tiempo, les da la oportunidad de hacer méritos
intelectuales en un mundo borbónico que valora esta característica al
momento de designar funcionarios en puestos claves (solo para sugerir un
ejemplo contrafactual: no es difícil imaginar las posibilidades que tuvo
Baquíjano para ser virrey). Con ello, fortalecen la base de una identidad
propia dentro del imperio español, sin desligarse de su identidad de
españoles americanos. López Soria (1972) señaló que los mercuristas se
identifican como españoles y son más afines a los criollos de Buenos Aires,
Bogotá o México que a los indios de los Andes y a los negros. Es decir, se
78
reconocen como parte de una patria española que aún no es una nación
moderna.
Desde sus inicios, la Sociedad buscaba el reconocimiento del rey. Por ello, en
1792, ya establecido el estatuto definitivo, se promociona en España
mediante el virrey. Los Amantes del País sabían que tarde o temprano su
aporte al conocimiento del contexto, en beneficio de las reformas, iba a tener
recompensas. Los beneficios no se hacen esperar. En octubre de 1792, el
virrey facilita las sesiones de los mercuristas en una sala de la universidad de
San Marcos y luego en la biblioteca. En noviembre de 1792, el virrey Gil de
Taboada y Lemus escribe al rey pidiendo el reconocimiento formal de la
Sociedad. La Real Orden se publica al año siguiente, el 11 de junio de 1793. El
rey aprobaba la protección regia de la Sociedad (Guibovich, 2006: 56).
79
el pueblo30. Sin embargo, la realidad asustó tanto al propio Baquíjano que,
años después, ya en el Mercurio, buscará servir fielmente a las reformas y
limpiar su nombre. Con el paso de los años, Baquíjano se inclina por un
discurso más conservador.
30 El Elogio circulaba en Lima mientras el gobierno luchaba contra La Gran Rebelión en los
Andes, que se había extendido desde el Cusco hasta la Paz. Baquíjano y Carrillo (III Conde
Vistaflorida), su autor, con 30 años de edad, había trazado una carrera de prestigio. Heredero de
una enorme fortuna, Baquíjano también era profesor de la Real Universidad de San Marcos y
había sido protector interino de indios. Sus condiciones socioeconómicas y su influencia le
permiten acceder al más alto poder, pero también a libros prohibidos. Autores como
Montesquieu, Marmontel, Linguet, Maquiavelo, Boyle y Raynal están citados en el Elogio.
Justamente, una cita de este último, que comparaba al pueblo con un resorte que al ser
aplastado sin límites llegaba al fin de su elasticidad, rompiéndose con violencia y lastimando la
mano del opresor (Baquíjano [1781] 1976: 88-89), caía como guante a la mano del visitador
Areche y de su protegido, el nuevo virrey Agustín de Jáuregui quien pidió la confiscación de
todos los ejemplares.
80
Capitanía general de Chile y en la Metrópoli. En total, el Mercurio llegó a tener
517 suscriptores diferentes en sus cuatro años de existencia.
81
suspendido. El amplio público no consumía con avidez los sesudos tratados.
Los tecnicismos ahuyentan a los lectores. Ante la falta de un público
considerable que consuma este tipo de producción periodística, el destino del
periódico era la desaparición de la escena pública; además, el Mercurio nunca
tuvo éxito de ventas más allá de las suscripciones e incluso muchos
ejemplares no se vendían, diferencia notable con respecto a los periódicos
europeos que se vendían al menudeo muchísimo más que a sus suscriptores.
31 Rossi comenta que un lector elogioso del Mercurio se escandalizó cuando le evidenció que
era él quien escribía como principal redactor. El lector le tomó por un muchacho insolente.
Un hombre muy devoto, gran rezador, y Mayordomo de cierta Cofradía, a quien llamaremos
Apoteonio, hablando un día con nuestro Hesperióphylo, ensalzó hasta las nubes el Mercurio
núm. 2, que acababa de publicarse. Dijo que unos sentimientos de religión y humanidad tan
bien expuestos, no podrían recaer sino en Frognimo, Religioso de cierto Cuerpo ilustre de
una probidad y talento incomparables. Tiró contra los mozos, que solo saben escribir de
amor, o declamar contra el fanatismo. Por último aconsejó a Hesperióphylo: que leyera con
frecuencia el insinuado Mercurio para poder llegar algún día a pensar como Frognimo, y a
entender como él la filosofía del Evangelio. Hesperióphylo se creyó obligado a
desengañárselo: revelole que él mismo era el autor del pequeño rasgo encomiado y pidió le
guardase el secreto. Apateonio arqueo las cejas, se escandalizó, se indignó, viendo que un
Joven, que aun no contaba con 25 años, se atrevía a dar a conocer que le eran algo familiares
las obras de San Agustín y la Sagrada Escritura. Prodigó a Hesperiophylo los epítetos de
osado, ignorante, impío, etc. Se retiró de la subscripción del Mercurio, y procuró al mismo
tiempo que otros sujetos abandonasen su lectura diciendo: sé quien es el principal Autor de
esta obra,... es un muchacho desconocido ... Esta anécdota de Apateonio no es inventada, ni
tampoco ha sido la ’nica que hayamos experimentado […] Una serie de sucesos, análogos al
que experimentó el socio Hesperiophylo hicieron conocer a la Sociedad lo mucho que la
interesaba el velo que cubría los nombres de sus )ndividuos MP., VII: 3).
82
cual nos eran precisos el misterio, la contemplación y el sufrimiento (MP., VII:
4).
El escenario era peor al que había presentado Rossi en los meses que
antecedieron a la subvención del gobierno, donde evidenciaba que, en
tiempos de crisis, el Mercurio lanzaba a la imprenta escritos de poca
importancia y de autores ajenos a la Sociedad:
Todos los rasgos impresos en este postrer cuatrimestre, y aun muchos de los
del penúltimo son ajenos [a La Sociedad]. Entre ellos hay algunos interesantes,
apreciables por sus objetos, y escritos con mucha elegancia; pero a la verdad la
mayor parte es mediocre y aun malísima. La Sociedad se determinó a
imprimirlos todo, por unas razones las mas convincentes. La primera consiste
en la ausencia forzosa, en las ocupaciones y enfermedades de diversos Socios.
La segunda, y tal vez la más terminante, se reduce a que en el discurso de año y
medio se nos habían dirigido infinitas piezas, cuyos autores clamaban por su
impresión, y se quejaban amargamente de nuestro silencio. Como nos es tan
necesaria la complacencia del público, quisimos captarla aun por este
arriesgado camino. Destinamos estos últimos cuatro meses para satisfacer a
todos los escritores que quisieron auxiliarnos con sus producciones. Nuestros
nietos podrán suputar y confrontar por una parte el valor de las ideas y estilo
del Mercurio y por la otra el estilo y las ideas de los demás literatos, que en esta
misma era, escribían para las prensas y hermanaban sus escritos con los
nuestros (MP, 1793, VII: 17).
83
periodo coincide con el desencanto de los principales suscriptores. Es el
periodo de la ramplonería, como diría Demetrio Guasque, en su oración
fúnebre. La pérdida de este grupo hace tambalear financieramente el
proyecto y finalmente lo hizo fracasar cuando ya no había subsidio estatal.
84
Alemania, Italia y Francia). No era para menos, los temas que desarrolla son
de vital importancia para comprender diversos campos del conocimiento y la
sociedad. Según el tópico trazado por Unanue, el Mercurio se ocupa de la
historia antigua, historia civil moderna, geografía, historia eclesiástica,
literatura peruana, política, educación moral, economía pública, agricultura,
comercio, física, química, mineralogía, botánica, anatomía, medicina práctica,
historia natural, bellas artes, poesía y noticias públicas.
85
los vicios endémicos del Perú, y publicaron sus indagaciones (MP, 1973, VII:
4).
86
CAPÍTULO II
87
clases dominadas y dominantes), y su visión de la Ilustración en contraste
con las ideas ilustradas diseminadas en el orbe europeo.
Colonialismo y premodernidad
88
De otro lado, la actividad rural ligada al mercado local y externo alcanza un
desarrollo sostenido con el abastecimiento de esclavos y peones y la
concentración de la propiedad gracias a la actividad de propietarios privados
(tabaco, algodón, azúcar, lanas, etc.) e institucionales (en particular, las
haciendas azucareras de la orden de los jesuitas). Todo esto está reflejado en
las descripciones geográficas que aparecen en las páginas del Mercuio
Peruano, en especial las que fueron escritas por Lequanda.
89
importaciones en gran escala, procedentes de Europa por la vía de España. En
su lugar, surgen los talleres menores llamados chorrillos u obrajillos que se
dedican a partes del proceso productivo usando menos telares y otros
implementos técnicos para el procesamiento de las lanas. Las ciudades que
nunca tuvieron posibilidades de desarrollar una industria textil a gran escala,
tras las reformas, tendrán menos proyección en su actividad textil,
limitándose a actividades complementarias en el ramo de la sombrerería,
sedería, sastrería, zapatería, etc. (Quiroz, 2009; Salas, 1998).
Todos estos factores son parte del cambio significativo que ocurre hacia las
postrimerías del siglo XVIII. Tomando en cuenta estos factores, los
mercuristas hacen un balance del país en su conjunto; sin embargo, es la
ciudad de Lima la que atrae más su atención. Esto se debe a varios motivos,
pero resalta el hecho de ser la capital del virreinato.
90
entren en pánico, el bandolerismo que campea en los alrededores de la
ciudad y entre esta y el puerto del Callao hace que la zona se considere un
lugar altamente inseguro. A la inseguridad de la campiña y los caminos, se
suma la inseguridad interna en la ciudad. Los registros judiciales dan cuenta
de un incremento muy significativo de la actividad delictiva.
91
Galindo y hace referencia a la población indígena). Una ciudad interior,
literalmente interior.
92
El Antiguo Régimen y los ilustrados peruanos
32En pleno siglo XVIII aún se busca demostrar la limpieza de sangre para que se conceda
93
A fines de la colonia, Lima es una ciudad cortesana, dominada por el consumo
y el despotismo34. Toda una serie de funcionarios contribuyen a mantener el
viejo sistema de gobierno. Los defensores del despotismo no solo están en la
corte del virrey, se extienden por la Real Audiencia, la Real Universidad de
San Marcos, la Iglesia, o están dispersos en diversos tribunales e instituciones
civiles, militares y religiosas.
34El consumismo y la etiqueta, que identifican la vida cortesana, fue una práctica común incluso
en la Francia prerrevolucionaria. En términos generales, todavía se vivía bajo la misma etiqueta
de tiempos de Luis XIV (Elías, 1982: 117).
94
el ingreso de libros por el puerto del Callao y luego bibliotecario principal de
la Universidad de San Marcos). Mientras tanto, el lado criollo está
representado por Baquíjano y Unanue. Rossi y Rubí, funcionario en el
Tribunal de Minería, es de origen italiano.
Jóvenes todos, empleados algunos, en el servicio del Rey, otros graduados en los
diversos ejercicios de la Universidad, otros ministros del altar, hemos abrazado
unánimes y gustosamente la difícil empresa de abrirnos una nueva senda, que
nos conduzca al término feliz de ser útiles a la Patria (MP, 1793, VII: 6).
95
historia del virreinato donde floreció la agricultura, el comercio, las artes y
las ciencias, y España dejó de ser tributaria de la industria de las otras
naciones Arreste, : folio . Entre tanto, Carlos III, es presentado
como un verdadero católico, celoso de la pureza de la religión folio .
Por su parte, el poeta Bernardino Ruiz, cuyo Elogio póstumo… ve la luz en el
Mercurio Peruano, decía: Un rey en quien lograba / la fe su noble asilo, / y en
cuyo amable pecho / fijó la religión su dulce nido MP, , )X: , por ello
América le amaba, porque sirviendo al rey, honra a Dios en la más viva
imagen de su grandeza, y soberanía Arreste, : folio .
96
Los fieles vasallos confesamos clara y eternamente que la soberanía de nuestro
Augusto Monarca viene de Dios, de él recibe inmediatamente su potestad que es
el ungido suyo y un Dios en la tierra. Que la suprema Autoridad reside sólo en el
soberano viva imagen de Dios, a quien la veneración, respeto y sumisión debida
es una obligación (cit. en Lorandi, 2012: 82)
97
condiciona el radicalismo de la Ilustración, en Hispanoamérica y, en especial,
en el Virreinato peruano, el absolutismo condiciona la debilidad de las ideas
ilustradas y de la Ilustración como ideología revolucionaria, que tiene que
esperar el siglo siguiente para germinar sus propuestas más radicales. Esta
debilidad además expresa la quimera de una clase burguesa, que no solo era
embrionaria, sino que estaba huérfana de paladines.
Bajo esta mirada, la línea de pensamiento que presentó Pablo Macera en Tres
etapas del desarrollo de la conciencia nacional (1955) que, si bien fue un hito
central en la discusión acerca del papel de la Ilustración en el Perú del siglo
XVIII, se enmarcaba en los lineamientos de la historiografía tradicional. El
ensayo de Macera ha tenido adláteres; sin embargo, se puede afirmar que hoy
está superado. Macera presentaba a los mercuristas como forjadores del
amor nacional en tanto difusores del conocimiento de la patria. Hoy es
evidente que ello respondía a los intereses de la corona, como política que
deviene desde los tiempos de la misión geodésica, donde el gobierno español
98
aprovechó para mandar informantes. Luego de ello vinieron las visitas de
Areche y Escobedo y la intensificación de las reformas bajo el gobierno del
Virrey Amat.
99
participar los nobles de sangre y no quienes hayan comprado cargos
(Montero, 1747: folio 30v.). La propuesta de Montero se diluye como una
ilusión dado que tanto el ministro Gálvez como los visitadores Areche y
Escobedo son fervientementes anticriollos y decididos defensores del
centralismo peninsular.
Es cierto que los criollos desatan una feroz batalla, desde Peralta Barnuevo
hasta los mercuristas, contra la Leyenda Negra y algunos ilustrados europeos,
como De Paw y Buffon, defensores del determinismo climático y acusadores
del atraso intelectual español, que, según comprendían, no había hecho otra
cosa que regar oscuridad y barbarie en sus colonias, teniendo como cómplice
a la Inquisición. Estas acusaciones la extendían los mismos chapetones contra
los criollos a quienes buscaban desplazarlos del manejo de las instituciones
americanas, en cuyos cargos se desempeñaban tras haber comprado el
puesto. Por ello, la defensa de los criollos es tan personalizada como
excluyente de los demás grupos sociales nacidos en suelos americanos
La lucha que desataron los criollos contra la Leyenda Negra, en especial los
mercuristas, ha servido como caldo de cultivo para pensar a los intelectuales
virreinales como forjadores de una conciencia nacional independiente de la
100
corona e incluso como proindigenistas. Sin embargo, los mercuristas insisten
en distanciarse no solo del esclavo negro, sino de los naturales ya sean
serranos o selváticos. Combinando calificativos racistas (propios de una
sociedad premoderna que privilegia el linaje más que cualquier otra
característica) y un lenguaje preilustrado, los mercuristas defienden el orden
tomista y estamental de la sociedad colonial.
35 El término indio, introducido por los europeos, tuvo una connotación racista en toda la época
colonial. Sin embargo, la documentación colonial también se refiere a los naturales peruanos
como indios, pues, la división política está clasificada por castas, donde los antiguos peruanos
formaban una rep’blica la república de indios).
101
Consciente del conservadurismo de los mercuristas (defensores del viejo
cuerpo de nación), el militar Francisco de Paula de la Mata Linares, uno de los
defensores del racionalismo despótico y del poder real, plantea un reto a la
Sociedad Amantes del País en una carta que ve la luz en el Mercurio número
34436.
no puede ser feliz el país que mantiene en su seno tres partidos tan
contrarios, que mutuamente se desprecian y se aborrecen. Por consiguiente el
gobierno a quien este país pertenece, parece que por intereses propios debe
en cuanto pueda tirar a refundir su constitución de un modo que le sea más
ventajoso MP, X, 1794: 261).
102
monarca y acabar con el gobierno de la nobleza antigua (Sánchez-Blanco,
2007:36-37). La propuesta de Mata Linares debe entenderse dentro de esta
línea política, que ora busca evitar rebrotes de una nueva Gran Rebelión en
los Andes ora pretende acabar con los privilegios de la vieja nobleza
terrateniente. El propio Mata Linares aclara este punto: esta política no es
mía: el mismo gobierno me lo ha suministrado MP, X, 1794: 262).
Para los mercuristas, tiene plena vigencia el cuerpo de nación. Mata Linares,
por su parte, sí busca ese cambio. Afirma que de treinta años a esta parte
(aproximadamente desde 1760), con las reformas borbónicas, los indígenas
del Perú están cambiando y ya no se les debe tratar de manera diferenciada
como menores de edad. Si bien esto es el interregno en que Mata Linares está
en América observando y viviendo la situación, lo cierto es que llega a la
conclusión de que es el momento y es conveniente abandonar el anterior
103
criterio de ordenamiento y control social por otro que privilegie la igualdad
de estatuto, pero que, a la vez, sea más eficaz en el control, como lo es en la
sociedad burguesa.
104
indio. La Sociedad, bajo la dirección de Cerdán, lucha por mantener el status
quo de tipo señorial. Además, como dice Macera, cómo pueden imaginar la
unión, si para ellos, los indios son hombres de segunda clase, cuyo olor
fétido era la pista para los perros de presa.
La carta de Mata Linares, que ahora nos resulta tan obviamente dirigida a
mantener la monarquía y el colonialismo (pero de nuevo cuño), ha sido
interpretada como una crítica al sistema colonial. Una crítica nerval, sugiere
López Soria (1972: 82). Clément ha criticado acertadamente este ilusionismo:
no hay aquí crítica al sistema colonial, sino divergencia en la manera de
explotar con mejor eficacia a los indígenas Clément, : .
105
bajo los principios de la ilustración kantiana, esto es, razón con obediencia. Si
no eran obedientes y cristianos, si aún rezaban a sus huacas, los indios no
eran propiamente humanos, y merecían ser tratados con mano dura. El
racismo ilustrado es retransmitido por los mercuristas en un efecto rebote
contra los antiguos pobladores americanos y sus descendientes.
En este aspecto los mercuristas están muy cercanos a los ilustrados europeos.
En ello coincidían no solo De Paw y Buffon, sino Voltaire y Montesquieu. Una
buena razón que explica —como dice Fontana—, el auge de la esclavitud en la
época de la Ilustración (Fontana, 2000: 116).
106
imaginamos, nace un racismo racional que se exacerba dependiendo de los
intereses que estén en juego37.
El indio, como conquistado, odia […] al español MP, 1794: X: 276). Un odio
que, según Rossi y Rubí, mantenían a pesar de los años, pues, los indios
tienen la misma propiedad que Fontenelle atribuye a los italianos: sus odios y
sus afectos son eternos MP, 1792: V: 167). Como vemos, Cerdán no era el
único que retrata negativamente al indio; los mercuristas dan muestras de su
desprecio por lo indígena en diversos momentos. Unanue por ejemplo,
siguiendo a Ulloa, presentaba al indio como un borracho empedernido, cuyos
efectos han causado más vidas que las minas:
Del aguardiente dice don Antonio de Ulloa en sus Entretenimientos, que mata
más indios en un año que las minas en cincuenta: que por su inmoderado uso
amanecen los indios muertos en las calles de los pueblos de la sierra (MP,
1793: VII: 94).
107
Los indios, además, siguen siendo idólatras y no han aceptado la religión
cristiana, por lo que Dios les castiga con las enfermedades y les hace infelices.
A pesar de todo ello, no existen vasallos en las Américas a quienes los reyes
católicos no hayan demostrado su extensa piedad, sostiene José Ignacio de
Lequanda, en su Descripción geográfica de Trujillo. Si al inicio de la conquista
fueron maltratados y abatidos por los soldados, hemos de reflexionar que
sus bestiales y fieras costumbres, excesos y traiciones, daban motivo a la
aspereza y al rigor MP, 1793: VIII: 47).
Los mercuristas compartían el mismo desprecio por los indígenas con los
ilustrados funcionarios designados a aplicar las reformas a sangre y fuego.
Los indígenas eran para ellos, como para los oficiales y militares que
combatieron la rebelión de Túpac Amaru, súbditos salvajes y descarriados a
los que había que hacerles entrar en razón mediante la violencia y las
normas, es decir, obligarles el cumplimiento reeducándoles en la obediencia
y la disciplina. De no ser así, los indios representaban un peligro dada su
108
superioridad en número. Solo el sojuzgamiento perpetuo podía asegurar la
tranquilidad tanto de españoles como de criollos.
109
Visión utilitaria: el indio como trabajador
Para justificar las condiciones en que viven los indios —separados de la
república de españoles y, en su inmensa mayoría, sometidos a la mita
minera— se tenía que recalcar su inferioridad y su espíritu rebelde, y, sin
embargo, al mismo tiempo, elogiar su capacidad para el trabajo en las minas.
Entonces, el indio es valorado, y mucho, como mano de obra, sobre todo para
el trabajo minero. Puesto que los negros en el Perú —sostiene Rossi y Rubí—
son absolutamente ineptos para trabajar en los minerales , el solo clima de
la sierra los termina enfermando y matando. Los españoles tampoco resisten
a esta tarea y, aunque les haya movido la codicia del oro, terminaban
desertando del trabajo en las minas. Mientras que los mestizos por
engreimiento, más que por razones de imposibilidad física , no se dedican a
esta actividad. Entonces el indio, digo, acostumbrado a la intemperie y malas
condiciones de los países de minas es el único capaz de trabajarlas: sus
brazos son los que necesitamos MP, I, 1791: 70-71). Por ello, Rossi, hacía un
llamado para que se envíen indios que se encuentran ociosos y vagabundos a
los recintos mineros.
Sin embargo, como recalca el mismo Unanue, el trabajo en las minas había
devenido en esclavitud, un trabajo inhumano, que había sembrado desolación
y muerte:
El deseo de dominar a sus iguales, hace que el hombre víctima del hierro, y el
plomo, y el ansia del oro lo sepulta en los lóbregos senos de la tierra, que
intenta vengar los golpes que recibe, destrozando la mano que excava.
Infaustas riquezas, ¡cuantas vidas os sacrifican diariamente el orgullo y la
codicia! El hombre nació para habitar la superficie, no los obscuros abismos
del planeta terrestre. Soterrado en ellos, su corazón se consterna de no ver la
luz que le acredita que vive. El vapor maligno que allí respira, lacera los
delicados estambres, y debilita los más fuertes cordones de su estructura.
Busca consuelo en el aura exterior, de quien recibe la respiración y la vida, y
aún esta le es adversa. Parece que horrorizados de que vuelvan a su seno los
moradores de la región de los muertos, los repele de sí, como a cuerpos
extraños (MP, VII, 1793: 104).
Las minas proporcionan todo tipo de males, que afectan las entrañas de los
seres humanos. Además, diversos otros peligros acechan al trabajador
110
minero: las contusiones, dislocaciones, fracturas, etc., es decir, una infinidad
de accidentes propios de su laboreo. Así como respirar la atmósfera cargada
de metales o la introducción de partículas de azogue por los poros de la piel.
De aquí la parálisis, los esputos sangrientos y los cólicos , dice Unanue,
basándose en el texto De morbis artificum diatriba (Discurso de las
enfermedades de los artesanos) [1700] del médico italiano Bernardino
Ramazzini. Luego añade: las impresiones frías del ambiente exterior sobre
los cuerpos abochornados con el trabajo y habitación en las labores
subterráneas, causan en ellos funestos pasmos, y por esta razón han perecido
centenares de indios en las minas de (uancavelica MP, VII, 1793: 104-105).
111
Según la disertación de Unanue, hacia 1793, se encontraba desolada y
disminuida su población. Por tanto, el periodo de baja explotación minera,
donde, al parecer, cansada de la ambición por el oro y la explotación con que
la agitaban los humanos, abismó de improviso con las vidas sus tesoros .
Parece que al ruido de las cadenas del despotismo y la tiranía, que
arrastraba el hambre del oro, huyeron los naturales a las cavernas MP, VII,
1793: 89).
Para Unanue, esta tiranía contra el indio no es una práctica de los sabios
monarcas y los estados. No alude a Carlos ))) a quien llama sabio , menos
a Carlos )V al que se refiere como excelso , sino a la ambición individual de
algunos mineros. Esos mismos mineros que dos años antes defendía Rossi y
Rubí, llamando enemigos del gremio a los que describían al minero como
embustero (MP, I, 1791: 22).
112
Según el médico peruano, tanto naturales como españoles fueron víctimas de
una calamidad común: las epidemias. Así, la desolación es el resultado de los
siguientes factores: el aguardiente, la introducción de negros y las epidemias
de viruela y sarampión que han sido como los rayos destructores que
después de la conquista casi han exterminado a los indios MP, VIII, 1793:
94). A estos factores recién hay que sumar el factor minero que estaba
gobernado por la ambición particular, la de algunos mineros. Esta ambición
tiránica no es propia de la monarquía, que es benefactora, ni de sus
ilustrados monarcas que buscan la felicidad de los pueblos, es individual y
ajena al Estado. Se cuida de mencionar que los metales preciosos que se
sacaban manchados con la sangre indígena, no sólo alimentaban los apetitos
y lujos de la aristocracia, sino que sostenían el fisco y la moneda circulante en
Europa y América.
113
La postura de Baquíjano apunta a justificar y presentar las atrocidades de la
colonización como una consecuencia inevitable del choque de la civilización
con la barbarie. Después de todo, ni a los españoles ni a los franceses o
ingleses se les puede acusar de incivilizados. Los primeros trajeron la
verdadera religión a los pueblos americanos, los segundos vivían en una
época de plena ilustración y finalmente, los ingleses, estaban en el periodo de
la primera revolución industrial.
114
Cuzco [1749] y Gregorio de Cangas, autor de la Descripción en diálogo de la
ciudad de Lima entre un peruano práctico y un bisoño chapetón [1770].
39El Drama de los Palanganas: Veterano y Bisoño. Es un texto publicado en 1776. Según
115
cargos englobaban diversos tribunales y entre sus miembros contaban con
oidores, jueces, abogados, clérigos, etc. Sin embargo, existen voces
discordantes entre los redactores y sus colaboradores externos, que llegan
hasta la propuesta de unir a los indios y españoles en una sola república.
Estas voces discordantes han servido para presentar a los mercuristas como
críticos de orden colonial, defensores de los indígenas y propiciadores del
patriotismo criollo ilustrado. Una hipótesis, artificiosa e inexacta, pero
largamente difundida.
116
hablan. Y, si bien elogia a los Incas como constructores de una cultura
adelantada que compara con Roma y España, Bermúdez, identifica al idioma
con la imprenta, es decir, como conocimiento que permite ilustrar . Porque
los idiomas por más bárbaros que sean encierran tesoros . Como los quipus
que, considerados por él escritura, figuran dentro de los tesoros perdidos,
por su aún indescifrable alfabeto. Pero ilustrar no es lo mismo que ilustración
y el objetivo de Bermúdez es ilustrar al gobierno sobre la necesidad del
quechua para cumplir con las reformas impulsadas por los Borbones.
Tras la rebelión de Túpac Amaru —rebelión que los mercuristas rara vez
mencionan40—, se eliminó la cátedra de quechua en la Universidad de San
Marcos y se prohibió la lectura de los Comentarios Reales. Pero el odio
generalizado que buscaba extirpar nuevamente toda idolatría y negar las
lenguas vernáculas, no había traído frutos positivos a los intereses del
el nombre de Tinta , José Mariano Millán de Aguirre, se refiere indirectamente a Túpac Amaru al
felicitar al padre Bartolomé de las Heras, obispo de Cusco, por haber participado activamente en
la derrota del rebelde cacique de Tinta. Es admirable, dice, el valor singular con que auxiliado
por la lealtad y la pericia militar coadyuvó infinito a la libertad al Reyno de la ruina en que lo
iban a precipitar los insulsos del insurgente T’pac Amaru . Esta es una de las escasas veces en
que se hace mención a la Gran Rebelión. Esta negativa a tratar sobre el tema contrasta
claramente con Juan Santos Atahualpa, de quien los mercuristas se ocupan recurrentemente en
las descripciones sobre las expediciones en la selva.
117
reformismo Borbón, que buscaba una población feliz bajo el dominio
absolutista.
118
inteligencia superior, de los legendarios incas, más no de los vulgares indios
del común.
41 Este es un término típicamente volteriano que ahora se entiende como una postura tanto
crítica como analítica de los fenómenos sociales.
119
virreinato peruano de ese entonces; sin embargo, en él, el indio solo forma
parte del paisaje como los animales o las plantas.
[…] de esta patria amable que une a las ventajas físicas que la distinguen, la
inestimable de reposar en el dulce seno de la paz bajo la sombra sagrada de
CARLOS EL PIADOSO, que a ejemplo de Tito y Marco Aurelio solo se ocupa de
la tranquilidad y bienestar de sus súbditos. Con la memoria de tan augusto
nombre concluimos el retrato en que hemos querido ensayar la pluma antes
de descender al examen peculiar de cada una de las partes que componen el
Perú. (MP, IV, 1792: 26).
120
Crespo, en su Carta escrita a la Sociedad Amantes del País , va más allá de la
introducción de Unanue. Busca revalorar no solo los monumentos incas,
también la cultura. Pretende salvar a los antiguos americanos de esa
imputada bestialidad y desvanecer la falsa idea de la brutalidad peruana, o
de su extrema barbarie (MP, V, 179: 255). Crespo se ocupa tanto de la
cultura material como espiritual incaica y, aunque esto no lo haga indigenista
—dice Francisco Quiroz— sí deja sentir la estela de autores que glorifican al
Tahuantinsuyo a pesar de las persecuciones en contra de las tradiciones
imperiales cusqueñas en ese tiempo […] lo que se ha de entender como una
reivindicación del pasado americano por un criollo que, paradójicamente,
vive en una de las zonas de mayor violencia étnica durante la rebelión del sur
andino de 1780- Quiroz, : .
Como afirma Francisco Quiroz, todo hace pensar que Crespo está bajo la
influencia de los Comentarios reales de Garcilaso pese a la prohibición
expresa de esta obra (2010: 222). Sin embargo, para no alejarse de las
medidas del Estado, acusa de falta de credibilidad a las historias anteriores.
Porque éstas parece que, con los años, han descaecido de su antiguo crédito
por la mordacidad misma de la crítica que ningunas preserva (MP, V, 1792:
257). Al igual que Unanue, Crespo propone dirigir la atención a los
121
monumentos que a’n nos quedan resistiendo al paso del tiempo y las
manos violentas, dice en alusión al saqueo español.
Siguiendo con las cartas, existe una escrita por Joseph Torpas de Ganarrila
(Joseph Pastor de Larrinaga), un cirujano mulato. Según Francisco Quiroz,
Larrinaga gozaba de la protección de Unanue. No es un miembro de la
Sociedad, solo publicaba algunos tratados sobre medicina como invitado. Sus
versos, que el Mercurio decide publicar —dice Quiroz— debieron causar
polémica interna en la Sociedad y en el público (2010: 223) ya que resulta
42Pablo Macera recuerda que 25 años antes de escribir esta carta, Crespo había visitado los
acueductos incaicos de Santo Domingo, Cuzco y Nazca. Conoció también las ruinas de
Huamalíes, Vilcashumán, Choquequirao y algunos subterráneos y otros monumentos del Cuzco
(Macera, 1977: 32).
122
significativo que los redactores del periódico no hagan alusión a su carta, a
pesar del proyecto que tiene en borrador ( 264 versos pareados ).
Compuesto con el designio de que sirviese a un compendio de la (istoria
antigua de los Incas del Perú , se esperaba que se publicara en varios
números; sin embargo, solo se publican veinte versos. Trece en el Mercurio
Nº 176 y siete en el Nº 227.
Los versos tienen una fuerte influencia de Garcilaso y tal vez esa sea la causa
para que se impidiera seguir su publicación. Para Larrinaga, como para
Garcilaso, los indios vivían en la barbarie absoluta adorando a sapos, culebras
y tigres hasta que llegó Manco Cápac que, iluminado por el Dios Sol, puso
orden e instruyó a los bárbaros y convirtió al Cusco en sede del imperio. Acto
seguido, Larrinaga compara las grandezas de Lima y Cusco y los equilibra en
importancia.
Sobre los virreyes solo describe rápidamente los primeros años de la colonia
y finaliza anunciando nuevas entregas que no se hicieron realidad. Así
finaliza un esfuerzo por elogiar a los incas que, todo indica, no gustaba mucho
a los mercuristas ni al público que consumía las publicaciones, y menos a las
autoridades. A fin de cuentas —como ha señalado Quiroz— en el siglo XVIII
123
los criollos limeños no requerían basarse en lo prehispánico para otorgarse
legitimidad histórica a sí mismos y a su ciudad Quiroz, 2010: 226).
Los Casivos eran los más salvajes. Según el padre Girbal, son muy inhumanos
y feroces, jamás se apartan de sus tierras porque no tienen instrumentos con
qué fabricar sus herramientas . Viven en las riberas del río Mayro y Pachitea.
No tienen amistad con ninguna nación y Matan a cuantos se acercan a sus
comarcas y después de haberlos asado se los comen MP, V, 1792: 120).
Un recorrido por las páginas del Mercurio, revela un gran interés por estos
seres indómitos. ¿Cuál es la razón? ¿Por qué se hace nuevas expediciones a la
124
selva? ¿Por qué tanto interés de los mercuristas? No tratamos de decir que la
literatura anterior al Mercurio esté limpia de ambiciones sobre la selva. Todo
lo contrario, hubo cierto fetichismo por ella en la mentalidad criolla como en
la europea hasta bien avanzado el siglo XVIII e incluso posterior a él, pero las
visiones eran distintas 43.
43 Unanue había criticado duramente a esta concepción idílica que busca babilonias en la
Amazonía. De forma burlesca decía que para tales descubrimientos habría lugar en la luna y no
en la tierra. Por ello, se sorprendía cómo el padre Gumilla perdiera tanto tiempo buscando un
dorado en su Orinoco ilustrado. Pero más le llamaba la atención La Condamine, aquel científico
francés seguidor de Newton, que también perdía el tiempo en andar buscando sitio en qué
colocar a la Ciudad de el Dorado MP, ))), : . Con el paso del tiempo ha ido lentamente
disipando semejantes quimeras en cierto modo útiles, por haber incitado a algunos misioneros,
a penetrar las montañas MP, III, 1791: 76).
125
La leyenda iba perdiendo brillo, y algo aceleró su languidez: la rebelión de
Santos Atahualpa y los pueblos indígenas de todo el Cerro de la Sal y la selva
central44. Tras la rebelión, el Estado da la espalda a la selva central por
algunos años. Unanue nos recuerda que el Marqués de Menahermosa
(brigadier de los reales ejércitos y entonces encargado de la selva central)
tuvo que acordar con varios fortines de la ceja de la montaña y señalarlos
por límites entre el español y el bárbaro MP, IV, 1792: 28). Solo quedaban
fieles al Estado algunas conversiones como Jauja, Maynas, Lamas,
Cajamarquilla (esta última incluía espacios de Sierra y Selva) y Chachapoyas,
que incluía mayor extensión de espacios serranos que selváticos.
44Las revueltas en la selva habían empezado varios años antes de la rebelión dirigida por Juan
Santos. Ejemplo de ello es la muerte que dieron los nativos campas de orillas del río Perené a los
religiosos Jerónimo Jiménez y Cristóbal Larios y 28 españoles en 1637. Asimismo, en 1641 Fray
Matías de Yllescas y los religiosos Fr. Pedro de la Cruz y Fr. Francisco Peña, murieron a orillas
del río Aguaitía a manos de los crueles Shipibos o Callescas MP, ))), : -79).
126
Por otro lado, Francisco González Laguna, en su Proyecto económico sobre la
internación y población de los andes de la provincia de Guamalíes describe
cómo un comerciante español, Juan de Bezares, natural de Castilla La Vieja,
expuso al virrey su proyecto para ingresar a la selva por Huamalíes hasta
Pampa del Sacramento. Con ello:
127
Después de esta presentación, el Mercurio vuelve reiteradamente a dar
noticias sobre las expediciones del padre Sobreviela, guardián de Ocopa, y de
Girbal, quienes por esos mismos años y por encargo del gobierno, buscan
nuevas rutas para llegar al Huallaga, allanar el camino para recuperar las
misiones de Manoa, formar nuevos fuertes en la selva y así conquistar nuevos
espacios comerciales y nuevos vasallos, ya que las autoridades estaban
informadas de la existencia de muchas naciones que forman una población
numerosa en la selva. Y, al mismo tiempo, frenar el avance de piratas
portugueses que comerciaban con los pueblos de la región.
Unanue recuerda, además, que desde el año 1787 hay cinco reales órdenes y
autos acordados respectivos a la conservación de las misiones de Manoa 45.
45 De Manoa (orillas del río Manoa), se tenía conocimiento desde fines del siglo XVII. Una vez
convertida en una reducción, aunque corta, era interesante por servir de escala a las demás
naciones, que vienen esparcidas por las pampas del Sacramento, y confines del Ucayali. A 20
leguas del Sur de Manoa ocupaban las orillas del río Pisqui los shipibos oriundo de aquellos
feroces Callesecas destructores de las misiones de los Payanzos MP, )), : -143). El
fraile Juan de Dios Fresnada logró unir estos pueblos en una reducción. Pero no pasó mucho
tiempo para que estas comunidades se rebelaran dirigidos por Juan Santos Atahualpa y los
líderes de cada pueblo. Rungato, aquel indio que abrió la entrada a Manoa, fue el mismo que
128
Esta porción de la selva —sigue diciendo Unanue—, solo quedará colonizada
si:
[…] tenían la sensación de estar inaugurando una nueva época, en la que las
luces de la Ilustración, del pensamiento racional, metódico, científico,
alborotó las tres naciones de Setebos, shipibos y Conivos extinguió a los misioneros de
diferentes pueblos MP, )), : . Las pérdidas de Manoa, que fue confirmada por la
expedición F. Manuel Gil en , había generado una sensación de derrota del Estado: a sido
sensible, no solo a los padres misioneros sino también al Per’, y hasta el mismo monarca , pues,
siendo una zona estratégica, su posesión le aseguraba el dominio de vastísimos y feraces
países MP, )), : . Con razón se lamentan las ruinas del Manoa, al considerarse
envuelven la pérdida de la famosa pampa del Sacramento MP, )), : descubierta en
1726.
129
desterrarían la oscuridad de la ignorancia, de la barbarie. Se pensaba que el
avance de la civilización podría brindar una suerte de democratización del
bienestar Favarón, : .
Las peregrinaciones religiosas del Padre Narciso Girbal, según las entiende
Favaron, se prestan para ser leídas como una suerte de épica de la razón
teológica, en la que un hombre ilustrado expandía, exponiéndose a los
peligros y dificultades de la barbarie amazónica, el bienestar de la
civilización : -58). Favaron desplaza a un segundo plano los
intereses económicos del Estado en aquellas expediciones. Sin embargo, los
sacerdotes muestran muy pocas características ilustradas. Además, y esto es
lo más importante, discrepamos profundamente con aquella relación que
encuentran algunos investigadores entre Ilustración e Iglesia católica en pos
de un catolicismo ilustrado . La ideología revolucionaria, propia de la
ilustración, jamás fue compartida por la Iglesia.
Más que una épica de la razón, se ve una razón de Estado, una razón
absolutista que busca controlar todos los ámbitos del virreinato peruano y
someter a la población bajo el discurso de la búsqueda de felicidad de los
súbditos. A ello contribuyeron los mercuristas, conocedores de la Ilustración,
pero distantes de compartir sus planteamientos en el ámbito político y social,
salvo si convenía para su proyecto, como cuando Unanue cita a Raynal para
hablar del comercio como vehículo civilizador de los pueblos (propuesta,
además, ampliamente difundida en Europa por Montesquieu y Adam Smith).
130
Visto desde el progreso, su estado es primitivo. El salvajismo, es la principal
razón, según los mercuristas, para su espíritu rebelde que hizo unirse tanto a
asháninkas como a yaneshas y shipibos con las huestes del rebelde Juan
Santos Atahualpa. Esto fue una verdadera revolución, dice el padre
Sobreviela, porque iban floreciendo los felices progresos de las
conversiones en el Cerro de la Sal, hasta que:
Después de llenar los papeles con punzantes adjetivos sobre los indios de la
Selva, los mercuristas se sorprenden que algunas tribus, como los Panos, sean
amables. Les sorprende que cuando encontraron al padre Girbal en el
Ucayali, no le pusieran al asador, sino lo recibieron en son de paz, tocando la
corneta y le llevaron con su curaca, con quien Girbal almorzó con regocijo.
Unanue exclama sorprendido: (e aquí un momento en que nuestro corazón
se enternece hasta el extremo ¿Cómo se componen los sangrientos y
bárbaros retratos del desgraciado Pano con estos rasgos de sencillez y
131
humanidad? . Entonces, dando cierto giro a su vieja concepción, Unanue
recomienda que se someta a los indios de manera pacífica, sin violencia, pues,
este método ha sido más efectivo, y un recorrido por los Andes peruanos así
lo acredita. Más eficaces para atraer sus corazones ha sido el buen trato que
las armas.
Unanue transita de una leyenda negra contra el indio de la montaña hacia una
cercanía con el buen salvaje. Incluso le da un carácter muy humano en
comparación con las atrocidades del hombre civilizado: es digno de notarse,
que estos indios nunca emplean armas empozoñadas en sus combates, y que
más bien, los civilizados usen mil y un artificios destructores del género
humano (MP, III, 1791: 87). En el tránsito de esta visión, también busca
salvarlos del pecado de la concupiscencia. Salvo los caciques, que tienen dos
mujeres, los demás tienen una sola —dice— al tiempo que los compara con
los pueblos orientales, como los turcos y los persas.
132
Cuando todo indica que esta visión paternalista de Unanue sobrevivirá en las
páginas del Mercurio, Millán de Aguirre se encarga de borrar todo camino
hacia la visión del buen salvaje:
Para resumir: más que una nueva épica de la ilustración , los mercuristas
defienden los proyectos del Estado absolutista, que orquesta las expediciones
133
a la selva con fines básicamente económico-fiscales. El papel de los
mercuristas es tanto de difusión de dichos proyectos como de consejeros del
Estado.
134
Es sorprendente que los mercuristas se ocupen más de los negros que de los
mestizos a pesar que estos representaban una población mucho más
numerosa en el Perú; sin embargo, la explicación para la preocupación de los
mercuristas por los negros tiene una doble respuesta. En primer lugar, si bien
los negros a nivel del virreinato representaban solo el 4%, en Lima
constituían el 17% de la población. Según el censo de Gil de Taboada (1790),
había en Lima 8960 negros, 3912 indios y 4631 mestizos, a los que había que
sumar 5972 mulatos, 3384 zambos y 1120 chinos, mientras que los
españoles sumaban 18 862 (Clément, 1997: 160). Pero existe otra explicación
más importante: cuando los mercuristas tratan sobre la condición de los
negros abordan directamente las jerarquías sociales, esto es, la estructura de
la sociedad y el status quo.
135
que Clément identifique a los mercuristas en general en lucha abierta contra
la esclavitud. En cuanto a la esclavitud —dice Clément— los mercuristas la
juzgan tan negativamente que llegan a glorificar al suizo, Schwartz, a pesar de
ser protestante, por haber escrito una obra antiesclavista : .
Para Rossi:
Dios habiendo criado a los negros y blancos, les propuso dos regalos; el de
poseer el oro, o saber leer y escribir: y como Dios dio a escoger primero a los
negros, estos eligieron el oro, dejando a los blancos el conocimiento de las
letras, lo que les otorgó. Pero irritado de esta codicia que ellos mostraron por
136
el oro, resolvió al mismo tiempo que los blancos dominarían eternamente
sobre los negros, y que ellos estarían obligados a servirles de esclavos (MP, II,
1791: 114)46.
Bajo esta fábula, supuestamente inventada por los propios negros, Rossi
pretende presentar la esclavitud como un designio divino. Como bien lo ha
señalado Estenssoro, pese al tono empleado, antes de profundizar en las
razones de la esclavitud o cuestionarla, Rossi se limita a comprobar el hecho
y a mencionar que los propios negros explican su condición como mandato
divino : . Además, el desprecio por los negros se traduce en una
afrenta contra sus costumbres y toda otra expresión cultural. Rossi, incluso
llega a sugerir que en muchas cosas dependientes del talento, los negros
están más por debajo de los indios que los indios respecto de los españoles
(MP, II, 1791: 123).
46 El texto de Willem Bosman que cita Rossi es: Descripción nueva y precisa de la costa de Guinea:
que era difícil en Lima. Por ejemplo, el quilombo de Palmares en Brasil llegó a albergar más de
20 mil personas y se dotó de una organización estatal y militar que le permitió resistir durante
varios decenios a los ataques de los portugueses, en el siglo XVII. Mientras que los cimarrones
jamaiquinos Cudjoe, Quao y Cuffe aceptaron firmar acuerdos de paz con las autoridades inglesas
a principios del siglo XVIII (UNESCO, 2004: 9).
137
a la rebelión. Además, los mercuristas olvidan ex profeso que las duras
condiciones de trabajo en las haciendas hacían que algunos negros huyesen y,
tras la fuga, muchos preferían el suicidio que volver a su antiguo dueño.
Por otro lado, un negro liberado por gracia del dueño, tenía limitaciones
sociales. No podía vivir en medio de los indios, ni salir de noche; también se
le prohibía andar montado en caballo. Laboralmente no podía ser maestro ni
tabernero y nunca podía acceder a la universidad. Todo ello hacía que los
negros, sumados a sus años de explotación y látigo, evadieran las leyes e
incurrieran en la delincuencia y construyeran una sociedad paralela a la de
indios y españoles. En ella recibían tratos de igualdad.
138
236). El objetivo era facilitar la compra-venta de esclavos para cubrir la
demanda de mano de obra en las tierras de los oligarcas.
Las costumbres que buscan mantener son las que impusieron los
conquistadores, las de sus abuelos que trajeron la religión y el impulso por el
trabajo, el comercio, etc. Pero al mismo tiempo buscan imponer nuevas
costumbres como la limpieza e higiene, la lactancia materna, la nueva visión
139
de la familia, etc.; mientras que entre las malas costumbres que deben
desterrarse están los bailes, la vagancia, el libertinaje y la contaminada
tradición de enterrar en las iglesias. En suma, pretenden dirigir la vida
privada y la participación en el ámbito público.
Fiestas y bailes
Rossi y Rubí no solo marcaba la agenda en los dos primeros años de
publicación del Mercurio, también se ocupa de los temas más controversiales,
pues, casi monopolizaba los tratados sobre las costumbres, buscando un
nuevo vasallo que, insertado en las nuevas modas y nuevos hábitos,
abandone su instinto violento y sea ’til a la sociedad y al Estado. Así, entre
otras cosas, critica las diversiones donde prima el alcohol y el desenfreno.
140
Las fiestas de indios y negros se veían como peligro inminente luego de la
rebelión de Huarochirí. Se concebía que la plebe, en medio de su borrachera,
era capaz de causar desórdenes que no se atrevía estando sobria.
Precisamente las abortadas rebeliones en Lima se habían planeado en días de
fiesta, […] ya que para esa fechas a los indios se les permitía que
participaran en la procesión portando armas O Phelan, : .
Las costumbres de los negros recién llegados, es decir, de los negros bozales,
son las más degeneradas y horrorosas, dice Rossi. La fiesta de Corpus, por
ejemplo, le parece despreciable, no solo por sus horribles trajes donde
algunos se visten de diablos o de emplumados, sino sobre todo porque es
indecente en una función eclesiástica, y más en una procesión, en que el
menor objeto impertinente profana la dignidad del acto sagrado y disipa la
devoción de los concurrentes (MP, II, 1791: 117). Rossi busca la extirpación
inmediata de esta costumbre, pues concibe un peligro sobre todo unidas al
carácter alegre, vital y agresivo que ve en ellos. Así apunta un miedo étnico
(Estenssoro, 1990: 573).
48Estas ordenanzas fueron elaboradas por Ambrosio Cerdán Pontero, quien en ese entonces era
juez de la audiencia. La ordenanza se aprueba el 22 de diciembre de 1786.
141
La m’sica de los negros es sumamente desapacible: sacan un ruido musical
golpeando una quijada de caballo o borrico, descarnada, seca y con dentadura
movible; lo mismo hacen frotando un palo liso con otro entrecortado en la
superficie. El instrumento que tiene algún asomo de melodía es el que llaman
marimba (MP, II, 1791: 122) y sin embargo, la seriedad y el feroz
entusiasmo con que representan todas estas escenas nos dan una idea de la
barbaridad con que harán sus acometidas marciales . A buena cuenta —dice
Rossi— la superioridad ha impedido que los negros lleven y disparen armas
de fuego en el discurso de la procesión, como lo hacían antes (MP, II, 1791:
117).
Los mercuristas ven el peligro no solo en los bailes de los negros, sino en toda
reunión de la plebe e incluso en las danzas de los indios. Manuel Espinavete
López, en su Descripción de la Provincia de Abancay, celebra la eliminación de
los bailes andinos en diversas regiones del virreinato, incluido el Cusco. Los
49 Para Carrió de La Vandera, las diversiones de los negros bozales son las más bárbaras y
groseras que se pueden imaginar. Su canto es un aúllo. De ver sólo los instrumentos de su
música se inferirá lo desagradable de su sonido. La quijada de un asno, bien descarnada, con su
dentadura floja, son las cuerdas de su principal instrumento, que rascan con un hueso de
carnero, asta u otro palo duro, con que hacen unos altos y tiples tan fastidiosos y desagradables
que provocan a tapar los oídos o a correr a los burros, que son los animales más estólidos y
menos espantadizos. En lugar del agradable tamborilillo de los indios, usan los negros un tronco
hueco, y a los dos extremos le ciñen un pellejo tosco. Este tambor lo carga un negro, tendido
sobre su cabeza, y otro va por detrás, con dos palitos en la mano, en figura de zancos, golpeando
el cuero con sus puntas, sin orden y sólo con el fin de hacer ruido. Los demás instrumentos son
igualmente pulidos, y sus danzas se reducen a menear la barriga y las caderas con mucha
deshonestidad, a que acompañan con gestos ridículos, y que traen a la imaginación la fiesta que
hacen al diablo los brujos en sus sábados, y finalmente sólo se parecen las diversiones de los
negros a las de los indios en que todas principian y finalizan en borracheras Carrió de la
Vandera o concolorcorvo 1973: 175-176).
142
bailes, dice, se hallan extinguidos desde el año en toda la extensión de
la intendencia de Cuzco en virtud de una providencia de aquella Real
Audiencia, por los gravísimos males y perjuicios que causaban en algunos
partidos (MP, XII, 1795: 152), porque los indios demuestran docilidad, pero
no cuando se trata de diversiones de toros y bailes donde son dominados por
el vicio y la embriaguez.
Para Estenssoro, los mercuristas luchan contra algo más que la fuerza de las
costumbres, luchan contra una manifestación de la religiosidad popular y
contra una forma de resistencia cultural.
143
En líneas generales, para los mercuristas, el indio aún no había sanado de su
idolatría y sus viejos cultos, su antigua religión era la de adorar al Sol y dar
culto al Diablo MP, VIII, 1793: 48) y esta costumbre heredada subsiste. Ello
explica, según Lequanda, por qué Dios los castiga constantemente
haciéndolos infelices, incluso haciendo que recaiga sobre ellos unas pestes
que lo han desolado, naturalmente permitidas por la providencia para su
castigo MP, VIII, 1793: 49).
144
Sin embargo, no se acogió la postura política defendida por Rousseau, sino las
cualidades sometidas de la mujer al hombre que daba Rousseau a Sofía, y de
libertad y dominio a Emilio; así, el pensador más progresista, el defensor por
antonomasia de la democracia, legaba a la posteridad una visión bastante
vieja de la familia y la mujer. Pero claro, no fue la única voz. Varios ilustrados
representativos que no vivieron la Revolución y otros que sí, sentaron una
postura contraria a Rousseau, que va desde el reclamo por una educación
igualitaria hasta la lucha por la participación en la tribuna política con
Olympe de Gouges.
145
XVIII y la Revolución francesa tratará de apagar las propuestas feministas
con la guillotina en donde termina Olympe de Gouges.
52 Según Solís, el objetivo de José Rossi y Rubí, al escribir cartas con seudónimos distintos, pero
siempre discutiendo los temas cardinales de su momento, buscaba principalmente atraer la
mayor cantidad de lectores. En ese sentido, dice: Rossi no escatimará esfuerzos por hacerse del
mayor n’mero posible de lectores . De ahí que con mucha audacia pone en marcha de una serie
de mecanismos de seducción y estrategias periodísticas Solís : . Si bien esta es una
conclusión plausible, sin embargo, creemos que los mercuristas con esta estrategia iban más allá:
buscaban dirigir el rumbo de la opinión pública para así generar consenso favorable a los
intereses del régimen político-social, acorde con su propia forma de ver el mundo y la vida en
sociedad. Esto se revela claramente cuando, al comentar la carta Sobre la impertinente
pretensión de algunas mujeres a que las llamen Señoras , advierte que buscan despertar a la
gente de su letargo y así se pueda desterrar un abuso que se observaba adquirir mayores
fuerzas, mientras no se le impidan los progresos MP, )V, : .
146
su marido buscaba firmar no como Doña N. mujer legítima de Don , sino
como Doña N. Señora legítima y conjunta persona de Don MP, II, 1791: 45).
La mujer por supuesto es irreal, pero, Rossi aprovecha todos los medios ya
sean periodísticos o literarios para cuestionar cualquier muestra de desorden
tanto en el ámbito familiar como a nivel de la sociedad. Se niega a reconocer
derechos de igualdad a las mujeres. Sobre todo si se trata de mujeres que no
pertenecen a la nobleza. Este fenómeno produciría un salvoconducto para
todas las infamias, generando irreparables daños tanto al Estado como a la
Iglesia, dado que —dice— no son simples sandeces ; se propagan, cunden,
hacen secta . Y si bien sabemos que las sectas no hacen progresos en las
familias incontestablemente ilustres y de verdaderas señoras , […] ¿quién
podrá ser fiador de lo futuro? MP, II, 1791: 46).
Ante este peligro no escatima límites para cuestionar todo aquel régimen que
sea distinto a la monarquía. Por ejemplo, trata con desprecio al régimen
impuesto por Cromwell en Inglaterra. En aquel tiempo, las oraciones
dominicales no decían: Adveniat regunum suum , sino Adveniat República.
Pero no solo desdeña el régimen republicano, también los señoríos
prehispánicos. No es casual que la pretendiente del título de Señora, resida en
el Cusco, ciudad a la que llama Onfalópolis, haciendo referencia al supuesto
dominio del sexo femenino sobre el masculino. Esta era una ciudad, cuyos
primitivos Señores la veían como un templo erigido a su imaginaria
Divinidad MP, II, 1791: 46). Se refiere a la Pachamama y a las Huacas,
sustantivos femeninos y divinidades que contrastan con el masculinizado
mundo occidental.
147
principios de la vida noble así como mantener las buenas costumbres . Lo
que pretenda la plebe es visto como aberraciones que solo debe merecer el
desprecio.
Se supone que se trata de una mujer noble y culta que, sin pretender
impugnar la carta sobre el señorío de las mujeres, da una serie de evidencias
para demostrar que desde mucho antes, tal vez desde los antiguos griegos,
las mujeres casadas han sido tratadas como señoras y luego los juristas
popularizaron el término que se recogió en los diccionarios. Por ello, sugiere,
no se debe hacer escándalo y más bien perdonarle la vanidad equivocada de
aspirar a ser tratada como señora; sin embargo, sí criticaba su negativa de
aceptar el significado de superioridad del marido. La carta finaliza haciendo
énfasis en el carácter inocente y bien intencionado, pero al mismo tiempo
hacía un llamado a las mujeres a tener cuidado a quien entregan el señorío de
sus corazones.
Dos meses después, otra vez Rossi, arremete con una nueva carta a la que
titula: Nuevo rasgo prosbólico contra el señorío de las mujeres . Una vez
más, se supone, remitida desde el Cusco u Onfalópolis y publicada en los
números 135-136. En ella, como era de esperarse, Rossi, que ahora firma bajo
el seudónimo de Acignio Sartoc, critica la carta anterior, tanto en el fondo
como en la forma. Hábilmente, en la carta anterior, había errado ex profeso,
en el uso de los artículos, términos, nombres de autores, personajes e incluso
148
en el género, dejando en duda la autoría de la carta. Aprovechando estos
errores busca desacreditar los argumentos de Doña Lucinda, a la que llama
Filaminta. Personaje de Las mujeres sabias de Moliere que se caracteriza por
un carácter egocéntrico, y manipulador, que no respetaba la autoridad de su
marido; sin embargo, era culta y gustaba mucho de la filosofía. Al mismo
tiempo, insinúa que la carta puede ser escrita por un hombre, posiblemente
un Trissotin, otro personaje de Moliere conocido por ser lujurioso y
mentiroso, un falso poeta al que todos odiaban excepto Filaminta.
53 Las discusiones sobre el señorío de las mujeres se cierra con una carta firmada por Pánfilo
Narváez y remitida desde el pueblo de La Caldera. En realidad se trata de José Mariano Millán de
Aguirre, obispo de Olleros, que por lo general firmaba como Sofronio. En esta carta, Millán de
Aguirre busca demostrar que hasta en los pueblos más alejados no solo se lee el Mercurio, sino
que existen mujeres como Lucinda que son pretenciosas en su aspiración al señorío por lo que
son valiosos los escritos publicados en contra de esta generalizada enfermedad.
149
de leche. Para ellos, lo que debía eliminarse era el contacto con las
costumbres, hábitos y vivencias de la servidumbre.
54Hasta sus últimas ediciones aparecen anuncios en el Diario de Lima publicitando los servicios
de amas de leche.
55En su disputa contra Olavarrieta, Rossi y Rubí, no dudaba en calificar de negro veneno , al
vehemente lenguaje del padre español que, según él, revivían el espíritu de facción (MP, II, 1791:
133), al tratar a los peruanos como salvajes. Así expresaba su temor que al agitar las
contradicciones se despierten ánimos separatistas.
56Rossi y Rubí hace esta exclamación comparando implícitamente a las colonias romanas con las
150
que a su esclava y a que no distingan a su padre de su calesero? (MP, I, 1791:
37-38). A ésta preocupación, complementaba en su Carta sobre las amas de
leche : […] esto influye mucha bajeza en el modo de pensar de las criaturas
(MP, I, 1791:60), que terminan encariñándose más con las nodrizas que con
la madre, y, demasiada libertad con las amas de leche suele ser fatal. Sin
embargo, seguía mostrándose a favor de usar los servicios de las amas de
leche: Convengo en que se debe agradecer los servicios de una negra […]
pero es una locura tolerar en casa un fantasma inoportuno, que quiere
señorear a todos (MP, I, 1791: 61)
151
noble aspira a ser reconocida como Señora. Todo ello era visto por Rossi y
Rubí con asombro y repugnancia57.
57Como menciona Víctor Peralta, este escrito en realidad busca disertar indirectamente sobre
las propuestas de la democracia. El trato igualitario propuesto por los demócratas así como la
libertad, son presentados como un atentado a la sociedad del Antiguo Régimen. Así, la defensa
de la igualdad es vista como denuncias contra el absolutismo. Por eso Rossi y Rubí hace hablar a
Democracia así: […] bien se conoce que Vmd. no quiere a sus hijos, y que más bien es tirano de
ellos que padre (MP, I, 1791: 37). Phylomathos, padre de los niños, es comparado con el Rey o
el Estado que está obligado a castigar a los súbditos que quieran rebelarse y se declaren
ciudadanos libres. Este era el mayor peligro para el absolutismo. La moraleja del texto de Rossi y
Rubí es: sin una sumisión cotidiana al poder, el armazón de todo el cuerpo social corría el
riesgo de debilitarse Peralta, : .
152
esclavos, porque esos horrorosos modales son fáciles de contaminar (MP,
IV, 1792: 121).
Los historiadores, no sin razón, han visto en los cuidados sanitarios (la
limpieza, la higiene y la salud) una relación con la modernidad. Los avances
en la medicina dieron una nueva visión de la vida en la época moderna y
153
contemporánea. Phillipe Ariès describe cómo las viejas costumbres de los
entierros en las iglesias eran denunciadas por comprometer la salud pública
con los olores infectos procedentes de las fosas. Además, según Ariès, los
ilustrados criticaban a la iglesia que hubiera hecho todo lo posible por el
alma y nada por el cuerpo : .
154
buena costumbre, porque los muertos hacían inmunda la casa de Dios y los
fieles muchas veces dejaban de asistir a las iglesias por los miasmas que allí
se respiraba. Además, la salvación del alma no dependía de la cercanía a los
santos y familiares, igual resucitarán en el juicio final (Barriga, 2002: 200). En
esta línea también se criticará la pomposidad de los rituales funerarios.
155
Sin embargo, la mayoría de los religiosos y las élites se mostraban reacias a
renunciar tanto a las muestras pomposas de la división social como a los
entierros en las iglesias. Incluso el padre Juan Dueñas, misionero del Colegio
de Ocopa, que hace las expediciones a la selva junto a Girbal, y cuya Carta y
Diario se publica en el Mercurio, saludaba que los indios de la selva llevaran a
enterrar a sus muertos a la iglesia (MP, VI, 1792:182) y no en sus casas como
lo hacían antes, porque ello representaba un logro frente a la más pequeña
muestra de religiosidad popular.
Por otro lado, los religiosos, sobre todo los de intendencias alejadas de Lima,
se mantenían firmes en sus intenciones de cobrar los derechos por los
entierros, algo que el oidor de Cuzco critica así:
Juzgo y creo no sin fundamento que muchos individuos del venerable estado
eclesiástico extienden ocultamente sus manos al reproche de tan benéfico
establecimiento, y de aquí es la repugnancia que dejo insinuada. (MP, II, 1791:
59).
156
por lo que no vuelve a tocar el tema. Las pompas se mantienen y la creación
del cementerio general, cuya Real Cédula data de 1768, recién será una
realidad en 1808, cuando la élite seguía poniendo resistencia a la idea de
enterrar sus muertos en cementerios. Entonces, el nuevo arzobispo de Lima,
Bartolomé de Heras, al igual que su antecesor, jugará un papel fundamental
para convencer a la población de los beneficios del uso de los cementerios.
Tras la construcción del primer cementerio en Lima (Presbítero Matías
Maestro), se ordenó la clausura de las bóvedas, sepulturas, osarios y demás
lugares de entierro (Casalino, 1999: 338).
Higiene social
La muerte no era el único problema. Había un problema tal vez mayor que se
concebía como parte de la higiene pública, esto es, la higiene social. El
Mercurio hacía un llamado a limpiar las calles de vagos, pordioseros,
menesterosos, etc. que, apestaban más que las acequias o los cadáveres. Los
vagos, junto a la falsa piedad, la práctica de la religión popular de los negros y
las amistades peligrosas, representaban un peligro porque la plebe sin orden
era capaz de la rebelión, máximo atentado al orden público.
157
Para Rossi y Rubí, el destino de los vagos debía ser las minas. Pero, no todos
estaban preparados para este trabajo, ya que había muchos discapacitados.
Por ello, los mercuristas, al tiempo que buscaban un apropiado destino para
los vagos, también pensaban en los ancianos y los enfermos. Siguiendo
principios morales apelaban a la caridad como medio para calmar el hambre
y la necesidad. Eran conscientes de los peligros de la extrema pobreza: ¿A
qué extremos no llevaría al necesitado el martirio de su indigencia, si el
poderoso le negase su protección en el extremo de su angustia? , se pregunta
Calatayud. Sin embargo, ponía su fe en la benevolencia de los ricos para
mantener la felicidad y la división social (MP, IV, 1792: 139).
Por su parte, José Ignacio de Lequanda dedica varias páginas a la Gente vaga
de Lima , en el tomo X del Mercurio [ ]. Este autor ve en los vagos por
excelencia , es decir, en los que no trabajan teniendo fuerzas, el mayor
peligro apuntando al corazón de la estructura social colonial:
Esta polilla tan perjudicial a los Estados debe ahogarse para que no se
carcoma la parte sana, y sufrir los remedios que se le apliquen por violentos
que sean (MP, X, 1794: 112).
Lequanda cuestiona incluso la caridad. Para él, la gente vaga no debe recibir
las limosnas porque ella solo la incita a la pereza. Hacía hincapié en la
necesidad de distinguir a los verdaderos necesitados, para enviarlos a los
158
hospicios creados para enfermos y desvalidos, mientras que a la gente vaga
se le debe consagrar el castigo y la prisión58.
58Lequanda no habla expresamente de una prisión sino de la necesidad que el gobierno aplique
penas y castigos ejemplares apartando de inmediato a la gente vaga de las calles de la ciudad.
Insinúa la construcción de recintos (centros de trabajo) para destinar allí a los vagos; mientras
que para los malhechores deberían construirse presidios. Esta propuesta era bastante difundida
en Europa por los ilustrados tanto italianos como franceses que buscaban desterrar el suplicio y
las ejecuciones públicas. Para este caso es muy sugerente el texto de Michel Foucault, Vigilar y
castigar. Nacimiento de la prisión.
159
Los miserables —según Lequanda— tenían un instinto natural por la pereza,
la vagancia y la vida fácil. Bajo esta perspectiva, ponía todas sus energías en
la defensa de la estructura básica de la sociedad estamental. La plebe debe
seguir soportando el sistema colonial cargado de violencia estructural, pero,
al mismo tiempo, debe aprender a ser limpia y disciplinada. Vagos y
maleantes, que afean a la ciudad, deben desaparecer de la vista o encerrados
en presidios59.
59Esta misma postura tiene el Correo general de España y noticias importantes de América
(1769); cuyas directrices apuntan a una defensa de las políticas de Estado y la estructura de la
sociedad de Antiguo Régimen (Sánchez-Blanco, 2002: 123-124).
160
CAPÍTULO III
La Religión y la Revolución tal vez sean los dos temas más polémicos cuando
se trata de cualquier etapa de la historia de la humanidad. Hasta hoy no se
conoce una sociedad sin religión. Contrario a los planteamientos
materialistas y ateístas del siglo XVIII, como los de La Mettrie, Sade y Holbach
que avizoraban el fin de la religión y cuyo espíritu fue alimentado en el siglo
XIX en los textos de Marx, Nietzsche, etc, los siglos XX y XXI han engendrado
más tendencias religiosas que ningún periodo de la historia anterior. La
religión está lejos de desaparecer. El hombre, entre otras cosas, es un homo
religiosus.
161
En defensa de la Religión y la Iglesia Católica
162
canonista preocupado por no disgustar al clero y un administrador sin
perspectivas, poco amigo de artes y de ciencias, que sentía profunda
animadversión por los filósofos (Sánchez-Blanco, 2007: 12).
60 Locke defendía la tolerancia religiosa con la más clara intención de evitar que los creyentes,
católicos sobre todo, puedan unirse y formar un frente común contra el orden social en
Inglaterra. Era preferible mantener la dispersión respetando el culto. Eso sí, hay una crítica
frontal a la Iglesia, la cual sólo debería inmiscuirse en asuntos espirituales, alejándose de la vida
política (Locke 2005: 40-44). Pero no por ello podemos caer en una idealización del
protestantismo, pues, la intolerancia también fue severamente practicada por los protestantes
en Inglaterra, Prusia, Holanda, Francia etc.
163
salido. Diderot es el mejor ejemplo de ello. Este filósofo, que conducía la
enciclopedia con fuerza hercúlea, llamaba insensato al hombre que buscaba
su felicidad fuera de este mundo: Osa liberarte del yugo de la religión, […];
renuncia a los dioses, […] Vuelve otra vez a la naturaleza, de la que haz huido
(cit. en Cassirer, 2000: 157).
61 Los Estados protestantes no significaban un camino seguro para la Ilustración, como tampoco
164
violentamente empeñada a favor de la tolerancia y, hacia 1764 —dice
Mornet— se la puede considerar manifiestamente ganada (1969: 108).
Basta de creer que la religión pueda ser útil al hombre. Tengamos buenas
leyes, y podremos prescindir de la religión. Pero se necesita una para el
pueblo, dicen; lo divierte, lo contiene. ¡En buena hora! provean, pues, en ese
caso, la que conviene a los hombres libres: la de los dioses del paganismo
(Sade, 2006: 126-127).
165
Cuán cerca o lejos están los mercuristas de la visión ilustrada de la religión es
lo que hay que determinar aquí. Sin embargo, de entrada hay que aclarar que
la religión de los mercuristas es el cristianismo en su versión apostólica
romana, jamás se salieron de estos cauces. En general, los mercuristas no
muestran ningún tipo de tolerancia religiosa, como tampoco dan oportunidad
a las prácticas religiosas populares. Buscaban destruir todo tipo de
religiosidad popular, contra la que luchaban con tesón como vimos al analizar
las costumbres.
Los mercuristas utilizan este planteamiento con dos objetivos. Primero para
criticar a todo lo que se relacione a los moros o musulmanes. En segundo
lugar —siguiendo a Garcilaso—, pretenden presentar a los incas como
hombres cercanos al cristianismo, en tanto conocedores de la trinidad,
igualando y comparando el Dios Sol con el Ser Creador del Universo cristiano.
166
Según Millán de Aguirre y Garcilaso, los indios estaban llenos de
extravagancias, idolatrías y delirios hasta que Manco Cápac lleno de astucias
y ambición se supone el hijo y el enviado del sol para establecer su culto
(MP, III, 1791:261) y así poder gobernar a todas las naciones en su nombre.
La brillantez de este luminar, la estupidez de que se hallaban ofuscados los
peruanos, y las fabulosas relaciones de aquel dieron principio a una nueva
religión, y a la Monarquía de los )ncas MP, III, 1791:261).
A pesar de la brillantez de los incas, los indios solían caer en las tinieblas del
paganismo, negando la claridad de la luz celestial y buscaban dioses en todos
lados. Por todas partes se dejaba ver sus Huacas en donde sacrificaban a sus
ídolos. Entonces, el ente superior se mostró a través de la sabiduría e
inteligencia de los cristianos católicos y los dirigió hacia los lugares donde la
carecían, sumergidas en las tinieblas del error. La inteligencia dirigida por
Dios descubre América para Europa y por derecho de conquista trasfiere a
España su dominio. El peruano adoptó el cristianismo —dice José Mariano
Millán— en medio del estruendo de las armas. Con ello el peruano da al Dios
de la clemencia el culto a que lo obligan las cadenas pero mantenía un
secreto culto a sus antiguos dioses. Hasta que llegó la época de los padres de
la Iglesia peruana como fray Jerónimo de Loayza, Toribio de Mogrovejo y
Bartolomé Lobo Guerrero, quienes emplearon su celo, autoridad y luces en
extinguir la idolatría MP, III, 1791: 267).
Sobre estos términos, saludan los mercuristas los combates de todo tipo de
religión que no sea la católica. En esta misma línea criticaban a los filósofos a
la moda , cuyo adjetivo designa a los enemigos de la religión. Un verdadero
filósofo, según Tomás Méndez Lachica, no debe separar a la filosofía de las
sagradas máximas de la religión MP, III, 1791: 164). El objetivo de Méndez
es complementar y reforzar las ideas que Rossi y Rubí había plasmado en el
Tomo ): Desengañémonos: no hay filosofía plausible sin religión y solo las
máximas del cristianismo pueden inspirar una verdadera humanidad MP, I,
1791: 14).
167
Tratando de dar mayor brillo a la poca luz que muestran los mercuristas en el
ámbito social y para que sus planteamientos no se pierdan en la oscuridad
del conservadurismo, Clément ha sugerido que los mercuristas si bien
defendían ardientemente el catolicismo y atacaban sin piedad el ateísmo no
obstante se mostraban favorables al deísmo en los primeros años de la
publicación del periódico (1997: 148). Nada más alejado de la verdad que
esto, pues, los mercuristas ven el mayor peligro para la religión en los
deístas63. En su Noticia de los trajes, supersticiones, y ejercicios de los indios
de la Pampa del sacramento, y montañas de los andes del Perú , Unanue dice:
los sentimientos religiosos grabados en el fondo del espíritu humano acerca
de la adorable y benéfica providencia de Dios que vela sobre los mortales
son:
Unanue escribe estas líneas en contra de los deístas dos años antes de la
muerte de Luis XVI. Dos años después, Unanue reafirma su posición
uniéndose a la tradición iniciada por los jesuitas franceses y llevada al
extremo por Agustín Barruel. Unanue declara una lucha abierta contra la
Revolución y la Ilustración francesas en los mismos términos que la Gaceta de
Madrid y la Gaceta de Lima, que reproducía a la primera.
63Como se sabe, los deístas sostenían que Dios crea el mundo, pero su labor terminó allí. Luego
168
La tesis es contraria a los que creen que el Mercurio representaba, en todos
los ámbitos, al pensamiento ilustrado más progresista antes de la
decapitación de Luis XVI, y que, el regicidio y el tiranicidio les hicieron
reaccionar en contra del ateísmo, el deísmo y en defensa de la monarquía. En
realidad, ningún mercurista se alejó de estos principios. Decía claramente
Baquíjano y Carrillo en la Introducción al segundo año de publicación del
Mercurio:
[…] venerar la religión, respetar las leyes del Estado es nuestra primera divisa;
y con satisfacción recordamos que la más enconada malicia no ha encontrado
en el Mercurio rasgo alguno que desmienta la sinceridad de esta protesta. (MP,
IV, 1792: 5).
Esta visión es propia del discurso ilustrado e incluso del siglo XIX, pues
recordemos que Marx hace una descripción parecida medio siglo después 64.
Pero, mientras los ilustrados disertaban sobre una religión natural y el
deísmo, para los mercuristas la única y verdadera religión era la cristiana. El
catolicismo debía avasallar con su monopolio y luchar contra todo tipo de
idolatría o religión popular ya sea de indios o de negros, porque, mientras
ella sobreviva, significará una amenaza para el Estado en las colonias.
Por otro lado, los mercuristas buscan redefinir el papel del clero en la
sociedad. Defienden los rasgos humildes del cristianismo primitivo y el credo
agustiniano del creo por fe. Al mismo tiempo, elogian e incitan a la caridad
169
como muestra de humanidad del buen católico. Para ellos, el buen católico es
un buen vasallo, es decir, sumiso, obediente de la autoridad eclesiástica, del
soberano y los magistrados. Algo semejante a lo que ocurría en España donde
Joaquín María Pérez Villamil, se esforzaba en exponer en su De praestantia
católica religionis ad veram filicitatem in civili societate ad sequendam
[Valladolid 1789], que los católicos son los mejores miembros de la ciudad
terrena. No se contenta con argüir que los ateos y los impíos no pueden ser
buenos ciudadanos, sino que por las mismas razones exige la intolerancia del
Estado frente a ellos (Sánchez-Blanco, 2007: 75). Tan intolerante como se
mostraba Rossi y Rubí con Helvetius, Fréret y Holbach.
170
Estamos ya en pleno proceso revolucionario francés y el clero lucha para
justificarse (tanto como la monarquía), pues, entre otras cosas, los ilustrados
fueron agudos críticos del clero, al que consideraban una frondosa burocracia
eclesiástica (curas y monjes), ociosa, parasitaria y consumidora de recursos
sin producirlos. Un grave problema para la sociedad por ser gente
improductiva65.
Los miedos no solo recorren la vieja Europa, llegan hasta el Perú, agitando,
exacerbando, condenando como enemigos dignos de eliminación a los que
incitan a la subversión y a la insurrección.
65Diderot, por ejemplo, consideraba que los conventos son instituciones inútiles para un Estado.
¿Qué necesidad tiene el Estado de tantas vírgenes enloquecidas, y la especie humana de tantas
víctimas? Diderot : . Además considera que las monjas, al estar inactivas sexualmente,
atentan contra el crecimiento demográfico, un factor de progreso según los ilustrados (gobernar
es poblar . Por ello dice: hacer voto de castidad equivale a prometer a Dios la infracción
constante de la más sabia y más importante de sus leyes p. .
171
Claudia Rosas Lauro es la historiadora que mejor ha estudiado el impacto de
la Revolución francesa en el Perú, analizando en detalle los miedos y las
reacciones de la nobleza, la élite peruana en general e incluso de un grupo
sedicioso. Sin embargo, como reconoce Michel Vovelle al prologar el libro Del
trono a la guillotina, ha tratado discretamente el miedo de las élites como
miedo a la subversión, máximo atentado contra la autoridad, la Iglesia y la
estructura de la sociedad. Subvertir, poner el mundo al revés, ordenarlo
desde abajo es, aún hoy, un lema que moviliza a las masas en el mundo en
tiempos de crisis.
172
del poder pusieron el grito en el cielo ante la Revolución, sobre todo tras la
muerte del Rey ¿Por qué? En primer lugar, porque la cuestión francesa no es
un llamado a: ¡Muera el mal gobierno! ¡Muera el Rey! ¡Viva la Monarquía!,
más bien estamos ante la búsqueda por acabar con el absolutismo y la
monarquía como forma de gobierno. En segundo lugar, la propaganda a favor
del absolutismo y la monarquía como forma de gobierno llegó a su punto más
alto en España y en sus colonias tras la expulsión de la Compañía de Jesús. De
ahí que el gobierno español pretenda mantener, a cualquier costo, la
monarquía absolutista que está siendo amenazada por los vientos de la
Revolución.
Cuando los mercuristas atacan sin piedad a todo lo que se asocia a Ilustración
francesa y a la Revolución, lo hacen teniendo en mente el predominio de la
monarquía absoluta como forma de gobierno. El Mercurio se convierte en un
instrumento para la defensa de la ideología dominante, en la misma línea de
los medios oficiales como La Gaceta de Madrid, La Gaceta de Lima66 y demás
gacetas que se publican por esos años en Hispanoamérica y la Metrópoli.
66 La postura oficial de la Gaceta de Lima ha sido desarrollada ampliamente por Claudia Rosas
Lauro, en su texto Del trono a la guillotina, sobre todo en las pp. 62-65.
67 Claudia Rosas refiere que, hacia marzo de 1790, ya circulan incluso en el Cusco breves escritos
173
supremacía del rumor, en un efecto b’meran y que la verdad sobre la
Revolución termine siendo un elemento agitador de ideales de libertad e
igualdad, razones máximas por las que la plebe, agobiada de injusticias, está
siempre dispuesta a perder las cadenas. Justamente la política del Estado
español estableció ese silencio mediante la ley mordaza, decretada el 24 de
febrero de 1791 por Floridablanca, prohibiendo publicaciones no oficiales y
censurando las noticias sobre la revolución.
68En la misma Real Cédula, el rey aclara: es tan notoria la moderación con que he procedido con
Francia desde el punto en que se manifestaron en ella los principios de desorden, de impiedad y
de anarquía MP, V))), : . Es decir, prefirieron no intervenir ni hacer propaganda de los
desórdenes.
69Unanue creía firmemente en el Génesis y en Moisés, por lo que fechaba la antigüedad de los
174
Según Unanue, con más razón el pueblo español está obligado a tomar como
causa suya la lucha contra los revolucionarios franceses y aportar con dinero
para cubrir los gastos de la guerra. Los españoles en quienes la religión, la
fidelidad y el esfuerzo se heredan con la sangre (MP, VIII, 1793: 254) deben
abrir su generoso corazón en este cometido. Acto seguido, Unanue da
cuenta de los aportes pecuniarios de las personalidades más representativas
para los gastos de la guerra70 e incita a que todos los súbditos del rey hagan
lo mismo. Lo menos que ofrecería un peruano son sus bienes , porque solo
la vida es un tributo digno de la religión, del bien del género humano, y de la
bondad inexplicable del más piadoso de los monarcas (MP, VIII, 1793: 255).
70Unanue vuelve a dar noticias de estas contribuciones en los números 300, 301,302, 303, 304 y
379. En este último da cuenta de la contribución de los donativos de los indios del cercado y
Huarochirí, así como de un indio de Lambayeque que, incitado por sus caciques, hace sus
donativos para la guerra contra Francia.
175
El obispo de La Rochela, Juan Carlos de Coucy, tendrá tribuna en el Mercurio.
Para este obispo, Francia era una nación abominable por haber dado muerte
al sagrado rey, padre y señor natural, designado por el propio ser supremo. El
vil populacho se merecía la máxima pena por este crimen del monarca justo y
sagrado, lo mismo que la Convención Nacional que no era sino albergue de
fieras , por el parricidio escandaloso MP, VIII, 1793: 259). Enterado de la
declaratoria de guerra de las naciones europeas contra Francia dice: tiembla,
odiosa nación, vergüenza del género humano: tiembla al ver tu suerte
horrorosa […] todas las gentes del mundo entero, se dirigirán a tu
exterminio MP, VIII, 1793: 260). Así celebra por adelantado el exterminio
de la vil plebe:
Perezcan, dirán a una voz […] Destr’yase una generación que ha abrigado
tantas abominaciones; y la nueva que le suceda se horrorice de sus
ascendientes: caigan los muros de esa ciudad madriguera de monstruos, y
hasta los insectos desdeñen de escoger pasto a los cadáveres de sus habitantes
(MP, VIII, 1793: 260).
176
terribles y lamentables acaecidas en Francia, son un efecto natural de los
principios subversivos de todo orden social MP, VIII, 1793: 256), por lo que
la nación británica ha declarado de com’n acuerdo ser aquel acto el
desafuero más injusto, más cruel, más inhumano de cuantos nos presenta a la
memoria la historia de todos los siglos MP, VIII, 1793: 256).
71La biografía de Pétion era bien conocida por las autoridades, por lo que su Discurso generaba
cierta suspicacia a pesar de haber sido publicado por el Mercurio (Rosas Lauro 2006: 78-79).
177
Discurso en defensa de la religión, religión divina , religión santa , ’nica y
verdadera religión, sin la que todo es tinieblas, error y precipicios MP, IX,
: , por cuya integridad lucha contra la falsa filosofía que conduce a
la impiedad y al brutal materialismo . En resumen, este Discurso se enfrenta
abiertamente a los cauces ideológicos por los que transitan los miembros de
la Convención que están dispuestos a suprimir la religión católica como
religión oficial. Pretendían levantar nuevos dioses como la diosa razón o los
dioses del paganismo, como pedía el Marqués de Sade.
¡Ah! ¡Pueblo ciego! Tu ruina es inevitable, si no abres los ojos […] Esa libertad,
esa igualdad, de que nos lisonjeamos, no es más que pura quimera. La
naturaleza no ha hecho nada igual (MP, IX, 1793: 156-157).
178
religión, se sienten, particularmente, como un atentado a la majestad del
Santo Padre cit. en Rosas 1996: 16). Los mercuristas lo confirman
permanentemente. La única religión que defienden es la católica, las
protestantes solo son herejías que, desobedeciendo la autoridad del Papa,
rompieron con Roma y consolidaron el atentado más grande contra
autoridad de la Iglesia. Son el primer ejemplo negativo que luego siguió
Francia.
72 Todo indica, como refiere Clément, que se trata del Análisis y refutación de la bula del papa,
escrito denunciado a la inquisición por Fr. Pascual de Alloza, el 12 de julio de 1791, porque
circula en Aragón. Este manuscrito estaba implícitamente prohibido por la Real Orden de 5 de
enero de que proscribía la introducción en los reinos de España e Indias de todos los
papeles sediciosos , en especial los relacionados con la Revolución francesa : .
179
205). Los culpables son los ilustrados, que no han hecho otra cosa que segar
la fe a los hombres:
¡Ah! ¡Francia!, ¡Francia! ¡Cómo las muchas luces de que se jacta tu asamblea la
han cegado para que conozcas que con esas demostraciones exteriores y
materiales, se manifiesta en el interior acatamiento que debe tener a la
primera silla de la religión, a la piedra fundamental de la iglesia, en que jamás
faltó, ni faltará la fe! (MP, IX, 1793: 206).
Bermúdez ataca a todos los que pusieron en tela de juicio las bulas papales y
las indulgencias. Lutero es blanco de su crítica, porque fue él quien se atrevió
a desobedecer las bulas y las indulgencias ¿No empezó por aquí Lutero? El
camino inevitable por el que transita Francia es hacia la pérdida de la fe. Ha
caído en el cisma de la herejía desde el momento en que siguiendo viejos
ejemplos se atrevió a desobedecer los dogmas.
180
enemigo de la sociedad y del Estado , Ese oráculo de la disolución trazó el
bárbaro sistema que nos aflige y, sin embargo, mudando continuamente su
discurso, sedujo a cuantos sujetos de poder pudo, siendo en Prusia luterano,
mahometano en Arabia, religioso en Alemania, déspota en Turquía , sin
domicilio en ninguna parte y cuyo único placer era las poesías infames, los
libelos injuriosos y las sátiras horrendas (MP, IX, 1793: 161).
74Ver la lista completa de los libros y autores prohibidos más vendidos antes de la Revolución
en R. Darnton 2008: 110-112.
181
para quien lo ideal hubiese sido la difusión del arrepentimiento de Voltaire.
Con ello se hubiese limpiado en algo las blasfemias lanzadas contra la religión
católica. Pero no lo hicieron. Sus seguidores demostraban caer en el mismo
libertinaje que su maestro y se comportaron como: ¡Monstruos! y ponían en
duda las verdades más terribles de la religión MP, XI, 1794: 160).
El obispo hace un llamado para que los franceses no se dejen llevar por esa
obstinación delincuente y vuelvan sus pies por el camino de la revelación
(MP, X, 1794: 67). El camino de la revelación es el camino de los hijos de Dios.
Ella solo ha sido conservada por la )glesia católica y sobre ella nunca
182
prevalecerá las puertas del infierno , solo ella es fiable porque el Espíritu
Santo la asiste MP, X, 1794: 67). Este obispo también reconoce, como el
Buen Vasallo, que la Revolución no se ha atrevido a negar la existencia de
Dios, pero se ha lisonjeado tanto del uso de la razón que ha terminado por
inspirar indiferencia para los dogmas de nuestra santa religión MP, X,
1794: 68). Por ello pone el grito en el infinito cuando se declara que el
catolicismo ya no será más la religión del Estado francés. Este era el triunfo
de la filosofía ilustrada que él combate., por que los ilustrados no reconocen
a la religión Católica como la ’nica religión del Estado MP, X, 1794: 75-76).
183
nación francesa y las demás naciones del mundo, es decir, para combatir la
subversión y la irreligión, condenando el parricidio y denunciando a sus
secuaces.
Ésta era la postura del Mercurio, de las élites y de los medios oficiales. Sin
embargo, otra era la reacción de un grupo sedicioso e ilustrado. Porque, la
ilustración, para entonces, ya no se mide por los tratados científico-naturales,
sino por su visión de la sociedad, las relaciones humanas y el poder. En todo
ello, los mercuristas habían demostrado absoluto conservadurismo. He ahí
que, como ha señalado Sánchez-Blanco para España, la tesis según la cual el
terror en Francia acabó con la Ilustración no tiene justificación alguna.
Tampoco tiene justificación para las colonias.
184
Estado reacciona haciendo uso de la violencia directa: persigue, deporta,
encarcela, etc. Los obispos no se quedan atrás. Ya no solo sermonean a favor
del catolicismo, sacan a pasear a los fieles por las calles, en contra de la
subversión, de los filósofos y la irreligión75. La guerra contra la Francia
revolucionaria toma carácter de guerra santa.
También alguien reclamó mano dura para la solución; y por último, también
hubo quien, al enterarse del magnicidio en el país vecino, sintió escrúpulos y
quizá se preguntó si estaría dispuesto él mismo a cortar las cabezas de la
ilustre familia real para llevar a cabo determinadas reformas sociales.
(Sánchez-Blanco, 2007: 69).
185
clase dominante son sólidas. Finalmente, triunfa en el Mercurio una postura
bastante más conservadora que la expuesta por la historiografía nacionalista
peruana.
186
CAPÍTULO IV
187
su camino en lucha frontal contra viejas concepciones. En el siglo XVII las
ciencias naturales ya gozan de aceptación generalizada en el mundo
occidental y los Estados absolutistas adoptan las técnicas científicas, desde
fines de aquel siglo, para fortalecer su dominio en el ámbito militar y
comercial.
Hacia fines del siglo XVIII esta nueva tradición muchas veces se encontraba
lejos del Estado, en tanto iba diferenciándose de la ilustración moderada
cuyos máximos líderes, como Montesquieu, Rousseau, Voltaire, Newton,
Locke, habían sido difundidos y muchas veces aceptados no solo como
paradigmas científicos, sino políticos, como en la Inglaterra de Locke. Los
ilustrados, de fines del siglo XVIII eran, en su mayoría, hombres
independientes y, por lo general, no contaban con patrocinio real. Buscaban
la destrucción de todo tipo de despotismo y en su visión más radical
188
pretendían el republicanismo. Muchos de estos personajes escribieron libros
cuya lectura era prohibida, puestos en el Índex de la Inquisición, vieja
institución mantenida por la mayoría de Estados europeos, para perseguir a
los herejes, ateos. Y, sobre todo en el siglo XVIII, libros cuyas propuestas
resultaban incómodas o peligrosas .
Los monarcas y sus ministros, si bien buscaban sacar provecho de los nuevos
conocimientos, también eran conscientes de que las evidencias científicas
pueden llevar a romper con la lectura divina de la historia de la naturaleza.
Pero más peligroso aún resultaban los trazos que hacían los ilustrados sobre
la sociedad, no solo desbaratando el guión bíblico, sino buscando modificar el
teatro terrenal en el que los reyes fungían de Dioses en la Tierra. Por ello, en
casi todos los Estados absolutistas, el gobierno pone límites claros a la ciencia
y a la Ilustración.
Así las cosas, los inquisidores, dependiendo del contexto, tendrán trabajos
agitados, como en tiempos de la Revolución francesa. La ciencia en cambio se
moverá entre la esperanza y el temor. Esperanzas del Estado de que ellas
cooperen para asegurar su dominio sobre sus vasallos, pero, al mismo
tiempo, ella generaba ciertas desconfianzas en los gobernantes que no
estaban dispuestos a perder su hálito divino. En medio de dos frentes, los
éxitos de la moderna ciencia y filosofía, promovidas desde el Estado, son
limitados, de alcance menor; sin embargo, contrasta claramente con la visión
que los gobiernos tenían sobre la sociedad.
La ciencia y la técnica
189
Las ciencias que promocionan los Estados absolutistas, como el español, son
aquellas que tienen aplicación práctica y fortalecen a la monarquía en su afán
de mantener el dominio, amalgamando conocimiento nuevo en la naturaleza
con tradición en las jerarquías sociales. Es decir, las ciencias deben conducir
a la aplicación de la técnica y no a especular sobre el cielo y menos sobre el
poder de los reyes en la Tierra.
190
traducía en un llamado explícito a conocer los poderes y la perfección del
Dios cristiano.
191
discusiones teológicas; por el contrario, gracias a ellas, se profundiza en el
conocimiento de la naturaleza como obra de la divinidad. De manera que, los
conocimientos físicos no debían predisponer contra los conocimientos
teológicos Moreno, : . Al contrario, estos debían revelar la mano
de Dios como creador y providente del mundo . Esta situación da cierto giro a
fines del siglo XVIII no para alejarse de Dios, sino para dar utilidad al
conocimiento moderno de la Física; no obstante, persisten concepciones
tradicionales en diferentes partes del mundo hispanohablante.
Los partidarios de Newton, sin embargo, tenían que luchar contra viejos
maestros que seguían sacando lustre a Aristóteles y Ptolomeo. En estas
condiciones, algunos simpatizantes del físico inglés, tras discutir las nuevas
tendencias de la Física en salones privados, aún desconfiaban difundirla en
los claustros universitarios. En la Universidad aún le quedaba esa sombra de
gloria, respaldada por los estatutos que exigían se enseñen sus libros.
Pantomímica, sentencia Unanue, un juego teatral que se mantiene gracias a
una postura infértil, pero cultivada por siglos, una formación memorística y
poco reflexiva, pero sobre todo inútil al Estado moderno.
192
su gloria MP, III, 1791: 198); sin embargo, aún mantenía firme sus
esperanzas de que sus autoridades, considerando el gusto del siglo y los
deseos de nuestro amable Soberano por el mayor lustre de las letras en todos
sus venturosos dominios , elijan el método que más conduzca al esplendor
de las aulas MP, III, 1791: 199)
que busca acceder al rectorado junto a un grupo innovador; sin embargo, es derrotado por el
escolástico Miguel Villalta que gana con 94 votos frente a los 91 que obtiene Baquíjano (Mariano
y José Luis Peset, 1989: 60). Así, la Universidad de San Marcos, se mantiene firme en la defensa
de la tradición.
193
matemáticas, defendidas en la universidad de San Marcos por tres
estudiantes que, además, eran miembros de la milicia: Manuel Martínez de la
Rueda, Pedro Ruiz y Diego Manchado. La instrucción y dirección de estos
alumnos estuvo liderada por Cosme Bueno, catedrático de prima de
matemática y cosmógrafo mayor. La disertación de los estudiantes fue en
presencia del virrey Amat. En la introducción a esta tesis, el futuro intendente
de Paraguay, Lázaro de Rivera, dice: con admiración ve el público cómo se le
dedica al virrey las conclusiones sobre el verdadero sistema del mundo . Es
decir, el sistema newtoniano, difundido por el Dr. Cosme Bueno, a quien
Ribera llama hombre de raro ingenio cuyas luces en la matemática, física y
medicina, harán su nombre respetable entre los grandes nombres de los
Neutones, Descartes y Boerhaaves : folio .
La física newtoniana era defendida desde la corona y por ello los pensadores
que rodean a la corte elogian las luces de sus autoridades. El mejor ejemplo
de ello es el virrey Amat, a quien Ribera describe como virrey sabio, hombre
ilustre y buen vasallo. El más glorioso gobierno que haya conocido América
Meridional : folio .
Desde esta disertación pública al nacimiento del Mercurio existe toda una
pléyade de defensores de la moderna física de Newton. A la luz de ello, es
necesario recalcar que se ha sobredimensionado el papel de Unanue como
verdadero difusor de Newton. En realidad, Unanue formaba parte de un
grupo de pensadores que incluye nombres como Joseph Ignacio Moreno,
Miguel Ortemin y Moreno, Raymundo Feliu, Josepho Joachimo de Olmedo,
Gregorio Paredes y el ya mencionado Cosme Bueno. Todos ellos son
pensadores influyentes, que forman a los estudiantes limeños en la moderna
física. La figura imponente de Unanue nace de su relación influyente en el
periodismo colonial tardío; sin embargo, Unanue no era un especialista en el
campo de la física.
194
La física moderna llega al Convictorio San Carlos
Las resistencias a la reforma en San Marcos hace que el Real Convictorio de
San Carlos (fundado en 1770 por el virrey Manuel de Amat y Junient),
originalmente destinado a ser la residencia para los estudiantes de San
Marcos, pasa a convertirse en el emblemático centro de enseñanza sobre el
que se ha derramado tinta de todo tipo, hasta llegar a mitificar a su rector
Rodríguez de Mendoza y a sus alumnos; sin embargo, la enseñanza que allí se
propicia, tiene mayor relación con los intereses del gobierno que con los de la
Ilustración propiamente dicha78.
78
El Virrey, al frente de la Junta de Aplicaciones constituida en 69 para decidir el uso que
había que darle a los bienes de los jesuitas, decidió por una parte la creación del Convictorio de
San Carlos en el que se reconvirtieron los antiguos colegios de San Felipe y San Martín
(Rodríguez, 2001: 364).
195
una formación laica. En una carta dirigida al Dr. Joaquín Bouso Valera y León
—según supone Federico Schwab—, Rodríguez sugería la creación de la
cátedra de Historia Eclesiástica, que consideraba imprescindible para un
mejor conocimiento de la Suma Teológica de Tomas de Aquino y de la
teología en general. De esta forma, según suponía, este género de estudio
permanecería y perfeccionaría para lustre, y gloria de este Convictorio y
Universidad, y a’n de toda la Nación cit. en Schwab, : .
196
Al pedido de Mendoza le sigue el Informe de Cerdán Pontero, elevando el caso
al virrey. En él, el oidor de la Audiencia de Lima, consideraba prostituida la
filosofía aristotélica, tanto por el paso de los siglos como por las malas
traducciones; además, hace énfasis en la superación de aquella física que:
197
cartografía, etc. )ncluso, había comparado el sistema de Copérnico con las
observaciones astronómicas y la atracción universal, y se decide
abiertamente a favor de él, por estar perfectamente de acuerdo con aquellas
y con ésta MP, VIII, 1793: 293).
198
este tomo —y, probablemente, el autor escondido bajo el nuevo
seudσnimo—, es defender el sistema copernicano que no era visto como una
afrenta a la religión, aunque sí en cierta medida a la Biblia. Por ello, había
posturas divididas dentro de la misma Sociedad de Amantes del País. Sin
embargo, seguir defendiendo el sistema aristotélico significaba no haber
escapado ni un ápice de la escolástica en tiempos donde esta resultaba no
solo anticuada, sino contraproducente a los intereses del Estado.
199
El propio Rodríguez de Mendoza ya había hecho evidente su disgusto varios
años antes al criticar el sectarismo en el que habían caído los estudiantes al
defender la física de Newton. En un escrito de 1811, mostrando una postura
lejana a la defensa de Newton que había hecho en 1787, llamaba al
eclecticismo absoluto:
Gonzáles sostenía que las ciencias naturales estaban destinadas a revelar los
secretos de la creación del mundo por Dios, más no los secretos de la
naturaleza. Obviamente, no era una voz en el desierto de una tradición
superada. El propio Unanue tenía una percepción cercana: la historia natural
200
es la historia de todos los entes corpóreos, que sacó del seno de la nada la voz
fecunda del invisible criador MP, II, 1791: 68). Pero, Gonzáles Laguna, a
diferencia de Unanue y otros mercuristas, llevó hasta el infinito celestial esta
tesis en su artículo sobre la Necesidad de la historia natural , revalorando en
extremo al Génesis para explicar la historia de la naturaleza. Sin embargo,
reconocía que, en América, el desarrollo de las ciencias naturales camina
demasiado lento, denotando un estado pueril. Por ello incita a que se enseñe
Física y ciencias naturales en los colegios, porque una física positiva es la
ciencia de Dios , autor de la naturaleza y ordenador del mundo MP, X, 1794:
31).
Para González, Dios habla por dos medios, uno de ellos es la revelación, en la
que cree firmemente; la otra es la naturaleza, la cual —dice el sacerdote
peruano— es su voz natural (MP, X, 1794: 33) que los hombres ignoran a
pesar de servirse de los beneficios de la naturaleza. El conocimiento de la
naturaleza, según él, nos llevará a comprender que el Creador dio al hombre
leyes, la lengua y la razón para que le rindan alabanzas y teman sus furias,
porque el libro de la naturaleza no está escrito con letras, sino está lleno de
hechos como la creación, que demuestran la sabiduría, el poder y la bondad
que Dios gravó en la naturaleza. Pero todo ello no se puede conocer ni
desenvolver sino estudiando la naturaleza. Es decir, los estudios y la
contemplación de la naturaleza se convierten en un placer celestial. Esto hace
que el espíritu camine en la luz tanto del cielo y de la Tierra; sin embargo,
solo el hombre instruido puede llegar a deducir que la revelación y la
perfección de la naturaleza son obras de Dios (MP, X, 1794: 58).
201
circulaba en los espacios privados e incluso el obispo de Quito promovía su
lectura. Newton, por su parte, aún generaba resistencias.
202
Contrario a lo que pensaba Rossi y Rubí, Crespo, en su posterior escrito, no
hace sino arremeter, armado de una sólida visión ptolemaica, contra el
sistema copernicano, atacando los comentarios de Unanue, Olavarrieta y del
propio Rossi y Rubí que había salido en su defensa. Con mucha sal se dijo
que la confesión que allí hice de mi firme creencia por la estabilidad de la
Tierra, me habría sido necesaria ahora cincuenta años MP, IX, 1793: 130).
Es decir, para Crespo, estos comentarios eran injurias, burlas de quienes
veían en sus propuestas las ideas propias de un hombre que se acercaba al
final de su vida.
Crespo, nadando a contra corriente, no sólo lucha contra Newton, sino contra
Copérnico, dejando plantadas en un punto muerto las discusiones sobre el
sistema planetario solar, bajo el dogmatismo aristotélico. En su Carta Contra
el sistema Copernicano , Crespo se ocupa de las manchas solares. Según él,
las manchas solares producían los eclipses, ya que los de gran duración solo
pueden explicarse por este efecto y no como resultado del ocultamiento del
Sol por la Luna, que es demasiado pequeña. El Sol, al girar sobre la Tierra, que
permanece en estado estático, cubre con sus manchas y la oscurece cada
cierto tiempo, generando los eclipses.
Crespo confía en que esta es una explicación tan obvia como vieja, por ello se
ampara en el evangelista Lucas 23: 44-45, que relata un eclipse entre el
medio día y las tres de la tarde, tras la muerte de Jesús. La prolongada
duración del eclipse, evidenciaría, según Crespo, que no era causada por la
Luna, sino por las manchas solares.
203
Según Copérnico como en un carro triunfal … nos paseamos diariamente
dando vueltas alrededor del Sol MP, IX, 1793: 144), cuando en realidad no
es la Tierra la que se mueve dando vueltas al Sol, sino que el Sol mismo es el
que gira en torno a la Tierra, como nos parece y se cree por el común de las
gentes MP, IX, 1793: 145).
[…] por más que el sistema copernicano nos presente la más bizarra idea del
modo como pudieron conciliarse en él los admirables fenómenos del cielo: por
más que se manifieste fácil y hermoso, que estando fijas todas las brillantes
antorchas del firmamento, con solo el movimiento de los planetas y de la
Tierra, […] por más que la mayor expedición del cálculo le acredite menor
embarazo, más grato y aceptable; el es falso en el hecho de la verdad,
fantástico y de dicción humana, muy distinto del verdadero aspecto con que el
divino hacedor, quiso formar el Universo. Y los lugares de la sagrada escritura,
que hablan de la firmeza de la Tierra y del giro de los astros, especialmente del
Sol, deberán entenderse sin contradicción alguna en el sentido literal MP, IX,
1793: 146).
204
Demasiado conservador se mostraba Crespo, desde su Tratado sobre las
mareas, que el propio Unanue había ridiculizado sus afirmaciones. Si son
ciertas las observaciones, y cálculos de más de dos siglos —dice Unanue—
amenaza ruina el sistema planetario si no se admite el de Copérnico MP, II,
: . Llama a Galileo padre del buen gusto en la física , mientras que a
Newton le atribuye un respeto no solo en los gabinetes privados, sino
también en las escuelas por el Neptuno de los mares, a cuya voz se levantan y
serenan sus tempestades MP, II, 1791: 110-111). Unanue hace una cita
textual de una edición francesa de la Philosophiae naturalis principia
matemática y finaliza haciendo un llamado para que otros critiquen la
postura de Crespo. Ideas tanto en contra como a favor; sin embargo, no se
conoció ninguna crítica abierta a los comentarios de Crespo.
79ARossi y Rubí, en varios aspectos, le resultaba desdeñable el tomismo. Esto se puede deducir
cuando compara a la teología con un retrete en su Carta contra la supuesta Lucinda, donde firma
como Acignio Sartoc (MP, IV, 1792: 277).
205
existencia de Dios, por lo que poco se detienen en los temas espinosos como
el movimiento de los planetas.
¿Quién ignora en el día de hoy que nuestro sistema planetario consta del sol,
situado en el foco de los elipses que describen alrededor de él los Planetas y
Cometas; que para describir esas curvas el gran Newton ha puesto en la mayor
evidencia que estos cuerpos debían ser agitados de dos fuerzas o potencias, la
una de impulsión que tira a desviarlos de dicho foco, según la dirección de la
tangente de la curva, y la otra fuerza centrípeta o de atracción hacia el centro
del Sol? (MP, IX, 1793: 113).
206
A diferencia de la física, que genera ciertos sobresaltos a pesar de ser
difundida desde el más alto poder, la química es una disciplina privilegiada,
de una utilidad indiscutible para los intereses del Estado y, por ello, difundida
hasta en los rincones de las serranías. Allí donde los minerales yacían en
abundancia.
La química moderna, es decir, la química que deja de ser una pseudo ciencia,
data de la segunda mitad del siglo XVIII; sin embargo, rápidamente es
adoptada por los Estados europeos que buscan su aplicación práctica sobre
todo en el campo de la minería.
80 Según Alcalde Mongrut, los primeros en comprar los libros de Kirwan fueron los miembros de
207
Si algunos de esos habitantes quieren tener esta obra tan ’til para el mejor
laboreo de minas, y beneficio de los metales, puede recurrir al Real Tribunal
de minería donde se les venderá a precio justo y legítimo. 81
81Expediente formado sobre el recibo del ejemplar de la obra de Mineralogía, escrita por Mr.
Kierwan…BNP, Manuscritos, Código: 2000005708.
208
química, sino para leer lo que se publicará luego en las páginas del
Mercurio82. Es lógico pensar que la Sociedad contaba con un especialista en
estas disciplinas, encargado de divulgar los nuevos conocimientos. Su
nombre: Joseph Coquette Fajardo, quien, un año después del Diccionario,
publica su Índice y suplemento a la mineralogía de Kirwan. En un comentario
introductorio, Rossi presenta a Coquette como un hombre un tanto distante a
la Sociedad, pero con un gran conocimiento en la química moderna, un sabio
que añade a una profunda meditación unos vastos conocimientos así en la
Chimica83, Mineralogía y Metalurgia MP, IV, 1792: 194).
Coquette emprende sus publicaciones por pedido tanto del gobierno colonial
como de la Sociedad. Esto se deriva de lo siguiente:
82 Aunque la química no ocupa la misma cantidad de páginas que la medicina u otras disciplinas
predilectas como la geografía o la historia, sin embargo, tendrá un trato especial, respaldado
tanto por la Sociedad como por el gobierno. Pero entre los miembros no existía un especialista
en la química moderna (es cierto que allí estaba Rossi, que no era un miope en este campo, pero
le faltaba el rigor científico), entonces reclutan, a Coquette como académico de prestigio quien,
además de haber sido director del Tribunal de Minería, era socio de la Sociedad Vascongada.
83 Tanto Rossi como Coquette usan el término Chimica para referirse a la química moderna, por
supuesto se trata de una mala traducción de la palabra francesa Chimie, pero al mismo tiempo
denota el campo novedoso que representa la química.
209
porque se trata de la primera referencia directa en Hispanoamérica al texto
del químico francés. Con lo cual Coquette demostraba estar a la vanguardia
del conocimiento en química, física y mineralogía.
Poco tiempo después, Coquette publica sus Principios de química física, para
servir de introducción a la Historia Natural del Perú, desarrollando in extenso
los aportes de la química moderna, cinco años antes que se publique el
Tratado de Lavoisier en lengua castellana. Sin lugar a dudas, este es el texto
más importante que Coquette publica en el Mercurio. Consciente de ese
aporte fundamental para la posteridad, menciona:
La Europa, que trata [a] las otras partes del mundo de bárbaras, mirará quizás
con adoración que en este hemisferio se intenta tratar histórica y
dogmáticamente, los sublimes descubrimientos que recibimos, de ella, y que
vuestro periódico sea el medio de su propagación (MP, VI, 1792: 74).
210
Morveau, Kirwan84, entre otros. Todos ellos, seg’n Lavoisier, han recogido
una multitud de hechos particulares, por lo que solo falta colocarlos en el
lugar que les corresponde Lavoisier, : )X . Basado en estos
antecedentes de la nueva química, Lavoisier replantea la visión tradicional de
los cuatro elementos para considerar por lo menos 33; además, divide a los
elementos en simples y compuestos.
sistematización de Lavoisier. Así por ejemplo, el francés Claude François Geoffroy, descubrió un
nuevo elemento conocido como bismuto, antes confundido con el plomo. Tobern Olof Bergman,
conocido tanto por sus aportes científicos como en la política, es quien hace la división de la
química en orgánica e inorgánica en 1777. Carl Wihwlm Scheele, de origen sueco, descubre el
oxígeno y el nitrógeno. Finalmente, Louis Bernan Guyton de Morveau, es el creador de un
método racional de la nomenclatura química.
211
las leyes del calórico para poder controlar la fuerza expansiva de los gases o
vapores a diferentes grados de temperatura y presión, en la construcción y
cálculo de las máquinas de fuego, bombas y ventiladores MP, IV, 1792: 80).
También son interesantes sus explicaciones sobre los cambios del estado de
un elemento como el agua que pasa al estado gaseoso. Todo ello lo expresa en
un lenguaje newtoniano de la fuerza gravitacional. Menciona que cuando se
aplica el calor al agua se genera repulsión en las moléculas provocando que
salgan de su esfera de atracción, se elevan en vapor y se transforman en un
fluido aeriforme invisible (MP, IV, 1792: 93). Todos estos argumentos los
respalda con citas permanentes de físicos y químicos modernos como
Lavoisier y Francisco Chavaneau.
212
La química genera disgustos
Los artículos de Coquette no tienen buena recepción en el público lector.
Entonces, interrumpen el proyecto, de la misma forma que los miembros de
la Sociedad interrumpieron sus defensas de la Misión de Nordenflycht. Pero
ahora se advertía un factor agravante: las acusaciones de ignorancia
generalizada al público limeño, sobre todo a los del ámbito minero. La
siguiente nota escrita por Coquette es esclarecedora en ese sentido:
Este intermedio dura exactamente un año, luego del cual Coquette publica
Electricidad astronómica , artículo que debió ser parte de los Principios,
pues, se centra en los avances de la química y la física. Allí discute sobre el
movimiento de los planetas así como la ley de la gravedad universal de
Newton que acepta plenamente, incluso recomienda que las Investigaciones
sobre la luz y el calor de Mr. Cataud, presentadas a la Real Sociedad de la
ciudad de Metz y publicadas en el Diario Enciclopédico de 1790, se
reproduzcan en el Mercurio, siguiendo la traducción publicada en el Espíritu
de los mejores diarios. Su pedido no tendrá asidero y él tampoco volverá a
publicar alg’n trabajo más, salvo la reproducción de la Memoria sobre la
necesidad de perfeccionar y reformar la nomenclatura de la química 85,
85La reproducción de la Memoria ve la luz entre los número 305-310 del Mercurio Peruano.
213
Este proyecto sucumbe, amenazado tanto por el poco interés del público
lector como por la falta de un apoyo oficial decidido. Esto, claro está, no
representaba ninguna casualidad. Pocos días después de la última
publicación sobre química, Nordenflycht exponía su fracaso en el nuevo
sistema de amalgamación ante el expectante público limeño. El fracaso de la
Misión derrumba cual torre de naipes todos los esfuerzos de la Sociedad. No
se ve fortaleza para defender la ciencia y ante la negativa del gobierno
colonial de apostar por los nuevos conocimientos también ellos dan al traste
este proyecto, fieles a las opiniones del virrey.
La realidad de la ciencia peruana contrasta con México. Allí, a fines del siglo
XVIII, la química goza de un prestigio sin parangón en el mundo
hispanohablante, muy elogiado por Humboldt. Justamente en México se
publicó por primera vez en legua española el Tratado de Lavoisier (en 1797).
A los ojos de Humboldt ninguna ciudad del Nuevo Continente gozaba de
establecimientos científicos tan grandes y sólidos como los de la capital
mexicana (Bifano y Whittembury, 2007: 283-84).
214
ha abrazado el estudio de las ciencias exactas en la capital de la Nueva
España , y a la cual se dedican con mucho mayor empeño que al de las
lenguas y literatura antiguas (umboldt, , ): ).
Humboldt no dijo nada parecido a su paso por el Perú, a pesar que conoció a
Coquette y a algunos miembros de la Sociedad de Amantes del País en Lima,
de donde logró llevarse una copia completa de los 12 volúmenes del
Mercurio, los que luego donará a la biblioteca del monarca prusiano Federico
Guillermo III. Posteriormente, una antología del Mercurio, en dos volúmenes,
verá la luz en alemán.
215
del Real Jardín Botánico, según demuestra Francisco Puerto, además de
procurar un inventario de las riquezas naturales americanas y su posible
utilidad en Europa, también pretende exportar el modelo sanitario
desarrollado en la península (Puerto, 1988: 138).
Fue por esa época, dice Marchena, que los ministros, el secretario eficiente, el
planificador, el hombre de Estado en cada uno de sus ramos respectivos,
comenzaron a utilizar la frase Su Majestad quiere saber , a fin de recabar
toda esa información necesaria para planificar correctamente un futuro de
seguridad y promisión para los territorios americanos (Marchena, 2005: 48).
216
Los mercuristas buscan contribuir con conocimiento útil; y, en ese sentido, no
todas las ciencias gozan del mismo tratamiento, pues, se toma selectivamente
las que contribuyen a sus principios lanzados en el prospecto: conocer el
país, servir al Estado y venerar a la religión . Una rápida y global mirada nos
demuestra que las ciencias naturales ocuparon un buen porcentaje de sus
escritos, sobre todo si relacionamos las descripciones de botánica con los
tratados de geografía que tenían una íntima ligazón. La geografía por si sola
ocupa, según Clément, el 25% del volumen total del periódico.
217
expedición destinada a inquirir con frutos y aciertos sus producciones
vegetables MP, II, 1791: 74). Esta expedición está encabezada por Dombey,
por la corte de París e (ipólito Ruiz, a quien Unanue da el título de Lineo del
Per’ , y José Pavón, por la corona española. En este segundo grupo, Unanue
también reconoce a Cosme Bueno, Gonzáles Laguna y Juan Tayafa, botánico
designado por la corona al Perú con el encargo de que implante una cátedra
de botánica y tramitar la creación del jardín botánico.
218
Unanue también elogia los descubrimientos de Carlos Linneo y su sistema
binario-sexual de las plantas. Todo era oscuridad hasta que el francés José
Pitón de Tournefort disipó las tinieblas e hizo que el alba anunciara la llegada
del sol, entonces nació en Suecia Linneo, y brilló la claridad del día en todo el
vasto y admirable imperio de los vegetables MP, II, 1791: 81). Para Unanue,
Linneo si bien había bebido del aporte de sus antepasados y enriquecido del
abundante acopio de observaciones, tuvo el ingenio de descubrir el sistema
de reproducción de las plantas y elaborar el sistema binario. Según él,
Tournefor es a Linneo como Descartes es a Newton.
219
contexto en el que se impulsa los estudios sobre la botánica, la geografía, la
mineralogía y demás disciplinas.
220
los Consulados comerciales , lo cual se hizo efectiva el de mayo de
(folio 4-5)86
86BNP, Reales ordenanzas para la dirección, régimen y gobierno del importante cuerpo de la
minería de Nueva-España… , Código:
221
Tras reducir a Urquizu y Coquette, Gil nombra un nuevo directorio, en el que
manipula la decisión del gremio e introduce representantes alejados de los
ámbitos mineros, pero cercanos al más alto poder: Dionisio Franco, llegado
de Bogotá con Gil; Abarca, quien era prior del Tribunal del Consulado;
Cebrián, un minero expulsado del antiguo gremio y Palazuelos, un moroso
que había acumulado deudas impagas desde hacía cuarenta años (Fisher,
1977: 89). Al mismo tiempo, Gil expulsó de su cátedra de química en el
Tribunal al mulato José Manuel Dávalos.
Todo estaba listo para dar paso a las reformas en el campo de la minería,
buscando la modernización del sistema de amalgamación. Esta tenía que
llegar con la misión de Nordenflycht y los expertos alemanes que le
acompañaban. Las nuevas reformas reciben todo el apoyo de los miembros
de La Sociedad. Joseph Rossi y Rubí, en su Carta titulada Desagravio de los
mineros , firmada bajo el seudónimo de Egregio, haciéndose pasar por un
miembro del gremio minero, trataba de allanar el camino para que las
reformas fuesen bien recibidas87. Rossi busca presentarse como un minero
que sufre los avatares del trabajo, tratado desdeñosamente no solo por los
poderosos mercaderes, sino por toda la sociedad colonial.
El trabajo en las minas resultaba admirable a los ojos de Rossi, tanto por el
esfuerzo como por los padecimientos de pasar el día a lomo de mula, mal
alimentado y mal vestido. A todo ello se debe sumar las dificultades del clima
222
de las alturas. Sin embargo, tanto tormento no tenía buenas recompensas, ya
que la crisis del sistema de amalgamación a patio abierto solo daba como
paga plata de mala calidad; en consecuencia, ínfimas ganancias.
Rossi y Rubí, declarándose portavoz del gremio, pone sus esperanzas en que
el virrey —cumpliendo con el designio de la corona— los auxilie con las
nuevas instrucciones y fomento de la tecnología, para que al fin los mineros
logren la prosperidad como en México. El Reyno de México ha florecido por
sus minas , el Per’, en cambio, que las posee más ricas y en mayor n’mero, a
penas se sostiene con ellas MP, I, 1791: 23). En el comentario a su propia
carta, sentencia: la felicidad del Per’ será siempre en razón de la que logre
en minería MP, I, 1791: 24).
223
barriles giratorios. El sistema de barriles, a pesar de ser poco novedoso,
podía sustituir al método de amalgamación a patio abierto o circo de piedra
—conocido como método de patio— por barriles grandes de madera,
forrados con cobre en su interior, que giraban movidos por un ingenio. El
resultado era una mejor y más rápida mezcla que, además, permitiría el
ahorro de azogue.
224
condición de protestantes como por ser asiduos lectores de libros de ciencia,
buena parte de los cuales estaban prohibidos por la Inquisición.
225
Los mineros no siempre mostraron desdén por el uso de nuevas tecnologías;
todo lo contrario, se adaptaron a los cambios desde el siglo XVI. Claro está,
siempre que genere mayores ganancias, y, en ese sentido, la maquinaria de
los barriles no se mostraba ventajosa.
Una nueva carta es publicada en el Mercurio número 38, escrita por Francisco
Joseph Rodríguez, minero de Cerro de Pasco. En ella, el remitente asegura
que es falsa la opinión de que algunos mineros estén en contra de la
maquinaria de barriles, señalando que son ínfimas las objeciones que se le
oponen , pero tan extrañas que no merecen la atención de ser oídas. Una vez
más, como Rossi, Rodríguez alude a la ignorancia como la causante de las
opiniones contrarias. ¡Como ha de ser! , siempre ha habido vulgo y sin
razones contra la verdad MP, II, 1791: 30).
226
objeciones, los auxilios de la ciencia en la minería o en cualquier otro campo.
Describe los proyectos reformistas como bondades, acertadas providencias
del Monarca católico en orden a la conservación y felicidad de sus vasallos ,
entre los cuales cuenta a los indios, cuyo sufrimiento puede llegar a su fin,
pues, un operario de esta clase, destinado a incorporar los metales con el
azogue:
[…] trabaja desde las seis de la mañana hasta las cuatro de la tarde, descalzo de
pie y pierna, amasando sus harinas a fuerza de patadas en unas oficinas, que
están a campo descubierto en medio de las cordilleras, donde la nieve, el
granizo, la escarcha, y en algunas partes el agua caen sobre estos miserables
desde que empieza el trabajo hasta que finaliza. La inclemencia del Cielo y del
clima arruina su salud (MP, II, 1791: 31).
Pero allí no acababa el sufrimiento del operario, porque el azogue era el que
más dañino y, al introducirse por los poros, causan vagidos, perlesías,
parálisis, cólicos y otros muchos males MP, II, 1791: 31).
trabajo, que era desempeñado, sobre todo, por particulares, consistía en la búsqueda de mineral
principalmente a nivel superficial (Povea Moreno 2012a: 111). Los llamados pallaqueadores o
buscones, por lo general, eran indígenas que trabajaban a cambio de una renta, para los
pequeños inversionistas que abastecían de mineral a los llamados azogueros dueños de los
centros de refinería. Tras el derrumbe de la mina de Santa Bárbara el sistema de pallaqueo se
extiende en gran medida también a la búsqueda de azogue, por la demanda creciente y porque
la importación de azogue desde Almadén no era suficiente.
227
La precaria situación minera denotaba —como ya vimos al tratar la carta de
Rossi— que los mineros no eran los hombres más potentados del virreinato a
pesar de que la minería era el sostén de la corona. Los nobles no gustaban
invertir en la explotación minera como sí lo hacían en el ámbito mercantil,
trabajo menos sucio y más digno . Seg’n Fisher, en , solo dos de los
mineros poseían título nobiliario; una era la marquesa de Villa Rica, viuda
con posesión de cuatro plantas en Cerro de Pasco; el otro era José Maiz,
marqués de la Real Confianza, también dueño de plantas mineras en Cerro de
Pasco. Por esos años, un tercer noble ingresa al rubro minero: el conde
Premio Real, Isidoro de Abarca, quien será nombrado por el virrey Gil,
administrador general del Tribunal de Minería en 1791 (Fisher, 1977: 79).
228
San Carlos, para dirigirse a Lima, previa parada en Huancavelica. Al frente del
proyecto se queda Daniel Weber que, con dos asistentes, continúa los
experimentos, sin mayor éxito. Nordenflycht, hará construir en Lima un
laboratorio para practicar la amalgamación en barriles. Esto generó costos
tan elevados que bordeaban los 35 000 pesos y corrían a cuenta del gremio
minero, que también tuvo que pagar los salarios de los expedicionarios
(Hausberger, 2009: 625).
Los gastos que generaba la expedición ponían más que incómodo al gremio,
pues, no demostraba resultados contundentes. Las primeras esperanzas
terminan socavadas por el desánimo. En las páginas del Mercurio es fácil
notar el pulso de la polémica y el giro en la opinión hasta de los más
entusiastas, como Rossi y Rubí. Tras los primeros elogios exaltados, ahora
apela a la autoridad de los especialistas, tratando de contrarrestar las
opiniones en contra de su espíritu adulador. Rossi siente que las críticas al
proyecto de Nordenflycht van en ascenso, a tal punto que responder a todas
ellas desbordarían los propósitos del periódico.
229
de amalgamación en Potosí, Francisco Rufia, en el que se explicaba los
trabajos realizados bajo la dirección Daniel Weber. Rufia adjudicaba el éxito
moderado a la falta de mano de obra tanto de mitayos como de trabajadores
libres.
Rossi y Rubí, decepcionado por el mal sabor de las críticas, hará su último
esfuerzo para presentar al público, lo más documentado posible, los
beneficios de los metales en las máquinas de Potosí , tras lo cual decidirá no
escribir más sobre el tema. Resultaba evidente que su llamado, para que el
público forme un consenso positivo sobre la máquina de barriles, no tenía
resonancia. Solo alimentaba las resistencias de los que estaban en contra del
proyecto.
230
Demasiada seguridad, sin embargo, demuestra que las esperanzas de Rossi,
por tanto de La Sociedad y el Estado, van languideciendo poco a poco. Ya no
aguarda resultados milagrosos, solo mejorías. Así se entiende cuando,
refiriéndose al trabajo dirigido por Weber, solo espera beneficios ventajosos
en el tratamiento de los negrillos89. De ser así, finaliza, sería justo llamarlo
con el epíteto de Restaurador de la minería peruana, que algunos se
preparan aplicar a ese inteligente e infatigable comisionado MP, II, 1791:
268).
Con estas palabras finalizaba Rossi sus comentarios sobre la Misión minera
porque la polémica era ya pública. El Buen Serrano, seudónimo de un minero
que defendía el antiguo procedimiento, salía a la palestra en las páginas del
Diario de Lima, en siete números publicados en el mes de julio de 1791. La
respuesta ya no concernía a los miembros de la Sociedad, sino a los de la
misión mineralógica. Nordenflycht, que se encontraba en Lima, parecía poco
interesado en contestar, o, en todo caso, no estaba al día de los avances que
hacía Weber en Potosí. Tuvo que pasar cuatro meses para que Daniel Weber
tenga listas sus respuestas. Ellas salen entre los meses de noviembre y
diciembre, en tres números (93-96) del Mercurio Peruano.
Weber califica de errores bastante groseros los escritos del Buen Serrano,
llenos de mentiras, cuyos fines no son propios de un buen nacionalista .
Argumentos tan insólitos que no merecen respuestas librescas ya que
demuestran vivir en medio de la ignorancia. Por eso mismo, solo buscan
encandilar a un público también ignorante. Declara que lo más deprimente
fue enterarse que el autor de los Diarios de julio era un minero de la villa de
Potosí. El desánimo, en un principio, lo habría desalentado de responder.
Pero, posteriormente, había encontrado razones suficientes, esto es, ilustrar
al p’blico sobre los beneficios del sistema de barriles para bien de la
89Plata combinada con otros minerales a los que se conocía como sulfuros e incluía plomo,
cobre, etc., y daban como resultado plata de baja calidad
231
minería y de la nación, porque el espíritu de su pluma se dirige por un
verdadero amor a la Nación MP, III, 1791: 218).
Por otro lado, Weber se queja de que uno de los obstáculos mayores para el
éxito de la maquinaria de barriles es el desconocimiento absoluto de los
operarios sobre las técnicas modernas. La absoluta ignorancia de que se
hallan poseídos, causa triplicados gastos, […] Yo sé, que si algunos operarios
no hubiesen venido de afuera, jamás la veríamos en la situación que hoy se
halla MP, III, 1791: 226). Este mismo desconocimiento los asigna a los
mineros opositores, incluso al Buen Serrano quien, según Weber, desconoce
las recomendaciones de Alonso Barba para el procedimiento del ensayo en
buitrones. Lo único evidente era que el método tradicional se había reducido
a la simple experiencia heredada y no pretendía renovación, no obstante la
crisis. Yo no encuentro ni un solo beneficiador, que me funde en principios
teóricos sus operaciones MP, III, 1791: 241).
232
Las mordaces críticas de Weber no pueden caer en triunfalismos dado que las
opiniones contrarias a la Misión corren cual reguero de pólvora, amenazando
detonar la oposición del propio virrey. Por ello, no desaprovecha la
oportunidad para pedir al gobierno que no dé marcha atrás en el proyecto de
reforma de la minería. Solo el apoyo decidido a la ciencia, sumado a la
paciencia y la perseverancia, han hecho que países como Rusia, Francia,
Inglaterra, Alemania, Suecia, etc., den un paso decisivo en las ciencias físicas y
mecánicas. Por el contrario, si el desaliento hace su imperio sobre los
primeros obstáculos, entonces la falta de aplicación ante las ciencias, es y
será la causa de los ataques al Per’ . Más a’n cuando el gremio muestra una
formidable oposición , intentando echar por tierra este proyecto MP, III,
1791: 246). De esta manera finaliza haciendo un llamado a la firmeza y el
aplomo, pues, los barriles serán de provecho, si la mano que los gobierna
tiene buen impulso MP, III, 1791: 247).
Los mineros estaban divididos en dos bandos: entre los que defendían el
tradicional método y los que patrocinaban el nuevo. En los comentarios que
siguen a la carta de Weber, Baquíjano denunciaba que los ídolos del corazón
[…] avasallan la razón hasta el vergonzoso extremo de obligarnos a venerar
[…] los absurdos de la costumbre, y los errores de la tradición MP, III, 1791:
249).
233
Bajo estas premisas, Baquíjano denuncia los atrasos en la ciencia como una
barrera infranqueable. En todos los campos avanza el conocimiento, negarse
a ello es hallarse sujeto a las extravagancias de la fábula . Como el astrólogo
que mira a la Luna como un impedimento para sus creaciones o el físico
ignorante que teme la aparición de los cometas 90. Los defensores del viejo
método en minería eran para él como los viejos que, doblegados por los años
y encanecidos en la experiencia, se sienten humillados si los menores osan
enseñarles. Esta es una reflexión despreciable, pero que vemos extendida
generalmente para impugnar el nuevo Beneficio de Barriles MP, III, 1791:
250).
Hasta aquí, como hemos visto, los mercuristas se muestran partidarios de las
ciencias naturales y la técnica, lo cual no debe sorprender porque se trata de
conocimientos prácticos cuya aplicación debe generar beneficios a la corona
y a particulares. Con este tipo de conocimientos no se ataca ninguna hebra
del sistema monárquico. Todo lo contrario, se busca robustecer los ingresos
del Estado, monopolizar y centralizar el poder. Por otro lado, las creencias
quedan intactas, la religión está fuera de toda discusión, la fe sigue firme,
tanto como la estructura social jerarquerizada. Sin embargo, se trata de un
apoyo ciego. No propone la viabilidad de su aplicación, sino exacerba los
ánimos del gremio minero buscando que echen por tierra su desaprobación,
90 Clara distancia con Llano Zapata que poco tiempo antes temía la aparición de los cometas
relacionándolos con agüeros y profecías de desastres.
234
lo cual estaba lejos de suceder ya que la oposición crecía en la misma medida
que crecía la inversión en un proyecto (financiado con fondos del Tribunal),
que no mostraba resultados contundentes. Pero sobre todo porque el
gobierno de Gil de Taboada, siguiendo los principios del Estado absolutista,
designó a sus representantes en el Tribunal de Minería, generando un
conflicto.
235
reformar la minería peruana; sin embargo, las páginas del Mercurio Peruano
cerraban este debate en Potosí, cuando el problema mayor estaba en
Huancavelica. Santa Bárbara, la mina de azogue más importante del
virreinato yacía derrumbada. En consecuencia, el desabastecimiento de
azogue hacía imposible un eficiente sistema de amalgamación que estaba
siendo cubierto con mercurio importado desde España, lo que encarecía
considerablemente los costos de la producción.
91 La oposición de las autoridades locales no era nueva. Como menciona Carlos Contreras, el
primer acto de los proyectos de reforma tecnológica fue casi siempre remover a la autoridad e
imponer a una nueva que no dependiese de los intereses locales. Pero ello no quedaba allí ya
que los desplazados generaban una oposición que se volvía contra el proyecto, creándose así la
oposición entre la nueva autoridad con su corte de ingenieros europeos, y los empresarios e
ingenieros locales, con la vieja autoridad azuzando en la sombra. (Contreras, 2009: 31).
236
virrey que le exige a Nordenflycht demostrar el nuevo sistema de
amalgamación en Lima, el 5 de noviembre de 1793. Entre esa fecha y mayo de
1794 se hicieron tres pruebas con notables desventajas del nuevo método
con respecto al antiguo92.
continuará con su viaje a Chile adonde había sido destinado desde un inicio. Tras los fracasos de
la Misión se trasladó a Bolivia, donde empezó a trabajar minas por propia cuenta. Falleció
después de la independencia.
237
debemos sacar a consideración. Primero, tanto la Corona como la Sociedad
Amantes del País promueven las ciencias naturales y sus aplicaciones
prácticas siempre que signifiquen beneficios e ingresos para el Estado y no
pongan en tela de juicio los principios religiosos. No obstante, tanto La
Sociedad como el gobierno virreinal tienen poco tino al tratar de disminuir a
esa facción del gremio minero que reclama autonomía económica.
94Más éxito tuvo el grupo expedido a México, pues, ante los primeros fracasos, se determinó
perfeccionar el antiguo sistema, gracias al decidido apoyo del gobierno y los mineros a los
238
CAPÍTULO V
nuevos planes que Fausto de Elhúyar supo relacionar mejor con el entorno americano. Así, a
diferencia del Perú, se logra el establecimiento de un seminario minero. En 1790 Elhúyar tenía
un programa redactado y en 1792 el Colegio de Minería se inauguró como la primera institución
de educación superior laica de la Nueva España, que enseñaría a sus alumnos materias como
mineralogía, metalurgia, matemáticas y francés. La institución pronto gozó de gran prestigio,
entre otras cosas por sus distinguidos maestros como Elhúyar, Andrés del Río o Louis Lindner.
También Humboldt dio clases durante su estancia en México (Hausberger 2009: 627).
239
lo demuestra Guivobich (2013)— encontramos un activo Tribunal de la
Inquisición en el Perú, que coordina con las autoridades virreinales la
persecución de libros prohibidos, más de la mitad de los cuales tienen origen
francés.
En algunos países europeos como Francia, Holanda y Suiza los libros
prohibidos pudieron sortear, no sin riesgos, los cinturones de seguridad. En
muchos casos se trataba de acciones heroicas que terminan con editores,
vendedores de libros, buhoneros y hasta con los propios autores en las
cárceles. La Bastilla fue el símbolo de la autoridad y violencia del
absolutismo. Estaba llena de esta gente que traficaba con las letras
desembarcando obras prohibidas en diferentes puertos europeos para su
comercialización en gran parte del viejo mundo. Los libros, tanto permitidos
como prohibidos, también atravesaban los mares y llegaban hasta
Hispanoamérica. Por ello, se puede plantear como premisa que, en los años
álgidos de la Ilustración, como dice Darnton (2008), todos los ilustrados
leían los mismos libros.
240
Autores ilustrados y prohibidos en las páginas del Mercurio Peruano
Las numerosas citas a lo largo de los doce tomos del Mercurio confirman la
facilidad con que los mercuristas tuvieron acceso a libros prohibidos; pero, no
por ello, podemos concluir que compartían sus planteamientos. Todo lo
contrario, el gobierno confiaba tanto en los miembros de La Sociedad que,
mientras el Mercurio agonizaba, supuestamente desamparado por su carácter
sedicioso, designará como encargado para la incautación de libros prohibidos
a Diego Cisneros, el editor del último tomo del periódico.
241
Rossi y Rubí
Sin lugar a dudas, el más avanzado y versado de los mercuristas es el italiano
Rossi y Rubí, lector de todo tipo de libros, buena parte de los cuales estaban
prohibidos. Dentro de sus fuentes encontramos una amplia literatura tanto
de los clásicos como de pensadores de la Ilustración italiana que, por cierto,
no fue débil95; además de diversos otros autores tanto franceses, ingleses y
españoles.
95 Como se sabe, los aportes más destacados de la ilustración italiana se encuentran en el ámbito
del derecho y la justicia, cuyo pináculo representan el milanés Cesare Beccaria con su De los
delitos y las penas [1764] y el napolitano Gaetano Filangieri que en 1780 da a la luz La ciencia de
la legislación.
242
fantasma cit. en Barruel, , ): . Por su parte (elvetius, tanto en su
De l’ Esprit [1758] como en De l’ Homme [1772] ataca la moral y virtud
cristianas al tiempo que niega la inmortalidad del alma. Posturas semejantes
son compartidas por Diderot, d Alembert, d (olbach o Voltaire, cuyos ataques
al cristianismo son ampliamente conocidos.
Esta frase sirve a Beauclair para borrar todas las disputas lanzadas por Rossi
y Rubí contra la Ilustración y relacionarlo directamente con el espíritu
revolucionario francés. Sin embargo, olvida que el discurso de amor y
felicidad de los pueblos son comunes a la escolástica e incluso al despotismo
político. El amor al indio y al esclavo en Rossi y Rubí es en tanto buen siervo,
porque matar al indio era acabar con la mano de obra que no solo extrae las
riquezas de los cerros, sino que cultiva las tierras para que sobreviva toda
una sociedad que se levanta sobre sus hombros.
243
Amor al indio sumiso, melancólico, sufrido, que no busca la rebelión y menos
la libertad como los salvajes de la selva o la chusma francesa. Porque:
Es probable que Rossi y Rubí sí haya leído el texto francés. Como han
demostrado tanto Vargas Ugarte como Rosas Lauro, una edición de la
Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano circulaba en Lima
desde 1791. Pero de ahí a compartir sus ideas está a un mar de distancia.
Para Rossi y Rubí, los derechos del hombre tienen que ver más con la relación
jerárquica que Dios ha impuesto a la sociedad. Si bien hacía un llamado para
que se dé un trato humano a los siervos y esclavos, tenía claro que el viejo
orden no debía trastocarse.
244
Sin embargo, Rossi y Rubí es el único mercurista que trata de forma distinta
al esclavo, ya no como objeto, sino como un ser humano. Pero, mientras en él
afloraba un discurso paternalista sobre los esclavos, los ilustrados franceses
de avanzada, apostaban por el fin de la esclavitud. Las denuncias contra la
esclavitud no solo las hacían los hombres, también las mujeres como Olympe
de Gouges que, en 1788, publicó su Réflexions sur les hommes nègres. Dos
años después, dará a conocer su Declaración de los derechos de la mujer,
buscando emancipar la condición de las mujeres. Como se sabe, las
propuestas contra la esclavitud serán defendidas por los diputados de la
Convención y finalmente se aprobará la abolición en 1791.
Hipólito Unanue
El médico peruano Hipólito Unanue es uno de los más destacados
representantes de la Sociedad de Amantes del País. Tenía la ventaja de
defender sin aprensiones el sistema copernicano y los postulados
newtonianos. No solo dentro del Mercurio en el que escribe poco sobre este
tema, aunque incita para que otros diserten sobre la física moderna, sino en
su extenso círculo privado que llegará incluso a la universidad. Allí dirige
algunas tesis, como Lógicae, aritmeticae et algebrae [1785] sustentada por
Agustín Leocadio Landaburo Belzunce, quien también es autor de Leges
Newtoni, quibus Planetas se se attrahi physica evincit celestis, pari certitudine
demostrant Telluris montium attractiones, Chimborazo nempe en observatione
Bougueri in Quito Schehallien ex observatione Maskeline in Scotia, attrahunt in
ratione dierecta massae, et quadrati distantiarum reciproca [1788], en la que
hace una defensa explícita del sistema gravitacional de Newton 96.
96 Unanue fue contratado por la madre de Leocadio Landaburo para dirigir la formación de este.
Esta viuda aristócrata, mantendrá una relación amorosa con Unanue por varios años. Antes que
fallesca Mariana Belzunce, su hijo viajó a España donde muerió defendiendo el gobierno de José
Bonaparte. En tales circunstancias, Unanue hereda, poniendo en práctica ciertas artimañas, la
jugosa fortuna de Mariana Belzunce. Todo ello le facilita su ingreso en el círculo más selecto de
la sociedad colonial (García, 2010).
245
En medicina, en cambio, Unanue marchaba a la zaga, defendiendo la teoría
miasmática y la influencia del clima en el desarrollo de los seres humanos. De
ahí las citas constantes a Hipócrates y Galeno, de cuya herencia Unanue no
logra emerger.
Unanue gozaba de una amplia cantidad de lecturas dentro de las que se debe
destacar a Newton, a quien cita directamente y, como ya dijimos, defiende
plenamente. Otros autores recurrentes en Unanue son Antonio de Ulloa, el
francés Buffon, así como las Memorias de la Academia de Ciencias de París,
etc.
Las citas no siempre eran para elogiar y aceptar acríticamente. Cuestiona, por
ejemplo, al científico newtoniano francés Maupertuis por su excesiva
imaginación sobre las inmensas tierras que encontrarían en la Antártida,
97Uno de los pocos trabajos propiamente de medicina de Unanue se titula, como bien recalca
Uriel García, Indagaciones sobre la disentería y el vicho , publicados en el Mercurio 258 que,
además, no aportan nada nuevo.
246
Nueva Zelanda, etc., los descubridores del Norte si llegaran al Sur. Tras la
circunnavegación del militar y explorador Louis Antoine Bougainville, dice
Unanue, ha quedado demostrado que en América, cruzando las Malvinas ya
es casi nula las riquezas que se pueden explotar, porque el Hemisferio Sur
tiene mucho menos tierras que el Norte. Además, el explorador inglés James
Cook había disipado las ilusiones de Maupertuis ―según Unanue― al reducir
las supuestas extensiones de Nueva Zelanda a un conjunto de islotes.
Abusando del modesto título de filósofo, combate las más santas verdades y
los más bien recibidos principios. Sus ardientes declaraciones, sus
descubiertas impiedades, sus paradojas y sus invectivas, hicieron de esta obra
un objeto de justa censura (Jovellanos, 1859, II: 534).
Sin embargo, siguiendo los postulados del filósofo francés, Unanue, sugiere el
desarrollo del comercio como elemento positivo y civilizador. Pero Unanue
solo se limita a sacar provecho de sus conclusiones sobre el comercio,
247
planteando una alternativa para civilizar y explotar mejor a los pueblos de
la selva.
Es difícil determinar si Unanue tuvo acceso a textos del escocés Smith; sin
embargo, poca duda cabe sobre su conocimiento del francés Montesquieu.
Para ese entonces, El espíritu de las leyes era moneda corriente en Europa e
incluso muchas veces citado por Viscardo y Guzmán. Sin embargo, la negativa
de hacer explícito el nombre de Montesquieu se explica por la defensa que
hace el filósofo de la religión protestante. En cambio el Abate Raynal era
católico y había sido el director del Mercure de France en 1750, algo que
relaciona directamente a Unanue con la actividad periodística y la postura
frente a la religión. Pero, incluso en este caso, Unanue se muestra contrario a
las ideas de Raynal, por las críticas que este hace contra el despotismo. En
contraposición, revalora las Reflexiones imparciales sobre la humanidad de los
españoles en las indias, escrita por el jesuita Juan Nuix y traducida al español
en 1782. Este libro representa una crítica frontal contra Las Casas, Raynal,
Robertson, entre otros autores críticos de la tiranía española.
248
engrosaba la lista prohibida de la inquisición en España desde 1759. En
varios momentos la referencia a la Enciclopedia es positiva, sobre todo como
empresa símbolo de los nuevos conocimientos científicos, pero, en otros, los
mercuristas son críticos de algunas publicaciones. Unanue, por ejemplo,
discute con los enciclopedistas en su Idea general de de los monumentos del
antiguo Perú . Critica a los autores del artículo América, quienes negaban los
caminos abiertos por en medio de las cordilleras MP, I, 1791: 205). Según
los enciclopedistas, esta era una mentira más que buscaba enaltecer a los
pueblos incivilizados de América.
El autor del artículo América no era una sola persona, pues, este no sólo se
fue ampliando desde la primera edición de la Enciclopedia, sino, en la tercera
edición, que data de 1788, está dividido en dos partes; la primera parte
firmada por D. P., por lo que se le ha relacionado con De Paw y la segunda
parte, que lleva el subtítulo )ndagaciones geográficas & críticas sobre la
posición de los sitios septentrionales de América , está firmada por E. y se le
atribuye a M. abad de la Chapelle (Díaz de la Serna, 2009). El holandés De
Paw, asiduo colaborador de la Enciclopedia de Diderot, siempre despertaba
sentimientos encontrados entre los mercuristas por los adjetivos negativos
sobre los nacidos en América.
Baquíjano y Carrillo
Baquíjano es también un asiduo lector de autores ilustrados. Sin embargo, en
el Mercurio Peruano ya no muestra el mismo atrevimiento que evidenció en el
Elogio a Jáuregui, censurado, y confiscado por el gobierno, sino una
moderación que, posteriormente, irá camino al conservadurismo conforme
avanzaba su edad.
249
como a cronistas españoles no debe generar ningún impacto, dada la
esmerada formación que tiene Baquíjano en humanidades; sin embargo, sí
atrae nuestra atención la cercanía de sus ideas con la fisiocracia y el
liberalismo clásico con el que se le ha relacionado comúnmente.
250
del filósofo francés, sino su temor por la vehemencia, audacia e intrepidez
crítica de sus principios republicanos. Baquíjano distorsiona adrede las
propuestas roussonianas de la vida libre (acorde con la naturaleza) al
presentarlas como admiración por la vida primitiva y salvaje. Es conciente
que para llevar a cabo esta nueva forma de existencia, de acuerdo a la
naturaleza humana, es decir, sin ambiciones ya que el hombre nace bueno, la
humanidad tenía que transformar su modo de vida, fundar una nueva
sociedad, derribar la estructura misma de las costumbres y los regímenes
políticos. Todo ello le parecía una utopía que, sin embargo, podía ser capaz de
encandilar a muchos. Baquíjano las considera banales y peligrosas.
Otros autores
Los mercuristas no hacen mucha diferencia entre autores, siempre que
convenga a los intereses que defienden; sin embargo, cuando las diferencias
son evidentes, suelen criticar con dureza. Más aún cuando se trata de ciertos
filósofos libertinos, que ponen en duda la existencia de Dios, es decir, los
ateístas. A ellos, Rossi, en su Humanidad contraída a la caridad cristiana , les
llamaba ciegos ante la luz eterna de la divinidad . Filosofastros incapaces
de comprender que:
251
dentro de estos ateístas , había un par de autores a quienes Feijóo, bastante
conocido y respetado por los mercuristas, había atacado con acritud.
Hablamos de Maquiavelo y Hobbes, autores a los que recurrían los
mercuristas cuando era necesario. Pero, temerosos de ser calificados como
deístas o ateístas, nunca hacen citas directas.
252
Por su parte, Pedro Nolasco Crespo, el mercurista defensor de la cultura
incaica y del sistema aristotélico-tolemaico, criticaba el afán del padre
Fernando Cevallos y Mier —autor de La falsa filosofía, o el ateísmo,
materialismo y demás nuevas sectas convencidas de crimen de Estado contra
los soberanos y sus regalías… (Madrid, 1774-1776)— por combatir a
Bartolomé de las Casas y librar a los conquistadores de las acusaciones. Sin
embargo, reconoce a Cevallos como un Gerónimo autor , es decir, sagrado,
máxima autoridad de la Iglesia y de la filosofía de su tiempo.
253
El elogio de Crespo a Cevallos, confirma la postura antiilustrada que tenía
este mercurista, que no solo se oponía al sistema copernicano, sino a todo lo
que olía a sospechoso (propuestas e ideas ilustradas). Nadando en la misma
orilla que Crespo, identificamos nombres como Cerdán Pontero, Méndez y
Lachica (oidor y abogado de la Audiencia de Lima, respectivamente) y un
grupo de religiosos en los que figuran González Laguna, Gerónimo Calatayud,
Joseph Ignacio de Lequanda, entre otros.
254
Por otro lado, sus fuentes de información suelen ser periódicos, memorias y
diccionarios. Así tenemos: Gaceta de Madrid, Mercurio de Francia, Memorial
literario de Madrid y Memorias de la Academia de Ciencias de París, etc.
De los ilustrados europeos fuera de Francia, más éxito tienen los ingleses,
alemanes e italianos. Así encontramos a Newton (el más elogiado de todos los
ingleses, sobre todo por Unanue, Rossi y Rubí, Cerdán y Baquíjano), Pope,
Pierre Bayle, Leibniz, Galileo, Lineo, Euler, Kepler, etc. Es decir, toda una serie
de autores alimentaron las ideas de los redactores del Mercurio Peruano.
Autores clásicos, cristianos, ateístas, permitidos, prohibidos, peligrosos ,
modernos, antiguos, ilustrados y conservadores. Sin embargo, leer todo tipo
de autores, como es propio del hombre moderno, no necesariamente les
convirtió en ilustrados. Si sacamos a tres socios redactores (Rossi y Rubí,
Unanue y Baquíjano), el Mercurio no solo se tambalea, cayendo en la
ramplonería, como diría el padre Cisneros, sino que amenaza con retroceder
un siglo.
255
En su carta sobre la música, un autor que firma como T. J. C y P., identificado
por el musicólogo peruano-francés Andrés Sas Orchassal (1972, I: 71), como
Toribio José del Campo y Pando, cita a d Alembert para hacer referencia a la
ciencia de la música, tratando de apoyarse en un sólido pilar teórico para
refutar el artículo de Rossi y Rubí: Rasgo remitido por La Sociedad Poética
sobre la M’sica en general, y particularmente de los Yaravíes Mercurio
101)98.
Pero en la ciencia Musical, según Alembert: en este divino Arte, encanto del
racional, descanso del ave, domador del bruto, asombro del Geómetra, uso del
Ángel, entretenimiento de la Gloria, no ha faltado perfectos conocedores. (MP,
IV, 1792: 110).
[…] la m’sica es una ciencia y las reglas de la m’sica sólo pueden establecerse
con ayuda de las matemáticas; las reglas establecidas deben derivar de un
principio evidente y simple [...]. [La m’sica] es un lenguaje privilegiado, que
expresa emociones y sentimientos, y también la unidad, divina y racional, del
mundo Cit. en (ernández Alonso, s/f. .
98María del Rosario Solís, en un trabajo riguroso, ha demostrado la autoría de Rossi y Rubí que
utilizaba el anonimato con la intención de atraer y forjar un lector ilustrado : .
256
Contra ello, d Alembert sentenciaba: solo la experiencia tiene que ser el
fundamento [de la teoría musical]; solo observando los hechos,
confrontándolos entre sí, se podrá llegar al fin deseado de delinear una
exacta, completa y clara teoría sobre la m’sica cit. en Fubini Enrico, :
79). Estas palabras serán celebradas por el propio Rousseau quien, en su
Diccionario de música [1768], en un lenguaje agudo, entierra la figura viva de
Rameau:
Esto era urgente, seg’n este autor, porque mucho mediocre mancha el papel
con el testimonio de su ignorancia MP, IV, 1792: 111). Después de su
mordaz crítica, asume la división de d Alembert, es decir, las dos partes
esenciales de que consta este arte: melodía y armonía produciendo con su
enlace los primores de que es capaz MP, IV, 1792: 116).
257
El músico, aunque compartía la visión negativa sobre los antiguos peruanos,
demostrando una cercanía a De Paw y Robertson, reconocía que el indio
había sido capaz de crear una melodía , un perfecto drama musical. Una
tragedia que:
Como se ve, los libros y autores ilustrados estaban muy difundidos, incluso
en el mundo artístico. Igual ocurría en el campo político, filosófico y
científico. Lo cual demuestra que en tiempos de relativa calma y permisión,
donde la Inquisición tuvo un papel menor—desde mediados del siglo XVIII
hasta el inicio de la Revolución francesa—, los libros y autores ilustrados
inundaron los estantes de la élite intelectual hispanoamericana. Sin embargo,
como hemos demostrado, los mercuristas, conocedores de estos textos y
autores no adoptan su ideología, sino solo algunas propuestas aisladas.
258
asedio que sufre el periódico por parte del gobierno por la actitud sediciosa
de los mercuristas.
Desde José de la Riva Agüero, Raúl Porras, Jorge Basadre, Pablo Macera, José
de la Puente hasta Clément99, la visión de los mercuristas como precursores
de la independencia ha sido una tesis no solo defendida, sino necesaria para
formar conciencia de nación creando héroes y precursores, en un país que
siente verg“enza de haber esperado a libertadores extranjeros. Si bien
estas ideas han sido menguadas o desmitificadas por investigaciones como
las de O Phelan y Duran Florez (1985) —que reivindican
movimientos separatistas tempranos en el sur andino—, también es verdad
que no han podido demostrar una ligazón con el enciclopedismo o con los
ideales de la Revolución francesa (Rodríguez, 2006: 315).
99 El caso de Clément resulta anecdótico, pues, después de navegar por un océano lleno de mitos
infundados en el que se reafirma en una postura crítica, finalmente ahoga sus conclusiones en la
arena política, buscando conciliar con la historiografía nacionalista.
259
Sorprende cómo el patriotismo y el nacionalismo han alimentado los idearios
de la historiografía peruana. Sin embargo, esta propulsión propagandística
por buscar construir una nación es comprensible en países como el nuestro,
donde la nación sigue siendo una entelequia, un ensueño con intereses
diversos, por eso mismo, aún no concretizado plenamente.
260
con la sinfonía de la historia nacionalista, ensaya una defensa a partir de
Voltaire, quien sostiene que la patria es el suelo donde se vive, se cultiva y
donde se tiene voz. De inmediato cae en una encrucijada, pues, existen
millones que no tienen voz; ante esta disyuntiva, concluye con el filósofo
francés: en la patria hay varios millones de hombres que no tienen patria
(Clément 1997: 238)100.
100 La cita textual de Voltaire dice: …en la patria, que es algo extensa, se encuentran
frecuentemente millones de hombres que no tienen patria. Voltaire, :
101 Esta edición es la que utilizaron los mercuristas. Ver la cita que hace de ella Rossi y Rubí en el
261
nacimiento. Las siguientes ediciones mantendrán el formato de 1784 e
incluso los mismos significados hasta 1822. Ese año se hacen ciertas
modificaciones insignificantes, por lo que la vieja definición sobrevive hasta
. Por patria se entendía el lugar, ciudad, o país en que se ha nacido
(DRAE, 1784: 711); en ese sentido era equivalente tanto de país como de
paisano: el que es de un mismo país, provincia, o lugar que otro, otros.
Conterranéus, concivis DRAE, : .
En el Mercurio, esta polisemia, hace referencia tanto a una ciudad como Lima,
como al virreinato peruano y, al mismo tiempo, al imperio español. Patria y
nación determinan tanto la identificación con el lugar de nacimiento como la
relación con el poder político. En este último sentido, sin embargo, en ningún
momento se refiere al Perú (como una propuesta política independentista),
sino a la Monarquía española en su conjunto.
262
Rodríguez (2006) sostiene que la lectura ilustrada que presentan los
mercuristas, si bien no propició una conciencia independentista, sí favoreció
una cultura política que, puesta al servicio del virreinato peruano, reivindicó
las riquezas del territorio, en detrimento de las loas a las hazañas religiosas y
militares de tiempos de la conquista como hicieron los criollos de los siglos
XVI y XVII. Ello dio como resultados líneas por las que ha transitado el
desarrollo político, económico y social de la siguiente centuria (2006: 315).
La relación que hace Velásquez sobre la patria ilustrada tiene directa afinidad
con Voltaire para quien un buen patriota es aquel que desea que el lugar
donde ha nacido se enriquezca por medio del comercio, y sea poderosa por
medio de las armas (Voltaire, 1958: 487) y sirva al bienestar de sus
263
habitantes. Empero, en el Mercurio, a la cabeza, como ejemplo de buen
patriota y hombre ilustrado, recurrentemente encontramos al Rey y al virrey.
Por ello, se puede concluir que el patriotismo y nacionalismo de los
mercuristas es promonárquico y prohispánico, pues no existe referencia a
una comunidad política imaginada separada de España, en menor medida
lejana de la Monarquía como forma de gobierno.
El Mercurio y el nacionalismo
Este error, en relación al patriotismo, se acrecienta cuando analizamos el
nacionalismo. Como dice Hobsbawm, el nacionalismo antecede a la formación
de la nación (1998: 18). El proyecto, en sus inicios, es defendido por las élites
locales (fase A). En el caso de las colonias este papel se atribuye a las élites
criollas (de cualquier parte del mundo). Luego, la propaganda tiene que ser
difundida a las masas (fase B). La recepción e identificación de las masas con
el proyecto nacionalista representa la fase C. El paso de la fase B a la C es el
más decisivo para la formación de una nación, esto es, la identificación de las
masas con el proyecto nacionalista de las élites. Generalmente esto ocurre
después de la formación del estado nacional. En otros casos, como en los
países de la periferia ni siquiera entonces ocurre tal identificación (1998: 20).
264
abajo pierde sentido y terminamos alimentando ambiciones nacionalistas en
la misma forma que los sacerdotes difunden la religión.
265
que no aporta al problema. Algunos mercuristas, como Unanue, Baquíjano,
Crespo y Larrinaga (invitado) se reconocían nacidos en América, pero no por
ello defendían un nacionalismo americano o peruano, como sí lo pensaron,
por esos mismos años, Viscardo y Guzmán para Hispanoamérica y Clavijero
para el caso mexicano. Los redactores del Mercurio, incluidos Unanue y
Baquíjano, reconocían como única nación, entendida en el sentido político, a
la española y su gobierno monárquico.
Todo lo contrario, los mercuristas son fieles defensores del trono y el altar. Lo
cual es explicable, además, porque buena parte de sus colaboradores y
redactores son peninsulares o extranjeros al servicio del Estado como el
milanés Rossi y Rubí, el ascendiente francés Coquette, o el Dr. Crespo, nacido
en la actual Argentina, etc. Es decir, los mercuristas, no aportan mucho al
nacionalismo criollo, que sigue siendo endeble para finales del siglo XVIII, en
comparación a otras regiones, en especial al virreinato de Nueva España.
266
Es verdad que los mercuristas revaloran lo americano frente a las críticas de
los ilustrados; pero ello, más que una defensa de un nacionalismo, significaba
una defensa propia, de su condición de vasallos del rey, en igualdad de
condiciones que los nacidos en Europa. El más certero ataque, por eso, se
fragua contra la muy difundida tesis de la influencia climática en las
capacidades físicas y mentales de los seres humanos. El holandés De Paw
presentaba a los americanos con un genio embrutecido cit. en Clément
1997: 248), y los propios españoles se encargarán de extender esas
características sobre los criollos. Sin embargo, la defensa de su condición no
se hace refutando y planteando una nueva visión de la ciencia, sino
aceptando la tesis climática, mantenida por Unanue en la publicación de sus
Observaciones sobre el clima de Lima [1806], donde sobrevive el
determinismo geográfico, por lo que Unanue busca presentar a esta parte del
mundo como uno de los mejores climas y tierras bendecidas por Dios, de
donde la corona debe sacar los mejores provechos.
267
censores MP, : , dice Demetrio Guasque. Todo ello, sumado con el
poco hábito por la lectura y el desinterés del gobierno por subvencionar un
periódico sabio en tiempos de crisis (guerra), causó la desaparición del
Mercurio Peruano, más no su postura sediciosa.
268
CONCLUSIONES
Las conclusiones a las que ha llegado esta investigación son las siguientes:
269
como Cerdán Pontero y Baquíjano o por los representantes del clero
como José Mariano Millán de Aguirre.
270
lecturas prohibidas. Cita textualmente a autores considerados
peligrosos como: Freret, Helvetius, Diderot, etc.; sin embargo, las citas
no son favorables, están dirigidas con un fin contrario: denunciar el
deísmo, el ateismo y toda lectura antirreligiosa. Unanue y Baquíjano
también citan una serie de autores prohibidos, unas veces para
criticarlos, otras para defender con ellos las propuestas de desarrollo,
como el comercio, en las que coinciden recurrentemente con
Montesquieu, cuya división de los poderes no comparten. Los demás
miembros de la Sociedad, dan muestras de leer libros en su mayoría
religiosos y son claramente defensores del tomismo, sobre todo de la
justicia distributiva tomista. En cambio, Hobbes es un autor no citado,
pero sus ideas son defendidas.
271
8. Finalmente, esta investigación demuestra lo inadecuado del título de
precursores que les dio la historiografía nacionalista a los
mercuristas, poniendo en evidencia con ello, la manipulación
historiográfica que obedecía a intenciones patrióticas en el periodo
republicano, especialmente en el siglo XX.
272
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En la causa criminal, que de mi orden ha instruido de oficio al señor Alcalde
del crimen Don Joseph Rezaval y Ugarte contra los rebeldes principales
Felipe Velasco Tupac Inga, Yupangui y Ciriaco Flores sobre el detestable
crimen de la conmoción y alzamiento, que empezó en el pueblo de la
Ascensión, y se extendió sucesivamente a otros lugares de la provincia de
(uarochirí (BNP-Devueltos por Chile-Papeles Varios, 19. Código:
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Terralla y Landa, natural de los reynos de España, y minero de S. M. (que Dios
guarde) en las provincias de Caxamarca, y Huamachuco. Para que se colocase
en el regio Pantheón en las excequias, que se solemnizaron en la Santa
275
Metropolitana, catedral Iglesia de esta muy ilustre ciudad de Lima, en los días
9. 10. Y 11 de agosto de 1789. Sácalo a luz Don Bartolomé de Meza teniente de
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