Química T1
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Química T1
QUÍMICA GENERAL I
Guía de estudio de los contenidos desarrollados en clase
Química y sociedad
Para convertirnos en profesionales de la química, debemos tomar conciencia de la presencia y
significación de nuestra disciplina en la sociedad. Dado que la Química es la ciencia que se ocupa del
estudio de la materia y de los cambios que puede experimentar, el mundo de la química abarca, todo
lo material a nuestro alrededor, y los avances en esta rama de la ciencia, han contribuido
significativamente a que la sociedad actual sea como es.
La práctica más antigua que se conoce de la Química está relacionada con la metalurgia, la alfarería
y el teñido de tejidos ya en el Neolítico y la Edad de los Metales, aunque no se tenía conocimientos
acerca de los principios implicados. La posesión de los metales extraídos de “piedras” daba un nuevo
poder a las personas para enfrentarse a la naturaleza. El desarrollo de aceros de calidad impulsó la
Revolución industrial, mejorando los transportes y la producción. El desarrollo de la industria
química en el siglo XX y XXI ha permitido transformar la agricultura. Los fertilizantes sintéticos han
contribuido y contribuyen decisivamente en la alimentación de la población mundial.
Avances fundamentales para la mejora de la calidad de vida como el desarrollo de polímeros para
los tejidos, el silicio de alta pureza para los ordenadores y móviles, los combustibles más eficientes
y renovables, las aleaciones ligeras para aviones y viajes espaciales… han sido posibles gracias al
desarrollo de la química. Otras áreas como la biología molecular y la ingeniería genética se nutren
también de los fundamentos de la química. La ubicuidad de la Química en las Ciencias Naturales
hace que sea considerada como una de las ciencias básicas, y frecuentemente incluso como la
Ciencia Central, ya que la Química tiene gran importancia en muchos campos del conocimiento,
En Egipto y Mesopotamia aparecieron las primeras ideas acerca de la estructura de la materia y de cómo se formó
todo, aunque fueron los filósofos griegos los primeros que desarrollaron las ideas básicas sobre elementos y
compuestos e introdujeron la idea de que todas las cosas estaban formadas por cuatro elementos, fuego, aire, agua
y tierra. La definición de Aristóteles de un cuerpo simple como “uno en el cual otros cuerpos pueden ser descompuestos
y el cual no puede ser dividido” está muy cercana a la definición moderna de elemento.
Con el comienzo de la Era Cristiana, en Alejandría las artes industriales egipcias antiguas y las especulaciones
filosóficas griegas fueron fusionadas en una nueva ciencia, la cual se asoció con el ocultismo y la magia. El interés
durante este período era la transmutación de metales en oro, la imitación de las piedras preciosas y la búsqueda del
elixir de la vida para obtener la inmortalidad. Los árabes denominaron a esta ciencia Alquimia y la dieron a conocer a
Europa desde Al-Andalus, donde los textos comenzaron a traducirse al latín alrededor del año 1100. La Alquimia fue
desarrollada durante la Edad Media y extensamente cultivada, aunque hubo algunos pensadores, como Avicena, que
refutaron su práctica y la teoría de la transmutación de los metales. La práctica de la Alquimia estuvo implantada
hasta la Edad Moderna, siendo Newton uno de los científicos que la cultivaron.
La Química como disciplina científica diferenciada de la pseudociencia de la Alquimia emergió de la mano del grupo
denominado Químicos de Oxford, compuesto por Robert Boyle, Robert Hooke y John Mayow. Boyle llevó a cabo
experimentos con gases, Hooke dio la primera explicación racional de la combustión, como una combinación con aire,
y Mayow estudió la respiración animal. Boyle (1627-1691) es a menudo conocido como el fundador de la Química
Moderna.
Sin embargo, muchos autores comparan la aportación de Antoine Lavoisier (1743-1794) a la Química con la de
Newton a la Física. Las contribuciones fundamentales de Lavoisier fueron el resultado del esfuerzo de ajustar todos
los experimentos dentro del marco de una teoría simple. Estableció el uso de la balanza química, desarrolló un nuevo
sistema de nomenclatura química y contribuyó al sistema métrico moderno. También trabajó en la traducción del
arcaico y técnico lenguaje de la Química a un lenguaje más sencillo que pudiera ser entendido por cualquiera, dando
lugar a un creciente interés por la Química del público en general.
Los avances que tuvieron lugar a partir de todos estos trabajos científicos, junto con la contribución de John Dalton
(quien desarrolló la teoría atómica de la materia) dio lugar a lo que se conoce como la Revolución Química. La madurez
de la Química Moderna llegó con el descubrimiento del químico alemán Friedrich Wöhler (1800-1882) de que muchas
sustancias naturales se podían obtener de manera sintética en los laboratorios.
El descubrimiento de los elementos químicos posee una larga historia desde los días de la Alquimia, y esta historia
culminó con la tabla periódica de los elementos propuesta por el químico ruso Dmitri Mendeleev (1834-1907) y la
obtención de elementos sintéticos.
El método científico
El sustantivo Scientia procede del verbo scire (saber) y etimológicamente ciencia equivale, pues,
a “el saber”. Sin embargo, hay saberes que no pertenecen a la ciencia, por ejemplo, el saber que
se califica de común, ordinario o vulgar y no se presentan como enunciados científicos.
Ciencia es un cuerpo de doctrina metódicamente ordenado,
que constituye un ramo particular de los conocimientos humanos.
Lo que diferencia a la ciencia de cualquier otra actividad intelectual es el procedimiento mediante
el cual se obtiene el conocimiento, basado en la observación controlada y sistemática de los
hechos, y su interpretación racional, proceso conocido como método científico.
La búsqueda de las claves de la naturaleza está basada en la observación experimental y no en
especulaciones mentales. Fue el filósofo inglés Francis Bacon (1561- 1626) el que describió el
método inductivo de razonamiento por primera vez, a partir del cual se desarrolló el método
científico. De acuerdo con esta doctrina de pensamiento, se pueden hacer predicciones válidas
acerca de futuros acontecimientos tomando como base experiencias pasadas. Existe otra
doctrina, conocida como razonamiento deductivo, la cual consiste en hacer una generalización
basándose en un cierto número de situaciones específicas.
El procedimiento del método científico puede estructurarse en las siguientes etapas:
Realizar observaciones. Los datos obtenidos en la investigación pueden ser de tipo cualitativo
(observaciones descriptivas acerca del sistema) y de tipo cuantitativo (números obtenidos al
realizar diversas mediciones del sistema). Cuando se realiza el mismo experimento varias
veces y se obtienen los mismos resultados, éstos se consideran reproducibles y constituyen
hechos científicos.
Realizar experimentos. Un experimento es la observación de algo bajo el control de una serie
de condiciones, de forma que pueda establecerse una conexión inequívoca entre causa y
efecto. La información que se obtiene permite decidir si la hipótesis de partida es confirmada
o refutada. Los experimentos proporcionan siempre nuevas observaciones y esto nos lleva de
nuevo al comienzo del proceso.
Formular hipótesis. Una hipótesis es una proposición expuesta como posible explicación de
una observación o predicción de un fenómeno. Debe ser confirmada en una amplia gama de
condiciones experimentales.
Postular una ley. Una vez que se haya reunido una cantidad suficiente de datos
experimentales, es aconsejable resumir la información en forma concisa, como una ley. Una
ley es una expresión concisa, matemática o verbal, de una relación que parece ser siempre la
misma en idénticas condiciones.
Desarrollar una teoría. Una vez que se ha postulado una ley los científicos intentan desarrollar
una teoría o modelo. Una teoría es un principio unificado que explica un gran número de
fenómenos observados que han sido convalidados mediante comprobación experimental.
Con el tiempo las teorías también hay que comprobarlas y posiblemente modificarlas o
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Química: Ciencia de la materia y sus cambios Química General I - Grado en Química
rechazarlas como resultado de nuevos experimentos. No hay que perder de vista que las
teorías son invenciones humanas que representan intentos para explicar el comportamiento
de la naturaleza en función de nuestras experiencias. Todo el proceso descrito queda recogido
en el siguiente esquema:
Es importante tener presente la diferencia entre ley y teoría. Una ley es el resumen de un
comportamiento medible (cuantificable), mientras que una teoría es la explicación de dicho
comportamiento. Una ley describe lo que sucede y una teoría es un modelo que intenta explicar por
qué sucede. Las teorías están siempre sujetas a modificaciones, ampliaciones y total o parcial
rechazo, según los datos experimentales disponibles, y no pueden considerarse perfectas sino como
la mejor forma de comprender los conocimientos actuales. Los científicos aceptan las teorías, pero
están preparados para modificarlas en cuanto aparezcan nuevos datos.
El desarrollo de la ciencia ha sido irregular y algunas veces ilógico. Los grandes descubrimientos suelen ser
producto de las contribuciones y experiencia acumulada de muchos investigadores, aunque el crédito por
haber formulado una ley o una teoría se otorga a un sólo individuo, en general. Existe, además, una cierta
dosis de suerte en los descubrimientos científicos. La historia de la ciencia está llena de casos en los que un
científico se encuentra de forma inesperada con un descubrimiento fruto de un hecho fortuito. Por ejemplo,
Kekulé soñó que una serpiente mordía su cola y se despertó imaginando la estructura cíclica de la molécula
de benceno, y Röntgen descubrió los rayos X porque dejó olvidada una pequeña pantalla fluorescente
destinada inicialmente para servir de detector en un tubo de rayos catódicos en un laboratorio contiguo al
que trabajaba. Pero, como afirmó Louis Pasteur, “en los campos de la observación, el azar elige solamente a
las mentes preparadas”.
La composición hace referencia a los componentes o partes de la materia y nos sirve para distinguir
sustancias puras y mezclas.
Sustancia pura: forma de materia con composición definida (constante) y propiedades físicas y
químicas características. Se trata de un único componente que puede ser elemento o compuesto
químico.
Un elemento es una sustancia pura que no se puede separar en sustancias más simples por
medios químicos. Hasta la fecha se han reconocido 118 elementos, de los cuales 83 se
encuentran de forma natural en la Tierra, y el resto se han obtenido en reactores nucleares.
Un compuesto es una sustancia formada por dos o más elementos combinados en proporciones
fijas. Se puede romper o dividir en los elementos de los que está formado mediante
procedimientos químicos convencionales.
La composición de una sustancia hace referencia a la cantidad relativa de cada uno de los
elementos químicos que contiene.
Mezcla: combinación de dos o más sustancias en proporciones variables, en la que todas las
sustancias conservan sus identidades químicas.
Las mezclas se clasifican en homogéneas, cuando la composición es la misma en todas sus
partes, y heterogéneas, cuando su composición no es uniforme. Cualquier mezcla se
puede formar y volver a separar en sus componentes puros por medios físicos, sin
cambiar la identidad de dichos componentes.
La composición de una mezcla se puede expresar en porcentajes de cada una de las sustancias
pura que la componen.
Las características distintivas de la materia son sus propiedades que pueden clasificarse en:
1. Propiedades físicas: Característica que se puede observar en un objeto sin que cambie
básicamente su identidad.
2. Propiedades químicas: Características que manifiesta la materia cuando cambia su
composición.
Un proceso en el cual un objeto cambia su apariencia física pero no su composición se denomina
cambio físico. Un proceso en el cual la materia que reacciona cambia su naturaleza básica o
composición se denomina cambio químico o reacción química.
Todas las propiedades de la materia que se pueden medir son, bien propiedades extensivas o bien
propiedades intensivas. El valor de una propiedad extensiva depende de la cantidad de materia
considerada. El valor de una propiedad intensiva no depende de cuánta materia se considere.
Química y energía
Se ha indicado que la Química se ocupa de la materia, sus transformaciones y la energía que se
pone en juego en ellas.
La energía no es una cualidad tangible, más bien puede considerarse una propiedad de la materia que se
reconoce por sus efectos y, por ello, se suele definir como la causa capaz de transformarse en trabajo
mecánico o como la capacidad para transferir calor. Pensando en los distintos tipos de energía posibles
(térmica, cinética, potencial química, rotacional, vibracional, …) se llega a la conclusión de que no puede
conocerse la cantidad exacta de energía que alberga un sistema, aunque sí que pueden medirse sus
variaciones para determinados procesos.
Función termodinámica de estado es una propiedad del sistema que tiene un valor definido para cada estado y que
es independiente de la forma como se ha alcanzado dicho estado. Magnitudes tales como la presión (P), el volumen
(V), la temperatura (T), la energía interna (E), la entalpía (H), la entropía (S), etc. son funciones de estado. Las
funciones de estado tienen dos propiedades o características fundamentales.
Cuando para un sistema dado se fijan los valores de unas cuantas funciones de estado, normalmente dos o tres,
automáticamente quedan fijados los valores de todas las demás.
Cuando las características de un sistema cambian, la magnitud de las funciones de estado también varía,
dependiendo solamente de los estados inicial y final del sistema, pero nunca de la forma como se ha producido
el cambio.
La elección de la entalpía para los químicos no es casual: su variación para un proceso químico
depende únicamente del estado inicial (reactivos) y del final (productos) y no del camino
seguido. Para la entalpía puesta en juego en las reacciones y otros procesos químicos o físicos, se
adopta por convenio el criterio de signos solidario con el sistema:
Proceso exotérmico y signo de ΔH negativo cuando durante el proceso el sistema libera energía.
Proceso endotérmico y signo de ΔH positivo si durante el proceso el sistema absorbe energía.
Asimismo, como consecuencia directa del cumplimiento del Primer Principio de la Termodinámica
(la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma) y del hecho de que H sea una función de
estado, se cumplen dos leyes:
Ley de Lavoisier - Laplace: la ganancia o pérdida de entalpía que acompaña a un determinado
proceso químico es de igual magnitud, pero de signo contrario, a la que va asociada al proceso
cuando éste se realiza en sentido inverso.
Ley de Hess o ley de la suma de calores: El intercambio calorífico realizado a presión constante en
un determinado proceso químico es el mismo tanto si el proceso se realiza en una sola etapa como
si tiene lugar en varias etapas.
Las unidades derivadas se forman a partir de las unidades básicas, como productos de potencias de
estas. Cuando este producto de potencias no incluye ningún factor numérico distinto de la unidad,
estas unidades derivadas se denominan coherentes. Algunas unidades derivadas reciben nombres
especiales, con objeto de expresar, en forma compacta, combinaciones frecuentemente utilizadas
de unidades básicas. Así ocurre, por ejemplo, con el julio, símbolo J, por definición igual a kg m2 s-2.
El SI no es estático, sino que, desde su establecimiento en 1960, evoluciona para adaptarse a los requisitos de
medición mundiales, cada vez más exigentes. El 20 de mayo de 2019 (día Mundial de la Metrología) entró en
vigor la última revisión. Esta revisión surgió para dar respuesta a las cada vez mayores exigencias científico-
tecnológicas, que requieren menores incertidumbres de medida en todos los campos. Esto garantiza desde
resultados de experimentos que confirmen hipótesis de teorías físicas, hasta el cumplimiento de las estrechas
tolerancias de fabricación exigidas hoy en día en la industria o en campos como el de las nanotecnologías.
El resultado de la revisión del SI es una definición más coherente que prescinde patrones materiales (como el
prototipo internacional del kilogramo, con posibilidad de pérdida y fuertes limitaciones de estabilidad a largo
plazo) y pasa a realizaciones prácticas más exactas, además de reproducibles en cualquier tiempo y lugar.
El uso de constantes de la naturaleza para definir las unidades de medida internacionales permitirá a la
comunidad científica y a la industria obtener y diseminar con mayor exactitud sus mediciones, desde las más
pequeñas hasta las más grandes, cumpliendo así con los requisitos de medición modernos. Vinculará además
con mayor precisión las mediciones a escala atómica y cuántica con las del nivel macroscópico.
Se asume que los valores numéricos de las constantes carecen de incertidumbre. Las unidades hercio (Hz),
julio (J), culombio (C), lumen (lm) y vatio (W) se relacionan con las unidades segundo (s), metro (m), kilogramo
(kg), amperio (A), kelvin (K), mol y candela (cd) por las expresiones Hz = s–1, J = m2 kg s–2, C = A s, lm = cd m2
m–2 = cd sr y W = m2 kg s–3.
Como se ha indicado, las cifras significativas son una forma de indicar la precisión del resultado, que
nunca puede ser mayor que las de los datos que se utilizaron para calcularlo. Por ello, es
importante determinar el número de cifras significativas que debemos usar en un resultado que
procede de determinadas operaciones matemáticas. Así,
En sumas y restas: El resultado debe expresarse con el mismo número de cifras decimales
que la magnitud con menos cifras decimales.
En multiplicaciones y divisiones: El resultado debe expresarse con tantas cifras significativas
como la magnitud que se conoce con menos precisión en el cálculo.
Dado que en ocasiones el número obtenido del cálculo puede tener más cifras que las que se
consideran significativas, debemos aplicar las reglas del redondeo:
1. Aumentar en uno el último dígito si el dígito eliminado es ≥ 5
2. Mantener el último dígito invariable si el dígito eliminado es < 5
Para finalizar debe tenerse en cuenta que los números exactos que proceden de definiciones o
contando objetos tienen un número infinito de cifras significativas.
Nota. Este documento se considera una guía para el estudio. Ha sido elaborado empleando la Bibliografía de la asignatura que está
publicada en la Guía docente correspondiente. No es exhaustiva y por tanto debe combinarse con las presentaciones y la
información expuestas en las clases presenciales, así como con el trabajo de revisión bibliográfica de cada estudiante.