Trastorno Histrionico.
Trastorno Histrionico.
Trastorno Histrionico.
Características Clínicas
Nivel comportamental:
Nivel fenomenológico
Autoimagen: Gregaria
Se consideran sociables, amigables, encantadores y estimulantes. Agradables e interesantes
para los demás. Utiliza la imagen para atraer a conocidos mediante el aspecto físico.
Nivel intrapsíquico
Nivel biofísico
La persona histriónica suele tener la creencia central de “yo soy inadecuado e incapaz de
manejar la vida por mi mismo”.
Llegan a la conclusión de que, puesto que son incapaces de cuidarse por sí mismos,
necesitan encontrar el modo de que otros las cuiden, emprendiendo activamente la
búsqueda de atención y aprobación, para asegurar que los demás satisfagan sus
necesidades.
Otra creencia básica del histriónico es la creencia de que es necesario que todos lo amen
por lo que hace, generando un fuerte temor al rechazo, cualquier indicio de rechazo es
devastador.
Se dejan arrastrar por el afecto aún cuando se sientan totalmente conectados congo mismos,
como no disponen de una integración cognitiva compleja, esas emociones indiferenciadas
pueden ser muy difíciles de controlar, lo que deja al sujeto a merced de estallidos y
explosiones.
Trastornos Asociados
Los siguientes son trastornos del Eje I que suelen darse con más frecuencia en la
personalidad histriónica.
Diagnóstico Diferencial
Historia Característica
Modelos Histriónicos paternos: Los niños aprenden a imitar todo aquello a lo que
están expuestos, aunque sea inconcientemente. Las actitudes y sentimientos
prevalentes y los comportamientos diarios incidentales que presentan los miembros
de una familia son un modelo que los niños en crecimiento imitan e integran antes
de que sean capaces de reconocerlos concientemente.
Procesos de Autoperpetuación
Generalmente los pacientes con THP han sido recompensados por la emocionalidad
extrema, por su atractivo físico, por su encanto, por la manipulación, por eso es importante
reforzarlos por la capacidad, asertividad y por la atención prestada a los detalles en la
terapia. El estilo de este paciente suele ser muy atractivo, y el relato dramático de ellos es
interesante, entretenido y absorbente; por eso es esencial que el terapeuta no quede tan
implicado en el drama y que sea conciente de los intentos de manipulación que hace éste
dentro de la terapia, para que así se puedan establecer límites claros y no recompensar esas
tentativas.
Intervención
El individuo con THP tiene que aprender a enfocar un problema por vez; establecer una
agenda de temas permite comenzar a enseñarle a centrar la atención en temas específicos
durante la sesión de la terapia. Claro que es importante dedicarle una parte de la sesión al
relato dramático (el terapeuta puede sacar partida de esa imaginación y drama para
cuestionar los pensamientos disfuncionales y estimular la modificación vivida de esas
imágenes) para que el paciente se sienta comprendido para luego trabajar sobre las metas
establecidas.
Los pacientes con THP suelen abandonar la terapia antes de que ocurran cambios
significativos, lo mismo que hacen con otras actividades y relaciones, ellos pasan a algo
que los entusiasme más. Por ello es importante retener a los pacientes con metas
significativas, especificas y concretas para ellos, que permitan beneficios mas o menos
inmediatos y otros a largo plazo. El terapeuta puede ayudar al paciente a definir las metas
con preguntas como: ¿qué le permitiría a usted afirmar que ha alcanzado su meta?, ¿qué es
exactamente lo que vería y sentiría de forma distinta, de que modo?, ¿por qué exactamente
quiere usted lograr esto?, y así hacer que el paciente fantasee sobre un modelo hipotético de
la persona en la que le gustaría convertirse.
Una vez establecidas las metas pueden enumerarse para enseñarle al paciente a centrar su
atención durante una sesión. Cuando el paciente divaga o se demora en detalles menudos el
terapeuta con suavidad e insistencia puede preguntarle que relación tiene ese tema con la
meta acordada.
Estas nuevas introspecciones pueden persuadir a los pacientes con THP para llevar a cabo
programas comportamentales en los que “prueban” estilos de comportamiento diferentes
para ver su efecto.
Una técnica cognitiva valiosa para mejorar la capacidad de control del individuo con
Trastorno Histriónico de la personalidad es la enumeración de ventajas y desventajas, la
cual es conveniente introducir al principio del tratamiento, en cuanto el paciente se resista a
mantener la atención sobre el tema acordado. De esta manera el terapeuta señala
coherentemente que el paciente puede elegir cómo pasar el tiempo de la terapia, pero que la
ventaja de ceñirse a la meta establecida consiste en que de tal modo es más probable
alcanzarla, estando así la decisión en manos del propio paciente.
Además de estas estrategias cognitivas, las personas con THD, pueden también mejorar su
capacidad para enfrentarse a las situaciones mediante el entrenamiento en habilidades
específicas de resolución de problemas; ya que pocas veces tiene conciencia de las
consecuencias antes de actuar, les resulta útil aprender lo que se ha denominado
“pensamiento de medios y fines”. Este procedimiento para la resolución de problemas
supone generar una variedad de soluciones posibles (medios) para un problema, y después
evaluar con exactitud las consecuencias probables (fines) de las diversas alternativas.
Otro de los cambios principales de la terapia cognitiva es que los sujetos sean más asertivos
y menos manipuladores. El proceso de entrenamiento en asertividad con pacientes
histriónicos supone algo más que ayudarles a aprender a comunicar sus deseos con mayor
claridad y eficacia. Consiste en ayudar al paciente a que preste atención a lo que quiere y a
iniciar el desarrollo de su sentido de identidad.
Una buena manera de empezar a construir un autoconcepto es que el paciente realice una
lista de cosas que conoce de sí mismo tan básicas como sus colores y comidas preferidas.
La elaboración de esta lista puede ser una tarea que acompañe el resto de la terapia y cada
vez que el paciente diga algo sobre sí mismo durante las sesiones como por ejemplo:
“Realmente detesto que me hagan esperar”, el terapeuta puede señalárselo y hacer que lo
añada a la lista.
Otro de los objetivos del entrenamiento asertivo es disminuir en estas personas el temor al
rechazo, ya que quedan paralizados frente a la posibilidad de que finalice una relación y
suelen estar convencidos de que los comportamientos asertivos directos (totalmente
contrarios al encanto “irresistible”, a las maniobras tímidas o exageradas de las que
normalmente dependen) facilitan que los demás les den la espalda. El posible rechazo
puede tratarse cognitivamente en la terapia imaginando cómo era la vida antes de una
relación concreta y qué podría hacer el paciente para sobrevivir en el futuro cuando una
relación terminará.
Por último los pacientes histriónicos tienen que aprender a cuestionar su supuesto
fundamental: La creencia “Soy inadecuado y para sobrevivr tengo que apoyarme en otros”.
Objetivos estratégicos:
Modalidades tácticas: