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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL

ECUADOR
FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS

ESCUELA DE SOCIOLOGÍA Y CIENCIAS POLÍTICAS

DISERTACIÓN PREVIA A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE SOCIÓLOGO


CON MENCIÓN EN DESARROLLO

“La licuefacción de la sexualidad: una aproximación a la


pansexualidad en la modernidad líquida”

NOMBRE:

SANDOVAL CALLE ANA ELISA

DIRECTORA:

Soc. Alejandra Delgado

QUITO, 2016
ÍNDICE DE CONTENIDOS

ÍNDICE DE CONTENIDOS............................................................................................................. I
AGRADECIMIENTOS ................................................................................................................. III
DEDICATORIA .......................................................................................................................... IV
INTRODUCCIÓN ........................................................................................................................ 1
CAPÍTULO I: .............................................................................................................................. 4
1.1. Modernidad sólida .............................................................................................................. 4

1.2. El paso de la modernidad sólida a la modernidad líquida .................................................. 6

1.2.1. Proceso de licuefacción de lo sólido ........................................................................... 7


1.3. Modernidad Líquida ............................................................................................................ 8

1.4. El cambio de percepción de espacio/ tiempo en la modernidad líquida ............................ 9

1.4.1. Espacio......................................................................................................................... 9
1.4.2. Los no- lugares........................................................................................................... 11
1.4.3. Tiempo....................................................................................................................... 13
1.5. El sentido de comunidad de las sociedades líquidas ........................................................ 14

1.5.1. Trabajo ...................................................................................................................... 17


1.6. La emancipación del individuo en la modernidad líquida................................................. 18

1.6.1. La contradicción de la libertad en la época moderna ............................................... 18


1.6.2. Individualidad del ser en la modernidad líquida ....................................................... 19
1.6.3. Identidad ................................................................................................................... 20
1.7. Vínculos humanos ............................................................................................................. 21

1.7.1. La fragilidad de los vínculos humanos....................................................................... 22


CAPÍTULO II: ........................................................................................................................... 24
LA SEXUALIDAD EN LA ÉPOCA MODERNA..................................................................................... 24

2.1.1 Sexo ........................................................................................................................... 24


2.1.2 Identidad sexual ........................................................................................................ 25
2.2 La sexualidad como principio de la cultura ......................................................................... 35

2.3 Proceso de licuefacción de la sexualidad: Sobre la Revolución Sexual (1960) ....................... 38


2.3.1 El sexo/género en la modernidad líquida ................................................................. 42
CAPÍTULO III: .......................................................................................................................... 49
LA PANSEXUALIDAD COMO IDENTIDAD DENTRO DE LA SOCIEDAD MODERNA LÍQUIDA ........... 49
3.1 Cambio en las posiciones heteronormativas y su influencia en la estructura de los vínculos
humanos en la sociedad moderna líquida. ................................................................................... 49

3.2. La pansexualidad dentro de las sociedades modernas. .................................................... 58

3.3. Perspectivas sociales respecto a la pansexualidad en la sociedad moderna líquida. ....... 62

CONCLUSIONES ...................................................................................................................... 67
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS................................................................................................ 69
AGRADECIMIENTOS

Agradezco infinitamente a mis padres Cleo y Patricio por su apoyo incondicional en cada
momento de mi vida, por enseñarme a volar, por su paciencia, comprensión y sobre todo
por tanto amor.

Quiero agradecer también a mis hermanos David y Pablo quienes siempre han estado
conmigo, por todo su cariño y ser un pilar fundamental en mi vida.

A mis abuelos, tíos, tías, a mi sobrino Tomás y demás familiares quienes siempre me han
alentado a seguir adelante y a cumplir mis metas.

A mis mejores amigos y amigas, ellos saben quiénes son.


DEDICATORIA

…A mi familia… Rafaela y Fer… por este y muchos logros más juntos… los amo!
INTRODUCCIÓN

En la presente investigación se abordará la pansexualidad como fenómeno de la


sociedad actual. Se analizarán las particularidades de la modernidad, donde no solo
cambian varias estructuras sociales sino también las referentes a la sexualidad. A lo largo
de la historia de la humanidad los nuevos conceptos y conductas que comprenden la
sexualidad no han sido aceptados en sus inicios generando polémicas sociales, la
pansexualidad no se escapa de ello en nuestra actualidad.

El pansexualismo se visibiliza en esta nueva época denominada “posmoderna”; pero el


aparecimiento de esta categoría y de muchas otras tienen su origen en la llamada
“Revolución Sexual”, hecho que se dio a mediados del siglo XX y tomó mucha fuerza y
representatividad en 1960 y 1980. La Revolución o liberación sexual no solo comprende
aspectos identitarios sino también abarca una serie de conflictos morales que se desarrollan
en cuanto al cuerpo y la libertad de cada individuo para elegir sobre este.

El tema de la pansexualidad no ha sido tratado a fondo, debido a que el término aun no


es muy conocido en todos los campos sociales; sin embargo, es una categoría que define a
personas que no se adaptan al término homosexual, bisexual, transgénero, etc., es por eso
que nace la curiosidad de hacer una investigación en la cual se pueda conocer cómo se fue
conformando esta categoría sexual y que tan aceptada es en la sociedad la cual se
caracteriza por intentar alejarse de las normatividades establecidas como son la
diferenciación de sexos y géneros. El término “pansexual” se utiliza para definir a las
personas que sienten atraídas hacia otros seres humanos en general sin discriminación
alguna por su preferencia sexual o su auto denominación dentro de las categorías varón o
mujer.

La perspectiva teórica desde la cual se analizará el objeto de estudio es la expuesta por


el sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman (1925). Los libros que tomaré como
principal referencia para este análisis son: “Modernidad Líquida” (2000) y “Amor Líquido”
(2003) en los cuales aborda el tema de las relaciones entre individuos en la sociedad

1
moderna, la cual ha impuesto a la condición humana cambios radicales que exigen repensar
los viejos conceptos que solían articularla.

El problema a tratar en este trabajo investigativo es si la sociedad moderna actual


posibilita el establecimiento de una identidad sexual que no se rija dentro de los marco
heteronormativos. Cabría entonces preguntarse ¿es la pansexualidad un producto de la
modernidad liquida? ¿Se puede definir a la pansexualidad como una identidad sexual?

El objetivo general de este trabajo investigativo es analizar la pansexualidad en la


modernidad en base al enfoque teórico de la liquidez. Como objetivos específicos se trazan
identificar las categorías teóricas de análisis sobre la modernidad líquida para entender el
cambio estructural de la sociedad moderna, analizar el cambio de la concepción de la
sexualidad en la época moderna a partir de la segunda mitad del siglo XX y determinar
cómo el cambio estructural de los vínculos humanos permiten el surgimiento de formas
alternativas de relacionamiento dentro de las sociedades modernas. Se realizará un estudio
exploratorio para determinar los referentes teóricos y metodológicos necesarios para
entender el objeto de estudio y abordar los aspectos sociales que permiten o no la
pensexualidad dentro de la modernidad.

En el Capítulo 1 la autora aborda la modernidad sólida, el paso de la modernidad sólida


a la líquida, el proceso de licuefacción de lo sólido, el cambio de la percepción espacio
tiempo, el sentido de comunidad y la emancipación de individuo en la sociedad líquida, los
vínculos humanos, se analiza la sexualidad como principio de cultura y la aceptación social.

En el Capítulo 2 se desarrolla la sexualidad en la época moderna, definiéndose los


conceptos de sexo e identidad sexual, el proceso de licuefacción de la sexualidad y el
abordaje de la Revolución Sexual en este marco; además la relación sexo/género y el amor
en la modernidad líquida.

En el Capítulo 3 se trata sobre la pansexualidad dentro de la sociedad moderna liquida,


analizando los cambios que se han dado en las posiciones heteronormativas y su influencia
en la estructura de los vínculos humanos en la sociedad así como las perspectivas sociales
respecto a la pansexualidad en la sociedad moderna líquida.

2
Si la sociedad ha sufrido un proceso de licuefacción y cambiado en muchos sentidos
deberíamos ser capaces de percibir la sexualidad desde una óptica diferente. Quizás la
pansexualidad tenga sus orígenes en la modernidad sólida o sea puramente el resultado de
la líquida.

3
CAPÍTULO I:

LA LICUEFACCIÓN DE LA MODERNIDAD.

La modernidad ha sufrido un proceso de licuefacción pasando desde la sólida


donde primaba el compromiso y lo estable a la líquida prevaleciendo lo efímero en
todas las esferas. Se abordarán las relaciones entre los seres humanos en el contexto
de la modernidad líquida, profundizando cómo se da el amor en la liquidez. La
aceptación social como definición y sus diferentes niveles son esenciales en la
comprensión de los procesos que se dan en el ámbito de la sociedad.

1.1. Modernidad sólida

Durante siglos las estructuras sociales se mantuvieron estables; los límites y


estándares instaurados por las mismas eran inalterables y hasta cierto punto también
incuestionables. La sociedad occidental estaba compuesta por instituciones rígidas
donde se valoraba lo perdurable, la unión, la tradición y la capacidad de
comprometerse a largo plazo. Instituciones sociales como el matrimonio y la familia
estaban creadas a partir de moldes que no dejaban lugar para la improvisación.
Precisamente por la rigidez de las instituciones sociales y por la naturaleza de los
valores que se enaltecían es por lo que el sociólogo Zygmunt Bauman califica a esa
época como la modernidad sólida. (Bauman Z. , 2011)

La modernidad sólida y sus múltiples características parecen tan lejanas a la


actualidad donde lo característico es precisamente lo contrario: lo efímero, lo mutable
y lo impredecible.

4
Hablar de lo sólido como categoría de análisis de la sociedad moderna es referirse
a una sociedad donde las estructuras se han mantenido fijas a lo largo del tiempo, una
sociedad donde se mantienen las tradiciones y se valora lo perdurable, donde se
establecen relaciones firmes y a largo plazo. (BAUMAN, 2005) Bauman, presenta
esta categoría de análisis usando la metáfora de lo sólido, como algo que no se
mueve, es permanente y no cambia.

Las instituciones presentes en la sociedad son un claro ejemplo de lo sólido, donde


la familia, la religión, la escuela, etc., son estructuras que se establecen en base a la
perdurabilidad de sus valores y tradiciones, en las cuales no hay espacio para la
improvisación todo está establecido y se deben seguir las normas respectivas para que
dicha institución funcione. Hablar de lo sólido es referirse a una superestructura que
siempre está en búsqueda de lo duradero, es decir intenta reproducir lo sólido para
que se mantenga a través del tiempo. (Bauman Z. , 2007)

Bauman menciona como gran ejemplo de la solidez a las fábricas fordistas y todo
lo que se configura entorno a ellas, ya que es un momento en la historia en la que
primaba la homogeneidad de la sociedad, el funcionamiento de la misma se daba
gracias a la rigidez del orden y al establecimiento de hábitos sedentarios que no
dejaban espacio a la incertidumbre. En este momento se cancela el tiempo y se
impone el espacio, lo grande y lo pesado representan todo lo sólido en la sociedad, en
tanto, en la etapa fordista había un objetivo claro de producción y generación de
capital. Esta concepción de la economía le imprimía a la sociedad un alto sentido de
aprovechamiento del tiempo, y todo sacrificio cobraba sentido en el trabajo, siendo
cada vez más sólido.

La solidez del trabajo (Safon, 2010) le ofrecía cierta seguridad a las personas, las
grandes fábricas y empresas eran un símbolo de estabilidad y solidez. Tanto es así
que es en esta etapa cuando se desarrollan varias empresas como los viajes turísticos,
fenómeno que supone el desplazamiento al mundo de otros con una intención de
descubrimiento, de intercambio y de contacto.

5
La anterior idea cobra sentido en las palabras escritas por Harvey (1999):

"el reconocimiento explícito de que producción en masa significaba consumo en


masa, de un nuevo sistema de reproducción de la fuerza de trabajo, de una nueva
política de control y gerencia del trabajo, una nueva estética y una nueva psicología,
en suma, un nuevo tipo de sociedad democrática, racionalizada, modernista y
populista" (pág. 120).

Ilustración 1: Modernidad Sólida

(Los retos de la educación en la modernidad líquida, 2005)

Elaboración: Ana Sandoval.

1.2. El paso de la modernidad sólida a la modernidad líquida

Blanco (2012) en su artículo sobre la modernidad líquida en la sociedad de la


información indica que en la transición de la modernidad sólida a la modernidad
líquida se dan cambios sustanciales en cuanto a las relaciones, el equilibrio, la
cooperación la institucionalización etc. Pasando cada una de ellas de un estado de

6
predicción, de visión del futuro a un comportamiento efímero, de distanciamiento,
donde es difícil pronosticar, donde prima el individualismo y la inestabilidad.

Según Bauman citado por Girón (2008) la modernidad sólida tenía un marcado
interés por el poder, el orden, erigiéndose ahora nuevos tiempos, los que procuran
entender una realidad distinta, que necesita ser descrita y pensada y objeto de crítica,
con un novedoso sistema epistemológico, que aún es objeto de estudio, búsquedas e
interpretaciones. Así mismo Bauman afirma que la modernización del individuo ha
transcurrido de manera evolutiva, compulsiva, obsesiva, continua y constante, y por
medio de esta evolución se ha llegado a la modernidad actual.

El tránsito de la modernidad sólida según Salazar (2007) a la modernidad líquida


es un movimiento que transforma al sujeto y su entorno. Los cambios más
significativos se evidencian en: las nuevas dimensiones de tiempo y espacio, capital y
trabajo, las nuevas configuraciones de la política y la sociedad, del consumo-
necesidad, deseo-anhelo, la redefinición de la comunidad-colectivos-individuo.

1.2.1. Proceso de licuefacción de lo sólido

La modernidad se encuentra en un estado de transición donde lo “sólido” se va


desintegrando, y las estructuras que antes eran funcionales se van quedando
obsoletas, Bauman denomina a este proceso como “licuefacción”. Los tiempos
modernos encontraron a los sólidos premodernos en un estado avanzado de
desintegración; y uno de los motivos más poderosos que estimulaba su disolución era
el deseo de descubrir o inventar una sociedad cuya solidez fuera duradera, en la que
se pudiera confiar y de la que se pudiera depender, volviendo al mundo predecible y
controlable. (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007, pág. 9). Sin embargo volver a
un estado sólido es improbable ya que se vive un cambio en donde lo público sobre
pasa lo privado y el tiempo y el espacio ya no son estáticos.

7
El punto más importante para entender este cambio es la relación entre tiempo y
espacio. La modernidad empieza cuando el espacio y el tiempo se separan de la
práctica vital entere sí. (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007, pág. 14). En la
modernidad el tiempo tiene historia ya que su capacidad de contención se amplía
permanentemente, es decir el tiempo tiene la capacidad de moverse a tanta velocidad
que permite la conquista del espacio, un ejemplo de esto es la tecnología, y sobre todo
el avance en la comunicación que permite que las distancias desaparezcan,
convirtiéndose en los nuevos poderes globales y en un instrumento de dominación.

En esta época casi es imperceptible el concepto de “cerca” o “lejos”, toda la


información está a nuestro alcance, es “instantánea”. En la modernidad líquida ya no
se dan las guerras por las conquistas de nuevos territorios sino más bien se busca
derribar esos muros que no permiten que fluyan los nuevos poderes globales.

1.3. Modernidad Líquida

Vivimos un tiempo líquido, señala Zygmunt Bauman, en el que ya no hay valores


sólidos sino volubles; en el que los modelos y estructuras sociales ya no perduran lo
suficiente como para enraizarse y gobernar las costumbres de los ciudadanos y en el
que, casi sin darnos cuenta, hemos ido sufriendo transformaciones y pérdidas como la
renuncia al pensamiento, la separación del poder y la política en un mundo en el que
el verdadero Estado es el dinero y, entre otros dramas, la renuncia a la memoria,
puesto que “el olvido se presenta como condición del éxito”. (Bauman Z. , 2007)

Después del proceso de licuefacción la sociedad empieza a vivir una etapa


distópica ya que Bauman considera que es un momento donde los vínculos humanos
son frágiles y no se sostienen en el tiempo ni el espacio, en donde todo se mueve
demasiado rápido, es así que utiliza la metáfora de lo líquido, porque es algo que no
se mantiene, no se sostiene y fluye con facilidad, es una época donde lo pequeño, lo
liviano, lo más portable significa ahora mejora y progreso. (Bauman Z. , Modernidad
Líquida, 2007, pág. 19). Desde cualquier ámbito que se mire ya sea económico,
político, cultural, social, etc., las estructuras se ven afectadas por este nuevo orden

8
mundial donde el flujo del tiempo es el que va construyendo y dando formas a nuevas
estructuras sistémicas donde se pone fin a la vida del individuo y prima la
importancia por la comunidad virtual, aquella donde cada vez se dan más relaciones,
pero menos contacto físico, donde el tiempo y el espacio cambian de significado y
prevalece la rapidez y facilidad con la que se establecen los nuevos vínculos
humanos; siendo estos más distantes y cortos.

Ilustración 2: Modernidad Líquida

Fuente: Modificado de Bauman (Los retos de la educación en la modernidad líquida,


2005)

1.4. El cambio de percepción de espacio/ tiempo en la modernidad líquida

1.4.1. Espacio

9
Un espacio cuya definición, “extensión que contiene toda la materia existente”,
encuentra en su etimología, una significación en verdad interesante (Real Academia
de la Lengua Española, 1992).

Por su parte Lescano ( 2011) aporta una nueva visión del espacio, el espacio
virtual, presenta una novedad ciertamente resonante que es la de permitir la
invisibilidad de los comunicadores-navegadores: De alguna forma se está sin estar, o
se está sin saber dónde se está. Esta definición aproxima a la idea de clandestinidad,
calidad de clandestino y por esto último, secreta, oculta. Se manifiesta una cierta
protección de emisor y receptor al establecer una vinculación online. Es una
experimentación máxima de libertad comunicativa, y a su vez capacidad de engaño y
desvirtuación de la realidad. O sea tal rasgo aproximaría y alejaría a la vez.

En razón con lo antes expuesto se pueden considerar los siguientes aspectos


relacionados con la nueva concepción del espacio:

1- La revolución tecnológica acaecida particularmente con Internet y la


aparición del espacio virtual.
2- La movilidad poblacional.
3- La posibilidad de constituir diversos domicilios y/ o lugares de residencia o
ninguno.
4- Los cambios experimentados en el ámbito económico.

La globalización y el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la


Comunicación según Castells (1997 ) han influido de manera activa en los cambios
sociales que se experimentan, incluyendo la dimensión espacial. La nueva dimensión
espacial se distingue por la potencia de un espacio electrónico que se entrelazan a
través de nodos que generan la gestión. Esta perspectiva va más allá del simple
espacio físico. La nueva ciudad globalizada se define ahora como una red que se
extiende en todo el planeta. Es un sistema interactivo al cual deben adaptarse
constantemente empresas, ciudadanos y ciudades.

10
Por mucho tiempo el espacio fue un elemento muy importante en el accionar
humano, años atrás la conquista del espacio representaba el poder, mientras más
grande era el territorio que se poseía se engrandecía el dominio de gobiernos,
personas, etc., el espacio inmóvil y amplio es una de las características de la
modernidad sólida, donde se muestra lo pesado y que establece a través de los años.
Hoy, el espacio ya no limita la acción ni sus efectos, de hecho han perdido
importancia en el mundo moderno (líquido). En la sociedad moderna el espacio está
definido por dos aspectos que moderan la vida de los individuos, son dos grandes
esferas que comprometen sus acciones para determinadas situaciones, estos son, el
espacio público y el privado, entre estas dos esferas se conforma lo que conocemos
comunidad. De acuerdo con Bauman, el espacio se conforma de tal manera que se
convierte en una estrategia de vida racional, es decir, los vínculos sociales que se
desarrollan dentro de este espacio permiten que la convivencia se llevadera tanto para
unos como para otros.

El espacio privado abarca todo lo íntimo, el comportamiento de cada ser que no


está expuesto a la sociedad entera, sin embargo el ámbito de lo privado cada vez se
vuelve imperceptible ya que nuestras vidas y sobre todo de figuras públicas están
expuestas a las críticas y opiniones de los demás. Por otro lado un aspecto
característico de las sociedades líquidas es la “civilidad” que responde al espacio
donde las personas pueden compartir con otras personas sin intimidar, vivir en
civilidad o en comunidad significa que existen miles de extraños con probabilidades
de conocerse.

Las nuevas entidades sociales, nuevos espacios, nuevas denominaciones han


aparecido en la modernidad líquida y una de ellas alude a la expresión “no lugares”.

1.4.2. Los no- lugares

El espacio virtual, menciona Lescano ( 2011) está incorporado a la vida cotidiana


de la sociedad moderna líquida. Este espacio, de algún modo es el “no lugar” por

11
excelencia del siglo XXI. En el no- lugar se muestra un hombre exiliado como modo
de escapar o de salvarse de la realidad.

Auge respecto a los no –lugares señaló:

Los no lugares son espacios contemporáneos de confluencia


anónimos, donde personas en tránsito deben instalarse durante algún
tiempo de espera, sea a la salida del avión, del tren o del metro que ha
de llegar. Apenas permiten un furtivo cruce de miradas entre personas
que nunca más se encontrarán. Los no lugares convierten a los
ciudadanos en meros elementos de conjuntos que se forman y
deshacen al azar y son simbólicos de la condición humana actual y
más aún del futuro. El usuario mantiene con estos no lugares una
relación contractual establecida por el billete de tren o de avión y no
tiene en ellos más personalidad que la documentada en su tarjeta de
identidad. (2000, págs. 25-26) .

Los no – lugares son espacios públicos en los cuales es inevitable el encuentro con
extraños, son espacios despojados de expresiones simbólicas y de identidad, los
centros comerciales son un gran ejemplo de estos lugares, promueven la
individualidad, el consumo y sobre todo permiten la acción de los individuos sin la
necesidad de interactuar a menos que sea estrictamente necesario, estos centros de
consumo son la muestra perfecta del equilibrio que hay entre libertad y seguridad,
estos espacios ofrecen al consumidor la certeza de que dentro de ellos no corren
ningún peligro y son libres de moverse dentro de los mismos. Estos centros de
consumo muestran la fluidez con que se desarrollan los vínculos sociales, los cuales
excluyen la necesidad de comunicación y compromiso mutuo.

El “no lugar” es un tipo de lugar en donde lo que se habría producido es retornar a


esa idea de re-apropiación del sí mismo que parecería ser habría desaparecido o al
menos debilitado en el espacio no virtual. Así el hombre se encontraría nuevamente

12
ante un modo de nombrarse, una tipo de ratificación identitaria del siglo XXI
(Lescano, 2011, pág. 207) .

1.4.3. Tiempo

La concepción del tiempo en la modernidad dio un giro total, según Bauman, con
la llegada de la modernidad es cuando el tiempo empieza a tener historia, a partir de
este momento de la historia de la sociedad el tiempo se desprende del espacio, las
barreras desaparecen y empieza a tomar ventaja, el tiempo se convierte en una
herramienta generadora de poder y permite ampliar los límites de la ambición
humana.

En la modernidad pesada, el tiempo pasaba desapercibido, las actividades de las


personas eran tan rutinarias que permitían el funcionamiento del sistema económico y
por ende laboral, todos los procesos estaban sometidos a una lógica homogénea, en
cierta manera se podría decir que habían logrado domesticar el tiempo. Con el avance
de la tecnología, el concepto del tiempo adquiere importancia, por ejemplo, todo el
tiempo que me toma llegar a pie al trabajo es demasiado cuando podría usar un auto
llegar más rápido, más temprano y aprovechar mejor mi tiempo laboral.

Si se analiza el tiempo de la sociedad industrial, (Perez, 2013) se podrá constatar


que esta categoría establecía una relación con muchos otros elementos de la vida de
las personas. La perspectiva de resolución de problemas era un asunto del estado
donde el tiempo, más que nunca, fue un indicador de efectividad y oportunidad. Por
otro lado, en la sociedad industrial era importante pronosticar y predecir el futuro,
todo se manejaba con una visión a largo plazo. La durabilidad y la perdurabilidad son
valoradas como símbolo de seguridad y estabilidad en esta época y están relacionados
estos elementos con la idea de planificación y la cultura de ahorro, dado por la
preocupación por el tiempo futuro.

13
El ahorro del tiempo gracias a la tecnología modifica las rutinas y las actividades
de los individuos, se sobre valoriza la “instantaneidad” y la satisfacción inmediata de
las necesidades que tenemos como personas consumidoras, la duración de las cosas (y
de las personas) deja de ser un valor y se convierte en un defecto. El sistema
económico y el capital se mueven con tal rapidez que perder el tiempo significa
perder dinero por tal motivo se elimina el tiempo improductivo y se promueve la
fluidez financiera.

El tiempo es un factor que también modifica las relaciones personales, ya que


sobre pasa las barreras territoriales y gracias al internet las personas pueden estar en
contacto sin la necesidad de tomarse el tiempo de viajar para visitar a alguien; a más
de toda la información “instantánea” que se recibe a diario por parte de los medios, se
puede conocer el mundo desde un escritorio. Se puede tener una (o varias) parejas a
través de una pantalla con tal de conseguir satisfacción inmediata.

En la modernidad líquida según Vásquez (2008) resulta atinado comparar la


categoría tiempo con la imagen de la espuma, marcado por la creciente diversidad de
modelos y estilos de vida, que condiciona una visión antropológica y filosófica del
mundo diferente. La espuma muestra la naturaleza del mundo en el que hoy se
mueven los individuos, efímera, volátil, dispareja, banal, alejada ya de las tradiciones
sociales.

1.5. El sentido de comunidad de las sociedades líquidas

La comunidad ha existido desde siempre, es un espacio que une a sus miembros,


los mismos que comparten una historia, costumbres, leguaje, educación (Bauman Z. ,
Modernidad Líquida, 2007), etc., es decir, sus valores son perdurables a lo largo del
tiempo pero ¿qué pasa con la comunidad en este momento de liquidez?, vivir en
comunidad significa tener un refugio seguro de la incertidumbre que provoca la
modernidad, la comunidad hoy en día surge como reacción a la licuefacción de los
valores y costumbres, es lo que ejerce una fuerza coercitiva para que los miembros
de esta se mantengan unidos.

14
Una de las características más fuertes de la comunidad es que provocan un sentido
de pertenencia entre las personas que forman parte de ella, además como su tarea es
mantener a la colectividad segura de cierta manera niega la libertad de elección
individual, es por eso que se va desintegrando porque se produce un desequilibrio
entre dicha libertad individual y la seguridad que se supone que ésta provee.

Es así que la comunidad lucha por defenderse de los peligros de la vida urbana, la
cual se caracteriza por la fragilidad de los vínculos entre las personas, en donde las
instituciones se han vuelto incluso más efímeras que la vida misma y que muestra su
falta de seguridad, es por eso que intenta crear entre las personas la imagen de ser una
esfera donde “nosotros” nos conocemos (sin la necesidad de intimar) y nos protege de
los “otros” ya que esto es lo que más preocupa a la comunidad, la presencia de
extraños, los que son diferentes a “nosotros”, la comunidad intenta mantener los
vínculos humanos sin invisibilizar las diferencias que hay entre los miembros porque
eso los dota de identidad.

Sánchez (1997) menciona que en la era del Internet, las comunidades virtuales
establecen un nuevo entramado de relaciones sociales, de las que muchas personas,
empresas, instituciones forman parte como efecto inevitable del desarrollo y la
sociedad de la información. Se establecen en ella espacios de naturaleza impersonal
y anónimos en muchos casos, por lo que aleja a los individuos del contacto humano.
Estos cambios han devenido en el resurgir de una sociedad donde priman los medios
de comunicación, ya que la información fluye con más versatilidad y rapidez, donde
el internet ocupa un lugar destacado transformando las comunidades tradicionales en
comunidades virtuales.

Rheingold (1993) establece la siguiente comparación:

Comunidad tradicional

 Espacio físico y temporal común para todos.

15
 Tiene lugar en la Sociedad Real donde las categorías de espacio-tiempo y
encuentro físico están condicionadas por el territorio.
 Es el soporte material de la Comunidad Virtual.

Comunidad Virtual online

 El espacio físico y temporal ya no supone una limitación.


 Se desarrolla en la Sociedad Virtual, el territorio ciberespacial, donde no hay
fronteras y es planetario.
 Aparece cuando una Comunidad Real utiliza la telemática para mantener y
ampliar la comunicación.

Las barreras espacio-tiempo según Turkle y Sherry (1997) se debilitan con las
nuevas tecnologías dando lugar a un sin número de Comunidades Virtuales. La
permanencia en la Red está condicionada por el tiempo de interactividad y los
afectos que surgen entre los miembros que las componen, guardando cierta
similitud con la sociedad tradicional.

Wasserman, S. y Faust, K (1995) señalan que el término comunidad debe ser


contextualizado, la misma muestra varias interpretaciones según la perspectiva
de análisis. Una de las miradas denomina a la comunidad como agrupamientos,
conglomerados o categorías sociales. El incremento de los espacios urbanos
condicionó el crecimiento de los grupos sociales por lo que las comunidades
traspasaron las barreras territoriales.

Los sociólogos de redes sociales estudian también las relaciones que se


establecen, teniendo en cuenta objetivo, intensidad, calidad, estructura y
dinámica que se producen. Las personas interactúan de diferentes maneras y
desde diferentes contextos. Según Wellman y Gulia (1999) la red de relaciones
en la cual participa una persona puede comprender un grupo de personas que se
encuentran muy distantes en el espacio geográfico y mostrar además variaciones

16
en el tiempo. Esa tendencia se reafirma ahora aún más en el ciberespacio, donde
se potencia la capacidad de sociabilidad de las personas y crea la posibilidad de
una nueva forma de sociabilidad entre ellas.

Wellman y Gulia (1999) indican que las comunidades virtuales son también
comunidades, más allá de la ausencia de interacción física entre sus miembros,
pues en estas comunidades también se establecen relaciones análogas a las de las
comunidades tradicionales. Por tanto la definición de comunidad virtual tiene su
origen en el concepto patentizado de comunidad.

1.5.1. Trabajo

Otro elemento de gran importancia en las sociedades líquidas es el trabajo, porque


es considerado como el “constructor del orden” (Bauman Z. , Modernidad Líquida,
2007), este representa la duración frente a todo lo efímero de la sociedad. El trabajo
dentro de las sociedades modernas representa el tipo de ideal que hace que la
sociedad funcione adecuadamente, ayuda a reproducir el sistema económico y sobre
todo representa el progreso (más individual que colectivo) se adapta perfecto a una
sociedad que siempre está en movimiento porque proporciona la sensación de sentirse
“vivo y bien” (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007)

El progreso se convierte en el objetivo de vida de los individuos de las sociedades


modernas, ya que este representa la confianza del presente en sí mismo (Bauman Z. ,
Modernidad Líquida, 2007), eliminando la incertidumbre que tanto aterra a las
personas. Por otro lado, el progreso deja de ser común y se individualiza, se desregula
y se privatiza, es una poderosa fuerza de individualización que además ayuda a
controlar a los individuos, es decir, los mantiene convencidos de que por medio del
trabajo se obtiene el progreso y se consigue estabilidad económica, por ende la
reproducción del capital y del sistema. El trabajo no permite la “procastinación”
(Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007), que significa posponer la realización de las
cosas, lo cual para Bauman se ha convertido en una práctica cultural de la

17
modernidad y el trabajo es la fuerza que contrarresta esta mala práctica de la
sociedad.

1.6. La emancipación del individuo en la modernidad líquida

Dentro de la modernidad, la libertad siempre será un tema de mucho interés y


debate, ¿cómo se vive la libertad dentro de una sociedad? ¿Somos libres en verdad?,
de acuerdo con Bauman “sentirse libre” implica no encontrar estrobos, obstáculos,
resistencias de ningún tipo que impidan los movimientos deseados o que puedan
llegar a desearse. (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007, pág. 21) , emanciparse no
es más que un sinónimo de libertad, en tanto que se obtiene el equilibrio entre los
deseos, la imaginación y capacidad de actuar, es decir somos libres mientras no
sobrepasemos nuestros deseos.

En sí lo que busca el individuo en la modernidad líquida es tener esa capacidad


para decidir sobre sus actos, sin que esto afecte a la sensación de bienestar y
estabilidad que tanto busca, además el ser libre lo motiva a cuestionarse sobre las
metas que debe plantearse en su vida porque sin ese objetivo a seguir su vida no
tendría sentido, está en una constante lucha entre “lo que quiero”, “lo que debo” y “lo
que estoy obligado a”.

El ser humano, comenta Bauman (1974) como ser social agacha la cabeza ante la
sociedad y este sometimiento es la base de su libertad, El hombre busca liberarse de
la rigidez de normas irracionales, pero a su vez de manera inteligente consigue
ampararse en la propia sociedad, pues en cierta medida depende de la sociedad para
su desarrollo, pero se trata de una dependencia emancipadora, no existiendo
contradicción en este sentido.

1.6.1. La contradicción de la libertad en la época moderna

El fin de la libertad en la modernidad es la individualización del ser humano, es


decir, que tenga la capacidad de progresar por sí solo, de actuar y moverse en una

18
sociedad compulsiva, obsesiva, continua, irrefrenable y eternamente incompleta.
(Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007). La individualización se convierte en el
destino del ser no en una opción, en una sociedad que es incapaz de detenerse y
menos aún de quedarse quieta, aun así el individuo tiene que someterse a la sociedad
y a seguir sus normas, se enfrenta a la rutina constantemente, la misma que puede ser
desagradable pero al mismo tiempo puede de protegerlo de lo incierto, a pesar de su
búsqueda de libertad el individuo también está en una constante búsqueda de la
certeza, e inventa rutinas para no sentirse desamparado en un mundo que se mueve
demasiado rápido a su alrededor, es por eso que cada individuo adquiere un rol en la
modernidad, y es consciente de que cada acto que realice produce una consecuencia
así no excede sus impulsos y se mantiene todo en perfecto orden, se crea la idea de
que uno tiene que emanciparse por voluntad propia y no por compromiso social, estar
en constante progreso y estar un paso delante de uno mismo, el individuo se convierte
en el enemigo de la ciudadanía y anula el concepto de sociedad, sin embargo sabe que
no es posible vivir sin someterse a la misma.

1.6.2. Individualidad del ser en la modernidad líquida

Como se ha mencionado anteriormente, el individuo pasa a ser el pilar


fundamental de la modernidad, tanto que la individualidad del mismo empieza a
tomarse como una política de vida (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007), la cual
se organiza en torno al consumo creando falsas necesidades; existe un proceso por el
cual atraviesan los objetos antes de convertirse en necesidades, primero aparecen
como un anhelo (principio del placer) para transformarse en deseo y por último se
consolida como necesidad. La vida en la modernidad se desarrolla en torno a dos
componentes el productor y el consumidor (en mayoría consumidor), lo cual obliga al
individuo a estar en constante competencia consigo mismo.

La chispa que mueve todo en la modernidad líquida es el consumismo, lo


impresionante es que esta sociedad te ofrece una colección infinita de posibilidades

19
en la que ser alguien es el fin de nosotros como individuos, cuando ese camino se
dispersa entramos en una sensación de compulsión de querer y tener todo y
compramos, este se convierte en el ritual para desaparecer la incertidumbre y la
inseguridad, pero esta sensación no desaparece entonces nos enfrentamos a la
desdicha de la modernidad en la que predomina el exceso de oportunidades y no la
escasez.

La sociedad se ve inmersa en el nuevo capitalismo, el “capitalismo liviano”


que no hace más que crear un nuevo tipo de incertidumbre y nos mantiene atentos a
todo lo que nos rodea para estar seguros de no dejar pasar ninguna oportunidad tanto
así que no logramos estar satisfechos con nada de lo que nos rodea. Esta nueva
sociedad se caracteriza por domesticar lo inesperado para convertirlo en
entretenimiento (Bauman Z. , Modernidad Líquida, 2007), la vida pública conquista
lo privado de manera que para que el individuo se identifique consigo mismo tiene
que hacerlo a través del otro. Es ahí donde las conceptos y concepciones del mundo
cambian, un gran ejemplo de esto según Bauman es lo que antes significaba estar
“saludable” hoy es más importante “estar en forma”. La imagen que mostramos a los
demás y la aceptación de los demás es lo que nos afirma como individuos en la
sociedad, estamos en constante búsqueda de una identidad que nos haga sentir bien
pero sobre todo que al resto no le desagrade para sentirnos bien.

1.6.3. Identidad

Como es de esperarse el concepto identidad también cambia para adaptarse a la


liquidez de la modernidad, ahora se confunde con “apariencia”. En principio el
propósito de la identidad es detener la fluidez, dar piso a los individuos y brindarles
seguridad, sin embargo, en esta etapa de la modernidad lo importante es aparentar que
se vive bien y feliz creando así ilusiones de perfección, en realidad la televisión y sus
diversos programas nos hacen creer que la vida de los demás es perfecta, y que
nuestras vidas vistas desde el interior son frágiles y sin sentido por eso anhelamos lo

20
que vemos y la apariencia se consagra como única realidad (Bauman Z. , Modernidad
Líquida, 2007), sin lugar a dudas el deseo de parecernos a lo que vemos en el exterior
es lo que nos impulsa a conseguir cosas materiales que nos hagan sentir como si
tuviéramos vidas perfectas, no importa cuánto tengamos que gastar ni lo que elijamos
en sí sino más bien sentir que tenemos el poder de elegir.

Para el individuo moderno es importante sentir que pertenece a algún lugar pero
también intenta ser auténtico y que lo reconozcan por tal dentro del medio en el que
se desenvuelve, sin embargo la autenticidad en la modernidad es muy cuestionable,
para el individuo mostrarse tal cual es lo pone en riesgo, en riesgo de no ser aceptado
y sobre todo respetado, por eso muestra otra cara ante la sociedad, como un máscara
que les ayuda a enfrentar el mundo, el individuo se siente seguro y se reafirma
mediante el “otro”, es por eso que la apariencia es lo más importante hoy en día,
incluso en las relaciones de pareja se ven reflejados estos comportamientos, las
parejas se muestran de la manera que el otro espera que sea, para satisfacerse
mutuamente hasta que dejan de ser de su interés y buscan otra pareja.

1.7. Vínculos humanos

En la modernidad líquida los vínculos humanos como todas sus estructuras se


vuelven flexibles, están en continuo cambio, la durabilidad de las relaciones humanas
perduran en tanto que nuestras en necesidades estén satisfechas, cuando esto se
cumple dejan de ser indispensables y se reemplazan, las personas se transforman en
objetos a ser consumidos, ya no se puede confiar en que las relaciones serán estables
y duraderas, este tipo de relaciones confirman la precariedad en la que se ve envuelta
la sociedad, donde todo se afirma mediante el deseo, cuando los objetos (humanos)
quedan obsoletos simplemente se desechan y se cambia por algo que brinde
satisfacción inmediata.

Los vínculos humanos según Beck (1998) que ahora se establecen están
condicionados por la conexión y desconexión en la red. La idea de familia constituye
obstáculos para la libertad emancipación que experimentan los sujetos líquidos. A su

21
vez el objetivo del sujeto líquido no es acumular bienes, experiencias, relaciones, sino
usarlos y descartarlos rápidamente para hacer lugar a nuevas situaciones.

1.7.1. La fragilidad de los vínculos humanos.

La incertidumbre en que vivimos corresponde a transformaciones como el


debilitamiento de los sistemas de seguridad que protegían al individuo y la renuncia a
la planificación de largo plazo: el olvido y el desarraigo afectivo se presentan como
condición del éxito. Esta nueva (in)sensibilidad exige a los individuos flexibilidad,
fragmentación y compartimentación de intereses y afectos, se debe estar siempre bien
dispuesto a cambiar de tácticas, a abandonar compromisos y lealtades. Bauman se
refiere al miedo a establecer relaciones duraderas y a la fragilidad de los lazos
solidarios que parecen depender solamente de los beneficios que generan. Bauman se
empeña en mostrar cómo la esfera comercial lo impregna todo, que las relaciones se
miden en términos de costo y beneficio —de «liquidez» en el estricto sentido
financiero.

Bauman citado por Quiroz refiere que la fragilidad de los vínculos humanos ha
devenido en cambios de actitud hacia los sentimientos afectivos: “enamorarse ya no
es hasta que la muerte nos separe, sino que se convierte en diversas experiencias
vitales o episodios amorosos a veces intensos y breves” (2015, pág. 20).

Desde una perspectiva humanista este tema según Zárate (2014) genera una gran
polémica, donde cada vez es más pertinente acentuar el significado de “ser humano”.
Pes las relaciones humanas se han deshumanizado, pero para cuestionarlas hay que
tomar conciencia de la fragilidad de los vínculos que como resultado de la
licuefacción de la modernidad se han debilitado.

La vida líquida, indica Vespucci (2005) no busca un camino exacto, las prácticas
no son antecedidas por una disposición invariable, paradójicamente, la naturalidad es
la rige un tipo de comportamiento consistente en examinar las mejores oportunidades.
Los compromisos se convierten en trabas, para este propósito.

22
El hombre de la sociedad líquida moderna señala Vespucci (2005) se manifiesta
autónomamente, más independiente, las relaciones interpersonales son temidas de
alguna manera ya que pueden influir en su libertad sexual, esta actitud ha devenido en
algunos lugares en xenofobia, debido al distanciamiento y al no reconocimiento y
desinterés por la cultura del otro. De lo que se trata es de intentar revertir esta
deshumanización, consolidando la idea de encontrar nuevos sólidos.

23
CAPÍTULO II:

LA SEXUALIDAD EN LA ÉPOCA MODERNA


La sexualidad es un tema controversial y de gran interés por el ser humano, que ha
sido abordado por psicólogos, sociólogos y médicos. Muchas han sido las
conceptualizaciones que se han realizado al respecto hasta los tiempos actuales, como
resultado de la evolución que ha tenido la misma en los diferentes ámbitos. A
continuación se definen algunos conceptos que ayudaran a la mejor comprensión de
este tema.

2.1.1 Sexo
El término sexo, según (Martínez Benlloch, s.f), en los animales se refiere a las
particularidades fisiológicas innatas procedentes de la forma sexual y relacionada con
el proceso de reproducción. Sin embargo, si esta categoría se contextualiza en la
especie humana se complejizaría un poco más, pues esta condición natural se vincula
directamente con elementos socioculturales, pero reconociéndola primeramente como
una condición biológica.

La sexualidad humana no se refiere solamente a la manifestación de los instintos


biológicos, ni es el resultado del aprendizaje social pasivo, pero si es expresión de la
interacción consciente entre las personas y el medio ambiente. La misma naturaleza,
se muestra en los componentes fundamentales para la diferenciación sexual, que
ninguna cultura puede eliminar, lo que solo sería posible a gran escala: las mujeres
menstrúan, gestan y lactan, pero los hombres no. (Money & Ehrhard, 1986)

24
La sexualidad según (Barragán, 2011) es un concepto que incluye las relaciones
personales entre géneros, las formas de organización social normativas o la
regulación social de la reproducción, entenderemos la importancia de analizar las
implicaciones del concepto de género para la educación sexual. El sexo, por su parte,
se define como el conjunto de características físicas, anatómicas, biológicas, y
fisiológicas de los seres humanos, que los definen como hombre o mujer. Y no se
debe confundir con género, que es un término propio de las ciencias sociales que
alude a las características sociales, culturales, psicológicas, políticas, jurídicas y
económicas con los cuales la sociedad diferencia a las personas, considerándolos
como masculino o femenino.

A diferencia de sexo como significado de “sexo biológico”, (Schüssler, 2007)


señala que el término de género (en inglés, gender) apunta hacia las características y
rol social del género asimilado de manera individual. El rol es determinado, por la
estructura social, cultural y económica de una sociedad, teniendo en cuenta las
normas y valores legales, religiosos y éticos actuales.

La nueva acepción de género según (Lamas, 2000) se relaciona con las prácticas,
creencias, representaciones sociales como representación simbólica dada por las
diferencias desde el punto de vista anatómico entre hombres y mujeres. Debido a ello,
culturalmente se dividen los roles del trabajo, las prácticas rituales y el ejercicio del
poder, y a su vez se caracterizan de manera exclusiva a uno y otro sexo en materia de
moral, psicología y afectividad. La cultura define a los sexos con el género y el
género determina lo social, lo político, lo religioso, lo cotidiano.

De este modo afirma (Lagarde, 1996) que la configuración de género involucra


tanto al femenino como al masculino en el desarrollo, con el afán de transformar
roles, responsabilidades, oportunidades etc.

2.1.2 Identidad sexual


Al hablar de identidad sexual se hace referencia a la identificación que tiene el
individuo con el sexo asignado biológicamente, es decir, si una persona reconoce el

25
sexo asignado su comportamiento social será de acuerdo al mismo (mujer-femenina y
hombre-masculino), pero ¿qué ocurre cuando un individuo no se identifica con su
sexo? El comportamiento de hombres y mujeres ha sido generalizado y normalizado
de manera que sus comportamientos son reconocidos como válidos dentro de una
sociedad, de esta manera se regula el género mediante normas y acciones sociales que
permiten el funcionamiento de una institución, las normas pueden ser explícitas; sin
embargo, cuando funcionan como principio normalizador de la práctica social a
menudo permanecen implícitas (Butler J. , 2006, pág. 69).

En este sentido lo femenino o masculino se vuelven comportamientos legítimos


dentro de la sociedad que reconocen al sexo asignado que supone la dominación de lo
masculino sobre lo femenino a medida que estas normas son reproducidas se
estabilizan dentro del sistema. Sin embargo, existen personas que no se identifican
con el sexo de nacimiento y empiezan a adquirir comportamientos del género opuesto
entonces lo femenino y masculino son conceptos limitados para clasificar estas
diferencias.

La desviación de la norma del género, puede producir un efecto aberrante, en tanto


se analice desde un distanciamiento de los preceptos, del comportamiento correcto o
normal, que históricamente han sido fijados por la sociedad, como manifestación
estereotipada de los roles femeninos y masculinos. A su vez puede suponer una
irrupción en la jerarquización de las relaciones heterosexuales (como lógica binaria,
instituida por el sistema patriarcal que no reconoce la diversidad sexual,
manifestándose intolerante ante esta). Entonces los individuos que están fuera de este
marco se identifican con transexuales, travestis, transgénero e intersexuales.

Se define como transexuales a las personas que no se identifican con su sexo


biológico; travesti es la persona que a través de la vestimenta expresa
comportamientos del género opuesto; transgénero es la persona que no se identifica
con el género correspondiente a sus genitales, es decir masculino, femenino e incluso
podría combinar estos comportamientos y su orientación sexual es en base a sus

26
preferencias eróticas o afectivas. Se definen como intersexuales a las personas que de
nacimiento presentan características biológicas de ambos sexos, es decir se
desarrollan los dos genitales, anteriormente eran conocidos como hermafroditas o
como el tercer sexo y estaban condicionadas a decisiones externas para definir su
género.

Naturalización de las identidades. El rol que un individuo ocupa dentro de la


sociedad depende del contexto cultural donde se desarrolle, el género define el
comportamiento con el cual uno se presenta frente a los demás, para Erving Goffman
estas representaciones son parte de un “performance”, es decir, una actuación dentro
de la sociedad en la cual todos llevamos una máscara. Cada uno toma un papel y lo
representa de acuerdo a la situación que se presente, de acuerdo con (Goffman, 2008),
significa que un individuo aparece en una región social en donde los patrones de
conducta se encuentran establecidos al igual que sucede con los del teatro. En
dependencia del contexto social y cultural un ente va a expresar su género de una
manera diferente; lo cual la sociedad procesa e interpreta, dando paso a la interacción
social, en el ámbito de los roles de género la manera de vestirnos o de comportarnos
son signos que emitimos hacia los demás y estos son interpretados y aceptados. En
otros casos, la persona no tiene un comportamiento adecuado ante la sociedad en
relación con su sexo y género, esta lo interpreta como algo fuera de lo normal; un
ejemplo muy claro de esto es el papel de la masculinidad. Al ser el mensaje que emite
un hombre sobre su masculinidad diferente al establecido se crea un conflicto, su
entorno recibe ese mensaje de manera errónea, no lo percibe como una persona con
gustos y preferencias diferentes lo percibe como alguien menos masculino o sin
masculinidad. (Goffman, 2008).

La identidad de género y la identidad sexual son aspectos de la vida de los


individuos que están sujetos a las interpretaciones y percepciones que tienen los
demás hacia nosotros. Así el rol de género no es más que el papel que debemos
interpretar a diario en el escenario y tenemos que seguir un guión (femenino-
masculino), existen ciertas normas a acatar para que puedas ser identificado y

27
reconocido dentro de un grupo. De acuerdo con Anna Arnaiz vamos formando
nuestra identidad sexual en base a un orden simbólico que está codificado en el
lenguaje (Arnaiz, 2010, pág. 259). El uso de la palabra transforma nuestros
comportamientos inconscientes en algo consciente y por lo tanto posee una carga
cultural. Es decir, en el campo de las identidades ya sean sexuales o de género están
atravesadas por un sistema simbólico que está compuesto por el lenguaje, en el cual
existe lo que puede ser nombrado y reconocido, es decir el reconocimiento propio a
través del otro.

La “taxonomía” como principio clasificatorio. Podemos partir del hecho de que la


taxonomía se relaciona con las ciencias naturales, tales como la biología, proviene del
griego: taxos, significa organización, y nomos, leyes, reglas. En medicina es la
ciencia que se ocupa de nombrar, describir y clasificar a los organismos.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (2002), orientación sexual
es la organización específica del erotismo y/o el vínculo emocional de un individuo
en relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual. La orientación
sexual puede manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o
deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos, concepto que es utilizado
para políticas de salud sexual y reproductiva en un mundo donde la salud también
pasa a ser un privilegio, y no un derecho, teniendo como sustento la
institucionalización del cuerpo como parte del trinomio cuerpo, mercado y comercio,
donde la salud no es un fin en sí mismo.

Al analizar el origen, los determinantes y el proceso por el que transcurre un


individuo desde el punto de vista biológico, psicológico y hormonal cabe
preguntarnos si podemos hablar de orientación o maduración sexual. Y es que para
que exista una atracción emocional, romántica, sexual o afectiva, las capacidades para
ello y que están presentes desde el nacimiento deben desarrollarse.

Por tanto la orientación sexual como componente de la salud muchas veces no es


vista con la intención de mejorar la calidad de vida y la salud sexual, si no con el fin

28
de generar cuerpos competentes para la competencia en el mercado de tal o cual
producto instituyéndose una noción de cuerpo saludable para que éste pueda
desempeñarse en su trabajo en favor de un mundo centrado en el mercado,
argumentando mejorar la calidad de vida de las personas, encubriendo sus verdaderos
objetivos.

Pero en sí, la orientación sexual más allá de la salud sexual, es una manifestación
externa de nuestros deseos internos que se proyecta hacia el otro, se presenta a nivel
corporal y afectivo e involucra el erotismo, que es lo que nos diferencia de la
sexualidad animal, es la actividad sexual del hombre, en la medida en que esta difiere
de la sexualidad animal. La actividad sexual de los hombres no es necesariamente
erótica. “Lo es cada vez que no es rudimentaria, cada vez que no es simplemente
animal… ya que moviliza la vida interior de los seres humanos, sin embargo, el
erotismo nos enfrenta cada vez a nuestra naturaleza animal” (Bataille, 1957, pág. 33).

La construcción social que recae sobre los cuerpos impone varios límites, es
decir, se encuentra enmarcado dentro de un sistema que reprime las pulsiones del
cuerpo, convirtiéndolo en un campo inexplorable que restringe la vivencia de la
sexualidad al nivel interno o íntimo. Los impulsos exceden los límites por eso son
controlados porque se corre el riesgo de caer en la “inmoralidad”. Estas expresiones
del cuerpo se conocen como corporalidad. Según (Toloza, 2012) ésta se comprende
como la vivencia del hacer, sentir, pensar y querer; donde el cuerpo es sólo el
vehículo para que la corporalidad se haga presente en el mundo. Todos nacemos con
un cuerpo físico, el que se va transformando y adaptando para construir su
corporalidad, ésta es la manifestación consciente e inconsciente de la constitución
física del individuo, moldeada y reclamada en un determinado contexto, (Toloza,
2012).

El deseo también es una de las manifestaciones de nuestra corporalidad, muchos


de estos deseos son conscientes, es decir, cuando tenemos hambre, esta sensación se
manifiesta biológicamente y se traduce en el deseo de comer, pero muchos de

29
nuestros deseos no se manifiestan de esta manera, perdemos el control parcial de
nuestros de pensamiento, toda vez que no podemos dejar de pensar en objeto de
nuestro deseo (Irvine, 2008, pág. 33).

La elección de un objeto de deseo depende siempre de los gustos personales del


sujeto, en la sexualidad el deseo se expresa por medio de lo erótico, algo que nos
produce placer. Lo erótico es la vivencia del ser sexuado convertida en gesto y deseo
en esa entrañable búsqueda del otro (Arnaiz, 2010, pág. 232).

En el deseo sexual el individuo transciende sus propias fronteras corporales para


vivirlas con otro. El deseo sexual puede desencadenar una diversidad de tendencias y
expresiones, cada individuo se convierte en un sujeto que desea y a su vez en objeto
de deseo, cuando encuentra a alguien con quien reconocerse los dos se proporcionan
placer, el deseo se vuelve incontrolable y siempre se está en búsqueda de algo que
nos produzca igual o más placer y esto muchas veces va en contra de lo establecido y
bien visto.

El trasgredir el orden de las cosas nos adentra en el campo de lo prohibido, de


acuerdo con Bataille la transgresión “levanta la prohibición sin suprimirla, ahí se
esconde el impulso motor del erotismo, ahí se encuentra a la vez el impulso motor de
las religiones no es la negación de lo prohibido, sino que lo supera y lo completa”
(Bataille, 1957); de cierta manera se podría afirmar que el hecho de sobrepasar lo
establecido también produce placer, pero dentro del terreno de lo privado. Cuando lo
vemos desde afuera produce angustia lo que se manifiesta como la experiencia del
pecado.

Sin embargo, no se puede dejar de lado los vínculos afectivos que se producen
entre individuos, es decir que la atracción hacia otra persona no solo se limita al acto
sexual (genitalidad). La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y
Bisexuales (FELGTB - Madrid) dentro de sus postulados señalan que “en un contexto
social como el occidental, la afectividad y la atracción sexual han sido parceladas y
categorizadas bajo el esquema de “orientaciones sexuales”, en base a esta estructura

30
se construyen nuestras relaciones sociales y políticas.” (Federación Estatal de
Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales, 2016, pág. 3). Además, afirman que es
un error asociar la orientación sexual a aspectos exclusivamente físicos y sexuales,
dejando de lado cuestiones imprescindibles como son la afectividad y el amor
romántico.

Mediante estudios se ha determinado que las hormonas sexuales tienen una


influencia importante durante el desarrollo fetal en la orientación sexual que mostrará
posteriormente el individuo. No está demostrado por completo pero parece existir un
periodo duarnte el cual el feto es más sensible a la exposición a las hormonas
sexuales, o sea los andrógenos, influyen en el desarrollo del cerebro de tal manera
que posteriormente el individuo muestra una orientación sexual hacia el género
femenino o masculino. También habla a favor de la biología como determinante en la
orientación sexual el hecho de que se han criado niños como niñas desde el punto de
vista biológico, social y hormonal; sin embargo su orientación sexual ha sido la
esperada para el género masculino.

La expresión de la orientación sexual es tan compleja que se manifiesta de forma


diferente en los distintos sexos. Es así que el 93,2% de los hombres se consideran
“totalmente heterosexuales”, mientras que las mujeres se definen de esta manera solo
el 86,8%. Generalmente los hombres manifiestan los polos extremos cuando de
orientación sexual se trata, siendo heterosexuales u homosexuales; mientras que en
las mujeres la bisexualidad es más frecuente. Las causas de estas diferencias entre
ambos géneros no se conocen. En estudios que miden la respuesta genital por
pletismografía vaginal las mujeres heterosexuales responden de igual manera a
hombres, mujeres, o incluso bonobos; mientras que las homosexuales, responden más
a mujeres que hombres. Además es más probable que las mujeres pasen de
considerarse heterosexual a bisexual. La generalidad es que no se den cambios
radicales como de considerarse heterosexual a lesbiana. Por lo que es evidente que la
orientación sexual se debe más a causas biológicas que sociales, lo cual ocurre tan

31
tempranamente que probablemente está determinada antes del nacimiento. (Bailey,
2016)

Pensar la corporalidad más allá de la heteronormatividad. La heteronormatividad


como indica la palabra son las normas de la sociedad y la cultura que imponen la
heterosexualidad como la única orientación sexual natural y aceptada. La
corporalidad es el conocimiento inmediato de nuestro cuerpo, sea en estado de reposo
o en movimiento, en función de la interrelación de sus partes y de su relación en el
espacio y los objetos que nos rodean (Le Boulch, 1981). Así como la orientación
sexual es parte de un proceso de definición del objeto hacia el cual será dirigido el
instinto sexual. La diversidad hace referencia a la pluralidad de elementos que existen
dentro de un mismo escenario, en este caso particular se trata sobre las diversas
formas de existencia sexual, de género, eróticas y afectivas, nos lleva a reflexionar
que existe algo más que la dicotomía macho – hembra, existe una diversidad de
sexos, existen los diferentes tipos de intersexualidad y la transexualidad (Nuñez,
2011, pág. 74).

Además de lo antes planteado, también existen las identidades de género, que no


está determinado por el hecho de ser hombre o mujer naturalmente definidos por los
órganos sexuales, si no que expresa una combinación de creencias y
comportamientos, que tiene sus raíces en la heteronormatividad, que según (García,
2010) como una ideología que condiciona e indica como debe ser la sexualidad de las
personas que viven en una sociedad determinada. La identidad sexual es aquello que
identifica al individuo según su sentimiento, manera de manifestarse con uno u otro
género, es el comportamiento que una persona adquiere ante la sociedad (masculino-
femenino).

El concepto de diversidad sexual (incorporar el término diversidades sexo-


genéricas) se emplea para evitar la discriminación hacia las personas que no se
consideran dentro del marco heteronormativo. Este concepto tiene un alcance político
que involucra a movimientos sociales para reconocer sus derechos sexuales y

32
reproductivos y penalizar los casos de homofobia. Ha servido, sobre todo, para
implementar políticas públicas relacionadas con los derechos sexuales y
reproductivos. Sin embargo, este uso ha hecho perder de vista el valor político de la
resistencia a un sistema heterocentrista. (Mogrovejo, 2008)

Este concepto busca romper con los binarismos dominantes de la sociedad, que
abarca no solo las diferentes identidades sino también las prácticas que divergen de
las que son consideradas como “normales”, sobre todo enfatiza la existencia de una
dinámica de poder, de lucha y de resistencia frente a las ideologías conservadoras
(Nuñez, 2011, pág. 77).

Para entender mejor todo lo que abarca la diversidad sexual, el sociólogo


mexicano Guillermo Núñez usa el concepto de “disidencia” que significa la
separación de una persona de una doctrina, en este caso “disidencia sexual y de
género” hace referencia al momento de lucha, de oposición de contestación cultural,
social y política dentro del campo sexual, que busca el entendimiento y conocimiento
a nivel macro de la existencia de diversas formas de relacionarse, de cierta forma la
“libertad” de poder escoger como mostrarnos ante la sociedad sin ser discriminados
por nuestra identidad sexual y nuestras prácticas. (Nuñez, 2011)

Para la sociedad en general ha sido “difícil” comprender la transgresión de lo


“normal” y “natural”, desde niños los individuos se enfrentan a un mundo que está
cargado de construcciones culturales que se institucionalizan y normativizan. La
prohibición es el motor de la sociedad, y sobre todo en el campo de la sexualidad: los
varones con identidades masculinas y las mujeres con identidades femeninas.
Cualquier cosa fuera de estos parámetros está prohibida.

La prohibición elimina la violencia y los movimientos de violencia; y entre ellos


los que responden a los impulsos sexuales, destruyen en el tranquilo ordenamiento sin
el cual es inconcebible la conciencia humana. Si se observa la prohibición y se
somete a ella, se deja de tener conciencia de ella misma. Pero si se experimenta en el

33
momento de la transgresión, la angustia sin la cual no existiría lo prohibido: es la
experiencia del pecado. (Bataille, 1957)

Desde la prohibición partimos para entender cómo funciona el sistema sexista


binario, cuando ciertos individuos transgreden este ordenamiento social son proclives
a la violencia, y discriminación, se construyen estereotipos para calificar y clasificar a
las personas que se definen con otras preferencias sexuales. A través de ello, se
construyen identidades que generan una imagen o una concepción errónea de la
sexualidad y sus prácticas, son muy conocidos los términos como “marica” o
“machona” en nuestro entorno, la utilización de estos términos peyorativos involucra
construir un discurso y una concepción equivocada de la sexualidad y sus diversas
formas. De acuerdo con, el discurso se convierte en la forma más superficial y más
visible de los sistemas de restricción, define los gestos, los comportamientos, las
circunstancias y todo el conjunto de signos que lo acompañan, fija finalmente la
eficacia supuesta o impuesta de las palabras, su efecto sobre aquellos a los cueles se
dirigen, los límites de su valor coactivo. (Foucault, 1973, pág. 41)

Dentro de este campo social descrito por Foucault, no fisiológico, es que el


individuo utiliza la capacidad sexual humana como herramienta en la construcción y
el mantenimiento de las relaciones humanas. Desde épocas pasadas la moralidad ha
sido un factor influyente dentro de las relaciones, es la que regula la “libertad” de los
actos y sobre todo de los sexuales, dentro del sistema consumista al cual nos
enfrentamos el consumidor invita a la liviandad y velocidad con el fin de disponer
rápidamente de un remplazo.

Los límites y estándares que han caracterizado a la sociedad no solo se han


mantenido estables, sino que permanecieron inalterables e incuestionables durante
siglos. En occidente las instituciones sociales eran rígidas, se valoraba la unión, la
tradición, lo perdurable, y la capacidad de comprometerse a largo plazo. En el
matrimonio y la familia existían moldes pre-establecidos que no permitían
improvisación. La rigidez de las instituciones sociales y la naturaleza de los valores

34
exaltados hacen que se califique por el sociólogo Zygmunt Bauman a esa época
como la modernidad sólida. Cuyas múltiples características parecen tan lejanas a la
actual donde prevalece: lo mutable, lo efímero y lo impredecible. En esta sociedad
líquida el individuo no acepta los modelos pre-establecidos, crea el propio y no se
limita al creado por sí mismo, es capaz de cambiarlo la mayor cantidad de veces. (De
la Rosa Xochitiotzi, 2011)

En este sentido la capacidad sexual del hombre y de la mujer está en su máxima


expresión, pues dentro de la sociedad líquida ya no existen ataduras, es muy común
contar con compañeros sexuales con los cuales no es necesario formar vínculos
sentimentales ni duraderos. La moralidad que antes condicionaba las relaciones
sexuales casi se vuelve imperceptible, hoy día se vende la imagen del sexo seguro que
se simplifica al uso de preservativos, lo que garantiza el gozo inmediato y sin
preocupaciones de consecuencias indeseables.

Los encuentros sexuales son usualmente un momento para detenerse a pensar


sobre si ese encuentro será el principio de una relación o será un instante de gozo y de
término, generando la sensación de incertidumbre que es tan propia de la sociedad
actual. Es por eso que el matrimonio por su parte cumple la función de asegurar la
perdurabilidad y estabilidad de las relaciones, aunque se debe tomar en cuenta la
posibilidad de una separación, por lo tanto, tampoco exime de la incertidumbre, hay
que tomar en cuenta que la mayoría de parejas llegan al matrimonio trayendo un
acervo sustancial de experiencias y conocimientos sexuales, lo cual aumenta la
inseguridad de satisfacción al otro y alimenta las ganas de probar algo nuevo.

2.2 La sexualidad como principio de la cultura

En su libro el Amor Líquido, Bauman cita a Lévi-Strauss, para entender el


principio de la sexualidad en la sociedad, “el encuentro entre los sexos es el terreno
en el que la naturaleza y cultura se enfrentaron por primera vez” (Bauman Z. , Amor
líquido, 2005). A partir de la diferenciación de los sexos se configuran todos los
aspectos culturales de las sociedades.

35
De acuerdo con Bauman el primer acto cultural es la prohibición del incesto, que
divide a las hembras en elegibles y no elegibles para la cohabitación sexual. (Bauman
Z. , Amor líquido, 2005). Al menos por tres vías la sociedad influye en la sexualidad.
En la familia, que es la célula de la misma es donde se comienza la formación al
respecto; siendo los padres los guías y quienes brindan la información inicial sobre el
tema. Cuando esta educación es represiva solo se logra inhibir el comportamiento
sexual espontáneo, creándose posteriormente desequilibrios en la vida sexual de
adolescente o adulto. En segundo lugar se encuentran las leyes que controlan la
natalidad, el aborto, la protección infantojuvenil y a la mujer. A través de los medios
de difusión masiva la opinión pública se ha convertido en el principal controlador del
comportamiento sexual de los individuos, mediante la opinión, expresión, e incluso
especulación.

Bauman menciona que sucede lo mismo con el deseo sexual, el cual se dirige
hacia otro ser humano, exige la presencia de otro ser humano, y hace denodados
esfuerzos para transformar esa presencia en una unión. (Bauman Z. , Amor líquido,
2005). La conducta sexual de mujeres y hombres se encuentra caracterizada por sus
particularidades biológicas, psicológicas y sociales. En dependencia de estas
características las relaciones sexuales pueden ser de gozo y placer o violentas y
dominantes. La sociedad es quien forma a las personas con respecto a su sexualidad.

En el androcentrismo la sociedad cataloga al varón como el único capaz de dar


solución a los conflictos y tomar decisiones en la familia y ambiente social. La
justificación suele ser que el género femenino es débil e inestable cuando de
emociones se trata, no siendo capaz de asumir obligaciones y responsabilidades de
gran envergadura. Al respecto existen prejuicios, esta no es la forma de pensar y ver
el mundo de los hombres solamente, sino de ambos géneros, indistintamente
educados bajo esta visión androcéntrica del mundo. (Euan, 2016)

Las familias juegan un papel fundamental en la educación con respecto a la


sexualidad. No solo se debe hacer énfasis en las relaciones sexuales y sus

36
consecuencias, como pueden ser el embarazo o enfermedades de transmisión sexual
(ETS); es necesario que se enseñe sobre el afecto que se tiene que sentir, el respecto
entre ambas personas, entre otros elementos que son importantes para tener una
sexualidad placentera.

En épocas pasadas, las familias acostumbraban a tener varios hijos, quienes eran
los que mantendrían el linaje familiar y aún más, eran considerados una gran
inversión por ser los productores, los que trabajarían las tierras, mantendrían la
fortuna familiar y su trascendencia a través de los años. Sin embargo, en la
actualidad, las familias se enfrentan a la fragilidad de sus estructuras, la esperanza de
vida como núcleo familiar es mucho más corta que la individual. Según (Bauman Z. ,
Amor líquido, 2005) en la época actual, los hijos son, ante todo y fundamentalmente
un objeto de consumo emocional.

El dominio de la sexualidad en la actualidad se dirige hacia la satisfacción de la


necesidad emocional, sin embargo, en la modernidad líquida los hijos son parte de
una opción de vida entre las metas personales-profesionales y el sacrificio de una vida
familiar; de nuevo el sexo deja de ser atractivo en sí mismo y crea la ilusión de la
“unión”. Toda capacidad generadora de unión que el sexo pueda tener se desprende
de su conjunción con el amor (Bauman Z. , Amor líquido, 2005).

En la modernidad sólida, el amor es un esquema y estancamiento que deviene de


la sociedad. El matrimonio se contrae para siempre, como un compromiso seguro y
que ata la libertad de ambas personas. En la modernidad sólida siempre existía una
solución definitiva a los problemas evitando los cambios en las relaciones. En esta
etapa cuando se habla de amor se tiene una visión futurista. A diferencia, en la
modernidad líquida vida se rompe el molde según las necesidades de la persona. (De
la Rosa, 2011)

Bauman (2005) explica que la idea de la unión, la familia y todas las formas de
relaciones íntimas llevan una máscara de falsa felicidad porque no son más que
satisfacciones a corto plazo, cuando se haya explotado todo y se hayan agotado las

37
expectativas de estas relaciones el individuo vuelve a su estado de inseguridad e
insatisfacción y las prácticas propias de la sociedad del consumo. La moderna razón
líquida ve opresión en los compromisos duraderos, los vínculos durables despiertan
su sospecha de una dependencia paralizante.

2.3 Proceso de licuefacción de la sexualidad: Sobre la Revolución Sexual (1960)

La sexualidad a través de los tiempos ha sido censurada, es decir, el acto sexual


estaba destinado a la procreación y no se aceptaba el disfrute de la sexualidad ya que
esto era cuestionado por la Iglesia. A principios del siglo XX ya se vivía en una
cultura “moderna”, el avance de la sociedad industrializada marcó el inicio de una
nueva época, en la cual se iban rompiendo ciertos paradigmas que existían en la
sociedad.

Las mujeres en esta época, por ejemplo, ya ocupaban un lugar dentro del
desarrollo económico, eran la nueva mano de obra y habían empezado a separar su
vida del ámbito doméstico. A partir de este momento empiezan a formarse los
movimientos feministas que dan paso a que los diversos grupos de minorías sexuales
empiecen a hacerse notar en el ámbito social y político. Es así que empiezan a
marcarse diferencias entre individuos, el concepto de género se vuelve más común
entre la gente, las palabras masculino y femenino no definen a toda la población, las
preferencias sexuales por personas de los mismos sexos dejan de ser tratadas en
territorio de lo privado y oculto.

El discurso sobre la sexualidad y todo lo que ello involucra se torna en un punto


de disputa entre las instituciones como la familia, la iglesia, la escuela, el estado, etc.,
las mismas están marcadas por la heteronormatividad que según (Warner, 1993) se
erige no solo como una imposición de la heterosexualidad en el ámbito público, sino
como la única opción posible y viable de la sociedad. En la actualidad estas
instituciones se sienten desafiadas e intimidadas por la nueva configuración de la
sociedad, ya que desde tiempos inmemorables estuvieron destinadas al control de la

38
sexualidad y de las pulsiones del cuerpo imponiendo al pudor y la vergüenza por
encima del erotismo propio de los cuerpos.

A partir de la segunda mitad del siglo XX la sociedad visualiza y reconoce la


diversidad sexual pero no como un momento progresivo de la sociedad sino más bien
como un elemento desestabilizador del sistema sexista ya que las personas que no se
definen dentro de las categorías de hombre- mujer, femenino- masculino empiezan a
exigir al Estado reconocimiento político y que se garanticen sus derechos y acceso a
los sistemas de salud, es así que nace el movimiento LGBT (TI) en primera instancia.

En la sociedad moderna el sexo no es reducido a la clandestinidad, es más bien un


tema que está en continuo debate e investigaciones, es un tema complejo que requiere
una amplia visión, el sexo y la sexualidad son un eje transversal en la vida de las
personas. Los movimientos sociales de los sesentas promovieron cambios muy
profundos e irreversibles que no se habían conseguido antes. Estos movimientos
facilitaron un discurso sin trabas sobre la sexualidad que anteriormente no había sido
posible. (Giddens A. , La transformación de la intimidad, 2000, pág. 36)

Las siglas LGBTTI designan a las diferentes colectividades sexuales que son
lesbianas, gais, transexuales, transgénero e intersex, tienen sus orígenes a mediados
del siglo XX, cuando empezaron a formarse las primeras agrupaciones de
homosexuales de diferentes países como Holanda, Inglaterra, Estados Unidos y
Dinamarca, con el fin de buscar el reconocimiento de sus derechos, en principio se
denominaban como el Movimiento de Liberación Gay. Tras décadas de activismo se
ha conseguido el cambio de las políticas en algunos países sobre la diversidad sexual
y sus prácticas, muchas normas antidiscriminación han sido aprobadas e incluso han
llevado al debate sobre el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la adopción. Es
claro que ahora los grupos de gays y lesbianas son más visibles en la sociedad, pero
¿qué sucede con el resto de personas que forman parte de este movimiento? Muchos
críticos del movimiento han planteado que existe varias desigualdades ya que se ha

39
jerarquizado a los gays y lesbianas y no se ha tomado en cuenta aspectos como la
clase, la etnia, el género o la raza. (Motta & Motta, 2012, pág. 22)

Los países en los que se ha regulado la Constitución en favor de la diversidad


sexual no se menciona nada sobre la orientación sexual, incluso si es que se lo ha
hecho en la vida diaria y cotidiana la igualdad no es una realidad palpable. En las
escuelas incluso se enseña lo que es la “tolerancia” pero de qué manera un profesor le
explica a un niño lo que es un homosexual, lo hace distinguiendo a ellos de nosotros
(que son gente normal, pero no son como nosotros) esta manera de enseñar sobre la
sexualidad reproduce el sistema heterosexual. Además dentro del mismo movimiento
se han dejado de lado ciertos aspectos que se deberían considerar, por ejemplo,
derecho habla muy poco sobre la sexualidad en sí.

Varias críticas recaen sobre el movimiento LGBT sobre todo por parte de
movimiento “Queer” para quienes este movimiento ha perdido sus objetivos, están
comprometidos con motivaciones simples y objetables y han sido absorbidos por el
statu quo (Motta & Motta, 2012, pág. 49). Los Queer (del inglés: raro, extraño) son
personas que no pueden clasificarse en algunas de las categorías identitarias sexuales
o de género. Además, se encuentran enmarcados en un movimiento contracultural que
se cuestionan las categorías en las que está dividida la diversidad sexual.

La teoría crítica “Queer” apunta a desmantelar tanto la concepción del sujeto


universalista que ausenta la filosofía liberal, como los procesos de esencialización,
naturalización e identificación de las teorías de la política de la diferencia o de la
identidad en relación con el sector LGTBIQ. Así, la orientación sexual, la identidad
sexual o la expresión de género son el resultado de una construcción social, histórica
y cultural, y por lo tanto no existen papeles sexuales o roles de género esencial o
biológicamente inscritos en la naturaleza humana. Es decir, la única naturaleza
humana es la cultura. Para la teoría crítica “Queer”el/la sujeto/a perteneciente al
sector LGTBIQ (sujeto/a innombrable, abyecto, anormal) es el efecto y resultado de
la producción de una red de dispositivos de saber/poder que se explicitan en las

40
actuales concepciones esencialistas imperantes sobre el género y la diferencia sexual.
De esta forma, el género y el sexo son actuaciones, actos performativos que son
modalidades del discurso autoritario. (Duque, 2007)

En el campo de lo político el alcance del movimiento LGBT, este trata de resaltar


la diversidad de las culturas basadas en la sexualidad y la identidad de género, pero
también tiene sus falencias, no a nivel macro sino dentro de ellos mismos, ya que no
todas las personas gais, lesbianas y transgénero encajan dentro de este movimiento,
ya que los que están dentro de éste, forman una élite y no toda la gente se beneficia de
los logros que han conseguido.

El movimiento LGBT tiene un sesgo de clase y es importante tenerlo en cuenta. Es


un movimiento de clase media y eso no es casual. No sólo lo es aquí; lo es en todas
partes del mundo porque hay una organización en relación con el consumo. Los bares
gais, creo que en todas partes, están en los barrios más burgueses de la ciudad”.
(Motta & Motta, 2012, pág. 59)

El definir las siglas LGBT significa también encasillar a las personas dentro de
una identidad, esto a su vez implica una rigidez y una estandarización de
comportamientos en las categorías de género, es decir que se excluye a las personas
que no se identifican dentro de estas identidades, por eso se ha intentado ampliar la
nomenclatura LGBTTI que incluye a transexuales e intersex, pero aun así no es
suficiente, hay más aspectos que considerar, hay personas que no se autodefinen con
ninguna de esas identidades, hay una gran variedad de sexualidades y géneros no
normativos.

La sigla LGBT es hasta cierto punto es una sigla perversa que se inventó en
Estados Unidos dentro de un contexto de activismo muy peculiar, con un contexto
socio cultural y económico propio, que no es directamente traducible a nosotros.
Hablar LGBT en Asia o en África es una contradicción, porque esas categorías no son
ni transhistóricas ni culturalmente estables. (Motta & Motta, 2012, pág. 74)

41
El movimiento LGBT se formó dentro de la cultura Occidental por tanto sus
prácticas y propuestas responden a su contexto cultural, y creo que también se ha
estereotipado como lucen o como son los gais y lesbianas, en el caso de América
Latina donde nuestro contexto social es diferente hasta se nos haría difícil imaginar
que dentro de las poblaciones indígenas y ancestrales haya personas gais, lesbianas o
trangénero y que a más de eso lleven una vida de pareja. Estos grupos étnicos y
culturales están estigmatizados aún más con la heteronormatividad, y el activismo del
movimiento LGBT no tiene el alcance para garantizar el cumplimiento de sus
derechos ni su reconocimiento en el espacio social y político, alrededor de mundo
existen cientos de agrupaciones

El encasillar a alguien dentro de unas siglas limita el alcance de las experiencias


vitales e individuales, también genera un esquema de exclusión social y
discriminación; en este punto no solo el sistema binario o heterosexual es el que
permite esas exclusiones sino también el que representa a las minorías sexuales. En
consecuencia a esto se han creado innumerables movimientos que luchan en favor del
reconocimiento de estas personas sea cual fuese su identidad y su orientación uno de
los más fuertes y notables hoy en día en el movimiento “queer”.

2.3.1 El sexo/género en la modernidad líquida


El análisis que hace Bauman sobre el género (inclinaciones, preferencias e
identidades) difiere de otro tipo de análisis, los cuales sugieren que todo en relación al
género se obtiene por legado cultural, ocultando su naturalidad; sin embargo para él,
el verdadero debate está en reconocer hasta qué punto el sujeto es capaz de elegir su
identidad, preferencia o inclinación, entre sujeto- objeto, el individuo es un sujeto de
elección o es un objeto elegible.

Las opciones sexuales han dejado de ser un asunto netamente cultural o natural, su
importancia se dirige hacia lo que el individuo puede inventar, descubrir y además
escoger cuál o cuáles de estas identidades le resulta mejor. Para el individuo resulta
preocupante la transitoriedad y revocabilidad de las identidades sexuales puesto que

42
vive en la vacilación de si aún no ha experimentado lo suficiente como para saber qué
le hace feliz y lo satisface. En consecuencia, el individuo se siente incompleto pero
sigue teniendo la posibilidad de consumir objetos desechables en su camino.

El análisis que hace Bauman sobre la identidad en la era de la liquidez se refiere a


necesidad de pertenencia que tienen los individuos y a su falta de seguridad, en el
campo de la sexualidad el sentido de pertenencia puede pasar por un proceso de
transformación, es decir, el poder de elección juega un papel importante para el
individuo porque se encuentra expuesto a la duda de si ha elegido correctamente.
Toda condición elegida/alcanzada se ve corroída por dudas acerca de su pertenencia o
sensatez. (Bauman Z. , Amor líquido, 2005). Anthony Giddens ratifica esta idea al
decir que las funciones sexuales son un rasgo maleable de la identidad personal, un
punto de primera conexión entre el cuerpo, la auto-identidad y las normas sociales.
(Giddens A. , 2000), es decir, nuestra identidad está enmarcada dentro del campo del
comportamiento social, lo que nos permite sentirnos aceptados o no.

No obstante, elegir pertenecer a un cierto grupo protege al individuo de la


humillación y le permite sentir aceptación de quienes se identifican como tal. El
poder de elegir le da posibilidad de estar siempre en movimiento así puede
experimentar con su sexualidad hasta encontrar la que lo lleve al clímax, solo es
cuestión de decidirse y seguir en la búsqueda del placer.

El impulso sexual de los individuos hacia otros cada vez son menos sancionados,
muchas de las practicas que hace años atrás se consideraban como perversas, hoy son
conocidas y objeto de curiosidad. Las actividades sexuales son cada vez más
aceptadas en cuanto vía de legítima búsqueda de la felicidad individual y son
exhortadas a ser exhibidas en público (Bauman Z. , Amor líquido, 2005).

En décadas pasadas el instinto sexual de los humanos fue reprimido por la


moralidad, los comportamientos y actos sexuales se redirigieron a conductos
socialmente construidos, el instinto sexual no era ni utilizado ni explotado, en la
época de la liquidez, en cambio, se tolera todo, esta es una era en la que la energía

43
sexual debe ser explotada y exaltada, Bauman explica que en esta era se da un
proceso de desregulación de los procesos de sublimación lo que permite que el sexo y
la sexualidad en sus diferentes formas sea permitido (a excepción de la pederastia,
que se considera como una práctica perversa). El instinto sexual ya no es impulsado
por presiones coercitivas, sino por la seducción de los objetos de deseo sexual
disponible (Bauman Z. , Amor líquido, 2005, pág. 82).

2.4 El amor en la modernidad líquida

El amor y las relaciones de pareja son temas de gran importancia para la


humanidad, desde siempre el amor ha sido objeto de estudio y de debate, hoy en día
la concepción que tiene la sociedad del amor y de las relaciones de pareja es diferente
en relación a épocas pasadas, todo este fenómeno de la liquidez en las estructuras
sociales direcciona a que las relaciones se presenten y se den en base a nuevas
creencias y sobre todo primando la satisfacción que el otro me puede ofrecer.

De acuerdo con (Bauman Z. , Amor líquido, 2005), el amor es un proyecto de


vida, todo lo que el individuo busca para su bienestar es el amor y el anhelo de querer
y preservar el objeto querido, el amor es un acontecimiento del tiempo humano, que
se puede comparar con la muerte, es inevitable y no se puede saber que hay después
de. El amor es un concepto muy amplio y complicado de definir, sin embargo, el fin
último del amor es obtener la satisfacción tan esperada mediante una cadena de
experiencias, pero sobre todo el amor en la modernidad líquida representa la
inseguridad.

Las relaciones y los vínculos que se crean entre los individuos de la sociedad
líquida responden a necesidades instantáneas, es decir, el individuo no crea una
relación sino una red. Las relaciones tienen la carga conceptual de ser algo duradero y
estable, por su parte las redes tienen la capacidad de ofrecer fácil acceso y salida, se
establecen conexiones virtuales, por supuesto, cargadas de riesgos pero siempre con
la certeza de que se pueden remplazar, así el individuo se va conociendo a través del
otro, desde su alteridad.

44
De acuerdo con (Giddens A. , 2000), los cambios que afectan ahora a la
sexualidad y a las relaciones de pareja son revolucionarios, no en la superficie sino en
profundidad debido a que se libera la sexualidad de la hegemonía fálica (del
desmedido predominio de la experiencia sexual masculina); la sexualidad femenina
se vuelve más notable en la sociedad moderna, en sí lo que se busca es un tipo de
igualdad sexual, las mujeres hoy día están en la misma capacidad de tener varios
amantes antes de establecer un compromiso sexual serio. En este sentido, Giddens
denomina a esta época como de la “sexualidad plástica” haciendo referencia al hecho
de que las personas y sus relaciones existen en cuanto responden a las necesidades
inmediatas y se desechan antes de convertirse en un compromiso a largo plazo.

Según (Bauman Z. , 2005) el amor es un acto que presenta a la humanidad en su


momento más frágil, el amor es una de las respuestas paliativas a la bendición/
maldición de la individualidad humana. Las relaciones humanas en la modernidad
sólida trabajaban por mantener ese vínculo que plasme el “para siempre”, ahora el
relacionarse con una persona implica la búsqueda de mi satisfacción por medio del
otro y si ese otro deja de ser suficiente rápidamente empezar la búsqueda de nuevo. El
individuo en la modernidad líquida intenta conocer al otro desde su “yo”, el deseo es
un factor fundamental en las relaciones modernas está marcado por el anhelo de
consumir y se manifiesta de una manera autodestructiva.

Se debe hacer la diferencia entre lo que implica el amor y el deseo ya que se los
puede confundir con facilidad, el deseo es el anhelo de consumir, el amor es el anhelo
de querer y preservar el objeto querido.

El deseo intenta absorber a la otra persona y despojarla de su otredad, por lo tanto


de su poder, el individuo pretende dominar o “domesticar” al otro, en búsqueda de
seguridad, sin embargo, el querer dominar a al otro se sumerge en el impulso de la
destrucción; el amor por su parte no busca aniquilar a la otredad sino más bien trata
de aceparla y asumirla como sujeto y no como objeto. A pesar de que el amor y el

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deseo tengan propósitos diferentes, al final, los dos implican la destrucción del otro y
de uno mismo. (Bauman Z. , Amor líquido, 2005).

Como el deseo, el amor es una amenaza contra su objeto. El deseo destruye a su


objeto, destruyéndose a sí mismo en el proceso; la misma red protectora que el amor
urde amorosamente alrededor de su objeto, lo esclaviza. (Bauman Z. , Amor líquido,
2005)

En el caso de las parejas y sobre todo sexuales se busca satisfacer el deseo, es


decir no se fija un compromiso a largo plazo lo cual significa que se da la posibilidad
de tener otras parejas. Las relaciones duran mientras el individuo se sienta a gusto con
lo que ve, después buscará un nuevo objeto. Las parejas culminan su relación, y sin
dolor alguno, establecen otra unión.

La modernidad líquida se caracteriza por todo lo instantáneo y descartable, esto


incluye también las relaciones personales, las relaciones de bolsillo, que encarnan
perfectamente la liquidez de los vínculos humanos. Estas relaciones son agradables y
breves o más bien son agradables porque son breves, no se busca la estabilidad, están
cargadas de emociones, sin embargo, no está permitido enamorarse, estas relacionan
funcionan en base a la conveniencia, esto significa que uno debe tener el control
sobre el otro y establecer que lo principal es el deleite inmediato, no se puede bajar la
guardia y dejar que los sentimientos invadan la relación.

Las relaciones de bolsillo permiten abstenerse de las tan tediosas, largas y


aburridas relaciones, cada vez es más común encontrarse con individuos que rechazan
totalmente las relaciones de larga duración, una pareja estable los detienen un mundo
que siempre está en movimiento. (Bauman Z. , Amor líquido, 2005) menciona que las
parejas hoy día, aborrecen la idea de compartir la casa y prefieren conservar
separadas las viviendas, las cuentas bancarias y los círculos de amigos, y compartir su
tiempo y espacio cuando tienen ganas, pero no en caso contrario.

46
El ideal de las relaciones sexuales hoy día se traduce en la capacidad de concretar
un encuentro sexual casual, el sexo puro es el que no tiene como consecuencia
cualquier tipo de relación o vínculo a futuro, se limita exclusivamente a la práctica
sexual; y su existencia es tan válida y gratificante como para sobrevivir en sí misma.
El continuo intercambio de parejas da la posibilidad de elegir entre varias opciones
(la que más convenga) con la garantía de que no hay que lidiar con la otra persona
sobre el futuro de la relación. (Giddens, 1989) identifica este tipo de relaciones como
episódicas, las cuales se pueden considerar como una forma positiva de
experimentación cotidiana, pero implica algo más que el placer de tener varias parejas
sino que implica un mecanismo de poder (ligado a los intereses personales de cada
quien) y que es de utilidad tanto para hombres como para mujeres.

Según (Giddens, 1989) las relaciones que los hombres establecen entre sí son
mediáticas, ya que intervienen las TIC no dejando lugar a la proximidad de las
personas. La comprensión de las prácticas cotidianas de los individuos es
indispensable para entender del modo en que se dan las relaciones sexuales. Por un
lado, son condicionadas por la existencia moderna de los sistemas sociales y por el
otro, por la emancipación del individuo. Los límites del cuerpo representan las
fronteras físicas (espaciales) del individuo con el entorno. La aceptación de las
características y particularidades de nuestro cuerpo influyen en la ruptura de las
fronteras físicas. La aceptación según el psicólogo (Álvarez, s.f) constituye el cultivo
de una actitud realista ante la vida, que posibilita asumir las dificultades de cualquier
naturaleza que irremediablemente suceden en el transcurso de ella.

Por otra parte, la aceptación social es declarada por la (Viceconsejería de Asuntos


Sociales y la Dirección de Servicios Sociales, s.f) como la aceptación por parte de un
fragmento de la sociedad de una serie de valores, normas y costumbres que
caracterizan o definen a un colectivo determinado.

A su vez, la aceptación social como presupone (Durán, 2005) puede ser analizada
como sinónimo de aprobación, de un elemento o fenómeno determinado. La

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aceptación social implica integración, “considerar como propio”, como habitual y que
no es cuestionado, tal como ocurre con los fenómenos culturales, creencias religiosas
etc.

Desde una perspectiva de bienestar y de la salud, la aceptación social analiza la


integración como punto de partida. Según (Díaz, 2005) es insoslayable sentirse parte
de un grupo, y que esta pertenencia sea placentera desde la confianza, aceptación y
actitudes positivas hacia los otros (atribución de honestidad, bondad, amabilidad,
capacidad), lo que tributa a la salud mental de los individuos.

La aceptación social como muestra (Zabala, Valadez, & Vargas, 2008) en está
relacionada con las valoraciones sociales, establecidas por la sociedad antes
determinadas situaciones y contextos. La aceptación pasa por diferentes niveles que
van desde la popularidad hasta el rechazo social.

(Goleman, 1996) señala que la relevancia de la aceptación social es comparada por


los investigadores la del desarrollo de una alta capacidad académica o intelectual. Un
importante indicador de ajuste para el bienestar es la habilidad para relacionarse e
integrase de manera satisfactoria. La sociedad, la comunidad, el hogar, son espacios
socializadores que con la era de la informatización ha sobrepasado esas barreras
físicas. La autoestima y la estabilidad de las emociones tienen un vínculo estrecho
con los niveles de aceptación que cada individuo alcance.

Sin embargo (Subirats, 2005), desde otra perspectiva de la aceptación social


señala que el rechazo y el estigma presumen un freno a la participación ciudadana e
institucional y a su vez un debilitamiento de las relaciones sociales en sentido amplio
y un paso más hacia la exclusión social.

48
CAPÍTULO III:

LA PANSEXUALIDAD COMO IDENTIDAD DENTRO DE LA


SOCIEDAD MODERNA LÍQUIDA

La pansexualidad y su aceptación en la sociedad líquida se ha visto influenciada


por las modificaciones sufridas en los conceptos de la heteronormatividad. Los
vínculos humanos también han sufrido cambios en consecuencia al dinamismo
característico de la modernidad líquida. Las perspectivas sociales en relación con la
pansexualidad deben ser tratadas como parte del proceso de aceptación de esta dentro
de la sociedad líquida, sin embargo la identidad sexual sigue siendo una cuestión
personal más alla de los cuestionamientos sociales.

3.1 Cambio en las posiciones heteronormativas y su influencia en la estructura


de los vínculos humanos en la sociedad moderna líquida.

La heteronormatividad tiene como basamento el hecho de que las relaciones


sexoafectivas heterosexuales son las que permiten el funcionamiento adecuado de la
sociedad y por ende las únicas aceptables, esto influye en cómo se estructuran las
relaciones humanas, como se dan el amor y el deseo en medio de esta sociedad
líquida donde prevalece lo efímero.

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Es recurrente que algunos autores consideren que la heteronormatividad tenga su
fundamento en textos bíblicos guardando relación con el pasaje de Adán y Eva en el
Primer Libro de Moisés:

Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y


hembra los creó, Dios los bendijo, diciéndoles: Sean fecundos y
multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los
peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se
mueve sobre la tierra. (2009, pág. 2).

Una de las vertientes por las que transita la aceptación de la diversidad sexual
(Pérez-Soba & Corral, 2002) ha sido asumir este discurso como una orden, en que
gran parte de la sociedad y la religión han encontrado asidero para reforzar la
reproducción y fustigar cualquier posición que se aleje de las normativas de género
que el sistema patriarcal ha gestado.

Es importante considerar en este análisis, que no se trata de culpar a unos u otros


(Jimenez, 2002) ni escudriñar en la historia para condenar religiones y sociedades.
Desde una concepción dialéctica de la historia basta con asumir que la
heteronormatividad ha sido el resultado de una secuencia de causas y efectos que
pudo tener sus inicios en la religión pero que en definitiva, la religión, que no es dios,
es producto de la necesidad de los hombres de profesar su fe y de otros de mostrar su
poder.

Por fortuna, la emancipación en toda época ha desencadenado una visión diferente


de la realidad y ha propiciado incertidumbre, contradicciones y desarrollo,
transformando así todas las esferas de la vida. Considerar que Dios creó al hombre y
a la mujer desde el principio y no a personas de mismo sexo; y que luego en la
Primera Carta a los Corintios se argumenta que: Ni los fornicadores, ni los idólatras,
ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros,
ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios
(Pablo, 2009) ha desatado junto a la resistencia al cambio de pensamiento humano de

50
la sociedad, cierta intolerancia hacia ideas divergentes a las contempladas en los
textos bíblicos, que no dejan de pasar por la interpretación personal siempre
permeada de las experiencias de cada individuo.

El poder de la religión pudo haber arraigado muchas de estas ideas pero fueron
profundizadas por una sociedad machista y en muchos casos hipócrita y como efecto
devinieron en leyes poco flexibles que han servido para esquematizar al ser humano
en hombre o mujer tal cual los creó Dios; “No te acostarás con un hombre como se
hace con una mujer: esto es una cosa abominable” (Misés & Levítico, 2009, pág. 18).
Sin pretender hacer un análisis teológico del tema se considera atinado resaltar estos
textos, pues ejemplifican una de las causas de la intolerancia y la exclusión, que
varios estudiosos han considerado.

El fundamento cristiano (Boswell, 1980) de los conflictos de la


heteronormatividad y la no aceptación del ser humano tal cual se da al mundo desde
su sexualidad, son perfectamente cuestionables también. Pues puede constituir una
distorsión de los mensajes bíblicos y la comprensión herrada del evangelio. Una
posición facilista es pensar que Dios = moral; moral = prohibición, no considerando
prudente igualar la experiencia moral del hombre a Dios, dando lugar a
justificaciones inadecuadas del accionar humano.

Estas nuevas formas de configurar la sexualidad tienen su origen en la antigüedad,


en ese entonces no se hablaba de homosexualidad, sino de “prácticas homosexuales”,
pues la bisexualidad era lo más frecuente. La homosexualidad como única práctica
era rara pues el matrimonio permitía obtener patrimonio y poder militar. En
Mesopotamia se comienzan a describir relaciones de tipo homosexuales durante el
período sumerio (3000 a.C.), los sacerdotes-cantores llamados assinu, lo que
significaba ‘hombre útero’, esto se entendía como homosexual. En Babilonia (2100-
560 a.C.), era común y se representó en obras como Gilgamesh. (La ciencia y sus
demonios, 2011)

51
A pesar de que el antiguo Egipto no era una práctica muy difundida, sí conocían
acerca del sexo entre hombres. Evidencia de ello son las imágenes de hombres
abrazándose de forma similar a los matrimonios heterosexuales que han sido halladas
en las tumbas egipcias y que datan del 2400 a.C. y perteneciente a Nianjjnum y
Jnumhotep, subalternos del faraón Nyuserra de la V Dinastía. (La ciencia y sus
demonios, 2011)

Imagen 1: Nianjjnum y Jnumhotep

Fuente: La ciencia y sus demonios, 2011.

En forma escrita los primeros documentos que versan sobre la homosexualidad


provienen de Grecia. Roma por su parte se muestra más liberal al respecto, y viene a
ser el emperador Nerón referente, el mismo consumó tres matrimonios homosexuales
y dos heterosexuales. Para los romanos el matrimonio era un contrato privado donde
no intervenía ni hacia juicios el estado. (La ciencia y sus demonios, 2011)

52
Imagen 2: El emperador Nerón

Fuente: La ciencia y sus demonios, 2011.

Sigmund Freud en sus estudios sobre el psicoanálisis definió a principios y


mediados del 1900 la palabra “pansexual” como energía sexual y deseo. Por su parte
la transexualidad tiene su origen en Grecia y Frigia, donde se realizaban rituales a la
diosa Cibeles en los cuales había hombres que se castraban y pasaban a adoptar el
modo de vestir y las acciones del género femenino. (Krenkel, 2006)

El cambio estructural de los vínculos humanos (Bauman Z. , 2007) se encuentra


ahora en el centro de la teoría del desarrollo. La motivación al cambio de las
relaciones humanas es la emancipación del ser humano, y en la actualidad desde la
evolución tecnológica las nuevas formas de diálogo y entendimiento, las fronteras
geográficas no son una barrera y la libertad se expresa de manera inequívoca ante la
posibilidad de intercambiar sin auto represiones dadas por la inconformidad del
físico, edad, raza o preferencia sexual.

En este escenario la sociedad moderna actual se ha abierto espacio al diálogo, a la


polémica y han surgido nuevas teorías que se contraponen al discurso religioso y a las

53
“leyes” de la sociedad patriarcal tradicional. La teoría queer (López, El laberinto
Queer, la identidad en tiempos de neoliberalismo, 2008) aborda una idea de la
sexualidad muy diferente como resultado de la emancipación en el contexto líquido.
La teoría queer propone la exploración de la sexualidad desde sí mismo, y plantea que
la heterosexualidad y la homosexualidad son espacios plásticos que pueden
modificarse, ya que son construcciones sociales.

La teoría queer viene a proponer nuevos horizontes (López, 2005) donde se crean
las condiciones para una nueva estructuración de los vínculos humanos en tanto
asume las sexualidades y géneros desde una perspectiva completamente distinta de la
norma. La palabra queer no tiene una traducción al español que proponga
semánticamente su significado original, sin embargo ha tenido varias traducciones:
una de ellas se traduce como homosexual, marica o raro de manera peyorativa, y en
otro caso significa fastidiar, molestar. La teoría queer busca la disolución de los
genéricos binarios y sexuales fastidiando lo instaurado como lo correcto, tanto en
acción como en reacción ante ello.

En la sociedad liquida (Preciado, Manifiesto contra-sexual, Ópera Prima, 2002) se


propone aceptar desde una perspectiva humanista al hombre femenino, sensible, la
mujer masculina, en definitiva al ser humano en toda su magnitud, extensión y
diversidad. Se busca la aceptación del ser humano por encima de cualquier prejuicio,
el humano que se trasviste porque así lo desea, la trasformación del cuerpo físico, las
prácticas sexuales divergentes, estas cuestiones presuponen un cambio estructural en
la esencia de las relaciones humanas.

Lo queer en la sociedad moderna influye en la reestructuración de los vínculos


humanos, donde se propone la asunción de manera natural y humana de las
identidades sexuales existentes. Lo queer realiza estudios serios sobre género, una de
las exponentes acerca del tema es la escritora Judith Butler quien sostiene que el
género es imitativo y representativo; para Butler:

54
El género es identificación, se define en la repetición que imita
constantemente la fantasías que constituyen las significaciones de manera
encarnada, es decir, el género se hace real a partir de la imaginación
convertida en su aspecto físico, así el transgénero crea como debe ser su
aspecto físico, comportamental y emocional sin la distinción de género
regularizada que lo es debido a una identificación dentro del patrón de
comportamiento normal, para Butler cualquier categoría controla el erotismo,
describe y autoriza, en mucho menor medida libera. (Butler Y. , Imitación e
Insubordinación de género, 2008, pág. 12).

La trascendencia del género según Butler (Butler Y. , 2008) en la sociedad


moderna actual no es una simple inconformidad ante la heteronormatividad, sino que
se manifiesta como una necesidad de reforzar una y otra vez la esencia humana de
los vínculos humanos. Tanto la modernidad como la informatización de la sociedad
han distanciado físicamente a las personas pero a su vez han contribuido a que los
discursos se propaguen con mayor rapidez y aunque bajo el riesgo efímero de la
liquidez, ahora es mucho más fácil compartir la idea de que el ser humano es mucho
más que un sexo, que desempeña roles sociales. Compartir la necesidad de que la
sexualidad se presente y se viva sin tabúes en diferentes situaciones, estados sociales
y privados, será un conflicto aún por resolver, pero ahora con mayor fuerza y
conocimiento de causa.

En la era digital en la que estamos viviendo muchas de las relaciones, sean


amorosas o de otra índole se inician y/o sostienen a través de las redes sociales y los
grupos creados en internet, a su vez la información que se divulga y comparte se
encuentra en la mayoría de las ocasiones digitalizada. Por lo que se hace
imprescindible un análisis de cómo se manifiesta la heteronormatividad, la identidad
sexual, el amor y la licuefacción de la sociedad en este plano.

La página web “QUIEROSABER” es un sitio el cual tiene como propósito la


educación sexual y temas de salud pública, se manifiesta claramente con los criterios

55
e información que brinda a sus lectores las características de la sociedad moderna
actual; así al tratar el tema del placer sexual, se dejan las diferentes opciones por las
que se pudiera alcanzar el mismo, abiertas a consideración de las preferencias de cada
individuo. Por otra parte se señala que aunque se haya decidido tener relaciones
sexuales esto no quiere decir que se deba aceptar todo dentro de la misma, pudiendo
cambiar su actitud al respecto. Como podemos ver, se ponen de manifiesto criterios
que para nada son sólidos ni dogmáticos, más bien están sujetos a constante cambio.
El amor aquí se considera como un sentimiento o emoción, el cual es muchas veces
utilizado por las parejas para presionar al otro con el objetivo lograr la consumación
de la relación sexual. Se separa del sexo, el cual es considerado como un evento
puramente físico y biológico, no se hace referencia a cuan interrelacionados se
encuentran. Esto es una muestra de cómo en la actualidad se conciben los temas en
cuanto a sexualidad, no se enmarcan en las relaciones heteronormativas sino más bien
en la importancia del placer y la satisfacción del mismo, la experimentación pero con
responsabilidad para no contraer ninguna ETS. (QuieroSaber, 2014)

Imagen 3: Captura de pantalla de la página web “QuieroSaber”

Fuente: Página web QuieroSaber, 2014.

En cuanto a heteronormatividad se trata, podemos encontrar que al desarrollarse el


tópico sobre el placer sexual sólo se hace referencia a la importancia que tiene la
comunicación y respetar los límites de la pareja; sin embargo se pudiera profundizar

56
sobre cómo influye el manifestarse en sociedad y en la intimidad de acuerdo a la
identidad sexual y orientación del individuo sin que intervengan las normas dictadas
por la sociedad. (QuieroSaber, 2014)

En las redes sociales se crean grupos donde las personas comparten y debaten
distintos temas, dentro de estos se encuentra la sexualidad. Uno de estos grupos es:
“Sexualidades para mentes abiertas del grupo El Arte, Psicología”, este es un grupo
cerrado de Facebook, está integrado por 7 administradores y 1506 miembros. En este
grupo se prohíbe la homofobia, transfobia y heterofobia, pues lo componen personas
con “mentes abiertas” que no reconocen como modelos de la sexualidad los
establecidos por la colectividad. Sin embargo tienen sus propias reglas o
prohibiciones como grupo, las cuales aclaran que pueden ser modificadas, esto
manifiesta el cambio y lo efímero en las redes sociales modernas, representativo de
liquidez. Se respeta la identidad sexual y las preferencias de los integrantes. Son
debatidos temas desde el punto de vista educativo como el amor vinculado a la
sexualidad y se definen a sí mismos como amantes del placer. (facebook, 2016)

Imagen 4: Captura de pantalla del grupo de Facebook “Sexualidades para mentes


abiertas del grupo El Arte, Psicología”

Fuente: Facebook.

57
En el blog de la web de Gine Sex no se impone la heterosexualidad como la única
posibilidad de relación y de encontrar el amor, más bien se habla de cómo no tiene
por qué ser la familia tradicional hombre-mujer la que constituya la célula de la
sociedad. En cuanto al amor en sí se debaten múltiples ideas a través de las cuales se
desvanecen los mitos que giran en torno al amor romántico. (Cámara, 2015) En el
artículo “Sexualidad femenina. Ni ninfómanas ni enfermas” la autora señala como la
mujer puede experimentar su sexualidad al máximo cuando simplemente no se rige
por el modelo masculino. (Camara, 2016)

La heteronormatividad, el amor y la identidad sexual se manifiestan en las redes


sociales y demás fuentes de internet reflejadas con las características de la sociedad
líquida en la que se desarrolla el hombre moderno, siendo un reflejo de lo que ocurre
fuera de la web.

3.2. La pansexualidad dentro de las sociedades modernas.

Freud (1980) diagnosticó como neurótica a la sociedad puritana de principios del


siglo XX, lo que propició un aumento de la libertad sexual con el objetivo de mejorar
la salud psíquica de tal sociedad. Aun así subyacen actitudes discriminatorias y
excluyentes.

Aún no se reafirma dentro de la sociedad la pansexualidad como identidad sexual


pues ésta no considera el “sexo” como una variable al establecer las relaciones
interpersonales en el ámbito de la sexualidad, de esta manera constituye un reto para
las categorías de sexo y género. En la sociedad actual donde las identidades y
orientación sexual se establecen o definen basados en los aspectos biológicos e
identitarios de la persona hacia la cual se encuentra atraída el individuo, la
pansexualidad viene a resultar chocante, revolucionaria y difícil de entender. A las
personas en esta sociedad se les hace difícil concebir que sea posible sentir atracción
por otra sin tener en cuenta los elementos identitarios.

58
La pansexualidad viene a ser la necesidad del ser humano de distinguir más allá de
lo biológico, moral y dogmático, da mayor importancia a quiénes son los individuos,
por ello se habla de identidad sexual; los seres humanos pueden identificarse basados
en la atracción que sienten por otro ser, por sus características intelectuales,
emocionales, por su sensibilidad, y no necesariamente por lo básico, biológico e
instintivo. Además, como seres independientes no es necesario establecer vínculos
duraderos, lo que ha estado pautado hasta la fecha no tiene por qué ser lo normal ni lo
establecido. Es así que la pansexualidad viene a ser la consecuencia de la evolución
del pensamiento de quienes conforman la sociedad aunque no lo vea así la mayoría de
ella.

Teniendo en cuenta que la aceptación social constituye la aprobación por una parte
de la colectividad de una serie de valores morales, normas conductuales y costumbres
que caracterizan o definen a una parte de ella, podemos señalar que la sociedad
líquida caracterizada por el vínculo frágil y poco duradero que se establece entre los
individuos, donde no hay apego a lo tradicional y al compromiso es más proclive que
la sólida a aceptar la pansexualidad como parte de ella. Al referirnos a identidad
sexual estamos hablando de cómo el individuo se identifica con el sexo que le ha sido
asignado biológica y genéticamente, entonces si la pansexualidad no se basa en
conceptos de sexo ni género al ser ella establecida como identidad sexual vendría a
ser la disolución de esta o del concepto actual que tenemos sobre ella.

Quizás este es el primer paso del camino a seguir hacia la aceptación total de la
pansexualidad en la sociedad, pues desaparecerían las bases sobre las que se
clasifican o dividen actualmente los individuos cuando de identidad sexual se trata.
Sin duda intervendría además en el mercado, pues ya no sería posible vender una
imagen como símbolo sexual, nuevas estrategias serían utilizadas por los medios de
comunicación para mostrar la pansexualidad, no como una moda sino identidad
sexual, que es como se viene arraigando. No existe un prototipo de comportamiento
que se pueda vincular a las personas pansexuales, ya que esta se vive a nivel

59
interpersonal, en el terreno de lo privado y sitios de internet; esta es una razón más
por lo que aún no es reconocida en el medio social.

La tolerancia alude a las posibilidades (Butler Y. , Imitación e Insubordinación de


género, 2008) de “modelos alternativos", de vida sexual, como socialmente legítimos
a todos los efectos. La aceptación implica valorar la pansexualidad desde el propio
principio de la igualdad atribuyéndoles a los "modelos alternativos" los mismos
derechos públicos que los "modelos tradicionales".

La realidad sexual ha cambiado (VV.AA, 2005) en un entorno más abierto, menos


conservador y líquido. Sin embargo pueden subyacer posturas aparentemente
neutrales ante la pansexualidad. El tema conduce a una comprensión cultural de la
sexualidad asumiendo que hay tantos sexos como personas. Hombre y mujer más allá
de lo biológico, son construcciones culturales, por tanto una visión pansexual anularía
el concepto de identidad.

Según Preciado (2002) en el contexto de la sociedad moderna líquida aceptar la


pansexualidad implica la no clasificación de las conductas sexuales como normales,
anormales, o reducirlas a heterosexuales, polisexuales o pansexuales, GLBTTIQ
(siglas que identifican a la comunidad gay, lesbiana, bisexual, transexual,
transgénero, intersexual y queer). La no clasificación es el primer paso de aceptación
de las posibles conductas sexuales como visibles de lo contrario continuarán en la
otredad sexual.

Es probable que sea difícil comprender una identidad sexual como la


pansexualidad (Aponte, 2009) sobre todo porque no es aún un término
universalmente difundido, pero la tolerancia no necesariamente implica comprender,
solo admitir que existen sexualidades distintas a la propia o a la del otro, o a la de
muchos. La pansexualidad es un hecho, natural vivido por muchos individuos, que les
aporta sensaciones, vivencias, nuevos vínculos humanos, es auténtico, entonces tiene
derecho a existir.

60
Aponte (2009) indica que la sexualidad nace del autorreconociemiento, de la
experimentación propia, no de aptitudes superfluas ni de moda. Para la pansexualidad
la sexualidad es infinita, sin nombres ni condiciones. En las sociedades modernas ya
existen voces que defienden su condición o no condición: No es hetero, no es homo,
no es bi, sino que abarca todo, y que en una modernidad líquida con poco
detenimiento en el enjuiciamiento, ya se asoma como un concepto de vida. Es la
“sexualidad total”, ni más, ni menos.

Una muestra de la existencia incipiente pero válida, la constituye el arte, que se


presenta muchas veces con una actitud irreverente. Preciado en uno de sus análisis
(2002) sitúa al cine por ejemplo de las tres últimas décadas, donde este ha sido un
indicador de cambio de percepción respecto a la sexualidad. Aunque muchas veces
se presenta con imágenes estereotipadas en personajes marginales, sin duda han
contribuido a la visibilidad de estos sujetos. La figura más representativa del cine
español por ejemplo: es la de Pedro Almodóvar cuyos personajes transexuales, desde
Tina en La ley del deseo a Lola y Agrado en Todo sobre mi madre, o Zahara en La
mala educación.

Otro ejemplo se evidencia en los cómics manga (Preciado, 2002) en ellos se


muestran personajes homoeróticos tanto masculinas como femeninas masculinas y
femeninas, la ambigüedad de otros personajes andróginos que se muestran confusos
sin una identidad precisa. Los adolescentes consumen masivamente estos productos
pero antes de interpretar este hecho de manera superficial, es importante resaltar que
les permiten relacionarse sin temor ni demasiada culpa con su propia ambigüedad
sexual, lo que es tan necesario en el desarrollo psicosexual de la adolescencia.

A la vista de este amplio repertorio de manifestaciones sociales y culturales


(Planella, 2006) (la música, el cine, la literatura, la televisión, la publicidad, el arte, la
moda, etc.) en las que la presencia del transgénero es ineludible podría pensarse que
esta visibilidad mediática necesariamente debería venir acompañada de un

61
reconocimiento de los derechos de aquellos ciudadanos que practican una sexualidad
y un género no normativos.

Nos encontramos ante una realidad novedosa, donde las nuevas identidades
colectivas han revindicado a personas tradicionalmente excluidas. Y no hay lugar
para el silencio, ahora se cuestiona la falsa moral, y se erige la libertad y la igualdad
universal como un derecho completamente auténtico.

Esta compleja casuística (Preciado, 2012) alberga casos tan peculiares como el de
una mujer trans que conservó sus órganos reproductores femeninos y se embarazó por
inseminación , un hecho que ha generado polémica incluso desde los círculos trans
por ser considerado una contradicción ética a su deseo de ser completamente un
hombre. Otras posiciones ante este hecho como la de Beatriz Preciado, lo analizan
como una manera de destruir el binomio hombre-mujer: “Ese cuerpo que la vista
condicionada definiría hombre de pelo en pecho... con su vistoso embarazo que
definiría de mujer, en este caso estamos en presencia de un tecnohombre con un
transcuerpo. Es biohombre quien es asignado hombre al nacer y tecnohombre la que
se asigna hombre a sí mismo usando técnicas para ello. En tal caso, la autora indica
que lo que existe es una un transgénero pansexual, en caso de que fuera necesario
aportar alguna definición.

A pesar de que siempre ha resultado la sexualidad un tema tabú en muchas


sociedades, ahora se presenta muy cercana a la realidad. Tanto los medios de
comunicación como las manifestaciones del arte se muestran como precursoras de la
aceptación y la restructuración de los vínculos humanos ante la eminente diversidad
sexual.

3.3. Perspectivas sociales respecto a la pansexualidad en la sociedad moderna


líquida.

El reconocimiento social de la pansexualidad (Ranciére, 2009) no puede menos


que confiar en la concepción humana de la sexualidad en tanto se distingue por la

62
atracción sentimental, estética, romántica o sexual independientemente del género,
edad o sexo de otras personas, así como toda práctica sexual. Se denomina también
como el postgénero, de este principio parte toda idea relacionada con la necesidad
reconocer otras prácticas sexuales y se defiende la premisa de que la experiencia
social limita todas las posibilidades del ser humano.

La pansexualidad en la sociedad moderna líquida propone (Aponte, 2009) la


atracción más allá del género sexo o edad y sus expectativas se enfocan a que el
individuo propiamente pansexual se autoreconozcan como cualquier género o sexo.
Por esta razón se autodetermina como una anti-identidad, ya que el objeto de deseo
no está limitado a dos sexos.

Las expectativas respecto a la asunción o no de la pansexualidad seguirá siendo


motivo de análisis aunque en realidad la sexualidad es algo tan personal que no
tendría sentido alguno escudriñar en lo que se da por naturaleza no por imposición
social. La legitimación de las sexualidades y del pansexualismo como parte de ellas
(Preciado, 2002) no es una condición que se otorga sino que se tiene por la
naturaleza misma de la sexualidad como un hecho natural, auténtico e inequívoco. El
constante cuestionamiento de categorías como identidad, género y sexualidad en su
calidad de categorías fijas, serán conflictos que se mantendrán por un buen tiempo y
se silenciará en la medida en que sea asumido como un hecho natural.

López (2008) afirma que la expectativa social respecto a la pansexualidad pone


sus ojos en la teoría queer, la que posibilita como nunca antes pensar en los cuerpos
diversos, heterogéneos, anormales, desviados. Brinda la oportunidad de alejarse de la
sociedad heteronormativizada en la aún se vive.

Otra posibilidad de reflexión es la propuesta por Roughgarden (2004) donde


esboza la abolición de la heteronormatividad desde el replanteamiento de la teoría de
la selección de Darwin, estableciendo un paralelismo entre la selección sexual, y su
nuevo concepto de «selección social» dando la posibilidad de incluir posturas no

63
heterosexuales. Este aporte es esencial para un entendimiento más diverso del mundo
que habitamos.

La realidad es que las personas no van por la vida explicando cómo se definen
sexualmente sólo lo proyectan externamente. La pansexualidad (Aponte, 2009) puede
ser criticada, atacada pero lo verdaderamente importante es la posibilidad de
apertura, de emancipación, de conocer la magnitud de la pansexualidad; según la
sexóloga Becerra García, Ser pansexual no sólo es una nueva manera de ver el
mundo, sino una visión de aceptar a todos sin discriminación.

Explica Becerra (2009) que los pansexualistas están abiertos de relacionarse con
transgéneros o transexuales. “Ellos no discrimina a estas personas, son incluyentes.
Su postura ideológica, es decir, el amor y la atracción sexual va más allá de una
delimitación de género. En un planteamiento abierto que propone la no
discriminación”

No se trata ahora de suplantar unos términos por otros (De Lauretis, 1991) ni de
obviar la cultura de género que caracteriza la sociedad ni mucho menos cuestionar la
heterosexualidad u otras identidades diferentes a ella. De lo que se trata es de no ser
resistente al cambio, de convivir con las diferentes perspectivas que se dan en cada
contexto social, se trata de tolerar, respetar, estrechar los vínculos humanos.

Otro análisis del tema serían los cambios políticos y la naciente sociedad en red
que conducen al cambio de actitud ante la sexualidad y propician nuevos espacios de
intercambio. En este contexto (Giraldi, 2007) menciona que los jóvenes se muestran
con una renovada capacidad reflexiva en torno a la sexualidad y los nuevos destinos
colectivos. Evidentemente resurge una generación más abierta a la tolerancia y la
aceptación. Las redes sociales además de colocar al usuario individual como el núcleo
de su mercado también permiten organizar comunidades con intereses compartidos.

La neutralidad es una de las actitudes asumidas en la actualidad ante el


pansexualismo como modelo sexual no tradicional. Las expectativas sociales

64
(Flecha, 2005) apuntan a considerar la sexualidad como un elemento del ámbito
privado en el cual no puede ni debe inmiscuirse el poder político. Así mismo la
libertad sexual asume como malo únicamente aquel comportamiento sexual que
manifieste a través de la violencia. Dejar de considerar la sexualidad como un
misterio y asumirla como un componente de toda cultura y toda sociedad, continuará
siendo una impronta social.

Sin duda la sexualidad y su evolución están ligados estrechamente a procesos


históricos sociales, a medida que los modelos estructurales cambian también las
formas de vivir la sexualidad, pero que implica a nivel social la disolución de estas
formas de relacionamiento, por un lado la pansexualidad promueve la aceptación de
la pareja sexual o afectiva sin discriminación de su sexo o género, por otro lado de
alguna manera promueve la plasticidad de las relaciones y afirma la liquidez de los
vínculos que buscan la satisfacción inmediata de los deseos y por lo tanto la búsqueda
continua de una pareja con quien satisfacer los mismos.

He aquí el objeto de debate sobre la pansexualidad, el individuo que se define


como tal es sujeto de elección o es un objeto elegible, o puede ser ambos, ninguna de
estas posibilidades lo aleja de su objetivo que es la aceptación de sí mismo a través
del otro. Como es característico en la modernidad el afán de pertenencia de los
individuos los impulsa a sentirse identificados dentro de algún grupo.

El término pansexual surge como una alternativa para acoger a las diversas
sexualidades periféricas que continuamente están cambiando, las personas que se
autodefinen dentro de esta categoría lo hacen por ser más incluyente, seguir el
modelo de la fluidez, darle la importancia necesaria a la satisfacción de los deseos y
sobre todo por alejarse de las categorías que se centran en el binarismo de género.

La pansexualidad de cierta manera podría verse como una moda, una forma de
experimentar cosas nuevas, permite encontrarse con individuos que comparten esta
misma forma de pensamiento, las relaciones que comparten estas personas son breves
y no buscan la estabilidad, un ejemplo de este modelo de comportamientos es el

65
testimonio de Buck Íngel, quien se define como pansexual: “Me encanta estar con
hombres, pero me gustan también las mujeres. No es una cuestión de género, sino de
cómo sea cada persona. Si me atrae la persona, me lo pasaré bien en la cama con
ella”. Luego no es una cuestión de ser gay o bi, sino de ser sexual dependiendo de con
quién. Más que nada sería un transexual-pansexual”. (Aponte, 2009). Es evidente
como se presenta el deseo por consumir y absorber a otra persona para satisfacción
propia, las parejas se vuelven desechables y se afirman las “relaciones de bolsillo”
que son cada vez más comunes en la modernidad.

66
CONCLUSIONES

En la sociedad moderna líquida se configuran nuevas estructuras sociales, que


atraviesan desde el ámbito político hasta los vínculos interpersonales, las relaciones
hoy en día se caracterizan por el escaso contacto físico y la no duración de las
mismas, es por eso que la sexualidad se vive y se experimenta de una manera muy
diferente en la actualidad, uno de los aspectos más controversiales y ha vivido
cambios significativos es la sexualidad y la forma de expresar la misma. La
aceptación en este contexto de la pansexualidad como identidad sexual implica que
las categorías de sexo y género pierdan relevancia en términos de identidad sexual,
inclusive que se desaparezca la identidad sexual como concepto.

La época moderna propicia la visibilidad y el surgimiento de formas alternativas


de mostrar la sexualidad, es así que hoy en día el individuo se manifiesta de una
manera más abierta ante la sociedad en cuanto a sus gustos o preferencias y en cuanto
a parejas sexuales y afectivas. La teoría queer ha reestructurado la concepción y
expectativas respecto a los modelos de sexualidad distintos a la norma, sin embargo
aún es necesario que se incluyan o representen en la sociedad actual aquellos que
están surgiendo y que no siempre se definen por criterios de sexo o género como es el
caso de la pansexualidad.

La compleja casuística de la pansexualidad tiene su principal mérito en la visión


de apertura y de emancipación en un contexto líquido y heteronormativo, donde las
expectativas sociales apuntan a considerar la sexualidad como un elemento del
ámbito privado y asume como malo únicamente aquel comportamiento sexual que se
manifieste a través de la violencia.

67
La pansexualidad es un reflejo de la sociedad moderna en la que se busca ir en
contra de todo lo establecido institucionalmente, se centra en una gran controversia,
es una identidad sexual o es una anti – identidad, lo que sí se puede afirmar es que
son un grupo de personas que buscan respeto por su forma de vida y la libertad de
poder elegir a su pareja afectiva y sexual, no se definen a sí mismos dentro de
cualquier categoría identitaria pero es necesario clasificarlas para poder comprender
en qué se basa su pensamiento y el porqué de su decisión.

Si bien es cierto los pansexuales buscan una forma de amor libre, la sociedad condena
estas formas debido a que no siguen las normas establecidas lo cual podría
representar una pérdida de los valores tradicionales. La asunción de la pansexualidad
como identidad significa a nivel social la eliminación de los conceptos de sexo y
género ya que estos limitan el potencial humano y el objeto de deseo no está limitado
únicamente a dos sexos; es por eso que difiere de la bisexualidad, en cuanto que las
personas definidas dentro de este grupo le dan importancia al sexo y al género de su
pareja sexual y afectiva. El ser pansexual implica también el reconocimiento de los
aspectos internos de cada ser humano más allá de lo que proyecta al mundo exterior.

68
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