CUESTIONARIO
CUESTIONARIO
CUESTIONARIO
7. Está usted de acuerdo que el teólogo Italiano Tomás de Aquino utilizó las
ideas de Aristóteles en sus comentarios bíblicos, ¿y por qué?
R/ No estamos de acuerdo, la razón es porque contradecía claramente la fe
cristiana.
10. ¿Cuáles fueron los tres fundamentos positivos para sustentar cualquier
empresa revolucionaria?
R/ 1. Las enseñanzas Bíblicas
2. El deber de utilizar las facultades personales.
3. La convicción de que el estudio de la naturaleza glorificaba al creador.
12. ¿Por qué muchas enfermedades fueron desapareciendo, cree usted que el
progreso y el desarrollo sean enemigos de la fe cristiana?
R/ Por el progreso y desarrollo científico.
Si, por que, con este tipo de creencias, no es de extrañar que poco a poco se
fuera sustituyendo a Dios, por el ideal del progreso, ya que los beneficios de
este eran visibles e inmediatos.
13. ¿Cuál fue la creencia de los griegos y los romanos en cuanto a la Historia?
R/ Creían que el proceso histórico era degenerativo.
14. ¿Cuál fue la manera de ver las cosas para los Hebreos? Con su mentalidad
histórico. Salvífico.
R/ Poseían una consep-cion lineal del tiempo.
17. ¿Cuál fue la nueva teología que se crea con la aportación de Martin
Lutero?
R/ La Reforma propone volver a los origines de cristianismo, y se refiere a las
escrituras como la única norma que debe estar al alcance de todo el mundo.
35. ¿Qué han hecho algunas sociedades avanzadas para superar la crisis en la
Escuela Postmoderna?
R/ Han poste modernizado las escuelas, y muchas de las principales asignaturas
las han envuelto en una melodía de rock para que sean escuchadas a través de
los populares Walkmans.
39. ¿Con todas las trasformaciones que se hizo Michael Jackson en que se
quiso convertir?
R/ Se quiso convertir en una persona o criatura inocente y pura
41. ¿Qué es lo que se ha creado en los países occidentales, para atender a las
personas solitarias?
R/ Se ha criado un teléfono para escuchar a las personas que necesitan hablar
con alguien, lo trágico en esta época es que la gente no sabe escuchar.
48. ¿En qué mundo vive el hombre postmoderno y que tipo de relación es la
que proporciona identidad?
R/ Vive en el mundo de lo parcial donde nada es duradero ni mucho menos
eterno. Solo tiene memoria de lo inmediato solo le da crédito a lo presente y la
relación con Dios es lo que le proporciona identidad.
49. ¿Cuál fue la participación de la postmodernidad al haber modernidad
heredado de la edad media cierto dogmatismo de las ideas y creencia?
R/ Conceptos como la libertad, la tecnología y la ciencia.
50. ¿Con que comparo Carl Mark la religión y es lo que el ateo moderno
negaba?
R/ Lo comparó con el Opio del pueblo, o con una especie de reliquia Neurótica.
El ateo moderno negaba categóricamente la existencia de Dios.
62. No se espera el fin del mundo para los grupos religiosos asiáticos si no el
cambio de era, describa cuales son.
R/ La era del hierro, mitología greco-romana
La era piscis, o Poseidón – Neptuno
La Kali-Yuga – del hinduismo
La era de Cristo – era de Pedro
65. ¿Qué sucedía en los años 60 cuando los jóvenes llegaban a los llegaban a
los 20 años de edad?
R/ Los jóvenes ya pertenecían al mundo laboral y se habían casado y habían
fundado un hogar.
69. ¿Qué es lo que está arraigado en el alma humana y cuál fue la tesis de
Jesucristo?
R/ Lo arraigado es el error de buscar lo imperecedero en lo efímero y caduco.
La tesis de Jesucristo es: No os afanéis por vuestra vida, que habéis de comer y
que habéis de beber, ni por vuestro cuerpo que habéis de vestir. ¿No es la vida
más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
73. ¿En qué se convirtió la democracia y que les exige a los ciudadanos?
R/ Se convirtió en una divinidad más de la sociedad laica moderna.
Exigiendo devoción y entrega a todos los ciudadanos proponía la exaltación de
los intereses generales por encima de los particulares.
FE MODERNA FE POSTMODERNA
1. Intelectualizada Emocional
2. Coherente Sincretista
3. Triste Festiva
4. Dogmática Narrativa
5. Sacrificial Cómoda
6. Perseguida Tolerada
7. Oficializada Desconfiada
8. Comprometida Descomprometida
9. Segura Prudente
10. Poco orante Orante
1. Intelectualizada – Emocional
Durante la M la vía de acceso a Dios que gozó de mayor prestigio fue, sin duda, la
racional. Los creyentes se sintieron obligados a presentar defensa de su fe frente al
racionalismo general de la época y a los ataques cientifistas contra la religión.
2. Coherente – Sincretista
3. Triste – Festiva
La M hizo de la religión algo pesado, arduo y triste. Las iglesias que se aliaron con los
Estados se contagiaron de la visión burguesa del mundo y contribuyeron así a fomentar
la productividad consumista por encima de todas las dimensiones humanas.
4. Dogmática – Narrativa
La M cometió el error de caer en la rigidez del dogmatismo. La teología pretendía
conocer todas las respuestas y saber todos los misterios. Se confiaba en que, por
medio del estudio minucioso de la revelación, reservado sólo a los especialistas, se
podrían aclarar todas las dudas con respecto a lo divino. El orgullo de ciertos teólogos
modernos les llevo a absolutizar ciertos valores, palabras e ideales. De ahí que la PM,
por reacción, busque hoy lo simple.
Una vez más habría que apelar al equilibrio pues si la M pecó de excesivo dogmatismo
la PM puede caer en la banalización de la revelación. Ni lo uno ni lo otro será bueno.
5. Sacrificial – Cómoda
La experiencia religiosa apunta hoy más hacia adentro que hacia afuera. Parece como
si al creyente postmoderno le importara mucho más su propia realización personal, el
Yo y la relación con su iglesia que la relación con los demás que todavía no conocen el
mensaje del Evangelio.
6. Perseguida – Tolerada
7. Oficializada – Desconfiada
8. Comprometida – Descomprometida
9. Segura – Prudente
Pero la PM responde que no; que eso es confundir la oración con la propia fe.
CONCLUSION
“Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a
todas las naciones; y entonces vendrá el fin”
Mateo 24:14
El ser humano siempre ha tenido necesidad del mensaje evangélico. Sin embargo, en
nuestros días lo precisa con más intensidad que nunca, aunque no sea consciente de
ello. De manera que el secularismo, robándole al hombre su origen y su destino, le
despoja de las principales coordenadas de referencia y le empuja al vacío infinito de la
nada. Por el contrario, el Evangelio provee de identidad, arraiga a las criaturas en el
mundo dando sentido y finalidad a su existencia.
“La predicación del mensaje de salvación concierne a la iglesia y debe ser ésta quien
medite y asuma la responsabilidad de proponer formas y métodos adecuados para la
realización de esta tarea”
El hombre no puede vivir solo de pan, sino que necesita también la Palabra que le
acerca a Dios.
Las comunidades evangélicas deben seguir explicando al ser humano que vive en la
postmodernidad la historia de siempre: “Jesús es el Señor”, el único Señor del universo
que tiene poder para desterrar del alma humana los demás dioses con pies de barro.
1. Anunciar el núcleo de la fe
El Evangelio tiene un núcleo que ilumina y permite comprender todos los demás
contenidos de la revelación. El hombre contemporáneo, que no ha tenido la
oportunidad de tener un encuentro con Jesucristo, debe ser enfrentado con el centro
mismo de la fe: con la misericordiosa salvación que el Hijo de Dios humanado
consiguió para él, muriendo en el Gólgota y resucitando al tercer día.
El hombre y la mujer que deciden seguir a Cristo no pueden continuar viviendo como si
nada hubiera pasado. El reino de Dios requiere un nuevo estilo de vida; una nueva
ética que reordene la mentalidad y la conducta de la persona.
Convertirse a Cristo no es huir del mundo para refugiarse entre los muros de la Iglesia,
sino hacer de la Iglesia un trozo de cielo en la tierra que interactúe con el mundo y
aporte las soluciones, que estén en su mano, al problema humano.
5. Fomentar la esperanza
El discurso cristiano tiene que dejar de ser esa especie de “discursoescaparate” propio
del tipo de cultura-espectáculo de los anuncios en la que estamos viviendo porque, por
muy lujoso y atrayente que decoremos este escaparate, nunca podrá competir con los
demás, ni resultar más atractivo que ellos.
No cabe duda de que los avances tecnológicos pueden ser beneficiosos para la
divulgación del Evangelio, pero también encierran el peligro de contaminarlo.
Pero es que, además, hemos de aprender a tratar más con las personas concretas y
menos con las multitudes porque el hombre postmoderno está harto de grandes
palabras, dichas de forma impersonal mediante sofisticadas tecnologías y calculados
estudios de comunicación de masas.
Hoy se exigen “pequeñas palabras” pero vividas; ser rehúyen los métodos
apasionadamente persuasivos y las posturas redentorias. Los discursos de los políticos
han acostumbrado a la gente a que se dude y se desconfíe de todo o que huele a
ortodoxo. Y es que, en definitiva, la evangelización tampoco consiste en convencer sino
sólo en exponer. El Evangelio se anuncia, no se demuestra.
El hombre de hoy no huye de los contenidos del Evangelio, algunos los acepta incluso
con agrado, sino de la forma en que se le intentan imponer por parte de los líderes
religiosos.
Otro asunto importante es la actitud del evangelizador hacia los valores del
evangelizado. Este tema es de vital importancia. El que lleva la Buena Nueva no tiene
por qué engreírse con la ilusión de que él o su cultura son superiores a la persona o a
la cultura que trata de evangelizar. Al contrario; únicamente su labor será eficaz si
mantienen la conciencia de que esta sirviendo.
La imagen de cristiano que este “evangelio” proyecta es la del hombre de negocios que
vive feliz porque ha conseguido el éxito, en su vida profesional y familiar, como
recompensa por haber recibido a Cristo. El evangelio se difunde así casi como un
producto comercial que garantiza el triunfo y la felicidad personal.
“El hombre de hoy no huye de los contenidos del Evangelio, algunos los acepta
incluso con agrado, sino de la forma en que se le intentan imponer por parte de
los líderes religiosos”
El cristiano en esta época no debe dejarse impresionar por los mitos de la modernidad
ni por los desengaños de la postmodernidad, aunque sí por los nuevos retos sociales y
desafíos que se le plantean. La solidaridad con todos los seres humanos, sean o no
creyentes, es algo que no puede hoy olvidarse en las comunidades evangélicas.
Mientras los mahometanos creen que el Corán bajó del cielo perfectamente
encuaderno, de ahí que no se deba traducir, y los mormones están convencidos que su
Libro del Mormón fue escrito de manera perfecta por el dedo de Dios, los cristianos
sabemos que la Biblia, aunque inspirada por Dios, fue redactada por manos humanas a
lo largo de miles de años. Esto nos hace aceptar que no existe ningún lenguaje
sagrado, hecho en el cielo, independiente y superior a cualquier cultura humana, que
debamos venerar y conservar inmutable a través de las eras.
Por eso debemos preocuparnos porque el lenguaje que se utiliza sea actual para que
las palabras de Jesús no suenen a extrañas, de otro tiempo o a frases de personajes
históricos con poca o nula vigencia en nuestros días.
Además de la peculiaridad del lenguaje existe otro aspecto importante para el proceso
de evangelización. Se trata de los signos propios de cada ambiente particular. Cada
cultura tiene un vocabulario o un idioma propio; unos acentos o giros fonéticos; ciertas
maneras de vestir o ciertos hábitos.
Por eso el Evangelio debe saber acercarse, con afecto y respeto, a las singularidades
de cada pueblo, porque muchos de esos signos podrán usarse para expresar valores
cristianos.
No cabe duda que, para contagiar a otros con la fuerza y el poder del Evangelio, el
testimonio personal ha sido siempre la mejor manera. El campo de relaciones natural
de los creyentes en el ámbito en el cual la intercomunicación es más eficaz ya que se
apoya en experiencias diarias comunes.
“En la medida en que la pareja traduce el universo de las palabras amorosas en una
determinada concreción radical de vida, constituye un valioso patrimonio para una
Iglesia sobre la cual la postmodernidad ha hecho recaer la sospecha de predicar
grandes y “divinas” palabras”.
El pueblo evangélico tiene que ser consciente de esta realidad. Nuestro matrimonio y
nuestra familia son la principal carta de presentación de nuestro cristianismo.
Requisitos previos a la evangelización
La tarea evangelizadora es una de las empresas más difíciles que el ser humano
puede emprender. Hemos de entender que no debemos aproximarnos a ella desde la
autosuficiencia o la presunción. No hay que confiar en nuestras “palabras persuasivas
de humana sabiduría”, como dijera el apóstol Pablo, sino que poniendo la confianza en
el Señor anunciemos, “con debilidad, temor y temblor”, el testimonio de su Palabra.
El cristianismo se veía como “una fe que merece la pena vivir, porque es también una
fe por la que merece la pena morir”. Es necesario, por lo tanto, volver a crear en el
corazón de cada evangélico este tipo de fe.
Los cristianos actuales debemos conseguir una mayor coherencia entre nuestra fe y
nuestra vida cotidiana. Hemos de convertirnos constantemente si queremos crear en
este mundo un nuevo estilo de persona.
Ante la carencia de modelos validos que padece hoy la sociedad, los cristianos
estamos llamados a ser auténticos modelos. Hay que asumir el riesgo que implica ser
ejemplo para los demás.
Las iglesias evangélicas locales que deseen ser coherentes con su fe y misión en el
mundo postmoderno deberán constituir auténticas comunidades cristianas.
La Iglesia debe ser un lugar apartado del mundo, pero, a la vez, bien colocado en el
mundo; un lugar donde sea real el amor, la fraternidad y la solidaridad hacia todas las
criaturas.
El cristianismo no podrá apoyar nunca a los que dudan de la dignidad básica que
posee cada individuo de la especie humana, como consecuencia de haber sido creado
por Dios.
La Palabra de Dios está atravesada por un hilo conductor que, desde el libro del
Génesis hasta el Apocalipsis, no deja nunca de señalar hacia ese deseo de paz,
justicia y felicidad para toda la humanidad.
Sin embargo, no todos los planteamientos que propone la postmodernidad son tan
irreconocibles con los valores evangélicos.
El futuro del pueblo evangélico es la unidad de sus miembros. ¿Qué testimonio ofrecen
cuatro congregaciones evangélicas de cincuenta miembros cada una, que no se
relacionan entre sí por culpa de nimiedades doctrinales, a una ciudad que las conoce y
sabe de sus intransigencias históricas? ¿No sería mucho mejor el ejemplo de una
iglesia con doscientas almas unidas por el amor de Jesucristo? ¿No tendría más
impacto y daría más fruto? ¿No cumpliría mejor la voluntad del Señor? Estoy
convencido de que ahí está nuestro futuro.