Cerveza Y Salud
Cerveza Y Salud
Cerveza Y Salud
Benjamín Franklin escribió que "La cerveza es una prueba de que Dios nos ama y
de que quiere que seamos felices”. Exagerado o no, lo cierto es que, desde los
primeros tiempos de la humanidad, el hombre conoce los efectos beneficiosos de la
ingesta moderada de alcohol. Cuando pasó de ser cazador a agricultor su
desconocimiento sanitario le haría sufrir múltiples enfermedades derivadas del uso
de aguas inadecuadas. Y, empíricamente, se dio cuenta de que si bebían sus
bebidas fermentadas, cerveza y vino principalmente, se reducían las enfermedades.
Los científicos saben que la ebullición del agua en las etapas preparativas de
algunas bebidas, el alcohol presente y la acidez de tales bebidas, producían la
muerte o reducción de las bacterias patógenas. Aún sin saber la razón, desde la
Edad Media a la Revolución Industrial, consumir cerveza, sin duda, era menos
peligroso que beber agua. Actualmente poseemos cada vez más información sobre
las relaciones entre alcohol salud y enfermedad. Y como la cerveza es una de las
bebidas más populares no es de extrañar la existencia de múltiples investigaciones
sobre cerveza y salud. Intentaremos resumir las más recientes y relevantes.
En todo caso el consumo medio de cerveza debe ser moderado ya que un exceso
de ingesta de alcohol puede provocar problemas muy variados, aparte de los
terribles derivados de la dependencia alcohólica: el alcohol es muy energético, 7
kilocalorías por gramo, comparadas con las cuatro de los hidratos de carbono o
proteínas; el alcohol hace que la glucemia, la glucosa en sangre, baje, con lo que se
estimula demasiado el apetito; el alcohol interfiere la absorción de vitaminas y
minerales y dificulta el consumo metabólico de las grasas; para metabolizar los
excesos de alcohol el hígado se inunda de grasas.
Otros datos diferentes han sido aportados en los pasados años por diversos grupos
internacionales de investigación en los que se describe como el consumo moderado
de cerveza disminuye el riesgo de sufrir cálculos renales y/o hepáticos.
Y las investigaciones del Dr. Pavel Zemek del Centro Checo de Gerontología le
hacen decir que para los varones el mejor modo de retrasar la impotencia es el de
beber dos cervezas diarias.