ADA 7. Eco Internacional

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Universidad Autónoma de Yucatán

Facultad de Economía

Licenciatura en Economía

Economía Internacional

ADA 7. Cuenta de capital e identidad de la balanza de pagos.

Arceo Cárdenas, Gerardo Gamaliel

Gutiérrez Domínguez, Leonardo Alonso

Ortiz Diego, Karen

Rodríguez Cambranis, Emilio

Sosa Góngora, Limber Omar

Entrega:
La Balanza de Pagos: Estructura, Desequilibrios y Formas de Equilibrar

La balanza de pagos es una herramienta esencial para el análisis económico de un país, ya


que ofrece una visión clara y detallada de todas las transacciones financieras que un país lleva
a cabo con el resto del mundo. Estas transacciones abarcan un amplio espectro de actividades,
desde el comercio de bienes y servicios hasta las inversiones financieras y las transferencias
internacionales. Al ser un indicador clave, la balanza de pagos no solo ayuda a medir la salud
económica de un país, sino que también proporciona información crucial sobre su posición
en el ámbito global. En un mundo cada vez más interconectado, donde los flujos de capital,
bienes y servicios son fundamentales para el crecimiento económico, entender los
componentes y el comportamiento de la balanza de pagos se convierte en una prioridad para
los responsables de políticas económicas, empresarios e inversores.

El análisis de la balanza de pagos permite identificar desequilibrios que pueden ser señales
de problemas económicos subyacentes, tales como déficits crónicos o superávits excesivos.
Estos desequilibrios pueden generar tensiones internas y externas, como la inflación, la
depreciación de la moneda o tensiones comerciales con otros países. A través de su estudio,
es posible diagnosticar las debilidades en la economía de un país y, en consecuencia,
implementar las políticas necesarias para corregir dichos desequilibrios. De este modo, la
balanza de pagos se convierte en un reflejo de la interdependencia económica global y un
mecanismo de ajuste para mantener el equilibrio económico tanto a nivel nacional como
internacional.

Estructura de la Balanza de Pagos

La balanza de pagos se divide en tres cuentas principales: la cuenta corriente, la cuenta de


capital y la cuenta financiera.

Cuenta Corriente: Esta cuenta agrupa las transacciones de bienes y servicios, así como las
transferencias corrientes, como los pagos por exportaciones e importaciones de bienes, el
turismo, los servicios financieros, las rentas de inversiones y las transferencias
internacionales (remesas, donaciones, etc.). Según Johnson (2008), "la cuenta corriente
refleja el saldo neto de la relación económica con el resto del mundo en términos de comercio
de bienes y servicios, así como ingresos y transferencias".
Cuenta de Capital: En esta cuenta se registran las transferencias de capital que no están
relacionadas con la producción. Las transferencias incluyen, por ejemplo, la deuda
condonada o la compra y venta de activos no financieros que no generan cambios de
propiedad. "La cuenta de capital, aunque pequeña en comparación con la cuenta corriente,
juega un papel importante en la sostenibilidad fiscal de un país", afirma Krugman (2009).

Cuenta Financiera: Esta cuenta refleja las transacciones financieras entre un país y el resto
del mundo, tales como inversiones directas, carteras de valores, derivados financieros y los
préstamos internacionales. A través de esta cuenta, un país puede obtener financiamiento
externo o invertir en otros mercados internacionales. Como señala Mankiw (2017), "las
inversiones directas y las inversiones de cartera son componentes cruciales para equilibrar la
balanza de pagos de un país, ya que permiten financiar déficits sin recurrir a un
endeudamiento excesivo".

Desequilibrios de la Balanza de Pagos

Un desequilibrio en la balanza de pagos ocurre cuando el flujo de entradas y salidas de dinero


no es igual. Existen varios tipos de desequilibrios:

Déficit en la Cuenta Corriente: Un déficit en la cuenta corriente indica que un país está
importando más bienes y servicios de los que exporta, lo que genera una salida neta de
divisas. Este déficit puede ser financiado mediante préstamos externos, inversiones
extranjeras o un aumento de la deuda externa. Según Stiglitz (2007), "un déficit crónico en
la cuenta corriente puede ser insostenible a largo plazo, ya que depende de la capacidad del
país para atraer inversión extranjera o endeudarse".

Superávit en la Cuenta Corriente: Un superávit ocurre cuando un país exporta más de lo que
importa. Aunque puede parecer favorable, puede provocar tensiones en la economía global,
especialmente si el país mantiene un tipo de cambio muy bajo para aumentar sus
exportaciones. "Los superávits en la cuenta corriente también pueden generar desequilibrios,
ya que pueden llevar a tensiones comerciales con otros países", afirma Eichengreen (2006).

Crisis de Liquidez: La balanza de pagos también puede reflejar una crisis de liquidez cuando
un país no puede cumplir con sus obligaciones externas debido a una insuficiencia de divisas.
Esto puede ocurrir incluso si hay un superávit en la cuenta corriente, si no hay suficiente
acceso al crédito externo.

Formas de Equilibrar la Balanza de Pagos

El equilibrio de la balanza de pagos se logra cuando las cuentas están balanceadas, es decir,
cuando los ingresos por exportaciones e inversiones coinciden con los gastos en
importaciones e inversiones extranjeras. Existen varias formas de equilibrar la balanza de
pagos:

Devaluación de la Moneda: Una de las formas más directas de corregir un déficit en la


balanza de pagos es devaluar la moneda nacional. Esto hace que las exportaciones sean más
competitivas en los mercados internacionales y que las importaciones se vuelvan más caras,
reduciendo así el déficit. Sin embargo, esta medida puede generar inflación y aumentar la
deuda externa en términos de moneda extranjera.

Ajustes Fiscales y Monetarios: Según Auerbach y Gorodnichenko (2012), "las políticas


fiscales y monetarias restrictivas, como la reducción del gasto público y el aumento de las
tasas de interés, pueden ayudar a corregir los desequilibrios en la balanza de pagos, al reducir
la demanda interna y controlar la inflación". Estas políticas afectan el consumo y la inversión,
lo que reduce las importaciones y mejora la balanza de pagos.

Atractivo para Inversiones Extranjeras: Un país puede equilibrar su balanza de pagos


atrayendo inversión extranjera directa o aumentando sus exportaciones. La apertura a los
mercados internacionales y la mejora en la competitividad son estrategias clave para
conseguir un flujo de divisas constante. Según Sachs (1999), "la estabilidad macroeconómica
y las reformas estructurales son esenciales para crear un ambiente favorable a la inversión
extranjera".

Aumento de las Reservas Internacionales: En situaciones de desequilibrio, un país puede


recurrir a sus reservas internacionales para financiar el déficit temporalmente. Sin embargo,
depender de reservas externas puede ser insostenible a largo plazo si no se corrige la causa
subyacente del desequilibrio.
Conclusión

La balanza de pagos no solo es un indicador fundamental para el análisis económico de un


país, sino también una herramienta clave para evaluar su integración y competitividad en la
economía global. A través de sus distintas cuentas, esta refleja las interacciones entre un país
y el resto del mundo, mostrando no solo el flujo de bienes y servicios, sino también los
movimientos financieros que determinan la fortaleza de una economía. La correcta
interpretación de la balanza de pagos permite a los responsables de la política económica
identificar posibles puntos débiles, como déficits insostenibles o superávits que pueden
generar tensiones internacionales.

Los desequilibrios en la balanza de pagos ya sean déficits prolongados o superávits


excesivos, pueden desencadenar una serie de consecuencias económicas y políticas. Por
ejemplo, un déficit crónico puede reflejar una dependencia excesiva de los flujos de capital
extranjero, lo que pone en riesgo la estabilidad económica en caso de una crisis financiera o
un cambio en las condiciones del mercado global. Por otro lado, un superávit persistente
puede generar tensiones con los países que experimentan déficits, exacerbando conflictos
comerciales o llevando a presiones políticas para ajustar el tipo de cambio. En ambos casos,
los desequilibrios no solo afectan la estabilidad interna de un país, sino que también pueden
repercutir en la economía mundial, al alterar los flujos de capitales, inversiones y comercio
internacional.

Para equilibrar la balanza de pagos y evitar sus posibles efectos negativos, es necesario un
enfoque integral que combine políticas económicas diversas. La política cambiaria juega un
papel crucial en la corrección de los desequilibrios, ya que el ajuste de la moneda puede
influir directamente en las exportaciones, importaciones y la competitividad internacional. A
su vez, las políticas fiscales y monetarias deben ser implementadas de manera coherente para
evitar la inflación y los desequilibrios internos que puedan afectar la capacidad de un país
para atraer inversiones extranjeras y sostener su crecimiento. De igual manera, fomentar un
entorno favorable para la inversión extranjera directa y mejorar la competitividad en los
mercados internacionales son pasos esenciales para garantizar un flujo estable de divisas que
permita equilibrar la balanza de pagos de manera sostenible
Bibliografía

Auerbach, A. y Gorodnichenko, Y. (2012). Política fiscal y ciclos económicos. Serie de


documentos de trabajo de NBER.

Eichengreen, B. (2006). Capital globalizante: una historia del sistema monetario


internacional (2ª ed.). Prensa de la Universidad de Princeton

Johnson, HG (2008). La economía del comercio y las finanzas internacionales. Prensa de la


Universidad de Oxford.

Krugman, P. (2009). Economía internacional: teoría y política (8ª ed.). Educación Pearson.

Mankiw, NG (2017). Principios de economía (7ª ed.). Aprendizaje Cengage.

Sachs, JD (1999). La era de la incertidumbre: un nuevo enfoque de la política económica


global. Prensa de la Universidad de Harvard.

Stiglitz, JE (2007). Hacer que la globalización funcione. W.W. Norton y compañía.

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