La Estirpe de Jesus

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Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 1

LA ESTIRPE DE JESÚS

PRÓLOGO

Es evidente que el cristianismo no constituye un cuerpo único y


coherente. Existen numerosas formas del mismo: la Iglesia Católica Romana, la
Ortodoxa griega, la Iglesia de Inglaterra, el Protestantismo de los luteranos, el de los
calvinistas, así como numerosas sectas, como la Iglesia Evangélica, los Testigos de
Jehová, los Mormones, los Adventistas del 7º día, etc.
Solo hay un factor que les une: el Nuevo Testamento, con la importancia y
categoría que éste atribuye a Jesús, su crucifixión y su resurrección. Compendia el
Nuevo Testamento los relatos de la vida de Jesús referidas en los cuatro Evangelios
que, para muchos cristianos, son irrebatibles. A sus autores, los cuatro evangelistas, se
les considera testigos indiscutibles.
Así se nos ha enseñado desde pequeños. Pero sin embargo, pocos cristianos son
conscientes de que los cuatro Evangelios a veces se contradicen y discrepan en gran
manera.
Asimismo, rigurosas investigaciones históricas cuestionan los acontecimientos
relatados sobre la misma vida de Jesús, tales como el lugar de su nacimiento, su
estatus social y hasta su estado civil.
El dogma fundamental de la Resurrección, cuya idea fue instaurada por San Pablo,
no fue sin embargo tenida en cuenta por los discípulos más cercanos a Jesús, en los
años inmediatamente posteriores a su desaparición.
Es más, hasta la veracidad de la propia muerte de Jesús ha sido cuestionada, en la
forma en que nos la han contado los Evangelios. Parece ser que durante los primeros
tiempos del cristianismo, la Iglesia, por medio de sus prebostes, llevó a cabo una
alteración y tergiversación, no solo de la figura y vida de Cristo, sino también de su
mensaje.
Con la mayor neutralidad, y sin prejuicios de ninguna clase, trataremos de estudiar,
comentar y reflexionar, tanto sobre la vida de Jesús y su entorno geográfico , político,
social y religioso, como sobre el devenir histórico del cristianismo y la Iglesia.

OooooOOOOOooooo
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PRIMERA PARTE : LA CREACIÓN DEL MITO

EL ESCENARIO

Cuando, a partir del año 63 A.C., Palestina fue conquistada por los romanos,
era un país afectado por múltiples convulsiones políticas y sociales desde la fundación
del reino macabeo en el siglo II A.C.
Tras la conquista llevada a cabo por Pompeyo, Roma instaló allí un gobierno
marioneta, del linaje herodiano, que no era judío, sino árabe. Del 63 al 37 A.C.
gobernó Antipater, sucediéndole después su hijo, Herodes el Grande, hasta el año 4
A.C.
En el año 6 D.C., el país se dividió administrativamente en provincias. Galilea fue
gobernada por Herodes Antipas. Constituía un centro de poder judío, con ideas de
secesión contra el poder romano. Judea, con Jerusalén como su capital secular y
espiritual, quedó bajo el gobierno directo de Roma. Tenía un Consejo religioso en el
Templo, y a Cesarea como puerto importante. Los romanos actuaron bárbaramente,
saquearon el templo, crucificaron a más de tres mil rebeldes y aplicaron fuertes
impuestos.
Del 26 al 36 D.C. el procurador de Judea fue Poncio Pilato quien contra lo relatado
en la Biblia , era un hombre cruel y corrompido, que aumentó los abusos anteriores.
Resulta sorprendente que los evangelios no hicieran mención de la crueldad de los
romanos ni de la brutalidad con que era tratado el pueblo judío. Según sus crónicas,
Palestina parecía una balsa de aceite y con sus habitantes contentos con su suerte. La
realidad no era así.
Existía en Palestina un mundo multirreligioso y con numerosas sectas que
esperaban la llegada del mesías davídico. Una de ella la constituían los saduceos,
poco numerosos pero ricos, que colaboraban con los romanos. Otro grupo era el de
los fariseos, progresistas, que reformaron gran parte del judaismo y se oponían
pasivamente a Roma. Los esenios, secta austera y mística. La de los nazaritas, que
tuvo antiguamente entre sus seguidores a Sansón. La de los nazareos o nazarenos,
término que se aplicó a Jesús y sus discípulos, y que en realidad no tenía nada que ver
con Nazaret, cosa que se confundió.
Hubo otras sectas menos importantes. Pero hubo un grupo creado en el año 6 D.C.,
por un rabino fariseo llamado Judas de Gamala o de Galilea. Lo componían fariseos y
esenios y formaban un movimiento fanático. Eran los zelotes. Durante la época de la
vida pública de Jesús desplegaron una gran actividad política radical. Dirigidos por
Judas de Galilea, se rebelaron contra Roma, pero fracasaron. Su jefe fue asesinado y
más de dos mil seguidores fueron crucificados.
En el siglo II A.C., bajo la dominación griega, un grupo de sacerdotes había roto
con el Templo, retirándose al desierto de Qumrán a orillas del mar Muerto. Se les
conoció con el nombre de esenios (en sirio, santos). Deseaban una vuelta al orden
antiguo de Israel, con la esperanza de la llegada de un descendiente de David, sentado
en su trono, y con el viejo sacerdocio al frente del Templo, con la observancia de las
más venerables tradiciones de la “Torah”, la ley de Dios y de Moisés.
En estas circunstancias históricas tuvo lugar la vida de Jesús. Sus contemporáneos
jamás habían considerado a un mesías como divino, idea que les parecía absurda. La
palabra griega que significa mesías es Cristo o Cristos, término que quiere decir
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ungido, generalmente aplicado a un rey. Tanto David como sus sucesores , al ser
ungidos se convertían en mesías. Incluso en la dominación romana de Judea, al sumo
sacerdote judío era llamado el “mesías sacerdote”.
Para los zelotes el verdadero mesías era un auténtico rey, descendiente de la casa de
David, que liberaría a su pueblo de la tiranía romana.
Así pues, para los judíos, el mesías que había de llegar, tenía connotaciones
políticas liberadoras, cosa muy distinta a la posterior idea cristiana de un “hijo de
Dios”.

JESÚS , LOS ZELOTES Y LOS ESENIOS

De las sectas judías que existían, los Evangelios solo nos hablan de dos de
ellas: los fariseos y los saduceos, y ambos con el papel de “malos”. Pero este
calificativo solo puede atribuirse a los saduceos, que eran colaboradores de los
romanos. Los fariseos se oponían a Roma, y el propio Jesús, sino era fariseo, estaba
dentro de la tradición farisaica.
No se explica por qué los Evangelios no citan para nada a los zelotes. Ello parece
indicar una estrecha relación de Jesús con ellos, según manifiesta el profesor Brandon.
El caso es que Jesús fue crucificado como si fuera uno de ellos. De hecho, los dos
hombres crucificados con él son calificados de “lestai”. No se sabe si Jesús fue zelote,
pero a veces actuaba como si lo fuera. En un famoso pasaje dice “que no vino para
traer paz, sino espada” En el Evangelio de Lucas dice a sus seguidores que no tienen
espada, que adquieran una. Y tras la comida de Pascua él mismo aprueba que estén
armados. Simón Pedro llevaba una espada cuando Jesús es apresado.
Todo esto no concuerda con la imagen de un dulce salvador pacifista.
Algunos discípulos de Jesús eran zelotes. Así, el llamado Simón el cananeo, su
apellido viene del griego “kananios”, que significa zelote. En el Evangelio de Lucas
se le llama Simón Zelotes. Asimismo Judas Iscariote vino de Judas el sicario, y los
sicarios eran una rama especialmente dura de los zelotes.
También se hallan ausentes de los Evangelios los esenios, una secta tan importante
que parece imposible que Jesús no tuviera relación con ellos. Y San Juan Bautista lo
era.
Por los cronistas e historiadores de la época sabemos que los esenios vivían en
comunidades, que aparecieron 150 años A.C. aproximadamente. Repudiaban el
judaismo tradicional y practicaban una especie de dualismo gnóstico, así como un
ascetismo riguroso. Realizaban prácticas curativas.
Eruditos modernos creen que los famosos pergaminos del mar Muerto, encontrados
en Qumram, son esenios y muestran una teología dualista.. También hacen incapié en
la venida de un mesías, de un “ungido”, descendiente del línaje de David.. Algunas de
sus enseñanzas concuerdan con las de Jesús.
La túnica blanca, que no era corriente ni mucho menos entonces, figuraba en
alguna de las ceremonias iniciáticas, como la de Lázaro en Betania. Incluso el ángel
descrito que se hallaba ante el sepulcro vacío de Jesús, llevaba una túnica blanca.
Aunque, en realidad, en los Evangelios no se dice que fueran ángeles, sino figuras
mortales vestidas de blanco. ¿Eran esenios? Ellos usaban esas túnicas. Además, no
olvidemos las aptitudes de los esenios para curar, y en este caso podía ser necesaria su
presencia.
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Si el acto de la crucifixión fue una comedia preparada, ésta fue llevada a cabo por
los familiares y amigos influyentes de Jesús. Y, tal vez , con la intervención de
esenios.
A pesar de que zelotes y esenios tenían actitudes muy diferentes, su asociación en
muchos casos es evidente, según escritos de Josefo, historiador de la época.
Los esenios creían en un alma imperecedera, mientras que para la ortodoxia judía el
alma no existía, y menos, inmortal.

EL ESTADO CIVIL DE JESÚS

En los Evangelios no existe declaración explícita alguna que haga pensar que
Jesús estuviera casado. No obstante y teniendo en cuenta lo que se sabe sobre que los
mismos han sido alterados en muchos puntos, se hace necesario “leer entre líneas”,
“descubrir censuras”, observar omisiones o alusiones y hasta “rellenar huecos”.
Sabemos por los Evangelios que muchos de los discípulos estaban casados y Jesús
en ningún momento aboga por el celibato. No existía motivo , pues, para que él lo
practicase. En esa época, según la costumbre judaica, no solo era normal casarse, sino
que incluso era casi obligatorio. Excepto en comunidades esenias, el celibato era
condenado vigorosamente.
Así que si Jesús no estaba casado, el caso resultaría extrañísimo y habría llamado la
atención , habiendo estado muy mal visto socialmente. Además ¿por qué en ningún
momento se hace alusión a su celibato? Si los Evangelios no decían nada en contra, lo
lógico es que estuviera casado.
En los evangelios, con frecuencia se aplica a Jesús el título de “rabí”, y su
indudable cultura aboga en tal sentido. Un rabí era un maestro y esto apoya aún más
su matrimonio, ya que la ley mosaica decía: “Un hombre soltero no puede ser
maestro”.
En el 4º Evangelio, el de San Juan, y solo en él, se refiere un episodio en que se
trata de un matrimonio. Es el de las bodas de Caná, que muy bien pudieron ser las del
propio Jesús.
Se trataba de una boda en que los novios son anónimos. Resulta curioso que Jesús
estuvo en esta boda, cuando aún no había iniciado su vida pública. Su madre también
estaba allí, de una manera completamente natural. Y aún más, es ella quien ordena a su
hijo que llene de nuevo los odres de vino, en vez de sugerírselo. Jesús protesta
levemente y ella, no obstante, dice a los sirvientes: “Haced lo que él os diga”. Y los
sirvientes lo hacen como si fuera natural que tanto María como Jesús les mandase. Si
éste fue el primer milagro de Jesús ¿por qué para un asunto tan banal?
La responsabilidad de disponer de bebida y comida correspondería naturalmente a
los anfitriones y no a simples invitados. A no ser, claro está, que la boda fuese la del
mismo Jesús. Hay otra prueba en tal sentido: al probar el maestro de ceremonias el
vino recién producido, a partir del agua, dijo al esposo: “Todo hombre saca primero
el buen vino, y si falta, saca luego el inferior. Pero tú has reservado el mejor para lo
último”. Estas palabras van dirigidas claramente a Jesús, al esposo. Lo que lleva a la
obvia conclusión de que ambos eran la misma persona.

LA ESPOSA DE JESÚS

Suponiendo que Jesús estuviera casado ¿quién era la esposa?


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Hay dos posibles candidatas. Dos mujeres que, a parte de la madre de Jesús, son
mencionadas repetidamente en los Evangelios. Son María Magdalena y María de
Betania (la hermana de Lázaro, el resucitado por Jesús). La primera de ellas, María de
Magdala aparece de manera muy ambigua en los cuatro Evangelios, quizás de forma
premeditada. Acompañó a Jesús en Galilea y Judea, mientras él predicaba, cuando en
aquella época era impensable que una mujer soltera viajase y menos aún siguiendo a
un maestro religioso y su séquito. Y si se piensa que estaba casada con alguno de los
discípulos, resultaría extraño, y de mal pensar, que tuviera una relación especial con
Jesús.
A pesar de la mala fama de la Magdalena en la tradición popular, la verdad es que
en ningún momento de los Evangelios se dice que fuera una prostituta. Cuando el
evangelista Lucas la menciona por primera vez, dice que era un mujer “de la que
habían salido siete demonios”. Esto parece dar a entender que fuese una posesa y que
Jesús realizó una especie de exorcismo. Aunque lo más fácil es que se tratara de una
especie de iniciación ritual. Es posible que antes de unirse a Jesús, ella practicara el
culto a la diosa Estarté, que implicaba una iniciación en siete etapas.
Lucas y Marcos hablan del ungimiento de Jesús por una mujer caida o pecadora.
Aunque no se la menciona, es fácil que se refirieran a ella. Lo de pecadora podría
referirse a lo de su culto pagano anterior.
La Magdalena era sin duda una mujer “de posibles”. Lucas dice que tenía, entre
otras amistades, la esposa de un alto dignatario de la corte de Herodes y que ellas, y
otras mujeres, usaban sus recursos económicos para ayudar a Jesús y sus discípulos.
También Marcos asegura lo mismo, ya que el ungüento usado para Jesús era de
espinacardo, muy costoso.
Los Evangelios tratan el tema del ungimiento de Jesús como de gran importancia.
Por él se le consideraba el “Mesías legítimo”, el “ungido”, un rey. Y la mujer que lo
hizo no podía ser una cualquiera.
Es evidente que al final de la vida de Jesús, la figura de la Magdalena adquiere una
gran importancia, pues su nombre encabeza siempre la lista de mujeres que siguen a
Jesús, igual que Simón Pedro encabezaba la de los hombres. Y, antes que nadie, Jesús
la eligió para ser la primera persona que le vio resucitado y la primera que vio el
sepulcro vacío.
La preferencia con que Jesús siempre la trató, despertó celos en los demás
discípulos. El ser tratada más tarde como prostituta, pudo ser una venganza exagerada.
Aún hoy día se la tiene como una ramera y hasta en la Edad Media se llamaban
“magdalenas” las casas destinadas a las prostitutas reformadas. Pero, en honor a la
verdad, ella no mereció tal nombre.
La otra candidata a esposa de Jesús es María de Betania, hermana de Marta y
Lázaro, figura muy prominente en el cuarto Evangelio, de San Juan. Está claro que
ella y su familia tenían un trato bastante íntimo con Jesús. Eran ricos y vivían en un
barrio rico de Jerusalén, en una casa tan grande que podía alojar a Jesús y su séquito.
Y el episodio de Lázaro muestra que disponía de una tumba privada, signo de lujo y de
alta categoría social.
Según el cuarto Evangelio, Lázaro enferma. Jesús se hallaba lejos, a orillas del
Jordán. Curiosamente, al enterarse de su gravedad, espera aún dos días y luego va a
Betania, donde Lázaro yace ya en su tumba. Al llegar sale a recibirle Marta. María no
aparece hasta que Jesús se lo ordena explícitamente. Según la ley judaica de la época,
una mujer de luto tenía prohibido salir de casa salvo por orden expresa de su esposo.
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Se han encontrado razones para pensar que tanto la mujer que ungió a Jesús, María
Magdalena y María de Betania, podían ser la misma persona. Muchos eruditos
modernos así lo creen.
Los evangelios de Marcos, Mateo y Juan dicen que la Magdalena estuvo presente
en la crucifixión, pero ninguno menciona a María de Betania, resultando extrañísimo
que teniendo, tanto ella como su hermano Lázaro, relación tan estrecha con Jesús, no
estuvieran presentes allí, en un momento tan importante de la vida del Maestro. A no
ser, claro, que ambas fueran la misma persona.
En el Evangelio de San Juan, se indica explícitamente que la mujer que ungió a
Jesús fue María de Betania. Dice que seis días antes de la Pascua, Jesús cenó en casa
de Lázaro, en el barrio de Betania y después María, con un perfume caro, ungió los
pies de Jesús, enjugándolos con sus cabellos.
Así que parece claro que, si Jesús estaba casado, lo era con una mujer que aparece
repetidamente en los Evangelios, con nombres y funciones distintas, pero que era una
misma y sola persona.

EL DISCÍPULO AMADO

Si la Magdalena y María de Betania eran la misma mujer y esposa de Jesús,


era evidente que Lázaro era su cuñado. Éste solo aparece con su nombre en el
Evangelio de Juan y vemos claramente que goza de un trato preferente por parte de
Jesús e incluso más allegado a él que los propios discípulos, entre los cuales nunca
aparece incluido en los Evangelios.
Examinemos detenidamente el episodio de su presunta muerte y resurrección,
contados en el cuarto Evangelio. Al conocer Jesús la gravedad de Lázaro, tarda dos
días en partir desde el Jordán, despreocupadamente. El mensajero no nombra a Lázaro
por su nombre, sino que dice: “Señor, he aquí que el que amas está enfermo”..Al
llegar a casa de Lázaro, tranquilamente dice: “Lázaro duerme, voy a despertarle”.
Parece un asunto preparado, una especie de iniciación ritual, cosa corriente entonces
en Palestina. Era como una especie de bautismo, en que se escenificaba una muerte y
una resurrección.
Según el profesor Morton Smith, la carrera de Jesús parece la de un mago, curador,
taumaturgo y hacedor de milagros. Según los cuatro Evangelios se reúne a menudo
previamente con las personas a las que se dispone a curar y en público se expresa por
medio de alegorías y parábolas.
Si el episodio de Lázaro fue un rito de iniciación preparado , le trató
preferentemente sobre los demás discípulos, lo que despertaría su envidia. Y ¿por qué
este trato preferente? ¿ Es porque realmente era su cuñado?
El autor del cuarto Evangelio en ningún momento se identifica como Juan, sino que
se refiere a sí mismo como el “discípulo amado”, dando a entender una categoría
distinta y preferente a los otros. En la última cena, está familiarmente al lado de Jesús
y solo a él le explica la traición. Le dijo: “Aquel a quien yo entregue el pan mojado,
ése es”. Y, mojado el pan, lo dio a Judas Iscariote .
¿Quién es este “discípulo amado” en cuyo testimonio se basa el cuarto Evangelio?
Todos los datos inducen a pensar que era Lázaro, “aquél a quien Jesús amaba”. Es
decir que Lázaro y Juan serían la misma persona. A esta conclusión llega el erudito
bíblico, y experto en los “pergaminos del mar Muerto”, el profesor William
Brownlee.
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Ello explicaría, entre otras cosas, que no se mencionase la presencia de Lázaro en


la crucifixión de Jesús. Si él era Juan, ya estaba allí. Y a él confió Jesús el cuidado de
su madre, antes de morir. Y luego aquél la acogió en su casa. Todo esto se relata en el
Evangelio de Juan.
Otro erudito bíblico, el doctor Hugh Schonfield, arguye que la preparación de la
entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, corrió a cargo de Lázaro, y que los demás
discípulos no sabían nada del asunto. Y concuerda con el profesor Smith en destacar
el trato deferente que recibe Lázaro, debido a su iniciación o muerte simbólica en
Betania.
Cuando al final del cuarto Evangelio se dice que Jesús expresa al “discípulo
amado” que espere su regreso, no sería una frase simbólica, como ha sido interpretada,
sino que ambos tenían planes posteriores. Entre los planes estaban el cuidado de la
familia de Jesús, su madre y quizás su esposa e hijos.
Cuenta la tradición que la madre de Jesús murió en su exilio de Éfeso, lugar de
donde surgió más tarde el cuarto Evangelio. Según el doctor Schonfield,
probablemente tal Evangelio no fue redactado en Éfeso, sino solo revisado y
modificado allí por un anciano griego, adaptado a sus propias ideas.
Si el “discípulo amado” no fue a Éfeso ¿qué pasó con él? Según la tradición y el
testimonio de ciertos autores de la Iglesia primitiva, Lázaro, la Magdalena, Marta, José
de Arimatea y otras personas, fueron llevadas en barco hasta Marsella. José, luego
marchó a Inglaterra y Lázaro y la Magdalena se quedaron en la Galia. Ésta última
según la tradición, murió en Aix-en-Provence y Lázaro en Marsella. Y Marta llevó
consigo el Santo Grial, la “sangre real”.

LA DINASTÍA DE JESÚS

Si Jesús estaba casado con María Magdalena, ¿la estirpe resultante del
matrimonio, justificaría el título de “sangre real”?
El Evangelio de Mateo afirma que Jesús era de sangre real, descendiente directo de
David y Salomón. Tendría entonces derecho legítimo al trono de una Palestina unida.
Y la inscripción que se puso en la cruz: “Rey de los Judíos”, no era una burla sino una
realidad. Y la oposición que engendró, se debería a que representaba una seria
amenaza para Herodes y para Roma.
Los eruditos bíblicos modernos creen que la famosa matanza de inocentes,
ordenada por Herodes, nunca tuvo lugar. Y si ocurrió, no fue tan dramática como han
dicho los Evangelios. Pero de todas formas todo ello indica la preocupación que tenía
Herodes de ser depuesto por un rey más legítimo que él.
Todo ello contradice la clásica imagen de Jesús, como “pobre carpintero de
Nazaret”, sin ser seguro que fuera de aquí. Jesús de Nazaret es una mala traducción de
Jesús el nazarita o nazareno. La ciudad de Nazaret puede que ni siquiera existiese en
aquella época, ya que no aparece en ningún mapa ni documento romano, ni en el
Talmud. Ni siquiera la menciona San Pablo, cuyos escritos son anteriores a los
Evangelios. Tampoco lo menciona Flavio Josefo, el principal cronista de la época, al
publicar la lista de las ciudades de la provincia. No aparece Nazaret como ciudad hasta
después de la revuelta del 66-74, D.C.
Ninguno de los Evangelios presenta a Jesús como un “pobre carpintero”. Era un
hombre instruido, preparado para ejercer el ministerio de rabí y que se relacionaba con
gente rica, como José de Arimatea y Nicodemo, por ejemplo. Y las bodas de Caná
testimonian la categoría y posición social de Jesús. Boda que parecía de “alta
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sociedad”, a la que asistieron cientos de personas invitadas. Abundan los sirvientes,


que siguen las órdenes de María y Jesús. Hay un maestro de ceremonias y hubo
abundancia de vino, con varios cientos de litros. Y sino fue la boda de Jesús, al menos
indica que él y su madre asistieron como personas distinguidas.
La Magdalena, si era su esposa, gozaba también de una alta posición social.
Según el Nuevo Testamento, Jesús era del linaje de David, o sea de la tribu de Judá.
Como antiguamente el rey David había depuesto a Saul, de la tribu de Benjamín, los
descendientes de éste consideraban a Jesús como un posible usurpador. Pero tal
objeción quedaría superada si se casaba con una mujer benjamita, circunstancia que
recaía en María Magdalena. Así que Jesús consolidaría su posición de rey-sacerdote
del linaje de David, con derecho legítimo al trono, con un matrimonio dinástico. De
esta manera movilizaría a todo el pueblo judío tras él, restaurando la monarquía y
siendo verdaderamente el “rey de los judíos”.

JESÚS CONDENADO A MUERTE

Según los Evangelios, Jesús, primeramente es condenado por el Sanedrín


(consejo judío de ancianos), que después lo envía a presencia de Poncio Pilato, para
que confirme la sentencia
El Sanedrín emitió la sentencia la noche de la Pascua y la ley judía le prohibía
reunirse en el día de la misma. Dicen los Evangelios que el Sanedrín no podía dictar
sentencias de muerte, lo cual no es verdad. Por ello no tenía necesidad de enviar a
Jesús ante Poncio Pilato.. Éste aparece como un hombre tolerante, cuando en realidad
era despiadado y cruel, Y, cosa increíble para aquella época en un procurador romano,
parece resistirse a condenar a Jesús .
Es evidente que en los Evangelios se trata de cargar la culpa a los judíos,
exonerando a los romanos. Ya sabemos que el cristianismo fue predicado a un público
grecorromano, y no habría podido hacerlo culpando a los romanos de la muerte de
Jesús. Pero el hecho es que éste fue víctima de la administración romana, de un
tribunal romano y de un sentencia y una ejecución romana, de una manera que estaba
reservada solamente para los enemigos de Roma. Jesús no fue condenado por delitos
contra el judaismo, sino por delitos contra el imperio.

EL PERSONAJE BARRABÁS

De la misma manera que el de la Magdalena, el nombre de Barrabás parece


haber sido sometido a una denigración sostenida y sistemática. Si a la primera se la
trata de ramera, a éste de ladrón. Pero en realidad los Evangelios no presentan a
Barrabás como ladrón. Según Marcos y Lucas, era un preso político, acusado de
asesinato y rebelión. Mateo lo califica de “preso notable”. Y en el cuarto Evangelio,
el de Juan, se dice que es un “lestai”, palabra griega que significa bandido. Pero en su
contexto histórico, “lestes” era el nombre que los romanos aplicaban a los zelotes, los
fanáticos revolucionarios nacionalistas, que fomentaban la agitación desde hacía
tiempo. O sea, que parece que Barrabás era un zelote y que es posible que hubiera
participado hacía pocos días en los disturbios públicos producidos en Jerusalén,
cuando Jesús y sus seguidores volcaron las mesas de los mercaderes y prestamistas en
el templo. Y parece que Barrabás formaba parte del séquito de Jesús.
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Según los eruditos no es cierto que existiera la costumbre de poner un preso en


libertad con motivo de la Pascua. Elegir a Barrabás, en vez de a Jesús, para liberarle ,
no tiene explicación plausible. Si aquel era un delincuente criminal ¿ por qué preferirlo
a Jesús? Y si era un zelote revolucionario, Pilatos no habría permitido que fuese
liberado. Hubiera preferido soltar a un visionario inofensivo, como Jesús.
El tema de Barrabás es uno de los más incongruentes de los que han explicado los
Evangelios. Un autor moderno ha propuesto una explicación intrigante, pero
plausible. Sugiere que Barrabás era hijo de Jesús y que éste era un legítimo aspirante a
rey. En tal caso la elección de Barrabás tendría sentido ya que la preservación de la
estirpe era lo principal para el pueblo judío. Naturalmente, Jesús, entonces, no tendría
36 años, sino algunos más.
Analicemos el nombre de Barrabás. Sabemos que éste era el nombre propio de
Jesús, según un primitivo manuscrito del Evangelio de Mateo. Parece que el nombre
podría derivarse de “Jesús-bar-Abba” (Jesús hijo del padre). Siendo el padre, Jesús.

LA CRUCIFIXIÓN

¿Murió Jesús crucificado o se trató de una farsa? Si sus enemigos, según los
Evangelios, eran los intereses creados de los judíos de Jerusalén ¿por qué no le
mataron a pedradas como era costumbre entre ellos, en vez de meter a los romanos por
medio? La crucifixión la reservaban los romanos para los delitos contra el imperio y si
Jesús fue castigado por romanos, según sus leyes y procedimientos, sería por que
tenían motivos políticos para hacerlo.
De todas formas, fuesen cual fuesen los motivos, la aparente muerte en la cruz está
llena de incongruencias. Según la costumbre romana, antes de la crucifixión la
víctima habría de ser flagelada y después, cargado con un madero, era conducido al
lugar de la ejecución. Ya allí, el madero era unido a un poste vertical, apoyándole los
pies en él para que pudiera resistir uno o dos días hasta morir, aunque a veces el reo
tardaba en hacerlo una semana. Para acelerar la agonía se les solía romper las piernas.
Lo que iban a hacer a Jesús, antes de impedírselo.
Si, según el cuarto Evangelio, los pies de Jesús fueron sujetados, tenía que haber
resistido dos o tres días antes de morir y sin embargo sólo duró unas horas. En el
Evangelio de Marcos, hasta Pilato se asombra de la rapidez de la muerte. Cuando le
dieron el lanzazo en el costado ya estaba muerto y no le habían roto las piernas, con lo
que se cumplió una profecía.
Los eruditos modernos están de acuerdo en que Jesús, premeditadamente, tomó
modelo de su vida en las profecías sobre el mesías. Por tal razón se proporcionó un
asno en Betania para, montado en él, hacer su entrada triunfal en Jerusalén.
Su aparente fallecimiento parece un plan preconcebido. Según el cuarto Evangelio,
Jesús declara tener sed, le ofrecen una esponja empapada en vinagre, pronuncia las
palabras finales y “entrega el espíritu”. Pero, curiosamente, el vinagre es un
estimulante. Entonces cabe pensar que lo que le pusieron en la esponja no fue vinagre
sino una droga soporífera, opio o belladona, substancias conocidas entonces. ¿Fue una
estratagema? El caso sería que, en vez de morir, quedaría dormido.
Otra inexactitud se refiere al lugar en que ocurrió la crucifixión. Se habla del
Gólgota, que era una colina seca y estéril al NO de Jerusalén. Y, sin embargo, el
cuarto Evangelio es muy explícito y dice que en el lugar de la crucifixión había un
huerto y en él un sepulcro nuevo, aún sin usar. Según Mateo este sepulcro y el huerto
eran propiedad de José de Arimatea, que era hombre rico y discípulo secreto de Jesús.
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Según lo que sabemos, la crucifixión fue un acto público, presenciado por miles de
personas. Pero parece claro que fue un acto privado, en un lugar privado. Varios
eruditos piensan que la ejecución tuvo lugar en el huerto de Getsemaní, lugar que
Jesús había utilizado anteriormente.
Al ocurrir en un lugar privado, ello da margen para pensar que pudo tratarse de un
ritual preparado. El gentío podía verlo desde lejos, pero sin precisar lo que veía, ni
siquiera la persona que hacía de víctima. Y sin saber si moría de verdad.
Si se trató de una comedia, Pilato estaba implicado, seguramente mediante soborno.
Por eso se mostró tan blando y después tan sorprendido por la rápida muerte.
Asimismo, entrego el cuerpo a José de Arimatea, violando flagrantemente las normas
establecidas, que prohibían enterrar a los crucificados.
José de Arimatea, además de rico e influyente, era miembro del Sanedrín y existen
tradiciones que dicen que era pariente de Jesús, por lo que entonces podría tener
derecho a reclamar el cuerpo, con el incentivo, además, de un soborno.
Posteriormente, tradiciones medievales le presentan como custodio del Santo Grial.

LA RESURRECCIÓN

Si Jesús murió ¿qué ocurrió con su cuerpo después? Y si revivió, gracias a


los cuidados de José y familiares ¿qué fue de él durante los restantes años de su vida?
El concepto de resurrección corporal nunca fue tratado por sus seguidores, hasta
que San Pablo y los apóstoles vieron el inmenso potencial de la idea. Según el Nuevo
Testamento, se halló la tumba vacía y la sábana con que había sido envuelto el cuerpo,
que había sido proporcionada por José de Arimatea.
Si carecemos de datos fidedignos acerca de si Jesús murió o vivió después de la
crucifixión, ¿por qué un tumba vacía fue asunto de tanta importancia para las
escrituras de los Evangelios? La respuesta se halla en la decisión radical tomada por
la Iglesia de los primeros tiempos, confirmando que la resurrección corporal de Jesús
simbolizaba el sacrificio que Dios había hecho de su único Hijo.
Esto constituía una desviación fundamental del mesías destinado a la restauración
del trono de David, asegurando el futuro de la nueva era mesiánica judía, centrada por
entero en el templo de Jerusalén.
La Iglesia proporcionó así a las masas una visión simplista. Jesús, el Mesías, se
había sacrificado por los pecados de todo el mundo y su cuerpo había resucitado
físicamente. Confirmando la resurrección corporal y la ascensión, la Iglesia proclamó
tal hecho como un sacrificio universal, aplicable a judíos y gentiles.

EL NUEVO TESTAMENTO . DISCREPANCIAS

Comprende las crónicas de la vida de Jesús, referidas por los cuatro


Evangelios, y relatadas por los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Los
evangelios de los tres primeros se suelen denominar sinópticos, bastante armónicos en
su conjunto, en cuanto a estilo , materia y palabras. El de Mateo fue escrito en lengua
aramea, los otros en griego. Después traducidos todos al latín.
Los cuatro evangelistas, sus supuestos autores, son considerados como testigos
indiscutibles de la vida y enseñanzas de Jesús. Pero en realidad a veces se contradicen
y discrepan radicalmente. Veámoslo.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 11

Respecto a la genealogía, según Mateo, Jesús era un aristócrata, descendiente de


David. Según Lucas, era de linaje menos alto, si bien dice que descendía de David.
Lo de pobre carpintero nació de la crónica de Marcos.
Según Lucas, la familia de Jesús vivía en Nazaret, viajó a Belén (por un censo que
históricamente parece no existió), nació en un humilde pesebre y fue visitado por
pastores. Según Mateo, la familia tenía una posición desahogada y siempre había
vivido en Belén; nació en una casa y fue visitado por reyes.
Respecto al día de la crucifixión, tampoco coinciden. Según Juan, tuvo lugar el día
anterior a la pascua judía. Y según los otros tres, tuvo lugar el día posterior a dicha
festividad.
Ello demuestra que la veracidad de los Evangelios es discutible, y en ellos las
palabras de Jesús han sido modificadas, censuradas, revisadas, glosadas y reescritas
por manos humanas.
En el año 367 , Atanasio, obispo de Alejandría,, determinó los libros que debían
incluirse en el Nuevo Testamento. Esta lista fue ratificada en el 397, por el Concilio de
Cartago. Otras obras fueron rechazadas.
¿Cómo podían unos clérigos decidir infaliblemente qué libros eran propios de la Biblia
y otros no?
Tal como hoy día la conocemos, la Biblia ha sido sometida históricamente a
modificaciones, revisiones y drásticas censuras. Existe constancia de que en el
evangelio de Marcos, se relataba el episodio de la resurrección de Lázaro de manera
muy diferente a la única que poseemos, que es la relatada por Juan. Consta que fue
suprimido del evangelio de Marcos por el obispo Clemente de Alejandría, al enterarse
de que una secta gnóstica interpretaba el pasaje de Lázaro de manera distinta a la
postura oficial de la Iglesia.
En la versión original de Marcos, se relata la crucifixión, el entierro y el sepulcro
vacío, pero nada sobre la resurrección y la reunión con los discípulos. Esto fue
tergiversado y se añadió a la resurrección. Esto está probado, y si el evangelio de
Marcos fue modificado, es razonable suponer que lo mismo ocurrió con los demás.
Evidentemente los Evangelios nacieron de una realidad histórica de opresión y
descontento cívicos y de rebeliones y persecuciones intermitentes. Los eruditos están
de acuerdo en que los Evangelios no datan de la época en que vivía Jesús. En su mayor
parte datan del período comprendido entre las dos grandes rebeliones, la del 66 al 74 y
la del 132 al 135, aunque basados en crónicas anteriores. Existían tradiciones orales de
segunda, tercera y cuarta mano, a veces exageradas o tergiversadas.
Se cree que el evangelio más antiguo es el de Marcos, redactado durante o poco
después de la revuelta del 66-74, excepto lo que se añadió después sobre la
resurrección. Marcos no fue discípulo de Jesús, pero sí compañero de San Pablo, cuyo
pensamiento refleja claramente. Aunque nació en Jerusalén, su evangelio fue escrito
en Roma y dirigido a un público grecorromano. Esto es importante, porque si se quería
que su evangelio sobreviviese no podía presentar a Jesús como antirromano, ni como
un ser politizado. Por ello exoneraba a los romanos de la muerte de Jesús y cargaba las
culpas sobre los judíos. Sin este ardid, ni los Evangelios ni la Iglesia hubieran podido
sobrevivir.
Los estudiosos datan el evangelio de Lucas en el año 80, aproximadamente. Era un
médico griego que escribió su obra para un alto funcionario romano de Cesarea, la
capital romana de Palestina. Por ello tuvo que hacer lo mismo que Marcos, aplacar a
los romanos y echar las culpas sobre los judíos.
El evangelio de Mateo se escribió hacia el año 85 y deriva en gran parte del de
Marcos, aunque redactado en griego. Este Mateo no era el mismo que fue discípulo de
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 12

Jesús. Los tres evangelios citados son parecidos, y por ello, como ya hemos dicho, han
sido llamados sinópticos, porque vieron las cosas con “los mismos ojos”, y muy
diferentes al posterior de San Juan, el cuarto evangelio.
Del autor del cuarto evangelio no se sabe nada, ni siquiera que realmente se llamase
Juan. Fue redactado hacia el año 100, cerca de la ciudad griega de Éfeso. En él no hay
ninguna escena del nacimiento de Jesús, siendo su texto más místico que el de los
otros evangelios. En contraste con éstos, dice poco sobre Galilea, en cambio mucho
sobre lo ocurrido en Judea y Jerusalén, al final de la vida de Jesús. Y es posible que su
crónica de la resurrección se apoye en el testimonio de algún testigo presencial.
Cuenta episodios que no mencionan los otros tres: las bodas de Caná, el papel de
Nicodemo y José de Arimatea y la resurrección de Lázaro (que como vimos fue
borrado del evangelio de Marcos).
Los eruditos modernos piensan que el evangelio de Juan, aunque redactado más
tarde, es el más fiable e histórico de los cuatro. Ello no obsta para que sufriera
revisiones y manipulaciones posteriores, como los demás.

SAN PABLO

Varios años después de la muerte de Jesús, en el camino de Damasco, Pablo


tuvo una visión deslumbrante y se convirtió, de perseguidor de los cristianos, en el
más ardiente paladín de la nueva fe. Desde Jerusalén, su campaña le llevó hasta la
misma Roma. Más que a nadie, la Iglesia debe a este hombre su posterior éxito.
Pablo era hijo de un fariseo. Nació en Tarso, en el año 10 D.C. Heredó de su padre
la ciudadanía romana, aún estando orgulloso de su ascendencia judía.
Los fariseos (significa: separados), al igual que los esenios, se habían distanciado
del Templo. Abogaban por una resistencia pasiva a los romanos y simulaban observar
con rigor la ley. Conservaban gran parte de la herencia helenística que los esenios y
los saduceos habían desechado.
Los fariseos, de los que Pablo había sido un buen exponente, creían en la existencia
de ángeles y espíritus, intermediarios entre Dios y los hombres. También creían en la
pervivencia del alma después de la muerte. Para Pablo, Jesús era la respuesta perfecta,
fuesen judíos, romanos o griegos. Creó un mesías resucitado en la Iglesia de Cristo y
rechazó las creencias de fariseos, esenios, saduceos, zelotes y romanos. Y su Iglesia se
convirtió en Católica y Romana, logrando sobrevivir.
El grupo de discípulos y compañeros habituales de Jesús, quedó marginado por el
dinamismo de Pablo., lo que apartó a éste de la línea más ortodoxa, la que habían
seguido los discípulos de Jerusalén, los “nazarenos”, que permanecieron en esta
ciudad.
Tal separación determinó la trayectoria futura de la Iglesia Católica Romana, y el
destino de millones de personas hasta el día de hoy. La versión de Pablo haría
desaparecer el núcleo del problema: el judaismo de Jesús.
Tras la desaparición de Jesús, Santiago fue reconocido como heredero de la jefatura
de la primera Iglesia cristiana de Jerusalén. El ejemplo de su santidad y su rígida
disciplina respecto de las leyes del sacrificio y la circuncisión, valió mucho para que
los judíos se convirtieran a la fe cristiana.
Pero Pablo tenía ideas muy diferentes. La Iglesia debía abrirse a los no judíos, en
contraposición al mismo Jesús que, evidentemente, si creó una religión, lo hizo
exclusivamente para el pueblo judío.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 13

Las ideas de Pablo ocasionaron ,muchos debates, alcanzando, hacia el año 49, su
punto álgido. De vuelta de Antioquía, discutió con Santiago y convenció a éste sobre
la idea de predicar a los no judíos, poniendo éste la condición de que los gentiles se
abstuvieran de la fornicación, de comer carne de animales estrangulados y de ofrecer
víctimas a los ídolos. La circuncisión continuó vigente.
Así que Pablo y su compañero Bernabé habían salido victoriosos en su objetivo. El
cristianismo había pasado a ser oficialmente accesible a cualquier ciudadano, fuese o
no judío.
Siguió Pablo su campaña, predicando fuera de Palestina. Pero al regresar a
Jerusalén ocho años después,, las actitudes se habían endurecido y existía temor y
desconfianza hacia la obra de Pablo. Santiago estaba dolido porque aquel enseñaba a
los judíos que vivían entre los gentiles, a apartarse de la ley de Moisés, diciéndoles
que no tenían que circuncidar a sus hijos, ni vivir según lo establecido en dicha ley.
Cuando llegó Pablo a Jerusalén, ante las advertencias de Santiago, se sometió a una
semana de purificación y penitencias en el Templo. Pero fue acusado de entrar en el
Templo con gentiles griegos y a punto estuvo de ser linchado.
Llamado a declarar ante el Consejo del Templo, intentó dividir a fariseos y
saduceos, proclamándose hijo de fariseo, y fariseo de convicción, que creía como éstos
en la resurrección de los muertos, al contrario que los saduceos.
Fue confinado en una fortaleza y los romanos le salvaron de un complot para
matarlo, llevándolo a Cesarea, donde estuvo preso dos años. Después, al cambiar la
persona del procurador romano, el Sanedrín le reclamó para juzgarle en Jerusalén.
Pablo apeló entonces a su condición de ciudadano romano ante el emperador, con
lo que fue llevado a Roma, para ser juzgado allí. Cumplió prisión domiciliaria y luego
continuó con sus viajes, extendiendo su peculiar interpretación de la resurrección de
Jesús. En el año 67 fue muerto por orden de Nerón.
Santiago, jefe de la Iglesia de Jerusalén también fue ejecutado por orden del
Sanedrín, siendo arrojado desde el muro más alto del Templo. Con él desaparecía el
que tal vez era el verdadero mensaje de Jesús.
Solo había extendido su doctrina entre pocos escogidos de Jerusalén. En cambio
Pablo había llevado su mensaje por todo el imperio.
De hecho, la religión cristiana abandonó Jerusalén, floreciendo en tierras
extranjeras. Sólo mil años después retornó sangrientamente con la primera Cruzada.
Si la religión cristiana se extendió por todo el mundo, se debe indudablemente a los
vigorosos esfuerzos de Pablo de Tarso, un hombre pequeño y calvo, pero con un
carácter vivo e indomable.
Sin embargo, la idea de la resurrección no fue un invento suyo. Tal concepto ya
existía en la periferia de las creencias judías. Quinientos años antes, el historiador
griego Herodoto relató la resurrección de Aristeas, lo que reviste cierta similitud con
lo ocurrido con Jesús.

¿QUÉ OCURRIÓ CON EL CUERPO DE JESÚS?

El cuerpo de Jesús y la verdadera historia de su destino quedó en lo


desconocido. El Nuevo Testamento dice que fue crucificado, muerto, sepultado y
resucitado.
El judío zelote Josefo, escribió una “Historia de los judíos”, en latín, manipulada
después en su traducción. En una de las versiones, cristiana, habla de Jesús, su vida,
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 14

su muerte y su vuelta a la vida. Otra versión, árabe, habla de la vida y la muerte de


Jesús y que después “fue visto con vida”, que no es lo mismo que resucitado, pues
pudo no haber muerto.
Sobre la muerte de Jesús, podrían enumerarse varias hipótesis:
1ª : Pudo sobrevivir a la crucifixión, viviendo hasta avanzada edad fuera de
Palestina , de donde, lógicamente tuvo que huir.
2ª : Su cuerpo, embalsamado, fue sacado de la tumba por la familia y amigos,
trasladándolo a otro lugar. ¿Sur de Francia?
3ª : Fue descubierto su lugar de enterramiento en Jerusalén, por los templarios, y
sus restos trasladados a Francia, cuando tales caballeros regresaron de Tierra Santa ,
de las Cruzadas.
En la época de Cristo se realizaba ya la operación de embalsamar los cadáveres.
José de Arimatea había llevado a la tumba de Jesús, hierbas, especias y áloe. Éste
también se usaba para curar contusiones graves. Si Jesús sobrevivió a la crucifixión,
José debió tener mucho trabajo. Se dice que había llevado a la tumba más de 30 Kgrs.
de hierbas.
El testimonio de la arqueología, el estudio de los rollos del mar Muerto y otras
experiencias y conocimientos, en relación con la mortalidad humana, no apoyan la
idea de la resurrección corporal, y no digamos de la ascensión.

EL GNOSTICISMO CRISTIANO

Estudiando los sucesos y los orígenes del cristianismo, parece que las
enseñanzas de Jesús contienen la esencia del gnosticismo antiguo: respeto al individuo
y a su derecho a la autodeterminación, basado en una responsabilidad personal.
La Iglesia de Santiago y los seguidores de Jesús, no influidos por Pablo y su
doctrina de la resurrección, habían vuelto al legado del gnosticismo, surgiendo así el
gnosticismo cristiano, que no creía en la resurrección de Jesús. Pero sí lo creyeron los
seguidores de Pablo y del Nuevo Testamento.
Los gnósticos siguieron adorando a Jesús como profeta iluminado y lleno de la
gracia divina, siendo la manifestación mortal de Dios.
La Iglesia ha guardado silencio sobre la “herejía” del gnosticismo cristiano. En
realidad, la mayoría de los cristianos no presta hoy atención, ni piensa , en los orígenes
de su fe.
Durante los siglos I y II, la primitiva Iglesia cristiana libró una dura batalla contra
los gnósticos cristianos, para proteger su doctrina: la creencia en Cristo, como el Hijo
de Dios , resucitado. Cuando los obispos de Roma alcanzaron poder, persiguieron y
reprimieron la doctrina gnóstica.
En el año 1945, se descubrieron los evangelios de Nag Hammadi, en el alto
Egipto, ofreciendo nueva luz sobre la muerte de Jesús y la condena del gnosticismo
por la Iglesia de Roma. Constaba el hallazgo de 52 tratados independientes. El
evangelio de Tomás contiene una enseñanza que los seguidores de Pablo no querían
reproducir. En él, al preguntar los discípulos a Jesús quién sería su jefe cuando él
marchara, les contestó que sería Santiago. Ello mostraba sus intenciones para la
Iglesia futura. Santiago debía dirigirla, como valedor de la ley mosaica, excluyendo a
los gentiles.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 15

Se admitía la resurrección del espíritu. Pero la resurrección corporal (doctrina


esencial de Pablo) es un concepto muy alejado de los supuestos del cristianismo
gnóstico.
Los documentos citados contravienen la doctrina de la Iglesia romana sobre la
resurrección y han subrayado la diferencia entre los cristianos gnósticos (los auténticos
seguidores de Jesús) y los paulinos.
El gnosticismo cristiano ha sobrevivido a despecho de los esfuerzos en su contra
aplicados por la Iglesia Romana, durante siglos. La “caza de herejes” se ve que existió
mucho antes de la Edad Media. Los gnósticos cristianos, seguidores de Santiago,
fueron empujados por la Iglesia a un mundo secreto y clandestino, etiquetados por la
Iglesia en la Edad Media como diabólicos.
Cuando en el Concilio de Nicea, en el año 335, convocado por el emperador
Constantino, se condenó la herejía de Arrio (que decía que el Hijo de Dios no era
consubstancial al Padre), se declaró dogma la divinidad de Cristo, como Hijo de Dios,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre.
Tal declaración no dejaba espacio a la visión gnóstica de un Jesús con unos
orígenes más humanos y terrenales, y mortal.
La Iglesia declaró que Jesús no había sido concebido de manera natural y quien, en
adelante, afirmase lo contrario, se haría reo de la peor de las herejías. Declaraba que
Jesús había muerto para expiar los pecados del mundo. Con su papa al frente, la
Iglesia representaba en exclusiva la palabra de Cristo en la tierra y como tal, exigía la
obediencia del pueblo.
Tal intransigencia llevó al ocultamiento de los evangelios de Nag Hammadi, que
reflejaban una interpretación muy diferente de la vida del Mesías.
El sentido del pecado iba a ser la moneda corriente de la Iglesia. El pecado original
sería la nueva maza con que golpear a los librepensadores. Así, el destino del hombre
occidental pasó, del concepto helenístico del individuo libre, con un destino personal,
a las constricciones morales de un cristianismo autoritario y estatal.
La Iglesia montó la “gentilización” de Jesús. Ya no se le seguiría confundiendo con
el mesías judío. Éste ya no era judío, sino que era el Cristo martirizado por los
romanos, ayudados por la doblez de los judíos. De esta forma se impuso incontestable
el Nuevo Testamento, con sus relatos simplistas de la vida y pasión de Jesús, sin
oposición alguna.
Las Cruzadas ocasionaron un sufrimiento especial a los judíos, dispersos por los
reinos de Occidente. Si a los herejes se les hacía un juicio, aunque fuera un simulacro,
a los judíos no se les concedía ninguno.

REFLEXIONES

Parecía claro que Jesús era un rey-sacerdote, pretendiente legítimo al trono,


que llevó a cabo un intento de recuperar su patrimonio. Nació en Galilea, lugar
semillero de oposición al régimen romano. Tenía numerosos partidarios y seguidores,
muchos de ellos ricos e influyentes en toda Palestina, incluyendo Jerusalén. Un
miembro del Sanedrín era pariente suyo.
En Betania, barrio de Jerusalén, se hallaba el hogar de la familia de su esposa, y de
aquí partió para su entrada triunfal en la capital. En la casa de Betania tenía un centro
de culto mistérico, de iniciaciones rituales, como ocurrió con su cuñado Lázaro.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 16

Tal rey-sacerdote engendraría la oposición de los intereses creados judíos y de la


administración romana..
El intento de eliminarle, no consiguió su propósito, debido a que tenía grandes
amigos e influencias en las altas esferas, que actuaron de acuerdo con un procurador
corrupto. Montaron una crucifixión ficticia en un terreno privado solo accesible a unos
pocos elegidos, manteniendo al populacho a bastante distancia.
El rey sacerdote ( o un substituto) no murió realmente y hacia el atardecer, con
poca visibilidad para el gentío, se trasladó un cuerpo a un sepulcro cercano, del que al
cabo de uno o dos días, desapareció “milagrosamente”. Si esta hipótesis es correcta ¿
a dónde fue Jesús entonces?
Leyendas islámicas o indias dicen que murió en Cachemira, unos años más tarde.
Otros creen que tal vez murió en Masada, cuando la fortaleza cayó en poder de los
romanos, en el año 74.
También se cree que pudo vivir en Egipto, concretamente en Alejandría, donde, por
aquella época, el sabio Ormus creó la “Rose Croix”, amalgamando el cristianismo con
misterios antiguos precristianos.
No se sabe exactamente lo que ocurrió con Jesús. Pero es muy posible que la
familia de Jesús, marchase de Palestina, llegando embarcados hasta Marsella. Y la
Magdalena llevaría en verdad el “Sangraal”, la sangre real, el vástago de la casa de
David, a Francia.
El cristianismo que ha llegado hasta nosotros es fruto de los “partidarios del
mensaje”y no de los “partidarios de la estirpe”. Jesús necesitaba, para captarse al
pueblo, promulgar un mensaje religioso. Era un hombre con carisma. Comunicaba sus
ideas por medio de alegorías y parábolas, fácilmente entendibles por el pueblo llano, y
poseía aptitudes para curar y hacer “milagros”.
Al fracasar su empresa, la familia dio prioridad a la preservación de la estirpe. En
cambio, para la masa, lo principal era la perpetuación y la diseminación del mensaje.
Con San Pablo, el mensaje adquirió forma definitiva y la base sobre la que se erigió
todo el edificio teológico del cristianismo.
La nueva religión estaba orientada a un público romanizado. El papel de Roma en
la muerte de Jesús fue blanqueado y la culpa se transfirió a los judíos. Como el mundo
romano deificaba a sus gobernantes, para poder competir con ello Jesús había de ser
deificado también. Y eso lo hizo Pablo. Tuvo que transformar un rey-sacerdote en un
dios con todas las de la ley, con majestad, poder y un repertorio de milagros, capaz de
desplazar a las deidades de la época.
Se pensó entonces en la magia de la resurrección, promulgándose también la
doctrina del nacimiento virgen. Y, ante la creación de tal mito, los elementos
dinásticos y políticos de su historia, resultaban superfluos. Así que fueron
rigurosamente extirpados de la biografía de Jesús. También se suprimieron todas las
referencias a los esenios y los zelotes. No quedaba bien que un dios hubiera
participado en una conspiración política y dinástica y que, además, fracasó.
Así que, en definitiva, sólo quedó una crónica de sencillez austera, mítica, que por
casualidad transcurrió en Palestina, ocupada por los romanos, en el siglo I.
Sin embargo, al margen de ello, la familia no permaneció ociosa. Julio Africano,
que escribió en el siglo III, dice que los parientes de Jesús que sobrevivieron, acusaron
a los gobernantes herodianos de destruir las genealogías de los nobles judíos, para
eliminar cualquier intento de pretensión al trono.
A los propagadores del nuevo mito, la existencia de esta familia, les causaba
grandes problemas, ya que podía aportar testimonio fidedigno de lo ocurrido
realmente, lo cual desacreditaría totalmente el mito.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 17

La familia debía ser exterminada. De ahí la intolerancia de los primeros padres de


la Iglesia ante cualquier desviación de la ortodoxia que ellos trataban de imponer.
Asimismo, ello constituyó también uno de los orígenes del antisemitismo, pues
complaciendo a los romanos, y poniendo a los judíos como chivos expiatorios, estaba
asegurada la propagación de lo que llegaría a ser la ortodoxia cristiana.

oooooOOOOOooooo
.

SEGUNDA PARTE : ENIGMAS Y SECRETOS

LA EVOLUCIÓN DE LA IGLESIA

La doctrina y enseñanzas cristianas, a través de los siglos, y tal como se han


transmitido, no son más que una recopilación seleccionada de fragmentos sometidos a
expurgación y revisión muy estrictas. Todo lo que no interesaba, y que pudiera
comprometer, fue debidamente extirpado (Por ejemplo, el evangelio “secreto” de
Marcos).
La ortodoxia cristiana consiguió una gran consolidación en el siglo II, sobre todo a
través de Ireneo, obispo de Lyón, hacia el año 180, con su obra: “Cinco libros contra
las herejías”. En ella catalogó y condenó las desviaciones de la ortodoxia con
vehemencia. Atacó, sobre todo, al gnosticismo que se basaba en la experiencia y
conocimiento personal, lo que socavaba la autoridad de sacerdotes y obispos.
Era necesario desaprobar el conocimiento personal e individual y alentar la fe ciega
en un dogma fijo, que no permitiera la interpretación individual. Ireneo recopiló una
lista fija de escritos autorizados; un canon definitivo. Revisó las obras existente,
adoptó unas y rechazó otras....
Con la ortodoxia de Ireneo se llegó al triunfo contra las herejías y se preparó el
camino para lo que ocurrió en tiempos de Constantino, bajo cuyos auspicios el imperio
romanos pasó a ser, en cierto sentido, un imperio cristiano.
El papel de Constantino en la historia del cristianismo ha sido falsificado. La falsa
“Donación de Constantino”, del siglo VIII, confundió más las cosas. La
predisposición del emperador a mostrarse comprensivo con el cristianismo, fue una
cuestión de conveniencia política, en su lucha contra su rival al trono, Magencio. En
el 312 derrotó a éste en la batalla del Puente Milvio. Se dice que Constantino, antes de
la batalla, tuvo una visión, la de una cruz luminosa con el escrito: “Por esta señal
vencerás”. Los escudos de sus soldados fueron adornados con este sígno. La victoria
se consideró como un triunfo del cristianismo contra el paganismo.
La Iglesia dice que Constantino se convirtió. Pero no fue así. La visión la tuvo en
un templo dedicado al Apolo gálico. Según un testigo, la visión consistió en un dios
Sol, la deidad del culto al “Sol Invictus”, en el que Constantino había sido iniciado.
Después de la indicada batalla, se erigió en el Coliseo de Roma,un arco triunfal,
con una inscripción que decía que la victoria se logró “mediante el dictado de la
deidad”. Pero tal deidad no era Jesús, sino el Sol Invictus. Y, contrariamente a lo que
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 18

dice la tradición, no convirtió el cristianismo en la religión oficial del Estado romano.


Esta religión era el culto al Sol, y él actuó siempre como sumo sacerdote del mismo.
Su reinado fue llamado el “imperio del Sol”, que figuraba en todas partes: banderas,
insignias y monedas. El emperador no fue bautizado hasta el año 337, cuando yacía en
su lecho de muerte, y por tanto, sin ánimo para oponerse.
No obstante, al ser el culto al Sol Invictus monoteista, preparó el camino al
cristianismo. Constantino, por un edicto del año 321, ordenó que el domingo fuera día
de descanso. En el cristianismo lo era el sábado, heredado del judaismo.
Hasta entonces, el aniversario de Jesús se celebraba el 6 de enero, pero como el 25
de diciembre se celebraba el nacimiento del Sol Invictus (fecha en que los días
comienzan a ser más largos), el cristianismo se alineó con la religión oficial en este
asunto.
Lo que ocurrió realmente es que, en bien de la unidad de su imperio, Constantino
compaginó ambas religiones. Pero no fue el “buen cristiano”de la tradición posterior,
aunque sí consolidó, en nombre de la unidad, la categoría de la ortodoxia cristiana.
En el año 325 convocó Constantino el concilio de Nicea, en el que se decidió la
fecha de la pascua y se confirmaba la autoridad de los obispos. Se decidió que Jesús
era un dios y no un profeta mortal. También se condenó la herejía del arrianismo.
Así que , si Constantino apoyó la ortodoxia cristiana, no fue por piedad, sino en
bien de la unidad y uniformidad de su imperio. Dispuso que se concedieran a la Iglesia
unos ingresos fijos, e instaló al obispo de Roma en el palacio de Letrán. En el 331
encargó y financió nuevas copias de la Biblia, lo que constituyó un hecho decisivo
para los “partidarios del mensaje”. Así que los custodios de la ortodoxia pudieron
revisar, elegir, modificar y reescribir el material que les pareció más conveniente.

C0NTINÚAN LAS MANIPULACIONES

Seguramente fue en la época de Constantino cuando se hicieron la mayor


parte de las alteraciones cruciales del Nuevo Testamento, asumiendo el personaje de
Jesús la categoría singular de que ha gozado desde entonces. De las cinco mil
versiones manuscritas del Nuevo Testamento, que se conservan, ninguna es anterior al
siglo IV. La versión que existe hoy día, es esencialmente obra de los que la prepararon
y escribieron en el siglo IV, es decir, los custodios de la ortodoxia, que tenían intereses
creados que proteger.
La Iglesia se apoya en el Nuevo Testamento, que, en sí, es una recopilación
selectiva de documentos primitivos cristianos que datan del siglo IV. Pero hay otras
obras anteriores, que arrojan una nueva luz significativa, aunque polémica, sobre las
crónicas aceptadas.
Así ocurre, por ejemplo, con los diversos libros excluidos de la Biblia, que
constituyen la llamada “Biblia Apócrifa”. Aunque algunos son posteriores al siglo
IV, otros circulaban ya en el siglo II y pueden ser considerados tan veraces como los
mismos evangelios originales.
Una de tales obras es el evangelio de Pedro, del que se localizó una primera copia
en un valle del alto Nilo, en 1886, y que ya fue mencionado por el obispo de Antioquía
en el año 180. Según este evangelio, José de Arimatea era íntimo amigo de Pilatos, lo
que corrobora la idea de que la crucifixión fue fraudulenta. También dice que el
sepulcro en que fue enterrado Jesús se hallaba en un lugar llamado “el jardín de José”.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 19

Otra obra apócrifa, posiblemente anterior al siglo II, es el evangelio de la infancia


de Jesús. En él se dice que era un niño brillante , bastante díscolo y violento de
temperamento, que incluso mató a otro niño que le ofendió. En el mismo evangelio se
dice que al ser circuncidado, una vieja recogió el prepucio y lo guardó en un estuche.
Hay que recordar que la Biblia apócrifa fue redactada también por “partidarios del
mensaje”, y por lo tanto no menciona nada en relación con el linaje de Jesús.
En el año 754, la Santa Sede y Pipino “El breve”, “inventaron” la “Constitución de
Constantino” o “Privilegio de la Santa Iglesia Romana”, que se atribuyó a tal
emperador, pero que fue un documento falsificado que permitió consolidar el reino
franco de la dinastía de Pipino, en contra de los merovingios, confiriendo, además,
poder al papado, tanto en materia divina como humana, dando paso a la consolidación
de los Estados Pontificios. Ello marcó la política del papa de Roma con diferentes
reyes y emperadores.
En aquel falso documento, Constantino se sometía ante la autoridad religiosa y
política del papa Silvestre y decretaba que los emperadores que le sucedieran, así
como el senado, los nobles y el pueblo, habrían de acatar esta “Constitución”.
Así que la primera autoridad y rango en el mundo pasaba a estar en el papa, por
encima del emperador. La cátedra de Roma quedaba también por encima de las
Iglesias de Constantinopla, Antioquía, Alejandría y Jerusalén.
La Constitución o Donación de Constantino, ha sido utilizada después por el
pontificado ante el imperio Carolingio y el Sacro Imperio Romano-Germánico.
En el año 1073, nombrado papa Gregorio VII, basándose en el falso documento,
insistió en que nadie podría juzgar al papa en la tierra y que solo él podría deponer a
los obispos y destronar a reyes y emperadores, y que todos los príncipes debían besar
sus pies. Falsificó además numerosos documentos en su beneficio.
Gregorio VII depuso al emperador griego y al rey de Polonia, e incluso al
emperador germánico Enrique IV, lanzándole además un anatema y excomulgándole.
Cuando el emperador quiso reconciliarse le sometió a duras humillaciones, le quitó sus
insignias imperiales, sus vestiduras y le tuvo a la intemperie en la fortaleza de Canosa
(en los montes Apeninos). Helado de frío, hubo de esperar así cuatro días al raso,
hasta que el papa accedió a recibirle y congraciarse con él.
Sin embargo, este papa tuvo la admiración del clero regular, debido a su fama de
vida ascética y las medidas que aprobó para acabar con la simonía y la fornicación del
clero.

PRIMERAS HEREJÍAS Y ESCRITOS GNÓSTICOS

En Palestina, después de la revuelta del 66-74, que acabó con el saqueo de


Jerusalén y la destrucción del Templo por los romanos, ocurrió otra importante entre el
132 y 135. Entonces fueron expulsados oficialmente de Jerusalén todos los judíos.
Aunque muchos de ellos permanecieron en lugares próximos a la ciudad. Lo mismo
hicieron algunos cristianos.
El verdadero espíritu, tanto judío como cristiano, se alejó de Palestina. La diáspora
de unos y otros les llevó a otras tierras: Grecia, Asia Menor, Roma, La Galia, norte de
África, Inglaterra, etc.
En muchos sitios comenzaron a aparecer crónicas contradictorias de lo ocurrido
hacia el año 33 D.C.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 20

Clemente de Alejandría e Ireneo las declararon herejías oficialmente, pues sembraban


la inquietud entre los “partidarios del mensaje” y de la ortodoxia incipiente, que
trataban de consolidar su posición.
Lo poco que se sabe sobre las primeras herejías, procede en gran parte de sus
oponentes, lo que da una visión deformada. Pero parece que, en general, los primeros
herejes veían a Jesús de dos maneras: o como dios solamente, o como profeta mortal,
parecido a Buda, o a Mahoma más tarde.
Uno de los primeros heresiarcas fue Valentín, nacido en Alejandría pero residente
en Roma al final de su vida, entre 136 y 165. Rehusó someterse a la autoridad de
Roma, diciendo que la gnosis personal era preferible a cualquier jerarquía. Él y sus
seguidores, entre ellos Ptolomeo, sufrieron los ataques y diatribas de Ireneo.
Lo mismo le sucedió a Marción, navegante y obispo, que fue excomulgado porque
hacía una distinción radical entre Antiguo y Nuevo Testamento.
El tercer heresiarca del período fue Basílides, erudito de Alejandría, que escribió
entre el 120 y 130. Afirmaba, entre otras cosas, que la crucifixión fue un fraude, que
Jesús no murió en la cruz y que ocupó su lugar Simón de Cirene (el Cireneo).
Fue en Egipto donde arraigaron más las primeras herejías, sobre todo en
Alejandría, la ciudad más cosmopolita y culta del mundo en aquella época.
Después de las dos grandes revueltas de Judea, Egipto fue el lugar más accesible a
los judíos y cristianos que huyeron. Allí surgieron los “evangelios gnósticos”,
reflejados en los papiros de Naj´Hammadi, hallados en 1945 por un campesino egipcio
en el alto Egipto. Encontró una vasija de arcilla roja, con trece códices o libros de
papiro , manuscritos, encuadernados en piel. Quemó algunos para alimentar el fuego.
Alguno se salvó, entre ellos uno, que se vendió en el mercado negro. Parte de este
códice fue adquirido más tarde por la Fundación C.G. Jung. Contenía el famoso
evangelio de Tomás.
En 1952, el gobierno egipcio nacionalizó el resto de la colección. Durante varios
años se trabajó en su traducción y hasta el año 1977 no apareció toda la colección de
papiros, traducida por primera vez al inglés. Son estos papiros una colección de textos
bíblicos, sobre todo gnósticos, datados al final del siglo IV y principios del V y que
son copias de otros originales, mucho más antiguos, seguramente hacia el 150.
Algunos de estos textos son mencionados por los primeros padres de la Iglesia, como
Clemente de Alejandría, Ireneo y Orígenes.
Son documentos sobre el cristianismo primitivo de tanto valor como los
Evangelios e incluso más veraces, ya que se libraron de la revisión y censura de la
ortodoxia romana posterior. Además fueron escritos para un público egipcio y no
romano, y por ello sin tergiversaciones.
Y, finalmente, es posible que recojan las crónicas de fuentes de primera mano y
testigos oculares, relatados por judíos que huyeron de Tierra Santa.
Los papiros de Naj¨Hammadi contienen pasajes contrarios a la ortodoxia y a los
“partidarios del mensaje” de Jesús. En uno de los códices se habla de la resurrección
de Jesús, de la misma manera que lo hacía el hereje Basílides, sobre una substitución.
En otros se refieren las fuertes disputas entre Pedro y la Magdalena, quejándose el
primero de que ella era preferida en el afecto de Jesús, antes que los discípulos.
En el evangelio de Felipe, se dice que había tres mujeres que acompañaban siempre
a Jesús: su madre, la hermana de ésta, y María Magdalena, la que era llamada su
compañera. Según los eruditos, lo de compañera debe traducirse por esposa, a quién
Jesús amaba más que a los discípulos, que protestaban a menudo por ello.
Algunos de los evangelios gnósticos gozaban de tanta credibilidad como los del
Nuevo Testamento. Pero el monopolio del saber, la documentación y la comunicación,
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 21

ejercidos siempre por los “partidarios del mensaje”, dejó poco margen a las pruebas
de que existiese una descendencia de Jesús.
Basándose en los manuscritos de Naj´Hammadi adquiere verosimilitud la
probabilidad de la existencia de una estirpe que descienda directamente de Jesús.

MANIQUEISMO Y ARRIANISMO

A pesar de la consolidación de la ortodoxia cristiana, teológicamente bajo


Ireneo y políticamente bajo Constantino, las herejías siguieron proliferando a gran
escala. En su mayoría eran esencialmente gnósticas, repudiaban la jerarquía de Roma
y ensalzaban la supremacía del conocimiento personal sobre la fe ciega. También
solían ser dualistas y consideraban a Jesús como mortal, un profeta inspirado por lo
divino, pero no divino en sí y que murió o no en la cruz.
Algunas se basaban en la autoridad de San Pablo, que había dicho: “Nuestro señor
Jesucristo, que era del linaje de David, según la carne”.
Quizás la más famosa y radical de las herejías fue el maniqueismo, que , en
realidad, era una mezcla de cristianismo gnóstico y antiguas tradiciones zoroástricas y
mitraicas. La fundó un tal Mani, nacido en Bagdad en el 214 D.C., y pariente de la
casa real de Persia. Fue famoso, como Jesús, por sus curaciones y exorcismos.
Consideraba a éste, a Zaratustra (o Zoroastro) y a Buda como sus precursores.
Enseñaba el dualismo gnóstico y consideraba el alma humana como el campo de
batalla en el conflicto universal de la luz y las tinieblas, y, como los cátaros más tarde,
abrazó la doctrina de la reencarnación. Y, como éstos, insistía en una clase de
“iniciados” o “elegidos iluninados”. Llamaba a Jesús el “Hijo de la viuda”, palabras
que después usaría la francmasonería. Igual que Basílides, afirmaba que Jesús no
murió en la cruz, sino que fue reemplazado por un substituto.
En el año 276, Mani, por orden del rey, fue encarcelado, torturado hasta morir,
desollado y decapitado, y su cuerpo fue exhibido en público. Pero sus enseñanzas se
extendieron, e incluso fueron seguidas al principio por San Agustín, antes de
convertirse al cristianismo. Y, siglos más tarde, en el sur de Francia, los cátaros o
albigenses, nacieron de escuelas maniqueas, desencadenando una reacción violenta
contra ellos por parte de la Iglesia de Roma, que declaró una cruzada contra su herejía,
Pero en los primeros mil años de la historia de la doctrina cristiana ortodoxa, la
herejía más amenazadora fue la de Arrio, presbítero de Alejandría hacia el año 318, y
muerto en el 335. Su doctrina se basó en que Jesús era totalmente mortal, nada de
divino y solo un maestro inspirado. Admitía un dios supremo (que no se encarnó), al
estilo del judaismo.
Su doctrina tuvo éxito en Occidente, con un dios más atractivo que no uno humilde
y pasivo que fue martirizado sin resistencia.
Aunque el arrianismo fue condenado en el concilio de Nicea del 325, Constantino
demostró simpatía por él, y a su muerte, su hijo y sucesor Constancio, lo abrazó
abiertamente, provocando el exilio de muchos líderes de la ortodoxia eclesiástica.
El arrianismo siguió progresando y desplazando a la doctrina de Roma. Al subir los
merovingios al poder, en el siglo V, la mayoría de los obispados de la cristiandad eran
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 22

arrianos o estaban vacantes. En el siglos IV, los godos se habían convertido a esta
herejía, después de abandonar el paganismo. Igualmente los suevos, vándalos , alanos,
ostrogodos, burgundos y los lombardos. También los visigodos, aunque, cuando
saquearon Roma en el 480, respetaron las iglesias cristianas.
Ni el judaismo, ni el islamismo en el siglo VII, tuvieron motivo para rivalizar con
el arrianismo, ya que ambas doctrinas creían en un solo dios supremo.

LOS MEROVINGIOS . SU ENIGMA

Investigaciones históricas abonan la hipótesis de que la estirpe de Jesús pudo


entroncarse con la dinastía merovingia. Si la misteriosa mujer de los Evangelios,
María Magdalena, era realmente la esposa de Jesús, quizás tuvieron algún hijo.
Después de la crucifixión, tal vez la Magdalena fue a la Galia, donde ya existían
comunidades judías y donde halló refugio. La estirpe hereditaria, descendiente de
Jesús, probablemente se perpetuó durante 400 años, aliándose después con el linaje
real de los francos, engendrando así la dinastía merovingia. Ello explicaría que
existiese después un culto a la Magdalena.
Dio nombre a la dinastía Meroveo, figura casi mítica y sobrenatural. La leyenda
decía que nació de dos padres, uno de los cuales era una misteriosa criatura acuática,
llegada de allende los mares. Ello podría reflejar una posible alianza dinástica o
matrimonial. A la sangre real de los merovingios se le atribuía una naturaleza sagrada,
divina.
La dinastía estuvo envuelta en un áurea de magia y esoterismo. Se les llamaba los
“reyes brujos” y también los reyes melenudos. Pero, más que reyes, se les consideraba
como “reyes-sacerdotes”, parecidos a los faraones del antiguo Egipto, encarnaciones
divinas.
El símbolo sagrado de los merovingios era la abeja. En el año 1653, en las Árdenas,
se halló la tumba del rey merovingio Childerico I, hijo de Meroveo y padre de
Clodoveo, el más famoso e importante de los reyes merovingios. Contenía numerosos
objetos, tesoros, armas y efectos de magia y brujería. Y también cerca de 300 abejas
en miniatura, de oro macizo. Napoleón, que siempre mostró interés por la estirpe
merovingia,, hizo que estas abejas fuesen cosidas a su vestimenta en la ceremonia de
su coronación como emperador, en el año 1804.
Los merovingios afirmaban ser descendientes de la antigua Troya. De ahí los
nombres en Francia de Paris, Troyes, etc. Según autores modernos se localiza su
origen en la Arcadia, región de la antigua Grecia. Y se cree que cerca de la era
cristiana emigraron hacia el Danubio, luego el Rhin, aposentándose después en lo que
es ahora la Alemania occidental.
Ante la invasión de los hunos, a principios del siglo IV, los francos sicambros,
antecesores de los merovingios, cruzaron el Rhin y llegaron hasta la Bélgica de hoy y
el norte de Francia, cerca de las Árdenas. Un siglo después esta zona se denominó
Austrasia y su corazón era la actual Lorena..
Loa sicambros no eran ni salvajes ni violentos, y seguían las normas de la
civilización romana, con la que habían tenido contacto. Al derrumbarse el imperio
romano, a finales del siglo V, los sicambros llenaron el vacío en la región y los
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 23

primeros merovingios siguieron el régimen romano. Sus reyes acumularon riquezas


fabulosas.
Clodoveo I, nieto de Meroveo, reinó entre 481 y 511. En esa época los francos se
convirtieron al cristianismo, Y fue entonces cuando la Iglesia de Roma comenzó a
adquirir una supremacía en Europa occidental, que duraría mil años. Necesitaba la
Iglesia asociarse a una fuerza secular importante, ya que hasta entonces no gozaba de
liderazgo alguno sobre la cristiandad.
La conversión de Clodoveo fue obra de su esposa Clotilde, que más tarde sería
canonizada. Después, Clodoveo y la Iglesia ratificaron un acuerdo, por el cual el rey
garantizaría la supervivencia de la Iglesia de Roma, con la misma categoría que la
Iglesia ortodoxa griega de Constantinopla.
A cambio, Clodoveo recibió el título de “Nuevo Constantino”, presidiendo el
imperio unificado, un “Sacro Imperio Romano”, sucesor del supuestamente creado por
Constantino y que visigodos y vándalos habían destruido. La Iglesia, contra lo que se
ha dicho, no hizo rey ni coronó a Clodoveo. Él ya era rey.
El resto de su vida cumplió Clodoveo su compromiso apoyando a la Iglesia
romana. Sus principales adversarios fueron los visigodos, seguidores del arrianismo,
que se hallaban al sur. En el año 507 les derrotó en la batalla de Vouillé, haciéndoles
replegar más hacia el sur y llegando hasta Razès.
Muerto Clodoveo en el 511, el reino se dividió entre sus cuatro hijos, creándose
durante un siglo varios reinos merovingios. Los cancilleres de las cortes o
“mayordomos de palacio” fueron acumulando cada vez más poder, ya que los reyes
tenían apenas autoridad, siendo llamados los “reyes holgazanes”
En el año 651 nació Dagoberto II, y al morir su padre en el 656, fue raptado por el
mayordomo de palacio llamado Grimoald. Al niño se le dio por muerto y el
mayordomo reservó para su propio hijo el trono de Austrasia.
Pero Dagoberto no murió. Vivió exiliado en Irlanda e Inglaterra, donde se formó
culturalmente bajo la tutela de San Wilfrido, obispo de York. Se casó con una princesa
celta, de la que tuvo tres hijas. Muerta su esposa, se casó un años después con Giselle,
hija del conde de Razès y sobrina del rey de los visigodos.
La boda se celebró en Rhédae (el actual pueblo de Rennes-le-Chateau, de gran
importancia en esta historia, como veremos más adelante).
En el 676 tuvieron un hijo varón, Sigisberto IV, cuando Dagoberto ya era rey de
Austrasia, desde dos años antes. Aunque impuso orden y autoridad en su reino, se
indispuso con la Iglesia de Roma y su antiguo preceptor Wilfrido. Y cuando el 23 de
Diciembre del 679 salió de caza, fue asesinado por un sirviente, instigado por su
mayordomo de palacio Pipino de Heristal. Después, su familia hubo de huir de la corte
que se hallaba en Stenay. Aquí, dos siglos después, a Dagoberto se le dedicó una
iglesia, tras haber sido canonizado, no por el papa, sino por un cónclave.
.

LOS USURPADORES

Aunque durante unos 70 años existieron nominalmente algunos reinos


merovingios, débiles y algunos asesinados, en realidad el linaje principal había sido
depuesto con Dagoberto II. El poder fue pasando a los mayordomos de palacio. A
Pipino de Heristal le sucedió su hijo Pipino II y a éste, su hijo, el famoso Carlos
Martel, figura heroica de la historia de Francia, que detuvo la invasión árabe en la
batalla de Poitiers, en el 732. Pero él nunca fue rey, aunque sí sus sucesores. Diez años
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 24

después de su muerte, su hijo Pipino III ocupó el trono, con el apoyo de la Iglesia,
deponiendo al rey merovingio Childerico III, que fue recluido en un monasterio,
cortándosele la cabellera, como humillación.
De esta forma se violó el pacto de Clodoveo y la Iglesia de Roma. En el año 753
apareció un documento crucial para la historia posterior de Occidente. Era el llamado:
“Donación de Constantino”.
Hoy no existe la menor duda de que se trataba de una falsificación, realizada por la
cancillería del Vaticano. Pero en aquella época se consideró auténtico, y tuvo una
influencia enorme.
Según este documento, datado en el 312, el emperador había cedido al papa
oficialmente sus símbolos e insignias reales. Por primera vez se consideraba al obispo
de Roma el “Vicario de Cristo”. Y supuestamente había devuelto a Constantino las
insignias imperiales, que desde entonces llevó con permiso eclesiástico, o sea como si
fuera un préstamo.
Ello significaba que el obispo de Roma ejercía la autoridad suprema sobre la
cristiandad. De esta supuesta donación procede el poder subsiguiente del Vaticano en
los asuntos seculares.
De esta forma la Iglesia apoyó a Pipino III, inventando una ceremonia que se
llamó: “coronación y unción”. Por ella, no es que se reconocía a un rey, sino que se
nombraba a un rey. La unción significaba que se confería la gracia divina a un
gobernante, y el papa, con este acto, pasaba a ser el mediador entre Dios y los reyes.
De esta manera todos los monarcas quedaban subordinados al papa.
Al ser coronado en el 754 Pipino III, quedó inaugurada la dinastía carolingia,
dándole el nombre Carlos Martel, aunque se ha asociado al del famoso Carlomagno,
hijo de Pipino, que en el año 800 fue proclamado Sacro Emperador Romano y
coronado por el papa León III, quién maquinó dicho acto a espaldas del propio
emperador, que no se lo esperaba.
Los usurpadores del trono merovingio sintieron la necesidad de establecer su
legitimidad, Por ello Pipino III, antes de ser ungido, se casó con una princesa
merovingia. Y lo mismo hizo Carlomagno.
Los merovingios parecieron desaparecer de la historia, pero según los documentos
“Prieuré”, la estirpe ha sobrevivido hasta nuestros días, a partir del infante Sigisberto
IV, el hijo de Dagoberto II y de su esposa Giselle de Razès.
En la Edad Media se llevó a cabo un intento de borrar de la historia a Dagoberto y
todo lo relacionado con él. Hasta 1646 no se pensaba ni que hubiera existido. Pero hoy
se sabe que sí. Antes, se pasaba de Dagoberto I al III, sin nombrar al II ¿por qué?.
Seguramente para negar la existencia de sus herederos. El encubrimiento parecía haber
sido llevado a cabo por la Iglesia y los carolingios. Daba que pensar que en la sangre
real merovingia había algo especial.
Según los “documentos Prieuré”, Sigisberto IV, al morir su padre, fue llevado a
escondidas al sur, a los dominios de su madre, la princesa visigoda Giselle, hacia el
año 681, Parece que después heredó los títulos de su tío el duque de Razès y conde de
Rhëdae, y que adoptó el apellido de Plantard, perpetuando con éste su linaje. En el 886
culminó el linaje en el primer duque de Aquitania. Y más tarde, el caudillo de la
primera Cruzada, Godofredo de Bouillón, duque de Lorena, era descendiente directo
de la familia Plantard , o sea que llevaba sangre merovingia, del linaje de sus “reyes
perdidos”.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 25

MEROVINGIOS Y JUDÍOS

Los merovingios nunca fueron antisemitas. Hubo matrimonios mixtos y


muchos judíos poseían tierras en el sur de Francia, e incluso tenían cristianos a su
servicio. En la casa real abundaban los nombres judíos: Sansón, Salomón, Elisachar
(variante de Eleazar, o sea Lázaro). También, Miró, conde de Besalú y obispo de
Gerona, Bera el suegro de Dagoberto, etc. También entre los visigodos abundaban los
judíos.
Los merovingios usaban el cabello largo, como el nazarita Sansón. Practicaban la
ley sálica (exclusión de las mujeres del trono), como los francos teutónicos, de los que
procedían, y como los judíos. Ello era contrario a la ley eclesiástica de Roma.
Pipino, padre de Carlomagno, controló la región llamada la Septimania, en el sur de
Francia. Con la ayuda de los residentes judíos logró expulsar a los moros, que la
gobernaban. En el año 768 se creó en la Septimania un principado judío, leal a Pipino,
pero en realidad independiente. Después fue nombrado rey Teodorico, y reconocido
tanto por Pipino como por el califa de Bagdad, como portador de la semilla de la casa
real de David.. Para la mayoría de los investigadores era descendiente de los
merovingios.
La Septimania gozó luego de una próspera existencia. A Teodorico le sucedió su
hijo Guillém de Gellone, que tenía entre sus títulos, el de conde de Barcelona, de
Toulouse, de Auvergne y de Razès. Como su padre, era merovingio y judío de sangre
real, de la casa de David. Hablaba con soltura el hebreo y el árabe, siendo su divisa el
león de Judá. Guardaba la fiesta judaica de los sábados. Con Carlomagno, llegó a ser
“par”, y un héroe histórico, como Roland.
Hacia el 792, Guillem fundó una academia en Gellone, de estudios judaicos, la que
más tarde se convirtió en monasterio, el hoy famoso Saint Guilhelm-le-Désert.
Gellone fue una de las principales sedes del culto a la Magdalena.
En siglos posteriores se intentó borrar de la historia el reino judío de Septimania.
Influyó en ello la frecuente confusión entre “godos” y “judíos”, palabras que en su
tiempo eran casi sinónimas en el sur de Francia.
A pesar de ello existen posteriores referencias. Así, en 1144, un monje de
Cambridge, un tal Theobald, habla de “príncipes y sabios judíos que moran en España
y se reúnen en Narbona, donde reside la familia real”. Y en 1165, Benjamín de
Tudela, famoso cronista y viajero, da cuenta de que en Narbona hay “sabios y
príncipes, a la cabeza de los cuales está un descendiente de la casa de David”.
Pero aparte de esta rama de la estirpe, hubo otras que alcanzaron dominios más
importantes, como Lorena y el reino franco de Jerusalén.
En el siglo IX la estirpe de Guillém de Gellone había culminado en los primeros
duques de Aquitania y la casa ducal de Bretaña. Y en el siglo X, Hugues de Plantard,
descendiente directo, tanto de Dagoberto II como de Guillém, fue padre de Eustache,
primer conde de Boulogne. Y nieto de éste fue Godofredo de Bouillón, duque de
Lorena y conquistador de Jerusalén en la primera Cruzada. Y de éste nacieron una
dinastía y una tradición real, fundadas sobre “la roca de Sión”.
Si los merovingios descendían verdaderamente de Jesús, entonces Godofredo, de la
estirpe merovingia, había recuperado su legítimo patrimonio, al conquistar Jerusalén.
La Iglesia de Roma conoció durante siglos este linaje occitano de Jesús, pero
siempre puso todos los medios a su alcance para conseguir que fuese ignorado. La
Iglesia nazarea de Jerusalén fue marginada por San Pablo y sus seguidores. El papa
Silvestre la dejó en pleno ostracismo. Y Constantino y Teodosio avalaron al
pontificado de Roma.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 26

El papado respaldó a los sucesores de Pipino y a los capetos, como reyes francos,
apartando definitivamente del trono a los merovingios.
A principios del siglo XIII los merovingios de la Provenza pidieron ayuda a los
templarios, para su restauración como reyes de los francos, pero aquellos no
accedieron.

EL SANTO GRIAL

El tema del Grial tiene mucho de fabuloso, misterioso y oculto. No se sabe


exactamente qué era o es el Grial. Los coetáneos de los cátaros pensaban que éstos
eran los poseedores del mismo. También los templarios habían pasado con frecuencia
por ser sus custodios.
Los romances sobre el Grial se originaron en la corte del conde de Champagne, que
tuvo mucho que ver con la fundación de los caballeros templarios.
En general se supone que el santo Grial tiene alguna relación con Jesús. Se dice que
fue la copa en la que bebieron él y sus discípulos en la última cena. Otros creen que
fue la copa que José de Arimatea usó para recoger la sangre de Jesús crucificado. Pero
¿por qué tal objeto no aparece en la historia durante mil años? ¿Dónde estuvo
escondido? ¿Por qué el tema afloró a la superficie en la época de las Cruzadas, del
reino franco de Jerusalén, la época de los templarios y de la herejía de los cátaros, que
amenazaban con desplazar al credo de Roma?¿ Había alguna relación entre todas estas
circunstancias?
La mayoría de los estudiosos de la actualidad creen que los romances sobre el Grial
se apoyan en cimientos paganos, un ritual relacionado con el ciclo de las estaciones, la
muerte y el renacimiento del año en la tierra. Sin embargo, en los romances del sigo
XII, el Grial fue asociado al cristianismo, aunque en su forma heterodoxa.
A pesar de la desaprobación de la Iglesia, dichos romances florecieron durante casi
un siglo, coincidiendo curiosamente con los años que van desde la separación de los
templarios de la Prieuré de Sión, en 1188, hasta la disolución de los primeros entre
1307 y 1314.
Ciertas crónicas dicen que José de Arimatea llevó el Grial a Inglaterra. Otras
afirman que la Magdalena, huyendo de Palestina, lo llevó a Francia.
El primer romance auténtico sobre el Grial lo compuso un tal Chrétien de Troyes,
hacia el año 1188, y que residía en la corte del conde de Champagne. Su protagonista
se llamaba Perceval. Aparece el nombre del Grial pero no explica lo que era. Tiene
relación con Perceval y éste, desde que lo conoce, declara que ha dejado de creer en
Dios. Poema inacabado, su autor murió de manera sospechosa en un incendio de
Troyes, en 1188.
A partir de entonces proliferaron más poemas sobre el Grial, vinculándolo a veces
con el rey Arturo y otras con Jesús. Hablan los romance de Perceval, que es hijo de la
“madre viuda” y sobrino o nieto del “rey pescador”.
Pero el más famoso de los romances sobre el Grial es “ Parzival”, compuesto entre
1195 y 1216 por Wolfram von Eschenbach, un caballero de origen bávaro. Éste
afirmaba que la historia contada por Chrétien era equivocada, y que la verdadera era la
suya, que provenía de “información privilegiada”. Aquí la historia se origina en la
España musulmana, sobre todo en Toledo, centro de estudios esotéricos musulmanes y
judaicos. A lo largo del poema parece que el Grial no es un simple objeto, sino algo
que oculta un misterio importante.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 27

En general los romances sobre el Grial recalcan la importancia de la sangre de


Jesús y de un linaje. Y teniendo en cuenta que éste culminó en Godofredo de Bouillón,
cabe relacionarlo con el linaje merovingio.
Algunos historiadores modernos han considerado los romances del Grial como
“cuentos” de la época, desprovistos de autenticidad histórica. Pero conviene recordar,
por ejemplo, que hace más de un siglo Schliemann, a fuerza de leer a Homero,
descubrió el emplazamiento de la ciudad de Troya. Un buen investigador, para tratar
un hecho histórico ha de considerar todos los datos de todas las fuentes posibles,
relacionados con tal hecho.
Los romances del Grial tratan de los tiempos de los merovingios, pero no fueron
escritos hasta que Godofredo de Bouillón, de tal estirpe, se instaló como rey de
Jerusalén, en todos los sentidos menos en el nombre.

LOS HALLAZGOS DE LOS TEMPLARIOS

Realizando excavaciones en diversos puntos de Jerusalén, los caballeros de la


Orden del Temple encontraron varios manuscritos coptos, arameos y hebreos, en los
que figuraban evangelios distintos a los cuatros canónicos. Uno de los pergaminos fue
determinante para la instalación de encomiendas y granjas templarias en el condado de
Razès, al suroeste de Francia.
Los templarios, en la población de Rennes-le-Château, buscaron subterráneos
secretos que, según la leyenda, comunicaban con cuevas en las que se guardaba el
tesoro sacro de los visigodos. Pero no las encontraron.
Pero tras descifrar un manuscrito de los hallados en Jerusalén, cerca de aquella
población, a media ladera del monte Cardou, subiendo desde el valle del río Sals,
encontraron un tumba. Abierta ésta, hallaron huesos y una ánfora cerrada, a los pies
del sepulcro. En su interior había varios pergaminos que explicaban que Jesús no había
sido crucificado y que su puesto había sido ocupado por uno de sus hermanos, Judas,
gemelo suyo, que tampoco murió en la cruz, aunque fue descolgado casi muerto por
José de Arimatea y Nicodemo. Unos ungüentos le revitalizaron.
No hubo por tanto resurrección. Jesús no era Dios, fue uno de tantos mesías de las
sectas del judaismo.
Los judíos pensaban que el mesías debía ser descendiente de la casa de David, y su
misión sería la de hacer retornar las tribus perdidas de Israel, la liberación de la
opresión romana, llegando luego a ser sumo sacerdote y rey de Israel
´ Jesús podría ser hijo de Judas de Gamala, dirigente radical del movimiento zelote,
quien encabezó una revuelta poco después del censo hecho de los judíos, que los
evangelios canónicos hicieron coincidir con el nacimiento de Jesús en Belén, reinando
Herodes, cuando en realidad éste ya había muerto.
Creen los templarios que los seguidores de Jesús, nazareos, sadoquitas y sicarios,
eran pseudónimos de los zelotes. Nazareos se autodenominaban los seguidores de
Jesús de la Iglesia de Jerusalén, o Iglesia Primitiva, a cuyo frente estaba Santiago, otro
hermano de Jesús, con el que se enfrentó Saulo o Pablo de Tarso. Éste desechó el
verdadero mensaje de Jesús y fue determinante en la expansión de la nueva religión,
siguiendo sus propias ideas sobre la doctrina y figura de Jesús.
“Los hechos de los Apóstoles” describen la pugna entre la Iglesia Primitiva , fiel a
Jesús el “nazareo”, y el cristianismo predicado a los gentiles por San Pablo. La
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 28

doctrina de Jesús era fiel a la ley mosaica, dentro de la línea de los fariseos, y sus
seguidores le veían como el mesías esperado, que expulsaría a los romanos.
Al Jesús de los evangelios canónicos se le veía como hijo de Dios, con el que se
comunicaba constantemente, lo cual era una cosa impensable para el judaismo
ortodoxo, tan temeroso de Yaveh.
Ni Jesús ni la Iglesia Primitiva, encabezada por su hermano Santiago, pretendieron
crear una nueva religión, y menos dirigida a los no judíos.. Pero prevaleció la idea de
San Pablo y los seguidores de la Iglesia Primitiva hubieron de exiliarse, cerca de la
cuenca del Tigris y el Éufrates, proscritos por el cristianismo paulino.
De estos nazareos exiliados es de los que aprendería Mahoma, más tarde, sus
conocimientos bíblicos y cristianos, ya que su padre fue nazareo.. Es por ello que en el
Corán se tiene en gran consideración a los profetas y patriarcas bíblicos.
Pablo comprendió que para vencer a Roma tenía que hacerse de manera sutil y no
con una lucha abierta y política. Por ello transformó el mensaje judaico y político de
Jesús en uno de ámbito universal, aunque al principio solo logró adeptos entre los
humildes, pobres y marginales del imperio.
Pablo y sus seguidores crearon una nueva religión, con un nuevo Jesús, hijo de
Dios, y Dios mismo, que se encarna y muere sacrificado para librar a los hombres del
pecado original, resucitando al tercer día y dejando una jerarquía eclesiástica
guardadora de dicha nueva religión ,” la única verdadera “. Esta Iglesia con el tiempo
se fue haciendo cada vez más dogmática.

EL GNOSTICISMO Y LA ORDEN DEL TEMPLE

En la primitiva Iglesia, Pablo tuvo cierta tolerancia con la herejía. Pero en el


siglo XII se pasó a la intolerancia, con el ahogamiento del derecho del individuo, de la
autodeterminación y del progreso social. Las luchas religiosas entre cristianos
comenzaron en dicho siglo con la cruzada albigense (de la ciudad de Albi, en el sur de
Francia) contra los cátaros, con el apoyo estatal y del papa..
La doctrina cátara seguía el dualismo del antiguo zoroastrismo persa y el
maniqueismo, con dos principios, uno el del bien y el otro el del mal. Consideraban a
lo material como diabólico y no admitían la autoridad del papa.
En los siglos XVI y XVII, continuaron las guerras de religión entre católicos y
protestantes. ¿Por qué la Iglesia, teniendo un modelo tan ejemplar como Jesús de
Nazaret, se dedicó a la opresión contra cristianos hermanos?
La respuesta se halla en los mismos orígenes de la Iglesia. El mensaje de Jesús fue
revolucionario, altruista, casi incompatible con las jerarquías. Pero este mensaje fue
distorsionado con la elección del primer papa de Roma.
Los jefes templarios pudieron estar expuestos a un gnosticismo cristiano, aún
latente en el Próximo Oriente. A principios del siglo XIV, la orden acumuló riquezas,
poder e influencia internacional. Ello despertó envidia, incluso en la propia monarquía
francesa, con su rey Felipe IV el Hermoso, que anhelaba las riquezas de los
templarios. También el papa les retiró su apoyo, dejando vía libre al rey para que
destruyera la orden militar.
En 1307, el rey mandó arrestar a todos los templarios de Francia, aunque algunos
lograron escapar, refugiándose muchos de ellos en Lorena. Más tarde, la orden fue
abolida oficialmente por el papa francés Clemente V, mediante un decreto del año
1312.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 29

Lo que no consiguieron los gnósticos heréticos y los cátaros lo hizo, siglos después,
el movimiento reformador llamado protestante. Éste no cuestionaba la doctrina de la
resurrección. Fue la opulencia y prepotencia del Vaticano lo que exacerbó los ánimos
Se produjo la escisión entre católicos y protestantes, pese a los esfuerzos llevados a
cabo por la contrarreforma de la Iglesia Romana. Pero como los protestantes no eran
gnósticos la doctrina paulina fundamental (creencia en la resurrección corporal de
Jesús) permaneció inmutable. El gnosticismo cristiano continuó estando reprimido,
tanto por la Iglesia Católica como por la Protestante.

oooooOOOOOooooo

TERCERA PARTE. EL PUEBLO DEL MISTERIO

UN CURA AFORTUNADO

El uno de Junio de 1885, llegó al pequeño pueblo de Rennes-le-Château, de


unos 200 habitantes, el nuevo párroco, llamado François Bérenguer Saunière, de 33
años de edad.
La aldea estaba situada en la cima de una montaña escarpada, a uno 40 Kmts. de
Carcasone. Durante seis años el cura vivió tranquilamente ejerciendo su ministerio,
cazando y pescando, para poder mantenerse mejor. Leía asiduamente y practicaba el
latín, el griego y el hebreo.
Como gobernanta , que le acompañó toda su vida, tenía a una joven campesina
llamada Marie Denarnaud. También tenía amistad con el cura del vecino pueblo de
Rennes-les-Bains, el abate Henri Boudet.
A poco más de un Kmt., al este del pueblo de Saunière, se alzaban las ruinas del
castillo de Blanchefort, antigua residencia del cuarto Gran Maestre de los Templarios,
Bertrand de Blanchefort, en el siglo XII.
La iglesia parroquial, que en 1059 había sido consagrada a la Magdalena,
amenazaba ruina y Saunière deseaba restaurarla. Comenzó a hacerlo en 1891,
utilizando los modestos fondos del pueblo. Al remover la zona de las columnas del
altar, aparecieron en un hueco unos documentos, cuatro pergaminos alojados dentro de
tubos de madera, lacrados. Fueron testigos los obreros de la obra.
Dos de los pergaminos databan, uno de 1244 y el otro de 1644, y contenían
genealogías. Los otros dos habían sido redactados hacia 1780 por un predecesor de
Saunière en la parroquia, el abate Antoine Bigou, que había sido capellán de la noble
familia Blanchefort, gran terrateniente de la zona.
El texto de los pergaminos, a primera vista, parecía de temas piadosos, y las
palabras estaban escritas de modo incoherente, como siguiendo un código secreto.
Pero uno de ellos presentaba una clave sencilla, con letras elevadas, que mostraban el
siguiente mensaje: “A Dagoberto II, rey, y a Sión, pertenece este tesoro y Él está allí
muerto”. El resto era indescifrable.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 30

Saunière, pensando que el hallazgo podía ser importante, fue a mostrárselo a su


superior, el obispo de Carcasone. Éste le pagó el viaje a París, para que se presentase
con los pergaminos ante ciertas autoridades eclesiásticas, entre ellas el abad Bieil y su
sobrino Emile Hoffet, aspirante a sacerdote y con grandes conocimientos en
lingüística, paleografía y criptografía. Éste estaba relacionado con diversos grupos
orientados hacia el ocultismo y el pensamiento esotérico.
El cura pasó tres semanas en París y no se sabe qué pasó con sus entrevistas con los
eclesiásticos, pero sí que conoció a la famosa cantante de ópera Emma Calvé, que era
la suma sacerdotisa de la subcultura esotérica de la ciudad, y con la que tuvo una
aventura amorosa. También visitó el museo del Louvre.
Vuelto a su pueblo, siguió con la restauración de su iglesia, descubriendo poco
después una losa datada en el siglo VII, bajo la cual había una cripta con esqueletos.
En el cementerio de la iglesia se hallaba el sepulcro de Marie, marquesa de
Blanchefort, cuya lápida la había diseñado e instalado el abate Antoine Bigou, un siglo
antes. El mensaje de la lápida era un anagrama del que estaba oculto en los
pergaminos citados.
Saunière, acompañado de su gobernanta, recorrió detalladamente toda la zona.
También comenzó una frecuente correspondencia con personas desconocidas, de
Francia, Alemania, Suiza, Italia, Austria y España..Al mismo tiempo realizó una serie
de transaciones de dinero con varios bancos. Hasta un banco de París le envió un
representante, para tratar con él personalmente.
A partir de 1896 empezó a realizar gastos en gran escala, parte de ellos para obras
públicas de carreteras, agua corriente, construyendo también una torre en la ladera de
la montaña, a la que nominó Tour Magdala. Hizo edificar una lujosa casa de campo,
llamada Villa Bethania, que él nunca ocupó.
Acabó de restaurar la iglesia del pueblo, aunque decorada estrafalariamente. En su
dintel hizo colocar la inscripción: “Este lugar es terrible” En el interior , cerca de la
entrada, colocó una estatua horrible, representación del demonio Asmodeo, custodio
de secretos y tesoros ocultos, y, según una antigua leyenda judía, constructor del
templo de Salomón.
En las paredes de la iglesia puso una lápidas horripilantes, representando las
estaciones de la cruz, con desviaciones incongruentes de las crónicas de las Escrituras.
Siguió derrochando dinero a manos llenas. Coleccionaba porcelanas raras,
mármoles antiguos, telas preciosas. Incluso creó un jardín zoológico y un invernadero
para naranjos. También una magnífica biblioteca. A sus feligreses les invitaba a
fastuosos banquetes.
En su casa recibió a personajes importantes, como el secretario de Estado de
Francia, el archiduque Johann von Habsburg, primo del emperador Francisco José de
Austria, quien le había hecho importantes transferencias bancarias. Y no faltó Emma
Calvé.
Ante esta situación, el nuevo obispo de Carcasone intentó pedirle cuentas sobre
todos estos hechos. Pero el cura le contestó con descaro y desafío, rehusando darle
explicaciones sobre su riqueza. También se negó a realizar el traslado ordenado por el
obispo. Ante ello, le acusó de simonía (venta ilícita de misas) y le suspendió de sus
funciones. Pero Saunière apeló al Vaticano y el papa le exoneró y le devolvió su
puesto.
El día 17 de Enero de 1917, Saunière tuvo una repentina apoplegía. Curiosamente
el día 12, estando bien de salud, su gobernanta había encargado un ataud para él.
Avisado un sacerdote para su última confesión, salió éste al poco rato de la habitación,
muy perturbado (después tuvo una grave depresión y jamás volvió a sonreir). Parece
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 31

que Saunière le dijo alguna cosa por la que el sacerdote se negó a darle la
extremaunción. Y el día 22 murió sin confesar.
Al día siguiente su cadáver fue instalado en un sillón en la terraza de Tour
Magdala, y ante él fueron desfilando cierto número de personas desconocidas. Nadie
se ha explicado el por qué de tal ceremonia.
La lectura posterior de su testamento, demostró, ante la sorpresa de todos, que el
cura estaba sin blanca. Y es que antes de su muerte había traspasado toda su riqueza a
su gobernanta, Marie Denarnaud, que durante 32 años había compartido con él su vida
y sus secretos. Siguió ella viviendo en villa Bethania hasta 1946.
Pero, acabada la II Guerra Mundial, el gobierno francés puso en circulación una
nueva moneda. Todo el mundo tenía que demostrar la procedencia de su antigua
moneda, si quería cambiarla por la nueva. Esto no lo aceptó Marie, que para no dar
explicaciones sobre la procedencia de su dinero, quemó todo lo que tenía en el jardín
de su casa.
Tuvo entonces que vender Villa Bethania, prometiendo al comprador que antes de
morir le revelaría su secreto, lo que le haría “ rico y poderoso “. Pero el 29 de Enero
de 1953, sufrió como su amo una apoplegía inesperada, que la dejó paralítica y sin
habla, muriendo poco después y llevándose consigo su secreto.

LOS POSIBLES TESOROS

¿Cuál era la fuente de la riqueza del cura Saunière? ¿Encontró algún tesoro
en oro y joyas?
Por la historia del pueblo y la región, podrían existir tesoros escondidos. Esta zona fue
considerada sagrada por los celtas que allí vivieron. Igualmente, los romanos
explotaron allí ricas minas y sus fuentes termales y.terapéuticas. En el siglo VI, llegó
el pueblo a tener cerca de treinta mil habitantes, siendo la capital septentrional del
imperio visigodo que había saqueado Roma y derrocado al imperio romano.
Durante otro milenio, la población fue sede de un importante condado, el Compté
de Razès. A principios del siglo XIII, un ejército del norte llegó para aplastar la herejía
cátara o albigense, y quedarse con las riquezas de la región. La población quedó
diezmada y en 1360 lo fue también por la peste. Bandidos errantes catalanes
destruyeron Rennes-le-Chäteau.
Durante toda la historia, siempre circularon rumores sobre tesoros fantásticos. Se
pensaba, por ejemplo, que los cátaros poseían algo de valor fabuloso y sagrado, que
podía ser, según las leyendas, el Santo Grial.. Tales leyendas impulsaron al compositor
Richard Wagner a visitar el pueblo antes de componer su última obra, “Parsifal”.
También se dice que las tropas alemanas, durante la II Guerra Mundial, realizaron
excavaciones infructuosas por los alrededores. Asimismo se hablaba del desaparecido
tesoro de los templarios, cuyo gran maestre Bertrand de Blanchefort ordenó efectuar
misteriosas excavaciones en diversos parajes.
Había también otros posibles tesoros. Gran parte de la actual Francia fue gobernada
por la dinastía merovingia, a la que pertenecía el rey Dagoberto II, que estaba casado
con una princesa visigoda. Puede que la población fuese la tesorería real, que se
escondería en los alrededores. En los escritos hallados por Saunière se mencionaba a
este rey. En ellos había también alusiones a Sión. Puede que entre el botín acumulado
por los visigodos hubiera algo relacionado con el legendario tesoro del templo de
Jerusalén. Pudo ocurrir que los romanos, cuando arrasaron Jerusalén a las órdenes de
Tito en el año 70, y saquearon el templo, se llevaran el contenido del “Sancta-
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 32

santorum”, trasladando a Roma el gran candelabro de siete brazos de oro, sagrado


para el judaismo, y, posiblemente, el Arca de la Alianza.
El rey visigodo Alarico el Grande arrasó Roma en el año 410, apoderándose de las
riquezas de la ciudad, entre las que se hallaba el tesoro de Salomón, expoliado
anteriormente por los romanos. Este tesoro pasaría luego a los cátaros o a los
templarios.
Sin duda, Saunière encontró un tesoro. Aunque también es posible que se tratara de
un tesoro especial, de inmensa importancia, mayor aún que la de un tesoro
convencional de oro y joyas. Aboga en tal sentido el hecho de que el cura se
relacionara con el círculo esotérico de Hoffet, del gran interés que demostró la Iglesia,
y del desafío al obispo y la exoneración del papa.
Fue rara también la visita al pueblo de un archiduque. Como lo fue la negativa a la
extremaunción.
Por todo ello cabía la posibilidad de que el tesoro, más que material, se refiriera a
alguna clase de conocimiento, de extraordinaria importancia. ¿Pudo Saunière haber
chantajeado al Vaticano? Cosa casi imposible, a no ser que el cura tuviera la
protección y el apoyo de personas muy importantes. Por ejemplo, el archiduque de
Habsburg y el secretario de Estado francés. Hasta, el dinero de Saunière, pudo haber
salido de las arcas del. Vaticano.

LOS CÁTAROS Y EL MISTERIOSO TESORO

En los siglos XII y XIII la población de Rennes-le-Château fue un conocido


bastión cátaro. Numerosas leyendas relacionaban a los cátaros con un objeto fabuloso:
el Santo Grial. En uno de los pergaminos hallados por Saunière se podía descifrar una
frase: “Rex mundi”, término muy relacionado con el pensamiento cátaro.
En la época de la herejía cátara, el hoy Languedoc, no era parte de Francia, sino
que constituía un principado independiente. Florecía allí una cultura superior a los
pueblos del norte. Se estudiaban el griego, el latía, el hebreo y el árabe. Hasta los
nobles eran cultos, al contrario de lo que ocurría en otras partes, que eran analfabetos.
En contraposición al resto de Europa existía una tolerancia religiosa, apartada del
dogmatismo y fanatismo. La Iglesia Católica no gozaba allí de estima, debido a la
corrupción de sus clérigos, que se enriquecían y no hacían caso de sus parroquias.
Pero además de la cultura, otra cosa florecía en el Languedoc, la más importante
herejía de la cristiandad: la albigense. Sus seguidores, aunque pacíficos, constituían
una amenaza muy seria para la autoridad de Roma. Se habían extendido, además, por
la Champagne, Flandes y Alemania.
Los albigenses o cátaros no tenían una doctrina fija, como la Iglesia, sino que
existían diversas sectas, que coincidían en algunas cosas y en otras no. Hay que tener
en cuenta que los datos que tenemos sobre los cátaros, los debemos a la Inquisición de
la Iglesia, lo que no es una garantía de exactitud y veracidad. En general, los cátaros
aceptaban la doctrina de la reencarnación. A sus maestros y predicadores se le daba el
nombre de “perfectos”, que podían ser de uno u otro sexo. Rechazaban la autoridad
de la Iglesia de Roma y sus jerarquías clericales. Repudiaban la fe, tal como la
predicaba la Iglesia, e insistían en el conocimiento personal de primera mano (la
gnosis=conocimiento) y ello tenía preferencia sobre cualquier dogma o creencia, con
exclusión de intermediarios clericales.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 33

Los cátaros eran también dualistas. Para ellos existía una guerra perpetua entre dos
principios irreconciliables, el bien y el mal; el espíritu y la materia; la luz y las
tinieblas. Así como para el catolicismo existe un Dios supremo y un demonio, inferior
a él, para los cátaros hay dos principios iguales. Para ellos toda materia es mala, el
universo es obra del dios del mal, llamado por ellos el "Rex mundi".
Para Roma tal concepto era hereje, no podía ser intrínsecamente mala la creación
material, por la que supuestamente había muerto Jesús. Pero lo peor para la Iglesia es
que los cátaros negaban que Jesús se encarnara en materia y siguiese siendo Dios.
Ellos pensaban que Jesús era un profeta como los demás, y que no había en él nada de
divino, Hasta dudaban de que hubiese existido crucifixión. No admitían que la muerte
de un profeta fuese objeto de culto y tampoco admitían el emblema de la cruz.
Negaban también el bautismo y la comunión.
Los cátaros hallaban en su credo un alivio contra los interminables diezmos,
penitencias y censuras de la Iglesia. Ellos tenían una especie de sacramento, el
llamado “consolamentum”, que obligaba a los “perfectos” a la castidad, lo que no lo
era para los adeptos comunes. Practicaban el control de la natalidad y el aborto, pero
no la homosexualidad, de la que injustamente se les ha acusado.
Como deploraban las iglesias, sus ritos y oficios los practicaban al aire libre,
o en un lugar municipal o granero. No podían comer carne, pero sí pescado y
vegetales. Como solían viajar en parejas, de ahí los rumores de homosexualidad.
Se dice que hacia 1145, San Bernardo se desplazó al Languedoc para combatir la
herejía...y quedó horrorizado. Pero no por los cátaros, sino por la corrupción de los
clérigos de la Iglesia. Sobre los herejes declaró que su moralidad era pura.

A SANGRE Y FUEGO

Hacia 1200, la Iglesia ya estaba alarmada por la herejía. A ello se unía la


envidia de los nobles del norte por las ricas tierras del sur. Pero se necesitaba una
provocación, que no tardó en llegar. El 14 de Enero de 1208 fue asesinado el legado
pontificio en el Languedoc, Pierre de Castelnau. No fueron los cátaros los autores,
pero la culpa recayó sobre ellos. El papa Inocencio III, uno de los más severos de la
historia de la Iglesia, ordenó enseguida la cruzada, para tratar de extirpar la herejía
para siempre.
Las operaciones militares se confiaron a Simón de Monfort.. Se contó en esta
empresa con la útil ayuda de un fanático monje español: Domingo de Guzmán, que
fundó más tarde, en 1216, la orden dominicana. Ésta ayudó a crear, en 1233 la infame
institución de la “Santa Inquisición”.
En el año 1209, un ejército de unos 300.000 hombres, procedente del norte de
Europa, cayó con furia sobre el Languedoc, devastando y arrasándolo todo, pasando a
cuchillo a miles de hombres, mujeres y niños. Solo en la ciudad de Béziers mataron a
más de 15.000. Fueron arrasadas también, Toulouse, Carcasone, Narbona, Perpignan y
otras poblaciones.
El representante pontificio, que iba con el ejército invasor, escribió al papa
Inocencio y le anunciaba con orgullo que “no se había respetado la edad, el sexo, ni la
condición social”. Duró esa guerra 40 años.
En 1218, en el sitio de Toulouse, fue muerto Simón de Monfort. En el año 1243
quedaban ya solamente unos pocos baluartes cátaros. El principal de ellos era la
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 34

ciudadela de Montségur, situada en lo alto de una montaña. Durante diez meses


resistió el asedio, pero en Marzo de 1244 hubo de capitular.
No obstante la fe cátara se conservó en pequeños reductos, como en Rennes-le-
Château.
Surgieron rumores sobre un tesoro fantástico, de índole mística, de valor muy
superior al material. Se decía que estaba guardado en Montségur, pero caida la
fortaleza no se encontró tesoro alguno, por lo que se supone que fue sacado de allí
durante el sitio, burlando a los sitiadores.. Entre los sitiados había numerosos
“perfectos” y parece que algunos de ellos pudieron escapar llevándose el tesoro. Y es
posible que fuese llevado a Rennes-le-Château, o a alguna cueva de los alrededores. Y
puede que el cura Saunière lo descubriera..
Dicho tesoro misterioso parecía referirse a alguna información o conocimiento que
tendría que ver con los orígenes del cristianismo, su doctrina y teología. ¿Explicaría
ello el violento ataque a los cátaros decretado por la Iglesia de Roma?
Investigando a los cátaros, se tropezó a veces con un tema objeto de leyendas
misteriosas y enigmáticas: el referente a los caballeros templarios.

LOS TEMPLARIOS

Estos monjes guerreros, mezcla de caballeros andantes y místicos, con su


manto blanco adornado con la cruz paté de color rojo, desempeñaron un crucial papel
en las Cruzadas contra el Islam.
Pero, aunque es indudable que lucharon y murieron a miles por Cristo, ha sido
considerada una institución misteriosa, empeñada en intrigas oscuras y secretas. Al
final de sus 200 años de existencia, se les acusó de renegar de Cristo, e incluso de
escupir y pisotear la cruz..
En su apogeo constituyó la organización más poderosa e influyente de toda la
cristiandad, salvo el papado, del que dependía directa y exclusivamente. Respecto a su
verdadera misión parece haber existido una conspiración de silencio.
La primera información histórica sobre los templarios, se debe a un historiador
franco, llamado Guillermo de Tiro, que escribió entre los años 1175 y 1185. Pero ya
en el año 1175 los templarios tenían unos 50 años de existencia y Palestina se hallaba
en manos occidentales. Lo cual quiere decir que escribió con datos de segunda mano, a
través de terceras personas.
Según Tiro, la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y el Templo de Salomón,
se fundó en 1118 por un tal Hugo de Payens, noble de la Champagne. Un día, junto
con otros ocho caballeros, sin haber sido requeridos a ello, se presentaron ante el rey
de Jerusalén, Balduino I. Era éste hermano de Godofredo de Bouillón, que había
conquistado la ciudad santa diecinueve años antes. Tanto el rey como el patriarca de
Jerusalén les recibieron cordialmente.
El objetivo de los templarios era velar por la seguridad de los caminos, protegiendo
especialmente a los peregrinos. Tenían voto de pobreza, y era tan grande que se veía
reflejada en su sello oficial, que representaba a dos caballeros montados en un solo
caballo. Pero curiosamente, a pesar de ello, fueron alojados en una parte del palacio,
justo encima de los cimientos del antiguo templo de Salomón. Durante nueve años
vivieron allí y ningún otro miembro entró en la orden.
En esa época existía un historiador oficial, al servicio del rey, llamado Falk de
Chartres. Pues bien, ni una sola vez dio noticia alguna sobre Hugo de Payens, de sus
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 35

compañeros, ni de nada relacionado con los templarios. Hay un silencio absoluto de


estos primeros años y ni siquiera se sabe si realizaron su misión de proteger los
caminos. Además ¿cómo sólo nueve hombres podrían hacerlo?
Pero en 1128, nada menos que San Bernardo, publicó un opúsculo hablando de las
virtudes y cualidades de los templarios. Él era entonces el abad de Clairvaux y
portavoz principal de la cristiandad.
En Enero de ese mismo año, pocos meses después de haber regresado a Francia
triunfalmente los templarios, se había convocado un concilio en Troyes, capital de la
Champagne, tierra de Hugo de Payens, orquestado por San Bernardo. En él la orden
del Temple fue reconocida oficialmente, siendo nombrado Hugo su primer Gran
Maestre.
El propìo San Bernardo ayudó a redactar la regla de conducta que observarían los
caballeros, basándose en su orden cisterciense. Hicieron voto de pobreza, castidad y
obediencia. Tenían prohibido cortarse la barba, aunque no el pelo. Vestían hábito
blanco. La cruz se adoptó más tarde. Todos los miembro, al entrar en la orden, debían
entregar a la misma todos sus bienes.
En 1139, el papa Inocencio II (cisterciense y protegido de San Bernardo) decretó
una bula por la que los templarios solo deberían obediencia al papa y a nadie más. La
orden se expandió rápidamente por toda Europa; los hijos de familias nobles se
enrolaban y llegaban donativos de dinero, tierras y bienes a manos llenas. Recibían de
todo, pero no daban nada. En 1146 adoptaron la famosa cruz paté de color rojo.
En la 2ª Cruzada, acompañaron al rey Luis VII d Francia y evitaron que fuera una
gran catástrofe.

A POGEO Y CAÍDA DE LA ORDEN DEL TEMPLE

Durante los cien años siguientes, los templarios alcanzaron un prestigio y un


poder político inmenso en todos los países de la cristiandad. Incluso mantuvieron
estrechas relaciones con el mundo islámico y el judaico. Debido a ello, actuaron de
receptores y transmisores de nuevas ideas y nuevas ciencias. Constituyeron una
especie de imperio independiente, tanto político como militar y cultural.
Al mismo tiempo la orden fue haciéndose cada vez más arrogante, corrompida y
brutal. Incluso llegó a reclutar a caballeros excomulgados.
En el año 1187, los templarios lucharon junto a las fuerzas cristianas en Palestina
contra los musulmanes, pero sufrieron un gran descalabro y Jerusalén volvió a manos
sarracenas. Cuatro años más tarde, cayó Acre, la última fortaleza cristiana en
Palestina, a pesar de que los templarios habían luchado bravamente. Tuvieron que
trasladar su sede a Chipre, aunque, con la pérdida de Tierra Santa, habían perdido su
razón de ser.
Volvieron la mirada hacia Europa y soñaron con fundar un Estado independiente en
un sitio acogedor y rico; el Languedoc, donde siempre habían mantenido buenas
relaciones con los cátaros. Incluso Bertrand de Blanchefort, el 4º Gran Maestre de la
orden, era de familia cátara.
Cuarenta años más tarde , sus descendientes ayudaron a los cátaros contra los
invasores del norte, capitaneados éstos por Simón de Monfort. Ofrecieron refugio a
muchos de ellos.
En el Languedoc muchos templarios eran más cátaros que católicos y tuvieron
también contacto con el mundo gnóstico. A todo ello se unían las ideas que habían
absorbido en sus contactos con las culturas árabe y judía.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 36

En 1306, el rey de Francia, Felipe IV el Hermoso, deseaba librarse de los


templarios, que constituían una fuerza superior a la suya. También les debía mucho
dinero y codiciaba la inmensa riqueza de la orden. Estaba muy dolido además con
ellos porque no le habían querido admitir en la orden.
Un año antes, con la intervención especial de Felipe IV, había sido elegido papa
Clemente V. Con la conformidad y el apoyo de éste, el día 13 de Octubre de 1307 ,
asestó un rápido y duro golpe a los templarios. Se detuvo a muchísimos de ellos,
confiscando sus bienes y sus tierras. Pero nunca dieron con el fabuloso tesoro de los
templarios, que desapareció misteriosamente.
Muchos de los templarios detenidos fueron torturados cruelmente, acusados de
herejía y torturados.
Por presión del rey, el papa declaró oficialmente abolida la orden, en 1312, aunque
los procesos duraron varios años más. En marzo de 1314, el Gran Maestre de la orden,
Jaques de Molay, y el preceptor de Normandía, Geoffroi de Charnay, fueron
quemados vivos.
Oficialmente la orden del Temple había quedado extinguida, pero muchos
templarios habían logrado escapar. Además hubo países tolerantes con ellos, como
Inglaterra y Escocia, por ejemplo. Algo parecido ocurrió en Alemania y España, donde
los templarios se asimilaron a la población o entraron en otras órdenes.

LOS ENIGMAS DE LOS TEMPLARIOS

Al morir en la hoguera el Gran Maestre Jacques de Molay, se dice que lanzó


una maldición sobre sus perseguidores, el rey Felipe y el papa Clemente, para que en
el plazo de un año rindiesen cuentas a Dios.
Al cabo de un mes moría Clemente, de un repentino mal de disentería, y al finalizar el
año lo hacía el rey.
¿Fueron envenenados por los templarios?
Siglos después, cuando cayó bajo la guillotina Luis XVI, se cuenta que un
desconocido gritó: “¡Jacques de Molay, ya estás vengado!”
En la actualidad, existen organizaciones que se autodenominan “templarios”, al
igual que ocurre con ciertas logias masónicas. También, en algunas partes de
Occidente, recónditos clubes rotarios se dignifican a sí mismos adoptando el nombre
de templarios.
En Francia este legado es especialmente poderoso y se han publicado historias de
todas clases sobre los templarios. Algunas les han atribuido la construcción de gran
parte de las catedrales góticas, o al menos que de ellos partió el ímpetu principal. Se ha
dicho de ellos que eran gnósticos, herejes, y que se pasaron al Islam. Muchas veces se
ha dicho que eran custodios del Santo Grial.
Es innegable que existen ciertos misterios y secretos relacionados con ellos,
perteneciendo algunos a lo que ahora se denomina “esoterismo”.
Cuando los templarios se aposentaron en el palacio del rey de Jerusalén, sobre los
restos de los establos de Salomón, seguramente realizaron excavaciones allí mismo, y
es probable que los nueve miembros fundadores hubieran sido enviados allí a tal fin,
desde Europa.
Uno de ellos , André de Montbard, era tío de San Bernardo, quien, a partir de
entonces, al frente de la orden cisterciense consiguió que ésta alcanzase un desarrollo
espectacular, fundando él mismo 69 abadías, hasta el año 1153.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 37

Tan extraordinario crecimiento fue paralelo al de los templarios, y ambas órdenes


se hicieron enormemente ricas en pocos años. Ello no podía ser fruto del azar. Así que
, seguramente, habrían descubierto en Tierra Santa algo de gran importancia.
En 1153, un noble de la región del Languedoc, Bertrand de Blanchefort, pasó a
ocupar el cargo de Gran Maestre de los templarios, engrandeciendo la orden. Su
mentor fue André de Montbard.
Los templarios habían estado presentes en las inmediaciones de Rennes-le-Château,
desde mediados del siglo XII, por lo menos. Y los que vivían en esta zona fueron
respetados cuando Felipe IV mandó detener a todos los templarios de Francia.
La madre del papa Clemente V, aliado del rey, era de la misma familia que
Bertrand de Blanchefort. ¿Conocería este papa algún secreto relacionado con la
familia y la región?
En el siglo XVIII, el entonces cura de Rennes-le-Château y confesor de Marie de
Blanchefort, redactó los pergaminos que más tarde halló Saunière.
Daba la impresión que debía existir una tercera orden, distinta a templarios y
cistercienses, que movía los hilos del misterio.

EL PRIORATO DE SIÓN

Éste es el más frecuente de los nombres usados por dicha tercera orden. Sus
grandes maestres han sido importantes personajes de la historia y cultura occidentales.
Cuando a principios del siglo XIV fue aniquilada la orden del Temple, la orden de
Sión permaneció indemne y ha seguido funcionando durante siglos, en secreto, pero
orquestando acontecimientos críticos de la historia de Occidente.
Existe hoy en día y sigue actuando. Su objetivo, confesado, es la restauración de la
dinastía y la estirpe merovingia en el trono, no solo de Francia, sino también de otras
naciones europeas. Ello es justificable, tanto legal como moralmente. Depuesta en el
siglo VIII por los carolingios, la estirpe no se extinguió. Se perpetuó en línea directa,
desde Dagoberto II y su hijo Sigisberto IV
A través de matrimonios y alianzas dinásticas, la estirpe llegó hasta Godofredo de
Bouillón, que en 1099, conquistó Jerusalén en la 1ª Cruzada.
Esta línea dinástica también incluyó a familias pasadas y actuales, como:
Blanchefort, Gisors, Saint Claire, Montesquieu, Plantard, Habsburg-Lorena, etc.
Según una recopilación de escritos, con el título de “Dossiers secrets”,
depositados en la Biblioteque Nationale de París, y que trata sobre todo de árboles
genealógicos, la “Ordre de Sión” fue fundada por Godofredo de Bouillón en 1090,
nueve años antes de la conquista de Jerusalén. Su hermano menor, Balduino I, primer
rey de la Jerusalén conquistada, debió su trono a dicha orden.
Según tales escritos, la sede oficial o cuartel general de la orden, se hallaba en el
monte Sión, colina situada al sur de Jerusalén, a las afueras, en una abadía llamada”
“Notre Dame du Mont de Sion”. Ésta parece ser que había sido edificada sobre las
ruinas de una antigua basílica bizantina del siglo IV.
La abadía se construyó por orden expresa de Godofredo. Éste mandó también
edificar la iglesia del Santo Sepulcro, que fue ocupada por la orden del mismo nombre.
El preceptor personal de Godofredo se cree fue Pedro el Ermitaño, predicador
principal de la primera Cruzada, convocada por el papa Urbano II. De todos los jefes
europeos que fueron a la Cruzada, Godofredo fue el único que renunció a todos sus
feudos, vendió todos sus bienes y dejó bien sentado que Tierra Santa sería su dominio
durante el resto de su vida.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 38

Recién conquistada Jerusalén, en 1099, tuvo lugar una reunión secreta de


personajes anónimos. En ella se decidió ofrecer el trono de Jerusalén a Godofredo.
Éste rechazó tal título, admitiendo solo el de “Defensor del Santo Sepulcro”. Al
morir, un año después, su hermano Balduino sí que aceptó el título de rey.
Es probable que en aquel cónclave secreto se hallaran Pedro el Ermitaño y los
ocupantes de “Notre Dame de Sion”
En marzo de 1117, Balduino I, que debía su trono a “Sión”, fue obligado a
negociar la constitución de la orden del Temple, en Saint Léonard de Acre, que era
uno de los feudos de la orden de Sión. Esto indica el gran poder de ésta, que no solo
otorgaba tronos, sino que también podía dar órdenes a un rey.
En el año 1170, Pedro el Ermitaño, en compañía de otros monjes , construyó una
abadía en Orval, cerca de Stenay, donde había sido asesinado siglos antes el rey
merovingio Dagoberto II. Estos monjes, con Pedro el Ermitaño, fueron a Tierra Santa
en la 1ª Cruzada, estableciéndose después en la abadía del monte Sión.
En 1115, San Bernardo, de la orden del Císter, casi arruinada, se erige en portavoz
preeminente de la cristiandad y su orden se convierte rápidamente en rica e influyente.
Y en 1131 San Bernardo recibe la abadía de Orval, que pasa a ser de la orden
cisterciense.
El conde de Champagne dona tierras a San Bernardo para construir la abadía de
Clairvaux, e instala su corte en Troyes, de donde más tarde saldrán los romances sobre
el Grial.
San Bernardo apoya a los templarios, ayuda a redactar sus reglas y , entre 1115 y
1140, ambas órdenes se hacen con grandes riquezas y extensas propiedades.
Todas las relaciones citadas no parecen ser fruto de la coincidencia y la casualidad.
Más bien se deberían a un plan establecido y orquestado seguramente por la “Ordre de
Sion”.
Ésta estableció ( o restableció) su posición en Francia, cuando Luis VII, al regresar
de la 2ª Cruzada, trajo consigo a cerca de cien miembros de la orden. Unos se
instalaron en el priorato de Saint Samson, en Orléans. Siete se unieron a la orden del
Temple y los restantes, unos 26, entraron en el pequeños priorato del monte Sión, en la
periferia de Orléans.
Existen documentos de estos datos en los archivos municipales de dicha ciudad. La
orden obtuvo grandes propiedades y riquezas en Francia, España, Sicilia, Calabria y
Tierra Santa.
En 1187, Jerusalén cayó en poder de los sarracenos, en parte por culpa de la
ineptitud del Gran Maestre del Temple, Gerard de Ridefort, según el texto de los
“Dossiers secrets”. Los miembros de Sión hubieron de marchar a Francia. Se cree que
al año siguiente esta orden y la de los templarios se separaron oficialmente, mediante
una ceremonia llevada a cabo en Gisors.
En 1188, la orden de Sión tuvo su Gran Maestre en Jean de Gisors y cambió su
nombre por el de “Prieuré de Sion”, que ha perdurado hasta hoy. A partir de entonces
todos los grandes maestres de la Prieuré adoptaron el nombre de Juan, al ocupar el
cargo.
El cardenal Roncali, de Venecia, escogió el nombre de Juan XXIII. Curiosamente,
un antipapa, que abdicó en 1415, también se llamó Juan XXIII.
En 1976, en Italia, se publicó un libro titulado: “Las profecías del papa Juan
XXIII”. Recopilaba oscuros poemas proféticos, y se decía que eran del papa muerto
en 1963. Dice que este papa, cuando era nuncio en Turquía en 1935, se había afiliado
a la Prieuré de Sión. Y por ello, al ser elegido papa, eligió el nombre de Juan, para ser
también el Gran Maestre de la orden.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 39

Este papa, con el Concilio Vaticano II, realizó una importante reforma de la Iglesia
Católica. Rompiendo con la tradición, declaró que un católico podía ser francmasón.
Además, dio más importancia al “derramamiento de sangre de Jesús”, que a la propia
crucifixión e incluso que a la resurrección.

LOS PERGAMINOS

Cuando el cura Saunière descubrió los pergaminos en Rennes-le-Château, el


alcalde le pidió que custodiara los mismos, a lo que aquel se negó, diciendo que los
pondría en manos de expertos que los tradujeran del latín.
No se sabe donde están ahora dichos documentos, pero es posible que entre 1960 y
1970, el Priorato de Sión, “filtró” dos de esos pergaminos. Se dice que los originales
eran cuatro o cinco.
Incluso se han editado publicaciones con la reproducción de esos dos. Y se cree que
actualmente se hallan en los archivos de los Caballeros de Malta.
En 1967, la publicación de “L´or de Rennes”, por Gérard de Sède, reveló que la
naturaleza del tesoro hallado por el cura, no fue monetaria, sino “espiritual” y que los
manuscritos tenían un valor intrínseco.
Parece ser que el pergamino número uno, representaba el mapa de un “tesoro”, por
medio de elementos geométricos. El número dos, parece que solo contenía un amasijo
de letras sin sentido, excepto el nombre de Jesús al comienzo de la primera línea.
El texto legible carece de importancia, pero sí la tienen los caracteres intercalados
que forman la substancia del mensaje codificado. Ni el criptógrafo más experto ni los
ordenadores podrían deducir el texto elegido por quien codificó el documento.
Los investigadores británicos Richard Andrews y Paul Schellenberger, que han
realizado estudios exhaustivos sobre el tema, ya conocían la leyenda de que Jesús
estaba enterrado en Rennes-le-Château o sus alrededores, aunque eran escépticos
sobre el caso. Entre otras cosas estudiaron el cuadro “Les Berges d´Arcadie II”, que
se halla en el Louvre de París, solicitando una reproducción. También examinaron
detalladamente el cuadro “San Antonio y San Pablo” que hallaron en el museo
Ashmolean de Oxford, una copia del cual había adquirido el cura Saunière. El autor
del cuadro era David Teniers el Joven.
De ambos cuadros realizaron estudios geométricos de su contenido. Con el mismo
método estudiaron otro cuadro, “La coronación de Celestino V”, que había sido citado
en la mencionada obra de de Sède. Asimismo analizaron ilustraciones del libro “La
fontaine de la fortune”, de René d´Anjou (de 1457).
Considerando los pergaminos y las pinturas, lograron una conjunción de figuras
geométricas interrelacionadas: triángulos, cuadrados, hexagramas y diversos ángulos.
Todos ellos constituían datos para llegar a esclarecer la localización del “tesoro”,
trasladándolo al mapa de la zona de Rennes-le-Château.
Había que tener en cuenta, sin embargo, que seguramente existían pistas falsas y
maniobras de dispersión, para que condujeran a la confusión y al fracaso.
Con todos los datos hallados, aplicados al mapa, llegaron a la conclusión de que el
tesoro se hallaba en el monte Cardou (a unos 5 Kmts. del pueblo), en una ladera del
mismo. Los investigadores citados visitaron dicho lugar, que les pareció idóneo como
escondrijo de un tesoro.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 40

Seguramente se había abierto un túnel, excavado en la pared rocosa casi vertical.


Luego, depositado el tesoro, se volvería a recubrir toda la entrada, devolviéndola a su
aspecto inicial-
Sacaron bastantes fotografías del lugar, que más tarde examinaron, quedando
convencidos de que habían encontrado el lugar del tesoro. Pero la naturaleza del
mismo, aún se les escapaba..
Repasaron detenidamente todos los datos de que disponían, visitaron iglesias,
castillos y tumbas de toda la zona. Descubrieron documentos vitales que corroboraban
la presencia de los caballeros templarios desde 1127, año en que regresó de Palestina
el primer Gran Maestre de la orden, Hugo de Payens.
Otro documento (de 1156), identificaba al sexto Gran Maestre, Bertrand de
Blanchefort, como propietario del castillo de su nombre, situado en una gran altura.
Desde este castillo los templarios dispusieron de un excelente puesto de vigía de la
zona del lugar del tesoro en la ladera del monte Cardou, si es que ellos tuvieron que
ver con su ocultación.
En conclusión, todos los datos de que dispusieron, les llevaron a pensar que el
“tesoro” se refería a Jesús de Nazaret.
Pero si realmente se halla en tal lugar la tumba de Jesús, bajo toneladas de roca, la
excavación sería muy costosa e imposible de realizarla sin el permiso de las
autoridades y del propio gobierno francés. Además, se podría descubrir un cuerpo,
pero sería casi imposible de determinar su identidad. La prueba del ADN no se podría
realizar por falta de material de comparación. La datación del carbono 14, podría
decirnos si los restos son de alguien del siglo I, pero no su identidad.
La famosa túnica o sudario de Turín, datada por el carbono 14 en el siglo I, muy
probablemente ha sufrido manipulaciones.
Si se quisiera realizar la exhumación de los restos mortales, presuntamente de
Jesús, la Iglesia se opondría, ya que lógicamente no los reconocería, pues según los
Evangelios y el dogma de la resurrección, tales restos no podrían existir.
Asimismo, tal exhumación produciría un caos espiritual y la inseguridad en la fe de
los cristianos de todo el mundo. Pero lo que parece cierto es que el verdadero mensaje
de Jesús se perdió con la resurrección, que constituye el dogma fundamental de la fe
cristiana.

CONCLUSIONES

No entendiendo que Jesús resucitó de entre los muertos literalmente, sino de


forma simbólica, no perjudica a la esperanza cristiana de inmortalidad, ya que antes de
llegar el cristianismo, la humanidad creía en una vida después de la muerte. Quizás ha
llegado la hora de que la mitología cristiana sea entendida simbólicamente.
Aun no pudiendo probar la exactitud de las investigaciones históricas llevadas a
cabo, realmente se trata de hipótesis probables y coherentes. En todo caso, tanto o más
creíbles que lo que nos han enseñado los guardianes de la ortodoxia oficial de la
Iglesia.
Existen pruebas abundantes, basadas en su documentación y en sus representantes,
de que la Prieuré de Sión podría explicar muchas cosas y además existe la casi total
certeza de que posee “algo”, que representaría una prueba irrefutable de la hipótesis
alcanzada.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 41

Tal hipótesis indica que la esposa y el (o los) hijo de Jesús, después de huir de
Tierra Santa, hallaron refugio en Francia, en el seno de una comunidad judía. Parece
ser que durante el siglo V este linaje se alió matrimonialmente con el de los francos,
originando la dinastía merovingia. Hacia el 496, ésta y la Iglesia hicieron un pacto a
perpetuidad, conociendo la verdadera identidad de la estirpe. Esto explicaría que se
ofreciera a Clodoveo la categoría de Sacro Emperador Romano.
Con el asesinato de Dagoberto II, la Iglesia traicionó a la estirpe merovigia. Y a
pesar de todos los esfuerzos para erradicarla, la estirpe de Jesús-merovingia,
sobrevivió. En parte, por los matrimonios carolingio-merovingios y sobre todo a través
del hijo de Dagoberto, Sigisberto, entre cuyos descendientes se hallaba Guillen de
Gellone y más tarde Godofredo de Bouillón.
Con la conquista de Jerusalén en 1099, por Godofredo, el linaje de Jesús
recuperaría su legítimo patrimonio, conferido en tiempos del Antiguo Testamento.
Surgieron después las leyendas y los romances sobre el Santo Grial. Éste, en
hipótesis, sería cuando menos dos cosas. Por un lado la estirpe de Jesús, la “Sang
Raal”, la sangre real, cuya custodia fue encomendada a los templarios, orden creada
por la Prieuré de Sión. Al mismo tiempo , el Santo Grial sería , literalmente, el
receptáculo que recibió y contuvo la sangre de Jesús. Sería el vientre de la Magdalena
y, por extensión, ella misma..
De esto nacería el culto a la Magdalena, ocurrido en la Edad Media, y que sería
confundido con el culto a la Virgen. Se puede demostrar que muchas de las famosas
“vírgenes negras”, de los primeros tiempos del cristianismo, correspondían, no a la
Virgen, sino a la Magdalena, y mostraban una madre y un hijo. Y las catedrales
góticas, eran altares dedicadas a ella, la esposa, y no a la madre de Jesús.
En el año 70 los romanos saquearon el templo de Jerusalén y se dice que el tesoro
robado fue a parar finalmente a los Pirineos y que actualmente se halla en manos de la
Prieuré de Sión.
Tal tesoro, no consistiría solamente en monedas y joyas, sino que incluiría algún
tipo de documentación sobre Jesús y el linaje de Israel, Incluso podría tratarse de sus
restos mortales.
Como los soldados romanos, lógicamente, tendrían interés por el botín, pudo
ocurrir que alguien escondiera debajo del templo documentos relacionados con el
Mesías, el rey legítimo de Israel y la familia real.
Esto explicaría que, apenas tomada Jerusalén por Godofredo, los caballeros
templarios realizaran en secreto excavaciones bajo el templo, en los llamados
“establos de Salomón”. Y parece ser que encontraron lo que buscaban y que lo
trajeron a Europa. A ciencia cierta no se sabe lo que ocurrió después, pero parece, que
bajo los auspicios del 4º Gran Maestre de los templarios, Bertrand de Blanchefort, fue
ocultado en las proximidades del pequeño pueblo de Rennes-le-Château, al sur de
Francia, en un escondrijo construido por mineros alemanes, que llegaron para tal
efecto
Sobre lo que se escondió allí, solo existen especulaciones. Podría ser el cuerpo
momificado de Jesús, o algún documento relacionado con su matrimonio y sus hijos, u
otra cosa igualmente importante. A cualquiera de ellas se les podría aplicar el nombre
de Santo Grial. Asimismo, pudieron pasar a manos de los herejes cátaros y formar
parte del misterioso tesoro de Montségur.
Cuando se estableció el reino de Jerusalén, por la estirpe de Jesús y merovingia, a
través de Godofredo, el rey de Jerusalén podría tener ascendiente sobre todos los
reinos de la cristiandad, e incluso podría sustituir al papa, desplazando a Roma de la
capitalidad.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 42

Pero las circunstancias históricas no permitieron llegar a tal punto. Acosado


continuamente por los musulmanes, el reino de Jerusalén no pudo consolidar su
posición. Y en 1291, con la pérdida de Tierra Santa, se derrumbó todo. Los
merovingios se quedaron sin corona y los templarios se quedaron sin función.
En los siglos siguientes, en Europa, los merovingios, ayudados o dirigidos por la
Prieuré de Sión, intentaron recuperar su patrimonio. Así ocurrió cuando la casa de
Guisa casi logró apoderarse del trono de Francia en el siglo XVI. En el XVII, la
Fronda estuvo muy cerca de destronar a Luis XIV y sustituirle por un representante de
la casa de Lorena.
Pero fue en el siglo XVIII, cuando la estirpe merovingia estuvo más cerca de lograr
sus objetivos, a través de las alianzas matrimoniales entre los Habsburgo y la casa de
Lorena, que ocupaba el trono de Austria y al convertirse María Antonieta en reina de
Francia. Pero la revolución francesa echó todo por tierra.
Durante estos tiempos turbulentos, la Prieuré perdió bastantes documentos. Antoine
Bigou, sacerdote antecesor de Saunière en Rennes-le-Château,, en las vísperas de la
revolución había redactado y escondido los pergaminos cifrados, en la iglesia del
pueblo. Tanto Saunière como Marie Denarnaud, su gobernanta, murieron sin revelar
su secreto..
Durante años se han realizado múltiples excavaciones en las proximidades del
pueblo, sin encontrar nada. Podría ser que las cosas estuvieran escondidas en un lugar
inaccesible a los buscadores. Quizás en una cripta subterránea, debajo de un estanque
artificial, situado en lugar privado.
De los pergaminos hallados por Saunière, dos fueron publicados profusamente,
pero otros dos se han mantenido secretos. Se cree que están guardados en una caja
fuerte del banco Lloyd´s de Londres.
El dinero entregado a Saunière lo fue a través de Henri Boudet, cura de Rennes-les-
Bains. Parece que lo obtenía de algún representante de la Prieuré de Sión, aunque no
se sabe si el dinero procedía directamente de la orden. También pudo salir de la
tesorería de los Habsburgo, o hasta, quizás, del propio Vaticano, sometido a algún
chantaje.
Constatemos ahora algunos hechos curiosos:
Luis XI consideraba a la Magdalena como fuente del linaje real de Francia.
La corona de Carlomagno llevaba la inscripción: “Rex Salomón”.
Durante la II Guerra Mundial (y no se sabe por qué), la cruz de Lorena se convirtió
en el símbolo de las fuerzas de la Francia Libre, bajo las órdenes de Charles de Gaulle.
Si Lorena nunca fue el corazón de Francia ¿por qué se equiparaban ambas?. Durante la
mayor parte de su historia, Lorena fue un ducado independiente, parte del antiguo
Sacro Imperio Romano.

EPÍLOGO

La aparición del Jesús, rey-sacerdote, hallado en las investigaciones


históricas llevadas a cabo, sin prejuicios de ninguna clase, ni a favor ni en contra del
cristianismo ¿podría afectar a la fe de millones de personas que creen en un Jesús
divino? Si surgiera un descendiente directo de Jesús, no sería más divino que cualquier
humano
Las conclusiones a las que se ha llegado, pueden aparecer como heréticas y
profanadoras del dogma establecido. Pero no es así.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 43

Según los documentos, la Prieuré de Sión afirma que el nuevo rey, reinaría pero no
gobernaría. Parece ser que dicha orden pretendería formar unos Estados Unidos
Teocráticos de Europa, una confederación paneuropea reunida en un imperio
moderno, y representado por una dinastía descendiente de Jesús.
Y no solo ocuparía un trono secular, sino también el trono de San Pedro. Y el
gobierno real y efectivo sería llevado a cabo por la Prieuré de Sión.
Se sabe que ésta es un organización bien financiada, e incluye hombres con gran
responsabilidad e influencia en la política, la economía, las artes y los medios de
comunicación. Desde no hace muchos años, sus miembros se han multiplicado por
cuatro o cinco.
¿Ha llegado el momento de que actúe? Prácticamente, todos los sistemas políticos
están fracasando. Así: el comunismo, el socialismo, el fascismo, el capitalismo...Todos
han defraudado las esperanzas de los pueblos. Y ya casi nadie se fía de los políticos.
Se está observando la aparición de sectas y proliferación de cultos, en una creciente
búsqueda de un renacimiento espiritual y religioso. Existe el deseo de hallar un líder
en este aspecto.
Hay una saciedad de materialismo y se busca la satisfacción de necesidades
psicológicas, espirituales y emocionales.
Si apareciera un descendiente por línea directa de Jesús, para millones de seres,
esperanzados y receptivos, sería como una “Segunda Venida”.

oooooOOOOOooooo

Bibliografía:

“El enigma sagrado”, de Michael Baigent, Richard Leigh y Henry


Lincoln.
“La tumba de Dios”, de Richard Andrews y Paul Schellenberger.
“Los custodios del Grial”, de Ángel Almazán.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 44

ÍNDICE

Página
1 ........LA ESTIRPE DE JESÚS.
1.........Prólogo.
2.........PRIMERA PARTE: La creación del mito.
2.........El escenario.
3.........Jesús, los zelotes y los esenios.
4.........El Estado civil de Jesús.
4.........La esposa de Jesús.
6.........El discípulo amado.
7.........La dinastía de Jesús.
8.........Jesús condenado a muerte.
8.........El personaje Barrabás.
9.........La crucifixión.
10.......La resurrección.
10.......El Nuevo Testamento. Discrepancias.
12.......San Pablo.
13.......¿Qué ocurrió con el cuerpo de Jesús?
14.......El gnosticismo cristiano.
15.......Reflexiones.
17.......SEGUNDA PARTE. Enigmas y secretos.
17.......La evolución de la Iglesia.
18.......Continúan las manipulaciones.
19.......Primeras herejías y escritos gnósticos.
21.......Maniqueismo y arrianismo.
22.......Los merovingios. Su enigma.
23.......Los usurpadores.
25.......Merovingios y judíos.
26.......El Santo Grial.
27.......Los hallazgos de los templarios.
28.......El gnosticismo y la orden del Temple.
29.......TERCERA PARTE. El pueblo del misterio.
29.......Un cura afortunado.
31.......Los posibles tesoros.
32.......Los cátaros y el misterioso tesoro.
33.......A sangre y fuego.
34.......Los templarios.
35.......Apogeo y caída de la orden del Temple.
36.......Los enigmas de los templarios.
37......,El priorato de Sión.
39.......Los pergaminos.
40.......Conclusiones.
42.......Epílogo.
43.......Bibliografía.
44.......Índice.
Ubaldo Gómez - “La estirpe de Jesús” 45

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