Guia Ponencias

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GUÍA DE AYUDA PARA LA

PRESENTACIÓN
Y REDACCIÓN
DE TRABAJOS
CIENTÍFICOS
Guía para la elaboración de ponencias

Tipos básicos de ponencias

Título

Autor

Introducción /Resumen

Cuerpo
Longitud del texto
Gráficos, tablas y figuras
Ayudas audiovisuales

Conclusiones

Referencias bibligráficas

El diálogo

Consejos básicos para la presentación

El lenguaje corporal
GUÍA PARA LA ELABORACIÓN
DE PONENCIAS

Las presentaciones orales en los congresos constituyen un medio efi-


caz para comunicar el resultado de los trabajos de sus autores y nor-
malmente estos disponen de un tiempo limitado y muy corto para hacer
la presentación, por lo que es indispensable que cada ponente use ese
tiempo de la manera más eficaz posible.
La imagen que proyecte y la credibilidad de su trabajo dependen de
la calidad y claridad de esas cortas presentaciones y ser consciente de
que la presentación verbal de un trabajo no constituye una publicación,
y por consiguiente, su preparación requiere una organización diferente.
El tiempo medio de una exposición es de 20 minutos y el máximo es
de una hora. Por ello, su contenido técnico debe reducirse en compara-
ción con el artículo escrito.
Una presentación descuidada y desordenada, además de proyectar
una mala imagen, es una pérdida de tiempo tanto para el conferen-
ciante, que no logra transmitir su mensaje, como para los asistentes,
que se sienten desilusionados.
GUÍA PARA LA ELABORACIÓN
DE PONENCIAS

TIPOS BÁSICOS DE PONENCIAS


a.-Resultados de investigación
Para las ponencias en las que se presentan los resultados de las in-
vestigaciones, se propone un esquema tradicional de ponencia que in-
cluya, al menos, una Introducción, la Metodología, la presentación de los
Resultados, la reflexión sobre esos resultados y la bibliografía que se uti-
lizó.
La Introducción debería contener:
- Una presentación o delimitación del tema específico que recoge la
investigación.
- Su relevancia: pueden incluirse antecedentes de trabajos relacio-
nados con el mismo tema.
La Metodología debería incluir:
- Una descripción del tipo de estudio de que se trata (cualitativo,
cuantitativo, exploratorio, descriptivo, etc.).
- La descripción de los instrumentos que se usaron (entrevistas, en-
cuestas, etc.) y cómo esta información fue analizada.
- En la presentación de resultados se pueden incluir cuadros, tablas,
etc., en caso de ser necesario.
En este proceso, o como título aparte, es fundamental discutir los re-
sultados a los que se llegó, señalando cuál es su interés, para qué nos
pueden servir, qué propuestas de acción, intervención o política pública
se derivan de ellos, etc.

b. Trabajos de reflexión sobre la práctica


Se propone, para los trabajos de reflexión sobre la práctica, un es-
quema que contemple:
- Una Introducción con la presentación de la ponencia, quiénes escri-
ben, en el contexto de qué institución trabajan, qué es lo que van a hacer
en el trabajo y por qué han decidido hacerlo.
- Si bien el esquema es flexible y puede ser readaptado por los partici-
pantes según sus necesidades e intereses, puede ser de interés presentar
un apartado o subtítulo que describa el trabajo que se hace o se lleva
adelante, para que los lectores lo conozcan más, a nivel descriptivo.
- En este contexto, también sería importante que se señalara con qué
objetivos o con qué finalidad se llevan adelante esas actividades.
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DE PONENCIAS

Después resultaría de interés presentar un análisis reflexivo sobre


esa práctica, analizando dificultades y problemas que se presentan en
ellas, mencionando sus causas, desde el punto de vista de quienes es-
criben, y tal vez también sus consecuencias.
Es importante incluir un apartado que presente ideas, propuestas o
desafíos frente a esa situación, teniendo en cuenta que puede haber
propuestas que estén al alcance de quienes las proponen y otras que
no. Es muy importante incluir ideas, propuestas y desafíos que estén
bajo el control de quienes escriben, como forma de elaborar alternativas
concretas para la práctica.
En definitiva, un esquema tradicional de ponencia incluirá al menos.
● Introducción.
● Metodología.
● Presentación de los resultados.
● Reflexión sobre esos resultados.
● Bibliografía utilizada.

TÍTULO
Ubicar un título adecuado siempre es una tarea difícil, pero no impo-
sible. Busque un título pertinente para su ponencia, pero sobre todo su-
gestivo para los organizadores del evento y para los asistentes.
Recuerde que la coherencia y creatividad su título y resumen es un fac-
tor decisivo para que los asistentes decidan acudir a su presentación.

AUTOR (ES):
Es importante no sólo nombrar el autor o autores de la ponencia sino
también hacer una breve presentación de ellos, ya sea en el texto o en
un pie de página.

INTRODUCCIÓN / RESUMEN
Tiene como objetivo principal atraer la atención de la audiencia y pre-
parar el camino al mensaje principal. El ponente debe utilizar la Intro-
ducción para cautivar el interés de los oyentes y darles una visión del
tema que lo haga atractivo, ofrecer la información que juzgue necesaria
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DE PONENCIAS

a fin de que puedan entender bien el cuerpo de doctrina que se expon-


drá a continuación y hacer los agradecimientos pertinentes de forma
breve y educada, especialmente, breves si está en una mesa redonda.
Éste es un punto fundamental y la carta de presentación de la ponen-
cia, no sólo ante los organizadores del evento (quienes seguramente
harán la selección de las ponencias a partir de la pertinencia de los re-
súmenes en el marco del evento, sino para los asistentes.
En definitiva, se trata de una síntesis de la ponencia o trabajo elabo-
rado en un rango entre 200 y 500 palabras.
Empiece capturando la atención de la audiencia: muestre una imagen
de impacto, cite una referencia histórica, haga una acotación humorís-
tica, comente una noticia actual, mencione un dato estadístico, formule
una pregunta al público, cuente una anécdota o cite a alguna autoridad
o líder en la materia. En cualquier caso, evite empezar con una pregunta
trillada como “¿se han puesto a pensar en…?”
Presente las ideas principales que va a desarrollar.

CUERPO
Desarrolle sus ideas en el mismo orden que les dio en la Introducción.
El cuerpo central es donde debe incluir el mensaje principal que
desea transmitir al auditorio. El error más frecuente es el de querer trans-
mitir a la audiencia todo lo que el ponente sabe sobre la materia. Si se
cae en la tentación de decirlo todo, la cantidad de información será tal,
que en muy poco tiempo el ponente habrá conseguido el desinterés de
la gran mayoría de oyentes.
Hay que transmitir tres o cuatro ideas clave, porque si hay más se
podría hacer perder el interés, y repetirlas dos o tres veces con diferen-
tes palabras y desde diferentes perspectivas antes de que el natural
cansancio haga presa a la audiencia y disminuya su atención ya que
por muy bien organizadas que se presenten, un gran número de ideas
expuestas rápidamente resultarían confusas.
Es el momento de decir cuáles son las aportaciones principales o más
novedosas del trabajo realizado y limitar los datos experimentales a
aquellos que son esenciales para recapitular lo que se afirma. Se trata,
en esencia, de atenerse a lo más importante y recalcarlo.
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DE PONENCIAS

Lo más conveniente es desarrollar el mensaje o la propuesta en sí,


validando los componentes teóricos con las observaciones realizadas
de la realidad, resaltando la pertinencia de lo expuesto con relación al
objetivo central que orienta el trabajo.
Se debe evitar mencionar múltiples enumeraciones particulares o
anecdóticas, se recomiendan las generalizaciones y ejemplos concretos,
es decir atenerse a lo más importante y recalcarlo.
En definitiva, recuerde que por mucho que se sepa del tema no todo
se puede decir, pues mucha información puede agotar y hacer perder
el interés al público. Es mejor ubicar las ideas más relevantes y profun-
dizar en ellas. Plantear los principales aportes que su investigación o
experiencia arrojan a determinada área del conocimiento.

Longitud del texto


Un artículo más extenso no significa que contenga más información
ni más valía: de hecho puede ocurrir lo contrario, es más fácil que se di-
luya el mensaje que se quiera transmitir.
Normalmente una persona tarda de media unos dos minutos en leer
una página de estas características y el tiempo máximo de las interven-
ciones está limitado a unos 20 minutos.
Planee su presentación para que le tome un minuto menos que el
tiempo permitido. Con frecuencia suceden pequeñas demoras de última
hora que hacen perder un tiempo valioso para el coloquio. Si se le acaba
el tiempo antes de presentar sus conclusiones, habrá perdido el tiempo.
Utilice un lenguaje claro que impida al máximo la ambigüedad.
Trate de que cada frase sea concisa y no haya redundancia. No gaste
tres cuartas partes de su tiempo explicando minucias irrelevantes de los
métodos o resultados que no están directamente relacionados con la idea
central.
Escribir claramente, de manera sencilla, directa y fluida. Siempre se
recomienda escribir como si se estuviera contando de manera fácil y di-
recta la historia de una pregunta de investigación, cómo se buscó su res-
puesta y qué se descubrió, sin subtramas, brincos en el tiempo; sin
adornos ni complicaciones.
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DE PONENCIAS

Gráficos, tablas y figuras


Hay que incluirlos en su justa medida, siempre que sirvan a los objeti-
vos marcados en la investigación: una mayor cantidad de tablas y ele-
mentos gráficos no es sinónimo de mayor cantidad de resultados.
Es preferible comprimir la información en pocas y buenas tablas y grá-
ficos que convertir el artículo en una mera sucesión de estos. Es impor-
tante también evitar la redundancia y repetición de información y tener
presente que estos elementos son una herramienta para rebajar texto, no
para multiplicarlo.
Los textos, gráficos, tablas y figuras son elementos complementarios
de modo que no es necesario crear un gráfico y una tabla con la misma
información.
Tablas: son la mejor opción para mostrar información específica pero
no conviene que éstas sean excesivamente grandes.
Se recomienda ordenar las variables a comparar de forma vertical, ya
que será más fácil apreciar las diferencias. Igualmente, no conviene ela-
borar tablas excesivamente grandes, ni sobrecargarlas de información ya
que se dispersa la atención. En este caso, es preferible optar por la ela-
boración de diversas tablas, o prescindir de información que no sea rele-
vante.
No incluya tablas de 20 filas y 10 columnas y si no lo va a mencionar
en la intervención no lo incluya en la diapositiva.
Con frecuencia escuchamos, “esta parte no es importante, concén-
trense sólo en este numerito de aquí”, el cual no se ve ni desde la pri-
mera fila con binoculares. Si no es importante, no lo incluya.
Los gráficos transmiten de forma más eficaz tendencias, compara-
ciones y predicciones y si están bien diseñados no es necesario hacer
descripciones excesivamente largas en el texto. La mejor forma de hacer
gráficos es que estos hablen por sí mismos y que sean capaces de
transmitir la información sin que sea necesario leer los textos de apoyo.
Para ello deben ir acompañados de un título lo más explicativo posible,
aparte del gráfico y no insertados en ellos.
Es importante asegurarse de que haya una correspondencia entre
los datos que se comentan en el texto y las tablas y gráficos que los
contienen.
Asimismo, la presentación de la descripción de los resultados debe
seguir necesariamente el orden de los gráficos y las tablas.
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DE PONENCIAS

Ayudas audiovisuales
Utilice transparencias o diapositivas para el apoyo visual de su expo-
sición oral. El objetivo de las transparencias es facilitar la comprensión
y, sobre todo, la memorización de los aspectos fundamentales del men-
saje. La memoria funciona mejor cuando lo que se debe recordar se
asocia a imágenes y colores.
Las transparencias deben ayudar a seguir el itinerario de la exposi-
ción. Por eso, al principio debe mostrarse el tema de la exposición así
como los objetivos de la misma. En otra, habrá que detallar las partes
en las que se divide la ponencia.
Cada vez que haya una transición (paso de un punto clave a otro)
conviene introducir una transparencia con el esquema total y resaltar el
punto al que estamos a punto de entrar. Los oyentes deben saber en
todo momento en dónde se encuentran y adónde van.
Las transparencias deben mostrar muy poco texto en letras grandes
y, sobre todo, imágenes asociadas a él, pero éstas no serán gratuitas,
pues no están para adornar: tienen que referirse al texto y enriquecerlo
de forma simbólica.
Esto es porque las imágenes se recuerdan con bastante facilidad y,
al recordarlas, se recuerda también el contenido al que están asocia-
das. También es bueno para la memoria que estén en color y que con-
tengan un poco de humor. Se recuerda mejor lo que se oye mientras
se sonríe.
La legibilidad es más importante que la estética, por eso la letra os-
cura sobre fondo claro es más recomendable. Así mismo, se recuerda
mejor lo que es diferente, por eso es preferible dar un formato diferente
a cada transparencia en lugar de usar un estilo estandarizado. El ojo
debe sentirse gratamente sorprendido cada vez.
Las transparencias de abundante texto cansan y no se recuerdan y
no hay que olvidar que se quiere transmitir un mensaje claro. Es mejor
prescindir de ellas y presentar los textos por escrito. Lo ideal es poner
una transparencia con un título y un texto breve y enriquecer su con-
tenido con las imágenes.
Dejando esa transparencia a la vista, se trata de desarrollar los as-
pectos más importantes poniendo algunos ejemplos. Así es más fácil
que las personas “graben” sus palabras al asociarlas a las imágenes
que están viendo.
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Los efectos de animación donde los elementos van apareciendo


poco a poco no se recomiendan pues, a menudo, retardan el proceso
de visualización. Además, obligan a esperar cuando el orador decide
volver a mostrar una transparencia anterior y la animación no ofrece
ya su efecto sorpresa. Por otro lado, la memoria de los oyentes fun-
ciona mejor cuando primero ven el todo y luego se desarrollan las par-
tes. Normalmente, los efectos de animación hacen lo contrario (primero
aparecen los elementos y el todo no se ve hasta el final).
Con la facilidad que existe hoy en día, es muy tentador hacer gráfi-
cas con todos los colores del arco iris y con efectos especiales (3-D,
sombras, líneas de colores, fondos de atardeceres en playas tropica-
les). No sucumba a esa tentación.
Aunque es importante que las imágenes sean estéticamente agra-
dables, la idea es presentar unos resultados con claridad y seriedad.
El público cuenta con muy poco tiempo para interpretar una gráfica y
si se esconden los datos entre paisajes y colores, no va a transmitir
efectivamente el mensaje.
Conviene que cada transparencia contenga una referencia que per-
mita saber a qué parte del discurso corresponde (es decir, dónde se
sitúa en relación con el esquema general de la ponencia).
El exceso de diapositivas es perjudicial para la salud de las charlas.
La primera regla de oro es: programe en promedio una diapositiva por
minuto. Si alguna diapositiva requiere una explicación que puede llevar
más de un minuto, ajuste el tiempo de proyección de las otras diaposi-
tivas de manera que en promedio obtenga una por minuto.
En segundo lugar, evite en lo posible mezclar tipos de ayudas audio-
visuales. Con frecuencia se presentan fallos al tratar de pasar de Po-
werPoint a videos u otras plataformas. Use estos recursos únicamente
si es necesario y si está seguro de que no tendrá problemas con el soft-
ware o los archivos.
La tercera regla de oro es la sencillez. Recuerde que algunas diapo-
sitivas van a ser presentadas unos pocos segundos y que el público no
tiene tiempo de leerlas con detenimiento.
Recuerde que quiere transmitir un mensaje claro. No incluya dema-
siada información en cada diapositiva.
En lo posible, prepare sus diapositivas con un estilo uniforme, para
que su presentación no parezca una colcha de retazos de imágenes re-
cogidas aquí y allá.
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DE PONENCIAS

Si se va a referir a una diapositiva más de una vez, intercale varias


copias en la serie. Evite retroceder pues pierde tiempo y aumenta las
probabilidades de que surjan problemas.
Piense como un publicista: cómo hacer la presentación para que el
público recuerde su mensaje mucho tiempo después.

CONCLUSIONES
Indique a los oyentes, con este apartado, que se ha entrado en la
recta final. Haga un resumen de los resultados principales, de los ha-
llazgos y las limitaciones que tuvo para la obtención de esos resultados
y las preguntas o temas que quedan por abordar. Las conclusiones
deben estar en sintonía con los objetivos o preguntas expuestas en la
introducción.
La conclusión debe responder al objetivo o pregunta mencionada en
la introducción.
Termine su exposición con fuerza y seguridad; un final débil puede
matar el mejor discurso.
Recapitule la exposición en forma sintética; no confíe en la memoria
del público. Dígalo con palabras diferentes a las que haya empleado
para reforzar su punto y salvar cualquier mal entendido.
Concluya con una frase que permanezca en la memoria de su au-
diencia. La audiencia tiene que notar que usted ha terminado sin que
tenga que decirlo explícitamente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
La bibliografía ha de ser lo más reciente y completa posible, por lo
que es conveniente revisarla antes del envío por si ha aparecido alguna
nueva publicación. Sin embargo, no hay que excederse y hay que man-
tener el cómputo final de referencias en su justa medida.

EL DIÁLOGO
Preparase lo suficientemente bien para el momento de las preguntas.
Lea varias veces su ponencia, ubíquese como un lector y oyente ex-
terno, y piense cuáles son las posibles preguntas que alguien puede ha-
cerle a su ponencia y respóndaselas a sí mismo.
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DE PONENCIAS

Es el momento de la verdad, en el que el ponente se da cuenta si ha


llegado o no al público. Y esto no se medirá tanto por la prontitud con la
que surjan preguntas o intervenciones (la mayoría de las ocasiones, los
asistentes tardan en empezar a hacer preguntas), sino por la viveza y
número de las mismas una vez se ha roto el hielo inicial. En el momento
del diálogo no hay que olvidar lo siguiente:
• Repita para toda la audiencia las preguntas que le hacen. Es parti-
cularmente importante cuando el sistema de megafonía no es óptimo.
Si quien pregunta lo hace hablando hacia el ponente, los oyentes situa-
dos por detrás de él pueden fácilmente perder sus palabras.
• Sea breve y claro en las respuestas. Los oyentes que no estén muy
interesados se lo agradecerán y los que sí lo estén, se lo agradecerán
también porque de esta forma habrá tiempo para más preguntas.
• Evite los diálogos con una sola persona de la audiencia. Si alguien
está interesado en profundizar más, digale que con mucho gusto le am-
pliará la información o comentará lo que desee al finalizar.

CONSEJOS BÁSICOS PARA LA PRESENTACIÓN


Explique en todo momento por qué pasa de un punto a otro, qué re-
lación hay entre una idea y la siguiente. Son las llamadas transiciones,
sin ellas, el auditorio se pierde.
Hable en un lenguaje claro, concreto y asequible. Ponga ejemplos,
cuente historias pertinentes que sirvan como ejemplo de lo que quiere
decir. Lo que no se entiende, no se atiende.
Diga lo que le gustaría que le dijeran a usted, explique lo que le gustaría
que le explicaran... Póngase en el lugar de los que tienen que escucharle.
Evite las divagaciones y el relleno. Normalmente, los oradores poco
expertos pierden mucho tiempo ofreciendo al principio informaciones irre-
levantes o meras erudiciones, y luego, cuando llegan a la parte más inte-
resante o práctica, se acaba el tiempo y se quedan a medias. Un truco:
prepare su ponencia y, una vez hecho esto, quite el primer tercio y com-
prométase con empezar desde ahí.
Si la respuesta es breve y concreta, enúnciela clara y concisamente.
Si, por el contrario es larga y será explicada en otro momento, haga un
breve resumen de la respuesta e indique que más adelante profundizará
en ella.
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DE PONENCIAS

Si no sabe responder a algo, dígalo así. Es mejor que divagar y disi-


mular. Siempre se nota.
Cuando los comentarios complementan lo dicho por usted, se trata de
aceptarlo y continuar, sin profundizar más. Se puede expresar un "Sí, esa
es la idea. Gracias por su aportación".
Si alguien le pone una objeción, determine si es un dato, una opinión,
o un sentimiento. Si es un dato equivocado, corríjale. Si es una opinión,
diga: “Bueno, tenemos opiniones diferentes y eso está bien”. Si es una
emoción (por ejemplo: no me gustan los enfoques psicoanalíticos) respé-
tela: “Bueno, cada cual tiene sus preferencias, unas cosas gustan más y
otras menos y eso está bien”.

EL LENGUAJE CORPORAL
El lenguaje del cuerpo añade otra dimensión al discurso, demuestra lo
que se quiere decir, además de pronunciar el discurso.
Utilice el lenguaje corporal adecuadamente para que la audiencia res-
ponda a sus intenciones.
Mientras se proyectan las transparencias, no dé la espalda al auditorio.
Hable siempre de frente
Hable con claridad y hacia el público. No le hable al telón. Trate de
mantener un tono de voz moderado, sin gritar, pero que sea escuchado
en la parte de atrás del salón. Practique a modular su voz, para que no
resulte una charla arrulladora.
En el receso anterior a su presentación, entre al salón y familiarícese
con la distribución del telón, del control remoto, micrófono, apuntador y
fuentes de luz (sobre todo si necesita ver sus notas). Así no perderá
tiempo antes de empezar.
Cada diapositiva debe estar perfectamente coordinada con su charla.
La idea es que cada imagen complemente lo que está diciendo, no que
compita con usted por la atención del público.
No incluya diapositivas de relleno. Si no se va a referir a ella, no la in-
cluya.
Use el señalador láser con discreción, para dirigir la atención de los
asistentes a un punto específico que usted desea destacar en la diapo-
sitiva y no lo mueva innecesariamente sobre el telón.
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DE PONENCIAS

Preséntese al moderador de su sesión con anterioridad, así el mode-


rador se asegura que los conferencistas de esa sesión están presentes.
Acate las instrucciones del moderador. No lo obligue a callarlo a la fuerza
si usted se excede en el tiempo que le han asignado.

Para terminar una referencia a tiempo:


- No se permita robar ni un minuto del tiempo de intervención de otros
profesionales.
- No prometa terminar "ahora mismo": termine.

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