TEMA 5 - Psicología Clínica Infantojuvenil
TEMA 5 - Psicología Clínica Infantojuvenil
TEMA 5 - Psicología Clínica Infantojuvenil
1. APEGO
El apego es cualquier forma de conducta que tiene como resultado el que un bebé obtenga o retenga la proximidad
de una persona, diferenciada y preferida (cuidador/a), quien le da sensación de valía y seguridad. ¿Falta algo? El
afecto, amor o cariño, el cual es importante pero que haya amor no implica que haya un buen apego. Obivamente
que el vínculo puede ser mejor donde hay cariño y amor, pero no es determinante a la hora de establecer el vínculo.
- Para que se dé un apego seguro NO NECESITA el afecto.
o El apego seguro no es dar amor, porque puede que quieran mucho pero no con mucha seguridad.
o El apego no es afecto, tiene más que ver con la sensación de protección y seguridad, pues aprendes
a confiar y a regularse con la persona que te da seguridad.
“Apego” es un término acuñado por John Bowlby (médico y psicoanalista inglés, destacado por su interés en el
desarrollo infantil y pionero en la teoría del apego), referido a la necesidad de todas las aves y mamíferos de
vincularse a figuras que les dan seguridad para sobrevivir. Es el vínculo afectivo o enlace entre un individuo y una
figura de apego (por lo general, cuidador/a).
Hoy en día se ha demostrado que el “apego” es una conducta universal en todos los seres humanos y se activa
cuando se está en una situación de miedo, cuando no se siente seguridad. Las figuras de apego son únicas e
irremplazables, siendo necesario que exista afecto, pero especialmente seguridad.
Mary Ainsworth, alumna de Bowlby, hizo una profunda investigación relacionada con las teorías de Bowlby y diseñó
un experimento, “la situación del extraño” (1978), en el que se evidenció como las diferentes formas de cuidado a
los bebés, por parte de sus figuras de apego, generaban estos diferentes estilos de apego.
- Mary Ainsworth → “Situación del extraño”: ubicó a un grupo de madres y a sus bebés en un ambiente con el
que no estaban familiarizados, observó jugar a los niños, los separó de sus madres durante un breve
periodo, introdujo una persona extraña en la escena, y por último observó la conducta de cada pareja
cuando se volvieron a reunir.
- Los pasos que seguía la situación extraña eran los siguientes:
1. Madre e hijo juntos en una habitación extraña con juguetes.
2. Madre e hijo juntos con una extraña.
3. La madre deja al niño con la extraña.
4. La madre vuelve y la extraña se va.
5. La madre deja al hijo solo.
6. La extraña vuelve.
7. La madre vuelve.
- A raíz de estas investigaciones, Ainsworth planteó:
o Las primeras relaciones de apego se forman generalmente a la edad de 7 m.
o Todos los bebés se apegan.
o Los bebés sólo pueden apegarse a unas pocas personas.
o Para que pueda darse esta conducta de apego, se han tenido que dar primero interacciones sociales
(tacto, mirada y lenguaje).
o La relación diádica con la madre lleva a cambios en la conducta y en la fisiología del bebé.
o Las relaciones de apego se dan durante toda la vida. Esa necesidad de regularse y sentir a los demás
acompañará a la persona en toda su existencia.
TIPOS DE APEGO Y PREVALENCIA
Al principio determinaron que había 3 tipos de apego y luego vieron que había un cuarto (desorganizado es el
último, aquellos que no encuadran en ningún tipo de apego).
• APEGO SEGURO: no podemos dar por hecho que por ser sus referentes van a sentir que les queremos, tiene que
ser una forma activa de demostrar apego. El tener claro que la figura está siempre ahí para ti,
incondicionalmente, que lo que dices lo cumples. Esto no significa que cuando a un niño le dejas en la guardería
no llora, tenga apego seguro, ya que es completamente normal si te dejan en un sitio nuevo y te despegas de tus
figuras de apego, llores. Se trata de lograr ser confiables.
- El niño es capaz de confiar de manera incondicional en que sus cuidadores/padres no le van a fallar, de
manera incondicional. Para que se dé, el cuidador debe proporcionar no solo seguridad al niño, sino que
también debe esforzarse por tener suficiente contacto y comunicación.
- Prevalencia del 65%.
• APEGO ANSIOSO/AMBIVALENTE: no sabe a qué se debe el apego, porque las respuestas que proporciona el
cuidador se debe a su estado de ánimo y situación, es un poco aleatorio. Es por esto por lo que el niño desarrolla
indefensión aprendida, porque el vínculo no depende de él. Son niños que a la vez lloran y se quieren apartar del
cuidador, quieren estar con ellos.
- No saben regularse. Nada es previsible, todo le genera desconfianza.
Necesito, pero al mismo tiempo no quiero agobiar. Tiene que ver con que los cuidadores no han sido confiables,
que la atención de los cuidadores es aleatoria, más en función de cómo se encuentre la figura, más de lo que
necesita el niño.
- El/la menor no confía en cuidadores/as, por lo que al crecer experimenta una sensación de inseguridad e
incertidumbre. La causa de esta falta de confianza se debe a que los cuidados que recibieron fueron
ambivalentes e inconsistentes.
- Prevalencia del 11%
• APEGO EVITATIVO: en la situación del extraño, cuando vuelve el cuidador, pasa de él, ni le mira y cuando le
coge, reacciona mal. Esto ocurre cuando el menor aprende que cuanto más pida atención, nadie responde, por
lo que mantiene distanciamiento social y aparenta autosuficiencia, pero es una manera de protegerse. Para qué
va a esforzarse por obtener afecto, pero no quiere decir que no necesite el afecto, ya que la necesidad siempre
está. El aprendizaje es que cómo no puedo contar con los demás, porque cuando lo he necesitado no han
estado, me busco la vida yo solo y no pido ayuda porque cuando la pido no me la dan.
- El/la menor mantiene un distanciamiento social y aparente autosuficiencia. Busca evitar el contacto,
pudiendo confundirse esta conducta con seguridad, pero realmente hay malestar en el niño.
- Esta forma de apego es típica de los niños cuyos cuidadores no les proporcionan suficiente seguridad.
- Prevalencia del 20%
• APEGO DESORGANIZADO: este tipo puede dar lugar a trastornos mentales graves. Puede dar respuestas tanto
de apego ansioso, evitativo o seguro, ya que las respuestas y las situaciones que ha vivido son desorganizadas. Es
decir, se da en una crianza desorganizada, con maltrato, consumo, principalmente cuando existe negligencia y
causas mayores.
- Es una mezcla entre el apego evitativo y el ansioso y ambivalente. Surge cuando los cuidadores tienen una
conducta negligente e insegura. Los niños que lo desarrollan presentan una conducta contradictoria e
inadecuada, hasta el punto de que pueden sentir miedo de sus cuidadores, a la vez que desconfían de los
mismos.
- Prevalencia de 3-5%
El deseo de disfrutar de un vínculo estrecho y de saber que nuestra pareja estará ahí cuando la necesitemos nos
acompaña toda la vida. Los estilos de apego en las relaciones amorosas adultas corresponden a estilos de apego en
menores, pero las personas adultas pueden tener diferentes modelos de apego para diferentes relaciones. Es decir,
de pequeños, puede que tengan distintos tipos de apego con distintos cuidadores y, en sus relaciones posteriores,
replicarán aquel tipo de apego en función de la otra persona. Por lo que según con qué persona y situación se
encuentren van a replicar un tipo de apego u otro. Puede que haya un apego que sea el prioritario, pero podemos
tener varios. Además, en función de con quién nos relacionamos y cómo sea el tipo de apego de esas personas,
tenderemos a adaptarnos.
PROCESO DE DESARROLLO DEL APEGO
Según Bowlby, el desarrollo del vínculo de apego a lo largo del primer año de vida es un proceso gradual que pasa
por cuatro etapas. Los rangos de meses y años es una estimación, hay bebés que establecen el apego antes, otros
después, pero es completamente normal. Es decir, las fases no son estancas y determinadas, son aproximadas.
• PRE-APEGO (1-2 meses): Durante este periodo, la conducta del/la menor consiste en reflejos determinados
genéticamente que tienen un gran valor para la supervivencia. A través de la sonrisa, el lloro y la mirada, el/la
bebé atrae la atención de otros seres humanos; y, al mismo tiempo, es capaz de responder a los estímulos que
vienen de otras personas. Tratan en muchas ocasiones de provocar el contacto físico con el resto de los seres
humanos. En esta fase aparece un reconocimiento sensorial muy rudimentario hacia el/la cuidador/a. Prefieren
la voz de ésta a la de cualquier otra persona a pesar de que todavía no muestran un vínculo de apego
propiamente dicho.
• INSTAURACIÓN DEL APEGO (2-6 meses): El/la menor empieza a discriminar entre los/las cuidadores/as y
responde a ellos/as de forma diferenciada, manifestando preferencias. Sonríe, balbucea y sigue con la mirada a
su cuidador/a de forma más consistente que al resto de las personas. Sin embargo, todavía no muestran
ansiedad cuando se les separa de su cuidador/a a pesar de reconocerle/a perfectamente. No es la privación
del/la cuidador/a lo que les provoca enfado, sino la pérdida de contacto humano como cuando, por ejemplo, se
les deja solos/as en una habitación.
• EXPLORACIÓN ACTIVA Y BÚSQUEDA DE PROXIMIDAD (ALREDEDOR DE LOS 8-18 MESES) O FASE EN QUE EL
APEGO COMPLETO RESULTA POSIBLE (desde los 7 meses): El/la menor explora el entorno de forma más activa y
es capaz de buscar la proximidad con cuidadores específicos. En este periodo es capaz de expresar
completamente la búsqueda de proximidad y el comportamiento relacionado con la base segura. Se empieza a
combinar la preferencia por un/a cuidador/a con la protesta ante la separación de este/a. A partir de los ocho
meses el/la bebé puede rechazar el contacto físico incluso con un/a familiar muy cercano/a ya que lo único que
desea y le calma es estar en los brazos de su madre. La mayor parte de las acciones de los/as niños/as (andar a
gatas, por ejemplo) tienen el objetivo de atraer la atención de la madre o cuidador/a y una mayor presencia de
ésta/e.
• RELACIONES RECÍPROCAS (18-24 meses en adelante): En esta fase el vínculo de apego se consolida según un
mayor nivel de sofisticación cognitiva del/la menor, negociando la proximidad a nivel psicológico o simbólico en
lugar de solo físicamente. Una de las características importantes a estas edades es la aparición del lenguaje y la
capacidad de representarse mentalmente a la madre, lo que le permite predecir su retorno cuando ésta está
ausente. Por tanto, decrece la ansiedad porque el/la menor empieza a entender que la ausencia de la madre no
es definitiva y que en un momento dado, regresará a casa. En esta fase, los/as menores a los/as que su madre les
explica el por qué de su salida y el tiempo aproximado que estará ausente suelen llorar mucho menos que a
los/as que no se les da ningún tipo de información. A partir de los tres años, el/la menor despliega una serie de
estrategias con las que intenta controlar la interacción con su madre "obligándola" en determinados momentos
a pactar las entradas y salidas del hogar.
Un niño necesita estructura y que todo sea predecible, por lo que cuanto más seguro, más explora, porque menos
pendiente tiene que estar de lo que puede ocurrir.
- Se puede medir que tan seguro es el apego, con hasta donde se aleja la niña en el parque.
CÍRCULO DE SEGURIDAD: si no están mis cuidadores y no estoy segura, tengo un círculo de seguridad muy corto, por
lo que los busco, y cada vez necesito tenerles más cerca por lo que cada vez reduzco más el círculo.
- Mi necesidad, antes de jugar con el resto de niños, es sentirme segura. Es decir, cuando el niño se coloca
cerca de los padres y no se quiere ir, su circulo de seguridad es muy corto, algo está mal.
- Si me atrevo a salir y mis padres me miran y todo está bien, me genera inseguridad y mi círculo es muy
pequeño porque no me están mirando y asegurandome que puedo explorar.
- Para evaluar el círculo de seguridad hay que evaluar “cuanto de locos son”, cuanto exploran solos, lo que en
realidad es ver qué circulo de seguridad tiene.
o Niño no te subas, ten cuidado, es peligroso: el niño no explora sin la aprobación de la madre.
• Las personas de APEGO EVITATIVO suelen ser defensivas (se defienden o protegen del malestar o rechazo). Son
controladoras, no por controlar a los demás, sino porque controlan sus emociones e incluso se desconectan de
ellas. Suelen culparse de casi todo y tienden a usar un humor irónico, muy inteligente pero ácido. Han aprendido
a regularse emocionalmente a través de objetos, libros, trabajo, estudio, compras... Suelen asumir el rol de
cuidadoras, no haciéndolo por el placer de cuidar, sino porque lo consideran su obligación. Algunas de sus
implicaciones relacionales son:
- Sentimientos de rechazo a la intimidad con otras personas.
- Dificultad a la hora de relacionarse y desconfianza en los demás.
- Independencia.
- Falta de intimidad también en la pareja y miedo al compromiso.
- Frialdad o ausencia de muestra de sentimientos.
- Por defecto, tienden a centrarse en ellos mismos por encima del resto.
Siempre en el evitativo hay un punto donde tienen pensamientos de plan B, se que en algún momento me vas a
dejar y tengo un plan B por si acaso llega ese momento y me dejas.
• Las personas de APEGO ANSIOSO O AMBIVALENTE son inseguras e impulsivas. Tienen a omitir el aspecto
cognitivo en sus relaciones ya que los padres, aunque afectuosos, no tenían un comportamiento predecible. Sus
sentimientos negativos de malestar son exagerados y alternan con periodos de calma, siendo su objetivo el
mantener contacto emocional constante con alguien. Su regulación emocional es una búsqueda constante de
cercanía, llegando a hacer cualquier cosa para lograrlo, desde permanecer en grupos violentos, usar el sexo
como forma de conseguir afecto o tomando drogas para no ser excluido de las relaciones sociales. Otras
características son:
- Sentimientos de rechazo a la intimidad con otras personas.
- Altos niveles de ansiedad y preocupación constante por el abandono.
- Propensión a la sobre-exigencia y autocrítica.
- Dificultad a la hora de relacionarse y desconfianza en los demás.
- Independencia.
- Falta de intimidad también en la pareja y miedo al compromiso.
- Frialdad o ausencia de muestra de sentimientos.
- Por defecto, tienden a centrarse en ellos mismos por encima del resto.
El ambivalente vive con miedo a que le quieran porque cree que no lo merece.
• Las personas de APEGO DESORGANIZADO, al haber experimentado a las personas que debían haberles cuidado
como fuente de amenaza, muestran patrones de regulación emocional muy patológicos, con autolesiones, abuso
de drogas o relaciones de pareja muy conflictivas. Los mecanismos de regulación externos que usan no son
suficientes, provocándoles mayor desregulación, lo que crea un círculo vicioso con consecuencias impredecibles.
Otras características de este tipo de apego son:
- Miedo al rechazo.
- Comportamientos contradictorios e inestabilidad emocional.
- Tendencia a los consumos y conductas desafiantes.
- Ansiedad persistente.
- Signos de estilos de apego evitativo y ansioso.
- Sintomatología compatible con estrés postraumático.
- Trastornos disociativos, trastornos de la personalidad, trastornos de conducta...
*Los mecanismos que usamos en la infancia como reguladores van a seguir siendo usados de adultos, por eso es tan
importante que haya una figura de apego seguro, que:
- Tenga empatía, sensibilidad y atienda las necesidades del menor
- Que proteja, de seguridad y de incondicionalidad (el menor puede alejarse de su figura de apego sabiendo
que va a seguir ahí).
Está claro que, el tipo de cuidado, protección y relaciones que ha recibido el/la menor serán la base sobre la que se
desarrollará su estilo de comportamiento, su tendencia relacional e incluso afectará a sus capacidades de
aprendizaje. Como se verá en la siguiente figura, el contexto familiar, la exposición a situaciones y/o relaciones
estresantes incidirá directamente en el desarrollo de determinadas estructuras cerebrales, tanto las relacionadas
con su sistema emocional como del cognitivo.
- Tiene que ver con nuestro propio sistema operativo hasta el punto de que el estilo de crianza me cambia la
estructura cerebral. En una resonancia magnética, se puede observar que las estructuras cerebrales están
alteradas por un trauma o una mala pauta de crianza. La parte prefrontal es la más afectada.
- Tanto desde el emocional y relacional, ambos en función del estilo de crianza, la estructura cerebral y las
conexiones cambian (aunque luego hay neuroplasticidad y hacemos actualizaciones, pero el sistema
operativo es siempre el mismo). El sistema operativo de base va a funcionar especialmente en situaciones
estresantes.
- Hay que saber cómo se
manifiestan los
comportamientos en
función del estilo de
apego, no solo en casa,
sino también en el
aula. Es muy importante
porque muchas veces
vienen a consulta
derivados por el colegio
y ellos en casa no ven
ninguna problemática.
• COMPORTAMIENTOS HABITUALES
Los niños con apegos inestables pueden presentar comportamientos impredecibles o intimidatorios, ya sea como
víctimas o perpetradores; capacidades sociales limitadas; tendencia a la agresividad hacia los demás o reacciones
contradictorias; falta de control sobre la frustración y los impulsos; dificultad para organizarse; manifestación de
miedos, ansiedad generalizada o tristeza persistente; indicios de disociación, carencia de habilidades para solucionar
problemas o pedir ayuda; falta de empatía y tendencias sociopáticas; problemas para establecer amistades o confiar
en los demás; desafíos en la regulación emocional, como falta de placer, episodios frecuentes de rabia y necesidades
excesivas; dificultades con la alimentación; y un patrón deficiente de contacto visual.
Se ha observado que el tipo de apego desarrollado puede afectar el desarrollo futuro de problemas psiquiátricos de
tres maneras diferentes: creando vulnerabilidad ante el estrés, afectando negativamente la capacidad del individuo
para establecer conexiones sociales y dificultando la capacidad del individuo para regular sus emociones y
comportamientos. Los estudios en adultos han demostrado que lo importante no es únicamente el tipo de relación
que el adulto estableció durante su infancia con sus figuras de apego, sino la interpretación de sus experiencias y la
posterior elaboración y metabolización de los modelos de relación.
Algunas de estas estrategias (estoy fatal por dentro, me encuentro que no encajo y me tengo que distraer o
encontrar algo para no pensar/distraerme, entonces recurro a lo siguiente para evitar el malestar) más complejas
pueden ser:
- RUMIACIONES/RITUALES: rituales que tranquilizan, supersticiones obre que la acción realizada ha evitado
que ocurra algo malo.
- ADICCIONES: pantallas (se le deja para que no moleste a los padres y cada vez lo va necesitando más, se
empieza a revelar, a manipular). Para qué sirve una adicción, para evadir, si yo siento un vacío y me meto en
una adicción, me permite durante ese rato evadirme. Toda conducta adictiva es una forma de evitar y
escapar del malestar interno, evitan que lo que hace daño se haga consciente. El aburrimiento es un tipo de
malestar, que se evita con las pantallas. Hay que evaluar qué es lo que está tratando de evadir.
o Redes sociales, videojuegos, sexo, sustancias, compras, etc.
- DISOCIACIÓN: estrategia biológica para evitar el dolor psicológico excesivo para los recursos disponibles. La
disociación se puede dar en la infancia ante situaciones altamente desbordantes.
o Disociarse significa evitar toda la intensidad de la experiencia. El cerebro está programado para
protegerte y el placer, por lo que va a buscar siempre el placer y al mismo tiempo protegerte de un
malestar, el cual si dura mucho y no te lo puedes quitar, el cerebro se adapta.
o Podemos llegar a ser capaces de no ver tanto malestar en el malestar que tenemos o directamente
disocio/bloqueo, porque tenemos que tirar para adelante con la situación que tenemos.
o Tiene que ver con traumas importantes.
- Algunos tipos de personalidades que pueden salir más adelante. Los trastornos de personalidad no se
diagnostican hasta los 18 años, hasta que no está la personalidad conformada. ESTILOS DE PERSONALIDAD
(no trastornos) que pueden desarrollar los diferentes estilos de apego:
o cuidadora (el/la menor aprende que sus necesidades no son importantes, se siente defectuoso/a o
no válido/a por ello y trata de adaptar su comportamiento a lo que cree que esperan los demás)
o perfeccionista (debuta en la infancia, basándose en el pensamiento mágico de “si soy perfecto/a,
saco buenas notas, lo hago todo bien... las cosas funcionarán y mis padres me querrán”)
o narcisista (el/la niño/a desarrolla un concepto muy elevado de sí mismo/a, autoestima exagerada,
porque siente que nada de fuera puede satisfacer sus necesidades de afecto y siente que sólo él/ella
puede cuidar de sí mismo/a, o bien porque ha sido sobreprotegido/a lo que le hace sentir que los
demás deben cuidar de él/ella)
o indolente (más en la adolescencia, evita cualquier tipo de actividad que pueda suponer un riesgo a
fracasar, culpa a los demás de todo lo que le pasa o no funciona sin hacer nada por cambiarlo).
EVALUACIÓN
Cuando alguien viene a consulta, quieren ayuda, no quieren una etiqueta y que les pasen 15 test. Esto es así en
clínica, cuando pasas consulta, pero siendo forense es distinto, nadie quiere que le ayudes, tu único objetivo es
evaluar. La gente que viene a consulta tiene que sentir que le ha merecido la pena ir, no perder el tiempo con test y
darle pequeñas cosas que le vayan sirviendo y que puedan ir pensando.
- Ella por ejemplo utiliza el dibujo para conversar durante ese tiempo en el que la niña dibuja está relajada.
Muchas veces ese momento es relevante para el niño porque se siente escuchada. El dibujo como tal no es
importante, porque es un medio para conversar con la niña.
No es importante la técnica o test, sino la capacidad de psicólogo que le pueda poner a la evaluación.
• OBSERVACIÓN DIRECTA: no necesariamente desde una situación extraña, sino puede ser ver como
interaccionan, como se sientan en la sala de espera, incluso colocar las sillas cerca a propósito para ver si las
separan.
- La situación extraña (Ainsworth): se trata de una situación estructurada de laboratorio, en la que se somete
al niño a separaciones y reuniones de su figura de apego y al encuentro con una persona desconocida.
- Q-sort: un instrumento diseñado para que observadores externos al entorno familiar valoren en el medio
natural (hogar) la calidad de la vinculación.
• ENTREVISTA SEMIESTRUCTURADA
• CUESTIONARIOS (NO DIAGNÓSTICOS):
- CaMir-R (Balluerka, Lacasa, Gorostiaga, Muela y Pierrehumbert, 2011) es un cuestionario que mide las
representaciones de apego y la concepción del funcionamiento familiar en la adolescencia y principio de
edad adulta. Consta de 32 ítems que el participante debe responder en una escala tipo Likert de 5 puntos
- Cuestionario de Apego Adulto: cuestionario compuesto por 40 ítems, en escala tipo Likert de 5 puntos. Se
puede aplicar a partir de los 15 años.
• LÍNEA DE VIDA (NARRATIVA):
- Se hace con los padres, no con el niño.
o No desde que el niño va al colegio, desde que se conocieron los padres.
o Ver si fue buscado o no.
o Si el embarazo fue de riesgo o no: si lo pasó la madre sola, le prepara a cómo va a afrontar una
maternidad, en muchas ocasiones, se da una pérdida con la llegada del bebé.
o Como fue el cuidado, para ver cómo ha entrado el niño en la casa: hay niños que llegan a casa
cuando ha muerto un familiar, por lo que hay un duelo sin resolver con un bebe que cuidar, por lo
que no puede estar feliz y a la vez tiene la necesidad de estarlo y se siente culpable.
o Que cuenten su historia de forma narrativa.
o Es para conocer en qué familia ha caído el niño.
- De esta forma se ve el estilo de apego, conocer los estilos de crianza, quién está presente…
- Permite hacer un trabajo de estructurar al igual que permite escucharse a sí mismo lo que ha ocurrido, lo
que han hecho mal o bien. Se trata de que tomen conciencia de que tienen que involucrarse en el trabajo,
por lo que tienes que preocuparte de poner en valor algunas cosas (reforzar).
o Reforzar cualquier cosa buena que hayan hecho, porque después de haber contado toda su vida se
darán cuenta de las cosas que han pasado y lo que han hecho mal. Reforzar que lo haya contado,
que se haya esforzado.
- No solo es contar, sino que ya estás trabajando para tomar conciencia, darse cuenta de lo que pasa
desapercibido, de lo que tenían que haber hecho, donde tenían que haber estado.
INTERVENCIÓN TERAPÉUTICA
La intervención terapéutica está orientada a detectar patrones de vinculación inseguros que vulneran el desarrollo,
para modificar los patrones elaborando lo vivido, que muchas veces es arrastrado por generaciones enteras para
lograr transformarlo. La intervención suele recaer, principalmente, en los progenitores, quienes deben tratar de
reparar el vínculo y/o mejorar el apego, si bien el trabajo con el/la menor no se debe dejar de lado, especialmente
de cara a acompañarle, ofrecerle una base segura y facilitar y reforzar aquellas acciones y logros que vayan
alcanzando sus cuidadores/as.
En terapia lo que se pretende es promover una crianza sensible para ayudar a los/as menores que han
experimentado entornos adversos tempranos a desarrollar la autorregulación y afrontamiento. Ayudarles a
aprender la sensibilidad óptima y un adecuado comportamiento parental, que ayude al/la menor en la co-regulación
y en su propia regulación de las emociones. En ese sentido, se hace fundamental subrayar que, más importante que
el mantenimiento de la conexión (vínculo), es saber reparar las frecuentes desconexiones entre la figura de apego y
el/la menor.
- ALIANZA TERAPÉUTICA: los niños necesitan conectar con alguien, es muy importante conectar con ellos y
ser su base segura durante el tiempo que vayan a estar en terapia. Es decir, una figura de apego temporal.
Mucho trabajo en terapia es trabajar la culpa, porque por mucho que intentes reforzar, hasta que no alivies del peso
de la culpa, no consigues trabajar. El peso tiene que ver con conflictos, negligencias, “no mirar”, porque los niños en
esta etapa tiene una mirada egocéntrica. Esto significa que si nadie me explica que está pasando y solo lo veo desde
el yo, voy a pensar que soy parte, que yo siempre tengo que ver, tengo carga, responsabilidad, culpa. Pero en
realidad, como no va con ellos, siguen acumulando culpa, la cual termina instalada en su vida. Llega un momento en
el que pueden entender que sea tema de adultos, y que no vaya con ellos, pero si que lo sienten, sienten esa culpa
como suya, por eso hay que trabajarla. Llega un momento en el que:
o Me coloco como alguien que no doy problemas, saco buenas notas, así me miran un poco más.
o También hay que tener cuidado con sobre indicar que no es tu culpa ya que:
§ Si tus padres se separan, no es tu culpa.
§ Si suspendes un examen porque no has estudiado, si es tu culpa.
La culpa también hay que trabajarla con los padres, para que
refuercen lo que has hecho en terapia con el niño.
2. TRAUMA
¿QUÉ ES UN TRAUMA?
Un trauma no puede ser una rotura de esquemas porque los niños pequeños todavía no tiene esquemas creados.
Un trauma es una herida. El trauma es una herida emocional que nuestro cerebro no es capaz de reparar por sí
mismo, principalmente porque no hubo una figura de apego que nos ayude a sentir seguridad y darle significado a lo
ocurrido. El trauma es una experiencia negativa, a partir de la cual ya no somos los mismos. Es algo que nos resta,
que nos bloquea, que mantiene atrapado nuestro potencial.
La diferencia para que una situación sea o no sea al final un trauma, tiene que ver al final con si ha habido una red de
apoyo que haya apoyado, cuidado y reforzado al niño. Es decir, la gravedad del trauma no tiene tanto que ver con el
impacto, sino como yo y mi entorno enfrentan el evento. Ante mismos eventos, las personas pueden tener factores
protectores o de riesgo que favorecen más o menos el desarrollo de un trauma.
Si es un trauma por una vivencia impactante, estresante, puede ser muy duro y doloroso, pero al menos es nítido.
Sin embargo, hay otro tipo de traumas, traumas tempranos “menores”, el que configura quienes somos, el que
determina nuestro yo, ese se cuela y sin darnos cuenta, lo tenemos dentro. Contamina los pensamientos,
monopoliza las emociones y bloquea el cuerpo. Además, no siempre son tan tempranos, por ejemplo una relación de
violencia de género también puede ser un trauma y no es temprano.
Es decir, puede ser en función de la profundidad de la herida o de las veces que me hiera, es más o menos difícil de
manejar y es más o menos doloroso o me hace sentir mejor o peor. Un impacto fuerte que me desborda en un
momento se ubicarlo, se dónde está y se el daño que me ha hecho. Pero el tipo de apego puede generar trauma
(traumas ocultos) y no es algo nítido que puedo ubicar, genera pequeñas heridas que van desgastando. Además, si
las situaciones traumáticas suceden durante los primeros años de vida estos producen daños a nivel neurológico,
dañándose diferentes órganos del cerebro (pueden ser de menor tamaño, no funcionan bien, las redes neuronales
no se saben comunicar, hay disociación...).
Así, muchas veces, el trauma no tiene que ser una situación concreta, sino pequeñas heridas que se van causando
continuamente en el niño, generando indudablemente un impacto en las estructuras cerebrales del menor. Lo que
hace es que sean más pequeñas o se activen menos y se relacionan con vivencias infantiles duros. Por tanto, si mi
estructura cerebral está dañada, mi desarrollo posterior va a ser más difícil.
- Todo lo que es no saber mirar a un niño, no saber cuidar, puede ser un trauma, es decir, la negligencia, el
abandono emocional también se engloba dentro de la categoría de experiencias adversas.
Durante la niñez, muchas de las amenazas percibidas están relacionadas con la falta de disponibilidad o resonancia
emocional del cuidador primario. Estos “traumas ocultos” están relacionados con la incapacidad del cuidador de
modular los estados afectivos adaptativos (Schuder & Lyons-Ruth, 2004). Los traumas ocultos tienen que ver con el
vínculo de apego, no es un trauma que pueda identificar, pero me ha hecho una herida por la falta de disponibilidad
o la situación emocional del cuidador.
• Nacemos con unas emociones básicas que vienen en la parte profunda del cerebro, el CEREBRO REPTILIANO O
TALLO CEREBRAL, que se encarga de las funciones básicas de supervivencia.
Estos elementos básicos para la supervivencia son comer, respirar, tener algo de miedo y placer y, especialmente
conectar con las figuras de apego que nos ayudarán a sobrevivir. Es el que tenemos al nacimiento. Los reptiles no
tienen este elemento básico de conexión, dejan los huevos y abandonan las crías, pero en las aves ya existe ese
cuidado de las crías, un conato de cerebro emocional que se desarrollará en los mamíferos de forma más compleja.
Es una parte del cerebro que se basa con todo lo que tiene que ver con la supervivencia. El resto va madurando, lo
que funciona es este, por lo que tenemos que responder a estas demandas para que el niño sepa con las respuestas
que está en un lugar seguro. Este sigue funcionando toda la vida solo que a los 2-3 años empieza a coger control el
cerebro emocional (límbico: tálamo, amígdala y el hipocampo).
• CEREBRO EMOCIONAL O MAMÍFERO (A LOS 1,2-3 AÑOS) es el que nos permite sentir las emociones aprendidas.
Las figuras de apego funcionan como un espejo y el niño registra las respuestas de sus cuidadores en su cerebro
emocional, la amígdala. Los niños son muy sensitivos y procesan todo a partir de lo que sienten. Así, todo lo que me
pase que pueda generar malestar o que pueda hacerme sentir que algo no va bien, todo se graba según las
emociones según lo que he sentido. Sin embargo, a estas edades, no hay una narrativa acerca de lo que ocurre, por
lo que debe haber unos padres que le den la narrativa..
En este sentido, puede que tenga recuerdos sin narrativa, porque nadie me enseñó a dársela, ni nadie le puso
narrativa cuando yo no podía. Es por esto por lo que parte de la labor de intervención es dar narrativa y contexto a
aquello que no la tiene.
- Sin narrativa, “es como si tuvieras muchas aplicaciones en segundo plano, que no las ves pero tiran de
memoria y batería, aunque no sepas que están ahí, lo que necesitas es abrirlas y decidir si las desinstalas, las
guardas o qué haces”.
Esto relaciona porque cuando reconozco que algo me ha pasado, lo “vuelvo a vivir” en el sentido emocional y le
pongo una narrativa, ya soy capaz de entenderlo y cuando entiendo algo, vuelvo a tomar el control. Nuestra labor es
que empiece todo a ordenarse.
Para que una situación se procese de manera adecuada, tiene que integrarse la narrativa (el entender) con la
emoción (el sentir) para poder darle un sentido a todo lo que ocurre.
Relacionándolo con temas anteriores, sienten culpa, porque su mundo es egocéntrico, entonces se comportará
mejor, intentando no molestar o portarse bien y en función de cómo reaccionen los adultos, aprenderá cómo
funciona el mundo. Este patrón se va generalizando, de forma que cada vez son más los estímulos que me recuerdan
a aquello que me genera malestar. Aquí, puede aparecer la ansiedad generalizada (AG) y ya no se sabe que es seguro
y qué no, porque todo me genera malestar. Así, si constantemente escucha gritos en casa, va a estar alerta cada vez
que esté en casa, no va a ser un hogar, sino que va a ser un foco de esa AG.
En cada etapa de la vida cada uno de ellos va tomando el control. Pero a veces estas tres partes no están bien
engranadas y podemos sentir la necesidad de buscar a nuestras figuras de apego, pero también miedo de hacerlo; o
hacer las cosas de forma exitosa, pero sentir miedo a creérnoslo.
El cerebro reptiliano se compone, principalmente, del tallo. En el cerebro emocional, destacamos la amígdala y el
hipocampo, que regulan la memoria a corto plazo y el miedo; y los ganglios basales que regulan el placer. En los/as
menores, el hipocampo no comienza a desarrollarse hasta los dos años y medio, lo que le permitirá tener memoria
episódica, la cual le ayudará a integrar experiencia para ir creando una identidad y una personalidad.
En este sentido, si al/la niño/a no se le estimula en los
primeros años de vida o las experiencias que vive son
demasiado intensas, el hipocampo, junto con otros
órganos, no podrá hacer su trabajo bien y se darán fallos
en los procesos de desarrollo del cerebro, en la conexión
con los demás y en la consolidación de una personalidad
adecuada, pudiendo darse síntomas disociativos.
Si el/la niño/a madura demasiado rápido, porque se encarga de tareas que no son adecuadas para su edad, porque
está todo el día con estudios, actividades extraescolares o pantallas, su capa superior o cognitiva madurará
demasiado rápido, sin dejar que lo haga la parte emocional, lo que también traerá consecuencias importantes para
su personalidad.
A la vez, nuestro cerebro, si lo miramos desde arriba, vemos que tiene dos partes, dos hemisferios, lo que se conoce
como lateralización. Si bien todos los mamíferos tienen dos hemisferios, los seres humanos somos los únicos que
tenemos el cerebro lateralizado, es decir, cada hemisferio está especializado, el izquierdo en aspectos relativos al
lenguaje y el derecho en las emociones, encontrándose entre ellos, interconectándolos, el cuerpo calloso.
Durante los dos primeros años, hay una maduración mucho mayor en el hemisferio derecho (es decir, lo relativo a
las emociones y el afecto), empezando a madurar el izquierdo más tarde, con la aparición del lenguaje. Gracias a
esta maduración del izquierdo, aparecerá el protolenguaje, que servirá, más adelante al niño a entender cómo
funciona el mundo y quién es respecto a los demás, ya que la forma en que nos hablamos determina cómo
percibimos la realidad.
El problema es que cuando hablamos de niños, el neocortex no está funcionando bien (principalmente porque no
está desarrollado), por lo que todo lo que registra la amígdala va a activar al reptiliano y se van a quedar grabados
con ese malestar hasta que se pase el malestar. Eso significa que situaciones similares van a seguir activando ese
mismo malestar, llevando a esos traumas causados por pequeñas situaciones repetidas. (Ejemplo)
Que un niño desarrolle o no un trauma y tenga un impacto en su cerebro, depende principalmente de la red de
apoyo de la familia. Necesita que sus figuras de referencia le den una narrativa y un afecto suficiente. El cerebro
emocional y el neocortex trabajan juntos, pero para ello necesitan tiempo, ya que desde que el cerebro emocional
está controlando todo (2-6 años) hasta que el neocortex toma el control (hasta los 25 años), hay una “lucha” entre
ambos.
Por ello, los niños sienten, pero todavía no entienden, por ello es necesario que los adultos le den la narrativa
suficiente que en un futuro le dará el neocórtex. Aunque trabajan en equipo, en función del estímulo y de la
situación a veces se descoordinan. Cuando la emoción está muy intensa porque es un momento muy estresante, el
sistema límbico se desconecta del neocórtex y lo que queda es la amígdala, que al estar tan activada lo único que
hace es mandar mensajes (“nos morimos, haz algo”) para que el cerebro reptiliano responda.
Además, en relación con la narrativa, el adulto le debe explicar qué ha pasado de forma tranquila y controlada, no
desde la emoción. Por ejemplo: tu hija se cae de la bici y se hace una herida en la rodilla. Lo primero es que como
adulto tienes que autorregularte y estar calmado ya que el niño no sabe hacerlo y te cogerá a ti como ejemplo. Si tu
respuesta es ponerte nerviosa y gritar o acelerarte, el niño interpretará un gran daño por su parte y hará una mala
autorregulación, ya que como no sabe autorregularse (porque su neocórtex no está desarrollado completamente) se
va a autorregular a través del ejemplo de cómo tú lo hagas (básicamente por modelado).
Si cada vez que la amígdala nota que se está muriendo y envía señales, no hay una narrativa; la amígdala aprende del
entorno y cada vez que aparezca un estímulo similar a lo que le ocurrió, se anticipará e irá sumando cada vez una
reacción más intensa y más miedo. Esto es lo que ocurre con adultos que tienen picos de ansiedad muy fuertes y no
saben por qué, porque eso se grabó en un momento en el que la amígdala estaba desconectada del neocórtex. Esto
genera una gran sensación de descontrol e indefensión aprendida, porque se percibe como algo aleatorio y no se
entiende por qué, así que la persona entiende que es algo de su cerebro sobre lo que no tiene control. Al estar en
situación de estrés, la amígdala ve en visión túnel, de forma que solo graba parte de los estímulos y no todo lo que
podría grabar y explicar el acontecimiento. Es por ello por lo que de adultos se puede llegar a dudar de si eso que se
ha vivido es real, porque aparecen flashes.
Ante situaciones altamente estresantes, el cuerpo es capaz de responder con lucha, huida, bloqueo o decaimiento,
esta última implica que el cuerpo es capaz de bajar las constantes vitales a modo de supervivencia (sumisión), de
manera que, parece que el individuo está muerto (en humanos es el desmayarse). Esto también se puede relacionar
con la disociación, hay disociación cuando hay trauma, porque llega un momento en el que se desconecta, y lo que
hacen es tirar para adelante.
EN CONSULTA:
- La emoción más dura para un niño es el desamparo.
- Cuando un niño está desbordado por la emoción porque tiene ataques de ansiedad muy fuertes (incluso con
ira, con las rabietas), tenemos que saber cómo adultos que está a tope emocionalmente y por mucho que
puedas enfocarlo racionalmente, en ese momento no vale para nada porque no razona (hay que
reconectar).
- Para explicar los niños y las rabietas, comprendemos que el reptiliano desaparece y nos quedamos solo con
dos bombillas, una emocional y otra racional. En las rabietas, solo está encendida la bombilla emocional. En
estos momentos de rabieta entonces:
o No se puede dar todavía una narrativa porque darle una charla en ese momento no funciona porque
no es capaz de escuchar, incluso puede sentir que no le estás haciendo caso, solo hablando.
o Entonces ahí se calma, valida, ayuda.
§ Se habla en plural ya que así se comprende que te entiendo y que empatizas: estamos
nerviosos, vamos a relajarnos. Es decir, para validar hay que hablar en plural, “o nos
calmamos o no vamos a poder solucionar nada”. Lo importante es que vea que actuando de
esa manera no va a conseguir mucho, pero que no le estás invalidando y viendo que sus
emociones no importan.
§ El actúa así porque es la forma que cree que puede actuar. “entiendo como te sientes, pero
este no es el momento”. Validar la emoción: entiendo que te sientas así, y no se quita ese
derecho ni se quita el malestar que está pasando. Si se valida, siento que me entiendes, no
que me das la razón, pero que me entiendes.
o A veces, en momentos de explosión importante hay que realizar la contención física, la cual se hace
desde un abrazo. Abrazándole, conteniendo la emoción y acompañando, respirando tranquilamente
para que las respiraciones se vayan aunando.
La atención no puede ir hacia el hermano que da más problemas, porque si el que no da problemas no recibe
atención y es invisible, el niño aprenderá que tiene que portarse mal para conseguir atención.
Toda la información que entra a través de los sentidos pasa por la amígdala, una estructura muy pequeña de nuestro
sistema límbico que conforma a su vez esa área más antigua del cerebro, esa regida en exclusiva por nuestras
emociones. La amígdala “monitorea” todo aquello que se sucede en nuestro interior y en nuestro exterior y que en
el momento que detecta una posible amenaza, activa una serie de conexiones para generar todo un caleidoscopio
de complejas reacciones.
Como ya se ha comentado antes, la amígdala no se detiene en detalles (“visión túnel”). No hay tiempo cuando se
trata de garantizar nuestra supervivencia y de ahí que a menudo nos haga reaccionar ante estímulos poco lógicos o
poco racionales.
Su sistema de “alarma” activa al instante al sistema nervioso para que ponga en marcha una respuesta muy
concreta: lucha o huida, y para ello, preparará a todo nuestro organismo.
- Aumento en la presión arterial, intensificación del metabolismo celular, aumento de la glucosa en la sangre,
aumento en la coagulación sanguínea e incluso un aumento en la actividad mental.
- La sangre se dirigirá a los músculos mayores, como los brazos y las piernas, para disponer así de la suficiente
energía para lucha o escapar si es necesario.
- La adrenalina llega a todo nuestro organismo, provocando incluso que nuestro sistema inmunitario detenga
sus tareas porque el cerebro no considera esencial su trabajo. Lo necesario en este momento es poder huir o
en caso contrario, prepararnos para la pelea.
Tal y como podemos ver toda esta sucesión de alteraciones fisiológicas y químicas nos pueden ser de ayuda para
escapar de un peligro objetivo, de una amenaza real. Sin embargo, cuando el miedo es psicológico e intangible,
entenderemos sin duda el desgaste que puede suponer vivir de este modo durante meses o años.
EMBARAZO Y ESTRÉS
La psicología no puede ser casi nunca una ciencia experimental. Por temas éticos no podemos hacer experimentos
que pongan en peligro la salud mental de las personas. Pero el 11 de septiembre de 2001, con el atentado de las
Torres Gemelas, debido al impacto emocional que supuso, se pudieron hacer estudios relacionados con el trauma en
las personas que sufrieron el atentado o que lo vivieron de cerca.
El trauma no se puede heredar, pero sí la sensibilidad al mismo. Si la madre tiene poco cortisol, el bebe va a nacer con
menos receptores de cortisol, por lo que será más sensible al estrés.
*NO OS QUEDEIS NUNCA CON LO QUE DICEN LOS PADRES, NI TAMPOCO LO QUE DICEN LOS NIÑOS, TANTO PARA LA
EVALUACIÓN COMO PARA LA INTERVENCIÓN. Las palabras no significan nada, muchas veces se posicionan de
agresor porque no quieren ser más víctimas.*
A la hora de trabajar con estos niños, ya que hablamos de desconexión lo que tenemos que hacer es conectar.
Además, se trabaja mucho el dialogo interno, los vínculos de apego y explicar el trauma. Sobre todo el dialogo
interno, el cómo me hablo dice mucho de cómo me hablaron.
El dialogo interno que tienes contigo cuando tienes que hacer una tarea, o cuando cometes un error, va en
consonancia con cómo te vas a tratar tu, lo cual a su vez va en consonancia de cómo te trataron previamente. El
diálogo interno lo trabajas dándote cuenta de cómo te estas tratando, confrontando que eso existe ya que es muy
sutil y automatizado, ya que si no lo confrontas no te das cuenta de que es así. Además, el dialogo interno, te va
machacando y a la vez influyendo en tu autoestima, autoconcepto, autoeficacia.
La otra parte de trabajar el trauma es la integración (conectarlo), es cuando queremos expresar que la memoria
cognitiva y emocional se integran para darle un sentido y registrarlo. Si el trauma solo está grabado en la parte
emocional, funciona de manera independiente y aparece cuando quiere sin que sepamos por qué. Por lo que para
poder integrar hay que rescatar todo lo que ha vivido emocionalmente y hacer eso no es fácil ya que duele. Para
poder hacerlo, el mensaje es ya no es la niña que era, está en un lugar seguro, no se va a revivir, sino que se trae
conscientemente en sesión, momento en el que tiene control porque decide cuando hablarlo y cuando no.
Por lo tanto, hay que dar herramientas para que vea que aunque la sintomatología te haga revivirlo, no es la misma
niña, hay que empoderar porque si no lo hacemos, no va a querer. Es muy importante que sepa que no es la misma
persona y tiene que intentar resolverlo porque la persona que eres ahora tiene que tirar para adelante.
Toda la parte emocional que se ha quedado impactada por la amígdala, a la que nadie le puso narrativa, se la
ponemos ahora, lo que ella no supo porque no era capaz, la hacemos ahora con ella. El objetivo es que se acepte el
trauma, yo soy el resultado de esto, lo acepte o no, no tengo culpa de ello, que acepte incluso el placer y que no se
sienta mal por ello. A veces no hace falta recordar el trauma completo, porque debido a la visión túnel, puede que
solo se tenga parte del recuerdo. Abuso en el que no se negó, hiciste lo que pudiste y actuando, pensando que era la
manera más adecuada, no es tu culpa. Coger las emociones y recuerdos sueltos y crear la narrativa.
Hay que lograr que lo acepte desde la mierda que es pero que forma parte de su vida. Tenemos que darle un
contexto que no tuvo, trabajar desde el entender y desde el aceptar, pero queremos que según lo vayamos
rescatando, genere menos sintomatología. Esto no significa que cuando esté reprocesado no te afecte, claro que te
afecta, pero no tiene la misma resonancia emocional, sino que ya está todo colocado en su sitio.
- Ejemplo: te caes de la bici y te haces una herida en la rodilla, hay que limpiar la herida para que cicatrice
bien, pero si no se limpia bien, cicatriza mal y se infecta. Para el trauma es lo mismo, necesitas procesarlo
bien, aunque duela hay que abordarlo para que no siga generando malestar.
3. TEPT
TRASTORNO DE ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO (DSM-5, 2013)
A. Exposición a la muerte, lesión
grave o violencia sexual, ya sea
real o amenaza.
B. Presencia de uno (o más) de los
síntomas de intrusión
siguientes asociados al
suceso(s) traumático(s) que
comienza después del suceso:
1. Recuerdos
2. Sueños
3. Reacciones disociativas
4. Malestar psicológico intenso
5. Reacciones fisiológicas
C. Evitación persistente de estímulos asociados al suceso(s) traumático(s).
D. Alteraciones negativas cognitivas y del estado de ánimo.
E. Alteración importante de la alerta y reactividad asociada al suceso(s) traumático(s)
F. Duración superior a un mes.
G. La alteración causa malestar significativo
H. La alteración no se debe a efectos de una sustancia
Si tenemos conocimientos de una exposición fuerte, se cumpliría el primer criterio. Sin embargo, para el segundo
criterio que puede conllevar sueños, recuerdos, etc. puede ser otro trastorno que no sea este, es por eso por lo que
nos debería dar igual el diagnóstico. Esto es ya que si se conoce que ha habido un trauma, se puede tratar sobre la
sintomatología mostrada, no hace falta centrarse en tener un diagnóstico para poder tratar sobre la sintomatología.
Para conocer información allá de la sintomatología, se puede utilizar la línea de vida para hacer el recorrido a lo largo
de la sintomatología.
En la realidad es muy raro que se tenga un TEPT en niños menores de 6 años, y ya no solo con niños, sino también
con adultos. Además, cuando nos llega el paciente a consulta, generalmente viene un paciente con una problemática
consolidada, por lo que estos criterios no pueden dar mucha información ya que a los 6 años no hay mucho
consolidado. Muchas veces es mucho mejor centrarse en el síntoma, no en el diagnóstico.
Conocer la prevalencia, conocer las características diagnósticas. Son CC que se van a ver en mucha población
infantil. Hay un enorme solapamiento, enorme comorbilidad. Si primero se ve esta sintomatología, tengo una
medida más amplia de lo que ha podido pasar y donde está el foco del problema, esa es la idea y no recabar
sintomatología para diagnosticar. Teniendo en cuenta que no sabemos de dónde vienen esas personas. Vamos a
hablar de prevalencia, desarrollo, factores de riesgo y características diagnósticas. Diagnóstico diferencial es
importante conocerlo para saber la cantidad de solapamiento que hay, además que tampoco es necesario
distinguir, porque se trabaja sobre el síntoma no sobre el diagnóstico.
PREVALENCIA
- El 3,5% de la población general.
- Se estima que el 50% de mujeres y del 60% de hombres padecerán un evento traumático a lo largo de la
vida, con una prevalencia de desarrollo de TEPT de un 7% (Pietrzak RH, 2011; Darves-Bornoz JM, 2008).
- El 7% de las niñas y el 2% de los niños son diagnosticados de TEPT.
- Entre un 40% - 60% en menores que han estado expuestos/as a victimización sexual.
- El 25% de las víctimas que sufren cualquier abuso, llegando al 50% - 60% en el caso de mujeres y niñas
agredidas sexualmente y hasta el 51% - 55% en víctimas de maltrato doméstico.
- 2/3 de las personas que sufren un evento traumático no desarrollan TEPT porque suelen salir adelante con
ello.
CARACTERÍSTICAS DIAGNÓSTICAS
- Elevada sensibilidad
- Agresividad, Irascibilidad
- Conductas temerarias y/o autolíticas
- Hipervigilancia y Problemas de atención, Dificultades de concentración
- Alteraciones del sueño
- Disociación (desrealización, despersonalización)
DESARROLLO Y CURSO
- A cualquier edad, empezando a partir del primer año de vida. OJO: que se puedan manifestar los síntomas
no significa ni que tengan que ser visibles, ni que los progenitores se hayan dado cuenta de los mismos.
o Ejemplo: si en casa no se habla de lo emocional, tampoco voy a contar los temas emocionales. Si me
he criado en un entorno desestructurado, esa es mi normalidad, como distingo que mi síntoma tiene
que ver con algo en concreto si todo lo que he tenido siempre. Es decir, cuando los síntomas son la
forma de ser porque siempre ha estado mal, viviendo en ese entorno. Lo que nos cuentan es lo que
quieren contarte o lo único que saben, porque no han vivido otra cosa.
- Los síntomas pueden manifestarse dentro de los 3 primeros meses o retrasarse meses o hasta años.
- Antes de los 6 años son más propensos/as a re-experimentar síntomas a través del juego, refiriéndose
directa o simbólicamente al trauma.
FACTORES DE RIESGO
- Pre-traumáticos (emocionales, ambientales, genéticos...)
- Peritraumáticos (gravedad, peligro vital percibido, lesiones personales...)
- Postraumáticos (estrategias de afrontamiento, pérdidas asociadas, falta de apoyo social...)
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
- Trastorno de adaptación
- Otros trastornos y afecciones traumáticas
- Trastorno de estrés agudo
- Trastorno de ansiedad y Trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de depresión mayor
- Trastornos de la personalidad
- Trastornos disociativos
- Trastornos de conversión
- Trastornos psicóticos
- Lesión cerebral traumática
COMORBILIDAD
- Las personas con TEPT son un 80% más propensas a presentar síntomas que cumplen con los criterios para,
al menos, otro trastorno mental (DEP, T.BP, ANS, TUS…)
- TUS y Trastornos de conducta más comunes entre varones
- En niños, la comorbilidad es con el TND y el TAS (Trastorno de Ansiedad por Separación)
EVALUACIÓN
- Entrevista clínica semi-estructurada, observación directa, dibujos, información multi-fuente...
- Escalas y autoinformes:
o EARLY: Escala, compuesta de 3 partes, que mide el trauma temprano.
o Escala de Síntomas de Estrés Postraumático en Niños: Escala que se utiliza para medir el diagnóstico
y la gravedad del trastorno de estrés postraumático en el último mes en niños de ocho a 18 años.
o TSCC (Trauma Symptom Checklist for Children): Escalas autoadministrada más ampliamente utilizada
para medir sintomatología postraumática en niños y adolescentes.
o CAPS-CA (Clinician-Administered PTSD Scale for Children and Adolescents): Escala para evaluar los
síntomas de TEPT en niños y adolescentes de 8 a 15 años.
INTERVENCIÓN
• La primera línea de tratamiento es la psicoterapia centrada en el trauma, evidenciándose que no hay
inferioridad en la respuesta que aporta la terapia de exposición con respecto a la terapia cognitiva.
• Terapia cognitiva-conductual: entrenamiento en estrategias de afrontamiento, exposición gradual y
procesamiento cognitivo y afectivo, entrenamiento en el manejo de habilidades conductuales, y
psicoeducación.
• En el trastorno por estrés postraumático los fármacos de primera elección son los inhibidores selectivos de
la recaptación de serotonina (ISRS) o inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN), y de
segunda elección están los antipsicóticos de segunda generación.
DIFERENCIA ENTRE TRASTORNO DE PERSONALIDAD Y TRASTORNO MENTAL:
- Un trastorno de personalidad es un patrón de comportamiento, mientras que sean funcionales se pueden
seguir porque tienen que ver mucho con la cultura. Hasta los 18 años no se diagnostican y al mismo tiempo
tienen que ver con la forma en la que nos manejamos en el mundo.
- El trastorno mental es como si fuese una enfermedad de la mente, es algo que por ciertas circunstancias se
manifiesta y me puede causar problemas en la funcionalidad. Algunos se pueden curar, un trastorno de
personalidad no se cura, puedes manejarlo, pero es como eres, es tu patrón de comportamiento. Lo que
vamos a hablar aquí es de esto, de psicopatología, algo que responde a una época temporal y que si
hacemos bien el trabajo se puede tirar para adelante.
4. RESUMEN
EVITATIVO:
Como tiene muy poca valía,
ven que desde el cuidado,
desde ser útil para otros,
tienen valía. No conectan
emocionalmente, pero si te
cuidan porque así serán
importante para ti.
AMBIVALENTE
Necesidad constante de
asegurarme que me sigues
queriendo, como también hay
una baja valía y necesitan esa
conexión y dependencia, nada
de lo que hacen siente que es
suficiente.