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PARTE III

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SEXUALIDAD Y SUS ORDENES

UNIDAD 9
COMPLEJO DE EDIPO - COMPLEJO DE CASTRACION
El Complejo de Edipo en la obra de Freud - El anudamiento complejo de Edipo y
complejo de Castración en la niña y el varón - La organización sexual infantil: la premisa
fálica - Consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica - El valor Simbólico
del falo - La “disolución” del complejo de Edipo: de los padres como objetos de amor a
los padres como objetos de identificación - El valor estructural de los “complejos-”
Bibliografía obligatoria
 Freud, S. (1900) “La Interpretación de los sueños “Cap. V Sueño de muerte de
personas queridas Pág. 269 a 276 V.IV Amorrortu editores-
 ---------- (1916-17) “Conferencias de Introducción al Psicoanálisis” Conferencia XXI
pág.301 a 308 en V. XVI Amorrortu Editores.
 ----------- (1923) El yo y el ello .cap. III .Vol. XIX Amorrortu editores
 ------------ (1914) “El sepultamiento del Complejo de Edipo”. V. XIX Amorrortu
editores
 ----------- (1923) “La Organización genital infantil V XIX pág. 145-149
 ----------- (1925) Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica
entre los sexos” Vol. XIX Amorrortu editores.

Freud, S. (1900)
“La Interpretación de los sueños “
CAP. V SUEÑO DE MUERTE DE PERSONAS QUERIDAS

En el apartado “Sueño de la muerte de personas queridas”, Freud toma y se vale del

MITO griego “Edipo Rey”, la conocida tragedia de Sófocles. El mito es una metáfora
que le sirve al autor y nos sirve a nosotros para pensar y explicar algunos
movimientos psíquicos en la estructuración neurótica. (Para tener en cuenta: llamamos
neurótico a un sujeto cuya función padre se efectúa, y en consecuencia el deseo incestuoso
y el deseo parricida están prohibidos. (Delgado, Osvaldo. Lecturas freudianas 2).
Freud comienza el apartado comentando sobre un joven quien tiene una estructura de
neurosis obsesiva, la cual impedía casi la existencia:
 No podía andar por la calle porque tenía medio de asesinar a todos los que encontrase.
El análisis descubrió que la raíz de esa penosa representación obsesiva eran sus impulsos
de matar a su padre, severo con algunos excesos, esto se había exteriorizado a la
conciencia a los 7 años, pero remite a la primera infancia.
Siguiendo a Freud los padres desempeñan el papel principal en la vida anímica infantil
de todos los que después serán psiconeurotico. Y el enamoramiento hacia uno de los
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miembros de la pareja parental y el odio hacia el otro forman parte del material de

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mociones psíquicas configurado en esa época como patrimonio inalterable de enorme
importancia para la sintomatología de la neurosis posterior. (Ley del parricidio y Ley del
Incesto).
¿Dónde hallar la oscura huella de la antigua culpa?

Según el psicoanálisis, la acción del drama no es otra cosa que la revelación, que avanza
paso a paso y se demora con arte de que el propio Edipo es el asesino de layo, pero
también es el hijo del muerto y de Yocasta. (Mito) La única explicación de que Edipo
Rey nos conmueve a los hombres modernos es que el efecto de la tragedia griega reside
en la particularidad del material en que esa oposición es mostrada.
Tiene que haber en nuestra interioridad una voz predispuesta a reconocer el imperio fatal
del destino de Edipo. Su destino nos conmueve porque podría haber sido el nuestro.
Quizás a todos nos estuvo deparado dirigir la primera moción sexual hacia la madre y el
primer odio y deseo violento hacia el padre, nuestros sueños nos convencen de ello. Como
Edipo, vivimos en la ignorancia de esos deseos que ofenden la moral, de esos deseos que
la naturaleza forzó en nosotros y tras su revelación bien querríamos todos apartar la vista
de las escenas de nuestra niñez. La saga de Edipo ha brotado de un material onírico
primordial cuyo contenido es la penosa turbación de las relaciones con los padres por
obra de las primeras mociones sexuales.
LA TRAGEDIA GRIEGA “EDIPO, REY” DE SÓFOCLES

El tema central de esta tragedia son los dos crímenes primordiales:

 El incesto y
 El parricidio.
Freud reflexiona sobre el porqué de la existencia de este mito y concluye que los deseos
incestuosos y parricidas se encuentran inscriptos en el inconsciente y que son inherentes
a la subjetividad humana (los mitos son iguales que los sueños, ya que en estos se
expresan los deseos inconscientes).
Freud va a decir que el personaje principal de esta obra es el destino: la obra gira en torno
de ese destino que nos hacen esos personajes familiares.
“EDIPO REY ES UNA DE LAS LLAMADAS TRAGEDIAS DE DESTINO”

Edipo, hijo de Layo (rey de Tebas) y de Yocasta, es abandonado siendo niño de pecho
porque un oráculo había anunciado a su padre que ese hijo, todavía no nacido, sería su
asesino. Es salvado y criado como hijo de reyes en una corte extranjera, hasta que, dudoso
de su origen, recurre también al oráculo y recibe el consejo de evitar su patria porque le
está destinado ser el asesino de su padre y el esposo de su madre. Entonces se aleja de la
que cree su patria y por el camino se topa con el rey Layo, a quien da muerte en una
disputa repentina. Después llega a Tebas, donde resuelve el enigma propuesto por la
Esfinge que le aleja del camino. Agradecidos, los tebanos lo eligen rey y lo premian con
la mano de Yocasta. Durante muchos años reina en paz y dignamente, y engendra en su
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madre, no sabiendo quién es ella, dos varones y dos mujeres, hasta que estalla una peste

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que motiva una nueva consulta al oráculo de parte de los tebanos. Aquí comienza la
tragedia de Sófocles. Los mensajeros traen la respuesta de que la peste cesará cuando el
asesino de Layo sea expulsado del país.
Pero, ¿quién es él? «Pero él, ¿dónde está él? ¿Dónde hallar la oscura huella de la antigua
culpa?».
La acción del drama no es otra cosa que la revelación, que avanza paso a paso, de que el
propio Edipo es el asesino de Layo, pero también el hijo del muerto y de Yocasta.
Sacudido por el crimen que cometió sin saberlo, Edipo ciega sus ojos (*Edipo se arranca
los ojos como un sustitutivo de la castración) y huye de su patria. El oráculo se ha
cumplido. (La interpretación de los sueños, pág. 270)
Recomendación para ver: https://youtu.be/KctlxYNQO30?si=M7PtPQj6ApoLoNmg
PARADOJA:
Tratando de escapar del destino, Edipo se encuentra con el destino. Él era hijo de Layo
(el torcido en español), el rey que había transgredido la ley: algunos dicen que se había
vinculado con alguien de su mismo sexo y otras que él había violado a un joven. Por lo
cual recibe ese castigo de parte de los dioses: morir en mano de su hijo.
Y Edipo no escapa al destino familiar de repetir esa falta primera del padre que era
transgredir la ley. *Edipo repite algo del pasado, del pasado del padre. La repetición de
lo mismo, pero no de lo idéntico. Lo que se repite en ambos casos es la transgresión, sin
embargo, en crímenes diferentes. (Tener en cuenta el texto de recordar. Repetir y
reelaborar).
Según mis experiencias, los padres desempeñan el papel principal en la vida anímica
infantil de todos los que después serán neuróticos; y el enamoramiento hacia uno de los
miembros de la pareja parental y el odio hacia el otro forman parte del material de
mociones psíquicas configurado en esa época como patrimonio inalterable de enorme
importancia para la sintomatología de la neurosis posterior. (La interpretación de los
sueños, pág. 269). Los sueños de muerte de personas queridas ejemplifican un caso
harto infrecuente: en ellos el pensamiento onírico formado por el deseo reprimido
escapa de toda censura y se presenta inalterado en el sueño. (La interpretación de los
sueños, pág. 272) *Todos esos sueños son absolutamente egoístas, en todos emerge el
querido yo, aunque disfrazado. Los deseos que en ellos se cumplen son por lo general
deseos de ese yo. (La interpretación de los sueños, pág. 276).
Freud propone que el Complejo de Edipo es el fenómeno central del temprano período
sexual infantil. Descubre esta premisa a partir del testimonio de los sueños de muerte de
personas queridas.
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TENER EN CUENTA:

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Freud plantea que el sujeto debe ESTRUCTURARSE. Un sujeto se estructura a partir
de su atravesamiento por el Complejo de Edipo y el Complejo de Castración.
Los Complejos ejercen una función de OPERADOR ESTRUCTURAL (valor clínico
de los Complejos). *Los Complejos son ordenadores de la sexualidad, es decir, organizan
la posición sexual de los sujetos (en todas las variantes posibles). Los Complejos son
determinantes en la constitución masculina o femenina de los sujetos (en su posición o
actitud masculina). Freud sostiene que la masculinidad pura y femeninidad puras son
construcciones teóricas de contenido absolutamente inciertos, ya que los sujetos reúnen
en sí caracteres tanto masculinos como femeninos. Por ejemplo, un sujeto
biológicamente masculino puede tener una posición femenina y viceversa.
La estructuración subjetiva depende de cómo se resuelva el Complejo de Edipo y
consecuentemente el Complejo de Castración. (es decir el peso que tienen las personas
familiares en la constitución del sujeto).
A continuación, se dividirá en dos partes:

 COMPLEJO DE EDIPO EN LA NIÑA Y EL NIÑO

 COMPLEJO DE CASTRACION EN LA NIÑA Y EL NIÑO

“La Sexualidad está determinada por las identificaciones, no por la anatomía.”

Componentes del Complejo de Edipo completo:
1) Madre (función materna); Puede ser cumplida por cualquier persona que
suministre alimento y amor al niño, es aquella persona que representa los cuidados
amorosos/maternales.
2) Hijo; El niño es un equivalente fálico (niño = falo) que crea en la madre la ilusión
de completitud. En el mejor de los casos, todos nacemos como falo materno.
3) Padre (función paterna); Puede ser cumplida por cualquier persona que
transmita la ley, y las leyes primordiales son las de prohibición del incesto y la de
prohibición del parricidio. Esta función hace referencia a aquella persona que
opera como autoridad en la vida del niño.
4) Falo: Es aquello que mueve las relaciones entre los tres personajes anteriores. O
sea, lo que funda el movimiento del complejo de Edipo. El falo es como la base
del complejo de Edipo.

Cuando Freud habla de padre y madre no se

refiere necesariamente a los padres biológicos del
niño, sino a aquellos que cumplieron las
funciones parentales. El Complejo de Edipo se va
a estructurar independientemente de los personajes
de la vida real que nos han tocado azarosamente
porque siempre habrá alguien en la vida del sujeto
que represente los cuidados amorosos y alguien que
represente la autoridad. Lo que importa en la clínica finalmente es quiénes
funcionaron como padre y madre en la vida del sujeto.
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Delgado O, nos dice que el problema del Complejo de Edipo y el Complejo de
Castración se tratan de un problema lógico que tiene que ver con que, apoyado sobre
un órgano del cuerpo –el pene–, se establece una lógica de presencia-ausencia.

 NIVEL SIMBOLICO: A nivel lógico, simbólico, quiere decir que todo se juega en
torno a la presencia-ausencia: TENER O NO TENER FALO. La diferenciación
sexuada será entre los que tienen y los que no tienen falo.
 NIVEL BIOLOGICO: Desde el punto de vista biológico a las mujeres no les falta
nada. Para la medicina, los varones tienen pene –fíjense que no digo “falo”– y las
mujeres tienen vagina. El ordenamiento de presencia-ausencia que marca el encuentro
con la castración es, para Freud, la premisa universal del falo. (Delgado, Osvaldo.
Lecturas freudianas 2).

¿Qué es el falo?

En primer lugar, el falo no es el pene. Esto es muy importante. ¿Qué es entonces? Para
usar una frase de Freud, diríamos que el falo es la premisa universal del pene. Esto se
refiere a la creencia infantil, la premisa que mantiene el niño de que todo el mundo tiene
pene, de que sólo hay seres con pene. (Massota, Oscar. Lecturas de PSA Freud, Lacan
(1992).

El pene no es el falo: Las mujeres pueden creer en algún momento que el pene es el falo
para alcanzar su satisfacción, o pueden sentirse en inferioridad de condiciones porque el
varón tiene pene, tiene falo, o pueden fingir tenerlo. Entonces, habrá cuatro posibilidades
para las mujeres: o sentirse inferiores porque no lo tienen; o atacarlo; o usarlo para hacerse
un hijo; o lo disfrutan. Por eso hablo de las tres salidas freudianas de la feminidad.
Agrego, además, una cuestión central. El varón puede pensar que tiene el falo, pero es
una impostura: ambos están castrados. (Delgado, Osvaldo. Lecturas freudianas 2)
*Finalmente nadie tiene el falo y es importante que nadie lo tenga. *Para que alguien
pueda surgir no psicótico, no perverso, es necesario que la madre, la mujer en cuanto
madre, no sea todo-madre. Esto quiere decir que tenga un deseo fuera del hijo (**Hijo ≠
falo), más allá de él. En tanto haya un más allá del hijo, en tanto se dedique no solo a estar
encima del hijo, así podrá ser el objeto causa de deseo del hombre. Es decir, que se oriente
por el representante fálico en el cuerpo de su pareja. (Delgado, Osvaldo. Lecturas de PSA
Freud, Lacan (1992)

El complejo de Edipo tiene una larga prehistoria y es, por así decir, una formación
secundaria. (Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica (1925),
pág. 270). Durante este período tienen lugar las identificaciones primarias de los
sujetos:
 Tanto el niño como la niña se identifican con ambos padres, es decir, tienen enlaces
libidinales con ambos padres. Se trata de “una identificación directa e inmediata –no
mediada– y más temprana que cualquier investidura de objeto”. (Delgado, Osvaldo.
Lecturas de PSA Freud, Lacan (1992), Posteriormente, en la evolución sexual
(durante la fase fálica) del niño y de la niña, estos ingresan en el Complejo de
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Edipo. *La sexualidad sigue un curso diferente de desarrollo en los varones y las

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niñas.

La diferencia entre varón y mujer en cuanto a esta pieza del desarrollo sexual es una
comprensible consecuencia de la diversidad anatómica de los genitales y de la situación
psíquica enlazada con ella; corresponde al distingo entre castración consumada y mera
amenaza de castración. (Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual
anatómica entre los sexos (1925), pág. 275).

COMPLEJO DE EDIPO DEL NIÑO

Freud no se muestra satisfecho con la tesis de que el primado de los genitales no se
consuma en la primera infancia, o que lo hace de manera incompleta. Por el contrario,
nos dice que, “SI” hay una gran importancia genital, solo que esta importancia gira
alrededor de un solo genital, y es el masculino.

Por esto, nos desarrolla más ampliamente una explicación sobre

la “FASE FALICA”, recordemos que la organización genital
infantil, Freud la desarrolla en tres ensayos de una teoría sexual
y englobarían lo que el menciona como: “Etapa pre- genital”.
Según Freud, el complejo de Edipo es vivido durante la fase
fálica; su declinación señala la entrada en el período de latencia. Experimenta una
reviviscencia durante la pubertad y es superado, con mayor o menor éxito, dentro de un
tipo particular de elección de objeto.
Para este, en todo complejo de Edipo hay un Edipo completo:
 Ligazón amorosa con el padre del mismo sexo y ligazón amorosa con el padre de sexo
opuesto, más ligazón hostil con el padre del mismo sexo y ligazón hostil con el padre
del sexo opuesto. Es decir, la suma de las dos formas. (identificación capítulo VII de
psicología de las masas y análisis del Yo).

Prehistoria del Complejo de Edipo en el niño:

 En el varón, el objeto preedípico (objeto de amor)
 El objeto edípico (objeto de amor) es el mismo: la madre.

Durante la identificación primaria, está ausente el sentido de rivalidad con la madre, y

existe, además, una identificación de naturaleza tierna con el padre. Otro elemento de esta
prehistoria es el quehacer masturbatorio con los genitales, siempre presente, cuya
sofocación más o menos violenta, por parte de las personas encargadas de la crianza,
activa al complejo de castración.

Definición: “Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el niño

experimenta respecto a sus padres”.

En el niño hay en primer lugar una elección de objeto: el varón elige a la madre como
objeto sexual y odia al progenitor del sexo opuesto. Sin embargo, el niño también ama al
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padre (figura que protege y ama al niño), y busca hacerse amar por él, y experimenta celos

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y hostilidad hacia la madre.
Se da una especie de triangulación edípica: Aun en el varoncito, el complejo de Edipo
es de sentido doble, activo y pasivo, en armonía con la disposición bisexual. También él
quiere sustituir a la madre como objeto de amor del padre; a esto lo designamos como
actitud femenina.
Freud lo explica desde una perspectiva del niño (primado del falo en el varón), nos dice
lo siguiente:
Primer Momento:
El niño percibe la diferencia entre hombres y mujeres, pero no puede relacionarla con una
diversidad de sus genitales, supone que todos tienen pene (humanos, animales, objetos).
Esta parte del cuerpo de múltiples sensaciones, ocupa mucho su interés y plantea nuevas
tareas a su pulsión de investigación.
Segundo Momento:
Freud dirá que, en algún momento vera a su hermanita o compañera de juego, donde al
investigar se dará cuenta que el pene no es algo que tienen todos los seres semejantes a
él, por esto reacciona de diferentes formas:
 En un principio desconocen esta falta, creen ver un pene a pesar de todo.
 también piensan que todavía no creció.
 Pero luego concluyen en que estuvo presente, pero fue removido como resultado de
una castración, y ahora temerá la castración a su propia persona. (terrible amenaza)
Frente a esta amenaza, considera que, por haberse entregado a esas mociones prohibidas,
a la que él se entregó en algunas ocasiones, como por ejemplo la masturbación o frotación
por alguna superficie donde rose con su pene.
La significatividad del complejo de castración debe apreciarse si a la vez tomamos
en cuenta su génesis en la fase del primado del falo.
Por esto, todos los seres castrados serán vistos con desprecio, pero este menosprecio sobre
todo a la mujer, horror a ella, disposición a la homosexualidad, derivan del
convencimiento final acerca de la falta de pene en la mujer.
Pero el niño no generaliza tan rápidamente la falta de pene en el sexo femenino, piensa
que es consecuencia de la castración a modo de castigo (por incurrir a mociones
prohibidas en las que le mismo incurrió- hablamos de las mujeres irrespetarles).
Pero las mujeres de bien, como la madre, aún conservan el pene, esto perdura hasta que
este adquiere un conocimiento de la vida y lo biológico de la mujer, es decir, solo cuando
después cuando concluye que solo las mujeres pueden parir hijos, la madre también
perderá el pene, edificando ahora las teorías destinadas a explicar el trueque del pene a
cambio de un hijo. Sin descubrir los genitales femeninos (es parido por el ano). Aun
cuando el niño descubre todo esto, de la ausencia del pene, este no quiere decir que ya
reconoce la existencia de los genitales femeninos, esto se termina de constituir en la
siguiente etapa que la “Sexualidad Adulta” (etapa genital).
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Polaridades durante el desarrollo sexual infantil (paro opuesto):

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1. Elección de objeto = sujeto y objeto.
2. Organización pre-genital sádico anal = activo y pasivo (femenino).
3. Siguiente estadio = genital masculino y castrado.
4. Pubertad = masculino (reúne el sujeto, la actividad y la posesión del pene) y
femenino (reúne el objeto y la pasividad)

SEPULTAMIENTO DEL CDE EN EL

NIÑO
En el niño el Complejo de Edipo se disuelve por la amenaza de castración y así ingresa
en el Complejo de Castración. La prohibición del parricidio inaugura el mandamiento
“No matarás” y la prohibición del incesto inaugura el mandamiento que sostiene “No
todo te está permitido/no todo se puede” y además “no toda satisfacción sexual te
está permitida” (introduce una falta en el sujeto).
El varón resuelve la amenaza de castración debido a su interés incestuoso, abandonando,
reprimiendo el objeto amoroso materno e identificándose (identificación secundaria) con
la posición viril paterna (el padre deja de ser su rival y en lugar de querer ocupar el lugar
del padre, busca parecerse al padre = ser como el padre); que el interés narcisista por sus
genitales hace que reprima su deseo incestuoso (debido a la angustia de castración).
El niño entra en un conflicto entre el amor hacia el órgano y el amor hacia los padres,
y en el mismo termina triunfando el amor hacia el órgano. Con la liquidación del
complejo de Edipo el niño se vio precisado a renunciar también a las intensas investiduras
de objeto que había depositado en los progenitores (identificaciones primarias), y como
resarcimiento por esta pérdida de objeto se refuerzan muchísimo dentro de su Yo las
identificaciones con los progenitores que, probablemente, estuvieron presentes desde
mucho tiempo atrás. (Nuevas conferencias de intro al PSA (1933), pág. 59). *Freud
plantea que “el carácter del Yo es una sedimentación de las investiduras de objeto
resignadas (es un cementerio de identificaciones), contiene la historia de estas elecciones
de objeto (objetos primordiales, los primeros que se libinizan)”.
El Yo se conforma a partir de algunos rasgos de estos objetos primordiales, para
ofrecerse al Ello como una recompensa. Como si el Yo le dijese al Ello “bueno has
tenido que abandonar a los objetos primordiales, me ofrezco yo, con estos rasgos que se
le parecen al objeto primordial, para que tus satisfacciones sean desviadas. Como si el Yo
se ofreciese al Ello como sustituto del objeto primordial.” (Nuevas conferencias de intro
al PSA (1933), pág. 71-72).
Tras el sepultamiento del Complejo de Edipo, se erige dentro del sujeto el Superyó. La
autoridad del padre, o de ambos progenitores, introyectada en el yo, forma ahí el núcleo
del superyó, que toma prestada del padre su severidad, perpetúa la prohibición del incesto
(“la madre no, sí otras mujeres”) y, así, asegura al yo contra el retorno de la investidura
libidinosa de objeto. Las aspiraciones libidinosas pertenecientes al Complejo de Edipo
son en parte desexualizadas y sublimadas, lo cual probablemente acontezca con toda
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trasposición en identificación, y en parte son inhibidas en su meta y mudadas en mociones

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tiernas. El proceso en su conjunto salvó una vez a los genitales, alejó de ellos el peligro
de la pérdida, y además los paralizó, canceló su función. Con ese proceso se inicia el
período de latencia, que viene a interrumpir el desarrollo sexual del niño. (El
sepultamiento del Complejo de Edipo (1914), pág. 184).
Una de las hipótesis que baraja Freud para explicar el sepultamiento del Complejo de
Edipo, sin embargo, va a decirnos que este se sepulta a causa de la Castración.
La Castración, el niño no cree en la amenaza de Castración (si es que la hubiera), la
Castración opera porque la madre quiere algo que está más allá del hijo, prefiere al padre.
Basta con un, por ejemplo, “¡callate que estoy hablando con tu padre!”.
El tercer eje da cuenta del complejo de Edipo como ley de intercambio. En este punto
tenemos que destacar que para que la ley de la prohibición del incesto funcione, ponga
orden, legalice, el agente de esa ley, el padre, debe renunciar a ciertas satisfacciones. La
prohibición es posible, eficaz, si él también está marcado por ella. (Delgado, Osvaldo.
Lecturas de PSA Freud, Lacan (1992)

COMPLEJO DE EDIPO EN LA NIÑA

La prehistoria del Complejo de Edipo en la niña: En la niña el objeto preedípico
(objeto de amor) es la madre (al igual que en el caso del niño) y el objeto edípico (objeto
de amor) es el padre; hay un cambio de objeto. (Delgado, Osvaldo. Lecturas freudianas
2)
Complejo de Edipo en la niña: Conjunto organizado de deseos amorosos y hostiles que el
niño experimenta respecto a sus padres.
En esta hay en primer lugar una elección de objeto:
 La niña elige al padre como objeto sexual y odia al progenitor del sexo opuesto.
Sin embargo, la niña también ama a la madre (figura que protege y ama a la niña),
y busca hacerse amar por ella.
Encontramos, tanto en el niño como en la niña, amor y odio hacia el padre y hacia la
madre. Se da una especie de triangulación edípica.
En la niña mujer el Complejo de Castración hace que ingrese en el Complejo de Edipo.
El clítoris de la niñita se comporta al comienzo en un todo como un pene, pero ella,
por la comparación con un compañerito de juegos, percibe que es «demasiado
corto», y siente este hecho como un perjuicio y una razón de inferioridad. Fantasea con
que le crecerá uno cuando crezca.
Es en este punto donde se bifurca el Complejo de masculinidad de la mujer. La niña
no comprende su falta actual como un carácter sexual, sino que lo explica mediante el
supuesto de que una vez poseyó un miembro igualmente grande, y después lo perdió por
Castración. No parece extender esta inferencia de sí misma a otras mujeres, adultas,
sino que atribuye a estas, exactamente en el sentido de la fase fálica, un genital
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grande y completo, vale decir, masculino. Así se produce esta diferencia esencial: la

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niñita acepta la Castración como un hecho consumado, mientras que el varoncito tiene
miedo a la posibilidad de su consumación. (El sepultamiento del Complejo de Edipo
(1914), pág. 186)
El acceso de una hembra al lugar de la mujer es más complicado, no es tan directo como
en el niño. La hembra también nace como falo (**de la madre), siempre dentro de la
neurosis.
Su primer objeto de amor también es la madre y, ante el encuentro con la castración en la
fase fálica, Freud dice que la niña le recrimina (*culpa) a la madre no haberla hecha
provista de falo, haberla hecho castrada (“me hiciste parecida a ti”). Están, al mismo
tiempo, el amor a la madre como primer objeto amoroso y la disputa por haberla hecha
sin el instrumento fálico.
La niña, entonces, hace una doble renuncia:
1. al primer objeto (la madre) y
2. al clítoris, cambiando a este por la vagina.
La niña renuncia a la madre porque no le puede dar el falo que esperaba y, luego,
se dirige al padre para que le dé un hijo como el equivalente fálico. Cambia el objeto
amoroso, de la madre al padre.
En este cambio se abre una suerte de renuncia que no lo es, una renuncia a tener el falo
pero que no lo es tampoco, ya que tener un hijo da cuenta del equivalente (*la niña
busca compensar esa falta a través de la procreación de un hijo). (Delgado, Osvaldo.
Lecturas freudianas 2)
¿Cómo sale la mujer del Edipo? ¿Cómo sale de esa turbulencia, de esa guerra, de ese
amor-odio con el primer objeto que es la madre?
Sale por una decepción (pierde las esperanzas): ambos deseos, el de poseer un pene y el
de recibir un hijo el padre no se cumple. (Delgado, Osvaldo. Lecturas freudianas
El padre es también una figura tan prohibida como la madre. La madre deja de ser
un rival y la niña la toma como un objeto de identificación (identificación secundaria).
(Sepultamiento del Complejo de Edipo).
Excluida la angustia de Castración, está ausente también un poderoso motivo para
instituir el superyó e interrumpir la organización genital infantil. Mucho más que en
el varón, estas alteraciones parecen ser resultado de la educación, del amedrentamiento
externo, que amenaza con la pérdida de ser-amado.
Sobre el sepultamiento del Complejo de Edipo: El destino del Complejo de Edipo, en
ambos sexos, es su “disolucion” o “sepultamiento”. El sepultamiento hace referencia
a la represión de los deseos incestuosos y de los deseos parricidas. El sepultamiento
del Complejo de Edipo no es del todo exitoso, puesto que estos deseos permanecen en
el inconsciente y son capaces de producir síntomas-Freud ubica al Complejo de Edipo
como el nódulo de las neurosis.
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Renunciamos a nuestros padres como objetos amorosos y los sustituimos como objetos

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de identificación. Padre y madre dejan de ser aquello que queremos tener para pasar a ser
objetos de identificación.

CASTRACIÓN
La teoría del complejo de castración atribuye al órgano masculino un papel
preponderante, esta vez como símbolo, en la medida en que su ausencia o su presencia
transforma una diferencia anatómica en un criterio fundamental de clasificación de los
seres humanos, y también en la medida en que, para cada sujeto, esta presencia o ausencia
no es algo obvio, no es reductible a un puro y simple dato, sino que es el resultado
problemático de un proceso intra- e intersubjetivo (asunción por el sujeto de su propio
sexo). (Diccionario de PSA-Falo)
Así, para Freud, el falo es una premisa que se da como de antemano y cuyo origen - de
dónde le viene esto al niño- es desconocido. La cuestión es que el niño se pone en posición
de no querer conocer la evidencia de los hechos. Y surge, a partir de la experiencia que
demuestra la diferencia de los sexos, el intento de explicar por qué en un sexo falta el
pene. Y partiendo de las fantasías primarias, según las cuales todo el mundo lo tiene,
entonces las niñas, que descubren que no lo tienen, querrán tenerlo, y los niños, que lo
poseen descubriendo a su vez que hay seres a quienes les falta, temerán perderlo.
Surge así en la temática freudiana que:
• La mujer envidia a quien tiene el pene, fantasea llegar a tenerlo o cree que todavía
lo tiene (como en la época fálica y de latencia).
• El hombre teme perderlo.
La estructura y los efectos del complejo de castración son diferentes en el niño y en
la niña. El niño teme la castración como realización de una amenaza paterna en respuesta
a sus actividades sexuales: lo cual le provoca una intensa angustia de castración. En la
niña, la ausencia de pene es sentida como un perjuicio sufrido, que intenta negar,
compensar o reparar. (Diccionario de PSA-Complejo de Castración)
Cuando hablamos de Complejo de Castración nos referimos a la inscripción de la
falta en la subjetividad humana. Una falta simbólica que nos constituye como sujetos
deseantes, una falta que es estructurante. El niño se encuentra primero con la falta como
un dato del cuerpo, a partir de la observación concluye que hay sujetos que tienen pene y
otros que no lo tienen.
Freud plantea que simultáneamente al Complejo Edípico, se observa en los niños y niñas
una FASE FÁLICA. Durante esta fase, el niño descubre sus genitales y esto le provoca
placer. Existe la creencia de que existe UN SOLO SEXO. Existe la creencia de la
PREMISA FÁLICA, es decir, creer que existe un solo órgano que es el pene. El genital
femenino permanece aún desconocido. Sobre esto gira la Sexualidad: la dialéctica entre
tener y no tener. Para Freud, los Complejos de Edipo y Castración se articulan a través de
un elemento: el falo como premisa universal.
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Nada de eso ocurre a la niña pequeña. En el acto se forma su juicio y su decisión. Ha

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visto eso, sabe que no lo tiene, y quiere tenerlo. (Algunas consecuencias psíquicas de la
diferencia sexual anatómica (1925), pág. 271)
El Complejo de Edipo en la niña mujer implica un desafío más que el del varón. La
niña debe abandonar a la madre como objeto original de amor y en su lugar, adoptar al
padre como objeto. Sale del Complejo de Edipo por una decepción del padre.
Ubica tres salidas posibles para la feminidad:
1. Inhibición o neurosis: Allí hay un sentimiento de desvalorización, sentirse menos,
disminuida, sentirse un ser inferior. *Con la admisión de su herida narcisista, se
establece en la mujer —como cicatriz, por así decir— un sentimiento de
inferioridad. *No puede competir con el varón: él tiene y ella no. (Algunas
consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica (1925), pág. 272) *En
cuanto a la inhibición, las mujeres pueden llegar a mostrar cierto desinterés por la
sexualidad, e incluso frigidez.
2. Complejo de masculinidad: Implica una masculinización de su funcionamiento.
*La niñita puede rehusarse a aceptar el hecho de su castración, se afirma y acaricia
la convicción de que empero posee un pene, y se ve compelida a comportarse en
lo sucesivo como si fuera un varón (**va a buscar tener poder, dinero,
inteligencia). (Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual anatómica
(1925), pág. 271-272)
3. Salida “normal”: Freud ubica en este punto a la maternidad (se trata de una
ecuación simbólica pene-niño). *Hasta ese momento no estuvo en juego el
complejo de Edipo, ni había desempeñado papel alguno. Pero ahora la libido de
la niña se desliza —sólo cabe decir: a lo largo de la ecuación simbólica
prefigurada pene = hijo— a una nueva posición. Resigna el deseo del pene para
remplazarlo por el deseo de un hijo, y con este propósito toma al padre como
objeto de amor. La madre pasa a ser objeto de los celos, y la niña deviene una
pequeña mujer. Si me es lícito creer en comprobaciones analíticas aisladas, en esta
nueva situación puede llegar a tener sensaciones corporales que han de apreciarse
como un prematuro despertar del aparato genital femenino. Y si después esta
ligazón-padre tiene que resignarse por malograda, puede atrincherarse en una
identificación- padre con la cual la niña regresa al complejo de masculinidad y se
fija eventualmente a él. (Algunas consecuencias psíquicas de la diferencia sexual
anatómica (1925), pág. 274)
Freud aclara que la instauración del Superyó no llega a ser tan rígido en la mujer.
Es decir que existen consecuencias psíquicas a partir de la distinción anatómica de los
sexos. Para él, no hay equivalencia absoluta de los sexos.
El Superyó masculino es mucho más importante que el femenino. Como la mujer no
tiene nada que perder, no está tan enlazada al elemento superyoico. El Superyó se
sedimente por el abandono paulatino del objeto paterno. El abandono es por
cansancio en el caso de la mujer, espera, espera, espera algo que el padre no le puede dar.
La mujer está más del lado de la recriminación, nadie le da. No hay ahí una amenaza
que genere que la conformación del Superyó sea tan tajante, y en consecuencia es mucho
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más relajado que el del varón. Lo que tiene para perder la mujer es el amor. El amor del

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otro que le da la posibilidad de compensarse fálicamente.