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Trabajo de taller de lectura
mitología nórdica
2do"A"
Tobías Barreto
Pasaban y se la llevo hacia el mar, llegar a un estrecho, donde
se detuvieron para arrojarla, mientras que todo el sitio donde antes había esta-
Do la tierra se lleno de agua. La mujer milagrosa dio a dicha
tintrael mabre de Saslund (Zelandia), y de lago, sin precisar más, al agua que quedo detrás de ella, convirtiéndola así en isla.
Cuando el rey o gyifivio el prodigio realizado por la mujer de
los aces, quien saber, temeroso ya de mayores males, si el poder que tenían ties gentes era propio de las razas des que estas edraban. Y disfrazándose de viejo trotamundos, pasaban v se la llevo hacia el mar, llegar a un estrecho, donde se detuvieron para arrojarla, mientras que todo el sitio donde antes había estado la tierra se lleno de agua. La mujer milagrosa dio a dicha tintrael mabre de Saslund (Zelandia), y de lago, sin precisar más, al agua que quedo detrás de ella, convirtiéndola así en isla.
Cuando el rey o gyifivio el prodigio realizado por la mujer de
los aces, quiin saber, tomezoso ya de mayores males, si el poder que tenían ties gentes era propio de las razas des que estas edaraban. Y disfrazándose de viejo trotamundos, en lenguaje nórdico Asgard
Pero como los ases, por su naturaleza sobrehumana poseían
la cualidad de adivinos, mucho antes de que llegara edical viajero va sabían que había emprendido la marcha produciendo en el deslumbrantes visión De hechicería
Des que estas edaraban. Y disfrazándose de viejo
trotamundos,
Ave, cuando llegó el my, le primero que se ofrecí раrа o a su
vista fue una altísima plaza pública cercada y cubierta, cuyo techo estaba formado per bélicos escodas de oro, en vez de vulgares bardas de corral.
En el portal de aquella hallábase un hombre entretenido en
hacer juegos malabares con cuchillos, de los cuales mantenía siempre en elaite no menos que siete a la vez
Como os llamáis v que querías? -preguntó éste al mién Ingada
Me llamo Peón y dijo que me dena albergue para que este
noche, además quién pertenece aquella admisible plaza- respondió el viajero
Al rey-contesto el hombre que y, si quieres, yo mismo te
llevare a su presencia.
Dicho lo cual entraron ambos en la plaza e inmediatamente
inse cerro tras ellos, por si sola, la puerta.
Ala vista del forastero se ofrecieron multitud de hombres, de
les cuales unos jugaban, otros bebían, y otros se ejercitaba en combatir con las armas primitivas de que iban provistos. Mis allá había tres estrados en los que estaban sentados tres graves personajes. El más alto de los atentos lo ocupaba el nombre, Hår, significaba Sublime Los otros, más bans, cran para jus que parecían ser sus ayudantes minstems
A esta especie de tribunal, que algo tenía de trinidad, dirigió
el viejo forastero una interminable serie de preguntas, que le fueron contestadas, acerca de la naturaleza de los dioses, del origen del mundo y del final que tendría. De todo actuó correspondiente. Respuesta región del fuego alisieren para formar con ellas, en el cielo, las Carellas Poclo our aspecto a los aces, éstos eran de origen divino. Fueron formados producidos Didingel Wotan germann de dos defor mastusmcos de árbol, el uno de fresno, y el otro de olmo. Al del
Fresno lo convirtió en hombre, y al del olmo en mujer, de ellos
Proviene la actual humanidad, que tuvo como primer lugar el
alma y
La vida, en segundó, la inteligencia y el movimiento, en
tercero, la palabra, el cido y la vista
Y después que Odin creó al hombre y a la mujer, les dio La
mansión de los dioses
Odin o Wotan, creador del Universo, padre de los dioses y de
los hombres suyo brillante ojo era el son do te cabalgaba sobre las nubes a través del espacio resiclia en el Walhalla (cielo empíreo). Y allí, aposentado en elevado trono, vela todo lo que hacían los dioses y los hombres.
De Odin, el Padre Universal, nació Thor, dios del rayo y del
trueno, que no se producían más que cuando daba, con fuerza superior a la de los otros dioses, terribles golpes con el enorme martillo El Walhalla era un recinto cercado como una fortaleza inexpugnablecuya artística cerradura ningún mortal podía abrir, conducía a la mansión del dios Odín. Y a través de la selva Glasir, cuyos árboles brillaban con el resplandor del oro, se llegaba a la sala del Padre Universal. El lobo y el águila-los animales del campo de batalla escandinavo
adornaban su frontispicio. El decorado interior. Tenia también
un aspecto bélico: lanzas por vigas y el tejado formado de rodelas y adargas. Siempre vigilado, En medio de la sala ardía el fuego sagrado Durante el día, la sala estaba desierta y abandonada, pero muy de mañana venian los emberios
Y luchaban entre si hasta vencer o morir en medio de la sala
ardía el fuego sagrado Durante el día, la sala estaba desierta y abandonada, pero muy de mañana venían los imperios (gueseRes)
y luchaban entre si hasta vencer o morir, al llegar la hura de
la comida, returäbanse los vencidos y todos iban al Walhalla, allí soñaba asiento Odin en el trono que tenia dispuesto, y a su lado Los einberios se sentaban también y comían la carne del jabali Sach rimnir, que a mataba y consumía diariamente
Para beber tomaban el embragado met que manaba de las
inagotables ubres de la cabra Heidrun. Sólo Odin bebía vino. Éste estaba para saciar su hambrele bastaba para saciar su hambre y su sed; con la carne del jabalí que se le ponía delante ceba balas hermosas walkirias servían a los héroes, escanciaban el met a los einberios y alargaban a Odinel cuerno repleto de vino el ejército de los espíritus, acaudillado por el dios Odín, recorría los aires y su ruido parecía ser el de una caza salvaje. Por eso en el Norte, cuando sopla de noche el huracán, que en el cielo están los dio sed de caza.
Además de los dioses y diosas había unos seres intermedios
entre aquéllos y los hombres, gigantes, que eran los arquitectos de las construcciones colosales de los palacios en donde habitaban los dioses; les enanos, hábiles forjadores de armas divinas cuyo jefe era Wieland; las walkirias, mensajeras celestes que, en los campos de batalla, cuidaban de recoger a
Los muertos y de llevarlos al Walhalla, existían también una
multitud de espíritus (elfos y trolls) que jugueteaban con los míseros mortales, ayudándolos, otras burlando se y aun perjudicándolos. Al llegar la hura de la comida, returabanse los vencidos y todos iban al Walhalla, allí sonaba asiento Odin en el trono que tenia dispuesto, y a su lado Odín siempre iba armado con un casco de oro y una brillante coraza y empuñaba la lanza llamada Guguir, forjada por los enanos y a la que nadie ni nada podía Sleipnir era el más ágil y el mejor de todos los caballos, pues tenía ocho patas y no existía obstáculo que no pudiera franquear., le gustaba a Odin salir a sus cacerías salvajes.
El Walhalla era inmenso. Tenía quinientas cuarenta puer- tas,
cada una de las cuales podía permitir la entrada de ocho- cientos combatientes en linea de frenteen este grandioso y magnífico palacio, los héroes pasaban el tiempo en juegos guerreros y de festines, presidiendo siempre Odin.
Para saber todo cuanto ocurría en sus dominios, Odin tenía
dos cuervosMunin y Hujin,la memoria y el pensamiento, quienes le contaban al oído todo lo que habían visto y escuchado, pues cada mañana el dios los enviaba a lo lejos, para que recorrieran todos los países e interrogaran a los vivos y a los muertos.
En cierta ocasión, hiriéndose a si mismo con su lanza y
colgándose del árbol Odín llevó a cabo un rito mágico que le debía rejuvenecer.
En efecto, durante los nueve días y nueve noches que duró el
voluntario sacrificio de permanecer suspendido de un árbol, agitado por el viento, el dios esperó que alguien le llevara un poco de comida o un poco de bebida, pero nadie llegó observando la existencia de tierras cerca de sus pies pudo atraerlas hacia sí y, encaramándose sobre ellas, se vio librado por una fuerza mágica.
Inmediatamente Mimir le hizo beber un poco de hidromiel, y
Odín, después de realizarse su resurrección, empezó a mostrarse sabio en palabras y fecundo en obras útiles. Y Odín, después de realizarse su resurrección, empezó a tratarse sabio en palabras y fecundo en obras útiles.
Después de crear a Aské, el primer hombre Odín compartió el
reino celestial junto a su esposa Friga, la Tierra, y con su hijo Thor, que desataba el trueno. Alrededor de ellos actuaban los ases, gobernadores del mundo, que estaban alojados en suntuosas moradas.