Casullo_Vanguardias
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A continuación se recuperan algunos momentos principales de las dos clases teóricas que Nicolás Casullo dedicó,
en el marco de la materia Principales Corrientes del Pensamiento Contemporáneo, al fenómeno de las vanguardias
artísticas de comienzos del siglo XX. En ellas se propone una aproximación general al concepto de vanguardia,
junto al análisis específico de tres movimientos esenciales para comprender los desarrollos estéticos y visuales
que ayudarían a configurar una nueva fase de la modernidad: el Expresionismo, el Futurismo y el Dadaismo.
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de la historia. Básicamente vivimos nuestras circunstancias cia, en términos de organización y también en términos de
asombrados, escépticos, indiferentes, entusiasmados, pero ambiciones políticas.
en general son informaciones que recibimos y elementos Como epicentro está la guerra europea de 1914-1918
que nos vamos dando cuenta que acontecen en la realidad y donde, podríamos decir, se pone fin al siglo XIX y comienza
trastocan muchas referencias. […] Son fenómenos de acele- el verdadero siglo XX. La guerra devastadora, que termina
ración tecnológico-cultural de la historia, con la diferencia con un ideal decimonónico de mundo liberal burgués y
que a principios de siglo esa conciencia, esa aceleración de que va a dejar, por el contrario, la desolación, el vacío, la
la historia calaba muy fuerte y esperanzadoramente en el es- pérdida de sentido de lo hasta ahí legitimado como promesa
píritu de la gente. No solamente era una fragua del mundo, civilizatoria en nombre de la razón y el progreso humano.
acontecer de lo social, sino conciencia de ello en sentido de Donde van a emerger variables de vanguardias artísticas, es-
profunda expectativa sobre la propia historia. Es decir, esta téticas, que van a ser demoledoras en la crítica a ese mundo
conciencia habilitaba –esto tiene que ver con las vanguar- burgués que terminó en lo bélico y en más o menos quince
dias– la idea de que la historia no solamente se aceleraba en millones de muertos.
las estructuras productivas, sino también en el campo de las Por último, todos estos elementos van constituyendo
ideas, de los proyectos colectivos, de los armados doctrina- un campo de relación, en la cultura, entre política y arte. Un
rios, para aparecer como posibilidad de ruptura de modelos campo de relación que por primera vez se constituye de
y lógicas, y el pasaje a otro momento de la modernidad, manera precisa, evidente, y que se va a prolongar a lo largo
momento que sería claramente post-burgués. De ahí la idea del siglo XX. Es un universo cultural donde lo político y el
–tanto en el campo político como en el campo artístico– de arte conforman un espacio de izquierda básicamente anti-
la necesidad de constituirse en avanzada para este tránsito rreformista, de corte revolucionario, contestatario, crítico,
de un tiempo a otro. fuertemente antiburgués, pro-socialista. En este campo
Desde esta perspectiva, surge fuertemente en estos aparecen tres figuras que también van a recorrer nuestra his-
años la idea de revolución, de revolución social. Se venía, toria occidental capitalista, que son el político, el intelectual
más o menos desde 1870 a 1900, de muchas variables que y el artista. Las tres figuras que de distintas maneras van a
sustentaban esta idea de cambio histórico. Por un lado, el constituir en ocasiones las llamadas vanguardias modernas.
despliegue, la aceptación en las dirigencias de la clase obrera La vanguardia artística es básicamente una experiencia
y los partidos políticos de izquierda de las concepciones grupal que se da en el campo del arte, de artistas relaciona-
marxistas. Karl Marx había muerto en 1881. Veinte años dos con ideas políticas, con sus propias experiencias esté-
después, el marxismo como teoría de interpretación del ticas; que pueden estar constituidas por gente que esté en
capitalismo, como política orgánica de sectores sociales un único medio de expresión estética, plásticos, escritores
postergados, y como ideología de carácter prometeico, apa- cineastas; o que también pueden cruzar sus experiencias
recía impregnando a los partidos políticos de la izquierda estéticas.
europea, a la Socialdemocracia básicamente y también al Las vanguardias artísticas sabían qua nacían para morir.
Socialismo. […] Por otro lado, ya había fuertes experiencias Su grito de protesta, su cuestionamiento crítico desde el arte
de masas organizadas en términos políticos partidarios y en a un mundo de razones dadas, va a ser tan enérgico contra
términos sindicales. En Alemania, en Inglaterra, en Italia, las formas institucionales del arte, que su propio espíritu las
en España; esto es previo a la Primera Guerra Mundial, se obliga a pensarse circunstanciales, de efímero recorrido, re-
venía de un tiempo desde 1870 a 1900 donde hegemoniza- chazantes de cualquier tipo de consagración estética al estilo
ban el campo de la izquierda las ideas reformistas, las ideas tradicional. Y si no mueren, las matan otras vanguardias. Lo
de lento avance gradual a través de elecciones parlamenta- peor que podía pasarle a una vanguardia estética era prolon-
rias, a través de luchas sindicales ganadas progresivamente, y garse, transformarse en experiencia estética institucionaliza-
donde se afianza la idea de revolución como crítica furibun- da, llevada a la academia y al museo como el resto del arte
da contra estas alas reformistas del “avance lento y gradual”. burgués. En este plano, básicamente van a trabajar con un
La vanguardia política, precisamente uno de los elementos profundo sentido antiburgués. Les apesta a las vanguardias
que expone es una crítica profunda a los avances lentos, el mundo dado, de valores y morales burguesas, y buscan
graduales, reformistas, ilusorios de la izquierda, a la que a través del arte un proceso concreto de liberación de la
contrapropone la revolución en ciernes, la revolución a la subjetividad creadora y receptora, de denuncia contra las
orden del día, violenta, heroica, el asalto al Estado burgués formas consoladoras, sublimadas, “bellas” del arte burgués
como forma de derribar el sistema capitalista. Ese modelo instituido. Liberación de la expresión artística como mundo
de revolución que va a tener lugar en Rusia, de manera subjetivo que necesita expresarse con violencia, con fuerza,
victoriosa, en 1917. Este es otro de los elementos que hace contra variables estéticas del pasado, de la tradición, o ab-
a la constitución de las vanguardias: el desplegado mundo de solutamente consagradas, formas que no contienen a estos
la izquierda en términos teóricos, en términos de experien- grupos o donde estos grupos no quieren ser contenidos.
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Aparecerán vanguardias que van a hacer eje en la liberación el escritor, el novelista, el cuentista, el plástico, el escultor,
del instinto, de nuestro instinto como experiencia sofocada, el músico, el tipo que empieza a hacer cine ya en los vein-
reprimida –aparece el aporte del psicoanálisis de Freud, que te, trabaja sobre imágenes, trabaja con palabras, sonidos,
es contemporáneo– de la propia represión de la cultura que colores, básicamente construyendo mundos con imágenes
enajena y encarcela el deseo, y como contrapartida a ese estéticas. Hay una conciencia plena de generar una nueva
enclaustramiento, la reivindicación y la recuperación del imagen del mundo, construir otra vez la realidad, cons-
inconsciente como lugar de otras voces, otras palabras, otra truirla como representación distinta, verídica. A partir de lo
verdad necesitada de expresarse. El artista va a plantear el cual hacen una altísima exaltación del arte como el camino
arte como una liberación concreta de lo instintivo, no so- recreador. Esto viene de vieja data, desde el Renacimiento
lamente de lo reflexivo intelectual. Potencia reprimida que podríamos decir, donde ya en el 1400, 1500, aparece la
el artista de vanguardia va a tratar de poner de manifiesto. discusión en cuanto a que los artistas son los verdaderos,
También el arte de vanguardia va a contener variables ideo- los más legítimos, los más bendecidos hijos de Dios porque
lógicas y teóricas donde reivindicar una violencia categórica trabajan lo creativo, porque le disputan a Dios el gran Verbo
de su mensaje artístico como respuesta, desde las obras, a de Dios, el de la Creación. Se recupera ya para ese entonces
la violencia de la propia guerra, a la violencia del propio la idea demiúrgica de “re-crear” el mundo en manos del
hombre, de la vida cotidiana, de un vivir en la metrópo- artista, que trabaja permanentemente la problemática de la
li, en la masividad, en la irracionalidad de las relaciones creación. Cómo, de la nada, hago algo; cómo reproduzco
humanas alienantes y vejadoras del hombre. Este arte va un gesto originario de creación; cómo me mimetizo no ya
a tratar de expresar un cuestionamiento al arte burgués sólo desde mi obra con lo bello de la naturaleza creada por
clásico, tradicional, consolador, que no da cuentas de tales Dios, sino con cierta potestad divina de creación. De una
circunstancias. tela vacía nace un cuadro, de un cuaderno sin nada una no-
Por otro lado, hay una idea de que el arte debe ser vela. Evidentemente hay un eco cultural, mítico, del papel
principalmente crítica a las consagradas representaciones del artista en el acto rebelde, recreador, que plantea y exalta
del mundo, de la realidad, de la sociedad. No un arte bello, el tiempo de las vanguardias.
pensarán las vanguardias. No un arte que equilibre desde Las vanguardias, a diferencia del arte burgués –el arte
su presencia la fealdad y la hipocresía de la sociedad. Las excelso de la ópera, de la pintura y la escultura clásica y
vanguardias están absolutamente enfrentadas a la idea y al neoclásica, de la gran literatura llevada al parnaso, de la
criterio burgués de la belleza en el arte. No hay arte bello. música sublime del barroco y el romanticismo, el del genio
Los criterios de belleza son estéticas que responden a cier- inmortal, el del buen gusto, el de la belleza eterna y univer-
tos gustos, a ciertas épocas, a ciertos estamentos sociales sal– va a mostrar las lacras fabulosas del mundo moderno.
privilegiados y consumidores de arte. Entonces, desde los Sus figuras van a ser la prostituta, el enfermo, el marginal,
dispositivos de las vanguardias aparece el arte como arma el corrupto, la violencia social, el cuerpo desnudo femenino
crítica a las condiciones dadas, a los poderes, a las autorida- como mercancía sexual, lo procaz, la desesperación exis-
des, a las predominancias de ciertos gustos, modas y estilos, tencial, los valores insurgentes de la bohemia, la soledad
al mundo cultural burgués, a la academia que fija normas, en la muchedumbre urbana, la incomunicación humana,
a las fuerzas armadas, a la Iglesia, a los partidos políticos. la angustia de la falta de sentido, la guerra, la muerte
Contra todo este entramado social, expresado de distintas horrorosa, los cuerpos mutilados, el absurdo, lo informe,
maneras, las propias vanguardias van a tratar de definir una lo desarticulado. Todo lo que el buen arte burgués de esa
nueva sensibilidad. Muchas e importantes variables para época escondía porque era un camino de “belleza” de “lo
entender teóricamente la modernidad están dadas por la otro del mundo”, de virtud: un camino si se quiere educati-
consideración de nuestra subjetividad en la historia, don- vo, donde se hacía presente la consoladora y falsa moral del
de el arte va a cumplir un papel de termómetro de dicha hombre. Las vanguardias reniegan de todo esto. Al respecto,
subjetividad, de enorme relevancia, porque precisamente el una de las vanguardias, el Dadaísmo –que quizás sea la más
arte es la producción individual de una subjetividad de su extrema de todas porque en su gesto de violencia frente al
tiempo, de su espacio cultural e histórico, la capacidad crea- arte constituido y las costumbres, reniega de todo arte–
dora que va a expresar sus rechazos, sus amores, sus utopías, son los artistas que van a expresar de manera más acabada
a través de su sensibilidad frente al mundo. El artista es una ciertas variables con que actuó el grupo de vanguardia en
individualidad feroz. Aún adhiriendo a ideas colectivas y a ciudades capitales como Berlín, como París, como Munich.
proyectos políticos revolucionarios, lo que expresa es esa Eran grupos de artistas en general jóvenes, que trabajaban a
nueva sensibilidad intimista, que capta o puede manifestar partir del principio de lo irreverente ante todos los valores
quizás antes que el resto, lo que le incomoda. consagrados. Impertinente no sólo con respecto a valores
Las vanguardias plantean entonces, por un lado, la ne- sociales y culturales establecidos, sino también con respecto
cesidad de una nueva imagen crítica del mundo. El literato, al propio público burgués que asiste a las representaciones.
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La vanguardia lo primero que hace es agredirlo porque […]
ése es su principal adversario, el que asiste a la experiencia Ese privilegio de autonomía tiene su costo, el estar dis-
del arte creyendo que va a encontrar el viejo y clásico arte tanciado de la fragua de la vida. El sueño de las vanguardias
de consuelo y de espiritualidad equilibrante. También se es integrar el arte a la vida, también puesto de manifiesto
produce la reacción de ese público burgués que termina por el Dadaísmo. Es hacer desaparecer el arte como una
tirándoles monedas, o echándolos de todo escenario de experiencia autónoma, el arte en manos de artistas, el arte
vanguardia. Las vanguardias estéticas trabajan en términos como un don de elegidos o situado en la histórica galería de
absolutamente provocativos. Con su vocabulario, con sus los genios, de la creación excelsa, sobrehumana, objeto de
búsquedas formales, con sus lenguajes, que escandalizan a homenajes y distancia infranqueable. La idea utópica de las
ese buen burgués de principios de siglo, de 1910, que no vanguardias es que todos seamos artistas; esto posiblemente
podía concebir que en el nombre del arte se hiciese lo que provenga de una legendaria saga utopista occidental, que
hacían las vanguardias. ya desde el 1500, en la vasta literatura utópica, postulaban
Las vanguardias se plantean contra la consagrada au- un mundo distinto a conquistar, donde todos trabajasen y
tonomía del arte moderno. La modernidad en sus inicios, creasen, cumpliesen con las obligaciones que fijaba la socie-
siglo XVIII, XIX, planteó la esfera particular del arte. Así dad y tuviesen amplio tiempo libre para dedicarse también
como había ciencia, con había política, filosofía, también al arte. Pero las estéticas vanguardistas nunca van a poder
había una esfera particular del arte. Es sirvió no sólo para superar ese problema de la autonomía del arte, de su ser es-
liberar al arte de sujeciones a otras esferas, sino para enfren- fera específica donde finalmente terminan almacenadas las
tarlo a su propio dilema de estética y ética desde la libertad obras de artes, también las vanguardistas. Precisamente las
creadora. Desde esta nueva perspectiva, autónoma, el arte propias obras plásticas y literarias dadaístas, después de todo
estaba dedicado a lo largo del siglo XIX a plantear un ideal lo que hicieron en el furibundo nombre de romper y dejar
de cultura burguesa. A plantear lo otro con respecto a la atrás el arte, están hoy en los museos como arte consagrado.
miseria del mundo. La armonía, la belleza, la unidad, lo Esta quizás es la respuesta más irónica que le da la historia
orgánico, era precisamente el arte como un ideal moral a las vanguardias.
pedagógico burgués. Un camino de formación en valores […]
universales, intemporales, inmortales, una escuela jerar- Sin duda, entre 1910 y 1930, se vivió en lo artístico
quizada como formas de mirar el mundo, de asumir sus europeo sobre todo –pero también con influencia en
aspectos críticos, de desarrollar una sensibilidad superior. estéticas latinoamericanas de vanguardia– un momento
Actualmente nosotros seguimos pensando el arte como extremo, un momento de tránsito de primer orden. En la
un ideal. Si leemos una obra de Shakespeare, Hamlet por historia había quedado, por un lado, un enorme vacío. Lo
ejemplo, allí se encuentran grandes problemáticas que vivido, el gran sueño burgués ilustrado, incuestionable, era
desgarran lo humano, grandes personajes que traspasarán ya ilusorio pasado. Toda la gran promesa de la modernidad
todas las épocas de lecturas: de muchas maneras esa obra racional, civilizatoria, humanística, utopizada desde el siglo
nos remite a una comunión con un mensaje estético ideal. XVIII, sistematizada a lo largo del XIX, quedaba destrozada
El arte aparece como una esfera autónoma. Un mundo no por una guerra donde economía, ciencia, técnica y cultura
sólo absolutamente diferenciado del resto, sino aglutinando habían contribuido a la gran matanza. El mundo aparece
aspectos sensibles, trágicos, éticos de lo humano que ningu- como en ruinas. El artista se transforma en un exiliado de-
na otra esfera del saber va a poder alcanzar. Como si hubiese finitivamente, no ya por psicología personal, por bohemia
otro mundo creado en el mundo, otra historia junto a la ideológica, por pose, sino porque el arte no puede sortear
historia. Nadie le va a exigir nada al arte. Sólo que sea eso, ese dar cuenta de lo acontecido y de sus secuelas. Se concre-
que se consume como creación auténtica. Puede hacer con ta para siempre el largo divorcio que se venía anunciando
nosotros lo que quiera en términos de sensibilidad, de co- entre el artista burgués y su clase de pertenencia burguesa.
nocimiento, de belleza, de horror, de muerte, de emergencia Ya no quedan resquicios ni postergaciones. No hay ningún
de lo diabólico. Nadie le va a exigir mesura, adecuación a valor que pueda ser sostenido, realidad que sacude al arte
supuestos valores establecidos, límites, fronteras, respeto a moderno que se había instituido en la problemática ética
los códigos penales. Si el héroe mata a su padre, el autor no y estética como fundamento de actuación. La palabra, el
va preso. Sólo se le exige en dimensión del lenguaje, su amo- dibujo, el color, el sonido, la forma, los modos artísticos
roso objeto. Ahí nos volvemos sensibles, nos abrimos a los se sienten sacudidos por esa fragua de volver a representar
otros universos, nos sumergimos en lo sublime del dolor y un mundo desfondado, para recobrar un sentido del arte
la espera redencional. El armado racionalizador del mundo que dé cuenta de esa relación estético-ética a recomponer.
burgués sitúa al arte planteando sus cosas específicas en una Todo queda involucrado en la masacre, el asesinato, en el
suerte de intervalo, de lo real suspendido, para que el buen genocidio que significa toda guerra. También el arte de lo
burgués se sienta que también puede acceder a un mundo bello, de las instituciones, de las academias, de los museos.
de cuestiones “ética-estéticas”. Gesto aparatoso, infinito, desmedido del artista, como sub-
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jetividad rebelde y al mismo tiempo confundida, que busca judeocristiano desde la pérdida del Edén y su necesidad de
testimoniar no sólo sobre la sociedad, sino ahora esencial recuperación a través de una larga, infinita marcha históri-
y fundamentalmente sobre el arte, sobre sus instrumentos, ca, humana, por los desiertos.
sus técnicas, sus legados, sus palabras, sus lenguajes, sus có- Luego, la vanguardia plantea que hay un determinismo
digos, su papel. De ahí renace el arte, desde una sensibilidad histórico. Por donde avanza la vanguardia va a pasar la his-
exacerbada, para trazar un valioso surco en su historia mo- toria. Eso es inexorable. Lo que hace la vanguardia es ade-
derna, donde también pero no sólo las vanguardias inter- lantarse. Esto lo vemos tanto en el arte como en la política.
vienen. Escritores como Robert Mussil, Franz Kafka, James Como la historia es lineal, si vos te adelantás, el grueso, el
Joyce, Thomas Mann no pertenecen a ningún grupo de proletariado o el rebaño va a pasar detrás. Pero por donde
vanguardia, pero también forman parte de un último tramo vos ya estuviste, donde ya hiciste las señales para que ven-
fecundo de modernismo en el arte, grandes novelistas de gan para este lado. Es decir que las vanguardias, por más
nuestros siglos, que especularán y experimentarán con sus que estén criticando el progreso capitalista burgués, creen
específicos materiales estéticos, paralelo a las vanguardias en la idea de progreso fijado por la lógica de la modernidad
como el Dadaísmo, el Futurismo, el Surrealismo, lo que capitalista desde sus albores productivos.
ha quedado de los sueños y los valores de la modernidad. Por otro lado, si la modernidad es la renovación de todo
Precisamente el artista es aquél que exacerba su sensibili- permanentemente en función de un presente de oro y de
dad, la agiganta, la desfasa, testimonia desde su capacidad un futuro a concretar, las vanguardias son la expresión más
artística las contrarrepresentaciones establecidas del mundo. clara de eso. Son la absoluta novedad. La idea más acabada
También y a su manera, el artista de vanguardia cumple esta de que se trata de crítica y proyecto. Por eso arrasan con el
nueva misión crítica renovada. Convocar a la gente como pasado en su vehemente gesto estético y político.
hacía el Dadaísmo, ir a un escenario y tirarle un huevo por […]
la cabeza a alguien, que es lo que a veces realizaban tratando La vanguardia trabaja sobre varios presupuestos. Por
de demostrar que todo era una farsa, también ese arte que un lado, que está viviendo una época de tránsito, una épo-
venían a buscar, formaba parte de una época donde el arte ca donde algo se está cayendo –un mundo a partir de la
vivió su último gran momento teórico reflexivo de esplen- Primera Guerra–. Por otro, que hay una crisis extensa. Un
dor y de obras de ruptura auténtica. Todo el arte moderno mundo terminó y algo tiene que venir. La crisis no es sola-
y de vanguardia cuestiona de distinta manera la época y su mente algo que se cae; la crisis es una re-fecundación de las
arte institucionalizado. Y es a partir de ese cuestionamiento, cosas. La crisis es provocada por todo lo nuevo desconocido
de ese febril experimentar, de ese trabajar con los lenguajes que anuncia una historia nueva. En esa historia nueva, a
contra los lenguajes, de ese procurar otras escrituras, que lo mejor lo que se hace necesario –como va a decir parte
se constituye otro tramo del arte entre 1910 y 1940. En del Expresionismo, otra de las vanguardias radicada esen-
ese lapso se yerguen los movimientos de vanguardia, parte cialmente en la plástica, la literatura, la música y el cine
sustancial del arte moderno del siglo XX; vanguardia que alemán– es la catástrofe. Hace falta otra expresión del dolor,
se arroga el derecho artístico de proclamar, en resumidas del miedo, de la erótica, de la esperanza y la violencia huma-
cuentas, que todo lo que se hizo hasta ahora no sirve para na para volver a re-conocer lo verdaderamente humano. La
nada. Esa es la nueva fortaleza del arte vanguardista en la crisis plantea que desde allí se emerge como un tiempo nuevo.
modernidad avanzada: arrasar con todo el pasado en pos […] Eso es básicamente lo que vive el artista de vanguardia:
de resistir, de seguir otorgándole al lugar del arte el de otro lo que fracasó es el burgués. Se necesita un hombre nuevo.
posible proyecto humano, el sitio de la desajenación, el ¿Y qué hacer? Marx va a decir que el proletariado es la
sitio del último resto de verdad y libertad, de lucidez, de clase que está esperando. El artista va a decir que no sólo el
conciencia desaparecida. proletariado, sino todos aquéllos que se liberen de las cade-
[…] nas culturales concientes e inconcientes. Pero todos tienen
¿Cuáles son los elementos que estructuran una idea un enemigo: el burgués de ese fin de siglo XIX y de este
de vanguardia? Primeramente, la vanguardia plantea una principio de siglo XX, aquél que no supo llevar la historia a
concepción lineal de la historia. La historia es un proceso buen puerto. Las trincheras de la muerte certificaban que la
unitario y complejo que avanza linealmente, desde un historia había acabado mal. Entonces hay no una crítica a la
punto hacia una meta. Se postula una meta, una secuencia, modernidad, sino a la modernidad bajo predominio burgués.
no se va a cualquier lado, a la nada, como se piensa hoy. […]
¿Hacia dónde vamos? […] La idea de vanguardia es que El arte todavía sigue planteándose, en algunas de sus
se avanza claramente hacia un lugar. Esto es modernidad manifestaciones actuales, la posibilidad de aparición de una
por excelencia. Bueno, el de derecha puede tener una meta, nueva vanguardia. Todavía se sigue pensando en la idea de
el de izquierda puede tener otra meta, el artista otra, pero nuevas vanguardias, a pesar de que nada en esta atmósfera
la historia es “un camino hacia”, como lo fija lo bíblico aparece hoy muy claramente al respecto. Esto no significa
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que no aparezca más. En todo caso la vanguardia necesita Anderson, se coagulan como “ismos” que procuran adecuar
tener esta atmósfera para constituirse. Ahora bien, ¿quién es el mundo de valores, conductas, visiones de vida, prácticas
el que hace, el que constituye, el que integra la vanguardia? del mundo vital, a la altura de la propia modernización que
Ahí está el artista. El artista generalmente en la ciudad. El viene sufriendo la historia en su conjunto. Podríamos decir
artista en la metrópoli, el artista marginal. […] El que se que después de casi ochenta años de cierto statu quo, aparece
anticipa, el que se adelanta al propio curso de la historia, el en Europa, entre 1900 y 1925, un cuadro convulsionado de
que marcha a la cabeza en los procesos sociales y culturales. guerra y revolución, donde se termina un siglo de supuesta
El que ejerce una crítica desde un sitio y una conciencia pre- paz, la “bella época” del buen burgués, y la historia concreta
cursora. El que busca demoler lo viejo, señalar lo que debe otra vez pasa a ser discutida en acto, en acción, es decir,
quedar atrás y marcar el camino de lo nuevo que necesita con un nuevo actor, la masa, inéditamente movilizada por
emerger. El hombre de la vanguardia. proyectos, doctrinas, perspectivas de confrontación, males-
tares profundos. La vanguardia estética, en ese sentido, se
plantea dentro de su campo, y más allá de él, este rechazo a
Estética y rupturas: las tradiciones estéticas, y a la vez y concomitantemente la
Expresionismo, Futurismo, Dadaísmo denuncia a las morales, a las costumbres y a los valores so-
ciales establecidos y anacronizados por los nuevos vientos de
La idea de vanguardia se plantea como profunda crítica la historia. Plantea que no hay un gusto artístico universal,
y al mismo tiempo como una utopía de cambio en un de- para siempre, sino que cada época, cada tiempo tiene sus
terminado momento de lo moderno, signado básicamente gustos, sus modos, sus formas de expresarse. La vanguardia
por el episodio de la Primera Guerra Mundial. Al concluir vienesa, ciudad que también tuvo sus sectores de artistas
esta guerra, con las secuelas que deja en Europa, emerge avanzados, va a plantearse el lema: “A cada tiempo su arte,
claramente para la intelectualidad de ese momento, para el al arte su libertad”. Este tiempo del arte que quiere expresar
artista, el pensador, para aquéllos que conforman el mundo su época, estos grupos que quieren expresar en ideas y en
de las ideas, dos visiones: por un lado la visión de que la creación lo que está aconteciendo como escena del presente
catástrofe cultural, espiritual aconteció, y con ella, la muerte absoluto, se encuentran en un mundo ya modernamente
o al menos la agonía de esta narración de la razón burguesa reconstituido, el mundo de la gran metrópoli, el de las
ilustrada que había prometido la vida plena en la autonomía grandes masas, el de las multitudes, el de la máquina, el
del individuo asumiendo su definitiva libertad. Por otro de las mutaciones en el campo de la comunicación, el de
lado, el fin de la Primera Guerra Mundial coincide con la la aceleración técnica, el de la velocidad, las nuevas formas
primera gran revolución social en Rusia, la llegada al poder productivas seriadas, el monumentalismo fabril y los nuevos
de la vanguardia leninista. Ya en 1918 Lenin y Trotsky conocimientos científicos aplicados de lleno a la industria.
están en e! poder de la URSS. Aparece de manera rotunda También la vanguardia se siente sacudida, aturdida por este
la idea de que “éste” es el momento preciso para cambiar la mundo, que es un presente que necesita su expresión estéti-
historia, para reformular el mundo, para terminar con lo ca específica, metropolitana.
que no había dado resultado. Con el triunfo de este nuevo Van a aparecer distintas variables y tendencias. Lo
sujeto de la revolución, el bolchevique, paradigma de la fi- importante es lo que en el fondo plantea el artista de
gura del vanguardista, aparece un amplio –fanático a veces, vanguardia al mundo. Lo que plantea son las formas que
dogmatizado otras– campo utópico que cala muy hondo en adquiere esta otra realidad que se hace presente. La bús-
el espíritu de las vanguardias en el campo del arte y de la queda, la expresión, el armado, la constitución profunda
política. El bolchevique, un “nuevo hombre” victorioso, el y confusa de otra realidad emergida del conjunto de los
artífice de la revolución, el adelantado de un mundo reno- acontecimientos y referencias que se precipitaron sobre
vado, el ocupante de un nuevo Estado prometeico, incidirá la historia del hombre. El planteo de que más allá de la
no sólo en la cultura de las izquierdas sino también en los realidad legal, supuestamente “unitaria”, legitimada que
ámbitos de las derechas, como prototipo del imprescindible uno vive, hay otras realidades, inéditas, sin antecedentes,
actor social que exige la época. críticas, que el artista se siente llamado a tratar de descubrir
Decíamos también que lo que surge en las vanguardias y manifestar. Fragmentación, fugacidad, precariedad, irisa-
artísticas como elemento determinante y sustentador es un ción de lo real, balcanización de la sensibilidad, opacidad
rechazo a la tradición estética, pero que no solamente se de lo evidente, transparentación del secreto, desagregación
da en cuanto a las obras artísticas que heredaban, sino a la de la experiencia en lo urbano masivo. En las vanguardias
tradición como mundo de valores, de conductas, de cos- va a darse de distintas maneras esta búsqueda de esa otra
tumbres, de ideales, de metas, que el artista plantea superar, realidad que auténticamente redefine la subjetividad, la
eliminar, para empezar algo nuevo. En este sentido, las van- sensibilidad del hombre moderno, como si por detrás de
guardias, como afirma el téorico marxista de la cultura Perry las apariencias de lo real se percibiese una realidad esencial,
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olvidada, extraviada por el fárrago de los acontecimientos, La discusión sobre lo bello está muy ligada a esta variable
necesaria de ser descubierta, repuesta, llevada al lienzo, a la de representación de lo real. El planteo de vanguardia,
música, a la literatura, a la danza. ¿Qué era ahora el hombre, hija en este sentido de la propuesta de Baudelaire, el poeta
la experiencia de lo humano? ¿Cómo representar un mundo francés de mediados del siglo XIX, va a ser que no hay
que aparecía de pronto como irrepresentable de acuerdo a belleza permanente, que la belleza es fugaz, circunstancial,
clásicos cánones modernos del arte? perseguida inútilmente, en todo caso. Que está marcada
Básicamente se viene de un larguísimo período donde por las convenciones, por valores históricos dominantes y
había gravitado el realismo del siglo XIX en las expresiones las modas sociales. Que la belleza moderna no es lo armo-
estéticas, es decir, la imprescindible adecuación del arte a nioso, lo orgánico, lo agradable, lo placentero, lo unitario,
la imagen que tenemos de lo real. La vanguardia confronta sino la discusión del propio artista con su obra, la crisis de
con esa variable romántica, realista, naturalista, impresionis- ese artista con su obra, que la belleza, el arte en definitiva,
ta que había atravesado el siglo XIX, la combate expresando es preguntarse de ahora en más qué es el arte, si persiste el
que “esa realidad” es apenas una realidad más, y más que arte, si se puede extremar un poco más ese sueño del arte.
esto, el presentar realistamente las cosas desde el arte es caer Que la belleza moderna es la cita de lo circunstancial, de la
definitivamente en las apariencias, en la mentira, en lo ilu- moda, con lo eterno.
sorio de la vida y de las relaciones humanas. El mandato del […]
arte es la búsqueda de esas otras realidades invisibles, disgre-
gadas, mutiladas, agrietadas, que no se hacen presente sino Vamos a ver, aunque sea a vuelo de pájaro, algunas ca-
a través de una nueva intuición, imaginación, investigación, racterísticas de ciertos movimientos de vanguardia para tra-
experimentación, en ese acto complejo y profundamente tar de poner de relieve cómo se posicionaron y cuestionaron
subjetivo de la creación. Esto significa que lo que ponen en el mundo dado y sus representaciones. En primer término
el tapete las vanguardias es que exclusivamente el lenguaje vamos a hablar del Expresionismo, que es un movimiento
construye la realidad. El lenguaje no refiere a un mundo pre- literario, plástico y cinematográfico fundamentalmente,
viamente preexistente que el lenguaje va a buscar, descubre que si bien reconoce sus antecedentes en París, que era la
y hace un esfuerzo inigualabie por retratar adecuadamente. ciudad que recibía y nucleaba los mayores movimientos de
El lenguaje construye la realidad –no va en busca de una vanguardia en esa época (hacia ahí van los artistas porque
realidad constituida “de verdad”, frente a la cual hace de es una ciudad efervescente en cuanto a discusión e inspi-
mero intermediario. No es una mimesis precaria, una copia ración estética), el Expresionismo va a tener su momento
lograda, un reflejo adecuado de cómo es el mundo “de ver- más rutilante, fuerte, preciso y consistente en Alemania. Es
dad”. […] La realidad es constitución del lenguaje. Esa es básicamente un arte de oposición. Oposición a lo que era
la crítica de las vanguardias: del Expresionismo, Cubismo, esa Alemania, a lo que ya Nietzsche denunciaba a partir del
Dadaísmo, Surrealismo, Abstraccionismo; crítica a la apa- burgués bárbaro alemán, del filisteo –como lo llamaba–, tan
riencia, a la falsedad del realismo. […] Lo que plantean las seguro de sí mismo, tan hipócrita, buscador de éxitos mate-
vanguardias es que el lenguaje constituye la realidad, y de riales, mezcla de tradición, autoritarismo y fe en la ciencia
acuerdo a cómo trabajemos nosotros el lenguaje, así tendre- y el progreso, y tan ocultador de las miserias de la propia
mos la realidad. Y que no hay una realidad de verdad y otra Alemania guillermina en que vivía.
realidad de mentira. Lo que construye el lenguaje es verdad Expresionismo. Este resaltar el expresar del artista, se
en tanto que lenguaje. Después lo podemos discutir, pero la va a enfrentar básicamente como teoría estética a las ideas
propia discusión propondrá otra realidad en discusión, que realistas, a las viejas ideas impresionistas que habían apare-
también será construcción del lenguaje. cido en Europa en los últimos veinte años del siglo XIX, y
[…] va a plantear que lo real no es fundamentalmente aquello
Por otro lado, y al calor de este problema, las vanguar- que vemos en lo exterior, sino aquello que surge en nuestra
dias van a tratar de establecer distintos criterios de belleza. interioridad cuando vemos, percibimos, intuimos, o produ-
Esta es otra problemática: qué es la belleza. Esto lo discutió cimos algo. La expresión del artista es el punto donde ancla lo
filosóficamente la originaria filosofía griega, los diálogos real descifrado o descubierto por este mismo artista. El planteo
sócratico-platónicos, centenares de años antes. Frente a la de la vanguardia expresionista, a diferencia quizás de otras,
mutiplicidad de la belleza en el campo de lo sensible, la es un planteo de búsqueda profunda, casi mística, de la
necesidad de la búsqueda de la belleza metafísica, de lo bello esencialidad de lo real. A partir de esa obsesión, de dura
en sí. ¿Hay un canon definitivo de belleza para todo tiempo crítica a la realidad histórica de ese momento, atravesada
y lugar? ¿O la belleza es la construcción de época que puede por la guerra y atravesada por infinidad de injusticias y de
hacer un artista a partir de determinado gusto, determinada irracionalidades.
forma, determinada imaginación, determinadas convencio- German Bahr, escritor de las vanguardias vienesas, va
nes, como afirmaba un siglo y medio atrás el romanticismo? a plantear: «Nosotros ya no vivimos. Hemos vivido. Ya no
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tenemos libertad, ya no sabemos decidirnos. El hombre está imagen del mundo sea reflejada íntegra y neta. Y esto puede
privado del alma, la naturaleza está privada del hombre. acontecer sólo a través de nosotros. El artista expresionista
Nunca ha habido una época tan desorientada por la deses- transfigura todo su ambiente. El no ve, mira. No cuenta,
peración, por el horror y por la muerte». Se está refiriendo vive. No reproduce, recrea. No encuentra, busca. A la
indudablemente a las consecuencias de la guerra. «Nunca el concatenación de los hechos, fábricas, casas, enfermedades,
hombre ha sido tan pequeño. Nunca ha sido más inquieto. prostitutas, gritos y hambre, se sustituye en transfiguración.
Nunca la dicha ha estado más ausente y la libertad más El mundo ya existe, no tendría sentido hacer una réplica
muerta. Y he aquí que grita la desesperación». Gritar la de él. La tarea principal del artista consiste en indagar sus
desesperación es un elemento vital del Expresionismo. Ellos movimientos más profundos y su significado fundamental,
van a hacer un planteo estético y ético de lo que significa y en volverlo a crear».
el grito. No la palabra, no la comunicación aplacada, for- Desde la angustia y la desesperación de un mundo
mal, racional, sino el grito. «El hombre pide gritando su constituido en la guerra, en la pérdida de las promesas de
alma. Un solo grito de angustia se eleva de nuestro tiempo. felicidad humana, el artista trata utópicamente de pensar
También el arte grita en las tinieblas, pide socorro, invoca el que hay otra realidad; que si llegamos a descubrir su esencia,
espíritu. Eso es el Expresionismo», dice Bahr. su secreto, a desentrañar su forma invisible, puede llegar a
Encontramos entonces, primero, una descripción abso- ser esa otra realidad la que permita superar nuestras angus-
lutamente angustiada del artista frente a su época y frente tias, y a través de la cual el propio mundo pueda empezar
a su propio lugar y vida en esa época. No está hablando otra historia. El punto de la desesperación, de la congoja,
sólo de aquéllos que viven en la miseria y en la angustia de la negatividad que aparece en las palabras de Bahr, tiene
social y material. El arte está absolutamente angustiado en realidad un trasfondo utópico. Una visión invisible por
en su intento de radiografiar al mundo. Frente a esto, el detrás de lo informe y lo canallesco del mundo. Acá, esti-
Expresionismo se propone expresar qué es lo real, desde mados estudiantes, nos volvemos a encontrar con tres tipos
este sentimiento, desde la idea de que es la conjunción de de personajes: el que lo ve todo bien y no quiere cambiar
este sentimiento de plena subjetividad con lo real, lo que va absolutamente nada, aquél que ni siquiera le interesa saber
a producir la verdadera realidad a mostrar. Por lo tanto, el si la cosa es linda o fea y se deja llevar; y aquél que ve las
Expresionismo va a buscar traducir el instinto del hombre, cosas de manera angustiada, dolorosa, pero lo hace desde un
aquello censurado íntimamente como persecusión de la fondo utópico desesperado, el artista expresionista. No un
realidad más auténtica. Hay mucha influencia de lo psicoa- fondo particularmente pesimista. El esfuerzo del artista es
nalítico en ese momento estético, aportado por Freud y por ése, su voluntad por ver las cosas exageradamente sufrientes,
Jung en sus trabajos. El arte va a tratar de mostrar lo cen- y a través de esta radicalización de la mirada, poder expresar
surado, lo clausurado, va a tratar de expresar esas honduras ese otro sentimiento utópico: pensar que queda todavía una
humanas que tanto le cuesta al hombre expresar, contra lo realidad por descubrir, por pensar, por sentir, por vivir. Que
que estéticamente se considera que hay que mostrar, frente detrás de esa cosa horrible, horrorosa, injusta del mundo,
a lo que se considera que está legitimado como “expresable”. hay algo que pueda ser rescatado, la esencia de lo real, del
El Expresionismo va a tratar de reivindicar la violencia de mundo, de la vida. El porqué del hombre, de lo humano.
ese grito estético. El grito es una situación de violencia. El Lo real inmediato, visible, exterior, es entonces una
grito no es un diálogo amable, ni siquiera es un diálogo. Es apariencia, un velo, una opacidad. La verdadera realidad
simplemente un grito. No hay posibilidad ni de preverlo ni sería esa esencia, ese núcleo, esa abstracción con que noso-
de responderlo. tros atravesamos la apariencia de lo real: eso sería la verdad.
El Expresionismo, que intenta la búsqueda de la realidad El pensamiento es utópico místico, no es que niegue la
desde el mirar del artista su propia interioridad, va entonces realidad. Afirma que esa realidad es una apariencia, un
a reivindicar ese refugiarse del artista en su propio espíritu engaño, una representación de los poderes, un fruto de pe-
para mostrar lo que verdaderamente hay afuera. Esta bús- sadillescas racionalizaciones. Pero si nosotros utópicamente
queda que va de adentro hacia afuera lleva al Expresionismo la desentrañamos y expresamos desde nuestra subjetividad
a mostrar no ya lo bello del mundo, sino la miseria que angustiada, encontramos la esencia de la realidad, lo verda-
produce este tipo de angustia estética. Edschmid, un teórico dero. Es decir, se trata de captar estéticamente de la realidad
de Expresionismo, lo va a retratar de esta manera: «Dios nos su núcleo esencial. Una representación todavía ausente,
dio la tierra, un paisaje gigantesco. Hay que saberlo percibir todavía no desplegada, enmudecida, callada, latente en la
de modo que nos llegue intacto, que nos demos cuenta que expresión. Hay una metafísica de la realidad por parte del
no debemos captar su verdad en lo que aparece como una artista expresionista.
realidad exterior. Debemos construir nosotros la realidad, Va a haber dos grandes grupos expresionistas: uno, el
encontrarle el sentido al objeto, no conformamos con el grupo Die Brücke [El Puente], que va a transmitir esto que
hecho supuesto, imaginado u observado. Es necesario que la estamos diciendo de la manera más acabada, violenta y casi
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bárbara. Va a plantearse la vida en la ciudad, los seres en la que se presenta “la realidad” y con que todos quedan con-
ciudad, la miseria, el absurdo de la ciudad, todas las varia- formes habiendo visto algo. El artista de vanguardia no tie-
bles anti-vida que aparecen en la ciudad, la violencia propia ne mayor interés en dejar conforme a alguien, que a alguien
de la ciudad en cada uno de sus anónimos habitantes. La le guste algo, que alguien vea en el arte una confirmación o
vida artificial, antojadiza, que uno vive muchas veces en la reproducción de lo que previamente piensa del mundo. El
ciudad, y al mismo tiempo, una galería de los nuevos y mo- arte de vanguardia va a provocar, va a romper, a quebrar en
dernos sujetos condenados de la ciudad. El Expresionismo su representación de la realidad, las buenas conciencias y sus
va a trabajar en ese sentido figuras muy particulares, donde expectativas estéticas.
va a aparecer muy reiteradamente la soledad del hombre en Este grupo tiene actitudes mucho más refinadas y aris-
la ciudad. Van a ser criaturas fantasmales, espectros, mario- tocráticas que el de El Puente. Discute con El Puente, con
netas que andan por la ciudad, sin norte ni destino, pero aquella especie de barbarización que hacen de lo violento
que son personajes de esa época de ciudades alemanas, de de la vida. Franz Marc lo va a plantear así: «Todas las cosas
una época muy congestionada y violentada por la guerra, la tienen su envoltura y su hueso, su apariencia y su esencia,
miseria y la muerte. El Expresionismo de Die Brücke va a su máscara y su verdad. Si nosotros alcanzamos solamente
trabajar los lugares donde se nuclea lo que para el buen bur- la envoltura en lugar de la esencia de las cosas, si su máscara
gués es la escoria de la ciudad: las tabernas, los prostíbulos, nos guía hasta el punto de que nos impide encontrar la ver-
los bajofondos obreros, lugares que hoy mismo, nosotros, dad, ¿en qué medida esto influye sobre la claridad interior
habitantes de la ciudad, sabemos que son lugares donde “es de las cosas? Ya desde muy temprano sentí que para mí el
mejor no ir”. Los lugares miserables, duros, olvidados de la hombre era feo. El animal me parecía más bello, más puro,
ciudad. Esto es lo que el pintor, el novelista expresionista, pero en él también descubrí tanto de repugnante y de feo
busca y retrata. Hay una aparición ya no sólo de una verdad que mis experimentaciones se volvieron intuitivamente,
esencial por detrás de la realidad aparente, sino la expresión por necesidad interior, siempre más esquemáticas, siempre
de una búsqueda de una realidad caída, espectral, morti- más abstractas. Arbol, flores, tierra. Cada año que pasaba,
ficada, deforme, ruinosa. Frente a lo bello como promesa todo me mostraba cada vez su aspecto feo, repugnante al
del arte, aparece lo feo, lo insoportable, lo desagradable, lo sentimiento, hasta que de pronto solamente ahora tengo
oscuro, lo irónico, lo brutal. Esta es la intensidad con que la plena conciencia de la claridad de la naturaleza y de su
trabaja el artista de vanguardia expresionista. pureza. ¿Qué cosa nos proponemos con el arte abstracto?
En el otro grupo importante expresionista, fundamen- Es el intento de hacer hablar al mundo mismo, en lugar de
talmente plástico, que se llama Der Blaue Reiter [El Jinete nuestra alma excitada por la imagen del mundo».
Azul], hay figuras fuertes en lo teórico y en lo creativo Para la mirada del artista el árbol es feo, el animal es
como Kandinsky, Marc y Paul Klee. Van a trabajar desde feo. ¿Qué expresa el artista? La realidad es fea. La realidad
otra perspectiva, más espiritualizada, no física, no violenta, con todas sus injusticias, con todas sus mezquindades, con
que va a hacer eje específicamente en la necesidad que tiene todos sus egoísmos, con toda la incapacidad humana para
el arte de hacer un pasaje de lo material a lo espiritual en ayudar al otro, la realidad que se transforma en guerra
esa coyuntura histórico humana. La vanguardia se asume donde mueren millones de personas, aparece como conste-
como situada en la ciénaga del materialismo del mundo, lación horrible al artista. ¿Qué va a plantear entonces? Va a
del consumo, del egoísmo, del sálvese quien pueda, de la borrar críticamente las supuestas representaciones fieles del
gente que vale por las posesiones y propiedades que tiene mundo. Los soportes miméticos que finalmente tranquili-
o no tiene, por las ambiciones absolutamente monetarias. zan más allá de lo que realistamente se haga presente en la
Este Expresionismo va a tratar de denunciar ese estado obra. Va a desandar, agotar la representación de lo sensible
de las cosas humanas y sociales, y a trabajar en un pasaje artístico. Va a silenciar las formas artísticas esperables. Va
estético hacia lo espiritual del hombre como camino que a notificar de su caducidad. Va a expresar lo indecible que
se va perdiendo irremediablemente desde las coordenadas resta de todo eso. Va a tratar utópicamente de abstraer la
modernas. Sería, para este artista de vanguardia, un pasaje esencia de lo real que estaría por detrás: digo utópicamen-
del mal al bien. En esa espiritualidad, subyacente, anhelada, te porque en esa esencia estaría una realidad que sería la
que se busca, está la esencia de lo real. Ya no la apariencia, promesa que el arte le hace al hombre. Si todo aquello se
sino la esencia. Para Kandinsky esa instancia es un momen- acaba en sus sedes representativas, si toda esta obscenidad
to absolutamente abstracto. Sus obras van a ser un primer y miseria se acaba, evidentemente todavía puedo abstraer,
gran momento del arte abstracto: son líneas, colores, trazos profundo ademán del espíritu, la posibilidad de otra vida.
sueltos que no tienen el menor sentido para el burgués de El arte de vanguardia, en ese sentido, es un proyecto de
aquel entonces que lo mira. Es una abstracción que em- fuerte contenido quimérico en su crítica.
prende el artista para ir en busca de una esencia espiritual de Kandinsky va a decir: «Nuestra alma, que apenas acaba
la realidad, que no es precisamente el clásico realismo con de despertar después de un largo período de materialismo,
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lleva dentro de sí los gérmenes de la desesperación que pro- estéticas, los cánones de lo bello, la necesidad de nuevas
cede de la falta de fe, de la falta de un fin y una meta. La formas expresivas.
pesadilla de las concepciones materialistas que han hecho de La proclama, el manifiesto, el panfleto, el documento
la vida del Universo un todo malvado y sin objeto, todavía de protesta, es para el Fututismo como para otras van-
no ha terminado». Hay una profunda tendencia espiritual, guardias, un arma que acompaña a la creación estética de
de abstracción, de borramiento del mundo, muy típica de la manera permanente. Pero en el Futurismo esta presencia
época expresionista alemana con fuerte carga mística, donde estética del manifiesto es más acentuada, más constante, y
aparece la condena al materialismo y al interés económico podría decirse, a veces más importante que la propia obra
con que el burgués funda la historia y el sentido de la his- artística. La proclama político estética, ideológico-artística,
toria. Frente a esto responde el arte de vanguardia tratando da cuenta de una tarea y un posicionamiento colectivo. Da
de reencontrar el viejo espíritu del hombre más allá de la cuenta de un decir que rebasa el propio objeto estético y
posesión de lo económico y de lo material. En Kandinsky necesita de una escritura. Da cuenta de una enunciación
este camino hacia la espiritualidad expresa el secreto de la que define el propósito del artista: llevar el arte a discusión,
realidad. Ese secreto sería la verdadera realidad. llevar la época al banquillo de los acusados, politizar el acto
El arte expresionista básicamente se transforma, enton- creador. El manifiesto en las vanguardias es una acción que
ces, en un grito de alarma, en la abstracción y salvataje de se funde en la actitud artística. No hay obra sin proclama,
la verdad humana extraviada. En un grito que es, no sola- tanto como no podría haber proclama sin obra. En el ma-
mente el grito, sino el silencio que antecede y perpetúa. El nifiesto las vanguardias ponen de manifiesto no sólo la crisis
artista lo que está demostrando es que lo único que quedó del arte moderno, sino la incapacidad de la propia obra, lle-
es grito o mutismo. Como el grito no tiene respuesta, des- gada cierta circunstancia histórico cultural, para exponerse
pués del grito hay silencio. El artista moderno, vanguardista por ella misma, y sólo desde ella misma, en términos de la
o no, es aquél que diría: «Señores, estamos entre el grito y el necesidad del arte.
silencio». El grito frente al absurdo de la vida, de la muerte, Para el Futurismo hay una modernidad arcaica, que
del vacío, del dolor, de la no comunicación, del egoísmo, debe morir, que se refugia en las academias, en los museos,
del mal humano. El absurdo de vivir en tales circunstancias. en las escuelas, en las iglesias, en los hogares italianos, en lo
Frente a esto se rebela el artista expresionista haciendo un retrógrado de las costumbres y valores de vida tradicionales
viaje hacia su propio interior y reapareciendo desde ahí italianos. Y hay una escena nueva, que es movimiento, mer-
con una suerte de secreto descubierto, a partir del cual va cado urbano capitalista, vida de la metrópoli, velocidad co-
a mostrar espiritualmente, y violentamente, de qué se trata municacional, vértigo de las novedades. Palabras-símbolos
la realidad, de qué se trataba lo real, de qué se trataba la que ellos van a utilizar permanentemente y remiten al ma-
verdad de lo real. quinismo, a la ultratécnica, a la industria de avanzada. Ellos
Hay otro movimiento de vanguardia, el Futurismo, que van a plantear la belleza de un avión frente al claro de luna
es claramente distinto en aspectos fundamentales a lo que romántico como acto mítico y popularizado de una estética
fuimos viendo con respecto al Expresionismo. El Futurismo romántica tardía. La belleza del automóvil frente a un cas-
es uno de los primeros movimientos de vanguardia. Nace en tillo en ruinas, que también era algo paradigmáticamente
Italia, el primer manifiesto es de 1909. Su líder, su figura romántico. La belleza del acero, de las grandes usinas, del
conductora, su mayor provocador de conciencias, es Filippo abigarramiento en las ciudades. La belleza de una bofetada
Tomaso Marinetti. Situado en Italia, una Italia retrasada a contra el beso romántico de los amantes. Dicen satírica-
principios de siglo, más rural todavía que urbana, con una mente en un manifiesto que lo mejor es que los amantes se
densa y pesada tradición cultural. abofeteen, se tiren de los pelos, pero no vuelvan a besarse
Ahí surge el Futurismo, un movimiento estético de bajo la bella luna en una noche cálida. El movimiento futu-
vanguardia violento, agresivo en sus proclamas, ideológica- rista es complejo; ellos, los que lo integran, son vanguardia,
mente situado como un ismo modernizador por excelencia. plantean rupturas en el plano de los lenguajes artísticos,
Contra los academicismos tradicionales de las antiguas y necesidad de innovación de estilos, modos y cosmovisiones.
retóricas universidades, contra una moral cristiana que en Trabajan en el exclusivo territorio de una actualidad lanzada
Italia pesa sobremanera en lo histórico –ahí acontece la al futuro. Reverencian la técnica y la sociedad productiva
larga historia de la santa sede de Occidente, el Vaticano–. a gran escala. Aman el progreso en todos los órdenes que
Frente a esto reacciona el Futurismo, seducido absoluta- plantea el sistema capitalista. Reivindican a los nuevos ac-
mente por las nuevas variables que muestra la vida moderna tores sociales por sobre los viejos. Llaman a la revolución de
capitalista: la ciudad, la técnica, la fábrica. Todo aquello las conductas, valores, normas y perspectivas de vida. Ellos
que para el expresionista es muestrario de duda frente al –quizás en términos literarios– son los que más llaman a
mundo, el futurista lo va a reivindicar. Lo que los hermana romper con la lengua literaria instituida, consagrada, respe-
es que tanto uno como otro están contra las tradiciones tada. Tienen infinidad de manifiestos: «por una palabra en
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libertad –como afirman–, sin reglas gramaticales para los cabeza de intelectuales, ensayistas y estetas que apreciaban
poemas, sin reglas sintácticas». Ellos llaman a abolir los ver- un mundo en decadencia de principios, narcotizado en
bos, los adjetivos, los sustantivos y los puntos gramaticales; sus ilusiones muertas, vaciado de ideales. La idea de que la
a escribir con lo que pueda restar de esa abolición. Es decir, guerra purifica, realimenta, revive los corazones, nos lleva al
tienen la actitud típica de las vanguardias, destruir un mun- borde de la iluminaciones, no sólo compete al Futurismo.
do estético que les molesta, o que consideran absolutamente En todo caso, esto también lo recibían de cierto mensaje
irracional por perimido, por anacrónico. nietzscheano que llamaba a jugarse a la aventura del hombre
El movimiento Futurista en su mayor parte, con consigo mismo más allá de las almas pusilánimes. El tiempo
Marinetti a la cabeza, terminará siendo uno de los principa- de las masas, el tiempo de la técnica guerrera, el tiempo de
les asesores del primer gobierno de Mussolini en el triunfal los asaltos violentos a los poderes, el tiempo de las guerras
ascenso del fascismo en Italia. Terminarán encuadrados en que templan, el tiempo de lo místico redentor, de la necesa-
eso que ellos aguardaban y de pronto vivían, la revolución ria destrucción para construir otro mundo, esas formas del
fascista, desestructuradora del antiguo orden burgués italia- tiempo impregnan, contextualizan y forman parte del tiem-
no. Algo les fascina del fascismo: su violencia disruptora, po de las vanguardias estéticas. Esto es absolutamente claro
su ideología guerrera, su desconsideración del débil, su en la vanguardia futurista, que la lleva a una reivindicación
desprecio a la democracia liberal, sus ansias renovadoras del del valor, del coraje, de lo temerario, de lo viril, del macho
espíritu nacional. El Futurismo ama y reverencia la guerra, frente a lo femenino –son absolutamente misóginos–, de la
los cañones disparados, las heroicas trincheras donde se energía para la acción, de la violencia, de lo nacional y lo
forja un nuevo sujeto moderno, donde se templa un nuevo patriótico. Una suerte de estetización bestial de la política,
espíritu de aventura cósmica. La vanguardia, en el caso de la guerra, de la muerte, del heroísmo, de las últimas ins-
del Futurismo, queda arrobada frente a los nuevos datos tancias, de la necesidad de derrotar al enemigo.
y referencias que anuncian el siglo. Su utopía es la utopía Algunos manifiestos futuristas son graciosos, irónicos,
capitalista exacerbada; pero al mismo tiempo, la desmesura contienen indudables variables de humor. De humor
futurista, plenamente estética, paraciera escuchar y celebrar sangriento. De humor negro. Ellos van a decir en un mani-
los latidos nihilistas que esa misma empresa del progreso fiesto de 1910: «El tipo inhumano y mecánico, construido
cobija. Su grito delirante, desenfrenado, es reverencial pero para una velocidad omnipresente, será naturalmente cruel,
ya cínico, bestial, sin matices. Su relación veneradora de la omnisciente y agresivo. Este es el tipo humano que quere-
técnica, de la fábrica, de la masa, nos muestra de la van- mos. Estará dotado de órganos desconocidos adaptados a
guardia, en este caso, un deseo irrefrenable de consumar el las exigencias de un ambiente hecho de choques continuos.
sinsentido que alberga la civilización. Hoy se encuentra con relativa facilidad, y vosotros podéis
[…] comprobarlo sin gran esfuerzo, hombres del pueblo des-
En todo caso, unas y otras vanguardias, a excepción tal provistos de educación y de cultura, pero que sin embargo
vez del Dadaísmo, no van a plantear una crítica cultural están dotados ya de esto que yo llamo la adivinación me-
profunda, de ruptura total con respecto a lo que expresa la cánica o el olfato metálico. Y es que estos obreros ya han
escena moderna productiva capitalista. El arte, en último sufrido la educación de la máquina y están en cierto modo
término, no puede desprenderse de su tiempo, de sus lógi- emparentados con los motores. Para preparar la formación
cas utópicas, de sus instrumentales de acción, de los haceres de este tipo inhumano y metálico de hombres multipli-
técnicos de su época, de “los adelantos” y las doctrinas que cados, es preciso disminuir singularmente la necesidad de
leen todo ese paisaje de manera crítica pero consustanciada cariño, sentimiento muy arraigado del hombre, que circula
con el avance de la historia. Llámese esa doctrina comu- a todo lo largo de sus venas. Nos es preciso reducir nuestra
nismo o fascismo. Lo moderno es la plenitud del hoy, la necesidad de afectos a ese mínimo y ya obtenido por ciertos
resonancia del presente embarazado de futuro, y en esa solterones de cuarenta años que sofocan fácilmente la sed de
horma las vanguardias son absolutas hijas críticas, pero hijas su corazón afectuoso con las calurosas locuras de un perrillo
al fin de su tiempo. De ese tiempo, lo que más rescatan es la de aguas revoltoso y saltarín. El hombre futuro reducirá su
audacia que lo aurolea. Para el Futurismo, que extrema de corazón a su verdadera función distributiva. El corazón debe
manera temeraria esa audacia de los espíritus emprendedo- ser en cierto modo una especie de estómago, de cerebro que
res, transformadores, modernizadores, la guerra es lo mejor se nutra metódicamente para que el espíritu pueda entrar en
que le puede suceder a un alma atribulada, a un proceso de actividad. A los jóvenes más apasionados yo aconsejo el cari-
decadencia espiritual, a un mundo que no tiene norte, ni ño a los animales, caballos, gatos, perros, porque ese cariño
sentido, ni ideal. Ellos reivindican la guerra, la maquinaria puede llenar de una manera normal su necesidad de afectos,
bélica, la bomba, la muerte como purificadora. Ellos llevan que la mujer no haría más que exasperar con sus caprichos
al extremo una ideología que al principio de la Primera y alicientes de sus carnes finas. Veremos desaparecer de este
Guerra rondaba en muchas partes de esa Europa, en la modo no sólo el amor por la mujer esposa y por la mujer
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amante, sino también y fundamentalmente, desaparecer el nihilismo como fondo de sus interpretaciones. Para Dadá,
amor por la madre, ligadura principal de la familia y como el arte ya no tiene posibilidad de seguir siendo de acuerdo
tal, rémora eterna para la atrevida creación del hombre futu- a las coordenadas con que se pensó modernamente. En el
ro. Atendiendo a esto, encontramos eficaz, por lo pronto, la naufragio del proyecto civilizatorio capitalista tampoco el
propaganda en pro del amor libre que disgrega la familia y arte queda absuelto y se transformaba en una pantomima
acelera su pronta destrucción. El inmenso amor romántico canallesca. Si 150 años antes el alemán Friedrich Schiller,
quedará reducido a la simple cópula para la conservación de poeta, dramaturgo y teórico, pensó lo artístico como el
la especie, y el contacto de las epidermis se verá al fin libre lugar de la mirada ética suprema y a la belleza como el sitio
de todo misterio acicalador, de toda pimienta estimulante donde la libertad dejaba lugar a la esperanza de otro tipo de
de pecado y de toda vanidad donjuanesca. Sencilla función hombre, para el Dadaísmo el arte estaba agotado, era gesto
corporal, como el comer y el beber. Pero hace falta para esto hueco burgués. Al arte había simbólicamente que ponerle
que los machos contemporáneos, al fin hartos de novelas una bomba y hacerlo estallar junto con el resto del mundo
eróticas y del doble alcohol sentimental y lujurioso, defi- y los valores burgueses. En este caso, la experiencia de Dadá,
nitivamente inmunizados contra la enfermedad del amor, se puede ver que el fenómeno de las vanguardias también
aprendan poco a poco a destruir en ellos todos los dolores marcan un límite del arte moderno. Un mirarse a sí mismo,
del corazón». donde queda abismado e impotente. Un punto de llegada
Tenemos otro manifiesto, donde afirman: «Queremos crítico para esa problemática sobre lo bello, que la moder-
cantar el amor, el amor al peligro, a la energía y temeridad. nidad estética jamás había podido resolver definitivamente.
Los elementos esenciales de nuestra poesía serán el valor, la Dadá es extremista, disonante, altanero en sus juicios,
audacia y la religión. Puesto que la literatura ha glorificado cargado de un humor implacable. Su discurso panfletario
hasta hoy la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño, la llama a dejar atrás el arte y saltar hacia la vida, a romper
introspección intimista –acá están criticando a los expre- con escuelas, estilos, legados y con las propias vanguardias,
sionistas–, nosotros pretendemos exaltar el movimiento porque las vanguardias siguen creyendo en el arte, y tal vez
agresivo, el insomnio febril, el paso gimnástico, el salto en este sentido sean la peor amenaza.
peligroso, el puñetazo y la bofetada. Queremos cantar al […]
hombre que domine el volante cuya espiga ideal atraviesa Dadá parte de una lectura nihilista del mundo de pos-
la tierra lanzada en el circuito de su obra». El Futurismo guerra; es decir, de una interpretación que vive la pérdida
adhiere a la utopía de la técnica, la utopía de que el mundo de todo sentido y fundamento. Dadá nace en 1916 en
va a ir mejor porque si hay aviones cada vez más rápidos, si plena guerra, cuando todo pierde consistencia y la realidad
hay autos cada vez más óptimos, si hay rascacielos cada vez europea se transforma en una inmensa granada que hace
más altos, quiere decir que el progreso y el hombre sigue estallar el mundo. Frente a esta nihilización, a esta pérdida
planteándose en términos de beneficio para este último. El de sentido de todo discurso humanista, ilustrado, burgués,
Futurismo lleva a su máxima consecuencia este momento liberal, Dadá radicaliza dicha pérdida de sentido, la lleva a
ciego de adoración de la técnica, de la velocidad, de la su extremo absoluto. Nada ya contiene el significado que
guerra y de la muérte, y no casualmente va a terminar en supuestamente contenía desde los discursos dominantes, ni
el fascismo. siquiera lo que están haciendo ellos, y mucho menos el arte
«Punto nueve: queremos glorificar la guerra, única hi- en ninguna de sus variables. Dadá son grupos de artistas
giene del mundo. El militarismo, el patriotismo, la acción en distintas capitales europeas, genios algunos, no tanto
destructora de los anarquistas, las hermosas ideas que matan otros, que se constituyen en vanguardia, en conciencia de
y el desprecio a la mujer. Deseamos demoler los museos y esta licuación de sustentos sobre los que se asienta una ci-
las bibliotecas, combatir la moralidad y todas las cobardías vilización creída en su progreso indefinido para la felicidad
oportunistas y utilitarias. Cantaremos a las grandes multitu- del hombre.
des agitadas por el trabajo». Acá hay mucho del pensamien- El creador del movimiento Dadá es un rumano exiliado
to fascista por excelencia: las grandes multitudes del trabajo en ese momento en Zurich, Tristán Tzara, que luego va a ir
bajo un orden capitalista-fascista, el amor sublimado a la a París y va a fundar el movimiento dadaísta en París, que
nación, la cultura patriarcal, machista, el desprecio a la mu- era la ciudad por excelencia de la experiencia artística. El
jer, los adelantos de la técnica y la glorificación de la guerra. dice, muchos años después: «La impaciencia de vivir era
Sin embargo, el Futurismo es un movimiento artístico de grande. Nuestro rechazo se extendía a todas las formas de
vanguardia. la civilización llamada moderna, a sus propias bases, a la ló-
Por último, vamos a señalar ciertos aspectos del gica, al lenguaje; y la rebelión asumía formas donde lo gro-
Dadaísmo, el movimiento que podríamos situar ideológica- tesco y lo absurdo superaban los valores estéticos». Estaban
mente entre una marcada tendencia anarquista por su forma más allá del arte, condenando al arte. Para el Dadaísmo
de confrontar estéticamente con el mundo, y un acentuado el arte moderno había cumplido ya su hipócrita misión,
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su papel estaba cancelado por las pústulas de la sociedad no les impide asumirse un destino histórico y heroico de
burguesa que lo había consagrado. El propio Tristán Tzara absoluta ambición. Sentían que estaban partiendo crítica-
dice: «Dadá nació de una exigencia moral, del sentimiento mente la historia en dos, aunque eran pocos y no tenían
profundo de que el bombre, en el centro de todas las crea- nada. Hoy reconocemos que en lo estético y en lo político
ciones del espíritu, debía afirmar sus supremacía sobre las estético cuestionador, el Dadaísmo es una experiencia de
nociones empobrecidas de la sustancia humana, las cosas enorme importancia no sólo como crítica al arte burgués
muertas y los bienes mal adquiridos». Aquí aparece clara- sino también como manera radicalizada de cuestionamiento
mente lo que es 1916, su atmósfera, el clima apocalíptico de directo al mundo de representaciones que conformaban el
la Primera Guerra Mundial en pleno desarrollo. Ellos están tapiz de la sociedad.
en Suiza, un país que no está en guerra. Están exiliados, y […]
por supuesto, están absolutamente enfrentados a la idea de Los dadaístas plantean que «cada página debe reventar
guerra y a la participación en la guerra; pero lo único que –idea de la implosión del arte–, ya sea merced a la seriedad
ven, lo único que viven, son cifras de muertos, trincheras profunda y grave, el torbellino, el vértigo, lo nuevo, lo
de cadáveres vivientes, utilización de gases tóxicos, bombar- eterno, merced a la burla aplastante, merced al entusiasmo
deos a ciudades. «Dadá –dice Tzara– nació de una rebelión, de los principios […] Yo se los digo: no hay comienzo y
que en aquel momento era común a todos los jóvenes. Una nosotros no temblamos, no somos sentimentales. Nosotros
rebelión que exigía una adhesión completa del individuo a desgarramos, viento furioso, las ropas de las nubes y de las
las necesidades de la naturaleza, sin consideraciones para la plegarias, y preparamos el gran espectáculo del desastre, el
historia, para la lógica, para la moral común, que es todo el incendio, la descomposición absoluta de todo». Esta es la
valor burgués que en ese momento estaba estallando; para típica atmósfera estética, cultural, de cuando se juntaban
el honor, para la patria, para la familia, para el arte, para la artistas dadaístas en un espectáculo, en un evento, en una
religión, para la libertad, para la hermandad. Nada de eso muestra. Existe un fondo de reírse de ellos mismos cuando
era cierto, en nada de eso creía el Dadaísmo». De ahí que el anuncian que iban a destruir todo. Lo que representan los
arte y los manifiestos político-artísticos dadaístas radicalizan dadaístas en sus actuaciones, lo que luego, en los '60, mu-
esa conciencia de hecatombe de la propia sociedad, que ha cho de esto heredaría el happening, provocaba y violentaba
mostrado que nada de la cultura moderna tiene significado a los burgueses consumidores de arte. En varias ocasiones
cierto, que todos los valores explotaron de un día para el terminaban a las trompadas, encerraban al público, no
otro, a partir de intereses bélicos, intereses económicos, dejaban salir a los espectadores, representaban escenas que
financieros que llevaron a quince millones de hombres a la nadie terminaba de entender, que aburrían ex profeso,
muerte. Entonces el artista, el sujeto que está en un cabaret hasta concluir el evento más en el campo de una crónica
–Dadá nace en un cabaret que los propios artistas fundan– policial que estética. Para el Dadaísmo el evento, la cita
va a rebelarse contra toda esa trama histórica de falsos valo- colectiva, la preparación entre calculada e imprevisible de
res, donde también está incluido, en un lugar privilegiado, un acontecimiento, era el objetivo a consumar. El deseo de
reverenciado, mitificado, el gran arte. Frente a eso, la risa revuelta momentánea, de agitar los ánimos, necesitaba vic-
hiriente, la burla ácida, la respuesta satírica. Hans Arp dice: timarios y víctimas, apostrofadores y apostrofados. Mucho
«Declaro que Tristán Tzara encontró la palabra Dadá el 8 de del hacer de la vanguardia exigía del artista poner el cuerpo,
febrero de 1916, a las seis de la tarde. Yo estaba presente con además de la obra. Transformarse en actores de la sátira.
mis doce hijos cuando Tzara pronunció por primera vez esta Representar la representación artística. Romper la calma,
palabra que despertó en todos nosotros un entusiasmo legí- satanizar el momento. El Dadá es sobre todo una revuelta
timo. Esto sucedió en el Café Terasse, mientras yo acercaba momentánea, una indisposición de los estados de ánimo,
un pastel a la ventana izquierda de mi nariz». donde el arte jugaba de elemento revulcionador, de oferta
¿Qué era Dadá? Los negros Kru africanos llamaban convocante. Lo grupal, en las vanguardias artísticas, es el
así al rabo de la vaca sagrada. Entonces le pusieron Dadá elemento esencial que les otorga vida: reunirse, proyectar,
al movimiento. En aquel momento, Zurich era refugio pelearse entre ellos, escindirse, desertar, ser expulsado por
de innumerables irregulares. Había desertores, emigrados hereje a la herejía de la vanguardia, acusarse mutuamente,
políticos, mafiosos, agentes secretos, hombres de negocios, reconciliarse esporádicamente, conforman el alma de movi-
artistas, literatos, poetas, llegados de distintos países por mientos como el Dadá y el Surrealismo.
distintos motivos. Y ellos fundan un teatrito, que en rea- […]
lidad lo llaman “cabaret”, donde se vende licor y actúan Les voy a leer un párrafo, una típica actuación de un
los poetas, los artistas: el Cabaret Voltaire, donde nació en poeta dadaísta montado sobre un escenario, y que decía:
1916 el Dadaísmo. El Cabaret Voltaire estaba situado en
el número 1 de la calle Spielgasse. Nace en este clima: son «Antes de que descendamos hasta ustedes para arrancarles sus
gente que se reúne, y el hecho de que sean diez o veinte dientes careados, sus orejas casposas, su lenguaje sarnoso, antes
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de que rompamos sus huesos podridos –se lo está diciendo El Expresionismo quería olvidarse, Dadá quiere imponerse.
al público–, abramos el pulmón catarral para que sirva de El Expresionismo era armónico, místico, angelical, baádrico.
abono para los campos, tiremos sus hígados al pozo, sus brazos Dadá supermístico. Dadá es el chillido de los frenos, el griterío
proletarios y sus riñones diabéticos. Antes de que confisquemos de los agentes en la Bolsa de Chicago ¡Viva Dadá!»
su espantoso sexo que resulta obsceno y degenerado. Antes de que
les estropeemos el apetito de belleza, azúcar, pimienta, filosofía Los dadaístas fueron sobre todo anarquistas. Querían
y ensalada de pepinos, matemáticas, libros, metafísica. Antes terminar con el arte, con la época, a la que celebraban de
de que les sumerjamos en vitriolo para limpiarles y purificarles una manera nihilista, como abrazándola para despedirla, y
enérgicamente, antes de todo esto vamos a tomar un buen con ella a un viejo hombre ya deshecho. No creían mucho
baño antiséptico. Les avisamos que somos los grandes asesinos en sus propias obras, las degradaban, pretendían nulificar-
de todas sus pequeñas novedades. Y finalmente, como dice esta las, negarlas, disolverlas en la disolución del mundo, pero
bonita canción, ji-ji-ji-ji-ji-ji-ji-ji-ji-ji, mirad cómo cabalga sus experiencias estéticas hoy son arte altamente cotizado en
Dios sobre un ruiseñor, que significa feo y bonito. Señora, tu cientos de miles de dólares y están en los grandes museos del
morro huele a leche de chulo, por la mañana, porque por la mundo, Nueva York, París, Londres, Berlín, Roma.
noche se le puede llamar trasero de ángel, loco por los lirios, ¿no
es encantador? Adiós, amigo mío, y muérete muy pronto.» Hemos tratado de caracterizar, en el plano de las ideas
y los planteamientos críticos sobre el mundo moderno, a
Esta es una actuación dadaísta, lenguage dadaísta, un tres experiencias de vanguardia artística que se dan en las
mensaje dadaísta. Disolvente, supuestamente desarticu- primeras tres décadas del siglo XX, en la pintura, la litera-
lado, tendido hacia una suerte de vacío denunciador del tura, la poesía, la música, el teatro y el cine. Hemos tratado
vacío. Desintegrador de todo punto de apoyo. Escéptico de averiguar y pensar sus manifiestos, sus proclamas, sus
del hombre, agresivo en las caracterizaciones del individuo argumentos escritos. La angustia de una subjetividad casi
común y corriente. Los dadaístas van a hacer una crírica al mística en el Expresionismo, a exaltación del moderno
Expresionismo como movimiento artístico. Hay un texto mundo técnico, industrial y bélico en el Futurismo. El anar-
donde dicen: quismo y la extrema irreverencia crítica en el Dadaísmo. Las
vanguardias, artísticas, políticas, forman parte indeleble del
«El Expresionismo quería algo. Ese es uno de sus aspectos pensar contemporáneo y sus distintas corrientes. Muchas
más lamentables. Dadá no quiere nada. Dadá crece. El veces se las descalifica, o se las ignora cuando se trata de
Expresionismo buscaba la interiorización. Se concebía como trabajar sobre el mundo de las ideas, sobre la historia de
reacción a su tiempo mientras que el Dadaísmo no es otra cosa las ideas modernas. Pareciera que sólo vale la estatura de
que una expresión del tiempo. Dadá está en el tiempo como un filósofo, de un sociólogo, de un estadista. Sin embargo
hijo de esta época a la que se puede insultar pero no negar. hemos visto sus cuestionamientos a la representación de lo
Dadá ha cogido en su gran seno la esterilidad, la congelación. real. Sus sospechas sobre las discursividades. Su obsesión so-
El Expresionismo no es una acción espontánea. Es el gesto de las bre los lenguajes del saber y la verdad. Su cuestionamiento
personas cansadas que quieren salir de sí mismas para olvidar a las esferas racionalizadoras. Su crítica a las instituciones
la guerra y la miseria. Para ello inventaron la humanidad, con que una cultura trama el mundo. Su interpretación de
fueron escandiendo y cantando salmos por las calles en las que la época y sus catástrofes. Aspectos que hacen de estas van-
funcionan las escaleras mecánicas y suenan los teléfonos. Los ex- guardias contradictorias, mostrando su lucidez y su ceguera,
presionistas son personas cansadas, apartadas de la naturaleza, sus sueños y frustraciones, actores de primera importancia
que no se atreven a enfrentarse a la crueldad de la época. Dadá para avanzar sobre una autoconciencia de la modernidad.
es el valor en sí. Dadá se expone al peligro de su propia muerte. Para entender qué fue y qué es la cultura que nos ampara, a
Dadá quiere su muerte. Dadá se coloca dentro de las cosas. través de la cual pensamos, sentimos y actuamos. ● ●
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