Cáncer de ovario
Cáncer de ovario
Cáncer de ovario
Cáncer de ovario
Escrito en 19 Diciembre 2022
Datos epidemiológicos
Existen 3 tipos de cáncer de ovario: carcinoma epitelial, tumores de células germinales,
tumores del estroma.
Carcinoma epitelial: representa el 85-90% de los canceres de ovario y será del que
hablemos en adelante.
Tumores de células germinales. Muy infrecuentes
Tumores del estroma. Aún más infrecuentes.
Esto es debido, como veremos más adelante, a que la mayoría de pacientes (70-80%) se
diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad. Globalmente representa el 3% de
los tumores en la mujer y es la cuarta causa de muerte por cáncer en mujeres tras el
cáncer de pulmón, mama y colon.
Varios estudios epidemiológicos han identi>cado algunos factores que podrían aumentar
el riesgo de la enfermedad:
Existen algunos estudios que indican que una dieta rica en grasa y la exposición al
talco son factores de riesgo, sin embargo no se dispone de estudios concluyentes.
En cambio si que se conoce la relación del cáncer de ovario con algunos factores
hormonales y factores relacionados con la reproducción. Así, las mujeres que no han
tenido hijos tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. En cambio, el riesgo
de padecer cáncer de ovario disminuye en aquellas mujeres que han empleado
anticonceptivos orales.
Estos genes forman parte del grupo de “genes supresores de tumores” y contienen la
información para la producción de unas proteínas implicadas en la reparación del ADN y
por tanto en el mantenimiento íntegro del genoma.
Parecen existir otros genes implicados, en mayor o menor grado, siendo considerado aun
incierto el papel que tienen en el desarrollo del cáncer de ovario.
Es importante destacar que no todas las mujeres con mutaciones de BRCA van a
desarrollar cáncer de ovario o mama.
Asimismo, existe la evidencia de que las pacientes portadoras de estas mutaciones tienen
una mejor supervivencia. Entre las razones que se citan está el hecho de que son mujeres
con controles más exhaustivas y que pueden ser diagnosticadas en una fase más precoz
de la enfermedad.
Signos y síntomas
Habitualmente las etapas iniciales del cáncer de ovario suelen cursar sin síntomas, o con
síntomas muy leves que pasan desapercibidos y se confunden con procesos benignos.
A medida que el tumor crece pueden comenzar a aparecer algunos síntomas como
pérdida de apetito, sensación de plenitud abdominal tras la comida (aunque esta sea
frugal), o pérdida de peso.
Tabla 1. Síntomas que deben motivar acudir al médico para iniciar estudio
Diagnóstico
Ante la sospecha de cáncer de ovario, lo primero que se debe realizar a la paciente es
una evaluación general consistente en:
Una historia clínica completa y una exploración física minuciosa con exploración de
la pelvis y exploración ginecológica realizada por un ginecólogo.
Análisis de sangre que incluya marcadores tumorales.
Exploraciones radiológicas, como TAC, PET-TAC o RMN.
Otras pruebas que se deben realizar son exploraciones radiológicas, es decir pruebas de
imagen. Las exploraciones radiológicas que se suelen realizar son:
Anatomía patológica
El diagnóstico de>nitivo de cáncer de ovario lo establece el médico especialista en
anatomía patológica tras analizar por el microscopio el tumor del ovario o un implante
que le ha remitido el cirujano.
Seroso
Endometriode
Células claras
Mucinoso
Indiferenciado
Aunque esta clasi>cación es la que viene siendo utilizada habitualmente, hoy en día
sabemos que cada uno de los subgrupos viene tambien de>nido por distintos patrones
de expresión génica.
Los tumores serosos son los más frecuentes (70%) y entre ellos los de alto grado
(tambien clasi>cados como Tipo 1) tienen características moleculares distintas a los de
bajo grado (Tipo 2), con implicaciones terapéuticas.
Asimismo, hoy en día sabemos que en el tipo histológico seroso-papilar de alto grado
encontramos diferentes subtipos: mesenquimal, diferenciado, inmunoreactivo y
proliferativo, atendiendo a su distinta expresión génica.
IIIA2
Tumor con implantes microscópicos fuera de la pelvis (en la cavidad
abdominal), con o sin afectación ganglionar retroperitoneal.
Pronóstico
Los dos factores pronóstico más importantes son el estadio y el tumor residual tras la
cirugía.
Otros factores a considerar como favorables son: edad más joven, buen estado funcional,
tipo celular serosopapilar, tumor bien diferenciado, ausencia de líquido abdominal,
presencia de mutación de BRCA.
La supervivencia global del cáncer de ovario se aproxima al 50%, sin embargo, varía en
función de los distintos factores pronóstico mencionados anteriormente, siendo el
principal la extensión de la enfermedad al diagnóstico. En la Tabla 3 se recoge la
supervivencia estimada a 5 años del cáncer epitelial de ovario en función del estadio. (Las
estadísticas en cáncer deben ser valoradas con cautela.
Las cifras que se expresan se basan en el análisis de miles de casos, pero la supervivencia
especí>ca de una paciente individual puede ser diferente por diversos motivos, por
ejemplo: el resultado de la cirugía.
Tratamiento
El tratamiento del cáncer de ovario consiste en la combinación de cirugía con la
extirpación quirúrgica de todo el tumor existente visible, seguido de quimioterapia.
Conceptos generales
En la mayoría de pacientes con estadio I (tumor limitado a los ovarios), la cirugía consigue
la curación de la enfermedad. Sin embargo, existe un 20-30% de pacientes que
presentaran recaída de la enfermedad y que teóricamente se pueden bene>ciar de un
tratamiento médico complementario a la cirugía.
El grado histológico: Las pacientes con tumores grado 3 tienen una supervivencia
menor que las pacientes con grado 1.
El estadio: la supervivencia a 5 años tras la cirugía sin tratamiento complementario
es superior al 90% en estadios IA-IB y se sitúa en torno al 70-80% en estadios IC.
La ruptura de la cápsula ovárica, bien durante la cirugía o antes de la misma.
Sobre la base de estos factores pronósticos se han dividido a las pacientes en dos
grandes grupos (tabla 4): 1) pacientes de bajo riesgo, que presentan una supervivencia a
5 años superior al 90 % y no requieren tratamiento complementario tras la cirugía, y 2)
En estas pacientes, además del procedimiento quirúrgico que se realiza en los estadios
iniciales (extirpación del útero y los ovarios) debe intentarse extirpar, todo el tumor
visible existente en la cavidad abdominal incluyendo, si es necesario, segmento intestinal,
áreas hepáticas o de bazo...
El objetivo es intentar quitar todo el tumor visible, puesto que se sabe que en aquellas
pacientes en las que no se deja tumor macroscópicamente visible presentan mayor
supervivencia que aquellas en las que se deja tumor residual.
Limitada a aquellos casos en los que el cirujano prevé la imposibilidad de obtener una
cirugía óptima. Con ella se busca reducir el volumen del tumor para que el cirujano
Los esquemas de tratamiento y los fármacos que se administran son los mismos que en
caso de la quimioterapia adyuvante, que se comenta a continuación. Habitualmente se
administran 3 o 4 tratamientos.
También se puede administrar el paclitaxel en una pauta semanal. Sin embargo, este
esquema que denominamos “dosis densas”. No ha demostrado ser superior al
tratamiento estándar.
Esto hace que sólo sean candidatas a este sistema de tratamiento aquellas pacientes que
tengan una buena situación clínica general que les permita tolerar el tratamiento.
De hecho con el esquema anteriormente citado, sólo el 40% de pacientes son capaces de
completar 6 tratamientos. El resto ha de abandonar precozmente debido a los efectos
secundarios.
Los efectos secundarios que son más frecuentes con la quimioterapia intraperitoneal
incluyen: leucopenia, nauseas y vómitos, dolor abdominal, infecciones, cansancio,
neuropatía periférica, trastornos renales y metabólicos.
Inhibidores PARP
En los últimos años se han desarrollado unos nuevos fármacos, llamados inhibidores de
PARP, especialmente dirigidos a aquellas pacientes con cáncer de ovario que presentan
alteraciones en las llamadas vias de reparación del DNA. Estas alteraciones aparecen
especialmente en mujeres portadoras de mutaciones en los genes BRCA.
Inmunoterapia
El 70% de las pacientes con cáncer de ovario se diagnostican en fase avanzada (Estadíos
III y IV). A pesar de un adecuado tratamiento inicial y de la e>cacia de los fármacos, un
gran número de pacientes, presentan recaídas.
Es frecuente que las pacientes presenten múltiples recaidas y que por tanto precisen
distintos tratamientos para cada una de ellas.
Los esquemas que actualmente tienen mayor aval cientí>co (derivado de estudios clínicos
comparativos) son: paclitaxel-carboplatino, carboplatino-gemcitabina y carboplatino-
doxorubicina liposomal pegilada.
En este momento, para pacientes en recidiva que mantienen la sensibilidad a platino hay
tres fármacos aprobados en nuestro pais: Olaparib, Niraparib y Rucaparib. Todos ellos se
administran como tratamiento de mantenimiento tras responder a una quimioterapia
basada en platinos.
Los resultados globales del tratamiento actual del cáncer de ovario avanzado no son
plenamente satisfactorios, ya sea porque se diagnostica en una fase avanzada o porque
el tratamiento tiene una e>cacia, en ocasiones limitada.
Los ensayos clínicos, con nuevos fármacos exploran nuevos tratamientos o estrategias
terapéuticas dirigidos a aumentar las tasas de curación o prolongar la superviviencia.
Los ensayos clínicos están diseñados por personas expertas en el tratamiento de cáncer
de ovario, se realizan mediante el cumplimiento de un protocolo estricto bajo la
supervisión de un equipo cuali>cado y requieren la autorización de las Autoridades
Sanitarias y Comités de Ética.
Además de todo lo anterior, son numerosos los nuevos fármacos que se están
estudiando en cáncer de ovario. Fármacos que actúan en forma distinta a los que ya
conocemos y que pueden aportar bene>cios adicionales.
Gracias a los ensayos clínicos conocemos cuales de los nuevos fármacos que aparecen
sirven realmente para aumentar la supervivencia de las pacientes con cáncer de ovario.