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DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

INTRODUCCIÓN

I. EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO COMO EL ORDENAMIENTO


JURÍDICO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL
La comunidad internacional es una expresión internacional que se refiere al conjunto de
entidades que están regidas por el Derecho Internacional Público y este se concibe como el
sistema de normas que rige la comunidad internacional.
La relación entre estas entidades y las normas que las rigen es ciertamente recíproca y a ello
se ha referido la doctrina desde antiguo con la máxima latina ubi societas ibi ius (donde existe
una sociedad, allí también hay un derecho que la rige).

TEMA 1: LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

I. EL CONCEPTO DE COMUNIDAD INTERNACIONAL


La comunidad internacional es el medio social que regula el ordenamiento jurídico
internacional o el sistema social en el que el Derecho internacional opera como sistema legal.
Para hacer referencia a dicho sistema social, la doctrina utiliza las expresiones de Sociedad
Internacional y de Comunidad Internacional.

Es preferible utilizar la expresión comunidad internacional por distintas razones:


1. Refleja mejor la estructura no organizada del sistema internacional.
2. Ha sido recogida en diversos textos internacionales.
3. La Corte Internacional de Justicia, en sus sentencias y opiniones consultivas, se refiere a
dicha realidad social como la comunidad internacional.
4. Tiene una mayor capacidad explicativa debido a que tiene varias dimensiones.

Dimensiones:
1. Dimensión descriptiva → se reconocen intereses, valores y sentimientos
comunitarios.
2. Dimensión utópica → tiene el objetivo de alcanzar una mayor solidaridad y justicia
en las relaciones internacionales.
3. Dimensión normativa → el ordenamiento jurídico internacional regula en parte las
relaciones entre sus miembros.,
4. Dimensión constitutiva → El concepto es el resultado de la sociabilidad existente,
pero, a la vez, ayuda a avanzar en la creación de vínculos comunitarios en el sistema
internacional y a la formación de las identidades.

El concepto de comunidad internacional describe el marco social, político y jurídico en el que


se dan las relaciones entre los Estados, que son los miembros primarios de la misma, y otros
miembros que defienden sus intereses, mantienen relaciones de coexistencia (organización
internacional, ONU) y cooperación y tienen valores e intereses comunes a los Estados y
generales de toda la comunidad.

II. FORMACIÓN HISTÓRICA Y EVOLUCIÓN DE LA COMUNIDAD


INTERNACIONAL

La comunidad internacional es el resultado de la evolución espontánea de las relaciones


internacionales y no de un proceso internacional o de un acto constituyente. Su origen
presupone la existencia de colectividades humanas de base territorial que son políticamente
independientes unas de otras y que mantienen relaciones entre ellas. Los precedentes se
encuentran en el siglo IX, en las relaciones que había entre civilizaciones para proteger sus
intereses.

A) EL SISTEMA EUROPEO DE ESTADOS


El origen está en la desintegración de la Res pública cristiana o Christianitas existentes
durante la Edad Media como consecuencia de la aparición en Europa de los Estados
nacionales soberanos.
Éstos se caracterizan por ser entidades políticas que gozan de soberanía, entendida como
independencia de cualquier poder supranacional.
El tratado Westfalia (1648), que puso fin a la Guerra de los Treinta años en Alemania y a las
guerras que la Monarquía Hispánica había sostenido en los Países Bajos, representa el origen
del actual sistema internacional.
En este tratado, los Estado reconocieron y aceptaron una serie de principios fundamentales;
- Obligación de respetar los límites territoriales de los Estados
- El principio de jurisdicción territorial
- El principio de igualdad soberana
- El principio de no intervención en los asuntos internos.
El sistema europeo de Estados aspiró a establecer un sistema de garantía y mantenimiento del
statu quo por medio de una política de equilibrio de poder, basada en la soberanía
territorial,en el respeto a los tratados, en las relaciones a través de representantes de los
soberanos, en la posibilidad de recurrir a la guerra por parte del Estado víctima y en la
limitación del derecho a la guerra al someterlo a la existencia de una causa justa.

B) EL SISTEMA DE ESTADOS DE CIVILIZACIÓN CRISTIANA


Es la consecuencia del proceso de descolonización (independencia de las colonias
americanas), primero de Estados Unidos en 1776 y, más tarde, de los Estados
latinoamericanos en el S.XIX.
El sistema de Estados dejó de ser exclusivamente europeo para incluir también a los nuevos
Estados americanos.
El proceso de independencia de estos Estados supuso el rechazo de la legitimidad dinástica
imperante en Europa y aportó algunas reglas nuevas:
- El principio de legitimidad democrática
- El principio republicano.
- El derecho de los pueblos a disponer de sí mismos, que después sería reinterpretado
en Europa como el principio de las nacionalidades.
Tras la derrota de Napoleón y el Congreso de Viena (1814-1815) fue la declaración del 2 de
diciembre de 1823 del presidente Monroe, la conocida como doctrina Monroe. Esta proclamó
que América ya no podía ser un territorio objeto de colonización por los Estados europeos y
excluyó toda intervención de éstos en los nuevos Estados americanos.
En este proceso, “El sistema europeo de Estados se había transformado en un sistema europeo
y americano, que tenía una común civilización cristiana”, ya que los valores y principios
fundamentales que regulaban las relaciones eran compartidos. No obstante, en dicho sistema
no existían aún Asia ni África.

C) LA SOCIEDAD DE ESTADOS CIVILIZADOS


El sistema de Estados se fue ampliando a lo largo del siglo XIX en dos sentidos: sentido
subjetivo y sentido territorial.
La incorporación de Estados no cristianos dio origen a la sociedad de Estados Civilizados.
Las relaciones con los Estados no cristianos eran desiguales y se concretaban en instituciones
como las capitulaciones, los tratados desiguales, el principio de puerta abierta o las zonas de
influencia.

El resultado de este proceso de ampliación basado en la desigualdad, fue un sistema


eurocéntrico basado en los principios del derecho occidental y en estándares y valores de la
civilización cristiana, ya que su aceptación era imprescindible.

D) LA SOCIEDAD GLOBAL
A partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), se produjo una transformación global
que convirtió el mundo en un único sistema internacional, en el que los Estados comenzaron a
intervenir nuevos actores: organizaciones, pueblos, ONG’s, etc.
Esta transformación global fue el resultado de la interconexión de tres procesos: la
industrialización, la construcción del Estado racional y de las ideologías de progreso en
cuanto esquemas sistemáticos de pensamiento.
El resultado de esta transformación global fue una sociedad global, que se caracteriza por;
1. Universalización del sistema de Estados
2. La institucionalización parcial. Tiene como hitos fundamentales la creación de la
Sociedad de las Naciones (1919) y la Organización de las Naciones Unidas (1945).
3. Coexistencia del pluralismo cultural. Ha dejado de ser exclusivamente europea,
occidental y cristiana.
4. Sus diferentes miembros son cada vez más interdependientes y también hay más
desigualdades entre ellos.

III. NATURALEZA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL


La comunidad internacional es el resultado de un largo proceso histórico y tiene como
miembros primarios y principales a los Estados.
Es una comunidad de Estados que tiene naturaleza interestatal, aunque también está
integrada por otros miembros de carácter no estatal como son las organizaciones
internacionales gubernamentales y las no gubernamentales, las empresas transnacionales y, en
algunos ámbitos, también por los individuos.
La comunidad internacional actual es el resultado de una creciente interdependencia factual
entre sus miembros que ha dado origen a un mayor grado de sociabilidad en el sistema de
Estados.
La naturaleza de la CI está determinada también por la identificación, reconocimiento y
regulación de valores e intereses comunes de los Estados e intereses generales o
comunitarios. Esta creencia subjetiva de pertenencia a una comunidad en la que existen
valores e intereses comunes y generales ha sido concebida de forma diferente en lo que se
denominan las tradiciones de pensamiento:
La tradición hobbesiana describe las relaciones internacionales como un estado de guerra
permanente en el que los Estados no tienen restricciones morales o legales de ningún tipo
para perseguir sus propios intereses.

La tradición kantiana considera que lo esencial son las obligaciones sociales transnacionales
que vinculan a los seres humanos individuales en la comunidad de la humanidad por encima
de las relaciones de los Estados de los que son súbditos o ciudadanos.

La tradición grociana describe la realidad internacional como una sociedad de Estados o


sociedad internacional en la que los miembros principales son los Estados antes que los
individuos y en la que las relaciones están reguladas por normas jurídicas e instituciones.

Un último rasgo que configura la naturaleza de la comunidad internacional es su carácter


anárquico.

IV. LA ESTRUCTURA DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL Y SUS


TRANSFORMACIONES

A) SEGÚN LOS GRADOS DE SOCIABILIDAD ENTRE SUS MIEMBROS E


INTERESES PROTEGIDOS
1. La estructura relacional. Es el resultado de la mera yuxtaposición de Estados, en el
que los Estados coexisten y en el que sus relaciones se regulan fundamentalmente por
los principios de soberanía y no intervención.
La incidencia de este tipo de estructura en el ordenamiento jurídico internacional ha
sido la estructura bilateral, integrada por normas relativas a la distribución de
competencias personales y territoriales y a la regulación de las relaciones entre
Estados. Los Estados más poderosos desempeñan un papel prioritario.
2. La estructura institucional. Es el resultado de la aparición de intereses comunes de
los Estados, primero en materia de comunicaciones y después en el ámbito científico,
económico social y cultural. Para la gestión y satisfacción, los Estados fueron creando
instituciones internacionales; Comisiones fluviales y Uniones administrativas y
organizaciones internacionales como la SDN y la Organización Internacional del
Trabajo. Esta estructura institucional se ha hecho más densa a partir de la Segunda
Guerra Mundial con la creación, en el ámbito universal, de la Organización de las
Naciones Unidas.

3. La estructura comunitaria. Como consecuencia del aumento del número de Estados,


de la incorporación de actores no estatales en la comunidad internacional, del
incremento de la interdependencia entre ellos y de nuevos problemas y necesidades a
los que hacer frente.
Los Estados han reconocido, por medio de la Declaración del milenio, que los valores
fundamentales en las relaciones internacionales del siglo XXI son la libertad, la
igualdad, la solidaridad, la tolerancia, el respeto de los derechos humanos, el respeto de
la naturaleza y la responsabilidad común.

La regulación y protección de estos intereses de la CI por medio del ordenamiento


jurídico internacional ha dado lugar a la también llamada estructura comunitaria del
DI. Integrada por:
1. Normas de interés público.
2. Normas de ius cogens.
3. Obligaciones erga omnes.
4. Normas que prohíben y sancionan los crímenes internacionales.
5. Reglas que regulan y protegen los valores e intereses.
6. Instituciones internacionales encargadas de aplicar tales normas como el sistema de
seguridad colectiva.

Las transformaciones en la estructura de la comunidad internacional no han supuesto la


sustitución de una estructura por otra sino que en la actualidad se superponen y
complementan. Las tres dimensiones, responden a diferentes estadios de las relaciones
internacionales y a distintos grados de sociabilidad cuyo resultado es una comunidad
internacional con una estructura más compleja.
B) SEGÚN LOS CAMBIOS EN LA DISTRIBUCIÓN DEL PODER Y LOS MODELOS
DE ORDEN INTERNACIONAL
- Un orden internacional para el centro occidental y otro orden internacional para las
relaciones con la periferia colonial

- Un orden internacional con un centro occidental y una periferia global


- Un orden global sin centro

V. EL PROCESO DE ORGANIZACIÓN EN LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

A) ANTECEDENTES.
● El concierto europeo. Así se denominaba al sistema basado en reuniones de
representantes de los Estados europeos que, reunidos en conferencia diplomática,
trataban problemas concretos. Las grandes potencias siempre estaban presentes y
asumían un papel director. Era una especie de gobierno internacional episódico y la
conferencia más importante fue el Congreso de París de 1856.
● Las comisiones fluviales internacionales. El Congreso de Viena (1815) estableció un
nuevo régimen internacional para los ríos que atraviesan varios estados proclamando
libertad de navegación y estableció un organismo llamado Comisión central para la
navegación del Rin. Sus funciones eran elaborar propuestas de normas y funciones de
carácter jurídico.
En el Congreso de 1856 se estableció una Comisión Europea del Danubio formada
por Estados ribereños y no ribereños. Tenía competencias operativas en la dirección
de las obras públicas y facultades fiscales que le permitían cobrar tasas.
● Las uniones administrativas. Se basaban en tratados multilaterales y tenían como
objeto facilitar la cooperación entre los Estados en el ámbito de las comunicaciones.
Ejemplo; Unión Telegráfica Universal (1865).
La estructura era rudimentaria: había un tratado multilateral, reuniones periódicas y
disponían de una reducida oficina de coordinación.

B) LAS CONFERENCIAS DE LA PAZ DE 1899 Y 1907


Ante el peligro que suponía la carrera de armamentos entre las grandes potencias, a iniciativa
del zar Nicolás II de Rusia se reunió en 1899 en la Haya una Conferencia
de la Paz. Se trataron 3 cuestiones; limitación de armamentos (no se consiguió), el Derecho a
la guerra (se aprobaron varios convenios) y la solución pacífica de los conflictos
internacionales.
No se pudo alcanzar un acuerdo para el establecimiento de una jurisdicción internacional
obligatoria, pero se reglamentaron medios de arreglo de carácter diplomático. No obstante, se
perfeccionó el procedimiento arbitral mediante la creación de un denominado Tribunal
Permanente de Arbitraje (estructura administrativa para facilitar el funcionamiento de
tribunales arbitrales internacionales).
En 1907 volvió a reunirse en La Haya una segunda Conferencia de la Paz con el propósito de
revisar los resultados logrados en la Conferencia anterior y avanzar en las
cuestiones que habían quedado pendientes. Hubo universalidad en la participación (presentes
todos los estados soberanos), los Estados participaban en condiciones de igualdad, lograr
convenios de carácter normativo y la adopción de métodos parlamentarios.
Las Conferencias de la Paz de la Haya de 1899 y 1907 constituyeron un importante avance
que preparó el camino para el desarrollo de las organizaciones internacionales.

C) LA SOCIEDAD DE NACIONES Y LA ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL


DEL TRABAJO
El presidente Thomas Woodrow Wilson, en 1918, formuló los “14 puntos” que deberían
constituir la base de las relaciones internacionales terminada la Primera Guerra Mundial
(1914-1918).
En dicho discurso propuso una “asociación general de naciones” para proporcionar a todos
los Estados, grandes y pequeños, garantías de independencia política e integridad territorial.
En la Conferencia de la Paz de París (1919), se aprobaron los tratados y en ellos se incluyó
como primera parte el Pacto de la Sociedad de las Naciones (texto breve compuesto de un
preámbulo y veintiséis artículos que estaba abierto a la adhesión de otros mediante un
procedimiento específico).
Los mecanismos para garantizar la paz y la seguridad se resumían en lo que se denominó “el
tríptico de Ginebra”:
1. Desarme: reducción de los armamentos nacionales al minimum compatible con la
seguridad nacional y con la ejecución de las obligaciones internacionales.
2. Arbitraje: la solución de las controversias internacionales por medios pacíficos.
3. Seguridad colectiva: descansaba en el compromiso establecido en el art. 16.1 del
Pacto en virtud del cual “si un Miembro de la Sociedad recurriere a la guerra, a pesar
de los compromisos contraídos [...], se le considerará ipso facto como si hubiese
cometido un acto de guerra contra todos los demás miembros de la Sociedad”.

En la Conferencia de Paz de 1919 se creó otra institución internacional, la Organización


Internacional del Trabajo (OIT), con el objetivo de mejorar las condiciones de los
trabajadores e impulsar la justicia social.
Su actividad es normativa mediante la adopción de convenios y recomendaciones en materia
laboral. Tiene un órgano plenario, la Conferencia, en el que están representados todos los
Estados miembros y tenía representatividad tripartita: representantes de los gobiernos,
representantes de los empleadores y representantes de los trabajadores.
TEMA 2: EL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

I. EL CONCEPTO DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

A) ENFOQUES DE LA DEFINICIÓN
A través de los sujetos, el Derecho Internacional Público como las normas que se aplican a
las relaciones entre las naciones.
Atendiendo al objeto, el Derecho Internacional Público como las normas que regulan las
relaciones internacionales.
Basándose en los procedimientos de creación y aplicación de las normas, conjunto de
normas que han sido creadas a través de unos mecanismos de producción normativa propios
distintos de los mecanismos de producción de sus normas constituyen un conjunto normativo,
denominado Derecho internacional público, distinto de los Derechos estatales.

B) FORMACIÓN HISTÓRICA DEL CONCEPTO DE DERECHO


INTERNACIONAL
Se conoció en el inicio de la Edad Moderna con el nombre de “Derecho de gente” o ius
gentium romano y eran las normas aplicables a las relaciones entre ciudadanos romanos y
ciudadanos extranjeros.
Hay distintas definiciones según los autores:
Según Gayo, el ius gentium era lo que la verdadera razón natural ha establecido entre todos
los hombres. Este concepto se presentaba como un conjunto de normas derivado de la razón
humana y en consecuencia, se entendía como de aplicación universal.

Francisco de Vitoria (padre del Derecho Internacional Público), introduce un cambio


sustancial en la definición de Derecho de gentes que define como “lo que la razón natural ha
establecido entre todos los pueblos”, es decir, comunidades políticas que se relacionan entre
sí.

Según Francisco Suárez, el ius gentium es un Derecho que presupone la existencia de


Estados independientes pero que se relacionan entre sí.

Hugo de Grocio, destaca la dimensión del Derecho Internacional basada en el


consentimiento común entre las naciones. Se fundamenta en los Principios del Derecho
Natural (razón, Derecho de gentes natural) y el consentimiento de los estados (voluntad,
Derecho de gentes voluntario, positivo).

El título de la obra de Emmer de Vattel, es expresivo de esta evolución; “El Derecho de


gentes o Principios de la ley natural aplicada a la conducta y a los asuntos de las naciones y
los soberanos”.

II. CONTENIDO DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO


Su contenido ha ido evolucionando, debido a, entre otras cosas, la ampliación de sus
funciones,su ampliación material y la diversificación cualitativa de las normas y obligaciones
internacionales.

A) LA PROGRESIVA AMPLIACIÓN DE FUNCIONES


1. Determinar los poderes o competencias de los Estados.
2. Regular las relaciones de cooperación entre los Estados para la consecución de sus
intereses comunes.
3. Regular las relaciones de cooperación entre los Estados y demás miembros de la
comunidad internacional para la protección de los valores e intereses generales de la
misma.
4. Regir las organizaciones internacionales intergubernamentales.

B) LA AMPLIACIÓN MATERIAL DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO


INTERNACIONAL
Se ha producido una ampliación material debido a las nuevas funciones que adquiere y a las
nuevas necesidades sociales. Esto produce un riesgo de fragmentación, ya que resta
coherencia al Derecho Internacional Público.
Las nuevas necesidades sociales a las que tienen que dar respuesta los miembros de la
comunidad internacional han sido derivadas de la denominada segunda globalización.
No obstante, esta ampliación material es una oportunidad para:
a) Reforzar la unidad formal y material del sistema jurídico.
b) Incorporar el pluralismo existente en la actual comunidad internacional.
c) Plantear cuestiones de legitimidad que permitan una gestión no sólo técnica sino
también política de la globalización.
La progresiva ampliación material y de funciones del Derecho internacional público ha
contribuido a un mayor refinamiento del sistema jurídico internacional que se manifiesta en la
diversificación cualitativa de normas y obligaciones internacionales.

C) LA DIVERSIFICACIÓN CUALITATIVA DE LAS NORMAS INTERNACIONALES


Primera distinción;
El derecho internacional general el cual está integrado por normas consuetudinarias y por
principios generales y se caracteriza porque es obligatorio para todos los Estados de la
comunidad internacional.

El derecho internacional particular el cual hace referencia a aquellas normas jurídicas que
sólo obligan a aquellos que le han dado su consentimiento y deriva de los tratados
internacionales.

Segunda distinción;
Las normas dispositivas, las cuales están disponibles para los Estados y éstos pueden
adoptar otras posteriores de contenido diferente. Las nuevas normas serán de aplicación
preferente para los Estados que las han creado.

Las normas imperativas son un tipo de normas de derecho internacional general que tienen
por objeto la protección de valores e intereses esenciales de la comunidad internacional.
También conocidas como normas de ius cogens, se caracterizan por su contenido, por su
alcance, por su reconocimiento, por sus efectos y por las consecuencias agravadas en caso de
incumplimiento.
Tiene por objeto la regulación y protección de valores e intereses esenciales de la comunidad
internacional como algunos derechos humanos básicos. Además, son de alcance general, ya
que son de aplicación universal. Las normas imperativas son el resultado del reconocimiento
de su condición de ius cogens por la comunidad internacional en su conjunto. Además,
producen efectos jurídicos de especial intensidad ya que provocan la nulidad o la terminación
de los tratados internacionales. Por útlimo, se caracterizan porque su violación genera,
además de las consecuencias generales de todo hecho internacionalmente ilícito, algunas
consecuencias específicas.

Tercera distinción;
● Las normas que protegen intereses particulares de cada uno de los Estados
obligados.
● Las normas que protegen intereses comunes de los Estados.
● Normas de interés público que tienen por objeto la protección de algunos intereses
generales de la comunidad internacional porque de ellas se derivan obligaciones de
estructura integral y porque tienen vocación de producir efectos para todos los
Estados.

III. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES INTERNACIONALES


Nuevas modalidades de obligaciones.
Primera distinción;
Las obligaciones de comportamiento las cuales exigirían al Estado acomodar su conducta a
lo prescrito específicamente por la norma. (Este es el caso de la obligación de prevención del
genocidio o la de identificar los componentes de la diversidad biológica de los Estados del
Convenio sobre la diversidad biológica).

Las obligaciones de resultado las cuales exigirían a los Estados un determinado logro pero
no establecerían los medios ni el comportamiento concreto para alcanzarlo. (Este sería el caso
de la obligación que se deriva de la decisión de la CIJ en el asunto de las inmunidades
jurisdiccionales del Estado por la que se impone a Italia la obligación de adoptar las medidas
necesarias para que las decisiones de sus tribunales que infringían la inmunidad de Alemania
dejaran de tener efecto).

Segunda distinción, en relación a la función a la que dan lugar;


● Obligaciones que crean relaciones bilaterales o bilateralizables.
● Obligaciones que crean relaciones multilaterales.
● Obligaciones que crean relaciones de carácter universal

Tercera distinción, en función de su potencial explicativo;


● Obligaciones de estructura bilateral.
● Obligaciones de estructura interdependientes.
● Obligaciones de estructura integral.

A) OBLIGACIONES DE ESTRUCTURA BILATERAL


Tienen una naturaleza sinalagmática y están basadas en la reciprocidad mutua.
El origen de este tipo de obligaciones puede estar en diferentes instrumentos:
1. Tratados bilaterales (obligaciones bilaterales)
2. Tratados multilaterales (obligaciones bilateralizables)
3. Normas consuetudinarias
4. Sentencias de tribunales internacionales

B) OBLIGACIONES INTERDEPENDIENTES
Se caracterizan porque son debidas a todos los Estados parte en un tratado multilateral y
porque existe una especie de reciprocidad global que hace que su cumplimiento por un Estado
sólo tenga sentido sin son cumplidas también por todos y cada uno de los demás.
Operan sobre una base de todo o nada y su violación “modifica radicalmente la situación de
todos los demás Estados con los que existe esa obligación con respecto al ulterior
cumplimiento de ésta”.
Ejemplos: los tratados de desarme, de desnuclearización, de prohibición de pesca
en ciertas zonas marinas…

C) OBLIGACIONES DE ESTRUCTURA INTEGRAL


Son debidas a todos los Estados destinatarios de tales obligaciones, sean un grupo de Estados
o toda la comunidad internacional en su conjunto y operan de manera integral y no se pueden
descomponer en haces de relaciones bilaterales. Además, su cumplimiento no depende del
cumplimiento de los demás, ya que no hay ningún tipo de reciprocidad, pero su
incumplimiento afecta a todos los destinatarios.
Hay dos tipos de obligaciones de estructura integral:
a) Obligaciones erga omnes partes. Son obligaciones “derivadas de un tratado
multilateral a las que un Estado está sometido en todas las circunstancias hacia los
demás Estados parte del tratado, en razón de valores que les son comunes y de su
interés en que estas obligaciones sean respetadas, de tal manera que su violación
autoriza a los demás Estados a reaccionar”. Han sido establecidas para la protección
de un interés colectivo y su característica principal es que son debidas a todos los
estados parte.

b) Obligaciones erga omnes. Una obligación de este tipo es aquella “derivada del
Derecho internacional general a la cual un Estado está obligado en todas las
circunstancias hacia la comunidad internacional, en razón de sus valores y de su
interés en que esta obligación sea respetada, de tal manera que su violación autoriza a
todos los Estados a actuar”. Han sido creadas para la protección de valores e intereses
generales de toda la Comunidad internacional y son debidas por todos y cada uno de
los Estados a toda la comunidad internacional en su conjunto.

Todas las ius cogens son erga omnes. Pero, no todas las erga omnes son ius cogens.

IDENTIFICACIÓN Y LA CREACIÓN DE LAS NORMAS INTERNACIONALES

INTRODUCCIÓN

31. NORMAS SECUNDARIAS Y FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL


PÚBLICO

El Derecho Internacional Público no es sólo un conjunto aleatorio de normas jurídicas que


regulan las relaciones internacionales sino que dichas normas integran un sistema jurídico.
En DIP, las fuentes del derecho se encuentran recogidas en el artículo 38 del Estatuto de la
Corte Internacional de Justicia. Este artículo menciona como fuentes del Derecho
Internacional Público que deberá aplicar dicho tribunal: a) las convenciones internacionales o
tratados; b) la costumbre internacional, y c) los principios generales del derecho.
TEMA 3: LAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL

I. LOS TRATADOS INTERNACIONALES CONCEPTO Y CLASES


A) CONCEPTO DE TRATADO INTERNACIONAL
“Se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido
por el derecho internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos
conexos y cualquiera que sea su denominación particular”[art. 2.1 a]
Pueden recibir distintas denominaciones sin que afecte a su naturaleza: tratado, convención,
acuerdo, pacto…
Los elementos esenciales de un tratado internacional son; la existencia de un acuerdo, es
decir, que se exprese la voluntad y las partes han de ser Estados de Derecho internacional.
Los tratados internacionales han de ser acuerdos “regidos por derecho internacional”.
El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia dice que los tratados
“establecen reglas expresamente reconocidas por los Estados” con lo que destaca su función
normativa.
El tratado es un medio de creación de normas aplicables a las relaciones entre las partes que
los suscriben. Por esto se distingue entre “Derecho internacional general” (aplican a todos los
estados, por ejemplo: la Carta de Naciones Unidas, la costumbre, etc) y “Derecho
internacional particular” (para un Estado o varios, pero no aplican a todos; por ejemplo: los
tratados).
El Derecho Internacional se caracteriza por su relativismo, en virtud del cual los derechos y
obligaciones de los Estados dependen en muchos casos de las relaciones recíprocas que han
establecido con otros Estados.

B) CLASES DE TRATADOS
Los tratados internacionales se pueden clasificar en función de diversos criterios:
Por el número de sus Partes en tratados bilaterales entre dos Estados parte y tratados
multilaterales entre más de dos Estados parte. Estos últimos, según admitan o no la adhesión
de terceros pueden ser cerrados o abiertos.

Por la forma en la que se han concluido pueden ser por un lado, tratados en forma solemne,
los cuales tienen un procedimiento de conclusión en diversas fases de conformidad con las
disposiciones del propio tratado y de las normas constitucionales para la manifestación del
consentimiento de los Estados parte y por otro, tratados en forma simplificada, los cuales
concluyen mediante un acto único como la firma o mediante un canje de notas.

Por la naturaleza de sus decisiones, se distingue entre dos tipos (Heinrich Triepel);
tratado-contrato con disposiciones que contienen prestaciones recíprocas y diferenciadas, y
tratado-ley con normas de idéntico contenido que rigen la conducta de las Partes.

Actualmente, reviste mayor interés una clasificación de los tratados en función de su


relación con el orden jurídico internacional:
● Tratados bilaterales y multilaterales con obligaciones recíprocas
● Tratados multilateral de naturaleza normativa con normas generales
● Tratados con normas y mecanismos de aplicación dotados de órganos con facultades
de creación normativa.
En esta última categoría, tienen por objeto la regulación y protección de intereses
generales de la comunidad internacional mediante la creación de algunas normas de
interés público de las que se derivan obligaciones de estructura integral que tienen una
vocación universal.

II. LA COSTUMBRE INTERNACIONAL (IMP)


El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia dice que, en el ejercicio de su
función de decidir conforme al Derecho internacional, deberá aplicar, después de mencionar
los tratados, “la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada
como derecho” [art. 38.1.b)].

A) NATURALEZA DE LA COSTUMBRE INTERNACIONAL


Su creación es el resultado de un proceso dinámico que se desarrolla en la “fábrica social” de
las relaciones internacionales y son los órganos que tienen que aplicarla los que deben
identificar los “elementos de la costumbre” y determinar su contenido.

Para la corriente doctrinal conocida como positivismo voluntarista (Triepel y Anzilotti), la


costumbre internacional tendría la naturaleza de un pacto tácito. De acuerdo con esta
perspectiva de análisis sólo existiría una única fuente del Derecho internacional: el acuerdo
entre los Estados. Dicho acuerdo podría revestir una forma expresa y por escrito en los
tratados internacionales y una forma tácita en la costumbre internacional a través de la
conducta de los Estados. Sería un acuerdo bilateral entre Estados. A esto se ha replicado que
la costumbre no es un pacto porque no es necesario para que obligue a un determinado Estado
que la haya aceptado con su conducta. Tampoco es preciso que en su formación participen los
órganos encargados de manifestar el consentimiento del Estado.

Para la concepción normativista del Derecho (Kelsen), la costumbre internacional sería un


tipo de normas surgido de un determinado procedimiento de creación jurídica (establecido por
la norma). De acuerdo con esta corriente, las normas jurídicas se crean en virtud de procesos
establecidos en normas anteriores y que a su vez les confieren la validez.

B) LA IDENTIFICACIÓN DE LA COSTUMBRE INTERNACIONAL


La costumbre internacional es un derecho no escrito derivado de la práctica general aceptada
como derecho. Por ello, se ha criticado la redacción del artículo 38, porque no es exacto
referirse a la costumbre como “prueba de una práctica generalmente aceptada como derecho”
ya que la costumbre no es una prueba y hubiera sido más preciso que dijera “la costumbre de
la que es prueba una práctica generalmente aceptada como derecho”.

C) LOS ELEMENTOS DE LA COSTUMBRE INTERNACIONAL


Para entender la naturaleza de la costumbre internacional es preciso analizar lo que se
denomina “elementos” de la costumbre.
1. Elemento material de la costumbre (uso constante y uniforme de los Estados). Está
formado por la práctica. Esa práctica se refiere principalmente a la de los Estados
porque son los principales sujetos del ordenamiento jurídico internacional y tienen
competencias generales. No obstante, la práctica también puede incluir el
comportamiento que se atribuya a las organizaciones internacionales.

i) La diversidad de formas de la práctica estatal


La práctica puede consistir en la conducta seguida por los Estados en las cuestiones de
carácter internacional y puede derivar, por un lado, del poder ejecutivo a través de
relaciones con otros Estados; por otro lado, pueden ser actos de poder legislativo
mediante leyes que regulan cuestiones de interés internacional como tratados o
inmunidades; y por último, la práctica puede consistir en actos del poder judicial o
sentencias de tribunales sobre litigios.
ii) Los requisitos de la práctica
La práctica para la formación o la expresión de normas consuetudinarias debe ser
general y constante pero no se exige una duración concreta.
El primer requisito es que la práctica sea general en el sentido de que sea
suficientemente extendida y representativa. Esto no significa que todos y cada uno de
los Estados que forman la comunidad internacional hayan contribuido con la
actuación de sus órganos a la formación de la norma consuetudinaria.

El segundo requisito es que la práctica sea constante en el sentido de que sea


uniforme. No es necesario que la práctica pertinente sea absolutamente uniforme, lo
que significa que el que haya algunas incoherencias o contradicciones no impide la
formación o la existencia de la norma. Asimismo, la formación de la regla supone que
sea seguida por numerosos Estados y no haya un grupo significativo que se oponga a
ella.
Por último, no se exige una duración determinada de la práctica pertinente. No
obstante, la Corte rechazó la denominada “costumbre instantánea”. Además, muchas
normas consuetudinarias tienen un carácter dispositivo que los Estados pueden
modificar inter se mediante acuerdos internacionales y también pueden perder
vigencia por abandono de la práctica de los Estados.

iii) Excepciones al ámbito de aplicación general de la costumbre


La exigencia de una práctica general como elemento material constitutivo de las
normas consuetudinarias no es incompatible con dos excepciones relativas al ámbito
de aplicación de algunas normas consuetudinarias:

La figura del “objetor persistente” hace referencia a que un Estado se oponga a una
norma consuetudinaria, pero, es preciso que manifestara su discrepancia en el estadio
previo a la existencia de la norma consuetudinaria; esto es, cuando todavía no hubiera
una práctica general. Y, es necesario que la objeción sea expresada de forma clara,
comunicada a los demás Estados y mantenida de forma persistente.
Una vez constatada la existencia de una norma consuetudinaria, si un Estado adopta
una posición discrepante y no ajusta su conducta a lo establecido en la norma
sencillamente se produce una violación de la norma.
Las normas de “derecho internacional consuetudinario particular'' son aquellas normas
que se aplican a un número limitado de Estados. La jurisprudencia de la CIJ hace
referencia a estas como “costumbre regional” o “costumbre local”. Son normas
consuetudinarias cuyo ámbito de aplicación no alcanza a todos los Estados sino tan
sólo a diversos grupos de Estados por motivos derivados de su situación geográfica,
una causa, interés o actividad común o cualquier otra comunidad de interés. Ahora
bien, en el derecho internacional consuetudinario particular, el requisito de la
generalidad de la práctica ha de ser entendido como una práctica constante entre los
Estados interesados que haya sido aceptada como derecho (opinio iuris).

2. Elemento espiritual o subjetivo (convicción de la obligatoriedad). Consiste en la


creencia de que la conducta seguida por los Estados obedece a la observancia de una
norma que prescribe. El artículo 38.1.b del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia se refiere a la costumbre como una práctica “generalmente aceptada como
derecho”. La opinio iuris “significa que la práctica en cuestión ha de seguirse con el
convencimiento de la existencia de una obligación jurídica o un derecho”.
La exigencia del elemento espiritual fue negado por la corriente normativista porque
era imposible probar que existiera una norma previa que permitiera determinar qué
actitudes psíquicas confieren a los actos u omisiones en que consiste la práctica de los
Estados la naturaleza de costumbre internacional.

Siendo así que se trata de una norma sobre la identificación normativa, se comprende
que los elementos material y espiritual sólo son características de la norma
consuetudinaria que se proyectan a posteriori sobre procesos sociales que ya se han
desarrollado.

La práctica no sólo debe ser constante, sino los actos también “deben tener tal
carácter, o realizarse de tal forma, que demuestren la creencia de que dicha práctica se
estima obligatoria en virtud de una norma jurídica que la prescriba”.

III. LA CODIFICACIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO


Este proceso consiste en reunir en un texto único con disposiciones sistemáticamente
ordenadas las normas sobre una determinada materia anteriormente dispersas en costumbres y
textos de distinta naturaleza. Estos textos son leyes que por su importancia, se denominan en
los ordenamientos jurídicos “códigos”.

El instrumento mediante el que se codifican, en defecto de la ley, es el tratado multilateral.


Por su contenido, se pueden denominar tratados internacionales normativos o de codificación
del Derecho internacional. La negociación de estos tratados puede realizarse mediante la
convocatoria de una conferencia diplomática en la que participen los representantes de los
Estados o en el seno de una organización internacional.

Tras la creación de las Naciones Unidas, la codificación del Derecho internacional ha tenido
un importante desarrollo. La Carta de las Naciones Unidas atribuye a la Asamblea General la
tarea de “impulsar el desarrollo progresivo del del derecho internacional y su codificación”
(art. 13.1.a). Con dicho fin, en 1947 la Asamblea General, mediante la resolución 94 (I), creó
la Comisión de Derecho Internacional.

IV. LA COSTUMBRE INTERNACIONAL Y LOS TRATADOS INTERNACIONALES


En principio, los tratados sólo crean derechos y obligaciones para las partes, pero pueden
constituir una prueba de normas generales consuetudinarias.
Pero los tratados internacionales tienen una función secundaria importante, especialmente los
tratados multilaterales, ya que pueden ser un medio de prueba para conocer normas
consuetudinarias o pueden dar origen a dichas normas.

A) TRATADOS INTERNACIONALES CON DISPOSICIONES DECLARATIVAS


DE NORMAS CONSUETUDINARIAS
Los tratados internacionales multilaterales, pueden afirmar que algunas disposiciones
declaran reglas consuetudinarias que ya forman parte del Derecho internacional público.
En consecuencia, el artículo 43 de la Convención de Viena establece que la nulidad o la
terminación del tratado no afectarán al deber de cumplir las obligaciones que derivan de la
norma consuetudinaria.

B) TRATADOS CON DISPOSICIONES CRISTALIZADORAS DE NORMAS


CONSUETUDINARIAS
El tratado puede ir precedido de una práctica internacional insuficiente, pero se puede
concluir que algunas de sus disposiciones han “cristalizado” una norma consuetudinaria.
Mediante esta metáfora de “cristalizado” se trata de poner de relieve que el tratado
multilateral constituye un precedente dotado de un valor especial y que culmina un proceso
de formación de una norma consuetudinaria.
Para determinar el carácter declarativo o cristalizador de las disposiciones, hay que tener en
cuenta lo que diga expresamente el tratado, los trabajos preparatorios, la forma en que fue
adoptado el texto y si está admitida la formulación de reservas.

C) TRATADOS INTERNACIONALES CON UN EFECTO GENERADOR DE


NORMAS CONSUETUDINARIAS
En este caso se considera que con anterioridad al tratado multilateral no existe una norma
consuetudinaria, pero de la influencia ejercida por el tratado y la práctica posterior de los
Estados, dicha norma habría surgido después de la conclusión del tratado.
Para que se produzca este resultado es preciso que la disposición en cuestión tenga un
“carácter fundamentalmente normativo”, es decir, que pueda constituir la base de una regla
general; que exista una participación muy amplia y representativa y que exista una práctica de
los Estados que no son parte en el tratado que refleje la opinio iuris que dicha práctica se
considera obligatoria.

VI. LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO


El Estatuto de la CIJ menciona entre las fuentes del DI a “los principios generales de derecho
reconocidos por las naciones civilizadas” [art. 38.1.c]
La cuestión de los principios generales están relaciones con el problema de que los jueces no
puedan dictar sentencia sobre un litigio porque no hay norma aplicable. La solución seguida
en los sistemas estatales consiste en reconocer a los jueces una función creadora de las
normas, de modo que la decisión adoptada en el caso inédito pueda servir como norma en
casos posteriores idénticos: Common Law, o bien autorizándoles a aplicar los principios
generales derivados del ordenamiento jurídico que permitan dictar sentencia sin que esto
suponga reconocerles ninguna función creadora de normas.

A) NATURALEZA DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO


La naturaleza de los principios generales del Derecho en el ordenamiento internacional ha
sido valorada de muy distintos modos según las concepciones doctrinales de sus autores.
Hay autores que desde una perspectiva positivista consideran que los principios generales
del Derecho no constituyen propiamente una fuente autónoma del Derecho Internacional. De
acuerdo con esto, los principios deberían deducirse de los tratados y de las normas
consuetudinarias. Estos autores subrayan que al decir el artículo 38 que han de estar
“reconocidos por las naciones civilizadas”, dicho reconocimiento se trataría de un proceso de
autointegración normativa a partir de normas convencionales o consuetudinarias ya
existentes.

Otros autores, con orientación iusnaturalista, consideran que la inclusión de los principios
generales en el artículo 38 del Estatuto supuso un golpe de gracia al positivismo jurídico y el
reconocimiento de que existen principios generales universalmente reconocidos. Pero lo
importante no es determinar la naturaleza sino precisar la naturaleza de la norma que autoriza
su aplicación.

B) CONTENIDO DE LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO


La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en 1970 una Declaración de principios
de Derecho internacional que deben regir las relaciones de amistad y cooperación entre los
Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

En la identificación de los principios generales del Derecho se puede acoger la distinción


formulada por la doctrina entre “principios de Derecho” y “principios jurídicos”. Los
principios del Derecho tienen un contenido sustantivo del que se derivan derechos y
obligaciones, mientras que los principios jurídicos orientan la labor de los juristas y de los
jueces en el proceso de aplicación de las normas, de la ars legis.

Los principios generales del Derecho no tienen una naturaleza exclusivamente procesal
porque entre ellos hay que incluir la obligación de respetar los derechos fundamentales que
“integran el núcleo duro de los derechos humanos, en tanto que expresión jurídica de una
convicción jurídica universal: la del rechazo de la barbarie”.

VII. MEDIOS AUXILIARES DE DETERMINACIÓN: LA JURISPRUDENCIA Y LA


DOCTRINA CIENTÍFICA
El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional menciona “las decisiones judiciales y las
doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones, como medio
auxiliar para la determinación de las reglas de derecho…” [38.1.d].
Las decisiones judiciales y la doctrina científica son medios auxiliares de determinación y
prueba de los tratados, las reglas consuetudinarias y los principios generales del Derecho.

A) LA JURISPRUDENCIA
Las sentencias y decisiones judiciales tienen valor obligatorio para las partes en el
procedimiento en que se han dictado.
Las decisiones de los tribunales internacionales son un excelente medio auxiliar de
determinación y prueba de normas consuetudinarias y principios generales del Derecho.
Especial importancia tienen las sentencias del Tribunal Permanente de Justicia Internacional y
de la Corte Internacional de Justicia. Estas dos jurisdicciones internacionales, además de
dictar sentencias, responden a consultas que se denominan “opiniones consultivas”.

B) LA DOCTRINA CIENTÍFICA
Se atribuye a los escritos de los autores de mayor relieve el valor de medio auxiliar de
determinación de las normas internacionales. Actualmente debido al mayor volumen de
jurisprudencia disponible, las citas de autores son mucho menos frecuentes.
Los votos particulares de los jueces del TPJI (Tribunal Permanente de Justicia Internacional)
y de la CIJ (Corte Internacional de Justicia), que se publican junto a la sentencia, son una
expresión cualificada de la doctrina. Cuando un juez está de acuerdo con el fallo pero
discrepa de la argumentación seguida en la sentencia emite un voto particular que se
denomina “opinión individual”; si el juez no está de acuerdo con la argumentación ni con el
fallo su voto particular se denomina “opinión disidente”

VIII. LA FUNCIÓN DE LA EQUIDAD


El artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, después de enunciar las
fuentes del Derecho internacional y los medios auxiliares de determinación, añade que esto
«no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las partes así
lo convinieren». Se trata de un mecanismo autónomo de decisión judicial que autoriza al
tribunal a dictar una decisión en la que puede apartarse del Derecho positivo y fundarla en lo
que considere equitativo y bueno. En este sentido, la equidad aparece como un criterio de
solución de litigios distinto del Derecho.
TEMA 4: LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES

I. REGLAMENTACIÓN DE LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS


INTERNACIONALES
Los reglamentos de los procedimientos de conclusión de los tratados internacionales se
compone de normas internacionales, que recogen una práctica diplomática que ha
evolucionado a lo largo de los tiempos, y de normas constitucionales que regulan la
participación de los órganos estatales en el procedimiento de conclusión.
Gran parte de dichas normas, han sido codificadas por la Convención de Viena sobre el
Derecho de los Tratados (1969), a la que se adhirió España en 1972.
En el ordenamiento jurídico español la celebración de los tratados tenía una regulación
preconstitucional en el Decreto 801/1972. La Ley 25/2014 constituye una regulación
sistemática y actualizada de desarrollo en este ámbito de las disposiciones de la Constitución
española de 1978.

II. LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES


Las primeras cuestiones que deben precisarse es quiénes pueden concluir, o celebrar tratados
internacionales y a través de quiénes se pueden concluir.

A) CAPACIDAD PARA CONCLUIR TRATADOS


“Todo Estado tiene capacidad para celebrar tratados” (art. 6 CVT). La capacidad para
concluir tratados internacionales corresponde a los Estados, es consecuencia de su soberanía,
y no tiene más limitaciones que las que se derivan de las propias obligaciones adquiridas por
los Estados.
Las entidades infraestatales, sólo pueden concluirlos en la medida en que la Constitución
respectiva lo admita. Las Organizaciones internacionales para concluirlos, se rigen por las
reglas de la propia organización. Los acuerdos concluidos entre Estados y particulares son
contratos internacionales y se rigen por el Derecho interno.

B) PLENOS PODERES
Se denominan plenos poderes al documento emanado por la autoridad competente de un
Estado para que una persona pueda realizar algún acto relativo a la conclusión de un tratado.
Este documento no afecta a la capacidad para concluir el tratado, se refiere a la persona o
personas para la realización de un determinado acto ostentan la representación del Estado.
Según la CVT se considera que representan al Estado sin necesidad de presentar plenos
poderes:
1. Los jefes del Estado, jefes de gobierno y ministros de relaciones exteriores para la
ejecución de todos los actos.
2. Los jefes de misión diplomática, para la adopción del texto.
3. Los representantes acreditados por los Estados ante una conferencia internacional o ante
una organización internacional, para la adopción del texto.

III. PROCEDIMIENTO DE CONCLUSIÓN


La conclusión de los tratados internacionales puede seguir diversas modalidades en función
del número de Estados participantes, de cómo fue negociado, de la necesidad de la
aprobación de órganos internos y de la solemnidad que se quiera revestir el procedimiento. En
teoría, se pueden distinguir como hace la CVT diversas fases;

A) NEGOCIACIÓN
Es la elaboración del texto del tratado por los representantes de los Estados. Es una fase que
no se halla regulada internacionalmente y puede revestir muchas formas, desde simples
conversaciones hasta reuniones más formales.

B) ADOPCIÓN DEL TEXTO


Es la fijación del texto del tratado. Es una fase que se presenta con relevancia y autonomía en
la conclusión de los tratados multilaterales. La regla general que establece la CVT es que la
adopción del texto se realizará “por el consentimiento de todos los Estados participantes en su
elaboración” (art. 9.1). Esta regla de la unanimidad es plenamente coherente con el principio
de la igualdad soberana de los Estados.
La CVT establece una norma específica para la adopción del texto de un tratado en
conferencias multilaterales que será una mayoría de dos tercios de Estados presentes y
votantes.

C) AUTENTICACIÓN O AUTENTIFICACIÓN DEL TEXTO


Es la fijación del texto de un tratado como auténtico y definitivo (ne varietur). La
autenticación se hace sobre un documento o documentos en los que consta el texto del tratado
en uno o varios idiomas generalmente mediante la firma, la firma ad referéndum o la rúbrica
de los representantes de los Estados negociadores. La firma ad referéndum o la rúbrica son
formas de autenticación que se utilizan para poner de manifiesto que el acto del representante
tiene exclusivamente por objeto la autenticación del texto y tendrá que ir seguido de un acto
posterior para la manifestación del consentimiento.

D) LA MANIFESTACIÓN DE CONSENTIMIENTO
Jurídicamente es el momento de mayor importancia en la conclusión de los tratados
internacionales ya que el Estado manifiesta su voluntad de obligarse por el tratado. El
principio básico es el de la libertad e igualdad de formas en la manifestación del
consentimiento. La CVT este principio al establecer: “El consentimiento de un Estado en
obligarse por un tratado podrá manifestarse mediante la firma, el canje de instrumentos que
constituyan un tratado, la ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión, o en
cualquier otra forma que se hubiere convenido” (art.11).

i) Ratificación
Acto procedido de un acto previo de autenticación en virtud del cual la autoridad competente
de un Estado, generalmente el jefe del Estado, expresa la voluntad del Estado de obligarse por
un tratado internacional.

ii) Adhesión
Forma de manifestación del consentimiento a los tratados multilaterales que aparece como
una forma que puede utilizarse tanto por los Estados que han participado en la negociación
como por aquellos que no lo han hecho.
En la actualidad es una forma de manifestación del consentimiento que en los tratados
multilaterales aparece como una forma que puede utilizarse tanto por los Estados que han
participado en la negociación como por aquellos que no lo han hecho.

iii) Aprobación
Forma más moderna y menos formal de manifestar el consentimiento a tratados bilaterales o
multilaterales equivalentes a la ratificación o adhesión. Tiene mayor flexibilidad, ya que
pueden ser emanados por los jefes de gobierno o ministros de relaciones exteriores y
aprobados por el ejecutivo de acuerdo con las normas internas de cada Estado.

iv) Firma o canje de notas y carta


En los tratados internacionales cabe la posibilidad de que la firma sea única y sirva tanto
como medio de autenticación y de manifestación del consentimiento.
En el canje de notas o carta el tratado consta en un representante diplomático de Estado
dirigida a un órgano del Estado receptor, generalmente el ministro de relaciones exteriores,
que responde con una carta de un contenido idéntico.
Ambas son formas simplificadas puras de conclusión de acuerdos internacionales y se
reservan para aquellos asuntos de menor importancia, carácter técnico o aplicación de otros
tratados internacionales. Ambas son formas simplificadas puras de conclusión de acuerdos
internacionales y se reservan para aquellos asuntos de menor importancia, carácter técnico o
aplicación de otros tratados internacionales.

IV. LA CONCLUSIÓN DE LOS TRATADOS Y OTROS ACUERDOS


INTERNACIONALES SEGÚN EL DERECHO ESPAÑOL
a) Los tratados internacionales
b) Los acuerdos internacionales administrativos
c) Los acuerdos internacionales no normativos

A) LA COMPETENCIA EN MATERIA DE CONCLUSIÓN DE TRATADOS Y


OTROS ACUERDOS INTERNACIONALES
En España es el Estado el que tiene competencia exclusiva en materia de “relaciones
internacionales” (art. 149.1.3a CE).
En la conclusión de tratados y otros acuerdos internacionales el Consejo de Ministros es el
órgano competente para autorizar los tratados internacionales y acuerdos de naturaleza
similar. También deberá conocer los acuerdos internacionales administrativos y los acuerdos
internacionales no normativos cuya importancia así lo aconseje.
- Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación.
- Los departamentos ministeriales poseen competencias de iniciativa en la negociación
de los tratados y acuerdos internacionales.
- Las Comunidades Autónomas pueden participar en la celebración de tratados y otros
acuerdos internacionales. También podrán celebrar acuerdos no normativos con los
órganos análogos de otros sujetos de Derecho internacional sobre materias de su
competencia.

B) LA APROBACIÓN DE LOS TRATADOS


La CE prevé un procedimiento ordinario de aprobación de los tratados y procedimientos
especiales para determinados tratados.

a) Procedimiento ordinario. La previa autorización, antes de la manifestación del


consentimientos, de las Cortes Generales será preceptiva en los siguientes casos:
● Tratados de carácter político.
● De carácter militar.
● Que afecten a la integridad territorial del Estado o los derechos y deberes
fundamentales.
● Que impliquen las obligaciones financieras para la Hacienda Pública.
● Que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan medidas
legislativas para su ejecución.

Mediante esta enumeración la Constitución señala las materias que por su importancia
requieren la aprobación de las Cortes Generales, que “representan al pueblo español”
(art. 66.1 CE)
b) Procedimientos especiales. La CE establece disposiciones especiales para la
conclusión de dos tipos de tratados: los tratados de transferencia de competencias a
organizaciones internacionales y los que contengan disposiciones contrarias a la
Constitución Española.

i) Tratados de transferencia de competencias a organizaciones


internacionales.
La conclusión de tratados mediante los que “se atribuya a una organización o
institución internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución” se
podrá autorizar mediante una ley orgánica (art. 93 CE).

E) CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD DE LOS TRATADOS INTERNACIONALES


a) Control previo de la constitucionalidad.
La Constitución española regula específicamente este control para los tratados
internacionales que contengan disposiciones contrarias a la Constitución. En estos
casos «la celebración de un tratado internacional que contenga estipulaciones
contrarias a la Constitución exigirá la previa revisión constitucional» (art. 95 CE).
b) Control de la constitucionalidad posterior a la manifestación del consentimiento.
También cabe un control de la constitucionalidad de los tratados internacionales una
vez se haya manifestado el consentimiento del Estado y el tratado se halle en vigor.
Mediante este tipo de control se pueden impugnar tanto aquellos tratados en los que se
ha producido una inconstitucionalidad intrínseca o material como aquellos en los que
ha existido una inconstitucionalidad extrínseca o formal (STC 155/2005).

V. LAS RESERVAS.
En el proceso de conclusión de tratados multilaterales los Estados pueden limitar su
compromiso mediante la formulación de reservas. Declaración unilateral, cualquiera que sea
su enunciado o denominación, hecha por un Estado al firmar, ratificar, aceptar o aprobar un
tratado o adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los efectos jurídicos de las
disposiciones del tratado en su aplicación a ese Estado (Art. 2.1.d CVT).
Las reservas es una institución propia de los tratados multilaterales, pues su presentación en el
proceso de conclusión de un tratado bilateral equivaldría a un rechazo del texto.

El fundamento de las reservas es la soberanía (el principio) de los Estados que les permite
determinar la medida de las obligaciones que están dispuestos a adquirir.Obedecen a una
razón práctica dado que en el proceso de conclusión de un tratado multilateral les permiten
prescindir de los compromisos que consideran contrarios a sus intereses.

A) CLASES DE RESERVAS
De acuerdo con las normas que rigen las reservas éstas pueden clasificarse según los
siguientes criterios:
i) Por su momento de presentación: presentadas en el momento de la firma, ratificación, etc.
ii) Por sus efectos: reservas de exclusión de cláusulas o de modificación.
iii) Por su validez: autorizadas o admitidas por el propio tratado.

B) EVOLUCIÓN DE LAS RESERVAS


El principio tradicional en materia reservas era el de la integridad del tratado multilateral. La
presentación de una reserva suponía una modificación de las obligaciones de los Estados
parte en el tratado y, por lo tanto, era necesaria la aceptación unánime de los demás Estados
parte. El principio comienza a flexibilizarse a partir de la Segunda Guerra Mundial y se
produce el desarrollo de la regla de la mayoría de dos tercios.
C) ADMISIBILIDAD DE LAS RESERVAS
El criterio decisivo es que habrá de estar a lo que disponga el propio tratado.
Art. 20 CVT:
i) Si el tratado autoriza expresamente la formulación de reservas.
ii) Excepcionalmente, se admite con un reducido número de Estados negociadores cuando
“del objeto y fin del tratado se desprenda que la aplicación del tratado en su integridad entre
todas las partes es condición esencial del consentimiento de cada una de ellas en obligarse por
el tratado”.
iii) Si se trata de una organización internacional, las reservas deberán ser aceptadas por el
órgano competente de dicha organización.

D) EFECTOS DE LAS RESERVAS


Se determinan en función de la reacción de los demás Estados partes en el tratado.
i) En las relaciones entre el Estado reservante y los Estados que aceptan la reserva del tratado
regirá “en la medida determinada por la reserva”
ii) Entre el Estado reservante y los Estados que formulen objeciones, hay que distinguir 2
supuestos:
- Si la objeción ha ido acompañada de una manifestación inequívoca de oposición a la
entrada en vigor del tratado, el tratado no rige en las relaciones entre el Estado
reservante y el Estado objetor.
- Si la objeción no ha ido acompañada de una manifestación inequívoca de oposición a
la entrada en vigor y no impide la entrada en vigor del tratado entre ambos estados y
el tratado se aplica entre ambos en la medida indicada por la reserva.
iii) Entre los demás Estados parte en el tratado la reserva no modificará sus relaciones inter se
y el tratado regirá en su integridad.
TEMA 5: LOS EFECTOS Y LA APLICACIÓN DE LOS TRATADOS

I. ASPECTOS DE LA APLICACIÓN DE LOS TRATADOS


INTERNACIONALES
Los tratados tienen la pretensión y el objetivo de regular conductas y relaciones sociales e
intereses estatales, intereses colectivos de grupos de Estados o intereses generales de la
comunidad internacional. Producen diversos efectos jurídicos.

II. ENTRADA EN VIGOR DE LOS TRATADOS


Es el momento a partir del cual los Estados que han manifestado su consentimiento están
obligados a aplicar el tratado. Los tratados contienen en las cláusulas finales disposiciones
sobre la entrada en vigor.
En el caso de los tratados bilaterales, acostumbra a ser a partir de la fecha del canje de
ratificaciones o actos equivalentes de manifestación del consentimiento. En los tratados
bilaterales en los que el consentimiento se manifiesta mediante firma o hay un canje de
instrumentos, la entrada en vigor se produce desde la fecha de la firma o de la respuesta de la
carta o nota. Los tratados también pueden disponer que entrarán en vigor en una fecha
determinada a partir del momento en que se produzca una determinada condición.

La Convención de Viena sobre Tratados contiene una regla supletoria general→a falta de
disposición o acuerdo, “ el tratado entrará en vigor tan pronto como haya constancia del
consentimiento de todos los Estados negociadores”.
En los tratados multilaterales generalmente se dispone la entrada en vigor del tratado cuando
se haya alcanzado un determinado número de ratificaciones y adhesiones, a partir de ahí entra
en vigor para todos aquellos que hayan manifestado su consentimiento.

III. APLICACIÓN PROVISIONAL DE LOS TRATADOS


En la práctica moderna por razones de urgencia los tratados a veces disponen su aplicación
provisional desde la firma, antes de que se produzca la manifestación del consentimiento y su
entrada en vigor. - Esto puede entrar en conflicto porque puede implicar la aplicación de un
tratado antes de que se produzca la aprobación parlamentaria del tratado si un Estado notifica
a los demás Estados, entre los cuales el tratado se aplica provisionalmente, su intención de no
llegar a ser parte en el mismo
IV. DEPÓSITO DE LOS TRATADOS
En los tratados multilaterales se acostumbra a nombrar un depositario del tratado que custodia
el texto original del tratado y extiende copias del mismo, recibe las firmas del tratado,
informa de la fecha de entrada en vigor del tratado...etc. Sus funciones son muy variadas y
está obligado a actuar imparcialmente en el desempeño de ellas.

V. REGISTRO Y PUBLICACIÓN DE LOS TRATADOS


El pacto de la Sociedad de las Naciones inició la obligación internacional de publicación de
los tratados internacionales, con el fin de acabar con la “diplomacia secreta” a la que se
atribuía el desencadenamiento de la Primera Guerra Mundial. El art. 102 de la Carta de las
Naciones Unidas reitera la obligación de registro y publicación de los tratados.

Los miembros de la organización deberán registrar en la Secretaría los tratados que hayan
concertado después de la entrada en vigor de la Carta, y corresponderá a la Secretaría su
publicación. Los tratados concertados por los Estados miembros antes de la entrada en vigor
de la Carta o por Estados no miembros, no se registran sino que son objeto de “inscripción y
archivo” aunque también se publican.
Según la Convención de Viena Sobre el Derecho de los Tratados (CVT); “los tratados,
después de su entrada en vigor, se transmitirán a la Secretaría de las Naciones Unidas para su
registro o archivo e inscripción, según el caso, y para su publicación”.

VI. EFECTOS DE LOS TRATADOS


El tratado internacional en cuanto acto jurídico produce efectos jurídicos entre las partes.
Mediante él, se crean derechos y obligaciones entre las partes regidos por el Derecho
Internacional Público y además, permite a las partes atribuir competencias, reglamentar su
responsabilidad en caso de incumplimiento, establecer medios de solución para sus
controversias, crear organizaciones dotadas de personalidad...etc.

El principio general que rige en esta materia se expresa en la regla pacta sunt servanda que
recoge la CVT que obliga en la disposición “todo tratado obliga a las partes y debe ser
cumplido por ellos de buena fe”, es decir, por “espíritu de lealtad, de respeto al Derecho, de
fidelidad a los compromisos por parte de aquel cuya conducta se valora, ausencia de
disimulo, de engaño de dolo en las relaciones con los demás”.
Consecuencia del principio de carácter obligatorio de los tratados en el orden internacional es
que una parte “no podrá invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación
del incumplimiento de un tratado”.

a) Efectos en el TIEMPO
Consiste en determinar a qué hechos y situaciones se aplican las disposiciones de un tratado.
La regla general establece que depende de lo que diga el propio tratado, pero se necesita una
norma subsidiaria para los casos de silencio.
La CVT dispone la irretroactividad de los tratados dado que no aplicarán respecto de ningún
acto o hecho que haya tenido lugar con anterioridad a la fecha de entrada en vigor del tratado.
La terminación de un tratado “no afectará a ningún derecho, obligación o situación jurídica
creados por la ejecución de un tratado antes de su terminación”.

b) Efectos en el ESPACIO
A menos que el tratado disponga otra cosa “Será obligatorio para cada una de las partes por lo
que respecta a la totalidad de su territorio” (art 29 CVT).

Los Estados, mediante las cláusulas coloniales, excluirán de la aplicación de dichos tratados
sus territorios dependientes. Los Estados miembros de la federación, mediante la cláusula
federal permite limitar los efectos del tratado en el territorio del Estado federal
subordinándolos a la aplicación por los Estados miembros. Un ejemplo es la Convención de
Ginebra de 1951 sobre el Estatuto de los refugiados.

c) Efectos RESPECTO DE OTROS TRATADOS


En principio cada tratado internacional constituye un acuerdo entre las partes que funciona
con una cierta independencia respecto de otras normas de Derecho Internacional de carácter
consuetudinario o convencional. No obstante, hay tratados internacionales que constituyen la
base de tratados internacionales posteriores→ tratados marco. También hay tratados que
regulan conjunta y complementariamente determinadas materias que establecen lo que se
pueden considerar “regímenes internacionales”. En estos casos puede establecerse una
relación de primacía entre un tratado anterior y otro posterior.

Artículo 103 de la Carta de las Naciones Unidas → En caso de conflicto entre las
obligaciones contraídas en virtud de la Carta y las obligaciones contraídas en virtud de
cualquier otro tratado internacional “prevalecerán las obligaciones impuestas por la presente
Carta”.

La CVT establece reglas de carácter subsidiario para resolver conflictos entre tratados que
regulen la misma materia;
1. Cuando las partes sean las mismas y el tratado anterior no haya sido terminado o
suspendido, las disposiciones de un tratado posterior prevalecen sobre las del tratado
anterior.
2. Cuando las partes no coinciden​. Entre las partes de ambos tratados se aplica la regla
anteriormente mencionada aplicable a los casos de igualdad de partes. En las
relaciones entre un Estado que sea parte en ambos tratados y los Estados que sólo sean
partes en uno de ellos, “los derechos y obligaciones recíprocos se regirán por el
tratado en el que los dos Estados sean partes”.

VII. ENMIENDA DE LOS TRATADOS


La enmienda de los tratados es una cuestión semejante a la de los tratados sucesivos con
disposiciones incompatibles. En el caso de la enmienda de los tratados, la voluntad de cambio
del régimen convencional es más explícita.
La CVT contiene disposiciones de procedimiento sobre la materia; “las propuestas de
enmienda de un tratado deberán notificarse a todos los Estados contratantes y cada uno de
ellos tendrá derecho a participar en la negociación y adopción del texto enmendado”. (art. 40
CVT)

VIII. MODIFICACIÓN DE LOS TRATADOS


En los tratados multilaterales, cabe la modificación de sus disposiciones solamente entre
algunos de sus Estados parte. Esta posibilidad está admitida siempre que se den las
condiciones de que;
a) no esté prohibida por el tratado
b) no afecte a los derechos y obligaciones de las demás partes
c) no se refiera a ninguna disposición cuya modificación sea incompatible con la
consecución efectiva del objeto y fin del tratado.

IX. EFECTOS DE LOS TRATADOS RESPECTO A TERCEROS ESTADOS


La Convención de Viena entiende por tercer Estado “un Estado que no es parte del tratado”.
El tratado sólo obliga a los Estados que son parte y respecto a los Estados que no son parte “el
tratado es cosa que han hecho otros”.
Naturalmente, esto se entiende al margen de las normas de Derecho internacional general y en
particular, de las normas consuetudinarias enunciadas en tratados internacionales de
codificación y que la Convención de Viena excluye expresamente al disponer del ámbito de
aplicación de la regla general al afirmar que no impide que “una norma enunciada en un
tratado llegue a ser obligatoria para un tercer Estado como norma consuetudinaria de derecho
internacional reconocida como tal”. (art. 38 CVT)

a) Tratados en que se prevén OBLIGACIONES para TERCEROS Estados


Una disposición de un tratado podrá originar una obligación para un tercer Estado si las partes
tienen la intención de crear tal obligación y si el tercer Estado acepta expresamente por
escrito esa obligación.

b) Tratados en que se prevén DERECHOS para TERCEROS Estados


Una disposición de un tratado podrá originar un derecho para un tercer Estado si las partes
tienen la intención de conferir ese derecho y el tercer Estado asiente a ello. Dicho
asentimiento se presumirá mientras no haya indicación de lo contrario.

Si un tratado confiere derechos, el Estado que pretenda ejercerlos deberá cumplir las
condiciones que establezca el propio tratado. Para la revocación de los derechos y
obligaciones conferidos a un tercer Estado se precisará el consentimiento del tercer Estado.
Estas disposiciones no impiden que los tratados puedan atribuir derechos u obligaciones a
terceros que no sean Estados. De hecho, muchos tratados atribuyen derechos y obligaciones a
sus respectivos nacionales, como es el caso de los tratados de amistad, comercio y navegación
que contienen disposiciones sobre el establecimiento de sus nacionales en el territorio de la
otra parte y del acceso de sus buques a sus puertos.

Hay otros tratados, que generalmente se denominan tratados que crean situaciones
“objetivas”, tales como los tratados que establecen una frontera entre dos Estados y que los
terceros Estados deben respetar, pero el fundamento de esta obligación no se encuentra en el
tratado sino en la obligación que tienen todos los Estados de respetar el Derecho internacional
y, concretamente en este caso, la soberanía territorial de los demás Estados.
X. INTERPRETACIÓN DE LOS TRATADOS
Por interpretación se entiende la determinación del sentido y alcance de una determinada
disposición y, generalmente, de su aplicabilidad a unos elementos de hechos concretos. En la
tarea de interpretar los textos jurídicos hay tres tendencias principales;

1. Tendencia objetivista: se centra en el análisis del texto de la disposición


2. Tendencia subjetivista: trata de averiguar cuál era la intención de las partes al
redactar la disposición
3. Tendencia teológica: examina la disposición teniendo en cuenta su objeto y fin.

La interpretación de los tratados corresponde en primer lugar a los gobiernos de los Estados
que los han suscrito. Pero, generalmente, la interpretación de los tratados se realiza por los
operadores jurídicos; órganos estatales, tribunales internacionales e internos, abogados…
Los tratados constitutivos de organizaciones internacionales se interpretan por los órganos de
la organización en el ejercicio de su actividad respectiva, aunque hay organizaciones que
tienen atribuida la función interpretativa a un órgano jurisdiccional específico.

a) REGLA GENERAL de interpretación


La CVT establece una regla general de interpretación que concibe la interpretación como una
interpretación intelectual única que precisa tener en cuenta simultáneamente diferentes
elementos; el texto del tratado, la interpretación que le dan las partes, la práctica seguida por
ellas en la aplicación del tratado y el marco normativo posterior.

Los tratados deberán interpretarse de buena fe conforme al sentido corriente que haya de
atribuirse a los términos del tratado en el contexto de estos y teniendo en cuenta su objeto y
fin. “El contexto ayuda a interpretar los términos”.
Juntamente con el contexto habrá de tenerse en cuenta;
1. Todo acuerdo ulterior entre las partes acerca de la interpretación del tratado o de la
aplicación de sus disposiciones
2. Toda práctica seguida de la aplicación del tratado por la cual conste el acuerdo de las
partes acerca de la interpretación del tratado
3. Toda norma pertinente de derecho internacional aplicable en las relaciones entre las
partes. Esta regla complementaria permite a la vez la interpretación dinámica y
sistemática de los tratados internacionales.

b) MEDIOS de interpretación complementarios


Servirán para confirmar la interpretación que resulte de la aplicación de la regla general o
para determinar el sentido en la muy improbable hipótesis de que la aplicación de la regla
general deje ambiguo u oscuro el sentido o conduzca a un resultado manifiestamente absurdo
o irrazonable.

c) Interpretación de los tratados autenticados en varios IDIOMAS


Es frecuente que los tratados sean autenticados en textos redactados en dos idiomas en el caso
de los tratados bilaterales o en más de dos idiomas, en los multilaterales. Cuando de la
comparación de los distintos textos auténticos se revele una diferencia de sentido que no
pueda resolverse mediante las reglas de interpretación, se adoptará el sentido que mejor
concilie estos textos.
TEMA 6:
LA NULIDAD, LA TERMINACIÓN Y LA SUSPENSIÓN DE LOS TRATADOS

I. ENFOQUE NORMATIVO
El problema de cómo un Estado puede liberarse de sus compromisos es una cuestión de
interés político, pero también tiene una vertiente jurídica de la que no se puede prescindir. El
Derecho internacional tiene que protegernos principios que en casos concretos pueden estar
en conflicto. Por un lado, ha de proteger el principio de la obligatoriedad de los tratados
(pacta sunt servanda) y, por otro, el de la libertad del consentimiento. Por esto, es necesario
que se establezcan las causas objetivas que pueden dar lugar a la no aplicación de los tratados
por ser éstos nulos, haber terminado o hallarse en situación de suspensión de sus
disposiciones.

II. LA NULIDAD DE LOS TRATADOS


En el orden internacional, la distinción entre nulidad y anulabilidad de los actos jurídicos no
es tan clara. La Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados titula la Sección 2 de la
Parte V “Nulidad de los tratados” (arts. 46 a 53) pero establece un régimen propio que
combina aspectos de las nociones doctrinales de anulabilidad y nulidad. Algunas causas de
nulidad son subsanables expresa o tácitamente con lo que se corresponderían a supuestos de
anulabilidad. La noción de nulidad implica que el acto nulo no produce efectos jurídicos
desde su inicio (ex tunc).

A) CAUSAS DE LA ANULABILIDAD O NULIDAD RELATIVA


Son causas que pueden ser alegadas por la parte en un tratado cuyo consentimiento está
viciado por alguna de dichas causas y pueden subsanarse si, después de tener conocimiento de
la existencia de la causa, dicha parte ha convenido que el tratado es válido o, por su
comportamiento, tácitamente reconoce su validez.

a) Violación de las disposiciones de Derecho interno relativas a la competencia para


concluir tratados

b) Restricción específica de los poderes para manifestar el consentimiento


Si los poderes para manifestar el consentimiento tiene una restricción específica que
no haya sido observada por el representante del Estado dicha causa podrá alegarse
siempre que la restricción haya sido notificada a los Estados negociadores (art. 47
CVT). En este caso también prevalece la apariencia en beneficio de la seguridad
jurídica si los demás Estados negociadores no tenían conocimiento de una restricción
específica de los poderes del representante.

c) Error
No es frecuente que un Estado preste su consentimiento a un tratado víctima de un
error. Los casos de error conocidos en la jurisprudencia internacional se refieren a
errores hallados en mapas antiguos delimitación de territorios ocasionados por el
desconocimiento que existía en la geografía de territorios lejanos. La Convención de
Viena sobre el Derecho de los tratados admite la alegación de un error cuando
constituya «una base esencial del consentimiento» (art. 48 CVT).

d) Dolo
Equivale al engaño causado por una parte ya que puede alegarse como causa de
nulidad cuando, «mediante una conducta fraudulenta», un Estado haya inducido a otro
a concluir un tratado (art. 49 CVT).

e) Corrupción del representante


Si el consentimiento ha sido recta o indirectamente» mediante la corrupción del
representante de un Estado podrá alegarse como causa de nulidad (art. 50 CVT).

B) CAUSAS DE LA NULIDAD ABSOLUTA


Hacen referencia a causas que son alegables por cualquier Estado y tienen consecuencias más
rigurosas sobre los actos de aplicación del tratado en que concurren.

a) Coacción sobre el representante de un Estado.


Cuando la manifestación del consentimiento haya sido obtenida mediante coacción
sobre el representante de un Estado el tratado “carecerá de todo efecto jurídico” (art.
51 CVT). Esta causa, que más que ocasionar la nulidad del tratado declara la
inexistencia del consentimiento.

b) Coacción sobre un Estado por la amenaza o el uso de fuerza


Un tratado será nulo si ha sido concluido mediante amenaza o uso de la fuerza. El
artículo 52 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados se hace eco de
esta evolu ción y delimita, sin gran precisión, sobre si se refiere a la fuerza armada o a
otras formas de coacción al señalar que será aquella ejercida “en violación de los prin
cipios de derecho internacional incorporados en la Carta de las Naciones Unidas”. La
disposición no tiene carácter retroactivo y debe entenderse que no se aplica a los
tratados de paz o acuerdos para poner fin a un conflicto armado.

c) Tratados que estén en oposición con una norma imperativa de derecho internacional
general (ius cogens)
El artículo 53 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los tratados dice que
«es nulo todo tratado que, en el momento de su celebración, esté en oposición con una
norma imperativa de derecho internacional general».

III. LA TERMINACIÓN DE LOS TRATADOS


Así como la nulidad de los tratados es un hecho excepcional y debido a causas también
excepcionales, la terminación de los tratados es un hecho frecuente porque los Estados se
preocupan por no adquirir obligaciones indefinidas y van adecuando sus obligaciones a la
evolución de sus relaciones. En el caso de que el tratado deje de aplicarse entre todas las
partes se produce su terminación, y en el caso de que un tratado multilateral deje de aplicarse
respecto de alguna de sus partes y continúe vigente respecto de las demás, se habla de retiro o
retirada de la parte que pone fin a sus obligaciones.
Cuando la terminación de un tratado se produce por iniciativa de una de las partes se habla de
denuncia del tratado. Del principio pacta sunt servanda se deriva el principio fundamental de
que los tratados obligan a las partes y sólo pueden terminar si se produce alguna de las causas
de terminación establecidas por el Derecho internacional. Estas causas son:

A) POR VOLUNTAD COMÚN DE LAS PARTES


Las partes de un tratado, del mismo modo que se han comprometido a cumplir determinadas
obligaciones, pueden también de común acuerdo poner fin a dichas obligaciones. Esta
terminación de común acuerdo se denomina abrogación del tratado.Un tratado puede;
1. Establecer que se aplicará hasta una determinada fecha o durante un determinado
tiempo transcurrido el cual puede terminar (término) o bien continuar vigente durante
períodos sucesivos de igual duración si alguna de las partes no lo denuncia (tácita
reconducción).
2. Establecer una duración indefinida a menos que alguna de las partes lo denuncie con
un plazo preaviso con venido (denuncia).
3. Otra posibilidad es que el tratado obligue hasta que se produzca un determinado hecho
que si tiene lugar terminará desde dicho momento (condición resolutoria).

B) DENUNCIA O RETIRADA EN CASO DE SILENCIO DEL TRATADO


Si un tratado no contiene disposiciones sobre su terminación, su denuncia o retirada se
plantea la cuestión de si es posible su terminación y en qué condiciones puede hacerse. Esta
es una cuestión clásica que ha sido muy debatida por la doctrina. La obligación de cumplir el
tratado es un principio básico pero también hay tratados que tampoco puede pretenderse que
obliguen indefinidamente.

C) TERMINACIÓN A INICIATIVA DE UNA PARTE MOTIVADA POR CAUSAS


ESPECÍFICAS
El Derecho internacional admite que una parte pueda dar por terminado un tratado si se dan
determinadas circunstancias específicas:
a) Por violación del tratado por una de las partes.
Es un principio generalmente reconocido que el incumplimiento de un acuerdo por
una de las partes exime a las demás de su incumplimiento. La violación de un tratado
por una de las partes tambíen autoriza a darlo por terminado o suspender su
aplicación.
La cuestión consiste en determinar en qué condiciones puede hacerse. La Convención
de Viena sobre el Derecho de los tra tados precisa que este derecho sólo podrá
ejercerse en el caso de que se trate de una «violación grave», entendiendo por tal un
rechazo del tratado no admitido por la Convención o la violación de una disposición
esencial para la consecución del objeto y fin del tratado (art. 60 CVT)

b) Imposibilidad subsiguiente de cumplimiento


Si desaparece o se destruye “un objeto indispensable para el cumplimiento de un
tratado”, una parte podrá darlo por terminado o retirarse de él si es un tratado
multilateral.
c) Cambio fundamental de circunstancias
La terminación de un tratado debida al cambio de las circunstancias que existían en el
momento de su conclusión es una de las cuestiones más discutidas por la doctrina.
Actualmente, se prescinde de cualquier presunción de la voluntad de las partes y de la
existencia de una supuesta cláusula implícita y se considera que el Derecho
internacional contiene una norma objetiva según la cual todo cambio esencial en las
circunstancias autoriza a cualquiera de las partes a pedir la terminación del tratado, lo
que se conoce como “la doctrina rebus sic stantibus”. La Convención de Viena sobre
el Derecho de los tratados establece cinco decisiones necesarias y acumulativas:

1. El cambio debe ser respecto de las circunstancias existentes en el momento de


la celebración del tratado.
2. El cambio debe ser fundamental.
3. Debe tratarse de un cambio no previsto por las partes.
4. La existencia de esas circunstancias debe haber constituido una base esencial
del consentimiento de las partes en obligarse por el tratado.
5. El cambio debe tener por efecto una modificación radical del alcance de las
obligaciones que todavía hayan de ejecutarse en virtud del tratado (art. 62.1
CVT).

d) Aparición de una nueva norma imperativa de derecho internacional general


El carácter no inmutable de las normas imperativas de Derecho internacional general
reconocidas en el artículo 53 puede hacer que aparezcan nuevas normas imperativas
de derecho internacional general (ius cogens superveniens) que no existían en el
momento de la conclusión del tratado. En este caso el tratado “se convertirá en nulo y
terminará” (art. 64 CVT).

D) CONSECUENCIAS DE LA TERMINACIÓN
Las consecuencias de la terminación de los tratados son más sencillas que las de la nulidad.
Por una parte la terminación eximirá a las partes de la obligación de seguir cumpliendo el
tratado y, por otra, no afectará a los derechos adquiridos durante el período de vigencia del
tratado (art. 70 CVT).
TEMA 7: OTRAS FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO

I. EVOLUCIÓN DE LOS MEDIOS DE CREACIÓN DE OBLIGACIONES


INTERNACIONALES
La resolución del Tribunal Permanente de Justicia Internacional, que en su artículo 38 incluía
la enumeración de las fuentes de derecho internacional y la confirmación de dichas fuentes en
términos prácticamente idénticos por el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, no han
impedido que el Derecho internacional evolucionara y pudieran desarrollarse otras fuentes no
contempladas en dichos textos. En esta evolución han tenido un papel muy importante las
organizaciones internacionales que, gracias a sus poderes, pueden adoptar actos con carácter
obligatorio para los Estados miembros.

También hay que destacar el desarrollo de la jurisprudencia de la propia Corte Internacional


de Justicia (CIJ) que ha considerado que determinadas declaraciones y conductas de los
Estados podían dar lugar a la creación de obligaciones para sus autores.
Estas formas de creación de obligaciones internacionales pueden encontrar el fundamento de
su obligatoriedad en fuentes mencionadas en dicho texto como son los tratados
internacionales o los principios generales del Derecho, pero merecen un estudio
independiente que ponga de manifiesto sus características.

II. LAS RESOLUCIONES DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES


Las organizaciones internacionales poseen una voluntad propia distinta de la voluntad de sus
Estados miembros y por lo tanto son “centros autónomos de decisión”. Su actividad es
esencialmente normativa y se realiza mediante la adopción de resoluciones de sus órganos a
través de los cuales se expresa su propia voluntad.
Para referirse a los actos de estas organizaciones internacionales la doctrina las denomina
como decisiones (actos obligatorios, no es lo más frecuente), resoluciones (generalmente la
más utilizada, es un término más neutro) o recomendaciones (carácter más moral).

A) La FUNCIÓN NORMATIVA de las Organizaciones Internacionales


a) Función Normativa Indirecta
Las organizaciones internacionales actúan como marco para la negociación y adopción del
texto de tratados internacionales multilaterales sobre materias propias de los fines que les
corresponden. La Carta de las Naciones Unidas atribuye al Consejo Económico y Social la
competencia para “formular proyectos de convención con respecto a cuestiones de su
competencia para someterlos a la Asamblea General”. La Constitución de la Organización
Internacional del Trabajo (art. 19) regula un procedimiento específico para la conclusión de
los convenios internacionales adoptados en su seno.

b) Función Normativa Directa


En el ejercicio de esta actividad conviene distinguir entre;

1. Función normativa interna: consiste en dictar normas que rigen en el seno de la


propia organización y tienen como destinatarios a sus propios órganos y funcionarios

2. Función normativa externa: mediante la cual dictan normas que tienen eficacia fuera
del propio ordenamiento de la organización y tienen como destinatarios a los Estados
miembros, otras organizaciones internacionales o incluso, excepcionalmente, los
Estados no miembros.

En el artículo 25 de la Carta de las Naciones Unidas dice que los Estados miembros
“convienen en aceptar y cumplir las decisiones del Consejo de Seguridad” y en el capítulo
VII relativo al mantenimiento de la paz establece el ámbito material en el que el Consejo de
Seguridad podrá adoptar dichas decisiones o resoluciones obligatorias. (Ej. Resoluión 1373
sobre Terrorismo Internacional y Resolución 1540 sobre Proliferación de armas de
Destrucción Masiva, en las que se crean normas generales de conducta).
Esto no quiere decir que todas las resoluciones del Consejo de Seguridad sean obligatorias,
habrá que examinar cada caso concreto para confirmar si el Consejo de Seguridad ha ejercido
este poder de dictar resoluciones obligatorias. El artículo 17.2 de la Carta también atribuye a
la Asamblea General el poder de dictar resoluciones obligatorias para determinar la
proporción en que los Estados miembros sufragarán los gastos de la organización.

Esta facultad de dictar resoluciones obligatorias también se encuentra en los organismos


especializados y se combina con la posibilidad de que algún miembro manifieste que desea
excluir dicha obligatoriedad en lo que se refiere a él. Esto se considera fuente de derecho y
proviene de los tratados.
Fórmula opting out system de adopción de decisiones; combina el poder normativo de la
organización con la soberanía de los Estados miembros.
Desde la perspectiva de las fuentes de Derecho internacional, las resoluciones obligatorias
son fuentes secundarias de este derecho que descansan en una fuente primaria que es el
tratado constitutivo de la organización. Esta competencia no debe entenderse como una
transferencia del poder legislativo de los Estados a la organización internacional ya que
“conservando su soberanía, pueden continuar ejerciéndola en sentido contrario, ya sea
modificando el tratado constitutivo de común acuerdo entre los Estados miembros, ya sea
denunciándolo para dejar de estar vinculados por las normas creadas por la organización de
que se trate”

B) El VALOR JURÍDICO de las resoluciones NO obligatorias


Las resoluciones no obligatorias de las organizaciones internacionales pueden tener un
importante valor jurídico a pesar de no ser obligatorias. Este tipo de resoluciones también son
hechos que pueden tener un valor jurídico en función de las circunstancias que las rodean y
que el Derecho internacional considera relevantes para deducir determinados efectos. Éste es
el caso de las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que formulan
principios de Derecho internacional adoptadas mediante mayorías abrumadoras y que para
destacar su importancia se denominan Declaraciones.

Hay declaraciones con disposiciones declarativas de normas consuetudinarias, otras han


contenido disposiciones con efecto cristalizador de normas consuetudinarias y otras han
tenido un efecto generador de normas internacionales. El valor jurídico de las resoluciones
no obligatorias también se puede predicar de resoluciones no obligatorias menos generales
que las declaraciones de la Asamblea General y que se dirigen a Estados o grupos de Estados
concretos.

Soft law→ resoluciones “no obligatorias”


Hard law→ obligan claramente

III. LOS ACTOS UNILATERALES


Los actos unilaterales han sido definidos de manera general como “declaraciones de voluntad
del sujeto jurídico del que emanan que, sobre toda la base de principios y normas del Derecho
internacional, producen efectos jurídicos por sí mismas y no como elementos que forman
parte de un acto multilateral”.
La jurisprudencia internacional, en diversos asuntos, ha reconocido que mediante
declaraciones realizadas por las autoridades de un Estado pueden derivarse, en determinadas
circunstancias, obligaciones para dicho Estado.

Dentro de los actos unilaterales, se encuentran los actos stricto sensu, definidos como
“declaraciones formales formuladas públicamente por un Estado con la intención de producir
obligaciones en virtud del derecho internacional”. El carácter obligatorio de tales
declaraciones se fundamenta en el principio de la buena fe.

Este carácter obligatorio no depende del comportamiento de otros sujetos ni de la forma oral
o escrita que se revista dicho acto, sino de que se refiera a situaciones concretas, que se
enuncie en términos claros y específicos y que exista la intención de obligarse. No obstante,
los principios rectores relativos a los actos unilaterales prevén algunos límites a la creación de
obligaciones jurídicas a través de ellos; la nulidad de toda declaración unilateral contraria a
una norma imperativa de derecho internacional general; el rechazo al establecimiento de
obligaciones para los demás Estados sin la aceptación clara de éstos y la imposibilidad para el
Estado autor de la declaración de revocarla de forma arbitraria. Esto no es una particular de
esta fuente únicamente.

A partir de la década de los años veinte se comienzan a estudiar los actos unilaterales como
fuente de obligaciones internacionales y se analiza si generan derechos u obligaciones para
sus autores (reconocimiento renuncia) o si carecen de él (notificación, protesta y promesa);

● El reconocimiento. Es el acto mediante el que un Estado hace constar la existencia de


ciertos hechos y los considera susceptibles de establecer relaciones jurídicas regidas
por el Derecho internacional.
● La protesta. Es el acto mediante el cual un Estado declara que no reconoce como
legítima una determinada situación o pretensión de otros. Así como mediante el
reconocimiento los Estados pueden establecer relaciones jurídicas respecto a
situaciones originariamente contrarias al Derecho internacional, mediante la protesta
expresan su disconformidad y se reservan la posibilidad de su impugnación.
● La renuncia. Es el acto mediante el cual un Estado manifiesta su voluntad de
abandonar un derecho y proceder a su extinción o transmisión a otro sujeto.
● La notificación. Es el acto mediante el cual un Estado pone oficialmente en
conocimiento de un tercero determinados hechos, actos o documentos con la finalidad
de que éste no pueda alegar que los desconocía.
● La promesa. Es el acto mediante el que un Estado da a entender que en el futuro ante
una situación concreta actuará de una determinada manera. Se discute si la promesa
puede generar una obligación internacional, todo depende de si ha sido o no aceptada,
ya que, en caso de que se aceptase está ante un acuerdo por lo que existe obligación.

IV. LA CONDUCTA DE LOS ESTADOS; LA DOCTRINA DEL ESTOPPEL


La jurisprudencia internacional, para determinar los derechos y obligaciones internacionales
de los Estados en una situación concreta, ha procedido a un examen conjunto de la conducta
de las partes. La doctrina ha visto en estos casos una aplicación en el orden internacional de la
institución del Common Law conocida como doctrina del estoppel. Éste es un principio
jurídico anglosajón que tiene una gran diversidad de modalidades

a) Estoppel by representation
Cuando una parte mediante su actitud da a entender a otra que existe una determinada
situación y la otra parte modifica su posición basándose en la existencia de dicha
situación, la parte que con su conducta creó la apariencia de dicha situación no puede
posteriormente alegar que no existía o que la situación era distinta.
b) Estoppel by acquiescence
Una parte que ha tenido conocimiento de una determinada situación, y que en función
de su posición debía reaccionar ante dicha situación, si transcurre un periodo
razonable sin haberlo hecho, posteriormente no puede impugnar dicha situación.

En este texto aparece una noción importante desde el punto de vista internacional qué es la de
oponibilidad; la sentencia no se pronuncia en términos abstractos sobre si la situación
concreta que examina es conforme o contraria al derecho internacional. Por el
contrario,adopta una perspectiva relativa y considera si la situación es oponible a otro Estado
y para ello examina las circunstancias concretas del asunto.

Los actos unilaterales y la conducta de los Estados crean situaciones jurídicas subjetivas que
han de ser examinadas en función de las circunstancias concretas que concurren en cada una
de ellas.
TEMA 8
LAS RELACIONES ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL Y LOS DERECHOS
INTERNOS

I. POSICIONES DOCTRINALES

A) EL DEBATE DOCTRINAL MODERNO: DUALISMO Y MONISMO


El debate doctrinal moderno tuvo un carácter fundamentalmente teórico. En él se ofrecieron
explicaciones radicalmente diferentes de las relaciones entre el Derecho internacional y los
Derechos internos que partían de una concepción del Derecho y aún de la sociedad opuestas.
Tales enfoques teóricos se pueden sistematizar en dos:

El dualismo, defendido por la doctrina voluntarista alemana e italiana cuyos máximos


representantes fueron Triepel y Anzilotti, consideraba que el Derecho internacional e interno
eran ordenamiento jurídicos diferentes y separados tanto por las relaciones sociales que
regulan como por las fuentes jurídicas de cada uno de ellos. Para estos autores, el Derecho
internacional regula las relaciones entre Estados. En cambio, el Derecho interno regularía
sólo relaciones sociales entre individuos y el Estado.

El monismo, concibe relaciones entre el Derecho internacional y los Derechos internos


formando parte de un único ordenamiento. Ahora bien, el fundamento varía según los
distintos autores. Hans Kelsen considera que no hay diferencias entre los dos sistemas
jurídicos en lo que concierne a los sujetos, ya que “todo derecho es, esencialmente, regulación
de conducta humana”. La consecuencia es que no se puede admitir la validez simultánea de
dos sistemas de normas diferentes, entre las obligaciones de uno y otro, ya que las relaciones
entre el Derecho internacional y el derecho interno han de ser de subordinación. Se pueden
plantear dos hipótesis jurídicas:
a) Derecho interno goza de primacía sobre el Derecho internacional
b) El Derecho internacional es el orden jurídico en el que resida la norma fundamental y,
por ende, el Derecho interno está subordinado a él.
Según Kelsen, la solución de la primacía depende de preferencias éticas o políticas
personales. Una persona cuya orientación política sea el nacionalismo e imperialismo se
inclinará por defender la primacía del Derecho interno sobre el Derecho internacional,
mientras que alguien que sienta simpatía por el internacionalismo y el pacifismo preferirá
sostener la primacía del Derecho internacional sobre el Derecho interno.
Una parte de la doctrina española sostuvo una concepción monista iusnaturalista. Las
relaciones de ambos se hallan coordinadas por un orden jurídico superior, el Derecho natural.

B) LAS RELACIONES ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL Y EL DERECHO


INTERNO A LA LUZ DE LA PRÁCTICA.
Tras la Segunda Guerra Mundial, el análisis se centra en la observación de la práctica en cada
Estado y cada norma:

El Derecho internacional, para Michel Virally (1922-1989), es un ordenamiento jurídico


incompleto y necesita del derecho interno para funcionar. Derecho internacional y Derechos
internos “son dos órdenes que forman categorías distintas y autónomas en sus modos de
creación, pero no rigurosamente separadas. Al contrario, reconocen mutuamente su validez y
establecen entre ellos relaciones múltiples, dominadas por el principio de la primacía del
Derecho internacional en el ámbito internacional”.

Otros autores monistas, seguidores de Kelsen, matizan sus planteamientos y admiten tanto la
autonomía del Derecho internacional como de los Derechos internos y los posibles conflictos
entre las normas de uno y otro sistema en un planteamiento monista moderado. Los
conflictos entre normas internas e internacionales, aunque no produzcan la nulidad de las
normas internas, generan una situación provisional puesto que los Estados tienen la
obligación jurídico-internacional de modificar o derogar las normas por mulgadas en
contradicción con el Derecho internacional a petición del Estado perjudicado.

El Derecho internacional y el Derecho interno son ordenamientos autónomos porque la


validez de las normas de uno y otro ordenamiento sólo depende del sistema jurídico en el que
han sido creadas y al que pertenecen. Son ordenamientos autónomos porque la validez de las
normas jurídicas internacionales no se ve afectada por la existencia de normas internas
contrarias ni por su incumplimiento por un Estado.

La primacía del Derecho internacional se puede explicar por medio de dos argumentos: la
existencia de un principio fundamental en el Derecho internacional general que establece que
un Estado no puede invocar las disposiciones de su derecho interno como justificación del
incumplimiento de una norma internacional (art. 27 de la CVT).

III. LA RECEPCIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL EN LOS DERECHOS


INTERNOS

La recepción es un proceso que comprende la corporación de las normas jurídicas


internacionales en los derechos internos y en la adaptación técnica del derecho interno al
Derecho internacional.

La recepción no es sólo una cuestión teórica, sino que es fundamentalmente práctica, ya que
es la institución que desempeña la función de puente interordinamental a través del cual se
produce la integración del Derecho internacional en el Derecho estatal.

El Derecho internacional no impone ninguna técnica de recepción concreta, por lo que no


existe un procedimiento común para la recepción de las normas internacionales en cada
Estado ni siquiera para la incorporación de cada uno de los tipos de normas internacionales.
La determinación de la técnica de recepción de las normas internacionales depende de la
constitución, de la cultura jurídica y de la práctica judicial de cada Estado. En la actualidad,
en el Derecho constitucional comparado se pueden distinguir dos técnicas de recepción:

La recepción automática o adopción (monista) consiste en la integración de las normas


jurídicas internacionales en el Derecho interno en calidad de normas internacionales sin
necesidad de ninguna medida legislativa particular.
La incorporación de las normas internacionales por medio de esta técnica no cambia su
naturaleza (seguirá siendo una norma internacional), ni los sujetos destinatarios (los Estados
y, eventualmente, los individuos), ni modifica su contenido. Existen de varios
procedimientos:
- Un mecanismo general y permanente basado en una costumbre judicial (Reino Unido
y Estados Unidos).
- Un mecanismo general y permanente previsto de forma expresa en la constitución
estatal (Alemania e Italia).
- A través de la incorporación automática de las normas internacionales con la
exigencia constitucional de la previa publicación interna de tales normas (España para
los tratados internacionales).

La técnica de la transformación (dualista) consiste en la incorporación de las normas jurídicas


internacionales mediante la creación en el Derecho interno de una norma de idéntico
contenido o bien de una norma que reproduzca, desarrolle y complete la norma internacional.
Es decir, a través de la transformación se integran las normas internacionales por medio de
medidas legislativas particulares. Los efectos de esta técnica son: un cambio en la naturaleza,
un cambio en los destinatarios y puede suponer un cambio en el contenido de la norma
porque pierde la conexión con el ordenamiento de origen y porque puede ser desarrollada y
completada. Esta técnica puede operar mediante dos procedimientos: el procedimiento
legislativo ordinario y la orden de ejecución, a través de la que se ordena la ejecución de una
norma internacional que se reproduce como anexo a la norma interna.

A) EL DERECHO INTERNACIONAL GENERAL

El Derecho internacional general está integrado por las normas consuetudinarias y por los
principios generales de Derecho y se caracteriza, entre otros rasgos, por su carácter no escrito.
Este conjunto de normas tiene una gran importancia en el ordenamiento jurídico internacional
pero en muchas ocasiones tienen algunas dificultades para producir efectos jurídicos en los
Derechos internos.

El Derecho internacional general se incorpora en los derechos internos, dada su naturaleza y


su carácter no escrito, mediante la técnica de la recepción automática o adopción establecida
de dos formas. La primera a través de la regulación constitucional más o menos detallada
como es el caso de Alemania o Italia.

La aplicación del Derecho internacional general en los Derechos internos ha de hacer frente a
algunas dificultades que obstaculizan que tales normas desplieguen plenamente sus efectos:
las dificultades que tienen los jueces internos para la identificación y determinación de las
normas consuetudinarias; las características de las obligaciones derivadas de este tipo de
normas y la formación y capacidad de los jueces internos.
La posición de las normas de Derecho internacional general en los Derechos internos, dada su
escasa regulación constitucional, depende de la práctica judicial de cada Estado. Así, en caso
de conflicto entre normas de Derecho internacional general y leyes internas, en unos Estados
aquéllas han visto reconocida la primacía (Alemania, Italia, Grecia), en otros los tribuales se
la otorgan a las leyes internas (Reino Unido, Irlanda y Dinamarca) y en otros países (EEUU y
Francia) la posición es incierta por falta de uniformidad en las decisiones de los tribunales.

B) LOS TRATADOS INTERNACIONALES


La recepción del Derecho internacional convencional en los Derechos internos se puede
operar por medio de las dos técnicas apuntadas:

La recepción autonómica de los tratados internacionales. El efecto de estas disposiciones,


que utilizan fórmulas diferentes, es el mismo: los tratados internacionales se incorporan de
forma automática en el Derecho interno de cada Estado en calidad de normas internacionales.
La publicación oficial se realiza en los diarios oficiales en los que se publican las demás
normas internas.
La recepción automática de los tratados exige distinguir entre las disposiciones que son
directamente aplicables (self-executing) y aquellas otras disposiciones que no son
directamente aplicables (non self-executing). Las primeras las aplican los órganos internos en
calidad de normas internacionales y en el caso de las disposiciones que no son directamente
aplicables es necesaria su ejecución normativa, es decir, la adopción de los órganos internos
competentes de la legislación de desarrollo normativo que permita su aplicación. La
aplicabilidad directa de una disposición convencional es una cualidad normativa que depende
de que las normas internacionales reúnan una serie de requisitos. La apreciación de dicha
cualidad normativa corresponde a los órganos internos competentes para su aplicación, en
especial y en última instancia, a los tribunales. Recepción automática y aplicabilidad directa
son, por tanto, dos cuestiones diferentes ya que la aplicabilidad directa solo se plantea
después de la incorporación de los tratados. Éstos se integran en calidad de normas
internacionales y son obligatorios desde su entrada en vigor.

La recepción de los tratados internacionales mediante la técnica de transformación


(dualista). Los tratados se incorporan mediante su reformulación en normas internas, ya sea
mediante el procedimiento legislativo ordinario o a través de una norma que ordena la
ejecución.
La publicación se produce en calidad de normas internas en el correspondiente diario oficial
de cada Estado.
La aplicación se lleva a cabo en calidad de normas internas y, en función del carácter
directamente aplicable o no puede exigir el adattamento secundario (es decir, la ejecución
normativa de las mismas.
La posición de los tratados en Estados depende del rango de la norma interna que opera la
transformación.
Se pueden plantear problemas en sus relaciones con otras leyes internas. Salvo previsión
constitucional expresa, las relaciones con las demás leyes internas se regulan por el principio
de equivalencia y, por lo tanto, en caso de conflicto normativo, es aplicable la regla lex
posterior derogat priori.

C) LAS RESOLUCIONES DE LAS ORGANIZACIONES INTERNACIONALES


Algunas Organizaciones internacionales, tienen competencia para adoptar resoluciones
obligatorias para los Estados miembros. Se trata de un fenómeno limitado que les permite
adoptar resoluciones que pueden crear derechos y obligaciones.
a) La recepción de las resoluciones obligatorias de las Organizaciones internacionales de
cooperación se puede llevar a cabo tanto por medio de la recepción automática como de la
transformación. En los países que tienen ausencia de regulación constitucional, la recepción
se le aplica por analogía las normas previstas para los tratados.
IV. EL DERECHO INTERNACIONAL EN EL DERECHO ESPAÑOL

A) LA RECEPCIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL GENERAL


La Constitución española no regula de forma expresa la recepción del Derecho Internacional
general. No obstante, contiene algunas referencias indirectas a tales normas: la remisión a las
normas de Derecho internacional general relativas a la terminación, modificación y
suspensión de los tratados cuando no estén previstas en ellos (“monista” moderado). Ahora
bien, la naturaleza del Derecho internacional general y la práctica de los tribunales españoles
confirman que su incorporación se produce de forma automática, desde el momento de su
creación en el ordenamiento jurídico internacional, en calidad de normas internacionales y
con rango supralegal, ya que gozan de primacía sobre las leyes internas.

B) LA RECEPCIÓN DEL DERECHO INTERNACIONAL CONVENCIONAL


La recepción de los tratados está regulada en el artículo 96.1 CE, 1.5 del Código Civil y 28 y
29 de la Ley 25/2014.
El artículo 96.1 de la CE establece que “los tratados internacionales, válidamente celebrados,
una vez publicados oficialmente en España, formarán parte del ordenamiento interno”.
La Ley 25/2014 de tratados y otros acuerdos internacionales reitera que “los tratados
internacionales formarán parte del ordenamiento jurídico interno una vez publicados en el
BOE”.
En el artículo 1.5 del Código Civil se establece que “Las normas jurídicas contenidas en los
tratados internacionales no serán de aplicación directa en España en tanto no hayan pasado a
formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el Boletín Oficial
del Estado”.

La exigencia de la previa publicación oficial ha sido interpretada por algunos autores en el


sentido de un sistema dualista moderado. La publicación no es un mecanismo de producción
normativa, sino un medio de publicidad que permite la plenitud de efectos y garantiza la
seguridad jurídica. Por lo tanto, cabría calificar el sistema español como un sistema monista
moderado, ya que la incorporación es automática en calidad de normas internacionales y la
plenitud de efectos sólo exige su previa publicación oficial.

Los tratados internacionales tienen en España primacía sobre el derecho interno derivada del
principio de DI que impide “invocar las disposiciones de su derecho interno como
justificación del incumplimiento de un tratado” (27 CVT). Esta primacía está admitida de
forma indirecta en el artículo 96.1 CE al señalar que las disposiciones de los tratados sólo
podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma prevista en los propios tratados
de acuerdo con las normas generales del DI.

Las relaciones entre las leyes españolas, ya sean anteriores o posteriores, y los tratados
internacionales se regulan por el principio de primacía, según el cual, las normas jurídicas
contenidas en los tratados “prevalecerán sobre cualquier otra norma del ordenamiento interno
en caso de conflicto con ellas, salvo las normas de rango constitucional”. La consecuencia de
dicha primacía será la aplicación preferente de los tratados y la inaplicación de las leyes
internas.
C) LA RECEPCIÓN DE RESOLUCIONES DE LAS ORGANIZACIONES
INTERNACIONALES
La recepción de las resoluciones obligatorias de las Organizaciones internacionales en el
Derecho español se opera según lo prescrito en las normas internas, según la cultura jurídica
española y, según los casos, en los propios tratados constitutivos de tales organizaciones.
a) La recepción de las resoluciones obligatorias de las Organizaciones internacionales
de cooperación​ No está regulada de forma expresa por la CE, por lo que son
aplicables por analogía, teniendo en cuenta su diferente naturaleza jurídica, las reglas
establecidas para los tratados. Este tipo de resoluciones se incorpora de forma
automática, en calidad de normas internacionales y, para su plenitud de efectos, es
necesaria su previa publicación en el BOE. (según la doctrina del Consejo de Estado).

Las relaciones entre tales resoluciones y la Constitución deben estar presididas por el
principio de congruencia pero, no es posible recurrir el control preventivo de
constitucionalidad (art. 95 CE) y sólo quedan disponibles los controles a posteriori
intrínsecos. Asimismo, las resoluciones obligatorias de las Organizaciones de
cooperación gozan de primacía respecto a las leyes internas anteriores y posteriores.

b) La recepción de las resoluciones obligatorias de las Organizaciones internacionales


de integración​ en el Derecho español. Es el derecho derivado de la Unión Europea.
España es miembro de las Comunidades Europeas desde 1986 y la recepción de tales
organizaciones se produce de acuerdo a lo previsto en los respectivos tratados
constitutivos. Por tanto, los reglamentos y las directivas forman parte del
ordenamiento jurídico interno de forma inmediata, en calidad de normas comunitarias,
sin necesidad de ninguna técnica de incorporación, desde su perfección institucional y
publicación oficial en el Diario Oficial de la Unión Europea.
Los reglamentos son aplicación directa en el Derecho interno; en el caso de las
directivas, su ejecución normativa puede corresponder al Estado o a las CCAA en
función de la distribución de competencias prevista en la constitución y en los
respectivos estatutos de autonomía. El Derecho derivado comunitario goza de
primacía respecto a las leyes internas anteriores y posteriores.
TEMA 9: EL ESTADO EN EL DERECHO INTERNACIONAL

I. EL ESTADO COMO SUJETO DE DERECHO INTERNACIONAL


Se dice que el derecho internacional contemporáneo dibuja al Estado como una figura de
geometría variable. Esto significa que la noción de Estado que contempla el Derecho
Internacional para definir sus sujetos tiene que completarse en ámbitos específicos por la
precisión de la significación de dicha noción por medio de las normas internacionales que
regulan dichos ámbitos y a través de la precisión de cuáles son los órganos del Estado
contemplados por dichas normas. Es decir, para cada tema de Derecho internacional público,
este derecho se usa de diferentes maneras.
Desde una perspectiva general, se considera que el Estado se caracteriza por la conjunción de
los siguientes elementos; un territorio, una población, una organización política y la
soberanía.

II. EL RECONOCIMIENTO DE ESTADOS


En la práctica internacional, la aparición de un Estado nuevo es seguida de una reacción por
los demás Estados en virtud de la cual éstos reconocen a la nueva entidad como Estado y
deciden mantener con ella relaciones regidas por el Derecho internacional.

a) NATURALEZA del reconocimiento


Según la doctrina positivista voluntarista, el reconocimiento tiene un valor constitutivo. El
acto de reconocimiento equivale a un acuerdo entre el Estado que reconoce y la entidad
reconocida como Estado y tiene un carácter recíproco y bilateral.

Actualmente se considera que el reconocimiento tiene un carácter declarativo, es un acto


mediante el que se comprueba que se dan los supuestos de hecho de un nuevo Estado y que
tiene consecuencias en las relaciones jurídicas internacionales porque permite el
establecimiento de relaciones diplomáticas y exigir el respeto a la inmunidad de jurisdicción
de que gozan los Estados ante los tribunales de otro país.

“El hecho de que un Estado forme parte de un tratado multilateral no significa que todos le
reconozcan”
b) MODALIDADES del reconocimiento de Estados
El reconocimiento de Estados es un acto discrecional que los Estados pueden realizar en el
momento que estimen oportuno y de la forma que prefieran.
El reconocimiento puede ser expreso mediante un acto o declaración en el que se manifieste
inequívocamente la voluntad de reconocer a un determinado Estado. También puede ser
tácito o implícito mediante la realización de un acto o conducta que sólo pueda adoptarse con
relación a una entidad que sea un Estado, como es el establecimiento de de relaciones
diplomáticas o la conclusión de un tratado bilateral. El reconocimiento también puede ser
individual, realizado por un determinado Estado, o colectivo o concertado por un conjunto
de Estados que deciden de común acuerdo proceder al reconocimiento,aunque en estos casos
no hay un acto único de reconocimiento sino tantos actos de reconocimiento como Estados
que lo manifiestan.

Lo esencial del reconocimiento de Estados es la voluntad de reconocer y no se considera


reconocimiento de un Estado que éste participe en un tratado internacional multilateral, ni el
ingreso en una organización internacional intergubernamental equivale a un reconocimiento
por todos y cada uno de los Estados miembros de la organización.

III. RECONOCIMIENTO DE GOBIERNOS


Cuando se cambia de gobierno, los demás Estados pueden reconocer o no reconocer al nuevo
gobierno, lo que equivale a manifestar su disponibilidad para mantener o no mantener
relaciones con las nuevas autoridades. Cuando surge un nuevo Estado, el reconocimiento de
Estado supone también el reconocimiento del gobierno originariamente establecido en dicho
Estado.
Al producirse el reconocimiento de gobiernos en situaciones de cambio revolucionario, el
acto de reconocimiento en los momentos en que las nuevas autoridades no han consolidado su
posición por no controlar todo el país o porque se produce una situación de guerra civil, dicho
reconocimiento de gobierno puede dar lugar a intervencionismos en los asuntos internos de
otros Estados.

Para evitar los intervencionismos, la práctica internacional ha desarrollado las figuras de


reconocimiento de iure (es pleno y definitivo, implica la posibilidad de mantenimiento de
relaciones diplomáticas, el reconocimiento de la competencia de los órganos judiciales,
administrativos o de sus demás órganos y la atribución de efectos extraterritoriales a sus
actos.) reconocimiento de facto (es provisional o limitado a ciertas relaciones jurídicas, no
admite el establecimiento de relaciones diplomáticas pero no excluye el mantenimiento de las
relaciones a través de agentes oficiosos y la posibilidad de reconocimiento de los efectos
extraterritoriales a algunos actos de sus autoridades).

IV. UNIONES DE ESTADOS


Los Estados, en su desarrollo histórico, han dado lugar a diferentes formas de unión, las
cuales han sido en algunos casos, resultado de avatares dinásticos en virtud de los cuales
Estados independientes se han encontrado con un mismo soberano. En otros casos, la unión
ha sido el resultado de un acto voluntario con el fin de reforzar los lazos entre comunidades
heterogéneas.

a) Unión personal: Consiste en la unión ocasional de dos Estados independientes que


por razones de sucesión dinástica se hallan bajo la persona de un mismo soberano.
Cada uno de los Estados que forman la unión mantienen su propia subjetividad
internacional.
b) Unión real/efectiva: Es el resultado de la voluntad de los Estados que teniendo una
contigüidad geográfica, deciden compartir un mismo jefe de Estado y algunos
órganos comunes centralizados para la política exterior, la defensa o la hacienda,
conservando una organización política y administrativa propia en todo lo demás.
c) Confederación: Es una asociación de Estados con los objetivos de mantener la paz
entre sus miembros y compartir la defensa frente al exterior. Se fundamenta en un
tratado internacional y cada uno de los componentes de la confederación tiene su
propia subjetividad internacional. Los órganos comunes (la dieta) no son órganos de
representación popular sino que tienen la naturaleza de una conferencia diplomática.
d) Estado federal: Es una unión de Estados basada en una Constitución que distribuye el
poder entre los Estados miembros y los órganos del conjunto de la federación. El
Estado federal es un único sujeto de Derecho internacional con una representación
internacional y una política exterior también únicas.

(Soberanía del Estado: entidad de política que puede tener relaciones directas de sumisión
con el Derecho Internacional Público).
V. EL PRINCIPIO DE IGUALDAD SOBERANA
El orden internacional se fundamenta en el principio de igualdad entre los Estados. La Carta
de las Naciones Unidas se basa en el principio de igualdad soberana de todos sus miembros.

VI. EL PRINCIPIO DE NO INTERVENCIÓN


El principio de no intervención es una consecuencia del principio de la igualdad soberana.
Max Huber se refiere al “derecho de intervención” para la protección de sus nacionales como
un “derecho que ha sido reivindicado por todos los Estados aunque admitía que cabía discutir
los límites de dicho derecho. Sin embargo, la CIJ consideró que “el alegado derecho de
intervención como la manifestación de una política de fuerza, como la que en el pasado ha
dado lugar a los más graves abusos y como tal no puede tener acogida en el Derecho
Internacional.
TEMA 10: LA INMUNIDAD DEL ESTADO Y LA SUCESIÓN DE ESTADOS

I. LA INMUNIDAD DEL ESTADO


La noción de jurisdicción hace referencia a la facultad de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado
que tienen en su conjunto los tribunales de un determinado Estado. La noción de competencia
judicial hace referencia a la facultad que tiene el tribunal concreto para juzgar un determinado
asunto. En el Derecho internacional público la inmunidad de jurisdicción del Estado quiere
decir que los tribunales de un Estado no pueden juzgar a otro Estado. Es decir, un Estado en
su conjunto no tiene jurisdicción para juzgar a otro Estado extranjero.
Esto puede expresarse como una relación jurídica según la cual un Estado goza de inmunidad
ante los tribunales de otro Estado.

La inmunidad del Estado extranjeto tiene dos modalidades; la inmunidad de jurisdicción (un
Estado extranjero no puede ser demandado ni sometido a juicio ante los tribunales de otro
Estado) y la inmunidad de ejecución (los bienes del Estado extranjero no pueden ser objeto de
medidas coercitivas de carácter preventivo, como el embargo cautelar anteriores al fallo o
medidas de aplicación o ejecución de decisiones judiciales administrativas.

a) FUNDAMENTO de la inmunidad del Estado


Institución de Derecho internacional que tiene carácter consuetudinario y se fundamenta en el
principio de igualdad soberana de los Estados.
Convención de las Naciones Unidas: “Todo Estado goza, para sí y sus bienes, de inmunidad
de jurisdicción ante los tribunales de otro Estado, según lo dispuesto…”

En tanto que derecho del Estado extranjero, la inmunidad de jurisdicción puede ser objeto de
renuncia “si ha consentido expresamente” al ejercicio de la jurisdicción. Dicho
consentimiento se puede expresar mediante un acuerdo internacional, un contrato escrito o
por una declaración ante el tribunal o una comunicación escrita en un proceso determinado.
“La renuncia a la inmunidad de jurisdicción es una práctica frecuente en los contratos entre
Estados u organismos estatales y empresas privadas extranjeras”.

b) ALCANCE de la inmunidad de jurisdicción.


Según la doctrina de la inmunidad absoluta, la inmunidad del Estado se extiende incluso a los
asuntos civiles y mercantiles. En el siglo XX, a raíz del intervencionismo del Estado en la
vida económica, la jurisprudencia de distintos países adopta la doctrina de la inmunidad
restringida, que limita la inmunidad del Estado a los actos realizados como poder público y
que permite la jurisdicción de sus tribunales en los actos que hubieran realizado los Estados
extranjeros o sus organismos en los asuntos de carácter civil o mercantil.

c) EXCEPCIONES a la inmunidad de jurisdicción


La doctrina de la inmunidad restringida exigía distinguir entre los actos que los Estados
extranjeros hubieran realizado en tanto que poderes públicos o actos iure imperii, y que están
cubiertos por la inmunidad de jurisdicción, de los actos de carácter civil o mercantil o actos
iure gestionis, que pueden dar lugar a reclamaciones ante los tribunales frente a las cuales los
Estados extranjeros no podrían alegar la inmunidad de jurisdicción.

Se puede adoptar como criterio de distinción la naturaleza del acto y considerar como actos
in iure imperii los que se realizan en el ejercicio de la soberanía del Estado y como actos iure
gestionis, los contratos de actividades de carácter civil o mercantil que podría realizar un
particular.
Si se adopta como criterio de distinción la finalidad del acto, un contrato puramente
mercantil podría ser considerado como un acto iure imperii si ha sido realizado con una
finalidad pública.

Hay algunas excepciones a la inmunidad de jurisdicción;


i) Los procesos relativos a transacciones mercantiles celebradas por un Estado extranjero con
personas físicas o jurídicas que no tengan su nacionalidad.

ii) Los contratos de trabajo entre un Estado y una persona natural respecto de un trabajo
ejecutado o que haya de ejecutarse total o parcialmente en el territorio de otro Estado cuyos
tribunales conocen del asunto.

iii) en las acciones de indemnización pecuniaria en caso de muerte o de lesiones a una


persona o pérdida de bienes causadas por un acto o una omisión presuntamente atribuible al
Estado si el acto se cometió o el autor se encontraba en territorio español.
iv) en los procesos civiles relativos a la propiedad, posesión o uso de bienes situados en
España, en asuntos en materia de propiedad intelectual o industrial y en procesos relativos a
la participación de un Estado en sociedades otras colectividades.

d) Inmunidad del Estado y DERECHOS HUMANOS


En los últimos años se ha planteado el posible conflicto que surge entre las normas relativas a
la inmunidad de jurisdicción y las normas internacionales que protegen los derechos
humanos. Se considera que la inmunidad de jurisdicción del Estado no puede prevalecer en
casos de crímenes internacionales según las normas internacionales que protegen valores
universales que trascienden el interés de los estados o de Ius cogens , Como es el caso de la
prohibición de la tortura.

Otro posible conflicto es el que se plantea entre la inmunidad de jurisdicción y el derecho


fundamental a la tutela judicial efectiva. El tribunal constitucional ha señalado que el derecho
a la tutela judicial efectiva es un derecho de naturaleza prestacional de configuración legal,
por lo que el legislador puede establecer límites a su pleno acceso.

Equilibrio→ inmunidad vs protección

e) Inmunidad de EJECUCIÓN
Las normas de derecho internacional consuetudinario relativas a la inmunidad de ejecución y
las que rigen la inmunidad de jurisdicción son distintas y deben ser objeto de una aplicación
separada. La inmunidad de ejecución va más allá de la inmunidad de jurisdicción ya que
incluso si los tribunales de un Estado han adoptado de forma adecuada una decisión judicial
contra un Estado extranjero, de ello no se deriva ipso facto que el Estado condenado pueda
ser objeto de medidas de ejecución, sobre el territorio del Estado del foro o sobre el de un
Estado tercero, con el fin de ejecutar la sentencia en cuestión.
Aún más la eventual renuncia por un Estado a su inmunidad de jurisdicción ante un tribunal
extranjero no equivale por sí misma a la renuncia de su inmunidad de ejecución en lo que
concierne a los bienes que le pertenecen y que se encuentran en territorio extranjero.

La inmunidad de ejecución protege los bienes del Estado extranjero, tanto antes como
después de la resolución judicial, salvo que dicho Estado lo haya consentido, de manera
expresa o tácita. No podrán adoptarse medidas de ejecución respecto de los bienes públicos
no comerciales del Estado extranjero, siempre que se encuentren en territorio español y
tengan un nexo con el Estado contra el que se ha incoado el proceso.

Hacen su contrario, podrán adoptarse medidas de ejecución respecto a los bienes dedicados a
fines comerciales. La cuestión está en distinguir unos de otros.

La ley española especifica que son bienes del Estado dedicados a fines públicos no
comerciales y, por tanto, no susceptibles de medidas de ejecución:

i) Los bienes utilizados o destinados a ser utilizados en el desempeño de las funciones de la


misión diplomática o de sus oficinas consulares.

ii) Los bienes de naturaleza militar o destinados a funciones militares.

iii) Los bienes del Banco Central o de las autoridades monetarias.

iv) Los bienes que formen parte del patrimonio cultural o de los archivos del Estado.

v) Los buques o aeronaves del Estado.

Este sistema puede plantear dificultades en la práctica dado que la utilización de un criterio
distinto para determinar el ámbito de la inmunidad de jurisdicción del empleado para la
inmunidad de ejecución puede dar lugar a situaciones en las que, iniciado un procedimiento
judicial respecto a un asunto cubierto por la excepción relativa a las transacciones
comerciales, después no puedan adoptarse medidas coercitivas contra los propios bienes
objeto de la transacción comercial si el Estado alega que los mismos están siendo utilizados
para fines oficiales no comerciales. Únicamente podrán tomarse medidas coercitivas contra
bienes que tengan un nexo con el Estado contra el que se haya incoado el proceso.

II. LA SUCESIÓN DE ESTADOS


La sucesión de estados no se trata de una sucesión universal a favor de la entidad sucesora
sino que es un hecho político que plantea cuestiones jurídicas que no siempre están reguladas
por normas de derecho internacional aplicables en todos los casos. Es imposible formular una
solución general idéntica para todas las hipótesis imaginables de sucesión territorial, y toda
tentativa para formular tan solución idéntica debe necesariamente fracasar ante la extrema
diversidad de casos concretos.

En la terminología de los convenios en materia de sucesión de estados se denomina Estado


predecesor al Estado que ha sido sustituido por otro a raíz de una sucesión de estados y
Estado sucesor aquel que ha sustituido al anterior y ha pasado a ejercer su soberanía sobre lo
que era territorio del Estado predecesor.

a) SUPUESTOS de sucesión de Estados.


Los supuestos que dan lugar a este tipo de sustitución son los siguientes:

i) la transferencia de parte de un territorio a otro estado. Caso frecuente en los cambios


territoriales después de un conflicto armado.

ii) la unificación de estados puede ser el resultado de una fusión de estados en virtud de la
cual dos o más estados se unen para dar lugar a un nuevo Estado distinto con la extinción de
los anteriores.

iii) la separación de estados puede producirse mediante la modalidad de disolución o


Desembre amiento que consiste en la formación de estados independientes a partir de
entidades que anteriormente constituyan un único Estado que deja de existir.

iv) la adquisición de la independencia por los pueblos sometidos a la dominación colonial


hizo que en los convenios de codificación en materia de sucesión de estados se incluyera un
supuesto de sucesión específico para este tipo de sucesión.
b) La sucesión de Estados en materia de TRATADOS
i) la denominada regla de “las fronteras móviles de los tratados“ según la cual en el caso de
transferencia de una parte del territorio de un Estado, los tratados del Estado predecesor dejan
de aplicarse en el territorio transferido y se aplican en dicho territorio los tratados del Estado
sucesor.
ii) la regla de continuidad en los casos de unificación y separación de estados. Como regla
general, cuando dos o más estados se unen los tratados en vigor en cada uno de ellos
continuarán aplicándose en el Estado sucesor.

iii) en el caso de los estados de reciente independencia se aplicará el principio de la


denominada “tabla rasa“ según el cual dichos estados surgidos de la descolonización no
aplicarán los tratados concluidos por la potencia colonial que administraba su territorio antes
de la independencia.

c) La sucesión de Estados en materia de BIENES, ARCHIVOS Y DEUDAS DEL


ESTADO
La sucesión de estados en materia de bienes debe hacerse mediante acuerdo inspirado en los
principios de territorialidad y distribución equitativa. La regla tradicional es que los bienes de
dominio público (aeropuertos, escuelas, hospitales, cuarteles, etc) pasan al Estado sucesor.
También pasarán a los estados de reciente independencia los archivos de Estado que,
habiendo pertenecido al territorio al que se refiere a la sucesión de Estado, se hubieran
convertido durante el periodo de dependencia en archivos de Estado del Estado predecesor.

En lo relativo a las deudas del Estado, la regla básica es que habrá de establecerse mediante
acuerdo la proporción en que cada Estado sucesor asuma las deudas del Estado predecesor.

d) La sucesión de Estados en OTRAS MATERIAS


La sucesión de estados afecta a otras muchas cuestiones pues se traduce en la sustitución del
ordenamiento jurídico del Estado predecesor por uno nuevo y en la aparición o desaparición
de nuevos sujetos de derecho internacional.
TEMA 16: EL TERRITORIO DEL ESTADO

I. ENFOQUES DOCTRINALES SOBRE LAS COMPETENCIAS ESTATALES


A. La competencia TERRITORIAL
Es el poder que ejerce el Estado respecto de las personas que habitan su territorio, las cosas
que en él se encuentran y los hechos que en el mismo ocurren. La competencia territorial se
extiende al territorio terrestre; los espacios marítimos adyacentes al territorio del Estado en
los que éste ejerce sus poderes: mar territorial, zona contigua, zona económica exclusiva y
plataforma continental; y al espacio aéreo que se encuentra sobre el territorio.

B. La competencia PERSONAL
Es el poder que el Estado ejerce sobre personas o ciertos bienes que se hallan fuera del propio
territorio con independencia del lugar en el que se encuentre. En este caso hay una
vinculación entre dichas personas o bienes y el Estado.

C. La competencia UNIVERSAL/FUNCIONAL
Consiste en el poder que ejerce el Estado sobre personas que no tienen su nacionalidad o
buques y aeronaves de otros países. Esta competencia Universal tiene fundamento
generalmente convencional y se manifiesta en la represión del terrorismo, de los crímenes de
lesa humanidad o del ejercicio de funciones de policía en el mar, como el derecho de visita en
la represión del tráfico de esclavos y estupefacientes.
Las funciones del derecho internacional no se limitan a establecer normas que den lugar a
obligaciones y prohibiciones al ejercicio del poder de los estados la función de
reglamentación ha adquirido mayor complejidad con el desarrollo de regímenes
internacionales en muchos sectores.

II. EL TERRITORIO DEL ESTADO


El territorio del Estado es el ámbito espacial en el que éste ejerce su soberanía. El territorio
del Estado delimita su soberanía. El territorio del Estado en sentido jurídico-internacional está
constituido por el territorio y terrestre,el espacio marítimo denominado mar territorial y el
espacio aéreo. En dichos ámbitos, el Estado ejerce su soberanía con las características de
exclusividad.
A. Las FRONTERAS
La frontera es la línea que delimita el territorio terrestre sometido a un estado del territorio de
otro. En tanto que líneas de delimitación, las fronteras separan a los Estados, pero en tanto
que lugares en los que existe la mayor proximidad territorial entre los Estados también son
espacios de múltiples relaciones entre los habitantes de uno y otro lado de la frontera.
La delimitación de la frontera es la operación intelectual mediante la que se elige el
emplazamiento de la frontera y se fija la extensión espacial del poder estatal. Está operación
precisa de otra complementaria que es la demarcación (operación física para delimitar abro
paréntesis poner pivotes, alhambras...).
En la delimitación de las fronteras la práctica estatal adopta criterios muy diversos. El criterio
de las fronteras naturales consiste en tener en cuenta elementos geográficos como cadenas
montañosas o ríos que constituyen obstáculos naturales. En territorios poco poblados o
escasamente explotados se han utilizado el criterio de fijación de fronteras artificiales tales
como límites astronómicos según los paralelos meridianos o como límites geométricos según
líneas rectas o arcos de círculo entre puntos conocidos. Es decir, la delimitación consistiría
entonces en la operación intelectual que define el "borde”.

La delimitación de las fronteras también se ha realizado según criterios jurídicos como sucede
en el denominado principio del uti possidetis iuris (por el que se consolida el uso de una
propiedad). Este principio se aplicó inicialmente en el continente americano cuando, al
adquirir su independencia, las nuevas repúblicas adoptaron como fronteras los límites
administrativos de los antiguos virreinatos y capitanías de la Corona española. Al producirse
la descolonización africana el principio mencionado también fue seguido por los nuevos
Estados que establecieron sus fronteras según los límites administrativos de las antiguas
potencias coloniales.
Esto se trata de un principio, que no es una reliquia de la época colonial, sino que tiene un
alcance general y no contradice el principio de la libre determinación de los pueblos. Es "la
necesidad vital de estabilidad para sobrevivir, como desarrollar y consolidar progresivamente
su independencia en todos los ámbitos, lo que ha inducido a los Estados africanos a consentir
el respeto de las fronteras coloniales y a tenerlo en cuenta en la interpretación del principio de
autodeterminación de los pueblos".
B. MODOS DE ADQUISICIÓN del territorio
Los modos de adquisición originarios partían de la base de que determinados territorios no
tenían dueño, lo que generalmente no dejaba de ser una ficción porque en ellos habitaban
tribus o sociedades que tenían un nivel menor de desarrollo, y que podían ser incorporados a
la soberanía de los países europeos.
Los modos de adquisición derivativos partían del hecho de que el territorio tuviera un
anterior soberano y comprendían, en primer lugar, la conquista del territorio por la fuerza de
las armas. Esta modalidad de adquisición actualmente no está admitida por el derecho
internacional como consecuencia del principio de prohibición del uso de la fuerza y esto
explica el no reconocimiento de la adquisición de Cisjordania por Israel.
Otra modalidad es la cesión, muy frecuente en el pasado en los tratados de paz en los que los
vencedores de una guerra adquirían nuevos territorios en virtud de la cesión de los vencidos.

C. DELIMITACIÓN y ATRIBUCIÓN de territorios


Actualmente esta cuestión reviste interés en las controversias entre Estados relativas a la
delimitación de un territorio respecto del cual las partes en litigio esgrimen argumentos en
defensa de su soberanía. La delimitación de un territorio por un tribunal internacional no se
reduce a decidir el trazado de los límites sino que también comporta un elemento de
atribución territorial entre las partes. En las controversias de delimitación fronteriza es
esencial determinar el título o fundamento jurídico que ostentan las partes para que se les
pueda reconocer su soberanía sobre un territorio determinado.

III. LOS CURSOS DE AGUA INTERNACIONALES


Las vías fluviales que transcurren por distintos estados adquieren gran importancia y son
objeto de una regulación internacional cada vez más compleja.

A. De la noción de RÍO internacional a la de CURSO DE AGUA internacional


En el desarrollo de esta reglamentación el propio objeto de las normas internacionales
experimenta una evolución. inicialmente se parte de la noción de ríos internacionales que
hace referencia tanto a los que constituyen una frontera entre Estados vecinos (ríos
fronterizos/contiguos) como a los que atraviesan el territorio de diversos estados (ríos
sucesivos). La noción de vías de agua internacionales se encuentra en la Convención de
Barcelona de 1921 y comprende tanto los ríos como los lagos.
B. USOS distintos de la NAVEGACIÓN
Los principios básicos recogidos en la Convención son:
a) El principio de la utilización equitativa y razonable con el fin de lograr la utilización
óptima y sostenible del curso de agua internacional teniendo en cuenta el interés de
los demás Estados ribereños.
b) La obligación de no causar daños sensibles y adoptar las medidas adecuadas para
mitigar dichos daños.
c) El deber de notificación de las obras que puedan causar perjuicios a otros estados.
d) La obligación general de cooperación con la finalidad de lograr una cooperación
óptima y una protección adecuada del curso del agua internacional.
e) El principio de igualdad de los diferentes usos ya que ninguno de ellos, salvo acuerdo
o costumbre en contrario, tiene prioridad sobre otros.

IV. EL ESPACIO AÉREO Y EL RÉGIMEN DE LA NAVEGACIÓN AÉREA

A. La NOCIÓN y el RÉGIMEN del espacio aéreo


En 1983, la Unión Soviética derribó un avión comercial que había penetrado en su espacio
aéreo sin autorización, lo que dio lugar a una modificación del Convenio de Chicago que
disponía para estos casos la posibilidad de exigir el aterrizaje de la aeronave sin poner nunca
en peligro la seguridad de los pasajeros.

B. El RÉGIMEN de la navegación COMERCIAL aérea


Las aeronaves tienen una nacionalidad que se determina por la matriculación que cada estado
confiere según su legislación nacional. Hay dos tipos de aeronaves; las aeronaves de Estado y
las aeronaves civiles. El Convenio de Chicago define las aeronaves del Estado como "las
utilizadas en servicios militares como de aduanas o de policía".

Las libertades del aire son cinco, aplicables a los servicios aéreos comerciales, y se pueden
dividir en libertades de tránsito y libertades de tráfico. Las libertades de tránsito reconocidas a
las aeronaves de todos los Estados Partes son;
1. El derecho a sobrevolar el espacio aéreo sobre el territorio de otros estados sin
aterrizar.
2. El derecho de escala técnica o aterrizaje por motivos no comerciales, como el
aprovisionamiento de combustible o la realización de reparaciones.
Las libertades de tráfico precisan para su ejercicio de la conclusión de acuerdos
complementarios (acuerdos de tráfico):
1. Derecho a desembarcar pasajeros, correo y mercancías embarcadas en territorio del
Estado cuya nacionalidad tiene la aeronave.
2. Derecho a embarcar pasajeros, correo y mercancías con destino al territorio del Estado
cuya nacionalidad tiene la aeronave.
3. derecho a embarcar y desembarcar pasajeros, correo y mercancías procedentes o con
destino al territorio de cualquier Estado parte.

V. LAS MODIFICACIONES DEL CONTENIDO DE LA COMPETENCIA


TERRITORIAL; LAS BASES MILITARES
Históricamente han existido determinados territorios sometidos a limitaciones en la plenitud y
exclusividad de la competencia territorial establecidas convencionalmente como
consecuencia de la hegemonía de las grandes potencias o del equilibrio de poder entre ellas.
Estas modificaciones de la competencia territorial se encontraban en los protectorados, las
concesiones o las cesiones en arriendo.

● Los protectorados eran consecuencia de un convenio internacional establecido entre


dos estados en virtud del cual uno de ellos sería el monopolio de las relaciones
internacionales a la Potencia protectora.
● Las concesiones y las cesiones en arriendo consistían en la administración de
puertos y ciudades para los extranjeros residentes en virtud de un tratado
internacional.
● Los territorios neutralizados son parte del territorio de un Estado que en virtud de
un acuerdo internacional no pueden ser fortificadas y en las que no pueden
establecerse instalaciones militares.
● Los territorios bajo administración internacional pueden estar administrados por
varios Estados o por Organizaciones internacionales.
● El establecimiento de bases militares en el territorio de otro Estado no implica
generalmente una cesión de la soberanía territorial.
TEMA 17: LOS ESPACIOS MARINOS

I. LA PROGRESIVA AMPLIACIÓN DE LA JURISDICCIÓN DE LOS ESTADOS


RIBEREÑOS EN EL MAR Y SU REGULACIÓN JURÍDICA
Los Estados ribereños ejercían su soberanía territorial en las aguas más cercanas a sus cortas
porque tenían un interés especial en su control, de forma que se podía distinguir claramente
entre el mar territorial y la alta mar.

A. La PLURALIDAD de espacios y regímenes jurídicos en el MAR


Está práctica unilateral, después regulada por el derecho internacional, ha supuesto el
ejercicio de la competencia territorial, con distinto grado de amplitud e intensidad, en tales
aguas dando lugar a diferentes espacios marítimos; el mar territorial, las aguas archipelágicas,
la zona contigua, la plataforma continental, y la Zona Económica Exclusiva (ZEE).

B. La CODIFICACIÓN del Derecho del Mar: Convención de las Naciones Unidas


sobre el Derecho del Mar de 1982
En 1958, se celebró la I Conferencia internacional para codificar el Derecho del Mar.
La Convención de 1982 es un tratado internacional que, desde el punto de vista de la técnica
jurídica, tiene una enorme importancia por varios motivos;
● Por su técnica de negociación, el acuerdo global (package deal)
● Por su carácter general, ya que pretende regular de forma coherente todos los usos,
recursos y espacios marítimos, por lo que ha sido denominada “una Constitución para
los océanos".
● Por su vocación de universalidad (en la actualidad son parte 167 estados).
● Por la defensa de su integridad ya que prohíbe con carácter general la formulación de
reservas
● Por su primacía respecto a otros convenios como en particular de sus disposiciones
sustantivas más directamente vinculadas al objeto y fin de la misma.

C. Las LÍNEAS DE BASE como punto de referencia para determinar los espacios
marinos
a) Clases de líneas de base
Las líneas de base pueden determinarse de forma única o combinadas, por medio de dos
modalidades: las líneas de base normales y las líneas de base rectas.
Las primeras consisten en "la línea de bajamar a lo largo de la costa", es decir, la línea que
resulta en la costa en el momento en el que la marea está más baja. En las costas irregulares
en las que existen profundas aberturas y escotaduras o una franja de islas, se puede utilizar
también, como admitió la CIJ, las líneas de base rectas. Éstas consisten en "elegir puntos
apropiados de la línea de bajamar para unirnos trazando líneas rectas entre ellos". Las líneas
de base proporcionan el límite interior de los diferentes espacios marinos.

b) Las aguas interiores


Son las aguas situadas entre el límite interior del mar territorial y la superficie terrestre e
incluyen, por tanto, los estuarios, bahías y puertos. El régimen jurídico aplicable a estas aguas
es el de soberanía del Estado ribereño sin las limitaciones derivadas del paso inocente, salvo
que el trazado de las líneas de base haya dado como resultado aguas interiores que antes no se
consideraban como tales o en el caso de las bahías históricas. No obstante, es el derecho
interno del Estado ribereño el que regula la entrada y salida de los buques extranjeros de las
aguas interiores.

II. EL MAR TERRITORIAL


Es un espacio marino formado por las aguas adyacentes al territorio de un estado en el cual
los Estados ribereños siempre han tenido una especial preocupación por ejercer competencias
por motivos económicos y de seguridad.

A. ANCHURA y LÍMITES
Una parte de la Convención de 1982 reconoce a los Estados ribereños el derecho a establecer
la anchura de su mar territorial hasta un límite máximo de 12 millas náuticas. El límite
interior del mar territorial está determinado por las líneas de base resultantes de la
combinación de cualquiera de los métodos posibles, las líneas de base normales y las líneas
de base rectas.

B. La REGULACIÓN jurídica
La regla general es que el Estado ribereño ejerce su soberanía sobre el mar territorial con
arreglo a lo prescrito por la Convención de 1982 y otras normas de derecho internacional.
Esta regla general tiene dos limitaciones:
a) El derecho de paso inocente:
Es el derecho que tienen los buques de todos los estados como sean ribereños o sin litoral, de
navegar por el mar territorial. Consiste en el paso rápido e ininterrumpido de forma paralela
por el mar territorial o perpendicular hacia o desde las aguas interiores. El convenio presume
que todo paso es inocente mientras no sea perjudicial para la paz el buen orden o la seguridad
del Estado ribereño. Además anuncia de forma no exhaustiva una serie de actividades que se
consideran contrarias al paso inocente, entre otras: cualquier amenaza uso de la fuerza contra
el Estado ribereño; enlazamiento, recepción o embarque de aeronaves o dispositivos
militares; el embarco o desembarco de productos… Asimismo, el derecho de paso inocente
obliga a los submarinos y otros vehículos sumergibles a navegar en la superficie y enarbolar
su pabellón.

El Estado ribereño para regular el paso inocente por su mar territorial puede adoptar leyes y
reglamentos relativos a diversas materias, puede establecer vías marítimas a través de las
cuales deben ejercer los buques del paso inocente y puede adoptar medidas para impedir todo
paso que no sea inocente. En el caso español es la nueva Ley 14/2014 de Navegación
Marítima la que regula el ejercicio del derecho del paso inocente.

En suma, el derecho de paso inocente aplicable en el mar territorial somete a los buques de
terceros Estados y exige el previo consentimiento para que las aeronaves puedan sobrevolar el
espacio aéreo suprayacente a tales aguas. Este régimen jurídico suponía importantes
restricciones a las libertades de navegación y sobrevuelo de las flotas navales y aéreas de las
grandes potencias. Por ello, a lo largo del proceso de negociación buscarán reducir tales
limitaciones y lograron el reconocimiento de un régimen de paso más permisivo en algunos
estrechos internacionales; el derecho de paso en tránsito en los estrechos internacionales.

b) La jurisdicción penal y civil del Estado de pabellón


La segunda excepción a la regla general del régimen jurídico aplicable el mar territorial es
que, salvo supuestos concretos expresamente autorizados, el Estado ribereño no puede ejercer
la jurisdicción penal a bordo de un buque extranjero para detener a ninguna persona o realizar
ninguna investigación en relación con un delito cometido a bordo de dicho buque durante su
paso.

III. LAS AGUAS ARCHIPELÁGICAS


Las aguas archipelágicas en un nuevo espacio marino que es el resultado del reconocimiento
de un régimen jurídico especial para aquellos estados que tienen una configuración geográfica
singular; los estados archipelágicos.
La Convención de 1982 los concibe como aquellos estados que están constituidos totalmente
por uno o varios archipiélagos y que pueden incluir además otras islas. Esta convención
reconoció el principio archipelágico que supone que tales Estados, además de tener
competencia territorial en los espacios marinos tradicionales, pueden ejercerla también sobre
un nuevo espacio cuya naturaleza jurídica es diferente ya que está sometido a un régimen
jurídico singular; las aguas archipelágicas.
A) La REGULACIÓN JURÍDICA de las aguas archipelágicas
El régimen jurídico de las aguas archipelágicas representa una discriminación hacia los
estados mixtos en los que, además del territorio continental, existen archipiélagos de Estado,
como es el caso de España con el archipiélago canario.

IV. LA ZONA CONTIGUA


La zona contigua es un espacio marino adyacente al mar territorial en el que el Estado
ribereño puede ejercer unas competencias determinadas. Su anchura máxima no puede
extenderse más allá de las 24 millas náuticas contadas desde las líneas de base. Se trata de un
espacio marino cuya creación depende de un Acto Legislativo del Estado ribereño en el cual
las normas jurídicas internacionales permiten ejercer unas competencias determinadas;
prevenir y sancionar las infracciones de sus leyes y reglamentos en materia aduanera, fiscal,
de migración o de sanidad que se cometan en su territorio o en su mar territorial.

Por un lado, algunos estados han añadido competencias que no están previstas en las normas
internacionales relativas a la zona contigua, en especial como en materia de seguridad; por
otro lado, todavía no han aprovechado la facultad prevista en el convenio mencionado para
ejercer la jurisdicción respecto a los objetos arqueológicos situados en esas aguas.

V. LA PLATAFORMA CONTINENTAL

A. La ANCHURA de la plataforma continental


Las reglas relativas a la extensión combinan diferentes criterios y además han evolucionado.
En el supuesto de los Estados ribereños que tengan una plataforma continental cuyo borde
exterior del margen continental se extienda más allá de las 200 millas, el límite exterior no
debe exceder de las 350 millas contadas desde las líneas de base o de las 100 millas marinas
contadas desde la isóbata de 2500 metros de profundidad.
En el caso de España, su plataforma continental geomorfológica es muy pequeña ya que
existe un declive a pocas millas de la costa por lo que puede oscilar, según las zonas, entre las
4 y las 50 millas.

B. La DELIMITACIÓN de la plataforma continental


La cuestión está condicionada por varios elementos;
● Por el encabalgamiento de los títulos jurídicos que tienen los estados al ser concebidos
como la prolongación natural de su territorio en el lecho y subsuelo marino más allá
del mar territorial.
● Por la evolución de las normas generales aplicables a la delimitación que se
caracterizan por una gran indeterminación
● Por la importancia esencial de la jurisprudencia que se caracteriza por su casuismo en
la determinación y aplicación de las reglas para llegar a soluciones equitativas en cada
caso concreto.

C. La REGULACIÓN JURÍDICA de la plataforma continental


a) Los derechos del Estado ribereño
Los recursos naturales que comprenden estos derechos de soberanía son los recursos
minerales, los recursos no vivos del lecho del mar y su subsuelo y los recursos vivos
sedentarios.
b) Los derechos de terceros Estados
Los terceros Estados tienen libertad de sobrevuelo, libertad de navegación y derecho a tender
cables y tuberías submarinos, a cuyo trazado deberá dar su consentimiento al Estado ribereño.

VI. LA ZONA ECONÓMICA EXCLUSIVA


Este nuevo espacio marino tiene también su origen en las motivaciones económicas de los
Estados ribereños de ejercer competencias sobre los recursos existentes en las aguas
adyacentes a su mar territorial.

A. CONCEPTO, ANCHURA y DELIMITACIÓN


La anchura de la ZEE tiene un límite exterior máximo de 200 millas marinas contadas a partir
de las líneas de base.
B. La REGULACIÓN JURÍDICA de la ZEE
El régimen jurídico comprende para los Estados ribereños derechos de soberanía, por un lado,
“para la exploración, conservación y administración de los recursos naturales, tanto vivos
como no vivos, como de las aguas suprayacentes al lecho y del lecho y el subsuelo del mar ".
Los terceros estados, por su parte, gozan en la ZEE de los Estados ribereños de las libertades
de navegación, de sobrevuelo y de tendido de cables y tuberías submarinas.

C. La REGULACIÓN DE LA PESCA en la ZEE


La explicación del origen de la ZEE, como ya se ha señalado, tiene carácter económico: el
deseo de los Estados ribereños de ejercer el control sobre los recursos naturales, en especial,
sobre los recursos marinos vivos, que existen en las aguas adyacentes a su mar territorial.
TEMA 18: LA COMPETENCIA PERSONAL Y LA PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA
I. LA COMPETENCIA PERSONAL
La competencia personal permite al Estado legislar sobre las personas que se encuentran fuera
de su territorio y juzgar los hechos cometidos por nacionales en el extranjero. El ejercicio de
estos del Estado tiene una importante limitación derivada de la competencia de ejecución que
es exclusiva del Estado territorial. La competencia personal no se ejerce sobre los nacionales
que se encuentran en el territorio estatal porque la competencia territorial del Estado es un
título suficiente.

II. LA NACIONALIDAD
Es el vínculo jurídico que liga a una persona con un determinado Estado basado en un hecho
social de conexión, unido a una reciprocidad de derechos y deberes. El individuo al cual se
confiere está más estrechamente vinculado a la población del Estado. Además, el poder de
atribuir la nacionalidad es una competencia exclusiva de cada Estado y sólo a él le
corresponde determinar quiénes son sus nacionales.
El artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos proclama que “a nadie se
privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad”.

A) LA ADQUISICIÓN DE LA NACIONALIDAD
En el ejercicio de su competencia exclusiva los Estados atribuyen su nacionalidad a las
personas físicas en función de 3 criterios fundamentales: la filiación en virtud de la cual son
nacionales de un Estado los hijos de los que tienen su nacionalidad (ius sanguini) o bien
debido al hecho de haber nacido en el territorio del Estado (ius soli).
Esta reglamentación se encuentra en el Código Civil y sus disposiciones siguen
fundamentalmente el criterio de la atribución de la nacionalidad de acuerdo con la
nacionalidad de los padres, completado subsidiariamente por el nacimiento en territorio
español. La nacionalidad española también puede adquirirse por personas que hayan tenido
otra nacionalidad.
El empleo diverso de criterios para la adquisición de la nacionalidad, que por otra parte
difieren según los Estados, hace posible que una persona pueda poseer más de una
nacionalidad (nacionalidad múltiple) o ninguna (apatridia). La legislación española concede a
los apátridas el derecho a disponer de un documento identificativo.
B) LA NACIONALIDAD DE LAS PERSONAS JURÍDICAS, BUQUES Y
AERONAVES
El término de nacionalidad también se utiliza referido a las personas jurídicas, buques y
aeronaves. Esta se realiza por las legislaciones estatales según el criterio de la sede social o
domicilio de la sociedad o según el criterio de la incorporación, o sea del país según cuya
legislación la persona jurídica ha adquirido personalidad jurídica. Desde la Primera Guerra
Mundial se utiliza el criterio del control, es decir porque su propiedad está en manos de
súbditos de países enemigos o allí tengan órganos de dirección aunque en dichos países no
tengan su sede ni se hayan constituido.
La nacionalidad de los buques se manifiesta a través del pabellón o bandera estatal que
enarbolan. Algunas legislaciones estatales son muy poco exigentes y cuentan con flotas de
buques mercantes muy superiores a su potencial económico real dando lugar a la práctica de
los denominados “pabellones de complacencia”

III. ENTRADA, PERMANENCIA Y SALIDA DE EXTRANJEROS


El Derecho internacional sobre la materia se caracteriza por su fragmentación, por la
distinción entre refugiados y migrantes y por la exigencia de intentar armonizar el derecho
que tiene toda persona “a salir de cualquier país, incluyendo el propio, y a regresar a su país”.
En la actualidad, no existe ius communicationis según el cual las personas tendrían derecho a
trasladarse de un país a otro y ninguna autoridad podía impedir en términos generales la
entrada de extranjeros. Los Estados, en el ejercicio de su soberanía, pueden regular la entrada,
la permanencia y la salida de los extranjeros en su respectivo territorio. Una de las pocas
obligaciones que tienen es la de no establecer deiscriminación en función del país de
procedencia.
A) ENTRADA DE LOS EXTRANJEROS
La entrada de los extranjeros pertenece a la competencia discrecional del Estado. El régimen
jurídico de la extranjería distingue entre la entrada y la residencia de los extranjeros. La Ley
Orgánica 4/2000 establece el régimen general de los requisitos para la entrada de extranjeros
en territorio español:
1. Pasaporte o documento que acredite la identidad.
2. Visado, salvo que se establezca lo contrario en los convenios internacionales suscritos
por España.
3. Medios económicos suficientes.
4. La entrada deberá realizarse por los puestos habilitados para tal fin y bajo el control de
los servicios policiales correspondientes.
5. Documentos que justifiquen el objeto y condiciones de estancia.
6. No estar sujeto a prohibiciones expresas.

Con relación a los nacionales de países terceros de la Unión Europea, el Acuerdo de


Schengen estableció un régimen especial de controles de entrada en el territorio de los
Estados de la Unión.

B) RESIDENCIA
La estancia es la permanencia en territorio español por un período de tiempo no superior a
noventa días. La residencia es la situación de los extranjeros que se encuentren en España y
sean titulares de una autorización para residir. La residencia puede ser temporal, si la
autorización es por un período superior a 90 días e inferior a 5 años, o de larga duración. Los
extranjeros, para ejercer cualquier actividad lucrativa, laboral o profesional, precisarán de la
correspondiente autorización administrativa para residir y trabajar.

C) SALIDA DE LOS EXTRANJEROS


El Derecho internacional admite la salida obligatoria o expulsión del territorio estatal de los
extranjeros. Dicha expulsión no debe ir acompañada de malos tratos, vejaciones o
sufrimientos innecesarios. El artículo 13 del Pacto internacional de derechos civiles y
políticos dice que la expulsión sólo podrá realizarse “en cumplimiento de una decisión
adoptada conforme la ley”.

IV. EL ESTATUTO DE LOS REFUGIADOS


La Convención de Ginebra de 28 de julio de 1951 sobre el estatuto de los refugiados es el
instrumento jurídico para la protección de dichas personas. Dicho texto considera como
refugiado a la persona que “debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza,
religión, nacionalidad pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se
encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no
quiera acogerse a la protección de tal país”.
Los Estados parte en la Convención de Ginebra se comprometen a conceder a los refugiados
documentos de identidad y documentos de viaje. Sin embargo, la protección fundamental que
otorga la Convención de Ginebra es el compromiso de los Estados parte de no proceder a la
expulsión o devolución de los refugiados (non refoulement) (art.33).
La Naciones Unidas crearon el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR), organismo que vela por la aplicación de los instrumentos
internacionales de protección de los refugiados, y que, con los años, ha ido ampliando su
ámbito de actividad con actuaciones sobre el terreno de protección de personas que forman
parte de migraciones forzosas (refugiados, desplazados internos, etc.).

V. EL ASILO TERRITORIAL
Se conoce como tal a la protección que un Estado presta en su territorio a personas
perseguidas por motivos políticos, ideológicos, raciales o de otra clase con peligro de su vida
o su libertad. La concesión a una persona del asilo territorial es un derecho del Estado
derivado de su soberanía, aunque pueden existir limitaciones derivadas de los tratados de
extradición. Esta concesión es un acto pacífico y humanitario y que, como tal, no puede ser
considerado inamistoso por ningún otro Estado. En caso de persecución, toda persona tiene
derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.

El derecho al asilo se define como “la protección dispensada a los nacionales no


comunitarios o a los apátridas a los que se reconozca la condición de refugiado”.

La protección subsidiaria se define como un derecho “dispensado a las personas de otros


países y a los apátridas que, sin reunir los requisitos para obtener el asilo o ser reconocidas
como refugiadas, pero respecto de las cuales se den motivos fundados para creer que si
regresasen a su país de origen de su anterior residencia habitual, se enfrentarían a daños
graves” como la pena de muerte, la tortura o amenazas graves contra la vida o la integridad
motivadas por situaciones de violencia indiscriminada en el marco de conflictos
internacionales o internos.
La condición de refugiado es declarativa, no constructiva.
VI. LA SITUACIÓN DE LOS EXTRANJEROS Y SUS BIENES
FALTA
A) REGLA GENERAL: “ESTÁNDAR MINIMO INTERNACIONAL”, TRATO
NACIONAL Y DERECHOS HUMANOS FUNDAMENTALES
El standard minimum tiene dos aspectos. En primer lugar, los extranjeros tienen derecho a
ejercitar los derechos básicos para desarrollar una vida corriente como particulares, sin
embargo, el Estado de residencia puede establecer excepciones en virtud de las cuales los
extranjeros carezcan de derechos políticos (votar, ocupar cargos públicos, etc.) o se les
excluya del ejercicio de ciertas profesiones. En segundo lugar, el Estado de residencia tiene el
deber de proteger de la debida diligencia a las personas y los bienes de los extranjeros
proporcionándoles un minimum de seguridad.

La polémica entre estándar mínimo internacional o trato nacional no tiene actualmente la


importancia que tuvo en el pasado porque hoy están vigentes “una serie de principios
referentes a los derechos y libertades del hombre como tal y en cuanto a tal”. Se ha dicho que
se ha producido una transformación en la que “se ha diluido” la protección de los derechos
humanos. Se ha señalado que esta evolución en el sentido de que las reclamaciones a favor de
los extranjeros “originariamente limitada a las violaciones del estándar mínimo de trato a los
extranjeros, se ha ido expandiendo para incluir, en especial, a los derechos humanos
internacionalmente reconocidos”.

B) TRATOS ESPECÍFICOS LEGISLATIVOS O CONVENCIONALES


Los Estados, en su legislación o en sus tratados internacionales, pueden conceder a los
extranjeros en general o a los nacionales de determinados países un trato específico según las
modalidades siguientes:
- Trato nacional, es decir, la concesión de los mismos derechos que tienen los
nacionales del Estado de residencia.
- Trato de reciprocidad, o sea, que se reconoce a los extranjeros un trato igual o
equivalente al que gozan los nacionales del Estado de residencia en el ordenamiento
jurídico del Estado del que son nacionales dichos extranjeros.
- Trato de la nación más favorecida, concedido a los extranjeros equiparandolos al
tratamiento más favorable que tengan los nacionales de terceros Estados.
C) PROPIEDAD PRIVADA EXTRANJERA
La cuestión de la protección de la propiedad privada de los extranjeros por el Derecho
internacional tiene especial importancia desde el punto de vista político y económico.

VII. LA PROTECCIÓN DIPLOMÁTICA


Existen normas internacionales generales y convencionales que se refieren a los extranjeros y
pueden ser objeto de violación o incumplimiento por parte de los Estados obligados. Por otro
lado, los particulares (salvo excepciones) carecen de ius standi ante los tribunales
internacionales; no pueden presentar reclamaciones contra un Estado extranjero ante un
tribunal internacional.
La protección diplomática es una construcción jurídica que ha venido a suplir esta dificultad
dado que permite a los Estados del que son nacionales los particulares que han sido objeto de
un trato contrario al Derecho internacional, asumir la declaración de dichos nacionales y
exigir la responsabilidad del Estado que ha incumplido sus obligaciones.

A) NATURALEZA de la protección diplomática


La protección diplomática es un derecho de un Estado y no del particular. Los elementos que
caracterizan la protección diplomática son:

1. El Estado la hace suya, es decir, asume como propia la defensa en el plano


internacional de la reclamación de un particular.
2. El Estado que ejerce la protección diplomática ha de ser el Estado de la nacionalidad
del particular.
3. La reclamación se formula contra otro Estado, que ha incumplido sus obligaciones
internacionales respecto de dicho particular.
4. La reparación, en el caso de que exista responsabilidad del Estado contrario contra el
que se presenta la reclamación, se calcula sobre el daño causado al particular.

B) Las CONDICIONES DE EJERCICIO de la protección diplomática


Si una persona con doble nacionalidad, está sufriendo “malos tratos” por parte de un Estado,
¿puede reclamar la protección diplomática de la otra nacionalidad? Sí. Una nacionalidad
siempre prima sobre otra.
b) El agotamiento de los recursos internos
El ejercicio de la protección diplomática requiere que el extranjero previamente haya agotado
los recursos que tiene a su disposición en el ordenamiento jurídico en que haya podido sufrir
un trato contrario al Derecho internacional. Este requisito es una norma bien establecida de
derecho internacional consuetudinario. Por recursos internos se entienden “los recursos
legales en sentido amplio que el particular perjudicado puede interponer ante los tribunales u
órganos, sean estos administrativos, ordinarios o especiales, del Estado cuya responsabilidad
se invoca.

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