2 avance a
2 avance a
2 avance a
Problema
En la Escuela Secundaria No. 129 Justo Sierra, ubicada en San Martín de las
Pirámides, se ha detectado un incremento alarmante en las conductas delictivas
entre los estudiantes. Este fenómeno plantea un desafío significativo tanto para el
sistema educativo como para el bienestar psicosocial de los jóvenes involucrados.
Las conductas delictivas no solo afectan el rendimiento académico y la
convivencia escolar, sino que también reflejan problemas más profundos
relacionados con el entorno familiar y social de los estudiantes.
Preguntas de investigación
¿Cuáles son los factores educativos que contribuyen a la aparición y perpetuación
de conductas delictivas entre los estudiantes de la Escuela Secundaria No. 129
Justo Sierra en San Martín de las Pirámides?
¿De qué manera las influencias psicosociales, como las dinámicas familiares y la
influencia de los pares, inciden en las conductas delictivas de los estudiantes en la
Escuela Secundaria No. 129 Justo Sierra?
Objetivo General
Objetivos Específicos
Hipótesis
Las conductas delictivas en la Escuela Secundaria No. 129 Justo Sierra en San
Martín de las Pirámides están influidas por factores educativos y psicosociales.
Prácticas pedagógicas y disciplinarias inadecuadas, dinámicas familiares
disfuncionales y condiciones socioeconómicas adversas contribuyen a estos
comportamientos. Implementar estrategias integrales y multidisciplinarias puede
reducir las conductas delictivas y mejorar el clima escolar y el rendimiento
académico.
Marco Teórico
1. Introducción
El presente marco teórico tiene como objetivo abordar las perspectivas educativas
y psicosociales que influyen en las conductas delictivas en la Escuela Secundaria
No. 129 Justo Sierra en San Martín de las Pirámides. La comprensión de estos
factores es crucial para el desarrollo de estrategias efectivas que mejoren el clima
escolar y el rendimiento académico.
2. Perspectivas Educativas
3. Perspectivas Psicosociales
4. Estrategias de Intervención
Dado que la violencia es un tema que trae mucha polémica, visto como un
problema sociocultural, podemos ver que todos estamos inmersos en el mundo de
la violencia, debido a que se encuentra en nuestras calles, colonias, ciudades,
países y en el mundo entero. La preocupación por el desarrollo y el aprendizaje en
los niños se ha incrementado, especialmente en las escuelas; la mayoría de las
veces, el principal foco de alarma se encuentra en los hogares.
Es un tema amplio que abarca un gran campo para la investigación. En este caso
nos detendremos un poco en observar ¿cómo afecta la violencia en el aprendizaje
de los niños? Principalmente en los escolarizados y en su desempeño académico.
Es la sociedad que los espera, el mundo que los adultos estamos dejando para
ellos.
Diferentes estudios informan que los episodios de agresión y/o violencia en las
escuelas producen en los niños daños físicos y emocionales, estrés,
desmotivación, ausentismo, e incluso efectos negativos en el rendimiento escolar
por estrés postraumático en los afectados” (Gumpel y Meadan 2000; Verlinde et
al., 2000; Henao, 2005; Smith y Thomas, 2000).
Muchas de las veces las conductas agresivas o violentas entre los niños pueden
pasar desapercibidas por los profesores o tutores, considerándolas propias de su
edad, principalmente cuando existe el problema del pacto de silencio entre agresor
y la víctima (amenazas). Este acontecimiento es torturante para el niño que es
violentado; las conductas agresivas y torturantes alteran el ambiente escolar,
repercutiendo de manera negativa en su aprendizaje.
La agresión y violencia son conflictos no resueltos, no tanto entre compañeros,
más bien son problemas que los niños vivencian desde su propio hogar y que se
hacen manifiestos en las aulas de clases entre compañeros.
Para Oteros (2006), “la conducta agresiva es socialmente inaceptable ya que
puede llevar a dañar física o psicológica a otra persona, la agresividad en la etapa
escolar puede aplicarse a acciones agresivas, bajos estados de ánimo”, etcétera.
Pintus (2005) conceptualiza la violencia escolar como una manifestación que se
da en el espacio de las relaciones humanas en el contexto de las instituciones
educativas.
Algunos estudios revelan características personales de los niños, como, por
ejemplo, los niños menores de siete años de edad obedecen más a los adultos, no
suelen cuestionar las reglas, a partir de los once años desarrollan el razonamiento
moral, son capaces de cuestionar, las reglas se modifican y las aplican en para su
propio beneficio. Desgraciadamente los adultos han confundido la interacción
agresiva con juegos propios de su edad, por lo que no se ha dado la debida
atención; los efectos de la violencia familiar sobre el niño se pueden expresar en
distintos ámbitos, a corto o a largo plazo, y estas consecuencias pueden ser
acumulativas para el niño.
García,2020.)
6. Conclusiones
Referencias