May Alder - Short on Rent a Cheeky Novelette #4

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May Alder

Short On Rent
A Cheeky Novelette
Copyright © 2024 por May Aliso

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede


reproducirse, almacenarse o transmitirse de ninguna forma ni por ningún medio,
electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, escaneo o de otro tipo, sin el permiso
por escrito del editor. Es ilegal copiar este libro, publicarlo en un sitio web o
distribuirlo por cualquier otro medio sin permiso.

Esta novela es enteramente una obra de ficción. Los nombres, personajes e


incidentes retratados en él son obra de la imaginación del Autor . Cualquier parecido
con personas reales, vivas o muertas, acontecimientos o localidades es enteramente
coincidencia.

May Alder afirma el derecho moral a ser identificado como el Autor de este trabajo.

Este libro está destinado a lectores mayores de 18 años, ya que contiene lenguaje
explícito y contenido sexual.
Primera edición

Este libro fue escrito profesionalmente en Reedsy.


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Dedicado a todos los que leen esto y se preguntan: " ¿Estoy... estoy interesado en
esto?"
Contenido
Nota del Autor
Capí tulo 1
Capitulo 2
Capí tulo 3
Capí tulo 4
Capí tulo 5
Capí tulo 6
Epí logo
Sobre el Autor
También por May Aliso
Nota del Autor

Escuche, esto es una locura; algunos incluso podrí an decir que es desagradable
. Estoy probando las aguas aquí (juego de palabras). También está en el lado
má s oscuro. Si has leí do mis otras novelas, entonces sabrá s lo extravagantes
y obsesivos que pueden ser mis personajes. Bueno, este es especialmente
exagerado y podrí a hacer que algunos lectores se sientan incó modos.
Este libro contiene contenido sensible, que incluye, entre otros, los siguientes tropos
y temas, y está destinado a una audiencia mayor de 18 años:
Diferencia de edad (MMC 28, FMC 18)
Coerced s* x-work
Dub-c* n
Forced pregnancy
Somnophilia
Voyeurism / stalking
* * * Restroom* * * spying &
Golden activities
Period play
Capí tulo 1

Lora
Me muerdo las uñ as mientras me pongo de pie frente a la puerta del dormitorio
de Blake, tratando de reunir el coraje para hacerle saber que no puedo volver a
pagar mi parte completa del alquiler. Justo cuando estoy a punto de tocar, se oye
un gruñ ido ahogado detrá s de la puerta y me acobardo.
Retirá ndome al bañ o, me apoyo en la encimera y me miro al espejo. " Puedes
hacer esto, Lora" , me digo a mí mismo, suspirando ante las manchas oscuras
bajo mis ojos marrones con bordes rojos. Estoy tan cansada del estrés y
preocupada por la reacció n de Blake. “Simplemente ponte tus bragas de niñ a
grande, llama a su puerta y pí dele que cubra la diferencia. Lo peor que puede
hacer es decir que no y luego ya se te ocurrirá otra cosa”.
Me estoy mintiendo a mí mismo. Decir que no no es lo peor que puede hacer
mi compañ ero de cuarto, Blake. Este es su apartamento, y él tendrí a todo el
derecho a echarme, ya que me falta la tercera vez en los cinco meses que llevo
alquilando su segundo dormitorio.
Después de mi charla de á nimo y unos minutos má s de destruirme las uñ as
mientras trato de calmar mis nervios, me levanto derecho, peino mis ondas
marrones detrá s de mis orejas y aliso las arrugas de mi uniforme azul de manga
corta con botones. arriba antes de salir del bañ o. Estaba contando con las
propinas que darí a este fin de semana para tener má s que los miserables 125
dó lares para darle a Blake, pero el dueñ o del restaurante donde trabajo me
llamó para decirme que no viniera hasta el lunes. Los viernes y sá bados son mis
mejores noches, y como no he recibido ninguna llamada de los otros
restaurantes a los que he solicitado ingreso, estoy jodida a menos que Blake se
apiade de mí otra vez.
" Hazlo. Simplemente llama a su puerta —murmuro en voz baja mientras me
quedo con el puñ o levantado en el aire. Dejo caer el brazo, pierdo el valor otra
vez y susurro y grito: " ¡ Joder!" .
Aparentemente, no lo suficientemente silencioso porque Blake abre la puerta
de golpe, con una expresió n de dolor pegada a su rostro brutalmente hermoso
mientras mira el espacio sobre mi cabeza con las manos en puñ os a los costados.
Es casi sobrenaturalmente hermoso con sus rizos negros y espesos que quedan
largos en la parte superior, y tal como lo hice la primera vez que nos conocimos,
me quedo sin palabras. Hay algo inquietantemente familiar en él, pero nunca he
podido identificarlo.
Mi mandí bula se afloja mientras observo sus deslumbrantes ojos verde mar
en los que creo que podrí a perderme si alguna vez hiciéramos contacto visual,
cosa que no hacemos. É l nunca me mira. Ninguna parte de mí . También podrí a
ser un fantasma, y no entiendo por qué, ya que él nunca tiene problemas para
hacer contacto visual con nadie que venga al apartamento.
Blake sabe exactamente por qué estoy aquí , y su decepció n hacia mí se
desprende de él en oleadas, haciendo que mi estó mago se hunda. Si tuviera un
padre, me imagino que esto es lo que se sentirí a al presentarles otra boleta de
calificaciones reprobada para que la firmen. Pequeñ o. Me siento tan pequeñ o.
Un completo y absoluto fracaso a la hora de ser un adulto responsable, y no
puedo soportarlo. No otra vez.
Hago un chillido agudo como un rató n y me lanzo hacia un lado, cruzando la
amplia sala de estar con sus hermosas paredes de ladrillo visto hacia mi
dormitorio, decidiendo que preferirí a desaparecer de la faz del planeta antes
que rogarle que cubra mi parte. de alquiler nuevamente.
No paso má s allá del sofá de cuero marró n antes de que Blake me alcance,
tome mi codo y me haga girar. Nunca antes habí amos compartido siquiera un
apretó n de manos, y lo miro boquiabierto con sorpresa mientras mi brazo
hormiguea por el calor de su mano grande y masculina sobre mi piel desnuda.
" V as a ser bajo otra vez, ¿ no?" pregunta con voz tensa, dirigiendo sus ojos
al calendario pegado a la pared de la cocina a mi derecha, contando los dí as
hasta fin de mes.
Tengo só lo tres dí as para pagar los $550 restantes que debo. Es tan
inalcanzable que bien podrí an costar 5.000 dó lares. Sacudo la cabeza y se me
seca la boca cuando él levanta una ceja oscura en señ al de desafí o y aprieta su
fuerte y cuadrada mandí bula. Eso es todo. Finalmente me echará y luego,
¿ adó nde iré?
Entra en mi espacio personal, elevá ndose sobre mí mientras me encojo bajo
su mirada... en mi frente. “No me mientas, Lora. ¿ Cuá nto cuesta esta vez? Su
rostro se suaviza cuando no puedo evitar que mi barbilla tiemble, tratando de
contener las lá grimas que me han estado atormentando desde que colgué por
teléfono con mi jefe. Blake frota pequeñ os cí rculos sobre mi brazo con el
pulgar. " Dime."
Bajo mi mirada hacia su ajustada camiseta granate cuando respondo con
creciente temor: “$550. Pero puedo devolverte el dinero cuando reciba mi
pró ximo cheque”. Me apresuro a corregirme: " Um, tal vez no el siguiente, pero
definitivamente el siguiente, lo prometo" . Cierro los ojos con fuerza cuando él
suspira profundamente y retrocede en toda su altura. Tiene que medir al menos
6' 5”, considerando que es una cabeza má s alto que yo con 5' 8”.
" Eso es incluso má s que el mes pasado, y acabas de pagarme con tu ú ltimo
cheque" .
Me estremezco y trato de soltar mi codo de su agarre para retroceder poco a
poco, humillada incluso má s que las dos veces anteriores que tuve esta
conversació n con él. Desearí a que me dejara ir para poder enterrar mi cara en
la almohada y lLorar en la privacidad de mi habitació n.
“Lo sé, lo siento mucho. Mark redujo má s turnos. Prometo que haré todo lo
que pueda para encontrar un nuevo trabajo”. Mi voz se vuelve cada vez má s
silenciosa hasta que apenas susurro. " Solo necesito un poco de ayuda mientras
tanto" , digo, aunque ya lo ha oí do todo antes.
" ¿ Un poco? Cubrirlo por tercera vez es má s que ' una pequeñ a ayuda' ”. Su
agarre se aprieta con má s fuerza en mi codo cuando intento con má s fuerza
alejarme, prá cticamente ahogá ndome de vergü enza.
Me armo de valor para finalmente mirar hacia arriba de nuevo. Mi labio
tiembla cuando una lá grima se desliza por mi mejilla. “Por favor, Blake. Esta es
la ú ltima vez. Só lo un mes má s y luego no te lo volveré a preguntar nunca má s.
Parece que lo está considerando mientras sus ojos se mueven de un lado a
otro entre mi frente y su mano en mi brazo, y má s lá grimas ruedan por mis
mejillas. Nunca he tenido que suplicar tanta ayuda y lo odio.
He sido niñ era o camarera desde que tení a catorce añ os y siempre encontré
una manera de reunir lo que necesitaba para cuidar de mí misma cada vez que
me escapaba de un hogar de acogida o de grupo, juntando diez dó lares cada mes
para unirme. el gimnasio barato en el centro para poder ducharme, viviendo en
la calle si fuera necesario, antes de que finalmente me atraparan y me dejaran
en la siguiente casa de mierda.
Por mucho que deteste la idea, he pensado en huir, hacer las maletas y
deshacerme de Blake, demasiado avergonzado para avisarle con tan poca
antelació n. Pero me estremezco ante la idea de volver a dormir con un ojo
abierto cuando o donde pueda encontrar un lugar lo suficientemente seguro
para hacerlo durante un par de horas. También acabo de pagar mi segundo
semestre en la universidad a la que asisto, a só lo quince minutos a pie de este
maravilloso apartamento. No quiero renunciar a un viaje tan corto y transitable
a pie porque no tengo coche.
Tuve una suerte increí ble de que Blake se arriesgara conmigo cuando
aparecí solo con una mochila y la ropa que llevaba puesta (las ú nicas cosas que
tení a a mi nombre) cuando respondí a su anuncio de un compañ ero de cuarto
fijado en el tablero comunitario en la cafeterí a en la que solí a trabajar, antes
de que cerrara, cerca del campus. Tení a un historial laboral poco fiable ya que
estaba constantemente yendo de casa en calle y en casa, y no tení a a nadie que
me diera una buena referencia, no cuando tení a que renunciar tan a menudo
sin previo aviso. Sin embargo, me dejó mudarme a su habitació n de invitados
el mismo dí a, ya que su ú ltimo compañ ero de habitació n ya se habí a
graduado y se habí a mudado la semana anterior.
Sin saber si alguien volverá a correr ese tipo de riesgo conmigo, tengo que
intentarlo una vez má s, incluso si me mata una pequeñ a parte de mí para
seguir rogando. Cruzo los dedos de las manos y los pies con mis zapatillas
Converse negras de imitació n para que no me eche todaví a.
“Por favor, Blake. No tengo otras opciones y no quiero irme”. Me tambaleo y
él cambia su agarre hacia la parte superior de mi brazo, estabilizá ndome. Al
hacerlo, el dorso de su mano roza el costado de mi pecho. Soy muy consciente de
ello, pero no sé si él lo es hasta que se estremece y desliza su mano hasta mi codo.
Frota su pulgar hacia adelante y hacia atrá s sobre la sensible zanja, provocando
que se le ponga la piel de gallina a la superficie.
" $100" , dice, luego cierra los ojos e inclina la cabeza hacia atrá s, apretando
la mandí bula con tanta fuerza que los mú sculos de sus mejillas se ondulan,
claramente molesto consigo mismo por ceder. Está muy por debajo de los $550
que necesito, pero al menos al menos es má s que cero. Tendré que hacerlo
funcionar.
" Está bien, gracias. Yo, um, descubriré có mo conseguirte el resto”, digo con
un nudo en la garganta mientras mi mente gira pensando en qué puedo hacer
para conseguir los $450 restantes.
“Te daré 100 dó lares, pero ”, enfatiza la palabra, “tienes que hacer algo por
mí ”. Sus fosas nasales se dilatan y su pecho sube y baja má s rá pido a medida
que su respiració n se acelera. Luego se traga el resto de mi espacio personal y
me distraigo momentá neamente con su aroma a brisa del océano que estimula
mis sentidos. ¿Ha estado usando mi gel de baño?
" ¡ Lo haré!" —dejo escapar sin pensarlo bien primero. " ¿ Q ué necesitas?
¿ Alguien que te lave la ropa? ¿ O limpiar tu habitació n o tu coche? Puedo hacer
eso —digo mientras parte de la tensió n en mi cuello y hombros se alivia.
Deja caer su barbilla sobre su pecho y sacude su cabeza lentamente, haciendo
que sus hermosos rizos se muevan con el movimiento. “No quiero nada de eso”,
dice, de repente temblando visiblemente.
Mis cejas se arquean y frunzo el ceñ o. " ¿ Entonces qué quieres?"
Respira profundamente y da un paso adelante, obligá ndome a retroceder
hasta que mis muslos presionan contra el brazo del sofá detrá s de mí . Mi
pecho se aprieta y mi vientre se hunde ante la mirada hambrienta en su rostro
tan pronto como hacemos contacto visual por primera vez.
" B-Blake..." Empujo mi mano contra su pecho firme, tratando de crear un
espacio para respirar entre nosotros. Bien podrí a ser una estatua inamovible de
mil libras por todo el bien que hace.
“$100 para que te agaches en el sofá y te bajes los pantalones y las bragas”.
Capitulo 2

Lora
Mi corazó n late salvajemente contra mis costillas. “De $100 a…No puedo. ¿ No
voy a... tener sexo... contigo? Surge como una pregunta porque incluso cuando
se me revuelve el estó mago ante la idea de tener sexo con Blake por dinero, mi
desesperació n por seguir durmiendo de forma segura en una cama cá lida hace
que mi mente se acelere, considerando increí blemente su oferta lasciva.
En cualquier otra circunstancia, aprovecharí a la oportunidad de acostarme
con él, pero esto es demasiado. Demasiado impersonal. No habrí a nada
romá ntico en ello, no como siempre soñ é que serí a mi primera vez, y creo que
matarí a una parte de mi alma.
Hay un tono suave y suplicante en su voz profunda, casi como si hubiéramos
cambiado de lugar, y ahora es él quien suplica. “No te tocaré. Só lo quiero que te
agaches y me muestres tu coñ o. No tienes que hacer nada má s”.
En lugar de darle un rodillazo a Blake en los huevos o abofetearlo como
deberí a, pregunto vacilante: “¿ Eso es todo? ¿ Sin tocar, só lo... mostrar?
“Eso es todo, Lora. Eso es todo lo que tienes que hacer y yo cubriré $100 de lo
que debes”.
Para sorpresa mutua, tomo la decisió n que me ayudará a mantener un techo
sobre mi cabeza durante un mes má s. “O-Está bien. Yo... lo haré.
Las rodillas de Blake se doblan ligeramente y finalmente deja caer mi codo,
casi tropezando con sus pies al encender las luces del techo de la cocina y la sala
de estar ya que el sol se está poniendo afuera.
Antes de perder la determinació n, me doy la vuelta y le doy la espalda cuando
se reú ne conmigo. Mis manos tiemblan tan violentamente que me toma algunos
intentos levantar el dobladillo de mi blusa, desabrocharme mis jeans negros de
trabajo y bajarme la cremallera. Apenas puedo respirar a través de mis
pensamientos de pá nico por lo que estoy a punto de hacer cuando engancho mis
dedos en la cintura de mis pantalones y bragas y los empujo hasta la parte
superior de mis muslos, luego me inclino hacia adelante para apoyar mis manos
en el frí o. brazo del sofá .
La voz de Blake es entrecortada cuando dice: “Baja. Empú jalos hasta los
tobillos e inclí nate completamente con los codos sobre el cojí n”.
Mis piernas amenazan con fallar, pero hago lo que me dicen. Por $100, puedo
simplemente recostarme aquí y dejar que me mire... allí abajo. No podré volver
a enfrentarlo después de hoy, pero puedo hacerlo, só lo por esta vez.
“Oh cariñ o, ahí lo tienes. Separa los pies”, dice casi en un susurro, y es
entonces cuando me doy cuenta de que tengo mis muslos temblorosos
apretados. Dejo caer mi barriga sobre el brazo del sofá mientras avanzo los pies
poco a poco. " Má s amplio. Sigue adelante." Sigo su orden hasta que la banda
de mis jeans no puede estirarse má s. " Buena chica" , retumba con una voz
ronca que me hace querer cerrar mis muslos de nuevo.
Un escalofrí o recorre mi columna vertebral y la piel de gallina que se me
pone en los brazos se extiende por todo el cuerpo al ser llamada buena chica .
Nadie me habí a dicho eso antes, y mi bajo vientre se agita al escucharlo ahora,
incluso cuando tengo el impulso urgente de decirle que he cambiado de opinió n,
subirme los jeans y salir corriendo del apartamento con solo la ropa en mi
espalda.
Es só lo la amenaza de dormir en la acera o en un banco del parque lo que me
hace dejar caer mi frente sobre el cojí n del sofá mientras Blake mira mis partes
privadas expuestas. Puedo hacer esto . Só lo finge que estoy tomando una siesta
incó moda. Entonces todo terminará y estaré $100 má s cerca de cubrir el
alquiler este mes.
Estoy atrapado en mi cabeza tratando de descubrir exactamente cómo puedo
ganar el resto del dinero cuando escucho el ruido metá lico de Blake
desabrochá ndose el cinturó n y el sonido de su cremallera al bajar. Me levanto,
temo convertir mis mú sculos en gelatina y grito por encima del hombro: " ¡ Te
dije que no voy a tener sexo contigo!" .
Hay un tono desesperado en su voz cuando Blake gruñ e: “Y te dije que no te
tocarí a. Por favor, cariñ o… Si quieres tus $100, te inclinará s y te quedará s allí
hasta que termine”.
“¿ Terminaste con qué?”
É l no me responde y me peleo conmigo mismo sobre qué hacer,
preguntá ndome si puedo confiar en que me está diciendo la verdad o si debo
reducir mis pérdidas y salir corriendo. Cuando recuerdo lo miserable que solí a
ser mi antigua vida, lentamente me bajo y dejo caer la cabeza nuevamente,
imaginá ndome acurrucado en mi cá lida y acogedora cama después de esto.
Por encima del sonido de mi sangre palpitando en mi cabeza, escucho a Blake
gemir, seguido de ruidos de bofetadas hú medas y frenéticamente rá pidas, así
que solo puedo asumir que se está masturbando. Mis nudillos se ponen blancos
mientras trato de clavar mis dedos en el cojí n, obligá ndome a no salir
corriendo, y só lo empiezo a relajarme cuando él cumple su palabra y no me toca.
“50 dó lares”, gruñ e Blake. “Te daré otros $50 si abres las nalgas y los labios
del coñ o. Déjame ver tu interior”.
Una vez má s, debato en silencio si vale la pena o no una cama caliente. Es .
No sé de dó nde saco el valor para hacerlo cuando le digo: “$100. Si quieres ver…
dentro de mí … entonces lo haré por otros $100”. Blake se queja pero no
responde, así que extiendo la mano detrá s de mí y palmeo mis nalgas, apenas
separá ndolas para burlarme de él.
É l gime y dice: " Oh, joder, cariñ o. De acuerdo. $100 si los separas
completamente e inclinas las caderas aú n má s hacia arriba”.
Es una victoria extrañ a, negociar por má s dinero como este y ganar . Si hago
lo que él quiere, tendré $200. Engancho mis meñ iques sobre mis labios
inferiores, los extiendo junto con mis mejillas, y reajusto mis caderas contra el
sofá hasta que estoy doblada en un á ngulo má s pronunciado.
Blake jadea. “Lora, cariñ o, oh Dios. Ahí tienes. Q ué buena chica,
mostrá ndome tu bonito coñ o. ¡ Mierda!"
Los ruidos obscenos y hú medos de las bofetadas comienzan a volverse má s
rá pidos mientras sus gemidos se hacen má s fuertes mientras respiran como si
estuviera corriendo una carrera en lugar de simplemente masturbarse. Sus
sucias palabras enví an una onda de choque a través de mí que no entiendo, y
respiro tan fuerte como él, a pesar de que no muevo ni un mú sculo.
Blake suelta un gruñ ido de dolor cuando algo cae al suelo de madera. Casi
salto fuera de mi piel cuando siento lo que debe ser su aliento caliente en la parte
posterior de mis muslos. Grito y trato de lanzarme hacia adelante, pero no hay
ningú n lugar adonde ir.
" ¡ No! No te muevas. Q uédate así , nena —suplica Blake con voz
atronadora, sorprendentemente, sin tocarme.
Me congelo en el lugar, la adrenalina corre por mis venas. No me atrevo a
girarme para verlo porque no lo necesito. Ese fuerte golpe en el suelo lo hizo caer
de rodillas detrá s de mí . Gimo cuando su aliento ronco se extiende sobre mi
piel, tan cerca de mis regiones í ntimas.
“Otros $100 para dejarme lamerlo. Por favor, por favor, necesito probarte”.
“Pero dijiste… ¡ dijiste que no se tocara! Yo--”
“$150.”
Oh Dios. Oh Dios, oh Dios . Son $350 en total si dejo que Blake me lama. Puedo
hacer eso, ¿ no? No es sexo, en realidad no, ¿verdad? ¿Bien?
" O-Está bien" .
Blake deja caer su frente contra mi muslo. " Gracias, oh Dios, gracias" . Me
sobresalto ante el primer golpe de su lengua a través de mi raja y lloro cuando
muerde suavemente el borde de uno de mis labios inferiores. “Joder, cariñ o.
Sabes tan bien, tan dulce. Inclina má s tus caderas”.
No pienso, simplemente lo hago, poniéndome de puntillas. La posició n es
muy incó moda con mis manos todaví a agarrando mis mejillas detrá s de mí y
el costado de mi cara apoyado contra el cojí n, pero puedo tolerarla por un poco
má s por $350.
Se me escapa un gemido inesperado que coincide con el que suelta cuando
mete su lengua caliente y hú meda por la entrada de mi coño . Es má s grueso que
los sú per tampones que uso, y aunque se siente tan extrañ o tener algo
moviéndose y empujando dentro y fuera de mí , junto con sus cá lidas
exhalaciones, también se siente algo... bien . Gimo de nuevo cuando él curva su
lengua y los dedos de mis pies se curvan junto con ella.
" Lora, cariñ o, está s jodidamente deliciosa" . Blake entierra toda su cara
entre mis muslos para meter su lengua má s profundamente, su nariz
presionando contra un lugar al que definitivamente no deberí a ir. Luego hay un
sonido de sorbo cuando saca su lengua y me lame de arriba a abajo, acumulando
la humedad que puedo sentir goteando fuera de mí .
Grito cuando sus manos de repente hacen contacto con mi piel, poniendo fin
a los ruidos hú medos de las bofetadas. É l toca la parte interna de mis muslos,
separá ndolos má s y hundiendo su lengua para golpearla contra mi clí toris.
“¡ Dijiste que no se tocara!” Repito con un grito como si ya no me hubiera
marcado con su lengua.
" ¡ Tengo que! Tengo que hacerlo, dulce niñ a”. Aprieta su agarre, hundiendo
las yemas de sus dedos en mi carne sensible mientras alterna pasar su lengua
sobre mi clí toris y empujarla dentro de mí .
Completamente en contra de mi voluntad, muevo mis caderas hacia adelante
y hacia atrá s, chocando contra la cara de Blake, profundizando su lengua y luego
alejá ndome. Una de sus manos me deja y presiona firmemente la yema de su
dedo contra mi clí toris, girá ndolo una y otra vez.
" Oh Dios, eso se siente—¡ Blake!" Mis piernas tiemblan
incontrolablemente cuando el hormigueo que comenzó en mi clí toris aumenta
y se retuerce en mi vientre. Mis mú sculos internos se aprietan alrededor de su
lengua ondulante y el calor florece en mi nú cleo, sube por mi columna y hace
que mis ojos se pongan en blanco.
“No puedo creerlo. Tu coñ o está empapado. Eres tan increí blemente sexy.
Q uiero que te corras en mi lengua" .
“Yo… yo… ¿ qué? Eso no es... Me sorprenden los ruidos primarios que hago
cuando ataca mi coñ o y aumenta la presió n sobre mi clí toris, masajeá ndolo
expertamente. El tono de mis gemidos aumenta y el resto de la tensió n en mi
cuerpo se rompe. Un placer indescriptible me recorre y mis mú sculos internos
se ondulan en oleadas. “¡ Blake! Oh Dios, gimo largo y bajo mientras un calor
exquisito brota de mí y corre por mis muslos.
“Oh, joder, cariñ o. Sabí a que serí as un squirter, una prueba má s de que
estabas hecho para mí . Lame largas lí neas arriba y abajo de mis muslos, luego
succiona sus labios alrededor de mi coñ o hasta que desaparece por completo.
" Te necesito" , dice Blake con voz ronca mientras se pone de pie de un salto y
golpea lo que debe ser su pene desnudo contra mi raja que todaví a mantengo
abierta. Se reajusta y presiona la punta hú meda contra mi entrada. " $ 200 para
dejarme meterlo. Por favor, cariñ o, necesito meter mi polla dentro de tu
hermoso coñ o mojado" .
Capí tulo 3

Lora
Estoy tan embriagada por mi primer orgasmo épico que no pienso en detener a
Blake ni negociar. Tarareo, y justo cuando creo que va a empujar su polla hacia
adentro, inesperadamente me levanta para ponerme de pie con los pies
entumecidos. Pasa un brazo detrá s de mi espalda y otro debajo de mis rodillas
para levantarme como a una novia. Nunca nadie me habí a abrazado así y me
encanta. Me giro hacia él para pasar un brazo suelto sobre su hombro y acaricio
mi cara contra su grueso cuello, inhalando má s de su aroma, deseando poder
conservar este sentimiento para siempre.
" ¿ Q ué está s haciendo?" Pregunto con un suspiro de felicidad cuando él
corre los pocos pasos hacia su dormitorio, que siempre ha estado prohibido, y
luego empuja la puerta abierta.
Blake enciende la luz y me besa la frente con ternura, como lo harí a un
amante. " Necesito ver tus ojos la primera vez que los tome a todos" .
Se sube a la cama tamañ o king para dejarme boca arriba en medio de su
edredó n aterciopelado color lavanda (curiosamente el mismo que tengo en mi
cama) y mis brazos caen a los costados. ¿ Q ué quiere decir con la primera vez?
¿ Espera que esto vuelva a suceder? ¿ É l… me va a pagar para tener sexo con él
má s de una vez? ¿ Como una prostituta? ¿ Le voy a dejar ?
Sorprendida por esa perspectiva, no puedo pensar en qué decir, apenas puedo
mantener los ojos abiertos después de mi orgasmo para verlo bajar de la cama y
quitarme los zapatos, calcetines, jeans y bragas blancas.
" Eres tan hermosa" , dice con asombro, sin parpadear mientras arrastra su
mirada desde mis pies descalzos con el esmalte de uñ as plateado desconchado
hasta mi pecho cubierto.
Hasta hoy, nunca pensé que podrí a encontrarme atractivo. Tení a un peso
muy bajo de peso cuando nos conocimos y luego, después de mudarme, comencé
a ganar peso rá pidamente, oscilando de un extremo al otro del espectro. No
creerí a que me está diciendo la verdad si no me estuviera mirando como si
nunca quisiera dejarme salir de su cama.
Se recupera cuando me retuerzo y le quito la camisa. Me quedo boquiabierto
al ver sus anchos hombros y su suave y musculoso pecho. Nunca lo he visto sin
toda su ropa ya que paso la mayor parte del tiempo en la escuela o el trabajo.
Trabaja desde casa y siempre está escondido en su habitació n frente a su
escritorio, por lo que rara vez nos cruzamos, excepto cuando tengo que explicar
por qué no puedo pagar mi parte del alquiler, por supuesto.
Oh Dios, me lo estaba perdiendo.
Blake es el hombre má s sexy que he visto en mi vida (estoy seguro de que
cualquiera que lo vea estarí a de acuerdo conmigo), pero siempre ha sido tan
distante, tan fuera de mi alcance, que no he pasado mucho tiempo pensando en
él fuera de mis sueñ os cada noche. Ademá s, es mucho mayor.
Hay una fotografí a enmarcada de él con toga y birrete en la estanterí a alta
de la sala de estar con el añ o en que se graduó de la universidad, así que sé que
rondará los veintitantos. Me sorprendió cuando vi la foto por primera vez, ya
que la universidad a la que asistió está en la misma ciudad en la que yo viví a
antes de mudarme aquí . Cuando lo comenté, simplemente se fue a su
habitació n y no lo volví a ver durante casi una semana.
Hago un sonido ligeramente estrangulado cuando Blake se quita sus jeans
azul oscuro, dejá ndolo gloriosamente desnudo. Recorro con la mirada su cuerpo
hasta que puedo confirmar que la gran polla que sentí presionada contra mi
entrada es jodidamente enorme mientras se balancea entre sus firmes piernas
talladas con mú sculos.
Se arrodilla en la cama y se arrastra hacia mí como un animal depredador
que se acerca a su presa para montarse a horcajadas sobre mis caderas, y me
hundo en el suave colchó n bajo su pesado peso. No hago ningú n movimiento
para detenerlo cuando toca el dobladillo de mi blusa y la desabrocha lentamente,
dejando al descubierto mi suave vientre y mi sostén limpio pero
vergonzosamente sucio.
Con un gruñ ido bajo que enví a un destello de calor directamente a mi coñ o,
Blake me ayuda a sentarme para poder quitarme la blusa. Se acerca detrá s de
mí para desabrocharme el sostén y quitá rmelo también, luego arroja mi ropa
al costado de la cama, dejá ndome tan desnuda como él. Su enorme polla se
contrae mientras se hincha aú n má s, y se lame el labio inferior como si quisiera
comerme.
Nos miramos a los ojos, los suyos ardiendo con un deseo inconfundible.
" Ahí está s" , dice Blake. “Q ué ojos tan hermosos, niñ a bonita. Necesito que
me los guardes. No mires hacia otro lado”. Baja la cabeza y toma mi mejilla,
acariciá ndola con el pulgar, luego inclina sus cá lidos y afelpados labios sobre
los mí os. Se siente natural cerrar los ojos cuando él lame la comisura de mi boca
y desliza su lengua dentro, pero rompe el beso para exigir: " Mí rame" .
Se necesita esfuerzo para mantenerlos abiertos cuando empuja su lengua
má s profundamente, lamiendo la mí a suavemente, sabiendo a... mí , supongo.
Es tan surrealista que mi primer beso real sea con el hombre que nunca, hasta
hoy, me ha mirado directamente.
No sé qué hacer con mis manos, me siento incó modo mientras lo pienso
demasiado hasta que finalmente, vacilantemente, las levanto para apoyar mis
palmas sobre sus costillas, haciéndolo gemir. Se siente tan extrañ o pero
celestial que me abracen y toquen así después de lo frenético y exigente que
estuvo con mi cuerpo antes. En realidad, no se celebrará . Nadie nunca me ha
tocado como si se preocupara por mí . No, a menos que cuentes los breves
abrazos que mi trabajadora social me daba con simpatí a o lá stima cada vez que
tení a que colocarme en un nuevo hogar de acogida que ambos sabí amos que
no durarí a mucho.
Blake apoya su peso sobre sus codos a cada lado de mis hombros, inclinando
su cabeza hacia un lado para profundizar el beso mientras presiona una rodilla
entre mis muslos, luego la otra, obligá ndome a abrir las piernas. É l retrocede y
coloca una de mis rodillas alrededor de sus costillas. " Tomar una respiració n
profunda."
La ansiedad me atraviesa ante su tono Autor itario. Hago lo que dice justo
antes de que incline la cabeza de su pene hacia mi abertura, deje caer sus caderas
en la cuna de mis muslos y luego introduzca con fuerza su longitud dentro de
mí . Dejo escapar un grito agudo mientras mis ojos se cierran de golpe y mi
estó mago se contrae por el dolor punzante. Su polla es tan larga y gruesa que
siento como si me estuvieran desgarrando de adentro hacia afuera, y apoyo mis
manos contra su pecho para alejarlo. Aprieto los dientes cuando mueve sus
caderas hacia atrá s, sacando su polla hasta que só lo su punta gorda y
acampanada permanece dentro de mí .
" No no no. Dame tus ojos, cariñ o, por favor”. Automá ticamente se abren de
par en par con pá nico. La intensidad de nuestro contacto visual inmediato só lo
se rompe cuando él se inclina hacia atrá s y dirige su atenció n hacia donde
estamos unidos. “Mira eso, niñ a bonita. Q ue me jodan. Hiciste un buen trabajo
al meter la mitad de mi polla en tu pequeñ o y apretado coñ o virgen.
" ¿ Hay má s?" Susurro y grito con incredulidad. Pensé que habí a empujado
todo dentro de mí , mis mú sculos ya se esforzaban al má ximo para estirarse
alrededor de lo que es terriblemente solo la mitad de él. Mi mente se atasca en
qué má s dijo. “¿ Có mo supiste que era virgen?” Nunca le dije eso. Grito cuando
él ignora mi pregunta y empuja bruscamente hacia adentro. “¡ Ay, Blake, duele!
Por favor, para”, le ruego entrecortadamente.
Y aunque es verdad, hay algo allí que embota la punta afilada del cuchillo
cuando lo saca una vez má s y lo empuja hasta el fondo, sus estrechas caderas
golpeando la parte interna de mis muslos. Blake aplana su só lido pecho contra
el mí o, aplastando mis pechos entre nosotros, y se mueve para apoyar su peso
en un solo codo mientras desliza una mano entre nuestros vientres, trabajando
hasta que sus dedos está n en mi clí toris.
“Lo sé, dulce niñ a. Lamento que duela”, dice mientras acurruca su cara bien
afeitada en la curva de mi cuello sudoroso. " Pero tu precioso cuerpo fue hecho
para tomar mi polla, ya mojada y estirá ndose perfectamente para mí . V oy a
hacerte sentir tan bien que me rogará s que no pare”.
Sus caderas aceleran el ritmo mientras se balancea hacia adentro y hacia
afuera y hace rodar mi clí toris hasta que el éxtasis reemplaza lentamente el
dolor abrasador, aumentando exponencialmente cuanto má s lo trabaja. Los
mú sculos que se contraí an instintivamente para intentar empujarlo hacia
afuera ahora se contraen para mantenerlo adentro cada vez que tira las caderas
hacia atrá s. Empiezo a empujar el mí o para encontrarme con él a mitad de
camino mientras me retuerzo bajo su peso, sin poder quedarme quieta.
" Blake, oh Dios, está ... está sucediendo de nuevo" . Deslizo mis manos hacia
arriba para agarrar su cabello brillante en busca de algo a lo que agarrarme y tiro
de sus mechones cada vez que se sumerge profundamente dentro de mí .
" ¡ Sí Sí ! Tira de mi pelo, cariñ o, y corre en mi polla como lo hiciste en mi
lengua. É l ataca mi clí toris y mis pantalones en mi oí do, " Joder, joder, puedo
sentirte apretando tan bien, tan fuerte, jodidamente ahogando mi polla. V as a
hacer que me corra tan fuerte" .
Mi vientre se hunde al saber que no lleva condó n. Mi clí toris palpita de
excitació n incluso cuando mi ritmo flaquea. " No. N-No puedes. Tienes que-"
Blake desliza su mano hacia arriba para sostenerme por la garganta mientras
continú a moviendo sus caderas, haciendo que la piel de la parte interna de mis
muslos arda cada vez que nuestros cuerpos aplauden. Grito, encojo las caderas y
trato de alejarme para evitarlo.
Su voz es la má s profunda y á spera que he escuchado jamá s, con un brillo
peligroso cuando dice: " Pagaré el alquiler completo si me dejas correrme dentro
de tu coñ o desnudo" . Su siguiente empujó n es má s duro, má s duro que todos
los demá s, y me hace subir poco a poco por la cama.
“¡ Pero no tomo anticonceptivos!”
" Oh, Lora" , gime con anhelo, como si le complaciera esa admisió n, y desliza
su mano desde mi garganta debajo de mi espalda para abrazarme. “Nueve meses
de alquiler. Un añ o. ¡ Tres añ os! Lo pagaré todo si me dejas correrme dentro de
ti, nena. ¡ Joder, joder! Tengo que correrme”. Su polla se convierte en un
martillo neumá tico, golpeá ndome mientras me susurra al oí do: " Te
pertenece, dulce niñ a. Di que sí y déjame dá rtelo. ¡ Dilo!"
Grito el nombre de Blake mientras me enrosco y convulsiono cuando llego a
la cima de mi clí max. Mi mente está completamente inundada de euforia y no
puedo formar las palabras para decir sí o no. Lo ú nico que puedo hacer es gemir
y aferrarme a él mientras mi cuerpo se siente como si estuviera volando.
“¡ Lora!” É l ruge y muerde mi cuello como un animal, amortiguando su voz
mientras deja caer su peso sobre mi vientre y tiene un orgasmo con su polla
desnuda dentro de mí , inundá ndome con su calor. Mis paredes internas se
aprietan alrededor de su eje hinchado con cada ola de mi orgasmo hasta que me
quedo temblando con las réplicas del placer, demasiado feliz para pensar en las
consecuencias de lo que Blake ha hecho cuando termina.
No sé cuá nto tiempo permanecimos allí , él encima de mí ,
inmovilizá ndome contra el lujoso colchó n, pero eventualmente, nuestro ritmo
cardí aco se desaceleró y Blake se apartó de mí para sentarse sobre sus
rodillas. Desliza su suave polla hacia afuera, dejá ndome sintiéndome vací a y
frí a. La lenta fuga de su semen por mi trasero me resulta extrañ amente
familiar, aunque no puedo entender por qué.
“Mira eso, niñ a bonita. Q ué muy sexy, finalmente dá rtelo directamente
desde la fuente”, susurra Blake con algo parecido a adoració n. " V er có mo se
escapa de tu coñ o perfecto a la luz..."
Apenas tengo suficiente energí a para preguntarme qué quiere decir con
finalmente y directamente desde la fuente antes de acariciar su polla hasta que esté
completamente dura otra vez y vuelva a entrar dentro de mí .
Capí tulo 4

Blake
Lora sisea y cierra con fuerza sus hermosos ojos marrones, una lá grima cae
sobre la sá bana, sin duda dolorida por la forma salvaje en que la he tomado una
y otra vez durante la ú ltima semana.
Beso la parte de atrá s de su hombro. “¿ Está s lLorando porque te duele,
dulce niñ a? ¿ O porque se siente demasiado bien?
" Ambos." Ella gime cuando tiro mis caderas hacia atrá s y empujo, luego se
muerde el labio inferior para amortiguar el siguiente.
Le muerdo el cuello. “Déjalo salir todo, cariñ o. Te ayudaré a superarlo”. Y lo
haré. Hoy. Mañ ana. Todos los dí as hasta que muera.
Simplemente no puedo tener suficiente de ella. Sus ojos, sus senos flexibles,
el movimiento sexy de su vientre bajo y sus caderas curvilí neas en las que me
encanta clavar mis dedos cada vez que la tomo por detrá s. Su culo arrugado,
guiñ á ndome un ojo cuando sus brazos fallan, rogá ndome que la lleve allí
algú n dí a. Su coñ o alucinante, tan hinchado y rojo, pero que aú n me succiona,
le da la bienvenida a mi polla y se convulsiona a mi alrededor para chupar el
semen que le pertenece de mis pelotas.
Le doy de comer con la mano en la cama cuando necesita comer para
mantener su energí a, y solo le permito levantarse para ir al bañ o. Lora intentó
echarme las primeras veces que la seguí , pero finalmente se rindió . Ahora, cada
vez que necesita ir, simplemente se deja caer en el inodoro con las rodillas
abiertas, agradecida por el breve respiro que le doy mientras me arrodillo y me
toco la polla, mirá ndola hacer sus necesidades mientras mi semen gotea de su
maltrecho coñ o. .
Luego, la llevo a la ducha para limpiarle el cuerpo con amor y lavarle el cabello
mientras ella se hunde contra mí . Utilizo el calor y la presió n del cabezal de la
ducha y el aceite de masaje con aroma a lavanda que compré hace meses
pensando en ella para ejercitar cada mú sculo rí gido, luego la llevo de regreso a
nuestra habitació n para llenarla de nuevo.
Ambos hemos perdido una semana de trabajo. Como soy dueñ o del negocio
de diseñ o web y comencé mi tercer añ o de universidad hace casi diez añ os,
puedo decidir cuá ntos clientes acepto personalmente o cuá les delegar en uno
de mis cinco empleados. Enviar un simple mensaje de texto a John, mi empleado
má s antiguo, era todo lo que necesitaba hacer para despejar mi agenda hasta
que Lora quedara embarazada.
No me costó apenas negociar con el jefe de Lora, Mark, para convencerlo de
que no la despidiera después de que ella no se presentó el lunes después de que
le quité la virginidad. É l y yo llegamos a un acuerdo cuando le ofrecí rediseñ ar
su sitio web de forma gratuita, con la esperanza de atraer má s clientes al
restaurante en quiebra que financió con el dinero de su padre.
No es que Lora todaví a necesite su trabajo, no cuando me tiene para cuidar
de ella por el resto de su vida.
Los gemidos de Lora se convierten en gemidos cuando la pongo boca arriba y
paso sus piernas sobre mis hombros. Ella todaví a está mojada por sus dos
orgasmos de esta mañ ana, combinados con mi semen pintado en sus paredes
internas, tanto que puedo deslizarme suavemente hacia adentro, a pesar de su
dolor. Me duele verla sufrir.
Trazo sus cejas oscuras con las puntas de mis dedos, deseando que se relajen
para que ella pueda volver a mirarme. Me mantengo quieto, enterrado hasta el
fondo, sin permitirme entrar y salir de ella como quiero, necesito , hasta que ella
los abra. Beso su sien, lamiendo sus lá grimas.
" Abre los ojos para mí , niñ a bonita" , le digo en voz baja. Ella respira
entrecortadamente y desliza su mano alrededor de mi cintura, pero todaví a no
me mira. " Por favor bebé. Sabes que necesito ver tus ojos”.
Después de lo que parece una eternidad, se abren. Mi bebé parpadea
interrogativamente y mi corazó n se aprieta en mi pecho con la fuerza de nuestra
conexió n. Nunca habí a visto ojos marrones como los de ella, como café rociado
con caramelo. Puedo ver directamente su hermosa alma y ella la mí a.
Mi piel hormiguea bajo sus dedos que acarician mi espalda empapada en
sudor. Sus manos sobre mí , finalmente, después de todos estos tortuosos
meses de convivencia, se sienten tan divinas como estar enterrada dentro de su
resbaladizo coñ o. Estudio su reacció n mientras empiezo a mecerme
suavemente dentro y fuera de ella, disminuyendo la velocidad cuando inhala
bruscamente, pero no me detengo. No creo que pudiera, incluso si ella me lo
pidiera. La necesidad primordial de tocarla, reclamarla, llenarla hasta que su
vientre esté redondo con nuestro hijo se niega a ser rechazado por má s tiempo.
Simplemente no hay vuelta atrá s después de esto.
Cuando sus cejas se relajan por completo y un gemido gutural se escapa con
su siguiente aliento, empujo dentro y fuera un poco má s rá pido. Paraíso . Así
es como se siente el paraí so.
“Eso es todo, cariñ o. Está s haciendo un trabajo increí ble al dejar que tu
hombre te haga el amor. Se siente increí ble estar finalmente juntos, ¿ no? Sé
que tú también lo sientes”.
" ¿ Mi hombre? ¿Amar? La voz de Lora está ronca después de gritar y gemir
toda la semana. “No amas…”
“Shh. No luches, dulce niñ a. Só lo siéntelo. Siente có mo tu coñ o se abre para
mí . Tu cuerpo fue hecho perfectamente para llevar a tu hombre dentro de ti”.
Le doy un beso en los labios antes de que pueda intentar negar la realidad
nuevamente, inhalando su aroma fértil y femenino profundamente en mis
pulmones mientras miro sus ojos conmovedores que de repente se abren con
alarma.
Le robo otro beso y me bajo para presionar sus rodillas má s cerca de sus
hombros, cambiando el á ngulo. Ella grita y luego gime cuando la cabeza de mi
polla golpea la parte posterior de su canal. Su coñ o se vuelve increí blemente
hú medo y la expresió n de alarma se desvanece de su rostro después de otras
dos embestidas.
" Nadie me ha amado nunca" , dice en voz baja.
" ¿ Puedo contarte un secreto, Lora?" Mi corazó n late con alegrí a ahora que
ya no tengo que esforzarme para mantener mis emociones reprimidas. " He
estado enamorado de ti desde que te vi por primera vez" . Gimo mientras saco
mi polla y vuelvo a entrar, la cabecera golpea contra la pared.
" ¿ Me amas? Pero… nos conocimos hace cinco meses y casi nunca nos vemos.
No me conoces. No puedes estar enamorado de mí ”.
Sacudo la cabeza. " Ha pasado má s tiempo que eso" .
Se le corta el aliento. “No, no es así . Nos conocimos hace cinco meses cuando
respondí a su anuncio”.
“No, nos conocimos antes de esa fecha. Sé que no me recuerdas, pero yo te
recuerdo. Recuerdo todo sobre ti. Có mo se levantó el dobladillo de tu camiseta
roja lisa, exponiendo la hermosa franja de piel sobre la cintura de tus pantalones
cortos de mezclilla cuando te recogiste el cabello en una cola de caballo. Có mo
tu pie no dejaba de temblar, a pesar de que tus chanclas seguí an cayéndose
después de cruzar las piernas mientras hablabas con tu trabajador social. Có mo
te pasaste las manos con el esmalte de uñ as azul desconchado por tus mejillas
hinchadas mientras lLorabas, y luego te cruzaste de brazos cuando apartaste la
mirada, directamente hacia mí . Fue como recibir un disparo con una flecha que
me atravesara el corazó n”.
" Tú ... ¿ cuá ndo fue esto?"
Aparto sus piernas de mis hombros para poder bajar completamente encima
de ella y acunar su rostro entre mis manos. Noto con profunda satisfacció n que
ella levanta las rodillas alrededor de mis costillas en lugar de dejarlas caer hacia
un lado.
“Hace casi siete meses, vi desde el vestí bulo de la comisarí a có mo un
agente te arrastraba al interior después de arrestarte por invasió n de propiedad
privada y te entregaba a un trabajador social”.
" ¿ Tú estabas ahí ? ¿ Por qué?"
“Rozaron mi antiguo apartamento, así que estaba presentando un informe
policial. Me enamoré de ti en el momento en que me di vuelta para mirar a la
niñ a lLorando que le dijo al oficial que no tení a intenció n de entrar
ilegalmente, que só lo estaba buscando un lugar para dormir. Ella le dijo que no
querí a volver al hogar grupal ya que tení a dieciocho añ os y que solo le quedaba
una semana para graduarse de la escuela secundaria. Me tomó todo lo que
estaba en mí para no golpearlo y tirarte sobre mi hombro. Pero entonces me
habrí an arrestado y nunca habrí a sabido dó nde encontrarte después de eso”.
Sus ojos está n increí blemente abiertos mientras procesa mi confesió n.
“¿ Tú … me seguiste?” Su coñ o se aprieta alrededor de mi eje y gimo.
" Sí . Tuve que hacerlo. Tení a que saber dó nde estabas... si mi chica estaba
a salvo. Si alguien allí intentara hacerte dañ o. Si lo hicieran, los habrí a
detenido”.
Lora traga con fuerza. “¿ Me estabas mirando?”
" Sí . Tení a que vigilarte. Espera por ti. Toda esa semana acampé en el patio
y me colaba en tu habitació n cuando no estabas. Así descubrí a qué
universidad ibas. Alquilé este apartamento porque sabí a que necesitarí as un
lugar para vivir que estuviera cerca de tu escuela. Después de que te graduaste,
me senté detrá s de ti en el autobú s y luego te cuidé durante dos meses mientras
viví as en la calle. Joder , eso casi me mata. Q uerí a morirme cada vez que te
tumbabas en un banco a dormir unas horas. Q uerí a recogerte y llevarte a casa,
pero sabí a que eso te asustarí a y nunca me dejarí as cuidar de ti después de
eso.
" Blake..." Lora levanta sus caderas, apretando sus mú sculos internos
alrededor de mi polla cuando desacelero mis embestidas y dejo caer mi frente
sobre la de ella. Ella nunca quita sus ojos de los mí os.
“Cada vez que ibas a trabajar, yo corrí a delante de ti para fijar mi anuncio
buscando un compañ ero de cuarto en la junta comunitaria. Me sentaba en un
rincó n y trabajaba en mi computadora portá til mientras tú estabas allí , y
luego la quitaba tan pronto como terminaba tu turno”.
“Dios mí o, me estabas acosando. No puedo creer que lo hayas hecho... Echa
la cabeza hacia atrá s y se arquea, gimiendo en voz alta mientras continú o
conduciendo hacia su canal de bienvenida. " ¿ Por qué? ¿ Por qué hacer todo eso?
Pensé que estabas decepcionado por haberme dejado mudarme en lugar de elegir
a un compañ ero de cuarto diferente porque nunca, nunca sonrí es ni dices
' Hola' ni siquiera me miras . La barbilla de Lora tiembla. “La ú nica vez que
hablas conmigo es cuando te digo que voy a llegar tarde o que me faltará el
alquiler, y siempre me siento mal por eso”.
“¿ Q uieres escuchar otra confesió n? Nunca tuve un compañ ero de cuarto
anterior y nunca necesité ayuda para pagar este lugar. Todo el alquiler que me
has pagado ha ido a parar a una cuenta separada que he estado ahorrando para
ti”. Lora se congela y me mira como si perteneciera a un manicomio. Como si lo
que acabo de decir fuera má s loco que mi confesió n de haberla acosado. Me
golpeo dentro de ella, tan cerca de correrme de nuevo con sus ojos ardientes fijos
en los mí os. “ No podía mirarte ni hablar contigo porque te amo má s de lo que
jamá s podrí as imaginar. Eras demasiado tentador para resistirme si me
permití a estar en la misma habitació n contigo. Me estaba obligando a esperar
hasta...
" ¡ Eso no tiene ningú n sentido!" Sus ojos brillan con advertencia, y luego
empuja contra mi pecho para alejarme de ella. Cuando no me muevo ni un
centí metro, ella grita y me rastrilla los costados con sus uñ as dentadas.
Capí tulo 5

Blake
“¿ Q ué diablos, cariñ o? ¿ Te confieso cuá nto te amo y tratas de lastimarme ?
Agarro su muñ eca y la sujeto al colchó n sobre su cabeza, luego golpeo
bruscamente mis caderas hacia adentro y hacia afuera, descargando mi
frustració n en su coñ o. " ¿ A dó nde fue mi dulce niñ a?"
Lora se vuelve loca, se agita debajo de mí hasta que puede liberar su mano,
luego comienza a rasgarme el cabello y arañ arme los hombros. Ella hace este
movimiento retorcido con sus caderas que casi dobla mi polla por la mitad,
retorciéndola con tanta fuerza que no tengo má s remedio que salir de su
paraí so.
La alcanzo cuando ella se levanta de la cama y agarra mi estació n de
conexió n del tamañ o de un ladrillo que está en la mesa de noche, tirando
brutalmente del cable del enchufe. Ella es una diosa desnuda y vengativa, y me
distraigo viendo có mo mi semen se desliza por sus muslos bronceados. Tengo
que agarrar mi polla y estrangularla para evitar correrme en la cama en lugar de
dentro de su coñ o donde lo necesito.
“¡ Tú … bastardo! ¡ Me pagaste para que te dejara hacerme cosas y ni siquiera
necesitas el dinero! ¿ Por qué? ¿ Por qué harí as eso?" Ella me lanza la estació n
a la cabeza y yo la aparto, así que toma mi lá mpara de mesa industrial de metal
y levanta el brazo hacia atrá s, lista para tirá rmela a mí también.
" ¡ Respó ndeme!"
Extiendo mi brazo libre, lista para esquivar la lá mpara. " No era mi
intenció n" .
" ¿ Q ué demonios significa eso? ¿ No fue mi intenció n qué?
“Simplemente se nos escapó ”.
" ¿ Q ue hizo?" Ella grita la pregunta, con el pecho agitado, haciendo que sus
tetas reboten. Un chorro de semen sale a pesar de mi fuerte agarre, cubriendo mi
mano. Desperdiciado.
“Nunca te habrí a hecho pagar el alquiler si hubiera pensado que aceptarí as
vivir aquí gratis, pero sabí a que no lo harí as. Y luego estabas rogando por mi
ayuda otra vez, y simplemente se te escapó , pidiéndote que te inclinaras y me
mostraras tu coñ o. ¡ Nunca pensé que dirí as que sí ! Pero joder, me alegro
mucho que lo hayas hecho. Atesoraré ese momento especial por el resto de mi
vida”.
" ¿ Me está s tomando el pelo?" Lora enseñ a los dientes y arroja la lá mpara.
Me inclino hacia un lado y veo có mo pasa a mi lado, la bombilla explota al
impactar contra la pared de ladrillos al lado de la enorme ventana del piso al
techo con la vista perfecta del á rbol bajo el cual a Lora le gusta sentarse mientras
estudia. Fue un error quitarle los ojos de encima porque tan pronto como me giré
para mirarla, la fotografí a enmarcada que le tomé a través de la ventana (la que
pensé que no habí a notado sobre mi có moda de metal negro) me clava. justo
en la cara.
Lora toma otro marco. Justo antes de lanzarlo, lo mira dos veces y se cubre la
boca con una mano temblorosa. Es una foto que le tomé a través de una rendija
de la puerta de su habitació n, desnuda, acabando de dejar caer la toalla al suelo
después de ducharse, con los brazos en alto, dejando al descubierto las tetas y
cepillá ndose el pelo mojado.
Su respiració n se entrecorta y sus pezones de color marró n claro se tensan
hasta convertirse en cogollos duros. Ella levanta la mirada cuando gimo y me
lamo los labios, queriendo pellizcar y chupar sus cogollos en mi boca hasta que
estén tan hinchados y rojos como su coñ o. Por un segundo, se balancea hacia
adelante, como si pudiera leer mi mente y quisiera eso también. Pero entonces
ella gruñ e y arroja el marco má s rá pido de lo que puedo reaccionar. Golpea mi
frente, justo encima de mi ceja izquierda. Toco con las yemas de los dedos los
cortes de mi cara y salen mojados con mi sangre donde las comisuras se clavaron
en mi carne.
Lora se tapa la boca con las manos. " Oh, mierda, oh Dios mí o, lo siento
mucho" , dice presa del pá nico cuando me levanto de la cama. Ella se encoge
cuando avanzo hasta que su espalda está contra la pared al lado de la puerta
abierta del dormitorio.
La cierro de golpe y apoyo mi mano contra ella cuando ella se acerca a un lado
para girar la manija, todo mientras sacude mi polla. Me inclino hasta que la
punta de mi nariz roza la de ella, e incluso para mí , mi voz suena á spera. “V as
a pagar por eso, cariñ o. Puedes empezar incliná ndote sobre el borde de la cama
y dejá ndome comer tu jugoso culo como una buena chica.
La expresió n de disculpa se desvanece de su rostro y esa mirada salvaje
vuelve a apoderarse de ella. Su voz es estridente cuando grita: “¡ V ete a la
mierda, Blake! No voy a pagar por una mierda. ¿ Sabes cuá nto lloré cada vez que
perdí a un turno y sabí a que tendrí a que volver a pedirte ayuda? Me
enfermaba, literalmente, hasta vomitar, sabiendo que estarí as tan enojado y
podrí as echarme. ¡ Y durante todo este tiempo ni siquiera necesitaste el dinero!
Su voz se quiebra al final y casi me destroza las entrañ as.
" Oh, no, cariñ o, nunca…" Lora intenta agacharse debajo de mi brazo, pero
dejo caer mi mano hasta su cintura, mi polla se contrae, escupiendo má s semen
al sentir su piel sedosa. “Nunca te echarí a. ¡ Te amo!" Má s para mí ,
murmuro: " Me preguntaba por qué vomitabas tan a menudo" .
Ella retrocede y se golpea la cabeza contra la pared. " Como supiste …?"
" Mierda" , susurro en voz baja. No deberí a haber dicho nada. Ella no puede
saber que he estado...
“¡ Maldita sea, respó ndeme, Blake! ¡ Merezco saber eso!
Intento besarla, pero Lora gira la cabeza hacia un lado. Agarro su barbilla para
obligarla a retroceder y hacer que me mire. Sus hermosos ojos marrones nadan
de lá grimas y quiero azotarme por hacerla lLorar. Por enfermarla. Tengo que
compensarla. Dale orgasmo tras orgasmo hasta que me perdone.
" Déjame comerte el culo, bebé" , le suplico, luego aprieto mis labios contra
los de ella, rogando con mi lengua que se abra mientras trato de maniobrarla con
una mano hacia la cama.
Desafortunadamente, tiene el efecto contrario, y ella hace todo lo posible
para darme un rodillazo en las pelotas. Soy mucho má s alto que ella que termina
clavá ndome en la parte superior del muslo, lo suficientemente fuerte como para
hacerme toser y finalmente soltar mi polla.
" ¿ Sabes que? ¡ Q ue te jodan! ¡ No voy a pagar por tus estupideces! Y no me
importa lo enojado o decepcionado que estés. No voy a agacharme otra vez ni a
dejarte...
La levanto con mis manos debajo de su grueso trasero y la arrojo sobre
nuestra cama. Intenta alejarse, pero salto sobre ella, agarro sus brazos agitados
y los sujeto por las muñ ecas por encima de ella con una mano. Abro sus muslos
y fuerzo mi polla todaví a dura como una roca dentro de ella. Ella grita, y aunque
una gran parte de mí se siente como una mierda por causarle tanto dolor, la
parte primitiva de mí susurra que necesito tomarla con fuerza para que sepa a
quién pertenece y luego calmarla con mis palabras.
“Lora, joder, escú chame. Nunca fui... Intenta morderme el hombro, así que
le tapo la boca con la mano libre, teniendo cuidado de no cortarle los labios con
los dientes. “¡ Maldita sea, me vas a escuchar! ¡ Nunca estuve enojado contigo!
Estaba decepcionado de mí mismo. Nunca, jamá s tú ”.
Sus cejas se fruncen y deja de pelear conmigo el tiempo suficiente para que
yo retire mi mano. “Yo no… no entiendo. ¿ Por qué?"
“Me dije a mí mismo que esperarí a hasta que cumplieras veinte añ os y
terminaras tus dos añ os en la universidad. Pero maldita sea , ¿ sabes lo difí cil
que ha sido, todo este tiempo que he pasado esperando, cuando tu olor está por
todo el apartamento? ¿ Cuando duermes sin darte cuenta a solo unos metros de
mí en el pasillo? Estoy enojado y molesto todo el maldito tiempo, pero es
conmigo mismo porque sigo fallando”. Dejo caer mi frente sobre la de ella,
esperando ver qué hará ahora que le he contado todo.
Ella respira varias veces entrecortadamente. " Si eso es cierto, entonces ¿ por
qué tú ...?"
" ¿ Ofrecer pagar para ver tu hermoso coñ o?" Ella asiente, su frente rozando
la mí a. “Te lo dije, simplemente se me escapó . Pero luego dijiste que sí y el
poco control que mantení a sobre mí mismo se rompió . No entiendes la
profundidad de mi obsesió n contigo. Yo mismo apenas lo entiendo. Te habrí a
prometido cualquier cosa en ese momento para mantenerte despierto”.
" ¿ Despierto?" Sus pestañ as revolotean mientras su coñ o sufre espasmos a
mi alrededor. " Q ué-"
Inclino mi cabeza hacia un lado y la beso para cortar su lí nea de preguntas.
Es breve y sencillo al principio, pero luego levanta las rodillas y aprieta los
muslos a cada lado de mis caderas cuando susurro: " Te amo, Lora. Te amé desde
el momento en que te vi en esa comisarí a y nunca dejé de amarte. Nada ha
cambiado desde que te conocí , excepto que mi devoció n por ti se profundiza
cada dí a. Camino fuera de tu habitació n por la noche cuando está s dormido,
preguntá ndome si será la noche en la que mi control se romperá y entraré a tu
habitació n para llevarte... voluntariamente o no.
Ella respira profundamente y arquea la espalda casi imperceptiblemente,
pero lo noto. También noto lo rá pido que late la vena en el costado de su cuello
con otra de mis confesiones, una de muchas. La idea de que todo lo que le he
revelado podrí a excitarla me impulsa a continuar.
" Cuando no está s aquí durante el dí a, robo tus bragas sucias del cesto de
la ropa sucia y me masturbo con ellas hasta que me corro" .
" ¿ Tú haces?"
" Sí . Todos los malditos dí as. Luego lo unto en tus almohadas para que me
huelas cuando te acuestes por la noche. También lo unto en las bragas limpias
de tus cajones. No tienes idea de lo que me hace saber que mi chica camina con
mi semen en sus bragas todos los dí as. Q ue te he reclamado como mí a, incluso
si no lo sabí as.
Todo su cuerpo tiembla y retrocedo lentamente para bajar los ojos y ver có mo
se mueven sus hermosas tetas. Han crecido mucho desde que empezó a vivir
conmigo. Gimo y tiro mis caderas hacia atrá s, luego hundo mi polla hinchada
dentro de su agujero apretado y mojado, haciendo que sus tetas reboten aú n
má s.
" ¡ Blake, oh Dios, Blake!"
Mis ojos se fijan en los de ella, notando có mo sus ojos está n entrecerrados y
ella levanta las piernas para bloquear sus tobillos alrededor de mi espalda. Solté
sus muñ ecas cuando sus brazos se tensaron contra mi agarre, prepará ndome
para ver si intenta arañ arme de nuevo. Ella me sorprende muchí simo
agarrá ndome el pelo con los puñ os y tirando de mi cabeza hacia abajo para
poder meter su lengua en mi boca.
Santa mierda. Ella está excitada por mis confesiones.
" ¿ Q ué otra cosa?"
" ¿ Eh?" Mi cerebro se queda en blanco mientras me deleito con el placer que
abruma cada terminació n nerviosa de mi cuerpo.
" ¿ Q ue mas haces? ¿ Has hecho mientras me acosabas? Ella pasa
suavemente las puntas de sus dedos por mi cuero cabelludo, bajando por mi
espalda, luego palma mi trasero para tirar de mi trasero hacia ella, obligá ndome
a penetrarla mucho má s fuerte.
" ¿ De verdad quieres saber?" Se muerde el labio y asiente. “Elegí este
apartamento en particular porque solo tiene un bañ o. Hice un agujero en la
esquina y puse una cá mara para poder verte en la ducha”.
" ¿ Solo la ducha?"
Muerdo los labios, los muerdo y tarareo un sí .
Capí tulo 6

Blake
Ella levanta una ceja oscura, poco convencida. " Blake... cuando me seguiste al
bañ o esa primera vez... en realidad no fue la primera vez que me viste orinar,
¿ verdad?" Sacudo la cabeza, suplicá ndole con los ojos que no me pregunte
nada má s. " Eso no es lo ú nico que haces, ¿ verdad?"
" Lo siento" , estallé. " También te miro... joder , no puedo creer que te esté
diciendo esto... cambiarte los tampones cuando tienes la regla" . No querí a
decirle eso ú ltimo, pero cuando las paredes de su coñ o se contraen a mi
alrededor, continú o. " He reproducido ese primer video de ti poniéndote un
tampó n en tu pequeñ o coñ o con tanta frecuencia que me rompí la polla y tuve
que ir a urgencias para conseguir una crema especial para ello" .
" Eso es... eso es extremadamente jodido" . Mi corazó n deja de latir por un
momento, pero luego ella lame mi maldito cuello y ronronea: " ¿ Q ué má s?"
Ahí es donde trazo el lí mite y sacudo la cabeza. " No puedo... no puedo
decí rtelo" .
No estaba prestando atenció n a lo que estaba haciendo cuando le confesé
haberla espiado en el bañ o, y ella me deja caer, usando todas sus fuerzas para
empujarme fuera de ella sobre mi espalda. Luego se abalanza sobre mí ,
sentá ndose a horcajadas sobre mis caderas para meter mi polla dentro de ella.
“Dime, Blake. ¡ Me debes una después de todas las locuras que me has hecho
esta semana! ¿ Q ué má s hiciste?"
Ella levanta sus caderas y las golpea hacia abajo, tragá ndose mi polla, y yo
gruñ o ante la intensidad del placer que hace que mis pelotas se eleven altas y
apretadas. Lo hace una y otra vez, y otra vez, haciendo que sus tetas se balanceen
de lado a lado. Luego apoya sus manos en mi pecho y se congela con las caderas
levantadas en el aire, dejando solo la punta de mi polla dentro de su coñ o. Me
quejo como una pequeñ a perra mientras el orgasmo que se estaba acumulando
dentro de mí retrocede.
“¡ Si me amas, dí melo ahora mismo o me voy!”
Ella se burla de mí cuando aprieto la mandí bula, solo baja unos
centí metros antes de levantar las caderas. Una y otra vez, ella se burla de la
cabeza de mi polla, y estoy jodidamente sudando, mi necesidad de liberarme
dentro de ella otra vez hace que la verdad explote fuera de mí .
“Mentí , ¿ vale? ¡ Mentí ! No podí a mantenerme fuera de tu habitació n por
la noche. La ú nica vez que me contuve fue la primera noche que te mudaste, y
aun así , só lo duró unos minutos”.
Sus pupilas se dilatan y cada mú sculo de su cuerpo se pone rí gido. " Q ué.
Hizo. Tú . ¿ Hacer?"
No quiero decí rselo, pero tengo que hacerlo. Tengo que hacerlo cuando ella
sostiene la punta de mi polla como rehén, moviendo sus manos hacia abajo para
apoyar su peso en la parte inferior de mi abdomen para que no me golpee contra
ella.
“ Jesús, Jesús, ¿ ese té que bebes antes de dormir? Te lo compro al por mayor
para que te duermas má s rá pido. Me paro al lado de tu cama y giro tu cabeza
hacia un lado para poder sentir tu aliento en mis pelotas mientras me masturbo.
Usas esa má scara para los ojos, así que incluso cuando te despiertas, no me ves
y te vuelves a dormir. Me he mordido los labios con sangre, intentando no hacer
ningú n ruido cuando me corro. Y luego, cuando me corro, yo... yo..."
Ella me mira como si fuera un psicó pata. " ¿ Tu que?"
Todo el aire me abandona. Todo lo que le he dicho antes ha sido malo, incluso
criminal, pero esto es lo peor de todo. He ido demasiado lejos y ella va a llamar a
la policí a. Me arrestará n y mi vida terminará después de esto. Me encerrará n
y tirará n la llave, y entonces no podré cuidar de mi amor.
Sacudida por el odio hacia mí misma y el terror de que ella me odiará para
siempre, le digo en voz baja: —Empujo tus mantas hacia abajo y tiro tus lindas
braguitas a un lado. Paso mis dedos por mi semen y luego lo empujo dentro de
tu coñ o. Todo ello. Cada gota."
" ¡ Mierda, Blake!" Ella inclina la cabeza hacia un lado y pregunta en voz
má s baja: " ¿ Cuá ntas veces?"
Esa… no es la reacció n que esperaba. Pensé que saldrí a corriendo gritando,
no me preguntarí a cuá ntas veces la habí a agredido y empujado mi semen
dentro de su coñ o mientras dormí a.
“Todas las noches, cariñ o. A veces, dos o tres veces por noche. Apenas
duermo porque no puedo quedarme fuera de tu habitació n. No puedo dejar de
correrme y meterlo en tu cá lido coñ o. Por eso supe que eras virgen y por eso no
sangraste la primera vez que tuvimos sexo: ya te habí a reventado la cereza con
los dedos.
" Ay dios mí o. ¿ Apareciste...? Oh Dios, aunque me pagaste para que te dejara
correrte dentro de mí , no importó . Bá sicamente has estado corriéndote dentro
de mí todo este tiempo. ¿ Todas las noches durante cinco meses ?
" Sí , pero esa fue la primera vez que lo hice con mi polla dentro de ti, y fue
jodidamente increíble " .
" Tú ... yo... ¡ esto explica muchas cosas!" Ella todaví a mantiene mi polla
como rehén con sus caderas elevadas por encima de mí , pero se sacude hacia
atrá s con... ¿ emoción? ¿deleitar? ...y endereza su columna. Sus manos se dirigen
a su vientre, ahuecando la hinchazó n sobre su montí culo. Y ella está
sonriendo. ¿ Por qué está sonriendo? Podrí a ser…
Con su peso fuera de mi abdomen, la tomo por sorpresa sentá ndome,
agarrá ndola por la cintura y luego colocá ndola debajo de mí . Tan pronto como
su espalda toca el colchó n, la golpeo. “¿ Explica qué?” Puntualizo cada palabra
con un empujó n, golpeando la cabecera contra la pared hasta que se
resquebraja.
Ella grita: " ¡ Creo que estoy embarazada!"
I.
Maldito.
Destrozale el coñ o.
Le arranco un orgasmo en diez segundos, haciendo que su coñ o se apriete
tan fuerte a mi alrededor que llego al clí max, corriéndome tan fuerte que mi
visió n se vuelve negra.
Lora me empuja sobre los hombros cuando la acosto sobre la cama, pero no
puedo mover ni un mú sculo. " ¡ Bajar!" Simplemente gruñ o, mi corazó n y mi
alma flotan en nubes de alegrí a. “Podrí a lastimar al bebé”, dice con un dejo de
miedo.
Eso me saca de mi confusió n y me lanzo sobre mi espalda, poniéndola
encima de mí . Ella apoya su cabeza en mi pecho mientras intenta recuperar el
aliento y mi mente da vueltas.
" ¿ De verdad crees que podrí as estar embarazada?" No sé si puede oí r el
brillo de esperanza en mi voz, pero definitivamente está ahí . " Q uiero decir,
sabí a que podrí a haber una posibilidad..."
Cuando perdió su primer perí odo, revisé la aplicació n de seguimiento de su
perí odo en su teléfono. Mi corazó n se cayó cuando supe lo irregular que era su
ciclo y que no tení a nada que ver con el embarazo. El lado positivo fue que
podí a seguir dá ndole mi semen sin que ella se enterara todaví a.
“Sí , acosador. Si te has corrido dentro de mí todas las noches, eso explica
por qué sigo enfermá ndome. Pensé que necesitaba ir al médico y conseguir
algunos ansiolí ticos, pero como ya no tengo seguro médico...
" ¡ Mierda! Ok, esto es lo que vamos a hacer…” Pongo a Lora boca arriba,
luego corro hacia mi có moda para abrir el cajó n superior izquierdo antes de
regresar a su lado. " Primero, nos vamos a casar" , digo, empujando el anillo de
compromiso de diamantes de 1,5 quilates en su dedo.
Lora mira fijamente la costosa roca, sus ojos brillan tanto como el diamante.
" ¿ Q ué-cuá ndo-?"
“Siempre estuve planeando casarme contigo. Siempre. Só lo tengo que
adelantar el plazo para que podamos agregarlo a mi seguro médico lo antes
posible”. Salto de la cama y tiro de ella por las caderas hasta el borde. " En
segundo lugar, vas a ser una buena prometida y déjame celebrar comiéndote el
culo" .
" ¡ Espera no!" Lora intenta zafarse, pero tiro de ella hacia atrá s, me
arrodillo y apoyo sus pies sobre mis hombros.
“Joder, sí , niñ a bonita. Apuesto a que es tan dulce como el resto de ustedes”.
“¡ Blake! No, oh Dios, sí ”, gime cuando separo sus jugosas mejillas, entierro
mi cara entre sus muslos y fuerzo mi lengua a través de su dulce y jodido fruncido
.
Epí logo

Lora
Después de amamantar y mecer a mi hijo de ocho meses, Noah, para que se
duerma, lo meto en su cuna. No puedo evitar mirarlo fijamente, sonriendo ante
sus pequeñ os labios entreabiertos y la plenitud de sus redondas mejillas. Tiene
un poco de Blake y de mí en él, con su mata de rizos oscuros y mis ojos
marrones.
Darlo a luz fue emotivo por muchas razones, incluida la de poder ver por
primera vez a la ú nica familia bioló gica que tengo y verme a mí misma en los
rasgos de otra persona. Estoy seguro de que todaví a me detendré en seco y me
tomaré un momento para mirarlo mucho después de que nos hayamos puesto
grises y arrugados por la edad.
Le lanzo un beso y luego salgo de puntillas de su cuarto, que solí a ser mi
dormitorio. Blake nunca me permitió dormir por separado después de la
primera noche que estuvimos juntos, y convertimos mi habitació n después de
que mi cita con el obstetra y ginecó logo confirmó mi embarazo, lo que nos
sorprendió a todos por lo avanzado que estaba: casi tres meses de embarazo y
entrando en mi segundo trimestre.
Pensando en retrospectiva, todos los signos estaban ahí al principio
(ná useas, problemas para dormir y aumento de peso), pero nunca en un milló n
de añ os hubiera imaginado que se debí an a que estaba embarazada, ya que
nunca habí a tenido relaciones sexuales. O eso pensé.
El Dr. Rodrí guez me preguntó , por curiosidad, có mo no habí a sabido que
estaba embarazada hasta que estaba tan avanzada, pero no podí a decirle que
mi obsesivo marido-acosador, que me habí a arrastrado hasta el juzgado para
casarme. É l, pocos dí as después de que supiéramos que estaba embarazada, me
habí a estado llenando secretamente con su semen todas las noches. Estoy
seguro de que habrí a llamado a la policí a, que era lo ú ltimo que querí a.
Por supuesto, eso es lo que debería haber querido si no estuviera tan loca
como Blake. ¿ Q uién en su sano juicio se habrí a sentido excitado por el
comportamiento criminalmente loco de Blake?
A mí . Ese es quién.
Después de eso, no me llevó mucho tiempo enamorarme de Blake.
Obsesionarse tanto con él y su tipo de amor devorador una vez que soltó la
rienda a sus sentimientos. Me dice todo el tiempo que mi cuerpo y mi alma
fueron hechos para él. Lo mismo ocurre con su cuerpo y su alma, hechos para
mí .
Ahora, aquí estamos, planificando nuestro futuro después de mi pró xima
graduació n de mi universidad. He decidido asistir a la universidad má s cercana
para terminar mi licenciatura. Ya hemos elegido el á rea donde queremos
comprar nuestra casa definitiva y luego llenar dicha casa con má s niñ os. En
resumen, todos mis sueñ os se está n haciendo realidad, pero no como los
imaginaba.
Tengo el tiempo justo para ducharme y, con suerte, también tomar una siesta
antes de que Blake llegue a casa después de su reunió n con un agente
inmobiliario. Después de hacer crecer su negocio de diseñ o web y contratar
algunos empleados má s, está buscando abrir su primera oficina fí sica entre
aquí y la universidad. Será muchí simo má s fá cil estudiar y hacer mi tarea
una vez que él ya no esté trabajando desde casa, distrayéndome con su polla
dura, esperando atacarse el uno al otro tan pronto como Noah esté dormido.
En el bañ o, me quito la camiseta y el sostén de lactancia, mojados por la leche
que gotea, y me retuerzo el cabello, asegurá ndolo con una pinza grande para
que no se moje. Como siempre, busco la cá mara oculta de Blake ya que todaví a
no me dice dó nde está .
Me duele el estó mago cuando termino de quitarme el resto de la ropa y me
siento en el inodoro con las rodillas abiertas para quitarme el tampó n. Fui una
de las desafortunadas que tuvo mi perí odo dos meses después de dar a luz, y
este es particularmente brutal.
Cuando el bañ o se llena de vapor, entro en la ducha grande y quito el cabezal
de ducha desmontable. Arqueando la espalda, dirijo el potente chorro sobre mis
pesados pechos, luego bajo, sobre mi vientre y pelvis. Suspiro, dejando que el
agua caliente alivie el dolor. Mi mano se hunde demasiado cuando salgo con los
pies para lavarme entre las piernas y el chorro roza mi clí toris.
Jadeo cuando mi nú cleo se tensa y, pensando que le daré un espectá culo a mi
esposo en caso de que esté mirando, apoyo un pie en el banco de la ducha que
sobresale y movimiento intencionalmente mi muñ eca hacia adelante y hacia
atrá s para jugar con mi clí toris. Junto con la taza de té que planeo tomar, un
orgasmo es exactamente lo que necesito para aliviar mis calambres y ayudarme
a conciliar el sueñ o má s rá pido.
Cerrando los ojos y fingiendo que es mi marido jugando conmigo, gimo: " Oh
Dios, Blake, así de simple" . Me giro para sentarme en el banco para poder
levantar las rodillas y apoyar los pies en el borde, luego abro los labios de mi
vagina con la mano libre y dirijo el chorro para que golpee directamente contra
mi clí toris. " Sí , sí , sí , siempre sabes có mo hacerme sentir tan bien" .
Grito y dejo caer el cabezal de la ducha cuando hay un golpe en el suelo de
baldosas, y Blake entierra toda su cara en mi coñ o, frotando su nariz contra mi
clí toris mientras fuerza su lengua profundamente dentro de mí . Mi grito se ve
interrumpido por un gemido cuando mi marido acerca mi trasero y mete un dedo
resbaladizo por mi agujero trasero.
Debe haber cubierto su mano con el aceite de masaje que le gusta usar
conmigo cada vez que es demasiado rudo, lo cual es casi siempre. Simplemente
no puede controlarse cuando se trata de follarme y llenarme con su semen. Dice
que en el momento en que me pone las manos encima, sus instintos má s
bá sicos lo obligan a reclamarme y que no hay forma de detenerse.
No me importa. De hecho, lo fomento caminando por el apartamento con una
camiseta sin bragas, fingiendo que soy la persona má s torpe del mundo para
poder agacharme y darle una vista de mi trasero desnudo cada vez que dejo caer
algo. Caminará como un animal salvaje hasta que Noah salga, luego me
obligará salvajemente a tirarme por el borde del sofá , la encimera o la cama
antes de penetrar en mí .
Blake mete un segundo dedo en el culo y lloro, apenas logrando pronunciar
las palabras cuando pregunto: —¿ Cuá ndo llegaste a casa? ¿ Se canceló su
reunió n?
Se retira mientras me folla el culo con rudeza, añ adiendo un tercer dedo, con
los labios manchados de mi sangre. Lo lame con un gruñ ido, cierra los ojos y
deja caer la cabeza hacia atrá s como si estuviera saboreando el sabor.
" Sí , lo cancelé en el momento en que te vi sacarte el tampó n,
provocá ndome con tu jugoso coñ o. Corrí a casa para poder limpiarte con mi
lengua”, dice con una sonrisa.
Lo sabí a. Sabí a que me estarí a observando como un halcó n tan pronto
como le dijera que habí a comenzado mi perí odo. No tengo idea de por qué está
tan obsesionado con eso, ya que sé que está empeñ ado en dejarme embarazada
otra vez. Pero no me quejaré, no cuando él deje caer su cara en mi coñ o para
comerme como un desierto, acelerando su ritmo con mi trasero y llevá ndome a
un orgasmo alucinante en unos pocos minutos.
Tan pronto como pasa, Blake saca sus dedos y me limpia de un agujero al otro
con su lengua, tal como prometió hacer. Me levanta, nos hace girar para poder
sentarse en el banco y luego me tira hacia su regazo para llenar mi coñ o con su
polla en un movimiento suave.
" Joder, me pones tan caliente y sediento, dulce mamá " , dice antes de
agarrar mi seno derecho, aumentando la succió n para estimular que mi leche
baje y drene mientras me ayuda a rebotar en su polla. Cuando me lleva a un
segundo orgasmo, golpea su cabeza contra la pared y clava sus dedos en mis
caderas para mantenerme firme unos centí metros por encima de su regazo
para poder bombear dentro de mí fuerte y rá pido hasta correrse con un sonido
gutural. gemir.
Ambos respiramos con dificultad cuando Blake envuelve su mano alrededor
de mi nuca y me acerca para besarme. Hago una mueca y me giro para darle mi
mejilla. É l frunce el ceñ o. “No querrá s besar a tu hombre después de traerte a
dos— ¡dos! ¿ Orgasmos?
“Te amo, sucio, pero no. No hay besos hasta que te cepilles los dientes”. Le
doy una palmadita en el hombro y con cautela me levanto de su polla para
pararme con las piernas temblorosas y poder terminar mi ducha ya que ha hecho
un desastre en mi mitad inferior.
No me deja llegar muy lejos, deslizando sus manos hacia arriba para rodear
mi cintura, que aú n no se ha recuperado de mi embarazo. “$50.”
" ¿ Q ué?"
“50 dó lares por un beso”.
Puede que no disfrute besarlo después de que él me bese el trasero, pero sí
disfruto este juego en particular, aunque ya no necesito el dinero. Lo que es suyo
es mí o ahora que estamos casados. Me pongo entre sus rodillas y presiono mi
pecho contra el suyo, flotando a una pulgada de sus labios. “$100.”
Blake sonrí e. " Trato."
Le doy lo que quiere y luego me retuerzo cuando siento su semen gotear por
mis muslos. Un beso má s en los labios e intento dar un paso atrá s. Blake desliza
sus manos hacia mi espalda baja mientras se desliza hasta el borde del banco y
se endereza. Golpea mi bajo vientre contra él, cada vez má s fuerte, hasta que la
presió n se vuelve demasiada, haciéndome retorcerme por una razó n
completamente nueva.
Apoyo mis manos en sus hombros musculosos y empujo contra su agarre.
" Blake... necesito..."
“Sé lo que necesitas, dulce niñ a. $200”.
" No. Ahí es donde trazo el lí mite”.
" Por favor bebé. Sé lo que necesitas y tú sabes lo que quiero”, canta, luego
desliza una mano entre nosotros para aplastar su palma sobre mi abdomen
inferior, aumentando la presió n.
Me encojo y cruzo las piernas a la altura de los tobillos, juntando los muslos.
He aceptado muchas cosas sobre Blake y sus problemas, pero lo que él quiere no
es una de ellas. Sacudo la cabeza y trato de liberarme de su agarre.
“$300.”
“No, déjame ir”.
“$550. Por favor bebé. Sé una buena chica y dame lo que quiero”. Cuando
ruedo y me muerdo los labios, dice: “$700. Oferta final." Levanto una ceja y él
gime. “Está bien, $1000. Q uiero saber si es tan dulce como el resto de ustedes.
Só lo una pequeñ a probada, por favor”.
Cuando ya no puedo ignorar la presió n en mi nú cleo, y él me mira con esos
intensos ojos verdes, desvelá ndose a sí mismo y cuá nto desea esto, sonrí o.
“$2000.”
" ¡ Joder, sí !" Me separa los pies y me maniobra hacia atrá s para poder
deslizarse hacia abajo y tumbarse en el suelo de la ducha entre ellos. Me toca las
pantorrillas y me ordena: " Agá chate sobre mi cara" .
Mi vientre se agita por lo mareado que está mientras me agacho sobre él.
Agarrando mi trasero, reajusta mi posició n y luego me dice que apoye mis
manos en el banco. É l sonrí e ampliamente y se lame los labios, luciendo como
un niñ o en una tienda de dulces, moviendo sus ojos de mi cara a mi coñ o y
viceversa.
Después de unos minutos, cuando mis piernas empiezan a temblar por el
esfuerzo de mantener mi posició n y no pasa nada, me pregunta: " ¿ Necesitas
un poco de ayuda?" .
Resoplo y asiento. Las llamas se encienden en la mirada de Blake, haciendo
que mi clí toris demasiado sensible palpite con anticipació n. El á ngulo es
incó modo, pero sus brazos son lo suficientemente largos como para poder
presionar una mano contra mi espalda y la otra contra mi bajo vientre. Me
aprieta hasta que siento el primer goteo y la presió n que se estaba acumulando
finalmente se libera.
Blake gime y gira la cabeza de un lado a otro, deleitá ndose con nuestra
primera lluvia dorada. La sorpresa pasa por mis pensamientos mientras me
desnudo y balanceo mis caderas. ¿ Estoy... estoy metido en esto? Tal vez no sea el
acto real, sino el dominio y el poder que tengo sobre mi acosador en estos
momentos. Tengo el control de su placer cuando él normalmente tiene el control
del mí o.
Mi esposo jadea cuando paso mis dedos por su cabello y agarro los mechones
gruesos y hú medos cuando me dejo caer sobre su boca abierta después de que el
chorro vuelve a reducirse a un hilo. " Có meme el coñ o, dulce muchacho, y haz
que me corra" .
Su gruñ ido de deseo en respuesta vibra a través de mi nú cleo mientras me
lame, chupa y come hasta que tengo un orgasmo por tercera vez. Me muevo
hacia atrá s para sentarme en su pecho y paso mis dedos por su cabello, luego,
con amor, paso el dorso de mis dedos por su mejilla.
" Hiciste un buen trabajo limpiá ndome, chico sucio" .
Los ojos de Blake se abren como platos antes de levantarse y palmear la parte
posterior de mi cabeza para que no se rompa contra las baldosas cuando me
voltea sobre mi espalda debajo de él.
" Yo tení a razó n. Todo en ti es dulce”.
Chillo cuando me da la vuelta sobre mi estó mago y me levanta sobre mis
manos y rodillas, luego grito ante la repentina intrusió n cuando mete la mitad
de su polla, resbaladiza con má s aceite de masaje, en mi trasero. Debe haber
estado planeando esto todo el tiempo, preparando mi agujero con sus tres dedos
antes.
Confundida cuando se congela en su lugar en lugar de forzar el resto, miro
por encima del hombro. Su rostro está retorcido por el dolor mientras una vena
gruesa sobresale y late a un lado de su cuello. " ¿ Q ué ocurre?"
“Otros $1000”
Entrecierro los ojos y pregunto vacilante: " ¿ Para hacer qué?"
“Di sí , por favor, por favor, por favor”.
“¿ Decir sí a qué?” Yo exijo.
" Bebé" , me suplica, jadeando. " Sé una buena chica y di que sí " .
No estoy cien por ciento seguro de qué es lo que quiere, pero le confí o mi
cuerpo a Blake, a pesar de todas las acrobacias locas que hizo antes de que
estuviéramos oficialmente juntos, y finalmente le digo: " Sí " .
" Gracias, gracias, gracias. No tienes idea de lo feliz que me haces. Q ué buena
chica para tu hombre —dice, haciendo que mi corazó n se hinche. Me encanta
ser su buena chica.
Pero cuando no mueve ni un mú sculo, cuento hasta sesenta y luego cuento
de nuevo, temblando porque no estoy en la corriente directa de agua caliente.
" Um, ¿ está s bien?"
“Shh. Tratando de concentrarme”.
“¿ Concentrarse en qué?”
“Es casi imposible cuando estoy tan duro. Duele tan bueno."
" ¿ Q ue hace?"
" Esto" , dice, con la boca abierta con un suspiro largo y profundamente
satisfecho mientras agarra mis caderas con firmeza y llena mi trasero con calor
lí quido que se inyecta dentro de mí y salpica, derramá ndose por mis muslos.
Tan pronto como suelta su agarre, me tambaleo hacia adelante y su polla se cae
de mi trasero. Tira de mis caderas hacia atrá s, luego abre mis mejillas mientras
se inclina detrá s de mí . " Q ue me jodan, niñ a bonita" . Se endereza y me mira
boquiabierto cuando nuestros ojos se conectan, la adoració n gira en sus
profundidades verdes. " La cosa má s caliente que he visto desde que diste a
luz" .
" ¿ Tú … orinaste dentro de mí ?" Grito la pregunta.
“Joder, sí , lo hice. Y te encantó , ¿ no? Muevo mi trasero y me muerdo el labio
inferior. " Lo sabí a" , grita victorioso y luego me mete toda la longitud de su
gorda polla en el culo, follá ndome furiosamente hasta que nos corremos
simultá neamente.
Antes pensaba que estaba agotado, pero no es nada comparado con este nivel
de saciedad y agotamiento mientras me desplomo en el piso de la ducha, con los
ojos cerrados, lo que recuerda nuestra primera semana juntos. Apenas me doy
cuenta de que Blake masajea y lava mi cuerpo, prestando especial atenció n a
entre mis piernas. Casi pierdo el conocimiento cuando pasa una mano debajo de
mí para masajear mi clí toris, agradeciéndome y elogiá ndome por ser una
buena niñ a, una dulce esposa y una madre maravillosa alrededor de un milló n
de veces mientras me lleva a un quinto y ú ltimo orgasmo.
Luego, me saca de la ducha, me coloca en la encimera del bañ o para que
podamos cepillarnos los dientes y luego me lleva a nuestra habitació n. Un grito
desde la guarderí a me despierta, pero Blake me acuesta en medio de la cama y
me da un beso en los labios.
Susurra: “Traeré a Noah. Tu duermes. Sé que necesitas descansar. Te amo,
niñ a bonita”.
Una sonrisa aparece en la comisura de mis labios cuando mi esposo me cubre
con la manta. " También te amo, dulce acosador" .

-EL FIN-
Sobre el Autor
A May Alder le gustarí a agradecer su trastorno de ensoñ ació n desadaptativo
de toda la vida y sus desenfrenados #daddyissues por las historias que se han
estado gestando en su mente durante añ os. Su necesidad de convertirlos en algo
productivo, positivo en lugar de negativo, la ha impulsado a escribir sus
historias y publicarlas en el mundo. Incluso si otra alma nunca lee sus libros, de
todos modos está agradecida por la capacidad de escribirlos y publicarlos, de
colocar sus libros en su estanterí a y decir con orgullo: " Lo hice" .
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También por May Aliso

The Guardian’s Angel


Shayla
Mi misterioso vecino mayor, a quien no puedo dejar de comerme con los ojos,
me ofrece un trabajo de niñ era por la tarde en el acto después de que consiga que
su sobrino de tres meses se instale. Estoy de acuerdo siempre que pueda traer a
mi hija, Lainey. James tiene un ataque de pá nico momentá neo cuando descubre
que estoy en el ú ltimo añ o de la escuela secundaria, aunque no estoy seguro de
por qué, pero la expresió n de aflicció n se borra de su rostro cuando le digo que
tengo dieciocho añ os.
Cuanto má s tiempo pasamos Lainey y yo con James y Grayson, má s difí cil
es dejarlos al final de cada noche, especialmente cuando James comienza a
llamarme su ángel . Cuanto má s nos acercamos, má s nos sentimos como una
familia: cuatro piezas de un rompecabezas.
Pero no puedo permitirme seguir perdiéndome en James, no importa lo bien
que se sienta estar con él, porque lo que estamos haciendo es arriesgado.
Estamos jugando con fuego y, si no tenemos cuidado, nuestro rompecabezas de
cuatro piezas pronto se convertirá en cinco.

The Guardian’s Angel Es un romance independiente, de larga duració n,


picante, con diferencias de edad y de un solo padre. Pesado en el problema de la
lactancia. Todos los personajes son mayores de 18 añ os. Lea la nota del Autor al
comienzo del libro. Felices para siempre garantizados.

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