MONOGRAFGIA 10

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INSTITUCION: FUTURA SCHOOLS

Título: Mala
alimentación, salud y nutrición de los
estudiantes de secundaria baja
Autores: Ellery Kamill Changa Genaro, Jesús Gabriel
Castillo Carrillo, Fabio Alberto Illich Esquieros, Elouan
Franshesco Diliberto Chambi, Flavia Sofía Franco
Navarrete, Alessandra Nicol Cabrejos Vera

Fecha de realización: 3 de diciembre del 2024

INDICE DE CONTENIDO:

1. Introducción……………………………….3
2. Argumentación del Problema……………5
3. Formulación del Problema……………….7
4. Objetivo Principal………………………….8
5. Objetivos Específicos……………………..8
6. Marco Teórico …………………………….10
7. Resultados………………………………...13
8. Conclusiones……………………………..17
9. Recomendaciones……………………….18
10. Anexo…………………………………….19
11. Bibliografía………………………………22

INTRODUCCIÓN:
En los últimos años, se ha observado un aumento significativo en los problemas de salud
relacionados con la nutrición entre los adolescentes, un fenómeno que está afectando a
un número creciente de jóvenes en todo el mundo. La adolescencia, especialmente en los
primeros años de secundaria, es una etapa crucial de crecimiento y desarrollo, tanto físico
como emocional. En este período, el cuerpo de los adolescentes experimenta cambios
rápidos y notables, y la correcta nutrición juega un papel fundamental en su bienestar
general. No solo es esencial para el crecimiento óseo, muscular y cerebral, sino que
también tiene un impacto directo en su salud mental, su rendimiento académico y su
capacidad para enfrentar los retos cotidianos.

Sin embargo, a pesar de la importancia crítica de la nutrición en esta etapa, muchos


estudiantes de 1º y 2º de secundaria no están prestando la atención debida a sus hábitos
alimenticios. Este descuido puede deberse a una combinación de factores, que incluyen la
falta de información adecuada sobre una dieta equilibrada, la presión social, los horarios
escolares irregulares, y el fácil acceso a alimentos ultra procesados y con bajo contenido
nutritivo. En lugar de elegir opciones saludables, muchos adolescentes recurren a
alimentos rápidos, como snacks, bebidas azucaradas, frituras y comidas rápidas, que
están llenos de calorías vacías, grasas saturadas, azúcares y sodio.

Este patrón de mala alimentación, que a menudo parece inofensivo, puede tener
consecuencias graves a corto y largo plazo. A corto plazo, una dieta poco saludable
puede afectar la energía y la concentración de los estudiantes, lo que lleva a un bajo
rendimiento académico y a dificultades para mantener la atención en clase. Además, el
consumo excesivo de azúcares y grasas puede generar picos de energía seguidos de
bajones, lo que impacta en el estado de ánimo y en el comportamiento de los
adolescentes. A largo plazo, los efectos de una mala nutrición son aún más preocupantes.
La obesidad, la diabetes tipo 2, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares son
solo algunas de las afecciones que pueden desarrollarse si estos hábitos alimenticios no
se modifican. Además, el desbalance nutricional también puede contribuir al desarrollo de
trastornos psicológicos, como la ansiedad y la depresión, afectando aún más la salud
mental de los jóvenes.

El problema no solo radica en la elección de los alimentos, sino también en la falta de


educación nutricional adecuada en las escuelas. Aunque algunos programas educativos
abordan la importancia de la alimentación saludable, no todos los estudiantes tienen
acceso a información que les permita tomar decisiones informadas sobre su dieta. A
menudo, los adolescentes no comprenden completamente cómo los alimentos que
consumen afectan su cuerpo y mente. Además, la influencia de la publicidad de productos
alimenticios poco saludables, que está presente de forma constante en los medios de
comunicación y redes sociales, refuerza la idea de que estos productos son convenientes,
sabrosos y accesibles, creando una desconexión entre lo que consumen y las
consecuencias para su salud.

Este descuido de la nutrición en los estudiantes de secundaria es un problema complejo


que involucra factores individuales, sociales y educativos. Sin embargo, es fundamental
comprender que los hábitos alimenticios formados en la adolescencia tienen un impacto
duradero en la vida adulta. Es por ello que resulta crucial que tanto las instituciones
educativas como las familias y los propios adolescentes asuman un papel activo en la
promoción de una nutrición adecuada. Cambiar los hábitos alimenticios de los jóvenes no
solo implica brindarles información, sino también generar un entorno que favorezca la
elección de alimentos saludables, accesibles y sabrosos.

Este análisis pretende abordar las razones detrás del descuido de la nutrición en los
estudiantes de 1º y 2º de secundaria, explorando tanto los factores que contribuyen a este
comportamiento como las consecuencias que pueden derivarse de la mala alimentación.
Asimismo, se discutirán posibles soluciones y estrategias que permitan promover hábitos
alimenticios saludables entre los adolescentes, mejorando su salud física y mental, y
preparándolos para un futuro más saludable. La solución a esta problemática requiere un
esfuerzo conjunto entre las autoridades educativas, los padres, la industria alimentaria y
los propios adolescentes, con el fin de fomentar una cultura de nutrición saludable que
beneficie a las nuevas generaciones.

ARGUMENTACIÓN DEL PROBLEMA


La elección de este problema como foco de nuestra investigación se fundamenta en una
experiencia vivida y en la observación de su creciente normalización. No se trata de una
mera curiosidad académica, sino de una preocupación profundamente arraigada en
nuestra realidad. Hemos sido testigos directos de cómo ciertas situaciones, que deberían
generar alarma y demanda de cambio, se han ido integrando paulatinamente en el tejido
social, hasta llegar a ser percibidas como algo cotidiano y aceptable. Esta normalización
encubre la gravedad subyacente de estos problemas, silenciando las voces que claman
por una solución y perpetuando un statu quo perjudicial. Nuestra motivación nace de la
convicción de que la normalización de lo anormal es un obstáculo para el progreso y el
bienestar colectivo. Por lo tanto, decidimos enfocarnos en este problema con el objetivo
de desenmascarar su verdadera naturaleza, comprender sus causas y contribuir a su
resolución, promoviendo un cambio social que cuestione y rechace la aceptación pasiva
de lo inaceptable. Nuestro compromiso se basa en la experiencia personal y en la
convicción de que es necesario romper el ciclo de la normalización para construir un
futuro más justo y equitativo.
El presente estudio aborda el preocupante problema de la mala alimentación, salud y
nutrición de los estudiantes de primero y segundo de secundaria, un desafío que
trasciende las esferas individuales y se manifiesta como un factor determinante en su
desarrollo integral y futuro. La evidencia científica acumulada a nivel global, indica una
estrecha correlación entre la calidad de la dieta en la adolescencia y el rendimiento
académico, la salud física y mental, y el bienestar general a largo plazo. Sin embargo, la
realidad de muchos estudiantes de primero y segundo de secundaria se caracteriza por
una alimentación deficiente, marcada por el consumo excesivo de alimentos ultra
procesados, ricos en azúcares, grasas saturadas y sodio, y la escasez de frutas,
verduras, legumbres y otros alimentos esenciales para un desarrollo óptimo . Esta
situación no es simplemente un problema individual, sino un fenómeno complejo con
múltiples determinantes.

Entre los factores que contribuyen a esta problemática se encuentran:

- Factores socioeconómicos: La situación económica de las familias influye directamente


en el acceso a alimentos nutritivos. Las familias con menores recursos económicos
suelen optar por alimentos más baratos y menos saludables, perpetuando un ciclo de
desnutrición y mala salud.
- Factores culturales: Las costumbres y tradiciones alimentarias pueden promover
patrones de consumo poco saludables, especialmente en contextos donde la comida
rápida y los alimentos procesados son altamente accesibles y culturalmente aceptados.
- Factores ambientales: La disponibilidad de alimentos saludables en el entorno escolar y
comunitario juega un papel crucial. La falta de acceso a espacios verdes, mercados
locales con productos frescos y opciones de alimentación saludable en las escuelas limita
las posibilidades de una dieta equilibrada.
- Factores educativos: La falta de educación nutricional tanto en el hogar como en la
escuela impide que los estudiantes adquieran los conocimientos y habilidades necesarios
para tomar decisiones alimentarias informadas.
- Influencia de la publicidad: La exposición constante a la publicidad de alimentos poco
saludables, dirigida principalmente a los jóvenes, influye en sus preferencias y patrones
de consumo.
Las consecuencias de esta mala alimentación son multifacéticas y de largo alcance. Se
observa un aumento en la prevalencia de obesidad, sobrepeso, diabetes tipo 2,
enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud crónicos en la población
adolescente . Además, la deficiencia nutricional afecta el rendimiento académico, la
concentración, la memoria y las capacidades cognitivas, limitando el potencial de
aprendizaje y desarrollo de los estudiantes. Esto se traduce en un menor rendimiento
escolar, tasas más altas de ausentismo y abandono escolar, y un impacto negativo en sus
perspectivas futuras.

Este estudio se propone analizar en profundidad las causas y consecuencias de la mala


alimentación, salud y nutrición de los estudiantes de primero y segundo de secundaria,
identificando los factores de riesgo más relevantes y proponiendo estrategias de
intervención multisectoriales que promuevan hábitos alimentarios saludables, mejoren la
salud y el bienestar de los estudiantes y contribuyan a su desarrollo integral

FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

En estudiantes de primero y segundo de secundaria, ¿cómo interactúan los factores


socioeconómicos (ingresos familiares, acceso a recursos, seguridad alimentaria),
culturales (hábitos alimentarios tradicionales, creencias sobre la salud, influencia de la
publicidad), ambientales (disponibilidad de alimentos saludables, acceso a espacios
verdes para la actividad física, contaminación ambiental) y educativos (programas de
educación nutricional en la escuela, apoyo académico, ambiente escolar positivo) para
determinar su estado nutricional, hábitos alimentarios, salud física y mental, y rendimiento
académico? ¿Qué impacto específico tiene la desnutrición, la obesidad o la ingesta
inadecuada de nutrientes en su desarrollo cognitivo, rendimiento escolar, salud física a
largo plazo (riesgo de enfermedades crónicas), salud mental (ansiedad, depresión) y
bienestar general? Finalmente, ¿qué estrategias de intervención multisectoriales, a nivel
individual (educación nutricional personalizada, apoyo psicológico), familiar (talleres para
padres, apoyo en la planificación de comidas), escolar (programas de alimentación
escolar, integración de la educación nutricional en el currículo, promoción de la actividad
física), y comunitario (creación de huertos escolares, acceso a alimentos saludables a
bajo costo, campañas de sensibilización) podrían implementarse para promover hábitos
alimentarios saludables, mejorar la salud y nutrición, y optimizar el rendimiento académico
y el bienestar integral de estos estudiantes?

OBJETIVO PRINCIPAL

Nuestro objetivo principal es lograr una mejora sustancial y medible en la salud física,
mental y el bienestar general de los estudiantes de primero y segundo de secundaria,
abordando de manera integral los determinantes socioeconómicos, culturales,
ambientales y educativos que influyen en sus hábitos alimenticios y estilos de vida. Esto
se logrará mediante la implementación de un programa estratégico que promueva la
adopción de una alimentación nutritiva, la práctica regular de actividad física, el desarrollo
de habilidades para la toma de decisiones saludables y la creación de un entorno escolar
y comunitario que apoye activamente el bienestar de los estudiantes. El éxito de este
objetivo se medirá a través de indicadores clave como el índice de masa corporal (IMC),
los niveles de actividad física, el conocimiento nutricional y el rendimiento académico de
los estudiantes.

OBJETIVO ESPECIFICOS
A partir del objetivo principal de mejorar la salud y el bienestar de los estudiantes de
primero y segundo de secundaria, establecemos los siguientes objetivos específicos,
medibles y alcanzables:

1. Mejorar el conocimiento nutricional:

- Objetivo: Aumentar el conocimiento sobre nutrición saludable en al menos el 80% de los


estudiantes de primero y segundo de secundaria al finalizar el año escolar.
- Indicador: Porcentaje de estudiantes que aprueban una evaluación sobre conocimientos
básicos de nutrición (grupos de alimentos, pirámide nutricional, lectura de etiquetas).
- Estrategia: Implementar un programa de educación nutricional que incluya talleres
interactivos, charlas con nutricionistas, y materiales educativos accesibles.

2. Promover hábitos alimenticios saludables:

- Objetivo: Incrementar el consumo diario de frutas y verduras en al menos el 60% de los


estudiantes de primero y segundo de secundaria.
- Indicador: Porcentaje de estudiantes que reportan consumir diariamente al menos cinco
porciones de frutas y verduras, mediante encuestas y registros de consumo.
- Estrategia: Ofrecer opciones saludables y accesibles en el comedor escolar, promover
huertos escolares, y realizar campañas de sensibilización sobre la importancia de una
alimentación equilibrada.

3. Aumentar la actividad física:

- Objetivo: Lograr que el 75% de los estudiantes de primero y segundo de secundaria


realicen al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa diariamente.
- Indicador: Porcentaje de estudiantes que reportan cumplir con las recomendaciones de
actividad física, mediante encuestas y registros de participación en actividades deportivas
y recreativas.
- Estrategia: Promover la participación en actividades deportivas escolares, recreos
activos, y la integración de la actividad física en las clases.

4. Mejorar el entorno escolar:

- Objetivo: Crear un entorno escolar que apoye la salud y el bienestar de los estudiantes,
incluyendo la disponibilidad de agua potable y espacios adecuados para la actividad
física.
- Indicador: Evaluación del entorno escolar mediante una lista de verificación que
considere la disponibilidad de agua potable, espacios verdes, y la implementación de
políticas que promuevan la salud.
- Estrategia: Mejorar las instalaciones del colegio, implementar políticas que promuevan
la alimentación saludable y la actividad física, y capacitar al personal escolar sobre la
importancia del bienestar estudiantil.

5. Fortalecer la colaboración con las familias:

- Objetivo: Aumentar la participación de las familias en el programa de promoción de la


salud y la nutrición en al menos un 50%.
- Indicador: Porcentaje de familias que participan en talleres, charlas o actividades
relacionadas con la alimentación saludable y el bienestar de sus hijos.
- Estrategia: Organizar talleres para padres, sesiones informativas y materiales
educativos para las familias.

Estos objetivos específicos, junto con sus indicadores y estrategias, permitirán monitorear
el progreso y evaluar el impacto del programa en la salud y el bienestar de los
estudiantes. La flexibilidad en la implementación y la adaptación a las necesidades
específicas de la comunidad escolar serán cruciales para el éxito del programa.
MARCO TEORICO
Marco Teórico: Nutrición, Salud y Alimentación en Adolescentes de Primero y Segundo de
Secundaria

Este marco teórico analiza los factores que influyen en la nutrición, salud y alimentación
de estudiantes de primero y segundo de secundaria, integrando perspectivas desde
diferentes disciplinas y citando autores relevantes para una mayor claridad.

I. Determinantes Sociales de la Salud (DSS)

El modelo de Determinantes Sociales de la Salud (DSS) es fundamental para comprender


la alimentación de los adolescentes. La pobreza y la inseguridad alimentaria, como lo
plantean Marmot y Wilkinson (2006) en su trabajo sobre las desigualdades sociales en
salud, son determinantes clave. El acceso a servicios de salud, educación, empleo
parental y la estabilidad familiar también influyen significativamente (Braveman et al.,
2011). La desigualdad social se manifiesta en el acceso diferencial a alimentos nutritivos,
limitando las opciones saludables para familias de bajos recursos (Pickett & Wilkinson,
2015). Esto se relaciona con la disponibilidad de alimentos frescos y la proximidad a
supermercados con opciones saludables versus la proliferación de establecimientos de
comida rápida en zonas desfavorecidas (Cummins et al., 2007).

II. Factores Culturales y Sociales

A. Cultura alimentaria: Las tradiciones culinarias, hábitos familiares y prácticas de


alimentación influyen en la dieta adolescente (Sobal & Bisogni, 1997). Algunas culturas
priorizan alimentos con alta densidad calórica y bajo valor nutricional, contribuyendo al
sobrepeso y la obesidad (Popkin, 2006). El consumo de bebidas azucaradas está
fuertemente influenciado por las normas sociales y la publicidad (Story et al., 2012).

B. Influencia de los medios de comunicación: La publicidad masiva de alimentos


procesados, bebidas azucaradas y comida rápida, dirigida a jóvenes, crea presión social y
cultural hacia su consumo (Harris et al., 2009). Las redes sociales también modelan
comportamientos y preferencias alimentarias (Christakis & Fowler, 2007).

C. Contexto familiar: La dinámica familiar, incluyendo las prácticas de alimentación en el


hogar, la disponibilidad de tiempo para cocinar y la educación nutricional de los padres,
influyen directamente en los hábitos alimentarios de los hijos (Birch, 1999). Familias con
estilos de vida ocupados pueden optar por comidas rápidas y procesadas por falta de
tiempo (Larson & Story, 2009).

III. Factores Ambientales

A. Acceso a alimentos: La disponibilidad de alimentos frescos y saludables en la


comunidad es crucial (Drewnowski, 2009). La falta de acceso a mercados locales, huertos
comunitarios o programas de distribución de alimentos limita las opciones saludables
(Larson et al., 2009).

B. Contaminación: La contaminación del agua y del suelo afecta la calidad de los


alimentos y aumenta el riesgo de enfermedades, impactando indirectamente en la
nutrición (WHO, 2015).

C. Cambio climático: El cambio climático afecta la producción de alimentos, la


disponibilidad de recursos hídricos y la seguridad alimentaria (FAO, 2016), creando
desafíos adicionales para la nutrición.

IV. Factores Educativos

A. Educación nutricional: La falta de educación nutricional en el hogar y la escuela limita la


capacidad de los estudiantes para tomar decisiones alimentarias informadas (Pereira et
al., 2005). Programas integrales, involucrando a la familia y la comunidad, son necesarios
(Baranowski et al., 2002).

B. Programas de alimentación escolar: La calidad de los programas de alimentación


escolar es un factor determinante en la nutrición de los estudiantes (Neumark-Sztainer et
al., 2003). Programas con opciones saludables y nutritivas contribuyen a una mejor
alimentación.

V. Consecuencias de la Mala Nutrición

La mala nutrición en la adolescencia tiene consecuencias a corto y largo plazo:


- Rendimiento académico: La deficiencia de nutrientes esenciales afecta el desarrollo
cognitivo, la concentración y el rendimiento escolar (Pollitt, 2002).
- Salud física: Sobrepeso, obesidad, deficiencias de micronutrientes y aumento del riesgo
de enfermedades crónicas son consecuencias directas (Ogden et al., 2014).
- Salud mental: La mala nutrición se relaciona con un mayor riesgo de problemas de salud
mental, incluyendo ansiedad y depresión (Jacka et al., 2011).
- Bienestar general: La calidad de vida, la participación social y el desarrollo integral se
ven afectados negativamente (Victora et al., 2008).

VI. Modelos Teóricos Aplicables

- Modelo Ecológico de Bronfenbrenner (1979): Permite analizar las interacciones entre los
diferentes niveles ambientales (individual, familiar, escolar, comunitario, societal) que
influyen en la alimentación y la salud.
- Teoría del Comportamiento Planificado (TCP) (Ajzen, 1991): Ayuda a comprender cómo
las creencias, actitudes, normas sociales y el control percibido influyen en las decisiones
alimentarias.

Nota: Para una bibliografía completa, se deben incluir las referencias completas de los
autores mencionados. Esta respuesta proporciona un marco más preciso y menos
ambiguo, citando autores relevantes en cada sección.
RESULTADOS
CONCLUSIONES

El análisis de los hábitos alimenticios de los estudiantes de primero y segundo de


secundaria revela una compleja interacción de factores que influyen en su salud y
bienestar. Si bien la mayoría desayuna a diario (63%), una porción significativa (22%) lo
hace solo a veces, indicando una posible necesidad de mejorar la constancia en este
hábito fundamental. La frecuencia de comidas diarias muestra que la mayoría consume
tres comidas al día (59%), pero un porcentaje considerable (19%) come cuatro o más
veces al día, lo cual podría ser positivo o negativo dependiendo de la calidad de los
alimentos consumidos. El consumo de agua es mayoritariamente adecuado, con el 85%
reportando beberla 3-4 veces al día.

Sin embargo, la principal preocupación radica en los factores que influyen en sus
decisiones alimenticias. La falta de tiempo (70%) es el factor determinante, seguido de la
influencia de pares (11%) y la preferencia por comida rápida (11%). Esto sugiere una
necesidad urgente de implementar programas educativos que promuevan la toma de
decisiones conscientes sobre la alimentación, considerando no solo el tiempo disponible,
sino también la importancia de una dieta balanceada y nutritiva. Se debe enfatizar la
importancia de un desayuno diario, la frecuencia adecuada de comidas y la elección de
alimentos saludables, considerando las presiones sociales y la disponibilidad de tiempo.
La intervención debe ser multifacética, involucrando a la escuela, la familia y la comunidad
en la promoción de hábitos alimenticios saludables entre los adolescentes
RECOMENDACIONES

1. Programas de cocina en la escuela: Ofrecer talleres de cocina donde los estudiantes


aprendan a preparar comidas saludables y nutritivas de forma divertida y práctica.

2. Desayunos escolares: Implementar un programa de desayunos gratuitos o de bajo


costo en la escuela para asegurar que todos los estudiantes comiencen el día con una
comida nutritiva.

3. Etiquetado claro de alimentos: Trabajar con la cafetería escolar para que el etiquetado
de los alimentos sea claro y conciso, indicando el contenido nutricional de cada opción.

4. Acceso a frutas y verduras: Aumentar la disponibilidad de frutas y verduras frescas y de


temporada en la cafetería escolar, haciéndolas accesibles y atractivas para los
estudiantes.

5. Campañas de concientización: Realizar campañas educativas creativas y atractivas


que promuevan la importancia de una alimentación saludable y el consumo de agua.

6. Talleres para padres: Organizar talleres para padres sobre nutrición infantil y
adolescente, con información práctica y consejos para preparar comidas saludables en
casa.

7. Colaboración con nutricionistas: Involucrar a nutricionistas en el diseño de menús


escolares y en la elaboración de materiales educativos.

8. Incentivos y recompensas: Implementar un sistema de incentivos para fomentar la


elección de opciones saludables en la cafetería escolar.

9. Jardín escolar: Crear un jardín escolar donde los estudiantes puedan cultivar sus
propias frutas y verduras, promoviendo el consumo de alimentos frescos y locales.

10. Alianzas con la comunidad: Colaborar con tiendas de comestibles locales para
ofrecer descuentos en frutas y verduras a los estudiantes y sus familias.
ANEXOS

Nuestra técnica de investigación fue a base de una encuesta la cual aplicamos a los
estudiantes de secundaria baja (primero y segundo de secundaria) y las preguntas que
hemos utilizado son las siguientes:

¿Cuántas veces al día sueles comer?

a) 1 vez al día

b) 2 veces al día

c) 3 veces al día

d) 4 o más veces al día

2. ¿Con qué frecuencia consumes alimentos ultra procesados (como snacks, frituras,
galletas, comida rápida)?

a) Todos los días

b) 3-4 veces a la semana

c) 1-2 veces a la semana

d) Rara vez o nunca

3. ¿Cuántas porciones de frutas y verduras consumes al día?

a) Ninguna

b) 1-2 porciones

c) 3-4 porciones
d) Más de 5 porciones

4. ¿Cuánto tiempo pasas cada día sentado, sin hacer actividades físicas (por ejemplo,
viendo televisión o usando el teléfono)?

a) Menos de 1 hora

b) 1-2 horas

c) 3-4 horas

d) Más de 4 horas

5. ¿Con qué frecuencia consumes bebidas azucaradas (como refrescos, jugos artificiales,
bebidas energéticas)?

a) Todos los días

b) 3-4 veces a la semana

c) 1-2 veces a la semana

d) Rara vez o nunca

6. ¿Sueles desayunar todos los días?

a) Sí, siempre

b) A veces

c) Rara vez

d) No, nunca

7. ¿Tienes acceso a alimentos saludables en tu casa (como frutas, verduras, proteínas


magras)?

a) Sí, siempre
b) La mayoría de las veces

c) A veces

d) Rara vez

8. ¿Qué factores influyen en tus decisiones alimenticias? (Puedes seleccionar más de una
opción)

a) Tiempo disponible

b) Precio de los alimentos

c) Preferencia por la comida rápida

d) Falta de conocimiento sobre nutrición

e) Influencia de amigos o compañeros

f) Publicidad de productos alimenticios

9. ¿Sientes que tu alimentación influye en tu rendimiento escolar?

a) Sí, mucho

b) Un poco

c) No, nunca

d) No estoy seguro

10. ¿Has tenido problemas de salud relacionados con tu alimentación (como aumento de
peso, fatiga, acné, etc.)?

a) Sí, varios problemas

b) Algunos problemas leves

c) No, nunca he tenido problemas

d) No estoy seguro
BIBLIOGRAFIA

1. Marmot, M. (2005) - Social determinants of health inequalities. Publicado en The


Lancet. Este artículo analiza cómo los factores sociales influyen en la salud y se puede
consultar en: The Lancet.

2. Wilkinson, R. G., & Pickett, K. E. (2009) - The Spirit Level: Why greater equality makes
societies stronger. El libro examina cómo la desigualdad impacta en la sociedad. Más
detalles están disponibles en Equality Trust.

3. Ajzen, I. (1991) - The theory of planned behavior. Publicado en Organizational Behavior


and Human Decision Processes. Este trabajo sobre la psicología detrás de las decisiones
humanas puede ser explorado a través de bases de datos académicas como
ScienceDirect.

4. Bronfenbrenner, U. (1979) - The ecology of human development: Experiments by nature


and design. Este libro presenta el modelo ecológico aplicado al desarrollo humano.
Puedes encontrar más información sobre este modelo en: Harvard University Press.

5. Pollitt, E. (2003) - Micronutrient deficiencies and cognitive development. Publicado en


Nutrition Reviews. Este artículo está disponible en bases académicas como Wiley Online
Library.

6. Golden, M. H. (2012) - Iron deficiency and cognitive development. Publicado en The


Journal of Nutrition. Puedes acceder al contenido en Oxford Academic.

7. Jacka, F. N., et al. (2017) - Association of diet quality with depression and anxiety in
adults: Systematic review and meta-analysis. Publicado en The American Journal of
Clinical Nutrition. Consulta el artículo completo en AJCN

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