ANÁLISIS DE LOS ORÍGENES DE LA FERIA DE CALI
ANÁLISIS DE LOS ORÍGENES DE LA FERIA DE CALI
ANÁLISIS DE LOS ORÍGENES DE LA FERIA DE CALI
1957 - 1971
En primera instancia, agradecerle a mi tutor José Benito Garzón, quién creyó en este
proyecto y guío cada uno de los pasos que di en este camino que se tornó bastante largo.
Gracias por su tiempo y disposición; mi respeto y admiración para él y su trayectoria
profesional.
Gracias a los pocos y valiosos amigos que me dejó la universidad, gracias a esas
personas por hacer parte de ese camino y por continuar con nuestra amistad
Finalmente, y con mucho amor, dedico estas líneas a las dos personas que se convierten
día tras día en mi todo; mi esposo e hija. A mí esposo, agradezco todo su tiempo y
ayuda en esta etapa. Y a mi pequeña Emilia, el haberme devuelto la alegría del alma.
Tabla de Contenido
Dedicatoria
Agradecimientos
Introducción................................................................................................................. 8
Capítulo I: Discusiones conceptuales alrededor de la Feria.................................. 15
1.1 ¿Por qué una Feria en Cali? ..........................................................................................15
Capítulo II: Contexto de la Feria de Cali. El desarrollo de una fiesta en una
ciudad ......................................................................................................................... 20
2.1 Antecedente festivo en Santiago de Cali. .....................................................................20
2.1.1 Inicios de una mención. De Carnaval a Feria .........................................................21
2.2 Contexto histórico nacional y su relación con La Feria de Cali .....................................26
2.2.1 Alineación política por las facciones de la gobernación del Valle del Cauca y
ciudad de Cali. ................................................................................................................27
2.2.2 Propósito del Frente Nacional. Óptica nacional y local. ........................................29
2.2.3 El Frente Nacional es un fenómeno multidimensional. .........................................30
2.2.4 La radio como propagadora de cultura .................................................................33
2.2.5 La transacción de tecnología. Un breve esbozo sobre la importación en los
elementos culturales. .....................................................................................................35
2.3 Panorama nacional, departamental y local a mediados del siglo XX en Colombia. ......37
Capítulo III: Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971 .......................................... 47
3.1 Surgimiento (1957 – 1958) ...........................................................................................47
3.2 Consolidación (1958-1971)...........................................................................................54
3.2.1 Ámbito legal (1958-1961) ......................................................................................54
3.2.2 Organización (1962-1965) .....................................................................................56
3.2.2.1 Novedades en la Organización. Reformas específicas (1964-1971)...................63
3.2.3 Discursos ...................................................................................................................68
3.2.3.1 Discurso político, administración y relación con los sectores sociales. (1966-
1971) ..............................................................................................................................68
3.2.3.2 Sectores sociales y la Feria .................................................................................69
3.2.3.3 Los relatos alrededor de la Feria ........................................................................71
3.2.3.4 La Feria bajo el ojo popular ................................................................................71
3.2.3.5 La Feria en la perspectiva del periódico El País ..................................................75
3.2.3.6 La Feria en la perspectiva del periódico Diario Occidente ..................................81
Conclusiones .............................................................................................................. 89
Anexos ........................................................................................................................ 93
Anexo # 1: Programa oficial de la Feria de Cali y reinado de la caña, El País
1963 ............................................................................................................................. 93
Anexo #2: Programa para hoy, 30, de diciembre de 1965, Diario Occidente, Pág. 15 ........96
Anexo #3: Tres personajes opinan sobre la feria, 30 de diciembre de 1970, El País. Pág. 15
...........................................................................................................................................97
Resumen ..................................................................................................................... 98
Fuentes ....................................................................................................................... 99
Prensa ................................................................................................................................99
Documentos escritos ..........................................................................................................99
Bibliografía ................................................................................................................ 99
Referencias de la web .............................................................................................. 100
Índice de ilustraciones
Imagen 1: Valencia aceptó invitación a la V Feria de Cali. Diario Occidente, 04 de diciembre de 1962.
Pág. 3 ................................................................................................................................................ 57
Imagen 2: Desfile de Cali Viejo. Fuente: Suárez, Cali – Colombia. Diario Occidente, 29 de diciembre de
1963. Pág. 12 ..................................................................................................................................... 59
Imagen 3: Vamos a la VI Feria de Cali. Fuente: El País, 02 de diciembre de 1963. Pág. 19 ................. 60
Imagen 4: Decreto n° 121. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Tomo I. Folio 179. Mes de febrero
de 1958 ............................................................................................................................................. 74
Imagen 5: Con todo esplendor se abrió la IX Feria… Fuente: El País, 27 de diciembre de 1966. Pág. 05
.......................................................................................................................................................... 75
Imagen 6: Invasión de Feria. Fuente: Diario Occidente, 03 de diciembre de 1970. Pág. 04................. 86
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Introducción
Santiago de Cali es una ciudad que converge entre los olores del Pacífico y del trapiche;
una ciudad de constantes actuaciones culturales que consolidó un imaginario de
identidad basado en un clima de alegría, música, sabores exóticos y una
multiculturalidad que se ve representada en la realización de una fiesta anual que, desde
su primera versión hasta la actualidad, ha atraído una gran cantidad de espectadores, y
es que cuando Cali se viste de feria toda la ciudadanía se siente más arraigada y
perteneciente; se les despierta la ‘caleñidad’1.
En general, el universo festivo ha sido poco estudiado a lo largo del tiempo. Sin
embargo, desde diversas disciplinas científico sociales, se puede dar cuenta de cómo
los procesos políticos, culturales, religiosos y sociales de los asentamientos urbanos y
rurales en diversos espacios geográficos, fortalecen sentimientos de identidad, o bien,
se erigen como vía para manifestar descontento, frente a las instituciones.
Los pocos y valiosos estudios sobre festividades en Colombia han abierto un abanico
de posibilidades a nivel investigativo, lo que me ha despertado el interés por abordar la
temática de la génesis de la Feria de Cali en la temporalidad 1957 a 1971, momento
para el cual Santiago de Cali está en la carrera por consolidarse como una ciudad de
auge económico y cultural para así convertirse en una de las capitales principales del
país.
La Feria de Cali por su parte es un evento que da cuenta de lo que significa para la
ciudad y para la economía regional la realización de una fiesta ‘popular’ dado que es
una festividad que abre una brecha que posibilita nuevas formas de consumo. Por un
lado, se encuentra el crecimiento demográfico que se da por las múltiples migraciones
1
Se conoce por caleñidad a la apropiación que tienen los caleños de su ciudad, sentimiento de pertenencia
e identidad que tienen los ciudadanos frente a sus prácticas sociales específicas.
8
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
que atraídas por el evento llegan a la ciudad, y es que muchos de estos extranjeros,
encontraron, y encuentran, en Cali un atractivo que les hace desistir de volver a sus
lugares de procedencia. De modo que, esta presencia de nuevos sujetos empieza a
exigirle a Cali la creación de fuentes de empleo; sean formales y/o informales. Cabe
aclarar que estas migraciones no solo impactan el sector económico, sino que
transforman en gran parte la composición social y étnica de la ciudad.
Por otra parte, Cali entre las décadas de 1950 y 1960 se encuentra atravesada por un
nuevo impulso de modernización, cuyo objetivo es urbanizar la ciudad y presentarla al
resto del país, como una ciudad a la vanguardia. La Feria, si bien no es un impulso de
modernización, es una oportunidad para los grupos de elite caleña, dado que a través
de este evento se favorecían sus nacientes industrias; así la Feria, sirvió como
plataforma de presentación y publicidad. De esta dinámica se concentra el primer
capítulo de este trabajo.
En otro orden de ideas, Santiago de Cali se ha caracterizado, entre otras, como una
ciudad de auge cultural y festivo gracias a las múltiples representaciones dancísticas y
artísticas que la han convertido en un lugar con un clima musicalmente particular, dado
que se baila al vaivén de los movimientos ágiles y potentes del currulao del pacífico,
como también se bailan las revoluciones aumentadas en el bugalú (boogaloo) y la salsa
brava que suele hacer mover el cuerpo de los caleños. Y es que hablar de Cali sin hablar
de la riqueza de sus representaciones culturales como la Feria de Cali con énfasis en la
salsa y en la actualidad Festival Petronio Álvarez, es hablar de una Cali desconocida,
una ciudad a la que difícilmente se le puede hacer referencia en otras latitudes.
Por tales razones, el propósito principal de este trabajo está enfocado a ver la Feria
como un elemento que fortalece la cultura popular ya dispuesta; con la participación
9
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
En los últimos tiempos los medios de comunicación locales han venido construyendo
un antecedente de la Feria de Cali, con relación a la explosión del 07 de agosto de 1956.
Dentro del discurso se plantea que la Feria nació como una iniciativa para levantar los
ánimos de los ciudadanos caleños, quienes, devastados por los daños y pérdidas
causadas por la explosión, entraron en un periodo de profunda tristeza y desazón. Del
mismo modo plantearon que la administración del departamento tuvo la iniciativa de
crear una Feria como factor resiliente, que les permitiera a los ciudadanos recuperar la
alegría que caracterizaba a Santiago de Cali, razón por la cual la Feria da inicio en el
año 1957.
En contravía con lo anterior, este trabajo va a enfocarse, desde el análisis de las fuentes,
en poner en discusión cómo este evento festivo no se gesta como factor resiliente que
permita superar la tristeza y la desazón, sino como factor de activación económica. El
primer proyecto de feria, si bien es cierto se gestó en 1957, no se concretó por falta de
voluntad de los empresarios de la época, y cuando finalmente se definió ponerlo en
marcha, el principal objetivo estuvo en convertir el evento en un medio que fortaleciera
la nueva dinámica económica que estaban constituyendo desde las élites locales y
regionales.
De modo que el objetivo principal de este trabajo está enfocado en analizar los cambios
y continuidades que comporta la feria de Cali en el periodo mencionado a partir de
contextualizar el entorno cultural y urbanístico en el cual se gesta el evento; para lo
cual se hizo necesario identificar el ámbito legal que apoyó la realización de la
festividad y cómo estas disposiciones la convierten en algo institucional; analizar los
discursos de las élites políticas y económicas que fundamentaron las primeras Ferias
de Cali y por último, caracterizar algunos eventos, los más relevantes, que hicieron
parte de las primeras versiones de esta fiesta y cómo estos lograron consolidar lo que
hoy se conoce del evento.
10
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Además de disipar ese ideal de Cali resiliente, el análisis de las fuentes propone una
visión menos romántica y más realista frente a los primeros años de este evento festivo.
Es decir que la feria de Cali no se erigió para aliviar la tristeza de los ciudadanos
caleños, sino como un factor que va a fortalecer y reconfigurar la dinámica económica
de la ciudad y la región.
Así pues, en el primer Capítulo se desarrolla el análisis del génesis de la Feria de Cali,
el cual no puede apartarse de la conceptualización teórica. Por tanto, en este se abordará
el concepto de feria y su estrecha relación con los diferentes elementos que permitieron
el desarrollo y significación de su acontecer. De modo que, una aproximación a la
definición de feria que atañe a este trabajo, está estrechamente relacionada con los
planteamientos de autores como Marcos González y Mijaíl Bajtín, en tanto consideran
que las fiestas públicas son el reflejo de la diversidad de cosmovisiones, pero también
11
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Y, por último, el tercer capítulo es una reflexión histórica, en donde se situaron los
fundamentos que promovieron la Feria como evento cultural y como oportunidad
económica de la región, se explican las particularidades de esta festividad a partir del
análisis exhaustivo de las diversas fuentes primarias.
Este capítulo se estructura a partir de una cronología básica que contempla dos
momentos: surgimiento y consolidación. Se optó por esta estructuración dado que la
Feria es un evento diacrónico, muy peculiar y específico que requiere explicarse a
través del relato circunstancial de sus hechos y procesos.
Desde esos dos momentos, también se han incluido análisis sobre los sucesos y otros
actores que hicieron presencia en el desarrollo de las ferias. Aquí se hizo inclusión de
2
Pierre Bourdieu, El sentido de lo práctico. Buenos Aires: Siglo XXI Editores, 2007. ISBN 978-987-
1220-84-7
12
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
una referencia al discurso administrativo, así como de las perspectivas que los
periódicos y medios de comunicación manifestaban en su labor divulgativa.
Para el logro de los objetivos pensados en esta monografía se definió como método
fundamental el cualitativo, dado que permite la indagación de las experiencias sociales.
Por tanto, se procedió al análisis e interpretación de las fuentes.
Finalmente, y como conclusión, esta monografía bajo las dificultades que supone
trabajar un objeto de estudio del ámbito cultural, ha mostrado de manera pausada cómo
algo tan común, juglar y cotidiano como la Feria de Cali puede contener elementos
sociales, políticos y económicos que rebasan perspectivas sobre lo popular y local. Es
decir, el hecho de pensar en lo popular no tiene por qué relacionarse con sencillez e
insustancialidad. La Historia Cultural y sus estudiosos han demostrado que los
fenómenos sociales no se reducen a dinámicas institucionales, dentro de ellas operan
fuerzas incesantes como lo son las voluntades de los ciudadanos, sus tradiciones y sus
sentimientos.
13
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Lo anterior, sin lugar a duda, recae sobre la concepción general de la Feria. Este evento
manifiesta más complejidad de la que aparenta. Su organización, su importancia y los
intereses que involucra son solo el abrebocas de las posibilidades que tiene este objeto
de estudio. La cultura no es una constante social que está a merced de los otros ámbitos
como la política y la economía. Esta es una generadora de situaciones más amplia que,
curiosamente, termina haciendo partícipes en sus problemas a dichos otros ámbitos.
Por eso la tarea que se ejecutó en esta monografía consistió en avanzar en ese primer
momento, los trasfondos económicos y políticos que cubrían las dinámicas de Feria
como espacio cultural. Y dicha ejecución se hizo de esta manera dado que el análisis
cultural solo podría ser entendido si se tienen claro cuáles son las directrices materiales
que movilizan la cultura de una ciudad.
14
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Las festividades también dan cuenta de la historia de una ciudad. A través de éstas se
está contando cómo se conmemoran determinadas fechas, qué papel desempeñan los
diferentes actores sociales y cuál es la función social que cumplen para ser acogidas y
respetadas, al punto de convertirse en patrimonio identitario y cultural. A medida que
las sociedades cambian, las festividades también lo hacen, en algunos casos sus
cambios o rupturas son imperceptibles, otras se dan con el relevo generacional de la
región, o con el cambio de administración y políticas públicas.
3
Marco González. Fiesta y Región en Colombia. (Bogotá, DC: Editorial Magisterio, 1998), Pág. 7
15
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Ahora bien, ¿qué mantiene vivas estás prácticas festivas? Las celebraciones populares
han sido estudiadas a lo largo del tiempo desde diversas disciplinas científicos sociales,
con el propósito de dar cuenta de cómo los procesos políticos, religiosos, culturales y
sociales de los diversos grupos sociales en sus diferentes espacios geográficos,
fortalecen la identidad local de sus territorios. La identidad, es un concepto que se
construye dentro de la representación y no por fuera de ella5 es decir en la medida que
los sujetos sientan representadas sus expresiones culturales y simbólicas en espacios
como las fiestas, éstos se van a identificar con el territorio, y su agencia dentro del
mismo se va a volver más significativa.
[…] Las identidades tienen que ver con las cuestiones referidas al uso de los
recursos de la historia, la lengua y la cultura en el proceso de devenir y no de ser;
no “quiénes somos” o “de dónde venimos” sino en qué podríamos convertirnos,
4
Jim Sharpe, Historia desde abajo. En: Peter Burke, Formas de Hacer Historia. (Madrid: Alianza
Editorial, 1993). Pág. 51
5
Stuart Hall, Introducción: ¿Quién Necesita Identidad? (Buenos Aires: Amorrortu, 2003). Pág.17
16
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
cómo nos han representado y cómo atañe ello al modo como podríamos
representarnos […]6
En concordancia con lo anterior, es apropiado decir que la identidad va a ser el eje que
fortalece el trabajo discursivo y va a tener un valor importante en la construcción de
imaginarios sociales. La confluencia de prácticas culturales diversas, la continuidad en
la realización de las fiestas y la acogida que tienen estos eventos, va a posibilitar la
regulación de conductas, valores y símbolos que se legitiman en la medida que se
obedece a las normatividades y ordenanzas municipales y departamentales que nacen
con la necesidad de institucionalizar y articular a este proceso, discursos que
fortalezcan la identidad local y, además, permitan moldear el sujeto que quiere o
necesita la nación. Es decir, estas dinámicas estarán atravesadas por la necesidad de
“civilizar”; por ello dentro de la identidad y la representación se encuentra como
prioridad articular a los sujetos con los imaginarios sociales.
Cuando se habla de imaginarios sociales, se hace referencia a los marcos generales que
establece la institucionalidad y que son legitimados a partir de la respuesta emotiva de
los sujetos, están históricamente construidos y tienen por objeto ser el vehículo que
permita dar sentido a la realidad social de los individuos, ya sea para crear un nuevo
6
Stuart Hall, Introducción: ¿Quién Necesita Identidad? (Buenos Aires: Amorrortu, 2003). Págs. 17 - 18
7
José Cegarra, Fundamentos Teórico Epistemológicos de los Imaginarios Sociales. (Táchira: Cinta
Moebio, 2012). Pág. 3
17
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Las festividades y/o feria, como la que atañe el análisis en este trabajo, han obedecido
a la necesidad particular de consolidar un discurso hegemónico que se delimita en la
agencia y las prácticas socio – culturales de los sujetos.
Sin embargo, las ferias han logrado adaptarse históricamente a sucesivos modelos
económicos, y siguen siendo hoy un recurso común en muchos mercados. Esto se
debe en parte a que no se trata sólo de fenómenos comerciales: las ferias han sido,
y siguen siendo, espacios de encuentro y conflicto para sujetos sociales diversos,
así como plataformas de difusión de prácticas y objetos culturales. No en vano
tiende a asociarse el espacio dispuesto por las ferias a hechos culturales como los
carnavales.8
8
Ana María Zubieta, Cultura Popular y Cultura de masas. Conceptos, Recorridos y Polémicas. (Buenos
Aires: Paídos, 2000). Pág. 116
18
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
De modo que, una aproximación a la definición de feria que sirve a este trabajo, está
estrechamente relacionada con los planteamientos de autores como Marcos González
y Mijaíl Bajtín, en tanto consideran que las fiestas públicas son el reflejo de la
diversidad de cosmovisiones, pero también están estrechamente relacionadas con lo
que los poderes hegemónicos quieren configurar como identidad nacional, progreso
industrial y social del país. La feria se entiende, entonces, como una expresión festiva
local o regional, de carácter empresarial y económico principalmente, realizada
periódicamente con dos propósitos: uno, relacionado con espectáculos culturales que
rinden culto a la tradición local e identidad; y otro, vinculado al desarrollo industrial
del entorno.
Finalmente, se puede afirmar que la Feria de Cali es un evento que emerge como
alternativa para el progreso de la región vallecaucana y el posicionamiento económico
del sector productivo de Santiago de Cali. No obstante, se caracteriza por ser una
celebración que enaltece las costumbres populares del ser caleño, sirviendo como
discurso de identidad local, a la vez que inventa una nueva tradición, esta vez de cuño
laico.
9
Marco González. Fiesta y Región en Colombia. (Bogotá, DC: Editorial Magisterio, 1998), Pág. 7
10
Mijaíl Bajtín, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. Madrid: Alianza editorial,
Pág. 7
19
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Sin embargo, la Feria ha sido resultado de un proyecto social y cultural de una esfera
social que, a pesar de no pertenecer a una clase social alta y minoritaria, sigue siendo
lo suficientemente excluyente, dado que no incluía abierta y notoriamente a otros
sectores sociales. Por eso, ese capital cultural popular mencionado anteriormente es
verídico y constatable en este repaso histórico, dado que el desarrollo de la fiesta caleña
se convirtió en un espacio de sociabilidad donde se forma un capital cultural
mayoritario.
20
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
De manera que, para analizar el génesis de la Feria de Cali y la importancia del evento,
se hace necesario mencionar cuál ha sido el antecedente festivo en la ciudad, que se
remonta a la primera mitad del siglo XX con el Carnaval de Cali. La ciudad se vistió
de carnaval para evidenciar, a través de manifestaciones artísticas, su percepción de la
realidad social y espacial. Además de reproducir un discurso de progreso y
modernización, este evento está cargado de simbolismos que permiten ver, entre líneas,
21
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Se sabe que el carnaval, como fiesta pagana, fue heredada de las fiestas egipcias
de Cherubs, de las Bacanales de los griegos y Saturnales de Roma, y fueron
consideradas en su tiempo como "explosiones de locura, lujuria y desenfreno de
pasiones". Después, con la influencia del cristianismo en Europa, el carnaval se
llevó a cabo en días anteriores al ayuno tradicional de la Cuaresma, tomándose
como una oportunidad de “descontrol” antes de este largo ayuno 11.
Los carnavales fueron festejos que se relacionaban con celebraciones religiosas, por las
fechas en que se realizaban, pero también profanas, porque sin ninguna regulación el
pueblo podía hacer parte del carnaval; la falta de control o restricción, le permitía al
pueblo de manera extravagante remedar las celebraciones oficiales, en la mayoría de
los casos, de la iglesia. Por la carga simbólica que implicaba la celebración; al ser
realizados previo a la cuaresma, las representaciones que se hacen van en dirección a
parodiar el orden establecido.
11
Yirlehan Abril, La Máscara del Progreso. El Carnaval de Cali y su papel en el proceso de
modernización, 1922 – 1936. Tesis de pregrado Cali: Universidad del Valle, 2018. Pág. 14
22
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
12
Mijaíl Bajtín, La cultura popular en la Edad Media y en el Renacimiento. Madrid: Alianza editorial.
En: Yirlehan Abril, La Máscara del Progreso. El Carnaval de Cali y su papel en el proceso de
modernización, 1922 – 1936. Tesis de pregrado Cali: Universidad del Valle, 2018. Pág. 14
13
Luis Bernardo Montoya, El Carnaval del Poder, El Poder del Carnaval: Cali 1922 – 1936. Tesis
pregrado Cali: Universidad del Valle, 2010. Pág. 8. Google Books [en línea], 07 de julio 2015 [revisado
07 de abril de 2019]. Disponible en:
https://books.google.com.co/books?id=LUmWDAAAQBAJ&printsec=frontcover&hl=es&source=gbs
_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
23
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
[…] El Carnaval de Cali fue un carnaval moderno y elitista. Y así como el de Cali,
hay otras festividades parecidas que conforman el universo carnavalesco
colombiano, en el que por supuesto se observa una vasta diversidad, y en donde
todavía se conservan algunos carnavales tradicionales. 14
[…] Para la realización de este gran acto festivo, las élites caleñas propusieron la
creación de una Junta de Festejos Populares y la Junta del Carnaval, siendo esta
última la que se encargaría de organizar todo lo concerniente a las carnestolendas.
Bailes, funciones en los teatros más importantes de la ciudad y colectas, fueron
algunas de las actividades realizadas para allegar recursos, usados posteriormente
no sólo en el evento, sino también, según ellos, en la beneficencia y en el ornato
de la ciudad […]
14
Yirlehan Abril, La Máscara del Progreso. El Carnaval de Cali y su papel en el proceso de
modernización, 1922 – 1936. Tesis de pregrado Cali: Universidad del Valle, 2018. Pág. 20
24
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
embargo, hubo desde siempre un cierto “miedo” por parte de las élites, pues
el sólo hecho de colocarse un disfraz reviste de cierta libertad que no se da en
la cotidianidad, una libertad que surge del regocijo de la fiesta, y que le permite
al participante ser por un instante otro: ser un diablo, un indio, una reina, un
pordiosero, una mujer, un oso, una gitana, un sacerdote, una mariposa, ser la
muerte… […]
[…] Las élites decidieron que para la realización del desfile de carrozas y
disfraces, se llevaría a cabo una numeración de disfraces, como medida de control
de las carnestolendas […]
En esta estructura organizativa se puede entre ver cómo la sectorización de los desfiles
va a tener una particularidad; convertir los espacios donde se realizan o por los cuales
se va a transitar con los eventos, en lugares; entendiendo los lugares como aquellos
espacios que tienen una carga simbólica y que despiertan sentimientos de identidad o
son de fácil recordación en las personas.
Ahora bien, al entender cómo fue la dinámica del Carnaval en Cali, es menester
explicar cómo la Feria no es una evolución del Carnaval y cómo estos eventos, a pesar
de que se erigen con semejanzas, tales como la necesidad de posicionar a Cali como
una ciudad moderna y la reproducción de un discurso acorde a esa modernización
acelerada, son eventos con propósitos diferentes. Es decir; el Carnaval de Cali se erige
con la convicción de abrir una oferta cultural en la ciudad que posibilitara la
visibilización de ésta y que marcara unas pautas, donde se pudiera evidenciar que Cali
contaba con una élite culta de prácticas culturales y representaciones lúdicas, y un
desarrollo económico que se va fortaleciendo en el apogeo industrial propio de las
15
Ibíd, Págs. 47, 48, 49
25
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Por su parte, la Feria de la Caña de Azúcar, más tarde Feria de Cali, va a ser un
mecanismo de mercantilización de la ciudad, cuyo propósito, es “vender” a Cali,
animando el entusiasmo de nuevos empresarios a establecer su industria en la ciudad,
y a atraer un flujo migratorio y una oferta de urbanización importante con la finalidad
de mostrar el avance entre la nueva y la vieja Cali.
En palabras de Miguel Camacho, la feria a lo largo del tiempo ha sido entendida como
una oportunidad comercial, que permite la llegada de turistas a las ciudades y fortalece
las redes de comercio existentes.16 Para Camacho, el análisis de la Feria de Cali va a
girar en torno al eje económico, principalmente el comercial, lo que significa entonces,
que este evento surgiría como factor que impulsa el apogeo industrial no solo de la
ciudad, sino de la región y no como factor resiliente, frente a los desastres causados
por la explosión del 07 de agosto de 1956; referencia que ha sido construida durante
mucho tiempo y se ha convertido en el antecedente que justifica la planeación y
realización de la primera Feria.
16
Miguel Camacho, La Feria de Cali de 1958 a 1970. En: Marcos González, Fiesta y Región en
Colombia. Cali: Universidad del Valle, 1998. págs. 133 - 154
26
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
El impacto que tuvo esta medida no fue el mejor en términos sociales y económicos.
El Frente Nacional entró a cuestionar la inestabilidad política del país a través de un
planteamiento conciliador. Con el Frente, la violencia bipartidista encontró un final
que liberó algunos problemas en Colombia. Sin embargo, los problemas sociales,
económicos y políticos tomaron otro matiz: saltaron de una violencia a un conflicto
interno de mayor envergadura. Esto se debe a que el Frente se dedicó a atrincherar la
democracia en dos únicas filiaciones políticas, las cuales excluyeron otras fuerzas
políticas de la arena democrática.
Este proceso del Frente Nacional tuvo gran injerencia en el ámbito nacional, en lo
estrictamente gubernamental y en lo que correspondió a ciertas elites políticas
provenientes de Bogotá y Antioquía, ciudades donde se detentaba mayormente la
tradición política habitual. Esto indica que los años 1958 a 1974 delimitan una
temporalidad sustancial para dos sectores importantes de la política colombiana, y esta
a su vez condicionaba ciertos escenarios que se veían involucrados en los planes del
gobierno central17.
El Frente Nacional se alza como un proyecto político que trasciende los escenarios
locales, es decir, fue un fenómeno generalizado que sacude a todo el país. Por lo tanto,
es preciso decir que, para los intereses de esta monografía y su objeto de estudio, el
Frente Nacional configura a la élite caleña en los años que este fenómeno repercutió en
el país, por lo cual, es transcendental su revisión con el propósito de entender las
influencias de este evento en las necesidades y especificidades de la Feria.
2.2.1 Alineación política por las facciones de la gobernación del Valle del Cauca y
ciudad de Cali.
Varios estudios se han centrado en las consecuencias políticas que el Frente Nacional
causó. Uno de los elementos más sonados es sobre el surgimiento de nuevas fuerzas
17
Acevedo, A. (2015). El Frente Nacional: Legitimidad institucional y continuismo bipartidista en
Colombia (1958-1974), Económicas CUC, 36 (1), 27-42
27
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
políticas que intentaban tener un reconocimiento social y jurídico que les permitiera
tener un margen de acción política y popular. José Darío Sáenz, por ejemplo, señala
que el Frente Nacional es un caldo de cultivo donde surge un pluralismo político. En
el caso particular de Cali, la elite local y departamental libró una lucha política en el
seno de los distintos cargos políticos; los concejales, los funcionarios de la alcaldía,
aquellos designados para el trabajo diplomático fueron los elementos de conflicto en
donde se llevaría esta contienda. Como señala Sáenz a través de cuadros y datos
cuantitativos lo siguiente:
Esto sugiere de manera clara que para los años sesenta y setenta existía en la
ciudad una cierta competitividad y disputa por parte de los partidos y grupos
políticos por las posiciones de poder público y de poder político (concejo,
asamblea, etc.) desde la élite. De alguna manera, se puede afirmar que el
sistema de partidos era relativamente abierto, desde una perspectiva elitaria,
que es la que corresponde a esta investigación. 19
18
José Darío Sáenz. Configuración de una élite política en Cali: 1958-1998. CS. n.4, p.1582 2009.
19
José Darío Sáenz. Ibíd. p. 158
28
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
20
Javier Duque Daza. El Frente Nacional revisitado: el cambio institucional en Colombia y sus efectos
no previstos. Reflexión Política n. 21 vol. 42, p. 110. 2019.
29
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
21
Según lo revisado en los periódicos Diario de Occidente, el País Cali, Relator.
30
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Esto sería la incidencia de inicio del Frente Nacional a las dinámicas políticas: primero
afecta las dinámicas electorales donde, como dijo Sáenz, se configuró desde los
partidos tradicionales y bajo la titularidad de personajes muy influyentes de la política
en Cali. Sin embargo, los efectos del Frente Nacional no siempre se iban a mantener
benéficos a los partidos tradicionales, por el contrario, desembocaron en lo siguiente:
Y para rematar esta concepción local a una más de carácter nacional, Gerardo Molina
concluye con los siguiente:
Los partidos políticos fueron una de las víctimas del Frente Nacional.
Seguro cada uno de ellos de que tenía derecho a la mitad de los cargos
y de que podía disponer de la Presidencia de la República cuando el
turno le llegara, los dos perdieron ímpetu, cariño por las ideas,
voluntad de dominio y capacidad de oposición. Fragmentados,
burocratizados, con planes que no van más allá de las 24 horas diarias,
ellos son los ausentes de la vida nacional, sin contar con que por la
22
José Darío Sáenz. Ibíd. P. 170.
23
José Darío Sáenz. Ibíd. P. 172.
31
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Es un hecho que la decisión de turnar los modelos de gobierno impactó todos los
escenarios locales, no solo específicamente en la ciudad de Bogotá. Esto se debe a que
el Frente fue una solución política para regular las atribuciones de la bancada política
de la época, además de ser una alternativa para mitigar la mala competencia que
ejercían los partidos en contra del otro, y todo ello era resultado de contiendas injustas
y poco éticas en el seno de la política. Sin embargo, los mayores escándalos respecto
al tema de mala competencia política estaban en las ciudades más influyentes (Bogotá,
Cali, Medellín).
24
Gerardo Molina. Las ideas liberales en Colombia: de 1935 a la iniciación del Frente Nacional, Tomo
III, Bogotá, Ed. Tercer Mundo. Pág. 323. 1979
32
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Frente Nacional más los demás eventos nacionales fueron influyentes a niveles
sociales, políticos y culturales en torno a la ciudad de Santiago de Cali.
Para tal interrogante, fue necesario mencionar los elementos que impactaron de alguna
manera al contexto local caleño. Se logró identificar esos elementos gracias a recordar
el gobierno del general Gustavo Rojas Pinilla y sus consecuencias inmediatas, periodo
histórico que condicionó el desenvolvimiento de las ciudades más influyentes, como
Cali, y así mismo, va a impactar la configuración de la Feria.
En el Valle del Cauca existían la radio Voz del Valle y Radio Pacífico que cumplían
como órgano emisor de información nacional, regional y local. Todas las cadenas
radiales estaban afiliadas en una red central guiada por la ciudad de Bogotá.
Desafortunadamente, no se puede dar una descripción respecto al tipo de las
programaciones porque se adolece de fuentes para explicar este tópico. Sin embargo,
no es imprudente decir que los medios de difusión estaban obligados a cumplir con una
labor informativa y divulgativa.
33
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
dosificada desde géneros como la antillana, el son, la pachanga, el son montuno, entre
otros géneros más sonados. Todos los géneros mencionados, llegaron a territorio
colombiano aproximadamente en el año 1940, desde los puertos del Pacífico y el
Caribe. Sin embargo, los géneros empezaron a tener mayor popularidad en los años
1950 y 1960, algo tardío por tres razones específicas:
Este dato es importante puesto que el rasgo musical y artístico de la Feria proviene de
la extrapolación de ritmos y el arraigo cultural de los mismos; es decir, la apropiación
por la salsa en Santiago de Cali inicia con la llegada de la música cubana y
puertorriqueña, y se reproduce a través de las emisoras locales. Este breve recorrido de
la radio servirá para ubicar un primer antecedente sonoro y folclórico respecto a la
preferencia musical de la Feria; además de convertirse en una herramienta que permitió
la propagación de esta cultural musical.
25
Roberto Carlos Lujan. Apuntes para una perspectiva histórica sobre la salsa en Colombia. 2009.
26
Diego Fernando Guzmán, Camilia Gómez Cotta, Angélica María Sánchez. 40 años bailando Salsa en
Cali: investigación, comunicación y cultura. Universidad Santiago de Cali. Cali. 2014. Pág. 24.
34
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
27
Ronal Fabián Rodríguez Durán. Rojas pinilla ¿un dictador? De la dictadura positiva a la dictadura
negativa. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario Facultad de Ciencia Política y
Gobierno. Bogotá DC, 2006. Pág. 32.
35
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Se puede identificar que la llegada de más medios informativos, como lo son los
televisores, la radio y la renovación de los periódicos (tranzada por este arribo
material), no solo fue un aporte al gobierno de turno, sino también una de las causas
que impulsó la renovación de la Feria de la Cali. A pesar de que la llegada del televisor
no significó en gran medida un aporte directo a la Feria en materia periodística, la
llegada de nueva tecnología posibilitó que las dinámicas generales del país y
específicamente de Santiago de Cali se replantearan la forma de cubrir eventos
informativamente.
Este elemento es crucial para lo que significa la Feria de Cali puesto que el evento solo
logra engrandecerse por medio de la promoción y la demanda social, las cuales siempre
trabajan de la mano. Además, es sabido que la prensa tiene una responsabilidad en el
momento de arraigar aspectos culturales, por lo tanto, es también un pilar fundamental
para que la Feria sea en sí misma un escenario importante en el imaginario social de
los caleños.
36
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
37
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para la segunda mitad del siglo, la fórmula política que se pone en marcha es la
coalición entre Liberales y Conservadores, quienes se turnarían la presidencia en un
periodo que se sucedería cada cuatro años; un periodo para los Liberales y el siguiente
para los Conservadores. Esta fórmula, conocida como Frente Nacional, tendría como
finalidad restaurar la tranquilidad en el país y finalizar con el largo periodo de violencia
que venía aquejando a la nación; propósito que fracasó, dado que Colombia continuó
siendo un país aquejado por múltiples manifestaciones violentas. Es en este periodo
donde el descontento generalizado suscita la emergencia de los grupos guerrilleros
como las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), el ELN (Ejército de
Liberación Nacional) y el EPL (Ejército Popular de Liberación). Estos grupos
insurgentes tienen como ideas fundamentales la lucha por la defensa del territorio y la
oposición a las disposiciones políticas del Estado, son organizaciones sociales y
políticas que propenden a desestabilizar la economía nacional con dinámicas
económicas regionales sustentadas en la ilegalidad.
38
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
El panorama del Valle del Cauca no se alejaba de esas controversias y menos su capital,
Santiago de Cali, en la década de 1950 y hasta muy entrada la década de 1960, se está
reconfigurando el ideal de ciudad; es decir, se gesta un ideal de modernización que
cambia el imaginario social del momento, por un imaginario progresista que le permita
a Cali ser una de las ciudades principales del país con una amplia oferta de orden
económico, cultural y social. Es así entonces, que el orden económico se fortaleció a
través de los ingenios azucareros, quienes veían en la industrialización generalizada la
oportunidad de hacer más rentable su industria y viabilizar su entrada al mercado
mundial, que abastecería de azúcar a Estados Unidos, tras la crisis de azúcar cubana.
La caña de azúcar, no solo se va a convertir en la materia prima por excelencia, sino
que, con el tiempo, adquiriría un valor simbólico y representativo en el Valle del Cauca.
39
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
40
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Guerrero, Carlos Mayolo y Ramiro Arbeláez buscan a través del cine, mostrar la
realidad paralela del caleño de elite y la del caleño que ha sido marginado por los
avances de la modernización. Este grupo de “inadaptados”, realizaron documentales
controversiales en donde se podía ver esa realidad maquillada por la bonita idea de
progreso de la Cali en construcción. Posteriormente, Caicedo escribe su emblemática
novela ¡Qué viva la música! Inmortalizando un retrato de la Cali de la década de 1970.
Obra en la que relata cómo se bailaba salsa en Cali, pero también cómo la revolución
contra cultural de sexo, droga, licor y Rock and Roll, en absoluto libertinaje, fueron
tocando la puerta de la ciudad.
No obstante, finalizando la década de 1950 la ciudad debe afrontar un suceso que marcó
un punto importante en la historia de Santiago de Cali: la explosión de 7 camiones
41
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Sin embargo, lo que sí se puede asegurar, es que después de la explosión la ciudad tuvo
que reconstruirse. Cali para la época en que ocurre la tragedia y para el desarrollo
urbanístico del momento, el alcance de la explosión, como primer impacto, afectó 83
manzanas, 41 de ellas totalmente destruidas, la mayoría de estas correspondientes a la
zona céntrica de la ciudad. Según El País, municipios aledaños sintieron un sismo de
4.1 grados en escala de Richter, debido a la onda explosiva29.
La catástrofe dejó más de 1300 muertos, cuatro mil heridos y destrucciones físicas
por la suma de cien millones de pesos de la época. Las edificaciones donde se
alojaban el Batallón Codazzi, la Policía Militar y la Tercera Brigada
desaparecieron por completo”30.
28
Así lo manifiesta, César Ayala Diago:
Entre las causas de la tragedia, se habló de recalentamiento de los camiones que transportaban la
dinamita y de manipulación de proyectiles para las salvas de la fiesta patria del 7 de agosto. Sin embargo,
la formulada por el presidente de la República fue la más contundente: un "sabotaje político" de la
oposición y en particular de quienes habían firmado el Pacto de Benidorm, el 24 de julio: Alberto Lleras
y Laureano Gómez. Cesar Ayala, La explosión de Cali: Agosto 7 de 1956. Banrepcultural [en línea]
[revisado 07 de abril del 2019]. Disponible en: http://www.banrepcultural.org/biblioteca-
virtual/credencial-historia/numero-117/la-explosion-de-cali-agosto-7-de-1956
29
La verdad sobre la explosión del 7 de agosto de 1956 en Cali, Especiales el País. [en línea] [revisado
03 de junio del 2021]. Disponible en: https://www.elpais.com.co/especiales/explosion-7-
agosto/index.php
30
César Ayala, Política y dinamita. La presencia de Cali en la Historia Colombiana del Siglo XX. En:
Gilberto Loaiza, et al. Historia de Cali siglo XX. Santiago de Cali: Programa Editorial Facultad de
Humanidades, Universidad del Valle, 2012. 2 V. Pág. 59
42
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
tragedia para la época, era un lugar típico y popular de la ciudad gracias a su economía
local.
Por otra parte, otra de las circunstancias que modificó el orden social, urbanístico y
cultural en Santiago de Cali, es la realización de los VI Juegos Panamericanos. Estas
justas deportivas tuvieron lugar en la ciudad entre el de 30 de julio y 13 de agosto de
1971. Ser la ciudad sede de los VI juegos, significó para la administración de Santiago
de Cali y el departamento, dar celeridad a las modernas obras que se venían
construyendo desde 1950, con el Plan Piloto para Cali, y también, significó una nueva
oleada migratoria para la ciudad. La transformación de los espacios y la apropiación de
propios y extranjeros de éstos, conllevó a un cambio en la infraestructura y en las
prácticas sociales, políticas y culturales de la ciudad, se fortalece la multiculturalidad;
esa mezcla de etnias, patrones de comportamiento y diversidad cultural, que trae
31
Ibíd., Págs. 59 - 60.
43
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para la segunda mitad del siglo XX, y específicamente las últimas décadas, el
imaginario de hacer de Cali una ciudad moderna continúo, pero Cali y el país en general
estaban pasando por una transición controversial: los grupos guerrilleros ya
consolidados en los distintos territorios del país y fundamentados en ideas de izquierda,
las protestas estudiantiles, los movimientos obreros y las enérgicas movilizaciones que
surgían producto, por una parte, del descontento por la acelerada y sectorizada
modernización de la ciudad, inversión que se hacía a unos sectores de Cali, mientras
que en otros la desigualdad y pobreza eran más que evidentes. Y por otra parte, la
influencia del contexto latinoamericano: revoluciones, dictaduras y golpes de estado,
así como también el contexto mundial, que para la época está situado en la coyuntura
de la guerra fría, van a ser factores que motiven esos movimientos sociales y esas
nuevas formas de ver la ciudad y reclamarla justa a las necesidades de sus ideologías.
44
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
32
Édgar Vásquez, Historia de Cali en el siglo 20: Sociedad, Economía, Cultural y Espacio. Cali.:
Universidad del Valle, 2001. Pág. 251. ISBN: 958-33-2904-5.
45
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
46
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Este capítulo se ha estructurado a partir de una cronología básica que contempla dos
momentos: el surgimiento y consolidación de la Feria. Se optó por esta estructuración
dado que este evento es un sujeto diacrónico, muy particular y específico que requiere
explicarse a través del relato circunstancial de sus hechos y procesos.
Desde esos dos momentos, también se han incluido análisis pequeños sobre los sucesos
y otros actores que hicieron presencia en el desarrollo de las ferias. Aquí se hizo
inclusión de una referencia al discurso administrativo, así como de las perspectivas que
los periódicos y medios de comunicación manifestaban en su labor divulgativa.
47
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
De esta manera, Cali se convierte en la sucursal del cielo, bautizada así por algunos
periodistas caleños, la ciudad de la salsa y la caña de azúcar. Es dentro del imaginario
local, una Cali de personas cálidas, que por defecto saben bailar salsa y prenden
cualquier jolgorio. Decir que se es caleño en otras latitudes automáticamente es
asociado con Feria de Cali, baile y caña de azúcar. Por tanto, las pretensiones del
proyecto de Feria se fueron consolidando a lo largo del tiempo, no solo desde la
configuración de un nuevo orden económico, sino que también implicó dinámicas de
intercambio cultural que afianzaron la apropiación social del patrimonio local.
La Feria de Cali no ha tenido como único propósito el goce de los ciudadanos, sino que
también, ha servido para consolidar la ciudad. Por ello la mayoría de los discursos que
se gestan alrededor del evento en la temporalidad estudiada, son de tipo económico. En
un artículo de Alfonso Bonilla Aragón, publicado en el Magazín Despertar
Vallecaucano puede evidenciarse lo mencionado anteriormente: “…publicaba de vez
en cuando notas sobre la necesidad de la que llamaba Feria del Azúcar, como
promoción de nuestra economía y señuelo turístico.”33 En este panorama se puede decir
que la Feria de la Caña de Azúcar como es planteada inicialmente, se convierte en un
evento importante para la ciudad; no solo por el disfrute de los ciudadanos sino por el
carácter económico, cultural, político y social que conllevó la planeación y realización
de la misma.
33
Origen de la Feria de la Caña del Azúcar, Alfonso Bonilla Aragón. Magazín Despertar Vallecaucano,
noviembre de 1976. Pág. 2
48
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Existe una fuerte tendencia a pensar que la Feria de Cali tiene relación con la explosión
del 07 de agosto de 1956. Se piensa que la feria se erigió como una iniciativa que
levantaría los ánimos de los ciudadanos caleños, quienes, devastados por los daños y
pérdidas de la explosión, atravesaron un periodo de profunda tristeza y desazón. En la
actualidad, cada vez que hay trasmisión de los eventos de la Feria de Cali y se menciona
la historia de la misma, se hace referencia a que, para la época la administración a cargo
del departamento tuvo la iniciativa de crear un evento que sirviera de factor resiliente
y les permitiera a los caleños recobrar la alegría que caracterizaba a la ciudad.
49
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Un miembro elegido por los presidentes de las Juntas Directivas de los diversos
clubes sociales de la ciudad.
Los presidentes de las Juntas Directivas de los clubes sociales, la Junta Directiva
de la Plaza de Toros de Cali S.A, y la Junta Departamental de Deportes, elaborarán
ternas de sus respectivos candidatos, a fin de que el Alcalde proceda, con base en
ellas, a hacer los nombramientos correspondientes. 34
La organización de este primer intento de feria se vio afectado por la falta de acuerdos
entre la naciente élite caleña. Cada sector económico que se representaba en los
miembros de la junta organizadora del evento, puso en juego sus intereses y
expectativas frente a la Feria, lo que llevaría a que muchos de estos fines no se ajustaran
al de la ciudad y a la expectativa de un evento de primerísimo orden que posicionara a
Santiago de Cali como una ciudad moderna. En concordancia con lo anterior, se hace
mención de lo expuesto por Hernando Caicedo, empresario del azúcar, quién para la
época comparte con el periódico Relator, el texto que expuso en una de las reuniones
de la junta organizadora, frente al tema de la proyectada Feria.
34
Archivo Histórico de Cali, Fondo Alcaldía. Libro LXII. Folio 0145. Mes de febrero de 1957
50
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
solo al azúcar, que es una industria de pocas personas, sino también la caña de
azúcar, conocida con el nombre de “monopolio del trópico”.
[…] Se ha dicho que esta fiesta se llamará Feria del Azúcar. Me atrevo a proponer
a ustedes muy respetuosamente, que el bello certamen que proyectamos celebrar
lo llamemos Feria de la Caña de Azúcar, o simplemente Feria del Dulce35
Más tarde, en una publicación del mismo Diario Relator, se puede evidenciar el
malestar por las declaraciones del señor Caicedo. Se celebra la realización de la Feria,
pero entre líneas puede leerse el mensaje implícito de la columna, La Feria de la Caña
de Azúcar, y Nada Menos:
Así pues, entre las intenciones de crear un evento que sirviera de fomento a la ciudad
y los desacuerdos de la organización, la Feria de la Caña de Azúcar, se convierte, en
1957, en un proyecto irrealizable. Y es que el proyecto inicial de la feria de Cali, tenía
como propósitos fomentar el turismo de la región, fortalecer la naciente industria y
35
Hernando Caicedo, “Fiesta de la Caña de Azúcar” Debe Llamarse la Proyectada,” Relator, 12 de
febrero de 1957. Pág. 2
36
“La Feria de la Caña de Azúcar, y Nada Menos.” Relator, 06 de marzo de 1957, Pág. 4
51
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
En relación a lo anterior, cabe mencionar que otro de los resultados de ese impulso
modernizador, que abriría la posibilidad a la expansión urbana y también fortalecería
ese abanico de culturas, es el proyecto de urbanismo que se empezaba a desarrollar con
el Plan Piloto, que tenía por objeto expandir la infraestructura de la ciudad. Todo ese
abanico de posibilidades en el que Cali se iba transformando, buscaba ser visibilizado;
se buscaba la manera de materializar la contribución económica, social y cultural de
los actores y sus prácticas sociales, dado que sería ello lo que generaría una
reconstrucción de nuevos valores cívicos y una apropiación de sentimientos
identitarios.
52
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
nuevos espacios de convergencia para los ciudadanos, y así afianzar una identidad local
como acto de poder y control social.
Para 1958, un año más tarde del fallido proyecto Feria de la Caña de Azúcar, se empieza
a hablar de nuevo de una Feria, esta vez con propósitos muy cercanos al del proyecto
anterior, pero con la diferencia que ésta iniciativa tendría un piloto como ejemplo, la
inauguración de la Plaza de Toros de Cali. Dicho evento contó con todas las
disposiciones legales requeridas y con una Feria taurina que fue todo un éxito.
La Plaza de Toros fue inaugurada el 28 de diciembre de 1957. El evento tuvo una gran
acogida por parte de la ciudadanía, gracias a que en Cali siempre ha existido simpatía
por las corridas de toros, tanto así que antes del proyecto de construcción de la plaza,
las corridas se hacían por aficionados en el barrio Granada, según lo cuenta Heraclio
Parra en su libro Las Cuarenta y Cinco Ferias de Cali y Doña Celia, La Reina de la
Rumba:
Los habitantes de Cali siempre tuvieron afición por la fiesta brava. Desde mucho
antes de la construcción de esta nueva plaza existieron otras como la del barrio
Granada, frente al bar o cafetería Los Turcos, y otra más antigua, llamada
Belmonte. Hay un edificio que lleva este nombre; también una galería que
destruyó la explosión del 7 de agosto. Se dice que en dicha plaza toreó el español
Belmonte, por eso su nombre37.
La Feria entonces, se convierte en una necesidad para la elite caleña, dado que a través
de este evento se activa la economía de la región y se generan nuevas posibilidades de
establecer redes comerciales que se irían tejiendo en la medida que la feria se consolidó
y logró un sincretismo entre las diferentes ofertas de servicios y productos con la
demanda turística que se generó en la medida que el evento tomaba fuerza.
37
Heraclio Parra, Las Cuarenta y Cinco Ferias de Cali y Doña Celia La Reina de la Rumba. Cali: Feriva,
2006. Pág. 17
53
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Dicho lo anterior, la Feria de Cali se dispone a ser una realidad para el municipio de
Santiago de Cali a través del decreto N° 0879 del 22 de octubre de 1958, el cual
determina que se cree la Feria de Cali con un programa de espectáculos dirigido a la
sana diversión de la ciudadanía. El texto del decreto establece lo siguiente:
Artículo 1° - Créase una festividad anual que tendrá como sitio la capital del Valle
del Cauca y que se denominará “Feria de Cali”, la que tendrá lugar en el mes de
diciembre de cada año
38
Miguel Camacho, La Feria de Cali de 1958 a 1970. En: Marcos González, Fiesta y Región en
Colombia. Cali: Universidad del Valle, 1998. Pág. 135
54
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Esta Junta organizará los programas de la Feria y financiará, sin contar con
auxilios del tesoro Departamental.
39
Feria de Cali. La Gobernación Ordena Celebrarla en diciembre. Relator. 23 de octubre de 1958. Pág.
Titular
55
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Por otra parte, los factores influyentes que permitieron al proyecto de Feria establecerse
como un evento institucional fueron la apertura de una brecha que posibilita nuevas
formas de consumo. Por ende se impacta la ciudad en términos económicos, sociales y
culturales, dado que aparecen nuevos sujetos quienes favorecen la demanda turística,
gastronómica y étnica de la ciudad, incentivando la migración y la industrialización de
Santiago de Cali.
[…] La celebración de ese certamen, que solo ventajas puede traer para Cali. Está,
pues asegurada la Feria de la Caña de Azúcar, que será magno acontecimiento
turístico de Colombia, con sus varios aspectos sociales, taurinos, deportivos y sus
40
exposiciones agrícolas e industriales.
40
Se Celebrará la Feria de la Caña de Azúcar, Relator, 30 de enero de 1958. Pág. Titular
56
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
vallecaucana y así mismo una nueva forma de pensar la ciudad. Se tenía entonces, un
panorama muy alentador para las siguientes versiones del evento.
Se debe mencionar, que las acciones tomadas por la Junta Organizadora empezaron a
generar mayor impacto en la feria mediante la consecución anual de cada evento. Es
decir, cada año que pasaba la organización evidenciaba cambios significativos y ello
acentuaba este espacio como una festividad más allá de
lo local.
El primer objetivo se cumplió con mucho revuelo puesto que se hicieron ciertos
reclamos respecto a la presencia de talentos nacionales en la Feria.
57
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
41
La V Feria de Cali será la de los Artistas Nacionales. Diario de Occidente. 15 de diciembre de 1962.
Pág. 3
42
Ibíd.
43
El Gobernador satisfecho con la actuación de la Junta de la Feria. Diario de Occidente. 12 de enero de
1962. Pág. 12
58
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Se puede afirmar que este auge mediático mostraba la agencia que tenía la Feria, dado
que se incentiva el interés de extranjeros (nacionales e internacionales) por la ciudad.
La fiesta de la caña de azúcar no solo enaltece la “gramínea, fuente de prosperidad
vallecaucana”46 sino que se convierte en un dispositivo publicitario eficaz en la
promoción de la ciudad. No solo la prensa local divulga las actividades de la feria, sino
también la prensa a nivel nacional. El País menciona que ciudades como Medellín,
44
La Cabalgata de Mil Caballos desfiló el 25 por las calles de Cali. Diario de Occidente, 27 de diciembre
de 1963. Pág. 13
45
Vamos a la VI Feria de Cali. El País. 2 de diciembre de 1963. Pág. 19
46
Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXII. Folio 0145. 26 de febrero de 1957.
59
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
47
Bogotá y Medellín fijan el mayor aporte turístico a la VI Feria. El País, 27 de diciembre de 1963. Pág.
6.
60
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para 1964, la Feria de Cali, ya consolidada por completo, consiguió renombre por su
magnitud y por su gestión organizativa; pero así como se acrecentaba su fama, más
explícitas y divulgadas eran sus falencias y críticas respecto a la gestión de la Junta.
La organización prefería gastar dinero trayendo artistas internacionales que nacionales;
por lo tanto, para los miembros de la Junta (y para los del gobierno municipal y
departamental) invertir en artistas reconocidos mundialmente, era necesario para
otorgarle prosperidad al evento, prosperidad que se reflejaría en la afluencia de distintas
personas del país y de otras regiones del mundo.
Para este año, la prensa empezó a tomar partido entre los reclamos y las críticas. La
Junta mostró falencias en su gestión, ya que los comentarios que surgieron en referente
a su accionar surtieron un efecto crítico en su pragmatismo y estructuración. Ante esta
pequeña calamidad, la Junta se excusa con el siguiente argumento:
Cabe anotarse en primer término que la VI Feria de Cali fue preparada casi en
forma precipitada. Hasta los meses finales del año pasado no se habían tomado
48
Artistas locales marginados de los actos de la Feria. Diario de Occidente, 23 de diciembre de 1964.
Pág. 6
61
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
A pesar de que esta Feria estuvo más pobre en espectáculos que ninguna otra,
vamos a intentar un breve análisis objetivo de los pocos que tuvimos la
oportunidad de presenciar.
Desastrosa la cantante Guina Valid, llamada “Miss Italia” y quien habla todos los
idiomas menos el italiano.
[¿]Pero qué se puede decir de Carmen Avilés y su ballet? Que es lo más pobre de
danzas españolas que hemos visto. 50
En resumen, todo este análisis permite afirmar que los espectáculos fueron planificados
de manera poco discutida, sin contar con una opinión ligera y subjetiva, colectiva o
popular. El discurso hasta ahora manejado por el Diario Occidente es un diálogo muy
49
La Junta de la Feria. Diario de Occidente. 09 de enero de 1964. Pág. 4
50
Balance de la VII Feria. Diario de Occidente. 04 de enero de 1965. Pág. 11
62
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
riguroso sobre cada decisión y organización planteada feria tras feria. Por otro lado, El
País poco se involucraba en una discusión analítica y crítica sobre los procesos de la
organización general de la Feria de Cali. Su pretensión inicial era divulgar y presentar
la festividad caleña como un evento de cultura general, como una opción de recreación
y como un baluarte para la cultura nacional.
63
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Ahora bien, todos estos apuntes al hablar de la modernización de Cali, están siendo
representados por la evolución de la Feria como elemento promocionador de la ciudad,
como metrópoli industrializada, álgida comercialmente y avanzada culturalmente. Por
lo anterior, a continuación, se muestra el desarrollo de la Feria de Cali, a partir de las
vicisitudes de cada versión entre 1968 a 1971.
ARTÍCULO 1°. Los Fotógrafos que lleguen a la ciudad con el fin de ejercer
su profesión durante las fiestas Navideñas y la Feria anual de Cali, están en
la obligación de afiliarse a uno cualquiera de los establecimientos
Fotográficos existentes en la ciudad, previo lleno de los requisitos que ellos
exijan. 51
Toda esta organización se hizo con el fin de facilitar el acopio de fotografías y que estas
mismas estuviesen bajo un registro estricto, depósito adecuado y archivo
correspondiente. Este tipo de iniciativas pretendían no solo mostrar la Feria durante su
realización, sino que sirvieron para que la administración del evento y del municipio
notara que cada año la festividad agregaba más elementos, y que el fervor que generaba
era mucho más entusiasta de lo esperado. En consecuencia, esta situación llamó aún
más la atención de la prensa y de los fotógrafos aficionados de la época. Estas dos
profesiones tuvieron una responsabilidad social con la memoria colectiva de las
personas, en especial la de los caleños, al mismo tiempo se encaminaron a crear el
acervo visual de la ciudad.
51
Decreto 607. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXVIII. Folio 465. 18 de diciembre
de 1964.
64
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para la fama que iba ganando la Feria, se hacía necesario incluir referentes más
populares. Así mismo, para lo observado en los años anteriores, este evento estaba
fuertemente marcado por una tendencia más burguesa. Esto se explica puesto que las
programaciones, en general, tenían un ámbito más hegemónico; es decir, los eventos
más importantes y llamativos de la Feria tenían lugar en los principales salones de los
clubes prestantes de la ciudad. En diversas ocasiones se tendía a restar importancia a
los eventos que suponían una participación masiva de los caleños y a los de elementos
culturales diversos, los cuales se manifestaban a partir de los eventos internos más
promocionados de la Feria. Esto se sustenta en la programación de la VIII versión de
la Feria (Anexo #2: Programación para hoy), en donde se evidencia apenas una
inclusión de eventos como “Colombia Negra” y las Verbenas Populares (evento con
antecedentes, pero apenas incluido en esta versión de la Feria).
Todo este análisis año por año permite evidenciar que desde 1964 a 1970 se empieza a
ver una tendencia más popular y un reconocimiento sobre lo que podían ofrecer los
barrios populares respecto a la Feria anual. Sin embargo, todavía tenía una tendencia
más clasista y erudita en otras apreciaciones artísticas. Citando otra vez la
52
Decreto 509. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXX. Folio 339. 8 de noviembre de
1965.
65
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Este evento es de origen español, ajeno a la identidad cultural caleña, pero, a partir del
órgano gubernamental principal, este no solo ganó popularidad, sino que también se
hizo parte de la cultura de los caleños, un efecto que pasó de ser algo aristocrático y
burgués a algo que intentó calar en lo popular. Cabe anotar, que como se mencionó en
un acápite anterior, las corridas de toros eran tradicionales en la ciudad previo a la
construcción e inauguración de La Plaza de Toros de Cañaveralejo, de manera que,
éstas no estaban reguladas y tampoco le generaban dividendos a la ciudad.
Ahora bien, para esta época concurrieron muchos eventos, y a pesar de los intentos de
hegemonizar los espacios por parte de una comunidad más “civilizada y culta”, lo
popular siguió disputando un lugar en los espacios de la Feria. De modo que, ambas
solicitudes de espacios de cada sector social se vieron sintetizadas en los siguientes
decretos suscitados para la organización de la Feria. El primer convenio celebrado
obedeció a otras modificaciones a los decretos sobre los espectáculos taurinos, además
53
Decreto No. 791. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXXI. Folio 53. 21 de diciembre
de 1967. Pág. 1.
66
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Se puede ver en los siguientes decretos una tendencia aún más reglamentada, puesto
que cada año, se anexaban nuevos requerimientos técnicos y de seguridad para cada
uno de los eventos y, sobre todo, para el gremio taurino. En el decreto N° 790 queda
explícitamente claro lo anterior, se cita el artículo 2:
ARTÍCULO 2°. Además de los asesores a que se refiere el artículo 7º, del
Decreto # 790 de 1968, el Alcalde de Cali podrá designar un asesor técnico
por un periodo de un año, de acuerdo con el Artículo 150 del Reglamento
Taurino, a quien podrá reemplazar libremente cuando lo estime
conveniente. Este nombramiento deberá recaer en un ciudadano residente
en Cali, de reconocida competencia e idoneidad en materias taurinas. 54
Este documento expresa la necesidad de cubrir con más personal técnico para
garantizar un mejor desarrollo de la regulación de los eventos taurinos. A esta nueva
figura la llamaron presidente de la Corrida, quien tenía la autoridad sobre todo lo que
aconteciese en la Plaza de Toros y hacía las veces de asesor para dar tranquilidad a las
personas que exigían medidas más técnicas en los eventos en la Plaza.
Por otro lado, otra de las medidas para la mejora logística en miras de lo económico se
estableció nuevamente por la Alcaldía de Cali a través del decreto N° 870. El artículo
7 deja clara las disposiciones de esta oficina de control:
54
Decreto 1036. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXXII. Folio 147. 5 de diciembre de
1968
67
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
autoridad del lugar, para impedir la entrada de personas sin boleta sellada
o sin el previo pago de los impuestos cuando gocen de entradas de favor.55
Se pueden resumir todos estos efectos, no solo como una narración sobre la
organización de la Feria, sino que también son vistos como una consolidación
definitiva del contenido de la festividad, la organización y el ethos del que parte la
misma. El espíritu del evento para esta temporalidad, está más enfocado a posicionarse
como un evento turístico y de espacios de esparcimiento, donde los ciudadanos y
turistas pudieran disfrutar de las tradiciones y el júbilo de la ciudad, de manera más
elocuente, vivaz y afable.
Sin embargo, y desde el análisis de las fuentes, en este recorrido se puede precisar que
la Feria encontró una zona de confort o regularidad donde no era necesario
replanteamientos profundos. La Feria de Cali se volvió vívidamente monótona y
rendía culto a los intereses festivos de una clase social que invertía en este
entretenimiento. Por consiguiente, se puede concluir que la Feria busca tener una
organización autorregulada y convertirse en un espacio de promoción y lucro
3.2.3 Discursos
3.2.3.1 Discurso político, administración y relación con los sectores sociales. (1966-
1971)
La administración municipal mostró hasta ese momento dos posturas decisivas que
iban a repercutir en el desarrollo administrativo de la Feria de Cali. En primera
instancia, otorgar una facilidad horaria a los funcionarios del gobierno municipal para
alentar la participación de estos, siendo así coherentes con el contexto festivo de la
ciudad y demás dinámicas entorno a la Feria. Por otro lado, y como segunda instancia,
la administración estuvo comprometida a asistir logísticamente a la Junta y demás entes
organizativos a través de una figura de Comisario de Feria.
55
Decreto 870. Archivo Histórico de Cali. Fondo Alcaldía. Libro LXXIV. Folio 452. 8 de octubre de
1969.
68
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para completar esta idea, a continuación se realiza una breve descripción y análisis a la
labor periodística de los medios de comunicación que hicieron el cubrimiento a todo lo
relacionado con la Feria de Cali.
Para el análisis que atañe a este acápite se tiene como propósito indicar cómo entre las
gentes del común y la élite caleña hubo una interacción que daba la impresión
convergían unos con otros sin distinción de clase social en las actividades de tan magna
fiesta. Los ciudadanos se concentraban en las calles para apreciar los diversos eventos
que se programaban; no obstante, cabe aclarar que la confluencia de estos dos sectores
estaba claramente diferenciada, dado que eventos como las corridas de toros y los bailes
de salón en los clubes, eran frecuentados principalmente por la elite de la ciudad.
Paralelo a lo anterior, y de manera muy fina, se demuestra una interrelación entre estos
dos sectores sociales a través del despliegue de los medios de comunicación;
específicamente de los periódicos locales y nacionales. La popularidad en la agenda
mediática de los eventos y de la participación de los ciudadanos a los mismos fue
trascendental para evidenciar cómo la ciudad cambia paulatinamente y reconfigura
69
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para los años 1965, la Gran Verbena Popular se tomó las calles de Cali y le otorgó al
pueblo caleño una sensación de euforia, segregándole del propósito en sí del magno
evento. Si bien es cierto que la Feria fue un evento erigido por las altas esferas sociales,
no se puede olvidar que fueron los sectores populares, quienes fortalecieron y dieron
vida a la misma a través de su participación comercial, artística y controversial. Fueron
los ciudadanos del “común y corriente” quienes se apropiaron de la festividad y la
robustecieron con la participación masiva a los eventos, contribuyendo así a la
construcción de una identidad cultural que se refleja aún en la actualidad.
Sin embargo, en algún espacio de las quejas gremiales, se acusaba que la verbena era
una festividad muy alejada de lo popular y más cercano a los intereses de la élite caleña.
La Verbena Popular organizó un evento musical y de esparcimiento en los barrios
Alfonso López, San Judas Tadeo y Joaquín Borrero Sinisterra.
Ante tan emotiva participación, el Diario Occidente se expresa así de estos actos:
El pueblo de Cali ha rubricado una vez más el bien ganado título de la urbe como
capital colombiana de la alegría, participando con ejemplar civismo en los
diferentes actos de la VIII Feria de la Caña. Tal es el caso de las verbenas
celebradas en los barrios Alfonso López Pumarejo y Joaquín Borrero Sinisterra. 56
En estas prácticas se puede observar como la Feria empezó a calar como un fenómeno
popular, donde no todo gira alrededor de lo festivo, sino que también agencia sus
propios espacios; puesto que, evidencia un discurso que busca exhibir a Cali como una
ciudad cívica, moderna y altamente cultural. Se debe decir que las Verbenas empezaron
a tener notoriedad en los años 1965 y se siguieron orquestando en las siguientes
versiones de la Feria.
56
Gran Verbena Popular en la Zona de Feria. Diario Occidente, 28 de diciembre de 1965. Pág. 17
70
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Por otro lado, anteriormente se hizo mención de otro sector social que hizo su aporte a
las dinámicas de la Feria y fue directamente involucrado, este es el sector comercial,
al cual pertenecen las licoreras, las casetas y demás establecimientos productivos
implicados en la organización de la gran fiesta.
Esta medida nació en 1963, sin embargo, a pesar de no seguir apareciendo en forma de
decreto por parte del Gobierno de Cali, se establecieron localmente unas resoluciones
intergremiales para el buen cobro de los servicios y productos de consumo para los
turistas y transeúntes de la Feria.
Para distribuir mejor dicho análisis, se le dará un espacio a cada fuente dentro de la
temporalidad trabajada (1964-1971). Para cada periódico se pretende producir un
balance que muestre la percepción del evento secuencialmente, evidenciando cada uno
de los cambios y permanencias dentro de cada perspectiva.
71
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
El jueves 22 del mes cursante, a petición del señor Gobernador del Departamento,
se llevó a cabo la Asamblea General de Accionistas de la Plaza de Toros, con
asistencia de casi la totalidad de los socios. Dos hechos de gran trascendencia
ocurrieron en el salón central del Palacio de Gobierno: la Sociedad y la exposición
del señor Gobernador ante tan numerosa y selecta concurrencia, acerca de la
próxima feria. (…)
“Cali, con su fiesta, le ha dicho al país en forma elocuente, objetiva, que los
tiempos de la violencia, de la despiadada lucha sectaria del odio fratricida que nos
estaban llevando a la disolución y al caos, han pasado’ (…)
Quiero enviar a ustedes [la junta organizativa de la feria] mis más cordiales
felicitaciones por la manera como supieron vencer tantas dificultades para iniciar
una tradición de alegría en nuestra capital. Y al mismo tiempo, agradecer, a
57
“Ahora sí, la feria.” Relator, 26 de mayo de 1958, Pág. 6
72
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
nombre del gobierno y en el mío propio, sus patrióticos esfuerzos por restablecer
la fraternidad y la cordialidad en la que ha vuelto a ser la ciudad más hospitalaria
y acogedora del país.”58
De ahí que estos años fueron decisivos (1958-1959), puesto que el éxito económico y
social de la feria, como institución cultural, impulsó los atributos de la ciudad de Cali.
Además de ese impulso, cabe anotar que los embates políticos nacionales fueron un
contraejemplo suficiente para motivar nuevas asociaciones en pro de una cultura más
alegre, más pacífica y más juglar. En consecuencia, y con todos los atractivos
propuestos, para los siguientes años la Junta y los demás colaboradores de la feria
optaran por darle continuidad al evento con el fin de establecer en la ciudad una
dinámica cultural más abierta, que se erija como una tradición valiosa para las
costumbres caleñas.
Para lograr la continuidad, la Alcaldía Municipal, dentro las disposiciones que podía
tomar, abogó y decretó una serie de instrucciones para el buen desarrollo de la feria en
los ámbitos económicos y logísticos. En primera instancia, la alcaldía obligó a los
establecimientos expendedores de licor a socializar y discutir los precios de las bebidas.
En el artículo 1° del decreto 536 se expresa directamente:
Esta medida fue necesaria porque gran parte de la consolidación que se busca explicar,
se gesta con el interés e intervención de los entes administrativos como reguladores de
un evento que se convertiría en una práctica social cuya finalidad se direccionaba a
58
El Gobernador Destaca el Éxito de la Feria Caleña. Expresiva nota dirigió a la Junta Organizadora.
Relator, 11 de enero de 1959. Pág. 3
59
Archivo Histórico de Cali, Fondo Alcaldía. Libro LXV. Folio 393. Mes de diciembre de 1960
73
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
60
Ibíd. Folio 397
74
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Todo lo anterior nos lleva a concluir que las disposiciones municipales son parte
fundamental de la consolidación de la Feria. Sin la iniciativa gubernamental, no hubiese
sido posible vincular a la sociedad en el marco de un dispositivo cultural como lo
pretendía ser la Feria de la Caña de Azúcar.
Ante esta postura del periódico, es importante resaltar el alcance y los puntos de
atención de un periódico de circulación nacional. Los objetivos de dicha prensa se
reducen a un fin divulgativo respecto a las dinámicas locales y regionales. No es válido
decir que no toman postura o que no pueden generar opinión alguna. Simplemente la
prensa nacional obedece a unas misiones
divulgativas en el espectro local, y una
radicalizada postura en ámbitos más
generales, como lo pueden ser la
discusión de un proyecto de ley del
senado, una discusión sobre las
Imagen 5: Con todo esplendor se abrió la IX Feria…
Fuente: El País, 27 de diciembre de 1966. Pág. 05
61
Miguel Camacho, La Feria de Cali de 1958 a 1970. En: Marcos González, Fiesta y Región en
Colombia. Cali: Universidad del Valle, 1998. Pág. 135
75
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
disposiciones del poder ejecutivo, los asuntos que puedan estar aconteciendo en la
capital de la nación o demás temáticas generales que se disponen a diseminar una visión
permeada de un espectro político nacional.
En el caso puntual de lo sucedido en Cali con su feria, para 1966 este periódico hace
su promoción aún más llamativa, a partir de fotografías, de portadas, de carteles y
demás elementos publicitarios. El País se dedicaba a informar casi todos los
pormenores logísticos de la Feria. Con un nivel de detalle básico, la información
publicada obedece a todo lo que divulga la Junta y algunas disposiciones generales de
la administración de Santiago de Cali. (Ver imagen 5)
Con esto, se puede dilucidar los alcances publicitarios del periódico El País como una
réplica resumida de la agenda mediática municipal, con el fin de promocionar su feria
por los rincones de Colombia. Y otro aspecto muy particular es que esta sección
noticiosa y divulgativa no se relacione absolutamente con las dificultades y fenómenos
sociales en el marco del contexto nacional. Prácticamente se ve una desarticulación
mediática entre lo que acontece a nivel nacional y lo local.
El cubrimiento llevado por El País fue tangencial y superficial. Gran parte de sus
reportajes solo mencionan cuatro elementos noticiosos. El primero, una réplica de la
información programática sobre la festividad en Cali; la segunda, ciertas precisiones
76
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
El alcance que tienen los periódicos está supeditado al carácter en el cual se establece
la divulgación de las noticias. En palabras más simples, la difusión está condicionada
al criterio y presupuesto que tenga cada periódico.
Las versiones de la feria de Cali cubiertas por El País evidencian una tendencia
divulgativa y jovial de lo que acontecen en la ciudad de Cali. Un reporte que muestra
esa jovialidad dice que:
Como se puede observar, el uso de adjetivos tan llamativos muestra que El País
buscaba referirse a la Feria de la manera más cordial y alegre. Todas estas
características del discurso en dicho periódico muestran el interés propagandístico de
62
El País. Las reinas se toman la Feria. 28 de diciembre de 1968. Pág. 7. La negrilla fue colocada por la
autora.
77
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
este, que, al ser un órgano de difusión a nivel nacional, muestra su apoyo incondicional
de promocionar una fiesta, sin la necesidad de desgastarse en un discurso regionalista.
Por otro lado, avanzando más el tiempo, se puede ver la atención del periódico enfocada
a informar todas las novedades urbanísticas de la ciudad de Cali. En el año 1967:
Armando Páez Defrancisco, secretario de obras de Cali, reportó que todas las
obras que se iniciaron hace varias semanas, o en las recientes, orientadas a la
buena presentación de la capital vallecaucana en su compromiso para la Feria,
estarán listas entre el 15 y el 20 de este mes.
A pesar de que esta información no fuese esencial para fines de la Feria, desde la
lectura de un turista ansioso de la misma, es una información que no fue dada desde el
periódico Diario Occidente. Esta omisión solo indica una clasificación de las noticias
de interés respecto a un público distinto que pudo manejar el periódico El País. Si el
periódico en cuestión se dedicó a dar noticias sobre los avances de las obras públicas
de la ciudad fue con la estrategia de mostrar la preocupación del gobierno municipal y
su acción eficaz para exteriorizar la belleza de la capital vallecaucana.
63
El País. La feria no está en decadencia. Diciembre 8 de 1968. Pág. 21
78
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
‘El pueblo, agregó, participó en forma activa en los festejos con gran respeto hacia
los demás y a la autoridad, en los distintos aspectos en que consistió la feria’
(…)
‘Se pudo anotar, además de esa participación popular, una bastante organización
no obstante la precipitud de última hora en algunos eventos. Así queda demostrada
la magnífica labor desarrollada con tantos problemas e inconvenientes por quienes
tuvieron a cargo tan delicada misión’. 64
En 1970, personajes como Cecilia de López, esposa del entonces ministro Alfonso
López Michelsen, Juan Carlos Pastrana, hijo del entonces presidente Misael Pastrana,
y Pilar Castaño, hija de una reconocida presentadora de televisión, fueron a la feria y
dieron opiniones muy positivas del desarrollo de la misma. Ahora bien, que un
periódico pida la palabra y opinión de un personaje con fama, tiene como finalidad
hacer propaganda y avalar lo que están promocionando a partir de la aprobación de
dichos personajes. (Anexo #3: Tres personajes opinan sobre la feria, 1970, El País)
Para ir cerrando todas estas ideas, es importante hablar del último elemento en la
información contenida en el periódico El País. En el primer elemento hablamos de la
jovialidad con la que se informaba la Feria, a partir de un discurso embellecido y afable
con el lector. Por otro lado, el último elemento trata de la tendencia a exaltar este evento
pese a sus críticas y errores.
En algunos artículos existe el criterio de defender el evento más allá de seguir las
críticas y comentarios negativos respecto a la misma. Para ilustrarnos mejor:
64
El País. Satisfactorio balance dejó la Feria. Enero 3 de 1971. Pág. 10
79
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
El evento que, desde luego, pudo haberse programado con mayor anticipación
para efectos de rodearlo de mejores atracciones populares, es, sin embargo, el
símbolo irremplazable del ambiente exuberante de Cali.
Esta defensa, que no resulta implícita, es una muestra de la tendencia del periódico por
no crear opiniones “difamatorias” contra la Feria. Es en sí mismo una situación muy
irónica, puesto que, por parte del Diario de Occidente, el criterio era ser crítico y
contundente con cada comentario, incluso, también se ve una tendencia a no exaltar la
gestión realizada.
Me llaman mucho la atención esas críticas y me doy cuenta de que muchos que
quienes las hacen tal vez no han visitado nuestras programaciones para que se
sirvan tomar impresiones objetivas y veraces.
65
El País. Ya llega la feria. Diciembre 21 de 1970. Pág. 4.
66
El País. La feria no está en decadencia. Diciembre 30 de 1969. Pág. 9.
80
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Al ser un periódico local, este se encargó de ofrecer un enfoque crítico a todos los
aspectos relacionados con la Feria. Si bien, se muestra una intención de exaltar la
preeminencia de la Feria de Cali como un espacio tradicional, cultural y vital de la
comunidad caleña, no tiene ninguna intención de omitir sucesos sociales o gremiales,
desordenes o demás situaciones de carácter organizativo que hayan acontecido y
pusieran en tela de juicio la labor de la junta organizadora.
Desde 1964 hasta 1970 se evidencia una constante presencia de gremios artísticos que
se sintieron marginados en su participación en el evento. No es sabido, a ciencia cierta,
si el Diario estaba representando directamente los intereses de esos gremios. Sin
embargo, es notoria la intención crítica y la pretensión de cuestionar directamente los
elementos ausentes o fallidos del evento.
A nivel local, los periódicos por lo general representan los intereses sociales, políticos
y económicos de varios colectivos influyentes de su comunidad municipal. En el caso
del Diario, solo se representaban los intereses de una colectividad que no se puede
determinar popular, pero tampoco de élite. Es casi explícito que el objetivo de este
periódico era representar una visión subjetiva a través de un gremio periodístico con el
fin de volverse una perspectiva objetiva de todo lo que pudiese acontecer en la ciudad
de Santiago de Cali. El hecho de que se promocionase, criticase, se siguiese y se
felicitase todo lo relacionado a la Feria va de la mano con la pretensión de ser un medio
no solo divulgativo, sino también crítico, novedoso y actualizado. Además, prueba de
lo anterior se evidencia en el espacio reiterado que otorgó a los gremios artísticos para
que expresasen su queja contra la organización de la festividad.
81
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Para comenzar con este análisis breve de los discursos en este periódico, es importante
resaltar que las observaciones más notorias de este impreso son producto de una
opinión exclusiva sobre la Feria de Cali. Este apunte es importante, puesto que
mientras otros periódicos presentaban noticias divulgativas sin mayor profundidad, el
Diario invitó a críticos que examinaron exhaustivamente todos los elementos de la
Feria. A partir de ese trabajo, se puede decir que el periódico fue un medio útil para la
evaluación de la magna fiesta, además de ser un testimonio objetivo de los continuos
cambios logísticos del evento, cada uno contemplado por las observaciones generales
de la agenda mediática.
82
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Sabiendo entonces la importancia del periódico, se empieza por ver como esta noticia,
de 1967, marca un precedente sobre esa observación crítica que hacían de la Feria. En
un apartado de este periódico se dice que:
67
El Diario de Occidente. ¿Cuál Feria? 4 de diciembre de 1967. Pág.4
68
Diana Carolina Valencia-Tello, Vera Karam de Chueiri. Antecedentes de la descentralización
territorial en Colombia, en Dikaion, 23-1 (2014). DOI: 10.5294/dika.2014.23.1.7
83
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Por otro lado, se puede ver que cada Feria tuvo un impacto tajante en la mentalidad de
la sociedad caleña. Los críticos de la Feria no podían mantener una postura tan radical
todo el tiempo. También tenían que resaltar todo lo bueno que se presentaba en los
eventos. Un ejemplo de eso lo tenemos en otro artículo del Diario:
Esto fue dicho para llamar la atención en dos aspectos resonantes. El primero, la
programación de la Feria tendía a una ceremoniosidad exuberante. Segundo, en el
mismo certamen existía un agregado de pequeños eventos que fueron llevados para
llenar espacios de la programación. Estos elementos surgen desde la misma
problemática; la Alcaldía quería volver el evento un espacio más allá de lo municipal
y regional. Como lo dice el mismo periódico:
69
Diario de Occidente. La Feria ha concluido. 4 de enero 1968. Pág.4
84
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Y ahí reside otro elemento crítico: la Feria que se organiza desde lo municipal no
siempre puede cubrir expectativas en ámbitos más grandes. Si se hace alusión que la
Feria es un evento que llama a lo nacional, el artículo del Diario aterriza su crítica a
que la forma más adecuada de impactar en un ámbito más grande es perfeccionando
esos elementos programáticos, sin la necesidad de llenarlos forzosamente.
El Diario es muy enfático en hacer críticas, no por detrimento de este tipo de eventos,
sino como un medio evaluador, que también sirve como un ente que recibe y transmite
la opinión de distintas esferas sociales. Sin embargo, sí existe una tendencia más
estricta en la entrevista hacia personas muy críticas. En el siguiente artículo se puede
constatar:
70
Diario de Occidente. La Feria ha concluido. 4 de enero 1968. Pág.4
71
Diario de Occidente. Falta más espectáculo. Diciembre 31 de 1969. Pág. 13.
85
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Cada año por esta época es notoria la presencia de nuevas caras en el gremio de
mendigos de Cali. Como este negocio, que así lo denominan los mismos
pedigüeños, es uno de los mejores y es el único que no exige capital de trabajo,
decae un poco por diciembre en otras grandes ciudades del país, por la costumbre
de sus habitantes de irse a los campos, Cali es naturalmente la urbe preferida de
los mendigos de toda la nación.72
Esta crítica, con un tinte clasista e irónico, entrevé varias cosas. La primera, la pobreza
real de la ciudad de Cali. Ser mendigo correspondía a ser un habitante de la calle, sin
ninguna fuente de ingresos legítima. Por lo cual, cada uno de ellos acogía como fuente
de supervivencia la solicitud informal de dinero a cualquier transeúnte. Esta dificultad
trató de ser manejada por Cali a través de diferentes planes institucionales, los cuales
solo alcanzaron un éxito parcial sobre la problemática. En el mismo artículo se expone
puntualmente:
72
Diario de Occidente. Mendigos de Feria. Diciembre 2 de 1970. Titular.
86
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Las legiones de mendicantes tienen así una estupenda plaza. Es lo que explica que
desde ahora inicien su desplazamiento hacia nosotros, a fin de tomar posiciones
estratégicas en los atrios, esquinas céntricas y alrededores de los escenarios de la
Feria: ciudades de hierro, vecindades de las futuras casetas, paseo Bolívar y
entradas a los clubes.74
73
Diario de Occidente. Mendigos de Feria. Diciembre 2 de 1970. Titular.
74
Diario de Occidente. Mendigos de Feria. Diciembre 2 de 1970. Titular.
87
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
La fotografía de la Feria solo cubrió, a lo largo de más de ocho años, un registro sobre
los eventos más importantes. El reinado en su principio fue un evento muy estimulante
para los espectadores de la Feria. Los periodistas siempre intentaron estar cerca de
cada una de las concursantes e intentar sacar un testimonio por parte de ellas, el cual
hablase de la experiencia en la ciudad y en el evento 75. Por otro lado, el cubrimiento
respecto a los shows en vivo y demás muestras artísticas tenía un espacio muy discreto,
pero existente en los periódicos.
Es importante resaltar como la ciudad, vista desde el ojo crítico de una imprenta, suele
tener mejores resultados en miras de su desarrollo. Esto gracias a la constante mención
de los aciertos, errores, imprevistos y contingencias de su gobierno, su sociedad y sus
fenómenos. En el caso del Diario Occidente, su labor en el cubrimiento de la Feria fue
completo. Quizás su mayor acierto fue ser tan duro respecto a cada comentario crítico.
Sin embargo, bajo su trabajo la documentación que registró a lo largo de los años fue
exquisita, con un sesgo mesurado y con un fundamento periodístico notable.
75
Diario Occidente. La Feria de Cali es la más grande del país, dicen las reinas visitantes. Diciembre 30
de 1965. Pág.6
88
Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Conclusiones
“la historia de su ciudad se convierte para él* en su historia;
aquellos muros, aquella puerta con torres, las ordenanzas
municipales, las fiestas populares, son para él como un
diario ilustrado de su juventud y en todo esto él se
reencuentra a sí mismo, a su fuerza, a su energía, a sus
alegrías, sus opiniones, y también su locura y sus
desórdenes”
Friedrich Nietzshe.76
Esta monografía bajo las dificultades que supone trabajar un objeto de estudio del
ámbito cultural, ha mostrado paulatinamente cómo algo tan común, juglar y cotidiano
como la Feria de Cali puede contener elementos sociales, políticos y económicos que
rebasan las perspectivas sobre lo popular y local. Es decir, el hecho de pensar en lo
popular no tiene por qué relacionarse con sencillez o superficialidad. La Historia
Cultural y sus estudiosos han demostrado que los fenómenos sociales no se reducen a
dinámicas institucionales. Dentro de ellas operan fuerzas incesantes como lo son las
voluntades de los ciudadanos, sus tradiciones y sus sentimientos.
Lo anterior, sin lugar a duda, recae sobre la concepción general de la Feria. Este evento
manifiesta más complejidad de la que aparenta. Su organización, su importancia y los
intereses que involucraba son solo el abrebocas de las posibilidades que tiene este
objeto de estudio. La cultura no es una constante social que está a merced de otros
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Por tal razón, el enfoque alrededor del estudio del contexto histórico general fue
necesario dado que las interacciones, las emociones, los sentimientos y la cotidianidad
se analizan desde todas sus perspectivas, para así encontrar particularidades históricas
que rindan explicación a por qué el acontecimiento se dio de esa forma y por qué no
sucedió de otra. Este es el caso del Carnaval de Cali, el cual tuvo mayores motivaciones
específicas desde su localidad. Sin embargo, no contó con influencias vívidas
impuestas por fenómenos nacionales y trasnacionales. En ese punto se mostró que la
Feria de Cali, como instrumento económico-político y como espacio de socialización,
promovió una modernización material y cultural, una madurez como ciudad o, como
dijeron algunos, como metrópoli.
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En la anterior idea podemos sustentar por qué fue tan necesario traer en el análisis una
revisión sobre la prensa. En esos periódicos se evidencian los siguientes elementos:
Segundo, los periódicos como El País y Relator promovían el evento bajo un discurso
solidario. Sus análisis no eran muy profundos respecto al contenido y la organización
del evento. Puntualizaban en los logros y los desafíos superados de la ciudad de Cali,
dando una opinión que buscaba destacar el desarrollo y la modernización de una de las
ciudades del país.
Tercero, los periódicos analizados dejaron por fuera aspectos sociales que eran
llamativos para su época. Mientras por un lado mostraban los eventos de más reparo
de clase, los sub-eventos alrededor de la Feria fueron completamente relegados. La
única voz que se percibía era la voz de la minoría de las clases acomodadas.
Por último, los tres periódicos aquí analizados no tenían mayores iniciativas en indagar
más a fondo otros aspectos de la Feria. Eso habla que el periodismo de esa época era
más bien un ejercicio de divulgación a merced de instituciones y no de iniciativas más
perspicaces.
El análisis aquí realizado permite encontrar que la ciudad de Cali necesitó de muchas
estrategias y reformas para impulsar la modernización de sí misma. La administración
y el discurso político manifestaban situaciones muy prácticas y se alcanza a entrever
una ausencia ideológica. En otras palabras, la modernización de Cali no es vista bajo
una pretensión política adoctrinada y doctrinante, sino en un afán social y económico
en competencias con otros prospectos de ciudades de diversas regiones del país. De
manera muy implícita se alcanza a vislumbrar un leve pensamiento regionalista de la
época, el cual no es un secreto para ninguno.
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Como resultado final tenemos eso último, una explicación sobre un fenómeno cultural
bajo el análisis de las realidades sociales, económicas y políticas. Por lo pronto, se
dejará esta iniciativa aquí, considerando en un futuro, poder darle continuidad a un
tema más complejo alrededor de la cultura y la identidad, estas representadas en una
dinámica cultural tan sonada y vigente.
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Anexos
Foto 1
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Foto 2
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Foto 3
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Anexo #2: Programa para hoy, 30, de diciembre de 1965, Diario Occidente, Pág.
15
Foto 4
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Anexo #3: Tres personajes opinan sobre la feria, 30 de diciembre de 1970, El País.
Pág. 15
Foto 5
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Resumen
Feria de Cali: un análisis de sus primeros años. 1957 – 1971, es un ejercicio
investigativo que tiene como propósito principal analizar los cambios y continuidades
que comporta la feria de Cali en el periodo mencionado, a partir de la contextualización
del entorno cultural y urbanístico en el cual se gesta el evento. Para lo cual se hizo
necesario identificar el ámbito legal que apoyó la realización de la festividad y cómo
estas disposiciones la convierten en algo institucional; analizar los discursos de las
élites políticas y económicas que fundamentaron las primeras Ferias de Cali y por
último, caracterizar algunos eventos, los más relevantes, que hicieron parte de las
primeras versiones de esta fiesta y cómo estos lograron consolidar lo que hoy se conoce
del evento.
Para el logro de los objetivos pensados en esta monografía se acudió, de manera central,
a un cúmulo de información aparecida en tres prensas referidas, la cual se combinó con
algunas fuentes secundarias de y sobre la época en cuestión. Se definió como método
fundamental el cualitativo, dado que permite la indagación de las experiencias sociales.
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Feria de Cali, Cali de Feria 1957 – 1971
Fuentes
Prensa
Documentos escritos
Bibliografía
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bailando Salsa en Cali: investigación, comunicación y cultura. Universidad Santiago
de Cali. Cali. 2014
Heraclio Parra, Las Cuarenta y Cinco Ferias de Cali y Doña Celia La Reina de la
Rumba. Cali: Feriva, 2006.
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José Cegarra, Fundamentos Teórico Epistemológicos de los Imaginarios Sociales.
(Táchira: Cinta Moebio, 2012).
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1998
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Región en Colombia. Cali: Universidad del Valle, 1998.
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Alianza editorial
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ISBN 978-987-1220-84-7
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a la dictadura negativa. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario
Facultad de Ciencia Política y Gobierno. Bogotá DC, 2006.
Referencias de la web
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[revisado 07 de abril del 2019]. Disponible en:
http://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-117/la-
explosion-de-cali-agosto-7-de-1956
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1936. Tesis pregrado Cali: Universidad del Valle, 2010. Pág. 8. Google Books [en
línea], 07 de julio 2015 [revisado 07 de abril de 2019]. Disponible en:
https://books.google.com.co/books?id=LUmWDAAAQBAJ&printsec=frontcover&hl
=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false
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