Sarmiento DH
Sarmiento DH
Sarmiento DH
TESIS
AUTOR
Humberto SARMIENTO DÁVILA
ASESOR
Cristóbal ALJOVÍN DE LOSADA
Lima – Perú
2017
ii
Dedicatoria
Agradecimiento
Resumen
Abstract
This research seeks to discover some of the main characteristics of the art of the
Communist Party of Peru -Shining Path (PCP -SL). This research is mainly done through
two works by the PCP -SL during the years of 1979-1980 about; stage prior to the start of
the internal armed conflict. The study begins by examining some historical background of
Peruvian art to identify polítical, ideological and aesthetic elements interspersed mean , in
emotional or spiritual level, an indirect reference art PCP -SL . Subsequently, the research
reveals that the art of PCP -SL has as one of its main features, despite its deviations as an
organization, artistic ideas subscribed Mariátegui: "Art has never been great, when it has
not provided an iconography for a living religion.” That is, that the art of PCP -SL served
the construction of a socialist myth of religious court for its members.
Índice
Dedicatoria.................................................................................................................................. ii
Agradecimiento ......................................................................................................................... iii
Resumen .....................................................................................................................................iv
Abstract ........................................................................................................................................ v
INTRODUCCIÓN ..................................................................................................................... 10
Capítulo I: El indigenismo como antecedente indirecto del arte del PCP-SL. .......................... 22
1.1 Introducción al arte de las dos décadas finales del siglo XIX e inicios del siglo
XX 1880-1920 ....................................................................................................................... 22
1.2 Introducción al indigenismo. ...................................................................................... 26
1.3 El arte indigenista de José Sabogal. (Precursor del indigenismo) .............................. 29
1.3.1 Primera etapa 1908-1924 ..................................................................................... 30
1.3.2 Segunda etapa. 1925 – 1946. ............................................................................... 31
1.3.3 Tercera etapa. 1946-1956 .................................................................................... 37
1.4 El mestizaje y el nacionalismo de José Sabogal. ........................................................ 39
1.5 Las primeras imágenes socialistas en la revista Amauta. ........................................... 43
1.6 Los indigenismos y su acercamiento: ......................................................................... 45
1.7 ¿Un indigenismo subversivo? ..................................................................................... 49
CAPÍTULO II. Referentes teóricos del arte del PCP-SL: José Carlos Mariátegui y Mao
Zedong. ...................................................................................................................................... 56
2.1 Mariátegui y el arte del PCP-SL. ................................................................................ 56
2.2 Sobre el indigenismo revolucionario de Mariátegui y el arte del PCP-SL. ................ 62
2.3 Mao y el arte del PCP-SL. Por el sendero de Yenan. ................................................. 66
2.4 Posición de clase. ........................................................................................................ 69
2.5 Un arte con fines educativos. ...................................................................................... 70
2.6 ¿Para quiénes se producen las obras artísticas y literarias? ........................................ 72
2.7 Tomar lo viejo para hacer lo nuevo ............................................................................ 73
2.8 Cómo servir al pueblo desde el arte. Popularización y elevación............................... 75
CAPITULO III: Análisis de las dos obras escogidas ................................................................ 78
3.1 La representatividad de las dos obras analizadas. ....................................................... 78
3.2 Creación partidaria en las obras analizadas ................................................................ 81
3.3 El conflicto como fuente artística. .............................................................................. 82
vii
Lista de Imágenes
INTRODUCCIÓN
No existe en la historia humana una sola página donde no intervenga el arte. Uno de
los capítulos más dramáticos de la historia del Perú contemporáneo no podía ser la
excepción. Imágenes y lemas atiborrados de metáforas iniciaron para los insurrectos una
nueva fe, un nuevo mito, al igual que imágenes republicanas renovaron su emoción
nacionalista en el ejército. (Ver: Figura 1).
El arte en la historia, sirve para concebir el espíritu de una época, captar las
estaciones sentimentales de las diversas clases sociales en determinado tiempo histórico.
Clave resulta estudiar, dialécticamente, la objetividad vinculada a la subjetividad que a
veces la secunda y otras veces la domina. Al inicio de la década de los ochentas (1979-
11
1980) se observan en las expresiones artísticas del Perú estrechas relaciones entre el arte y
la violencia política. En especial, en el arte del Partido Comunista del Perú, Sendero
Luminoso (PCP-SL). En esta organización, el arte respondía y complementaba las acciones
subversivas sancionadas por su dirigencia. Con cierta perspectiva podemos decir, que el
arte senderista representó la puesta en práctica de la principal propuesta teórica de la
izquierda peruana radical de los setentas: la toma de poder por medio de la lucha armada.
No hay representación subversiva que no esté ligada a este punto.
Este trabajo estudia las características principales de dos obras artísticas del PCP-
SL: Un retablo ayacuchano llamado “El retablo del ILA” (Inicio de la lucha armada) y una
pintura llamada “I escuela militar”. Ambas realizadas aproximadamente entre los años
1979 y 1980. Asimismo, este estudio se delimita temporalmente al iniciar la década de los
ochentas del siglo XX en el Perú. Exactamente en los años previos al conflicto armado
interno: 1979 y 1980. En este contexto el arte subversivo fue eco de una profundización
subjetiva que redoblaba la actitud del militante, su convicción y entrega. Asimismo, esta
investigación trata de explorar las obras del PCP-SL en relación a la construcción de su
mito revolucionario. Vale decir, se explora la contribución de estas obras para afianzar una
creencia política de corte religioso.
El capítulo uno busca contextualizar y ubicar el arte del PCP-SL dentro del arte
peruano del siglo XX, específicamente en relación indirecta con el arte indigenista. Vale
12
decir, que este segmento indaga sobre las distintas influencias, antagonismos y constancias
del arte del PCP-SL con una de las principales corrientes artísticas del siglo XX. Mas,
conviene anotar que el trabajo hace una breve indagación de la pintura antes del
nacimiento del indigenismo propiamente dicho. De esta manera, el indigenismo de la
época de José Sabogal (primera mitad del siglo XX), se ve reformulado relativamente en
un indigenismo subversivo, una irrupción radical en torno a su significación artística. Con
todo, este pasaje histórico será explorado con el fin de esclarecer ciertos antecedentes
indigenistas en el arte del PCP-SL.
En el capítulo dos se examina los referentes teóricos estéticos de las obras visuales
del arte del PCP-SL. Aquí se ha considerado, el estudio de las obras visuales del PCP-SL a
la luz de dos referentes ideológicos que estuvieron presentes en las reflexiones de los
artistas subversivos: José Carlos Mariátegui y Mao Zedong. En el primer caso el PCP-SL
entendió visualmente la propuesta de José Carlos Mariátegui en relación directa con sus
reflexiones sobre el papel revolucionario del campesinado, su cultura y el arte indigenista.
Entiéndase que esta influencia teórica de Mariátegui sobre los insurrectos no fue orgánica,
ni existió una directriz estética sancionada por el partido. Lo mismo ocurre con las ideas
artísticas de Mao Zedong, sancionadas más en la práctica que en la teoría.
1
El mito socialista para Mariátegui responde a un entendimiento que dota al marxismo de capacidades
subjetivas para albergar una emoción religiosa. Ver: (Mariátegui, J. 16 de enero de 1925)
13
En cuanto a la “lectura” visual de las imágenes se tiene como referencia el libro de:
“Fundamentos de la forma” de Oscar Morriña. (1982) Su didáctica y profunda
sistematización de los componentes visuales, tales como: líneas, áreas, volúmenes, colores,
etc. hacen de este libro un referente básico para el presente estudio. La “tesis fundamental
que se plantea en este trabajo es el acercamiento a la comprensión del contenido de las
diversas manifestaciones artísticas a través del análisis de la forma que cada objetivación
adopta, como necesidad imperiosa para su existencia material”. (Morriña, 1982, p.1)
Demostrar que… la pintura peruana del siglo XX ha ido siguiendo y reflejando con regular
precisión los desarrollos de la cultura dominante en su mudable relación con las culturas
dominadas del país, así como con las metrópolis culturales del extranjero. (Lauer, 1976, p.
15)
14
En síntesis este trabajo busca descubrir las principales articulaciones entre el arte y la
política apelando a la reconstitución del nexo entre los escritos estéticos y el conjunto del
pensamiento Mariáteguiano. Con esta vasta y profusa investigación de gran cantidad de
referentes teóricos la autora se inserta, entre otros tópicos, en los debates que Mariátegui
tuvo como crítico de arte: “nos referimos, por ejemplo, a la oposición entre arte puro y arte
comprometido o entre vanguardia y realismo socialista”. Por otro lado, la autora pone en
relieve las ideas de Mariátegui sobre el dogma, que él consideraba como una brújula
ideológica en el camino socialista: “Para Mariátegui, la fe era una fuente para los
intelectuales marxistas que necesitaban apoyarse en “una creencia, en un principio, que
haga de él un factor de la historia y del progreso.” (Beigel, 2003, p. 210) Por eso sostuvo
que ““un dogmático como Marx, como Engels” influía en los acontecimientos y en las
ideas más que cualquier nihilista.” (Beigel, 2003, p. 211)
Otro estudio muy rico por sus diferentes testimonios y ensayos sobre la violencia
política y la cultura peruana desde 1980 es Pachaticray (El Mundo al Revés), el editor es el
crítico literario Mark R. Cox (2004). Este libro contiene 10 testimonios y catorce ensayos.
Los catorce ensayos contienen cinco áreas temáticas: la narrativa, la poesía, el cine, los
retablos, y el teatro. El autor principia el texto subrayando la copiosa producción literaria
sobre los temas de violencia política para luego pasar revista sobre los escritos
desarrollados en el libro. El estudio (Cox, 2004) presenta testimonios muy sugerentes que
relacionan diferentes tipos de arte (excepto la pintura) con pasajes vivenciales
contextualizados en esta convulsa etapa. Por ejemplo, en un ensayo sobre teatro se extrae
momentos donde la puesta en escena de una obra llamada Padre, tierra, madre, que tenía
como argumento la resistencia de un guerrero andino ante la “llegada de occidente hacía
500 años, fijando como leitmotiv de esa conquista a la violencia política, cultural y
religiosa que se montó sobre los pueblos indígenas de entonces”. A pesar de que la obra se
desarrolló con total normalidad, se dio un extraño acontecimiento. Los espectadores
estaban compuestos sorprendentemente por campesinos, militares y subversivos.
Miguel Ángel me hizo recordar que mientras nosotros nos presentábamos en la plaza, la
comunidad en pleno se encontraba observándonos, alrededor nuestro, bajo un bello sol
andino; más atrás, como un anillo alrededor de la comunidad, se encontraba observando la
obra los destacamentos del ejército acantonados en esa región, que no eran otros que la
misma gente de esas regiones andinas, pero que esta vez no vestían sus ponchos ni chullos
sino uniformes verde, cascos de metal y fusiles automáticos; pero lo más saltante y
revelador que pudo observar Miguel Ángel fue a las huestes de Sendero Luminoso
apostados en los cerros que rodeaban al pueblo, quienes con sus rostros cubiertos
observaban en silencio la obra ondeando sus banderas rojas, que no eran otros que la
16
(…) pese a que se suele caracterizar a los simpatizantes del PCP como un manojo de
provincianos resentidos y robotizados por consignas inmutables, el background cultural de
estos grupos era de lo más diverso: Iba desde intérpretes de rock subterráneo (la tardía
llegada del movimiento punk a Lima) hasta convencidos y expertos folcloristas, desde
defensores de Brecht hasta seguidores de Grotowski (quienes consideraban al anterior,
caduco), desde indigenistas autodidactas hasta jóvenes intelectuales bragados en Kafka o
Zhiga Vertov. Como paradigmas de este arco podemos mencionar a nombres mayores
como Víctor Zavala Cataño (dramaturgo especializado en teatro campesino) o Miguel
Gutiérrez (novelista de fuerte acervo cosmopolita), ambos confesos valedores de la
guerrilla maoísta, con mayor o menor integración orgánica en la misma.” (Garvich en Cox,
p. 184)
Por otra parte, es interesante saber las impresiones que, mediante misivas de líderes
senderistas, el autor comenta ante la destrucción de un mural senderista por parte de las
fuerzas armadas:
Los murales del «Presidente Gonzalo» «han sido intencionalmente destruidos como si se
despedazara un mito», todas las instalaciones «que nosotros logramos construir con amor y
paciencia para buscar un relativo bienestar, trabajando más de dos meses íntegros, han sido
derruidos con ensañamiento en un solo día». De poco les había valido. Para todos era claro
que «en medio del desorden se levanta el sol», pues mientras -aquí en el centro y entraña
del monstruo sólo pueden recurrir a la matanza, genocidio y masacre», en -la montaña»
como –un relámpago de fuego arde victoriosa» la guerra popular. (Rénique, 2003, p. 63)
Por otro lado, algunas ideas que servirán de marco interpretativo para el trabajo se
encuentran en el libro El artista y la época, de José Carlos Mariátegui (1959) Allí el autor
plantea el concepto de un arte cargado de espiritualidad y compromiso. Este tipo de arte lo
concebimos como reflejo y parte de otro concepto de Mariátegui: el "materialismo
idealista" (Mariátegui, 1974). Esta última idea, que se ubica en su libro En defensa del
marxismo, (1974) se refiere a la capacidad del marxismo en crear valores espirituales. A
partir de ambas significaciones, se desarrolla el concepto en el cual el arte subversivo es
contenedor relativo de un grado de compromiso espiritual. En otra reflexión, el filósofo
trotskista Michael Lowy (Marxismo y Religión: ¿Opio del pueblo?”) hace un análisis
histórico de los diferentes postulados que recorren la relación entre la religión y el
marxismo, llegando a confluir con las ideas de Mariátegui sobre el mito revolucionario del
socialismo o la nueva religión revolucionaria. Del mismo autor, en otro estudio llamado
Mística revolucionaria: José Carlos Mariátegui y la religión (Löwy, 2005) plantea el
19
cimientos de la estructura social en cinco ángulos: crisis económica, crisis del proyecto de
9+99modernización, crisis del Estado y fractura colonial. Asimismo, el autor hace
interesantes críticas a la ideología senderistas, con elementos críticos propios del
marxismo. Despunta aquella crítica en la cual Manrique identifica disloques ideológicos
del líder senderistas frente a las posiciones de Mao Zedong, específicamente con el
llamado “pensamiento Gonzalo” y su temprana coronación como desarrollo del marxismo.
Asimismo, en el campo militar identifica posiciones contradictorias con las ideas del líder
chino. De igual modo, es muy sugerente la introducción del libro. Lo que puntualiza
Manrique en el prólogo de su trabajo son las similitudes entre la izquierda radical y el
PCP-SL. Estas similitudes se aunaban en el convencimiento de que un verdadero cambio
social sólo se alcanzaría a través de la lucha armada; principio compartido y vociferado por
la gran mayoría de las izquierdas peruanas.
Asimismo, dos artículos que mediante sus ideas van a contextualizar el presente
estudio son los referidos a las relaciones que tuvieron la izquierda radical de los 70 y el
PCP-SL. Ambos artículos forman parte del libro: Los senderos insólitos del Perú Guerra y
sociedad, 1980-1995. Steve j. Stern editor. (1999) Uno de ellos se llama Sobre parientes
pobres y nuevos ricos: las relaciones entre Sendero Luminoso y la izquierda radical
peruana. De Iván Hinojosa. El autor parte de conocer el contexto del gobierno militar para
encontrar relaciones entre el PCP-SL y las otras izquierdas de ese periodo.
Consecuentemente, el autor examina el desenvolvimiento del gobierno militar para ir
explicando cómo la prédica antiimperialista, “revolucionaria”, etc. fueron fabricando un
contexto donde crecía un espíritu contestatario, y se creaban las condiciones para viabilizar
una vía radical para la solución de todos los problemas. Vale decir, que estos elementos
van finalmente a contribuir al surgimiento de un sentido común opositor, que poco a poco
va ir creando un ambiente cargado de radicalismo. Asimismo, el artículo de Florencia E.
Mallon ¿Crónica de un sendero anunciado? Velasco, Vanguardia Revolucionaria y
"presagios luminosos" en las comunidades indígenas de Andahuaylas, es un estudio que
identifica como los cambios y las expectativas no satisfechas por el gobierno militar van
augurando un “presagio luminoso”. Es decir, las condiciones para el surgimiento del PCP-
SL.
Casi en el mismo momento o periodo se ubica una parte o sección del escrito de
Gustavo Gorriti. Sendero: Historia de la guerra milenaria en el Perú. (1991) Aquí Gorriti
relata brevemente cómo la izquierda radical que mantenía la consigna de tomar el poder a
través de la violencia, va a tener un giro frente a la coyuntura electoral de 1980. Una foto,
según Gorriti (también Nelson Manrique) resume este momento histórico: la imagen de
Horacio Zevallos, uno de los líderes de UNIR (unión de Izquierda Revolucionaria), agita,
fusil en mano, a los asistentes de un mitin electoral.
Por último, el informe de la CVR (2004) nutre a este trabajo mediante sus
interpretaciones de los documentos pre-bélicos del PCP-SL. Que según Carlos Iván
Degregori son los más impresionantes de Guzmán. Este punto da cabida para esbozar
algunas ideas similares presentes en el libro Que difícil es ser dios. De Carlos Iván
Degregori. (2010) Un estudio que abarca en varios ensayos múltiples reflexiones que van
desde la identificación de Guzmán como un cosmocrata, hasta el indigenismo fallido de
sendero. En ese texto se extrae, entre otros puntos, la comparación que hace el autor entre
las creencias cristianas (a veces más exóticas como creencias orientales) y los postulados
del PCP-SL: “Si algo brama en el discurso senderista son los ecos del dios de la ira, el dios
de la venganza, el dios inquisidor, el dios del miedo…” (Degregori, 2010, p. 257)
22
Capítulo I:
El indigenismo como antecedente indirecto del arte del PCP-SL.
1.1 Introducción al arte de las dos décadas finales del siglo XIX e inicios del siglo
XX 1880-1920
Este primer capítulo cursa los antecedentes históricos y artísticos que, directa o
indirectamente, influenciaron la estética subversiva. No como un insumo intelectual
directamente aprendido, sino como una praxis cultural socialmente heredada. La pintura
peruana de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, anterior a la
irrupción del indigenismo estético-político, se desarrolló en un ámbito cultural restringido
y limitado2. En este contexto, una grey selecta de pintores de clases medias altas, incluso
de la gran burguesía, (Lauer, 1976, p. 37) ostentaba una aureola triunfal gracias a sus
éxitos logrados en el extranjero, y al eco de la prensa de la época.3 Esta sociedad, de
profundas diferencias económicas y culturales, no llegó a cristalizar una imagen nacional
integral. Hondamente fragmentada y carente de una representación visual atinó a importar
gran cantidad de cuadros extranjeros: “el consumo de pintura más importante de
comienzos de siglo es de cuadros importados” (Lauer, 1976, p. 37). Este hecho revela el
grado de dependencia cultural que imponía la lucha de clases en el campo plástico en
relación a la cultura imperialista de la época.4 La importación concreta de cuadros dio paso
2
“Tan reducidos eran el medio y la actividad del arte antes de 1920 que es ya casi un lugar común de la
crítica ignorarlos de plano en el examen del S. XX plástico”. En: (Lauer 1976, p. 48)
3
La prensa como industria de la celebridad obtiene sus réditos ahí donde intuye las recónditas emociones de
la clase a quien en último término sirve.
4
“Es justamente en el siglo XIX cuando se planteó como horizonte ideológico la imitación del europeo y se
asumió el desprecio por el propio pasado. Hasta mediados de siglo, fuera de las academias, el asombro de los
viajeros, la valoración romántica del costumbrismo y el realismo impactante del paisaje empezaron a
modificar esas perspectivas de mimetización. Cuando los géneros de la pintura histórica comienzan a abordar
la propia historia, aunque fuera lejana y sublimada en el contexto del arqueologismo precolombino, es
cuando podemos notar una intencionada actitud de búsqueda y un preanuncio de la crisis que habrá de
23
padecer el modelo euro céntrico en las primeras décadas del siglo XX” En: (Gutiérrez, Gutiérrez, 1997 p.
29)
5
Quizás una excepción a esta situación son las obras pre-indigenistas de Francisco Lazo. Ver: (Buntinx,
1993.)
6
“La fotografía se convirtió, a partir de la década de 1850, en uno de los principales medios para la
representación del paisaje… la fotografía paisajista entre 1860 y 1880,… acompañó el esfuerzo de
empresarios, exploradores, viajeros y científicos, en su intento por definir una nueva cartografía de la región”
en: (Majluff, 2004 p. 108 y 109)
24
centros de poder. Las burguesías intermediarias de los países como el Perú subyugan su
admiración cultural ahí donde las relaciones económicas se viabilizan en beneficio propio.
El trabajo artístico de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, careció de un
real y profundo interés por ahondar, más allá de los tanteos epidérmicos de las
representaciones o pinturas costumbristas, en los fenómenos estéticos nacionales. Sin
embargo, ya para inicios del siglo XX esta falta de interés por las temáticas nacionales se
irá dispersando gradualmente al formarse un mercado plástico. Este último, inserto a la vez
en un mercado mayor que va:
(…) cobrando consistencia a partir de los años 20, [momento] en que aparecen en el
horizonte político clases sociales cuya relación con el exterior es antagónica, cuyas
necesidades culturales, es decir necesidades de reinterpretación y definición de la realidad
nacional son de carácter nacional- regional. (Lauer, 1976, p. 46).
Por otro lado, si bien es cierto que, en el siglo XIX y comienzos del XX, el pintor y
crítico Teófilo Castillo formulaba la representación de la cultura colonial, incaica y
paisajista local como un rescate de identidad nostálgica frente a la modernidad de su época,
su nacionalismo se presentaba como una irreal aprehensión de la cultura autóctona. Su
nacionalismo de transición estuvo teñido de un espíritu “aristocrático”7 pasadista y
excluyente: “la exquisitez del sentimiento no es patrimonio de todos” (Lauer, 1976, p. 59)
sancionaba. De ahí su análisis, que niega la valoración de la cultura andina contemporánea:
“De acuerdo con el pintor, hay diferencias entre el indio actual, sin posibilidades de
desarrollo futuro y el indio precolombino del pasado, investido por su grandeza probada
por los vestigios arqueológicos” (Villegas, 2006, p.119). Sin embargo, la obra de Teófilo
Castillo sirvió de base para el tránsito hacia el indigenismo. Vemos así que su arte se
7
Lauer plantea que Teófilo Castillo representa un nacionalismo aristocratizante y nostálgico. (Lauer, 1976).
A contraposición de este planteamiento tenemos la interpretación del historiador Fernando Villegas que ve en
las obras paisajísticas del pintor un elemento contemporáneo que negaría la crítica sobre el carácter
nostálgico o pasadista de sus obras. Ver: (Villegas, 24 de junio del 2007)
25
ensimisma, en la mayoría de los casos, en una actitud pasadista que, en último término,
manifiesta el conservadurismo cultural del momento. Con todo, y antes de la llegada de
José Sabogal a escena, el arte de finales del siglo XIX y comienzos del XX vive
deslumbrado por la cultura exógena que modela todo el proceso artístico a su imagen y
semejanza. Esta cosmovisión cultural crea una línea que atravesará posteriormente todo el
arte del siglo XX, con picos más altos como la etapa del abstraccionismo pictórico de la
década del cincuenta. La emigración, la importación de la sensibilidad, la ilusión de ser
iguales a los países imperialistas a través de la forma, etc. son términos que condensan las
características generales de este periodo. En general, se está ante un problema cultural
inherente a un sistema semifeudal y semicolonial de aquel tiempo.
26
8
Este concepto está basado en las definiciones que tuvo sobre el indigenismo José María Arguedas (Ver:
Gonzales, 20 de enero del 2010) y José Carlos Mariátegui: “La nueva peruanidad es una cosa por crear. Su
cimiento histórico tiene que ser indígena.” “el indio debe ser el cimiento de la nacionalidad” (Mariátegui,
1928)
9
“Jorge Basadre ha afirmado que el hecho decisivo en la historia peruana del siglo XX ha sido el
descubrimiento del indio, y al indigenismo le toca un papel muy importante en este proceso” En: (Manrique,
2004 p. 42)
10
“En el terreno de la reflexión crítica, en los últimos treinta años, podemos detectar la existencia de un
corpus específicamente de ensayos literarios que, al pasar revista del indigenismo peruano y exponer sus
particulares puntos de vista, nos permite ratificar esta persistencia sintomática del tema en el pensamiento
nacional.” Ver: (Huamán, S/F). Recuperado en:
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/letras/v80n115/a03.pdf
27
Perú en 1919 seguía siendo un país eminentemente agrario, y con una aristocracia reducida
y acostumbrada a mirar hacia el exterior” (Burga y Flores, 1979, p. 92), en ese mismo año
se inaugura la Escuela Nacional de Bellas Artes (ENBA), y se establece las 8 horas de
trabajo. Asimismo, en el sur andino se suscitan alzamientos campesinos que enfrentan
(…) a la gran propiedad terrateniente en 1915-16 y, con mayor intensidad, entre 1920 y
1923…A la postre los campesinos fueron reprimidos y controlados, pero sus luchas no
dejaron de impactar en el movimiento intelectual que se desarrollaría en el transcurso de la
década del 20, lo que explica que el indigenismo (ese intento por reivindicar a la cultura
tradicional), fuera un componente tan importante como el marxismo en las discusiones
intelectuales de esos años.” (Burga y Flores, 1979, p. 8)
Por otro lado, tenemos las secuelas de la traumática guerra con Chile que según
Mirko Lauer creó ciertas condiciones para que la clase oligarca limeña no terrateniente
admita el problema indígena:
“La campaña de La Breña, una resistencia contra el ejército invasor chileno llevada
adelante por el campesinado de la sierra central a fines del siglo XIX, había remozado la
imagen de lo autóctono como parte de lo nacional, al menos en Lima. Frente al recién
vivido horror de la invasión extranjera… La oligarquía no gamonal –y en esa medida no
próxima a los espacios de lo autóctono- estaba dispuesta a reconocer la existencia de lo
autóctono contemporáneo dentro de un marco cultural comprensible para ella” (Lauer,
1997, P. 13)
Con todo, cada uno de estos hechos decimonónicos va a traducirse en las obras de
Manuel Gonzales Prada. En efecto, en el plano de la reflexión endógena, fue Manuel
Gonzales Prada el que sintetizó parte de este proceso. Manuel Gonzales Prada fue uno de
los principales artífices del indigenismo político11 en el Perú. Su inconcluso escrito
12
“Nuestros indios” posee una de las ideas con mayor perspectiva histórica del Perú
contemporáneo. En él se encuentra uno de los tópicos más renovadores de la época: el
problema del “indio”. Anteriormente, en el discurso del “Politeama” (Gonzales, 1888),
Gonzales Prada había realizado un dramático llamado al futuro, a quien exigía, en último
término, el triunfo de su lucha y el de su obra: “El porvenir nos debe una victoria” (Ward,
2010) manifestaba. Lanzada su obra hacia adelante, en una suerte de vuelta al futuro, la
11
La diferenciación entre indigenismo político y artístico es un interesante propuesta para la profundización
analítica de este tópico. Ver: (Lauer, 1997)
12
Ver: GONZALES PRADA, Manuel. “Nuestros Indios” (2001) El Escrito original data de 1904,
reproducido en la segunda edición de Horas de Lucha 1924. En 1928 es reproducido por José Carlos
Mariátegui en la revista AMAUTA. Sobre Gonzales Prada, el anarquismo e indigenismo político ver:
(Kapsoli, 1984)
28
generación del centenario13 la retoma y subraya su importancia. Como uno de los mayores
artífices de esta generación tenemos la figura de José Carlos Mariátegui. Según los
estudios de los historiadores del arte Natalia Majluff y Luis Eduardo Wuffarden, es él
quien introduce el término indigenismo al debate14. Una de las problemáticas
fundamentales que desarrolló Mariátegui rescatando a Gonzales Prada fue el problema del
“indio”, entendido como factor elemental para la creación de una nueva sociedad y por
ende de una nueva etapa cultural. Esta veta reflexiva, su enlace con el socialismo y su
revelación como cuestión primaria para el país, abre plenamente el siglo XX en la historia
cultural del Perú. Asimismo, Mariátegui revela la futura tarea artística a través de la
ubicación del indigenismo en un proyecto socialista. Concibiendo a la corriente indigenista
como parte importante en la construcción de una nueva sociedad.
13
Quizás la generación más brillante que ha tenido el Perú contemporáneo. La generación del centenario
involucra personalidades fundamentales en la reflexión y construcción de la nueva realidad nacional
contemporánea: César Vallejo, Jorge Basadre, José Carlos Mariátegui, Luis E. Valcárcel, etc.
14
(Majluff, Wuffarden 2013 p. 62). Sin embargo, será el mismo Mariátegui en la polémica con Sánchez
quien rechaza este término.
29
Laso juega con la ambigüedad de la expresión pictórica, buscando una indefinición cargada
de sugerencias. Parte de una estrategia que procura mostrar al indio no como otro, sino
como elemento de un todo integrado al que también pertenecen el propio pintor y su
entorno criollo, su público (Buntinx, 1993, p. 71)
15
“este lienzo es particularmente interesante, a su vez, porque es el primero en el cual aparece con categoría
estética una cerámica Mochica precolombina” (Stastny, 1967, p. 53)
16
Para profundizar sobre la concepción romántica de este pintor ver: (Statsny, 1967. p. 54); (Lauer, 1976.
p.92); (Majluff, 2003)
17
Ver el capítulo: “Sabogal como ideólogo”. En: (Lauer, 1976, p. 102)
18
Para una revisión general de la crítica hacia Sabogal, ver la sección llamada: “La polémica del
Indigenismo” En: (Majluff, Wuffarden, 2013, p. 95, 96)
30
diatriba para aquellos interesados en pintar al ser más conflictivo del universo peruano,
origen –de acuerdo a diversas posiciones- de todas las postraciones y grandezas pasadas,
presentes y futuras del Perú.” (Lauer, 1976, p. 88) Constructor de una corriente clásica en
la historia del arte peruano19, su obra marca una inflexión que indirectamente confluye y
secunda múltiples luchas sociales de su tiempo: desde una “lucha anti oligárquica”20, hasta
la forja del socialismo en torno a la revista Amauta21, etc. A continuación se analiza el
proceso de la obra de José Sabogal en relación a su indesmayable búsqueda por descubrir
la cultura nacional a través de su arte.
19
La historiadora de arte Majluff, Natalia califica a José Sabogal como un “constructor de la imagen del
Perú moderno”. Entrevista a la historiadora. Recuperado en:
https://www.youtube.com/watch?v=cVSlViHdwww
20
Mirko Lauer plantea que el crítico literario Antonio Cornejo Polar observa que el indigenismo limitó su
lucha reivindicativa a lo anti oligárquico: “reconoce… un límite político del planteamiento al que ve
confinado a lo antioligárquico”. Ver: (Lauer, 1997, p. 54)
21
Ver en este mismo capítulo: Las primeras imágenes socialistas en la revista Amauta.
22
“su autonomía le debe mucho a la experiencia europea” Ver: (Mariátegui, junio-1928, p. 93)
23
La influencia de este costumbrismo criollo argentino giró alrededor de la vida gauchesca, paisajes, etc.
Sobre nacionalismo criollo y gaucha ver: (Javier, mayo 2010) Recuperación en:
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3304093
31
suerte de “criollismo cuzqueño”24. Tal como afirman los historiadores Natalia Majluff y
Luis Wuffarden, en su vindicativo trabajo sobre el artista, esta etapa parece terminar con su
marcha a México en 1923 y su posterior viaje a la sierra sur del Perú en 1924.
El inicio de este periodo se concreta en 1925, cuando Sabogal llega a Lima con
“más de veinte pinturas emblemáticas” (Majluf, Wuffarden, 2013, p. 63) traídas de su viaje
por la sierra sur del Perú. Con estas obras de Sabogal se experimenta por primera vez una
fricción antagónica entre su producción visual y los estándares culturales herederos de la
“República Aristocrática”.25 Tal como anotaba Mirko Lauer: es “el primer encuentro
conflictivo entre las culturas dominantes y culturas dominadas” (Lauer, 1976, p. 77) del
siglo XX. Los diferentes imaginarios sociales, habían configurado una contienda simbólica
en las “alturas” del arte. En este encuentro, el arte indigenista de Sabogal, demostró,
consciente o inconscientemente, su poder para representar, desde el imaginario visual, las
vicisitudes del campesinado y su resonancia en el despertar de la conciencia nacional: “El
problema indígena tan presente en la política, la economía y la sociología no puede estar
ausente de la literatura y el arte.” (Mariátegui, enero-1927, p. 33). Es importante mencionar
que esta etapa de la pintura de Sabogal es fundamental para entender el proceso de la
historia del arte peruano contemporáneo26. Todos estos acontecimientos históricos,
devienen en un referente obligatorio en la historia del arte del Perú del siglo XX. Por
ejemplo, en esta corriente se puede hallar la génesis de aquella famosa polémica desatada,
24
“A pesar de algunos nombres quechuas, la mayoría eran obras que no podemos sino denominar como
“criollismo cuzqueño”” En: (Majluff, Wuffarden, 2013, p. 27)
25
Ver: (Orrego, Octubre del 2008) En este mismo capítulo ver: 1.1 Introducción al arte de las dos décadas
finales del siglo XIX e inicios del siglo XX 1880-1920
26
Tres personajes manifiestan la importancia de la obra de Sabogal en la historia del siglo XX: “Sabogal es,
ante todo, el primer artista peruano”. Con esta concisa frase José Carlos Mariátegui señalaba en 1927 el papel
fundador de José Sabogal en la historia artística del país… quedaba fijada así la asociación entre arte y
nación que orientaría su trayectoria y definiría en adelante el marco de interpretación de su obra. Así desde la
premisa de que “El Perú no es sólo un problema social o un problema político”, sino además “un problema
artístico” Jorge Basadre lo ubicaría también al frente de quienes lideraban la búsqueda de una “peruanidad
esencial”. Al momento de su muerte José María Arguedas señaló las “consecuencias trascendentales” de su
trabajo en la pintura y en la comprensión del arte peruano, recordándolo como un artista “que contribuyó más
decisivamente que otros a romper la separación que existía entre la sierra y la costa entre la capital y la
provincia” En: (Majluf, Wuffarden 2013. p.4).
32
en la década de los setentas, por la entrega del premio nacional de cultura al artista popular
Don Joaquín López Antay.27
27
La polémica revivió antiguos prejuicios que tildaban al retablista ayacuchano Don Joaquín López Antay
no como artista sino como artesano. Ver: (Castrillón, 2001, p.141-175).
28
Gracias a su cercanía a la revista Amauta. “El surgimiento del primer indigenismo y su impulso no pueden
pensarse fuera del marco de la revista Amauta y su entorno intelectual.” En: (Majluff, Wuffarden, 2013, p.
76)
29
“Para inicios de los cuarenta, Sabogal y el grupo indigenista se encontraban asediados desde casi todos los
flancos, atacados sin descanso tanto por los extremos conservadores… o el impulso renovador de una nueva
generación de artistas y críticos… así en julio de 1943, tras veintitrés años de enseñanza, Sabogal se ve
obligado a dejar la dirección de la escuela.” En: (Majluff, Wuffarden, 2013, p. 99)
30
Hoy Museo de la Cultura Peruana.
31
Ver: (Kapsoli, Reátegui, 1987, p. 29) (Castrillón 2001, p.141-175)
33
En efecto, estas condiciones sociales que excluían al hombre andino traen, por
contradicción, una respuesta que en el ámbito artístico se plasma en la reformulación visual
de los referentes nacionales: “sectores cuya práctica política es motor de una impugnación
de las imágenes nacionales tradicionales.” (Lauer, 1976, p. 86) Estos nuevos paradigmas
icónicos, serán reformulados el resto del siglo XX. La herencia más concreta del
movimiento indigenista, sintetizada en las obras de Sabogal, es haber brindado un soporte
visual a la tradición reivindicativa artística contemporánea. Conceptos visuales que nacen
de la esencia contestataria de sus obras y que se han vinculado a múltiples ideas
progresistas de izquierda. Por ejemplo, en el gobierno militar el indigenismo fue
relacionado con un arte social de corte nacionalista que:
32
(Hernández, Villacorta, 2002, p. 42)
34
Este indigenismo, que está sólo en un periodo de germinación –falta aún un poco para que
dé sus flores y sus frutos- podrían ser comparados, salvadas todas las diferencias de tiempo
y espacio, al “mujikismo”34 de la literatura rusa pre-revolucionaria. El “mujikismo” tuvo
parentesco estrecho con la primera base de agitación social en la cual se preparó e incubó la
revolución rusa. La literatura “mujikista” llenó una misión histórica. Constituyó un
verdadero proceso del feudalismo ruso, del cual salió este inapelablemente condenado… la
revolución bolchevique, reconoce entre sus gérmenes espirituales la novela y la poesía
“mujikista”. Nada importa que al retratar al “mujik”–tampoco importa si deformándolo o
idealizándolo- el poeta o el novelista ruso estaban muy lejos de pensar en la socialización.35
. (Majluf, Wuffarden, 2013, p.4)
33
Tanto la política oficial del oncenio de Leguía y la promoción de esta corriente en la Revista Amauta
evidencia el interés por captar este arte a proyectos políticos disímiles: “Hubo un indigenismo oficial,
promovido por el gobierno de Augusto B. Leguía… un indigenismo radical, surgido desde posiciones de
izquierda, que se manifestó en proyectos políticos e intelectuales como la revista Kuntur en el Cuzco o
Amauta en Lima.” Ver: (Majluf, Wuffarden, 2013, p.4)
34
Mujikismo se refiere a la literatura rusa sobre el campesinado.
35
(Mariátegui, 21 de enero de 1927)
35
36
Ver el subcapítulo: 1.2 Introducción al indigenismo.
36
37
Para una exploración de los inicios doctrinarios del indigenismo ver: (Rénique, 2015)
37
38
Una de las estas acusaciones a este punto, aunado además a tintes racista, vino del pintor Enrique Domingo
Barreda en 1939: “…la respuesta de Barreda revelaba de forma clara el radical tenor reaccionario de su
posición frente a la “psicosis indigenista”, que veía como una “sublevación contra la cultura hispánica”
patrocinada por “indios y mestizos”. Declarando la superioridad de la raza blanca, Barreda procedía a
cuestionar las ideas políticas de los pintores asociados al indigenismo que, según él, “emana de las teorías del
mejicano Diego Rivera, bolshevique militante, amigo dilecto de Trosky”, las mismas que podían relacionarse
con el “ultra-modernismo judío-bolshevique” de Europa.” Barreda, Enrique. (agosto 1939) Ad vericum diam.
La prensa. Lima, 20 de agosto de 1939. Citado en: (Majluff, Wuffarden, 2013, p.98)
39
Para una lectura histórica del Mate Burilado ver: (Ríos, S/F, p. 148)
38
Finalmente, el crítico Gustavo Buntinx define este último periodo de Sabogal como
“un criollismo terminal”. Influenciado, inexorablemente por un contexto diferente y hasta
contrario al de la década de los 20 y 30, su obra poco a poco va acentuando el artificio y lo
adjetivo:
… el entorno de Sabogal en la última década de vida no tenía ya relación con lo que había
sido el ambiente intelectual que formó su núcleo vital en la década de 1920, situación que
se verá reflejada en su pintura. Es en este proceso que los temas criollos empiezan a
39
adquirir una renovada importancia en su obra. Tapadas y chalanes de fantasía quedan ahora
fijados en una suerte de historia detenida, que no se relaciona ya con los supuestos del
primer criollismo de inicios de los años veinte. (Majluff, Wufarden 2013, p. 110)
40
Para un acercamiento al problema campesino del momento ver: (Kapsoli, Reátegui, 1987).
41
Ver el capítulo Sabogal como ideólogo, en: (Lauer, 1976)
42
Rebagliati, Edgardo. (mayo-1927) La exposición del pintor Pantigoso. Mundial. (n° 361). Citado en:
Lauer, Mirko. (1976) Introducción a la pintura peruana del siglo XX. Lima: Mosca Azul Editores. p. 104
43
Este instituto fue escenario de un paciente y diligente trabajo de los pintores indigenistas frente al arte
popular.
42
44
La polisémica obra artística de Sabogal puede abarcar exégesis políticas muy diversas. Por ejemplo,
gravita desde el socialismo de la revista Amauta, hasta ciertas coincidencias con el concepto de mestizaje
redentor de Víctor Andrés García Belaunde. (Sin embargo, éste último enlazó su mestizaje omnívoramente a
la ideología cristiana, además de cierto grado de elitismo. Elementos no traducidos artísticamente en la obra
de Sabogal)
45
Citado en Eduardo Moll, Julia Codesido 1883 – 1979 (Lima: Navarrete, 1990) Sin embargo, Sabogal
estuvo cerca de intelectuales anarquistas en Argentina y fue amigo y colaborador de José Carlos Mariátegui.
46
El historiador concebía el muralismo como expresión culminante de la revolución mexicana. Caso
contrario del indigenismo peruano donde, según Ríos, éste no nace de una revolución sino fuerza su inicio.
Ver: (Ríos, en Majluff, Wufarden 2013, p. 42)
43
47
Por ejemplo el pensamiento socialista.
48
Sobre un estudio de las imágenes de la revista Amauta ver: (Castrillón, diciembre 2006)
49
Ver: Capitulo II. 2.2 Sobre el indigenismo revolucionario de Mariátegui y el arte del PCP-SL
44
50
“Nunca ha habido una retrospectiva inclusiva de plástica indigenistas-2 o una antología general de la
literatura indigenistas-2” (Lauer, 1997, P 15.)
51
No es el caso de la literatura donde existen propuestas más orgánicas y elaboradas, por ejemplo, se le ha
organizado como: indianismo romántico, indigenismo ortodoxo y neo indigenismo, etc. Ver: (Escajadillo,
1989)
46
Siguiendo la senda dejada por el primer trabajo de Lauer de 1976, relativo a la obra
indigenista de Mario Urteaga, el crítico Gustavo Buntinx específica y profundiza un
estudio sobre el mismo artista (Buntinx, 2003) En este trabajo, Buntinx llega a definir el
indigenismo de Urteaga como un “indigenismo de retaguardia”: “El de Urteaga no fue, sin
embargo, un indigenismo de consenso, sino de retaguardia: una reserva de “autenticidad” y
sentido a la que, paradójicamente, tanto Sabogal como sus detractores pudieron recurrir en
el desarrollo de sus respectivas y antagónicas empresas....”52 (Buntinx, 2003, P. 50)
Por otro lado, el mismo crítico comentando el trabajo de los historiadores de arte
Natalia Majluf y Luis Wuffarden sobre el pintor Jorge Vinatea Reinoso (1900-1931)
52
Ver: (Buntinx, Wuffarden, 2003. p.50)
47
53
Ver: (Majluff, Wuffarden, 1997)
54
Este posicionamiento puedo ser considerado como uno de los hitos históricos del indigenismo artístico del
siglo XX.
55
En este contexto (1975) nace un debate importante en la historia del arte peruano. Este debate fue
originado por la entrega del Premio Nacional de Cultura a un artista popular (“artesano”) llamado Don
Joaquín López Antay. De esta manera se ponía en juego las prerrogativas del arte “culto” frente al arte
popular. Para profundizar en el tema ver: (Castrillón, 2001)
48
37). Del mismo modo, este contexto nacionalista y populista va a especificarse en el campo
artístico local a través de festivales de arte (INKARRÍ Y CONTACTA) que desean
resolver las distinciones entre arte y artesanía, a la vez que se exalta y se apuesta por un
arte popular rural entendido como lo autóctono nacional (Hernández, Villacorta 2002, p.
38). Asimismo, en esta etapa, se da mayor interés a la significación social del arte y menor
interés al discurso de la forma puramente artística (el arte por el arte). “Así, en esa vena
ideológica que auspicio la equivalencia del arte y la artesanía, el neo-indigenismo fue
abiertamente promocionado y fomentado por el gobierno. Otorgándole considerable apoyo
institucional” (Hernández, Villacorta 2002, p. 42). Aunque no se señala explícitamente, se
colige también que los afiches de Jesús Ruiz Durand llamados “Pop Achorado”56 sobre la
reforma agraria, estarían dentro de la categoría del Neo Indigenismo. En la misma
categoría se encontrarían no sólo la obra del pintor huancaíno Josué Sánchez (enraizada en
la tradición artesanal del mate burilado) sino el mismo acto de designación gubernamental
que le concedió a este pintor la galería oficial de Petroperú. De esta manera el neo-
indigenismo extiende su concepción netamente artística e ingresa al campo social y
político. “Quizás más elocuente sea el caso de José Carlos Ramos cuya obra personificó…
la capacidad de cambio del arte “culto” en su integración de las formas populares y
artesanales” (Hernández, Villacorta, 2002, p. 47) De esta manera “La artesanía fue tomada
como “lo nacional” – y como símbolo de lo popular-”. (Hernández, Villacorta, 2002, p. 49)
Sin embargo, la correspondencia propuesta en la esfera artística no encontró su correlato en
las transformaciones sociales del primer gobierno militar: “La transformación nominal de
artesano en artista no advertía su transformación social y estética” (Hernández, Villacorta
2002, p. 50). Con todo, lo más cercano a esta propuesta inclusiva y de cercanía entre arte
culto y popular, según el estudio indica, se plasmaría en la obra del pintor Víctor Delfín
“un artista que acogió tempranamente lo artesanal y lo local (compendiándolos)… que
llegó a considerarse a sí mismo, dentro de ese espíritu, un neo-artesano…” (Hernández,
Villacorta 2002, p. 50) “La importancia de Delfín reside en que propone, aunque muy
limitadamente, un modelo de artista culto asociado al polo de lo local y popular-”
(Hernández, Villacorta 2002, p. 51) Hasta aquí se esboza de manera sucinta la escena
previa a la aparición del indigenismo subversivo.
56
El arte pop fue una manifestación artística figurativa principalmente norteamericana que se caracterizó por
el uso de imágenes de la cultura popular tomados principalmente de medios masivos de comunicación. El
Pop Achorado trata de vincular este estilo artístico a la problemática de los migrantes andinos asentados en la
capital. (Flores Hora, 2004)
49
La literatura indigenista57 no puede darnos una versión rigurosamente verista58 del indio.
Tiene que idealizarlo y estilizarlo. Tampoco puede darnos su propia voz, su propia ánima.
Es todavía una literatura de mestizos. Por eso se le llama indigenismo y no indígena. Una
literatura indígena, si debe venir, vendrá a su tiempo. Cuando los propios indios estén en
grado de producirla (Mariátegui, 4 de febrero 1927)
57
Se considera que estas lúcidas ideas tienen un carácter transversal que van más allá de la literatura y el arte.
Si bien se refiriere a la literatura, son aplicables al fenómeno indigenista en general, incluyendo la pintura.
Como crítico cultural Mariátegui construye ideas orgánicas rectoras que abarcan la totalidad socio-cultural.
58
Nótese la amplitud del concepto verista en Mariátegui.
50
Con todo, los límites del verismo en el arte indigenista, tal como lo planteara
Mariátegui, sería el propio arte indígena. Es decir, un arte producido por un artista
indigenista no lograría llegar al grado de verismo que sí podría alcanzar un artista
propiamente indígena. Por otro lado, al final de la cita arriba expuesta, Mariátegui pone
como supuesto o probable la llegada de un arte indígena. Es decir, Mariátegui no está
seguro de su venida: “Una literatura indígena, si debe venir, vendrá a su tiempo. Cuando
los propios indios estén en grado de producirla” (Mariátegui, 4 de febrero 1927). En
síntesis, para Mariátegui el arte indígena puede o no realizarse. A propósito de este tópico,
dos argumentos contradictorios interpretan el colofón de este famoso párrafo citado de
Mariátegui. Por un lado, el crítico cultural Antonio Cornejo Polar cuestiona la idea de
Mariátegui porque considera que el arte indígena siempre estuvo presente en la historia
peruana a través de la oralidad: “nunca ha dejado de producirse en un curso paralelo al de
la literatura en lengua española”. (Cornejo, 1978, p. 17) Se evidencia así que el crítico
literario no comparte el concepto de literatura de Mariátegui pues entiende la oralidad
como una forma literaria. Por el contrario, la opinión del estudioso literario Thomas
Escajadillo coincide y propone un desarrollo de la crítica del Amauta. Para Escajadillo la
literatura indígena no sólo ha sido una posibilidad, sino que el autor propone su existencia
en las obras elaboradas por José María Arguedas. “nunca antes se tuvo en las letras
hispanoamericanas un acceso tan profundo al alma indígena” (Escajadillo, 1989, p. 123)
Ahora bien, ¿Por qué Mariátegui entiende como probabilidad y no como afirmación
la llegada del arte indígena? Se desprende dos interpretaciones:
1.-) En caso sí se concretase el arte indígena, este se debería a la apropiación de los logros
culturales occidentales por parte de los propios indígenas. Esta apropiación devendría en
una posibilidad expresiva para traslucir la auténtica alma indígena.
2.-) En caso no se concretase, la explicación recaería en la paradoja de adquirir
herramientas occidentales y al mismo tiempo perder, por esa misma adquisición, su
condición de indígenas. De esta manera, la influencia y adquisición de la cultura occidental
imposibilitaría un verdadero e incontaminado arte indígena.
En medio de este campo reflexivo sobre el indigenismo, y dado el profuso interés
del PCP-SL por el análisis objetivo (verídico) del campesinado59: ¿Dónde se ubica este
indigenismo subversivo? En general, se considera que el indigenismo subversivo posee un
59
Con mucha intensidad en los primeros años de la guerra senderista.
51
limitado y distante contacto con el mundo espiritual indígena. Sin embargo, existieron
obras donde el indigenismo subversivo, al insertarse en la producción artística popular
(artesanía60) se acerca a la comprensión cabal del espíritu y ánima del campesinado. Por el
contrario, tenemos manifestaciones del arte subversivo donde su distancia e imposibilidad
de captar el mundo indígena es reflejo de sus desaciertos político y militares frente al
mundo andino.61
Si bien se sostiene que una de las principales causas de la derrota del PCP-SL fue
“su ceguera ante la organización y la cultura andinas,”63 estas posturas se reflejaron
parcialmente en el indigenismo artístico subversivo. En efecto, el indigenismo artístico
subversivo tiene obras de aceptable calidad, que llegan a romper relativamente, por
ejemplo, con la exterioridad (es decir el artificio o deformaciones estéticas) sin salirse del
arte indigenista. El indigenismo subversivo, realizado en algunas comunidades por los
propios campesinos, posee una valorización importante en cuanto se produce dentro del
colectivo indígena64. Asimismo, en este tipo de obras se compone una aleación cultural
entre un discurso occidental (marxista) y uno local andino. Este sincretismo se manifiesta
en la combinación entre un tema subversivo (lo nuevo) y la conservación de la forma
tradicional (lo pasado). 65
60
Ver el retablo analizado en el capítulo III.
61
Ver el cuadro “I escuela militar” en el capítulo III.
62
Se considera un tipo de indigenismo al arte del PCP-SL por las siguientes características: 1.-) Estar
vinculado y sujetos a planos socio políticos. Supuesto esclarecido por Mariátegui desde el primer
indigenismo de Sabogal. 2.-) Reivindicación artística del indígena, entendido por el PCP-SL como
campesinado armado. 3.-) Aunque de manera relativa en algunas obras subversivas se puede observar cierto
grado de compenetración y entendimiento. (Suficiente proximidad)
63
Ceguera que fue generando una desviación ideológica que derivó en terribles matanza al campesinado:
Terrorismo. Ver: (Degregori, 2010, p. 33) (Degregori, Coronel, Ponciano del Pino y Orin Starn,1996)
64
“Muchas obras venían de las mismas comunidades, del campo…” Entrevista A1
65
Ver en capítulo II: “Tomar lo viejo para hacer lo nuevo”.
52
Ese año (1980-1982) se realizaban festividades que duraban alrededor de tres días. [...]
Entre los mandos se organizaban; cada comité llevaba alrededor de diez números (sketchs,
canciones, etc.) alusivos a la guerra popular. Un día eran los números, otro era el
campeonato deportivo. Al mediodía hacían un almuerzo; conocías gente de los otros
comités, ahí ibas conociendo más. Otras veces se organizaban nueve comités, y ahí venían
hasta del ejército [senderista]; todo para darle ánimo a la gente, para demostrarle que el
partido no era sólo guerra. Escuchaban todo tipo de música; incluso en las festividades,
fomentaban mucho el deporte. Incluso había premios a las mejores canciones. Una vez
ganó una serenata alusiva al Presidente Gonzalo, era bien bonita. (Manrique, 2007).
66
Según los estudios de Dynnik Ascencio, muchos simpatizantes o militantes del PCP-SL llenaron su falta de
estudio político doctrinal con actos de tipo simbólico (por ejemplo actos artísticos: conmemoración de
fechas importantes, rituales partidarios, etc.) (Ascencio, 2013)
53
ámbito cultural sino desde la esfera política67. De esa fórmula, se desprende toda la lógica
seguida en la producción artística subversiva. Esta interacción entre el arte y la política
conlleva, entre otros puntos, a considerar el trabajo estético como un medio para facilitar la
educación política. Esta característica, usada por el indigenismo del PCP-SL, se descubre
en las argumentaciones de los lingüistas Biondi y Zapata en su estudio sobre el discurso de
sendero: “permiten a este discurso trazar líneas muy marcadas, configurar dos mundos
opuestos y con ello… instruir al receptor a la opción por uno de esos mundos.” (Biondy,
Zapata, 1990, P. 65). Asimismo, si las “imágenes engendran conceptos, lo mismo que los
conceptos inspiran imágenes” (Mariátegui, 28 de junio de 1928) es obvio que el objetivo
educativo de la pintura subversiva apuntó a secundar concepciones políticas partidarias
relativas al rol del campesinado. El indigenismo subversivo fue muy consciente de la
importancia del arte como propaganda política. “El arte ayudó a extender y a reforzar
nuestra política partidaria”68
67
Entrevista A2. Cabe matizar esta afirmación, recordando el carácter político del arte indigenista producido
en el gobierno de Velasco Alvarado. Sin embargo, el arte del PCP-SL se singulariza en el adoctrinamiento
partidario estrictamente político como paso previo a la concepción netamente artística.
68
Entrevista A1
69
Ver: Capitulo II 2.7 Tomar lo viejo para hacer lo nuevo.
70
Para mayor detalle sobre el retablo subversivo ver: Capítulo III - 4.1 Introducción y contexto al Retablo del
ILA
54
Nota: se identifica la figura de Guzmán en lo alto del cerro observando la quema de ánforas de Chuschi en
1980. Forma antigua -tema nuevo
Otro punto a considerar del indigenismo subversivo se colige tanto del retablo
como de la piedra de huamanga arriba citados. Ambas expresiones en cuanto a temática se
refiere pasaron de representaciones religiosas y cotidianas71 al de la lucha armada. Este
cambio de temática no significó, necesariamente, la desaparición de creencias anteriores
(como el cristianismo andino). En realidad, en el indigenismo subversivo se encuentran
conjugadas creencias marxistas y credos andinos – católicos, etc. Gonzalo Portocarrero al
estudiar la creencia ideológica y subjetiva de un profesor ayacuchano simpatizante al
senderismo en relación a su creencia en los Pishtacos (personaje foráneo-explotador, letal y
malvado… seres malignos) explica lo siguiente:
¿qué clase de marxismo es ese que resulta compatible con la creencia en pishtacos y,
además, con ver en el presente lo que existió en el pasado?” más adelante continúa
diciendo que se “…trata de comprender una mentalidad donde coexisten ideas que, a
primera vista, parecen irreconciliables. La creencia en los pishtacos es muy anterior al
marxismo, pero prepara su aceptación, en tanto dicha creencia supone un mundo polarizado
entre buenos y malos. Y, de otro lado, el marxismo modifica la creencia tradicional, pues,
gracias a su influencia, el mito se recicla en nuevas versiones, como aquella que señala que
los pishtacos son contratados por empresas extranjeras o por el gobierno para sacarle la
grasa a la gente pobre y venderla al primer mundo. (Portocarrero, 2014, p. 2012)
71
Para un recuento histórico del retablo ayacuchano ver: (Degregori, (coord.) nov. 1992).
55
72
Ver: capítulo III: Retablo del ILA
56
CAPÍTULO II.
Referentes teóricos del arte del PCP-SL: José Carlos Mariátegui y Mao
Zedong.
73
“Hemos leído bastante el artista y la época de Mariátegui para hacer pinturas.”. Entrevistado A1. Este
capítulo plantea, a partir de las entrevistas, profundizar los referentes teóricos del arte subversivo, dos a
saber: Mariátegui y Mao.
74
El concepto se refiere a una continuidad o constante histórica de cambio maximalista que pasa dinámica e
históricamente de la política al arte y viceversa. Ver: (Rénique, 30 de agosto de 2009), (Rénique, 2015).
75
Esta frase viene del periódico mural que realizaba el FER. (Frente de estudiantes revolucionario) un
núcleo influenciado por el Comité Regional "J.C. Mariátegui" liderado por Abimael Guzmán en Ayacucho en
la década de los setenta.
57
El gran artista no fue nunca apolítico. No fue apolítico el Dante... No lo fue Víctor Hugo...
No lo es Máximo Gorki. El artista que no siente las agitaciones, las inquietudes, las ansias
de su pueblo y de su época, es un artista de sensibilidad mediocre, de comprensión
anémica.78
76
Ver: (PCP, octubre de 1975).
77
Ver: Periódico “El Diario” 1987-1992.
78
Esta cita de Mariátegui fue dicha de memoria en una entrevista por un artista subversivo. Para una
ampliación del tema ver: (Mariátegui, 3 de agosto de 1921).
79
Ver en el capítulo III: El mito socialista en el arte del PCP-SL
80
“tenemos como ejemplo la propaganda social que hizo Mariátegui del indigenismo en su revista Amauta;
el arte nunca se desliga de lo social y de lo político” entrevistado A2. Para algunos alcances sobre el tema de
Mariátegui y su relación con la estética, lo político y lo social ver: (Castro, en Portocarrero, Cáceres, Tapia,
1995). Sobre el problema del Arte y la política desde el marxismo ver: (Sánchez, 1980 p.256).
81
“Me preguntas sobre un referente artístico nacional, nuestro, bueno el indigenismo del Amauta”
Entrevistado A2.
58
82
Estos referentes visuales llegaron virtualmente a fomentar “Entre los artistas populares del PCP-SL… el
llamado “Arte de Nuevo Tipo”. Se trata de la creación de un arte que tenga carácter de clase y se ponga al
servicio del pueblo, que en el contenido lleve un mensaje aleccionador y que guíe a las propuestas
revolucionarias. Esta propuesta no es espontánea de los artistas populares pues recibe una fuerte influencia de
José Carlos Mariátegui y de la Revolución Cultural China”. Ver: (Valenzuela, 2009. p. 120).
83
Entrevistados A1, A2, A3, A4, A5. Al respecto los militantes del PCP-SL alcanzaron al autor un
documento del PCCH sobre la mezcla del “realismo revolucionario con el romanticismo revolucionario”.
Ver: Compañía de Opera de Pekín de Shangai. (1969) Esforzarse por crear brillantes imágenes de héroes
proletarios.” N° 11
59
84
Sin embargo: “Pese a que se suele caracterizar a los simpatizantes del PCP como un manojo de
provincianos resentidos y robotizados por consignas inmutables, el background cultural de estos grupos era
de lo más diverso: Iba desde intérpretes de rock subterráneo (la tardía llegada del movimiento punk a Lima)
hasta convencidos y expertos folcloristas, desde defensores de Brecht hasta seguidores de Grotowski (quienes
consideraban al anterior, caduco), desde indigenistas autodidactas hasta jóvenes intelectuales bragados de
Kafka o Zhiga Vertov. Como paradigmas de este arco podemos mencionar a nombres mayores como Víctor
Zavala Cataño (dramaturgo especializado en teatro campesino) o Miguel Gutiérrez (novelista de fuerte
acervo cosmopolita), ambos confesos valedores de la guerrilla maoísta, con mayor o menor integración
orgánica en la misma.” (Garvich, en Cox 2004, p. 187).
60
“Amauta”, más precisamente el propio Mariátegui, acogió todas estas ideas bajo el manto
unificador del “revolucionarismo”, detectando en cada manifestación –fuera esta
indigenista, surrealista o simplemente de buen nivel87- una faceta progresista, asimilando de
esta manera todo el fermento cultural e intelectual de aquellos años a sus propias
posiciones. (Lauer, 1976, P. 86).
85
“A pesar de que, como veremos, las concepciones Mariáteguianas acerca del arte y la sociedad fueron
fragmentarias, su mirada frente al realismo preservó y desarrolló el costado crítico del marxismo. Además, se
nutrió de la discusión estética en la vanguardia peruana. Mariátegui formuló su propia crítica al realismo,
postuló la fecundidad de la fantasía y se constituyó en un exponente de la recepción peruana del
surrealismo.” Ver: (Beigel, p. 51).
86
Hay que tener en cuenta, para matizar el juicio, las opiniones post detención de Abimael Guzmán sobre el
arte de vanguardia: “Es cierto que en este siglo, por la década de los 20, se expresó un significativo
movimiento que implicó un cuestionamiento del arte clásico en la pintura, en la poesía, y hay cosas
maravillosas, pero no podemos aceptar ni la negación de lo clásico, ni la promoción de su arte elitista
imperialista. Esta época rompe en los 20 con la rigidez, con los moldes habidos para crear nuevas formas y
eso es positivo; de acuerdo, pero en contra del desarrollo político, social, cultural, artístico de Grecia o Roma,
es que enarbola el irracionalismo; aquí está lo monstruoso, por eso cuestiona el arte clásico y pone por las
nubes el arte antiguo: anterior a Grecia y Roma, que son las formas sociales más desarrolladas de occidente”.
(Guzmán, 1994-1995). Recuperado en: http://www.bandera-roja.com/ptegonzalo_94_95.htm
87
En su reflexión cultural, Mariátegui destacaba las obras en sus partes más logradas y trascendentes. Su
crítica convergente, le exigía analizar manifestaciones culturales que, pese a estar fuera de la reflexión
socialista, tenían una gran calidad.
88
Debatiendo con Luis Alberto Sánchez Mariátegui diría: “En el terreno puramente artístico, literario y
científico, aceptamos la colaboración da artistas, literatos, técnicos, considerando sólo su mérito respectivo, si
no tienen una posición militante en otro campo ideológico. Pero preferimos y distinguimos, por supuesto, la
de los artistas y escritores que están integralmente en nuestra misma dirección. La presencia subsidiaria, o
sólo episódica, de un intelectual sin posición combatiente, en esta revista, no representa una prueba contra su
espíritu, porque para afirmar y definir éste existen pruebas mucho más numerosas y fehacientes. Podemos
usarla, por ejemplo, como reactivo. "Amauta" tiene demasiada personalidad para inquietarse por la fortuita
presencia de una idea o un sentimiento heterodoxos en sus páginas.” (Aquézolo, 1975, p. 92)
61
Durante los años de 1971 y 1972, el PCP-SL realiza un estudio sistemático de las
obras del Amauta y crea el Centro de Trabajo Intelectual Mariátegui (CTIM). En el CTIM
se estudia exhaustivamente la obra del Mariátegui (Degregori, 2007, p.163, 165) a través
de diversos esquemas orientativos, algunos referidos al arte: “El materialismo dialéctico:
El marxismo y su desarrollo. Base y superestructura. Arte y literatura. Materialismo
histórico: el marxismo-leninismo y su aplicación a la realidad concreta. Dogma.”90
89
Entrevistado A3. Con respecto a la idea citada por el artista subversivo Mariátegui diría que: “Este
indigenismo, que está sólo en un periodo de germinación… podría ser comparado, salvadas todas las
diferencias de tiempo y espacio, al “mujikismo” de la literatura rusa pre-revolucionaria. El “mujikismo” tuvo
parentesco estrecho con la primera fase de la agitación social en la cual se preparó e incubó la revolución
rusa.” En: (Aquezolo, 1976, p. 32).
90
Ver: Anónimo. (S/F) Esquemas de estudio de Mariátegui. Recuperado en: http://www.Mariátegui.eu/
91
“El trabajo artístico del partido capta la idea de Mariátegui sobre la reivindicación del campesino para la
construcción del socialismo .” Entrevistado A3.
62
Figura 17
92
El rol del campesinado para Mariátegui es revolucionario, a la vez que basamento del partido socialista
fundado por él. Para Mariátegui la primera tarea socialista en el Perú era la liquidación de la feudalidad.
(Mariátegui, 11 de marzo de 1927) Es decir, el interés por el campesinado es estructural y atraviesa todo su
ideario. Mariátegui aporta al socialismo peruano precisamente cuando “descubre” el “drama” campesino y
plasma sus tareas. La peruanización del Perú, como rezaba la genial frase, peruanizó también el ideario
socialista.
93
En: (PCP, agosto de 1976). Recuperado en: http://www.cedema.org/ver.php?id=625. El entrevistado A4
dijo al respecto: “Hay un documento del partido que habla sobre Mariátegui y la organización del campesino,
ese documento claro que lo recordamos y lo tenemos en cuenta en nuestro trabajo artístico”
63
Mariátegui, con su célebre escrito “El Problema del indio” revoluciona una serie de
reflexiones sociales que repercuten vigorosamente en la escena artística local,
específicamente en las obras indigenistas de su tiempo94 (Palacios, 2009, p. 241). En la
interesante polémica del indigenismo (1927), realizada entre José Carlos Mariátegui y Luis
Alberto Sánchez, (Aquezolo, 1987) el Amauta define y aclara el concepto de indigenismo
en relación con el socialismo95. Fernanda Beigel, una estudiosa de la estética política de
Mariátegui, nos explica que el
Todos estos emprendimientos coincidían en señalar que el único camino para cambiar la
mirada estética… se alojaba en una transformación social de mayor envergadura,
94
Es el caso específico de su estrecha relación con el padre del indigenismo José Sabogal. Mariátegui no sólo
influye en la obra de Sabogal, sino que también el pintor es de gran influencia para el Amauta. Recordemos
que fue bajo su influencia que Mariátegui le llamó “Amauta” y no “Vanguardia” a su insuperada revista.
95
“Confieso haber llegado a la comprensión, al entendimiento del valor y sentido de lo indígena (…) por el
camino – a la vez intelectual, sentimental y práctico- del socialismo” (Mariátegui, 25 de febrero de 1927).
96
(Mariátegui, 25 de febrero de 1927) “Más que plantearlo como un indigenismo revolucionario,
simplemente nos influye de Mariátegui su apoyo al arte indigenismo que él quiso atraerlo a la revolución. A
Sabogal creo.” Entrevistado A5
97
Ver: Capitulo I Amauta y Sabogal.
64
98
Entrevista a Fernanda Beigel. (20 de junio de 2004) Recuperado en:
http://www.losandes.com.ar/notas/2004/6/20/cultura-114171.asp Sobre el punto, algunos artistas subversivos
manifestaron que “nosotros consideramos que la imagen indigenista es limitada, pero en su momento estuvo
bien, nosotros creemos la hemos desarrollado porque la imagen del campesino armado representa mejor la
guerra popular, la revolución” Entrevistado A5.
99
Entrevistado A7.
100
Entrevistado A7
101
Entrevistado A7
65
indigenismo), sino uno hecho por los mismos campesinos.102. Se indica también que estos
trabajos artísticos tuvieron cómo referente iconográfico imágenes reales de campesinos
armados, más que reproducciones de cuadros indigenistas103. Dentro de los trabajos
artísticos elaborados por artistas subversivos destacan los que componen una mezcla de
pintura y trabajo manual: retablos, canastas de mimbre, pinturas con trabajo hilado, tablas
de Sarhua, etc., que “llegaban desde todas las provincias, regiones.”104 Asimismo, es
importante repetir que el arte del PCP-SL resolvería el problema planteado por Mariátegui
entre arte indigenista y arte de indígena. Pues los hacedores del arte son los mismos
campesinos.
Para Mariátegui el arte realizado por José Sabogal y su grupo, era un arte
indigenista y no de indígenas. Sólo el arte realizado por los propios indígenas produciría un
arte más cercano a su mundo subjetivo. En síntesis, se postula que el arte popular del PCP-
SL, desarrollado en las zonas rurales y producidos por campesinos-subversivos, cesan y
quizás resuelven la crítica de exterioridad planteada por Mariátegui.105 En último término,
se postula que la imagen del “indio” del indigenismo revolucionario de Mariátegui se
desarrolla con el campesino armado senderista, conclusión última del ingreso del “indio” al
proyecto socialista planteado por Mariátegui.
Finalmente, hay que precisar que los referentes ideológicos de los artistas
subversivos fueron principalmente los documentos del partido sobre José Carlos
Mariátegui y algunos escritos del Amauta sobre el tema, más que las pinturas indigenistas
proyectadas en la revista Amauta.
102
Fueron artesanos - campesino los que produjeron muchas obras artísticas donadas al PCP-SL. Entrevista
A3.
103
“yo pinté campesinos armados cuando estuve en Ayacucho, luego estudié y conocí las imágenes del
indigenismo de Sabogal, por ejemplo, etc.” Entrevistado A7
104
Entrevistado A7
105
Ver: capítulo I.
66
Aunque derrocada, la burguesía todavía trata de valerse de las viejas ideas, cultura,
hábitos y costumbres de las clases explotadoras para corromper a las masas
y conquistar la mente del pueblo en su esfuerzo por restaurar su poder.
Mao Zedong.
El PCP-SL afirma que uno de sus más altos aportes a la doctrina socialista es haber
situado al Maoísmo como “nueva, tercera y superior etapa del marxismo”. (Guzmán, 1988)
De este hecho deriva el gran prestigio que tuvieron, entre sus filas, los escritos de Mao
Zedong sobre el arte: “Uno de los textos más leído sobre arte entre nosotros fue “El foro de
Yenan de Mao.”106 En efecto, las ideas de Mao sobre el arte expuestas en “El foro de
Yenan” se configuran como un clásico en el sub-campo estético de la insurgencia peruana.
A continuación, se estudia el referido documento (Zedong, 1942) elaborado por el
máximo dirigente chino. En primer lugar, hay que advertir que este escrito se plasmó en
medio de un frente anti japonés, conformado por el Partido Comunista Chino (PCCH) y el
Kuomintang107. Este frente tuvo como objetivo principal, expulsar del territorio chino al
ejército japonés. Asimismo, el PCCH desarrolló otras tareas. Una de las cuales fue
desenvolver un trabajo político específico en el arte, apuntando a ganar militantes y
106
Entrevistado A6.
107
El Kuomintang o Partido Nacionalista Chino es un partido que nació después la Revolución de
Xinhai de 1911, que destronó a última dinastía Qing. El Kuomintang hizo alianza con los comunistas chinos
hasta su ruptura en 1927. Ver: (Fernández, 2001)
67
engrosar sus filas para la revolución China. Justamente, esta parte del trabajo estudia las
ideas principales del foro que más influencia tuvo en los artistas del PCP-SL. Referentes
teóricos que con cierta regularidad iban dirigiendo la producción visual senderista. Sin
embargo, cabe explicar, que esta parte de la investigación solo presenta las ideas del foro
que con mayor constancia circularon entre los artistas y cuadros encargados de realizar y
sancionar las obras visuales. Finalmente, si bien el foro fue un texto muy comentado, su
comprensión fue principalmente práctica y relacionada siempre con la guerra. “Yo, y te
diría que la mayoría, íbamos interiorizando el foro poco a poco en la práctica, más que en
la teoría.”108
yo no digo que los dirigentes deben ser altamente ilustrados, no creo en eso, creo que
primero que nada deben tener posición de clase que estén del lado del pueblo, porque si
están del lado de ellos, de su posición, sienten como ellos, tienen su voluntad, quieren lo
que ellos quieren y piensan como piensan ellos….112
111
Entrevistado A7.
112
Entrevista a Abimael Guzmán I en el SIN: (Aprox. setiembre de1992-A).
http://www.youtube.com/watch?v=nLquH4sozkY Minuto 40:30
113
La figura 20 propone una metáfora devenida de la relación entre el sol rojo omnipotente y la actitud
desbordante de los campesinos marchantes. Este dialogo se instrumenta especialmente por el efecto
omnívoro de las potentes radiaciones del sol rojo que envuelve hasta lo más íntimo de toda la escena.
70
Para Mao, igual que para el PCP-SL114, el pueblo posee también muchos defectos.
Si a los enemigos del PCCH había que denunciarlos y criticarlos implacablemente; a los
camaradas, amigos y pueblo en general, había que educarlos y ayudarles a superar errores
para que ellos mismos sean capaces de corregirlos:
El pueblo también tiene defectos. En las filas del proletariado, aún hay muchos que
conservan ideas pequeño burguesas, y tanto los campesinos como la pequeña burguesía
urbana tienen ideas atrasadas; esto constituye un lastre en su lucha. Debemos educarles y
ayudarles, pacientemente y por un largo período, para que se desprendan de ese lastre y
luchen contra sus propios defectos y errores, de suerte que puedan avanzar a grandes
pasos… Nuestras obras deben ayudarles a unirse, a progresar y a llevar adelante su lucha
con una sola voluntad, a desechar lo atrasado y desarrollar lo revolucionario, y en ningún
caso lo contrario. (Zedong, 1942)
En 1989, dos lingüistas proponen que el mensaje textual, oral y visual del PCP-SL
había logrado constituirse en una suerte de contra-texto educativo, vale decir, en un
114
Sin embargo hay que considerar que el PCP-SL en el ámbito político y militar en lugar de educar
pacientemente al campesinado para ganárselo, desarrollo un método autoritario, vertical y de eliminación
física en el campo. Ver: (Degregori, 1996) Recuperado en:
http://archivo.iep.pe/textos/DDT/laderrotadesendero.pdf
71
discurso alternativo frente a una educación oficial ausente: “de allí que esta aproximación a
SL, como sistema alternativo de educación nos lleve a considerarlo como un sistema sano
frente a la patología del sistema oficial. Con todas las implicaciones que ello conlleva.”
(Biondi y Zapata, 1989, P. 43) Estos modos educativos son expresados, según los autores,
mediante la elaboración de grafitis o trabajos visuales:
115
Entrevistado A2
72
Un punto muy importante que Mao reitera está referida a la orientación que deben
tener las obras producidas por los artistas del partido: “¿Para quiénes se producen las obras
artísticas y literarias?”. La respuesta, esbozada por Mao, indica que las obras deben estar
dirigidas para los “obreros, campesinos, soldados y cuadros.” (Zedong, 1942) Aquí surge
una interesante crítica. Mao observa que muchos trabajos artísticos no pudieron captar
sincera y profundamente los sentimientos del pueblo. Este problema, explica Mao, es
debido a la falta de inmersión de los artistas en el seno de la población. La consecuencia
directa de este divorcio crea que los artistas se pretendan ““héroes sin escenario donde
realizar sus proezas"”, por eso “las masas no aprecian la conversación altisonante de
ustedes”. De igual manera advertía que si los artistas “quieren que las masa los entienda y
si desean transformarse en parte de ellas, tendrán que decidirse a emprender un largo y
penoso proceso de reeducación.” (Zedong, 1942) Los escritos del PCP-SL recalcan mucho
la necesidad de fundirse con las masas para poder conocerlas a fondo y transformar el
espíritu pequeño burgués en uno proletario. En los hechos hay historias que confirman,
pero también que niegan esta máxima maoísta. Empero, la pregunta clave es la siguiente:
¿El arte y los artistas subversivo del PCP-SL llegaron a reflejar en sus obras una
comprensión profunda del campesino o del pueblo en general? Si bien existen disímiles
respuestas, se postula que a través del análisis de una obra artística subversiva se puede
precisar el nivel de cercanía que tuvo la organización para comprender el mundo espiritual
del pueblo.
116
Según el PCP-SL es la aplicación de la ideología marxista a la realidad específica peruana.
73
una concepción burguesa que centraba en el individuo (Abimael Guzmán) como eje
histórico, fue llevando a la organización a la derrota. En realidad, la imagen refleja la
fantasía que tuvo la dirección al imponer el equilibrio estratégico. (Concepto que debió
reflejar una paridad real de las fuerzas militares del PCP-SL con las del estado peruano.)
Produciéndose así una obra tergiversadora de la realidad, por lo tanto no para el pueblo,
sino para la adulación e individualismo del propio líder. Cabe resaltar la carga simbólica
que pudiera tener subconscientemente la imagen del sol y el rostro de Abimael en la
tradición cultural peruana específicamente andina. 117 (Figura 22).
Mao vuelve a participar en las conclusiones del foro el 23 de mayo de 1942, ahí
sintetiza algunos de los puntos abordados durante todo el evento. El líder chino reitera que
al discutir cualquier problema se debe aplicar la teoría marxista del conocimiento (Zedong,
1971), es decir que se debe partir de los hechos y no de definiciones. “Del mismo modo
debemos proceder en nuestra presente discusión sobre el trabajo artístico y literario.”
(Zedong, 1942) Complementariamente, Mao analiza la escena nacional y la escena
internacional y refrenda la idea de un trabajo artístico para el pueblo. Para Mao las obras
de arte, al encontrarse bajo una influencia política determinada, llevan intrínsecamente la
117
Las imágenes que desean “santificarse” han usado desde la primera evangelización en el Perú (Estenssoro,
1998) iconos que poseían previamente una concepción sagrada. Es el caso de la relación premeditada, usada
como herramienta para ejercer influencia y dominar ideológicamente, entre el sol (Inti) y el dios del
cristianismo (Gisbert, 1994).
74
lucha de clases en su interior.118 En el Perú, las ideas sobre la lucha de clases y el arte
fueron asumidas como algo inherente al arte partidario: “la lucha de clases se representó en
la pintura principalmente a través de la guerra popular.”119 (Figura 23)
Para Mao, la lucha de clases no significó anular la capacidad crítica marxista para
rescatar elementos artísticos valiosos de otras clases sociales del pasado y del extranjero:
“Debemos recoger la rica herencia y las buenas tradiciones del arte y la literatura
que nos han legado las épocas pasadas de China y del extranjero, pero el objetivo será
siempre servir a las grandes masas populares. No nos negamos a utilizar las formas
artísticas y literarias del pasado, pero en nuestras manos, estas viejas formas, remodeladas
y con un nuevo contenido, se convierten en algo revolucionario al servicio del pueblo.”
(Zedong, 1942, p 76)
De igual manera, esta característica del trabajo visual estuvo presente, con
elementos más o menos logrados en el arte del PCP-SL. El arte partidario transformaba las
letras de las canciones andinas y criollas, vinculadas a las clases dominantes, y les
imprimía mensajes partidarios. (Agúero, 2012, P. 14,16) Otro caso similar, es el trabajo de
118
“El presidente Mao enseña bien claro que el arte debe servir a profundizar la guerra popular y ésta no es
más que la lucha de clases en el más alto nivel” Entrevistado A7.
119
Entrevista do A6.
75
(…) por eso, para nosotros la elevación se basa en la popularización, mientras que la
popularización es guiada por la elevación. Precisamente por esta razón, lejos de constituir
un obstáculo para la elevación, la popularización de que hablamos proporciona una base
120
Asimismo, se hacía mucho trabajo artístico en el campo. ““Había muchas artesanías que venía del campo,
presentes para el presidente o para conmemorar fechas importantes del partido, etc.” entrevistado A4
121
Para especificar el punto ver: “El indigenismo subversivo” Capitulo I.
76
para la elevación que realizamos ahora en escala limitada, y prepara las condiciones
necesarias para elevar en una escala mucho mayor en el futuro. (Zedong, 1942)
122
Sobre el punto un miembro del PCP-SL argumenta: “El arte debe ser sencillo, con un mensaje que el
pueblo entienda y comprenda. Poco a poco se debe ir elevando el nivel para educar más al pueblo”
Entrevistado A3.
77
Con todo, Mao Zedong resume las ideas de elevación y popularización resaltando
la importancia de ambas en el quehacer artístico partidario. Asimismo, recalca que estas
ideas deben de estar siempre en contacto permanente con la fuente principal del artista
comunista: la vida del pueblo. Finalmente, las figuras 25 y 26 representan las ideas de
popularización (Fig. 25) y elevación (Fig. 26). En el caso de la pintura, tiene el carácter de
elevación debido a que este trabajo tiene el respaldo de haberse encontrado en un museo
senderista, incluso “admirados por la dirección”. En cambio, la figura 25 tiene un carácter
divulgador fruto de la producción masiva y simpleza casi didáctica de su composición
estética. Todo ello dirigido, en último término, a grandes sectores sociales donde el PCP-
SL buscaba influenciar y desarrollar sus objetivos políticos culturales acordes a sus
necesidades bélicas.
CAPITULO III:
Análisis de las dos obras escogidas
Este apartado brinda, en los subcapítulos que van desde el 3.1 al 3.4, características
más detalladas y próximas del arte subversivo. Siendo la más importante de ellas la que
aborda el mito socialista en el arte del PCP-SL. Asimismo, los siguientes subcapítulos son
conceptualizados bajo marcos artísticos interpretativos que, en correlación con el carácter
político del arte subversivo, intentan una rigurosa lectura múltiple y abarcadora de las dos
obras analizadas.
123
“La primera operación de inteligencia del GEIN lleva el nombre de “ISA” por una terrorista cuyo
verdadero nombre era Judith Díaz Contreras, la misma que se ufanó en una escuela popular diciendo que "la
táctica del partido es superior a la técnica de la DINCOTE”, después de haber sido liberada de la Dirección
Contra el Terrorismo por falta de pruebas. Era el año de 1985 y todavía no se había creado el Grupo Especial
de Inteligencia (GEIN) que aparece en los inicios de 1990.” Ver: (Jiménez, 2 de junio 2012).
124
Transcripción del video “Operaciones del GEIN 1990” (Jiménez, 1990).
79
La primera habitación del segundo piso, era un pequeño museo donde se encontró: cuadros,
dibujos, afiches, croquis, planos y gráficos representando las primeras acciones de SL,…
mapas del Perú y objetos de artesanía alusivos a la guerra popular; regalos para el
presidente “Gonzalo" -la mayor cantidad de regalos era por su cumpleaños, el 3 de
diciembre que también era el día del Ejército Guerrillero Popular… Destacaban entre los
objetos, los botones de mando, algunos de plata, otros de bronce, con la hoz y el martillo,
con inscripciones como Ila-80, 1ra.Cía-3DIC, Somos los Iniciadores, 1ra. Escuela Militar.
Los botones constituían la más alta distinción que se le podía dar a un integrante de la
organización que había destacado en algún hecho meritorio. 56 banderolas, rojas, con la
hoz y el martillo, con anotaciones manuscritas, recordando fechas y eventos que los de SL
consideran históricas, donde incluso, aparecen la firma de Gonzalo, así como los
integrantes de los aparatos y comités, con fechas que fluctuaban entre 1980 y 1989, así
como cuadros recordatorios de estas fechas trascendentales. (Jiménez, B. octubre-2007).
128
Entrevista a Zavala Cataño. Estos murales quizás sean los descritos por el ingeniero Antonio Díaz
Martínez, muerto en el penal de Lurigancho en 1986: “Para entonces –octubre de 1985-, tras casi dos años de
prisión y el segundo encuentro cara a cara con la muerte, su testimonio transmite el inequívoco sello de la
mística partidaria: la prescindencia de la individualidad, la autoinmolación que se justifica en la
inevitabilidad de la victoria. El eco de un acto de transfiguración. Los murales del “Presidente Gonzalo” “han
sido intencionalmente destruidos como si se despedazara un mito” “cuando tirados boca abajo los 250
sobrevivientes, mientras los apaleaban y masacraban, empezaron a cantar nuestras canciones” demostrando
así que “sobre los escombros se levanta el sol”” Ver: (Rénique, 2003, p. 63, 64).
129
Entrevistado A1
130
Entrevistado A1
131
El Museo de la Dircote guarda celosamente, como trofeo de guerra, las obras senderistas. Su
ordenamiento, sistematización, cuidado, etc. han logrado la puesta en valor de estas piezas subversivas. La
han cargado consciente o inconscientemente (eso es lo de menos) de una relativa importancia en la historia
cultural peruana.
81
Nada más alejado de la concepción artística subversiva que el “arte por el arte”132.
Es decir, de una concepción artística ensimismada en la especificidad de la obra y alejada
de todas las interconexiones sociales y políticas que la envuelvan: “Nuestro arte no podía
ser abstracto ni individualista sino realista para servir al pueblo.”133
Una considerable producción del arte subversivo se elaboró bajo las normas
orgánicas del partido. La creación artística bajo la conducción de la estructura partidaria
senderista fue una característica importante en el arte del PCP-SL. De manera sucinta se
puede afirmar que la producción de los trabajos artísticos del PCP-SL fueron establecidos
por métodos de creación orgánica partidaria. Es decir, se discutía colectivamente la idea
temática establecida por los mandos, se realizaba propuestas y eran estos últimos quienes
134
definían. “Nos juntábamos un grupo de cinco o más personas que entre otras tareas
hacíamos arte, entonces bajaba la idea de la obra y nosotros después de discutir
arduamente sobre la obra, proponíamos con bocetos y esbozos. Pero era el mando quien
definía.”135
132
Según el diccionario filosófico soviético el arte por el arte tiene las siguientes características: “Sus fuentes
teóricas se remontan a la tesis de Kant sobre el desinterés del juicio estético por lo práctico… «carácter de fin
en sí mismo»… A la falaz consigna burguesa de la «independencia» de la literatura respecto a la sociedad y a
las falsas concepciones del «arte por el arte», los artistas soviéticos oponen sus principios ideológicos de
servicio a los intereses del pueblo y del comunismo.” Recuperado de:
http://www.filosofia.org/urss/dfa1959.htm
133
Entrevistado a A3.
134
Entrevista a A3. “Una vez se armó una gran discusión por definir si en el camino dibujado, por donde iba
el presidente, debía tener imágenes de piedras, algunos decían que se veían como obstáculos, etc.”
135
Entrevistado A2.
136
Entrevistado A2.
137
Entrevistado A4
82
En 1980 comienza otro capítulo de la violencia política en el Perú, una época sangrienta
que cobra las vidas de casi setenta mil personas y cambia para siempre las vidas de
millones de peruanos. Es realmente impresionante la producción cultural durante y después
de ese periodo. (Cox, 2004, p.7).
(…) un boom de trabajos en las ciencias sociales motivados por la agenda intelectual de
esos días. Las universidades fueron inundadas con monografías y, en menor medida, tesis
dedicadas al estudio del campesinado, la economía agraria, los movimientos sociales, las
clases sociales, etc. (Hinojosa en Stern, 1999 p. 79).
138
Entrevistado A3.
139
Entrevista a A3. Cabe anotar que, en la historia del arte, la especialización e individualización de las artes
vinieron de la mano con la aparición de una suerte de artista mágico. En efecto, según el historiador de arte
Hauser (Hauser, 1983), el poder adquirido por quien era capaz de representar las imágenes de la realidad para
luego darle su efecto, (por ejemplo, augurando una buena caza de mamuts), jugó un papel transcendente en la
especialización del arte en su historia.
140
Entrevista a A3.
141
Sobre la intensidad de la producción intelectual ver: (Torrejón, 27 de noviembre de 2011). Recuperado
en: http://www.youtube.com/watch?v=rYyGk2OLKbA minuto 07:03
142
Antes de su captura, Abimael Guzmán afirmaba que con la “guerra popular” en el Perú, se iniciaba la
ofensiva estratégica de la revolución Mundial. Luego de su detención esta idea será cambiada, y se
argumentará que la ofensiva empezó con la revolución cultural China, etc. Ver: “Asumir y combatir por la
nueva gran decisión y definición!” ¡Defender la vida del Partido! En: http://www.cedema.org/
83
143
Esta afirmación se basa en la siguiente opinión de Abimael Guzman: “El Partido tiene política en la
economía, en la política ¿y en la cultura? debe ser establecida por eso debe informarse y elevarse con
opiniones fundamentadas…” (Guzmán, 1994, p. 10).
144
Entrevista a Víctor Zavala Cataño. Dramaturgo del PCP-SL
84
Este mundo subjetivo, donde se asentó el arte partidario, fue construido por una fe
que deseaba edificar un mundo radicalmente distinto. Las ideas de Mariátegui sobre el arte
y el espíritu de una época pueden ayudar a entender ciertos rasgos del arte subversivo. En
este sentido, ¿es posible manifestar, según algunos criterios de José Carlos Mariátegui, que
en los primeros años el PCP-SL construyó una fe o creencia capaz de influir en su
quehacer artístico? Mariátegui al explicar didácticamente el origen de las adhesiones
humanas a determinadas creencias o ideologías escribió:
Debe reconocerse, que el PCP-SL, en sus primeros años, según lo arriba expuesto,
llegó a elevar su política ideológica al nivel de un sentimiento con ascendente religioso.
145
La guerra maoísta de la india usa grupos teatrales para llevar a diferentes pueblos el discurso oficial del
partido comunista de ese país. Ver: http://www.youtube.com/watch?v=dGrpvipyQTc minuto 9:05
146
Es el caso del teatro senderista. A través de él se captaba nuevos integrantes a la organización para
desarrollar su política partidaria. Ver: (Valenzuela, 2009). Otro caso relacionado fue el rock subterráneo y el
PCP-SL ver: http://www.youtube.com/watch?v=LiMFFOg3eGs
147
Ver en este mismo capítulo: Introducción y contexto a la “I escuela militar”.
85
El contexto inicial y previo al conflicto armado interno fue una de las etapas más
impregnadas de este contexto revolucionario (Manrique, 2002, P. 13, 34) la rápida
expansión del PCP-SL entre las comunidades ayacuchanas entre 1980 y 1982, su previo e
intenso trabajo en el campo148 y su cálculo político que previó la imposibilidad del ingreso
inmediato de las fuerzas armadas a Ayacucho149, hizo viable un constructo subjetivo
susceptible al trabajo artístico. En medio de este proceso, el arte subversivo empezó a
servir e idealizar el conflicto armado. Estos primeros hechos dieron la pauta de un arte al
servicio de las necesidades políticas coyunturales. He ahí una constante donde el arte
subversivo va a configurarse de acuerdo a hitos relevantes para el partido. Asimismo, se
puede afirmar que el objetivo último del arte del PCP-SL en este periodo, fue insuflar de fe
y esperanza a los militantes que enfrentaban el inicio de la guerra. Si bien en las pinturas
existió un acentuado fanatismo, poco esbozado artísticamente en los primeros momentos,
se constata también cómo el grado de convencimiento de los militantes de SL por el ideal
socialista triunfaba sobre, según la fórmula Weberiana, “el desencantamiento del mundo”.
Son ejemplos relevantes de estos años (1979-1980) las dos obras analizadas en este
capítulo. Además, en estos años se escribieron cuatro documentos de corte metafórico del
PCP-SL: “La nueva Bandera”, “tres capítulos de nuestra historia”, “Comenzamos a
derrumbar los muros y a desplegar la aurora”, y “Somos los iniciadores”.
148
“Entre 1980-1982 el PCP-SL había logrado conformar numerosos comités populares, «germen del Nuevo
Estado», que organizaba la vida social y económica de las comunidades y propagaban una economía
autárquica...” CVR, “1.1 El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso” Tomo II, (2003) p. 40
149
Ver: (Manrique, 2002. p. 86 y 87), (Degregori, 2010, p. 147).
86
Figura 27. Viva la lucha armada PCP- Figura 28. Conquistar el poder en todo el
SL país Cuadro del PCP-SL 1991. (pintura),
Afiche del PCP-SL 1981, Anónimo (1981) Anónimo (1991), obtenido el (20-11-2002) de
obtenido el (20-11-2002) de: (fuente Museo DIRCOTE
propia)
150
Para un análisis sobre la izquierda revolucionaria de los setentas ver: (Gorriti, p. 149, 150), (Manrique,
2002, p.13-32) (Mallon, y Hinostroza en Stern. 1999).
151
Ver: (Rénique, 2002), (Asencios, 5 de noviembre 2012).
152
“Si la desviación de Sendero… era innegable, evidenciando su alejamiento del ejemplo de Mariátegui; no
es menos cierto que en cuanto al aspecto de la iniciativa y resolución, es decir, en cuanto a que “la revolución
más que una idea, es un sentimiento”, sus militantes se desenvolvieron con singular iniciativa y especial
resolución…” Ver: (Vergara en Ibarra, 2010 p. 13). Dentro de esta línea interpretativa ver la reseña que hace
87
Meses antes que ella muriera, en la feria de Huancayo, modelo central de tantas otras ferias
pueblerinas, se vendían estatuillas de madera, con su imagen idealizada de guerrillera,
parada junto a un árbol en temprano retoño. Casi una Diana Cazadora, acabada
ambigüedad de fertilidad y de guerra. (Gorriti, 1990, P. 362).
En 1981, el alcalde de Huamanga llegó a solicitar que se decrete la ley seca para los
policías ante los diversos escándalos por embriaguez. Mientras el desprestigio crecía, las
columnas del PCP Sendero Luminoso, con apariciones fugaces en las que derribaron torres
y dinamitaron locales de autoridades poco respetadas, ganaron una imagen de limpieza,
orden y cierto heroísmo romántico. El ataque a la cárcel de Huamanga en marzo de 1982,
donde el PCP-SL logró la liberación de más de 200 detenidos (entre sus militantes y los
presos comunes), lo revistió de un heroísmo romántico; en tanto que la venganza de la
Guardia Republicana, al asesinar a sangre fría a tres subversivos que se hallaban en el
hospital, colaboraron al desprestigio de las fuerzas del orden. (CVR, 2003).
Este mundo subjetivo creado por esta convulsa realidad bélica y pre-bélica va
configurando una de las proposiciones hechas por Mariátegui sobre la emoción religiosa y
la emoción revolucionaria. El filósofo trotskista Michael Löwy, en un interesante estudio
sobre la relación entre el marxismo y la religión, considera que: “La idea de que existe un
campo entre el espíritu revolucionario y la religión ya ha sido sugerida… por el peruano
José Carlos Mariátegui, el marxista latinoamericano más original y creativo.” (Löwy, M.
2006). Una de las ideas más importantes vertidas por el Amauta sobre este tópico se
encuentran sintetizada en la siguiente pregunta: “¿Acaso, la emoción revolucionaria es una
emoción religiosa?” (Mariátegui, 1925b) Asimismo, cabe citar, dada la caracterización
maoísta del PCP-SL, que “En las conversaciones con Malraux, Mao dice: “La revolución
es un drama pasional. No hemos atraído al pueblo apelando a la razón, sino desarrollando
José Luis Rénique sobre el estudio de Ricardo Caro. (Comunidad, gremio y liderazgo campesino en los
orígenes de Sendero Luminoso en Huancavelica). (Rénique, 2015, p. 190).
88
Esta emoción la podemos hallar, a veces exagerada, en los trabajos artísticos del
PCP-SL. En general, el arte partidario trataba de encantar la realidad y crear una nueva
sensibilidad entre sus militantes. Efectivamente, el trabajo estético del PCP-SL ayudó a
insuflar de fe el mundo subjetivo del militante insurrecto. A través de esta emoción
religiosa153, fue llamado a “vivir peligrosamente” (Mariátegui, 9 de enero de 1925),
llevando la “vida en la punta de los dedos”154. El inicio de la guerra interna revitalizó un
sentido de realización suprema del mito socialistas entre militantes y simpatizantes
partidarios. El estilo épico y heroico del arte subversivo proviene de la seguridad y el
convencimiento de quienes creían vivir “una revolución en marcha”. No existe
manifestación visual subversiva que en esencia no posea esta característica emotiva y
sentimental.
Entre las artes populares del Perú, el retablo ayacuchano ha ocupado un lugar
especial. En 1975, la entrega del premio nacional de cultura al retablista ayacuchano Don
Joaquín Lopez Antay desató una fuerte polémica entre artistas, críticos de arte, y personas
afines a la reflexión cultural. Esta polémica reveló ideas discriminatorias vigentes en ese
contexto: “el artesano expresa la mitología elemental de la masa indiferenciada: el artista
expresa el mensaje recogido de lo hondo del alma humana, como valor absoluto de sí” 155.
Lo cierto es que el retablo siempre ha tenido la capacidad de reflejar, como en esta
controversia, el espíritu de una época.
Los retablos, en su rico proceso cultural, han sido depositarios de un alto valor
religioso. Los antecedentes más remotos del Retablo Ayacuchano en el Perú parecen
encontrarse en las llamadas Cajas de Santero. Probablemente traídas en el siglo XVI por
“los primeros religiosos que acompañaron a los conquistadores españoles” (Rivas, 10 de
diciembre 1992). Las Cajas de Santero fueron parte de las expresiones del arte religioso
popular hispano. Estas obras artísticas eran una suerte de pequeño altar móvil que
153
“Alan García, en la clausura del VI Congreso de la Juventud Aprista, en Ayacucho, (1988) dijo: “Yo
digo, compañeros, que ojalá nuestra presencia en Ayacucho sirva para entender esto que es lo fundamental.
Éstos tienen mística, nosotros tenemos mucha sensualidad…” (Roldan, 2011 p. 106,107).
154
Ver: (Leonardini, Lima 2004).
155
(Ugarte en Castrillón, 2001, p.141).
89
Para la cuarta década del siglo XX, los Cajones de San Marcos van a tener una
drástica disminución productiva. Entre uno de los agentes de cambio y condicionantes para
esta difícil situación se encuentra la “modernización acelerada por el agresivo programa de
carreteras iniciado durante el gobierno de Leguía.” (Macera, 28 de agosto del 2008). En
consecuencia, para 1940 la producción de Cajones de San Marcos en Ayacucho, entra en
crisis. En ese contexto, intelectuales limeños de la corriente indigenista (Elvira Luza y las
hermanas Celia y Alicia Bustamante156) van a evitar la desaparición (léase «rescate» o
«recopilación») de estas expresiones artísticas proponiendo temas nuevos, actualizados al
nuevo contexto y gustos del creciente circuito comercial artístico. Estos cambios sugeridos
van a ser plasmados en la obra de Don Joaquín López Antay. Quien amplió la temática
religiosa e introdujo temáticas costumbristas: danzas tradicionales, escenas rurales, etc. En
relación a ello José María Arguedas dijo:
Tal proceso y audacia se hicieron posibles por la conquista del retablo sobre el mercado
urbano, por la creciente y luego francamente exigente demanda de los intermediarios,
mestizos primero y hasta extranjeros hoy. El renacimiento del retablo, la transformación
del “San Marcos” estereotipado, por el prodigioso mundo del retablo profano fue obra de
Don Joaquín López; él no solamente quiso hacerlo, sino que pudo hacerlo, y tal manera,
que realizó el milagro artístico de que en tan peligrosa transformación la obra no solamente
no perdió su valor estético, sino que fue convirtiéndose además en una pieza documental
etnografía” (Arguedas, 30 de diciembre de 1962).
Es con Don Joaquín López Antay que se llega plenamente al moderno retablo
ayacuchano y al inicio de infinitas variantes. Una de estas variantes, considerada como
nueva etapa en la historia del retablo, se configura en torno a la década de los setenta con
156
“Alicia Bustamante viajó a Ayacucho por primera vez en 1937. Sobre la fecha de su segundo viaje
existe un desacuerdo: Arguedas (1958, p. 149) sostiene que el viaje se realizó en 1943 pero para
Mendizábal el texto de Arguedas presenta un error de escritura. El afirma que Bustamante viajó a
Ayacucho por segunda vez en 1941 (Mendizábal en Ulfe, 2009).
90
temas de interés político e histórico (Ulfe, 2009). Posteriormente, los tópicos van a ir
reflejando los difíciles años de la violencia política, la inmigración de los campesinos a las
ciudades de la costa peruana, etc.
Desde sus iniciales manifestaciones, los retablos nunca han dejado de comunicar un
frondoso concurso de sentimientos de la vida nacional. Quizás uno de los sentimientos más
arraigados en estas manifestaciones sean los temas relativos a la religión. El asunto
religioso expresado en los retablos, dicho sea de paso presente en el indigenismo
subversivo,157 no desaparece con la mayor inserción de éste dentro del mercado capitalista.
158
(La religión en el capitalismo se reencarna en las creencias del éxito económico o para
expresarlo en palabras de Mariátegui en las “supersticiones burguesas” (Mariátegui, 22 de
mayo de 1925.). Por ejemplo, cuando el Cajón de San Marcos se convierte en retablo se
produce un nuevo ritual que refleja un cambio en el aspecto de su comercialización
económica. Aunque simple y desapercibido (naturalizado) el siguiente relato simboliza y
visualiza el ingreso de este arte ayacuchano al sistema económico capitalista e
individualista: “… a partir de este momento el artista puede firmar su obra fijando su
autoría intelectual y artística para competir en el mercado”. (Ulfe, 2009). Asimismo,
sucede con el Retablo subversivo ILA. La religión muda hacia una creencia socialista. De
esta manera, el mito religioso, que en el siglo XX con Mariátegui se entremezcló con el
mito socialista y compitió con el mito del progreso y con la moralidad del éxito capitalista,
adquiere nuevos fueros estéticos. Más, este nuevo tipo de religión implantado por
Mariátegui, sufre insalvables tergiversaciones en las creencias senderistas reflejadas
también en su arte.
157
Ver capítulo I El indigenismo subversivo.
158
“Como señala Weber, la modernidad intenta laicizar la potente mitología cristiana (Weber, 2003). El mito
de la providencia es (parcialmente) sustituido por el mito del progreso. Entonces, no es que la historia no
tenga una dirección y un sentido. Pero ocurre que su fundamento es la perfectibilidad de la criatura humana,
mientras que su sentido no es otro que el constante mejoramiento de la vida. El desarrollo humano, diríamos
ahora. De manera análoga, el mito del éxito tiende a competir, a desplazar o en todo caso, a complementar al
mito de la salvación. La felicidad es una expectativa legítima” (Portocarrero, 2012, p. 55).
159
Para ver la búsqueda de la fusión entre lo tradicional y lo “nuevo” ver: capítulo II 2.7 Tomar lo viejo para
hacer lo nuevo.
91
160
Por ejemplo: La importancia del guarango radica en su utilidad y en el significado mágico que representa.
Lo primero, porque en él se cura al ganado cuando enferman del hígado…” (Andazabal 2007, p. 34).
92
Nosotros comprendemos la historia del Partido en tres partes correlativas con los tres
momentos de la sociedad peruana contemporánea. El primer momento, la primera parte, la
Constitución del Partido. En ella hemos tenido la suerte de contar con José Carlos
Mariátegui, un marxista-leninista a carta cabal, pero Mariátegui, como tenía que ser, fue
combatido en vida, fue negado, se abandonó su línea y nunca se cumplió con el Congreso
de Constitución que él dejara como tarea pendiente pues el congreso que le llaman de
constitución aprobó -como bien sabemos- la llamada línea de "unidad nacional" totalmente
opuesta a las tesis de Mariátegui; así el Partido va a ir despeñándose en el oportunismo,
sufre la influencia del browderismo161 al cual está ligado Del Prado y luego la del
revisionismo contemporáneo. Todo este proceso va a llevarnos a un segundo momento, el
de la Reconstitución del Partido: ésta es una lucha en síntesis contra el revisionismo, es un
período que comienza a desenvolverse desde los comienzos de los 60 en forma ya más
clara y más intensa; este proceso va a llevar a las bases del Partido a unirse contra esa
dirección revisionista y, como dijera antes, a expulsarla en la IV Conferencia de enero del
64. El proceso de Reconstitución va a desenvolverse en el Partido hasta el año 78-79, en
torno a esos años va a terminar este período y se va a entrar a un tercer momento, el
momento de la Dirección de la guerra popular que es en el cual estamos viviendo.”
(Guzmán, 1988).
Asimismo, la CVR especifica las luchas internas del partido en este mismo periodo
del inicio de la guerra:
En esos años el PCP-SL libró tres luchas internas. La primera contra una «línea oportunista
de derecha», que negaba la existencia de una situación revolucionaria, necesaria para el
inicio de la lucha armada. La segunda, «contra una nueva línea derechista que consideraba
que iniciar la lucha armada era imposible». La tercera se dio alrededor de «las divergencias
en la izquierda, en la que se vieron los matices sobre cómo desarrollar la guerra popular,
estableciéndose que el matiz proletario era el del Presidente Gonzalo».” (CVR 2003, Tomo
II).
161
El Browderismo proviene de Earl Browder, secretario general del Partido Comunista Norteamericano, que
en 1944 abogó por la disolución del partido con el fin de reagruparlo en una asociación que funcionara como
grupo de presión dentro de los partidos políticos que dominaban en los Estados Unidos. Ver: (Zedong, 29 de
julio de 1945).
93
Lo primero que impacta en ellos es la ruptura del propio Guzmán con el tono de sus
documentos anteriores162. Ahora procede a la instrumentalización de un discurso religioso,
específicamente bíblico, tanto para aplastar a sus opositores internos como para insuflar fe
y esperanza en sus seguidores, mayoritariamente jóvenes. «Por la nueva bandera» se inicia
con una frase bíblica: «Muchos son los llamados y pocos los escogidos». Y luego continúa:
«El viento se lleva las hojas, pero va quedando el grano». «¿Cómo los granos podrían
detener las ruedas de molino? Serían hechos polvo». Pero el Dios de esta Biblia es la
materia, que avanza de manera ineluctable hacia el comunismo. (CVR 2003).
El mito mueve al hombre en la historia. Sin un mito la existencia del hombre no tiene
ningún sentido histórico. La historia la hacen los hombres poseídos e iluminados por una
creencia superior, por una esperanza super-humana; los demás hombres son el coro
anónimo del drama… El hombre se resiste a seguir una verdad mientras no la cree absoluta
y suprema. Es en vano recomendarle la excelencia de la fe, del mito, de la acción. Hay que
proponerle una fe, un mito, una acción. ¿Dónde encontrar el mito capaz de reanimar
espiritualmente el orden que tramonta?” (Mariátegui, 16 de enero de 1925).
162
“El primer texto se llama “Por la nueva bandera” y fue pronunciado como discurso el 7 de junio de 1979,
precisamente la fecha en que los peruanos celebramos el Día de la Bandera, como un explícito desafío al Estado y sus
símbolos. Once meses antes del inicio de la guerra, en el IX Pleno Ampliado del Comité Central del PCP-SL. El segundo
texto se titula “Sobre los tres capítulos de nuestra historia”, que fue un discurso pronunciado el 3 de diciembre de 1979 en
la I Conferencia Nacional Ampliada del PCP-SL con ocasión de “forjar en los hechos” la Primera Compañía de la
Primera División del Ejército Popular y, coincidentemente, onomástico de Guzmán. El tercer documento se titula
“Comenzamos a derrumbar los muros y a desplegar la aurora”. Fue un discurso pronunciado el 28 de marzo de 1980 en la
II Sesión Plenaria del Comité Central. El cuarto y último texto, el más importante, se titula “Somos los iniciadores”. Este
fue un discurso pronunciado al clausurar la I Escuela Militar de SL el 19 de abril de 1980, a menos de un mes del inicio
de las acciones armadas.” CVR. Tomo II capítulo I.
94
La IX sinfonía tiene una característica: un leve rumor creciente y se va forjando una luz
hasta estallar en explosión musical. Entra la voz humana, la voz de la masa coral, es la
tierra que se convierte en voz; sobre fondo de masa coral cantan cuatro individuos, la masa
genera esas voces que cantan más alto, pero hay una voz que llega más alto aún, nunca
antes nadie la pudo cantar, pero en este siglo se logró luego de muchos intentos y lo que era
imposible se consiguió. ¡Qué no haremos los hombres!” (PCP, 1979).
163
Me refiero a la capacidad del materialismo dialéctico para producir grandes valores espirituales. Ver:
Mariátegui, José Carlos. (s/f) El idealismo materialista. Recuperado en:
https://www.marxists.org/espanol/mariateg/oc/defensa_del_marxismo/paginas/xiii.htm
164
Las obras artísticas respondían a la coyuntura política partidaria.
95
Este retablo, de cuatro pisos y dos puertas, grafica de manera histórica el evento
partidario donde se define la guerra interna en el Perú. La lectura visual de los pisos se
realiza igual a la escrita: de izquierda a derecha, de arriba a abajo. En cambio, las dos
imágenes de las puertas laterales no poseen una lectura visual particular o específica, sino
su apreciación es más parecida a un cuadro a caballete (sobre lectura visual ver: Morriña,
O. 1982). En el retablo lo primero que llama la atención, principalmente por su tamaño,
son las dos grandes imágenes de las puertas. Estas imágenes senderistas, que inauguran el
contacto visual con el espectador, se comportan como títulos o consignas que sintetizan la
idea general del retablo. Este “título” y/o “consigna” visual que capta la primera atención
del receptor se estaría “leyendo”, de manera clara y didáctica, acaso educativa165, el
concepto genérico de “lucha armada”. Asimismo, estas dos imágenes de las puertas
estarían conceptuando, principalmente a través de sus vestimentas, el carácter de la guerra
subversiva peruana: del campo a la ciudad166. Este aspecto rural de la “línea militar” del
partido esta personificado en el campesino vestido con poncho, chuyo y sombrero (Puerta
izquierda), en donde la exagerada dimensión de la mano que empuña el fusil,
reminiscencia de la plástica indigenista latinoamericana167, predica la fuerza y la crudeza
de la guerra subversiva. Profundicemos el sentido semántico de la imagen leyendo un
documento del PCP-SL sobre el campesinado. En “El Problema campesino y la
revolución” dice:
El problema del Poder como cuestión central, la Guerra Popular como concreción de la
violencia revolucionaria, las condiciones en las que se desarrolla un Partido en un país
como el nuestro y la importancia del trabajo campesino como sustento de la Guerra Popular
165
Con respecto al discurso educativo y la lucha armada Luis Jaime Cisneros observaba lo siguiente: “Lo
que dice Sendero Luminoso radica, más que en su propia predicación, en la falta de predica del discurso
oficial educativo. SL se ha preocupado porque su lenguaje transmita no una ideología abstracta sino ‘el
sentido´ (el significado) de la lucha armada. Visto desde el discurso oficial, la lucha armada es un ‘concepto
militar’ y tiene ese estricto significado. Desde la perspectiva semántica (y desde los objetivos estratégicos de
SL) tiene un significado educativo. Nadie –según Sendero Luminoso- se levanta en armas para cumplir un
fin, sino para realizarse a sí mismo en la nación y con ella. La lucha, por lo tanto, no es un instrumento sino
un fin en sí.” (Cisneros en Biondi, Zapata, 1989, p. 17,18).
166
Sobre lo militar el PCP-SL argumenta: “La línea militar son las leyes que rigen la guerra popular para la
conquista del Poder y la defensa del mismo. Consta de tres elementos: 1) Guerra popular, que en nuestro caso
se especifica como guerra popular unitaria, campo principal, ciudad complemento; 2) Construcción de las
fuerzas armadas revolucionarias, que en nuestro caso se especifica como Ejército Guerrillero Popular, que
tiene como particularidad la incorporación de la milicia para avanzar hacia el mar armado de masas, y; 3)
Estrategia y táctica que se plasma a través de campañas de cerco y aniquilamiento y contracampañas de cerco
y aniquilamiento, que en nuestro caso se especifica aplicando planes políticos y militares que cuentan con
estrategia política y estrategia militar concretados en campañas con contenidos específicos.” (PCP, 1988).
167
Fue el pintor ecuatoriano Eduardo Kigman, influenciado por los muralistas mexicanos (Rivera y
Siqueiros) uno de los primeros en representar las manos grandes de gran fuerza expresionista.
96
son, pues, problemas sustantivos de nuestra línea que siempre debemos tener presentes…
queda así bien claro que la lucha armada que nos toca realizar es una revolución agraria
que realizan los campesinos bajo la dirección del proletariado; lo que constituye una
constante, el medio natural de la revolución.” (PCP. Junio de 1976).
“Una granada llegó desde arriba. La tomé y la lancé afuera. Pero había caído otra al lado de
un compañero. “¡Devuelve la granada!”, le dije, pero no pudo devolverla. A él lo partió en
dos, y a mí me voló la rodilla. Sentí que me caía en un pozo, recordé a mi familia, mi
niñez, a mi hermana. “Así será la muerte”, pensé. Luego, oscuridad total. Silencio.
168
Como lo demuestra Carlos Iván Degregori el trabajo senderista en el campo fue verdaderamente un
despliegue terrorista: “Su culto desmedido a la violencia… su comprensión del campesinado como un actor
incapaz de iniciativa… su desprecio por la cultura andina”. Ello conllevó a que el campesinado le infringiese
una gran derrota estratégica al PCP-SL. (1996) Ver: (Degregori, Coronel, Ponciano del Pino y Orin Starn.
1996).
169
“El arte nos motivaba a remover nuestro espíritu en la práctica”. Entrevistado A2
97
Cuando abrí los ojos vi a Alejandro [dirigente senderista del Frontón]… Alejandro se
puso a cantar La internacional y luego todos cantaron La Cuota. Alejandro dijo: “No saben
los que es caer en manos de ellos en estas circunstancias”. No sé de dónde sacó una
bandera. Se envolvió con ella, y dijo: “Hasta el comunismo, camaradas”. Salió envuelto en
la bandera, lo ametrallaron y así murió” (Uceda, 2004, p.170).
3.5.3 Cuarto piso del retablo ILA. Detalle parte izquierda “definir y decidir”
(IX pleno del comité central ampliado de 1979)
En este detalle del cuarto piso una banderola con letras blancas y amarillas ubicada
en la parte lateral izquierda del retablo hace alusión al IX pleno del comité central
ampliado de 1979. Este pleno dirigido bajo la consigna “Definir y Decidir” aprueba el
“Inicio de la Lucha Armada” y se convierte en el primer hito histórico de la tercera etapa
partidaria del PCP-SL, es decir la etapa bélica (Jiménez, 2000, p. 30). La escena es simple
pero trascendente, Abimael Guzmán presidiendo el pleno, detrás de un escritorio y delante
de una bandera con la hoz y el martillo, alza el puño y vence a la LOD (Línea oportunista
de derecha) línea que se negaba en esos tiempos a iniciar la “lucha armada”. El significado
de la LOD adquiere un mayor alcance si se revisa el escrito de Mao Zedong del año 1957
titulado “Las cosas empiezan a cambiar”, allí apunta:
98
“En el Partido Comunista existen diferentes tipos de personas. Hay marxistas, que
constituyen la mayoría. Estos también tienen defectos, pero no graves. Otra parte de sus
miembros albergan erróneas ideas dogmáticas. Hablando en general, éstos trabajan con
toda fidelidad por el Partido y la patria, sólo que adolecen de unilateralidad "izquierdista"
en el enfoque de los problemas. Una vez que superen tal unilateralidad, darán un gran paso
adelante. Hay también cierto número de personas que tienen erróneas ideas revisionistas,
ideas oportunistas de derecha. Ellas representan un peligro mayor, pues sus ideas
constituyen un reflejo de la ideología burguesa en el Partido; suspiran por el liberalismo
burgués, niegan todas las cosas en bloque y están vinculadas por miles de lazos con los
intelectuales burgueses de fuera del Partido. Desde hace varios meses se viene criticando el
dogmatismo, pero se ha pasado por alto el revisionismo. El dogmatismo debe ser criticado,
99
pues de otra manera muchos errores no podrán ser corregidos. Pero ha llegado el momento
de que nos preocupemos por criticar el revisionismo. Al transformarse en una cosa que le
es contraria, el dogmatismo se convierte bien en marxismo, bien en revisionismo. La
experiencia de nuestro Partido muestra que el primer caso se ha presentado muchas veces y
pocas el segundo, lo cual se debe a que los dogmáticos representan una tendencia
ideológica dentro del proletariado, sólo que teñida de fanatismo pequeñoburgués. Lo que
algunas veces es atacado como "dogmatismo" son en realidad simples errores cometidos en
el trabajo y, otras, es en verdad el marxismo, que cierta gente toma por "dogmatismo" y
ataca como tal. Los que efectivamente son dogmáticos creen que el "izquierdismo" es
mejor que el derechismo, y esto tiene una explicación: Ellos quieren hacer la revolución.
Pero, por el daño que ocasiona a la causa revolucionaria, el "izquierdismo" no es en nada
mejor que el derechismo, y por eso hay que rectificarlo con resolución." (Zedong, 1977).
Entendido así, es fácil concebir los mensajes visuales que establecen relaciones
entre la LOD, una imagen esquelética170 y los personajes postrados en el suelo. Estas
equivalencias estéticas no sólo simbolizan la intencionalidad individual del artista, sino la
concepción colectiva de la línea tutelada por Abimael Guzmán, que entendía la LOD como
un grupo revisionista y siniestro. Iconográficamente el mensaje de agitación y efusividad
se resuelve en la escena a través de los puños alzados, los brazos tensamente estirados y las
disposiciones dinámicas de los cuerpos. Asimismo, al detallar la elaboración de las caras se
observa un acabado tosco y rústico. No obstante, esta limitación formal no resta potencia
expresiva sino relaciona coherentemente el concepto de rudeza de las figuras con la dura
existencia del campesinado pobre. Del mismo modo, esta metáfora logra la sensación de
rudeza y conmoción, tan sentidas, en esos momentos, por el partido. Presagio temprano de
una radical conjugación de componentes estéticos, políticos y militares. Acompañando
este discurso visual se encuentra el pugnaz discurso emitido para este evento:
“¿Quién es aquella que tiende sus miradas como el alba, bella como la luna, esclarecida
como el sol, imponente como ejércitos de banderas tremolantes?... ¡La revolución!
Haremos la lucha armada eso es lo que hemos de hacer, repitámoslo: ¡eso haremos
nosotros, eso haremos nosotros! ¡nosotros! ¿Cómo los granos podrían detener a las ruedas
del molino? serían hechos polvo” (PCP, junio de 1979).
A pesar de esta lograda relación entre el discurso visual y textual, estas pequeñas
esculturas confiesan una exageración expresiva concretada en sus toscos detalles, una
elemental narración visual y un incipiente uso de recursos metafóricos y simbólicos.
Empero, acontece que esta simpleza del discurso visual senderista, se eleva en tanto sus
170
Hay que advertir que algunos de los personajes del retablo ILA no conservan su posición original. Quizás
después de haber sufrido un sin números de golpes fueron repuestos para ser presentados en el museo de la
DIRCOTE. La historia de este trabajo tiene aquí un hecho curioso, el retablo no fue construido para ser
modificado intencionalmente como otros tantos trabajos estéticos en la historia del arte, sin embargo las
nuevas posiciones han llegado a enriquecer paradójicamente algunas escenas parciales del retablo, como la
nueva ubicación de la calavera en el grupo representado por la LOD, originalmente ausente.
100
171
El arte del PCP-SL estrecha la significación de su obra no por una limitación ideológica o conceptual de
su obra, sino por un tácito y a veces consciente necesidad de una pedagogía subversiva.
172
Entrevistado A2 “El arte lo entendemos como constructor de sensibilidades y en unidad dialéctica con la
ideología.”
173
Entrevista do A2
101
Continuando con el mismo piso del retablo, al lado derecho, tenemos la escena de
la “Nueva Bandera”. “La bandera – dice un documento partidario del evento- ya está
puesta en otra cumbre más alta, otra vez ha sido enarbolada, los tambores comienzan a
sonar, el viento se agita. La bandera es un grito hermoso¸ en rojo, a todos nos llama,
102
ascenderemos…”; (PCP, junio de 1979). Abimael Guzmán sube con una bandera
comunista a la cumbre de una montaña, mientras una banderola, que sirve como fondo a la
escena, reza: “Nueva Bandera/ Nueva Meta/ Nueva Etapa” todo esto en el contexto del
ILA. Se extrae de la obra una pretendida idea de transmitir la necesidad política del
momento: acumulación de fuerzas, compromiso, creencia, tensión, etc. Se empata entonces
un elemento ideológico con su traductor iconográfico. En consecuencia, se entiende que,
en el contexto del ILA, la política y la estética pasan por un mismo umbral, que al cruzarse
producen dos rupturas a saber: violencia política y estética subversiva. Asimismo, se
desprende de este hecho, a través de la representación de Guzmán y el cerro que conquista,
la intención de pronosticar o predecir el ascenso y el triunfo del comunismo peruano a
través de su máximo dirigente. Esta intencionalidad predictiva, otra característica de las
obras subversivas, no son producto exclusivo del arte: “Obviamente, esta capacidad de
imaginar el futuro no es exclusivo del arte; también caracteriza a otras actividades
humanas, entre ellas la política. Pero es en el arte donde se cultiva la utopía, lo irreal, lo
aún no real, con mayor constancia.” (García, 1979, P. 149). Estas representaciones
predictivas horadadas con metáforas simples y didácticas, constituyeron los insumos de
carácter emocional que sirvieron para dar coherencia a vacíos e incomprensiones
racionales que la doctrina subversiva poseía entre sus seguidores. Este es uno de los
grandes logros del arte subversivo, saldar diferencias de corte racional con elementos
estéticos-emotivos. Por ello el arte del PCP-SL caló profundamente ahí donde el discurso
doctrinal no estuvo racional y profundamente entendido: “Definitivamente gracias al arte
podíamos entender mejor nuestra ideología esto nos unía más a la lucha del pueblo y al
partido”174. Es quizás en esta dimensión subjetiva y de relación dialéctica entre arte y la
política donde se expliquen mejor algunos elementos importantes del avance del PCP-SL
en sus bases más populares.
Al término de la década de los cincuenta del siglo pasado, se produce una crisis en
el movimiento comunista internacional. Esta crisis, generada por la ruptura de relaciones
entre la URSS y la República Popular China, tuvo como principal conflicto las diferentes
interpretaciones del marxismo-leninismo. La URSS planteaba la toma del poder por vía
pacífica, mientras China persistía en la vía armada. Estos problemas internacionales
174
Entrevistado A3.
103
repercuten y dividen el Partido Comunista del Perú en dos: los pro-soviéticos PCP-Unidad,
y los Pro-Chinos PCP-Bandera Roja. Asimismo, después de múltiples divisiones de la
vertiente China, nace en 1970 el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-
SL): “llamado así por el slogan del frente estudiantil huamanguino… «Por el sendero
luminoso de Mariátegui» (CVR, 2003). Posteriormente, la década del 70 traería una fuerte
radicalización de la mayoría de las organizaciones de izquierda. Estos hechos, vienen a ser
los antecedentes que en tono crítico llama Florencia E. Mallon “los presagios
luminosos”.175 Es decir, el humus histórico que preparó las condiciones para el surgimiento
del PCP-SL a finales de los setentas176. Además, al considerar esta etapa se deben tener
presente las siguientes ideas:
Con todo, ya sea por contradicción al gobierno militar177 o por "apoyo crítico"178, la
izquierda creció tanto orgánica, como espiritualmente: la emoción revolucionaria sentía la
proximidad del mito socialista. Pero ante ello, se plasma dos hechos: la asamblea
constituyente y luego las elecciones generales179:
175
Florencia Mallon. (1999) ¿Crónica de un sendero anunciado? Velasco, Vanguardia Revolucionaria y
"presagios luminosos" en las comunidades indígenas de Andahuaylas / (Mallon en Stern, 1999).
176
Con respecto al contexto político de los setentas el historiador Antonio Zapata propone una sugerente idea
sobre las influencias de las experiencias guerrilleras anteriores a sendero luminoso en el gobierno militar de
Velasco Alvarado. Ver: (Zapata, setiembre del 2003).
177
La izquierda atizó luchas populares en el mismo momento en que el gobierno de Morales Bermúdez
revertía las políticas realizadas por Velasco Alvarado. Ver: (Wiener, julio 2012).
178
El PCP Unidad apoyó críticamente al gobierno militar.
179
Además de la siempre gravitante tesis de transición pacífica al socialismo.
104
fuera del juego político en un momento crucial, que varias de ellas caracterizaban como
una “situación revolucionaria”: el momento en que el poder se ponía en juego.” (Manrique,
2002, P. 17).
Quizás una foto de Horacio Zevallos, según Gustavo Gorriti (Gorriti, 1989), resume
este momento histórico. Horacio Zevallos, uno de los líderes de UNIR (Unión de
Izquierda Revolucionaria), agita con un fusil en la mano a los asistentes de un mitin
electoral. (Fig.31) Este hecho también se advierte en el cambio de consignas partidarias de
este frente (UNIR): “Fue todavía algunos años después, cuando el crecimiento de las
acciones militares de Sendero Luminoso obligó a marcar distancias, que el lema de la
principal fuerza política de este frente, que repetía el aforismo de Mao Zedong, “el poder
nace del fusil”, debió ser discretamente retirado de su vocero partidario.” (Manrique, 2002,
P. 18).
El nombre probable de esta pintura (óleo sobre lienzo) es: “I PRIMERA ESCUELA
MILITAR”. Dada la correspondencia coyuntural entre el arte del PCP-SL y su política
105
partidaria, esta obra debió ser realizada cerca o para el cumpleaños de Abimael Guzmán de
1979. Ya que dos años después relacionaron el onomástico con el «Ejército Guerrillero
Popular». Esta pintura estaba en un Museo subversivo. Era resguardado por el
Departamento de Apoyo Operativo. (DAO) una dependencia del PCP-SL.
(…) el propósito de la Escuela Militar, bajo la supervisión directa del Comité Central, no
era el de empaparse en la tecnología tanática –puesto que ello se iba a aprender en la
durísima escuela de la experiencia directa efectiva, o, en todo caso, en cursos de nivel
inferior- sino el de imbricar y relacionar a cada nivel el aspecto ideológico con la expresión
militar. Eso era para Sendero el aspecto crítico y merecía toda la atención. (Gorriti, 1990,
P. 60).
180
“para la izquierda, la transición del discurso de la guerra popular al de la lucha por la ampliación de la
democracia no fue simple, ni lineal. Organizaciones que habían recusado las elecciones del 78,
caracterizando a quienes participaron en ellas de “oportunistas” y “electoreros”, decidieron incorporarse a las
elecciones generales convocadas para mayo de 1980 dejando muy en claro su voluntad de utilizar el “establo
parlamentario” (la frase pertenece a Lenin) como una simple escala en la preparación de la guerra popular”
(Manrique, 2002, p. 18). “Un hecho que es importante considerar en cualquier análisis de la violencia
política de los ochenta, es que virtualmente la totalidad de las fuerzas de izquierda (que tenían una
significativa influencia, pues hegemonizaban la reflexión intelectual sobre el país, tenían sólidos lazos con el
movimiento popular y su importancia política fue creciendo aceleradamente a medida que las protestas
sociales se multiplicaban, siendo la única fuerza que había venido trabajando cotidianamente junto con los
trabajadores) estaba convencida de que no había manera de solucionar los problemas del país si no era a
través de la toma del poder por medio de la violencia armada”. Ver: (Manrique, 2002, p.18-19). “El
lanzamiento por parte de Sendero de una guerra revolucionaria en 1980 fue una culminación histórica lógica,
dentro de varias culminaciones admisibles que competían entre sí, de la interacción entre la política de
izquierda y el descontento social.” Ver: (Stern, 1999).
181
Una característica del arte del PCP-SL era corresponder a su política coyuntural partidaria. Ver:
(Valenzuela, 2009, p.100)
182
CVR. (2003) La especificidad “ciudad complemento” responde a una interpretación que hizo Guzmán
sobre la estrategia de Mao que implicaba tomar primero el campo y luego la ciudad.
107
este evento se estudió las ideas de Lenin sobre “grupos armados sin armas” (CVR, 2003).
También, Gustavo Gorriti indicó que en esa reunión “la línea ideológica era el factor
decisivo.” (Gorriti, 1990, p.60). En consecuencia, se puede argumentar que la
intencionalidad principal de la obra es la de simbolizar la fuerza que brinda la ideología
para quienes la usan como una poderosa arma capaz de vencer todo tipo de dificultades.
Desde esa perspectiva, el mensaje de la pintura “I escuela militar” estaría relacionada a las
ideas que José Carlos Mariátegui rescata de Jorge Sorel183: "A cada experiencia frustrada,
recomienzan. No han encontrado la solución: la encontrarán. Jamás los asalta la idea de
que la solución no exista. He ahí su fuerza". Asimismo, Gustavo Gorriti deja constancia
sobre el ambiente vivido en esta escuela militar senderista: “No eran muchos y no tenían
medios, pero no había ningún grupo en el país y quizá en el hemisferio más motivado,
convencido y decidido que aquél.” (Gorriti, 1990, p.68).
Para los senderistas el análisis comparativo fue el de resaltar los defectos de esos otros
movimientos, relacionarlos con taras ideológicas básicas, y explicar su derrota como
183
Georges Eugène Sorel (2 de noviembre de 1847 - 29 de agosto de 1922) fue un filósofo francés y teórico
del sindicalismo revolucionario.
184
En una diferenciación entre las guerrillas latinoamericanas y el PCP-SL, el investigador Carlos Iván
Degregori argumenta que: “El proyecto de Guzmán privilegia la teoría, es un proyecto ideológico y
pedagógico, tanto como político y militar. Por eso su énfasis en la elaboración de un “pensamiento guía” -
allí donde la guerrilla clásica menospreciaba la teoría y enfatizaba la acción.” (Degregori, 2012 p. 111,112).
185
(Zedong, 1970). Sin embargo, esa confianza no fue puesta en el partido sino en el líder.
108
consecuencia necesaria de éstas, antes que de las virtudes de sus enemigos (Gorriti, 1990,
p.56).
Uno de los orígenes de la estética de las claritas (luz, claridad) deriva sin duda del hecho
de que en numerosas civilizaciones se identificaba a Dios con la luz: el Baal semítico, el Ra
egipcio, el Ahura Mazda iranio son todos ellos personificaciones del sol o de la benéfica
acción de la luz, que conducen naturalmente a la concepción del Bien…” (Eco, Umberto,
2010, P.102).
186
Sobre la intencionalidad o móvil ver el capítulo II “posición de clase”.
187
Para un estudio donde se relaciona el discurso religioso católico con la luz y la política ver: (De la Torre,
2000).
109
Es posible que los militantes y artistas subversivos entendiesen, sin percatarse del
todo, la representación de la luz como sinónimo de un camino hacia una nueva fe.
Guardando distancias, sería una ruta parecida a la de Mariátegui: “En mi camino, he
encontrado una fe. He ahí todo.” (Mariátegui, 23 de julio de 1926). La luz representada en
el cuadro contiene, más allá de sus limitaciones compositivas, una narración en la cual el
argumento central es la lucha por la construcción de una nueva creencia, una nueva fe, etc.
188
“Desde antes de la guerra se ha producido arte, siempre.” Entrevistado A3.
189
Degregori lo denominó un “culto divino a la razón” (Degregori, 2010, p.243).
190
Ver en este mismo capítulo: Introducción y contexto a la “I escuela militar”. Así también ver: Los
presagios luminosos (Mallon en Stern 1999).
191
Para abordar el tema de juventud radical y política. Ver: (Cotler, 1986).
110
192
Visto todavía como el maestro iluminado, es concebido casi una santidad. La figura de un semidios.
193
Caber anotar que una de las acciones simbólica del PCP-SL, relacionadas al uso de luces fue plasmada
con el encendido de latas pequeñas, suerte de mecheros, que “dibujaban” en algún cerro oscuro la
representación de la hoz y el martillo. Ver: Figura 34 (anexo)
111
Por otra parte, en el campo de la interpretación artística, la luz como idea múltiple e
infinita puede ser captada, para beneficio de la interpretación estética, desde la categoría
intuitiva interpretada por José Carlos Mariátegui. La intuición como herramienta no
racional fue muy bien considerada por José Carlos Mariátegui para sus diversos estudios.
En 1987 Alberto Flores Galindo, argüía que el Amauta utilizaba como herramienta de
interpretación la intuición y la imaginación (Flores, A. 1987). Asimismo, Nelson Manrique
expresaba que al igual que Flores Galindo, Mariátegui “reivindica[ba] al arte y la intuición
como vías válidas de conocimiento.” (Manrique, agosto 2005). En efecto, la intuición
juega un rol importante en esta obra. Se postula que la representación y uso simbólico de la
luz aprovecha las herramientas del campo intuitivo para desarrollar, con gran amplitud y
efectividad, una amplia comprensión consciente o subconsciente del mensaje de esta obra.
Con todo, esta obra encarnó, en su momento, más allá de su justeza o no, una
emoción histórica acumulada por muchas generaciones de izquierda, que tuvieron durante
un corto o largo periodo la ilusión “luminosa” de un cambio revolucionario de la sociedad.
En esta obra existe una lucha radical contra la relajación subjetiva de los militantes:
“todo el arte tenía que servir a que cada uno nos volviésemos un bastión”194. En efecto, una
apreciación global de la obra revela la búsqueda y el encuentro de un espíritu tenso y
belicoso. Estos últimos elementos, gravitan transversalmente en toda la escena, apuntando
a mostrar un modelo inquebrantable de espíritu. A esto se suma, un intrínseco mensaje que
desea representar a los militantes en un acto trascendental que los dispone a enfrentar una
lucha cruenta y prolongada: una lucha final. Esto último entendido como un credo exaltado
y conmovedor que pretende avizorar, a través del arte, una lucha definitiva. Mas, no solo
existe, en el arte senderista, la idea de confluir a una culminación histórica, sino la
convicción de que esta será posible: el arte subversivo posee una fuerte carga afirmativa
frente al devenir de la historia.
Por otro lado, hay que considerar que la prédica partidaria llegó a los militantes de
base, simpatizantes y demás adherentes a través de una vía más emocional, que racional y
doctrinaria; incluso Mao había dicho que: “La revolución es un drama pasional… no
194
Entrevistado A2
112
Con todo, el artista subversivo pintaba para una lucha decisiva “para mí al sentir
que ponía en juego mi vida era como una lucha definitiva, una lucha con todo… y eso lo
trataba de expresar, claro no de manera tan consciente, existe un documento partidario de
la lucha final y Mariátegui…”197. Por ende, es posible mencionar que la obra analizada se
subscribía en los hechos a un documento partidario referido a este tema:
Mariátegui considera que… las muchedumbres… tienen un mito, una meta, la revolución
social, meta que el proletariado enarbola… con "una fe vehemente y activa", contrastando
con el escepticismo y la decadencia burguesa. Que las masas combaten por "la lucha final"
seguras de su triunfo y dice: "La frase del canto de Eugenio Pottier (La Internacional)
adquiere un relieve histórico "¡Es la lucha final!". …Las muchedumbres revolucionarias
creen librar la lucha final.” (PCP, 01 de octubre de 1975).
195
El testimonio de una militante al incorporarse al partido muestra la relación entre lo simbólico y lo
artístico: “me llevó al pabellón y al entrar veo una fila de compañeros en ambos lados dejando un espacio
libre al centro, cada fila con banderitas en alto, yo me quedé sorprendida yo me quería ir por un costado y me
dijeron ‘no, anda por el centro’… Fue un recibimiento bonito, caluroso y amable de parte de los compañeros
ahí es donde oí las marchas, o cuando bailaban, a mí no me gustaba bailar pero me sacaron a bailar, en fin,
me divertí bastante con ellos” Ver: (Asencio, 2013).
196
Nos referimos al oportunismo y veleidades políticas de Abimael después de su captura.
197
Se refiere al documento: “Retomemos a Mariátegui y reconstruyamos su partido” Entrevistado A2.
113
Por otro lado, es preciso diferenciar las ideas emanadas de las representaciones de
los militantes y del líder senderista. Deteniéndose en los detalles de las vestimentas
representadas, la obra revela la intensión de querer recrear cierta idea de turbulencia y
agitación a través de los pliegues diagonales presentes en los vestidos y pantalones de los
militantes. Las líneas diagonales u oblicuas, tal como lo plantea Oscar Morriña se asocian
con “fenómenos dinámicos, de agitación, lucha, movimiento…” (Morriña, 1982, p. 54).
Sin embargo, la obra presenta al líder senderista, con un terno sin pliegues, ni arrugas. Es
decir, con una vestimenta pulcra e impecable; en este punto la imagen de Guzmán
representaría la quietud, la tranquilidad propia de un líder intachable, de dotes suficientes
para dirigir una revolución total; pero también revelaría a un líder muy lejano a la imagen
dinámica de un guerrillero, presente en las acciones y en la práctica revolucionaria. Se
vislumbraba así el carácter burocrático de su liderazgo, distante y distinto al concepto de la
lucha final.198
“En la mentalidad de Plotino, autor que está en la raíz del arte medieval, la perspectiva
óptica era una impotencia del ojo carnal. El arte paleocristiano y bizantino transmite a la
Edad Medieval una doctrina que denuncia el error de la vista sensible y se atiene a una
visión más potente y profunda: lo que ve la mente iluminada por la fe.” (Balderas, 2008).
198
Para una crítica interna sobre el liderazgo de Abimael de la línea proseguir ver: Lucena, Fernando.
Reportaje al PCP recuperado de: https://idl-reporteros.pe/entrevista-a-sendero-en-el-vrae/ También ver: De
burócrata a profeta. En: (Degregori, C.I.. 2010).
199
Plotino (205-270 d. C.) fue un filósofo griego neoplatónico, que entendía la belleza en la esencia y no en
la apariencia. Al contrario de Platón, no desprecia las bellas artes por ser imitaciones, ya que para él las bellas
arte son imitaciones de las formas ideales. Ver: (Piñero, 1996).
114
Desde esta misma lógica parece estar concebida la representación de Guzmán. Vale
decir, que al no existir una disposición realista200 en el tratamiento de la perspectiva y de la
composición en general, se apela a un tratamiento formal que responde a un entendimiento
más subjetivo, si se quiere hasta metafórico de la representación. Donde la
proporcionalidad real se trastoca por una intensión embargada por una creencia o una fe.
Desde esta perspectiva, la obra artística también puede ser “leída” como una
representación ritual201. Es decir, como una dramatización o ceremonia donde se reaviva la
fe o creencia al mito socialista y a su líder. Se desprende entonces, que existe una marcada
intencionalidad que pretende hacer del ritual representado un acto ejemplar a seguir. En
efecto, esta pintura desea que todos los militantes repitan el rito hacia el líder que,
visualizado como un maestro, absorbe paradigmáticamente supuestos valores que todos
deben alcanzar y respetar. Incluso, las imágenes enaltecidas de Abimael Guzmán van a
reflejar el peso del rito en las vivencias más subjetivas de los artistas subversivos: “al
representar al presidente Gonzalo lo hacíamos con mucho respeto, había algo de
ceremonial sí, de ritual digamos”202
200
El problema del naturalismo como parte del realismo en el arte y el PCP-SL escapa a los fines de esta
investigación. Para una introducción al problema del realismo artístico y marxismo ver el acápite 1. La
especificidad del arte: entre la realidad y la fantasía. En: Beigel, Fernanda. El itinerario y la brújula. Buenos
Aires: Biblos, 2003 p. 94. Para un contexto nacional ver: (Revista Narración 2, julio 1971).
201
“Conviene recordar que un rito es la dramatización de un mito, de manera que el ritual es una
performance donde se vivifican las creencias que fundamentan a una colectividad” Ver: (Portocarrero, 2012,
p. 12).
202
Entrevistado A3.
203
Para una crítica al egotismo y seguidismo en el PCP-SL. Ver: (Ibarra, 2010 p.198).
115
“Mira que ya en ese tiempo ya uno iba tomando conciencia de que no podías decir herejías
por así decirlo, que seguía siendo parte de un grupo determinado entonces no podías decir
cosas o dejar de decir ciertas cosas como el saludo, que obviarlo, por así decirlo era un
pecado, se convertía en un pecado. Como que uno iba tomando, no conciencia sino
asumiendo eso, o se iba obligando en todo caso a eso. Te ibas cohesionando a veces hasta
tú solo, coactando (sic) para hacer eso. Como te digo ya uno va tomando esas formas.”
(Ascencio, 2013).
“es necesario señalar que si el drama de Gonzalo consiste en que se encuentra prisionero de
su delirio de grandeza, la tragedia de sus partidarios reside en su seguidismo cerril… este
drama, y esta tragedia constituyen el callejón sin salida de la facción de Gonzalo”. (Ibarra,
2010, p. 202).
Muchos estudios han subrayado las creencias exacerbadas alrededor del líder del
PCP-SL204. La pintura “I Escuela Militar” puede brindarnos datos importantes si se le
relaciona con estudios críticos de la ideología subversiva. Al respecto, el historiador
Nelson Manrique hace una investigación referida al proceso de entronización del
pensamiento Gonzalo: “un camino que recuerda la forma de ascensión hacia la santidad al
204
Ver: (Degregori, 2010, p. 235), (Ibarra, 2010), (Portocarrero, 2012) y la CVR
116
“Se me ha dicho que tengo las 4 grandezas: gran maestro, gran dirigente, gran comando
supremo y gran timonel. Todo será eliminado, tarde o temprano. Se conservará solamente
la palabra maestro, que es lo que siempre he sido: maestro de escuela”.206
205
En los documentos realizados por Abimael Guzmán después de su captura se puede observar que
finalmente el pensamiento Gonzalo era una forma de legitimar la dirección única del partido. Se llegará a
decir que sin “presidente Gonzalo” “no hay pensamiento Gonzalo”. Por ejemplo: "sin pensamiento Gonzalo
no hay IV etapa del partido y, más aún, hoy siendo aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo, el
pensamiento Gonzalo está entrando a desenvolverse y a aplicarse no sólo a nuestra realidad sino abocándose
a la solución de los problemas de la revolución proletaria Mundial en este momento de repliegue político
general y en futura nueva etapa." Y como: "...tampoco se puede separar la Jefatura del pensamiento que lo
sustenta eso es revisionismo." O como mejor lo explican con toda claridad los obsecuentes: "... sin Presidente
Gonzalo y pensamiento Gonzalo, nuestra arma ideológica, estratégica, especifica y principal no hay IV etapa,
porque es lo que une a todo el Partido y sólo así el pueblo tendrá futuro." Ver: (PCP. diciembre de 1993).
206
Mao Zedong antes de ingresar al partido comunista fue maestro primario en Chansha. (Castillo, 1973. p.
36).
118
Guzmán, excepto los escritos oficiales no hubo otros estudios notorios que contribuyeran a
esclarecer errores o aciertos.207
Un hombre brillante, un gran polemista; poseedor de retórica precisa, hablaba con frases
cortas, las que siempre contenían algo específico. Como profesor era brillante; como
expositor, excelente. No así escribiendo; hablando era fluido y sumamente riguroso, era
muy disciplinado y ordenado, poco proclive al ocio, estaba buscando siempre qué hacer y
hablando sobre lo que había que hacer...” (Roldan, 2011, p.147).
Oscar Ramírez Durand, camarada Feliciano, detenido en 1999, fue uno de los
principales líderes del PCP-SL que a pesar de su rechazo al “Pensamiento Gonzalo”
argumentaba, a propósito del inicio del conflicto armado interno, que Abimael Guzmán:
“Se atrevió a ser consecuente con lo que muchos predicaban.”208Asimismo, Gonzalo
Portocarrero, detecta cómo algunos jóvenes de izquierda admiraron el inicio de la guerra
interna y a su líder:
207
Entrevistado A7
208
Ver: Oscar Ramírez Durand, camarada Feliciano. En: (Portocarrero, 2012, p. 106).
209
Para una exploración biográfica del líder senderista ver: (Guzmán, 2009). Para un estudio previo al
conflicto armado interno ver: (Heilman, 2010).
210
“El presidente era como un gran maestro…” Entrevistado A3
119
verdad regida por un profesor extraordinario. Una escuela donde se enseña un nuevo tipo
de religión: el mito socialista.
“… lo que la burguesía pone en marcha como aparato ideológico de Estado número uno, y
por lo tanto dominante, es el aparato escolar que reemplazó en sus funciones al antiguo
aparato ideológico de Estado dominante, es decir, la Iglesia. Se podría agregar: la pareja
Escuela-Familia ha reemplazado a la pareja Iglesia-Familia.” (Althusser, 1969).
211
“Desde sus orígenes en los años 60, estuvo fuertemente ligado al trabajo dentro de la Universidad y en el
medio magisterial” Ver: (Ansión, 1993), (Degregori, 2007).
212
“Como señala Weber, la modernidad intenta laicizar la potente mitología cristiana. El mito de la
providencia es (parcialmente) sustituido por el mito del progreso” (Portocarrero, 2012, p. 55).
120
herramientas modernas para dominar a ésta y salir de la pobreza, etc. La escuela fue un
mito moderno que suponía el progreso social y el éxito. (Ansión, J. 1995).
En uno de los pasajes de los artículos que formó parte del inconcluso debate entre
Carlos Iván Degregori – Alberto Flores Galindo213 sobre el mito del progreso, el primero,
sentenciaba una idea interesante: el mito del progreso habría frenado el avance del PCP-
SL:
(..) si luego de seis años y a pesar de su inédita voluntad política SL no ha logrado avanzar
desde las franjas marginales de jóvenes desilusionados hacia el “mainstream” popular, ello
nos revela la fuerza que a pesar de todo continúa conservando allí el mito del progreso y la
auto percepción de “éxito”, alcanzado o posible, que se trasmite al menos en cierta medida
a las nuevas generaciones, especialmente del contingente andino migrante.” (Ansión,
1995).
De esta apreciación se desprende que el mito del progreso y éxito social capitalista
contiende, en el ámbito de las creencias, la ideología, etc. con la doctrina senderista; es
decir, con aquella creencia insuflada de una fe convencida en la “justeza” de su
interpretación marxista. De esta manera, las representaciones senderistas encierran
concepciones que pugnan por arrebatar creencias y esperanzas al mito del progreso
capitalista. En este punto, se podría decir que el arte senderista lidio con lo que Mariátegui
denominó el “culto supersticioso de la idea del progreso”. El arte de sendero ayudó a
desatar en los militantes una emoción desbordada frente a una sociedad considerada como
vieja y caduca. En sus inicios el arte del PCP-SL llegó a insuflar en la doctrina subversiva
un “ánima guerrera y mística”. Sin embargo, el fanatismo fomentado por su líder va a ir
distorsionando a la agrupación y llevándolo a la sistemática aplicación de una línea
terrorista. Con todo, y a pesar de sus desvíos y errores, el PCP-SL llegó a encarnar en
muchos, a inicios de los ochenta, el mito socialista y revolucionario de una nueva sociedad.
Tal como argumenta Alberto Flores Galindo, existió cierta legitimidad de SL en los
primeros años de su inicio:
(…) en la mayoría de los casos, sobre todo durante los primeros años, parece que fueron
levas voluntarias, a las que acudían campesinos a quienes no se ofrecía carreteras,
alimentos, escuelas, sino algo más etéreo pero que paradójicamente podía justificar los
mayores sacrificios: todo el poder.”214
213
Sobre el debate ver: (Rendón, 2011).
214
Ver: (Flores, 2010, p. 268.) Sobre el punto Juan Ansión nos dice que: “Si algo ofrecía Sendero a los
jóvenes, era una sensación de poder jamás conocida antes.” (Ansión, 1995).
121
CONCLUSIONES
El arte del PCP-SL manifiesta en las dos obras examinadas distintos planos
interpretativos que desbordan puntualmente lo estético. Histórica y socialmente el arte del
PCP-SL, según el capitulado expuesto en el presente estudio, brota con el indigenismo
pictórico y político de inicios del siglo XX.
1.-) El indigenismo fue producto de una reacción histórica frente al arte de fines del siglo
XIX e inicios del XX. Tal como rezan los primeros tópicos de este trabajo, la reacción ante
esta pintura decimonónica se tradujo en el arte a través del cambio temático y su
tratamiento estilístico. Son estos elementos donde se sintetizan puntualmente el cambio de
siglo en el campo artístico. Sin embargo, vale agregar que la respuesta no solo se halló en
el tema sino también en el nuevo espíritu de la época. Es decir, en el nacionalismo surgido
del contexto de la segunda década del siglo XX. En la presente investigación se constata el
tránsito de querer importar una sensibilidad exógena (siglo XIX) a otra que absorbe la
problemática actualizada del indio a través de una pintura nacional popular. (Segunda
década del siglo XX).
2.-) Con la obra indigenista del pintor José Sabogal (primera mitad del siglo XX) se inició
un progresivo interés por rebasar el muro decimonónico que circunscribía el arte nacional a
temas exógenos y pasadista. Asimismo, con él se inician los lineamientos históricos del
indigenismo que se caracterizaba por revelar temáticas artísticas vinculadas a hechos
sociales del ámbito rural-nacional. De igual modo, en la representación del “indio” iniciada
por José Sabogal, se concentra los incentivos creativos que los artistas subversivos
consideraban como antecedente intrínseco en su quehacer estético.
3.-) En la obra indigenista de José Sabogal se halla un carácter político que iba acorde con
el contexto nacionalista de sus días (cabe mencionar la atinada decisión de no copiar la
esencia grandilocuente que poseyó el muralismo mexicano). Dentro de este periodo
(específicamente en la década del veinte del siglo pasado), se constata una estrecha
relación entre el arte indigenista de José Sabogal y el socialismo de José Carlos
Mariátegui. Específicamente en la revista Amauta. Son con las imágenes de la revista
Amauta producida por José Sabogal que se inicia una suerte de indigenismo de corte
123
socialista. Este arte fue puesto al servicio del socialismo por José Carlos Mariátegui. Tanto
el uso político del arte a un proyecto socialista y las imágenes indigenistas de la revista
Amauta fueron fuentes visuales y políticas consideradas como antecedente ideológico-
artístico del arte senderista.
6.-) Las dos obras de arte del PCP-SL analizadas en la presente investigación presentan
conceptos devenidos de su posición ideológica. Las obras subversivas, así como sus
hacedores, poseen rasgos que nos ha permitido encontrar vinculaciones concretas con las
concepciones estéticas de José Carlos Mariátegui. En efecto, se halla conceptos que aúnan
posiciones relativas al vínculo indisoluble entre el arte y la política. Para José Carlos
Mariátegui un verdadero arte obedece a las gravitaciones políticas de su tiempo, de tal
forma que éste ayuda a provocar un interés por los problemas políticos y sociales. Este
aspecto fue convenientemente usado por el arte subversivo. Tanto el Retablo del ILA,
como la pintura “I escuela militar” se encuentran sumergidos en las dinámicas políticas
partidarias para secundar y ampliar su efecto.
124
9.-) El foro de Yenan de Mao Zedong fue otro referente importante del arte subversivo.
Las ideas planteadas en este foro fueron para los artistas subversivos determinantes en la
concreción artísticas de sus obras. De este foro se desprende el concepto llamado posición
de clase, que evoca para los artistas subversivos una emoción o actitud relativa al grado de
acercamiento sincero hacia el pueblo. Este sentimiento se descubre parcialmente en las
obras examinadas por la perturbación de una línea política ultraizquierdista e individualista
de la dirigencia. Otro elemento estético de Mao Zedong presente en el arte del PCP-SL, es
el uso de imágenes con referentes educativos o paradigmáticos. Es decir, las obras
analizadas tienen la intención de enseñar al receptor un modelo a seguir, un camino a
recorrer. Asimismo, en este capítulo se demuestra como el Retablo del (ILA) “Inicio de la
Luchas Armada” concreta los conceptos artísticos de Mao Zedong relativos a la utilización
de formas antiguas del arte para insertarle un contenido nuevo. El retablo ILA secunda en
la esfera emocional la política partidaria. A la vez sugiere ensalzar las creencias para
abonar en una suerte de religión o mito socialista.
10.-) Las dos obras artísticas: Retablo ILA, y la I Escuela Militar analizadas son
representativas del Partido Comunista del Perú. (PCP-SL). Las dos piezas eran parte de un
museo clandestino subversivo y luego del Museo de la Dircote. La pintura “I escuela
125
12.-) José Carlos Mariátegui definió al socialismo como una religión nueva. Es decir,
capaz de llenar el yo profundo a través de creencias, esperanzas, etc. Aunque con muchas
limitaciones, las dos obras analizadas reflejan la definición del socialismo como religión de
José Carlos Mariátegui. El arte del PCP-SL, como reflejo de emociones y sentimientos
diversos, emite mensajes subjetivos relativos a una esperanza sobre el mito socialista. De
esta forma, se halló que el arte subversivo estuvo al servicio de la construcción de una
emoción política de corte religioso o mito socialista. Las obras estudiadas ayudaron al mito
subversivo para competir con otras creencias como el mito del progreso o éxito económico.
13.-) El retablo ayacuchano “ILA” representa la frase de Bernand Shaw citada por
Mariátegui: “El arte no ha sido nunca grande, cuando no ha facilitado una iconografía para
una religión viva”. Para el militante subversivo el arte representaba valores de corte
religioso engendrados por una gran fe en el mito socialista.
14.-) Las dos obras analizadas poseen elementos visuales que connotan ideas relativas a las
creencias, la fe, la esperanza surgida del mito socialista de la revolución social. Los
militantes subversivos encarnaron la ideología senderista como una verdadera religión. Y
creyeron estar ante una lucha final y definitiva. Esto último a la inversa de su líder.
15.-) Las obras estudiadas poseen un desbordado culto hacia el líder de la organización.
Este hecho representado revela una obediencia acrítica de parte de sus militantes hacia su
máximo dirigente.
126
16.-) Las obras traducen visualmente cómo una línea desmedida plasmada por el líder
provocó en los militantes una concepción en la cual Abimael Guzmán era concebido como
un continuador de Marx, Lenin y Mao Zedong. De la misma forma, a través de una imagen
donde Abimael Guzmán es único poseedor de un libro, se interpreta que, en contraste con
la revolución rusa y China, la falta de incentivo intelectual para los dirigentes senderistas,
creó una dirección pretendida única sabedora de la verdad. Asimismo, de la pintura
analizada se extrae cómo este culto permitió una precipitada entronización del
“pensamiento Gonzalo”.
17.-) La pintura I Escuela Militar tiene como objetivo traducir la idea misma de un nuevo
tipo de escuela. Esta escuela senderista, más allá de todas sus deformaciones ideológicas,
pretende enseñar una nueva lectura del mundo. Es decir, pretende revalorar y maximizar
las creencias de un virtual socialismo, disputando en esa dimensión con el mito del
progreso capitalista.
127
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145
ANEXOS
146
Arte y Política en los Años 80: El Arte del PCP-Sl Marco Metodológico
PREGUNTA
OBJETIVOS HIPÓTESIS ESTRATEGIA METODOLÓGICA
PROBLEMA
P. Principal: MÉTODO: DISEÑO DE ANÁLISIS
¿Cuáles fueron las Objetivo general:
principales características Identificar las características Hipótesis: Revisión y recopilado de
de las representaciones principales del arte del PCP- Una de las principales características fue o Cualitativa bibliografía:
artísticas del PCP-SL a SL en el Perú a inicios de la estar al servicio de la construcción de su
inicios de la década de década de los años ochenta del mito revolucionario. o Investigación o Elaboración de fichas
1980 del siglo XX en el siglo XX. histórica bibliográficas,
Perú? textuales y de
Objetivo específico: resumen.
Identificar los antecedentes .
Sub. Pregunta: Sub. Hipótesis:
teóricos que influenciaron en o Objeto de estudio:
¿Qué referentes teóricos Las influencias teóricas del arte del PCP- Reconocimiento e
el arte del PCP-SL
influenciaron en el arte del SL fueron los escritos sobre arte de José identificación de los
desarrollados en el Perú Dos cuadros del
PCP-SL? Carlos Mariátegui y de Mao Zedong. cuadros del PCP-SL.
durante el año 1980 del siglo PCP-SL:
XX. Retablo ILA o Elaboración de listado
I Escuela Militar. de fichas de
catalogación e
inventario.
o Marco Temporal:
Sub. Pregunta: Sub. Hipótesis: Año 1980 o Elaboración de
¿Existen antecedentes Objetivo específico: El indigenismo artístico y político de la registro fotográfico.
históricos artísticos en el Identificar los referentes primera mitad del siglo XX en el Perú o Instrumentos:
siglo XX en el arte del históricos del arte del PCP-SL fue uno de los antecedentes indirectos
PCP-SL en el Perú de los en el siglo XX. del arte del PCP-SL o Entrevistas.
años ochenta? o Análisis de obras. Análisis iconográfico
o Síntesis
147
INVESTIGADO TIPO DE
N OBRA(S) Y/O ARTISTA OBSERVACIÓN BIBLIOGRAFÍA.
R (ES) INDIGENISMO
1.-) JOSÉ SABOGAL.
JUAN RIOS 2.-) JULIA CODESIDO.
3.-) CAMILO BLAS. “Frente a la fórmula académica, el indigenismo significó una saludable antítesis. Pero, en Arte, las
INDIGENISTAS.
4.-) TERESA CARVALLO fórmulas técnicas no se destruyen con fórmulas temáticas.”
5.-) ENRIQUE CAMINO BRENT
6.-) RICARDO FLÓREZ. La pintura contemporánea en el Perú.
1 1.-) JORGE VINATEA REINOSO INDIGENISTAS “Un conocimiento técnico mayor que el de los llamados indigenistas y una más amplia libertad frente
2.-) ALEJANDRO GONZALES INDEPENDIENTES al tema”
INDIGENISMO
“pintura formalmente academicista, que abusó del oro y de las plumas, que reprodujo la estructura
FRANCISCO LAZO. ROMÁNTICO/MODERNIST
jerárquica de su sociedad en un ámbito del pasado”
A.
MIRKO LAUER “correctamente insertados en el universo de sus explotadores: no las soledades andinas… sino un Introducción a la pintura peruana del siglo
MARIO URTEAGA. INDIGENISMO MADURO. preciso microcosmos de trabajadores ubicados… en una realidad social existente y por lo tanto XX.
humanizados”
2 Indigenismo no excluyente, desea una síntesis cultural. Concibe su pintura como un continuo de
JOSÉ SABOGAL. INDIGENISMO AMPLIADO
creación popular. (léase propio)
Es una expansión de lo criollo y no de lo autóctono. (Lo concibe como una trampa ideológica.)No Andes imaginarios.
VARIOS. INDIGENISMO-2
estudia obras en detalle sino procesos y conceptos generales. (2007)
INDIGENISMO DE
“El de Urteaga no fue, sin embargo, un indigenismo de consenso, sino de retaguardia: una reserva de
3 BUNTINXS MARIO URTEAGA RETAGUARDIA.
“autenticidad”
NEO INDIGENISMO. (POP “Así, en esa vena ideológica que auspicio la equivalencia del arte y la artesanía, el neo-indigenismo fue Franquicias imaginarias. Las opciones
NEO INDIGENISMO
4 VILLACORTA y MAX ACHORADO) abiertamente promocionado y fomentado por el gobierno. Otorgándole considerable apoyo estéticas en las artes plásticas en el Perú de
INDIGENISMO POP
HERNANDEZ institucional” (Hernández, Villacorta 2002, p. 42) fin de siglo. (2002)
HORIZONTE INDIGENISTA.
“basado en la noción de autenticidad cultural, que generalmente se desliga
INDIGENISMO DE NATALIA MAJLUF Y LUIS
VINATEA REYNOSO de las discusiones políticas del momento”
CONSENSO WUFARDEN. (2007)
NATALIA MAJLUF Y
5 LUIS WUFARDEN.
INDIGENISMO “La corriente de los veinte, vinculada a Mariátegui y Amauta y a la intelectualidad de izquierda, no es
JOSÉ SABOGAL CONTESTATARIO. igual que el indigenismo institucionalizado de los treinta, o la propuesta abarcadora de un “Perú Sabogal (2013)
integral” que los artistas del grupo de Sabogal forjaron en los cuarenta y cincuenta”
149
GLOSARIO.
Mito socialista: Capacidad de la ideología socialista por crear una emoción religiosa a
partir de su propia concepción.
Mujikismo: Literatura rusa de trama campesina previa a la revolución Rusa de 1917 que
Mariátegui la identificaba como elemento de ayuda subjetiva para crear el humor
revolucionario.
Tomar lo viejo para hacer lo nuevo: Entre los artistas subversivos se refería a elementos
estéticos anteriores y diferentes que podían ser tomados para reelaborarlos en un arte de
nuevo.
3.-) ¿Cuáles crees que son los antecedentes histórico artísticas del arte del PCP-SL?
7.-) ¿Qué referentes teóricos poseían ustedes para la realización artística de sus trabajo?
8.-) Si el arte trabaja con las emociones humanas ¿cuáles creen que eran las emociones que
les albergaba al momento de la realización de los trabajos visuales?
9.-) ¿Ustedes consideran que el arte del PCP-SL contiene rasgos educativos?
10.-) ¿Podría usted relatarme alguna anécdota referente a las actividades artísticas de la
organización en general?
151
ENTREVISTADOS.
- Entrevista con Ernesto Toledo. Autor del libro. Retablos de Ayacucho. Testimonio de
violencia. 10-2012
- Entrevista con Manuel Valenzuela Marroquín. Autor del libro: Teatro de la guerra.
- Zavala Cataño, Víctor. Penal Miguel Castro Castro. Lima, junio 2012. Militante del PCP-
SL
- Hernández Víctor. Penal Miguel Castro Castro. Lima, junio 2012. Militante del PCP-SL
152