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Introducción
Te comparto la entrevista con el licenciado Agustín Rodríguez, gerente de Compras de la
Universidad Siglo 21, quien comparte su experiencia como formador en el diseño de los
contenidos del curso Gestión de Compras, que actualmente forma parte de la oferta de
formaciones de la Universidad Interna 21.
¿Qué palabras y reflexiones te vienen a tu mente al recorrer la formación y escuchar la
experiencia que nos compartió el licenciado Agustín Rodríguez?
Con estas imágenes y palabras, te invito a recorrer esta lectura en la que compartiré herramientas
clave para que también puedas diseñar una formación de alto impacto y con el «color verde
Siglo». Con esta experiencia, iniciamos la lectura de cierre del módulo y de la asignatura en
general. Abordaremos el rol del profesor y su reconfiguración en el desafío del diseño, desarrollo
e intervención de contenidos, así como la variedad de recursos y modalidades para este
propósito. En este desarrollo, se identificarán las competencias propias del docente diseñador, lo
que implica pensar y desarrollar mediadores entre el contenido y el alumno, buscando en todo
momento potenciar el aprendizaje.
¡Bienvenidos y bienvenidas!
Figura 1. Mafalda
Tal como hemos venido trabajando en el presente documento, el aprendizaje no es una simple
transposición del contenido o material externo a las estructuras cognitivas del alumno. Por el
contrario, el aprendizaje supone una reconstrucción personal del contenido en relación con
muchos y variados factores que lo construyen en diferentes grados, y depende de cuán
significativas sean para el alumno las relaciones internas que se establezcan entre los contenidos.
En este documento retomaremos la figura del docente no solo como un agente clave del saber
disciplinar, sino también como un asesor pedagógico.
En este gran desafío, el experto Aretio (2014) lista y detalla los diferentes perfiles de
docentes/tutores en el contexto de la educación mediada por tecnología.
Funciones
La amplia bibliografía que aborda el campo de la tutoría presenta una extensa variedad de
definiciones y agrupaciones de las funciones principales del tutor. Para iniciar el análisis,
abordaremos la propuesta de definición de funciones de Mena et al. (2005), quienes las detallan
agrupándolas por dimensiones (ver figura 2).
El tutor aclara dudas, orienta, sintetiza los aspectos principales de los temas tratados y facilita la
integración de los contenidos, las actividades realizadas y los materiales trabajados. Ayuda a
construir puentes entre los conocimientos, experiencias y estilos de pensamiento de los alumnos.
Es importante la comunicación del tutor con los alumnos durante todo el proceso de aprendizaje:
mensajes de orientación, respondiendo a preguntas y dudas.
El tutor no solo debe aceptar la autonomía del estudiante, sino promover la propia gestión de su
proceso de aprendizaje; invitando, por ejemplo, a realizar elecciones en relación con el trabajo de
los materiales.
Estimular la reflexión: implica sin duda el aliento permanente hacia la reflexión sobre el proceso
de aprendizaje.
Perfil
Estas acciones, funciones o tipos de apoyo que se describieron anteriormente, se llevarán a cabo
de manera efectiva si el tutor responde a características claves que demanda el rol.
Principalmente, Mena et al. (2005) describen una condición sine qua non que debe responder el
tutor:
“Dado que se definió que las funciones del tutor son las de orientar, motivar y evaluar el
proceso de aprendizaje, así como ampliar la información de la que dispone el alumno, la
persona que está a cargo deberá tener la experiencia como docente en el área de
conocimiento asignada” (p. 244).
Conocer y dominar la temática del curso, los materiales, la bibliografía establecida, etc.
Conocer las características, necesidades y hábitos de los alumnos que serán tutoreados.
Comunicarse e interactuar con facilidad, tanto en forma presencial como a distancia, ya sea
por escrito o verbalmente.
Poseer empatía, es decir, ubicarse permanentemente en el lugar del alumno para
comprender su situación en un recorrido con modalidad a distancia.
Mantener un trato cordial con los participantes, siendo atento en la comunicación y paciente
en la escucha, considerando que los tiempos y los procesos de elaboración no son iguales
para todos los estudiantes, y respetando los ritmos y estilos de aprendizaje de cada uno.
Saber desplegar estrategias de motivación que animen a los alumnos a continuar, incluso
ante las dificultades, dudas y esfuerzos que demanda un recorrido formativo.
Aretio (2014) introduce el modelo TPACK, que indica la interacción de los tres tipos de
conocimientos de los tutores en el campo de la acción del docente
Es clave no solo reflexionar sobre cómo nos percibimos, sino también indagar en nuestros
alumnos, pares y líderes para ampliar y enriquecer la mirada propia como formadores.
Para conocer más sobre los temas desarrollados, lee el siguiente artículo:
Fuente: Lizana, A.; Salinas, J. y de Benito, B. (2014). Competencias docentes para los nuevos
escenarios de aprendizaje. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 28(1),145-
163. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27431190010
“Hoy en día, los docentes tienen que crear estrategias pedagógicas con el fin de que todos
los alumnos obtengan un aprendizaje significativo y, a su vez, obtengan las competencias
necesarias que la sociedad necesita para su correcto desarrollo. Se pretende que los
estudiantes logren un aprendizaje por medio de sus experiencias, desarrollando el contacto
social, para que posteriormente interioricen y asimilen lo vivido logrando un conocimiento”
(Farías-Veloz et al., 2022, p. 2).
Hoy en día, los alumnos son usuarios de plataformas como Netflix, participan en entornos
tecnológicos como los juegos virtuales, se sienten atraídos por los contenidos ofrecidos por los
influencers del momento, e incluso una aplicación de inteligencia artificial puede ofrecerles
directamente actividades de aprendizaje. Por ello, el docente debe poner en juego toda su
didáctica, creatividad e innovación para desarrollar mediadores efectivos entre el conocimiento y
el alumno.
Frente a este desafío, Trujillo Flórez (2013) sintetiza en la siguiente fase en cómo el docente debe
pensarse y evolucionar en el marco de estas demandas:
“Los docentes autores de materiales educativos deben considerar que, así como hay
inteligencias múltiples, hay múltiples formas de pensar, por consiguiente, diversas formas de
aprender. […] El docente debe procurar que sus materiales exploren diversas formas para
llegar al aprendizaje, y más complejo aún, que los estudiantes puedan aprender usando ese
material de diversas formas” (p. 2).
Rivera-López (2011) expresa que el docente es arquitecto y ejecutor en este momento social
donde el cambio es lo más estable y, por lo tanto, propone que el profesor se debe considerar en
los siguientes términos:
Barbará, E. (2013). Los fundamentos teóricos de la tutoría presencial y en línea: una perspectiva
socio-constructivista.
https://www.academia.edu/39630850/LOS_FUNDAMENTOS_TE%C3%93RICOS_DE_LA_TUTO
R%C3%8DA_PRESENCIAL_Y_EN_L%C3%8DNEA_UNA_PERSPECTIVA_SOCIO_CONSTRUC
TIVISTA
Lizana, A.; Salinas, J. y de Benito, B. (2014). Competencias docentes para los nuevos
escenarios de aprendizaje. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 28(1),145-
163. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=27431190010
Rivera-López, L.I. (21 de septiembre de 2011). Dimensión política, cultura y ética educativa.
http://antropospedagogicus20112.blogspot.com/2011/09