Domingo 15 Diciembre Exp. CBVN

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HONRA GLORIA Y SUPREMA ALABANZA A NUESTRO DIOS.

ESTUDIO BÍBLICO DESARROLLADO POR EL ADMINISTRADOR DE ALABANZAS IEP.


RECUERDE ESCUDRIÑAR LAS ESCRITURAS, PROFUNDIZAR AÚN MÁS CADA TÍTULO
AQUÍ EXPUESTO. DIOS LE BENDIGA.

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DOMINGO 15 DE DICIEMBRE DE 2024

TEMA: DIOS CONFIRMA SU PROMESA: LA TIERRA PROMETIDA A SU PUEBLO. LECCIÓN:


NÚMEROS 15:1 AL 7

INTRODUCCIÓN: La historia de la salvación de Dios, tal como se relata en la Biblia, está


marcada por las promesas que Él hace a Su pueblo, promesas que no solo hablan de Su
poder y fidelidad, sino también de Su profundo amor por la humanidad. Una de las
promesas más significaCvas y conocidas en la Escritura es la promesa de la Cerra promeCda.
Esta promesa no solo tuvo un impacto histórico en el pueblo de Israel, sino que también
Cene un mensaje profundo para nosotros hoy, como creyentes en Cristo. Desde el momento
en que Dios llamó a Abraham, el patriarca del pueblo de Israel, Él le hizo una promesa que
marcaría el futuro de su descendencia. En Génesis 12:1-3, Dios le dice a Abraham que lo
llevará a una Cerra que Él le mostraría y que haría de él una gran nación. Esta promesa fue
raCficada con más detalles en otros momentos de la vida de Abraham y sus descendientes.
Dios dijo claramente que esa Cerra sería de ellos como herencia eterna. Pero la promesa no
fue simplemente un acto de bendición terrenal; a través de la Cerra promeCda, Dios
también reveló Su carácter fiel y poderoso. A pesar de las dificultades, los desaSos y la
incredulidad de algunos, la promesa de la Cerra nunca fue anulada. Dios, en Su soberanía,
guió a los israelitas a través del desierto, les dio la victoria sobre sus enemigos y les permiCó,
finalmente, entrar en la Cerra que Él les había promeCdo. La Cerra promeCda era más que
un lugar Ssico, un espacio de descanso y prosperidad; era el símbolo de la relación especial
que Dios tenía con Su pueblo. A través de la Cerra, Dios quería enseñarles a confiar en Su
provisión, a obedecer Sus mandamientos y a ser una nación que representara Su sanCdad
ante el mundo. El acto de entrar en la Cerra promeCda no era solo una cuesCón de geograSa,
sino un acto de fe, obediencia y cumplimiento de la voluntad de Dios.

1. La Promesa de Dios es Incondicional:


Dios comenzó con una promesa a Abraham, no basada en la perfección del pueblo, sino en
la fidelidad de Él mismo. Dios actúa por Su gracia, no porque el pueblo lo merezca, sino
porque Él es fiel a Sus promesas. Génesis 12:2 "Y haré de * una nación grande, y te
bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”.

2. Dios RaJfica Su Promesa a lo Largo de las Generaciones: La promesa de la Cerra


promeCda no se limitó a Abraham, sino que se extendió a Isaac y a Jacob. Dios es un Dios
de generaciones y raCfica Su palabra a través del Cempo, mostrando que Su fidelidad
trasciende las generaciones. Génesis 26:24 "Y se le apareció Jehová, y le dijo: Yo soy el Dios
de Abraham tu padre; no temas, porque yo estoy conCgo, y te bendeciré, y mulCplicaré tu
descendencia por amor a Abraham mi siervo."

3. Dios Esquiva Obstáculos para Cumplir Su Promesa: A lo largo de la historia de Israel,


hubo muchos obstáculos: el exilio en Egipto, la esclavitud, las batallas. Sin embargo, Dios
siempre encontró una manera de cumplir lo que había promeCdo, demostrando que Su
poder es superior a cualquier adversidad. Deuteronomio 8:2 "Mas Jehová vuestro Dios os
hizo caminar por el desierto estos cuarenta años, para humillaros, para probaros, para saber
lo que había en vuestro corazón, si habíais de guardar o no sus mandamientos."

4. La Promesa se Cumple por la Obediencia: El cumplimiento de la promesa de la Cerra


promeCda dependió de la obediencia al mandato de Dios. La entrada a la Cerra estaba ligada
a su fidelidad, y el pueblo debía caminar según la voluntad de Dios para recibir la bendición.
Éxodo 15:26 "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, y si haces lo recto delante de
sus ojos, y si prestas oído a sus mandamientos, y guardas todos sus estatutos, ninguna
enfermedad de las que envié sobre los egipcios te enviaré a C; porque yo soy Jehová tu
sanador."

5. Dios Dirige a Su Pueblo Hacia Su Promesa:


A través de Moisés y luego de Josué, Dios guio a Su pueblo hacia la Cerra promeCda. Dios
siempre Cene un plan para guiar a Su pueblo hacia Su propósito, y en todo momento, Su
presencia estaba con ellos. Éxodo 13:21 "Y Jehová iba delante de ellos de día en una
columna de nube, para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego, para
alumbrarles; para que anduviesen de día y de noche."

6. El Cumplimiento de la Promesa es TesJmonio del Poder de Dios:


Cuando el pueblo de Israel entró en la Cerra promeCda, lo hizo gracias a las poderosas
intervenciones de Dios, quien destruyó los obstáculos que se interponían en su camino. La
victoria fue un tesCmonio de que, cuando Dios promete algo, Él lo cumple con poder.
Josué 21:44 "Y Jehová les entregó en sus manos a todos los enemigos que moraban en la
Cerra, y los destruyó completamente, como Jehová lo había dicho a Moisés."

7. La Tierra PromeJda es un Símbolo de Nuestra Herencia en Cristo;


La Cerra promeCda es un Cpo y figura de la vida eterna que Dios ha preparado para los
creyentes en Cristo. Así como Dios cumplió Su promesa a Israel, hoy Él nos promete la
herencia celesCal a través de Su Hijo Jesús. Efesios 1:3 "Bendito sea el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares
celesCales en Cristo."
CONCLUSIÓN: La promesa de la Cerra promeCda es mucho más que un simple
acontecimiento histórico para el pueblo de Israel. Es un tesCmonio de la fidelidad y el poder
de Dios, que a lo largo de generaciones ha cumplido cada palabra que ha declarado. Desde
el llamado de Abraham hasta la entrada de Israel en la Cerra de Canaán, Dios demostró que
Su palabra no vuelve vacía, sino que siempre cumple lo que ha promeCdo. Para nosotros,
los creyentes en Cristo, la historia de la Cerra promeCda Cene una aplicación profunda. Si
bien la Cerra Ssica de Canaán fue el cumplimiento de una promesa material para el pueblo
de Israel, la verdadera Cerra promeCda que esperamos hoy es nuestra herencia en Cristo,
una vida eterna y una relación restaurada con Dios. Así como Israel experimentó la fidelidad
de Dios al conquistar la Cerra, nosotros también podemos confiar en que Dios es fiel para
cumplir Sus promesas de salvación, paz y esperanza eterna a través de Jesucristo.

TÍTULO:
INSTRUCCIONES PARA PRESENTAR UNA OFRENDA GRATA A JEHOVÁ. (LÉASE: GÉNESIS
4:4; SAN MATEO 5:23 Y 24)

INTRODUCCIÓN: La ofrenda es un acto de adoración y obediencia que el pueblo de Dios ha


pracCcado desde Cempos anCguos. En el AnCguo Testamento, el pueblo de Israel ofrecía
sacrificios y ofrendas a Jehová como una forma de agradecer, honrar y reconocer Su
soberanía. Estas ofrendas no solo eran un acto ritual, sino que simbolizaban la relación de
amor, respeto y graCtud que el pueblo debía mantener con su Creador. Hoy, como creyentes
en Cristo, el concepto de ofrendar sigue siendo muy relevante, pero ya no se trata de
sacrificios de animales ni ofrendas materiales, sino de un corazón dispuesto a adorar a Dios
con lo mejor de nosotros. La ofrenda ya no es simplemente una cuesCón externa, sino una
acCtud interna de entrega y obediencia. Jesús enseñó que lo que Dios busca no es una
ofrenda material, sino un corazón sincero, arrepenCdo y dispuesto a vivir en jusCcia y
misericordia. La Biblia nos da claras instrucciones sobre cómo debemos presentar nuestras
ofrendas a Jehová, para que sean gratas ante Sus ojos. En el AnCguo Testamento, Dios les
dio a los israelitas una serie de normas que tenían que seguir al hacer sus ofrendas, las
cuales reflejaban principios espirituales que también son aplicables a nosotros hoy en día.
Si bien la naturaleza de nuestras ofrendas ha cambiado, los principios detrás de ellas siguen
siendo los mismos. Al presentar una ofrenda, no se trata simplemente de dar algo de valor
material, sino de ofrecer lo mejor de nuestro corazón, siendo obedientes y agradecidos por
todo lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. La Biblia nos enseña que una ofrenda grata a
Jehová debe ser ofrecida con fe, obediencia, pureza de corazón, y generosidad.

1. La ofrenda debe ser presentada con un corazón sincero y dispuesto:


La acCtud con la que damos es lo más importante. Dios no se complace en ofrendas dadas
de manera forzada o sin entendimiento. La verdadera ofrenda es aquella que surge de un
corazón sincero que desea agradar a Dios y obedecer Su voluntad. 2 a los CorinJos 9:7 "Cada
uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al
dador alegre."
2. La ofrenda debe ser el fruto de un corazón agradecido:
Cuando ofrecemos nuestras ofrendas a Dios, debemos hacerlo en respuesta a Su bondad y
misericordia. Cada bendición que recibimos es un regalo de Él, y nuestras ofrendas deben
ser un reflejo de nuestro agradecimiento por Su provisión y fidelidad. Deuteronomio 16:10
"Y ofreceréis sacrificios de alabanza, y presentaréis ofrendas voluntarias según lo que os
haya dado Jehová vuestro Dios."

3. La ofrenda debe ser entregada con generosidad:


Dios no se fija tanto en la canCdad, sino en la disposición del corazón al dar. Una ofrenda
generosa refleja un corazón que conSa en la provisión de Dios y está dispuesto a comparCr
lo que Cene, sabiendo que Dios proveerá. 2 CorinJos 9:6 "El que siembra escasamente,
también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará."

4. La ofrenda debe ser dada en obediencia a los mandamientos de Dios:


La obediencia a la palabra de Dios es fundamental cuando presentamos nuestras ofrendas.
La Biblia establece claramente que debemos dar con un corazón dispuesto, pero también
conforme a los principios que Él nos ha dejado en Su palabra. Éxodo 25:2 "Y dijo Jehová a
Moisés: Di a los hijos de Israel que me traigan ofrenda; de todo varón que la diere de corazón
generoso, tomaréis mi ofrenda."

5. La ofrenda debe ser presentada con pureza de corazón:


Dios valora más un corazón limpio que una ofrenda externa. Antes de dar, debemos
asegurarnos de que nuestro corazón esté en paz con Él, arrepenCdos de cualquier pecado
que nos pueda separar de Su presencia. Mateo 6:15 "Si no perdonáis a los hombres sus
ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas."

6. La ofrenda debe ser presentada con confianza en la fidelidad de Dios:


Al dar nuestras ofrendas, debemos hacerlo confiando plenamente en que Dios suplirá
nuestras necesidades. Al igual que el pueblo de Israel ofreció sacrificios con fe en la provisión
de Dios, nosotros debemos creer que Él es fiel para cumplir Sus promesas. Malaquías 3:10
"Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde."

7. La ofrenda debe ser presentada en un espíritu de adoración:


La ofrenda es una forma de adoración. No se trata solo de dar algo material, sino de
presentar nuestras vidas como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. Nuestras ofrendas
deben ser un acto de adoración, reconociendo a Dios como el dueño de todo.
Romanos 12:1 "Por lo tanto, os ruego, hermanos, por las misericordias de Dios, que
presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional."
CONCLUSIÓN: Presentar una ofrenda grata a Jehová no es simplemente un acto Ssico, sino
un acto de adoración y obediencia desde el corazón. En todo momento, debemos recordar
que Dios valora más la acCtud con la que damos que la canCdad o el Cpo de ofrenda que
presentamos. Que al ofrendar, lo hagamos con sinceridad, generosidad, obediencia y fe,
sabiendo que nuestras ofrendas son una expresión de nuestra graCtud, amor y adoración
hacia Aquel que nos ha dado todo.

CANTO: EN EL NOMBRE DE JESÚS. Nº 50

TEXTO: “BIENAVENTURADOS LOS MANSOS, PORQUE ELLOS RECIBIRÁN LA TIERRA POR


HEREDAD”. SAN MATEO 5:5

COMENTARIO DEL TEXTO: La palabra "manso" en este contexto no debe entenderse como
sinónimo de debilidad o sumisión pasiva, sino como una acCtud de humildad, control propio
y paciencia. La mansedumbre implica un corazón dispuesto a ser guiado por Dios, que no se
deja llevar por el orgullo, la ira o el deseo de venganza. Es una caracterísCca que refleja la
humildad de Cristo, quien, a pesar de ser el Hijo de Dios, vivió una vida de servicio y
sacrificio, sin recurrir a la violencia ni a la arrogancia, incluso ante el rechazo y el sufrimiento.
En cuanto a la promesa de que los mansos "recibirán la Cerra por heredad", este versículo
Cene un significado tanto inmediato para los oyentes de Jesús en ese Cempo como una
aplicación más profunda para los creyentes de hoy. Para los judíos, la "Cerra" tenía un
significado simbólico de la promesa que Dios le hizo a Abraham y a sus descendientes, que
sería una Cerra de paz, prosperidad y bendición. En ese contexto, Jesús estaba diciendo que
aquellos que viven con un corazón manso, lejos del orgullo y la venganza, serían los que
recibirían la verdadera herencia de Dios, es decir, la bendición divina que Dios ha promeCdo
a Su pueblo. En el contexto del Nuevo Testamento, sin embargo, la "Cerra" no se limita a un
pedazo de Cerra Ssica. En lugar de eso, simboliza el reino de Dios, un reino que no es de
este mundo, sino un dominio de paz, jusCcia y salvación que se exCende por toda la
eternidad. Los mansos, aquellos que siguen el ejemplo de Cristo y viven humildemente,
recibirán la recompensa eterna en este reino. Este reino no es una recompensa terrenal,
sino una herencia espiritual que se manifiesta en la paz y el gozo de vivir bajo el gobierno
de Dios. Este versículo también pone en evidencia un principio clave del reino de Dios: la
verdadera grandeza y bendición no se alcanzan a través de la fuerza, la arrogancia o la
venganza, sino a través de la mansedumbre, que es un acto de obediencia a Dios y confianza
en Su jusCcia. En un mundo que valora el poder, la autodependencia y la lucha por el control,
Jesús llama a sus seguidores a adoptar una acCtud contraria: la mansedumbre, que es una
renuncia a la autosuficiencia y una aceptación de la dependencia de Dios. Al hacerlo, no solo
experimentamos la paz interna y la relación cercana con Dios, sino que también nos
hacemos par`cipes de la herencia eterna que Él ha preparado para los que son Suyos.
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Este estudio no busca reemplazar los estudios bíblicos que se realizan cada semana en su
respectiva Iglesia Evangélica Pentecostal, al contrario, tiene como fin principal;
complementar o ayudar en el estudio bíblico que usted realiza. Esperando que cada
referencia bíblica sea de ayuda y de bendición para su vida.

Honra y Gloria a nuestro Dios.

Dios le bendiga.
Aa. Administrador de Alabanzas IEP.

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