Lengua 3 ESO

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FUNCIONES DEL LENGUAJE

Establecer las funciones del lenguaje equivale a dar respuesta a la pregunta: "¿Para qué
sirve el lenguaje?" En suma, plantear qué uso hacemos de la palabra.
–Función representativa, denotativa o referencial. Es la orientada al
contexto o referente. Es la función mediante la cual el lenguaje transmite contenidos objetivos
referidos a la realidad extralingüística. Es la propia de la exposición de hechos, relaciones,
realidades o fenómenos pertenecientes al mundo real o a universos imaginarios, sin que el
hablante deje traslucir su reacción subjetiva ante los mismos.
Ese árbol da manzanas.
El mensaje lingüístico aparece como "no marcado", es decir, sin los recursos lingüísticos
característicos de otras funciones: entonación neutra, modo indicativo, ausencia de adjetivación
valorativa, léxico exclusivamente denotativo.
–Función expresiva o emotiva. Es la orientada al emisor. Es la función que
permite inferir la subjetividad del hablante en el momento de la comunicación, es decir su
estado emocional o su actitud ante el contenido de lo que está diciendo. Cuando se da esta
función, el mensaje aparece marcado por determinados recursos lingüísticos.
Son elementos propios de esta función las interjecciones, el énfasis (o el abatimiento) en
la entonación, las interrupciones, la alteración en el orden de las palabras, las exclamaciones y
los elementos afectivos de todo tipo: sufijos emotivos (diminutivos, aumentativos, despectivos),
los adjetivos y adverbios valorativos, la selección de términos connotativos, el empleo de tacos
y expresiones malsonantes, reticencias y subrayados intencionados de palabras, el modo
subjuntivo optativo…
¡Quién supiera escribir!
–Función apelativa, persuasiva o conativa. La función apelativa está
centrada en el receptor. Es la función que aparece cuando el objetivo de la comunicación es
provocar una determinada reacción en el oyente: hacer que haga algo, que diga algo, que
sienta algo, que cambie su actitud respecto a algo, etc. Es la función del mandato y de la
pregunta. Aparece siempre que hay intención de influir en el prójimo en cualquier aspecto
(consejo, sugerencia, persuasión, propaganda, adoctrinamiento ideológico, etc.).
Son recursos lingüísticos de esta función los vocativos, el modo imperativo, las perífrasis
obligativas, las oraciones interrogativas, y la utilización deliberada de elementos afectivos,
adjetivos valorativos, términos connotativos y toda serie de recursos retóricos destinados a
conmover o persuadir al oyente.
Pepe, ven aquí
–Función fática. Es la función orientada al canal. Es la función característica
de los mensajes cuya única finalidad es establecer, prolongar o interrumpir la comunicación, o
bien, comprobar simplemente que el canal funciona, que existe "contacto".
¿Tú por aquí?
Las fórmulas ritualizadas de cortesía ("Hola", "Buenos días" "¿Qué tal?... Yo bien,
gracias") y todas las frases hechas socialmente tipificadas pertenecen a la función fática. Los
enunciados producidos son totalmente previsibles en determinados contextos. La charla
intrascendente sobre el tiempo, la salud de la familia y otros tópicos habituales son función
fática.
–Función poética o estética. La función poética es la orientada al mensaje.
Por "mensaje" se entiende aquí la secuencia lingüística exacta que el hablante hace llegar al
oyente, no el "contenido" o "significado" de la misma. Esta función aparece siempre que la
expresión utilizada atrae la atención sobre su forma.
Sus recursos lingüísticos son variadísimos: todas las llamadas figuras estilísticas
(aliteraciones, paronomasias, anáforas, metáforas, comparaciones, paradojas, anfibologías y
juegos de palabras; incompatibilidades semánticas de todo tipo; el verso y la rima, etc.).
La Lola está lela.
–Función metalingüística. La función metalingüística es la función centrada
en el código. Se da esta función cuando la lengua se toma a sí misma como referente, es
decir, cada vez que utilizamos la lengua para hablar de la lengua. Por ejemplo, para aclarar el
significado de un término, establecer una equivalencia, comprobar que se está utilizando el
mismo código semántico, etc. En la función metalingüística se somete el código a análisis; la
gramática, los diccionarios, la lingüística utilizan la función metalingüística. Puede aparecer,
también, en las reflexiones no rigurosas de los hablantes sobre el lenguaje que utilizan.
¿Cómo se dice en francés "me pica una oreja"?
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EJERCICIOS

1.- Señalar la función predominante en estos mensajes de una clase de Lengua.


a) Hoy han faltado muchos alumnos. Debe de ser por el fútbol.
b) ¿Oyen bien los que ocupan las últimas filas?
c) Buenos días. ¿Cómo va todo?
d) La lengua española tiende a la acentuación paroxítona, es decir, grave o llana.
e) ¿Creen ustedes que me puede enterar de las preguntas de todos al mismo tiempo?
f) Noto cuándo no atienden porque sus cerebros se elevan al techo como globos de gas.
g) Hagan el favor de entregar las pruebas de evaluación en la fecha prevista.
h) Cuando entiende algo a la primera, se le encienden cerezas negras en los ojos.
i) Decía Machado de la Literatura:
Ni mármol duro y eterno,
ni música ni pintura,
sino palabra en el tiempo.
j) Es fundamental que queden claros los conceptos de Lingüística General.

2.- Señalar la función dominante en los siguientes enunciados.


a) ¡Qué tarde se nos ha hecho!
b) Más, cuando lleva acento, es adverbio de cantidad.
c) Ésa es música para jóvenes carrozas.
d) No te acerques, que es peligroso.
e) ¡Hasta pronto! Saludos en casa.
f) Me acabo de caer por las escaleras.
g) Esta calle es terriblemente ruidosa.
h) Tres tristes tigres.
i) No te enrolles, Charles Boyer.
j) Estas plantas se llaman apidistrias.
k) La barricada cierra la calle pero abre el camino.
l) En los exámenes, responde con preguntas.
m) Sed realistas: pedid lo imposible.
n) Prohibido prohibir.

3.- Identificar los medios lingüísticos de expresión de las funciones.


La voz de Jacinto, en un murmullo indeciso, le quebró el impulso.
–Espera, Gregorio. Vamos a charlar un rato los tres.
–¿De Julia?
–Sí, en cierto sentido.
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ORACIÓN

Podemos señalar como características de la oración:


– Tiene autonomía sintáctica: la oración se articula en torno a un sujeto y un
predicado; no depende de una estructura sintáctica superior (aunque se pueda integrar en un
texto).
– Tiene autonomía semántica: tiene sentido por sí misma.
– Tiene autonomía entonativa: la oración va acompañada siempre de una
entonación que marca sus límites.
La oración, pues, la podemos definir como una unidad lingüística formada por un
componente sintáctico, un componente tonal, suprasintáctico, y un componente semántico.
Hemos de dejar muy claro que la oración se caracteriza por una determinada estructura:
existe oración cuando aparecen dos constituyentes de carácter obligatorio, un sintagma
nominal, o equivalente en función de sujeto, y un sintagma verbal en función de predicado.
Pero esta definición formal debe matizarse. Debemos considerar la existencia de
oraciones en las que el sujeto no está explícito, y es el verbo quien encierra en sí tanto el
predicado, como el sujeto (expresado en las formas flexivas, portadoras de los valores
morfemáticos). Son las oraciones de sujeto implícito, tácito, elíptico u omitido.
Igualmente debemos tener presente aquellas oraciones en las que se reconocen todas
las características propias de la oración, pero que no tienen sujeto, no hay ningún elemento de
la ellas que concuerde con el verbo ni explícita ni implícitamente. Son las llamadas oraciones
impersonales.

SINTAGMA

1.- Definición

Definimos el sintagma como la unidad gramatical que consta de una o más palabras que
tienen una función relativamente independiente en la oración. El sintagma es, pues, la unidad
lingüística, de rango superior a la palabra, constituida por un conjunto de elementos lingüísticos
organizados jerárquicamente en torno a un núcleo y caracterizados por desempeñar la misma
función.

2.- Clasificación

Los sintagmas se clasifican, según su estructura, en endocéntricos y exocéntricos.


En los endocéntricos, el resultado de sus componentes vale funcionalmente como el
núcleo –palabra en torno a la cual se organizan todas las demás que forman parte del
sintagma– y pueden ser, dependiendo de cuál sea éste, nominales (SN), adjetivales (S Adj),
adverbiales (S Adv) y verbales (S V).
Los exocéntricos están desprovistos de núcleo inmediato y son aquellos que van
introducidos por una preposición. Son los sintagmas prepositivos o preposicionales (SPrep).

SINTAGMA NOMINAL

Definimos el sintagma nominal como aquel sintagma cuyo núcleo es un nombre o


cualquier otro elemento nominal (pronombre) o nominalizado. En el seno de la oración
gramatical se define como el primer constituyente, significando esto que únicamente aquellas
secuencias que tengan una estructura de SN pueden constituir el sujeto en una oración simple.
En torno al núcleo, y relacionándose con él –como antes hemos dicho– pueden
aparecer otros elementos dependientes de él, que serán determinantes (artículos y adjetivos
determinativos) y adyacentes (principalmente el adjetivo calificativo, aunque también
aposiciones, complementos de nombre con preposición y proposiciones subordinadas). La
estructura que presenta, pues, el sintagma nominal es
(Determinantes) + Núcleo + (Adyacentes)

SUSTANTIVO
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1.-Definición

Son sustantivos aquellas palabras caracterizadas por tener lexemas y morfemas de


género y número, que desempeñan la función de núcleo del SN, y con las que designamos
objetos, esto es, los seres vivos y las cosas con existencia independiente, pero también
cualquier aspecto de la realidad que no sea independiente, cuando la consideramos en sí
misma.
En cuanto a la forma, decimos que el sustantivo está formado por un lexema y los
formantes constitutivos de género y número.
Atendiendo a la función, el sustantivo se caracteriza por poder funcionar como núcleo o
centro del sintagma nominal. De otro modo, decimos que el sustantivo es la palabra que tiene
las funciones privativas de sujeto, complemento directo, complemento indirecto y agente.
Además hay que añadir como función la de aposición, gracias a la cual un sustantivo modifica a
otro. Puede, igualmente, desempeñar otras funciones dentro de la oración.
Me apetece agua................................. sujeto
Juan es tu médico................................ atributo
Prefiero pan......................................... c. directo
Di el vaso a Mario................................ c. indirecto
Nombraron consejero a Antonio……... c. predicativo
Tratamos de los exámenes.................. suplemento
Madrid, capital de España.................... aposición
Útil para el servicio............................... c. de adjetivo con preposición
Lejos de mi patria................................. c. de adverbio con preposición
Mármol de Carrara............................... c. de nombre con preposición
Nos veremos el sábado........................ c. circunstancial
¡Luis!..................................................... vocativo
Semánticamente, el sustantivo significa cosa corporal o incorporal. Es la palabra con la
que designamos los objetos pensándolos con conceptos independientes. En definición de la
Academia, es "aquella parte de la oración que sirve para designar seres, personas o cosas que
tienen existencia independiente, ya en la realidad, ya por abstracción o personificación: como
piedra, Alfonso, Toledo, virtud, verdor, color, dureza". Se clasifican en concretos o abstractos
(mesa, virtud), comunes o propios (árbol, Venezuela), contables o no contables (lápiz, arena) y
animados o inanimados (águila, ordenador)

2.- Adyacentes del sustantivo

Hemos dicho antes que en torno al núcleo del SN podían aparecer determinantes y
adyacentes. Vamos a ver ahora, someramente, cuáles son los distintos elementos que pueden
desempeñar la función de adyacente.
El adyacente específico del sustantivo es el adjetivo calificativo adjunto pospuesto o
antepuesto (hombre feliz, libro pequeño, la blanca nieve, un gran amigo), como veremos más
adelante.
Puede recibir también como adyacente otro sustantivo, bien por aposición, es decir,
sin nexo alguno (Madrid, capital de España,…; pez espada); bien mediante preposición,
formando el llamado complemento del nombre o complemento determinativo (la casa de mi
tía, mesa de madera, un modelo de París, la fiesta del viernes).
Por otra parte, el adyacente del sustantivo puede adoptar una estructura oracional, ya
subordinada adjetiva (el hombre que ríe, la casa donde vivo), ya subordinada sustantiva con
preposición (las ganas de que te cases); o una construcción concertada de participio (la carta
escrita por Pepe ayer) o de gerundio (las ranas pidiendo rey).

PRONOMBRE

1.- Definición

Los pronombres forman una clase cerrada de palabras. En cuanto a la forma, admiten
morfemas de género (no todos), de número y de persona (algunos) y de caso (pronombres
personales, que adoptan distintas formas dependiendo de la función que desempeñan dentro
de la oración: A Marisa la miré / A Marisa le miré las manos). Algunos admiten determinantes o
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pueden ir precedidos de preposición.


La función es la misma que la del sustantivo, esto es, constituye núcleo de un SN. Esto
que señalamos es específico de los pronombres personales; el resto de las clases pueden
funcionar también como determinantes, lo que los convierte en adjetivos (Quiero éste / Quiero
este libro). Los pronombres relativos (El libro que compré...) desempeñan, además, la función
de nexo.
Semánticamente designa a un ser que ya ha aparecido en el discurso, o que va a
aparecer, sin necesidad de nombrarlo.

2.- Clases

Las clases de palabras que pertenecen a los pronombres son: los personales, los
posesivos, los demostrativos, los interrogativos-exclamativos, los indefinidos, los numerales y
los relativos.
Los pronombres personales son una clase especial de palabras que designan a las tres
personas del coloquio precisamente en su papel de personas del coloquio, o sea, gramaticales.
Los posesivos forman también una clase delimitada desde el punto de vista semántico,
desde el que se pueden definir como los pronombres que al referirse a alguien o algo lo indican
como perteneciente a una de las personas gramaticales.
Los demostrativos. El rasgo semántico en torno al cual se agrupan es su papel de
"señaladores" (o función deíctica), por el cual los demostrativos significan señalando, sin
nombrar, y situando lo nombrado.
Los pronombres interrogativos forman una subclase definida por su significado
interrogativo. Se puede decir que lo que aportan al significado del enunciado en que se
encuentran es precisamente su carácter de pregunta, su aspecto interrogativo.
Estos mismos pronombres tienen otro uso no con finalidad interrogativa, sino
exclamativa, para ponderar o realzar algo (¡Quién pudiera hacerlo!, ¡Cuántos llegaron!).
Los pronombres relativos forman un grupo bastante delimitado, aunque no por criterios
significativos. Su significación es anafórica, esto es, remiten a un elemento nominal aparecido
antes –el antecedente– y lo reemplazan introduciendo una proposición subordinada que lo
adjetiva.
Como hemos visto hasta ahora, sucede también con los pronombres indefinidos que
forman una subclase de palabras determinada por un criterio semántico. Son, pues, los
pronombres indefinidos las palabras que se refieren a su objeto de un modo "vago", "general",
"indeterminado", "impreciso" o "inconcreto".
Otra subclase de pronombres la forman los numerales. Se trata de cuantificadores que,
a diferencia de los indefinidos, expresan cantidades precisas. Por el contrario, del mismo modo
que éstos, no guardan relación con las personas gramaticales, al revés de como sucede con
los personales, posesivos y demostrativos. Se clasifican en cardinales (dos, tres, cinco, etc.),
ordinales (cuarto, quinto, décimo, etc.), múltiplos (doble, séxtuplo...) y partitivos (medio,
dozavo...).

3.- Leísmo, laísmo y loísmo

Consiste el leísmo en el empleo de la forma le en cualquier caso que no sea


complemento indirecto o complemento directo masculino de persona, o de la forma les cuando
no sea complemento indirecto (Ese libro yo no le he leído, A mis primos no les he visto). El
laísmo, por su lado, consiste en el uso de las formas la y las como complemento indirecto (La
envié una postal a mi prima). El loísmo, en hacer funcionar los pronombres lo y los como
complementos indirectos (Los dije que me acompañaran). Naturalmente, no hablamos de las
posibles confusiones en cuanto al género, puesto que en la práctica no se dan.

DETERMINANTES

En dos sentidos usan los gramáticos este término: como nombre de una función
sintáctica y como denominación de una clase de palabras, esto es, como nombre de una
categoría gramatical. Nosotros, aquí, utilizamos el término exclusivamente en el primero de los
sentidos. De este modo, los artículos y adjetivos determinativos –categorías de palabras– son,
atendiendo a su función, determinantes. Damos, no obstante lo dicho, una definición, según los
tres criterios que venimos utilizando, apta, en general, para el artículo y el adjetivo
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determinativo.

1.- Definición

En cuanto a la forma tienen, aunque no todos, morfemas de género y de número


coincidentes con aquellos que posee el sustantivo al que acompañan.
Funcionalmente no forman nunca núcleo de un sintagma, sino que siempre aparecen
junto a un sustantivo o, bien, junto a otra categoría o sintagma a los que sustantivan.
Atendiendo a lo que hemos dicho al tratar de su forma, tenemos que señalar que se da, pues,
concordancia en género y número entre los determinantes y el sustantivo determinado por
ellos.
Semánticamente, los determinantes o determinativos, que forman una clase cerrada,
son elementos de naturaleza morfemática que actualizan al sustantivo, lo sitúan en relación
con las personas gramaticales o precisan cuantitativamente la extensión de su contenido.

2.- Clases

Las categorías que nos encontramos en función de determinantes son: artículos


determinados (el, las) e indeterminados (unas, un) –reciben también el nombre de definidos e
indefinidos, respectivamente– y adjetivos determinativos –demostrativos (este, esa...),
posesivos (mío, nuestras...), numerales (dos, octavo, ambos...), indefinidos (algún, varias...),
distributivos (sendos, cada), interrogativos y exclamativos (qué, cuántos...).
Para los adjetivos determinativos remitimos a lo dicho al tratar el pronombre, toda vez
que, en definitiva, no son nada más que pronombres que desempeñan la función de
determinantes o de adjuntos de un sustantivo.

ADYACENTES

1.- Definición

Por adyacente o modificador entendemos la función consistente en la complementación


de un sustantivo, pero sin capacidad actualizadora, así como la de un adjetivo o la de un
adverbio. Podemos decir que los adyacentes precisan, limitan, restringen o modifican el
significado del sustantivo, adjetivo o adverbio a quienes acompañan.

2.- Clases

Pueden desempeñar la función de adyacentes con respecto al sustantivo:


– los adjetivos calificativos
la pared azul, la casa grande, la sonrisa franca
– los SN con preposición
los horrores de la guerra, el monitor del ordenador
– las aposiciones
Madrid, capital de España; el rey Felipe II; don Antonio
– las proposiciones adjetivas de relativo
los libros que me regalaron, la chica a quien miraste
– las proposiciones sustantivas con preposición
las ganas de que trabajes, Tenía ansias de que llegarais
– los adverbios adjetivados
un niño así, un momento antes
– los determinativos pospuestos:
un alumno cualquiera, el capítulo primero

SINTAGMA ADJETIVAL

Es la unidad funcional que tiene por núcleo un adjetivo. El S Adj estará formado, pues,
necesariamente por un adjetivo en función de núcleo, al que podrán acompañar otros
elementos dependientes de él.

ADJETIVO CALIFICATIVO
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1.- Definición
En el aspecto formal, tiene morfemas de número y género para su concordancia con el
sustantivo (casa blanca, libros pequeños), así como morfemas de grado, marca gramatical
específica de esta palabra (muy hermoso, hermosísimo). Algunos admiten aumentativos
(grandón) y diminutivos (jovencito).
Los grados del adjetivo son tres: positivo, comparativo y superlativo.
Su función es la de ser término secundario respecto al sustantivo, al que complementa,
sobre el que incide. Puede desempeñar papel de modificador directo o adyacente que se une
al sustantivo de forma directa y puede ir antepuesto o pospuesto (los niños traviesos, las
oscuras golondrinas), de atributo (Juan es alto) o de complemento predicativo (Los
excursionistas llegaron contentos, Veo a Juan triste).
Es, además, núcleo de S Adj.; y, como tal, puede ir acompañado de adyacentes (fácil
de recordar, apto para el trabajo, el color azul celeste, bastante tranquilo).
Semánticamente modifica al sustantivo indicando cualidad. En otra manera, reduce la
extensión ilimitada del sustantivo añadiéndole una cualidad, ya externa, ya interna.

SINTAGMA VERBAL

El sintagma verbal es la unidad funcional que tiene por núcleo un verbo. El SV, en
consecuencia, debe estar formado necesariamente por un verbo, que puede ser completado
por elementos de diferente naturaleza.

VERBO

Desde antiguo se ha distinguido el verbo como una de las partes de la oración


fundamental frente al nombre, por su capacidad para expresar tiempo. La Gramática de la
Academia lo definía como “la parte de la oración que designa estado, acción o pasión, casi
siempre con expresión de tiempo y de persona”.

1.- Caracterización

Formalmente, toda forma verbal está constituida por un lexema y unos formantes o
morfemas.
El lexema es la base significativa y el soporte de la significación predicativa. Este lexema
está formado por la raíz y la vocal temática, que origina la división tradicional de los verbos en
tres conjugaciones (en -a, en -e, en -i).
Los formantes constitutivos, también llamados desinencias, son:
– morfema de tiempo, modo y aspecto.
– morfema de persona y número. En español estos morfemas, colocados al
final de cada forma verbal, presentan una notable estabilidad:

2.- Clases de verbos

De hecho, los verbos españoles se pueden clasificar según diversos criterios, que deben
ser considerados conjuntamente: según tengan o no significado léxico, según el modo de
acción, según la naturaleza del proceso significado por el verbo y según su forma.
1. Según tengan o no significado léxico, los verbos pueden ser predicativos
o no predicativos.
a) Verbos predicativos. Son los verbos que tienen significado léxico.
Constituyen, por tanto, el núcleo del predicado verbal. A esta clase pertenecen la mayor parte
de los verbos de la lengua.
b) Verbos no predicativos. No tienen ningún significado léxico. Son
verbos completamente gramaticalizados. Según su empleo gramatical, pueden ser:
α) Verbos copulativos. Establecen, fundamentalmente, una
relación entre dos elementos nominales: uno que desempeña la función de sujeto y otro que
desempeña la de predicado. El verbo tan sólo aporta valores morfemáticos. A esta clase
pertenecen verbos como ser y estar en las construcciones atributivas.
β) Verbos auxiliares. Se unen a las formas no personales del
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verbo para dotarlas de los valores verbales de los que carecen. Son auxiliares el verbo haber
en las formas compuestas, ser en las construcciones pasivas, etc. Coinciden con los auxiliares
en que ninguno de estos verbos tiene significación léxica, pero divergen en el empleo
gramatical.
2. Según el modo de acción, rasgo significativo dependiente del valor
semántico del lexema verbal, e independiente de la forma en que esté flexionado, podemos
dividir los verbos en los grupos que sigue.
a) Verbos imperfectivos. Son verbos que indican procesos en los que
la acción no necesita llegar a su término para que se realice (estudiar, querer, crecer, vivir,
etc.).
b) Verbos perfectivos. Son verbos que indican procesos en los que es
necesario que la acción llegue a su término para que ésta se realice. En estos verbos la acción
debe realizarse completamente; no tienen sentido si la acción no llega a su término (morir,
saltar, firmar, etc.).
c) Verbos puntuales. Son verbos que significan procesos
momentáneos, que exigen una duración muy breve (disparar, despertar, nacer). Todos estos
verbos son perfectivos.
d) Verbos durativos. Significan procesos que necesitan un tiempo para
desarrollarse (comer, estudiar, pasear, viajar, etc.). Si bien los anteriores son todos perfectivos,
como acabamos de decir, éstos no son todos imperfectivos: verbos como abrir, cerrar,
encuadernar, etc. suponen duración, pero el proceso no está terminado hasta su total
conclusión.
e) Verbos incoativos. Indican el inicio del proceso significado por el
verbo. En español la terminación -ecer suele caracterizar este tipo de verbos: florecer,
amanecer, palidecer, etc.
f) Verbos cursivos o progresivos. Indican la continuación de un
proceso ya iniciado y aún no concluido: comer, pasear, vivir, estudiar, etc.
g) Verbos terminativos. Indican el final de un proceso previamente
desarrollado: llegar, terminar, acabar, alcanzar, lograr, etc.
3. Según la naturaleza del proceso significado por el verbo, clasificación
muy importante a la hora de estudiar las funciones semánticas de los sintagmas nominales
relacionados con estos verbos, los podemos clasificar, sin menoscabo de cuanto dijimos al
caracterizar semánticamente el verbo, en cuatro grupos:
a) Verbos de acción. Exigen un agente que realice el proceso
expresado por el verbo: cantar, escribir, caminar, etc.
b) Verbos de proceso mental. Exigen un agente personal, capaz de
realizar procesos mentales: pensar, reflexionar, meditar, recordar, etc.
c) Verbos de experimentación. Exigen un experimentador y un
fenómeno experimentado: doler, gustar, agradar, crecer, etc.
d) Verbos de relación. Establecen simplemente una relación entre dos
elementos: modificar, oprimir, ahogar, etc.
Otra clasificación de tipo semántico, empleada desde antiguo por la tradición gramatical,
formulada según el tipo de significado o realidad aludida por el verbo, ha sido la que
distingue entre:
a) Verbos de percepción: oír, ver, sentir, oler, tocar, etc.
b) Verbos de entendimiento: reflexionar, comprender, suponer,
pensar, saber, etc.
c) Verbos de lengua: decir, hablar, preguntar, etc.
d) Verbos de voluntad: mandar, ordenar, prohibir, rogar, sugerir, etc.
e) Verbos afectivos: querer, amar, odiar, temer, alegrarse, etc.
4. Según su forma, podemos distinguir entre:
a) Verbos regulares. Son los que tienen tan sólo un morfo léxico y una
flexión que coincide con la de los verbos propuestos como paradigmas de las distintas
conjugaciones: cantar, correr, subir.
b) Verbos irregulares. Son los que no cumplen las condiciones
antedichas. Las irregularidades del verbo español están originadas por los cambios regulares
producidos en la evolución del latín al romance.
c) Verbos defectivos. Se llaman verbos defectivos los verbos que
carecen de algunas formas flexivas. Se debe distinguir entre los de fenómeno atmosférico, que,
por ser unipersonales, sólo se conjugan en tercera persona del singular (Llueve, Nieva, Truena)
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pero que, empleados en sentido metafórico, tienen su flexión completa (Llovían las críticas), y
aquellos otros que, por distintas razones, carecen de determinadas formas flexivas.

PERÍFRASIS VERBALES

1.- Caracterización

Formalmente, están constituidas por dos o más verbos, de los que al menos uno es
auxiliar y el último auxiliado o principal. Éste ha de aparecer en forma no personal (infinitivo,
gerundio o participio). Podrá aparecer también formando parte de las perífrasis la conjunción
que o alguna preposición (a o de) uniendo los componentes. Atendiendo al verbo principal, el
que lleva la mayor carga significativa, se puede hablar de perífrasis de infinitivo, de gerundio
y de participio, según la forma en que aparezca.
Funcionalmente, todos sus elementos conjuntamente desempeñan el papel de núcleo
de predicado, tal y como lo hace cualquier forma verbal, por más que, somos conscientes,
incluso en éstas se pueda separar el propiamente núcleo del auxiliar.
Semánticamente –y ésta es la razón de su existencia–, el complejo perifrástico expresa
el significado del verbo auxiliado dándole un nuevo modo o un nuevo aspecto que el paradigma
verbal no tiene en sí. Así, pues, se habla de perífrasis aspectuales y de perífrasis modales,
según se presente con un nuevo aspecto o con un nuevo modo.

2.- Clasificación

Las perífrasis aspectuales, como hemos dicho, informan sobre el desarrollo de la


acción. Pueden ser:
Incoativas. Se refieren al principio de la acción: romper a, echar (se)
a, liarse a, ponerse a + infinitivo:
Echó a correr en cuanto oyó la noticia.
Al oír el chiste se echó a reír.
Rompió a llorar al conocer las notas.
Se lió a contar sus aventuras en cuanto le dieron la ocasión.
Ingresivas. Se refieren a la inminencia del principio de la acción: ir a +
infinitivo:
Voy a estudiar matemáticas ahora.
Durativas, cursivas o progresivas. Señalan una acción en su
transcurso, sin considerar su final: estar, andar, seguir, venir, llevar, continuar + gerundio:
Está lloviendo desde las tres.
Anda vendiendo libros desde hace tres años.
Aún sigue lloviendo con intensidad.
Lo viene haciendo desde chico.
Lleva estudiando desde las cuatro.
Continúa nevando desde hace tres días.
Iterativas. Señalan la repetición de la acción: volver a + infinitivo:
Tras la muerte de su mujer volvió a casarse.
Frecuentativas. Expresan la acción repetida con frecuencia: soler +
infinitivo:
Suele correr todos los días al levantarse.
Terminativas. Indican la acción acabada como consecuencia de una
actividad previa: llegar a, quedar, dejar de + infinitivo:
Después de probarlo, llegó a gustarme el vino.
La ventana ha quedado abierta.
Dejó de crecer a los catorce años.
Las perífrasis modales, como queda indicado arriba, aportan significados referidos a la
modalidad o actitud del hablante. Son:
Obligativas o de necesidad. Señalan la obligación o necesidad de lo
significado por el verbo: tener que, haber de, haber que, deber + infinitivo:
Tenemos que marcharnos.
Hemos de morir.
Habrá que marcharse.
Debemos marcharnos.
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De posibilidad, probabilidad o duda. Indican la posibilidad o la


probabilidad de la significación verbal: poder, deber de, tener que, querer + infinitivo:
Puede llover mañana.
Deben de ser las tres.
Tienen que ser cerca de las tres, porque tengo hambre.
Hoy quiere llover.

SINTAGMA ADVERBIAL

El sintagma adverbial es la unidad funcional que tiene como núcleo un adverbio. El


SAdv, en consecuencia, debe estar formado por un adverbio, en torno al cual podrán aparecer
adyacentes.

ADVERBIO

Tradicionalmente, ha sido definido como la parte invariable de la oración que puede


modificar la significación de un verbo (Habla deprisa), de un adjetivo (Es bastante listo) o de
otro adverbio (Ha quedado bastante bien). Sin embargo, también puede modificar a un nombre
(Juana es muy mujer) o a todo un enunciado (Desgraciadamente, sucedió el terrible accidente)
en función de complemento oracional como elemento periférico.
Formalmente, se dice que es una categoría gramatical invariable, porque no está sujeto
a ningún tipo de flexión gramatical y no establece, por tanto, concordancia con la palabra a la
que modifica.
La función oracional característica del adverbio es la de complemento circunstancial
de la oración, es decir, presenta circunstancias de tiempo, lugar, modo, etc., en que se
desenvuelve la acción verbal (Iremos temprano al cine, Te esperamos allí, Muchas veces
hacemos las cosas mal). Igualmente, puede modificar a un adjetivo (Ha llegado un chico
bastante juicioso, Estos árboles están mal talados, Juan era estúpidamente atrevido) o a otro
adverbio (El automóvil pasó peligrosamente cerca, Era demasiado tarde, Poco antes de
amanecer llegó Luis.
Los de afirmación, negación, duda (no, sí, acaso, quizá, etc.) son signos autónomos
que por sí solos pueden constituir manifestaciones lingüísticas completas, es decir, enunciados
(–¿Vas a estudiar esta tarde? –Sí.). A estos adverbios se los ha llamado indicadores de
modalidad oracional o modalizadores, pues expresan si la oración es afirmativa, negativa o
dubitativa. Propiamente no son circunstanciales, sino complementos oracionales,
complementos periféricos que afectan a la oración en su totalidad. Esta misma función, lo
hemos visto arriba, la pueden desempeñar otros (Afortunadamente, encontré la llave; Por
suerte, nadie se dio cuenta; Por desgracia, perdimos el tren).
Es, pues, el adverbio un modificador de modificadores, con lo que, aunque pueda
desempeñar diversas funciones –atributo o sujeto en una construcción con verbo copulativo
(El ejercicio está bien, Ahora es el momento de montar un negocio: antes era demasiado
pronto; después será demasiado tarde), núcleo de un sintagma término de preposición
equivalente a un SN, como complemento de verbo, de sustantivo, de adjetivo o de adverbio
(Se ve mejor desde lejos; recomendaciones para después del partido; Un pasadizo por debajo
de los muros permanece oculto a los visitantes; Un pasadizo estrecho por debajo de los muros
y ancho por debajo de la edificación…; Vete fuera de aquí), adyacente de un sustantivo de
forma asindética (calle arriba), o complemento oracional (Felizmente, las fiestas terminaron)–
su función propia es la función terciaria.
Los adverbios relativos o pronombres adverbiales (donde, cuando, como) tienen una
doble función: la de nexo introductores de una proposición relativa y la de complementos
circunstanciales de la proposición subordinada que introducen (la casa donde yo nací…).
Estos adverbios pierden su carácter adverbial y se comportan como meros nexos conjuntivos
en ausencia de antecedente (Como marisco cuando puedo, Ven a casa como puedas, Vivo
donde me dejan). Por otro lado, en ocasiones equivalen a verdaderas preposiciones (Eso fue
cuando la guerra, Juan durmió aquella noche donde los abuelos).
Semánticamente, según su manera de significar, los adverbios se pueden dividir en
conceptuales y pronominales. Los conceptuales o de base léxica tienen su propia
significación, invariable, tienen en sí mismos el significado que aportan al enunciado de que
forman parte; los pronominales se caracterizan por su significado ocasional, determinado
11

por el contexto o la situación, que varía según el referente. A este último grupo pertenecen los
adverbios que no son de base adjetiva o nominal, es decir, los de procedencia pronominal
(mucho, poco, más, etc.), los deícticos (aquí, ahí, allí, acá, etc.) y aquellos que adquieren su
valor significativo gracias a la situación o al contexto en el que aparecen (hoy, ahora, mañana,
enfrente, etc.).
Aparte esta clasificación, los adverbios pueden ser de lugar (cerca, lejos, arriba, aquí,
detrás, donde), de tiempo (ahora, antes, después, nunca, cuando), de modo (bien, mal,
despacio, así, como, muchos en -mente), de cantidad (más, menos, bastante, etc.), de
afirmación, negación y duda.

LOCUCIONES ADVERBIALES

Son complejos que equivalen formal, funcional y semánticamente a adverbios. Su origen


es de sintagmas prepositivos en función de complementos circunstanciales que, a causa de su
frecuente uso y escasa variabilidad, han llegado a gramaticalizarse, es decir, a convertirse en
expresiones fijas (en un tris, a hurtadillas, a escondidas, en cuclillas, etc.).

SINTAGMA PREPOSICIONAL

Es el sintagma que va introducido por una preposición, cuyo término será un sustantivo o
equivalente de éste.

PREPOSICIÓN

La Real Academia define la preposición como una palabra invariable que enlaza un
elemento sintáctico cualquiera con un complemento sustantivo. Es un elemento relacionante,
al igual que la conjunción, que constituye morfemas libres con significado, pues, gramatical.
Formalmente, las preposiciones son invariables. Las caracteriza, igualmente, su falta
de acento –con la excepción de según–, debiendo apoyarse, pues, acentual y entonativamente,
en su término. Atendiendo a criterios puramente formales, tenemos que hablar de
preposiciones propias y de locuciones preposicionales o frases prepositivas.
Las preposiciones propias forman una clase cerrada: a, ante, bajo, cabe, con, contra,
de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre, tras. De éstas, cabe y so
son anticuadas, pero su uso continúa en frases hechas (so pena de, so pretexto, so capa).
Por su parte, las locuciones prepositivas, que luego estudiaremos, son muy
abundantes.
Funcionalmente, son nexos de subordinación exclusivamente. Enlazan palabras o
sintagmas, subordinando sintácticamente el segundo elemento, el precedido por ellas, al
primero.
Semánticamente, algunas, como de, a, por, con carecen prácticamente de contenido:
las relaciones que establecen pueden ser muy numerosas, según el contexto. Otras, como
sobre, desde, hacia, etc. poseen significado más específico. De este modo, especialmente con
aquellas que tienen un uso muy diverso, será necesario tener en cuenta el contexto para
determinar su contenido significativo.

LOCUCIONES PREPOSICIONALES

Con el fin de precisar relaciones espaciales y temporales, las preposiciones, sostienen


algunos gramáticos, se combinan con adverbios situacionales para formar las llamadas
locuciones prepositivas. Sin embargo, no hay ninguna dificultad, antes bien nos parece lo más
acertado, en considerar que el adverbio es núcleo de un SAdv al que complementa un
sustantivo, por mucho que la función del conglomerado sea, en efecto, la misma que la de las
preposiciones simples: introducir un sustantivo o equivalente (Échalo por encima de la mesa =
sobre; Se escondió detrás del árbol = tras).

CONJUNCIÓN
12

En cuanto a la forma, las conjunciones son, como las preposiciones, invariables. Al


igual que las preposiciones, también son signos átonos; y se apoyan, acentual y
entonativamente, en el elemento al que preceden. Algunas son simples (y, o, si, pero, etc.);
otras, aparentemente simples, podemos considerarlas, por su origen, aglutinadas (porque <
por + que; aunque < aún + que).
Advertimos cómo no deben confundirse las conjunciones y los enlaces textuales o
enlaces extraoracionales, con función de nexo entre enunciados.
Funcionalmente, las conjunciones son nexos de coordinación y de subordinación.
Así, pues, según la función, hay dos tipos de conjunciones: coordinantes y
subordinantes. Las coordinantes unen palabras o sintagmas del mismo nivel sintáctico o
funden en un único enunciado dos o más oraciones que podrían aparecer aisladas formando,
igualmente, un enunciado. Las subordinantes convierten la proposición de la que forman parte
en una unidad de rango inferior, es decir, un elemento en subordinado, en dependiente de otro
que se presenta como su principal.
Por lo que hace al significado, se trata, como hemos dicho arriba de las preposiciones,
de morfemas libres, con significado gramatical.
Las conjunciones de coordinación pueden ser:
– copulativas: y / e, ni, que
– disyuntivas: o / u, o bien
– distributivas: ya… ya, ora… ora, bien… bien
– adversativas: mas, pero, sino
– explicativas: o sea, es decir, esto es, a saber
Las conjunciones de subordinación pueden ser:
– lugar, tiempo y modo: donde (muchas veces precedido de preposición: en,
a, por, hacia, de, desde, hasta); cuando, apenas, tan pronto como, no bien, primero que, antes
(de) que, mientras, mientras tanto, a medida que, entre tanto que, siempre que; como, según,
según que, como para, según y conforme, como si.
– causales: porque, pues, puesto que, que
– finales: para que, a fin de que
– condicionales: si, con tal que, siempre que
– concesivas: aunque, si bien, por más que
– comparativas: tanto… como, cuanto; más… que; menos… que
– consecutivas: luego, por consiguiente, así pues, conque, por (lo) tanto

INTERJECCIÓN

Las interjecciones constituyen una clase de palabras que se caracterizan por su


capacidad para constituir por sí solas un enunciado. Pero ello no es obstáculo para que puedan
también combinarse con otros elementos, y establecer con ellos relaciones sintácticas,
formando un enunciado (¡Ay de los vencidos! Le pisaron el pie y gimió con voz dolorida: ¡ay!).
Desde el punto de vista formal, es necesario que la interjección vaya acompañada de
una entonación exclamativa y que aparezca en un contexto adecuado. Muchas palabras
pertenecientes a diversas categorías pueden funcionar como interjecciones si cumplen estas
condiciones.
Funcionalmente, la interjección desempeña la función, dentro del enunciado en que se
inserta, de elemento autónomo o de inciso. No desempeña ninguna función sintagmática
dentro de la oración, sino que ella misma cumple la función de una oración.
La gramática tradicional ofrecía una clasificación de las interjecciones en propias e
impropias.
Son las propias aquellas palabras que por naturaleza son interjecciones, y que, salvo
caso de transposición, funcionan siempre como interjecciones (¡ay!, ¡ea!, ¡ah!, ¡hurra!, ¡olé!,
¡hola!, etc.).
Las impropias son aquellas palabras pertenecientes a otra categoría, transpuestas a la
categoría de las interjecciones, inmovilizadas en su forma y con una entonación claramente
exclamativa (¡caracoles!, ¡diablos!, ¡cielos!, ¡anda!, ¡toma!, etc.).

PERSONALES
13

persona sujeto complemento término de preposición

singular plural singular plural singular plural

1ª yo nosotros/as me nos mí, conmigo nosotros/as

2ª tú vosotros/as te os ti, contigo vosotros/as

3ª (reflexivo) él/ella/ello ellos/ellas se se sí, consigo ellos/ellas

3ª (no reflexivo) él/ella/ello ellos/ellas lo/la/le/se los/las/les/se él/ella/ello ellos/ellas

POSESIVOS
poseedor persona formas plenas formas apocopadas

un objeto poseído varios objetos un objeto poseído varios objetos

1ª mío, mía míos, mías mi mis


uno
2ª tuyo, tuya tuyos, tuyas tu tus

3ª suyo, suya suyos, suyas su sus

1ª nuestro, nuestra nuestros, nuestras – –


varios
2ª vuestro, vuestra vuestros, vuestras – –

3ª suyo, suya suyos, suyas su sus

DEMOSTRATIVOS
género número

singular plural

masculino este, ese, aquel estos, esos, aquellos

femenino esta, esa, aquella estas, esas, aquellas

neutro esto, eso, aquello –

RELATIVOS, INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS


14

formas átonas formas tónicas

relativos interrogativos exclamativos

(el) que qué qué

(el ) cual cuál –

quien quién quién

cuyo cúyo –

cuanto cuánto cuánto

INDEFINIDOS

con variación de género sin variación de género sin variación de número invariables
y número

un / uno cualquiera varios más

algún / alguno quienquiera ningún / ninguno demás

mucho bastante menos

poco cada

demasiado nadie

todo alguien

tanto nada

cierto algo

otro

complemento singular plural

masculino femenino masculino femenino

directo lo (le) la los las

indirecto le le les les

ARTÍCULOS
género determinado indeterminado

singular plural singular plural

masculino el los un unos

femenino la (el) las una (un) unas

neutro lo – – –

EJERCICIOS
15

1.- Señalar los sintagmas nominales del texto indicando su núcleo y estructura.
Entre los vecinos del último piso las disputas matrimoniales estaban a la orden del día;
por ello cuando doña Francisca se apostó en el balcón, hostigando con sus gritos al marido, no
les hizo caso y continuó dando vueltas al manubrio. Sólo después –al bajar don Enrique las
escaleras con una bicicleta oxidada y acodarse su mujer en la baranda con los prismáticos– el
gitano comprendió que por una vez la cosa iba en serio. Sin preocuparse de su eventual
clientela interrumpió la tonada a la mitad.

2.- Reconocer las aposiciones y complementos del nombre en estos enunciados.


1. Ganó el premio Nobel con un estudio sobre partículas subatómicas.
2. Un viaje con ellos hasta París resultaría insoportable.
3. No apartaba los ojos de la pantalla del televisor.
4. Daniel, el Mochuelo, es un personaje de la novela de Miguel Delibes “El Camino”.
5. He comprado un ventilador con aspas con el dinero sobrante.
6. ¡Oye, tú, el de la tercera fila, cállate de una vez!
7. Las personas de buena educación comen pollo con tenedor.
8. Durante la operación retorno se produjeron varios accidentes de tráfico.
9. Es malo para la garganta gritar demasiado.
10. Es peligroso dejar el coche con el motor en marcha

3.- Analizar la función de los pronombres de las siguientes oraciones.


1. Yo las había probado una vez.
2. Nosotros estábamos muy enfadados.
3. Ella vino con nosotros de excursión.
4. Me han traído un manojo de espárragos.
5. Ustedes tienen que estar presentes.
6. Se levantó conmigo.
7. Le hemos puesto una copa.
8. Vosotros sois muy confiados.
9. Te propongo una actividad nueva.
10. Os lo digo yo.
11. Les han dado una buena paliza.
12. Habla conmigo.
13. Nos lo prometió.
14. Ellos se aproximaron.
15. ¿Cómo lo sabes?

4.- Seleccionar en este texto los determinativos y reconocer si funcionan como


sustantivo o como adjetivos.
Uno de los problemas más graves en Europa occidental es el crecimiento del racismo o
etnicismo contra los inmigrantes de los países del Mediterráneo o de sus antiguas colonias. A
pesar de las diferencias locales de los objetivos o tipos de racismo, los prejuicios similares y la
discriminación llevada a cabo por grupos autóctonos (blancos) y por las instituciones se dirige
contra los “trabajadores invitados” turcos o norteafricanos o contra los inmigrantes negros de
procedencia africana o asiática. Aunque existen raíces históricas para este desarrollo, que
culminó de forma notable en el holocausto nazi de los judíos, el racismo se ha extendido mucho
más desde la Segunda Guerra Mundial, en especial en la década de los setenta y los ochenta.

5.- Señalar los adjetivos determinativos que aparecen en el texto, indicar a qué
sustantivos acompañan, decir qué función desempeñan y explicar qué significado
añaden al nombre al que acompañan.
La mujer de León Roch era de gallarda estatura y de acabada gentileza en su talle y en
su cuerpo, cuyas partes aparecían tan concertadas entre sí y con tan buena proporción hechas,
que ningún escultor la soñara mejor. Sus cabellos eran negros, su tez blanca, linfática, con
escasísimo carmín, y así se realzaba su expresión seria y apasionada en tal manera, que
cuantos la veían se enamoraban y sentían envidia de su esposo. No tenía tipo español, y su
perfil parecía raro en nuestras tierras, pues era el perfil de aquella Minerva ateniense que rara
vez hallamos en personas vivas, si bien suele verse en España y en Madrid mismo, donde
hallará el curioso un ejemplar único, perfecto. Sus ojos eran rasgados, grandes, de un verde
océano con movible irradiación de oro, y miraban con serenidad sentimental, que podría pasar
16

por sosa aquí donde, si se reúne mucha gente y un ejército de ojos negros, se advierte un
verdadero tiroteo granizado de saetazos. Pero las miradas de María no tenían fama de
desabridas, sino de orgullosas. Sus labios eran tan rojos como recién abiertas heridas; su
cuello, airoso; su seno, proporcionado, y sus manos pequeñas y de dulce carne acompañadas,
como las de Melibea.

6.- Distinguir los determinantes y los adyacentes en las siguientes frases.


1. El primer alumno de la clase es Antonio.
2. La invencible timidez de tu amigo es patológica.
3.- Esta indefinible sensación de placer.
4. No me gusta el café con leche.
5. Mi abuela materna me regaló un paraguas plegable.
6. ¿Qué día de la semana es hoy?
7. Cervantes, el autor del Quijote, era manco de la mano izquierda.
8. La habitación que nos correspondió tiene una panorámica magnífica.
9. No quiero más juguetes.
10. Nuestros buenos propósitos se vieron truncados.

7.- Analizar morfológicamente los verbos del texto que sigue indicando persona,
número, tiempo, aspecto, modo y voz.
La biblioteca del paseo del Salón me gusta más aún por lo modesta que es, por la
tradición de estudiantes y de jubilados que se han acogido de siempre a su hospitalidad.
Estuvo cerrada durante mucho tiempo: los bibliotecarios me explican que han sobrevivido casi
de milagro, porque había autoridades municipales que planeaban convertirla en algo más
práctico, un local de copas o un restaurante [...], pero ahí sigue, resistiendo, en el bulevar más
civilizado de Granada, junto a las arboledas y los jardines públicos que costean el Genil, abierta
para los desocupados que guardan turno en espera del periódico y para los chicos que quieren
disfrutar de los libros en la indolencia del verano. Cuenta Vladimir Nabokov en sus memorias
que una vez fue consciente de que le entregaba a su hijo uno de los mejores recuerdos futuros
al mostrarle en un puerto el transatlántico que iba a llevarlos a América. A mí me gustaría que
su primera visita a una biblioteca pública fuera para mis hijos al cabo de los años uno de esos
recuerdos en los que permanece la luz intacta de la infancia.

8.- Análisis de las perífrasis del texto siguiente.


Sentí tener que irme cuando, gracias a ti, habíamos conseguido aislarnos y
empezábamos a entendernos mejor, pero ya te dije que había quedado para cenar con un
amigo. Luego pensé que por qué no te invitaba a venir con nosotros, que, con el humor tan
surrealista que tenías, hubieras descargado de tensión nuestra cena y podíamos haberlo
pasado muy bien los tres, desde luego mejor que Raimundo y yo solos. Se llama Raimundo. Es
ese escritor que te he dicho antes, el que me prestó dinero para la entrada del piso. Está
pasando por una crisis infernal y no se alivia hasta que me la transfiere a mí y nota que me está
arrastrando a su infierno. Claro que yo me dejo arrastrar, eso es lo malo, que no consigo
despegarlo de mi vida. Pero es una historia demasiado tortuosa para contarla en plan resumen,
necesitaría tumbarme en el diván y que tú vinieras a sentarte a la cabecera. Alguna noche lo
haremos, si te apetece. Ahora no quiero hablar de él. En la época de Gregorio no estaba. Él de
Gregorio se burla aún más que tú.

9.- Señala las diversas funciones de los adverbios en las frases siguientes.
1.- Tu hermana está demasiado delgada.
2.- Esta novela es mucho más divertida.
3.- Ven a vernos muy temprano.
4.- No lloverá mañana.
5.- No me gustó el modo como me contestó.
6.- Vivimos cerca del metro de Moncloa.
7.- Varias noches después nos enteramos de aquel drama.
8.- Mañana será demasiado tarde para hablar de eso.
9.- Ese chico siempre habla a tontas y a locas.
10.- Iré a casa cuando mis padres se reconcilien.

10.- Indicar cuáles y de qué tipo son los adverbios que aparecen en el texto siguiente.
17

La vieron entrar en el banco con la mirada recogida. Allí estaba su bolso. Doña Laura. De
rodillas, mirando las bombillitas que nimbaban los cabellos de la Milagrosa, perdida entre
mujeres de oscuro, sintió mucho arrepentimiento. No había sido mala confesión. Rezó la salve,
fijándose mucho en lo que decía, y le pareció muy hermosa y dulce la actitud de la Virgen con
los brazos caídos, y que la miraba. Luego salió a la calle, los ojos refrescados por un poco de
llanto, y esparció en pedacitos minúsculos los papeles de la carta. Cruzó a casa a dejar el velo
y a pintarse un poco. Isabel y Goyita ya la debían estar esperando a la puerta del cine.

11.- Señalar los elementos de relación que aparecen en el texto siguiente y decir en cada
caso qué función desempeñan.
Está usted dolido, pero muy dolido. Cada cual es como es, y no tenemos derecho a
preguntar al cielo por qué no hace a las gentes a la medida de nuestro gusto. Porque usted es
un esteta y a mí me gustaría que fuese un ser normal capaz de respetar a los demás como
son.

LA ORACIÓN SIMPLE

1.- Definición
18

La gramática tradicional definía la oración simple como aquella que consta de un solo
predicado (Juan estudia), aunque tenga más de un sujeto (Juan y Luis estudian).
Por el contrario, son oraciones compuestas aquellas que contienen más de un
predicado (Juan estudia y trabaja, Antonio lee y Luis canta, Pedro dice que llegará tarde).
El estudio de la oración simple consiste, pues, enlazando con la definición que
anteriormente dimos de la oración, en la descripción de aquel enunciado caracterizado por
tener autonomía sintáctica, semántica y entonativa, que se articula en torno a un solo verbo en
forma personal.

2.- Clasificación

Clasificamos la oración simple siguiendo tres criterios: uno de carácter formal, por el
cual únicamente atendemos a la presencia o ausencia de determinados elementos
estructurales; un segundo criterio, por el que nos fijamos en la actitud del hablante ante lo que
enuncia –es el modus o modalidad, manifiesta mediante la función del lenguaje usada para la
adecuación del contenido–; por el tercer criterio atendemos a lo enunciado, al dictum.
a) Según los componentes formales, podemos tener los siguientes tipos de oraciones:
– oraciones con sujeto y predicado explícitos
El gato juega con la pelota.
– oraciones con predicado explícito, pero sin sujeto explícito
He comprado unos libros en la feria.
– oraciones impersonales, sin sujeto explícito ni implícito
Hace un día de perros.
Antes de continuar con la clasificación de la oración simple, nos ocupamos ahora de las
oraciones impersonales. Consideramos tres tipos de impersonales:
– impersonales que designan fenómenos naturales con verbos
meteorológicos. Son las llamadas también unipersonales, o de verbo unipersonal. Al igual que
el resto de las que nosotros reputamos por tales, sólo se conjugan en tercera persona del
singular. Son verbos unipersonales, y que forman, en consecuencia, oraciones impersonales,
los que designan fenómenos atmosféricos, como llover, nevar, tronar, etc.:
Ha llovido en torrencialmente Europa.
– impersonales con haber, hacer, ser, bastar, sobrar, etc., conocidas como
impersonales existenciales:
Estos días hay fiestas en Santander.
– impersonales con se, o impersonales reflejas. Pueden construirse con
cualquier verbo, ya sea transitivo o intransitivo. El pronombre se no pasa de ser una marca
morfemática que indica, precisamente, la impersonalidad:
Se eligió a los representantes a mano alzada.
b) Según la modalidad o el modus de la oración hacemos referencia a la actitud del
hablante.
Tienen modalidad representativa las oraciones enunciativas. Estas oraciones enuncian
un pensamiento de manera objetiva; en ellas domina la función representativa o referencial del
lenguaje:
Has pintado la casa recientemente
Se incluyen dentro de las oraciones con modalidad expresiva las exclamativas, las
desiderativas, las dubitativas y las de probabilidad o posibilidad.
– mediante las oraciones exclamativas expresamos dolor, alegría,
entusiasmo, sorpresa. En la lengua escrita aparecen los signos de admiración. Frecuentemente
se presentan introducidas por pronombres exclamativos o por interjecciones:
¡Cuántos barcos han venido!
– con las oraciones desiderativas u optativas expresamos deseo. Suelen ir
acompañadas de entonación exclamativa para dar énfasis al deseo. Como marca de esta
modalidad pueden aparecer interjecciones, adverbios, conjunciones etc.:
¡Ojalá no lleguemos tarde!
– las oraciones dubitativas añaden a la enunciación de un hecho un matiz de
incertidumbre o duda. Es común que estén presentes complementos oracionales, adverbios o
locuciones adverbiales (acaso, tal vez, quizá), para la expresión de esta modalidad.
Tal vez encuentres a Antonio en el patio.
– con las oraciones de probabilidad, el hablante expresa que lo dicho es
19

posible que se perciba como cierto. El valor de probabilidad puede ir marcado por elementos
adverbiales o por construcciones verbales:
Ahora serán las dos de la tarde.
Tienen modalidad apelativa, mediante la cual el emisor al oyente, las oraciones
interrogativas y las exhortativas.
– en las oraciones interrogativas, marcadas, al menos las directas, en la
escritura por los signos de interrogación y, en la lengua oral, por una particular entonación, el
hablante pregunta a su interlocutor.
Desde un punto de vista lógico, las oraciones interrogativas pueden ser totales y
parciales:
* las interrogativas totales preguntan por el significado total de la
oración. La respuesta que esperamos de ellas es sí o no:
¿Ha llegado Juan?
* las interrogativas parciales preguntan sólo por una parte de lo dicho
en la oración. El hablante solicita información complementaria sobre un hecho que conoce de
modo incompleto. Para ello recurre a las unidades interrogativas de que dispone la lengua:
¿Cuándo ha llegado Juan?
Desde el punto de vista gramatical, se puede distinguir entre oraciones interrogativas
directas e indirectas:
* las interrogativas directas reproducen textualmente lo que dice el
hablante. Estas interrogativas no dependen de una oración más amplia, sino que constituyen
un enunciado por ellas mismas:
¿Vendrás mañana conmigo al cine?
* las interrogativas indirectas se presentan como una proposición
sustantiva, formando parte de una oración compuesta. Se trata de oraciones subordinadas
dependientes de otros verbos:
Me preguntó quién me había traído el libro.
– las oraciones exhortativas o imperativas expresan un intento del emisor de
modificar o de influir en la conducta del receptor; son portadoras de significaciones de mandato,
recomendación, ruego, petición, etc.:
Luego vas a casa y se lo dices a tu madre.
c) Según el dictum, atendemos a la oración en sí, como enunciado. Así, según el tipo
de predicado que constituya el núcleo de la oración simple, ésta puede ser atributiva o
predicativa.
– oraciones atributivas son aquéllas cuyo núcleo semántico del predicado no
es un verbo en forma personal, sino un elemento diferente que se une al sujeto por medio de
un verbo copulativo. Puesto que la predicación, semánticamente, no corre a cargo del verbo, el
predicado es nominal.
Los verbos copulativos por excelencia son ser, estar y parecer, a los que se puede
añadir algún otro.
Pedro es listo.
Se reconoce el atributo porque es conmutable por el pronombre átono lo:
Pedro lo es / María lo está / Pedro y María lo parecen
La función de atributo puede ser desempeñada por un sustantivo, un pronombre, un
adjetivo o un participio, un infinitivo, o por algunos adverbios o algunos sintagmas nominales
introducidos por preposición, etc:
Juan es médico.
El libro es mío.
Por regla general, como podemos comprobar en los ejemplos antecedentes, se
establece una concordancia entre el sujeto y el atributo en género y número, siempre y
cuando, claro es, éste sea susceptible de portar estos morfemas. Sin embargo, no faltan
ejemplos en que no se da esta concordancia:
Estas penas tuyas son el resultado de tu mala vida.
– oraciones predicativas son las que tienen, como único elemento necesario,
un verbo en forma personal y que aporta significado pleno para hacer comprensible la oración,
en torno al cual se organiza el resto de los elementos oracionales.
Podemos dividir las oraciones predicativas en activas, pasivas e impersonales, toda
vez que estas últimas, al carecer de sujeto, no pueden ser incluidas en ninguno de los otros
dos grupos, aunque les sean aplicables los criterios de transitividad e intransitividad, por
ejemplo.
20

Las pasivas, a su vez, pueden ser analíticas y reflejas, así como de primera y de
segunda, según lleven o no explícito el complemento agente:
Ha sido vendida la casa.
La casa se ha vendido.
Por su lado, las activas son transitivas:
Luis ha terminado el trabajo
o intransitivas:
Pedro caminaba por la calle;
reflexivas:
Pedro se lava por las mañanas / Pedro se lava las manos
o recíprocas:
María y Carlos se besan / María y Carlos se dieron un beso,
que pueden ser directas o indirectas según el reflexivo funcione como complemento directo o
indirecto; de suplemento, si llevan este complemento:
Hemos hablado de cine
y seudorreflejas, que incluyen las de voz media, las de verbo pronominal, o aquellas que
incluyen un dativo de interés, incoativo, etc.:
El techo se hundió,
a las que igualmente son aplicables los criterios de transitividad e intransitividad.

3.- Constituyentes

La oración gramatical se compone de un sintagma nominal en función de sujeto y un


sintagma verbal en función de predicado.
a) El sujeto se definía tradicionalmente como la persona o cosa que realiza la
acción del verbo. Sin embargo, hemos podido comprobar anteriormente cómo esta definición
de carácter semántico de ninguna manera abarca todos los tipos de sujeto.
Desde un punto de vista estrictamente sintáctico, que es el que particularmente nos
interesa aquí, decimos que el sujeto es la persona designada por el morfema personal de la
desinencia verbal; hecha siempre salvedad, claro está, de las oraciones impersonales.
Reconocemos el sujeto léxico por la concordancia que establece con el verbo en
número y persona:
Yo trabajo.
Vosotros trabajáis.
En cuanto a su construcción, el sujeto no admite preposición alguna.
Semánticamente, atendiendo al modo en que incide el significado del verbo en su
sujeto, distinguimos distintas clases de sujetos:
– agente, el que efectúa la acción verbal:
María baila en las fiestas.
– paciente, el que recibe la acción verbal en oraciones pasivas:
El orador fue aplaudido por todos.
Formalmente, el sujeto puede estar constituido por una sola palabra (Antonio estudia),
una combinación de palabras que formen un sintagma (La gata de mi hermano ha parido), una
proposición (A todos nos interesa que aprobéis). En cualquier caso se tratará de un SN o
equivalente.
De aquí se sigue que, atendiendo a las categorías, funcionen como sujeto el
sustantivo, el pronombre y cualquier otro elemento que esté sustantivado.
b) El predicado está constituido por un SV. Ya hemos visto con anterioridad,
cómo se puede hablar de dos tipos de predicado: predicado nominal y predicado verbal.
Veamos ahora, sabido que en el predicado verbal el verbo es núcleo del significado, cuáles son
los complementos que en torno a él aparecen.
Se entiende por complemento verbal aquel sintagma subordinado al verbo. Se
exige, por tanto, una relación de dependencia con respecto a la base verbal.
Los complementos del verbo pueden ser:
– el complemento directo (objeto directo o implemento) tiene las siguientes
características:
* es un sintagma nominal subordinado al verbo. Desde el punto de
vista sintáctico, se reconoce por ser integrable por los pronombres lo, los, la, las:
Luis lee el libro / Luis lo lee
* desde el punto de vista semántico, el complemento directo es un
21

sintagma nominal exigido por un verbo que tiene significación incompleta. El complemento
directo es, por tanto, un complemento exigido por un verbo transitivo, cuya extensión
significativa delimita:
El profesor toma café.
* es característico en la lengua española que los complementos
directos que designan una o unas personas determinadas se construya con la preposición
a. Si el CD designa entes no personales o personas no determinadas, se construye sin
preposición:
Busco un cuadro para el salón.
Busco a la secretaria / Busco secretaria
– el complemento indirecto (objeto indirecto o complemento, sin más) tiene
las siguientes características:
* es un sintagma nominal subordinado al verbo. Desde el punto de
vista sintáctico, este complemento se reconoce por ir introducido por la preposición a, y ser
integrable por los pronombres le, les, o su alomorfo se cuando se integran en la misma
oración tanto el complemento directo como el indirecto:
Regalé un libro a Toño / Le regalé un libro / Se lo regalé
* semánticamente, suele señalar el beneficiario de una acción, o el
experimentador en un proceso de experimentación:
Juan dio un abrazo a su padre.
– el suplemento (también complemento preposicional, complemento regido o
complemento régimen) tiene las siguientes características:
* es un sintagma nominal subordinado a un verbo y va siempre
introducido por una preposición.
* es un complemento exigido por el lexema verbal, y no es
integrable por un pronombre átono. Equivale, en cambio, a un pronombre tónico introducido
por la misma preposición:
¿Te acuerdas de Luis? / ¿Te acuerdas de él?
* puede alternar con el CD en el régimen de ciertos verbos, lo que a
veces origina variaciones semánticas:
El médico trató la enfermedad / El médico trató de la enfermedad
– el complemento predicativo. En español existen construcciones heredadas
de otras latinas con doble acusativo (Populus elegit Ciceronem consulem), en las que, junto a
un CD, aparece otro complemento del verbo no introducido por preposición. Son oraciones del
tipo:
La clase ha nombrado delegado a Luis.
Papel semejante puede ser desempeñado por los adjetivos, cuando se refieren a un
sustantivo a través de un verbo no copulativo:
Veo contenta a Luisa.
Los complementos predicativos que hasta ahora hemos visto van todos ellos referidos
al complemento directo.
Consideramos que también hay un complemento predicativo referido al sujeto:
Juan llegó exhausto.
– Los complementos circunstanciales, aditamentos, son complementos que
se encuentran en un nivel de proximidad al núcleo menor que los que hasta ahora hemos visto.
Son complementos que suelen ir introducidos por una preposición, aunque esto no es
necesario:
Esta mañana he trabajado / Por las mañanas no trabajo
Dada la variedad de circunstanciales (lugar, tiempo, modo, causa, fin, compañía, etc.),
acudir a criterios puramente gramaticales para incluir algún complemento dentro de esta clase
resulta francamente difícil. De ahí que sea el contenido significativo del complemento el que
decida su inclusión entre los circunstanciales
Vivo en Madrid.
Lo haremos mañana.
Antonio canta mal.
Aun así, se pueden señalar algunos rasgos comunes, como son el que puedan
presentarse como sintagmas nominales, precedidos o no de preposición, siempre
subordinados al verbo o al conjunto formado por el verbo y sus complementos, y que sean
elementos marginales, es decir, prescindibles, salvo excepciones:
Juan está en clase / *Juan está
22

La función de CC puede estar desempeñada por distintas clases de unidades:


SAdv Volveremos hoy.
SPrep Guardó el libro en la mochila.
SN Encontré a Juan esta mañana.
Oración subordinada Saldremos cuando no llueva.
Caracteriza, igualmente, a los circunstanciales una gran libertad en cuanto a su
posición dentro de la oración:
Hoy darán las listas / Darán hoy las listas / Darán las listas hoy
– El complemento agente. Esta función, que muchas veces se concreta por
medio de la función sintáctica de sujeto, puede, a menudo, ser un complemento circunstancial,
introducido por las preposiciones por o de:
El homicida fue condenado por un jurado.

EJERCICIOS

1.- Subrayar el sujeto de cada una de las siguientes oraciones simples.


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1. El mal tiempo dispara la venta de secadoras.


2. La comunidad salesiana abre los actos del año de su centenario.
3. Es interesante su aportación.
4. Me gusta Loli.
5. Los andaluces ven en el “Tireless” un riesgo grave.
6. Miles de manifestantes salen a la calle.
7. El Betis es líder provisional.
8. Se ha desplomado un edificio en Ibiza.
9. Zipi y Zape saltan a la tele como dibujos animados.
10. Mamá me abrazó muy fuerte.

2.- Subrayar el atributo de cada una de las siguientes oraciones simples.


1. Pedro es el mejor.
2. Sofía está arrepentida.
3. Mis amigos fueron sinceros.
4. Es verano.
5. Siempre serás bondadosa conmigo.
6. El portero es un estúpido.
7. Luis parece agotado.
8. Felipe está disgustado.
9. Antonio estaba en Madrid.
10. Ronaldo es insustituible.

3.- Subrayar el complemento directo de cada una de las siguientes oraciones simples.
1. Lo vamos a hacer con vuestra colaboración.
2. Hay muchos inocentes.
3. Mi padre tiene razón siempre.
4. Te lo prometo, hija.
5. Llamó a su novia a grandes voces.
6. Clara se reafirmó en sus argumentos.
7. El hombre la cogió del brazo.
8. Javi se subió al banco.
9. Te presento a Roberto.
10. Encendieron dos monitores de televisión.

4.- Subrayar el complemento indirecto de cada una de las siguientes oraciones simples.
1. Han dicho a sus hijos la verdad.
2. Se le notaba la indignación.
3. Nacho os enseñará algunas cosas más.
4. Les mostró una mano con todos los dedos extendidos.
5. El regalo es para Paco.
6. Me parece estupendo.
7. Algún día me lo agradecerás.
8. Esos chicos nos piden ayuda desesperadamente.
9. No se lo puedo decir a usted.
10. Los sorprendió la aparición de un señor mayor.

5.- Subrayar los complementos circunstanciales que se encuentren en las siguientes


oraciones simples.
1. Ahora veo una nueva serie de televisión.
2. Se palpó todo el cuerpo desesperadamente.
3. Pásate cualquier día por mi casa.
4. Alicia me llevó a la cocina.
5. Lucía caminó de puntillas.
6. Siempre pide su biberón tempranísimo.
7. Ha encontrado una cuchara en el suelo.
8. Los chicos caminaron hacia la salida de emergencia.
9. Estaba tranquilamente hablando en el aparcamiento del hotel.
10. Lo ha expulsado de clase.
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6.- Subrayar los complementos agentes que haya en las siguientes oraciones simples.
1. Ayer fui despertado por mi madre.
2. El timbre fue tocado varias veces por Sebastián.
3. Lo han detenido paseando por la calle.
4. Ha sido bautizada por un párroco nuevo.
5. La dependienta fue golpeada por un malhechor.
6. Luis ha subido por la escalera.
7. El profesor es querido de todos.
8. Lo han perseguido por tierra y por mar.
9. Mi madre ha sido visitada por muchos familiares.
10. Se firmó la paz por los plenipotenciarios.

7.- Subrayar las aposiciones que haya en las siguientes oraciones simples.
1. Cervantes, el Manco de Lepanto, escribió magníficas obras literarias.
2. José María Aznar, el presidente del Gobierno, visitará Andalucía.
3. Los inmigrantes siguen protestando.
4. Mi sobrino Salvador esta de vacaciones.
5. Está ingresado en el Hospital Clínico de Barcelona.
6. La operación ‘Pitón’ ya ha comenzado.
7. La señorita Sofía da clases de francés.
8. El capitán Nemo cayó herido.
9. Llámalo con tu fina y aguda voz.
10. ¿Es ésta tu oportunidad?

8.- Subrayar los complementos predicativos en las siguientes oraciones simples.


1. Las han encontrado degolladas.
2. Un terremoto ha sacudido la India.
3. Me han nombrado supervisor.
4. No tienen agua potable.
5. Los concursantes llegaron muy cansados.
6. La situación es terrible.
7. No necesitamos mirones.
8. Me llamo Antonio.
9. Eligieron cónsul a Cicerón.
10. La mayoría ha votado delegado a Pedro.

9.- Subrayar los vocativos que haya en las siguientes oraciones simples.
1. ¿Por qué no me lo has dicho, Jesús?
2. Mamá, volveré tarde.
3. ¡Miguel, van a dar las once!
4. Muy bien, Víctor, sigue así.
5. ¿Qué tal, Roberto?
6. ¿Jugamos, Alfonso?
7. Vosotros estudiad con tesón.
8. Dios mío, ayúdame.
9. ¡Eh! Vosotros, estad atentos.
10. Chico, no te equivoques.

10.- Subrayar el suplemento en las siguientes oraciones simples.


1. Toni y Jacinto hablaban de sus aventuras.
2. El profesor ha tratado de la relación entre mente y cerebro.
3. Los alumnos se han quejado de su preparación.
4. Hoy todo el mundo se arrepiente de su insolidaridad.
5. Me acuerdo de su nombre.
6. La sociedad confía en el progreso.
7. Los padres se preocupan de sus hijos.
8. El recién nacido depende por completo de su madre.
9. Ahora mismo no me acuerdo de tu nombre.
10. Los ladrones no se percataron de la presencia de la policía.
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11.- Subrayar los morfemas de pasiva que haya en las siguientes oraciones simples.
1. Desde aquí se ve el castillo.
2. Se gritan el uno al otro.
3. Se respiran todos los buenos olores del verano.
4. Se oyó la voz ronca del profesor.
5. Se lo dije entonces.
6. Se vende apartamento en pleno centro.
7. Nunca se lo piensa dos veces.
8. José se internó en el bosque.
9. En la asamblea se dijeron auténticas barbaridades.
10. Luego se frotó el cuello.

12.- Subrayar los morfemas de impersonalidad que haya en las siguientes oraciones.
1. Se levantó de la mesa rápidamente.
2. Aquí se vive felizmente.
3. Sus narices casi se chocaban contra los cristales.
4. Se vigilaba a los alumnos desde el pórtico.
5. Se me quedan los dedos congelados.
6. Ayer se avisó a la policía.
7. Algunos días se suda mucho.
8. Se ofrecen todos los días.
9. Durante la manifestación se disparó al aire.
10. ¡Cúbranse la cabeza!

13.- Señalar de qué tipo son las oraciones siguientes según la actitud del hablante.
1. Que pases una buena tarde.
2. ¡He olvidado la contraseña!
3. ¿Dónde está ese pequeño bribón?
4. Ojalá acertemos.
5. Mañana subirá la gasolina.
6. ¡Ay, qué sorpresa me has dado!
7. Mi hija, Carmen María, nació el 9 de junio del año 2001.
8. Ven ahora mismo.
9. Tal vez cogió a su hijo de la mano.
10. Acercaos todos.
11. Ha muerto en Salamanca el torero Julio Robles.
12. Que seas muy feliz.
13. ¿Buscas trabajo?
14. ¡Qué miedo tengo!
15. ¿Por qué apesta así el tío Miguel?
16. Éste es el regalo de cumpleaños de mi padre.
17. ¡Qué vergüenza he pasado!
18. ¿Quién lo ha dicho?
19. Pulse aquí.
20. El piloto japonés Hiroshi Masuoka quizá se retire del París-Dakar.
21. Cómpreme este décimo de lotería.
22. ¿Qué número de teléfono ha marcado?
23. Quizá haya habido una respuesta masiva.
24. Mándame un e-mail con tu nueva dirección.
25. Que encontréis el camino de vuelta.

14.- Señalar de qué tipo es cada una de las oraciones siguientes según la presencia o
ausencia de sujeto.
1. En casa vemos TV digital.
2. Se madruga frecuentemente.
3. Es tarde.
4. Los productores de carne de vacuno paralizarán sus actividades.
5. Se votó por correo.
6. Hay más de 1.000 desaparecidos.
7. Los comensales consumieron la comida con voracidad.
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8. Se alertó al socorrista.
9. Tronaba en las montañas.
10. Cientos de personas visitan nuestros establecimientos.
11. Se hirió al director de operaciones.
12. Mañana nevará en alturas superiores a los 1.500 metros.
13. Hubo un aplauso general.
14. Mis vecinos ya se han casado.
15. Esta primavera ha llovido mucho.

15.- Clasificar las siguientes oraciones según la naturaleza gramatical del predicado en
atributivas o predicativas.
1. No he dicho nada.
2. Son las nueve de la mañana.
3. Estoy en la puerta del instituto.
4. No veo a Vanesa por ninguna parte.
5. Agustín levanta cada vez más la voz.
6. Ellos son mayores.
7. Salió desesperado del examen.
8. Pienso en su forma de masticar las patatas y las hamburguesas.
9. Todavía estoy enfermo.
10. Yo me encogí de hombros.
11. Saldré con ella el sábado por la noche.
12. ¿Se lo has dicho a tus padres?
13. Ramón parecía sorprendido.
14. Este señor es su abuelo.
15. Juan José y Felipe han entrado solos.

16.- Clasificar las siguientes oraciones según la naturaleza gramatical del predicado.
1. La medida ha sido solidaria.
2. Unas cien personas continúan desaparecidas.
3. Aún eras muy pequeño.
4. El vehículo apareció destrozado.
5. El mismo día fue liberado por sus secuestradores.
6. Se eleva a 260 el número de muertos por el terremoto.
7. Mi hija crece feliz.
8. Se ha suspendido la búsqueda de los marineros desaparecidos.
9. Tengo toda la información.
10. Juan llegó agotado.
11. El arroz está sabroso.
12. Se busca el arma del crimen.
13. Nos hemos sentado a su lado.
14. Se pelearon por mi culpa.
15. La víctima fue degollada en un descampado.
16. Han presentado una denuncia contra las tabaqueras de EE. UU.
17. Han edificado centenares de casas nuevas.
18. Me arrepiento de lo dicho.
19. Acércate, por favor.
20. Sofía parece contenta.
21. Los cambios a veces no dan resultados.
22. Se venden electrodomésticos.
23. El Boeing 707 despegará de la base aérea de Torrejón.
24. Nos parecemos demasiado.
25. La ciudad de Santa Tecla ha sido destruida por un terremoto.
26. El Tireless es el centro de la polémica.
27. Serviá se aleja del triunfo final en el París-Dakar.
28. La han peinado a las cuatro de la tarde.
29. Se besaron junto a la cabina.
30. Nos hemos tomado toda la sopa.
31. Háblame de tus inquietudes.
32. Él ya es un cibernauta.
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33. Esas películas deberían ser retiradas definitivamente de la programación.


34. Laura y Manolo estaban pálidos de rabia.
35. Ha sonado el timbre.

17.- Análisis detallado de las siguientes oraciones simples y clasificación de ellas.


1. Se aprecia un lento crecimiento de la población en la segunda mitad del siglo XVIII.
2. Quizá las carreteras de la Comunidad Autónoma andaluza estén mejor señalizadas.
3. El combustible tradicional de las forjas era el carbón vegetal.
4. El desarrollo industrial se realiza en Alemania entre 1834 y 1870.
5. Describiremos brevemente los rasgos de esa obra.
6. La situación es completamente distinta en España.
7. Aquí el mercado de artículos manufacturados se ha creado de forma muy lenta.
8. Hay déficit.
9. No hay libertad de expresión.
10. Ha atendido las principales reclamaciones de los clientes.
11. El emperador Mitsu-Hito subió al trono a los 14 años de edad.
12. Tenemos preparadas mil actividades para todos.
13. La trampa fue colocada en la nieve.
14. Sólo ocho pasajeros lograron escapar con vida.
15. ¡Hoy descontamos el 25 %!
16. Ya han sido vacunados 20.000 niños contra la meningitis C.
17. ¿Los químicos celebran su festividad el día de San Alberto Magno?
18. Las almazaras andaluzas son las mejores de España.
19. Miles de personas defienden el futuro del actual equipo.
20. En el actual territorio de México se estableció el imperio azteca.
21. El incendio de un funicular ha causado 170 muertos en Austria.
22. ¡El precio de la gasolina ha bajado aún más!
23. Internet cuenta cada día con más usuarios españoles.
24. ¿Cuál es el color de moda?
25. Todos los sistemas antiguos han sido sustituidos por los nuevos técnicos.
26. Ángel, acércate inmediatamente.
27. ¿Qué es un antídoto?
28. Me he quejado de tu comportamiento.
29. El patinete es el regalo estrella de los Reyes Magos del 2001.
30. Muchos poetas andaluces han dedicado sus versos a Rafael Alberti.
31. ¿Por qué se dedica plenamente a la pintura?
32. El mal de las vacas locas ha provocado la caída de las ventas de carne.
33. El conductor ebrio fue detenido por la Guardia Civil.
34. La guerra se inició en 1936.
35. Observa el mapa.
36. Se utiliza a diario la tarjeta de crédito.
37. No se habló de sus problemas.
38. Llamó a su padre desesperadamente.
39. Mis amigos se sentaron en la primera fila.
40. Ha llovido toda la mañana.
41. Hay clientes descontentos.
42. El imperio inca se extendía por el sur de Colombia.
43. Los Reyes Católicos expulsaron a los judíos en 1492.
44. ¿Qué nombre recibía el reparto de tierras entre los conquistadores?
45. Los malhechores se arrepintieron de su mala acción.
46. Carlos VI, emperador de Alemania, murió en 1740 en la ciudad de Viena.
47. Los mensajes de correo electrónico son más rápidos.
48. Entonces se conocían todos los océanos.
49. Se habla en clase.
50. El Tratado de París supuso la consagración de la expansión colonial británica.
51. Carlos III había sido rey de Nápoles y Sicilia durante 25 años.
52. La inmensa mayoría de la población se dedicaba a la agricultura.
53. Estos árboles crecen muy rápidamente.
54. Un rayo ha calcinado la encina.
55. La niebla dificultaba el aterrizaje de los aviones.
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56. Se inclinó el rey.


57. ¿Cómo puedo pensar en eso ahora?
58. Lo importante es la felicidad de nuestros hijos.
59. Estaban seguros de la superioridad de sus fuerzas.
60. ¿Por qué tienes tanta prisa?
61. ¡No bromees, Ana!
62. No hubo respuesta.
63. El emperador confía en mi capacidad estratégica.
64. ¿A qué hora empieza la segunda sesión?
65. Todas las carrozas iban repletas de viajeros.
66. Una vez más se ha roto el espejo.
67. Tu ausencia nos alteró.
68. ¿Te has lavado las manos, Luis?
69. Durante unos segundos los fieles permanecieron aturdidos.
70. ¿Cuál es vuestra respuesta a esta opción?
71. Varias docenas de hombres protestaron de pie.
72. Los ancianos se afeitaron las barbas.
73. Ahora es demasiado tarde.
74. Se entonó un canto familiar.
75. Había sido informado de un sacrilegio.
76. Entonces se oyó un golpe en la puerta.
77. ¡Te he estado esperando mucho tiempo!
78. Vivíamos separados.
79. Durante los últimos tres días no había pensado en otra cosa.
80. Lo vio preocupado.
81. El lenguaje de aquellos salvajes es dulce y de agradable sonido.
82. Vino, sentimiento, guitarra y poesía hacen los cantares de la patria mía.
83. A la sombra fresca de la vieja parra, un mozo moreno rasguea la guitarra.
84. La niña de los rubios cabellos miraba con ojos cándidos.
85. Hoy buscarás en vano a tu dolor consuelo.
86. Con un gesto de vestal, tú sirves el rojo vino de una orgía de arrabal.
87. La filantropía es la moneda falsa de la caridad.
88. La copuda encina y la humilde violeta glorifican al Criador.
89. Señor, Dios nuestro, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!
90. La sombra cenicienta de la encina, hondamente celeste y castellana, reposa su
verdura cotidiana en la paz otoñal de colina.
91. A tu voluntad, esposa, la mía desde hoy se inclina.
92. La península Itálica estaba formada por un abigarrado mosaico de pueblos.
93. Entre las rendijas de la persiana entre el sol en la espaciosa aula.
94. A Dafne ya los brazos le crecían.
95. Dante había hallado al conflicto entre la filosofía y la poesía una solución intransferible.
96. Aquí, y en algunos otros pasajes, el destino desempeña el papel de director artístico.
97. No me inspiran confianza tus palabras.
98. Algún crédulo confiará en tus palabras.
99. Corren veloces el dios y la muchacha.

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