Modelos Didacticos Gomez
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Modelos Didacticos Gomez
Los M o d e lo s D id á c tic o s
en l a E d u c a c ió n F ísica d e l N iñ o
Durante el transcurso del siglo XX, asistim os a un progresivo interés por parte de
la com unidad educativa hacia la potencialidad pedagógica que contienen las actividades
que im plican al juego y al m ovim iento en la educación de la niña y el niño.
Sin embargo, salvo excepciones, dicho interés no ha podido objetivarse en la exis
tencia de planes de estudio que contem plen una distribución del tiem po escolar y de las
funciones asignadas a las asignaturas que reconozca a las diversas form as de educa
ción corporal, un estatus sim ilar al de las demas asignaturas escolares.
Las causas probables de tal situación son com plejas y no están suficientem ente
estudiadas. La mayoría de los analistas (Vázquez: 1989) las refieren a lo que podríam os
llamar, con Piaget y García (Piaget y García: 1994) el marco epistém ico de la disciplina.
Veamos alguna de esas causas:
♦ La escuela concebida com o lugar de trabajo más que com o lugar de vida, ha ge
nerado una cultura del estar quieto, una suspensión m om entánea de intereses y
pulsiones de los sujetos actuantes.
♦ La concepción conductista del aprendizaje hum ano entendido com o reproducción
de la tradición, más que com o creación 1, ha relegado a los saberes previos del
sujeto (entre ellos y particularm ente a los corporales) al papel de obstáculo para el
desarrollo y el aprendizaje.
♦ En tanto la escuela ha reproducido ia estructura autocrática de poder, ha funciona
do com o dispositivo disciplinante y de control social, siendo el cuerpo y el m ovi
miento, los principales e inm ediatos vehículos de la expresión y com unicación de
deseos y necesidades, el lenguaje del cuerpo no podía tener m ucha suerte.
▼ Por un lado, a nivel del currículum explícito y de las acciones prácticas form alizadas
de la escuela, con esta situación de cuasi desconocim iento del cuerpo y el m ovi
m iento humano, tanto en el respeto por su consideración biológica e instintiva (no
toria falta de horarios e instalaciones adecuados a las exigencias corporales de los
niños), com o en la consideración de sus potencialidades educativas y educables.
Y Por otro lado, en el ám bito de la circulación no explícita de los saberes, en tanto
el cuerpo y las acciones m otrices constituyen el más inm ediato reproductor y pro
ductor de los significados sociales que perm iten la constitución de los m undos sim
bólicos de docentes y alumnos, la escuela le ha conferido al cuerpo el papel del
principal dispositivo disciplinante en el aprendizaje del rol del alumno y del rol dei
docente.
Así, com o bien lo sugiere M ilstein (M ilstein y Méndez: 1993), tanto los m odos de
sentarse, de pedir perm iso, de dirigirse a m aestros o autoridades, com o las sanciones
(corporales generalm ente), im puestas a quienes transgreden estos m odos de ser corpo
rales son siem pre m ensajes sociales circulantes que corresponden a una situación his
tórica dada y que term inan por encarnarse en el cuerpo de docentes y alum nos, provo
cando la sensación de que tales m odos corporales de com portarse son en realidad par
te de la naturaleza humana, produciendo io que Bourdie ha llam ado am nesia de la gé
1. Nuestra postura se enmarca en el constructivism o dialéctico: el aprendizaje es una com binación y recom
binación de los esquemas previos del alumno al confrontarse con la experiencia histórico-social acum u
lada, tendiente a la reproducción o a la producción de significados.
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Durante el siglo XX, pero com o habíamos apuntado, por causas que venían gene
rándose desde el siglo XIX, asistim os a un progresivo estallido y m ultiplicación de c o
rrientes y m étodos en Educación Física, situación que. a juicio de Parlebas, ha p rod u ci
do el estado de crisis actual de la disciplina (Parlebas: 1990).
El análisis más frecuente de las diversas corrientes que atravesaron la práctica de
la Educación Física de niños y niñas durante el transcurso del siglo XX, ha sido realiza
do a partir de la concepción que las diferentes corrientes declaraban explícitam ente
acerca de las finalidades de la educación física o corporal (Vázquez: 1989).
En un prim er análisis se puede identificar a las siguientes corrientes prevalecientes
en la segunda mitad del siglo:
• C orrientes donde prevalece el análisis biom ecánico y funcional del com portam ien
to motor, generalm ente resum idas bajo el rótulo de Educación Físico-Deportiva.
• Corrientes ligadas al análisis psicom otriz del com portam iento motor, generalm ente
reunidas bajo el rótulo de Educación Psicom otriz o Psicom otricidad.
• C orrientes centradas en el desarrollo de la expresividad motriz en el niño, corrie n
te conocida com o Expresión Corporal.
1. O bjetivos.
2. Contenidos.
3. Relaciones de comunicación.
4. Medios y estrategias de enseñanza utilizadas.
5. Formas de organización de la clase.
6. Formas de evaluación.
Entendíamos que con esta dirección del análisis nos situábam os más cerca de las
p racticas reales de cada corriente.
Por otro lado, al inclu ir en el análisis a la totalidad de los elem entos del m odelo d i
dáctico disponibles, particularm ente a la variable com unicación, nos acercábam os a la
p erspectiva critica: no es únicam ente el contenido a tra sm itir el elem ento que define a
una practica com o educativa. Por delante aparece el tipo de interacción social y de m o
delo epistem ico que la subyace
Así, nuestro análisis nos condujo a identificar los siguientes casos polares o
tendencias
♦ El m odelo empirista
2. So trata de encontrar una pauta de continuidad que le otorgue cierta coherencia interna a determinado
conjunto de posturas ciue tal vez difieran en los detalles. Es difícil encontrar estos modelos en estado puro
y con regularidad en las observaciones reales (Bartolini: 1979).
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Influencias históricas:
Este m odelo didáctico es heredero de la tradición que Langlade ha denom inado
m ovim iento del centro europeo (Langlade: 1969).
En él se entrem ezclan influencias del m ovim iento deportivo anglosajón originado en
la obra de Arnold, de la Escuela Natural Austríaca, del M étodo Natural de Hebert y de la
corriente artístico-rítm ica originada en la Gimnasia Moderna Alemana.
Características didácticas:
Este m odelo se ha caracterizado por centrar su práctica en las actividades natura
les del niño y en el explicitado respeto por la globalidad del com portam iento infantil, an
tes que por el análisis lógico de los sistem as funcionales del niño y cóm o m ejorarlos.
Prevaleció en Argentina (y con matices, en los países hispanoparlantes) desde la
posguerra hasta I970 aproxim adam ente, difundiéndose fundam entalm ente a través de la
obra de A. Seybold (1974), L. Diem (1969), H. Schultz (1974), y G. Schm idt (1971).
Las características form ales de este m odelo de educación física en la Infancia po
drían resum irse en:
• Los contenidos educativos se plantean, en la etapa 3-10 años, com o form as bási
cas de actividades m otrices relacionadas con cada uno de los m ateriales d id á cti
cos: actividades con aros, actividades con bolsitas. bancos suecos, etc. Des
pués de la pubertad, los contenidos se organizan con relación a la enseñanza de
los deportes colectivos, el atletism o o las destrezas de la gim nasia de cuerpo libre
o aparatos.
• La propuesta de actividades esta a cargo del adulto, quien a partir de las caracte
rísticas físicas del material y de su propia experiencia personal, propone a los ni
ños obstáculos y desafíos a superar, las más de las veces, subrayando los logros
individuales.
• Existe una preocupación explícita para que las actividades que el maestro propone
respeten determ inados principios (Seybold: 1974) que relacionan a la actividad con
el psiquism o infantil: globalidad, naturalidad, espontaneidad, etc.
• La form alización explícita de procesos de planeam iento y evaluación, así com o los
16 La E nseñanza de l a E d u c a c ió n F ís ic a en e l N iv e l I n ic ia l y el P r im e r C ic lo ... • R a ú l H . G ó m e z
de teorización y transm isión de inform ación acerca del modelo, son escasos. Se re
conoce la existencia de fines y objetivos generales que guían la acción pedagógi
ca. Estos fines están referidos al desarrollo de sistem as corporales funcionales en
los que coexisten superposiciones conceptuales. Con diferencias entre los autores
y escuelas, estos fines incluyen ejem plos tales como:
Este m odelo parece tener una fuerte concepción empirista, dada por la confianza
en la potencialidad educativa otorgada a la experiencia sensorio-m otriz 3 acum ulada
por el alumno, aunque ésta no pusiera en juego la actividad creadora y organizadora del
mismo.
La form ación y desarrollo de las cualidades morales, sociales e intelectuales del
alum no, parecen derivarse en este modelo, m ágicam ente de la ejecución de una serie
de actividades prácticas. Si bien el m odelo reconoce la supeditación de los objetivos m o
tores a objetivos más generales com o la socialización, ia afirm ación de la personalidad,
etc., las estrategias didácticas revelan preocupación por los aspectos puram ente m oto
res y funcionales, esperándose que estos aspectos repercutan autom áticam ente sobre
las otras dim ensiones del com portam iento 4.
Entre los aportes principales de esta corriente puede subrayarse la preocupación
por no fragm entar la globaiidad del com portam iento infantil, el lugar de preem inencia
otorgado al principio de actividad suficiente, esto es, el carácter dinám ico de la clase y
cierto ingrediente rom ántico, herencia de sus antecesores centroeuropeos, que exigían
del profesor, una actitud más artística que reflexiva: utilización frecuente del ritm o y la
m úsica, ejercicios que se encadenaban guiados por principios de secuencia em pírica
más que por el análisis racional, intensa participación corporal del profesor y un clim a
de clase desescolarizado y alegre 5.
3. ...Todos estos requisitos (expresarse, crear y gozar con el m ovimiento, N. d. A.) se satisfacen plenam ente
con la ejecución... de las veinte series de ejercicios..."; Romero Brest, E., en el prólogo de ¿Quién es ca
paz de? (Diem: 1969).
4. Sin embargo, otros, como Gruppe, han señalado que las relaciones entre fenóm enos tan diversos como
la form ación del carácter y la consecución de una habilidad físico-deportiva, no son causales, com o las
relaciones causa-efecto que se dan en la naturaleza física y que “ siempre hay que atribuirlas a la activi
dad del Yo, que es quien las estructura y les im pone un orden." (Gruppe: 1976).
5. "...Schultz es un imaginativo, un creador, un artista que m ás que dirigir, interpreta sus clases...” Ramón
Muros. Prólogo a Educación Física Infantil y Watrogimnasia (Schultz: 1974).
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Influencias históricas:
En el m arco (eplstém ico) de la creciente difusión y desarrollo de las hipótesis acer
ca de la organización del aparato psíquico proveniente de diferentes cam pos (psicoaná
lisis, psicogénesis, neuropsiquiatría, etc.), se desarrolla y afianza desde los años ochen
ta en la práctica de la educación física del niño un segundo m odelo didáctico.
Diferentes influencias contribuyen a conform ar las características de esta corriente:
Características didácticas.
De la organización general de este m odelo didáctico se destaca:
♦ La pretensión de organizar y sistem atizar las situaciones didácticas a partir del aná
lisis de la organización funcional del niño.
♦ Las situaciones de ciase se organizan con el objetivo explícito de estim ular dichas
funciones: coordinación, esquem a corporal, organización espacial, etc. y consiste
en una sucesión de ejercitaciones en un orden previsto según una lógica de la o r
ganización funcional (Vayer: 1977). Ejemplo:
✓ Juegos de iniciación 3’
✓ Ejercicios de coordinación ojo-m ano 10'
✓ Ejercicios de organización espacial 10'
✓ Ejercicios para el esquema corporal, relajación 10'
Orientación biomecánica ;
Orientación psicomotricista
7. En los años 70 fueron frecuentes las visitas de porfoccionamionto docente de profesores alemanes y aus
tríacos al cono sur de América Latina, asi como ia difusión do material bibliográfico de esta órbita cultu
ral. El convenio colombo-alem an, ecuatoriano-alemán, y también la financiación de infraestructura depor
tiva en Argentina por parte de la embajada de la R.F.A, fueron parte de este proceso.
C a p it u lo 2 • Los M o d e lo s D id á c tic o s en l a E d u c a c ió n F ís ic a d e l N iñ o 19
Este m odelo estuvo caracterizado, com o se ve, por una m arcada tendencia racio
nalista-deductiva, que pretendía prever y organizar el com portam iento infantil deducién
dolo de los m odelos teóricos de la organización funcional del psiquism o y la m otrici-
dad humana, sea:
✓ en su orientación biomecánica (las capacidades y /o habilidades motoras como tema),
✓ en su vertiente psicom otricista (las estructuras perceptivom otrices com o tema).
Entre los aportes que debem os subrayar, encontram os sin duda, la preocupación
de esta corriente por la com prensión y el respeto de la unidad funcional del niño, aun-
8. A nuestro juicio, en todo caso, resulta evidente que sería más apropiado hablar de psicom otricidad ab-
ductíva dado que es la abducción la form a de inferencia que prevalece en las situaciones lüdicas y de
portivas. Ver “La bolsa o la especie” (Samaja: 1993 bis).
9. Sin embargo, la neuropsicología actual ha m ostrado que las funciones psicom otrices no se realizan por
separado, sipo que en el plano del comportamiento percepción y acción, son dos perspectivas dialécti
c a s del análisis, más que momentos del com portam iento del sujeto.
20 La Enseñanza d e la E d u c a c ió n F ís ic a en e l N iv e l I n ic ia l y el P r im e r C ic lo ... • R a ú l H . G ó m e z
que a veces, la unidad declam ada en los discursos era fragm entada en los planteos de
clase. También constituyó un notable progreso la tendencia de este m odelo hacia la su
peración de la actitud conductista de considerar al aprendizaje com o logros a nivel de
la conducta observable y proponer en cam bio m ayor atención a los procesos subyacen
tes que producen la conducta.
En otro lugar (Gómez: 1999) hemos analizado las diferencias y sem ejanzas crucia
les entre estos dos modelos, a los. que la literatura presenta recurrentem ente com o
opuestos.
El análisis de las semejanzas y diferencias entre los m odelos nos sugiere la hipó
tesis de que ambos m odelos representan en realidad, más que m odelos enfrentados,
contracaras del m ism o paradigma: una concepción dualista del sujeto y una representa
ción acrítica de las relaciones entre el sujeto y su m undo ,0.
En efecto los m odelos identificados se caracterizaban por:
♦ O, han tom ado com o supuesto de fondo la representación m ecanicista del cuerpo,
asignándole al m ism o el mero papel de instrum ento y por lo tanto otorgándole a la
Educación Física un papel exclusivam ente funcional (en el sentido restringido del
térm ino), ligada sobre todo al desarrollo de las capacidades y habilidades motrices.
♦ 0, han subordinado y m inim izado el papel protagónico del cuerpo y el m ovim iento
en la form ación de la personalidad, a la adquisición de un catálogo de ejercicios
de organización del esquem a corporal, espacial, tem poral, etc., convirtiendo a la
Educación Física en una práctica intelectualizada en la cual el m odelo técn ico del
m ecanicism o fue sustituido por un modelo de niño hipotético que responde a las
norm as descriptas en los manuales de psicología, según la acertada expresión de
Azem ar (Azemar: 1986).
Dada nuestra hipótesis, el análisis de las semejanzas cruciales entre los m odelos
es revelador de cuánto nos Interesa para la construcción de un m odelo didáctico de Edu
cación Corporal que en nuestra concepción dialéctica, se apoye en ¡os aportes de los
10. El no advertir esta cuestión es el principal riesgo (para la construcción de una educación física progre
sista) que entrañan los análisis que han propuesto clasificar a las corrientes en dos grupos: Corriente Psi-
com otriz y Corriente Físico-Deportiva, pues centran el análisis en ei Que ele la enseñanza y no en el Có
mo. latente en las relaciones de comunicación.
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m odelos m encionados para intentar construir una propuesta que a la vez los integre y
los supere.
En efecto, la com paración de los m odelos exhibe un marcado isom orfism o estruc
tural en cuanto a la variable com unicación. Como se sabe, es posible dim ensionar a la
misma, según:
«* ESTRUCTURA
• DIRECCIÓN
■» CONTENIDO
- CONTROL
CARÁCTER
El análisis de estas dim ensiones revela que en cualquiera de los dos grandes m o
delos identificados:
11. En la tradición del constructivism o, los objetos de conocim iento se construyen a partir del entendimien
to de las relaciones contextúales del objeto generadas por su m anipulación, por su uso. Asi los objetos
de conocim iento, siempre admiten un quantum de construcción por ios sujetos de conocim iento (Piaget,
J. y García R. en Forni, F., Gallart, Et Al: 1932).
12. En la República Argentina tuvieron gran difusión propuestas didácticas con cuadros de doble entrada don-
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do se embretaba la acción del niño en categorías espaciales, temporales y objetales. Eran el correlato de
las tendencias do la tecnología instrumental en la didáctica, que circulaban por esos anos y que han de-
jaoo su m arca en las construcciones m etodológicas de los docentes actuales.
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La expresión corporal
Como com portam iento humano en la vida cotidiana, la expresión por medio del cuer
po es contem poránea del nacimiento del hombre en cuanto tal y anterior al lenguaje.
Como práctica social deliberada y con cie rte , puede reconocerse su génesis en las
transform aciones de la danza clásica influenciada por la obra de Von Laban, Isadora
Cunean y por los aportes de la Gimnasia Alemana, a m anos de Medau y Bode, Dallo y
H anebutt particularm ente y por la obra de Mary W igman (Langlade: 1969).
El paso de estos m ovim ientos a la Expresión Corporal puede situarse en la obra de
Frommantel, profesora de Danza del ENSEPS de París y de Decroux, a ctor del teatro de
Copeau (Vázquez: 1989).
Fromantel - Decroux
EXPRESIÓN CORPORAL
Am bos, contribuyeron a realizar una síntesis brillante entre la danza clásica, la edu
cación rítm ica (originada en Delsarte y Dalcroze), la danza m oderna (de la línea de Isa-
dora Duncan), las gim nasias rítm icas (Bode, Medau, Dallo, etc.) y el teatro y el mimo.
Esta corriente, dio lugar a cuatro manifestaciones:
El arco va desde posiciones ligadas al psicoanálisis (en todas sus corrientes) has
ta posiciones em parentadas con el new age y las m encionadas técnicas corporales, etc..
La Investigación com parativa que hemos realizado sobre diversos textos y la ob
servación directa, perm ite entrever en ambas concepciones, la Educación Psicom otriz o
Psicom otricidad vivenciada y la Expresión corporal, en cuanto prácticas corporales des
tinadas a la educación del niño, algunas características comunes:
te, es analoga a la de herm ano mayor, consejero, guía, que hace de la no d irecti-
vidad y de la exploración y elaboración individual y grupal, su principal o exclusiva
estrategia didáctica.
Podría decirse que los aportes sustantivos de estas tradiciones 13 para la construc
ción de una concepción integral de la Educación Corporal del niño, podrían resum irse en:
13. Aportes que hemos procurado incorporar en nuestra propuesta de situaciones prácticas, particularm ente
en los Capítulos XV y XVI.
14. Un claro eiem plo de esta perspectiva humanística es la propuesta didáctica que caracterizó a la obra de
Patricia Stokoe, fallecida a sus jóvenes 75 años, con quien el autor com partió el dictado de un seminario
cuyo propósito era ia exploración de una perspectiva pedagógica integradora en Educación Corporal.
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Se ¡es podría señalar críticam ente 15, por otro lado, que la insistencia en su enfo
que subjetivlsta no dialéctico consistente en centralizar las prácticas en las m o ti
vaciones intrínsecas del niño exclusivam ente, olvida que tales m otivaciones a menudo
corresponden en realidad a los valores y creencias circulantes en la sociedad y que
en esa m edida responden a intereses de clase, más que a los supuestos intereses
del niño.
Por otra parte, al lim itar la intervención del adulto a guía de la exploración del ni
ño. m inim izando su papel com o m ediador cultural y social, tom a prestado un modelo de
conocim iento traspuesto (y superado) por las ciencias naturales: m odelo naturalista em -
pirista que consistía en suponer que el conocim iento científico avanza desde la o bser
vación de los hechos hacia el descubrim iento de hipótesis, sin necesidad de teorías pre
vias (o lo que es lo mismo, de conocim iento social acumulado).
En el caso de la educación corporal del niño, se planteó una form a de actuación do
cente que o bien prescindía del conocim iento social acum ulado o bien pretendía que el
niño lo alcance por las vías de la exploración exclusivam ente (haciendo abstracción de
factores reales com o tiem po invertido, insumos materiales, energía de los actores, etc.).
Esta falta de dirección conciente del proceso educativo por parte de los educado
res de esta corriente ha entrañado e! riesgo de desencarnarse socialm ente e inducir al
sujeto y al grupo a una suerte de narcisism o individual acom pañado de cierto m istlcis-
15. Las consideraciones criticas que siguen se refieren a la trasposición inadecuada do la Psicomotricidad
convertida en Educación Física (o m ejor dicho a la confusión generada en los años 8 0-90. entre dos d is
ciplinas con objetos de estudio y fines diferentes). No se pone en cuestión en este análisis la valiosa con
tribución de la Psicomotricidad com o práctica terapéutica, profiláctica, reeducatlva ligada a las dificulta
des de los niños en los aprendizajes escolares o a los trastornos generales del comportamiento, o a ios
ejercicios psicom otores utilizados por los m aestros com o soporte de los aprendizajes de la lectura, la e s
critura y el cálculo. El problema que queremos aclarar es que dichas prácticas, aunque valiosas, no fo r
man parte del corpus de la Educación Física.
Lo mismo puede decirse de la Expresión Corporal en tanto práctica no escolar orientada al campo artís
tico. profiláctico o terapéutico, campos para los cuales este análisis no es pertinente o es limitado.
28 La Enseñanza d e la E d u c a c ió n F ís ic a en e l N iv e l I n ic ia l y el P r im e r C ic l o ... • R a ú l H. G ó m e z
m o referido a lo corporal, consistente en reificar el cuerpo, el m ovim iento y sus sign ifi
cados en la esfera de lo natural, olvidando su construcción histórico-social.
Asim ism o, dada su preocupación, a veces exclusiva, por la adquisición de n ocio
nes cognitivas y por la exteriorización de ideas y emociones, estas orientaciones han co
rrido el riesgo de convertir las actividades corporales del niño en una m uletilla para el
desarrollo intelectual o expresivo, destituyendo la potencialidad pedagógica del cuerpo y
el m ovim iento, en tanto factores constitutivos de significados corporales, antes que in
telectuales, saberes prácticos en estado práctico (M ilstein y Méndez: 1993) poniéndolos
al servicio de la tradición intelectualista de la escuela e im poniéndole al cuerpo una nue
va form a de reclusión 16.
Como dice Merleau Ponty, la m otricidad en estado puro, es ya portadora de sen
tido..." (M erleau Ponty: 1993).
Estas estructuras 17 son el estado de los procesos dinám icos intrínsecos caracte
rísticos del desarrollo infantil a través de sus sucesivos estadios evolutivos, en las áreas
tfc>. Arlarem os aun más esta cuestión: 110 se traía de rechazar ia posibilidad de adquisición ele nociones in
telectuales o de exteriorizar sentimientos por medio del gesto que permite ia Educación risica. Tales ad
quisiciones, si bion posibles y legitimas, son consecuencias secundarías, que el buen m aes'io se encar
da de aprovechar y potoncializar. Lo que se critica aquí es ia actitud de supeditar todas las acciones del
niño n la elaboración concierne de nociones o sentimientos. En contra de ¡a Psicología de la Conciencia,
las acciones corporales son portadoras y com unicadoras do sentido ya en su nivel motriz, y tienen dere
cho propio. El salto de un niño de cuatro años desdo un cajón de gimnasia a ¡a coiclioneía. os un saber
p iácticn 011 estado práctico y no habría que sobroagreqa'io nada eo piinr.ipw . para Icqiíanar su potencia
lidad pedagógica, dado que los significados emocionales, cultúralos, sensoriales, motrices, co a ctivo s que
encierra están presentes por entero 011 ia acción misma. • . i:i c nm ioiidu 05 o;i;iin,iínn;rik!. ¡m Yo puedo,
m is (lúe un Yo pienso...", (Merleau Pority; 1993)
17 Trataremos de precisar ia nncion de esauclura en les Capitules IV y V.
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afectiva, cognitiva y sensoriom otriz. entendidas com o aspectos indisociabies de una m is
ma unidad funcional, unidad que opera y se hace presente en cada una de las dim en
siones de lo corporal: la dim ensión biológica del cuerpo humano, la dim ensión instinti
va y vital del cuerpo humano y la dim ensión socioracional del cuerpo humano.
Estas estructuras son:
✓ La im agen del propio cuerpo.
✓ La organización espacio temporal.
✓ La organización de las relaciones objetales.
✓ La coordinación dinám ica general.
✓ La coordinación visomotriz.
✓ La coordinación segmentaria.
✓ El equilibrio corporal.
i
ESPACIO DE INCERTIOUMBRE
A CONSTRUIR EN LA PRACTICA
18. Para Bourdieu. la estructura del campo resulta del estado de la relación de tuerzas entre los agentes e
: instituciones que pugnan y representa la distribución de un capital específico puesto en juego en la lu
cha. Por ejemplo, y com o apuntábamos en el Capítulo i, el curriculum explícito de Educación Física, re
presenta (entre otros elementos) el estado de las luchas por deiinir los usos legítimos del cuerpo en nues
tra sociedad. Participan de la pugna, médicos, psicólogos, educadores físicos, entrenadores, psicoanalis
tas. políticos, etc. quienes com piten por im poner su discurso y m odelar las prácticas sociales.
30 La E n s e ñ a n z a de la E d u c a c ió n F ís ic a en el N iv e l I n ic ia l y el P r im e r C ic l o ... • R a ú l H . G ó m e z
^ En un modelo educativo cerrado se trasm iten los saberes corporales en form a ver
tical y no hay posibilidades de que los alum nos los reconstruyan y resignifiquen.
En estos modelos, los saberes son cosas que se definen (se los da por acabados)
en el curriculum y luego se depositan en los alumnos. Los docentes juegan el pa
pel de polea de trasm isión entre el capital acum ulado y los alum nos vacíos.
Una larga serie de trabajos han destacado el papel de la m otricldad com o modo
de relación con el m edio y tam bién com o m anifestación de cóm o el niño se apropia de
la experiencia socio-histórica del adulto.
La actividad práxica del niño, en tanto relacional. es su m odo particular de adap
tarse a la realidad. Más. nuestra tesis es que aún desde la tem prana infancia, esa adap
tación puede ser a la vez transform adora de la realidad.
Los anortes de Bernstein (1967), Luria (1979), Zaporozeth (1948) y Elkonin (1985)
entre otros, han señalado el carácter activo de la m otricidad com o fenóm eno de adap
ta r o n y com unicación en el niño.
En el cam po de la psicología soviética, las investigaciones de M ovikow a corrobo
rando a la tradición psicogenética, afirman que la m otricidad es un elem ento capital del
desarrollo infantil relacionada con el lenguaje y el pensam iento, con vistas a la plena
adaptación autónom a a la sociedad, para contribuir al desarrollo de la m ism a i Ruiz Pé
rez 1987).
Sin embargo, debem os acotar que para que tales procesos conserven su caracter
activo y devengan en adaptación autónom a, las adquisiciones de índole sensorio-m otriz,
intelectuales o afectivas, que el niño pequeño realice por medio de ia m otricidad. debe
rán ser fruto de su propia experim entación y búsqueda creativa, mas que de la im p osi
ción (o de la superposición, por así decirlo), del aprendizaje condicionado de algunas
conductas, adheridas desde afuera.
Una propuesta pedagógica que confiera al niño el papel de espectador de su pro
pio aprendizaje, es intrínsecam ente alienante y conduce a la alienación del sujeto, en
tanto superpone o yuxtapone la conciencia a la realidad.
En nuestro trabajo teórico y práctico hemos intentado acercarnos mas bien a ¡as
propuestas de Freire, partiendo de la base de que "la posicion norm al del hom bre, no es
solo e star en el m undo, sino con el m u nd o ’’, creando, recreando y enriqueciendo las re
laciones que surgen del contacto entre el hombre y el mundo natural, representadas en
la realidad cultural (Freyre: 1972),
En este diálogo de sujeto a objeto que establece el hombre con ia realidad, éste
es capaz de aprender no sóio el fenóm eno, el hecho, la situación, sino tam bién los nexos
causales entre los hechos,
Dicho de otro modo, el hom bre no sólo es capaz de captar la realidad con una for-
32 La E n s e ñ a n z a de la E d u c a c ió n F ís ic a en el N iv e l I n ic ia l y el P r im e r C ic l o ... * R a ú l H. G ó m e z
ma de conciencia ingenua que guarda datos y m em oriza situaciones, sino tam bién con
una form a de conciencia crítica 19 que le perm ite la com prensión (y por lo tanto ia ac
ción sobre ella) de la realidad.
Esta actitud crítica frente a la realidad, inevitablem ente solidaria cuando es since
ra, es la que perm ite al individuo captar los problem as esenciales de su época y com
prom eterse en algún puesto de la lucha por las soluciones.
Así, nuestra propuesta se afirma en el supuesto de que un proyecto educativo hu
m anizante y progresista, busca concientem ente la liberación de la estructura personal to
tal del hom bre y la consolidación de su conciencia crítica.
Como lo ha expresado Freyre, “si pretendemos la liberación de los hombres no
podemos empezar por alienarlos o mantenerlos en la alienación. La liberación autén
tica. que es la humanización en proceso, no es una cosa que se deposita en los hom
bres" ..."es praxis, implica la acción y la reflexión de los hombres para transformar el
m undo" (1985).
La liberación es hum anización en proceso porque responde a una vocación onto
lògica del hombre: SER MÁS. en el sentido de desarrollar su capacidad de crear y ac
tuar. Es por eso que cuando se le im pide ejercer esas capacidades específicam ente hu
manas, sufre, se aliena, se deshumaniza. ’’A dopta un Yo que no le pertenece", a! decir
de Fromm (Fromm: 1967).
Sin em bargo, haremos notar que tal vocación ontològica de crear y actuar, sólo
puede “desplegarse" com o proceso hacia el mundo, en la medida en que se apoya so
bre una construcción paralela: el descubrim iento de la propia identidad, la cual podría
plantearse, no com o un repliegue, sino com o un despliegue hacia el adentro, producto
del contacto con el afuera, en el cual la conciencia, es conciencia de sí misma:
19. “...La función de la crítica de lo establecido es im pedir que los hombres se abandonen a las ideas que la
sociedad les dicta y descubran las contradicciones presentes en e//a...' (Horkheimer: 1974).
C a p ítu lo 2 • Los M o d e lo s D id á c tic o s en la E d u c a c ió n F ís ic a d e l N iñ o 33
bres van percibiendo sim ultáneam ente, cóm o están siendo en ei mundo, en ei qué y
con el qué, están.
Al ser el m undo de las cosas, percibido en el m arco de las relaciones establecidas
consigo m ism o y siendo el si m ism o objeto de la propia percepción, el hombre com
prende la naturaleza dinámica de la realidad y p o r lo tanto, su percepción se torna es
peranzada (Freyre: 1985).
En cam bio, la percepción ingenua, al no captar criticam ente la interacción d ia lé cti
ca realidad-si mism o, considerando a la realidad com o estática y acabada, conduce al
hom bre a una actitud escéptica y fatalista.
Al com prender la naturaleza dinám ica de la realidad, el hom bre capta a ésta y a sí
m ism o en su dim ensión histórica, dando lugar al ímpetu de transform ación y búsqueda,
acción y creatividad, al que habíamos citado com o vocación ontològica.
Aprendan a ser.
Aprendan a aprender.
Aprendan a hacer.
sí, sino tres planos de significación de un m ism o cam po que se cum plen en un proce
so dialéctico que las integra, en el cual la conciencia se presenta com o posibilidad y
fundam ento de los otros dos.
Es decir que el descubrim iento de mí mismo, de mis posibilidades, de m is lim ita
ciones, surge en mi confrontación con la resistencia que me oponen los objetos del
m undo físico, a partir de mi iniciativa de enfrentarlo y actuar.
Una pedagogía al servicio de este proceso de hum anización de la persona, no de
berá, entonces, consistir únicam ente en el acto de transferir o depositar contenidos de
cultura (conocim ientos, valores, destrezas), sino en favorecer en los educandos sus fa
cultades cognocentes y actuantes.
Siguiendo nuevam ente a Freyre: “ La integración resulta de la capacidad de ajus
tarse a la realidad más la de transformarla, que se une a la capacidad de optar, cuya
nota fundamental es la crítica "...." En la medida que el hombre pierde su capacidad de
optar y se somete a prescripciones ajenas (¿las del adulto en la relación adulto-niño?)
que lo minimizan, sus decisiones ya no son propias porque resultan de mandatos extra
ños. ya no se integra, se acomoda, se ajusta..." (Freyre: 1985).
En los modelos acríticos y aconstructivos, com o los que hemos examinado al referir
nos al em pirism o y al racionalismo particularmente, el sujeto es un conocedor pasivo de
una realidad cognoscible predeterminada de antemano a la experiencia ael sujeto,
En el caso de la Educación Física tal realidad esta constituida por saberes relati
vos al propio cuerpo (conceptos, procedim ientos, actitudes), lo cual ie confiere un ca-
racíer mas dram ático a la experiencia planteada en esos términos.
En estos modelos, el cuerpo propio se presenta com o cuerpo objeto a aprender.
La tram a em ocional y la experiencia intersubjetiva que significa a las acciones corpora
les es considerada, a lo sumo, com o un "recurso”.
La relación entre el sujeto y el objeto de conocim iento (el contenido) en estos m o
delos puede representarse así:
MODELOS ACRÍTICOS:
S u jeto O bjeto
A c to c o g n o c e n te
A lu m n o s C u e rp o ./m o v im ie n to /ju e g o
C a p it u lo 2 • Los M o d e lo s D id á c tic o s en l a E d u c a c ió n F¡S;Ca l í l N iñ o 35
a) Las relaciones intrapsiquicas del sujeto que determ inarán el grado de arm onización
progresiva de las estructuras concientes e inconscientes, expresadas en form a evi
dente en el nivel de desarrollo alcanzado en la im agen corporal y su disponibilidad.
Estas son las estructuras psicom otrices.
b) Las relaciones extrapsiquicas del sujeto cognocente con otros sujetos cognocentes
manifiestas en el uso del cuerpo en situaciones sociales concretas (lo que llam a
mos com petencia o disponibilidad corporal). Éstas son las estructuras sociom otrices.