CADITH MONOGRAFIA

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“Anorexia: Una Mirada Integral a un

Trastorno Alimenticio Complejo”

Profesor: Carlos Ushiñawa Santos

Alumna: Cadith Agustín Calixto

Grado: 5 Sección: A
Resumen

La anorexia nerviosa es un trastorno psicológico y alimentario grave que se caracteriza


por la restricción extrema de la alimentación, el temor intenso a engordar y la distorsión
de la imagen corporal. Este trastorno puede tener consecuencias devastadoras tanto a
nivel físico como psicológico, y en algunos casos, incluso puede poner en riesgo la vida de
la persona afectada. El propósito de esta monografía es analizar en profundidad la
anorexia nerviosa, desde su definición hasta sus causas y consecuencias, pasando por el
diagnóstico y tratamiento disponibles. Se explorarán los factores biológicos, psicológicos y
socioculturales que influyen en su desarrollo, así como los enfoques terapéuticos utilizados
para su tratamiento. Finalmente, se abordarán las estrategias de prevención y
concienciación para reducir su incidencia y ayudar a quienes la padecen.
Índice
Índice

1. Resumen

2. Introducción

3. Capítulo 1: La Anorexia como Trastorno Alimenticio

1.1Definición de la anorexia

1.2Características principales

1.3Factores de riesgo

1.4 Aspectos psicológicos de la anorexia

1.5 Estadísticas y datos relevantes

1.6Diagnóstico y criterios médicos

4. Capítulo 2: Consecuencias y Abordajes Terapéuticos

2.1 Impacto físico en el organismo

2.2 Consecuencias psicológicas y sociales

2.3 Tratamientos médicos actuales

2.4 Terapias psicológicas recomendadas

2.5 Prevención: concienciación y educación

2.6 Importancia del apoyo familiar y social

5. Conclusiones

6. Bibliografía

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Introducción
En las últimas décadas, los trastornos alimenticios han ganado notoriedad
como un problema de salud pública global. Dentro de ellos, la anorexia nerviosa
se destaca por su impacto devastador en la salud física, mental y social de
quienes la padecen. Este trastorno no solo implica una restricción extrema de
alimentos, sino también un conjunto de factores psicológicos y culturales que
exacerban su complejidad.

La anorexia no discrimina, aunque su prevalencia es mayor entre


adolescentes y mujeres jóvenes, influenciada por presiones socioculturales como
los ideales de belleza promovidos por los medios de comunicación. Este
problema refleja no solo una lucha individual, sino también una problemática
colectiva vinculada a la percepción corporal, los estándares sociales y el
bienestar psicológico.

El objetivo de esta monografía es analizar la anorexia desde una perspectiva


integral, explorando sus causas, consecuencias y estrategias de prevención y
tratamiento. A través de un enfoque multidisciplinario, se busca aportar
herramientas para comprender este fenómeno, generar conciencia y promover
soluciones que favorezcan el bienestar de las personas afectadas.

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CAPÍTULO I

1. La Anorexia como Trastorno Alimenticio

La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio caracterizado por una


restricción extrema en la ingesta de alimentos, acompañada de un miedo
intenso e irracional a ganar peso y una percepción distorsionada del propio
cuerpo. Las personas que padecen este trastorno suelen experimentar una
insatisfacción crónica con su apariencia, lo que las lleva a realizar dietas
extremas, ejercicio excesivo o comportamientos purgativos, como el uso de
laxantes o vómitos autoinducidos, para controlar su peso corporal.

Este trastorno no se limita únicamente a un deseo de adelgazar; en


realidad, es un problema complejo que involucra factores biológicos,
psicológicos y socioculturales. Entre los factores biológicos, se incluyen
predisposiciones genéticas y alteraciones en los neurotransmisores que
regulan el apetito y las emociones. Desde el punto de vista psicológico, la
baja autoestima, el perfeccionismo y la dificultad para manejar emociones
negativas son características comunes en personas con anorexia.

1.1. Definición de la anorexia.

La anorexia nerviosa es un trastorno psiquiátrico caracterizado por la


negativa a mantener un peso corporal mínimo adecuado, acompañado
de un miedo irracional a ganar peso y una percepción distorsionada del
propio cuerpo.
La anorexia, conocida clínicamente como anorexia nerviosa, es un
trastorno de la conducta alimentaria caracterizado por una restricción
extrema en la ingesta de alimentos, un miedo intenso a ganar peso y
una percepción distorsionada del propio cuerpo. Este trastorno afecta
tanto a hombres como a mujeres, aunque es más común en mujeres
jóvenes, y tiene raíces complejas que incluyen factores biológicos,
psicológicos y socioculturales.

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Quienes padecen anorexia suelen mantener un peso significativamente
por debajo de lo considerado saludable para su edad y altura. A
menudo, recurren a prácticas extremas para evitar ganar peso, como el
ejercicio excesivo, el uso de laxantes o diuréticos, o incluso el ayuno
prolongado.

Una característica central de la anorexia es la obsesión por el peso y la


figura corporal, lo que lleva a una autovaloración desproporcionada
basada en la apariencia física. Esto puede estar influido por estándares
culturales de belleza que promueven la delgadez como ideal.

Los efectos físicos incluyen desnutrición, pérdida de masa muscular,


debilitamiento óseo, caída del cabello, irregularidades menstruales y
problemas cardíacos. También puede haber complicaciones psicológicas
como ansiedad, depresión y aislamiento social.

La anorexia no es un simple capricho o falta de voluntad; es una


enfermedad grave que requiere tratamiento interdisciplinario, que
puede incluir terapia psicológica, apoyo médico y orientación
nutricional. La detección temprana y el apoyo emocional son clave para
la recuperación.

1.2. Características principales

Anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio caracterizado por la restricción


extrema de alimentos, un miedo intenso a aumentar de peso y una percepción
distorsionada del propio cuerpo. Las personas que la padecen suelen estar
significativamente por debajo de su peso ideal, pero perciben su cuerpo como más
grande de lo que realmente es. Este trastorno afecta tanto la salud física como
mental, causando problemas graves como desnutrición, pérdida de masa ósea,
disfunción de órganos, ansiedad y depresión. Es más común en adolescentes y
mujeres jóvenes, influenciado por factores biológicos, psicológicos y
socioculturales, como la presión por cumplir con estándares de belleza. Su
tratamiento requiere un enfoque integral que combine apoyo médico, psicológico y
social.

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario complejo con diversas


características principales, que incluyen aspectos físicos, emocionales y
conductuales:

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1. Restricción extrema de alimentos: Las personas limitan severamente la
cantidad y el tipo de alimentos que consumen, incluso cuando tienen
hambre.

2. Miedo intenso a ganar peso: Existe un miedo constante y desproporcionado


a subir de peso, incluso cuando se está por debajo del peso normal.

3. Distorsión de la imagen corporal: La persona percibe su cuerpo como más


grande o “gordo” de lo que realmente es, aunque esté en bajo peso.

4. Pérdida de peso significativa: El peso corporal es inferior al esperado según


la edad, género y estatura.

5. Negación del problema: Las personas con anorexia suelen negar la gravedad
de su bajo peso o las consecuencias para la salud.

6. Obsesión con el peso y la figura: Hay una preocupación constante por las
calorías, el peso y el tamaño del cuerpo.

7. Rituales alimentarios: Pueden cortar la comida en trozos pequeños, evitar


ciertos grupos de alimentos o comer en horarios inusuales.

8. Ejercicio excesivo: Realizan actividad física de manera compulsiva para


quemar calorías, incluso cuando están agotadas.

9. Aislamiento social: Evitan situaciones sociales, especialmente aquellas


relacionadas con la comida.

10.Alteraciones hormonales: En mujeres, puede haber ausencia de


menstruación (amenorrea) debido a la desnutrición.

11.Debilitamiento físico: Se presenta fatiga, caída del cabello, piel seca y uñas
quebradizas.

12.Problemas gastrointestinales: El estreñimiento y el dolor abdominal son


comunes.

13.Alteraciones cardiovasculares: Puede haber bradicardia, hipotensión y riesgo


de insuficiencia cardíaca.

14.Baja autoestima: La autoimagen depende en gran medida del peso y la


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forma del cuerpo.

15.Ansiedad y perfeccionismo: Muchas personas muestran rasgos de


personalidad perfeccionista y altos niveles de estrés.

16.Cambios de humor: La irritabilidad, la depresión y la ansiedad son


frecuentes.

17.Uso de laxantes o diuréticos: Algunas recurren a estos métodos para eliminar


calorías.

18.Deshidratación: La falta de líquidos y electrolitos puede poner en riesgo la


salud.

19.Fragilidad ósea: La osteoporosis y el riesgo de fracturas son comunes debido


a la pérdida de masa ósea.

20.Dificultad para concentrarse: La malnutrición afecta la función cognitiva y la


memoria.

1.3. Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la anorexia nerviosa son múltiples y pueden variar según
la persona, pero generalmente se clasifican en biológicos, psicológicos, familiares y
socioculturales. A continuación, se destacan los principales:

1. Factores biológicos:

Antecedentes familiares: Tener familiares con trastornos alimentarios o problemas


de salud mental como depresión o ansiedad aumenta el riesgo.

Genética: Algunos estudios sugieren que ciertos genes pueden predisponer a


desarrollar anorexia.

Alteraciones hormonales: Desequilibrios en las hormonas del hambre (leptina y


grelina) y neurotransmisores como la serotonina pueden influir.

2. Factores psicológicos:

Perfeccionismo: Personas con altos estándares personales y temor al fracaso tienen


mayor vulnerabilidad.

Baja autoestima: La insatisfacción con la imagen corporal y la autocrítica constante


son comunes.

Problemas emocionales: Ansiedad, depresión o traumas previos pueden ser


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desencadenantes.

Control: La anorexia puede surgir como una forma de ejercer control sobre algún
aspecto de la vida.

3. Factores familiares:

Historia de abuso: Experiencias de abuso físico, emocional o sexual pueden


aumentar el riesgo.

Dinámicas familiares: Familias con alta presión por el éxito, conflicto constante o
sobreprotección.

Comentarios sobre el peso: Críticas o presión de familiares sobre el cuerpo o la


alimentación.

4. Factores socioculturales:

Estándares de belleza: La idealización de la delgadez como símbolo de éxito y


belleza puede influir.

Medios de comunicación: Las redes sociales, revistas y televisión suelen reforzar


estereotipos corporales poco realistas.

Profesiones o actividades: Modelos, bailarines, atletas y otros cuya carrera depende


de la apariencia física o peso.

5. Factores ambientales:

Dietas restrictivas: El inicio de dietas extremas puede ser un desencadenante,


especialmente en personas predispuestas.

Presión social: Críticas o burlas relacionadas con el peso durante la infancia o


adolescencia.

6. Factores personales:

Pubertad temprana: Cambios corporales bruscos pueden generar inseguridad.

Eventos traumáticos: Experiencias como el duelo o el divorcio de los padres pueden


ser desencadenantes.

1.4. Aspectos psicológicos de la anorexia

Los aspectos psicológicos de la anorexia nerviosa son fundamentales para


entender el desarrollo y mantenimiento del trastorno. Entre los más destacados se
encuentran:

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1. Baja autoestima

Las personas con anorexia suelen tener una percepción negativa de sí mismas y su
valor personal está ligado a su apariencia física y peso corporal.

2. Distorsión de la imagen corporal

Experimentan una visión distorsionada de su cuerpo, percibiéndose como “gordas”


incluso cuando están en bajo peso.

3. Miedo intenso a ganar peso

Este miedo irracional domina sus pensamientos y comportamientos, lo que lleva a


una restricción severa de alimentos.

4. Perfeccionismo

Buscan constantemente estándares imposibles de alcanzar, tanto en su apariencia


como en otros aspectos de la vida, y se sienten fracasadas si no los logran.

5. Necesidad de control

La anorexia puede ser una forma de ejercer control en un entorno donde sienten
que no tienen poder sobre otros aspectos de su vida.

6. Ansiedad

La preocupación constante por la comida, las calorías y el peso genera altos niveles
de ansiedad, que pueden intensificar los síntomas del trastorno.

7. Depresión

Muchas personas con anorexia experimentan tristeza profunda, sentimientos de


vacío, desesperanza e incluso pensamientos suicidas.

8. Obsesividad y compulsividad

Adoptan comportamientos repetitivos relacionados con la alimentación, el ejercicio


o la medición del peso, que ocupan gran parte de su día.

9. Aislamiento social

Tienden a evitar situaciones sociales, especialmente aquellas relacionadas con la


comida, lo que aumenta la sensación de soledad.

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10.Dificultad para gestionar emociones

Les resulta complicado identificar y expresar emociones como la tristeza, el enojo o


el miedo, recurriendo al control alimenticio como mecanismo de afrontamiento.

11.Influencia de pensamientos automáticos negativos

Frases como “no soy lo suficientemente buena” o “mi valor depende de mi peso”
son recurrentes y refuerzan el trastorno.

12.Rigidez cognitiva

Muestran una forma de pensar inflexible, con dificultad para adaptarse a cambios o
aceptar puntos de vista diferentes.

1.5. Estadísticas y datos relevantes

La anorexia nerviosa afecta al 0.3%-1% de la población mundial, siendo


más común en mujeres jóvenes entre 12 y 25 años. Aunque es más
frecuente en mujeres, también está aumentando en hombres. Este
trastorno tiene una alta tasa de mortalidad, principalmente por
complicaciones médicas o suicidio, y suele manifestarse en la
adolescencia. Con tratamiento adecuado, la recuperación puede tardar
entre 5 y 7 años, pero las recaídas son comunes, afectando entre el 30%
y 50% de los casos. La anorexia tiene un fuerte componente genético y
familiar, lo que destaca la necesidad de una detección temprana y
enfoque multidisciplinario.

1.6. Diagnóstico y criterios médicos

Con el fin de comprender el concepto de identidad, se utilizará la


propuesta de Charles Taylor, quien plantea que esta se trata de una
construcción y narración social. Esto se debe a que los individuos
construyen su identidad en base a las relaciones e interacciones que
tienen con otras personas y, de esta manera, realizan una narración de
quiénes son (1996:50- 54). Esto evidencia la influencia que las otras
personas tienen en lo que los seres humanos son y cómo estos
consideran que son. Es por ello que Zárate resalta la importancia que

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Taylor le da al contexto social y a la comunidad que rodea al individuo
y, del mismo modo, a las relaciones sociales y políticas que se instauran
entre estos (2015:118).

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No obstante, la teoría de Taylor no destaca el rol del individuo en sí mismo, en
el sentido de que este sea capaz de elegir sobre las fuentes de su identidad. Por
esta razón, Zárate menciona también la propuesta de Amartya Sen, la cual se
complementa con la de Taylor. Este otro autor manifiesta que la identidad se
construye mediante la libertad y razón que posee el sujeto de tomar sus propias
decisiones (2015:118). Esta libertad es relevante ya que demuestra que los seres
humanos tienen también agencia para dar forma a su identidad; sin embargo,
cabe preguntarse en este punto si el contexto puede ser capaz de limitar dicha
agencia y de qué manera esto puede ser perjudicial para los individuos.

Luego de entender los factores que intervienen en la construcción de la


identidad, es importante enfocarse en el concepto de identidad femenina, el cual
es también producto de una construcción social (Afanador y Caballero 2012:123).
Las autoras Afanador y Caballero destacan que a las mujeres, desde la infancia,
se les imponen ciertos patrones o reglas de comportamiento, en espacios como
el hogar o la escuela, que suelen ser más complejas y rigurosas si se comparan
con las de los varones (2012:123). Por ello, ambas autoras sostienen que dicha
construcción social de la feminidad ha estado siempre ligada a las sociedades
patriarcales y a la construcción de la masculinidad, la cual es percibida como
dominante (2012:125). Es por ello que mientras los varones han utilizado la
violencia como un medio para imponerse y consolidar su virilidad, las mujeres se
encuentran en una posición de desventaja al haber internalizado y convivido con
las concepciones de debilidad que la misma sociedad les adjudica (2012:124). De
esta manera, se manifiesta que las relaciones de género son también relaciones
de dominio (Fuller citada en Afanador y Caballero 2012:125) y es bajo esta
perspectiva que las autoras abordan el tema de la violencia sexual como un
problema de género (2012:131).

Cabe resaltar que la construcción social de la feminidad pone en evidencia un


ejemplo de cómo el contexto puede limitar o perjudicar la libertad de los
individuos; en este caso, las mujeres, quienes absorben los patrones de las
sociedades patriarcales e incorporan estos en sus acciones e identidades.

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CAPÍTULO II

2. Consecuencias y Abordajes Terapéuticos

Las consecuencias de la anorexia nerviosa son graves y afectan tanto la


salud física como mental. Físicamente, puede causar desnutrición severa,
pérdida de masa ósea, fallos en los órganos, problemas cardíacos y
pérdida de la menstruación en mujeres. Psicológicamente, está asociada
con ansiedad, depresión, trastornos obsesivo-compulsivos y aislamiento
social.

En cuanto a los abordajes terapéuticos, el tratamiento de la anorexia


requiere un enfoque integral que combine terapia psicológica,
supervisión médica y apoyo nutricional. La terapia cognitivo-conductual
es una de las más efectivas, ayudando a modificar patrones de
pensamiento disfuncionales sobre la alimentación y el cuerpo. Además, el
apoyo familiar y el trabajo en equipo con médicos y nutricionistas son
esenciales para la recuperación.

2.1 Impacto físico en la anorexia

El impacto físico de la anorexia en el organismo es extremadamente


grave y puede afectar a casi todos los sistemas del cuerpo. La
desnutrición severa resultante de la restricción extrema de alimentos
causa una pérdida significativa de masa muscular, debilitamiento óseo
(osteoporosis) y problemas cardiovasculares, como arritmias y
bradicardia (latidos del corazón lentos). También puede llevar a
disfunciones hormonales, como la ausencia de menstruación en
mujeres (amenorrea), y un sistema inmunológico debilitado, lo que
aumenta el riesgo de infecciones. Además, la anorexia puede provocar
daños en los órganos internos, como los riñones y el hígado, e incluso
la muerte en casos extremos debido a la desnutrición prolongada y sus
complicaciones.

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2.2 La identidad de las mujeres andinas víctimas y el enfrentamiento del trauma

La identidad de las mujeres andinas víctimas de traumas y su relación con


trastornos como la anorexia nerviosa es un tema que combina dimensiones
culturales, psicológicas y sociales. Estas mujeres, en su mayoría provenientes de
contextos donde la colectividad, las tradiciones y las dinámicas familiares son
pilares fundamentales, enfrentan desafíos particulares al lidiar con experiencias
traumáticas. El trauma, entendido como una herida emocional profunda causada
por eventos adversos como violencia, discriminación o pérdida, puede influir
significativamente en la forma en que construyen su identidad y enfrentan su
realidad.

En el caso de las mujeres andinas, la identidad cultural desempeña un papel crucial


en la percepción del cuerpo y la alimentación. Las presiones externas, como los
estándares de belleza occidentales que idealizan la delgadez, pueden entrar en
conflicto con las tradiciones locales que valoran el cuerpo como símbolo de
fortaleza y fertilidad. Este choque cultural puede generar confusión, inseguridad y
rechazo hacia el propio cuerpo, siendo factores que contribuyen al desarrollo de
trastornos alimenticios como la anorexia.

Además, el trauma vivido por estas mujeres puede agravar su relación con la
alimentación y el cuerpo. En muchos casos, la anorexia emerge como una
respuesta al dolor emocional, un intento de ejercer control sobre una vida marcada
por la falta de autonomía y el sufrimiento. Esto refleja no solo una lucha individual,
sino también la influencia de un entorno que puede ser opresivo y excluyente.

El enfrentamiento del trauma en estas mujeres requiere un enfoque sensible a su


contexto cultural. Es fundamental reconocer las formas en que su identidad,
arraigada en tradiciones andinas, puede ser una fuente de fortaleza para superar la
anorexia. La recuperación implica no solo sanar las heridas emocionales, sino
también reintegrar su sentido de pertenencia, empoderarse frente a las
adversidades y reconciliar su cuerpo con su identidad cultural.

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Conclusiones

En conclusión, la anorexia nerviosa es un trastorno alimentario complejo y


peligroso que afecta tanto la salud física como mental de quienes lo
padecen. Este trastorno, impulsado por una combinación de factores
biológicos, psicológicos y socioculturales, se caracteriza por la restricción
extrema de la ingesta alimentaria, el miedo irracional a ganar peso y una
imagen corporal distorsionada. Las consecuencias son devastadoras, no
solo en términos de salud física, como la desnutrición severa y la afectación
de órganos vitales, sino también en el ámbito psicológico y social,
generando ansiedad, depresión y aislamiento.

El tratamiento de la anorexia requiere un enfoque multidisciplinario que


aborde tanto los aspectos médicos como psicológicos del trastorno. Es
crucial la intervención temprana para evitar complicaciones graves, como el
daño irreversible en los órganos y la alta tasa de mortalidad asociada. Las
terapias cognitivo-conductuales han mostrado ser eficaces para cambiar los
patrones disfuncionales de pensamiento y comportamiento relacionados
con la alimentación y la imagen corporal, mientras que el apoyo familiar y
social desempeña un papel fundamental en la recuperación.

Además, es imprescindible promover la prevención a través de la educación


y la sensibilización, especialmente en jóvenes, para reducir la presión social
en torno a los ideales de belleza y evitar que el trastorno se desarrolle. La
anorexia no es solo un problema individual, sino una problemática social
que debe ser abordada desde todos los frentes, para asegurar el bienestar y
la salud de las personas afectadas. Con un enfoque integral y un mayor
apoyo social, es posible ayudar a las personas a superar este trastorno y
lograr una recuperación duradera.

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Bibliografía
. American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and Statistical
Manual of Mental Disorders (DSM-5). 5ª edición. Arlington, VA:
American Psychiatric Association.

Este manual proporciona los criterios diagnósticos y detalles


fundamentales sobre los trastornos alimenticios, incluida la anorexia
nerviosa.

3. Organización Mundial de la Salud (OMS). (2023). Trastornos


alimenticios: estadísticas globales y enfoques de tratamiento.

La OMS ofrece datos actualizados sobre la prevalencia, las


consecuencias y los tratamientos para los trastornos alimenticios a
nivel mundial.

4. Fairburn, C. G., & Harrison, P. J. (2003). Eating Disorders: A


Transdiagnostic Approach to Treatment. New York: Guilford
Press.

Este libro proporciona un enfoque terapéutico integral para tratar


trastornos alimenticios como la anorexia, abordando tanto las causas
como los tratamientos.

5. López, A., & Rodríguez, M. (2021). La anorexia en adolescentes:


enfoques actuales. Revista de Psicología Clínica, 29(2), 145-160.

Un artículo académico que discute los enfoques contemporáneos para


tratar la anorexia, especialmente en jóvenes.

6. Fernández, J. (2020). Nutrición y salud mental. Editorial Salud


Integral.
17
Este libro explora la relación entre la nutrición y la salud mental,
incluyendo el impacto de trastornos alimenticios como la anorexia en el
bienestar psicológico.

7. Treasure, J., & Schmidt, U. (2013). The Psychology of Eating


Disorders: A Guide to Theory and Treatment. Wiley-Blackwell.

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