arte precolombino. Estudios sobre la colonización
arte precolombino. Estudios sobre la colonización
arte precolombino. Estudios sobre la colonización
que no conoce
del otro
2015
Arte Precolombino
La historia colonizadora que nos han inculcado los libros y relatos occidentales
tienen, de por sí, cierta violencia al momento de generar un relato discursivo que implique
el pensamiento constructivo <del otro>. Es a parir de este ensayo que me dedicaré a
explicar, en base a los escritos de Fray Bartolomé De las Casas y de Francisco Clavijero,
cómo esta traducción cultural, por parte de la industria colonizadora, ha sido, en parte,
una farsa al momento de hablar de ciertas manifestaciones culturales.
Estipulado lo anterior, basta con echar una mirada a los conceptos que nos
aparecen dentro de la definición que Robyns nos da de la traducción cultural para tomar
en cuenta a la hora de manifestar ideas. La estructura de un discurso al momento de
hablar de <innovación de lo extranjero>, es algo que se verá definible en base a otro
discurso. Por lo tanto, el discurso tiene que ver con los ideales propios de un sector
determinado que se contraponen a otros ideales, generando una cierta jerarquía de
poderes. Por otra parte, cierto discurso es generado a partir de códigos. Estos códigos
tienen que tener cierta índole común al momento de ser compartida por el discurso
generado. En sí, son las particularidades que nos dan el lenguaje o un texto al momento
de ser leídos. Robyns (1994) nos dice que para que haya un código en común debe haber
una confrontación con el otro, por ende, se contraponen discursos y se genera, de esta
manera, una desigualdad discursiva por el "problema" de la jerarquía de poderes.
II
La casa real donde Montezuma ordinariamente vivía era cosa admirable
ver su grandeza, salas, retraimiento altos y bajos, aposentos y puertas y edificios
y todas cosas muy notables. Tenía esta casa real veinte puertas, que salían
a la plaza y a las calles grandes o reales, tenía tres patios muy grandes
y en el uno había una fuente por do salía el agua que venía de Xapulpipeque (...)
los edificios de cal y canto, y las paredes de muchas piedras preciosas, como
mármol, y jaspe y pórfido (...) los enmaderamientos, aunque carecían
de clavos de hierro, hacíanles poca falta; eran de cedros blancos y de palma...
(De las Casas, 1971, p.8)
El texto introductorio a este capítulo tiene por finalidad generar cierto eco dentro
de los discursos generados por Fray Bartolomé de las Casas. Al enfrentarnos al texto de
Los Indios de América y Nueva España, podemos ver, primeramente cómo él describe
exhaustivamente la ciudad de nueva España. Se encarga de generarnos un imaginario de
lo que es el continente y la nación, con su arquitectura, con sus personas, los hogares, los
ornamentos, etc... Una muy exhaustiva descripción de cómo era en ese entonces el
continente que ahora conocemos como México y parte de Estados Unidos.
Pero en este texto hay una cuestión bastante irónica al momento de hablarnos de
la arquitectura y de los ornamentos utilizados por los diversos pueblos indígenas que
habitaban en ese entonces en localidades Aztecas. Cuando nos menciona, por ejemplo "y
las paredes de muchas piedras preciosas, como mármol, y jaspe y pórfido", estamos ante
una situación que nos deja perplejos, si es que conocemos ciertas materialidades
utilizadas por los pueblos. ¿Realmente los pueblos "pre-colombinos" utilizaban el mármol
para decorar sus paredes? ¿conocían el jaspe?
Es por esto que se genera un discurso del otro en base a una desigualdad.
Quizás, para tiempos de colonización aquello que escribían tenía que ver, en parte, para
comprender cómo se manifestaban las culturas que menor rango en el desarrollo
humano. Pero en dicha traducción, estamos ante unos ojos que no eran para nada
críticos al momento de la descripción exhaustiva. Si tomamos en cuenta, en palabras de
Marta Penhos (2005), para poder ejercer cierto poder sobre las culturas, es necesario,
primeramente ver, puesto a que cuando vemos, estamos relacionando, claramente con lo
que conocemos; conocer, ya que al generar esta acción, nos internamos dentro de las
culturas para poder comprender ciertos hábitos y cuestiones esenciales para finalmente
dominar.
III
Prosiguiendo, nos enfrentamos a una cita inicial del capítulo que, a decir verdad, va
a traducir ciertos códigos a los que se enfrentó Clavijero al momento de ver ciertas
imágenes que tenían como representación a figuras humanas. Claramente, observando las
imágenes y comparándolas o remitiéndose a los cánones de belleza griego sobre las
manifestaciones del cuerpo humano. Winckelmann fue uno de los investigadores de arte
que se dedico a escribir una historia del arte a partir de sus propias observaciones. En ésta
nos deja claro que las obras de arte clásico están sujetas a reglas sobre el dibujo y la
proporción.
Es, a partir de este mecanismo normado y reglado, que Clavijero (1844) escribe
estas palabras. A decir, para comprender y traducir, a su manera (la que conoce; de índole
clásica), los dibujos que los pueblos habitantes del continente americano habían creado en
honor a sus dioses, a sus gobernantes, a sus personas. ¿Es, en este sentido, importante la
"perfección" guiada por una idea clásica de proporción de belleza ideal, para comprender
ciertos dibujos y manifestaciones culturales que tenían dichos pueblos? Yo creería que no.
Puesto a que el uso de estas pinturas u objetos no era satisfacer un fin estético, tal como lo
dice Winckelmann, sino que tenían otras utilidades que eran más preciadas dentro de su
cultura.
Pero como en el pensamiento ilustrativo nos encontramos, además, con una
conciencia de enciclopedia normada, desde la cual llegamos a la clasificación cultural. Esta
clasificación cultural tiene que ver, en parte, con un determinismo cultural. Estamos
determinados según la zona en la que vivimos a permanecer siempre bajo la merma del
desarrollo humano. Estamos, por lo tanto, privados de acceder a cierta mayoría de edad y,
por lo tanto, al entendimiento. Es por ello que las muestras que vieron los españoles en el
momento en que llegaron a tierras americanas no eran más que muestras objetuales que
no tenían ni un fin estético, pero que, sin embargo, le quisieron atribuir, dejándonos, al
continente americano, lejos de alcanzar cierta perfección por razón del evolucionismo.
IV
Finalmente, como pudimos observar a lo largo de todo este ensayo, estamos ante
manifestaciones del conocimiento que son normadas por discursos que tienden hacia el
dominio y no hacia la apreciación de un ojo de la época. Según Baxandall, para poder
comprender ciertas cosas y maneras que tiene la cultura de hacerse ver y reflejar ciertos
caracteres, debemos situarnos dentro del periodo determinado; dentro de ciertos espacios
determinados. Esto es, finalmente y como lo aclaré dentro de uno de los capítulos
anteriores, para aprender a ver, conocer y finalmente dominar (Penhos).
BIBLIOGRAFÍA
1
Que se explica por medio de las practicas significantes que determinan ciertos entornos y los caracterizan
de otros territorios específicos.
-DE LAS CASAS, F. Bartolomé. Los indios de México y Nueva España, EDITORIAL
PORRUA, 1971
-PENHOS, Marta. Ver, conocer, dominar: imagenes de sudamérica a fines del siglo XVIII.
2005