eBook Taller de Escritura Literaria
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eBook Taller de Escritura Literaria
ESCRITURA
POR IVÁN GREGORINI
CONTENIDO
Introducción 03
Clase I 04
Descubriendo el Arte de la Escritura Literaria
Clase II 11
La escritura como una aproximación: cómo expresar lo
que necesitás decir a través de la palabras
Clase III 18
Borges, la escritura y el problema de la inmortalidad
Clase IV 26
Cortázar y la búsqueda de un ritmo en la escritura literaria
Conclusión 33
INTRODUCCIÓN
En este taller, voy a brindar cuatro clases, cada una tendrá una consigna de
escritura cada una, que utilizarán de excusa para escribir obligadamente un texto
cada siete días. Los resultados de la disciplina en el ámbito artístico son increíbles,
ya decía Picasso: si la inspiración existe, que me encuentre trabajando.
Escribir todas las semanas un texto no es nada fácil, pero cambia completamente
la vida. Tanto la manera de verla como de mirarla.
Es curioso cómo todos tenemos un mundo adentro que necesita ser dicho, y es
más curioso aun cuando a veces solo nos damos cuenta de que teníamos eso para
decir una vez que lo hemos escrito. Es, quizá, el alma que habla a través nuestro.
CLASE I
DESCUBRÍ EL ARTE DE LA
ESCRITURA LITERARIA
El sentimiento que elijan trabajar puede variar de acuerdo al contexto que estén
viviendo: hoy puede que sientan escribir sobre el recuerdo de un ser amado, o sobre
la sensación de sentirse vivos, o lo que les hizo sentir esta clase, pueden escribir
sobre el miedo, el amor, la muerte, la locura. Lo que ustedes sientan. Ese es el primer
ejercicio. Los siguientes serán más detallados. Pero hoy enfrentemónos con
la libertad que supone el sentimiento del lenguaje.
MATERIAL DE LECTURA
Les comparto el libro “El sentimiento trágico de la vida” de Don Miguel de Unamuno
https://bit.ly/3VurYFK
CLASE II
Mostrar, en lugar de contar, implica prestar atención a los detalles sensoriales: ¿Qué
ven, oyen, huelen, tocan y saborean los personajes? ¿Cómo reaccionan físicamente a
sus emociones? Al describir una escena, considera cómo podrías usar el entorno y las
acciones de los personajes para reflejar sus estados internos. Por ejemplo, si un
personaje está nervioso, podrías describir cómo sus manos sudorosas se aferran a los
bordes de una mesa, cómo su mirada se desvía constantemente o cómo su
respiración se vuelve rápida y superficial.
Esta técnica no solo enriquece la narrativa, sino que también ayuda a construir una
conexión más fuerte entre el lector y los personajes. Al mostrar las emociones y los
eventos en lugar de simplemente contarlos, permitimos que el lector experimente la
historia de manera más inmersiva y memorable. En el caso de Borges, su maestría
para acercarse a expresar lo que quería decir de una manera precisa y evocadora se
puede ver en su capacidad para crear imágenes vívidas y detalladas que trascienden
las palabras simples.
CONSIGNA DE ESCRITURA
Muchas veces pensamos: bueno, si no hubiera hecho esto, hoy mi vida sería así; o al
contrario: si me hubiera animado a hacer esto, hoy estaría en tal lugar. Escriban cómo
sería su vida si aquello que nunca se animaron, o que no pudieron hacer, en verdad lo
hubiesen hecho.
Atrévanse a pensar distinto, a abrir las posibilidades del destino a partir de lo que la
escritura nos ofrece.
Si sienten que no han podido escribir exactamente lo que su corazón dictaba, no pasa
nada. Como dije, es un buen síntoma. Clase a clase nos iremos acercando más a ese
cometido, lentamente podremos ir perfeccionando las técnicas, pero no dejen de
escribir, solo la escritura nos enseña a escribir.
MATERIAL DE LECTURA
https://bit.ly/4bgMZtD
CLASE III
BORGES, LA ESCRITURA Y EL
PROBLEMA DE LA INMORTALIDAD
Los símiles, por otro lado, comparan dos cosas utilizando "como" o "parecer". En el
contexto de nuestra clase, podríamos decir que "el amor es como una llama que arde
intensamente, consumiendo todo a su paso, pero que eventualmente se apaga,
dejando solo el calor de su memoria". Este símil no solo proporciona una imagen
vívida, sino que también comunica la intensidad y la fugacidad del amor.
Para aplicar esta técnica en sus escritos, se recomienda tomar una emoción o
concepto abstracto, como el amor, la tristeza, o la eternidad, y desarrollar una serie
de metáforas y símiles que lo describan. Experimentar con diferentes imágenes y
comparaciones hasta encontrar las que mejor capturen la esencia de lo que quieren
expresar. Este ejercicio no solo les ayudará a profundizar en su comprensión de estas
emociones y conceptos, sino que también enriquecerá su prosa con imágenes
poderosas y evocadoras.
Para esta tercera clase, pensé en tres consignas de escritura, tres alternativas.
Pueden elegir la que más resuene con ustedes:
https://bit.ly/3RH3KHh
CLASE IV
CORTÁZAR Y LA BÚSQUEDA DE UN
RITMO EN LA ESCRITURA
LITERARIA
1. Ritmo y Cadencia: Alternar entre oraciones largas y cortas puede crear un ritmo
que mantiene el interés del lector. Las oraciones largas pueden transmitir una
sensación de flujo y reflexión, mientras que las cortas pueden aportar impacto y
claridad. Por ejemplo, en "El río" de Cortázar, la variación en la longitud de las
oraciones contribuye a la sensación de movimiento y cambio, reflejando el flujo
del río y de la vida misma.
2. Repetición y Paralelismo: Estas técnicas pueden añadir un sentido de cohesión y
resonancia al texto. La repetición de palabras, frases o estructuras sintácticas
puede enfatizar un tema o sentimiento, mientras que el paralelismo puede crear
un equilibrio interno en el texto. Unamuno, por ejemplo, utiliza estas técnicas
para reforzar sus ideas filosóficas, creando un ritmo casi hipnótico en su prosa.
3. Selección de Palabras: Cada palabra debe ser elegida no solo por su significado,
sino también por su sonido y la forma en que se relaciona con las palabras
circundantes. Palabras con sonidos similares o aliteraciones pueden crear una
cohesión sonora que añade a la armonía general del texto. En "El río", Cortázar
selecciona cuidadosamente palabras que no solo pintan imágenes vívidas, sino
que también contribuyen a la musicalidad del texto.
4. Uso de Pausas y encabalgamiento: Las pausas, ya sea a través de puntuación o
estructura sintáctica, pueden controlar el ritmo de la lectura. Las pausas
estratégicas permiten al lector detenerse y reflexionar, mientras que el
encabalgamiento (la continuación de una oración sin pausa más allá del final de
una línea, estrofa o verso) puede acelerar el ritmo y añadir urgencia. Esto es
particularmente efectivo en poesía, pero también puede ser utilizado en prosa
para un efecto similar.
CONSIGNA DE ESCRITURA
Para esta semana, pensé en una consigna de escritura en la que deberán escribir un
cuento sobre una persona que ha perdido su sentido de la armonía (la armonía podría
ser entendida como el rumbo de la vida, su sentido). Tal vez se sienta perdida,
confundida, o fuera de ritmo con el mundo. La historia podría seguir su viaje mientras
busca formas de recuperar la armonía, ya sea por crecimiento personal, expresión
creativa, o conexión con la naturaleza.
Recuerden que las consignas son solamente disparadores (o, como me gusta decir a
mí, meras excusas para que escriban algo todas las semanas), pero si de repente
sienten que quieren escribir algo completamente diferente a la consigna, ¡adelante!
MATERIAL DE LECTURA
https://bit.ly/3S3JAaX
CONCLUSIÓN
Más de una vez me he preguntado por qué un atardecer, por ejemplo (porque
podríamos decir un amanecer), tiene la posibilidad de conmovernos. Qué existe en
eso que podría pasarnos desapercibidos que en realidad capta toda nuestra
atención y nos conmueve. Primero pensé que, como sociedad, establecemos como
bello ciertas cosas y entonces, en presencia de estas, nos mostramos vulnerables,
nos permitimos aceptar la innegable belleza de esa norma. Pero no me convencí y
seguí pensando. De alguna manera, llegué a la conclusión, o me convencí de que
había llegado a una, de que quizás existe algo en lo comúnmente bello que no
podemos no ofrecerles nuestra atención, y por consecuencia nuestro llanto. Quiero
decir: quizás hay algo en el atardecer que es inherente al atardecer mismo, esto
es, algo ajeno a nosotros que es puramente bello y no hace falta nuestro juicio
para consensuarlo, sino sólo nuestra percepción para poder agradecer. Si no
estuviéramos acá, seguiría siendo bello, y porque está, y porque nosotros lo
podemos ver, es que la conmoción, muchas veces, es inevitable. Sin embargo,
sucede muchas veces que nos acostumbramos a lo inherentemente bello, y
empezamos el día asumiendo que estará el cielo con ese color avergonzado en la
ventana, lo miramos de reojo y seguimos con lo nuestro. ¿Eso quiere decir que ya
no es bello? ¿Por qué no nos conmueve si tiene todo para hacerlo? Mi respuesta a
esta última fue: nuestra disposición. Para que algo nos conmueva debe ser bello y
a la vez debemos estar dispuesto a contemplarlo.
Ahora bien, el color del cielo, siguiendo el ejemplo del atardecer, es algo bello,
pero es ajeno a nuestra construcción, quiero decir, es algo más allá de lo que el
humano pueda inventar, no es un constructo nuestro sino de la naturaleza,
podríamos decir que aquello que está hecho por algo ajeno a nosotros es bello, y
sin embargo nos engañaríamos: cuántas veces has llorado viendo una película,
escuchando una canción, leyendo una poesía, todos estos ejemplos son artificios
de lo humano que ha creado para que otro lo reciba y se conmueva. Entendiendo
que nos conmueve porque estamos dispuesto a contemplarlo, ¿qué ha hecho el
artista para agregarle esa belleza que condimenta al arte para que se convierta en
arte? Pateemos esa preguntas para adelante. ¿Existe algo que uno ha hecho sin la
intención de que sea bello y otro lo encuentra y se conmueve? ¿Por qué sucede
esto? Es común el debate de que hoy cualquier cosa parece ser arte, y sí: en
efecto, cualquier cosa puede ser arte, un inodoro puede ser arte si el artista quiso
decir algo, quiso comunicar algo más allá de lo material a través de algo recontra
material.
Cuántas preguntas surgen de pensar tan solo un rato en qué significa lo artístico,
y por qué algo es arte (y si lo es, qué tiene en su esencia que nos conmueve
inevitablemente). Para responder a todo esto he articulado una definición: el arte
es la trasposición indirecta y material de lo infinito, indirecto pero inmaterial.
Vayamos por partes: digo que es una trasposición indirecta porque, como dijimos
recién, una misma creación (por ejemplo, una canción), puede conmover a alguien
pero a otros tanto quizá no les mueve un solo pelo. Quizá la poesía que les
compartí al principio pudo conmover a alguno, pero muy probablemente no haya
conmovido a todos, debido a que nada en el mundo es capaz de otorgarle
sentimiento común a todos los que lo reciben, ya que se trata de la disposición de
quien lo recibe, y no solo de lo que se recibe. A su vez, digo que es material porque
el arte es la intención del ser humano de querer representar algo más allá de lo
humano; quiero que se entienda esto: un paisaje, como una cascada o la montaña,
no es arte, sino que es al revés: lo natural es lo que el arte toma para rehacer y
convertirlo en arte, aquello natural, o espiritual, si se trata de un sentimiento, es la
materia prima del arte para poder existir, y no al revés. Y por último digo que es
infinito e inmaterial porque justamente todo aquello que nos conmueve
inmaterialmente, por ejemplo, un atardecer, efectivamente nos conmueve, pero no
es algo creado por el hombre, sino propio de la naturaleza. Si, por ejemplo, realizo
una pintura de un río y detrás del río dibujo un amanecer, es esto una forma del
arte. Primero porque el artista ha usado la pintura como medio para expresar algo
que quizá lleva dentro suyo y necesita ser expulsado de alguna manera. Segundo
porque probablemente alguien lo vea y se conmueva, pero es probable que, de diez
personas, a una sola le genere algo.
Para que un escrito sea capaz de conmover, no solo debe tener una belleza
intrínseca en su construcción, sino que también debe encontrar a un lector
dispuesto a ser conmovido. Esto significa que, como escritores, nuestro desafío es
doble: crear un texto que tenga la capacidad de tocar el alma de quien lo lee y
hacerlo de tal manera que el lector se encuentre en un estado receptivo. Aquí es
donde entra en juego el arte de la escritura: elegir las palabras precisas, construir
imágenes vívidas y estructurar la narrativa de forma que invite al lector a
sumergirse y dejarse llevar.
El proceso de escritura puede ser visto como una búsqueda constante de esa
trasposición de lo infinito e inmaterial a lo concreto y tangible. Cada historia, cada
poema, cada ensayo es un intento de capturar una pequeña parte de la esencia de
la experiencia humana y darle forma. Al hacerlo, los escritores crean algo que,
aunque material, lleva consigo la capacidad de conmover profundamente, siempre
y cuando encuentre un lector dispuesto a contemplarlo con el mismo asombro y
apertura con la que miramos un atardecer.
Espero que este recorrido por los diferentes ámbitos de la escritura haya sido para
ustedes una experiencia enriquecedora, como lo fue para mi escribir cada una de
las clases.
Para terminar, no quisiera que de esta conclusión no tengan una excusa para
escribir, al menos, un texto más, así que acá va la última consigna:
Gracias infinitas por haber llegado hasta acá. Nos seguiremos encontrando.
REGALO
Grabación de la Clase I
Grabación de la Clase II
Grabación de la Clase IV