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Revista Internacional de
__________________________________________________________________________
El aprender–haciendo con enfoque
intergeneracional
Un aprendizaje en libertad contado desde la Amazonía
ecuatoriana
PAULINA OÑA, MARCO VALLADARES Y GABRIELA DUQUE
INTERDISCIPLINASOCIAL.COM
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REVISTA INTERNACIONAL DE
CIENCIAS SOCIALES INTERDISCIPLINARES
Derechos de autor:
© 2022 Autor(es). Publicado y Sostenido por Common Ground Research Networks
Disponible bajo los términos y condiciones de Creative Commons Attribution (CC-BY) 4.0
Licencia Pública Internacional: https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
El aprender–haciendo con enfoque
intergeneracional: un aprendizaje en libertad
contado desde la Amazonía ecuatoriana
(Learning–Doing with an Intergenerational Approach: A Free Learning Narrated from
the Ecuadorian Amazon)
Resumen: El aprender–haciendo intergeneracional es una forma de transmisión de conocimientos útiles para el cuidado
territorial. Esta forma de aprendizaje fomenta la autonomía y la libertad de acción de un grupo indígena amazónico en
contra sentido con el modelo educativo formal. A través de una etnografía sobre la cronología del aprender–haciendo
por segmentos de edad, de cero a 18 años, se identificaron las principales actividades aprendidas durante la interacción
con la familia ampliada. Se destaca la capacidad de conocer el territorio a temprana edad y, por lo tanto, la de iniciar
una familia a partir de los 15 años. El reconocimiento de "otros" conocimientos permite la consolidación de un modelo
de educación no formal frente a un sistema de educación que tiende a la homogenización.
Contexto educativo
1
Autor de Correspondencia: Gabriela Duque, 17124/Carvajal 797 y Mercadillo, Facultad de Ciencias Sociales y
Humanas, Universidad Central del Ecuador, Quito, Pichincha, 17124, Ecuador. email: geduque@uce.edu.ec
2
El título completo del proyecto de investigación es: La economía capitalista en los procesos de construcción territorial,
diálogo de saberes y relaciones sociales intergeneracionales de la nacionalidad waorani y de los “aislados” tagaeri–
economía capitalista en las relaciones sociales intergeneracionales de los waorani del Ecuador?
Se realizó en la comunidad waorani de Toñampare, de la Amazonia ecuatoriana. Nombrada así
en honor al primer misionero y educador, Toñe. En los años 60 (siglo XX), una vez organizada
la comunidad, el Instituto Lingüístico de Verano (ILV) contribuyó principalmente a la traducción
de la Biblia en las lenguas maternas y en la formación de profesores indígenas como parte de un
proceso educativo y evangelizador (Trujillo 1981; Stoll 2002). Es decir, este es el primer
momento de acercamiento especialmente de niñas, niños y jóvenes al imperio de la cultura
occidental.
Con la salida del ILV alrededor de 1981, los pobladores de Toñampare han luchado por
obtener una escuela y colegio estatales regentados por el Ministerio de Educación. Debido a que
esta comunidad no tenía suficientes docentes waorani, se contrataron profesoras y profesores de
otras nacionalidades, principalmente kichwa. Por lo que, las clases se impartieron en esta otra
lengua, diferente al wao–terero (idioma waorani) y al español (obligatorio). Definiendo así que
el objetivo en este segundo momento ya no era evangelizar, sino formar ciudadanos “modernos”.
Por decisión gubernamental y mediante Acuerdo Ministerial 244, de 28 de julio del 2008,
se crean las Unidades Educativas del Milenio (Ministerio de Educación 2008). Este proyecto se
consideró como emblemático y se presentó al Ecuador como una política para universalizar una
educación pública gratuita y de calidad. Los sectores y grupos menos favorecidos y más apartados
geográficamente fueron los seleccionados para la implementación de esta infraestructura
taromenane. Para este artículo se recogieron los resultados del componente “Relaciones sociales intergeneracionales” en
cuanto a las derivaciones culturales o ideológicas del modelo capitalista.
136
EL APRENDER–HACIENDO CON ENFOQUE INTERGENERACIONAL
Los símbolos materiales e inmateriales que conforman la escuela son, entre otros, la
infraestructura, el uniforme, el ritual cívico, el currículo, las exigencias administrativas a la planta
docente3 (calidad), etc., van engranándose para convertirse en un poderoso instrumento de
trasformación de subjetividades de niñas y niños. El aula es el principal símbolo, ya que la mayor
parte del tiempo se la emplea para depositar conocimientos a través de la repetición, memoria y
acumulación, lo que Paulo Freire (2005) llama “educación bancaria”. En la “visión “bancaria” de
la educación, el “saber” o el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a
los que juzgan ignorantes. Donación que se basa en una de las manifestaciones instrumentales de
la ideología de la opresión” (2005, 79).
La dinámica educativa vigente ha debilitado el tejido familiar pues se caracteriza por la
rigidez, la uniformidad, la seriedad y el imperialismo científico. Los conocimientos locales han
quedado relegados, debido a que el sistema dominante, no reconoce que existen distintas culturas
y formas de conocer de acuerdo con la maduración de las personas. Entre tanto que, los saberes
útiles son trabajados de manera integral durante todo el ciclo de vida, borrándose el criterio de
edad para el aprendizaje intergeneracional (Rival 1993; Álvarez 2015; Duque 2021). La situación
se agudiza en el caso de los y las jóvenes que estudian bajo la modalidad de internado, por el poco
tiempo que tienen para conectarse con los canales ancestrales de conocimiento, reemplazados por
las rutinas disciplinarias durante la jornada de convivencia extraacadémica.
3
La planta docente debe dedicar gran parte de su tiempo a realizar informes para cumplir con las matrices impuestas por
los distritos, zonales y planta central del Ministerio de Educación.
137
REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES INTERDISCIPLINARES
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EL APRENDER–HACIENDO CON ENFOQUE INTERGENERACIONAL
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
hermano
mamá papá abuelo abuela tío tía solo
s
WAORANI 23% 17% 17% 17% 16% 4% 2% 4%
KICHWA 29% 23% 17% 12% 9% 3% 3% 5%
WAOKICHWA 13% 13% 13% 0% 13% 25% 13% 13%
Las actividades aprendidas entre los cero y tres años en su mayoría están bajo la
responsabilidad de la madre, con una participación minoritaria en la enseñanza por parte del
padre, abuelos, tíos y hermanos. Las actividades que a esta edad realizan al 100% son bañarse,
hablar wao, hacer/pasar leña, nadar, reconocer animales, saltar, jugar, trepar árboles. En
porcentajes menores está el cantar, cargar, estudiar, ir a la chacra, jugar, lavar platos, leer.
De seis a nueve años las actividades que aprendieron haciendo y lo realizan en su máximo
nivel son el conocer su genealogía, cruzar ríos, lavar ropa, manejar canoa. Actividades que las
realizan en un 50% son cocinar y leer. Actividades como bailar, cantar, cargar, cazar, pescar, ir a
la chacra las van aprendiendo y perfeccionando de acuerdo con su edad.
Entre los nueve y los 12 años la actividad que realizan con destreza absoluta es bucear, hacer
chica. Las actividades que se van incorporando y aprendiendo son caminar solo en la selva, hacer
flechas, cerbatanas para la caza, pescar, trabajar, tumbar árboles y otras actividades domésticas
como sembrar yuca, plátano, maíz, lavar platos, hacer la comida. Conforme avanza su edad van
perfeccionado en el canto y baile wao.
De los 12 a los 15 años ya son expertos en algunas actividades aprendidas en el diario vivir,
como bailar, cantar en wao, bucear, cocinar, conocer su genealogía, cuidar de sus hermanos,
disparar armas, ir solos al monte; así como el resto de las tareas domésticas. Un dato interesante
es que a esta edad surge el proceso de enamoramiento, ya que a partir de los 15 años formalizan
sus relaciones. Entre los 15 y 18 años el proceso de aprender–haciendo ha culminado en todas las
actividades, son expertos cazadores y caminantes en el interior de la selva, navegan ríos y pescan
con destreza. Es una etapa donde han aprendido a construir su propia vivienda y están listos para
casarse y criar sus hijos e hijas. Todos los aprendizajes se realizan de acuerdo con la edad y el
contexto en el que se desenvuelve la y el niño wao, que no será el mismo para un niño o niña de
la ciudad.
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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES INTERDISCIPLINARES
Canto y baile
Actividades como el canto y el baile que aprenden desde muy pequeños/as por simple imitación
al comportamiento de los adultos, está relacionada con la protección contra los malos espíritus y
la mala suerte, en épocas anteriores estos cantos estaban relacionados con la naturaleza, la guerra
y sueños. Se ha identificado en la literatura:
A partir del trabajo etnográfico se pudo identificar que el canto evoca el conocimiento que
será transmitido a sus descendientes, otorgando el poder del territorio. Quienes escuchan, traen a
su memoria sonidos, olores, sabores, del proceso de crecimiento con sus picos más altos (Ima
2012). Actividad que practican desde muy pequeños en sus casas con sus padres, o cuando se
forman grupos de danza y canto en los acontecimientos significativos de la comunidad. Ahí se
expresan a través de frases emotivas, su sentir frente a la vida, pero además recrean lazos de
reciprocidad con su medio.
Su vida cotidiana está ligada a la selva, es la que le provee de alimento y sustento diario. Es el
espacio donde, desde sus albores vienen practicando la caza y la pesca para la obtención del
alimento proteico necesario. Para la cacería utilizan la cerbatana instrumento que aprendieron a
elaborar entre los nueve y 12 años y lo van perfeccionado conforme alcanza la edad adulta (18
años); pero también en la actualidad utilizan armas de fuego (escopeta artesanal) que han sido
introducidas por los de fuera (cowore). La pesca lo realizan de forma artesanal ocupando redes
de chambira elaboradas por ellos mismos, y en ocasiones utilizan el zumo del tronco de barbasco,
un veneno letal para los peces.
El waorani actual ha aprendido a planificar los ciclos de siembra y cosecha dedicándose a
sus pequeñas parcelas o chacras para la siembra de yuca, plátano, maíz. Aunque su patrón original
no es agrícola, hay evidencia de bosquecillos de ciertos frutos, que son compartidos con animales
“polinizadores”. Varias mujeres, se han dedicado a la siembra y cosecha de cacao, el mismo que
le otorga un ingreso adicional para la compra de alimentos que complementan su dieta como
arroz, azúcar, aceite, granos, etc.
140
EL APRENDER–HACIENDO CON ENFOQUE INTERGENERACIONAL
waorani, que empieza liderado por la madre hacia el interior de la selva. En este espacio se
aprovecha el tiempo y el recorrido para ir enseñando a su grupo familiar (niños, niñas) las
bondades de algunas plantas medicinales y como prepararlas.
Además de las propiedades curativas de esta planta (chambira), la fibra es extraída de las
hojas de la planta (palma) para luego de un proceso de machacado y deshidratación obtener la
materia prima para la elaboración de sus prendas de vestir y el resto de las artesanías. Los adornos
empleados en los cuerpos demuestran cualidades y destrezas para la caza o peleas, mismos que
se pueden observar cuando asisten a eventos importantes y a sus fiestas tradicionales. Artesanías
como coronas y brazaletes de guerra son generalmente adornados con plumas de “kenguiwe”
(águila arpía) (Ima 2012) admirada por los wao. Para los hombres la actividad primordial
aprendida desde tempranas edades es la elaboración artesanal de cerbatanas, lanzas, cuchillos
utilizando como materia prima la chonta; instrumentos que sus antepasados utilizaron para la
defensa territorial.
Conclusiones
Finalmente, se resumen los aportes concretos al conocimiento sobre el aprender–haciendo con
enfoque intergeneracional. A partir de una experiencia etnográfica en la Amazonía ecuatoriana,
respaldada por fundamentos teóricos y resultados demostrables se intentó aportar elementos
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REVISTA INTERNACIONAL DE CIENCIAS SOCIALES INTERDISCIPLINARES
se evidencia por sus habilidades y destrezas para recorrer la selva, nadar, correr, trepar árboles,
ubicarse geográficamente de manera fácil y ser un apoyo en la familia.
El aprender actividades como la caza y la pesca para un pueblo que habita en la selva
amazónica son de vital importancia para su supervivencia. El canto y el baile forman parte de los
ritos y rituales que armonizan y caracterizan sus comportamientos en las fiestas y reuniones
importantes. La elaboración de artesanías a partir de la chambira, balsa y pigmentos naturales
vienen a ser un sustento para solventar algunas carencias alimenticias, intercambiando o
negociando con los de fuera, cowore, lo que les permite proveerse de productos elaborados como
azúcar, sal, aceite, atún, etc. De los 15 a los 18 años, la mayoría de las y los jóvenes de estas
comunidades están emancipados o conformando nuevas familias, lo que difícilmente les permite
continuar con estudios de profesionalización.
En la actualidad todos los miembros de la nacionalidad tienen la oportunidad de ingresar a la
escuela pública, donde reciben instrucción educativa con programas del contexto occidental. Este
hecho dificulta el aprendizaje interactivo; razón por la cual los niños y jóvenes prefieren compartir
su tiempo con sus padres y abuelos en un recorrido simbiótico con el territorio. Si bien, se ha
intentado reflexionar sobre la importancia de otras formas de enseñanza, se espera que esta sea
una oportunidad para abrir las posibilidades a unas posturas y entendimientos sobre la educación
para la libertad cognitiva y del ser. Se debe valorar los límites de cada una de las formas de educar
presentes (formal y no formal) en el territorio. En base a ello, se puede construir un proceso
Agradecimientos
De manera especial agradecemos a la comunidad waorani de Toñampare y a la Universidad
Central del Ecuador.
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Paulina Elizabeth Oña Quillupangui: Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
(UCE). Trabajadora Social, Posgrado en Políticas Sociales y Adolescencia. Doctora (c) en
Estudios Culturales Latinoamericanos, Universidad Andina Simón Bolívar. Quito, Pichincha
Ecuador
Marco Arturo Valladares Villagómez: Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
(UCE). Doctor en Psicología Industrial. Magíster en Intervención, Asesoría y Terapia Familiar.
PhD. en Industrias de la Comunicación y Culturales, Universidad Politécnica de Valencia,
España. Quito, Pichincha Ecuador
Gabriela Estefania Duque Orozco: Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
(UCE). Trabajadora Social, Promotora de Derechos Humanos y Desarrollo Social. Magíster en
Estudios Socioambientales (FLACSO), PhD. en Desarrollo Local y Cooperación Internacional.
Quito, Pichincha Ecuador
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La Revista Internacional de Ciencias Sociales
Interdisciplinares tiene como objetivo examinar la
ISSN: 2474-6029
Latin American and Caribbean Ethnic Studies
To cite this article: Marco Arturo Valladares Villagómez, Gabriela Estefania Duque Orozco &
Paulina Elizabeth Oña Quillupangui (2023) La salud intercultural en Toñampare contada desde
el desencuentro dialógico de saberes, Latin American and Caribbean Ethnic Studies, 18:3,
456-479, DOI: 10.1080/17442222.2022.2038423
Introducción
La comunidad de Toñampare es una de las 53 comunidades de la Nacionalidad
Waorani, ubicada en la Parroquia Curaray, Cantón Arajuno, Provincia de Pastaza,
entre el río Tzapino al norte y el río Curaray al sur (ver Figura 1). Con una
población aproximada de 350 habitantes,1 es considerada como la capital o centro
del territorio waorani, por tener una mayor densidad poblacional, así como por ser
una de las comunidades de mayor tránsito interno, tanto de waorani, como de
kichwas. Además, en esta comunidad se inauguró la primera escuela hispana, lo
que atrajo a familias tanto waorani como kichwas. Toñampare representa un espacio
intercultural donde, entre otras cosas, se habla wao-terero, kichwa y español. En esta
parte del territorio no se realizan actividades petroleras, actualmente la extracción de
balsa se ha convertido en el principal ingreso económico para las familias, sobrepa
sando al ingreso por venta de cacao y artesanías, lo que ha generado problemas
sociales en el territorio (NAWE 2020).
Figure 1. Mapa del Territorio Waorani. (Fuente: Nenquimo 2018. Ubicación del territorio waorani en el
Ecuador y la superposición de bloques petroleros.).
Aproximación teórica
Sistema de salud en la comunidad waorani de Toñampare
A nivel nacional, en Ecuador, el sistema de salud está circunscrito en dos sectores, el
público y el privado. En el año 2017, se crea la Secretaria Técnica ‘Toda una Vida,’ adscrita
a la Presidencia de la República, con la competencia de garantizar una vida digna a las
personas a lo largo de su ciclo de vida. Para ello la política pública se rige a través del ‘Plan
Nacional de Desarrollo 2017–2021. Toda una Vida’ (Senplades 2017).
Este plan se enfoca en personas de atención prioritaria, a través de entidades guberna
mentales como el Ministerio de Salud Pública (MSP), Ministerio de Inclusión Económica
y Social (MIES), los Gobiernos Autónomos Descentralizados, el Ministerio de Educación
(Mineduc), la Secretaría del Agua y el Ministerio de Agricultura y Ganadería; las cuales
deben trabajar mediante una articulación interseccional, para poder ejecutar la política
a nivel local. En el caso de la comunidad de Toñampare, esta articulación no logra ser visible,
los programas que ofertan estas instituciones llegan de manera parcial debido a la situación
geográfica, la disponibilidad de recursos económicos y el modelo político-ecológico
dominante.
Hasta el año 2017, el centro de salud estaba ubicado a unos 300 metros de la pista de
aterrizaje; en la actualidad, forma parte de la infraestructura de la Unidad Educativa del
Milenio Toñe y brinda cobertura a las comunidades: Nemompare, Tzapino, Kenaweno,
Awenkaro, Damointaro, Akaro, Tadagado, Kiwaro, Tiweno. La movilización del personal de
salud hacia estas comunidades es principalmente terrestre y fluvial.
El centro médico es de atención primaria; es decir, se enfoca en la prevención,
promoción y rehabilitación dependiendo de la patología del paciente (Ministerio de
Salud Pública 2018). Está representado por médicos rurales que rotan cada cierto tiempo
(generalmente hasta un año), un enfermero, un odontólogo y el Técnico de Atención
Primaria en Salud (TAPS). El TAPS es un miembro de la nacionalidad entrenado para
facilitar la comunicación entre el profesional sanitario y la comunidad, además de otras
funciones como: elaboración de fichas familiares, comunica al personal médico la exis
tencia de personas que necesitan atención en el domicilio como adultos mayores
y personas en situación de discapacidad, seguimiento a esquemas de vacunación, etc.
Entre los casos de mayor complejidad y que son movilizados por vía aérea están
pacientes con fracturas, mordedura de serpientes, labor de parto con alto riesgo,
envenenados y cortaduras profundas. Actualmente son remitidos al Hospital Básico
Puyo, ubicado en la capital de la provincia de Pastaza3 y en caso de requerir
un médico especialista o una cirugía compleja se transfiere al Hospital de
Especialidades Eugenio Espejo (adultos) o al Hospital Pediátrico Baca Ortiz en Quito.
Sin embargo, las familias por falta de recursos económicos no logran movilizarse a la
capital obligándoles a abandonar los tratamientos.
El sector privado de salud en el Ecuador está enfocado a la atención con internación de
alta complejidad, especialmente en las áreas de neurocirugía, cirugía cardiaca,
traumatología y en el área de trasplantes. Concentra el 75 per cent de sus instituciones
para internación y el 25 per cent para atención ambulatoria (ACHPE 2021). Dentro del
territorio waorani no existen servicios privados de salud. Si bien, la atención chamánica no
se enmarca en el sistema privado de salud, sí se requieren recursos económicos para poder
460 M. A. VALLADARES VILLAGÓMEZ ET AL.
tener acceso a éste. Varios miembros de la nacionalidad acuden a chamanes kichwas, los
cuales cobran considerables sumas de dinero, presentándose casos de manipulación
y extorsión.
Algunas investigaciones antropológicas mencionan la existencia de dos entidades, uno
es el chamán waorani conocido como ‘ydo’ o hechicero, al que la gente le tiene miedo.
Éste practica su arte en secreto, provoca enfermedades y muertes (Robarchek y Robarchek
1998); y el otro, según Rival (2002), se lo conoce como ‘meñera,’ palabra que proviene de
‘menye’ ‘waempo’ o padre jaguar y de ‘menye baada’ o madre jaguar. El meñera es la
persona a la que los espíritus del jaguar le otorgan poder (Wierucka 2012).
En la comunidad de Toñampare, al momento de la investigación no existió nadie que
ejerza como meñera; a quién recurrían es al chamán kichwa en Puyo, para la cura de
enfermedades que la biomedicina no daba solución y que se creían estaban ligadas
a brujerías o maleficios de terceros.
Esta información vista desde el lente de la Ecología Política muestra la sensibilidad
y vulnerabilidad del territorio, ya que, si se analizan los impactos del poder del sistema de
salud estatal, la condición étnica y económica de los waorani se devela que los efectos en el
diálogo de salud intercultural responden a fenómenos más amplios como discriminación,
racismo y distribución desigual de recursos (Brisbois, Harris, y Spiegel 2018; Chitewere et al.
2017).
Otra limitación fue homogenizar a los grupos étnicos en un solo bloque, sin considerar
las fuertes particularidades de cada uno; el cambio generacional en las lógicas de salud-
enfermedad y los movimientos migratorios hacia las ciudades desde el interior de cada
grupo o comunidad. También hace falta visibilizar y contrastar la palabra del médico-
paciente y sabio-paciente.
Con los antecedentes expuestos, se puede notar que las concepciones sobre salud
intercultural deben girar en torno al reconocimiento y comprensión de potencialidades,
procesos organizativos, protección de entornos ecológicos y lugares sagrados de los
pueblos indígenas, sus formas de desarrollo económico y de sostenimiento de la vida,
así como de las formas de distribución de la riqueza (Martinez-Alier 2021). En el sector
comunitario la salud-enfermedad se entienden como un todo en proceso permanente. La
enfermedad aparece cuando han existido prácticas inadecuadas o no acordes con la
naturaleza, siendo el ser humano el mayor causante de dichas prácticas. ‘La salud aparece
íntimamente relacionada con las emociones, armonía con la naturaleza, pureza del agua,
alimentación e higiene’ (2014, 380).
Para la Nacionalidad Waorani la salud es la posibilidad de vivir bien, con suficiente
territorio para tener buena cacería y buenos frutos; sin enfermedad y en paz, es estar
waponi-waponi (bueno/bien/muy bien) o waponi kewemonipa (vivir bien) (Bravo Díaz
2020b). ‘Nosotros los Waorani vivimos desde épocas remotas de la caza, pesca y frutos
del bosque, convirtiéndonos en hombres y mujeres fuertes en el cuerpo por ser uno con la
selva, adquiriendo un espíritu de guerreras y guerreros por ser pares con muchos de sus
seres’ (Ima Omene 2012, 43).
Si bien, el concepto de intercuturalidad en salud ha permitido visibilizar otras
prácticas de salud-enfermedad-tratamiento que distan de las biomédicas; aun no hay
una aplicación práctica adecuada en espacios donde se validen estas otras formas de
atender la salud. Como lo mencionan Patiño y Sandín, ‘resulta fundamental la
aproximación a la cosmovisión de los pueblos indígenas, pues su conocimiento
orienta la vida, la muerte, la salud, la enfermedad y las estrategias curativas concretas
para lograr la recuperación de la salud’ (Patiño y Sandín 2014, 380). Según Ramírez,
‘la interculturalidad es entendida por el sector salud y gran parte de las ONGs como
la relación entre medicina tradicional y biomedicina’ (Ramírez 2006, 407).
Si existe una pretensión de que el sistema de salud público sea eficiente, como
señala Nichter, toda investigación epidemiológica debería estar complementada por
la percepción del riesgo y la reducción del daño. Es decir, es necesario un nutrido
diálogo de saberes, que permita entender las prácticas y modos de pensar con
relación a la salud, principalmente sobre ‘grupos en riesgo, ambientes de riesgo
y factores o marcadores de riesgo’ (Harthorn y Oaks 2003, 130), y ‘la existencia de
diferencias o distancias socioculturales entre los gestores de la actividad vinculada
a la salud y al proceso salud-enfermedad-atención, y los beneficiarios de ella’ (Zoe
et al. 2015, 661).
Además, como explica Baer (1996), es necesario que desde la Antropología Médica
Crítica, se considere la importancia central que tiene el ser humano como agente de
transformación de los sistemas socioculturales por su énfasis en una ética productivista,
ya que pone en peligro al medio ambiente natural y a la salud humana.
462 M. A. VALLADARES VILLAGÓMEZ ET AL.
dinámica de la cultura kichwa y a la predisposición y apoyo de otros agentes para que ello
suceda. Por ejemplo, la misma Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador (AMWAE
2009), considera que el uso del tabaco como planta de ritual es sancionado en el
mundo waorani justamente porque se le asocia con el chamanismo kichwa.
Estos elementos permiten entender, como señala la Antropología Médica Crítica con
enfoque de Ecología Política, que las fuerzas de producción y las relaciones sociales de
producción tienen un impacto directo en el lugar de los individuos en la sociedad y en el
ambiente, de la interacción de estas fuerzas, aparece la producción social de la enferme
dad (Baer 1996).
alcohol y violencia sexual, son externalidades del desarrollo tecnológico que tienen un
impacto especial en sectores marcados por la pobreza y el olvido de los gobiernos, lo que
la Ecología Política conoce como injusticia ambiental (Martínez-Alier 2015).
También durante la investigación, por pedido de la comunidad, se atendieron episo
dios alternantes de ansiedad y depresión en jóvenes waorani, que en algunos casos los
llevaron a intentos autolíticos, crisis de identidad y violencia; como consecuencia de la
impotencia que sienten frente a la necesidad de satisfacer las exigencias de la
modernidad.
Para la Amwae, ‘la preocupación más importante ha sido cómo (. . .) relacionarnos con
los otros que no habitan en la selva. Queremos que nuestros hijos e hijas tengan
educación, no enfermen, no mueran por picadura de serpiente, pero sin dejar de ser
waorani’ (AMWAE 2009), una década más tarde, esta preocupación se ha acentuado, ya
que los adelantos tecnológicos que se han desarrollado en este tiempo han modificado
varias prácticas de la nacionalidad, incluyendo las de salud.
El territorio waorani es megadiverso, pero una vez que la nacionalidad entró en
contacto con la sociedad dominante; tiende a modelar los comportamientos del otro,
dejando de lado la caza, la pesca, el doranebai,9 la agricultura itinerante, así como la
elaboración de herramientas de trabajo (cerbatana, canasta, lanzas, punzón, etc.), que son
actividades esenciales para el autosustento diario de la mayoría de las familias waorani del
territorio. En Toñampare las principales actividades económicas se basan en la
elaboración de artesanías, la venta de madera, la producción de cacao, la venta de alcohol
(principalmente kichwas), conducción de canoa y limpieza de trochas.
En cuanto a la medicina tradicional, la modernidad desbordada pone en riesgo la
extinción de los Pikenani, conocedores de los saberes ancestrales y del uso de las plantas
medicinales del lugar. La modernidad per se no es dañina, lo peligroso es que con ella se
introduce información y nuevos hábitos sin la debida reflexión. Al ser un pueblo de
reciente contacto esto los vuelve aún más vulnerables.
Métodos
Aproximación metodológica
El equipo de investigación proveniente de la rama del Trabajo Social crítico (Garrido 2017;
Montaño 2019; Sierra-Tapiro 2018; Vivero 2017), planteó la investigación desde la
Ecología Política y la Antropología Médica Crítica, ya que estas posturas teóricas muestran
la conexión entre economía política y salud intercultural, al resaltar los procesos históricos
y estructurales que producen y mantienen la desigualdad social, que afectan la salud y el
bienestar y por ende al diálogo entre la biomedicina y la medicina waorani.
De manera general se debe mencionar que entre los efectos del colonialismo en
América Latina se puede ver que la relación desigual entre saberes y conocimiento
occidental ha llevado a la extinción de muchas formas de conocimientos originarios en
pueblos y naciones colonizadas, dejándoles en espacios de subalternidad (De Sousa-
Santos y Meneses 2014), como se puede aprecia en la Amazonia ecuatoriana.
Según Pérez y Argueta, estudiosos como H. Conklin (1954) y C. Lévi-Strauss (1964),
pusieron ante los ojos de los científicos occidentales, la existencia de saberes indígenas
sobre la naturaleza y sus sociedades, a los que el segundo autor denominó ‘Ciencias de
LATIN AMERICAN AND CARIBBEAN ETHNIC STUDIES 465
para la observación’ (Universidad Pedagógica Nacional 2015, pt. 5). La planificación partió
de tres niveles de profundización metodológica: político, técnico y ético (Aguayo 2011;
Cubillos Vega 2014), en base a la espiral de la investigación-acción: planificar – reflexio
nar – actuar y observar (Kemmis y McTaggart 2013).
A nivel político contó con una serie de reuniones con diferentes propósitos y entre
diferentes actores en torno a la propuesta de investigación, estas reuniones se dieron en
un lapso de dos meses, fuera del tiempo de ejecución del proyecto. La secuencia lógica de
las reuniones entre actores fue fundamental para lograr una aceptación, legitimación
y apoyo al proyecto.
A nivel técnico, la planificación partió de un marco teórico, analizado en acápites
anteriores, y a partir de ello, la construcción de una propuesta metodológica basada en
dos grandes actividades: los espacios de convivencia cotidiana y los talleres lúdico-
intergeneracionales (TLI).
Además, como técnica clásica e indispensable se utilizó la observación participante
(Jociles 2018; Piñeiro y Diz 2018), durante la estancia de investigación en territorio, en un
tiempo aproximado de 24 meses. En referencia a las técnicas utilizadas para esta
investigación en cuanto a la recolección de datos se desarrollaron TLI, que se definen
como ‘formas de creación de espacios para el encuentro, la sensibilización (. . .) intercam
bio recíproco, intencionado, comprometido y voluntario de recursos, aprendizajes, ideas
y valores’ (Barrionuevo y Parra 2019, 11), con el propósito de generar un diálogo de
saberes y sentires entre las distintas generaciones de una localidad. En el contexto de
estudio se realizaron cuatro TLI.
A nivel ético, antes de realizar las actividades con los participantes se reiteraba el
objetivo del estudio, garantizando el buen uso de la información obtenida, además de la
socialización periódica de los resultados parciales.
Como instrumentos de recolección se cuenta registros documentales, memorias
gráficas (mapas, esquemas) y registro audiovisual. Así mismo, se utilizaron fuentes secun
darias tanto para el desarrollo de recolección de datos, como en el ordenamiento
y análisis de la información.
Resultados
Para la construcción del diálogo de saberes en salud intercultural es necesario la voluntad
de las partes. Este trabajo de investigación recogió conocimientos útiles para el trata
miento de la salud en la comunidad de Toñampare desde la memoria y el lenguaje
corporal de los pikenani y la comunidad. Por ello se considera que, si se legitimaran por
parte del sistema de salud público, se podrían mejorar los mecanismos de atención
y tratamiento, aun cuando el desencuentro dialogal pasa por problemas estructurales
de deslegitimación como se ha analizado en la aproximación teórica.
Tabla 3. Principales enfermedades y métodos de curación utilizados por sus sabios pikenani.
N° Sintomatología/ padecimiento Método curativo
1 Dolor de cabeza Hoja de ortiga de monte (15 a 30 cm diámetro): En infusión, o frotamiento en
la cabeza. Los espinos de la ortiga se incrustan en la cabeza. Efecto
calmante. Nombre científico: Urtica dioica. Familia: Urticaceae
Clase: Magnoliopsida
2 Llagas en la piel Hueso de mono. Aplican el hueso caliente en la herida y actúa como
cicatrizante
3 Dientes y muelas (caries) Aplicación del fruto de nempokayawe o yakabe en la caries y como dentrífico
y para su extracción se utilizaba el bejuco.
Nombre científico: Piper maranyonense Familia: Piperaceae
4 Fiebre Infusión de ajo de monte (wiñengengo). Ajo nombre científico: Mansoa
aliácea. Familia: Bignoniaceae. Clase: Magnoliopsida
5 Picaduras de culebra (frecuente) Hierbas naturales entre ellas la yuquilla. Nombre científico: Schefflera
gleasonii
6 Fracturas por caídas Entablillado con bejuco con emplastos de hierbas naturales.
7 Parto normal En hamaca, con o sin asistencia de partera. La madre al siguiente día ya
estaba en las actividades normales.
8 Problemas en el parto Para salvar a la madre, las parteras utilizaban las uñas largas como garfios
para cortar los miembros del feto y extraer (legrado o curetaje).
9 Menarquia (primera menstruación) Como ritual se sentaba a la chica en hojas de ortiga de monte. Sus espinos se
incrustaban en la piel. No existía dolor en el período menstrual.
10 Hipertrofia del clítoris Se cortaba el clítoris a las mujeres que tenían muy grande. Práctica en
desuso.
11 Niños que nacen con Los enterraban vivos o los ahogaban en el río (práctica en desuso).
malformaciones
12 Maldad y hechizos Anteriormente se daba muerte al responsable. Ahora para su cura en su
(malestares sin causa aparente) mayoría acuden al chamán kichwa.
13 Piojos Se despiojaba con peine de madera y mataban con las uñas.
14 Tumores y heridas de la piel Se aplica la savia directamente en la parte afectada. Sangre de drago.
Nombre científico: Croton lechleri. Familia: Euforbiáceas. Clase:
Magnoliopsida.
15 Dolor estomacal por úlceras Se toma la savia de la uña de gato directamente o se puede hervir o mezclar
machacado con agua. Uña de gato. Nombre científico: Uncaria
tomentosa. Familia: Rubiaceae. Clase: Magnoliopsida.
16 Coto (Bocio) Pocos casos de bocio. No se especificaba un tipo de cura clara.
17 Inflamación piel por veneno de Baño de la parte afectada con agua de ajo de monte.
tarántula
18 Picadura de hormiga Restregar a un niño en el sudor de la axila. Alivia el dolor y bala la hinchazón.
Sacudir fuertemente.
19 Alojamiento de tabugo (garrapata La sabia del papiro se coloca en la cabeza y se deja secar. Seca el área
pequeña) en cabeza afectada.
20 Picadura zancudo Evitar tocarse o rascarse.
21 Suicidio por envenenamiento con Toma de un brebaje que induzca al vómito. (Heces de gallina, orina de una
barbasco persona, pepa de aguacate molida). Barbasco: Nombre científico:
Deguelia utilis. Clasificación superior: Lonchocarpus. Orden: Fabales
Fuente: Trabajo de campo 2017–2019. Equipo de investigación UCE.
470 M. A. VALLADARES VILLAGÓMEZ ET AL.
enfermedades y fuimos muy sanos hasta antes del contacto definitivo con la sociedad
nacional’ (Ima Omene 2012). El estudio realizado por Davis y Yost (1983), corrobora esta
afirmación al manifestar que, a pesar de que los waorani tienen muchos conocimientos de
la ecología amazónica, utilizan un pequeño número de plantas medicinales; esto debido
a que ellos sufrían de pocas enfermedades hasta antes del contacto.
Posterior al contacto, las enfermedades con mayor incidencia han sido la parotiditis,
sarampión, poliomielitis, influenza, tuberculosis, malaria y hepatitis B, las mismas que debido
a la poca exposición de los waorani a dichas enfermedades, y un sistema inmunológico débil
causaron epidemias en el territorio (Comisión Interamericana de Derechos Humanos 2013).
Varios investigadores dentro de sus protocolos de trabajo de campo limitan el consumo de
chicha masticada,11 ya que puede ser un vehículo de contagio de la hepatitis presente en el
territorio.
La introducción de animales domésticos (perros, gatos y gallinas), productos procesa
dos, plásticos y desechos tóxicos son factores que inciden en el brote de enfermedades
y han generado una dificultad en la resiliencia del territorio. Por lo que se crean necesi
dades de servicios básicos como agua potable, alcantarillado y recolección/organización
de basura.
De las entrevistas realizadas a los tres galenos que atienden en el centro de salud,
coinciden en que las enfermedades frecuentes son las gastrointestinales
e infectocontagiosas (Ver Tabla 5), por su prevalencia y necesidad de atención inmediata.
Estos padecimientos son registrados en el historial clínico de sus pacientes y de forma
periódica son entregados en el Distrito de Salud de Arajuno.
Tabla 5. Enfermedades registradas en la comunidad por las que acudieron al Centro de salud en el año
2018.
Gastrointestinales: diarrea, vómitos, parásitos en la mayoría de la población
Respiratorias: resfrío común, gripe y tos generalmente en los niños y adultos
Dermatitis: sarpullidos en la piel de niños y adultos
Artritis: dos casos específicos en personas adultas
Infecciones urogenitales: un alto porcentaje de jóvenes y adultos
Mordedura de culebra
Picadura de insectos
Sida (un caso) – descartado en 2020
Hepatitis, un caso aislado
Envenenamientos
Fuente: Trabajo de campo 2017–2019. Entrevistas a personal de salud.
Por su parte los médicos manifestaron que los tratamientos farmacológicos enviados,
no se cumplen por parte del paciente, ‘ellos toman el primer día y luego los botan por ahí,
no son constantes en la toma de la medicina y luego vienen y dicen que no les ha hecho
nada.’ Al realizar la observación participante en las casas de las familias waorani, efecti
vamente se puede observar ciertas medicinas en algún rincón o en el piso, así como otros
obsequios recibidos por los agentes que ingresan a la comunidad. Los profesionales del
centro de salud no son partícipes de ningún método de salud intercultural, solo aplican la
biomedicina.
Discusión
El Omeren keme (selva) y el sistema de salud pública: la historia de un
desencuentro en un territorio de distribución ecológica desigual
Se han descrito algunas prácticas sobre el manejo de la salud desde la concepción
waorani, y por lo tanto validadas por sus propias experiencias y calidad de vida; sin
embargo, desconocidas y desaprobadas por el sistema de salud público, que demuestran
que el proceso integracionista que el estado ecuatoriano adoptó desde 1970, como lo
señala Narváez (1996) implicó un cambio sustancial en su conformación socioeconómico-
política, colocando a los waorani del lado de la subalternidad, en un territorio caracter
izado por conflictos de distribución ecológica.
El mismo autor menciona que existen percepciones estereotipadas para mantener
mecanismos de dominación de los estados nacionales liberales, menoscabando los
derechos colectivos y consolidando la sociedad nacional, que buscan convertir al ‘indio
en ciudadano’ (Narváez 1996). El diálogo de saberes en salud intercultural entre los dos
modelos de medicina aquí planteados, no logran conectar, por cuanto responden
a modos de aproximación político-ecológicos distintos. El desprenderse del pensamiento
colonial totalizador de la biomedicina abriría la posibilidad de que otros mundos puedan
construirse (Walsh, Mignolo, y García-Linera 2014).
Este desarrollo argumentativo ha logrado concretar dos aportes, que esperamos sean
útiles para quienes tengan interés en trabajar en diálogo de saberes y salud intercultural
desde estas perspectivas.
Resultado de esta combinación teórica, hace posible utilizar la IAP, pues esta busca que
los miembros de la colectividad donde se realiza la investigación tengan las posibilidades
de levantar propuestas para superar los problemas que identifican a través de las
actividades de investigación.
En el caso de la IAP en Toñampare, la vocería dada a los pikenani permitió concretar su
demanda de enseñar a sus descendientes cómo utilizar su territorio para vivir de forma
interdependiente, tanto con lo humano como con lo no humano.
La educación no formal que reciben los niños, niñas y adolescentes en la EIWP les
permite ir entendiendo porqué sus pikenani, pese a las condiciones de modernidad,
siguen practicando el doranebai, la curación a través de plantas y frotación. Este espacio
es complementario al formal y representa la resistencia y reconocimiento de que la
educación intercultural es comunitaria, inclusiva y pretende dotar de herramientas que
den autonomía al ser humano.
Notas
1. El número de personas puedo aumentar en épocas como las del año lectivo escolar
(septiembre-noviembre/enero-junio), o cuando hay una actividad económica que genere
ingresos temporales, como la venta de balsa, o la construcción de nuevas edificaciones
promovidas por el Estado, y las festividades de conmemoración por la creación de la
comunidad (enero).
2. Según la Asociación de Mujeres Waorani del Ecuador (AMWAE 2009), asediado por presiones
como la explotación petrolera, la introducción del castellano, la introducción del kichwa, la
explotación maderera, el ingreso de colonos, el contacto con los misioneros, el olvido del
wao-tededo, el olvido de los pikenani, el contacto con las organizaciones no gubernamen
tales o con el Estado
3. Anteriormente también se remitían casos, que no podían ser tratados en el Hospital Básico
Puyo, al Hospital Vozandes de Shell.
4. Se hace referencia a todo ser humano que no ha nacido bajo la cultura waorani.
5. Considera la máxima exponente de liderazgo waorani. Responsable del proceso de contacto
y ‘pacificación waorani’
6. Este sistema agrícola consiste en desmontar, dejar descomponer el rastrojo sin quemarlo
y sembrar bajo o sobre la materia orgánica que se produce, para aprovechar los nutrientes
y minimizar la erosión del suelo.
7. Si bien no tienen la lógica de un barrio urbano, los lugareños han organizado su comunidad
por barrios con relación a la pista de aterrizaje y su ubicación clánica.
8. Se considera al proceso de imposición cultural de la nacionalidad kichwa amazónica sobre la
waorani.
9. Esta expresión fue recogida en los relatos de los pikenani de Toñampare y confrontada con la
literatura existente. Se podría considerar el doranebai como la acción de compartir los
conocimientos sobre la cosmovisión waorani y su aplicación en la vida cotidiana.
10. Se extrae de la raíz, se machaca hasta obtener una sustancia acuosa.
11. Bebida tradicional a base de yuca.
Disclosure statement
No potential conflict of interest was reported by the author(s).
476 M. A. VALLADARES VILLAGÓMEZ ET AL.
Notes on contributors
Marco Arturo Valladares Villagómez Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas
(UCE). Doctor en Psicología Industrial. Magister en Intervención, Asesoría y Terapia Familiar.
Ph.D. en Industrias de la Comunicación y Culturales, Universidad Politécnica de Valencia, España
Gabriela Estefania Duque Orozco Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas (UCE).
Trabajadora Social, Promotora de Derechos Humanos y Desarrollo Social. Magíster en Estudios
Socioambientales (FLACSO), Ph.D. en Desarrollo Local y Cooperación Internacional. Investigadora
Instituto Ingenio CSIC, Universidad Politécnica de Valencia, España.
Paulina Elizabeth Oña Quillupangui Docente titular, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas (UCE).
Trabajadora Social, Posgrado en Políticas Sociales y Adolescencia. Ph.D. en Estudios Culturales
Latinoamericanos, Universidad Andina Simón Bolivar. Coordinadora del Programa de Vinculación
entra la UCE y la Nacionalidad Waorani.
ORCID
Marco Arturo Valladares Villagómez http://orcid.org/0000-0002-1900-3493
Gabriela Estefania Duque Orozco http://orcid.org/0000-0002-1499-577X
Paulina Elizabeth Oña Quillupangui http://orcid.org/0000-0002-9669-817X
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DOSSIER
Introducción
El objetivo de la Ecología Política como campo de estudio es analizar los
conflictos socio-ambientales (o, lo que es lo mismo, los conflictos ecológico-dis-
tributivos). El objetivo práctico no es resolver tales conflictos sino solucionar
problemas como la pérdida de biodiversidad, el cambio climático o las contami-
naciones locales. A veces, la agudización o exacerbación de conflictos puede
llevar a solucionar problemas. Es recomendable emplear métodos gandhianos
de resistencia cívica, como enseñó el movimiento de Justicia Ambiental en EEUU
desde 1982 en el incidente de Warren County en Carolina del Norte en su lucha
58 contra el “racismo ambiental” inspirada por el movimiento de los derechos civi-
les de Martin Luther King. En realidad, muchas veces los conflictos socio-am-
DOSSIER
ejemplo, podemos ya señalar que en América Latina, en algo así como en la mi-
tad de los conflictos socio-ambientales participa población indígena (que está
frecuentemente situada en las fronteras de la extracción). También cabe señalar
que 20% de los conflictos se resuelven con victorias de la justicia ambiental. En
12%, uno de los resultados de los conflictos es la muerte de uno o más de los
defensores ambientales. En unos 250 casos de los 1500 hasta ahora recopilados,
uno o más de los líderes de los movimientos de justicia ambiental es mujer.
DOSSIER
bién ecosistemas. Lo usó Marx para referirse al ciclo de nutrientes en la agricul-
tura, basándose en Moleschott y Liebig (Martínez Alier y Schlüpmann 1991).
Hay aquí una conexión americana. La química agraria estudió los nutrientes
contenidos en el guano del Perú, exportado en cantidades notables (unos 11 mi-
llones de toneladas en el periodo 1840-80). Vean la diferencia entre esa cantidad
y los tres millones de toneladas por año de nitrato o salitre de Chile (un mineral
no orgánico) hasta 1914 o con las magnitudes de la exportación latinoamericana
actual. El guano y el salitre fueron ya bulk commodities, mercancías a granel.
Comparemos con las exportaciones de más de 50 millones de toneladas de soja
de Argentina por año, 5 millones de toneladas de cobre de Chile, casi 100 millo-
nes de toneladas de carbón de Colombia, más de 100 millones de toneladas de
petróleo de Venezuela y 25 millones de Ecuador que, junto a los bananos y la
madera, alcanzan dos toneladas anuales por ecuatoriano. Brasil exporta mineral
de hierro y soja por más de 400 millones de toneladas, e incluso Uruguay, ade-
más de su exportación de celulosa, se aprontaba a exportar 18 millones de tone-
ladas anuales de mineral de hierro (del proyecto minero Aratirí), es decir, 5 to-
neladas por cada uruguayo. En general, Sudamérica exporta unas tres veces más
que lo que importa en toneladas, cumpliendo la Regla de San Garabato: compre
caro y venda barato (Pérez Rincón 2006).
De los precios de las materias primas exportadas (o de consumo interior)
habría que restar los pasivos socio-ambientales no pagados, tanto en la extrac-
ción y elaboración industrial como en el transporte y también en el control de
INTERdisciplina Volumen 3 | número 7 | septiembre-diciembre 2015
residuos —por ejemplo, el drenaje ácido tras el cierre de las minas. El capitalis-
mo, escribió K. W. Kapp (1950), es un sistema de costos sociales no pagados.
Hay que ver las externalidades no como “fallos del mercado” sino como lamen-
tables “éxitos” en transferir costos a las generaciones futuras, a otras especies,
y a la gente pobre de nuestra propia generación.
Varios países, en la coyuntura de descenso de precios de 2014-15, no alcan-
zan a equilibrar su balance comercial en dinero. Después de varios años de me-
jorar los términos del intercambio, muchos países sudamericanos atraviesan
una nueva situación, caracterizada por
La causa indudable del déficits en la balanza comercial (mayores
importaciones que exportaciones, en va-
aumento de los conflictos lores monetarios), al tiempo que persis-
socio-ambientales en la ten los déficits en sus balances comercia-
primarias e incluso aseguran que para salir del extractivismo hace falta más ex-
tractivismo (en la opinión del presidente Rafael Correa), se acumulan datos en
2015 que indican un fracaso económico. Comprobamos que Brasil registró en
2014 un déficit de 3.930 millones de dólares en su balanza comercial, el primer
saldo en rojo en 14 años. Mientras que las exportaciones alcanzaron 225.101
millones de dólares (un 7% menos que el año anterior), el monto de importacio-
nes fue de 229.031 millones de dólares. La causa es el menor precio del mineral
de hierro y de la soja. Brasil sigue exportando muchísimas más toneladas de las
que importa, pero vende barato, “a precio de banana” como se dice en portu-
gués. La reacción irracional de algunos ministros es fomentar aún más las expor
taciones primarias. En Colombia, entre enero y noviembre de 2014 el déficit co-
mercial alcanzó 4.807 millones de dólares y eso no va a mejorar pues los precios
del carbón y petróleo siguen bajos, ya que existe sobre-oferta mundial. El valor
de las importaciones subió 7.5% en los 11 meses analizados del 2014, a 55.868
millones de dólares, en comparación con el mismo periodo del año previo. En
contraste, las exportaciones colombianas totalizaron 51.060 millones de dóla-
res, equivalente a una caída de 4.7 por ciento. 61
Hace pocos años se hablaba en América del Sur de la “enfermedad holande-
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sa”: crecía la entrada de divisas por el buen precio de las exportaciones; eso ha-
cía subir el valor de la moneda nacional y perjudicaba la industria frente a im-
portaciones baratas (como había ocurrido en Holanda en su momento, hace
décadas, mucho antes del euro, cuando el florín se apreció por la exportación de
gas). Ahora no hay enfermedad holandesa, hay depreciación del peso o del real,
hay un “contagio chino”: la economía china estornuda —y va a estornudar más—,
y Sudamérica contrae gripe y hasta neumonía.
Perú registró en 2014 el mayor déficit comercial de su historia debido a la
caída de los precios internacionales de los metales, los cuales representan el
60% de sus exportaciones. El déficit comercial de Perú el año pasado (2014) se
ubicó en 2.555 millones de dólares, mientras que en 2013 la cifra era solamente
de 40 millones de dólares. Las exportaciones peruanas en 2014 cayeron 9.3%
para ubicarse en 38 mil 252 millones de dólares, mientras que sus importacio-
nes sumaron 40 mil 807 millones de dólares, una caída de 3.3 por ciento. En
Colombia las importaciones aumentaron pero en Perú ya cayeron.
Sin embargo, Perú como Brasil y Colombia exporta en toneladas, mucho más
que lo que importa y no consigue ni pagar sus importaciones. Y lo mismo ocurre
en Ecuador, que registró en 2014 un déficit en la balanza comercial de 727 millo-
nes de dólares por la caída en los ingresos por la venta de petróleo, según infor-
mó en febrero de ese año el Banco Central. En Ecuador el “contagio chino” se
nota de manera particular: un menor ritmo de la economía china disminuye en
general la demanda de materias primas en Ecuador (y otros países sudamericanos)
INTERdisciplina Volumen 3 | número 7 | septiembre-diciembre 2015
y al mismo tiempo aumentan las deudas financieras con los chinos, encubiertas
a veces como ventas anticipadas de materias primas.
Muchos daños ambientales y sociales en los lugares de la extracción y trans-
porte de materias primas, mucha contaminación de agua, muchos agrotóxicos
que afectan a la salud, y sin embargo, esos países no alcanzan ni a pagar las im-
portaciones. Se ha llamado “post-extractivistas” a los autores, activistas y algu-
nos exministros que, en pleno boom de los precios de las materias primas, ale-
jados de los gobiernos neo-libs o nac-pops, gente como Eduardo Gudynas,
Maristella Svampa, Alberto Acosta, Carlos Monge, Edgardo Lander, Raúl Prada
Alcoreza, advirtieron de los males sociales, ambientales y económicos de las
políticas extractivistas, incluso si han ido unidas a una mayor captura de rentas
y a su reparto entre la población. Señalaron que los términos de intercambio
eran estructuralmente negativos (en promedio, una tonelada importada ha se-
guido siendo siempre más cara que una tonelada exportada, incluso en pleno
boom de precios de materias primas) y que además podía llegar un ciclo de baja
de las materias primas. Apoyaron los cientos de protestas sociales del ecologis-
62 mo popular. Se llamaron “post-extractivistas”. Su hora parece estar llegando.
A la larga, sin embargo, habrá demanda de materiales y energía y nuevas
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bulk commodities cuya extracción y transporte se explica sobre todo por su rol
de materias primas en la economía industrial.
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Puede avanzarse la hipótesis, para Argentina y otros países, que el creciente
peso de algunos sectores en el metabolismo social produce conflictividad socio-
ambiental. A veces los conflictos no son en la extracción sino en el transporte
(como ocurre en Brasil con el movimiento justiça nos trilhos contra los trenes
que llevan mineral de hierro, o en protestas contra proyectos de la Iniciativa
para la Integración Regional Suramericana (IIRSA). O son debidos a las tecnologías
empleadas (como la fumigación con glifosato que atenta contra la salud humana
a la vez que ocurre una deforestación y desposesión campesina en las fronteras
de la soja). O se producen en la evacuación de los residuos.
En cuanto a los conflictos de biomasa, además de la contabilidad de flujos
de materiales y de energía, en la economía ecológica prestamos también aten-
ción a los cálculos de la HANPP. En Argentina, la HANPP aumentó históricamente
en algunos territorios por la incorporación de los pastos y el crecimiento de la
agricultura a expensas de la población indígena, como lo hace hoy por el cultivo
de la soja en 20 millones de hectáreas. En comparación, la explotación del que-
bracho colorado por La Forestal en las
El poder de empresas y primeras décadas del siglo XX tuvo im-
portancia local más que nacional. La
gobiernos lleva a un déficit HANPP es un indicador de presión sobre
de democracia local. A veces la biodiversidad pero también es intere-
sante ver qué sectores de la población
se recurre a una ridícula humana (local o internacional) se apode-
66 teoría legal: el suelo ran de la HANPP.
Ha habido intentos de frenar la vorá-
pertenece a los propietarios
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ge consentimiento previo informado, derecho a consulta con poder de veto.
Existencia de ríos, lagos o cerros sagrados,
—— existencia de restos arqueológicos o paleontológicos que deben ser preser-
vados,
—— valores ecológicos únicos, paisajes sin parangón, especies endémicas en
peligro.
Tabla 1.
Justicia ambiental Usado desde 1982 por el movimiento en EEUU contra la contami-
nación en barrios pobres con población afro-americana o hispana
(Bullard 1990).
Racismo ambiental Contaminación o destrucción de bienes comunes de minorías
étnicas, se usa en EEUU.
Epidemiología popular Estudio y denuncia de la incidencia de la contaminación en la sa-
lud pública, en barrios o territorios “sin doctor” (Phil Brown 1997).
Zonas de sacrificio Steve Lerner (2010) publica un libro con este título resumiendo
investigación en el seno del movimiento de Justicia Ambiental en
EEUU.
Deuda ecológica y pasivos Conceptos nacidos en Sudamérica hacia 1990 (Robleto y Marcelo
ambientales 1992), el reclamo de daños producidos por el cambio climático, la
biopiratería y el comercio ecológicamente desigual. También las
deudas ambientales no pagadas por las empresas.
Biopiratería El robo de plantas medicinales o agrícolas u otros recursos bioló-
gicos y del conocimiento sobre ellos (Pat Mooney 1993).
Justicia climática Hay emisiones de CO₂ necesarias y hay emisiones de lujo (Agarwal
y Narain 1991). Política de contracción y convergencia.
Ecologismo de los pobres, Defensa de la naturaleza y los bienes comunes por poblaciones
69
ecologismo popular pobres o indígenas empobrecidas, motivado por la necesidad de
sobrevivencia.
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Soberanía alimentaria El derecho proclamado por Vía Campesina a alimentarse de los
productos campesinos en mercados locales.
Soberanía energética El derecho a abastecerse de fuentes de energía renovables y con-
troladas localmente, distribuidas en el territorio.
Justicia hídrica La asignación equitativa del agua, contra del hecho que “el agua
corre hacia el poder”. Alianza de grupos latinoamericanos bajo
este nombre (impulsada por Rutgerd Boelens).
El agua como derecho humano El agua como bien común y no como mercancía, introducido en
Naciones Unidas por Pablo Solón.
Atingidos por barragens Afectados por represas. Vocablo y organización brasileña, con
paralelos en otros países, como por ejemplo el Movimiento
Mexicano de Afectados por las Presas (MAPDER).
Desertos verdes Se usa en Brasil contra plantaciones de eucaliptos para fábricas
de celulosa.
Las plantaciones no son bosques Lema del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM)
contra los monocultivos de árboles como eucaliptos, pinos…
Propuesto por Carrere y Lohman (1996).
Agrocombustibles Vía Campesina usa este término para plantaciones para etanol
o biodiesel, evitando la connotación favorable de “biocombusti-
bles”.
Conservación de semillas in situ Movimiento en defensa del derecho de los campesinos a repro-
ducir y difundir sus semillas – revista Biodiversidad dirigida por
Carlos Vicente.
“Paren de fumigar” Se usa en Argentina contra la fumigación con glifosato en
plantaciones de soja, que atenta contra la salud humana.
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Tabla 1. (continúa)
La agricultura campesina enfría Lema de Vía Campesina muy visible en 2009 en la COP (Conferen-
la tierra cia de las Partes de la Convención de las NNUU sobre el Cambio
Climático) en Copenhague, recogido por el amplio movimiento
agro-ecologista.
Acaparamiento de tierras GRAIN introdujo la expresión land grabbing, 2008, para designar
una nueva ola mundial de desalojos campesinos por empresas
transnacionales.
Resource caps Introducido por la Resource Cap Coalition en Europa, propuesta de
topes a la extracción de determinados materiales.
Ogonización, Yasunización Dejar petróleo bajo tierra, también carbón y gas, para evitar daños
locales y al mismo tiempo luchar contra el cambio climático.
Propuesta de Oilwatch Internacional en 1997, nacida en Nigeria y
Ecuador (EJOLT 2013).
Responsabilidad empresarial, Se propone, en contra de la Responsabilidad Social Corporativa,
civil y penal legislación y práctica vigorosa que incluya una convención
internacional contra el Ecocidio.
El agua vale más que el oro Uno de los lemas del movimiento en Latinoamérica contra la
megaminería que está bien representado por OCMAL.
Derechos de la Naturaleza Incluidos en la Constitución de Ecuador, art. 71, 2008.
70
Recuperadores o recicladores Movimiento de recicladores urbanos de basura (catadores,
urbanos cartoneros, pepenadores) de toda Latinoamérica, con éxitos en
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1980, con breves definiciones o ejemplos ilustrativos y con uno o dos autores
conocidos. Estos términos nacieron en general fuera de las universidades, en la
práctica de los movimientos; muchos en Latinoamérica pero también otros en
EEUU, Europa, África, India y China.
Conclusiones
Como se describió, la Ecología Política estudia cómo el poder político incide en
los conflictos socio-ambientales. Se perfila como un campo de estudio central en
la construcción de alternativas sustentables, cuando se considera que las accio-
nes del ecologismo popular o de los movimientos de justicia ambiental como
los de Latinoamérica son más eficaces para conseguir, como se precisó, una eco-
nomía menos insostenible y más ecológica que los esfuerzos del ambientalismo
de la eco-eficiencia o del conservacionismo internacional.
En tal sentido, el vínculo entre la sustentabilidad y la ecología política es
claro ya que, por un lado, permite desenmascarar los actores y las relaciones de
poder presentes que moldean la economía y la política, al tiempo que, por el 71
otro, reconoce a los movimientos de justicia ambiental como actores clave para
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la acción colectiva en la defensa de los territorios y de sus poblaciones y el plan-
teamiento y construcción de procesos hacia otras territorialidades ambiental-
mente viables y socialmente más justas.
Por tanto, la sustentabilidad vista de ese modo se ancla, en esencia, en una
economía cuyo metabolismo social no transgrede los límites biogeoquímicos
del planeta, en relaciones comerciales cada vez menos desiguales, en la valora-
ción de la naturaleza desde una diversidad e inconmensurabilidad de valores, en
el diálogo social, y en la participación y construcción social de los territorios.
Referencias
Agarwal, A. y S. Narain. Global warming in an unequal world: a case of environ-
mental colonialism. Nueva Delhi: Centre for Science and Environment, 1991.
Brown, Phil. «Popular epidemiology revisited.» Current Sociology 45 (1997):
137-156.
Bullard, R. D. Dumping in Dixie: race, class, and environmental quality. Boulder,
EEUU: Westview Press, 1990.
Carlsson, C. Nowtopia: how pirate programmers, outlaw bicyclists and vacant lot
gardeners are inventing the future today. Oakland, California, EEUU: AK
Press, 2008.
Carrere, R. y L. Lohman. Pulping the South: industrial tree plantations and the
world paper economy. Londres: Zed Books, 1996.
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