ORDEN_PUBLICO
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ORDEN_PUBLICO
Grado: 6 A
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INTRODUCCIÓN.
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ORDEN PÚBLICO
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Protección de los individuos. El orden público protege a los individuos de las
amenazas cotidianas.
Pacífica convivencia. El orden público permite el ejercicio pacífico de los
derechos y el cumplimiento de las obligaciones.
Las leyes de orden público son imperativas y no pueden ser desconocidas por los
particulares. La Policía tiene atribuciones para aplicar la ley y mantener o
restablecer el orden público.
PLANEACIÓN DEOMAGRÁFICA.
SALUBRIDAD PÚBLICA.
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TRANQUILIDAD PÚBLICA.
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Artículo 21. Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El Ministerio Público es el encargado de ejercer la acción penal ante los
tribunales.
La autoridad judicial es la única encargada de imponer, modificar y
determinar la duración de las penas.
La autoridad administrativa es la encargada de aplicar sanciones por
infracciones a los reglamentos de policía y gubernativos.
La Policía Judicial está bajo el mando del Ministerio Público y es la encargada
de perseguir los delitos.
El artículo 21 también establece que la seguridad pública es un derecho de las
personas, y que el Estado debe garantizarla a través de la Federación, los Estados,
el Distrito Federal y los Municipios.
ALIMENTACIÓN INTEGRAL DE LA POBLACIÓN.
La alimentación integral de la población es un modelo que busca acercar a la
población a una alimentación más saludable, a través de la entrega de alimentos
preparados y de procesos pedagógicos.
La alimentación integral de la población busca:
Fortalecer la nutrición y alimentación
Promover la inclusión social, ambiental y productiva
La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que la alimentación debe ser:
Suficiente, Variada, Completa, Equilibrada, Adecuada, Inocua.
Para mejorar la alimentación, se recomienda:
Incluir alimentos de todos los grupos en la dieta diaria
Realizar al menos 30 minutos de actividad física al día
Tomar 8 vasos de agua segura al día
Consumir 5 porciones de frutas y verduras al día
Incluir verduras en todas las comidas
Comer frutas frescas y verduras crudas como tentempiés
Comer frutas y verduras frescas de temporada
EDUCACIÓN.
La educación es un derecho humano, un importante motor del desarrollo y uno de
los instrumentos más eficaces para reducir la pobreza y mejorar la salud, y lograr la
igualdad de género, la paz y la estabilidad. Además, genera grandes y constantes
beneficios en términos de ingreso y es el factor más importante para garantizar la
igualdad y la inclusión.
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En el caso de las personas, promueve el empleo, los ingresos, la salud y la
reducción de la pobreza. A nivel mundial, los ingresos por hora aumentan un 9 %
por cada año adicional de escolarización. En el caso de las sociedades, contribuye
al desarrollo económico a largo plazo, promueve la innovación, fortalece las
instituciones y fomenta la cohesión social. Además, la educación es un poderoso
catalizador de la acción climática a través de un cambio generalizado de
comportamiento y la capacitación para las transiciones verdes.
Los países en desarrollo han conseguido enormes avances en materia de asistencia
a clase, y la cantidad de niños escolarizados ha aumentado en todo el mundo. No
obstante, tal como se pone de relieve en el Informe sobre el desarrollo mundial
2018, el aprendizaje no está garantizado.
Realizar inversiones inteligentes y eficaces en la educación de las personas resulta
imprescindible para desarrollar el capital humano con el que se pondrá fin a la
pobreza extrema. Esta estrategia se centra primordialmente en la necesidad de
abordar la crisis del aprendizaje, poner fin a la pobreza de aprendizajes y ayudar a
los jóvenes a adquirir las habilidades cognitivas, socioemocionales, técnicas y
digitales avanzadas que necesitan para prosperar en el mundo actual.
BIEN COMÚN.
El bien común es un concepto que se refiere al conjunto de condiciones sociales
que permiten el desarrollo integral de todos los miembros de una comunidad. Se
opone a los intereses particulares y se entiende como aquello que beneficia a todos
los ciudadanos.
El bien común puede tener diferentes significados en la filosofía social, la política y
el derecho. Por ejemplo, en la filosofía general, el bien común se entiende como el
conjunto de condiciones de la vida social que atañen al bienestar de todos.
Algunos ejemplos de bienes comunes son:
El agua, el aire y el suelo, que son elementos vitales para el desarrollo de la
vida humana.
Los sistemas de salud y educación.
El conocimiento, la tecnología, Internet, la literatura y la música.
INTERÉS PÚBLICO.
El interés público es un concepto que se refiere al bienestar de la sociedad en
general y al bien común de la comunidad. Es un valor que se utiliza en la legislación,
la jurisprudencia y las acciones de gobierno para resolver conflictos y justificar
actuaciones de importancia.
El interés público se identifica con las aspiraciones de la comunidad y se protege
mediante la intervención del Estado. En una Constitución democrática, el interés
público se relaciona con el respeto de los derechos fundamentales.
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La información de interés público es aquella que es relevante para la sociedad y
que ayuda a que el público comprenda las actividades de los sujetos obligados. La
divulgación de esta información es útil para que la población pueda ejercer sus
derechos, fomentar la transparencia y combatir la corrupción.
Los servicios públicos son un conjunto de prestaciones de interés público que el
Estado otorga a la sociedad.
INTERÉS SOCIAL.
El interés social tiene varios significados, dependiendo del contexto:
En el ámbito económico, el interés social es el interés común de los
accionistas de una empresa, que consiste en maximizar el valor de sus
inversiones.
En el ámbito de la sociedad, el interés social se refiere a los aspectos que
tienen que ver con las necesidades generales de la sociedad y que el Estado
protege.
En psicología adleriana, el interés social es la conexión que tiene una
persona con la sociedad en la que vive.
En el ámbito de las decisiones personales, el interés social es cuando una
persona toma decisiones basadas en lo que es mejor para la sociedad, en
lugar de lo que es mejor para sí misma. Algunos ejemplos de interés social
en este sentido son donar a organizaciones benéficas, reciclar o entablar
amistades.
En el ámbito jurídico, la Ley de Sociedades de Capital establece que, si un acuerdo
no es conforme al interés social, se puede impugnar.
UTILIDAD PÚBLICA.
La ley 21.499, desarrollando el concepto constitucional, dice que “utilidad pública
comprende todos los casos en que se procure la satisfacción del bien común, sea
este de naturaleza material o espiritual”; es decir, que se dota a la noción de utilidad
pública de un enriquecido sentido y de tal modo comprende todo aquello que tiende
a la promoción integral de la persona humana y al efectivo goce de sus derechos
constitucionales; siendo las condiciones de cada época las que determinan su
concreto contenido. Debemos tener presentes en este punto principios tales como
el de la función social de la propiedad y del destino universal de los bienes. La
finalidad social importa beneficio general sobre el individual, debiendo existir una
correspondencia con los hechos, pues el concepto de utilidad pública no puede
encubrir motivos de interés privado.
“La limitación a la garantía de la inviolabilidad de la propiedad privada puede
hacerse efectiva siempre que medie un interés colectivo, cualquiera sea la
naturaleza de este. La
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calificación de ese interés es de competencia del Poder Legislativo, cuyo poder para
declararlo no reconoce otro límite que la impertinencia de ejercerla con propósito o
con la consecuencia del exclusivo interés individual”, ha dicho Villegas Basavilbaso.
La facultad de expropiar es esencialmente política y ha sido depositada en el Poder
Legislativo atento a que, no pudiéndose reducir el concepto de utilidad pública a una
fórmula cerrada, su determinación debe estar en manos de quien está en contacto
más inmediato con el pueblo y puede apreciar mejor sus necesidades.
La función calificadora —al decir de Fiorini— debe ser ejercida dentro del marco de
la Constitución, pues una ley de expropiación no puede borrar los principios de
juridicidad que contiene toda Constitución.
BENEFICIO SOCIAL.
Los beneficios sociales son aquellas mejoras que la empresa brinda a sus
trabajadores sin que esta se incluya dentro de sus nóminas, es decir, se considera
complementaria. Su objetivo es mejorar el nivel de vida de los trabajadores a través
de incentivos como puede ser: el pago de comida, transporte, seguro de salud,
formaciones, entre otros.
Al ser considerados prestaciones no dinerarias y de naturaleza jurídica no
remuneratoria se encuentran exentos de deducciones o aportes. Por otro lado, las
empresas al asumir en su totalidad el coste de estos beneficios pueden acceder a
reducciones fiscales significativas.
Dicho de esta forma con la retribución flexible el colaborador obtiene un aumento
en su salario neto ya que esta parte percibida en productos o servicios al estar
exenta de IRPF, el ahorro a su favor es mayor.
Por otro lado, los beneficios sociales están vinculados al convenio colectivo o a las
políticas internas establecidas por la empresa ya que como hemos dicho son ellos
los encargados de asumir el coste íntegro de dichos productos o servicios. Además,
esto supone un coste añadido para las empresas porque aparte del pago de estos
beneficios tendrán que cotizar a la Seguridad Social por los mismos.
INTERÉS GENERAL.
Desde esta perspectiva, el interés general es la expresión de la voluntad general,
que confiere al Estado la suprema tarea de atender el bien de todos y cada uno de
los ciudadanos. Bien de todos y cada uno de los ciudadanos, miembros de la
comunidad, que se refiere a aspectos tan materiales y concretos como la educación,
la sanidad, la seguridad.
Desde una perspectiva equilibrada de lo que es la regulación económica, el interés
general no es la última “ratio” para que el mercado camine adecuadamente. No tiene
una connotación negativa. Es, como señala Larrañaga en un interesante estudio
sobre interés general y regulación económica, una noción sólida e incluyente que
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sobrepasa esa aproximación negativa y reactiva del interés general ante los fallos
del mercado. Entendido positivamente, como base y fundamento de la actividad
regulatoria, nos permite comprender mejor que a su través, se puede fomentar el
desarrollo económico de forma complementaria con la protección de los derechos
de los ciudadanos.
El problema de la visión utilitaria del interés general está en que no resuelve los
agudos desafíos de la sociedad moderna. Es más, a juicio de no pocos analistas y
académicos, precisamente esta dimensión individualista del espacio general está
detrás de la profunda crisis económica y financiera que asola el mundo en este
tiempo.
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CONCLUSIÓN.
El orden público constituye uno de los pilares fundamentales sobre los que se
cimienta la estabilidad y el funcionamiento de cualquier sociedad. A lo largo de este
trabajo de investigación, se ha explorado la relevancia de este concepto desde una
perspectiva jurídica, social y política, identificando cómo sus múltiples derivaciones
impactan de manera directa en la convivencia, la seguridad, la paz social y el
ejercicio de los derechos fundamentales.
Primero, se ha observado que el orden público no es un concepto estático, sino
dinámico y adaptable a las circunstancias históricas, culturales y políticas de cada
comunidad. Esto lo convierte en un elemento flexible, pero también susceptible de
manipulación por parte de los poderes públicos. A través de esta investigación, se
ha demostrado que los estados, en muchas ocasiones, utilizan el argumento de la
preservación del orden público como justificación para limitar ciertos derechos y
libertades. Esta tensión entre libertad y control estatal es particularmente evidente
en situaciones de emergencia, donde las normas relativas al orden público se
flexibilizan en aras de la seguridad, pero al mismo tiempo, se corre el riesgo de
vulnerar principios fundamentales de derechos humanos.
Asimismo, se ha profundizado en el análisis de las implicaciones de las políticas de
seguridad y su conexión directa con la preservación del orden público. La
investigación ha permitido identificar que, en muchos casos, las estrategias
gubernamentales enfocadas en la seguridad pública no solo buscan proteger a la
ciudadanía, sino también prevenir y neutralizar cualquier amenaza que ponga en
peligro el orden establecido. Sin embargo, se ha reflexionado sobre los riesgos que
estas políticas pueden generar, en especial cuando se sobredimensiona la
necesidad de control, sacrificando, en muchas ocasiones, las garantías individuales
en aras de un supuesto bien común.
Además, se ha resaltado la importancia de una adecuada formación y preparación
de las fuerzas de seguridad en el manejo del orden público. La investigación ha
señalado que un enfoque inadecuado por parte de los cuerpos encargados del
mantenimiento del orden puede derivar en abusos, excesos y violaciones de
derechos humanos, lo que a su vez genera una deslegitimación de la autoridad
estatal y un incremento de la desconfianza ciudadana. Por ello, se ha subrayado la
necesidad de que el Estado asegure mecanismos efectivos de control y rendición
de cuentas en el actuar de sus funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
En cuanto al derecho internacional, el estudio ha demostrado que los principios de
orden público también encuentran su manifestación en el contexto de las relaciones
entre estados, particularmente en la adopción de medidas multilaterales para la
protección de la paz y la seguridad global. A través de instrumentos como las
convenciones internacionales y las resoluciones de organizaciones multilaterales,
la comunidad internacional ha buscado establecer normas comunes que permitan
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garantizar la estabilidad y el orden, en especial ante fenómenos como el terrorismo
internacional, la migración masiva y las crisis sanitarias globales.
En conclusión, la preservación del orden público debe estar siempre guiada por el
respeto a los principios de legalidad, proporcionalidad y no discriminación. Solo así
se podrá garantizar que el Estado cumpla su función de proteger la paz y la
seguridad sin menoscabar las libertades individuales que constituyen la esencia de
un estado de derecho. El reto radica en diseñar mecanismos que permitan una
convivencia armónica entre la autoridad y la libertad, siempre teniendo en cuenta
que el respeto por los derechos fundamentales no puede ser sacrificado en aras de
un orden que, en ocasiones, se presenta como un concepto ambiguo y susceptible
de ser manipulado según los intereses de los actores de poder.
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