Unidad (14)

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UNIDAD 14

Derecho Penal Internacional.

I. DERECHO PENAL INTERNACIONAL Y DERECHO INTERNACIONAL PENAL


El derecho penal internacional "trata de la aplicación internacional de la ley penal, vale decir que hay en
cuestión derechos de dos o más colectividades políticas cuyo rozamiento o colisión es necesario evitar y
resolver, para que no se produzcan nuevos conflictos o se perpetúen los ya existentes".

A su turno, Stella Maris Biocca sostiene que el derecho penal internacional "se refiere, pues, a las reglas que
determinan el límite de validez espacial de la ley penal de cada Estado, las reglas referentes al auxilio
judicial internacional en la materia, las reglas que siendo internacionales por su origen legislativo, prevén y
sancionan infracciones de estructura internacional, quedando en cambio excluidas las normas
internacionales que sancionan los hechos ilícitos cometidos por los Estados particulares"

En cambio, el derecho internacional penal es aquel ordenamiento jurídico positivo en el que se tipifican
conductas como ilícitas, imputando responsabilidad por su comisión a individuos, previendo la efectividad
de la sanción a aquellos que hubieran violado la norma establecida. En razón de tratarse de una rama del
derecho internacional, participando de sus características, las normas que lo regulan provienen de fuente
convencional o consuetudinaria , y dada su especificidad penal, las fuentes que lo originan debe ser precisas;
debiendo contener la descripción del acto ilícito, la intención y el conocimiento de la ilicitud que debe tener
el individuo que lo lleve a cabo; todo ello sea que se trate de una norma violada de naturaleza dispositiva o
de naturaleza imperativa

"El derecho internacional penal se refiere a un sistema legal de fuente y origen internacional, de normas
internacionales de contenido penal. Por su parte, el Derecho Penal Internacional pertenece al sistema
jurídico interno estatal, de contenido penal pero con efectos o implicancias internacionales. Uno y otro son
conceptos absolutamente distintos según se anteponga la palabra 'internacional

Motivación de su inclusión en el Derecho Privado.


La doctrina ha polemizado sobre la inclusión del derecho penal internacional en el contenido del derecho
internacional privado. De hecho, muchos autores omiten el tema en sus obras o bien lo relegan a una
"materia afín" al derecho internacional privado.

Sin embargo, consideramos que mas allá de la naturaleza del derecho penal como rama del derecho público,
en ocasiones la delincuencia atraviesa las fronteras estatales, y aparece la nota de internacionalidad que
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caracteriza a nuestra disciplina que, sumada a los intereses privados en juego, de los presuntos responsables
así como de las víctimas (sin perjuicio de los intereses públicos comprometidos), nos llevan a afirmar que el
derecho penal internacional integra el estudio del derecho internacional privado.

En suma, el aporte del derecho internacional privado "resulta imprescindible para detectar los eventuales
antecedentes de la actividad delictiva en la etapa preventiva, en la investigación o en la resarcitoria luego de
una condena”

ÁMBITO ESPACIAL DE APLICACIÓN DE LA LEY PENAL


Para la determinación del ámbito de aplicación de la ley penal, la mayoría de los Estados aceptan el
principio territorial, con algunas concesiones a favor de otros principios, como el real o de defensa, de la
nacionalidad o personalidad y el universal o cosmopolita.
Analicemos brevemente tales principios.

1) Principio territorial: es el principio adoptado por nuestro Código Penal como regla general, según surge
de las normas del art. 1º. De acuerdo con esta regla, se aplica siempre el ordenamiento jurídico penal del
país en cuyo territorio se comete el delito, sin importar la nacionalidad del autor o de la víctima, sujetos
activo y pasivo de aquél.

2) Principio real, objetivo o de defensa: conforme a este principio, la ley penal de un Estado se aplica a
delitos cometidos fuera de su territorio cuando éstos afectan bienes jurídicos de carácter público cuya
defensa compete al propio Estado o que comprometen su integridad como tal. Por ejemplo, los hechos
criminales que afectan por lesión o por peligro al orden público, a la moneda de curso legal (falsificación de
moneda), a la seguridad de la Nación, a la existencia y normal funcionamiento de los poderes públicos y el
orden constitucional (delito de sedición, o rebelión).

3) Principio de la nacionalidad o de la personalidad: su dimensión activa consiste en aplicar el derecho de


un país determinado a sus nacionales por esa sola circunstancia, aunque hayan cometido el delito en el
extranjero. La dimensión pasiva significa que el derecho de un país determinado se aplica aunque el hecho
se haya ejecutado en el extranjero y sin importar la nacionalidad del sujeto activo si el mismo afectó por
lesión o por peligro un bien jurídico cuyo titular es un nacional.

Así, con fundamento en este principio, la ley 24.767 prevé la opción del nacional argentino que puede
negarse a ser extraditado, para ser juzgado en cambio por los tribunales argentinos.

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Una variante del principio personal se configura en atención a la calidad funcional. Así los diplomáticos
gozan de inmunidades de jurisdicción para facilitar el debido cumplimiento de sus funciones. Si el delito
afecta solamente la actuación del diplomático como tal y ejerciendo sus funciones, rige la ley del Estado al
que el representante pertenece. Si el delito es común, en cambio, se pierde dicha inmunidad.

4) Principio universal o cosmopolita: se configura en aquellos delitos que afectan bienes jurídicos cuya
protección interesa a la comunidad internacional.

El art. 118 de la CN contiene una referencia expresa al disponer que cuando los delitos se cometan "...fuera
de los límites de la Nación, contra el Derecho de Gentes, el Congreso determinará por una ley especial el
lugar en que haya de seguirse el juicio...".

En la actualidad, estos delitos son los de lesa humanidad, la ruptura de cables submarinos, la piratería, la
trata de esclavos, la trata de personas, la difusión y comercialización de material pornográfico que involucre
a menores, el genocidio, los crímenes de guerra, el terrorismo, el narcotráfico, el lavado o blanqueo de
capitales de origen ilícito, entre otros.

Cooperación Penal Internacional:


En asuntos penales, la cooperación solicitada se efectúa, generalmente, a fin de clarificar las circunstancias
de un hecho ilícito, identificar al autor o autores, y someterlo a su jurisdicción. Delitos con características
transnacionales tales como el terrorismo, el lavado de activos de origen ilícito, la trata de personas y el
tráfico de estupefacientes han provocado que herramientas como la cooperación jurídica entre Estados se
tornen imprescindibles.

La capacidad de movilización de bienes y personas ha cambiado radicalmente en los últimos años, las
organizaciones criminales ya no actúan solamente en un país sino que poseen algún tipo de contacto
interestatal (ya sea al preparar el crimen, ejecutarlo o al ocultarse u ocultar rastros), y proliferan a un ritmo
vertiginoso.

A. Diferentes niveles de cooperación


Existen diferentes niveles de cooperación, determinados por el grado de avance que la medida solicitada
tendrá sobre las garantías individuales de una persona o los derechos que la misma pudiere afectar con su
ejecución.
De ese modo, se han delimitado tres diferentes niveles o grados de asistencia que van desde las medidas más
sencillas y que no producen afectación alguna de garantías y derechos, hasta aquellas que avanzan en forma

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directa sobre dichas esferas, pasando por un nivel intermedio en el cual la afectación se produce de modo
indirecto o avanza mínimamente.
PRIMER NIVEL: Medidas tales como la solicitud de documentación (judicial o extrajudicial), el
requerimiento de información, la notificación de resoluciones judiciales, la citación a audiencias, por
mencionar sólo algunos ejemplos, conforman las medidas de asistencia de primer nivel, en razón de que su
cumplimiento no afecta, en principio, los derechos y garantías de persona alguna.

SEGUNDO NIVEL encontramos medidas que producen cierta afectación, como, por ejemplo, la solicitud
de remisión de documentación en poder de particulares, ciertas pericias sobre personas o empresas,
citaciones a personas acusadas o el pedido de información personal, entre otras.

Entre las medidas de TERCER NIVEL, que avanzan sobre los derechos y garantías de personas en pos de
la búsqueda de la verdad material y en el marco de una investigación, podemos nombrar los allanamientos
de inmuebles, las requisas de personas, la intercepción de correspondencia o y de comunicaciones
telefónicas, el embargo, secuestro y decomiso de objetos.

Cooperación activa y pasiva


Se denomina asistencia activa a las solicitudes de cooperación que son generadas por autoridades argentinas
para ser cumplidas en el exterior por parte de autoridades extranjeras.

En cambio, la asistencia pasiva corresponde a las solicitudes de cooperación generadas por autoridades
extranjeras para ser cumplidas en nuestro país por nuestras autoridades

La asistencia activa se instrumenta a través de la emisión, por parte de la autoridad jurisdiccional requirente
(jueces o fiscales), de una solicitud de asistencia jurídica internacional. Mediante ese documento, las
autoridades requirentes deben aportar toda la información necesaria para el cumplimiento de la medida de
acuerdo con el Tratado o
Acuerdo aplicable.

Una vez preparada la solicitud, ésta deberá ser enviada a la Dirección de Asistencia Jurídica Internacional
del Ministerio de Relaciones Exteriores. Dicho organismo, en su carácter de autoridad central argentina lo
girará a la autoridad central del país al que se solicite cooperación y realizará los contactos posteriores con
las autoridades extranjeras hasta la devolución de la solicitud diligenciada.

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En relación con la asistencia pasiva, la ejecución de las solicitudes de asistencia jurídica internacional
emitidas por las autoridades extranjeras para su cumplimiento por parte de nuestras autoridades corresponde
a la justicia federal.

En este caso, los pedidos de cooperación se instrumentan a través de la emisión, por parte de la autoridad
jurisdiccional requirente (jueces o fiscales), de una solicitud de asistencia jurídica internacional.

Una vez librada la solicitud, ésta es recibida en la autoridad central argentina de parte de la autoridad central
extranjera —en los casos en los que resulte aplicable un Tratado— o bien, de parte de la Embajada que
corresponda —cuando ante la ausencia de Tratado aplicable deba utilizarse la vía diplomática— ya que en
nuestro país la autoridad central es el Ministerio de Relaciones Exteriores, lo cual hace posible esta doble
vía.

La autoridad central analiza el contenido y la forma de la solicitud de asistencia a fin de comprobar el


cumplimiento de las pautas exigidas por el Tratado aplicable o, ante la falta de éste, de nuestra ley de
cooperación y, si se considera procedente la solicitud es remitida al Juzgado Federal con competencia en el
lugar en el que deba llevarse a cabo la medida requerida. Cualquiera que sea el resultado del proceso judicial
en el marco del cual se ejecuta la solicitud, una vez finalizado éste, las actuaciones deben ser devueltas a la
autoridad central para su posterior remisión a las autoridades requirentes por la vía que corresponda al caso

C. Procedimientos de cooperación
Existe un amplio catálogo de procedimientos vinculados con la actividad procesal, que cada fuente tiende a
precisar. A modo de ejemplo, se suelen mencionar los siguientes:
a) Notificación de resoluciones y sentencias.
b) Recepción de testimonios y declaraciones de personas.
c) Notificación de testigos y peritos a fin de que rindan testimonio.
d) Práctica de embargos y secuestro de bienes
e) Inmovilización de activos y asistencia en procedimientos relativos a la incautación.
f) Inspecciones.
g) Examen de objetos y lugares.
h) Exhibición de documentos judiciales.
i) Remisión de documentos, informes, información y otros elementos de prueba.
j) Traslado de personas detenidas.
k) Desplazamiento de autoridades competentes de un país a otro para realizar actos de investigación o
acopio
de medios de prueba.
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Extradiciones activas y Pasivas.
La extradición es un instituto que representa la máxima expresión de la cooperación jurídica internacional
en materia de lucha contra el delito entre Estados. Es el instrumento que permite a un Estado detener y
entregar a una persona que se encuentra en su territorio a otro Estado que lo requiere a los efectos de
afectarlo a una investigación en curso o para que cumpla una condena impuesta.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha definido a este instituto en los siguientes términos: "...la
extradición es un acto de asistencia jurídica internacional cuyo fundamento radica en el interés común a
todos los Estados de que los delincuentes sean juzgados, y eventualmente castigados, por el país a cuya
jurisdicción corresponde el conocimiento de los respectivos hechos delictuosos (...) El criterio judicial en el
trámite de extradición debe ser favorable al propósito de beneficio universal que tiende a perseguir el
juzgamiento de criminales o presuntos criminales, no admitiendo, por tal circunstancia, otros reparos que los
derivados de la soberanía de la Nación requerida y de las condiciones fundamentales escritas en leyes y
tratados...".

Ahora bien, esta peculiar forma de cooperación tiene principios y procedimientos que le son propios.

A. Fuentes y principios
En nuestro país, contamos con diversas fuentes normativas. En primer lugar, destacan los tratados
internacionales en la materia.

Existen diferentes tipos de tratados en esta materia. En un primer grupo, encontramos aquellas convenciones
específicas de alcance bilateral sobre asistencia en materia penal y extradición. La Argentina ha suscripto
estos tratados con: Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, El Salvador, España,
Estados
Unidos, Francia, Italia, México, Países Bajos, Paraguay, Perú, Portugal, Reino Unido, República de Corea,
Suiza, Uruguay. Otro grupo lo conforman los Tratados regionales. Entre ellos, destacan: el Protocolo de
Asistencia Jurídica Mutua en Asuntos Penales del Mercosur, el Acuerdo de Asistencia Mutua en Asuntos
Penales del Mercosur, Bolivia y Chile, el Tratado de Derecho Penal Internacional Montevideo 1889, el
Tratado Interamericano de Extradición. Finalmente, tenemos las convenciones multilaterales de lucha contra
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un grupo determinado de delitos: Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas, Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción,
Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Convención
Interamericana contra la Corrupción, Convención sobre la Lucha contra el Cohecho de Funcionarios
Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales
.
En segundo lugar, nuestro país cuenta con la ley 24.767 de Cooperación Internacional en Materia Penal
(LCI).
La solicitud de extradición, se tramita a través de las denominadas autoridades centrales, designadas por
los Estados para el diligenciamiento de las solicitudes que se intercambien. En nuestro país, la encargada de
estas tareas es, como ya hemos indicado, la Dirección de Asistencia Jurídica Internacional del Ministerio
de Relaciones Exteriores y Culto.

Estos pedidos, en líneas generales, deben contener información sobre la autoridad que emite el pedido, sobre
el proceso en el que se emite, sobre la persona a la que se refiere el pedido, la descripción del hecho que se
investiga, una explicación sobre la participación del reclamado en el hecho, su calificación, la transcripción
de las normas que tipifican el delito imputado y que establecen la escala penal, la declaración sobre
prescripción, y, en caso de no existir tratado vinculante, el ofrecimiento de reciprocidad.

Es dable señalar que la ley 24.767 establece las reglas de procedimiento aplicables a todas las solicitudes
de extradición que recibe la Argentina, y sólo en los casos en que no exista tratado además establece las
condiciones de fondo bajo las cuales se concederá la extradición.

La extradición sólo puede proceder cuando el Estado requerido obtiene del Estado requirente la seguridad de
que éste le entregara a un fugitivo perseguido por los mismos hechos y con las mismas cualidades
personales que el perseguido cuya extradición se peticiona (principio de reciprocidad).

En primer término, deberá considerarse si existe un tratado aplicable. Este convenio establece, entonces, las
condiciones de procedencia, improcedencia y de rechazo de la extradición. En este supuesto, las normas de
la ley 24.767 servirán para interpretar el texto del tratado y se aplicará supletoriamente en todo lo que no
esté especialmente regulado en aquél (art. 2°,ley 24.767).

En segundo término, deberá analizarse que la conducta tipificada por el delito que fundamenta la solicitud
de extradición esté también tipificada por nuestra legislación (principios de doble incriminación o
doble subsunción: art. 6°, LCI).

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Además deberá tenerse en cuenta que no todos los delitos son extraditables, ya sea por sus características
(los delitos políticos y los conexos a los políticos, los delitos exclusivamente militares, los sometidos a pena
de muerte si el Estado no diere seguridades de que no será aplicada) o por no alcanzar los mínimos previstos
de pena.

Tampoco procederá la extradición si está motivada en procesos que tramitan ante comisiones especiales,
tribunales de excepción o que evidencien motivos persecutorios, cuando medien motivos fundados para
suponer que las personas involucradas en el proceso que origina la solicitud serán sometidas a torturas o
penas crueles, o ante la existencia de especiales razones de soberanía nacional, seguridad u orden público u
otros intereses esenciales para la Argentina (arts. 8º, 9° y 10, LCI).

Asimismo, el pedido será rechazado cuando la acción penal o la pena estuviesen extinguidas según la ley del
Estado requirente, o el reclamado ya hubiese sido juzgado en la Argentina o en otro país por el mismo
hecho, o la persona hubiese sido considerada inimputable por la edad según la ley argentina, o la condena
hubiese sido dictada en rebeldía y el Estado requirente no diere seguridades de la reapertura del caso y el
dictado de una nueva sentencia, o el Estado requirente no diese seguridades de computar el tiempo de
detención que demandó el trámite de extradición siempre que esta condición esté expresamente considerada
en el tratado aplicable (art. 11, LCI).

Es importante recordar que en materia de extradición rige el principio de especialidad garantizado en el art.
18, LCI: la persona extraditada no podrá ser encausada, perseguida ni molestada, sin previa autorización de
la
Argentina, por hechos anteriores y distintos a los constitutivos del delito por el que se concedió la
extradición. Si la calificación del hecho constitutivo del delito que motivó la extradición fuese
posteriormente modificada en el curso del proceso en el Estado requirente, la acción no podrá proseguirse
sino cuando la nueva calificación hubiese permitido la extradición.

Además, la persona extraditada tampoco podrá ser reextraditada a otro Estado sin previa autorización
otorgada por la Argentina.

Sin embargo, no será necesaria ninguna de estas autorizaciones si el extraditado renunciare libre y
expresamente a esta inmunidad, ante una autoridad diplomática o consular argentina y con patrocinio
letrado.

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Tampoco serán necesarias cuando el extraditado, teniendo la posibilidad de hacerlo, no abandonare
voluntariamente el territorio del Estado requirente dentro de un plazo de treinta días corridos, o cuando
regresare voluntariamente a ese territorio después de haberlo abandonado.

B. Procedimiento
Cabe señalar que en la Argentina el procedimiento de extradición es mixto, pues está dividido en tres etapas:
la primera (etapa o trámite administrativo) y la última (decisión final) a cargo del Poder Ejecutivo Nacional
y la intermedia (etapa o trámite judicial) a cargo del Poder Judicial.

En la primera etapa, la Dirección de Asistencia Jurídica Internacional (Ministerio de Relaciones Exteriores)


efectúa un primer control donde verifica: que el reclamado no sea un refugiado, la existencia u ofrecimiento
de reciprocidad y la inexistencia de causales de improcedencia (razones de soberanía, intereses esenciales de
la Nación, etc.). Además, evalúa preliminarmente el cumplimiento de los requisitos formales y si faltare
alguna documentación o información se solicitará al Estado requirente que subsane las falencias con carácter
urgente
(arts. 19 a 25, LCI).

En una segunda etapa (trámite judicial), será competente para entender en un proceso de extradición el juez
federal de turno en el lugar de residencia del reclamado. Para el caso en que el reclamado no se encontrare
ya detenido (detención preventiva con fines de extradición), el juez interviniente ordenará su detención
como primera medida (arts. 26 a 34, LCI).

Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la detención, el juez citará a audiencia al detenido, lo
identificará y le informará los motivos del arresto, los detalles de la solicitud, lo invitará a designar defensor
y consultará al detenido si presta su conformidad a la entrega, pudiendo éste reservar su respuesta para el
momento del proceso que crea oportuno.

Si el reclamado prestara su consentimiento libre y expreso el juez resolverá sin más trámite autorizando la
entrega, sin resultar necesario aguardar la formalización de la solicitud de extradición toda vez que el
traslado es voluntario.

Si la causa esta en condiciones se fijará fecha para el debate; de lo contrario se suspenderá el proceso por
treinta días para que el Estado requirente aporte la documentación faltante. Cabe destacar que durante el
debate no resulta posible cuestionar la existencia del hecho, la culpabilidad del reclamado, la validez de la
prueba que fundamenta la imputación o de los actos procesales cumplidos en el proceso de origen toda vez
que el proceso de extradición no es un proceso penal en sentido propio.
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Finalizada la audiencia de debate, el juez resolverá si la extradición es o no procedente. La sentencia es
susceptible del recurso de apelación ordinario ante la CSJN. La decisión de nuestro Máximo Tribunal será
comunicada al Ministerio de Relaciones Exteriores. Si la sentencia fuera negativa, éste notificará al Estado
requirente y el trámite quedará finalizado. En cambio, si es positiva, se remitirá copia de las actuaciones
judiciales para iniciar la última etapa.

En la etapa de decisión final (arts. 35 a 39, LCI), ante sentencia judicial afirmativa, el Poder Ejecutivo puede
denegar la entrega si en ese momento se hicieran aplicables las causales de improcedencia (seguridades de
reciprocidad, razones de soberanía, intereses esenciales de la Nación, etc.). Pero, si dentro de los diez días
hábiles contados desde la recepción de las actuaciones, aquél no se pronuncia expresamente en contra de la
decisión judicial se entenderá que la extradición ha sido concedida definitivamente.

Regularmente, cuando no hay impedimentos que obsten la entrega del reclamado, éste quedará en
condiciones de ser trasladado por el plazo previsto en el tratado aplicable o en la fuente interna, según
corresponda.

Ahora bien, si vencido el plazo, no se ha verificado la entrega del reclamado, éste será puesto en libertad y el
Estado requirente no podrá reproducir la solicitud de extradición.

La entrega del reclamado puede ser postergada cuando éste se encontrare sometido a proceso penal ante la
justicia de nuestro país, o cuando estuviere cumpliendo efectivamente una pena privativa de la libertad ya
impuesta, o cuando el traslado resultare peligroso para la salud del requerido o de terceros a causa de una
enfermedad, hasta que se supere ese riesgo (art. 39, LCI).

Asilo y Refugio.
En forma genérica se caracteriza al asilo como la protección jurídica que se otorga por parte de un Estado a
un delincuente político perseguido por otro Estado; protege ampliamente la vida, la libertad y la seguridad
de las personas acosadas por razones o por delitos de carácter político.

Contradiciendo al principio de entre ayuda penal internacional el asilo apronta como un obstáculo jurídico a
su efectividad, concretamente como una burla a la soberanía penal extranjera; por él no se pretende ejercer
una jurisdicción por parte del Estado que la brinda sino impedir el ejercicio de la jurisdicción ajena.

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Esto es aún mas notorio en el asilo propiamente dicho o asilo diplomático pues se ejercita en el territorio
convocado a entender en el asunto que observa invadida una porción del mismo limitando la aplicación de
su ley penal.

Sin embargo existen en la historia y subsisten en la actualidad situaciones de persecución cierta o probable
de un individuo o de un grupo de personas por las autoridades del Estado de su nacionalidad o de su
residencia habitual y muchas de ellas teñidas de arbitrariedad hicieron que fuera necesario reconocer
garantías a la persona perseguida como a su grupo familiar lo cual fue receptado por el derecho
internacional. A ello se aduce en su favor, que si se tratara de un delincuente político, éste es tal y no
delinque en otros planos de modo que el Estado asilante no evade la aplicación de la ley penal de otro
Estado sino que presupone fines altruistas de parte del autor inducidas por condiciones de hostilidad.

Ahora bien, ubiquemos principios distintivos preliminares: el asilo tiene naturaleza tuitiva,
proteccionista; la extradición conlleva represión. El objeto del asilo son los delitos políticos y los conexos
a uno político; el objeto de la extradición son los delitos comunes o los equiparados por la legislación a
dicha condición. El asilo diplomático es el concedido a un perseguido político que acude a una
representación diplomática en busca de amparo; el asilo territorial o refugio es la figura en la que la persona
llega por sus propios medios al territorio de un Estado extranjero. Se observará que la diferencia sustancial
entre uno y otro es la autoridad que lo concede: en el primero será la autoridad, diplomática (ahora se hace a
través de una autoridad central, esto es de un libro viejo) y en el segundo el mismo Poder Ejecutivo.

1. El Asilo Es un instituto jurídico de origen griego asylon - asylos cuyo significado es " lo que no
puede ser tomado" en el sentido de un lugar inviolable que brinda protección a la persona como
sujeto sagrado.
Su origen religioso lo define como un lugar divino, en Europa existió y tuvo fuerza durante los
enfrentamientos entre el poder eclesiástico y el poder civil, la figura del asilo trasciende hasta la Revolución
Francesa, momento histórico que es incorporada a la constitución de 1791, en la cual encontramos la
leyenda ... se concede asilo a los extranjeros desterrados de su patria a causa de la libertad ... desde aquel
momento se expande por Europa como asilo político dando protección a los perseguidos políticos.

Desde sus inicios su finalidad fue proteger a la persona, su evolución fue especificando su función y
regulada según el país o la región en la que se trate.

2. Refugio es un instituto jurídico internacional de alcance universal, es convencional y de carácter


apolítico, y su función es resguardar la vida o salud de la persona a través del principio de non
refoulement (no devolución).
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Es aplicado ante la llegada masiva de solicitantes de protección internacional, ya sea por persecución, o
cualquiera de las causas enumeradas en la Convención de Ginebra del Estatuto del Refugiado de 1951 y su
protocolo de New York de 1967. El fundamento de la persecución puede ser religioso, racial, de
nacionalidad, pertenencia a un grupo social determinado, apátrida y se encuentran enunciados en la
Convención (1) del Estatuto de los Refugiados y su protocolo.
El fundamento de ser perseguido ya es suficiente para la concesión del refugio siempre que sea
efectivamente fundado.

El refugio es una obligación de protección de todos los estados parte de la Convención y su Protocolo, y el
asilo, aunque los estados sean parte de acuerdos o tratados, su decisión es discrecional en concederlo o no,
no está obligado como el refugio por el principio de non refoulement (en Latinoamérica) no es lo mismo en
Europa, paginas mas debajo de desarrolla esta situación

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Derecho Administrativo en sus aspectos internacionales.

Derecho Fiscal en sus aspectos Internacionales.

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