trabajo de medicina legal
trabajo de medicina legal
trabajo de medicina legal
Trabajo Final de
Medicina Legal y Ética
Medica
Tema: Eutanasia.
Nombres y Apellidos:
Elina Fernández Horihuela.
Rene de la Cruz Soriano.
Anabel Frómeta López.
Dianet Milaydis Álvarez Lescaille.
Yakelin Ayán Laborí.
Leiser Antonio Gámez Borgues.
Ismayaxil Estévez Singh.
Roberto Carlos Frómeta Fuentes.
Gladis Lorena Guirola.
Enrique David Cantillo González.
Grupo: E3.
“Año 64 de la Revolución”
RESUMEN
ABSTRACT
Euthanasia is not a new problem, but it has been approached in each moment
depending on the circumstances, linked to political, cultural and religious
differences. Nowadays it is one of the more updated ethical debates. Literature is
plenty of considerations favoring or against around the ethical involving physician
and society to relief suffering and pain, particularly in patients with a terminal
illness when they take a conscious decision to put an end to life. The objective of
present paper is to deepen on euthanasia and its present trends. In Cuba, the
practice of the euthanasia is penalized and it is considered a murder. In the
professional culture of Cuban physician is not planned to help or to allow to dye to
persons; however, the fact is that the problem exists.
Key words: Euthanasia, ethics, autonomy.
INTRODUCCIÓN
De esta forma se aprecia que, en la sociedad moderna, sellada por los influjos de
la revolución científico técnica, en la que son mayores las posibilidades de
curación y vida, la eutanasia continúa generando importantes discusiones en
todas las esferas sociales y profesionales. Sin dudas constituye un tema sensible,
del cual todos y en ocasiones el más humilde tiene un criterio que expresar,
porque sus efectos alcanzan a la sociedad en su conjunto. Ciertamente no se
puede decir que existen en este sentido pocos aportes, pero sí que casi todos
introducen en sus marcos investigativos diferencias que conduce a la inexistencia
de consenso. También concurren reconocidos autores que defienden el derecho a
una buena muerte. Entre ellos se destaca Barreto Vaquero quien sostiene que “El
acto de morir debe ser asumido como un momento trascendente en la vida de la
persona, la familia y el grupo socia .2
Otro de los referentes es Zamora Etcharren quien en sus argumentos expresa que
“debe legalizarse la práctica de la eutanasia u otorgar a la autoridad judicial la
facultad del perdón judicial en estos casos. En esta línea de pensamiento los
autores reflexionan sobre la necesidad de reducir las reservas de Cuba respecto a
la eutanasia, ya que la legislación del país sanciona tal práctica en cualquiera de
sus supuestos. El ejemplo más ilustrativo lo constituye la tipificación delictiva del
auxilio al suicidio que junto a otras tipicidades, cuyo objeto de tutela es la vida y la
integridad corporal de los seres humanos, conminan a transitar por el engorroso
camino de su despenalización. Ello si realmente se quiere hablar de un futuro
promisorio en aras de la materialización del controvertido derecho a una buena
muerte.3
La palabra eutanasia viene del griego así: eu= bueno, thanatos= muerte. "Buena
muerte", término que ha evolucionado y actualmente hace referencia al acto de
acabar con la vida de otra persona, a petición suya, con el fin de minimizar su
sufrimiento. La eutanasia es un problema persistente en la historia de la
humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas. No planteaba problemas
morales en la antigua Grecia: la concepción de la vida era diferente. Una mala
vida no era digna de ser vivida y por tanto ni el eugenismo, ni la eutanasia,
complicaban a las personas. Hipócrates representa una notable excepción: él
prohíbe a los médicos la eutanasia activa y la ayuda para cometer suicidio.3
Esta ciencia juzga los actos médicos con base en cuatro principios fundamentales:
justicia, no maleficencia, beneficencia y autonomía. El primero advierte la
disminución de situaciones de desigualdad ideológica, social, cultural, económica,
entre otras, que puedan existir entre los pacientes. Representa la actuación de los
médicos sin distinción entre los enfermos que atienden, ni cambiar el trato
profesional por las características divergentes que puedan tener estos.6
La óptica judía sobre eutanasia dice que se debe hacer todo lo que esté a nuestro
alcance para poder conservar y prolongar la vida, sin tener en cuenta lo conocido
como "calidad". Sin embargo, una vez que una persona esté agonizando ya no
hay obligación de prolongar la vida de esa persona; hacer algo que acorte la vida
es un asesinato.
No es un tema menor; existen razones fundadas para estar a favor o en contra del
proceder y la ley —cubana— debería reconocer el derecho a los médicos y el
resto del personal a ejercer su profesión sin violar sus principios. Sin embargo, la
justicia ha dejado claro que la objeción de consciencia no es un “derecho
fundamental” ni está por encima del cumplimiento de la ley y el derecho a acceder
a una muerte digna. No es “un cheque en blanco” ni se puede utilizar por grupos
políticos, religiosos o de otro tipo para impedir la aplicación de una norma, como
ha sucedido en España y otros países con el aborto.10
El niño o recién nacido que, “como dicen los pediatras”, sufre menos que el adulto,
no es capaz de valorar o definir insoportable su sufrimiento. Quien lo valora, según
las normas holandesas, es el médico; y los que consienten y deciden son los
parientes. ¿No se trata, acaso, de su propio sufrimiento? Además, sabemos que
nuestra época ya ha hecho casi totalmente “curable” el dolor. ¿Acaso el dolor y el
sufrimiento se curan con la violencia de la muerte anticipada?
La eutanasia con niños deficientes es, probablemente, el punto donde con más
claridad puede comenzar a experimentarse hoy el “efecto de ruptura de dique” en
la pérdida de valoración de la vida humana, como consecuencia de la aceptación
legal de la supresión del embarazo. Se habla en este artículo de fetos abortados
en etapas tardías del embarazo y que “nacieron” con vida y en condiciones de
seguir viviendo si se les hubiesen aplicado los procedimientos médicos existentes
para casos de parto prematuro, por lo que se puede hablar no únicamente de
aborto, sino de infanticidio (o de eutanasia, ya que a veces tales fetos/niños nacen
con lesiones provocadas por la misma técnica abortiva). El tema de cuáles son
las atenciones que deben prestarse al recién nacido con anomalías o
malformaciones está hoy sometido a un debate creciente, ya que es un tema
complejo, porque dentro de él existen situaciones diversas de diferente
gravedad.12,13
CONCLUSIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS